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ROBERTO AMIGO
GUERRA, ANARQUIA y GOCE
TRES EPISODIOS DE LA RELACION ENTRE LA CULTURA POPULAR Y EL ARTE MODERNO EN EL PARAGUAY
"IDENTIDADES EN TRANSITO"CENTRO DE ARTES VISUALES/MUSEO DEL BARRO
auspiciado por la Fundación Rockefeller
ASUNCION, PARAGUAY Setiembre del 2002
El programa "Identidades en Tránsito" consiste en un espacio de formación, investigación e intercambio académico internacional que comprende seminarios, conferencias, coloquios, invitación a becarios y publicaciones. Este programa se desarrolla como parte de las actividades del Centro de Artes Visuales/Museo del Barro con auspicios de la Fundación Rockefeller.
Programa "Identidades en Tránsito"Coordinación general: Ticio Escobar Concordia 420, Asunción, Paraguay Telefax: 595-21-208 787/Teléfono: 595-21-229 884 Emails: [email protected] / [email protected]
Centro de Artes Visuales/Museo del BarroDirector del Centro de Artes Visuales: Carlos ColombinoDirector del Museo del Barro: Osvaldo SalernoDirector del Museo de Arte Indígena: Ticio EscobarCalle Grabadores del Cabichuí entre Emeterio Miranda y CañadaAsunción, ParaguayTelefax: 595-21-607 996Email: [email protected]
© Roberto Amigo y Centro de Artes Visuales/Museo del Barro
Hecho el depósito que marca la ley.
Diseño gráfico: O. Salerno
Las fotografías que ilustran esta edición fueron tomadas por: Vera Albuquerque, José Gómez,
Jesús Ruíz Nestosa y Francisco Corral y forman parte del Departamento de Documentación
e Investigaciones del CAV/Museo del Barro.
Impreso en Imprenta Editorial Arte Nuevo
Asunción, Paraguay, 2002
EL TRAjE BLANCOUna mirada a la obra de Ignacio Nunez Soler
£1 arte/ el arte verdaderodebe hacer de modo que la pazentre los hombres que viven juntos/ respetada hoy dfa gracias amedidas exteriores/ tribunales/policfa/ instituciones de beneficencia/ inspectores/ etc./ sea realizada por la actividad libre ydichosa de los hombres.
Loon Toistoi
No somos el pasado/ sino elpresente/ creador divino de 10 queno existi6 nunca. No somos el recuerdo; somos la esperanza.
Rafael Barrett
£1 historiador se encuentraen un punto en el que confluyenla polftica y los estudios academicos/ el compromiso practico y lacomprensi6n te6rica/ la interpretaci6n del mundo y el deseo decambiarlo.
Eric Hobsbawm
Igna io
EI espejo en el ropero
Ignacio Nunez Soler realiz6 su primera muestra en ellocal de la C sa Argentina en el ano 1931. Tuvo un relativoexito con u pintura; seguramente la mayorfa de elias fueron pai aje rural s, ya que la venta Ie p rmiti6 cumplir unde 0:" ndieron tres de ellos, 10 ual me puso muy cont nto, como ra verano, con ese dinero pude mandarmeha r un Iindo trajecito blanco".l
E probabl que con e te traje blanco unez Soler reco-rries la c II suburbios asuncenos que luego pintara masomo programa que como nostalgia. EI traje blanco, elegania del pintor d una ciudad alejada de 10 centros artfsticos
cuya principal ocupaci6n pare e haber side ha ta e e entonces la de pintor de brocha gorda - punta de origen del relatode su vida tanto en una de las tablas Historia de mi vida (c.1980) como en u discurso: "empece pintando casas y despu / fui mejorando hasta dedicarme a la pintura artfstica".2Subrayo I mejorando ya que implica una continuidad, comoi fues una mi ma practica, entr la pintura de paredes y la
artf ti a. EI traje blanco, in embargo, permite tambien senalar una ruptura: I paso subj ti 0 de obrero a artista. La legitima i6n producida p r la venta d la pinturas necesita unavalora i6n simb6lica: la ropa d trabajo es suplantada por eltraje blan o. Ademas, indica otr pa aje d mayor sutileza: elfin de la practica anar 0 indicalista para convertirse en unintelectual humanista de ideolo fa libertaria cuya herramien-ta la pintura.
Es la ideologfa libertaria la que sostiene la reivindi aci6n del artista como trabajador y permit de dibujar los lImite entr la "alta" y "baja" cultura. Por ello cuando men
iona a los arti ta que fueron u ejemplo a seguir en los 0
mi nzo de u interes por el arte los reivindica desde el doblelugar del oficio artesanal y del hacer pict6ri 0: "Julio Mornet
ra un speciali ta en decoraci6n; trabaj6 n el Pala io de
Hi toria d mi vida, . 1980.Oleo obre mad ra, 21 x 213 em.
01 i6n CAV/Mu 0 d I Barro.un i no
Foto V ra Albuquerqu .
Debo agradecer 105 comentarios deRita Eder y Serge Guilbaut, RenatoGonzalez Mello y ouos integrantes
del seminario sobre estudios dehistoria del arte en America Latina,realizado en Veracruz en marzo de2002, que me permitieron volver apensar algunos aspectos de la obra
de Nunez Soler. Algunas de sussugerencias, como la de Gonzalez
Mello sobre la justicia popular en lacorrida de toros, han sido incorpo
radas al texto. Desde luego, escribirsobre arte del Paraguay es entablar
una larga conversaci6n con TicioEscobar.
Toda las fotograHas que i1uslran I apflulo fueron realizadas por Vera Albuquerque.
rchivo del Deparlam nlO d Documentaci6n eInv riga i6n d I CAV/Museo del Barro.
, Ifredo M. Seiferh Id, Cony r acione poUt/comililar , A unci6n, 1984, pag. 237.
2Alfredo M. if rh Id, op. cit., pa . 2 2.
Gobierno y en otros sitios publicos y privados".3 En el mismosentido escribe en 1949: "Sin haber pintado ningun cartel,solo quiero recalcar, y el pueblo 10 sabe, que he realizadovarias exposiciones, por si ignora el articulista, perc con decir que pinto carteles, se me honra; as! se justifica que soy untrabajador que vive del producto de su trabajo; y no solo pinte carteles, sino que he pintado miles de casas en esta capital".4 Los telones pintados para escenograffa (aquf aparecela figura de Hector da Ponte) funcionan como la transicionentre uno y otro escalon de la trayectoria hacia el arte. Si losartistas generalmente silencian, tachan de sus currfculas - comobien indica Ticio Escobar - sus "tareas bajas" para pr'ivilegiarlas "bellas artes", por el contrario, Nunez Soler indica la pintura de brocha gorda como su certera legitimacion en la sociedad (yen el mismo proceso aclara las "tareas bajas" obligadas de los artistas, como Guido Boggiani en el Paraguay).Legitimacion necesaria porque ella sostiene su accion polftica dentro del anarcosindicalismo paraguayo, bajo el horizontetutelar de Rafael Barrett, el viaje c1asista de Pietro Gori, laoratoria poetica de Leopoldo Ramos Gimenez y la compafHamilitante de su hermann Manuel Nunez. Ante la ausencia deuna formacion academica, Nunez Soler senala que su capitaltecnico tiene otra procedencia y, justamente por ello, debeser comprendida su obra y el discurso sobre la misma desdeel horizonte en el que se afirma como artista.
Alfr do M. it rh Id, ibid m.
·'gnacio Sol r unez, EvociJ ione de un sindicali •fa revolu ionario, Asunci6n, 1980, pag. 20.
Sin embargo, vale la pena aclarar el deseo de "pintar bien"de don Ignacio como, tal vez, habfa vislumbrado en las pinturas de los alumnos dellnstituto Paraguayo. La pulsion por pintar, que 10 "eva a trabajar sobre cualquier soporte, suplanta lapulsion polftica de la actividad sindical. Nunez Soler se tornaartista cuando el anarcosindicalismo ha sido desplazado decualquier posibilidad de hegemonfa como organizacion c1asista por el comunismo desde fines de la decada del veinte.Entonces, afianza su vocacion pictorica en los tiempos posteriores a la Guerra del Chaco (guerra que marco a su generaciony, es probable, determin6 el fuerte pacifismo antimilitarista de
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e te). Tiempos que coinciden con la gran derrota libertaria dela Guerra Civil Espanola (no 5610 contra el franquismo sinotambien contra el .estalinismo) cuyo impacto estremeci6 a losmovimientos anarquistas de America del Sur.
o se conservan, practicamente, pinturas de la tempranaepoca de su primera exposici6n de 1931. Es probable que hayan sido en su mayorfa paisajes rurales atados a la concepci6nnaturalista dominante, a la intenci6n de representar con veracidad la vida campesina, los altos arboles, los rfos y los cielos.
Por una fotograffa podemos acercarnos a las obras queexpuso en 1931. Casi mi primer trabajo/ 1929, texto breve escrito en una fotograffa sugerente, cuya escasa importancia concedida queda registrada en la crueldad de su conservaci6n: la violencia de los fragmentos perdidos de sus bordes, las manchas dehumedad acentuando los ocres, las cicatrices de antiguos dobl es. Este "primer trabajo" es un paisaje rural en las riberas deun rfo, diffcil de diferenciar en sus intenciones de la pintura de
Iborno 0 Samudio (una observaci6n desde la academia indicarfa todas sus deficiencias tecnicas, es decir, a fin de cuentas, una"mala pintura"). EI termino "trabajo" debe ser aceptado en lariqueza moral de su acepci6n; trabajo reemplaza a pintura, aobra de arte, a burguesfa; es la afirmaci6n de esa continuidadde pintor de brocha gorda a pintor artfstico.
La forma oval de la pintura fotografiada delata que suoporte es posiblemente un espejo biselado, uno de aque
110 colocados en el interior de la puerta de algun pobreropero; sugerencia acentuada por las fotos colocadas, comoe habitual, sostenidas por el espejo. Podemos mirar laspartes visibles de las mismas en esta carcomida fotograffa:les posible adivinar quienes son los fotografiados en el retrato colectivo? EI primero de la izquierda parece sosteneruna bandera, es retrato de un grupo anarquista, como enlas rituales fotos de sindicatos y de huelgas, que aquf parecieran estar en un habitual pic-nic obrero, tal vez reali-
Casi mi primer trabajo, 1929.Foto de obra de apar ida.
Mi personaje I 1953 (serie).Oleo sobr tela, 98,5 x 148 m.
Colecci6n CAV/Mu eo del Barro.A unci6n.
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zado n la quinta del Dr. Regul. 5 Un fragmento d otrafoto, colocada tras el espejo ocultando su mayor parte, eotro posible retrato de grupo anarquista. Asf, en esta fotograffa de una obra temprana, aparentemente imple y de cuidada, encontramos la uni6n de los ejes por los que transitara la pintura de don Ignacio: el pai aje local, rural 0urbano, y los retratos colectivos de la serie Mis personaje .Ademas, en este "casi primer trabajo" I paisaje rural impide y suplanta el reflejo del rostro del arti ta en el espejo,acci6n metaf6rica de alguien profundamente identificado
urismo on su "Iugarl/. Rostro y paisaje (pafs) la m i ma cosa y a lavez hombre obsesionado por registrar en sus pinturas losrostros de sus iguales: artistas y 1ibertarios.
(Inez Soler, por su historia, pertenece a la era del tallery del poblado; por ello en los tiempos de la fabrica y la ciudad se refugi6 en la pintura, Ante los talleres r siduales yelpoblado expandido en ciudad, el arte Ie permiti6 continuarcon un oficio de artesano y hacer perdurar la imagenes delpaisaje que existfa ya s610 en su memoria.
'v a la (otos imilar 5 r p;oducidas en Ignacio01 r unez, op. cit., sin pa inaci6n.
Ticio Escobar, 'gna io Nunez Sofer, Buenos Air 5,
Banco AI man, 1999. pags. 45-46. Curadurfa do valdo Salerno
La toma de palabraTicio Escobar ha senalado con acierto los componentes
heterogeneos de la pintura de don Ignacio, la "combinaci6n deelementos estilfsticos dispares" en una "sfntesis bien construida".6Sin embargo, no es desde 10 formal 0 desde la c1asificaci6n engeneros desde donde debemos mirar estas pinturas. (Desde luego,Escobar tampoco 10 sugiere, u ensayo no s s610 una lecturacompleta sino tambien una apuesta estilfstica, tan energica ysuave como la obra del pintor que festeja sus propios deslicebarrocos.) Si el artista burgues permite su catalogaci6n mediantela unidad de estilo de su obra 0 por su ruptura constante sujeta alas modas visuales, el interrogante planteado par la obra de NunezSoler es desde que categorfas debemos pensarla si descartamosaquellas que la taxonomfa artfstica burguesa tildarfa, como deingenua 0 de costumbrista folcl6rica.
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un z Soler e un arti ta de pensami nto libertario, quebr va en la corri nt contra ultural de principio d igloi rtas pauta que 10 acompanaron a 10 largo de su vida.
o b mo ver u obr por m dio de tal lent ,tanto uando espro lama omo cuando trai i" n. Por ello su pintura no efol I" ri a: ma aun abomina dee p t rnalismo nacionaIi ta d la pintura 0 tumbrista del si 10 XX, para g nerar una
br en la qu si hay au en ia de conflicto por la apue taid ali ta del artista. EI paisaj n Nunez Soler no se confundon la id a de la nacion; el t me a e ta confusion al afirmaru on t nt interes por repr .sentar 10 10 al: "a pesar de que
r ciera qu uno ntra e nIna ionali mo".7
in duda, ha I fda a u ma stro Rafa I B rrett, , en labibli t a del Centro de E tudi Social qu II vaba tal nombr ,fundado ntre otro por el artista en 1 12, no fait rfan 10libros indispensable para una teorfa estetica anarqui ta: PierreJo ph Proudhon (Del principio del arte y su destino 0 ia~ yL "n Tol toi (lQue e el arte?), y de de lu 0 10 de la a cionpolftica Mijail Bakunin, Piotr Kropotkin y George Sor I. Sinduda, junto a 10 textos del catalan e tarfan aquello in ipi nte del pensami nto lib rtario en Sudam ri a omo Pira
agrada de L opoldo Ramos Gim "n z, rito en el Para uay,qu parece haber tenid p 0 en la form ion d unez Soler,y Conver aciones d Erri 0 Malatesta, ilu tr vi it nte de laBu no Aire del ochenta. EI mi rno un z Sol r on uEvocacione de un indicalista revolucionario publ icada en1980 cerro esta tradicion on una combina ion d recuerdode su vida mil itante, pequeno textos al estilo de Barrett, r -opilacion de documentos sindi ale mas que un manu I
de doctrina, tal vez porque no estaba en condicione p r nales de scribir libro doctrinarios (los parrafos mas id 016gicos on los discursos y carta de principios de iglo) ni 10nuevos tiempos 10 permitfan; perc especialmente porquepintura ye ritura s unen en los ochenta bajo una mismapreocupaci6n eve> ativa que establece una relaci6n d pasado entre polftica y ciudad.8 La memoria - yes este el sentido de
1Alfredo . Sei( rh Id, op. cit., pag. 237
• de laca la cony rsa i6n ntre un mililar y unobr r al tilo d la crit por Malat sta y Barren,y un ! x!o qu pr nta una po ici6n pacifi ta sobrela Guerra del Cha o.
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memoria d I qu mint r a hablar ante la obra de unezSoler -adqui re la f rm d lu ha pict6rica contra la de trucci6n de los viejos mar 0 de la ociabil idad asunc na, defen-
final de los t rritorio dond ra po ible mov r con co-nocimi nto para actuar.
Nun z Sol r ar no haber per ibido la po icionedi tant obre 10 e t"ti d I pensador lib rtario ; sin
mbargo, en su obra picl6rica factible senal r la hu Iiade tale id as. 0 I p n mi nto proudhoniano tal toianoqu dan la marca d la r ivindicaci6n de las cultura populares: ella sost ndra tanto n la repres ntaci6n omo n lafa tura vi ual. EI anarqui m de unez Sol r d ralztol toiana, por 10 tanto, in orpor la I ctura reli io a praticas revolucionaria y lai a: I an rqui mo e un id I cer-ano al e plritu d Cri to. u ma stro Rafael Barrett tenia una
concepci6n similar, luego de abandonar 10 I tr del lib r Ii mo radical de u etapa pan la. A I, la lucha anarqui tadebla ba arse en "epid mia d f y p ranz II y I mod Isocietario propu to era el d I comunidad ri ti n primitiva . Por 110, un z 5 I r I tor del Barrett qu halerdo a Tol toi. A la vez, n 10 do op ra una r b Ii6n ontraI origen de c1as : la aristocracia m nor panola y la familia
de sociedad asun ena.9
Es probabl que unez Soler haya lerdo el sint"tico textode Barrett obr I stilo: un furio 0 ataqu a la bu quedaformal y al artista enc rrado n su torre d marfi I. La riturad Barrett, con u fra e rt nte omo epigrama, ugleruna po ible ompren i6n d I horizont qu sosti ne a ausencia de "estilo" en la obra de don Ign io:
iPobre die rit r que qui re obtener un estilo, y I en uentra y Iesati face! [... J I stilo no es Ihombre, es el e olsmo de~ hombre, [... ] no admir rno en el arte
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10 que se adhiere al arti ta, ina10 qu a todos nos pertenece, 10que circula sin esfuerzo en lasangre del cuerpo social. 0 esimpo ibl er a la vez sencillo,universal, inesperado y profundo: ba ta el genio y lquien alia,en las honduras de su espfritu,no guarda un d I ado fi 16n degenio silen iOSO?10
Sin embargo, aunque Nunez Soler no tuvo contactodir cto con el art europeo - alvo 10 e ca 0 ejempl n lapina ote a a un.cena - u conocimiento del mismo podemo vislumbrarlo en al unas de sus obras, adquirido s urament a partir de reproduccion s. Pero mas alia del marco dereferen ia visuales rudita de unez Soler, interesa inda ari pudiera e tablecers una rela i J n entr id 010 fa anarqui ta
y e tilo, es decir, entre discurso libertario y formas visual s.La lib rtad cromatica, la busqueda lumfnica y las manchasde pinceladas rapida para construir las formas de algunasobras de Nunez Soler son emejantes a la pintura de otroarti ta anarquistas europeos. 0 5610 en 10 formal, ya qual unos de los temas de sus pinturas (como la ciudad, Imundo del trabajo 0 la prostituci6n) eran habituales en losarti ta lib rtario .
Nunez Soler, en algunas de sus pintura , opia por elFormato apaisado, que Ie permite ofre er -una narra i6n yasemejar la pintura a una fotograffa panoramica. uando ua unto e d caracter hist6ri 0, como 10 pai aje urbano dla A un i6n ya perdida, el formato apai ado ma fr cu nteo Tal vez, debamos pensar que este Formato es una caracterfstica de la pintura regional de la cuenca del Plata, previa alimpacto de las academias europeas: el temprano Juan Manu IBlanes con sus batallas federale del Palacio San Jo e, n laprovincia de Entre Rfos; la pintura de paisaje rural de Prilidiano
"'Rafa I Barrell. MEl e tilo", AI mar en, Monlevicleo,1 12. R produ ida en J an ndr u, lauric Fray
Eva Gollu cio cI 'ontoya, AI1.1rko . Literaturafiber/aria de merica del ur, Bueno Aire, orr·Sidor, 1990, pag. 26
~----------------_.-
"lgna i oler uiiez,op. it., p g. 122.
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Pueyrred6n, cuando e t I j de I a ad mia apr ndida,on la necesid d de r pre ntar la xt n i6n in Ifmite de laampana; y la batalla y amp m nto d la Gu rra d la
Triple Alianza de Candido L6p z. Asf, la pintura d unezSol r adquiere una nueva dim n i6n: I ultimo lab6n duna modernidad di tinta no callada por 10 mb te de laacademizaci6n uropea. Mod rnidad de arrollada n I pli-gue y que perdura como I id rio lib rtario, la rbat dmofio y 1 tr j blan 0 que di tingufa la Figura d Nun zoler en la all a unc na .
Un a pe to ntral d I pr'" ti ad unez 01 r lar ivindica i6n de u caracter d tr b jad r. Aquf pod moncontrar un trasfondo dip n mi nt de Proudhon, on u
de confianza a 10 arti ta como hombr ex e iv I dKropotkin quien con id rab qu debfa imponer a 10rtistas el trabajo manual obi igat rio. La negativa hacia I arti
ta prafesional es similar la d T I toi que onsid raba quI rt d 1porvenir e tarfa r alizado por 10 hombr d I pu -
blo que tuvi ran la nec idad d pr r . Para un z I rI arte debfa consagrars a I v rdad y I libertad, y 1/ I tra-
bajo praductivo I qu ra I' 1m nt rte y n omer io vulgar"." Es su afirmaci6n omo trabajad I' y mo militant 10qu unifica los tiemp 5 di ontinuo d Historia de mi vida,'980, pequena escenas pintada de su vida a principio di 10. No e ca ual que entre tantos y dispares trabajos haya
gido el de pintoI' d bra ha gorda para comenzar la ri.
Debemos verla obra de unez Soler n u propiprograma, y leerla como i fu ra literatura revolu ionariad prin ipio de iglo; omo una toma de palabra, omouna forma de acci6n: la de ontinuar pOl' otro medio lalu ha de ideas para lograr el humanismo d una 0 iedadd igu I s. La vida artfstica de unez Soler tran ita POl' elI rgo tiempo de la dictadura paraguaya, pOl' 110 aun mad bemo remarcar u papel de toma de palabra, d posi-
i6n moral ante la violencia del sistema.
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5u obra afirma en la cultura popular paraguaya comorepre enta i6n y como forma; en u deseo d construir un publico otro para el arte, no conformado por la burguesfa locala omodada a la modas 0 a la inmovilidad. La paradoja de upintura anh lar y r presentar a un espectador que necesariamente permanece ausente por la distan ia entr la pinturade cabaflete omo arte burgu' y fa propue ta id 016gica deuna i dad in las
AI igual qu en la literatura anarqui ta popular deudamerica, la pintura de Nunez Sol r 0 ti n en dosontr di ion : la primera, las referencias y usos locales uti
liz d por I na i nali mo burgues a p sar d s r sujetosinm ron I di curso del internacionalismo la ita; la
und I Iud I f rma convencionales artfsticas, comoun propi ci6n d I r t6rica tradicional, tal como la deu Iqui r otr m di de produc i6n.12
La h r n ia del pen amiento de Barrett es explfcita alompar r u breve artfculo "Mi anarqui mo" on "Mi Credo"
d un z 5 I r, ambo texto 0 tienen el repudio a las leyom on i na c ntral. 13 A fin de cuentas, el anarquismo deun z Soler es una mixtura de id a qu n re ponden a un
ord nam iento riguroso dentro de las tendencias que atraveaban el pensamiento anarquista a prin ipios de siglo, sinmbargo su acci6n e ta ost n ida n la practicas del
anarco indicalismo y su discurso d ntro d una concepci6nhumani tao Ambos determinan el contenido de su pinturaent ndida como un vehfculo de u idea, d us deseos y deu re uerdo .
La tierra sanaEI campe inado y su tar s rurale , la r laci6n del hom
bre on la naturaleza, la fi ta rural y la mu i a on 10 a unto de algunas de las obras d un z Sol r. Es la confirmacion pi t6rica del valor positivo de la ociedad rural
IlCfr. J an Andr u, op. it., pag . 5-20.
'JRafael Barr (t, NMi anarqui mo·, La rebeli6n num.10, Asunci6n, 15 d marzo d 1 0 . En J an Andr u,op. cit., pag . 37-38. Igna io Soler un z, N i credo·, op. cit., pag . 17-18.
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101 m.u va .
14Rafa I Barr n.· rta i nt·. it<ldo n Fran i 0orral, op. cit, pa . 268
151gna io Sol r l.liiez. op. cit., pag. 126.
precapitalista, variable del p n amiento lib rtario que acompana a la relectura cristiana y milenarista, por un lado, y porel otro, al modelo societario de artesano y mpesinos. Barrettsostenfa una idea similar a la del pintor:
Ellabrador ara su campo; uy ela cosecha nacida de su esfuerzo;suyo el ho r donde juegan uhijo y uya la tumba quaguarda [. .. ] Fu la tierra, la ti rrsin dueno, la ti rra sana. Vinieron los dueno , vi niron la riqu za y I dolor. 14
En Nun z Soler I mund rural e onfunde con el espacio suburbano 0 el de 1 pu blo del interior paraguayo;esta rela ion campo-ciudad es una constante sostenida n uobra a 10 largo del tiempo, pr ada tanto en Pai ajede 1935,como en £1 naranjal y Paisaje d Itacurubfde principio d ladecada del etenta.
Ademas, en el univ r 0 rural la principal protagonistae la mujer, como i por m di d la pintura e realizara nos610 una defensa de un orden precapital i ta si no tambi /n lade la sociedad matriar I. L mujer d unez Soler es traba-jadora, asf la represent n 61 como Muj r trabajadoraal amanecer(l 970), ampe in lIevando 10 frutos y la lechepara la venta en el mercado, con los rayos del sol rompiendoel horizonte de palmera y a as. En otra pintura tardfa, 1982,representa ala tejedora d nandutf, ala naranjera y a la burrera.La mujer es trabajadora y ten econamico familiar. En laiconograffa de las trabaj doras la obra de (inez Soler esclara: las mujeres no on ni I gorfa, ni madre proletarias, nimujeres sufrientes, son "herofnas del trabajo".l
Asf, la pintura d Nunez Soler es la expr sian de unasociedad protoindustrial, en la que aun no ha impue to la
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divi ion sexual del trabajo apitali ta. Barrett, e ne esario volver a e te una y otra vez, describe a estas trabajadora rurale camino al mercado con sus frutos y sus piesdescalzo :
Apenas son mujeres todavfa ... lacostumbre de caminar descalzas,con.el cantaro de Rebeca a la cabeza, las ha dado un andar fiero yflexible que ondula u cuerp sjovenes, ramas primaveral s donde tiemblan los divinos frutos delos pechos. [... ] Las mujeres delpueblo no tienen contradiccionesen su carne ni en sus almas senciIia y robu ta . Pa an con la uavidad tenu d un u piro.[... ] Vien n del in ondable pa ado y e tan impr gnadas d erdad.Gracio a y pa iva, son el exoterrible n qu na mo y no agotamo, agrada om la ti rra; onel amor a quien in linan nuestro labio ediento y nu tra alma hastiada.1
Los ffmites entre ciudad y campo son ciertamente difun A un i ~ n, uya hegemonfa espacial esta vinculada al
rio; I territorio del mercado e donde e realiza esa inter-ion ntre la campana y la vida urbana.
E I lu ar de una economfa anorada donde 10 malede la explotacion capital ista au n no estan exacerbados y seenden 10 frutos del propio trabajo: el mercado es apto para
la idealizacion ya que es ellugar donde e desarrolla la sociabilidad popular: para las mujere "el mercado era el mejorlu ar para charlar, dis utir y hasta hablaban de polftica". 17
Mujer trabajando al amane r, . 1 70.01 a obr t la,60 70 m.
Col ccion e -Ban 0 Aleman.un ion.
1 Rafael Barr n, "Muj r qu pa an". EI dolor paragua}'O, O. M. B rtani Edit r, ntevideo, 1 11, pcig. 9.
lJlgna io 01 r un z,op. iI., pa . 12 .
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I Imercado estaba ubicado sabre la lie Palma en 25oviembre e Independencia acional, para 1909 eIjl
un mont6n de om : todos t(amos fa muerte denuestro n ojormercado. I '0 Ier u , ibidem.
1 100 r, qJ. iL, ~ . 232.
Por ello, Nunez Soler repre enta I Mercado Gua u,"tengo pintado casi de memoria e e mercado"18 una y otrav z: rio es solo nostalgia por una Asun i6n que desaparece;es tambien una idea so ietaria del inter ambio, del propiotrabajo, de la au encia de alienaci6n. EI m rcado y el indi-ato son los lugare dond la sociedad deseada se organiza
por sf misma. Ticio Escobar ha percibido, aunque sin senalarlo explf itamente, c6mo e ta aspiraci6n onstruye tambien desde 10 formal al analizar Plaza Guazu n 1904, unoleo de 1980: "La e cena transcurre ant I paisaj espectralque une la memoria on I sueno; obre es f ndo letargico,
levantan signo alertas, vigilante: punto estr mecido delores y de luces, cifras titi I ntes de afane despierto /I .19
A partir de 10 mercad podemo ntender la variaci6ntilfstica de la obra de un z Soler, us cambios internos,
us lentas busquedas formale ,10 imperativo d u problemas de visi6n, del pulso tembloroso de la v j z. En Mercado
7, de 1947, la pintura se so tiene en una tran ripci6n fotografica; por ello la necesidad descriptiva es minucio a, detenida en los mfnimo detalle: cada fruto, cada adoqufn esdibujado, la arquitectura es delineada con preci i6n en laperspectiva diagonal.
Aproximadamente un ano despue realiz6 uno de u61eos sobre madera ma pequeno, apena v inte por veinticinco centfmetros, y sin embar 0 mas interesante: Mercado Guasu.Aquf 10 pict6rico predomina sobr 10 narrativo: los toques de color aparecen en la pintura de 10 frutos, la pinceladas libredefinen cuerpos y vestimentas; allf un toque de azul, aquf unnaranja, aspectos que caracterizan la obra tardfa de unez Soler.La composici6n es rigurosa, la mitad inferior e la vida asuncenadel mercado desarrollada ante los edificios hist6ricos, la mitad superior es un cielo tormentoso que recuerda La tormenta,otro 61eo de la decada del cuarenta con libertad de pincelada.Las figura femenina enmarcan la composici6n, como cia icas Rebecas, al decir de Barrett, portando las vasijas.
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En Mercado Guasu, alrededor de 1960, la variaci6n fundamental es la incorporaci6n del autorretrato del artista enuna escala j rarquica, sin el predominio de las figuras de laend dora de las otras pintura sobre el mer ado; en esta
tela destaca la impleza formal en la resoluci6n de la arquite tura, j uega con us altura uperpuestas recortadas enun cielo cubierto de nube amarillas. Sin duda, los dos 61eode la de ada del 0 henta sobre I mi mo asunto, Plaza Guasu7904 y Mercado Gua U, son obras cara terfsticas de la etapafinal de unez Soler, con e a libertad d toques, de rapidapin eladas que confunden y con truyen la forma . EI formato apai ado del primero permite que el pintor represente en Icentro una arquitectura que otorga un marco visual a la su e-ion de toques de 61 0 blanco que distinguen esta pin ura delimple equilibrio visual y la ensaci6n m Ian olic ; por I
contrario, el segundo oleo produc un impacto i u I: can ufuerte cromatismo de naranja yamarillo, alpicado d toqud alores diver 0 , recuerda la pinturas f tiva del amaval.
Ellibro de pequ Fio art! ulos de Rafael Barrett £1 dolorparaguayo comienza con un breve texto bre el mercado,tal ez la reflexi6n del escritor libertario ma ensibl para lasmujere d 1 pueblo, muj res omo pajaros blancos, en la queem zclan vital mente I amor y el trabajo. La comun ensibi
lidad del pintar con Barrett a emeja la p I bras con las forma de Plaza Guasu 1904:
Bajo un sol que a la pradera muyverde volatil iza matices y penumbras, la mujeres, envueltas en sabana aleteadoras al viento, parecen una bandada de pajaros blancos que no acaba de posarse. Perosus cuerpos erguidos 0 posados
stan inm6viles. Can un nobleademan profetico guardan de laluz us negro ojos, seFiore de la
ole i n
lOR fa I Barr It, "EI m radoN, I d lor paraguayo,. . B rtani Edit r, ont vid ,1911, pag. 7.
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Ilanura. Allado de sus pie morenos, que al correr acarician la tierra, hay co a humilde y nece arias, huevo tibios, "chipa" tiernoque sirve de pan y de postre, lech , mandioca, mafz, naranjadoradas y andfas fresca comouna fuente a I ombra. Apenas sehabla. Nadie ofrece, regatea nidiscute. Una dignidad melanc6lica en la figura y en los movimientos. La ninas ti nen miradaserias y el refl jo de un pasado 50
bre su frente vacfa. Mas tardeabandonaran I mponchado sucintura cimbr ante de hembrasdescalzas,su enD obscuro y suboca parda, con el mismo gestosilencioso. 20
EI mercado anuncia la fiesta popular, donde las cinturacimbreantes se entregan a 10 hombres y el gesto silenciosose transforma en bai Ie.
La fiestaEn la pintura de un z Soler es constante la repre-
entaci6n de las fiestas: bail populares, cumpleanos, casamientos y carnavales. L mu i a es la pervivencia de 10 ruralen la trama urbana, es la mirada reivindicativa de las culturaspopulares, de su lugare de r 'Jni6n, de sus costumbres. Entrelas numerosas pinturas d fiestas de destaca Fie ta en LaChacarita (1975), la fie ta d arrolla en los patio de tierrade una ca a de este barrio d 10 bajos de Asuncion, sobre
I rfo. La ciudad adqui r una vista ennoblecida d sus sectore ma humilde; i b rrio es como un patio traserode A uncion, el espectad r in resa por el patio d la casa en
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fi ta, adornada on u banderine y u musica de guitarr ,mi ntras la anorada tranquilidad del caserfo se desparramobr el rfo. Tranquilidad que tambien expresa una de la
vi tas mas intere antes de la iudad de A unci6n pintada ene te iglo: La Chacarita de 1964, el barrio bajo es la entradla ciudad y, n el fondo, los edificios del pod r recortados nI i 10. La po i i6n de cia determina en el territorio que ocupa d la ciudad; a I, I ca rio irregular e extiend n
10 terr no bajo mezclando e entre la v get ci6n, cre i ndo en u propia dinamica, vivi ndo y t miendo al rio.
La fi sta campesina apar ce asociada a un episodio c ntral, r p tido n varia pintura : -a Tunf cumple cien ana.La fiesta se asocia aquI a las figuras matriarcales, a ese mode-I de 0 i dad que indicamo ma arriba. Lo ampesinoIIegan a la fiesta en la noche avanzada, donde los cuerposntr I zan p rdiendo u f rm bajo el corr dor del ranchod I noch. Ticio Escobar ha detenido en una pintura
imilar: la Banda Hy1e Cue ofrece a Na Juanita su mu i atr mar ando I ingre 0 de la banda popular que, gracia a laer nata, obliga a'- a Juanita a alir de u cuarto y comenzarI baile en la medianoche:
Como en toda la obra d I pintor,a I como en 10 terreno de la ultura rural y suburbana, 10 fund mental ocurr i mpre afu r , enel patio exten 0 del pequ no rancho. AliI se afanan la par ja ,qurecuerdan figuri lIa danzant dla eramica popular d Ita; [...J.Es la fiesta, el ritual que mediaentre el repo 0 y I ju go, nlr lanoche abierta y callada yel Ircu10 iluminado de quienes cel bran10 ritmos del tiempo y aventan lospesares que las sombras tapan. 21
ZITi io E cobar, p. it., P . 242.
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La fie tas populares ocurren en 10 patio e t nodela arquitectura popular 0 en las calles en ontrapo i i6n a Ibailes de la burguesfa a 10 que unez Soler no ingre a. Par
110 los repr senta desde la exterioridad: la mirada del puebl ha ia 10 invitado que lIegan en sus carruajes, om nLa ultima fi sta en el Club Nacional en 7869, mientras -Iaf ha 10 d la a- emu re en la trinchera d la Guerra Gua u.
La fi ta el arnaval, con u mundo al reves, conu tr t mientos. Fiesta del pueblo (pueblo, onviene
a lar rio, m zcla de I es) que ocurre en la aile ybai Ie popu lar s. unez Soler apela a los carnavales de sum moria, mo i el tiempo los hubiera degradado en su5 ntido pi no.n EI carnaval,. como escribe Barr tt:
s una hora de libertad, un ensayo de una vida mejor y futura;un relampa 0 [... J e el instant dla venganza, n que 5 murmuraal oldo del pr6jimo la broma materrible: la verdad. Es la epo a enque se triunfa y en que tiembla,en que los marido descubr n sudesgracia y las f as confi an uamor. [...J A f el arnaval, n ufugaz y fren'ti a agita ion, hacsubir a la uperficie del mundo Ir alidad y el misterio, qu nodesunen nunca. 2
Ticio Escobar p rcibe on c1aridad la imanta i6n de ladata 1 06: ana de la muerte de la madr d I pintor. sc n-ion un z ra de origen ampesino, y fu mple da en la
casa d sunci6n de 10 Sol r Jovellanos. EI arti t identificacan lIa a tal punta que invierte el ord n de u pellidoscomo r ivindica i6n de su orig n de c1as par lin a materna.AI onvo r n la vej z la f cha de la mu rt d su madr, I
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ara ter fe ti 0 de la obra d don Ignacio vu Ive a imponer e:recu rda a la madre mediant la fie ta, en el ritual popular.Ad ma , 1906 tiene otro signifi ado podero 0 para que aliis activ n los recuerdos del pintor: e la f ha del comienzod la or aniza ion sindical de orientaci6n anarquista con lafunda ion d la Federaci6n Obrera Regional Paraguaya.
La pinturas de camaval anuncian, com en Carnavalde 1906 d 1975, .Ia libertad expresiva d 10 ultimos oleosd la d / ada d I ochenta. En el camaval, adema , encuentraI po i ilidad d intetizar en un unico a unto sus preocupin t m /ti a on tantes: la ciudad de antaFio con susdifi io Y u carruaj ,Ia fie ta populare, la evocaci6n
d u bi graff . En £1 arnaval d 1906, pintada n 1982, esao i / n pot n ia on la ubicaci6n del camaval sobre laII Palma, fr nt al Mercado Guasu.24
Si el camaval e la fi t ritual popular por xcelencia,tr rituale iad a la fi ta tambien ocuparon el
pa i d u tela : la orrida d toros. Sorprende esta tematica en un apologi ta del pa ifi mo y de la naturaleza, in embar la admira i / n ha i B rr tt puede haber inducido laperman ncia de tal afi i6n, a qu el atalan era un defen orde la fiest taurina a la qu n id raba un arte y una esteticaque uperaba a la b rbari d I rito milenario que ponfa enac i6n. 25 A la v z, 1 tor ro a emejaba a la figura del he-roe, aunque uFiez I r r pr nt / el fraca 0 de uno de ellos:I torero Carrillo. 26 A I, la orrida de toros da lugar a la ac
ci6n de la justicia popul r: I publi 0 el qu determina laglori 0 1 ocaso d 1 tor ro, obligado en la pintura de uFiezSoler a esquivar la ilia qu Ie arrojan los aficionado maqu al mi mo toro.
EI t ma d I h / ro ntral n la obra de Barrett, 10 acercaa una on epci6n d I indi iduo y a la idea del genio, obre10 qu e 0 ti n I pr rode la humanidad. La fie tapopular s asocia on la c I braci6n del heroe en las pinturas
l·Cfr. Ti i E obar, op. cit., pag. 238.
IS fr. Fran i 0 orral,op. iI., pag. 6- 7.
16V a I pr i 0 anali i de la obra en TicioE cobar, op. iI., pa . 240-241.
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dedicadas a los vuelos del primer pilato paraguayo SilvioPettirossi. En una representa la IIegada triunfante del extranjero y su sobrevuelo sobre la plaza olmada de una much dumbre que 10 aclama; en otra pintura el"intrepido" Pettiro ivuela entre dos hoteles modernos, que encierran un patio conuna enorme piscina. EI horizonte es reemplazado por la auroray la salida lunar, afirmacion de 10 ti mpos abr viados quepresagia la maquina.
Pajaros IibertariosEric Hob bawm ha nalado que la carga emotiva d
I 5 formas del movimiento obrero ali ntan la expre ion ritual,contrapelo d I caracter fuert m nt ra ionalista de los mis
mos.27 La manife tacion polfticas e tuvieron asociada conla formas d la sociabilidad popular, la banda d mu ica,I bandera y 10 e tandarte , la cer monias y los di cursos.leOmO int rpretar las pinturas, ideolo i am nt ma xplfcitas, de un arti ta que e mueve entre 10 hueco del ampe-inado, de una lase obr ra preindustrial y de artesanos? En
primer lugar n olvidar que la masa en la pintur de unezSol r actua como su propio sfmbolo.
Me int r an do obra qu r pr entan 10 ritualobrero : la prim ra e Rafael Barr tt dando una conferenciaen el Teatro Municipal, d 1970, Y la segunda tambien 5
refiere al pensador anarqu ista con su largo epfgrafe Ca a de lafamilia de Dolores Javel/ana Soler/ en donde yo nacfen 7897.Por el ano 7977/ si mal no recuerdo/ 105 obreros del CentroObrero Regional del Paraguay Ilevaban una corona en m moria del gran Rafael Barrett, pintada n 1982.
La primera es conferencia popular, con asp cto de asam-blea, y Rafael Barrett en la clasica postura de orador dirigal aud itorio desde el e cenario teatral. A us e palda la bandad mu i a. Un obrero iza la bandera roja, mientras qu I
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n gra ya se ha colocado. La escala de las figuras es jerarquica,obr saliendo la de Barrett que, sin embargo, no ocupa el cen
tro compositivo que es cedido a los estandartes. Nunez Solerrepre nta un teatro repleto, las manchas sugieren la multitudqu escucha y aplaude las ideas anarqui tas, posiblemente unade su famosas conferen ias obre el derecho a la huelga.
La s gunda es mas compleja, ya que el pintor entremezdareferencia : la casa natal, la figura de la madre, una anecdotacostumbrista (Ia del tranvfa mulita) y el ritual obrero. La casasolariega ocupa part central de la composici6n, aunque la fuerzad la misma esta dada por la diagonal de los manifestantes salpicada aquf y alia par la bandera rojinegras. La manifestaci6ndel (.O.R.P. tiene una carga afectiva: es la asociaci6n obreralibertaria fundada porel mismo Nunez Soler y otros sindicalistasen 1916. La ceremonia funebre y el recuerdo de los h,eroes de la
la e e parte fundante del ritual obrero. Nunez Soler aclara lilacasa dond yo nacf en 1891"; el nacimiento ffsico es metaforade otro nacimiento, el de la conciencia polftica. Se entremezclan en una misma escena nacimiento y muerte, como si elustrato religioso de don Ignacio aflorara para dar un nuevo con
tenido a los rituales laicos convocando a la resurrecci6n. Ademas, debemos remarcar la dataci6n del episodio: 1917. Ana delnacimiento de una nueva era revolucionaria marcada por el leninismo, la ceremonia anarquista alcanza asf intensos significados: e el fin de su etapa c1asica.
Pajaros rojos bard ado de negro como banderasan rquistas dejan caer su bomba sobre los edificios desdelos que proviene el ataque repr iva. Los pajaros rojos gufan,como nuevos mensajeros bfbl icos, las fuerzas del pueblo haciael ombate. Pintu~a panfleto - y este terminG es usado aquf enun 'entido positivo, en 10 qu atane de popular y de combate Viva el ocialismo libertario jPan y TrabajoJ, 7930, realizadan la decada del cincuenta, representa una lucha que imagi
namo incierta pero cuyo resultado se descuenta por la voluntad de la multitud qu se apresta a lIevario a cabo.
Casa de la familia de Dofores Javel/ana d(Soler, dona yo nad en 1891, 1982
Oleo sobr madera, 70 x 49 mColecci6n Teresita Jariton
A un ion
Viva ef a iali rna IibertariciPan y Trabajo! 1930, c. 1 50/60.
I 0 obr t la,148 200 m.01 i6n 19na io Soler Blan .
A unci6n.
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nV a "EI hombr y la muj r: ima n a la izqui rda" n Eric Hobsbawm, op. cit., pag .117.143.Adma ,Ia x 1 nle I ci6n icono ra(j a d hu Igan la p i i6n lr ik. R ali/at und mytho, B rlfn,
Deu ches Hislori ches useum, 1992.
Voluntad que e una larga marcha - y este terminG susado aquf en su multiple referencias polfticas - que bajade las montanas y d I campo para tomar la ciudad del poder. En primer plano los cafdos, vestido con ropa campesinas, mueren con sus fusiles en la mano convirtiendo elrfo en un rfo de sangre; do detalles sobresalen: uno, I dela mujer que cura al herido re uerda el t6pico de la GuerraGrande; el otro, el del sacerdote con el fusil, ya que es unafigura ambigua que avanza 0 ataca al pueblo (no deja deer esta ambiguedad una de las caracterfstica de algunosectores del clero latinoamericano). En el centro
compo itivo, la bandera principal con la con igna "EI ociaIi mo libertario jPan, Trabajo y Libertad!" y otras que selevantan entre la mu Ititud: "Justicia" y "Libertad" .. Entre elpueblo se destacan dos figuras enorme , una pareja revolucionaria. EI hombre con el torso descubierto vi te ropacampesina , con su cuchillo ujeto a la faja, una mana sostiene el fusil, la otra senala on el fndi e a los pajaros. Loacompana una mujer, la manife tao i6n pareciera ser sucabellera, con un maletfn con la aclaradora inscripci6n:"bala", en singular. Un poco mas atras, una mujer negracon el machete en la man y u cabeza cubierta con panuelorojo. La imagen del hombr r v lu i nario con el torsodesnudo es una alegorf h bitu I d I movimiento obrerodesde el siglo XIX. 2
8 Aunqu n te a ,a pe ar de quepodemos considerarla una al orfa, I torso de nudo repre enta la condicione d u trab jo, posiblemente untrabajador de los yerbales. Sin embar 0, Nunez Soler enesta obra es heredero de la masculinizaci6n de la imagende la revoluci6n de la iconograffa del siglo XX, desplazadala imagen semidesnuda femenina establecida, en parte, porLa Libertad conduciendo al pueblo de Delacroix. La ciudadasediada por el pueblo es una ri de construcciones fortificada que a emejan fabri as y pri iones emplazadas enuna continuidad visual dart fanta tico, u origen debeser alguna escenograffa cinem t grafi a que unez Solerposiblemente haya mirada. EI 01 imb61ico de un nuevo
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m n er pr teal pu blo rmad 2 En la lucha d Ibr (amp sinos y arte an ) xist un espa io amplio
para la muj r la par d 10 h mbr ,Ia pintura dun 01 r pr ntacion d la r b lion popular y pr -
nda d Ila. n parte, t pintura transmit I limaart del m xi n Enriqu Flore M gon, que
r tran rib n u libro m un documentoindical para uaya, unque u ad cripcion
tr :
d lant , h rm n par u os;qu pronto Ilegu ha ta vo otros,d de e I jan ti rra , 10 0
d I traqu tear d 10 fu ilelibertador ,d I t mpido d ladinamita r d ntora, d I estallar dI metr IIa justici raJ asf como Ide vu tra voc virile I ritard afiant :jViv ti rraylib rtadPO
En Manife ta ion obr r ,1960,10 cu rp adqui-r n un may r v lum n, que re uerd i rt t ndenciareali t d rivada d I mur Ii m m xicano. La maompacta que marcha bajo I b nd ra rojinegr del C n
tr brero R gional Paraguay que domina visu 1m ntcon la contr urv d u flam ar. n prim ra fila rudoalbanile y mpe inos anuncian la vi tria y la justiciaa los am r da cafdos qu dejan a u pa o. 5abemopor la art las I id al d u progr m : "Por un mundom jor" y "Viva la anarquf If. Un pun de m urado I vanta una pira. En el fond Ifn a d'biles que indicanarquitectur efialan una ciudad tomada, aunqu elpa io d lu ha por u xt n i' n m ja al d I ampfia ma qu I de una plaza. En una poe fa d u aut rf ,
ufiez 501 r xpre 0 on I ridad la idea que int ntarepr ntar n etas pinturas:
A la incomprension y a la inhumanidad / De la ociedad burguesa maid ita / Con la union y la audacia barreremos.
delante ... Valientes camaradas,La muralla humana marcha haciala R volu ion Social. 1
La idea del pueblo com fu rz ontra 10 male d laexplotacion y el militarismo xpr sa en una pin uralegorica Pecho a pecho, n la qu fu rtes hombr de nudos arrastran un globo terraqu 0 fr nte a las bayonetas. Unafigura femenina porta la pir gr da, llama humeante d larevolucion, bajo el arco iri d I futur . Ha ta cuando su pintura es una crftica a la explota i" n n 10 y rbale , denunciafuerte del Barrett mas radi ai, u mir d n I fond es la danunciar la aurora de una nu va ra. 32
La alegorfa es una t nd n I no r suelta en la obra dNunez Sol r, y cuando la um u bra a rca a unaresolucion imilar a la d 10 fi h d I ultura de masa ;por ejemplo, en La Confrat rnidad fa Paz de 1959, d ndun Cristo del Sagrado Corazon abr u brazo como m n-ajero de la paz, en un mund d t d por el militarismo
y las guerras, rodeado d palom blanca que expul an a10 cuervo. Recordemo qu un z I r nunciaba: "Cri tde azareth, el social ista int rnacional ista".
Otra alegorfa de onfr t rnidad antimilitarist ti ne una r ferencia hi t"ri rip r u fe ha: la Gu rra de La Malvina. D f tur rapid, I globo terrestr e oronado aquf por un f t Taffa del Papa JuanPablo II, mediador en el confli to, con alegorfas femeninas portando piras Ilam ant n un cielo d omtas. La contradiccion es la in r fble profusion d band ras rojin gras qu pon la masa. Aun mas dos
nmar an y privilegian 1ft d I Pap. EI pa iii mo y
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el impacto motivo de otra gu rra en Sudamerica hacenque el anarquismo inicial se transforme en un humanismo ideal.
Entr u obras pref rida, unez Soler ha indicado LoBenefactore de la Humanidad, una pintura que realiz6 en 1978:/I 0 ti n que el movimiento d toda las 0 a se debe a 10obreros; ... por eso pinte a los a uateros, chiperas, lecheros,panaderos y albaniles, entre otros".33 La ciudad es como un tel6ne cenografico para presentar los oficios. La iconograffa de laslitograffas de principios del si 10 XIX alcanza aquf otra lecturaque la aleja d I costumbrismo: es un orden ideal donde reina lapaz y la igualdad entr 10 trabajadores que portan los productosd u trabajo yembelle n 1 lu ar donde viven. Adivinamo ,apenas de plazados del c ntr ompo itivo, al pintor y a su mujer.Alegorfa d I trabajo y d ~ una i dad en la que sin patrones, edecir sin ley, domina la paz d narqufa.
Fr nt a sta dignidad d I trabajo humano en beneficiod un mundo nuevo, Nun z Soler trabaja una serie de desnudos femeninos como pintura de ideas, metaforas precisasd la xplotaci6n capital ita.
EI cuerpoEn 10 yerbales, 10 u rpo masculinos se doblan bajo
el peso de 10 fardos de hoja , ante la atenta mirada de lospat e militarizados.34 En la iudad, los cuerpos femeninos
ometen a otra explotaci6n del capital condenados a lapro tituci6n. Si el unico bien que posee el trabajador es supropio uerpo, convertido en mercancfa para tratar de pal iaru necesidades insatisfechas, la prostituci6n es la exacer
baci6n de esa sujeci6n del cuerpo bajo el sistema.
Las imagenes de la prostituci6n tuvieron un contenidomoral determinado por la denun ia constante del anarquismoa la trata de blancas, en especial la denuncia ideol6gica delhombre como un rufian que ometfa a la mujer.
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L de nudo d un z Sol r on h r d r d a tr-di ion mor I, qu ad ma br n en diversa icono raffd I art 0 id nta I. En M uj r ntIp j 0, 1959, 1mcizo cu rpo de spalda d un muj r uy r tro r fl j
n I pejo cubre la m r p rte de I tela ofr idp tador nvertid n v y ur de la intimid d f m nin'
Un p qu no peine d r I rreglo d la abell r<I t ma icono rafi 0 d I muj r n I tocador tuvo
au e omo pintura I nt n Fr n ia, y a 10 largo dEiglo XIX fu defini ndo omo una r pr nta ion
I pro titu ion, p rdido I ar" t r I g"ri 0 d I pinturd i I nt rior . d ma un z 1 r n mit I
I m nto roticos d I a unto: I p jo yip in , dnid tr di ion 1m nt mo fmbolo d la nid dlujuri r p tiv m nt .
un z 01 r labora un pod ro a ima n d la tratd bl nca n la qu la ir inid d diu r aliom r an f n La d flor da, 19 . Pintur n la qur ignifica otra tradi i" n: I d I im "g n r Ii io a G
tolic . n muj r i nin d nu a d pi fr nt a unma, 10 ojo rrado ,I cab za in lin da jand aElar b II r n gra r u rdan la i ono raff d 12
martir cri tiana . La lumino id d dIu rpo f m ninoontr pon I lor aj d la "b n d I t 10
t tr I y inal. EI lor m rado d "t ap la I idd la impr na ion de la an r ,y n la litur ia ri ti nimboliza la p niten ia la tri teza. obr I c ma dEacrificio 10 fmbolo d la corrup ion: I ombr ro m ~
ulin I hi I ra n I bida al h"li . Lo br zcp r n t dip Id p t n iand la im g n de ca~
ti 0, ntu d on la fr i1id d d u i . La normro a d sflor"ndo a u pi , a la z, c mpar i "n
tributo. EI pano 01 do d orig n barro 0 qu ubr Epu i orr p nd I ru ifi i" n d Juri t , m" qua un ant; ad ma , la p I r n I muj r r cu rda Ehieratismo d I crucifi ado, cab z inclin d in lu . A
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un z 5 I r ompara el martirio de la prostitucion con elmartiri de Jus, figura hist6rica reivindicada por su anarlUI mo tolstoi no. 35
Virg n r i~n d florada, m~rtir lai a que remite alavirginid d p rdida d una 0 i dad id al. En Nudismo,1 ta soci dad es la lib rtad d los cuerpos femeni-n nidi frut d la natural za, un mundo de paz y sin
n ia ant rior a la II gada d I onqui tador al Parau . Una figura .fern nin r linada obre la tierra con suab za so ten ida por su br zo, omo en el antiguo gesto
de la melan olla. En el f nd , muj re, 610 mujer de-nuda, banan y d n n n I rIO. EI barco del con-quistador un pr~xima m naza. E ta pintura ontinuala tradi i ~n al ~ri ad la r pr nta i6n d Ameri a omFigura f m nina n la xub r nt naturaleza, con olidada
n I i I XIX.
E t univ r 0 id al s contrapon a circe! de muj r 5, c.1 6 ,dond los cu rpos d snudos r fl jan n su piel laa r ion d I sist ma, carc 10 prostfbula. En La corrupci6nd I din ro, 1972, la denuncia pictorica incluye la figuraant aus nt del burgues orruptor, con sus yes imentad imononicas, qu mir de reoja a la pro tituta quti nih qu fr ido par u CU rp , mi ntra on la
tr man deja er una flor. En t ~ I ,Nun z I rxpr laram nte la r laci6n d I cuerpo como mercan
cfa d I istema capitalista al ndurecer los rasgos femeninos: Ia prostituta !leva u labi s pi ntado , los ojo abiert ,la a II ra arr glad, I p d r v 110 pubi 0 xpu to.
n La d flarada I muj r martir, aquf el din ro har I izado ya u accion d vastadora, la ambici6n qucorroe la libertad.
nt I mal d la iud d pitali t, uy prln 1-
pal I on nt 5 I pro titu ion tambien, e pasibl pro-paner otra ciudad ideal.
La orrupci6n del dinero, 1972.I 0 br mad ra, 146,5 x 70,5 m.I i6n AV/Mu eo d I Barro.A un i n.
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La ciudad ideal
En la serie de pinturas denominada Mis personajes, air dedor de trescientos retratos, unez Soler define a los ciudadanos de su ciudad ideal, que son aquellos que beneficiaron aldesarrollo de la humanidad. lPor que considerar estes retratoscomo una iudad ideal? Porque en el pensamiento anarquista,al igual que en el del socialismo ut6pico, una de las reflexionesconstantes era la posibilidad material de on truir una ciudadconcreta, con urbanismo pr ciso y ciudadanos formados en unmismo ideario. Es una onstante del pensamiento anarquista ladestrucci6n de la ciudad apitalista, residuo de los males, paraconstruir en su reemplazo comunas de iguales. Esta serie deretratos recuerda ese horizonte ut6pico, habitual en la prensalibertaria de principios de siglo en la que los arti tas y cientfficos tenfan un lugar y una funci6n precisa:
Los hombr d iencia: fil6sofos,inventore ,in nieros, do tore; ylos artista ,po tas, escultores, musicos, pintores, rivalizan en sus progresos por la f Ii idad comun.36
EI mismo Nunez Soler escribe al respecto, afirmandoque lIegara:
... una sociedad donde reinara la verdad, solamente la verdad, donde losmaestros cientfficos seran conductores sinceros de todos los hombres dela tierra, del mundo y s610 buscaran,con toda su voluntad, la eterna felicidad de todos los seres humanos comoquiso aquel gran hombre que se lIam6 Cristo, y comoquisieron los Gori,Barrett, Correa, Serrano, Angel Bianco y otros en el Paraguay.37
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Esto retratos son los companeros de ruta de la vida artfstica y militante de· Nunez Soler, pero no 5610 debemos verloscomo un homenaje, anclado en el pasado, sino tambien comopropuesta de un ideal para la humanidad conformado poresos hombres virtuoso. La relaci6n entre el arte y el trabajo,que ya hemos mencionado, en la concepci6n estetica deNunez Soler es tambien una de las consideraciones de esasomunas artfsticas. 38
La do erie que integran Mis personajes tienen tftulospr ci 0 : Pen adore I oei6/ogo I e eritore I maestro I oradores y sindica/istas revo/ucionarios y Hombres y mujeres que destaearon eomo artista en e/ arte de /a pintura en e/ Parauay de d I ano 1890-1971. En la egunda aclara "casi no
hay par id, un fmbolo hi t6rico". Es este caracter dsfmbolo I qu impr gna I ri realizadas entre la de adad I cincu nta y la d I t nta. Allf, ro tro de hombre y muj r 5, uyo tamano 5 un ju 0 d t rminado por el e pacio y
I ti mpo, ya qu Nunez Sol r fu agregando, en los espacioqu la tela Ie dejaba, cabezas mas pequenas para cubrir lafal a de su galerfa h roica. Par jemplo, orpresivament elro tro d Eva P ron apar c nc rrado, agregado y pequeno,ntre dos pareja fila de retratos.
Todo 10 retrato Ilevan un numero que los identificany ordenan. EI primero de la 5 ri 5, d sde lu go, el r trato dRafa I Barr tt, 10 igu i nt son trabajadores si nd ical istasp raguayo :
Pint'" to r tr p rqu n 10de los trabajador ,los d loshombres que han qu rido m jorar la condi i n humanas ...De izquierda a d r ha: RafaelBarrett (e rit r, fiI6sofo), JoseCutillo ( arpint ro), PedroMartfn z (mozo de barco, gran
Ignacio unez 501 r con pintur,de fa ri Mi p r onaje~
Fotogroffa c. 195Colecci6n Igna io 5 I r Blanc
A un i6n
J8Pierr uiroul 10 expr a mar ill am nt n ~
ut pf publi ada en Bueno Aire por La Pr t la, r1 14: La ciudad anarqui La americana.
d I Barr .
lq r hi 0 d Igna io oler Blan .E bar, op. it., p g. 235.
icio Es obar, p. it., pag. 235
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luchador sindicali ta), ndr'Anazco (ma tro p nad r ),Dora de ovara (comerciant ,tambien sindicali ta), Lor nzo J.Martinez (m an i 0), mi h rm no Manuel un z ( bani ta),Anacleto M za (ma tro panad roL Julio Deilla (pintor); Abr hamOrtega (un buen ma tro panadero y ciudadano nobl). bajo:Leandro Tapia (mozo de afe),Martin Corre (tranviario), Franci co Serr no ( arpint ro),Cantalicio racuyu (pint rconcepcionero, id al ita, f rm6 conmigo) e I idoro L'" P z(maestro panad ro).3
A f, un z Sol r It rna r tr afamaddares humildes de la historia revolucionaria parTicio Escobar el splritu d ta Iternan ia n uformal y polftica:
Ypor igual trat do pict6ri am nt :no son 10 ran 0 y los titulo 10qu deciden la posiciones, laspr d ncia y 10 formato sinola razon e trictas del espaciopia ti . Po ndo de fr nte pr-entad d p rfi I 0 tre cuarto,
ubicado n prim r plano 0 notoriament al jado ,10 p rsonajpo een I igualdad que anticipa lautopfa d I pintar y la que rige enI d mini ut6nomo de la for-
ma qu "I ha I ido para asentar u nh I .40
6
un mayor int re p rqu nu id an an r
d I nacion -
valve-n
La ciudad realontr min tru cion d
un un z 01 r otra con trucci6n:ord da por us cambios, por
u r imi nto d m r~fi in I n urb nf ti ,p r la au-ncia d pr 5 rvaci6n patrimonial, r on truida p r Nun z
01 r n su pasado pi no, n la n illez d u f h d , enI ociabilidad ntigua, n la cort sfa d us calles. E la anti-u un ion un m m ri ti a n la ida d un z Soler,t I unto qu uand r pr nta I futur I f rma d I
p d perman c n afirmando la ontinuid d p rdid, mn A unci6n n 1 futuro, d 1 76 0 A r ~ n ! futuro
It pytapunta, d 1977.
ntre d n d pintura de la ciudad vi ja, re cato £1ntro E pano!, d 1 4, d I qu fuera ecretario Rafael
B rr tt. EI difi i u a I centro de la pintur ,y a su lado,10 letrer d 10 fr nt nun ian: "Libr ria papelerfa dJu n Quell y Carron", " astr rfa B arid', "R I j ria j y rfJ ~ C nal "y "Bazar In I ~ 5"; por la a ra tr n urr n peque-n na d una perdida sociabilidad qu un z 5 I rnora. Sin duda, una d sus pintura m ~ I gr d Lo o-
m t r niP! za Uruguaya, 1979, dond I fi ura hum -
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Un domingo nIta Enramada, 1964.01 0 sobre tela, 68 x 85 m.Cole ci6n AV/Mu eo d I Barr, A un i6n.
nas se van mimetizando con los arboles de la plaza, resueltoscon enorme simpleza formal, hasta parecer hojas que caende ellos. En otras pinturas, la abstracci6n del pasado tiene lafuerza de la ausencia de gente, como en Calle IndependenciaNacional, 1968, 0 Centro Obrero Regional del Paraguay.
Para finalizar, quiero mencionar dos pinturas, compararlas. Un domingo en Ita Enramada, de 1964, es la representaci6n del ocio de los trabajadores, de la vida modema. La representaci6n de la multitud adquiere en esta tela una soluci6n queluego reitera en pinturas mas tardfas: son apenas puntos, aqufen la playa y en el rfo. En primer plano, figuras femeninas enbikinis reemplazan a las vendedoras del mercado; luego autosde tamanos y colores diversos expresando la nueva cultura demasas, el consumo de los anos esenta. EI cielo se ha oscurecido y el sol rojizo avisa el ocaso. E el fin del dfa de ocio, ysabemos que esas masas volveran al trabajo rutinario.
En Calle de Asuncion de 1983, el artista con mas de noventa anos batalla contra sus capacidad ff icas y logra en lariqueza de sus propias debilidades entregar una de sus obrasmas intensas. La multitud de esa calle se convierte en pequenos puntos blancos, que se pierden en el horizonte como sifueran fantasmas. La arquitectura se desmaterializa en las 11neas de los arrepentimientos, y se superpone para transformarlos edificios perdidos en vibraciones presentes. En el cielo, lasaves negras parecen mensajeras de la muerte; cerca de elias,en leve grafito, la silueta del rostro del artista como si pronunciara, poco antes de su muerte, las palabras de su juventudrevolucionaria: "Quise desvanecerme, pero mr espfritu rebelde proclama Libertad!".41