Revolucion Verde

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6. Enseñanzas de la revolución verde: hacia una nueva revolución verde Documentos ténicos de referencia © FAO, 1996 1. Introducción 1.1 Los conocimientos históricos actuales indican que hace sólo unos 100 000 años –unas 3 500 generaciones– que el hombre abandonó las sabanas del Africa oriental para extenderse por todo el planeta. Desde que los cazadores y recolectores se asentaron hace 10 000 años (350 generaciones) y comenzaron a vivir de los alimentos producidos por la agricultura, se ha observado un constante aumento de la productividad tanto de los cultivos como de los animales domésticos. Estos progresos son resultado de la interacción entre la selección natural y la elección deliberada de semillas para la campaña siguiente y de animales para la reproducción. Se deben también a una comprensión cada vez mayor de la realidad de la agricultura, que ha permitido mejorar las técnicas de gestión. La producción de alimentos aumentó también como consecuencia de la roturación de nuevas tierras. Mientras las poblaciones humanas fueron poco numerosas, el aumento de la demanda de alimentos se pudo atender también destinando nuevas tierras a la producción agrícola y ganadera. Ha sido una combinación de estas estrategias lo que ha permitido satisfacer la demanda mundial de alimentos. 1.2 En los tres últimos decenios, la productividad de los principales cereales (arroz, trigo y maíz) han aumentado como resultado de la incorporación de los progresos científicos a la fitogenética junto con tecnologías que han permitido aprovechar al máximo el rendimiento potencial de los cultivos, en las condiciones a que están sometidos los agricultores en los países en desarrollo. Estos aumentos son lo que se conoce como revolución verde. Los progresos científicos se han visto favorecidos por un notable

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Son todas las herramientas necesarias para favorecer el desarrollo agropecuario.

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6. Enseanzas de la revolucin verde:hacia una nueva revolucin verde

Documentos tnicos de referenciaFAO, 19961. Introduccin

1.1Los conocimientos histricos actuales indican que hace slo unos 100000 aos unas 3 500 generaciones que el hombre abandon las sabanas del Africa oriental para extenderse por todo el planeta. Desde que los cazadores y recolectores se asentaron hace 10 000 aos (350generaciones) y comenzaron a vivir de los alimentos producidos por la agricultura, se ha observado un constante aumento de la productividad tanto de los cultivos como de los animales domsticos. Estos progresos son resultado de la interaccin entre la seleccin natural y la eleccin deliberada de semillas para la campaa siguiente y de animales para la reproduccin. Se deben tambin a una comprensin cada vez mayor de la realidad de la agricultura, que ha permitido mejorar las tcnicas de gestin. La produccin de alimentos aument tambin como consecuencia de la roturacin de nuevas tierras. Mientras las poblaciones humanas fueron poco numerosas, el aumento de la demanda de alimentos se pudo atender tambin destinando nuevas tierras a la produccin agrcola y ganadera. Ha sido una combinacin de estas estrategias lo que ha permitido satisfacer la demanda mundial de alimentos.

1.2En los tres ltimos decenios, la productividad de los principales cereales (arroz, trigo y maz) han aumentado como resultado de la incorporacin de los progresos cientficos a la fitogentica junto con tecnologas que han permitido aprovechar al mximo el rendimiento potencial de los cultivos, en las condiciones a que estn sometidos los agricultores en los pases en desarrollo. Estos aumentos son lo que se conoce como revolucin verde. Los progresos cientficos se han visto favorecidos por un notable crecimiento de los sectores comerciales que suministran insumos a la agricultura. Al mismo tiempo, las infraestructuras han mejorado, llegando a los grandes y pequeos agricultores que antes permanecan al margen de las innovaciones tecnolgicas.

1.3A pesar de los esfuerzos por desacelerar el crecimiento demogrfico a nivel mundial, la poblacin humana sigue aumentando, y crece tambin la presin sobre la tierra agrcola existente. La superficie disponible para una expansin agrcola idnea se reduce en todos los continentes. No obstante, en Africa y Amrica Latina quedan todava grandes superficies que podran dedicarse a la agricultura. Los elevados costos que ello tendra para la poblacin autctona que vive en los bosques, as como para la diversidad biolgica y la vegetacin forestal y de la sabana, han disuadido a muchos gobiernos de aplicar esa estrategia. La adopcin del Programa 21 y de la Declaracin de Rio durante la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (CNUMAD) de 1992 por todos los Estados Miembros de las Naciones Unidas ha confirmado la preocupacin mundial por el medio ambiente natural y sus habitantes. En casi todas las regiones, para aumentar la produccin de alimentos y la seguridad alimentaria se habrn de buscar en el futuro procedimientos distintos de la conversin en gran escala de hbitat naturales frgiles en tierras de cultivo. Como consecuencia de la entrada en vigor de los convenios inspirados en los principios del Programa 21 (por ejemplo, los relativos a la diversidad biolgica, el cambio climtico y la desertificacin), las naciones han aceptado compromisos jurdicamente vinculantes en favor del desarrollo sostenible.

1.4La capacidad conjunta de aplicar esos convenios a fin de asegurar un entorno estable y previsible para la produccin agrcola es fundamental para la decisin de responder al desafo de la seguridad alimentaria mundial y poder atender las necesidades crecientes de los consumidores de alimentos en todo el mundo.

2. Mejorar la seguridad alimentaria de los pobres: alternativas disponibles

2.1La poblacin expuesta a la inseguridad alimentaria no produce de forma habitual alimentos suficientes para mantenerse ni tiene capacidad adquisitiva para comprar alimentos a otros productores. Durante los perodos de hambre, muchas veces no hay alimentos, a ningn precio. Dado que la preocupacin por la integridad del hbitat natural limitar una expansin significativa de la superficie destinada a la agricultura, hay que buscar otras estrategias para alimentar a una poblacin mundial que puede superar los 7 000 millones de habitantes en el ao 2010. Se han formulado varias hiptesis alternativas (McCalla, 1994). Pueden dividirse en dos grupos distintos.

2.2La primera hiptesis, apoyada por algunos analistas y basada en el actual crecimiento econmico del Asia sudoriental, supone un desarrollo significativo de la economa mundial despus de la conclusin del Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT). Segn esta hiptesis, el crecimiento continuado del comercio mundial permitir a los pases del Sur con dficit de alimentos producir y exportar bienes y servicios industriales, lo que les dara la posibilidad de adquirir cantidades significativas de alimentos de los pases del Norte con excedentes alimentarios. Muchos de estos pases desarrollados ricos tienen un considerable potencial de produccin no aprovechado, debido a su experiencia tecnolgica y a sus infraestructuras de comercializacin. Estos mtodos de produccin intensiva se estn adaptando a las necesidades actuales del desarrollo sostenible. Para que estos alimentos lleguen a los pases pobres expuestos a la inseguridad alimentaria ser necesario formular polticas nacionales eficaces de seguridad alimentaria. Estas polticas deben asegurar a la poblacin pobre tanto rural como urbana mayores derechos a los alimentos mediante un acceso ms amplio a stos gracias a la generacin de ingresos y a las posibilidades de empleo. Aunque el comercio Norte-Sur puede mejorar la seguridad alimentaria nacional de los pases en desarrollo, ello no significa necesariamente que vaya a mejorar la seguridad alimentaria familiar de la poblacin pobre de esos pases, en cuanto grupo, ni a permitir un mayor acceso a los alimentos en las localidades ms remotas.

2.3En la segunda hiptesis, que muchos analistas consideran ms realista, se supone que los pases pobres del Sur deben aumentar de forma significativa su propia produccin alimentaria, y hacerlo en tal manera que contribuya especficamente a mitigar la inseguridad alimentaria. Para ello, se pueden aplicar varios mecanismos:

intensificacin de las actividasdes de investigacin y desarrollo agrarios con el fin de aumentar la productividad por hectrea de tierra y unidad de trabajo;

mejorar los servicios de extensin, a travs de canales gubernamentales y no gubernamentales, lo que permitir a los agricultores utilizar los resultados de la investigacin y recabar los beneficios del progreso tecnolgico;

mejorar los mecanismos socioeconmicos e infraestructurales, incluida la formulacin de polticas favorables (por ejemplo, las relativas a cuestiones fiscales, tenencia de tierras, sistema de gobierno, participacin popular, planes de crdito y desarrollo de las instituciones) que permitan a todos los sectores de la comunidad contribuir al aumento de la produccin.

2.4Actualmente, parece demostrado que la disponibilidad de los agricultores a aumentar la produccin alimentaria en muchos pases en desarrollo est estrechamente vinculada a la existencia de mercados para sus productos1. De la misma manera, la adopcin por los pequeos agricultores de tcnicas mejoradas de gestin en sus explotaciones parece producirse cuando tienen fcil acceso a los suministros de insumos y disponen de mercados seguros con precios equitativos y previsibles para sus productos (Crosson y Anderson, 1995).

2.5La aplicacin de los acuerdos de la Ronda Uruguay en la Organizacin Mundial del Comercio (OMC) es objeto de estrecha atencin tanto en los pases en desarrollo como en los desarrollados. A pesar del considerable volumen de alimentos adquiridos en el Norte por los pases en desarrollo, es todava demasiado pronto para saber hasta qu punto se har realidad la primera hiptesis (la inversin en las corrientes de productos industriales y agrcolas), y si el Norte (incluidos los pases de la ex Unin Sovitica) acabar teniendo la capacidad y la voluntad poltica de producir en forma sostenible un mayor volumen de alimentos para la exportacin. [Algunos mantienen que los actuales volmenes de produccin agrcola en el Norte no son totalmente sostenibles (Ehrlichet al., 1993; Pimentelet al., 1994), pero en el Norte se estn introduciendo cambios en las polticas encaminados a promover una agricultura sostenible para el medio ambiente.] Tampoco es seguro si el desarrollo nacional de los pases del Sur permitir a los pobres y expuestos a la inseguridad alimentaria obtener el debido acceso a los alimentos importados (dilema entre la seguridad alimentaria nacional y la familiar). Se requerir un esfuerzo concertado de los pases del Norte y del Sur en todos los sectores de sus economas para conseguir que esa hiptesis se haga realidad. De lo expuesto se deduce que esa hiptesis no puede ser la base de los esfuerzos mundiales por mejorar rpidamente la seguridad alimentaria de los pobres. La produccin de alimentos debe crecer tambin en los propios pases amenazados por la inseguridad alimentaria.

2.6Las experiencias acumuladas a travs de los estudios sobre el desarrollo en general y el examen de la anterior revolucin verde demuestran que las fuerzas generales del mercado y las intervenciones gubernamentales en ste cuentan ms que los avances tecnolgicos. La tecnologa, por s sola, no puede asegurar la produccin de alimentos ni el acceso a los mismos, como tampoco pueden conseguirlo las polticas por s solas. La adopcin de la tecnologa disponible depende en gran parte de los incentivos que los agricultores perciben en su utilizacin, y dichos incentivos estn estrechamente vinculados a los mercados. Por ello, son tareas esenciales:

Comprender, desde el punto de vista de los agricultores, su necesidad de tecnologas y polticas mejoradas, recurriendo a sus conocimientos locales en el proceso de aplicacin;

demostrar la existencia de tecnologas econmica y ecolgicamente sostenibles para aumentar la productividad de los pases y regiones con escasa seguridad alimentaria, tanto en lo que se refiere a la productividad por unidad de superficie como por unidad de trabajo;

promover en los pases en desarrollo cambios relacionados con las polticas, mercados, toma de decisiones e instituciones, de manera que el potencial tecnolgico de incrementar la produccin se aproveche de forma sostenible y permita aumentar la seguridad alimentaria.

La mayor fiabilidad de la agricultura de subsistencia puede ser importante para los sectores de la poblacin rural con menos seguridad alimentaria, pero la poblacin pobre de todo el mundo se ha integrado en las economas monetarias; toda familia se ve obligada a formar parte de ellas. La produccin primaria debe satisfacer tambin estas necesidades. La aversin tradicional a asumir riesgos en los sistemas de produccin en pequea escala refleja los precarios equilibrios econmicos de las comunidades campesinas. La estabilizacin de las economas nacionales, y en particular la de las monedas nacionales, alentar las inversiones de los pequeos agricultores en tecnologas que aumenten los rendimientos y reduzcan los costos.

3. La revolucin verde y el nuevo paradigma de la investigacin

3.1El progreso tecnolgico de la agricultura moderna se basa en la experiencia adquirida en el curso de casi 150 aos de actividad cientfica. La revolucin verde en el trigo, el arroz y el maz forma parte integrante de este proceso. Tiene su fundamento en la capacidad tecnolgica, basada en principios cientficos, para modificar el medio ambiente de manera que se creen condiciones para la agricultura y la ganadera ms idneas que las que ofrece la propia naturaleza (por ejemplo, si el clima es seco, se emplea el riego; si la fertilidad del suelo es baja, se aplican fertilizantes; si las plagas y malas hierbas invaden los cultivos, se pulveriza; si las enfermedades amenazan al ganado, se administran vacunas y medicamentos, o, si se necesita ms energa para roturar la tierra, se recurre a la mecanizacin y al uso de combustibles fsiles). El aumento de los rendimientos en los sistemas agrcolas de los pases indus-trializados durante los ltimos 150aos se puede interpretar como la realizacin de este paradigma. La revolucin verde de los aos sesenta y setenta se bas precisamente en eso: las variedades mejoradas de arroz y trigo pudieron beneficiarse del uso de insumos externos que garantizaban buenas condiciones de crecimiento para aprovechar el potencial gentico de las nuevas variedades. La creacin de entornos socioeconmicos favorables, que hicieron posible la utilizacin de esos insumos y crearon mercados para la venta de los productos, constituy parte integrante de este cambio.

3.2Al examinar la aplicacin ulterior de las tecnologas de la revolucin verde, surgen nuevas oportunidades (Snchez, 1994) de obtener variedades de cultivos resistentes a condiciones edficas adversas (arroz resistente a la sal, maz adaptado a suelos muy cidos, sorgo y mijo ms resistentes a la sequa); introducir nuevos cultivos, por ejemplo en zonas marginales (batata y yuca en lugar de maz); potenciar los ciclos de los nutrientes del suelo (con especies arbreas seleccionadas para recuperar los nutrientes lixiviados por debajo de la zona radicular de los cultivos); aprovechar lo ms posible las fuentes orgnicas de nutrientes, incluida la fijacin biolgica del nitrgeno, complementadas con fertilizantes qumicos aplicados selectivamente; utilizar la resistencia gentica a las plagas y enfermedades en sustitucin, parcial o total, de la lucha qumica y mecnica contra las plagas; intensificar el uso de la diversidad biolgica funcional, favoreciendo activamente a los depredadores y otros agentes naturales de lucha contra las plagas y enfermedades mediante el mantenimiento de complejos ecosistemas dentro de las explotaciones agrcolas y en sus proximidades; aumentar la produccin de vacunos y pequeos rumiantes que resisten naturalmente a la tripanosomiasis, lo que puede reducir la necesidad de erradicacin de la mosca tsets. Amplios sectores de la poblacin rural no tienen ascceso al crdito y a los mercados y viven en zonas donde no son inminentes cambios estructurales. No pueden beneficiarse de las estrategias convencionales de produccin de alimentos y necesitan mtodos alternativos pero basados en principios cientficos.

3.3Para alcanzar el objetivo de aumentar la productividad por unidad de superficie y de trabajo ser necesario recurrir a muchos de los instrumentos tecnolgicos de la revolucin verde ya existentes, adaptados a las necesidades de la poblacin rural expuesta a la inseguridad alimentaria. Ello permitir a los agricultores que viven en tierras frtiles o de alguna manera aprovechables aprender a aumentar la productividad agrcola de manera sostenible. Tambin se intenta atraer a un mayor nmero de agricultores pobres hacia una agricultura sostenible de elevada produccin basada en un uso considerable de insumos como medio de mitigar la pobreza y de aumentar la seguridad alimentaria en las zonas rurales. La revolucin verde tiene tambin en cuenta a los agricultores de las zonas ms marginales y a los que, en el futuro prximo, no podrn beneficiarse de una mayor utilizacin de insumos. Su bienestar puede mejorarse creando entornos fiscales y normativos que les alienten a utilizar germoplasma comprobado o mejorado procedente de recursos locales , o especialmente desarrollado para sus condiciones particulares. Otra posibilidad es crear sistemas agrcolas mixtos ms productivos de agricultura y ganadera, cultivos de cobertura a base de leguminosas y la introduccin de nuevos cultivos, en particular comerciales. Son tambin elementos importantes, tanto para las mujeres como para los hombres, los mecanismos que garantizan la seguridad en la tenencia de la tierra y el acceso al crdito.

3.4Se ha de tener en cuenta que:

el aumento de la produccin alimentaria debe proceder ante todo de las zonas mejor dotadas, con objeto de reducir la necesidad de seguir destinando a la agricultura tierras marginales y fcilmente degradables;

gracias a las experiencias de la revolucin verde, se dispone de tecnologas y conocimientos que pueden adaptarse a nuevas zonas, con otros cultivos, as como a la ganadera y a la pesca;

la intensificacin sostenible en zonas ms frtiles no slo ayudar a mitigar la situacin de los agricultores ms pobres sino que contribuir a contener los precios de los alimentos en beneficio de los sectores pobres de la poblacin urbana y de los campesinos pobres sin tierras;

es probable que una mayor atencin a la creacin de tecnologas y entornos propicios para las zonas menos frtiles, donde se encuentra gran parte de la poblacin pobre y privada de seguridad alimentaria, ofrezca nuevas oportunidades de aumentar la produccin de alimentos, reducir la pobreza y disminuir los riesgos de degradacin ambiental.

Aunque las actuales investigaciones ofrecen perspectivas solamente moderadas de una intensificacin generalizada, se estn preparando nuevas tcnicas que puedan asegurar rendimientos ms estables en zonas sujetas con frecuencia a condiciones atmosfricas variables. Ello puede reducir el riesgo de escasez peridica de alimentos y de degradacin temporal o ms permanente de las tierras. Es tambin importante reducir las prdidas posteriores a la cosecha. Sin embargo, se ha de tener presente que las ltimas migraciones pueden haber obligado a algunas personas a asentarse en zonas donde sea imposible realizar mejoras agrcolas significativas. A ms largo plazo, estos asentamientos pueden resultar inviables a menos que se creen oportunidades de empleo no agrcola. Ha habido tambin casos en que el aumento de la presin demogrfica ha ido acompaado de la adopcin de nuevos sistemas de explotacin agrcola ms productivos, como por ejemplo en Kenya.

4. Enseanzas de la revolucin verde

4.1La revolucin verde consisti en un conjunto de tecnologas integradas por componentes materiales, como las variedades de alto rendimiento (VAR) mejoradas de dos cereales bsicos (arroz y trigo), el riego o el abastecimiento controlado de agua y la mejora del aprovechamiento de la humedad, los fertilizantes y plaguicidas, y las correspondientes tcnicas de gestin. La utilizacin de este conjunto de tecnologas en tierras idneas y en entornos socioeconmicos propicios tuvo como resultado un gran aumento de los rendimientos y los ingresos para muchos agricultores de Asia y de algunos pases en desarrollo de otros continentes. Dichos agricultores tenan ya una gran experiencia en sistemas agrcolas de regado. Los rendimientos de estos dos cereales y del maz se multiplicaron aproximadamente por dos entre los aos sesenta y noventa (vase el Recuadro 1). La revolucin verde ha representado un importante logro tecnolgico, y sus consecuencias han sido duraderas. Afect no slo a los productores de trigo y arroz de Asia sino tambin a los de otros cultivos y a otros contextos socioeconmicos, as como a algunas zonas de Africa (Goldman y Smith, 1995). Eicher (1995) seala que los agricultores comerciales en el territorio que ahora es Zimbabwe comenzaron una revolucin verde del maz en 1960, cinco aos antes de la revolucin verde de la India, y que Zimbabwe repiti la experiencia con una segunda revolucin verde en favor de los pequeos propietarios en la primera mitad del decenio de 1980. Se han utilizado con xito variedades de trigo de alto rendimiento en la Repblica de Sudfrica, Zimbabwe y Kenya. Por ello, no es totalmente cierto que Africa perdi la oportunidad de la revolucin verde. Los xitos de las tecnologas, tanto en Asia como en Africa o Amrica Latina, estuvieron estrechamente vinculados a la existencia de entornos socioeconmicos e institucionales favorables, en los que las posibilidades de un mercado activo desempearon una funcin importante.

4.2Las tecnologas de la revolucin verde no dejaron de plantear problemas. Aunque las VAR sustituyeron a menudo a variedades locales ms antiguas, no es seguro que el mundo haya sufrido de hecho una erosin gentica significativa. La necesidad de un amplio recurso a la lucha agroqumica contra plagas y malas hierbas ha suscitado preocupacin por sus efectos sobre el medio ambiente y la salud humana. A medida que se ampliaba la superficie de las tierras de regado, la ordenacin del agua exiga conocimientos prcticos que no siempre existan. Se modificaron los papeles en funcin del sexo. Hubo que hacer frente a nuevos retos cientficos.

4.3Puede que los principales beneficiarios de la revolucin verde hayan sido los consumidores. Los precios reales de los alimentos en Asia, y a decir verdad en todo el mundo, han disminuido constantemente durante los ltimos 30 aos como consecuencia de la aplicacin de tecnologas que aumentan el rendimiento y reducen el costo, cuyos componentes son semillas mejoradas, fertilizantes y mtodos de lucha contra las malas hierbas. El descenso de los precios reales de los alimentos beneficia relativamente ms a las personas pobres que a las ricas, ya que aqullas gastan una parte mayor de sus ingresos disponibles en alimentos. Las tecnologas de la revolucin verde se han traducido tambin en un aumento de los ingresos rurales. Las trilladoras fijas, los pozos entubados y los molinos de harina han aliviado el pesado trabajo de las mujeres. La incorporacin a un entorno con una mayor volumen de insumos favoreci naturalmente a los agricultores que tenan capital y conocimientos prcticos, los cuales consolidaron su importancia en la sociedad, a veces a expensas de los grupos peor dotados. En el mbito de la revolucin verde se ha constatado tambin la existencia de diferencias relacionadas con el sexo. La nueva tecnologa y las nuevas estructuras econmicas pusieron en entredicho el papel tradicional de la mujer en los sistemas agrcolas. Los intentos de introducir la nueva tecnologa olvidaron con frecuencia los derechos de la mujer a beneficiarse tambin de los avances tecnolgicos y redujeron su capacidad de influencia (Siva, 1991; Serageldin, 1995).

4.4Es fcil ver, retrospectivamente, los profundos y, con frecuencia, imprevistos efectos que las tecnologas de la revolucin verde tuvieron en muchas comunidades campesinas, ms all de los sectores de la produccin propiamente dicha. En este sentido, la revolucin verde presenta las mismas ventajas e inconvenientes de muchos de los avances tecnolgicos que han cambiado y creado las modernas sociedades globales. Ha habido ganadores pero tambin perdedores. La revolucin verde evit sin duda una grave crisis alimentaria en Asia, y sirvi de base al sorprendente crecimiento econmico de China y Asia meridional y sudoriental. Inspir posteriormente el desarrollo de mtodos ms ecolgicos, por ejemplo, para la lucha contra las plagas del arroz. Los precios del trigo y del arroz han continuado disminuyendo en el mercado mundial, que ofrece alimentos ms baratos para todos, incluido el enorme nmero de personas pobres que viven en las ciudades de los pases en desarrollo.

4.5Las experiencias relacionadas con la revolucin verde son muy diversas. En un examen (Freebairn, 1995) de ms de 300 estudios sobre la revolucin verde durante el perodo de 1970-89 se llega a la conclusin de que los autores de pases occidentales desarrollados, que analizan regiones integradas por numerosos pases, suelen sealar un recrudecimiento de las desigualdades en lo que respecta a los ingresos. En cambio, los autores de origen asitico, especialmente aquellos cuyo campo de estudio abarca India y Filipinas, y que utilizan mtodos propios de estudios monogrficos, suelen indicar que el aumento de las desigualdades en cuanto a los ingresos no est relacionado con la nueva tecnologa. En ms del 80 por ciento de los estudios examinados por Freebairn se llega a la conclusin de que el resultado haba sido una mayor desigualdad. En cambio, varios autores y, en particular, un crtico moderado de la revolucin verde como Lipton (Lipton y Longhurst, 1989), reconocen que algunas de las afirmaciones ms habituales sobre la disminucin del bienestar como consecuencia de la revolucin verde tienen poca base emprica. De los estudios monogrficos de Goldman y Smith (1995) sobre aldeas de la India y el norte de Nigeria se desprende que la aparente adopcin de nuevas tecnologas agrcolas ha estado asociada a fenmenos amplios de cambio que se refuerzan mutuamente. Los resultados relativamente satisfactorios del cultivo del maz en Zimbabwe tanto por explotaciones comerciales como por pequeos agricultores (Eicher, 1995) se debieron en gran medida a las infraestructuras institucionales y a los incentivos econmicos (quiz insostenibles). Las soluciones tecnolgicas han constituido un elemento necesario pero no suficiente para reducir la inseguridad alimentaria.

4.6Los numerosos estudios y la experiencia adquirida por las organizaciones de desarrollo han hecho posible, no obstante, una nueva concepcin de los problemas sociolgicos y de los aspectos cientficos y tecnolgicos. Partiendo de esa base, y del conocimiento de que hay todava casi 800millones de personas en situacin de inseguridad alimentaria que necesitan apoyo en forma de iniciativas en favor de una revolucin verde, los objetivos principales de estas nuevas iniciativas deben ser los de crear mejores condiciones para el aumento de la produccin agrcola y el fortalecimiento de la seguridad alimentaria nacional, y lograr que las personas privadas de seguridad alimentaria puedan beneficiarse de esos aumentos de la produccin.

4.7Si bien los aumentos de la productividad del arroz y el trigo en Asia han sido significativos, los agricultores que cultivan otros productos en otros lugares del mundo en desarrollo han respondido tambin durante los tres ltimos decenios a la intensificacin de la demanda de alimentos por parte de una poblacin cada vez ms numerosa con aumentos de la productividad de una cierta cuanta. Con la posible excepcin del maz, estos aumentos no se han basado en la aplicacin en gran escala de las tecnologas de la revolucin verde. Es evidente que ha sido escasa la labor de investigacin dedicada a cultivos con menor importancia mundial que el arroz y el trigo. Puede que esto explique por qu los aumentos de la productividad han sido menores en muchos cultivos secundarios de Africa (Naciones Unidas, 1995). Mareida y Eicher (1995), utilizando como ejemplo las investigaciones relativas al trigo, han sealado tambin la necesidad de revisar la distribucin de los fondos entre las instituciones internacionales y nacionales de investigacin. Tribe (1994) y Swaminathan (1994) defienden la importancia de la investigacin como medio de sostener el crecimiento de la productividad. En particular, mantienen que la investigacin no debe limitarse a los cereales bsicos convencionales, sino que debe concentrarse cada vez ms en otros cultivos y en la ganadera, las aves de corral y el pescado, todos ellos elementos importantes para que la poblacin pobre tenga acceso a una alimentacin equilibrada. Muchas de las personas expuestas a la inseguridad alimentaria podran beneficiarse de sistemas de explotacin mixta ms productivos, que han recibido menos atencin de los investigadores.

4.8Otros productos agrcolas y pecuarios no han respondido hasta ahora en la misma medida a las investigaciones para potenciar el rendimiento, pero de todas formas ha aumentado la produccin hortofrutcola y pecuaria. La existencia de un entorno menos propicio al aumento de los rendimientos puede explicar tambin el lento progreso de los sistemas agrcolas basados en otros cultivos y animales. Se ha concedido especial importancia a los cereales, que constituyen aproximadamente el 60 por ciento de los alimentos destinados al consumo humano, prestndose una atencin relativamente menor a las hortalizas y los productos pecuarios y pesqueros. Las estadsticas suelen ser de mbito nacional, por lo que no es posible determinar con precisin los cambios registrados a nivel familiar.

Recuadro 1LOS CULTIVOS BASICOS EN LOS PAISES EN DESARROLLO:LA PRODUCCIoN TOTAL AUMENTA MAS RaPIDAMENTE QUELOS RENDIMIENTOS POR HECTAREA

Durante el perodo de 1963-83 (aos importantes de la revolucin verde) la produccin total de arroz, trigo y maz en los pases en desarrollo aument un 3,1, 5,1 y 3,8 por ciento anual. Durante el decenio siguiente (1983-1993) los aumentos de la produccin anual descendieron al 1,8, 2,5 y 3,4 por ciento, respectivamente.

Los rendimientos por hectrea crecieron de forma menos pronunciada respecto a los tres cereales durante 1963-83: 2,1, 3,6 y 2,9 por ciento, descendiendo a 1,5, 2,1 y 2,5 por ciento durante 1983-93. Ello se explica en parte por el hecho de que se empezaron a explotar tierras menos productivas y por las dificultades de mantener el aumento de los rendimientos con prcticas de cultivo ms intensivas. Aunque la aportacin de Africa al total de la produccin mundial de cereales es menor que la de Asia y Amrica Latina, el aumento del total de la produccin anual de Africa ha sido mayor en el caso del arroz y del trigo que el promedio correspondiente al conjunto de los pases en desarrollo, en especial durante el ltimo decenio (6,0 y 6,6 por ciento, respectivamente), pero ligeramente inferior en el del maz (producto importante para muchos pases), cuyo crecimiento fue del 2,9 por ciento. En lo que respecta al sorgo y al mijo, productos de que se alimentan muchas personas que habitan en tierras ridas expuestas a la inseguridad alimentaria, los agricultores africanos han registrado aumentos de la produccin anual total superiores al promedio de los pases en desarrollo durante los ltimos decenios (+1,8 por ciento frente a -1,5 por ciento en el caso del sorgo y +2,5por ciento frente a -0,4 por ciento en el del mijo).

No obstante, mientras que en el perodo de 1963-83 los agricultores africanos tuvieron aproximadamente el mismo rendimiento por hectrea que el promedio de los pases en desarrollo, no han conseguido aumentar la productividad durante los ltimos aos en comparacin con otras regiones en desarrollo: los rendimientos medios del arroz, el trigo y el maz en el perodo de 1991-93 fueron de 2 029 kg/ha, 1 731 kg/ha y 1369kg/ha, respectivamente, mientras que el promedio global de los pases en desarrollo fue de 3 488, 2420 y 2 627 kg/ha.

Muchos agricultores africanos no se beneficiaron de la revolucin verde en la misma medida que los de otros continentes.

4.9En Africa y Amrica Latina el aumento de la produccin de alimentos se ha basado principalmente en la ampliacin de la superficie cultivada, a menudo en tierras ms marginales con menor potencial de rendimiento. Con frecuencia los agricultores se han visto obligados a explotar tierras marginales como consecuencia de la presin demogrfica que ha intensificado las prcticas tradicionales de la agricultura migratoria. De este modo se ha reducido la estabilidad de la produccin. Hasta hace poco, en muchos pases africanos no se han ofrecido incentivos para intensificar la produccin. Los agricultores que tienen escaso acceso a las tecnologas, el capital o los conocimientos necesarios para poner en prctica los nuevos sistemas de explotacin agrcola se han limitado a aplicar sus mtodos agrcolas de eficacia comprobada a las nuevas tierras. La productividad de la mano de obra ha sido baja, y el acceso a la mecanizacin y la energa para aumentar dicha productividad muy limitado. El creciente desarrollo urbano, y la expansin paralela de los mercados, as como la mayor conciencia poltica de un sector creciente de la poblacin rural y urbana de Africa expuesta a la inseguridad alimentaria parecen ofrecer ahora un entorno ms favorable para el desarrollo y aplicacin de tecnologas agrcolas nuevas y eficaces (Goldman y Smith, 1995). Los cambios polticos registrados en Europa oriental y en otros pases con economas en transicin plantean nuevos desafos a los sistemas productivos, lo que permite prever una mayor diversificacin.

4.10Puede que los recientes cambios en el contexto poltico mundial y la reduccin de los obstculos al comercio internacional de alimentos ofrezcan incentivos para el desarrollo de prcticas agrcolas ms sostenibles en los pases en desarrollo de Africa, Asia y Amrica Latina, as como en los pases desarrollados. Un requisito para mejorar la seguridad alimentaria es un acceso ms amplio y ms equitativo a las tecnologas para todos los agricultores, hombres y mujeres. Los servicios pblicos de extensin deben asumir una funcin rectora creando condiciones que alienten a las organizaciones no gubernamentales (ONG), agroindustrias, medios de comunicacin, instituciones docentes y grupos de agricultores a elaborar sistemas complementarios de divulgacin de las innovaciones y de los conocimientos tradicionales recuperados. Hay que formular y aplicar planes innovadores que fomenten la eficiencia y pertinencia de los servicios de extensin en los pases en desarrollo.

4.11Ser necesario que los polticos garanticen la disponibilidad de las tecnologas con miras a su aplicacin en los lugares donde puedan contribuir de manera decisiva a la mejora de la seguridad alimentaria. Las cuestiones relativas a la equidad entre las distintas generaciones y dentro de cada unas de ellas, las preocupaciones ambientales (incluida la diversidad biolgica) y la propiedad de las instituciones nacionales son elementos decisivos para el desarrollo y aplicacin de nuevas tecnologas. Durante la revolucin verde, en algunos pases no se tuvo en cuenta la variedad de mecanismos institucionales sostenibles necesarios para apoyar los cambios tecnolgicos (Eicher, 1989), pero en otros se crearon estructuras institucionales slidas. Ahora se cuenta con una generacin de agricultores que tienen experiencia en el desarrollo agrcola. Con esta visin histrica es posible ofrecer nuevas posibilidades a regiones y grupos de personas que no se beneficiaron de los progresos obtenidos mediante la revolucin verde.

5. Objetivos relativos a la productividad

5.1Gracias a la labor de los centros internacionales de investigacin agraria adscritos al Grupo Consultivo sobre Investigacin Agrcola Internacional (GCIAI) y centros de investigacin avanzada de los pases en desarrollo y desarrollados, se conoce bastante bien el potencial gentico de las actuales generaciones de material reproductor de cultivos y animales. En lo que respecta al arroz, algunos agricultores del Asia sudoriental han empezado a alcanzar rendimientos semejantes a los de las estaciones de investigacin, pero en los otros cultivos hay grandes diferencias entre los rendimientos en uno y otro caso. Normalmente, los agricultores de tierras secas obtienen entre una dcima parte y dos tercios de los rendimientos obtenidos anualmente en un centro de investigacin, y la mayor parte de los agricultores suelen conseguir menos de la mitad (vase el Recuadro 2).

Recuadro 2

DIFERENCIA DE RENDIMIENTOS EN LAS TIERRAS SECAS DE LA INDIA

En el Instituto Internacional de Investigacin de Cultivos para las Zonas Tropicales Semiridas (ICRISAT) de Andhra Pradesh, en la India, los investigadores del GCIAI han logrado obtener aproximadamente 6toneladas de sorgo o maz ms legumbres (garbanzos o guand) al ao por hectrea en un sistema de doble cultivo en vertisoles. Los sistemas tradicionales de cultivo nico en esa regin suelen producir nicamente 0,6 t de sorgo o 1,2 t de garbanzos por hectrea.

Se han observado diferencias semejantes tambin en Amrica Latina pero sobre todo en Africa, incluso en condiciones de cultivo comparables, entre las parcelas experimentales y las explotaciones de los agricultores. Son elementos decisivos no slo el acceso a los insumos sino la capacidad de gestin.

Los organismos de investigacin pueden aumentar enormemente los rendimientos; sin ambargo es necesario encontrar mecanismos que permitan a los agricultores reducir la diferencia de rendimiento.

5.2Estas diferencias de rendimiento son muy frecuentes y no pueden explicarse nicamente por causas relacionadas con los suelos y el clima. Los cambios en el entorno socioeconmico de los agricultores, incluido el acceso a los conocimientos, podran favorecer un enorme aumento de los rendimientos de distintos cultivos en las condiciones normales de produccin. Muchas veces no ha habido incentivos para reducir estas diferencias, en especial el acceso a los mercados para la venta del excedente de produccin. La superacin de esa diferencia en el caso del arroz representa para el Instituto Internacional de Investigacin sobre el Arroz (IRRI) un objetivo de produccin de 15 toneladas/hectrea/ao (el rendimiento mundial medio es de 3,5toneladas/hectrea/ao).

5.3Segn Brown y Kane (1994), la desaparicin de la diferencia de rendimientos demostrara que la ciencia agrcola est quedndose sin ideas nuevas sobre la manera de aumentar la productividad. No obstante, las pequeas diferencias de rendimiento en el caso del arroz revelan que la investigacin y la extensin pueden funcionar en otros contextos socioeconmicos favorables. Esta situacin constituye un nuevo desafo a la investigacin. Es lgico suponer que, en ltimo trmino, se tropezar con un lmite, pero es tambin claro que las instituciones de investigacin consiguen todava aumentos notables de los rendimientos con los medios de investigacin convencionales, que la biotecnologa permite ahora disponer de nuevos instrumentos y que muchas variedades de cultivos, animales y peces no han sido objeto hasta ahora de una importante labor de mejora gentica. Un decenio de actividades de mejoramiento gentico con especies cticas, como el salmn del Atlntico y la tilapia africana, ha conseguido aumentar los rendimientos entre un 45 y un 75 por ciento (vase la Figura). El mejoramiento de las especies arbreas slo ha comenzado hace muy poco.

5.4Un objetivo claro de la revolucin verde es reducir las actuales diferencias de rendimiento sin degradar la base de recursos naturales. En un mundo de 800 millones de personas en situacin de inseguridad alimentaria, la aplicacin por parte de los agricultores de los progresos conseguidos por los investigadores es un objetivo creble. Es realista concebir que, si los rendimientos medios agrcolas anuales por hectrea se aproximan a los dos tercios de los obtenidos en los centros de investigacin en condiciones climticas comparables, no habr problemas de disponibilidad de alimentos. La elevacin de los rendimientos agrcolas hasta ese nivel y la reduccin de las cuantiosas prdidas producidas durante la cosecha y despus de ella (prdidas que pueden reducir fcilmente los alimentos disponibles para el consumo entre una dcima parte y un tercio, segn la cosecha, el entorno y los mercados) son dos objetivos alcanzables. Los principales instrumentos para poner en prctica la revolucin verde sern las nuevas modalidades de comunicacin con los agricultores, el rejuvenecimiento de los sistemas de extensin y los cambios en las polticas orientadas a ese fin. En particular, las actividades encaminadas a reducir la pobreza alentarn a los agricultores que disponen de escasos recursos a invertir en medidas de conservacin del suelo y el agua. Asimismo, hay que seguir persiguiendo los buenos resultados conseguidos por la extensin gracias a los planes de incentivos orientados especficamente a los extensionistas.

5.5Los instrumentos clsicos para la mejora del germoplasma constituyeron la columna vertebral de la revolucin verde. Los recientes progresos de la biotecnologa, no disponibles todava en el momento del arroz mgico y el trigo mgico, incluida la ingeniera gentica, deben hacerse todava patentes en variedades y razas al alcance de los pequeos propietarios tropicales. Aunque se trate en gran parte de iniciativas de laboratorio, sometidas an a intensos debates internacionales en relacin con los problemas ticos, de bioseguridad y de derechos de propiedad intelectual, lo ocurrido hasta la fecha permite pensar que estas innovaciones tardarn en llegar a los agricultores entre 10 y 20 aos. Las importantes inversiones que la industria del sector privado est realizando en la actualidad en los pases en desarrollo en el mbito de la biotecnologa, en particular en ingeniera fitogentica, indican claramente su percepcin de la evolucin en el futuro.

TENDENCIA DEL INCREMENTO DE PRODUCTIVIDAD EN LA CRIA DE ANIMALES DE GRANJA

Fuente:Centro internacional para la ordenacin de los recursos acuticos vivos (ICLARM, 1991).

Nota:La productividad de los animales destinados a la produccin de carne y leche ha aumentado notablemente durante los 50 ltimos aos gracias a las mejoras introducidas en las prcticas de cra y ordenacin. La mejora gentica y los modernos mtodos de la acuicultura han provocado un significativo aumento de la productividad del salmn del Atlntico noruego durante los 20 ltimos aos. La mejora gentica de los peces tropicales en el sector de la acuicultura no ha hecho ms que comenzar.

5.6Siempre que se sigan criterios de precaucin, las perspectivas de la biotecnologa continuarn siendo favorables, en particular los esfuerzos realizados por dotar a las variedades agrcolas y ganaderas tiles de resistencia gentica a las plagas y enfermedades. Las prdidas de cultivos y animales constituyen una parte significativa de la reduccin de los rendimientos experimentada por los pequeos agricultores, si bien su acceso a los productos agroqumicos destinados a evitar dichas prdidas sigue siendo limitado. El bajo nivel de formacin de muchos pequeos propietarios hace que stos muchas veces no comprendan debidamente los riesgos tanto ambientales como sanitarios asociados al uso de los productos agroqumicos. La vinculacin del uso de la resistencia gentica a los mtodos de lucha integrada contra las plagas puede resultar muy productiva, particularmente si se tienen en cuenta los buenos resultados logrados en el cultivo del arroz en el Asia sudoriental. Es fundamental que stos y otros progresos de la biotecnologa redunden tambin en beneficio de los agricultores expuestos a la inseguridad alimentaria. Es posible que la resistencia a las enfermedades y los insectos no sea suficiente, pero la introduccin de nuevas combinaciones de resistencia puede hacerse de forma mucho ms rpida que con los mtodos de mejoramiento convencionales.

5.7Gran parte de las investigaciones avanzadas sobre biotecnologa se centran actualmente en los problemas de los pases desarrollados y no se orientan especficamente a ayudar a los agricultores tropicales. Es muy importante evitar que la comunidad mundial adopte polticas y procedimientos que excluyan a los agricultores y pastores tropicales de los beneficios conseguidos gracias a los progresos de la biotecnologa. Es ms, deber realizarse un esfuerzo concertado por alentar la rpida transferencia de nuevas tecnologas seguras y vlidas a las personas ms necesitadas. Como el acceso a abundantes reservas genticas es importante para los esfuerzos biotecnolgicos encaminados a obtener variedades y cultivos mejorados, es necesario conservar la gran diversidad gentica de las reservas actuales. Ello alentar probablemente la formulacin de mtodos de distribucin de variedades y razas mejoradas distintos a los empleados durante la revolucin verde. Es probable que los agricultores que seleccionen, en ltimo trmino, activamente el material que consideren ms adecuado a las condiciones locales. Con ese fin, deber revisarse la funcin de stos en cuanto administradores y selectores del material gentico. Ello requerir nuevas polticas y procedimientos para dar soluciones viables y equitativas a los nuevos problemas.

5.8No obstante, no es probable que la biotecnologa y el mejoramiento gentico consigan, por s solos, elevar la produccin en forma tal que aumente la seguridad alimentaria. Por ejemplo, los datos relativos a la reciente sequa del Africa austral indican que aproximadamente dos tercios del aumento de los rendimientos obtenidos gracias a variedades de sorgo mejoradas procedentes de material del ICRISAT se han debido a la adopcin de tcnicas ms acertadas de gestin en las explotaciones, incluso durante una poca de grave sequa. Las actividades de extensin que acompaan a la distribucin de semillas mejoradas de elevado rendimiento son al menos tan importantes como el material gentico en cuanto tal, tambin en los casos de baja utilizacin de insumos. Un reciente estudio del GCIAI sobre los progresos de la agricultura marginal en el Africa occidental revela que se han conseguido tambin xitos apreciables en zonas de bajo potencial. Ello es muy importante para la estabilidad social y poltica de las regiones menos dotadas, en las que se encuentra una gran proporcin de la poblacin privada de seguridad alimentaria. En estas zonas, donde existen limitaciones biolgicas fundamentales para la produccin agrcola, los esfuerzos deben centrarse en la formacin y en las oportunidades de empleo no agrcola para reducir la presin sobre la tierra.

5.9En lo que se refiere a algunos productos pecuarios, la ciencia moderna dista mucho de haber hecho realidad todo el potencial gentico de las especies productoras (vase la Figura, en la que se recogen esquemticamente algunos datos sobre el perodo de 50aos transcurrido desde 1940 en relacin con los pollos, vacas de leche, ganado porcino y salmn del Atlntico cultivado). En la acuicultura tropical las mejoras genticas de algunas especies de carpa y de la tilapia durante los 10 ltimos aos han permitido aumentar los rendimientos en las explotaciones entre un tercio y la mitad en los cinco ltimos aos, lo que da motivo para prever una mayor disponibilidad de protenas a precio ms bajo en el futuro. En cuanto a las especies cticas y algunos tipos de ganado, las investigaciones se han centrado en un rpido aumento de la productividad. El mantenimiento y aprovechamiento de los recursos genticos animales para conseguir, adems de una mayor productividad, la resistencia a las enfermedades adquiere mayor importancia en la revolucin verde. Se ha de comprobar tambin los progresos obtenidos en el contexto de los sistemas de produccin, ya que los pequeos agricultores practican muchas veces una agricultura mixta como estrategia de seguridad alimentaria. Asimismo, deben abordarse cuestiones relativas a la nutricin y la salud.

6. Objetivos de la revolucin verde realtivos a la sostenbilidad

6.1Desde 1992 se han registrado notables progresos en la definicin del desarrollo sostenible en trminos operativos. Una cuestin de inters es la divisin del capital total que se debe mantener (o aumentar), dentro de cada generacin y entre generaciones, en cuatro componentes distintos: capital de la naturaleza, capital humano, capital institucional y capital social. Este concepto (vase Serageldin, 1995) supone que los componentes pueden cambiar de magnitud, lo que significa que puede ser legtimo (si se acta con prudencia) dejar que se reduzca el capital de la naturaleza a fin de incrementar, por ejemplo, el capital humano o el institucional.

6.2Por ello, el desarrollo agrcola sostenible supone que las iniciativas adoptadas deben aumentar la suma total de los componentes, aun cuando pueden variar sus proporciones relativas. Aunque todava se est buscando la manera de cuantificar cada uno de los componentes, este planteamiento puede servir como orientacin ms directa para determinar si las intervenciones calificadas de sostenibles contribuyen realmente a aumentar el capital total.

6.3El concepto actual de revolucin verde trata de asegurar el fortalecimiento de cada uno de los cuatro componentes del capital total, de tal forma que cada uno de ellos refuerce a su vez a los dems. Han surgido nuevos medios de comunicacin que ofrecen formas innovadoras de difundir los conocimientos en apoyo de los cambios en los sistemas de explotacin agrcola.

6.4El concepto de desarrollo sostenible presupone tambin el apoyo popular a los principios del buen gobierno. Las cuestiones relacionadas con la equidad son fundamentales para el desarrollo sostenible, tanto dentro de cada generacin como en la relacin entre ellas, lo que hace que sean sumamente importantes. La adopcin de planteamientos basados en la participacin debe considerarse como requisito imprescindible para la introduccin de sistemas agrcolas con potencial ms elevado, con el fin de conseguir que los grupos ms vulnerables de la comunidad en particular los jvenes, los ancianos y las mujeres participen de forma ms equitativa en los cambios previstos.

6.5Durante la revolucin verde se observ que la falta de conocimientos tcnicos de los agricultores haba constituido una cortapisa para la adopcin de sistemas de explotacin agrcola ms productivos. Debe mejorarse la productividad de la mano de obra para aumentar los ingresos. La introduccin de animales de tiro constituye un elemento importante para incrementar la productividad. Teniendo presentes las enseanzas de la primera revolucin verde, cabe esperar que, una vez que se disponga de las nuevas semillas y fertilizantes, los agricultores adoptarn las tecnologas agrcolas modernas y generarn fondos para seguir mejorando la productividad, por ejemplo, construyendo pozos entubados para el riego.

6.6Los monocultivos genticamente homogneos de la revolucin verde aumentaron el peligro de ataques masivos de plagas y enfermedades en el arroz y el maz, lo que, a su vez, indujo a la aplicacin en gran escala de los plaguicidas clsicos. En los ltimos aos, las enseanzas aprendidas de las fases iniciales de la revolucin verde han dado lugar a planteamientos inno-vadores que permiten combatir las plagas en forma ms integrada. Una gran variedad de tcnicas, entre ellas la lucha biolgica, est sustituyendo a la aplicacin masiva de productos agroqumicos, sobre todo en la produccin de arroz y en relacin con los pequeos agricultores tropicales. La FAO ha desempeado un papel decisivo en la introduccin de dichas tcnicas en el Asia sudoriental. La revolucin verde toma como punto de partida el manejo integrado de plagas y analiza ms a fondo las interrelaciones entre los ecosistemas naturales y adyacentes y las tierras agrcolas. Una de las bases del nuevo planteamiento consiste en mantener un gran nmero de opciones de lucha contra las plagas, enfermedades y malas hierbas. Asegurando una amplia variabilidad natural entre los organismos patgenos y las plagas se puede reducir el riesgo de crear resistencia a medidas especficas de lucha. Otra manera de ampliar las posibilidades de lucha es conseguir una mayor variacin gentica. Se ha visto ya el desarrollo del concepto de gestin integrada de sistemas de cultivo, que incluye el manejo integrado de plagas y la gestin integrada de los nutrientes.

6.7El mantenimiento de abundantes reservas genticas de los cultivos importantes,in situyex situ, ocupar un lugar prioritario en el programa de la revolucin verde. La comunidad internacional, en estrecha cooperacin con los organismos nacionales y al amparo de acuerdos internacionales, buscar activamente nuevos avances de la cooperacin internacional con ese fin. La base del desarrollo, que hasta ahora se ha centrado sobre todo en el arroz, el trigo y el maz, se ampliar a otros cultivos, incluidos los indicados por el GCIAI. Hay nuevas posibilidades de exploracin del potencial gentico en orden a una mayor productividad, incluso cuando los insumos externos son bajos, por ejemplo obteniendo variedades agrcolas resistentes a medios salinos o suelos cidos, o que puedan aprovechar ms eficientemente algunos nutrientes del suelo fuertemente retenidos. Es preciso continuar las investigaciones sobre la resistencia a la sequa y la resistencia gentica a las enfermedades, plagas y malas hierbas y su posible incorporacin a las nuevas variedades para uso de los agricultores.

6.8Hay una demanda cada vez mayor de productos pecuarios, debido tanto al crecimiento demogrfico como a los cambios en los hbitos alimentarios impulsados por la mayor prosperidad de muchas regiones, entre ellas Asia. Si bien gran parte de la poblacin pobre tiene todava una alimentacin fundamentalmente vegetariana, el potencial gentico de los grandes y pequeos rumiantes, ganado porcino, aves y pescado contribuir tambin en forma notable a mejorar la nutricin humana en el futuro. Tambin ser muy importante mantener y utilizar con prudencia los recursos genticos animales e cticos. En cuanto a la cra de ganado en los pases desarrollados, conveniene prestar especial atencin a la supervivencia de las razas locales y de los recursos genticos que ellas representan. Se han de mejorar las razas autctonas, en consonancia con los perfeccionamientos en materia de nutricin animal y la ganadera para explotar las posibilidades de rendimiento de las razas mejoradas establecidas. La implantacin de sistemas mixtos sostenibles de agricultura-ganadera constituye un factor importante para aumentar la produccin animal.

6.9La mejor comprensin de la relacin entre suelos y plantas ha sentado nuevas bases para el ciclo de los nutrientes, lo que permite reducir la necesidad de aplicaciones masivas de fertilizantes, tan frecuentemente asociadas con la revolucin verde. En los sistemas agrcolas intensivos, la escorrenta de las tierras agrcolas ha provocado problemas de contaminacin tambin en los pases en desarrollo donde el uso de fertilizantes es, por lo dems, bajo. Pero en 1992 el consumo medio de fertilizantes por hectrea de tierra de cultivo en Africa fue de unos 20 kg de nitrgeno, fosfato y potasio (NPK), frente a 300 kg en China y unos 100 kg en los pases desarrollados. En la prctica, los pequeos agricultores de Africa aplican comnmente menos de 5 kg por hectrea en sus cultivos alimentarios bsicos. Un mayor acceso y una utilizacin ms prudente de los fertilizantes son elementos importantes de la revolucin verde. No es posible negar las graves deficiencias de fosfato en muchos suelos africanos ni la necesidad de mejorar los suelos fuertemente cidos de Africa y Amrica Latina para obtener aumentos significativos de los rendimientos. Al mismo tiempo, hay tecnologas que permiten un mayor aprovechamiento del nitrgeno atmosfrico mediante una mejor nodulacin de las leguminosas y las prcticas de agrosilvicultura promovidas, por ejemplo, por los institutos del GCIAI, el Centro Internacional de Investigaciones Agro-forestales (ICRAF) y el Instituto Internacional de Agricultura Tropical (IITA). Si bien la incorporacin de la fijacin efectiva del nitrgeno a otros cultivos importantes puede resultar tecnolgicamente viable en el futuro, no es probable que tenga resultados decisivos para los pequeos agricultores tropicales durante el prximo decenio. Para la fijacin biolgica del nitrgeno por las plantas de cultivo y la utilizacin de abono verde y de leguminosas arbreas se requieren recursos de agua y nutrientes por los cuales pueden competir otras plantas de cultivo. En algunos sistemas de explotacin agrcola, pueden emplearse complementos a los fertilizantes minerales, en lugar de sustituirlos. Un mejor aprovechamiento de las acumulaciones subsuperficiales de nitrgeno (que ahora slo contribuyen, en muchos casos, a agravar la contaminacin de las aguas subterrneas), mediante el reciclado con cultivos arbreos de sistemas radiculares profundos, puede llegar a formar parte del planteamiento promovido por la revolucin verde.

6.10La degradacin de los suelos es un fenmeno grave en muchas zonas, tanto en regiones altamente productivas como en tierras ms marginales. Las tierras muy erosionadas tienen costos de rehabilitacin sumamente elevados. Las medidas preventivas son mucho ms eficaces en funcin de los costos. Las buenas prcticas de cultivo son un elemento fundamental de la revolucin verde. Las investigaciones sobre la conservacin de los suelos han ofrecido nuevas posibilidades de aprovechamiento sostenible de la tierra tambin en zonas marginales, entre las que cabra citar las tcnicas de cultivo en terrazas de bajo costo y de fcil aplicacin para los agricultores, el uso de lindes vegetativos y las tcnicas agroforestales. De igual modo, el laboreo de conservacin, en el que se empleen herbicidas no perjudiciales para el medio ambiente, puede desempear una importante funcin para luchar contra la erosin del suelo, mejorar la conservacin de la humedad y aumentar la materia orgnica. Adems, ello supone el empleo de tecnologa que ahorra mano de obra. Estos planteamientos alternativos requieren menos concentracin de mano de obra que las tcnicas anteriores, que los campesinos consideraban muchas veces insostenibles en sus sistemas de produccin.

6.11La ordenacin acertada de los recursos hdricos es otra de las claves para aumentar la productividad en muchos sistemas agrcolas tropicales y sub-tropicales. Los decepcionantes resultados de muchos planes de riego en gran escala, en funcin de su economa, han obligado a replantearse el problema de la funcin de la agricultura de regado2en una revolucin verde. Los fracasos anteriores se han debido a problemas en el diseo tcnico, por ejemplo, falta de drenaje; sistemas arbitrarios de fijacin de precios, que alientan la utilizacin inadecuada de los recursos hdricos; deficiencias generales en los sistemas de mantenimiento y gestin de la infraestructura fsica, e insuficiente transferencia de conocimientos a agricultores con poca experiencia de riego.

6.12Es probable que contine pendiente el problema de la ordenacin de los recursos hdricos en las zonas tropicales y subtropicales con elevada evapo-transpiracin e irregular calidad del agua.

6.13La ampliacin, en trminos moderados, de las zonas de riego, mediante planes de gran intensidad y bajo costo especialmente en Africa, constituir un elemento importante de las actividades de la nueva revolucin verde. Es tambin importante velar por que se consiga un reparto equitativo de los recursos de tierras y aguas para las comunidades que practican sistemas de explotacin agrcola diferentes. Habr que reducir la competencia por el agua y la tierra entre, por ejemplo, las poblaciones dedicadas a actividades pastoriles y al riego. En asociacin con la expansin del riego debe fomentarse una nueva y mejor comprensin del papel que los recursos hdricos pueden tener en la propagacin de enfermedades humanas, y de la manera en que la buena gestin y la sensibilizacin de la opinin pblica sobre los peligros para la salud pueden ayudar a reducir la incidencia de enfermedades. Se ha establecido una estrecha cooperacin sobre estos temas entre la FAO, la Organizacin Mundial de la Salud (OMS), el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y el Centro de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos: Hbitat.

6.14Los agricultores en situacin de inseguridad alimentaria tratan de evitar los riesgos distribuyndolos en numerosas actividades. Pueden aceptar con mayor facilidad que se aliente una mayor integracin de cultivos, animales y cultivos arbreos en los sistemas de produccin en pequea escala con el fin de acomodarse a la concepcin de las formas de vida sostenible que suele prevalecer en las comunidades econmicamente marginadas. Pero no se puede olvidar la importancia que los nuevos cultivos comerciales pueden tener para los pequeos propietarios: los xitos conseguidos con la produccin de palma de aceite en el Asia sudoriental y con la produccin de soja para aceite y protena en la India constituyen buenos ejemplos de sistemas de explotacin agrcola con posibilidades de desarrollo sostenible. La produccin no maderera ofrece un potencial todava mayor de aprovechamiento sostenible, en el que se combinaran los efectos de una posible mejora en la ordenacin de cuencas hidrogrficas y de una mayor contribucin a las necesidades de alimentacin.

7. Zonas idneas para la revolucin verde

7.1Es ms probable que los beneficios derivados de una revolucin verde se pongan de manifiesto antes y en mayor medida en las zonas ms frtiles; es decir, es ms importante concentrar los esfuerzos en las zonas mejor dotadas de las regiones con dficit real de alimentos. El aumento de la produccin alimentaria, tambin con destino al mercado, provoca una intensificacin de las actividades econmicas, con los consiguientes efectos positivos, sobre todo el aumento de los ingresos y del empleo, en beneficio tambin de los pobres. El aumento de la produccin conseguido en las zonas ms frtiles mejorar, en primer lugar, la seguridad alimentaria nacional, pero tambin la seguridad alimentaria familiar de los campesinos pobres que viven en esas zonas. La ordenacin de las tierras frtiles reduce la presin para dedicar al cultivo de nuevas zonas vulnerables.

7.2Es tambin previsible que la ordenacin eficaz de las zonas mejor dotadas aliente la inversin en tierras ms marginales. Estas no son siempre tierras vulnerables (por ejemplo, las zonas de suelos cidos de Amrica del Sur y el Africa austral), pero quiz ofrezcan menos perspectivas de conseguir una rentabilidad rpida y elevada de las inversiones. No obstante, la introduccin de pequeas mejoras en la produccin de las zonas marginales puede redundar en beneficio de muchas de las familias privadas hasta ahora de seguridad alimentaria y hacerlo en forma ms directa que los efectos de extensin previstos de las inversiones en las zonas de elevado potencial. Hay que tener tambin en cuenta las zonas menos dotadas a fin de evitar la creacin de desequilibrios sociales y polticos a nivel nacional o regional. Dado el crecimiento de la demanda de los mercados urbanos en expansin y la posibilidad de que en la alimentacin de la poblacin urbana se conceda cada vez mayor importancia a los productos agrcolas de mayor valor, el mercado puede ofrecer a quienes hoy estn privados de seguridad alimentaria la posibilidad de ingresar, en calidad de productores, en economas en crecimiento o de encontrar oportunidades de ingreso no agrcola promovidas por el fenmeno general de la expansin econmica.

7.3Para la poblacin urbana expuesta a una situacin de inseguridad alimentaria, un aspecto que reviste especial inters es el potencial de la agricultura periurbana (normalmente produccin de hortalizas y animales pequeos) como complemento de los alimentos bsicos producidos en las zonas rurales. El desarrollo de las actividades agrcolas y forestales urbanas y periurbanas tiene una ventaja competitiva, dada su breve distancia de un grupo de consumidores con capacidad adquisitiva superior a la media. La silvicultura y la agricultura periurbana ofrecen un potencial todava desaprovechado tanto en lo que respecta a la generacin de empleo como a la produccin de alimentos y combustibles. Los precios locales de la tierra que se registren en la prctica o el valor de la tierra en otros trminos pueden afectar a esta nueva posibilidad.

8. Nuevos instrumentos de la revolucin verde

8.1La revolucin verde ha enseado que los avances cientficos no pueden por s solos resolver los problemas de la seguridad alimentaria de los pases en desarrollo. Los dirigentes polticos deben crear un entorno socioeconmico o institucional propicio. Por otra parte, el acceso al crdito y a los mercados contribuye en forma decisiva a aumentar la productividad. El aumento de la produccin de alimentos no conduce necesariamente a una mayor equidad. La introduccin de una agricultura caracterizada por la gran utilizacin de insumos y la elevada produccin, as como la vulnerabilidad de las tierras de alto y bajo potencial cuando se producen cambios importantes en los sistemas de explotacin agrcola pueden tener consecuencias ambientales no des-deables. El progreso sostenible casi siempre supone una mayor participacin popular, que permite a los interesados escoger entre las nuevas herramientas y combinarlas con las circunstancias tecnolgicas, sociales, culturales y econmicas creadas por sus sistemas tradicionales.

8.2Los pases que han conseguido mayor seguridad alimentaria nacional y familiar, tambin en beneficio de los pobres, han demostrado en el pasado un fuerte inters poltico por la agricultura, una atenta consideracin de los incentivos econmicos a la produccin agrcola; estos pases han hecho inversiones humanas y econmicas en investigacin, extensin y capacitacin.

8.3Consciente de todo ello, la comunidad mundial puede contribuir a respaldar los esfuerzos de los pases pobres y de la comunidad de donantes para asegurar que los resultados de la investigacin puedan transferirse a los agricultores y para que las diferencias de rendimiento existentes entre las prcticas comprobadas en la investigacin y en centros experimentales, por un lado, y en las explotaciones de los campesinos, por el otro, se puedan reducir significativamente. No obstante, es preciso promover las iniciativas nacionales e internacionales de investigacin para evitar que el desfase cronolgico entre el comienzo de una investigacin y la posibilidad de que los agricultores puedan beneficiarse de sus resultados limite las nuevas exigencias que se plantearn a la produccin de alimentos de aqu al ao 2010 y en lo sucesivo.

8.4Con este fin ser necesario:

Asesorar y apoyar a los gobiernos de los pases expuestos a una situacin de inseguridad alimentaria para que den mayor prioridad a la formulacin de polticas agrcolas acertadas y su ajuste a los nuevos regmenes comerciales internacionales. En particular, el logro de un acceso ms abierto a los mercados y la fijacin de precios equitativos sern elementos importantes para aumentar la produccin. Estas polticas deben ocuparse de mejorar los sistemas de suministro de los insumos necesarios para incrementar la productividad (semillas, fertilizantes, productos qumicos para proteger los cultivos y suministros veterinarios).

Revitalizar los servicios nacionales de extensin agraria, capacitacin e investigacin, incluidas las universidades nacionales, y los mecanismos necesarios para que la ayuda llegue hasta los pobres y hasta la poblacin sin seguridad alimentaria, incluidas las mujeres, muchas veces olvidadas en las estrategias nacionales. Deben fortalecerse tambin las relaciones entre la investigacin y la extensin.

Proporcionar asesoramiento a los organismos nacionales de extensin e investigacin con el fin de crear sistemas agrcolas ms sostenibles desde el punto de vista ambiental, con mayor atencin a los mtodos que puedan aumentar la produccin alimentaria y a las zonas y grupos de agricultores que siguen teniendo un acceso limitado a los insumos externos. Tambin sern importantes los mtodos participativos aplicados a la extensin y a la formulacin de nuevos programas de investigacin.

Promover la cooperacin con los organismos internacionales de investigacin agraria, especialmente el GCIAI, para velar por que las iniciativas internacionales de investigacin estudien los efectos de la produccin en las explotaciones agrcolas. Es preciso continuar perfeccionando algunos mtodos, en particular la nueva biotecnologa, que tan buenos resultados han dado en la revolucin verde, y aplicar la lucha biolgica contra plagas y malas hierbas y la lucha integrada contra las plagas, que pueden ofrecer rendimientos ms elevados y ms compatibles con el medio ambiente sin necesidad de muchos insumos, incluidos los que pueden adaptarse a las zonas vulnerables y marginales con menos potencial inmediato.

Buscar un consenso entre todas las partes interesadas, tanto entre los pases destinatarios como entre los donantes, a fin de conseguir que la seguridad alimentaria reciba gran prioridad en las polticas nacionales de desarrollo.

9. Conclusiones

9.1Es necesario dar un nuevo impulso a la revolucin verde con el fin de atender las necesidades legtimas de las personas expuestas a la inseguridad alimentaria, tanto a nivel nacional como familiar. La presin del crecimiento demogrfico en muchos pases agrava esta urgencia. El objetivo principal es ayudar a los agricultores de los pases en desarrollo a reducir y, si es posible, eliminar la diferencia entre los rendimientos que obtienen ellos y los que se consiguen en los centros experimentales.

9.2Es tambin menester aumentar las inversiones en investigacin agraria, con fondos tanto nacionales como de la comunidad internacional de donantes. La biotecnologa, la lucha integrada contra las plagas y la elaboracin de los productos despus de la cosecha ofrecen considerables perspectivas a ms largo plazo que requieren decididos esfuerzos, sobre todo para la formulacin de alternativas encaminadas especficamente a la poblacin sin seguridad alimentaria. Se requieren tambin renovados esfuerzos de investigacin agraria para poder aumentar los rendimientos de algunos cultivos cuya produccin real se aproxima bastante a la obtenida en los centros de investigacin (en particular el arroz y el trigo), y conseguir nuevos aumentos de la producti-vidad de la ganadera y acuicultura.

9.3La revolucin verde deber realizarse de acuerdo con los principios del desarrollo sostenible. Los polticos deben conseguir una mayor equidad dentro de cada generacin y entre generaciones, incluso por lo que respecta a su seguridad alimentaria, dado que ello constituye el fundamento para aplicar este cambio tecnolgico. Es necesario considerar globalmente la grave falta de compromiso poltico con el desarrollo agrcola en muchos pases que deben hacer frente a situaciones de inseguridad alimentaria, as como en la comunidad de donantes.

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Notas

1Vase tambin el documento N 8 de la CMA, tituladoAlimentos para el consumidor: comercializacin, elaboracin y distribucin.

Regresar al texto2Vase el documento N 7 de la CMA, tituladoProduccin de alimentos: funcin decisiva del agua.