Rincon Elvira Nms

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Elvira Esmeralda Rincón Gabourel Los Movimientos Sociales como actores internacionales de la gobernanza global. ¿Qué es la globalización? Stiglitz (2002) la expone como la supresión de las barreras al libre comercio y la mayor integración de las economías nacionales. Gallaher (2009) la considera como la intensificación de los flujos del mundo. Flujos que incluyen a personas, bienes, ideas, tendencias, servicios y dinero a través de fronteras de los Estados- nación, localidades y regiones. Personas, ideas, información y recursos se conectan a través de enormes distancias geográficas (compresión espacio-temporal). De Blij (2009) menciona herramientas tecnológicas, apertura comercial y financiera, interconectividad de los países centrales con la periferia. Arrighi, et. al. (1999) la definen como el incremento en el ámbito geográfico de las interacciones sociales localmente relevantes, se atraviesan los límites internacionales o intercontinentales. El objetivo de este trabajo es analizar los efectos que la globalización ha generado en la dinámica funcional del Estado y en el empoderamiento de la sociedad civil organizada en el escenario internacional. La dinámica de diversos actores internacionales y diversos temas que engloban problemas y soluciones que solo se generan en el sistema internacional es lo que ha permitido el desarrollo de una nueva forma de interacción en el ámbito internacional y que no puede simplificarse en el término ‘relaciones internacionales’. Para diversos autores (Ulrich Beck, 2002; David Held, 1997; B. Arditi, 2000; Renate Mayntz, 2002; Manuela Mesa, 2012, entre otros) la interacción entre actores internacionales enfocada a la solución de los problemas globales se hace a partir de una gobernanza global que, a largo plazo es necesario que se transforme en una democracia cosmopolita, para su mayor efectividad. En este documento se tiene como objetivo analizar la orientación que actualmente los Movimientos Sociales tienen como actores internacionales en la gobernanza

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Elvira Esmeralda Rincón Gabourel

Los Movimientos Sociales como actores internacionales de la gobernanza global.

¿Qué es la globalización? Stiglitz (2002) la expone como la supresión de las barreras al libre comercio y la mayor integración de las economías nacionales. Gallaher (2009) la considera como la intensificación de los flujos del mundo. Flujos que incluyen a personas, bienes, ideas, tendencias, servicios y dinero a través de fronteras de los Estados-nación, localidades y regiones. Personas, ideas, información y recursos se conectan a través de enormes distancias geográficas (compresión espacio-temporal). De Blij (2009) menciona herramientas tecnológicas, apertura comercial y financiera, interconectividad de los países centrales con la periferia. Arrighi, et. al. (1999) la definen como el incremento en el ámbito geográfico de las interacciones sociales localmente relevantes, se atraviesan los límites internacionales o intercontinentales.

El objetivo de este trabajo es analizar los efectos que la globalización ha generado en la dinámica funcional del Estado y en el empoderamiento de la sociedad civil organizada en el escenario internacional. La dinámica de diversos actores internacionales y diversos temas que engloban problemas y soluciones que solo se generan en el sistema internacional es lo que ha permitido el desarrollo de una nueva forma de interacción en el ámbito internacional y que no puede simplificarse en el término ‘relaciones internacionales’. Para diversos autores (Ulrich Beck, 2002; David Held, 1997; B. Arditi, 2000; Renate Mayntz, 2002; Manuela Mesa, 2012, entre otros) la interacción entre actores internacionales enfocada a la solución de los problemas globales se hace a partir de una gobernanza global que, a largo plazo es necesario que se transforme en una democracia cosmopolita, para su mayor efectividad.

En este documento se tiene como objetivo analizar la orientación que actualmente los Movimientos Sociales tienen como actores internacionales en la gobernanza global. Este trabajo es un preámbulo del proyecto de tesis que lleva como título tentativo Los Movimientos Sociales como nuevos actores internacionales de la gobernanza global. 15-O y su lucha por un ‘cambio global’. Se analizan dos aspectos: 1) Los efectos de la globalización en el funcionamiento que tanto el Estado como la sociedad tienen en su papel de actores internacionales. En este apartado se enfatiza el papel de la participación política de los Movimientos Sociales. 2) La necesidad de la puesta en práctica de una gobernanza global y, la democracia cosmopolita como un proyecto de reforma en las relaciones internacionales. En este apartado se enfatiza sobre la viabilidad de la democracia como el sistema político que más favorece el reconocimiento de los derechos políticos, sociales y económicos de una sociedad determinada.

1. Los efectos de la globalización en el Estado y la Sociedad en el ámbito internacional. La importancia de los Movimientos Sociales en la

gobernanza global.

a) El impacto de la globalización en la funcionalidad del Estado

Al remontar a la segunda mitad del siglo XVII, cuando surgió el Estado-nación hasta mediados del siglo XX se confirma el predominio de un orden global, donde el Estado era un pacificador y trató de poner fin al estado de naturaleza de la guerra de todos contra todos en el plano interno. Pero, en el plano externo, donde predominaban las relaciones entre Estados, la naturaleza de éste fue diferente, la supervivencia era lo más importante, y sólo la autoridad de este actor podía distinguir entre amigos, enemigos o neutrales. Los únicos actores eran los Estados y su interacción era dominada por los conflictos, ya que el objetivo principal era garantizar las fronteras que separaban y encerraban a sus respectivos territorios (Arditi, Benjamín, 2001: 52-53).

En el siglo XXI, el orden global incluye otros actores internacionales a parte del Estado-nación como, Organizaciones No Gubernamentales (ONG’s), empresas transnacionales, Organizaciones Intergubernamentales Internacionales, entidades subnacionales como los gobiernos municipales que realizan paradiplomacia en el sistema internacional e incluso, los Movimientos Sociales como el 15M y Occupy Wall Street (OWS) . Ulrick Beck utiliza el término ‘Estado transnacional cooperativo’ para explicar la necesidad que el Estado tiene de cooperar con reglas e instituciones de gobernación supranacional. ¿Cuál es el objetivo de cooperar a nivel internacional? Dar respuesta a la demanda creciente de bienes públicos globales. ¿Cuáles son esos bienes públicos globales? Aquellos temas que tienen discusión en los foros internacionales como, seguridad, protección ambiental, protección social, reglas laborales, normas comerciales y financieras, y seguridad jurídica más allá de las fronteras, entre otros (Mesa, Manuela, 2012: 33). Es decir, el argumento expuesto es que el Estado ha dejado de ser el único actor relevante en el sistema internacional, por lo tanto ha dejado de ser el único que toma las decisiones en temas de la agenda global.

Mayntz (2002: 1-2) argumenta que la expansión global de transporte y comunicaciones fue la base para la mayoría de las demás formas de globalización. En el caso de la globalización económica, sus mayores efectos se tienen en la expansión transnacional de los mercados e importancia de las empresas transnacionales. Los efectos de la globalización ecológica son las externalidades negativas producidas en una nación que traspasan sus fronteras, externalidades que van desde la disminución de la capa de ozono, calentamiento del globo terráqueo, extinción de especies de flora y fauna, epidemias, hasta el creciente flujo de refugiados provenientes de países en guerra civil y crisis económicas. La globalización política también tiene efectos, puestos en evidencia en mayor medida después del 11 de septiembre del 2001, como el aumento del terrorismo internacional, crimen organizado, guerras que resultan más devastadoras ante la tecnología militar. Mayntz explica que a la extensa red de instituciones políticas supranacionales y

organizaciones gubernamentales internacionales se añaden organizaciones no gubernamentales internacionales, y que son estas últimas de índole privada los que representan los comienzos de una sociedad civil global que puede considerarse otro efecto de la globalización.

Para Arditi (2001: 57) la soberanía light consiste en un debilitamiento de la misma, proveniente de la globalización. Crece la permeabilidad de las fronteras y diluye la línea que separa la política interna de la internacional. Lo de ‘afuera’ deja de verse como algo que incumbe exclusivamente al campo de las relaciones internacionales, y las relaciones internacionales dejan de verse como ámbito exclusivo de los Estados. La política se expande más allá del papel protagónico del Estado-nación. Uno de los elementos más importantes para que surja dicha expansión, son las redes globales. Arditi, entiende por redes globales, a las instancias de coordinación de agencias gubernamentales, empresas, organizaciones internacionales, ONG’s que confluyen para tratar problemas puntuales comunes. En este trabajo no se pretende exponer la permeabilidad de las fronteras, puesto que no tiene relevancia en la orientación de la investigación, pero, un aspecto relevante para este proyecto que se toma del concepto de soberanía light es que parte de su definición recae en la expansión de la política más allá del protagonismo del Estado-nación, es decir, se expanden hacia otros actores internacionales.

En el sistema internacional, la estructura social de los problemas está basada en tres líneas: los actores que causan ciertos efectos negativos por su comportamiento, los actores que sufren los efectos y los actores responsables de resolver los efectos negativos. Mayntz (2002: 3) los cataloga como la estructura genética, la estructura de impacto y la estructura regulatoria, respectivamente. El gran problema con estas estructuras, es que la única forma de reducir o eliminar un problema es logrando la convergencia entre las mismas, para lo cual, las tres estructuras tendrían que tener el papel de cada una. Mayntz afirma que en los problemas provenientes de la globalización persisten divergencias entre la estructura genética y la de impacto, siendo la única alternativa de solución, la estructura regulatoria, que incluya a los causantes y los que sufren las consecuencias de determinado problema. Sin embargo, persisten los conflictos de interés.

En los conflictos de interés del sistema internacional no debería existir la idea que ‘sobrevive el más apto’, o decirlo de otra forma, que predomine la decisión del país con mayor poder. La existencia de conflictos de intereses en las relaciones internacionales generó la inserción del proceso de negociación ante los problemas globales de aquellos actores internacionales que a diferencia de los Estado no velan por un interés nacional, que cabe mencionar, es común que los intereses nacionales sean intereses de élites de poder más que de la voluntad general.

Es decir, la gobernanza global implica la solución en forma colectiva, y el acto de consenso proveniente de un proceso de negociación que se da entre los actores internacionales involucrados en determinado problema. Dicho de otra forma, la gobernanza global es la solución en forma colectiva que surge del proceso de negociación entre los actores de la estructura genética, los de la

estructura de impacto y los de la estructura regulatoria que estén involucrados en determinado problema global.

En este apartado se expuso que a diferencia del orden global entre el siglo XIX y XX, en el siglo XXI, el Estado no es el único actor internacional, y por ende, aunque sigue siendo el actor central de las decisiones que se toman en el sistema internacional, no es el único. Las empresas transnacionales, las ONG’s y las Organizaciones Inter Gubernamentales Internacionales están siendo consideradas en la discusión de la agenda global. Pero, ¿Qué papel tienen los movimientos sociales en la gobernanza global? En el siguiente apartado se expone como primer punto explicar lo que en este proyecto se entiende como movimiento social. De esa forma en un tercer apartado se pretende exponer un acercamiento a la respuesta de dicha interrogante.

b) El impacto de la globalización en el surgimiento de la sociedad civil como actor internacional. La conceptualización básica de los

Movimientos Sociales.

¿Cómo surge el empoderamiento de la sociedad civil en el entorno internacional? Wallerstein (2005) en su libro Análisis de Sistemas-Mundo sintetiza la estructura económica que impera en el sistema internacional. El concepto de sistema mundo puede entenderse como aquellas unidades que tienen una sola división del trabajo y múltiples sistemas culturales. Wallerstein utiliza términos como ‘imperio mundo’, la cual se relaciona con el predominio de las grandes civilizaciones del mundo, donde predominaron los grandes imperios (por ejemplo, Roma) y ‘economía mundo’ relacionada con el desarrollo del capitalismo del siglo XVI. Es decir, con el surgimiento del capitalismo lo que impera es una connotación económica del sistema. Actualmente, continúa un sistema mundo donde predomina una economía mundial capitalista. Lo relevante de este sistema es que se caracteriza por tener un marco de acción regido por la obtención del máximo beneficio, sistema en el que coexisten Estados con diferentes capacidades de acción para lograr su beneficio y por lo mismo con diferente posibilidad de ejercer poder. Wallerstein hace una división de los Estados en el sistema internacional respecto a su posibilidad de ejercer poder: Centro, Semi-periferia y Periferia. El intercambio entre los Estados es desigual, y ante la protesta a esa desigualdad surgen los movimientos anti sistémicos.

Lo que Wallerstein expone como movimientos anti sistémicos, Murillo (2008) lo explica como un nuevo pacto social. Menciona como el nuevo pacto social es una reconfiguración del poder que se da con un proceso que inicia después de la segunda guerra mundial, y se mantiene durante el contexto de la guerra fría. En ese momento histórico inició lo que sería la Tercera Revolución Industrial, algunas de sus características como proceso productivo es que todo fue vinculado a la economía y surgieron situaciones como la flexibilización laboral, pérdida de derechos, pérdida de seguridad alimentaria y ecológica, y desarrollo de armas de destrucción masiva. A esto se sumó el trabajo de la Comisión Trilateral de 1973 que lideró Estados Unidos, que cambió el sistema universal de derechos a la cobertura de necesidades básicas de la población, y generó que el Estado interviniera en menor medida en la economía. A principios de los

años noventa, el Estado sufrió drásticas transformaciones que pretendieron darle lugar a la apertura comercial y financiera y reducir el gasto público. A mediados de los años noventa, el Estado inició reformas institucionales ya que el recrudecimiento de la pobreza y desigualdad fueron parte de los efectos negativos de su transformación. A esto se añade que esta época fue marcada como la era de la información, por lo que los efectos negativos de las reformas del Estado que se dieron en la segunda etapa de la globalización eran evidentes ante una sociedad civil más consciente y que podía oponerse gracias a la presencia de otro fenómeno, la democracia como sistema político generalizado en el mundo. Tema que se profundizará en el siguiente apartado de este documento.

Otra forma de concebir el desarrollo de una sociedad civil como actor internacional lo explica Beck (2002: 2 y 6-7) en el libro La Sociedad del Riesgo Global, Beck se enfoca en hacer distinción entre la primera y segunda modernidad. La primera modernidad para el autor es aquella basada en las sociedades de estados-nación en las que las relaciones y redes sociales y las comunidades se entienden en un sentido territorial. Beck, argumenta como esta primera modernidad ha sido socavada por la globalización. En la segunda modernidad surge la sociedad de riesgo, donde la movilización política ya no solo hace referencia a las desigualdades asociadas a la clase, la raza y el género, sino en la decadencia del poder y legitimidad del gobierno y la necesidad de renovar la cultura de la democracia. La sociedad de riesgo exige apertura a la toma de decisiones. El nuevo riesgo dice Beck (2002: 9-10 y 15) es el mercado global, como no hay un gobierno global, el riesgo del mercado global no puede regularse como el de los mercados nacionales. Cuando Beck se pregunta ¿Qué es modernidad? Responde no solo el capitalismo de Marx, la racionalización de Weber o la diferenciación funcional de Parsons, sino también la dinámica de la libertad política, la ciudadanía y la sociedad civil. En la primera modernidad, la cuestión de quién y quien no tenía derecho a la libertad estaba orientada por el género y la etnicidad. En la primera modernidad, el ‘yo’ siempre tenía que subordinarse a las pautas de lo colectivo. En la segunda modernidad, el ‘nosotros’ está creando un individualismo cooperativo o altruista. Beck (2002: 16) afirma que el pensar en uno mismo y vivir para otros empieza a encontrar interrelación significativa entre ambas.

A esa sociedad civil organizada a nivel internacional, Beck (2002: 17) la llama sociedad global, y es en una economía política de incertidumbre donde se desarrolla la sociedad del riesgo global. Esta economía está protagonizada por actores políticos territorialmente fijos (gobierno, sindicatos) y actores económicos no territoriales (representantes del capital, finanzas y comercio). Es decir, el capital es global y el trabajo es local. En la interacción entre capital y trabajo, este último se volvió frágil (trabajo a tiempo parcial, por cuenta propia, contratos eventuales). La gente trabaja en un mercado de incertidumbre. Para este autor compartir riesgos o socializar riesgos puede convertirse en una poderosa base de comunidad. Beck (2002: 25) explica que existe una estructura básica de poder dentro de la sociedad global del riesgo: los que producen y se benefician por el riesgo y los que son afectados por el mismo. Pero, existe una forma positiva en la socialización del riesgo, las

comunidades posnacionales (sin fronteras) pueden compartir la responsabilidad de eliminar el riesgo a los que se expone la sociedad global.

A esta idea de forma positiva en la socialización del riesgo que significa que un grupo de personas se responsabilice de los problemas que atañen a ellos y muchos otros, o posiblemente sean problemas que tienen mayor relación con otros y resulta ser ajeno a ellos. Cabe la pregunta ¿Porqué algunos ciudadanos realizan una acción colectiva y otros no? Olson (1982) utiliza el término de Movimientos colectivos para hacer referencia a la acción colectiva de los movimientos sociales. Por medio del término ‘incentivos selectivos’ permite comprender la lógica de la acción colectiva, la cual no puede radicar en la maximización de la utilidad individual, es decir, tiene que haber incentivos selectivos negativos (sanciones) ó incentivos selectivos positivos (beneficios) que afectan el bien colectivo (o bien común) para que un grupo determinado de personas realice una acción colectiva. Tarres (1992: 740) explica que el comportamiento colectivo es parte de la vida cotidiana de una sociedad por lo que es normal que no siempre asuma una forma dramática de expresión. Sólo cuando del malestar compartido se deduce una voluntad de poder para buscar un nuevo orden social, se puede hablar de un movimiento social. En este caso, el movimiento social es la interacción de seres humanos conscientes que emergen de una colectividad.

La Unidad de Gobernabilidad de la London School of Economics ha estudiado desde el año 2001 la tendencia de una sociedad civil global. Básicamente los problemas globales en los que la sociedad civil organizada se ha enfocado se relacionan al desarrollo humano sostenible, lucha contra la pobreza y desigualdades, cambio climático, crisis alimentarias, crisis energéticas, entre otros. Por esta sociedad civil organizada que se vuelve más consciente de su responsabilidad con una ciudadanía más extensa que no solo abarca su territorio, surge la ciudadanía global. La ciudadanía global surge de una ‘globalización desde abajo’, es decir, los Movimientos Sociales se organizan en torno a una agenda que mezcla lo local con lo global. La ciudadanía global asume que comparte un futuro colectivo (Mesa, Manuela, 2012: 35-36). El ciudadano es distinto del ser humano porque da primacía a los intereses colectivos sobre el bien general. Ciudadanía es “un status asignado a todos aquellos que son miembros plenos de una comunidad. Todos los que poseen dicho status son iguales con respecto a derechos y deberes” (Botero, et. al., 2008: 571).

Ain Bilbao, (2008: 4-6) explica el concepto clásico de ciudadanía que proviene de T.H. Marshall acuñado en Cambridge en 1949. Sus tres dimensiones, relacionadas a luchas históricas y evolutivas por derechos específicos son: 1) la ciudadanía civil es aquella que comprende a los derechos civiles tales como la libertad de pensamiento, de expresión, de religión, derecho a la propiedad, a ser juzgado legalmente, a la seguridad, etc. 2) la ciudadanía política es la cristalización de los derechos políticos, tiene como criterio aglutinador a la nacionalidad y comprende: el derecho a participar en el ejercicio del poder político (derecho a votar) y el derecho a ser elegido para el desempeño de un cargo público. 3) la ciudadanía social alude a los derechos económicos o sociales que son aquellos vinculados a estándares mínimos de salud,

educación, seguridad económica y bienestar necesario para poder desarrollar un tipo de vida percibida como digna por el conjunto social. Entonces, se entiende que la ciudadanía llega como una expresión histórica de reclamos normativos que se han traducido en derechos civiles, políticos y sociales como consecuencia de luchas y reivindicaciones.

En este caso, la ciudadanía global tiene que entenderse como el status que la misma sociedad se ha asignado (conciencia colectiva de un futuro común) como miembro de una comunidad de connotación mundial. Lo que pretende la ciudadanía global es el reconocimiento de sus derechos civiles, políticos y en mayor medida sociales a nivel mundial. La búsqueda del reconocimiento de esos derechos se está dando de la misma forma en que se dio el reconocimiento del ser humano como ciudadanos, por medio de luchas y reivindicaciones.

Castells (2009: 394-395) llama Movimientos Sociales a los actores que aspiran al cambio cultural (cambio de valores) y a los procesos que aspiran al cambio político (cambio institucional) llama políticas insurgentes. Así como los Movimientos Sociales pueden originarse en la reafirmación de un proyecto cultural o político, pueden originarse por un acto de resistencia contra las instituciones políticas, cuando sus acciones son injustas, inmorales ó ilegítimas. Castells afirma que para saber si las acciones colectivas de determinado Movimiento fueron sujeto del cambio social solo se sabe por sus repercusiones. Esta cuestión sólo se puede responder por medio de una investigación acerca del proceso de cambio social concreto, centrándose en cómo, cuándo y cuántos nuevos valores se institucionalizan en las normas y organizaciones de la sociedad.

Castells concreta la importancia de los Movimientos Sociales cuando menciona que “Cualquier cambio estructural en los valores institucionalizados en una determinada sociedad es el resultado de movimientos sociales…Cuando tienen éxito, se convierten en los nuevos salvadores. Cuando fracasan, se convierten en locos o en terroristas. Y cuando fracasan, pero sus valores triunfan finalmente en un futuro renacimiento institucional, son consagrados como padres fundadores de un nuevo mundo o, dependiendo de su destino, como los protomártires de un nuevo Evangelio” (Castells, 2009: 394-395).

Para Raschke (1994: 124) la definición de movimiento social debe referirse a cuando menos dos elementos: la estructura especial del grupo social que conforma el movimiento y a las metas perseguidas por ese grupo. De esa forma define como movimiento social al “actor colectivo movilizador que, con cierta continuidad y sobre las bases de una alta integración simbólica y una escasa especificación de su papel, persigue una meta consistente en llevar a cabo, evitar o anular cambios sociales fundamentales, utilizando para ello formas organizativas y de acción variables”.

En la definición dada, es necesario aclarar algunos términos que emanan de ella, por ejemplo, movilización, el poder de cualquier movimiento social es precario, es decir, no está seguro a través de la institucionalización, es por eso que se basa en la búsqueda permanente y activa de apoyos. La continuidad,

mientras más dure un movimiento social es más fácil deslindarlo de aquellos movimientos de episodios colectivos, solo la continuidad de actividades muestra que un movimiento todavía está vigente. Alta integración simbólica, se pronuncia con un ‘nosotros’. La simbología se expone en la moda, modales, lenguaje, hábitos y símbolos políticos. Escasa especificación del papel, la especificación de los papeles crece con el grado de organización del movimiento. Importa más el movimiento social como un todo. Metas, la delimitación de las metas de los cambios sociales fundamentales debe prescindir de los anhelados cambios estructurales del Estado y/o la sociedad. Lo inacabado, el carácter de búsqueda, son características de la mayoría de los movimientos sociales (Raschke, 1994: 124-125).

Puig (2004: 87) argumenta sobre el papel del internet y los medios de comunicación en el ‘repertorio’ de acción colectiva de los Movimientos Sociales. Destaca la incorporación de las nuevas tecnologías como Internet (que supuso la aparición de la primera guerrilla virtual ubicada en las profundidades de la selva Lacandona) y con ella la convocatoria de miles de jóvenes en las ciudades donde se celebran foros internacionales con el objetivo de bloquearlos, tal como se observó en Seatle, Washington, Monterrey o Praga. Puig considera que para lograr la trascendencia de la acción colectiva, los movimientos sociales han tenido que generar una relación simbiótica con los medios de comunicación de masas, pues a menudo éstos sólo se preocupan por la acción concreta que realiza un movimiento y no por las razones que lo motivaron o, incluso, distorsionan las demandas. Castells (2009: 415) argumenta utilizando la temática del calentamiento global como noticia mediática a inicios del siglo XXI y afirma que sin la cobertura mediática es improbable que un problema importante pueda llegar al ámbito del discurso público o convertirse en tema político.

La acción colectiva que manifiestan los Movimientos Sociales es participación ciudadana , participación en la que en el transcurso del tiempo se han dado cambios que afectan a la sociedad y su grado de participación en la toma de decisiones en pro del desarrollo. Los cambios más significativos relacionados con la sociedad son los siguientes:

Rol activo de la sociedad.- Cuando se dio el sufragio universal, la mayoría de su población tenía apenas estudios primarios, y se creó una enorme brecha entre pequeñas élites políticas que contaban con la información necesaria y grandes masas de población para los que el partido, las élites políticas y las organizaciones secundarias se convertían en proveedores de la escasa información necesaria para movilizarse y votar. En un contexto globalizador, los ciudadanos no se conforman con desarrollar el rol pasivo y exigen hacer algo más que reelegir o reemplazar a las élites políticas cada determinado tiempo.Ampliación del ámbito político.- la intervención pública actualmente llega a todos los terrenos, tratando otros temas (medio ambiente, regulación de internet, intervención humanitaria) a parte de economía, defensa y orden público, que antes, formaban el núcleo básico del ámbito de actuación pública. Ahora, es más difícil la coincidencia entre el votante y el partido, por lo que se vuelve necesario recurrir a la consulta ciudadana, sin dar por hecho que el mandato representativo permite adoptar cualquier decisión.

Aparición de los públicos temáticos.-Existe menos el ciudadano perfecto, que está informado y que actúa en todos los terrenos. También, se reduce el número de ciudadanos absolutamente desinformados. Por lo que surgen los ciudadanos ‘públicos temáticos’, aquel ciudadano informado y activo en algunos temas, y a la vez, se comportan apáticos en otras áreas. Su actividad asociativa y comportamiento electoral se estructuran alrededor de su área de interés (Font, Joan, 2004: 24-26).

¿Por qué existe discrepancia en el grado de participación ciudadana? La respuesta certera no se tiene, pero, se puede dar una idea, considerando que un elemento clave en el grado de participación ciudadana es, el tiempo. El tiempo del ciudadano es finito, está sometido a múltiples presiones, por lo que el ciudadano no le gustará tener la sensación de haber derrochado en vano su preciado tiempo. Otros factores que se valoran son: educación o capacidad de comprender las informaciones políticas, el interés, el sentimiento de que uno debe o es capaz de participar, el placer de participar y demás sentimientos que llevan a las personas a implicarse en asuntos colectivos (Font, Joan, 2004: 26-27).

En este apartado el tema es a la aparición de la sociedad civil organizada en el sistema internacional. Wallerstein la explica por medio del surgimiento del sistema capitalista y la generación de desigualdades lo que dio lugar a la aparición de movimientos anti sistémicos que estaban en contra de las desigualdades. Murillo la explica como un nuevo pacto social proveniente de las transformaciones que el Estado tuvo al final del siglo XX y que básicamente se enfocaron a minimizar la participación del Estado en la economía. La reducción de su intervención y la autoregulación del mercado impactaron en la sociedad de tal forma que generaron su descontento, a la vez que permitieron la apertura institucional de la sociedad en su papel de grupo de presión, es decir, el mismo Estado es el que incrementa la participación ciudadana como grupo de presión. Beck explica la aparición de la sociedad civil organizada en el sistema internacional como efecto del riesgo que desarrolla el mercado global. La sociedad se considera parte de una sociedad mundial, y sobre todo se considera responsable en la reducción de impactos negativos provenientes del mercado global. Las protestas están enfocadas a la legitimación del Estado y a renovar la cultura de la democracia. Entonces, argumentando con Raschkle y Castells, un movimiento social es un actor colectivo movilizador que tiene como fin último, el cambio social. ¿Qué persiguen los movimientos sociales del siglo XXI?

c) Los movimientos sociales del siglo XXI por un cambio global: 15M y OWS.

En el siglo XXI, un momento relevante de la movilización social se dio en 1999 en Seatle cuando la sociedad civil organizada (alrededor de 700 organizaciones) denunció en el Encuentro Ministerial de la Organización Mundial del Comercio (OMC) el impacto negativo de las políticas neoliberales, impacto que la movilización social expuso como pobreza. El impacto social de Seatle fue lo suficientemente significativo como para generar en el 2001, el primer Foro Social Mundial en Porto Alegre (Brasil) donde se acuñó por la

mayoría de los movimientos sociales “otro mundo es posible”. Un año después, 4,900 organizaciones eran parte de este Foro Social Mundial, organizaciones que se definieron como movimiento altermundista o de justicia global (Mesa, Manuela, 2012: 37-38). La gran movilización social está enfocada contra el sistema capitalista. Otra forma de considerar a los movimientos sociales es ‘antisistémicos’, la conciencia colectiva de un futuro en común a nivel global proviene de una idea común en la que el impacto de la globalización como proceso, del capitalismo como sistema y del neoliberalismo como modelo económico es desigual inter e intra países y que son los ciudadanos los que reciben ese impacto negativo, de ahí que la lucha contra la pobreza sea uno de los temas trascendentales y de articulación movilizadora en todo el mundo.

El éxito de un Movimiento Social, sin duda alguna es marcado por su expansión transfronteriza y se expresa en su participación en la definición y supervisión de la agenda global. Por ejemplo, la lucha contra la pobreza es uno de los ámbitos prioritarios y desde el año 2000, muchos grupos se han unificado en las Organizaciones No Gubernamentales para el Desarrollo (ONGD) para reducir la desigualdad en el mundo, han acuñado el emblema “El Llamamiento Mundial de Acción contra la Pobreza”, alianza mundial en la que participan millones de personas que representan a más de 100 países y que han conseguido amplio poder en la toma de decisiones e incluso en la exigencia de rendición de cuentas de los países alineados a los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Otro ejemplo se dio en el 2010, surgió ONU Mujeres, de esta forma las cuestiones de género fueron establecidas con mayor fuerza en la agenda global. La resolución 1325 fue el parteaguas para lograr avances reales en el reconocimiento de las mujeres en la construcción de la paz (Mesa, Manuela, 2012: 41-42 y 44), tanto la Resolución como el organismo fueron un resultado buscado por muchos movimientos sociales durante muchos años.

A partir de la movilización social que se dio en Seatle en 1999 en el marco de la tercera conferencia ministerial de la Organización Mundial del Comercio (OMC) marcó un punto de partida en la agrupación de la sociedad contra la globalización. La destrucción de comercios de las empresas transnacionales expuso la manifestación de una acción colectiva contra los que los manifestantes consideraron responsables de situaciones como la falta derechos laborales y del deterioro del medio ambiente. En Seatle se puede observar lo que Beck considera como conciencia planetaria, la responsabilidad de algunos sobre los problemas que conciernen a todos, ya que grupos de todos tipos compartieron las protestas, indígenas, sindicalistas, pacifistas, anarquistas, ONG’s (Iglesias, Pablo, 2004: 12-13).

En el 2011 reafirman su relevancia y su alcance transfronterizo, y sobre todo, evidencian que su gestión colectiva es marcada no solo por ser antisistémica sino por la búsqueda de una democracia participativa y más incluyente de las demandas ciudadanas. Por un lado, la Primavera Árabe que tuvo mayor eco en Túnez, Egipto, Libia y actualmente en Siria visualiza una ciudadanía árabe que busca democracia, ó el desenlace de regímenes autoritarios. Por otro lado, surgieron movimientos como 15-M y que su llamado a la unión de otros movimientos dio lugar a la generación de 15-O (la World Revolution), conjunto de ciudadanos que exigen superar la lógica de poder de los partidos y mayor

atención a las necesidades de los ciudadanos. Su exigencia de mejorar la democracia no solo es en España, ya que propone un sistema multilateral que asegure la gobernanza democrática a nivel mundial. 15-O ha encontrado su propia identidad no solo en España, sino en ciudades como Londres, Nueva York y Tel Aviv. 15-O hace una correlación entre sistema capitalista-crisis financiera-pobreza-falta de derechos-afectación hasta en lo local. Se manifiestan con el eslogan ‘unidos por un cambio global’ y han utilizado la no violencia como una estrategia de legitimidad y apoyo. Sus actividades radican en protestas pacíficas, asambleas y seminarios informativos. La toma de decisiones es en forma horizontal y por consenso (Mesa, Manuela, 2012: 39-41).

Un joven desempleado tunecino de nombre Mohamed Bouazizi se inmoló públicamente un 17 de diciembre del 2010, este acto dramático catalizó la conciencia planetaria que desembocaría en las protestas que terminaron con la dictadura de Ben Ali en Túnez, y como efecto dominó las protestas se expandieron y generaron el derrocamiento de los gobiernos autoritarios en Egipto y Libia, y el resto de la región sucumbió ante una serie de manifestaciones que continúan hasta la actualidad, dándose con mayor ahínco en Siria. La primavera árabe fue solo el principio de lo que sería una gran movilización social en el año 2011. La sociedad civil árabe luchó de igual forma contra monarquías que contra democracias que consideraron estaban en decadencia. En enero del 2011, Ben Alí vio su derrocamiento, en febrero la sociedad libia y egipcia iniciaron protestas contra sus respectivos regímenes (Ferrari, Sergio, 2013: 1).

El 15 de mayo del 2011, la indignación europea se manifestó, primero en Madrid, más tarde en España y después en centenares de ciudades de más de 40 países del mundo. La convocatoria se hizo a través del internet por la coalición Democracia Real Ya. Los manifestantes cuestionaron la exclusión social, el desempleo, el recorte económico a las políticas sociales, y el déficit de las democracias (Ferrari, Sergio, 2013: 2). Las revueltas de la sociedad árabe contra regímenes autoritarios movieron a una sociedad europea que a diferencia de la población del norte de África, se consideraban parte de una estructura social con mayor libertad de expresión y manifestación.

América no se quedó atrás en el reclamo mundial de los efectos negativos del capitalismo globalizado. Un grupo de manifestantes ocuparon Zuccotti Park en Wall Street (centro financiero estadounidense). Su principal consigna es “somos el 99%, ellos son sólo el 1%” haciendo alusión a la desigualdad económica y social. Las movilizaciones sociales del 2011 hicieron visible la sociedad del riesgo global que Ulrich Beck acuñó a mediados de los ochenta. La conciencia planetaria, la identificación con un futuro común, en la era de la información generaron que sociedades de todo el mundo se identificaran con Occuppy Wall Street (OWS) y 15M para salir a las calles el 15 de octubre del 2011 (15-O o Global Revolution) a manifestarse en “951 ciudades de 82 países en todos los continentes” (Ferrari, Sergio, 2011: 3) contra lo que ellos consideran los efectos negativos del sistema capitalista neoliberal. A fines de enero del 2012, los ocupas e indignados continuaron su lucha pacífica en el Foro Económico Mundial que se dio en Davos (Suiza) donde su principal

cuestionamiento a los panelistas fue, si el capitalismo del siglo XX estaba fallando a la sociedad del siglo XXI (El Universal, 25 de enero de 2012).

Beck (2011) publica en el periódico El País como el peligro global de las finanzas, sus consecuencias políticas y sociales han reducido la legitimidad del capitalismo neoliberal, lo que ha generado una paradoja entre poder y legitimidad, desde la perspectiva de la sociedad que se moviliza. Del lado del capital y los Estados prevalece el poder y disminuye la legitimidad, y de lado de los manifestantes, el poder es poco pero es mucha la legitimidad. El siglo XXI podría ser caracterizado por una alianza legítima y poderosa entre movimientos sociales de índole global y la política de los Estados nacionales, por una democracia que en vez de ser dominada por la economía, como actualmente sucede, que sea la primera la que domine a la segunda.

Haciendo una remembranza de lo analizado en este apartado, se concreta que la globalización ha afectado en cada uno de los ámbitos en la que ha encontrado cabida, en el plano económico ha dejado huella de la incertidumbre y especulación que en palabras de Ulrich Beck ha generado una sociedad de riesgo global, el riesgo que corre la sociedad básicamente la recibe en el plano laboral, en su flexibilización. En el Estado, la globalización económica ha obligado a adaptar sus políticas fiscales y tributarias para fomentar la competitividad en el mercado internacional pero, dichas adaptaciones han afectado las políticas sociales donde los más pobres se vuelven más vulnerables. La globalización ecológica y política, exponen a un Estado incapaz de lidiar con problemas que tienen una connotación global por la forma en la que afectan. Y la sociedad civil se percibe como un actor dispuesto a socializar el riesgo con tal de solucionar los problemas que evidencian la inoperancia del Estado.

La movilización social del siglo XX y XXI tiene que considerarse antisistémica. Dentro sus frases han acuñado que otro mundo es posible, y que se unen por un cambio global. Al analizar los temas por los cuales la sociedad se moviliza en el sistema internacional: derechos humanos, lucha contra la pobreza, por el desarrollo sustentable, por la equidad de género, por la justicia laboral, entre otros, son temas que están englobados en los derechos civiles, políticos y sociales que T.H. Marshall expuso como ciudadanía integral. Es decir, los movimientos sociales luchan por un mejor sistema político, por participar en la toma de decisiones, por el reconocimiento de sus derechos, por tener acceso a la deliberación de ideas, por lo tanto su lucha es por democratizar la democracia, por volverla más incluyente, porque ésta refleje sus demandas, porque la democracia sea el medio por el cual se logren aminorar los impactos negativos de la globalización a nivel individual.

En el siguiente apartado se expone como la búsqueda de una democracia de mayor calidad no sólo es a nivel nacional, sino en la interacción que los actores tienen en los procesos de negociación que realizan en el sistema internacional.

2. Gobernanza global y democracia cosmopolita. ¿Por qué la democracia es el sistema político más viable a la búsqueda de soluciones

de problemas globales?

a) Gobernanza Global

La gobernanza global no debe asimilarse como un gobierno a nivel mundial, es decir, no es la estructura, sino la práctica de la interacción entre los actores internacionales dirigido a la solución de problemas globales. La gobernanza global tenía que darse ante las transformaciones del orden mundial evidentes desde los años 80 y 90 cuando fueron concretándose la predominancia de otros actores internacionales además de los Estados. Keohane y Nye (1988) en su libro Poder e Interdependencia. La política mundial en transición, hacen una explicación detallada de ese nuevo orden mundial que refleja efectos recíprocos entre los actores internacionales y como esos efectos resultan del intercambio internacional entre los actores de capital, servicios, bienes y trabajo. Es decir, debido a la globalización hay una reciprocidad de efectos entre los actores internacionales a los que estos autores llamaron interdependencia compleja. Estos autores también explican como la interdependencia compleja obligó a los Estados a generar cooperación internacional a su vez que el establecimiento de regímenes internacionales.

Axelrod y Keohane (1985: 250) definen regímenes internacionales como el “conjunto de principios implícitos o explícitos, normas, reglas y procedimientos de toma de decisiones en torno a los cuales las expectativas de los actores convergen en un área determinada de las relaciones internacionales”. Estos autores argumentan que los regímenes internacionales no es lo mismo que reciprocidad, pero si pueden institucionalizar la reciprocidad. Sin embargo, Axelrod y Keohane exponen la dificultad de avanzar en los procesos de negociaciones cuando hay intereses de por medio, esto es congruente con lo que Mayntz (2002: 5) menciona del comportamiento de los Estados dentro de las organizaciones internacionales, tratan de influir sobre las decisiones de las instituciones internacionales, argumentan en contra de las reglas que encuentran restrictivas en lugar de protectoras y tratan de impulsar las decisiones que puedan beneficiar sus propios intereses.

Held define gobernanza global como un sistema de múltiples niveles, de múltiples dimensiones, y de múltiples actores en el que las instituciones y la política tienen mucho que decir respecto a la determinación de los resultados de las medidas políticas globales, es decir respecto de quién obtiene qué (Concepción, Luis Enrique, 2005: 19). La gobernanza global debe considerar tres aspectos esenciales para su práctica. Primero, la existencia de varios niveles de gobierno (gobernanza multinivel), ya que es necesario la gestión adecuada de los problemas a nivel local, regional, estatal y supranacional. Segundo, es necesario articular nuevos espacios de participación y reconocer las distintas comunidades políticas que conforman el escenario internacional, teniendo como base que el beneficio debe ser enfocado al ciudadano y no al poder del Estado. Tercero, relacionado estrechamente con el segundo aspecto, es necesaria la adecuada canalización de la voz de actores no estatales como,

las Organizaciones No Gubernamentales y en general, la sociedad civil organizada (Mesa, Manuela, 2012: 34-35).

Existen dos enfoques en la que confluye la gobernanza global, la que se enfoca al papel del Estado como actor principal en las interacciones que se dan en el sistema internacional, y entonces la gobernanza gira en torno a la capacidad que éste tiene para solucionar problemas de la agenda global. Otro enfoque es la perspectiva multicentrada o ‘multinivel’, en el que la gobernanza es entendida como un proceso en el que interactúa el Estado, la sociedad civil e iniciativa privada y que juntos definen e identifican los problemas que atañen al sistema internacional, definen una agenda global y buscan las soluciones de los mismos en forma conjunta (Concepción, Luis Enrique, 2005: 22).

En la globalización, no sólo se manifiesta la necesidad de una gobernanza global sino que sea democrática, es decir, una democracia global, o ‘democracia cosmopolita’. ¿Cómo se arribaría a esa democracia global? Con equivalentes funcionales de gobierno y democracia a nivel internacional. Las ONG’s, los movimientos sociales, las coaliciones transnacionales que se articulan en torno a temas específicos e incluso las entidades subnacionales que tiene gran presencia en el escenario internacional por medio de su paradiplomacia, serían los equivalentes funcionales. Sin embargo, Arditi argumenta sobre la falta de una modalidad ciudadana, mecanismos de decisión y representación supraestatal que limitan la implementación de una democracia cosmopolita (Arditi, Benjamín, 2001: 61).

Antes de definir la democracia cosmopolita, es importante mencionar ¿Por qué a pesar de la crítica al Estado que mantiene un déficit democrático en las instituciones que lo constituyen, se sigue buscando la perfección del sistema democrático? ¿Porqué considerar a la democracia como el sistema político más viable para el funcionamiento del Estado? Como parte de este apartado se presentarán algunas argumentaciones que favorecen la democracia en el ámbito económico, político y social. El objetivo de argumentar a favor de la democracia es únicamente para justificar la importancia de realizar un estudio sobre la democracia cosmopolita o la gobernanza global democrática que algunos autores como David Held, Daniele Archibugi y Ulrich Beck promueven como necesaria.

b) La viabilidad de la democracia como principal caracterización de la Gobernanza Global

En el ámbito económico, trabajos como los de Robert J. Barro (1999) en Determinants of Democracy, permiten correlacionar democracia y crecimiento económico. Entre los resultados más relevantes de su estudio se tiene que:

• Países con bajos niveles de desarrollo económico no suelen sostener la democracia.• Europa Central y Oriental que han avanzado económicamente desde hace algún tiempo, sobre todo en términos de educación, con el tiempo se hicieron más democráticos.

• La democracia se correlaciona positivamente con el PIB Per cápita y el nivel de enseñanza primaria (Barro, 1999: 163-166).

Al añadir otras variables, Barro (1999: 172-174) demuestra la importancia que el mantenimiento del estado de derecho tienen para el desarrollo democrático. Aunque las correlaciones directamente con los derechos electorales y civiles son pequeñas, el autor concluye que el imperio de la ley puede estimular indirectamente los derechos electorales mediante la promoción de crecimiento económico.

Otro trabajo relevante que relaciona democracia y crecimiento económico es el de Torsten Persson y Guido Tabellini (2006) Democracy and Development: the devil in the details, centrándose de forma específica en 3 puntos: interacción entre democracia y apertura económica, diferentes formas de democracia (presidencial y parlamentaria) y reformas políticas previstas y reales. Persson y Tabellini estudian 120 cambios de regímenes políticos entre los años 1960 y 2000. En mayor medida su trabajo es basado en la regresión de panel. Los principales resultados entre la relación de liberalización económica y democracia son:

• Convertirse en una democracia acelera el crecimiento en 0,75%, el efecto a largo plazo sobre el ingreso per cápìta es de 12,5%. • La democracia promueve el crecimiento económico, ya que es asociada con reformas económicas, como la ampliación del papel de los mercados. • La democracia después de la liberalización es positiva y significativa, pero, la liberalización después de la democracia es negativa y significativa (Persson y Tabellini, 2006: 3-5).

Una posible conjetura de estos resultados implicaría que los países con alto crecimiento económico tienen más probabilidades de desarrollar más y mejor democracia en comparación a un país con bajo crecimiento económico. El término educativo se convierte en una variable de peso al considerar que los países con más alto crecimiento y desarrollo económico suelen tener mayor calidad y cobertura educativa, parte de los efectos de la calidad educativa pueden concretarse en una cultura política y civismo más afines con valores democráticos en comparación a países con bajo crecimiento y desarrollo económico.

Torsten Persson y Guido Tabellini (2006) en Democracy and Development: the devil in the details, también correlacionaron el crecimiento económico con las formas de democracia. Los resultados fueron los siguientes:

• Una democracia parlamentaria nueva crece 1.5% menos que una democracia presidencial. Una posible explicación de estos resultados es basado en estimaciones transversales donde se demuestra que una democracia parlamentaria y proporcional tiene un mayor gasto público, 5% del PIB es la diferencia de gasto entre las dos formas de gobierno (parlamentaria y presidencial).• Las democracias parlamentarias y proporcionales fomentan la liberalización en 10% más que las presidenciales y mayoritarias. Persson y

Tabellini sugieren que la causa es que las democracias parlamentarias y proporcionales buscan el consenso entre coaliciones más amplias de los votantes, por lo que no solo deben tener un mayor gasto gubernamental, sino menos políticas comerciales proteccionistas. Es decir, una nueva democracia parlamentaria es más propensa a perseguir liberalizaciones económicas que una nueva democracia presidencialista (Persson y Tabellini, 2006: 5-7).

Los autores exponen que parte de las razones del crecimiento económico entre gobiernos parlamentarios y presidenciales es que las primeras gastan más al buscar consenso en las coaliciones de los votantes y liberalizaciones económicas. Otra forma de entender esto es que las democracias parlamentarias se esmeran en mayor medida en comparación con las presidenciales en mejorar la economía y cubrir más demandas sociales. Aunque el trabajo de Persson y Tabellini está enfocado al crecimiento económico, es posible que la comparación entre democracia parlamentaria y presidencial en desarrollo económico genere mayores valores positivos para la primera en comparación a la segunda forma de gobierno.

En el último aspecto que estudian Persson y Tabellini (2006: 9) respecto a las democracias reales y esperadas, persiste que el crecimiento económico es mayor en aquellas democracias estables, ya que mantienen una aceleración del crecimiento económico en más de 1% y persiste un aumento de ingresos a largo plazo del 35%. ¿Por qué los trabajos de Barro (1999) y Persson y Tabellini (2006) arrojan resultados favorables entre democracia y crecimiento económico? Es crucial que un país no solo crezca sino que genere desarrollo económico, el desarrollo es lo que permite que ese crecimiento se refleje en beneficios sociales. La satisfacción de las demandas sociales, las cuales están enfocadas al reconocimiento que el Estado hace de sus derechos políticos, económicos y civiles es lo que genera legitimidad de un régimen democrático, por lo tanto, permite estabilidad del régimen.

Antes de explicar la importancia de la democracia en el ámbito político, es relevante explicar el tema de la estabilidad del sistema político. Easton (1997: 224-225) comienza por definir sistema político como aquellas interacciones por medio de las cuales existe la posibilidad de establecer en forma autoritaria, valores en una sociedad. Esos valores están definidos por su ambiente, es decir, una parte intrasocial y otra extrasocial. La primera es todo aquello que pertenece a la misma sociedad (conducta, actitudes, ideas). Lo extrasocial comprende lo que está fuera de la sociedad. Para Easton cada sociedad individual forma parte de una sociedad internacional, por ejemplo, persiste un sistema cultural internacional. Por otra parte, la estabilidad del sistema político está basado en dos funciones: asignar valores para una sociedad y lograr el cumplimiento de esos valores en la mayor parte del tiempo. Cuando estas funciones no se realizan la mayor parte del tiempo en un sistema político es cuando puede considerarse que existe la inestabilidad o como Easton llama ‘la tensión’. El Estado tiene que ser capaz de responder a la tensión para eliminar la inestabilidad de lo contrario ese sistema puede generar cambios.

La explicación que Easton da sobre el ambiente intrasocial y extrasocial de un sistema político es relevante para entender cómo pueden conectarse sociedades de diferentes países. Es decir, exponiendo el caso de los Movimientos Sociales, se observa como de los Indignados de España (15M) surgen los Indignados en todo el mundo y que en conjunto se llaman 15-O, por haber hecho una protesta simultánea en las principales ciudades del mundo el día 15 de octubre del 2011. Es en este tipo de situaciones donde el sistema político cae en ‘tensión’.

Easton (1997: 226-229) utiliza los términos intercambio (reciprocidad de las relaciones entre el sistema político y los demás sistemas del ambiente) y transacciones (efecto que actúa en cierta dirección) para explicar la importancia que las demandas y el apoyo entre sociedad y Estado tienen para lograr la estabilidad de un sistema. El intercambio entre sistemas es una relación input-output. Las influencias ambientales se centran en inputs (demanda y apoyo) reflejo de las actividades políticas dentro de un sistema. Las fluctuaciones entre estos inputs tienen efectos en los sistemas ambientales que se transmiten al sistema político. Los outputs son los resultados de la conducta de los miembros del sistema, es decir, la conducta que la sociedad tiene ante las fluctuaciones entre demanda y apoyo. La interacción entre Estado y sociedad tiene como resultados conductas por ambas partes, esa conducta es la que define la estabilidad ó tensión del sistema. La retroalimentación (feedback loop) son los procesos que el sistema genera para hacer frente a la tensión.

¿Cómo hace el Estado frente a la tensión? Por medio de la política. El término ‘política’ es definido por Weber (1997:2) como la “dirección o influencia sobre la trayectoria de una entidad política, que hace el Estado”. Bobbio (1997: 135) define a la política como la “esfera de las acciones que tiene alguna relación con el ejercicio del poder sobre una comunidad de individuos en un determinado territorio”. La política es una relación de poder, donde la condición de desigualdad prevalece, razón por la que uno domina a otro, ó uno obedece a otro. En la relación de poder, lo que viene de arriba es orden, lo que viene de abajo es obediencia. Una relación política no puede ser totalmente horizontal porque significaría que hay igualdad, y entonces no habría una necesidad de obedecer, por lo tanto no se podría dominar. La primera condición de la obediencia es la violencia, pero la segunda, es la aceptación, es decir, esa dominación se legitima. Entonces, de acuerdo a Easton (1997); Weber (1997) y Bobbio (1997) la estabilidad de un sistema político es cuando el conjunto de valores según Easton, la dirección según Weber o la esfera de acciones según Bobbio que provee el Estado es aceptada y se cumple por la sociedad que se encuentra bajo su jurisdicción.

Pero, ¿Cómo logra el Estado establecer la política en sociedades que traspasan su jurisdicción? Por ejemplo, en la movilización social a nivel mundial (15-O). Rafael del Águila (1997: 21-22) en el libro Ciencia Política define política como la actividad a través de la cual los grupos humanos toman decisiones colectivas. Es la actividad que nos convierte en seres humanos al hacernos usar la palabra y la persuasión en la deliberación en común de lo que a todos afecta. En esta definición la legitimidad de hacer la política no

corresponde totalmente al Estado, sino que los seres humanos al ser parte de una sociedad tienen el derecho de participar en la deliberación sobre las soluciones a problemas comunes de determinada sociedad. Es decir, la política no es una actividad que monopoliza el Estado sino que colectiviza las decisiones concernientes al Estado, y solo la democracia como sistema puede lograr la práctica de toma de decisiones en forma colectiva, donde Estado y sociedad trabajen en forma conjunta. Volviendo a la cuestión se tiene que una movilización social se da en mayor medida en un ambiente democrático, es difícil su tolerancia ante un ambiente autoritario. Aunque la violencia es legitimada por el Estado, en la democracia, la deliberación actúa como contrapeso al derecho autoritario que aquel tiene para ejercer la violencia como un medio para lograr la aceptación de su política.

Sartori (1987: 23-24) dice que la democracia es cuando existe una sociedad abierta en la que la relación entre gobernantes y gobernados se da en el sentido que el Estado sirve al pueblo y no al revés. Przeworski (1991:18-19) propone un concepto de democracia que se centra en el criterio de la competitividad para acceder al gobierno. La competitividad implica dos aspectos principales: la incertidumbre en los resultados electorales y el carácter transitorio de los conflictos. Es incertidumbre porque hay una indefinición de que ocurra un resultado, pero es organizada, porque el margen de posibilidades se predetermina por un conjunto de reglas del juego. El carácter transitorio de los conflictos se relaciona con la alternancia. El perdedor tiene posibilidades de ser el ganador en la siguiente oportunidad. Se respeta el resultado desfavorable en el presente, con la perspectiva de que su triunfo futuro sea igualmente respetado. Para Przeworski (1999: 19) democracia es un “sistema de resultados abiertos regulados o de incertidumbre organizada”.

Al observar el ámbito político parece que el análisis de la viabilidad de la democracia se enfoca a la dimensión electoral, la ciudadanía elige a sus gobernantes, y éstos se comprometen a gobernar por los ciudadanos. Pero, la participación política de los ciudadanos más allá de un ejercicio electoral, más allá de elegir y ser elegido radica en el ámbito social de la democracia. Ese ámbito social es el que exige una democracia de mayor calidad, y por el que se critica un déficit de la misma.

¿Qué papel juega la sociedad civil en la democracia? cuando se habla del ámbito social de la democracia, la participación de la sociedad civil es imprescindible. De acuerdo a Linz y Stepan (1996: 14) la democracia consolidada se mueve en cinco arenas, donde los actores principales son: 1) la sociedad civil, en esta arena debe regir la libertad de asociación y comunicación. La sociedad civil tiene que generar ideas y controlar los aparatos estatales. 2) una sociedad política, donde el principio fundamental de la arena debe ser la competencia electoral libre e inclusiva. La sociedad política tiene que comprometerse con las leyes, con la administración del aparato estatal y con la regulación de la sociedad económica (que haya mayor pluralidad). 3) en el Estado de Derecho rige el principio de constitucionalismo. Establece una jerarquía de normas que ayudarán en implementación de acciones legítimas. 4) la burocracia estatal, se rige por el principio de normas burocráticas racionales-legales. La sociedad civil, política y económica debe

cumplir las leyes. 5) la sociedad económica institucionalizada, se rige por el principio de mercado institucionalizado. Producir superávit es indispensable para que el Estado realice funciones de bien colectivo y proporcione las bases para el pluralismo y autonomía de las sociedades civiles y políticas.

La consolidación de la democracia implica una democracia de calidad. ¿Qué elementos debe integrar una democracia de gran calidad? Debe garantizar disenso y oposición (definición general de la democracia), debe existir competencia electoral como medio para llegar a decisiones políticas y aunque haya incertidumbre respecto al contenido de las decisiones que los órganos electos asumirán, debe haber certidumbre por el respeto a acuerdos-compromisos establecidos por las reglas (definición procedimental). Los conflictos deben resolverse por medio de los acuerdos-compromisos, vía pacífica entre gobernantes y gobernados (definición genética). Debe contar con sufragio universal, elecciones libres, tener más de un partido y fuentes de información diferente y alterna (definición mínima). Debe tener inclusión política, igualdad de votos, participación efectiva, información clara y correcta, responsabilidad y capacidad de respuesta de los gobernantes para todos los ciudadanos (definición máxima) (Morlino, 2005: 35-46).

La calidad de la democracia se observa en la medida que el Estado por medio de sus instituciones democráticas haga valer los derechos ciudadanos cívicos, políticos y sociales. Es decir, que el ciudadano se encuentre en la libertad e igualdad de pedir cuentas a sus electos popularmente (derecho político), que pueda demandar una vivienda digna, educación de calidad (derecho social), que pueda expresarse libremente (derecho civil), y que dichos derechos le sean garantizados.

Para un mejor entendimiento de la calidad democrática, es necesario conocer sus niveles de calidad, que se engloban en términos de procedimiento, contenido y resultados:

1.- Calidad en términos de procedimiento: los propios ciudadanos tienen el poder de verificar y evaluar si el gobierno trabaja por objetivos de libertad e igualdad de acuerdo al gobierno de la ley. Monitorean la eficiencia de la aplicación de la ley, la eficacia de las decisiones tomadas por el gobierno, la responsabilidad y rendición de cuentas. 2.- Calidad en términos de contenido: los ciudadanos disfrutan de libertad e igualdad. Existe el respeto pleno de los derechos del individuo. 3.- Calidad en términos de resultados: cuando el régimen está legitimado, al satisfacer completamente a los ciudadanos, cuando las instituciones tienen el completo apoyo de la sociedad civil, se refleja en la reciprocidad o correspondencia de las decisiones políticas a los deseos de los ciudadanos y la sociedad civil en general. La reciprocidad tiene cuatro componentes principales, los cuales son: las políticas en el centro del interés público, los servicios que son garantizados a los individuos y los grupos que son representados por el gobierno, la distribución de bienes materiales a sus electores a través de la administración pública y otras entidades, y la extensión de bienes simbólicos que crean, refuerzan o reproducen un sentido de lealtad y apoyo al gobierno (Morlino, 2005).

Al hacer una recapitulación sobre la viabilidad de la democracia como sistema político que favorece el proceso de negociación entre las partes involucradas, en la búsqueda de soluciones para determinado problema. Se tiene que en el ámbito económico hay una correlación positiva entre crecimiento económico y democracia, y que variables como la educación o el imperio de la ley son indispensables en dicha correlación. En el ámbito político, predomina la parte deficiente de dicha viabilidad, donde el Estado no deja de ser autoritario y sigue manteniendo el monopolio de la violencia con la que puede legitimar una serie de valores que la sociedad debe aceptar. Pero, parte de la aceptación implica que el Estado garantice una serie de derechos que cuando no se dan, es cuando persiste la tensión en el sistema político. La respuesta del Estado ante la tensión puede ser la violencia que monopoliza, y que en la actual era de la información y desarrollo de la democracia, la sociedad tolera en menor medida. Es así como surge, el ámbito social del sistema político democrático y es donde el Estado por medio de sus instituciones está obligado a incluir en la deliberación de las decisiones a la sociedad.

Por otro lado, si se tiene que algunos de los efectos de la globalización impactan en forma negativa en el Estado, al reducir su capacidad en la resolución de ciertos problemas debido a que están estrechamente relacionados con lo global. Es necesaria la práctica de un proceso de negociación más incluyente y que permita la deliberación de todos los involucrados, es decir, la democracia cosmopolita es un proyecto de reforma con un argumento válido en cuanto a la premura de su implementación.

c) Democracia cosmopolita

Held, David (1997: 317) argumenta que en el mundo contemporáneo la estabilidad democrática se garantiza si existe la accountability de todos los sistemas de poder relacionados. Estos sistemas incluyen las agencias que forman parte del Estado así como las organizaciones que traspasan las fronteras del territorio. Held explica que actualmente existen procesos locales, regionales y globales superpuestos. Primero, los procesos de interconexión económica, política, legal, militar y cultural está transformando desde arriba la capacidad y alcance del Estado moderno y reducen sus facultades regulatorias en algunas esferas. Segundo, la interconexión regional y global está generando enlace en las decisiones y resultados políticos entre Estado y sociedad. Tercero, movimientos y nacionalismos locales y regionales está cuestionando desde abajo al Estado-nación como sistema de poder representativo y responsable.

Para Archibugi (2005: 5-11) la búsqueda de la democracia cosmopolita depende de los siguientes supuestos:

• La democracia a nivel mundial no puede establecerse como el conjunto de normas y procedimientos, sino como un proceso. Esto concuerda con lo que se ha manifestado a lo largo de este trabajo al exponer la democracia como la forma más viable de llevar a cabo el proceso de negociación para buscar las soluciones a los problemas globales por parte de todos los involucrados. Es decir, no son las reglas y la estructura jerárquica que

los actores internacionales deben de respetar para que la democracia a nivel global tenga éxito, sino la interacción entre ellos es donde radicaría el éxito de la democracia.• Un sistema beligerante de Estados dificulta la democracia en el interior de los Estados. Archibugi plantea que ante la existencia en el sistema de Estados que se caracterizan por ser conflictivos la democracia cosmopolita sería más difícil de lograr. Otra forma de entenderlo es que desde la perspectiva realista de las teorías de las relaciones internacionales, los intereses y las fuerzas predominan en la esencia de los Estados y la forma en que interactúan ante otros Estados. O como Mayntz acertadamente utiliza el término ‘conflicto de intereses’ predomina en las relaciones internacionales que enfatizan al Estado.• La democracia dentro de los Estados favorece la paz, pero no produce necesariamente una política exterior virtuosa. Archibugi es muy preciso en este aspecto, la política interna y externa en muchos sentidos puede resultar contradictoria. Expone el caso de ir o no a la guerra, y como la exclusión de los ciudadanos para decidir este aspecto que incuestionablemente está unido a la política exterior y no a la interna, ha generado muchos conflictos armados. Archibugi también se remonta a la idea de que entre las democracias no luchan entre sí, pero eso no implica que los Estados fomenten el mismo respeto por otros que contrasten sus ideas, a los que comparten las suyas.• La democracia mundial no es sólo el logro de la democracia dentro de cada Estado.Archibugi relaciona este término con el hecho que la ausencia de guerra no significa democracia mundial. Los Estados democráticos tienen una tarea muy difícil en la ampliación de la democracia en Estados autocráticos sin el uso de medios no democráticos.• La globalización erosiona la autonomía política de los Estados y, por tanto, reduce la eficacia de la democracia basada en el Estado. Los Estados ya no son los únicos actores internacionales, razón por la cual la dificultad de la democracia cosmopolita se manifiesta en encontrar la mejor forma en que las diversas comunidades políticas podrán deliberar los intereses en común sin la existencia de una autoridad central.• Las comunidades de interesados en un número pertinente y creciente de cuestiones específicas no coinciden necesariamente con las fronteras territoriales de los Estados.Archibugi identifica dos conjuntos de intereses que superan las fronteras, por un lado, aquellos que afectan a todo el planeta, por otro lado, aquellos que afectan a comunidades más restringidas pero siguen siendo intereses transfronterizos. Actualmente, los gobiernos trabajan en dichos intereses por medio de Organizaciones Inter Gubernamentales (OIG) que están dominados por funcionarios en lugar de interesados, por lo que los intereses que priman son los del Estado, no de los afectados. De ahí la necesidad de incluir a la sociedad civil organizada en el sistema internacional en la deliberación de decisiones.• La globalización engendra nuevos movimientos sociales comprometidos con asuntos que afectan a otros individuos y comunidades, incluso geográfica y culturalmente muy alejados de su propia comunidad política.

Archibugi (2005: 10) señala que las encuestas sobre la identidad política de los habitantes de la Tierra han mostrado que el 15% ya afirma que su identidad principal es regional o global, frente al 38% que sostiene que es nacional y el 47% que es local. Para Habermas existe una esfera pública que emerge, y mientras mayor sea el número de ONG’s y Movimientos Sociales, mayor será el sentimiento de pertenencia al planeta.

La democracia cosmopolita se visualiza en función de sus diferentes niveles de gobernanza (local, estatal, interestatal, regional y mundial), y no puede buscarse como una relación jerárquica, sino como relaciones funcionales. Michael Mann definió estos niveles como redes de interacción social socioespacial. La dificultad de lograr la democracia cosmopolita ó gobernanza global democrática estriba en lograr que las normas inherentes a la democracia puedan aplicarse a cada uno de estos niveles (Archibugi, 2005: 12).

Keohane y Nye utilizan un término más acertado para explicar la interacción en el escenario internacional en la actual época globalizadora. La ‘pluralización’ es debido a la interdependencia compleja que cada vez más aumenta los canales entre las sociedades y los actores y asuntos involucrados. Es decir, la pluralización es ese incremento de actores y diversidad de los mismos participando en redes globales. Por ejemplo, es ahora, cuando puede mencionarse actores internacionales como organizaciones de profesionales, ONG’s, cárteles de la droga transnacionales, comunidades de científicos, religiosos, entre otros. Tan sólo en las ONG’s se observan diversos grupos y temas de defensa. Parte de su función es solidarse con grupos vulnerables, articular redes de movimientos, luchar por normativas y regulaciones globales en materia de protección ambiental, equidad de género, de trabajadores migratorios, de minorías étnicas. No sólo mantienen una presencia física a través de los grupos de presión ante sus gobiernos, otros gobiernos y organismos multilaterales, también mantienen una presencia virtual en los medios de comunicación, lo cual genera una opinión pública global. La opinión pública global actúa como contrapeso moral de las acciones de gobiernos y organismos multilaterales, además que permite generar un juicio informado entre los ciudadanos. A diferencia de la opinión pública, la global, se proyecta más allá de las fronteras nacionales y puede generar un impacto en la definición de la agenda global (Arditi, Benjamín, 2001: 62-63).

Influir en la formulación de la agenda global implica influir en los pactos entre gobiernos que surgen a nivel internacional, influencia que puede plasmarse en tratados internacionales, los cuales generan cambios en los planes nacionales de los gobiernos, es decir, persiste un cambio en la que la sociedad civil utiliza el escenario internacional para influir en la toma de decisiones de los gobiernos, la diferencia radica en que sus acciones no se concretan de adentro hacia afuera, sino de afuera hacia dentro.

Cabe mencionar, que la dimensión electoral y partidaria se pierde en el sistema internacional. El terreno de acción colectiva en el que se desenvuelven los activistas se caracteriza por la agregación de intereses no territoriales y no partidarias (Arditi, Benjamín, 2001: 64-65). El sufragio deja de ser el vínculo entre las autoridades gubernamentales y el ciudadano, a la vez, que la acción

democrática expande la participación política más allá del ejercicio electoral. La cuestión es ¿En qué grado influye la acción colectiva de la sociedad civil organizada en movimientos sociales en las decisiones de los gobiernos sin la utilización de la dimensión electoral? Para responder dicha cuestión habría que concretar resultados sobre el papel que tienen los movimientos sociales en los foros internacionales, su influencia en las organizaciones internacionales, en los acuerdos que los países hacen en el escenario internacional, es decir, en forma más concreta en la definición de la agenda global y especificar la posición que los movimientos sociales tienen en la gobernanza a nivel mundial. Precisamente, en esta cuestión radica la base de la investigación de este proyecto.

Conclusión

Este trabajo permite tener un preámbulo de la relación entre las siguientes variables, Movimientos Sociales (como variable dependiente), la gobernanza global (como variable independiente) y la democracia (como variable interviniente). De acuerdo a este trabajo se concluye que los efectos de la globalización en el Estado y la Sociedad, establecieron las condiciones para evidenciar la necesidad de interacción entre ambos, en la toma de decisiones que conciernen al sistema internacional ¿Cómo solucionar problemas que traspasan sus fronteras o provienen fuera de éstas? Los efectos de la globalización en la sociedad se evidencian en su rol internacional. La sociedad con sus luchas y reivindicaciones globales evidencia su compromiso más allá de su localidad, consideran que existen problemas que atañen a una sociedad mundial. La democracia se encierra en cada uno de los tópicos que engloban sus luchas, a la vez que es en el contexto donde predomina la democracia donde la sociedad puede movilizarse.

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