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RicaRdo daRín: trabajo y alquimia

En el mundo del cine hay una vie-ja expresión para describir lo que ocurre con actores como Ricardo Darín. Se suele decir que la cámara

los ama: recorre sus rostros como paisajes, los descubre en cualquier lugar del cuadro donde estén situados, estableciendo una re-lación apasionada entre actor y medio, que luego se hace conexión íntima entre actor y espectador. Estas aristas misteriosas del cine no son muy explicables, pero no está de más señalarlas cuando son evidentes.

El camino actoral que eligió Darín no fue el de la formación académica sino el del trabajo continuo, la lucidez constante y la capacidad de reinvención. No asistió a talle-res, seminarios o escuelas, aunque tampoco puede decirse que haya sido un autodidac-ta, por lo que de individualidad transmite el término. Lo suyo fue un aprendizaje infor-mal e intensivo, pero siempre entre otros, en lugares y situaciones cambiantes: televisión, teatro o cine. No nos extenderemos aquí en la enumeración exhaustiva de sus interpre-taciones, sí trataremos de evocar algunos de sus rasgos.

[ PoR Eduardo a. russo * ]

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Darín concibe a la ocupación del actor no como el ascenso a un pedestal rutilan-te, sino como un oficio terrestre. Y cuenta con un don: el de hacer que ese trabajo no quede expuesto como esfuerzo, sino des-plegado con naturalidad sobre la pantalla. Es un actor que entiende el cine. Sus inter-pretaciones son especialmente propicias a esos mundos donde la complejidad y los laberintos de las relaciones humanas hacen dudar de las correspondencias entre verdad y apariencia, o entre lo visible y lo invisible. Así, cualquier intervención suya –si bien ha atravesado numerosos contextos y géneros– en la comedia o el policial negro, instala un plus de inquietud, sea gozosa o angustiante, sobre lo que de él podemos esperar.

Personajes que resisten, que se ocultan o se muestran de modo cambiante, que se sostienen precariamente o se derrumban, que se hunden o se redimen. Aristarain, Mignogna, Campanella, Bielinsky o Trape-ro, entre otros, han dado fe de la cantera de recursos que abre su presencia en un filme. Uno puede ver virajes en su carrera, aunque preferimos pensar, más que en giros, en eta-pas de un movimiento expansivo. A pesar de haber adquirido hace tiempo el recono-cimiento acorde a su star quality, Darín no ha cedido a las fórmulas o al confort de la repetición. Ha dado lugar, en cambio, a una exploración actoral de esas que no abundan

“Darín concibe a la ocupación

del actor no como el ascenso a un

pedestal rutilante, sino como un

oficio terrestre. Y cuenta con un

don: el de hacer que ese trabajo

no quede expuesto como esfuerzo,

sino desplegado con naturalidad

sobre la pantalla”.

En la multipremiada cinta El secreto de sus ojos.s ojos.

en las trayectorias largamente consolidadas.La convicción y la noble entrega a un tra-

bajo, a lo largo de una prolongada jornada que promete nuevos hitos, hacen de Darín en pantalla cierto tipo de garantía, más allá de la diversidad de los filmes en que pue-de aparecer. ¿Cuándo un actor es actor de cine? Curiosa condición es esa, compuesta de persona y personaje, de cuerpo e ima-gen, de presencia y distancia. Darín es, en-tre nosotros, uno de los pocos poseedores de ese secreto que hace de alguien un actor de cine, permitiendo a la vieja alquimia pro-yectarse sobre millones de espectadores.

[*] Crítico de cine argentino

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Biofilmografía

Ricardo Darín, dueño una carrera envidiable y una fama acreditada que devino en superestrella cine-matográfica: niño prodigio, galán

juvenil, estrella de la televisión, actor, guio-nista y director de teatro y cine. Un buen día llega Nueve reinas y todos se rinden a su talento y carisma. La película fue un éxito en Argentina y en todas las pantallas del mundo donde se estrenó y, con ella, la presencia y el reconocimiento indiscutible de un gran actor.

Al principio de esta destacada carrera se encuentra una familia vinculada al mun-do del espectáculo, Ricardo Darín y Renée Roxana sus padres, con quienes debuta en el teatro a los diez años.

Mientras crece, se transforma a los die-ciséis años en galán de telenovela, a las ór-denes de Alberto Migré, palabras mayores del género dentro de la televisión argen-tina, y en programas como Alta Comedia o Estación Retiro. En los ochenta se sitúa como “el abanderado de los galancitos”, un grupo de jóvenes actores (singularmente atractivos), que recorren ciudades y pue-

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blos presentando obras de teatro, desatan la histeria femenina y juegan fútbol a be-neficio. Los galancitos cosechan una fama increíble haciendo de cada representación un completo éxito.

En los noventa consigue su mayor triun-fo en el mundo de la televisión como ac-tor cómico, compartiendo rol protagónico con Luis Brandoni en la serie Mi cuñado, remake de una serie de la década de los se-senta. Mas Darín siempre se da tiempo para combinar su inagotable trabajo en la televi-sión con el teatro y sigue realizando obras como Sugar, Extraña pareja, Taxi, Algo en común y Art.

En el cine, Miguel Notari (niño) es su primer persona en la película de Kurt Land, La culpa (1969). Le siguen películas desti-nadas, sobre todo, al público joven como: He nacido en la ribera, de Catrano Catrani (1972); Así es la vida, de Vicente Bassols y Enrique Carreras (1977). Con Fernando Siro, trabaja en los filmes: La nueva ciga-rra (1977), Los éxitos del amor (1979) y La canción de Buenos Aires (1980). En 1978 hace La fiesta de todos, de Sergio Renán; La rabona, de Mario David (1979); La carpa

del amor, de Julio Porter (1979); Juventud sin barreras, de Ricardo Montes (1979); La playa del amor y La discoteca del amor, ambas de Adolfo Aristaraín (1980); Abierto día y noche, de Fernando Ayala (1981); El desquite, de Juan Carlos Desanzo (1983); La Rosales, de David Lipszyc (1984); Te amo, de Eduardo Calcagno (1986); Expreso a la emboscada, de Gilles Béhat (Francia-Argentina, 1986); y Revancha de un amigo, de Santiago Carlos oves (1987).

Desde luego que ser buenmozo y fama de galán tiene sus inconvenientes. Si bien es cierto que en el panorama argentino se ubicaba como una presencia consolidada, la crítica especializada tarda algunos años en descubrir las cualidades interpretativas de Darín, relacionado en toda la fase inicial de su carrera televisiva y cinematográfica en papeles de comedia o de galán román-tico, los críticos y el público empiezan a coincidir, lo elogian y aplauden por su in-terpretación de Alberto Lecchi en Perdido por perdido, de Alberto Lecchi (1993). Más tarde por El faro del Sur, de Eduardo Mig-nogna (1998), y El mismo amor, la misma lluvia, de Juan José Campanella (1999).

“El salto definitivo lo consigue con

su papel de Marcos, en el filme

Nueve reinas de Fabián Bielinsky

(2000), en corto tiempo se convierte

en uno de los actores argentinos de

mayor renombre mundial”.

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darín debutó en el teatro a los diez años, con sus padres.

consagrados Héctor Alterio y Norma Alean-dro. La película fue un gran éxito de taquilla y crítica, llevándola a ser nominada al os-car como Mejor Película Extranjera.

En Samy y yo, de Eduardo Milewicz (2001), comparte el rol principal con Angie Cepeda; en la cinta seleccionada al oscar para representar a Argentina de Marcelo Pi-ñeyro, Kamchatka (2002), con Cecilia Roth. En el 2004 vuelve a trabajar con Juan José Campanella en la tercera de una trilogía –según el director– no buscada de la clase media: El mismo amor, la misma lluvia trata

Pero el salto definitivo lo consigue con su papel de Marcos en el filme Nueve rei-nas, de Fabián Bielinsky (2000): en corto tiempo se convierte en uno de los actores argentinos de mayor renombre mundial. Por Nueve reinas recibió el prestigioso pre-mio argentino El Condor de Plata, y el Fes-tival de Biarritz también lo distingue con el premio a Mejor Actor. En el 2001 trabaja a las órdenes de Eduardo Mignogna en La fuga. Ese mismo año repite gloria y fama por su papel protagónico en El hijo de la novia, de Juan José Campanella, junto a los

sobre un individuo, El hijo de la novia so-bre una familia, y Luna de Avellaneda sobre una comunidad. Fabián Bielinsky, autor de Nueve reinas, uno de los mejores guiones de cine, escribe El aura (2005), y Darín par-ticipa en su realización con un papel ab-solutamente distinto a todo lo hecho hasta entonces: difícil, complejo, de un tipo al borde del autismo, epiléptico, que depen-de mucho de lo que ve, emocionalmente denso y de una gran exigencia interpretati-va, Darín está casi en todas las secuencias de la película, lo que representó un trabajo agotador pero notable.

A Darín, bonaerense, casado con Floren-cia Blas, padre de dos hijos –Ricardo y Cla-ra–, las ofertas para el cine se multiplican. Si bien Hollywood no está en sus planes, sí las propuestas de europeos: El amor a las cuatro de la tarde, de Sebastián Alfie (corto-metraje); La educación de las hadas, de José Luis Cuerda (2007), y posteriormente El bai-le de la Victoria, de Fernando Trueba (2009), también candidata por España al oscar.

En el 2007 participa en XXY, ópera pri-ma de Lucía Puenzo (2007), premiada en el Festival de Cannes y en la que comparte

cartel con Valeria Bertucelli, Carolina Pe-leritti, Germán Palacios y los jóvenes Inés Efron y Martín Piroyanski. Ese mismo año protagoniza y hace su debut como director con La señal, continuando el proyecto deja-do a medias por Eduardo Mignogna tras su fallecimiento.

En el 2009, junto a Guillermo Francella y Soledad Villamil, protagoniza El secreto de sus ojos, thriller de Juan José Campanella ganador del oscar a la Mejor Película de Habla no Inglesa. Por primera vez trabaja con Pablo Trapero en su última película, Carancho (2010), cinta que se exhibe en la sección Una Cierta Mirada en el Festival de Cannes, donde Darín es un abogado que se dedica a conseguir clientes de accidentes de tráfico asociado con personal del hospi-tal que atiende a las víctimas.

Las películas en las que participa Ricar-do Darín pisan los más exigentes y com-petitivos escenarios mundiales, mas a este señor ni la fama de actor de culto ni los premios han logrado obnubilarlo. Según los que lo conocen, sigue manteniendo la franqueza y la espontaneidad del gran ami-go de barrio.

“Si bien Hollywood no está en

sus planes, sí las propuestas de

europeos: El amor a las cuatro

de la tarde de Sebastián Alfie

(cortometraje), La educación de las

hadas de José Luis Cuerda (2007)

y posteriormente en El baile de

la Victoria de Fernando Trueba

(2009), también candidata por

España al Oscar”.

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Por su interpretación en El secreto de sus ojos obtuvo el Premio a Mejor actor de la academia argentina de Cine.

director: 2007: La señal

Guionista: 2007: La señal

Intérprete: 2009: Carancho, de Pablo Trapero (2010) El baile de la Victoria, de Fernando

Trueba (España)2009: El secreto de sus ojos, de Juan José

Campanella2008: Amorosa soledad, de Martín

Carranza y Victoria Galardi2007: La señal, de Ricardo Darín y Martín

Hodara2007: XXY, de Lucía Puenzo2007: La educación de las hadas, de José

Luis Cuerda2005: El amor a las cuatro de la tarde, de

Sebastián Alfie2005: El aura, de Fabián Bielinsky2004: Luna de Avellaneda, de Juan José

Campanella2002: Kamchatka, de Marcelo Piñeyro2001: Samy y yo, de Eduardo Milewicz2001: El hijo de la novia, de Juan José

Campanella2001: La fuga, de Eduardo Mignogna2001: Porque te quiero, de Mario Sábato2000: Nueve reinas, de Fabián Bielinsky 1999: El mismo amor, la misma lluvia, de

Juan José Campanella

1998: El faro del Sur, de Eduardo Mignogna

1993: Perdido por perdido, de Alberto Lecchi

1987: The Stranger, de Adolfo Aristarín (inédita)

1987: Revancha de un amigo, de Santiago Carlos oves

1986: Te amo, de Eduardo Calcagno1986: Expreso a la emboscada, de Gilles

Béhat (Francia-Argentina)1984: La Rosales, de David Lipszyc1983: El desquite, de Juan Carlos

Desanzo1981: Abierto día y noche, de Fernando

Ayala1980: La discoteca del amor, de Adolfo

Aristaín1980: La canción de Buenos Aires, de

Fernando Siro1980: La playa del amor, de Adolfo

Aristaraín1979: Juventud sin barreras, de Ricardo

Montes1979: La carpa del amor, de Julio Porter1979: La rabona, de Mario David1979: Los éxitos del amor, de Fernando

Siro1978: La fiesta de todos, de Sergio Renán1977: La nueva cigarra, de Fernando Siro 1977: Así es la vida, de Vicente Bassols y

Enrique Carreras1972: He nacido en la ribera, de Catrano

Catrani1969: La culpa, de Kurt Land

FilmogRaFía

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En la cinta XXY, de Lucía Puenzo (2007).

El aura2005: Nominado al Cóndor de Plata

a Mejor Actor por Luna de Avellaneda

2004: Mejor Actor por Luna de Avellaneda, Semana Internacional de Cine de Valladolid

2003: Nominado al Cóndor de Plata a Mejor Actor por Kamchatka

2002: Cóndor de Plata a Mejor Actor por El hijo de la novia

2002: Mejor Actor por El hijo de la novia, Premio Sant Jordi

2001: Nominado a Mejor Actor por el Círculo de la Crítica Cinematografía de España por El hijo de la novia

2001: Cóndor de Plata a Mejor Actor por Nueve reinas

2000: Mejor Actor Extranjero por Nueve reinas, Festival de Cine Latinoamericano de Biarritz

2000: Cóndor de Plata a Mejor Actor por El mismo amor, la misma lluvia

2010: Nominado a Mejor Actor por el Círculo de la Crítica Cinematografía de España por El secreto de sus ojos

2009: Premio a Mejor Actor de la Academia Argentina de Cine por El secreto de sus ojos

2009: Premio Clarín a mejor actor y a la Figura del Año por El secreto de sus ojos

2009: Nominado a los Premios Goya a Mejor Actor por El secreto de sus ojos

2009: Nominado a los Premios Goya a Mejor Actor de Reparto por El baile de la Victoria

2009: Mejor Actor por El secreto de sus ojos en el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana

2008: Nominado al Cóndor de Plata a Mejor Actor por La señal

2007: Mejor Actor por El aura, Premio ACE, Nueva York

2006: Cóndor de Plata a Mejor Actor por

PREmioS

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noVElaS En laS QUE ha TRaBaJado

1977: El tema es el amor 1978: Vos y yo, toda la vida 1978: Una escalera al cielo 1980: Casa de muñecas 1981: Un día 32 en San Telmo Me caso con vos 1982: El conventillo de la Paloma 1983: Nosotros y los miedos Compromiso 1984: Historia de un trepador 1987: Estrellita mía 1989: Rebelde 1991: Buenos Aires, hablame de amor 1993: Mi cuñado 1995: Chiquititas 1999: La mujer del presidente 2000: Tiempo final Por ese palpitar

TEaTRo

1982: Hasta mañana, si Dios quiere 1984: Extraña pareja 1985: Taxi 1986/1987: Sugar 1990: Rumores 1991: Necesito un tenor 1994/1995: Pizzaman 1995/1996: Algo en común 1998/2004: Art 2003: La madre de… (voz en off) 2005/2006: Art (en España) 2008: Art

diREcToRES con los que ha trabajado

nUEVE REinaS / El aURa DIRECCIóN: FABIáN BIELINSKY

El aporte de Ricardo se traduce en un pen-samiento muy profundo sobre su persona-je –explica Fabián Bielinsky, el director de Nueve reinas y El aura–. No es que acepta su laburo como si fuera a reglamento. Tuve en él a un aliado de hierro, a un tipo con las mismas ganas, el mismo compromiso que yo en el proyecto. Muchas de las cosas que componen el marco de la película tienen que ver con su aporte, incluidas algunas líneas de texto sugeridas por él, que eran superiores a lo que estaba escrito, o eran diferentes, pero a él le servían más para cal-zarse al personaje. Darín es –concluye Bie-linsky– un animal de cine, un actor con una profunda idea de lo cinematográfico. No lo digo sólo por su idea de la continuidad, sino por la expresión de la energía actoral hacia la cámara, hacia el ángulo, hacia la zona en que debe ser expresada. La esencia de un gran actor de cine radica en tener en cuenta el hecho cinematográfico por enci-ma del puro hecho actoral. Y Ricardo es un gran actor de cine.

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la SEñal DIRECCIóN: RICARDo DARíN Y EDUARDo MIGNoNA

Samy y yo DIRECCIóN: EDUARDo MILEwICz

El miSmo amoR, la miSma llUVia / El hiJo dE la noVia / lUna dE aVEllanEda DIRECCIóN: JUAN JoSé CAMPANELA

La señal es algo más que una película. Ade-más de ser una historia maravillosa, hoy representa la oportunidad de seguir con el sueño que comencé junto a Eduardo Mig-nona. Es algo así como una herencia, una obligación moral, un camino en el que, es-toy seguro, nos está acompañando.

Darín tiene ángel, tiene duende, es un tre-mendo actor. Pero, sobre todo, es un lujo en el mejor sentido. Compartir con él un proyecto ha sido un alivio, una suerte y un privilegio.

El desafío más grande del personaje de Da-rín en Luna de Avellaneda era transmitir su pasividad sin aburrir, esto es muy difícil, y sólo el actor puede salvar. Ricardo tie-ne una intensidad enorme, que hace que el personaje sea interesante incluso en los momentos más pasivos, ya que dentro de su personaje hay una brasa que se puede reanimar. Hemos llegado a un momento en el que Ricardo y yo somos la misma voz, y ninguno de los dos somos iguales después de El hijo de la novia. Mis películas no se-rían lo mismo sin él y quiero pensar que él ha crecido como actor conmigo. Y seguiré contando con él siempre que el guión re-quiera a un cuarentón.

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caRanchoDIRECCIóN: PABLo TRAPERo

El BailE dE la VicToRia DIRECCIóN: FERNANDo TRUEBA

Para un director, tener a un actor como él es un sueño, porque es como tener a Marado-na. Seguro que su presencia en la película no va a pasar desapercibida y va a generar gran curiosidad.

Darín es una de las personas más divertidas que he conocido y a quien defino como un “verdadero parque de atracciones” por su “alegría de vivir”.

Elaboración:Centro Cultural PUCP

Diseño: Dirección de ComunicaciónInstitucional PUCP

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centrocultural