Revista_Excluidos_Apatridas

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El extraño y desconocido mundo de los apátridas REPORTAJE ESPECIAL N O 1 3 5 2 0 0 7 La Agencia de la ONU para los Refugiados

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  • El extrao y desconocido mundode los aptridas

    R E P O R T A J E E S P E C I A L

    N U M B E R 1 4 7 I S S U E 3 2 0 0 7 N O 1 3 5 2 0 0 7

    La Agencia de la ONU para los Refugiados

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    E D I T O R I A L

    NUEVO GiROeN UN TRiSTE RELATO

    EX I S T E N S E R I O S T E M O R E S D E Q U E A L G U N O S

    pequeos estados isleos desaparezcan del todo en unfuturo cercano como resultado del cambio climtico.Entre los que se consideran especialmente vulnerables

    se encuentran Kiribati, Vanuatu, las islas Marshall, Tuvalu, lasMaldivas y las Bahamas.

    Las mareas altas ya han destruido hogares, jardines y sumi-nistros de agua potable en las islas Carteret de Papa NuevaGuinea, que podran desaparecer completa-mente bajo las olas en una fecha tan tem-prana como 2015. Ya ha dado comienzo laevacuacin de los 2.000 habitantes de lasCarteret a otras zonas de Papa Nueva Gui-nea.

    Si los estados isleos de Kiribati (93.000habitantes) y Tuvalu (10.000) siguen elmismo camino, sus problemas sern muchoms complejos que el simple hecho de hacerlas maletas y mudarse a otro lado. Todas lasinstituciones de una moderna nacin par-lamento, polica, tribunales, educacin y sa-nidad habrn desaparecido junto con losatolones de coral, las playas de arena y laspalmeras.

    Los isleos tendrn que hallar el modode reconstituir su desaparecido estado enotro lugar o encontrar otro que los adoptecomo ciudadanos, dndoles un pasaporte yproporcionndoles el mismo tipo de protec-cin y asistencia que reciben las gentes delpas. De otro modo se convertirn en aptri-das, todo lo aptrida que se puede ser.

    Un estudio de 2005 entregado a la Comi-sin de Derechos Humanos de la ONU re-suma el dilema en pocas palabras : Mientras que los estados[] estn acostumbrados a tratar cuestiones sobre sucesin esta-tal, parece que la extincin de un estado, sin que exista un suce-sor, no encuentra precedentes. El estudio pona tambin demanifiesto una larga lista de incmodas cuestiones que surgi-ran en un caso as, la mayora en torno a los derechos de la po-blacin afectada, y quin sera responsable de garantizar queesos derechos fueran respetados.

    Puede que no sirva de consuelo, pero, en el supuesto de queun pas se hundiera, sus habitantes no estaran solos. El acnur (que tiene un mandato para aptridas as como para refugiados) maneja actualmente una cifra oficial de 5,8millones de aptridas en 49 pases. Sin embargo, la agenciapiensa que el total real podra estar ms cercano a los 15millones.

    Algunas personas acaban siendo aptridas a causa de ac-cidentes legislativos o burocrticos, no necesariamenteporque alguien las haya desposedo deliberadamente de suidentidad nacional. Aunque an no se haya hundido nin-gn pas, millones de personas se han vuelto aptridasporque el estado en el que ellas o sus antepasados nacieronha adoptado otra forma en algn sentido abstracto : ha sidocreado, dividido, disuelto, descolonizado, conquistado o li-

    berado.Cuando un estado sufre una modi-

    ficacin tan importante como sta, lacuestin de quin es y quin no es ciudadano pasa a primer plano. Losque quedan marginados durante esteproceso suelen no tener otro sitio adonde ir. Incapaces de cambiar su si-tuacin, se ven a menudo empujadospor la marea burocrtica a los mr-genes de la sociedad, donde permane-cen vulnerables, empobrecidos yvctimas del olvido.

    Otros acaban siendo aptridascomo consecuencia imprevista de uncambio en la legislacin nacional opor la incompatibilidad entre lasleyes de dos estados diferentes. Y unaconsiderable minora es vctima deun tipo de apatridia an ms perni-ciosa : la exclusin deliberada de gru-pos enteros a causa de algn tipo dediscriminacin poltica, religiosa otnica.

    Pero en el extrao y tristemundo de los aptridas han entrado

    algunas corrientes de aire fresco. Se han producido recien-temente algunos avances polticos y legislativos paragrandes grupos de aptridas en Sri Lanka, Tailandia, Nepaly varios pases del Golfo. Cada vez ms estados se dancuenta de que enterrar la cabeza en la arena en lo concer-niente a los grupos de aptridas que pueblan su territoriono es una solucin.

    Si esta tendencia contina, puede que, en el momento enque el primer estado isleo se sumerja en las aguas, sus otrorahabitantes encuentren un mundo ms inclinado a tomar lasmedidas necesarias para evitar su entrada forzosa en el oscurogueto mundial de los aptridas. Atajar el cambio climtico seruna tarea herclea, pero prevenir este particular efecto secun-dario no debera estar por encima de las capacidades colectivasde la comunidad internacional.

    Tuvalu, uno de los pases isleos msamenazados por el cambio climtico.

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    4Cada da nacen o se crean por error nuevosaptridas.

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    20Obtener lanacionalidad setraduce en nuevasoportunidades para loscosecheros de t aptridas en Sri Lanka.

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    28La apatridia ha tenido un efectodesestabilizador enmuchos pases africanos.

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    EditorRupert Colville

    ColaboradoresGreg Constantine, Keith Delaney, Betsy Greve, Nanda Na Champassak, Gisle Nyembwe, Barbara Porteous ypersonal del acnur en todo el mundo.

    Asistente editorialManuela Raffoni

    Departamento fotogrficoSuzy Hopper, Anne Kellner

    DiseoVincent Winter Associs, Pars

    ProduccinFranoise Jaccoud

    DistribucinJohn OConnor, Frdric Tissot

    Reproduccin fotogrficaAloha Scan, Ginebra

    MapasUnidad de Mapas del acnur

    Documentos histricosArchivos del acnur

    Comisin Coordinadora de Refugiados en espa-ol: Agni Castro-Pita, Representante delACNUR en Espaa. Por parte de la Secretarade Estado de Inmigracin y Emigracin : Estre-lla Rodrguez Pardo, Directora General de Inte-gracin de los Inmigrantes ; Miguel ngelAznar Nieto, Subdirector General de Interven-cin Social ; Roberto Amurrio igo, Subdirec-tor General Adjunto. Responsable de la versinespaola de Refugiados: Franesca Fontanini.

    Refugiados es una publicacin de la Seccin deInformacin Pblica del Alto Comisionado delas Naciones Unidas para los Refugiados. Lasopiniones expresadas por nuestros colaborado-res no coinciden forzosamente con las delACNUR. Los trminos empleados y los mapasincluidos no suponen una toma de posicin porparte del ACNUR en cuanto al estatuto jurdicode ningn territorio o las autoridades delmismo. Refugiados se reserva el derecho de edi-tar todos los artculos antes de su publicacin.Los textos y fotos sin copyright puedes ser re-producidos sin autorizacin previa. Por favor,citen al ACNUR. Las fotografas, excepto las quetienen copyright, pueden obtenerse slo parausos profesionales. Edicin espaola: 16.200ejemplares, financiada por el Gobierno espaola travs de la Direccin General de Integracinde los Inmigrantes.

    Tirada : 111.000 ejemplares en ingls, francs,italiano y espaol.

    ISSN 0252-791 XD.L.: M. 43.567-1984

    Portada :Musulmanes aptridas del estado de Rakhine,en el norte de Myanmar (tambin conocidoscomo rohinyas), que viven en Bangladesh.ACNUR / G.M.B. AKASH / BGD2006

    Contraportada :Las manos de una jornalera aptrida de 75aos en una plantacin de t de Sri Lanka.ACNUR / G. AMARASINGHE / LKA2007

    UNHCR-ACNURP.O. Box 25001211 Geneva 2, Switzerland

    www.unhcr.org

    www.acnur.org

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    4 T E M A D E P O R T A D ALos aptridas suelen vivir al margen de la sociedad : vulnerables, empobrecidos y vctimasdel olvido.

    N E P A L16 M U E V E M O N T A A SUna masiva campaa del gobierno de Nepal ha regularizado el estatus de ciudadana de 2,6 millones de personas.

    18 A P T R I D A S C L E B R E SUna cineasta, un fsico, un escritor y un violonchelista que llegaron hasta lo ms alto pese a ser aptridas.

    20 X I T O E N S R I L A N K ASri Lanka ha concedido la nacionalidad a 190.000 recolectores de t tamiles cuyos antepasados fueron trados por los britnicos hace dos siglos.

    24 L O S E N T I M O S, G N E RO E Q U I VO CA D OEn algunos pases, una madre no puede transmitirsu nacionalidad a los hijos ; slo el padre puede hacerlo.

    26 S I N M A R I D O N O H A Y P A SPara las mujeres vietnamitas que se casan con extranjeros perder al marido puede significar tambin perder su pas.

    28 E L P R O B L E M A D E F R I C ALa herencia colonial, la manipulacin poltica y los factores medioambientales contribuyen a unaumento de la apatridia en frica.

    30 D E P R O N T O E R E S N A D I EEl dueo de una editorial de peridicos en Zimbabwe dirige una campaa contra la apatridia.

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    MINISTERIODE TRABAJOY ASUNTOS SOCIALES

    Direccin Generalde Integracinde los Inmigrantes

    Secretara de Estadode Inmigracin yEmigracin

    Subvencionado por :

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    Millones de personas buscanuna salida al sombro mundo de la apatridia

    Algunos aptridas como stos de un campo deBangladesh sontambin refugiados,pero la gran mayora no lo son.

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    P O R P H I L I P P E L E C L E R CY RU P E RT C O LV I L L E

    l contrario que la filsofaHannah Arendt (que, pese a seraptrida durante 16 aos, disfrut deuna carrera de inmenso xito), la

    mayor parte de los aptridas son, casi pordefinicin, annimos. Gente que vive en lasombra al margen de la sociedad. Gente sinninguna oportunidad de hacer carrera.

    Hay aptridas en todos los rincones delplaneta, en los pases en desarrollo y en losdesarrollados. Y hay muchas maneras de con-vertirse en aptrida. Algunos son aptridaspor medidas tomadas hace mucho tiempo, ycada da nacen o se crean por error nue-vos aptridas.

    DESPOSEDOS DE SUS DERECHOSAlgunos como Hannah Arendt, que perdila nacionalidad alemana tras huir de los nazis en1933, o los kurdos feili, que fueron expulsados delIraq de Saddam Hussein pasan a ser aptridascomo resultado de decretos oficiales que tratandeliberadamente de excluirlos de cualquier papelsignificativo en la sociedad, expulsarlos del pas o(en el caso de los judos europeos de la poca nazi)como preludio del intento de exterminarlostotalmente.

    Contra toda lgica, incluso el desarrollo de lademocracia puede ser lo que, en ocasiones, esti-mule la exclusin de un grupo concreto de la listade ciudadanos, por el temor de los gobernantesa que el grupo en cuestin, o algunos de susrepresentantes prominentes, se alineen con laoposicin poltica.

    Quitarte la nacionalidad es quitarte la vida; es como regresar al mundo primitivo de los hombres de las cavernas o los salvajesPodras vivir y morir sin dejar rastro.

    HANNAH ARENDTLos orgenes del totalitarismo

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    o simplemente por un conflicto legislativo entreestados.

    Los resultados para los afectados suelen serdevastadores. No siendo responsables de nada,algunas personas entre otras la mujer de 24 aoscuyo desesperado llamamiento desde una celda semuestra a la izquierda pueden llegar a perder lalibertad porque sus padres infringieron las leyesde inmigracin cuando ellos eran nios. Puedenpermanecer encerrados de manera indefinidaporque no hay un estado que los acepte comociudadanos.

    Algunas veces los nios nacen aptridas y lo siguen siendo toda su vida. Como tales, es posible que no puedan ir a la escuela o launiversidad, trabajar legalmente, poseerbienes races, casarse o viajar. Puede resul-tarles difcil ser admitidos en un hospital,imposible abrir una cuenta bancaria y notener ninguna oportunidad de recibir unapensin.

    Si alguien les roba o los viola, quizs seencuentren con que no pueden poner unadenuncia puesto que legalmente no exis-ten, y la polica les exige una identidadpara poder abrir una investigacin. Sonextremadamente vulnerables a laexplotacin como mano de obra baratao cautiva, especialmente en los pasesdonde no pueden trabajar legalmente.

    Luego, como si todo esto no fuerabastante, muchos aptridas estncondenados a traspasar su apatridiaa sus propios hijos, como si fueseuna especie de enfermedad de tipo

    gentico.En un extremo del espectro, algunos grupos de

    aptridas disfrutan de casi todos sus derechos bsi-cos ; por ejemplo, el medio milln de personas quepertenecen a las minoras rusoparlantes de Leto-nia y Estonia, a las que no obstante se siguenegando el derecho democrtico al voto.

    Pero, para muchos aptridas en todo el mundo,es una situacin corrosiva y desmoralizadora queempaa prcticamente cualquier aspecto de susvidas.

    Una aptrida llamada Chen, que en cierta oca-sin se encontr tirada en tierra de nadie entre dosde sus posibles pases de nacionalidad, describe loque se siente en esos casos :

    Habindome dicho No en el pas donde vivo,habindome dicho No en el pas donde nac,habindome dicho No en el pas de donde proce-den mis padres, siento que no soy nadie y nisiquiera s por qu estoy viva. Los aptridas tene-mos siempre la sensacin de ser prescindibles.

    Entre los grupos que,por una u otra razn, han quedado fuera del

    grueso de ciudadanos con derechos cuando se constituyo reform su estado, se encuentran los musulmanes delestado de Rakhine (tambin conocidos como rohinyas),al norte de Myanmar, algunas tribus de las montaas deTailandia, los bidunes de los pases del Golfo, los locham-pas de Bhutn, los madhesi de Nepal y diversos gruposnmadas en todo el mundo.

    Y luego, por supuesto, estn los palestinos, muchosde los cuales se convirtieron en refugiados aptridasdurante los tumultuosas revueltas que rodearon la cre-acin del estado de Israel en 1948.

    KAFKIANOOtras personas no poseen (o pierden) lanacionalidad por efecto involuntario de leyes mal

    diseadas, por un pobre sistema para inscribir losnacimientos, por otros descuidos administrativos

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    CoNtra toda lOgica, iNcluso el desarrollo de lala exclusiON

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    En 1969, Hannah Arendtse convirti en ciudadanaestadounidense.

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    RECHAZADOS POR LA HISTORIACientos de miles de personas son hoy aptridaspor algn tipo de conflicto en un pas que ha cam-biado de rgimen poltico o porque cayeron en elagujero negro dejado por un imperio en desapari-cin.

    Los grupos que se convirtieron en aptridastras la disolucin del Imperio Otomano, por ejem-plo, incluyen algunas de las poblaciones kurdasque se trasladaron a Siria desde otros puntos delimperio.

    Cuando Siria hizo un censo en 1962, unos300.000 kurdos se quedaron sin nacionalidad. En algunos casos, algunos miembros de una fami-lia reciban la nacionalidad y otros no (a resul-tas de lo cual estos ltimos son aptridas desdeentonces).

    Este tipo de gente puede incrementar sus espe-ranzas por los acontecimientos de Sri Lanka,donde, gracias a una nueva ley aprobada en 2003(casi dos siglos despus de que los trajeran de laIndia britnica), cientos de miles de tamiles mon-taeses pueden ahora obtener la ciudadanamediante una sencilla declaracin. Y otro avancean ms impresionante se ha producido a princi-pios de 2007 en Nepal, donde, como una feliz con-secuencia del proceso de paz, se ha hecho entregade certificados de ciudadana, en tan slo cuatromeses, a la notable cifra de 2,6 millones de perso-nas previamente aptridas.

    (En la otra pgina)Carta de una mujeraptrida detenida enel pas donde havivido los ltimosnueve aos, porquesupuestamente suspadres infringieronlas leyes deinmigracin cuandoera nia.

    (Izquierda)Muchos de los100.000 nubiostrados desde Sudna Kenia por losbritnicos durante lapoca colonial llevanuna vida difcil, lamayora en labarriada Kibera deNairobi, dado que nohan sido reconocidoscomo ciudadanoskeniatas de plenoderecho y ya notienen ningn vnculocon Sudn.GE

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    Qu es un aptrida?El trmino aptrida se refiere a alguien noconsiderado nacional, segn las leyes delpas, de NINGN estado (tambin conocidocomo aptrida de jure). Una segundacategora con una definicin menos rgidaes la de aptrida de facto, que no disfruta delos mismos derechos que los demsciudadanos (por ejemplo, su pas no leconcede el pasaporte o no le permiteregresar) o que es incapaz de demostrar sunacionalidad.

    Qu es nacionalidad o ciudadana?Los trminos no son necesariamentesinnimos. Sin embargo, algunos pasesutilizan ambos para describir el vnculolegal que une a un estado y un individuo.Incluye derechos as comoresponsabilidades polticas, sociales yeconmicas, tanto del gobierno como delciudadano.

    Cmo se concede la nacionalidad?Generalmente a travs del registro denacimientos en el territorio de un pas, ladescendencia de otro ciudadano o lanacionalizacin por matrimonio con unciudadano. La nacionalidad puede tambinconcederse tras residir durante un periodode tiempo establecido o por otras razonesespecficas. Las normas varan segn el pas, yestas variaciones son a menudo la causa dela apatridia.

    Son los refugiados aptridas?Pueden ser aptridas de jure, pero la mayorano lo son. Hay grupos o individuos a los quese desposee de su nacionalidad como partede un proceso de persecucin, y que luegohuyen como refugiados. O al contrario, soncastigados por haber huido privndoseles dela nacionalidad. Pero muchos aptridas nosufren persecucin y muchos refugiadosconservan su nacionalidad durante suterrible experiencia en el extranjero.

    democracia puede ser lo que estimule de uN grupo coNcreto de la lista de ciudadaNos.

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    Pocos estados cuentan conestadsticas fiables sobre losaptridas. A finales de 2006, elACNUR informaba de 5,8millones en dificultades paraidentificar su nacionalidad en49 estados. Sin embargo, laagencia cree que el totalverdadero puede acercarse alos 15 millones. En este mapano se recoge a los aptridastambin reconocidos comorefugiados.

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    Estados con una poblacin aptridaconocida de ms de 10.000.

    Estados con considerablespoblaciones en riesgo de apatridiapero sin estadsticas fiables.

    * El total en Nepal ha descendidoconsiderablemente en 2007 debido auna regularizacin masiva.

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    PASES CAMBIANTESLos estados siguen cambiando y convirtiendo aciertos grupos en aptridas durante el proceso.

    Quizs el ejemplo ms espectacular de los ltimosaos sea la divisin de un solo estado la URSS enlos 15 distintos que le han sucedido. En diciembre de1991, dej de existir la ciudadana sovitica, dejando a287 millones de personas necesitadas de una nuevaidentidad.

    Como resultado de este terremoto poltico sin pre-cedentes, se calcula que entre 54 y 65 millones de per-sonas se encontraron de repente viviendo en elextranjero. Muchos pudieron solucionar finalmentesu situacin, pero otros que tenan nexos con dos esta-dos se convirtieron en ciudadanos sin pas, entre ellosmuchas personas de origen ruso, ucraniano y bielo-rruso que vivan en Asia central y en el Bltico (verartculo superior).

    P O R V I V I A N TA N

    AAlexei Martinov ha pasado la mitadde su vida vagando por Asia Centralen busca de un pas que lo acepte.Hoy, 16 aos despus de convertirse enaptrida, espera contra todo pronstico unaoportunidad para empezar una nueva vidacon sus dos hijos en la tierra de susantepasados, que nunca ha pisado.

    Martinov es una de las muchas personasque quedaron atrapadas entre las grietas le-gales tras la desintegracin de la Unin So-vitica en 1991, y su odisea por cinco pasestipifica la compleja cadena de causa yefecto burocrtico que yace tras tantoscasos de apatridia de la era postsovitica.Muchos de ellos, en un principio al menos,giraban en torno al propiska, el important-simo permiso de residencia que todo ciuda-dano sovitico deba poseer y que estabadiseado para controlar los movimientos in-ternos de poblacin en la URSS.

    Alexei Martinov, ahora con 35 aos, eshijo de rusos que vivan en Uzbekistn orien-tal, entonces parte de la Unin de Repbli-cas Socialistas Soviticas. En 1990 se fue aestudiar a Ucrania con el apoyo de su koljso comuna. Le transfirieron su propiskadesde Uzbekistn a Ucrania.

    Al ao siguiente regres a Uzbekistncon el fin de conseguir dinero para la se-

    gunda parte de su educacin. De pronto, araz del colapso de la Unin Sovitica, elmundo de Martinov, que entonces contaba19 aos, se puso patas arriba. En el Uzbekis-tn recientemente independizado los acuer-dos previos con los koljoses soviticosdejaron de tener validez. Mientras, en Ucra-nia ahora un pas extranjero su institutose neg a devolver el propiska a Uzbekistn,aparentemente porque tena algunas factu-ras pendientes.

    Ese fue slo el principio de la pesadillaburocrtica multinacional que empez adesencadenarse entonces, afectando a Mar-tinov y a otros muchos millones como lpor toda la antigua Unin Sovitica.

    Eran tiempos de choques intertnicos ysentimientos antirrusos en Uzbekistn re-cuerda Martinov. Quemaron la casa demis padres, que decidieron huir a Turkmenis-tn. Valindome de mi antiguo pasaporte so-vitico, fui a Kazajstn a reunirme con lafamilia de mi mujer.

    La pareja se mud a la casa del suegro deMartinov, pero fue incapaz de conseguir unpropiska kazajo, requisito esencial para ob-tener empleo legal, adems de servicios b-sicos como atencin mdica. Unos aos mstarde se trasladaron a Turkmenistn, dondeviva su familia.

    Su padre haba muerto mientras l seencontraba en Kazajstn y su madre viuda y

    su hermana se haban casado con hombresdel pas, obteniendo la nacionalidad turco-mana (Turkmenistn tambin ha nacionali-zado a unos 10.000 refugiados aptridasque huyeron de Tayikistn a principios delos aos 90).

    Martinov solicit tambin la nacionali-dad, pero se la denegaron. As que, denuevo, se encontr sin propiska. Frustrada,su mujer acab rindindose y regres con supropia familia, abandonndolo a l y a susdos hijos pequeos.

    En diciembre de 2006, Martinov y losnios fueron deportados por tren a Uzbe-kistn. Yo no quera regresar porque ya nome quedaba nada all y porque no tratabanbien a la gente de origen ruso asegura-.Los policas de aduanas de Uzbekistn di-jeron que la orden de deportacin nocumpla las normas internacionales y queTurkmenistn debera haber verificado miciudadana uzbeka antes de deportarme.Todo el mundo gritaba y nadie quera es-cucharme.

    Denegada la entrada en Uzbekistn, elpas donde haba pasado su infancia, elpadre aptrida y sus dos hijos en las mis-mas circunstancias fueron obligados a per-manecer en el tren hasta llegar al final dela lnea, en Khujand, Tayikistn (el cuartode los cinco pases centroasiticos dondeha vivido hasta ahora sin que lo acepten).

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    EN BUSCAdeL propiska

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    Los subsiguientes conflictos en Europa central ydel este, y el desmembramiento de pases como Yugos-lavia y Checoslovaquia, llevaron tambin a la emer-gencia de nuevos grupos de aptridas, especialmentede gitanos y otras minoras.

    Por ejemplo, se cree que muchos miles de personasen el ltimo pas creado en el mundo Montenegro(que se independiz de Serbia en 2006) corren elriesgo de convertirse en aptridas por complicacionesrelacionadas con la crisis de Kosovo.

    Otra singularidad legislativa de la era post-yugos-lava dej atrapados a muchos miles de personas enEslovenia, que fueron borradas del registro de resi-dentes del pas en 1992, bien porque desconocan obien porque no supieron beneficiarse del corto periodode gracia en que podran haber solicitado la ciudada-na del nuevo estado de Eslovenia. Ahora se las conocecomo los casos borrados.

    LA RESPUESTA INTERNACIONALEntre las dos guerras mundiales se produjerondiversos esfuerzos por codificar las respuestas a la apa-tridia en circunstancias concretas (por ejemplo, paralos armenios y otras minoras del Imperio Otomano, ypara los conocidos como rusos blancos que huyeron aEuropa occidental, China y frica del norte despusde la revolucin rusa de 1917).

    Estos primeros acuerdos internacionales solanincluir tanto a refugiados como a aptridas. Ms queintentar resolver el problema de la apatridia, solucio-naban cuestiones prcticas como permitir a los ap-tridas el uso de los famosos documentos de viajeNansen, utilizados tambin por los refugiados.

    El resultado fue que miles de personas como Han-nah Arendt siguieron siendo aptridas durantemuchos aos, pero sin ser necesariamente presas desus circunstancias en la forma en que probablemente

    Estbamos todos muy cansados del viajey slo queramos bajarnos dice . Lospolicas de aduanas tayikos no saban quhacer con nosotros. Llamaron a Seguridad,que nos llev a la OSCE [Organizacinpara la Seguridad y la Cooperacin en Eu-ropa].

    Finalmente la familia obtuvo una habita-cin gratuita en un centro local para disca-pacitados, donde seguan viviendo en juniode 2007. Reciben tres comidas calientes alda y 40 somonis tayikos (unos 11 dlares) almes como ayuda econmica. Los nios, de10 y 15 aos, asisten a la escuela local mien-

    tras Martinov trabaja en un lavadero y tallerde coches cercano, ganando unos cinco so-monis con cada coche. Estoy muy agrade-cido a la directiva porque no me dejan pagarnada. Guardo todo lo que gano y los niosreciben ayuda de algunas mujeres y mdi-cos , seala.

    Si bien su vida se ha estabilizado de mo-mento, Martinov sigue careciendo de losdocumentos necesarios para llevar una vidanormal.

    Puede que su futuro se encuentre en la Federacin Rusa, gracias a un pro-grama para personas de origen ruso deno-

    minado Reasentamiento voluntario decompatriotas en la Federacin Rusa. ElServicio de Inmigracin de Tayikistn in-tenta actualmente verificar su nacionali-dad o su falta de ella con lasautoridades de Uzbekistn, Ucrania y Turk-menistn, mientras que la asociacin localde derechos humanos trata de conseguirleun certificado de aptrida, que es uno delos prerrequisitos bsicos para asentarseen Rusia.

    El colmo de las ironas es que hasta uncertificado de aptrida exija documentosacreditativos.

    Varios cientos de miles detrtaroscrimeanos seconvirtieron enaptridas alregresar aUcrania tras ladisolucin de laURSS. AhoraUcrania los hanacionalizado.

    (A la izquierda)Kurdos feili, a losque se desposeyde su nacionalidad yse expuls de Irakdurante los aos 80,votan por primeravez en su vidadurante laselecciones iraquesde 2005, a pesar depermanecer exiladosen la ciudad iran deQom.

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    lo seran en la actualidad. Irnicamente, en un mundoal que se supone ms globalizado, es posible que seams difcil viajar de un pas a otro para el aptrida dehoy que para el de los aos 30.

    En 1949, con millones de refugiados y aptridas enuna devastada Europa, las Naciones Unidas nombra-ron un comit para estudiar la preparacin de unaconvencin que revisase y reforzase el estatus inter-nacional de refugiados y aptridas. Finalmente, eltrabajo del comit dio como resultado la redaccin dedos convenciones distintas : la Convencin de 1951relativa al Estatuto de los Refugiados y la Convencinde 1954 relativa al Estatuto de los Aptridas.

    La convencin de los aptridas de 1954 proporcionaun estatuto legal a quienes no son considerados ciuda-danos por las leyes de ningn pas. Siete aos despus,

    se aadi una segunda convencin la de 1961 para laReduccin de la Apatridia en un intento de preveniro de solucionar algunas de sus causas profundas.

    El principal problema de ambas convenciones es elpequeo nmero de pases que las han ratificado: 62en el caso de la de 1954 y slo 33 en el de la de 1961.

    El artculo 15 de la Declaracin Universal de losDerechos Humanos de 1948 sostiene que todo elmundo tiene derecho a una nacionalidad, pero noespecifica qu estado debera proporcionrsela ni enqu circunstancias. Sin embargo, algunos tratadosinternacionales que han sido ratificados por casi todoslos pases como la Convencin de Naciones Unidassobre los Derechos del Nio (CNUDN) estipulanobligaciones para los estados que, de ser aplicadas, evi-taran la apatridia.

    P O R K I T T Y M C K I N S E Y

    El Campo Ginebra es,segn todos losparmetros incluso

    los de la miserablemente pobreBangladesh una barriadamsera. Aunque la mayora de lascasas poseen slidos muros deladrillo, son minsculas y haymenos de un metro entre ellas.En el exterior de sus abarrotadasviviendas, las mujeres cocinan lacomida familiar sobre cloacasabiertas, mientras los niospequeos juegan sobremontones de basura.

    Sin embargo, lo ms humi-llante de todo es que, por el simple hechode admitir que viven en el Campo Ginebra, alos residentes se les niegan los derechos msbsicos de cualquier ciudadano, como ir a laescuela o la universidad, sacarse el carnet deconducir o encontrar un empleo decente.

    Esto se debe a que el campo, fundadopor el Comit Internacional de la Cruz Roja(CICR) como un enclave temporal en 1971 ybautizado en honor del cuartel general de laorganizacin en Suiza, acoge a 18.000 de los300.000 bijaris aptridas de facto de Bangla-deh, tambin conocidos como paquista-nes abandonados o minora de lenguaurdu En cuanto dan el Campo Ginebracomo direccin del gueto en el que viven,explican los residentes, las autoridades lesniegan cualquier derecho, a pesar de que en2003 un veredicto del Tribunal Supremodespej tericamente el camino para que

    todos los bijaris del pas fueran considera-dos ciudadanos.

    Mohamed Hasan, de 28 aos y SecretarioGeneral de la Asociacin de Jvenes Gene-raciones de la Comunidad Urduparlante, ungrupo que presiona para conseguir plenosderechos, recuerda la experiencia de un resi-dente del Campo Ginebra que, contra todopronstico, consigui un mster.

    Hizo la solicitud en el ministerio corres-pondiente, aprob los exmenes escritos yorales y el Gobierno le invit a una entre-vista relata Hasan . Pero investigaron susantecedentes y la polica comprob queviva en el campo, as que perdi el em-pleo. Slo hay una forma de saltar estosobstculos, aade : La gente del campopodr conseguir un pasaporte o un carnetde conducir siempre y cuando den una di-reccin falsa.

    El drama de los bijarissurge con la separacin dePakistn. Ellos, o sus antepa-sados, haban llegado a lo queentonces era Pakistn orien-tal despus de la divisin dela India en 1947. Antes, du-rante y despus de los nuevemeses de guerra civil tras laque, en 1971, Pakistn orientalse converta en Bangladesh,los bijaris eran asesinados ysus propiedades saqueadaspor muchedumbres enfureci-das que les consideraban trai-dores por haberse alineadocon Pakistn, una situacinexacerbada por la participa-

    cin activa de algunos bijaris en miliciasconocidas por sus asesinatos. En 1972 habaya ms de un milln de bijaris desplazados yviviendo en asentamientos por todo Bangla-desh, aguardando a ser repatriados a Pa-kistn, pese a que muchos nunca habanvivido all.

    De hecho muchos se trasladaron a Pakis-tn : aproximadamente un total de 178.000bijaris se beneficiaron de las repatriacionesorganizadas entre 1973 y 1993 (cuando lasprotestas de Pakistn pusieron fin a esteproceso), mientras que otros llegaron hastaall por sus propios medios. La mayora se haintegrado razonablemente bien en la pri-mera ciudad de Pakistn, Karachi, aunqueviven sobre todo en barrios tremendamentepobres como Orangi Town.

    En los 116 asentamientos que an quedanen Bangladesh como el Campo Ginebra

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    LOS BiJarisdE BaNgladesh

  • SieNto que NO SOY NADIEy Ni siquiera se por que estoy viva. Los apatridas teNemos siempre la seNsaciON de ser presciNdibles.

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    El artculo 7 de la CNUDN seala que los estadosdeben inscribir sistemticamente en el registro civila los recin nacidos y proporcionarles una nacionali-dad. Otros instrumentos internacionales, como elPacto de Derechos Civiles y Polticos o los tratados queabordan la discriminacin racial o de gnero, contie-nen disposiciones diseadas para evitar la retirada

    arbitraria, o la denegacin, de la nacionalidad a cual-quier persona.

    La importancia de inscribir los nacimientos en elregistro civil tiene un claro ejemplo en la situacin dela gente de origen haitiano de la Repblica Domini-cana, donde se cree que hay cientos de miles de ap-tridas. Aunque la constitucin del pas declara que

    sigue habiendo miembros de las viejas gene-raciones que anhelan ser repatriados (entre otros, los miembros de familias sepa-radas por ambos pases). Sin embargo, lagente joven, como Hasan y su grupo, luchancada vez ms por sus derechos en Bangla-desh.

    Jalid Hussein, presidente de la mismaasociacin, asegura : Pensamos que nosomos aptridas. Nos consideramos ban-gladeshes. La situacin legal es muyclara.

    El ACNUR les da la razn. Los bijaris ur-duparlantes son ciudadanos de Bangladeshsegn la constitucin, las leyes del pas y el

    dictamen del Tribunal Supremo de 2003, quenadie ha impugnado, seala la Represen-tante de la agencia de la ONU para los refu-giados en el pas, Pia Prytz Phiri. La agenciaest intentando que Bangladesh declare alos bijaris urduparlantes ciudadanos del pas,y que incluya a los que tienen edad de votaren el censo electoral para asegurar as susderechos. El Gobierno bangladesh, respal-dado por el Ejrcito, ha prometido quehabr elecciones parlamentarias antes de fi-nales de 2008. El ACNUR sigue instando aPakistn a que reciba a los bijaris cuyas fami-lias han quedado separadas entre ambospases.

    En Bangladesh, los jvenes urduparlantesllaman a la deseada confirmacin de sus de-rechos plenos rehabilitacin, que Hasandefine as: Cuando un nio de este camposalga elegido diputado, cuando la genteconsiga trabajos de funcionario, entonceshabremos sido rehabilitados.

    Dentro del Campo Ginebra, entre toda lapobreza y la miseria, eso sigue pareciendoun sueo muy lejano. Un hombre mayor seacerca hasta dos visitantes del ACNUR quepasean por la calle. Llevamos 36 aos vi-viendo en el Campo Ginebra y las cosas vande mal en peor, dice. Slo quiere una cosa :Por favor, recen por nosotros .

    (Arriba) Los bijaris que an viven en asentamientos urbanos de Bangladesh se enfrentan a muchas restricciones en sus vidas diarias, entreotras las limitadas oportunidades educativas y laborales. No obstante, las autoridades les proporcionan electricidad y agua de forma gratuita.(Izquierda) Muchos bijaris siguen viviendo en asentamientos superpoblados y en condiciones de pobreza generalizada 36 aosdespus de la guerra civil que los convirti en aptridas.

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  • CieNtos de miles de persoNas soN hoy eN el agujero

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    todos los nios nacidos en su territorio reciben lanacionalidad de forma automtica (excepto quienesnacen de extranjeros en trnsito), la no inscripcinde los recin nacidos significa que muchos se convier-ten en aptridas, ya que no pueden demostrar dndenacieron o quines son sus padres. El problema afectaespecialmente a los descendientes de los trabajadoresinmigrantes de la vecina Hait. El Tribunal Interame-ricano de Derechos Humanos descubri en 2005 quelas prcticas existentes eran discriminatorias y ordenal Gobierno que inscribiese a todos los recin nacidosdel pas en el registro.

    EL PAPEL DEL ACNURDado que, con frecuencia, los problemas derefugiados y aptridas se solapan, la Asamblea Generalde la ONU otorg al acnur un mandato para hacerfrente a la apatridia en 1974. La agencia recibi elencargo concreto de proporcionar asistencia legal a losaptridas y de ayudar a frenar y reducir la apatridia enel mundo.

    Pese a que inicialmente sus labores se restringansobre todo a Europa central y del este, en los ltimosaos el acnur ha extendido sus actividades a Asia,Oriente Medio y Amrica.

    El Alto Comisionado de las Naciones Unidas paralos Refugiados, Antnio Guterres, dirigindose en2006 a la junta directiva del acnur, hizo hincapi enque era necesario potenciar los esfuerzos para encon-trar soluciones: Hemos podido resolver casos de apa-tridia con asistencia prctica en Ucrania, la exRepblica Yugoslava de Macedonia y Sri Lanka, ayu-dando a cientos de miles de aptridas a obtener unanacionalidad, y actualmente participamos en un sig-nificativo programa de cooperacin con la FederacinRusa. Pero estos xitos son demasiado escasos. Quere-mos que eso cambie.

    Guterres ha propuesto un programa concertado decooperacin con otras agencias especializadas cam-paas de inscripcin de recin nacidos junto con laUNICEF, por ejemplo como el camino a seguir. Elacnur se est vinculando adems a otras agencias,entre ellas el Fondo de Poblacin de las Naciones Uni-das (UNFPA), para continuar el trascendental procesode catalogar a los aptridas mediante la organizacinde censos conjuntos con los pases.

    LOS LEGISLADORESLa mejor forma para que los parlamentariosdemuestren su decisin de reducir o eliminar la apa-

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    Una persona deorigen haitiano,trabajando en unamina de sal de laRepblicaDominicana, dondecientos de miles deaptridas llevan unaexistencia precaria yde extrema pobreza.

  • apatridas porque cayeroN Negro dejado por uN imperio eN extiNcioN.

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    tridia dice Anders B. Johnsson, Secretario Generalde la Unin Interparlamentaria (IPU) es asegurn-dose de que la cuestin se debate polticamente en elparlamento, de que se ponen en vigor las leyes ade-cuadas y de que se hace responsables a los gobier-nos.

    El acnur e IPU siguen animando a los estados aaprobar leyes que impidan la apatridia, y ambas orga-nizaciones han elaborado conjuntamente un manualpara parlamentarios que proporciona consejos prcti-cos para la elaboracin de leyes de ciudadana.

    Chile es un prometedor ejemplo de cmo resolverla apatridia mediante medidas determinantes puestasen marcha por parlamentarios decididos. Los nioschilenos que nacan en el extranjero solan sufrir unasituacin muy injusta explica Isabel Allende, hija delantiguo presidente y miembro del Congreso . Paraadquirir la nacionalidad chilena, tenan que venir aChile y vivir aqu durante todo un ao. Esto signifi-caba que muchos nios nacidos de chilenos exiliadoseran aptridas, simplemente porque no estaban enposicin de volver a Chile.

    Isabel Allende fue una de las que apoy el cambiode la ley (puesta en vigor durante el rgimen de Pino-chet) y en 2005 el parlamento aprob una reformaconstitucional. Ahora, dice, por el simple hecho dehaber nacido de padre o madre chileno, se inscribe alnio en un consulado y eso le concede automtica-mente la nacionalidad chilena. Mientras, los diputa-dos de la cercana Brasil se centran en la legislacinpara hacer frente a un problema muy similar.

    TRAMPAS LEGALESUna ligera equivocacin en la elaboracin deuna ley de ciudadana puede tener repercusionesextraordinarias, como han descubierto, para su sor-presa, los canadienses.

    Tras los atentados terroristas de 2001 y debido a lasnuevas normativas de viaje a EE.UU., los canadiensesnecesitan ahora un pasaporte para cruzar una fronteraque antes apenas exiga trmite alguno. Entre lasmiles de personas que solicitaron un pasaporte (o suspensiones), a algunas se les inform de que no erancanadienses. A medida que proliferaba este tipo decasos, tambin lo haca el nmero de trampas legalesque dejaban al descubierto (vinculadas mayoritaria-mente a la desafortunada interaccin entre oscuroselementos de la Ley de Ciudadana de 1947 y suenmienda de 1977).

    Algunos canadienses descubrieron que tcnica-mente no eran tales porque eran hijos de soldadoscanadienses que se haban casado en el extranjero. O

    P O R A B E E R E T E FA YAS T R I D VA N G E N D E R E N S T O RT

    Alos bidunes, que se encuentranrepartidos a lo largo de los pasesdel Golfo, se les confunde a veces

    con los beduinos. Algunos son, dehecho, de origen beduino, pero otrosprovienen de Irn, Iraq, Siria, ArabiaSaud, otros pases del Golfo e incluso deZanzbar. En verdad, su nombre quesignifica sin en rabe es unareferencia directa a su apatridia. Es lagente que se qued sin nacionalidadcuando Kuwait consigui laindependencia en 1961, seguida de la deBahrein y Qatar y de la formacin de losEmiratos rabes Unidos (EAU) en 1971.

    Aqu haba una importante ruta co-mercial en la que muchos mercaderes semovan de un lado a otro explica unexperto en bidunes de los EAU. Algu-nos se asentaban y otros se desplazabanconstantemente. En esa poca no habafronteras, ni control de aduanas o sis-tema de inscripcin y registro de naci-mientos. Era un sistema tribal.

    Nadie sabe con certeza cunta gentese convirti en bidn cuando los pasesdel Golfo establecieron sus sistemas deregistro y fundaron sus archivos nacio-nales. En los EAU se estiman en ms de15.000. En Kuwait la cifra oficial es de91.000, y hay clculos aproximados deunos 70.000 aptridas en Arabia Saud,pero no cifras oficiales.

    Durante los primeros aos, la vida noera, por lo general, demasiado difcilpara los bidunes. Sin embargo, el ele-vado nmero de trabajadores inmi-grantes que requeran las economas enrpida expansin de los pases delGolfo, ricos en petrleo, implic que laspoblaciones indgenas se encontraranrpidamente en autntica minora y, araz de ello, que la cuestin de la ciuda-dana se volviera extremadamente deli-cada.

    Las cosas se complicaron an ms especialmente en Kuwait por laguerra entre Irn e Iraq y la invasin deKuwait por Saddam Hussein en 1991. Lalealtad de los bidunes fue puesta enduda. Algunos, de hecho, acabaron enIraq tras la guerra y han seguido siendoaptridas en ese pas. La difcil situacinde los bidunes en Kuwait es tema decontinuo debate. El Gobierno y el parla-mento del pas han expresado su deseode encontrar soluciones y los esfuerzossiguen encaminados en esa direccin.

    Aunque no deja de ser una cuestindelicada, cada vez ms pases han em-pezado a tomar medidas para, almenos, aliviar el problema hasta quepuedan resolverlo del todo. El pionerofue Bahrein : en 2001 el Gobierno na-cionaliz a 2.090 bidunes de origeniran, pero que ya no tenan ningn vn-culo con Irn.

    Luego, en octubre de 2006, los EAUpublicaron unas directrices destinadas aencontrar soluciones para los bidunes.La Junta Federal Suprema, que est com-puesta por los gobernantes de los sieteemiratos que conforman la entidad, die-ron luz verde a la nacionalizacin de unprimer grupo de 1.294 personas. Un totalde cerca de 10.000 bidunes deberan ha-berse beneficiado para cuando el pro-ceso finalice.

    Ab Ali tiene 44 aos y trabaja parael gobierno de los EAU. An siendo unode los bidunes en mejor situacin delGolfo, no por ello estaba menoscontento por figurar en el primer grupoque recibi su nacionalidad en enero.El da que las autoridades me llamaronpara nacionalizarme es un da que nuncaolvidar deca durante una recienteentrevista en un caf de Sharjah . Des-pus de vivir muchos aos aqu, y desentirme perdido en ocasiones, mi barcoha tocado por fin puerto. Este pas es mipasado, presente y futuro, y el futuro demis cuatro hijos .

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    -Los BiduNes

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    porque ellos mismos habannacido en el extranjero (incluidoslos adultos cuyas madres habancruzado la frontera hasta un hos-pital norteamericano para dar aluz porque estaba ms cerca queun hospital canadiense, durantemuchos aos una prcticacomn y aceptada). O porque enalgn momento su padre sehaba trasladado a EE.UU. a tra-

    bajar y haba obtenido la nacionalidad norteameri-cana, sin saber que esta accin afectaba a toda sufamilia.

    Entre 1947 y 1977 y de acuerdo con la ley, los cana-dienses que nacan en el extranjero y que no estuvie-

    ran viviendo en Canad en su vigesimocuarto cum-pleaos, tenan que rellenar un formulario declarandoque queran conservar su nacionalidad. Desafortuna-damente, parece que a algunos nunca se les informde ste u otros requisitos.

    Una mujer describa esta situacin a un comitpermanente del parlamento: Me llamo Barbara Por-teous. Soy canadiense. Canad dice que no, que soyuna mujer de 70 aos sin pas. El 2 de febrero del aopasado solicit una nueva tarjeta de ciudadana parasacarme el pasaporte. El 31 de julio recib una carta deCiudadana e Inmigracin que deca : Usted dej de serciudadana canadiense el 14 de junio de 1960, el da des-pus de su vigesimocuarto cumpleaos, dado que noresida en Canad en esa fecha ni haba solicitado con-servar la nacionalidad antes de dicha fecha.

    P O R N I N I GU RU N G Y E R I C PAU L S E N

    Ahora tengo una identidad asegura Birash Maya Majhi,asombrada de lo fcil que ha

    resultado : una hora andando y un ratohaciendo cola antes de entregar su solicitud,su fotografa y los documentosacreditativos . Y luego nos dijeron quevolviramos al da siguiente para recogernuestros certificados de ciudadana !.Birash es una de los supuestamente 2,6millones de nepales que han recibido cer-tificados de ciudadana durante una ma-siva campaa del Gobierno pararegularizar su situacin en los primerosmeses de 2007. Cientos de equipos m-viles recorrieron los 75 distritos de Nepal,visitando hasta las ms remotas aldeas demontaa, para asegurarse de que se expe-dan certificados al mayor nmero posiblede aptridas.

    Esta extraordinaria hazaa logstica seprodujo gracias a la Ley de Ciudadana Ne-pal de noviembre de 2006, que solucio-naba el antiguo problema denacionalidad del pas, traducido en los,segn algunos clculos, 3,4 millones de per-sonas que no posean certificados de ciu-dadana, con lo que el conjunto de susderechos civiles, sociales y econmicos es-taba enormemente restringido. Uno de los

    principales objetivos de la ley era asegu-rarse de que todos los nepales con los re-quisitos necesarios pudieran votar en lassiguientes elecciones.

    La apatridia de facto, como resultado dela ausencia de ciudadana o de una ciuda-dana insuficientemente documentada, esun problema que viene de antiguo enNepal. Las comunidades ms pobres y mar-ginadas del pas han sido, por lo general, lasms afectadas. Muchas no conocan su de-recho a ostentar la ciudadana o la impor-tancia de poseer un certificado. Otras,sencillamente, no contaban con los mediospara conseguirlo. Otros factores que expli-can la falta de documentos acreditativosincluyen la discriminacin contra las mu-jeres, el hecho de que algunos grupos fue-ran considerados no nepales y lainsuficiente infraestructura estatal para lle-var a cabo los papeleos.

    Los activistas de los derechos humanosllevaban tiempo protestando porque,segn las anteriores leyes, slo los hom-bres podan transmitir la nacionalidad ne-pal a los hijos. Con la nueva ley, las madresposeen ese mismo derecho, aunque conciertas restricciones. Sin embargo, estasdisposiciones an no se han puesto enmarcha del todo a causa de ciertos obst-culos administrativos y factores culturalesmuy arraigados.

    Mi marido se neg a ayudarme aconseguir el certificado porque deca que,como no tengo que salir a trabajar, no lonecesitaba explica Janaki Kumal, madrede dos hijos . Cuando fui al centro de re-parto de certificados me dijeron que,como estoy casada, no me pueden expedirel certificado sin la aprobacin formal demi marido.

    Otras mujeres han denunciado que susmaridos les han impedido conseguir loscertificados porque queran una segundaesposa o porque teman posibles disputasen torno a la propiedad. Y algunos padresno vean la necesidad de que sus hijas loposeyeran dado que pronto seran respon-sabilidad de su marido.

    Sigue habiendo mucha gente en laszonas rurales incluidas mujeres que noest convencida del valor de un certifi-cado. Nuestros padres no tenan certifi-cado de nacionalidad puesto que nunca lonecesitaron. A nosotros nos pasa lo mismo.No hemos recibido una educacin, ni nues-tros hijos tampoco, as que para qu loqueremos ?, dice Gyani, que vive en unaremota aldea del distrito de Chitwan.

    Una de las zonas ms afectadas por elproblema de la ciudadana es la regin deTerai, en la frontera con la India, donde gene-ralmente se ha catalogado a los lugareosmadhesi como indios ms que nepales. Pese

    UNa ligera equivocacioN eN la elaboracioN de uNa ley de

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    NEPAL MUEVEMONTANAS

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    Barbara Porteous,de 70 aos, una delas llamadascanadiensesperdidas.

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    Tal vez la categora ms extraa de todas sea la de quienes descubren que no son ciudadanos porque sus abuelos o bisabuelos nacieron de padresno casados. Eso parece haber afectado especial-mente a los descendientes de una comunidad cana-diense mennonita de Mxico (las autoridadesmexicanas de la poca se negaron a reconocer susmatrimonios).

    Las autoridades canadienses, desconcertadas porel gran nmero de problemas que han salido a la luzde improviso, han presentado un proyecto de leysobre ciudadana para otoo de 2007. En mayo, laministra canadiense de Ciudadana e Inmigracin,Diane Finley, puso de relieve las reas clave queabarcar la nueva legislacin : cualquier personanacida o nacionalizada en Canad durante o des-

    pus del 1 de enero de 1947 disfrutar de la ciudada-na aunque la haya perdido por alguna disposicinde la Ley de Ciudadana Canadiense de 1947. Y cual-quier persona nacida fuera de Canad de padre omadre canadiense tanto casados como no des-pus de 1947, ser tambin ciudadano, siempre ycuando pertenezca a la primera generacin nacidaen el extranjero.

    Pero no siempre es tan fcil desenmaraar las leyes defectuosas. Cada caso ha de ser examinadoen profundidad y eso lleva tiempo. Y redactar una nueva ley tambin lleva tiempo; de lo contra-rio, podra empeorar una situacin ya de por snegativa. Los legisladores deben estar alertas. Sipuede ocurrir en Canad, puede ocurrir en cual-quier sitio.

    Una mujer dalittrabaja recogiendopiedras. Muchos dalitshan permanecidoindocumentadoshasta los recientesesfuerzos por partedel Gobierno deregularizar lanacionalidad de unos2,6 millones depersonas.

    a haber vivido en la misma aldea durante ge-neraciones, muchos madhesi no cuentan concertificados de nacimiento, ttulos de pro-piedad o siquiera un documento acreditativoque pruebe su derecho a la nacionalidad.

    En un esfuerzo por solucionar este pro-blema, la nueva ley incluye una disposicintemporal de dos aos que permite la ciu-dadana por nacimiento (en vez de slo porherencia). Segn esta clusula, los indivi-duos nacidos antes de abril de 1990 quedemuestren haber vivido toda su vida enNepal tendrn derecho a la ciudadana.

    Prakash Bote ha conseguido, tambinrecientemente, el certificado de ciudada-na por primera vez. Es miembro de un pue-blo indgena conocido como los bote, quese ganan la vida pescando en los bosques.No obstante, desde que se cre el ParqueNacional de Chitwan en 1973, los pesca-dores han necesitado una licencia y parasolicitarla hace falta tener el certificado deciudadana. Por lo tanto, a muchos bote leshan impedido practicar su forma de vidatradicional durante el ltimo cuarto desiglo.

    El certificado de ciudadana me hacambiado la vida completamente. Ahoraposeo una licencia para pescar y gano f-cilmente entre 50 y 100 rupias al da, se-ala Prakash.

    La campaa ha sido un rotundo xito ydemuestra lo que puede hacer un pas de-cidido a solucionar la apatridia. En uncorto espacio de tiempo, el nmero depersonas sin nacionalidad se ha reducidodrsticamente dice Abraham Abraham,Representante del ACNUR en Nepal . Hayque elogiar efusivamente al Gobierno.

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    ALBERT EINSTEIN(1879-1955)fsico, nacido en AlemaniaAPTRIDA DE 1896 A 1901

    ALBERT EINSTEIN tuvo el inslitohonor de ser aptrida en el siglo XIX y refugiado en el XX. Nacien Alemania, pero renunci a sunacionalidad en 1896 y fue aptridadurante los siguientes cinco aos. En1901 se hizo ciudadano suizo. Volvi aconseguir la nacionalidad alemana en1914 al ser nombrado miembro de laAcademia de Ciencias Prusiana, yrecibi el Premio Nobel de Fsica en 1921por su explicacin del efectofotoelctrico. Despus de que AdolfHitler se convirtiera en canciller deAlemania en 1933, Einstein present sudimisin en la Academia, renunci a lanacionalidad alemana por segunda vez yse convirti en refugiado (no aptrida,pues no haba dejado de ser ciudadanosuizo). Se traslad a Estados Unidos,donde fue recibido como un hroe, y en1940 adopt la nacionalidadnorteamericana.

    MSTISLAV ROSTROPOVICH(1927-2007)violonchelista, director de orquesta y activista polticoAPTRIDA DE 1978 A 1990

    El 15 de mayo de 1978, MSTISLAVROSTROPOVICH, el ms famosoviolonchelista del mundo, se enterabaviendo las noticias en la televisinfrancesa de que l y su mujer, la conocidasoprano del Bolshoi Galina Vishnevskaya,haban sido privados de las nacionalidadsovitica por actos sistemticos contra elprestigio de la URSS.

    Nos borraron, recordaba en 1997,en una entrevista con la revista Strad.Claude Samuel asisti a la conferencia deprensa posterior : Fue conmovedora : lhabl de la injusticia y ella, Galina, de lacrueldad de la decisin. Quienes estabanpresentes nunca lo olvidaran, tan im-pactante fue. No haban planeado lo queiban a decir, no llevaban nada escrito. Di-jeron lo que sentan. Les haban quitadosu pas.

    realmente extraordinario, pero para Ros-tropovich se trat de mucho ms que unsimple espectculo : All, delante deaquel muro, mientras iba quedndose sinpiedras, recuper de pronto mi naciona-lidad perdida Quienes han sido despo-sedos de su identidad entienden lo quetuve que soportar: el dolor ms absoluto,la ms ntima de las heridas. Ese mo-mento ilumin toda mi vida. Borr 15aos de vergenza y humillaciones.

    En 1990, el presidente Mijail Gorba-chov le devolvi oficialmente la ciuda-

    Su principal crimen, segn el rgi-men, era el apoyo que haban dado aAlexander Solzhenitsyn, Premio Nobely autor de Archipilago Gulag, a quienhaban alojado en su dacha despus deque perdiera su casa en Mosc. La l-tima gota fue cuando, en 1970, Rostro-povich escribi una carta abiertadefendiendo a Solzhenitsyn y protes-tando por las restricciones a la libertadcultural.

    Los siguientes cuatro aos, Rostropo-vich y su mujer sufrieron el aislamientoy la reduccin drstica de sus actua-ciones. Finalmente, en 1974, les conce-dieron visados de salida. Pese a sentirseprofundamente devastado, la carrera deRostropovich floreci. Era tal su famaque muchos de los ms famosos compo-sitores del siglo XX, como Shostakovich,Prokofiev y Benjamin Britten, escribie-ron piezas para l.

    El impulsivo e incontenible Rostro-povich era un hombre con muchasganas de vivir y sigui defendiendo a disidentes como el fsico Andrei Sajarov.

    Pero, pese a todo su xito, el dolor porel exilio nunca desapareci. Rostropo-vich decor su apartamento de Pars conreminiscencias de uno de los palacios delzar : Es mi dacha del lejano oeste, com-pro todo lo que me recuerda a mi Rusia,le dijo a su amigo, el productor de televi-sin francs Jacques Chancel.

    En noviembre de 1989, Rostropovichvol a Berln y toc piezas de Bach de-lante del muro mientras los alemanes,felices, lo derribaban. Fue un momento

    El lengendario violonchelista MstislavRostropovich, delante del Muro de Beln en 1989.

    No tiene usted idea de lo humillanteque es ser un ciudadano

    despreciado: nos echaron del pas.

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    Einstein fue aptrida durantecinco aos antes de conseguirla ciudadana en Suiza en 1901.

    El nacionalismo es unaenfermedad infantil.

    Es el sarampin de la humanidad.

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    dana sovitica. Cuando los comunistasde la lnea dura intentaron derrocar aGorbachov en agosto de 1991, Rostro-povich corri al Parlamento sitiado yse uni a Boris Yeltsin y a las demspersonas que se oponan al golpe de es-tado.

    Al morir, justo cuatro das despus deYeltsin, en abril de 2007, un triste cortejofnebre de miles de personas llen la Ca-tedral del Cristo Redentor en Mosc, consu cpula dorada, junto con el presidenteVladimir Putin, Natalia, la mujer deSolzhenitsyn, Naina, la viuda de Yeltsin,y su propia viuda, compaera de exilio yeterno amor, Galina. Cuando acab el en-tierro, los asistentes rompieron a aplau-dir espontneamente.

    Rostropovich y el pas que am y cri-tic a partes iguales se haban reconci-liado definitivamente.

    MARGARETHE VON TROTTAcineastaNACIADA APTRIDA EN ALEMANIA EN 1942

    MARGARETHE VON TROTTA ES unade las directoras de cine msconocidas de Europa. Empez su carreracomo actriz, trabajando para algunos de

    los grandes cineastas alemanes de finesdel siglo XX como Rainer WernerFassbinder y Wim Wenders. Comodirectora, se forj rpidamente unabrillante reputacin como analista decomplejas relaciones femeninas, y harealizado una serie de aclamadas pelculascomo Las hermanas alemanas (1981,ganadora del Len de Oro del Festival deCine de Venecia) y La calle de las rosas(2004).

    Nac en Berln y, como mi madrenunca intent hacerse alemana, ella si-gui siendo aptrida y yo me convert enaptrida automticamente explica a larevista REFUGIADOS en una entrevista .Mi madre naci en Mosc. Despus de larevolucin, sus familiares tuvieron quehuir y, como muchos emigrados rusos dela poca, perdieron su nacionalidad.

    Su madre no estaba casada y pasaronapuros econmicos. Aunque era buenaestudiante, la joven Margarethe sufri elestigma de ser aptrida, hurfana depadre y pobre.

    Era un problema constante. Estu-di en Pars durante un tiempo. Nece-sitabas un visado y personas queejerciesen de fiadores. Para llegar aPars tuve que cruzar Blgica, y paraeso se necesitaba un visado de trnsito.Una vez, con 18 aos, como no disponade l, me hicieron bajar del tren enplena noche en la frontera. Estaba enun lugar desconocido. Tuve que hacerautostop hasta Pars porque no me que-daba dinero

    Quera tener una nacionalidad, nome importaba si era francesa o alemana;slo quera librarme de las dificultadesque me impedan viajar. Finalmente sedeshizo del fremdenpass (el pasaportealemn para cierta clase de aptridas) alcasarse por primera vez, a la edad de 23aos. Pero me sigo sintiendo extranjera

    vaya donde vaya seala . Eso nolo he perdido.

    STEFAN ZWEIG(1881-1942)escritor, nacido austriacoCONVERTIDO EN APTRIDA EN 1938

    STEFAN ZWEIG era un conocidointelectual y escritor europeo.Profundamente deprimido por la primeraguerra mundial, se convirti en pacifistamilitante. Por su condicin de judo, en1934 se vio obligado a huir de su pas natal,Austria, y se convirti en aptrida. Acaben Brasil, donde l y su mujer sesuicidaron en febrero de 1942. Escribisobre su apatridia en su autobiografa Elmundo de ayer:

    La cada de Austria trajo consigo uncambio en mi vida que al principio mepareci una formalidad casi sin impor-tancia : anularon mi pasaporte austriacoy tuve que solicitar un libro blanco deemergencia a las autoridades britnicas,un pasaporte para aptridas Con estedocumento de viaje necesitaba un vi-sado especial para cada pas extranjero,porque todos los pases desconfiaban deltipo de personas en el que me habaconvertido de pronto, de los criminales,de los hombres sin patria, a quienes nose poda empaquetar, caso de ser necesa-rio, y deportar a su pas como se podahacer con los dems cuando se volvanindeseables o se quedaban demasiadotiempo

    Desde el da en que tuve que depen-der de documentos de identidad o pasa-portes que en realidad eran extranjeros,dej de sentir que era yo mismo. Unaparte de mi identidad natural, de mi egooriginal y bsico, qued destruida parasiempre.

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    Margarethe Von Trotta, en 1977, dirigiendosu primer largometraje El segundodespertar de Christa Klages.

    Ni siquiera s si quera ser alemana Si cada vez quealguien te pregunta cul es tu

    nacionalidad, respondes aptrida, es como si realmente no

    fueses de ningn sitio.

    El escritor austriaco Stefan Zweig tuvo que huir de los nazis.

    Antiguamente el hombre slo tena cuerpo yalma. Ahora tambin necesita un pasaporte,

    porque sin l no se le trata como a un ser humano.

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    P O R S U L A K S H A N I P E R E R A

    No, no tengo carnet deidentidad. Ni siquieratengo un certificado de

    nacimiento, seala K. Thangavelu,estrechando las manos sobre su regazo.No le parece que eso sea algo extrao; dehecho, donde l vive no lo es. Tiene 58aos pero aparenta muchos ms, con sufino cuerpo y las gruesas arrugas delrostro que dan fe de la dura vida que hallevado trabajando a la intemperie enuna conocida plantacin de t de SriLanka.

    Como su padre y su abuelo antes quel, Thangavelu trabaja como recolectorde t en la finca Bopitiya, una de lascientos de plantaciones que se extiendenpor el pintoresco paisaje serrano de SriLanka. La mayor parte de la gente quetrabaja en estas fincas desciende de lostamiles trados de la India entre 1820 y1840, cuando la isla se hallaba todavabajo el mandato colonial britnico.Aunque estos tamiles de las montaashan realizado una valiosa contribucin ala economa de Sri Lanka durante casidos siglos, las estrictas leyes de

    ciudadana del pas han hechovirtualmente imposible sureconocimiento legal como ciudadanos.Sin los documentos adecuados, estosaptridas no podan votar, trabajar parael Gobierno, abrir una cuenta bancaria oviajar sin restricciones.

    Las cosas mejoraron drsticamentecuando, en octubre de 2003, el

    parlamento de Sri Lanka aprob laLey de Concesin de laNacionalidad a Personas de OrigenIndio para otorgar con carcterinmediato la ciudadana a laspersonas de origen indio que vivanen Sri Lanka desde octubre de 1964y a sus descendientes. El

    habitualmente largo proceso deconseguir la nacionalidad se

    simplificaba mediante unadeclaracin general refrendada porun juez de paz como prueba deciudadana.

    En el momento de aprobar la ley, secalcula que haba unos 300.000 tamilesde las montaas aptridas en SriLanka. La agencia de la ONU para losrefugiados organiz una campaameditica, junto con las autoridades de

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    COLOMBO

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    Unos 190.000 recolectores de t aptridas han obtenido la nacionalidad gracias auna innovadora ley aprobada recientemente, pero otros an no han conseguidobeneficiarse de ella.

    Recolectores de t tamiles, esperandopara ir a trabajar. A sus antepasados lostrajeron los britnicos desde la India en el siglo XIX.

    Principales zonas deplantacin de t

    exito eN

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    inmigracin, el Ministerio del Interior yel Congreso de los Trabajadores deCeiln, para informar a los recolectoresde t aptridas sobre la ley y losprocedimientos para conseguir lanacionalidad. Se desplegaronconsultorios mviles y voluntarios enlas plantaciones para responderpreguntas y rellenar las solicitudesnecesarias. Autoridades locales,trabajadores humanitarios yrepresentantes sindicales participaronen talleres destinados a mejorar la

    Kalimuttu Thangavelu, untrabajador de la plantacin,muestra el recibo de la solicitudde ciudadana de su mujer.

    comprensin de las leyes de ciudadanadel pas y a tratar cuestiones prcticascomo el acceso a los documentos bsicosy la inscripcin en el censo electoral.

    Tambin se organiz otra campaa deinformacin para unos 10.000 aptridasque quedaron desplazados en el norte y eleste por las luchas tnicas de 1983.

    En poco ms de diez das, ms de190.000 personas obtuvieron lanacionalidad cingalesa a finales de 2003.Casi de la noche a la maana, lapoblacin aptrida de Sri Lanka se haba

    reducido en ms de la mitad apunta Amin Awad,Representante del acnur enColombo . Fue un enorme xitoen el esfuerzo global por reducirla apatridia.

    No obstante, el proceso paraobtener los documentosnecesarios se ha ralentizado enlos ltimos aos, con muchostrabajadores de plantacin queno conocen o no han sidocapaces de ejercer su derecho arecibir la documentacinbsica como ciudadanos de SriLanka.

    Rellen la solicitud para uncarnet de identidad y se laenvi al grama niladari [elfuncionario local] hace dosaos. Pero no he tenido noticiasdesde entonces, protesta K.Thangavelu. Cuando se lepregunta por qu no investigael asunto, responde : El gramaniladari slo est en su oficinatres das a la semana. La oficinaest muy lejos de la finca.Tendra que pasar una maanaentera all y perdera mi salariodel da. Cmo iba a comer mifamilia ese da ?.

    RETRASOS Y OBSTCULOSAdems del proceso burocrtico,existe tambin un elemento deexplotacin por parte de los dueos dealgunas plantaciones, que sebenefician de que sus trabajadores seencuentren en un limbo legal. Losrecolectores de t reciben 170 rupiascingalesas (algo ms de 1 dlar) al da,siempre y cuando aporten un mnimode 18 kilos de hojas de t. A finales demes, cada trabajador recibe 3.740rupias, pero slo si trabajan los 22 dascompletos. Cuando sube el mercadomundial del t, reciben un extra de 25

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    Recolectores en la famosa finca de t Hatton. Algunos trabajadores de la plantacin no son conscientes todava de su derecho a ser ciudadanos de Sri Lanka.

    rupias por mes. Actualmente, con unatasa de inflacin del 12 %, este salarioapenas da como para alimentar a unapersona durante un mes, y no digamosya a una familia de 17 como la deAnthony Nalliah, otro recolector de tde la finca Bopitiya.

    Ahora que la enfermedad y la edadempiezan a hacer mella en l, Nalliah, de55 aos, siente que pronto se verobligado a dejar su agotador trabajo.Afortunadamente, no es el nico en lafamilia que gana dinero, ya que todos sushijos, menos uno, trabajan en la finca. Elmayor temor de Nalliah es que, debido asu apatridia, no reciba el dinero que ledeben cuando se retire. Me pedirn todotipo de papeles, como mi carnet deidentidad, certificado de nacimiento y de

    matrimonio. No tengo nada de eso. Quhar entonces ? No quiero quedarme encasa y ser una carga para mi familia.Hasta que no arregle el tema de losdocumentos, trabajar todo el tiempo quepueda.

    El hijo menor de Anthony,Nizianandan, de 17 aos, tiene planes msambiciosos. Yo nunca he querido trabajaren la finca como mis hermanos dice .Pero tuve que dejar los estudios hace dosaos porque mis padres no podanpermitirse enviarme a la escuela. Fui aColombo a los 16 aos y trabaj durante untiempo en una granja avcola, pero tuveque volverme por los problemas deseguridad.

    En una ciudad sacudidaperidicamente por las bombas y los

    atentados suicidas de los rebeldestamiles, Nizianandan tuvo que soportarun largo interrogatorio por parte de lasfuerzas de seguridad de Colombo por nopoder mostrar los necesariosdocumentos de identidad. Al finaldecidi regresar a casa y solicitar elcarnet.

    Ha pasado un ao entero desde que losolicit y todava no ha recibido respuestade las autoridades. Por ello, Nizianandansiente que no tiene ms remedio queunirse al resto de la familia y trabajar enla finca, al menos hasta que susdocumentos estn listos. Me sientoculpable quedndome en casa mientrasmis padres trabajan duramente paraalimentarme afirma . Voy a trabajaren la finca hasta que reciba mi carnet de

    ANtes de 2003, las estrictas leyes de ciudadaNiaciNgalesa haciaN virtualmeNte imposible que

    los tamiles de las moNtaNas fueraN recoNocidoslegalmeNte como ciudadaNos.

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    identidad, pero no s cunto tiempo va atardar.

    La ignorancia es en gran parte laculpable, afirma la Sra. Arumugam,directora de una pequea escuela en lafinca Chrystlers Farm de Hatton, en eldistrito de Nuwaraeliya, considerado pormuchos como el centro de la industria delt en Sri Lanka. Despus de 30 aosenseando en escuelas estatales, recalca laimportancia de cambiar la actitud de lospadres.

    Intentamos educar a los estudiantessobre la necesidad de tener carnets deidentidad y los documentos pertinentes sostiene , pero, cuando se lo dicen a suspadres, estos pasan por alto loscomentarios de sus hijos. Algunos padrescuestionan tambin la importancia de loscarnets de identidad y los certificados denacimiento, ya que han podido vivirperfectamente sin ellos. Por tanto, estosnios crecen sin ninguna prueba de suparentesco, excepto un pedazo de papelque les da la directiva de la finca.

    Si los nios continan su educacinhasta los 16 aos, la escuela es laresponsable de conseguir sus carnets deidentidad. Sin embargo, de los 366estudiantes de la escuela que ella dirige,la Sra. Arumugam dice que slo unospocos seguirn hasta completar elbachillerato.

    Todas las familias de las fincas viven por debajo del umbral de pobreza y necesitan la mximaasistencia para sobrevivir explica . Lamsera suma que ganan no da como paraalimentar y vestir a los jvenes, y nodigamos ya para enviarlos a estudiar. Encuanto sienten que los nios son lobastante mayores, los padresinterrumpen su educacin y los envan atrabajar a las fincas.

    NUEVAS OPORTUNIDADESAunque lentamente, se estnproduciendo avances reales. Kalyani,antigua residente de Hatton, se haembarcado con xito en una nueva carrera

    fuera de la industria del t tras conseguirsu carnet de identidad en 2006. Ahoratrabaja como enfermera geritrica enColombo.

    Estaba muy agradecida cuando llegmi carnet de identidad, porque mepermiti viajar a Colombo y encontrartrabajo aqu dice esta mujer de 23aos . Gano mucho ms que en unafinca. Su marido tambin ha solicitadoel carnet de identidad y se reunir conella en Colombo : Est con mi hijo dedos aos en Hatton. Mi madre cuida delpequeo cuando l trabaja, pero muypronto vendrn todos conmigo yviviremos mucho mejor.

    Con un poco de suerte y muchocompromiso por parte de los cingalesesconocedores y decididos a acabar con lainjusta situacin de los aptridas pronto ms recolectores de t podrncosechar xitos parecidos gracias a lamasiva aportacin de sus familias a laeconoma cingalesa en los ltimos 200aos.

    Casi de la Noche a la maNaNa, la poblacioN apatridade sri laNka se redujo eN mas de la mitad.

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    P O R M A R K M A N LY

    Dos personas se conocen y seenamoran. Se casan y tienenhijos. Pero qu ocurre si el

    marido y la mujer son de diferentenacionalidad y la esposa no puedetransmitir la suya a los hijos ? El final nosiempre es feliz.

    La Asociacin Democrtica deMujeres de Marruecos (ADMM)describe las dificultades que encuentranlos hijos de madre marroqu y padreextranjero : El nio no haba sidoinscrito en el registro civil. La madretena que solicitar un visado de entradacada vez que quera llevrselo alextranjero. A partir de los 15 aos, alnio le exigan un permiso de residenciaque haba que renovar cada ao. El niotuvo dificultades para ingresar en launiversidad tras aprobar elbachillerato.

    Muchos nios nacidos dematrimonios mixtos reciben lanacionalidad del padre y, en principio,deberan poder obtener un pasaporte yvivir en su pas natal. Si el padre esaptrida, sin embargo, puede que el niose quede sin nacionalidad.

    Freddy tiene 50 aos y lleva toda lavida en Egipto, pero eso no le convierteen egipcio. Como tampoco, segn la leyegipcia, el hecho de que su madre fueraegipcia le da derecho automtico a lanacionalidad : Nac en El Cairo; mipadre era un aptrida de origenarmenio. Lleg a Egipto despus de laprimera guerra mundial, con la cada delos imperios otomano y ruso. Pese a quemi madre era egipcia, yo soy aptridacomo mi padre. Tengo asma, estoysoltero. No tengo mucho que ofrecer auna familia.

    Incluso cuando el padre tiene unanacionalidad, si las leyes de su pas no lepermiten transmitirla a sus hijosnacidos en el extranjero, estos puedenacabar siendo aptridas.

    A veces, un nio con derecho a lanacionalidad de su padre se ve privadode ella porque su pas no cuenta con un

    consulado en el lugar donde ha nacido yla familia no puede permitirse viajar alms prximo.

    En otros casos, cuando el matrimoniose desintegra y el padre se niega o seolvida de inscribir al nio en el registro,la madre, que quiere desesperadamentetransmitirle su nacionalidad, no tienederecho a hacerlo.

    LEYES DISCRIMINATORIASEsta forma de discriminar a lasmujeres era muy comn antes. Dehecho, la idea de nacionalidaddependiente o de unidad en lanacionalidad de los esposospredominaba antiguamente en elderecho de casi todos los pases delmundo. Se supona que haba que evitarla doble nacionalidad y que la familiaentera deba poseer la mismanacionalidad, es decir, la del padre. Lamujer deba adoptar la nacionalidad delhombre al casarse, y lo mismo ocurracon los hijos que pudiera tener. Laposibilidad de que el padre careciese denacionalidad, o de que un matrimoniomixto acabase en divorcio, no se tena encuenta.

    En lo tocante a la transmisin de lanacionalidad, la discriminacin de lasmujeres est prohibida por dos tratadosinternacionales de derechos humanos :la Convencin de 1957 sobre laNacionalidad de las Mujeres Casadas yla Convencin de 1979 sobre laEliminacin de Todas las Formas deDiscriminacin contra las Mujeres.Como resultado, cada vez ms paseshan abandonado gradualmente estaprctica.

    Sigue habiendo, no obstante, decenasde pases en frica, Asia y OrienteMedio que practican medidasdiscriminatorias. Aunque 185 estadoshan firmado la Convencin de 1979,muchos han mostrado sus reservas porla clusula de la nacionalidad, por lo queno es probable que la respeten.

    CAMBIOS BIEN RECIBIDOSPese a esto, hay claros indicios decambio, con las activas campaassociales que se estn produciendo envarios pases para reformar las leyes. EnMarruecos, la Asociacin Democrticade Mujeres lleva aos presionando alGobierno para que cambie la ley.

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    Esta bijari de 20 aos, madre de un beb, se est quedando ciega. Trabaja fabricandobolsas de papel despus de que su marido la abandonara y no tiene acceso a losservicios de salud.

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    Una nueva ley permite a los nios nacidos de madres marroques y padres extranjeros conseguir la nacionalidad marroqu, un pasoimportante en la lucha contra la apatridia por cuestiones de gnero.

    Tambin se ha puesto en contacto conorganizaciones que realizan una laborsimilar en otros pases de la regin.Segn la ADMM, intentamoscompartir los resultados positivos conotros pases de Oriente Medio y fricadel Norte, a travs de una red de ONGllamada Sociedad del AprendizajeFemenino. Juntas, hemos lanzado unacampaa regional para la igualdad dehombres y mujeres en lo que respecta aconseguir y transmitir la nacionalidad.La Sociedad del Aprendizaje funcionatambin en Argelia, Bahrein, Egipto,Jordania y Lbano.

    Los gobiernos son cada vez msconscientes del efecto negativo que, enmateria de nacionalidad, tiene ladiscriminacin de gnero en la vidacotidiana de la gente. Una serie de paseshan aprobado recientemente, o estnestudiando actualmente, nuevas leyesque pretenden resolver esta situacin.Desde 2004, por ejemplo, Egipto,

    Maruecos, Irn y Bahrein han aprobadoleyes que permiten a los hijos adoptar lanacionalidad de su madre, aunquedesafortunadamente muchos de estospases siguen poniendo diversosimpedimentos para que la mujertransmita la nacionalidad (por ejemplo,en algunos de ellos, el padre transmiteautomticamente su nacionalidad,mientras que una madre debe solicitar lanacionalizacin de sus hijos). En otroscasos, las nuevas leyes no tienencarcter retroactivo.

    En Marruecos, el Gobierno prometien 2005 remodelar el Cdigo deNacionalidad de 1958 para que lasmujeres pudieran transmitir sunacionalidad a los hijos, y el nuevoCdigo entr en vigor a principios de2007, como estaba previsto. La ADMMseala que muchos nios nacidos depadres extranjeros ya han solicitado lanacionalidad marroqu y han podidoobtenerla, pero advierte que an es

    pronto para valorar globalmente lapuesta en vigor de la nueva ley.

    EL EJEMPLO INDONESIOEn 2006, Indonesia aprob una nuevaLey de Ciudadana que, al menos en loque respecta a la igualdad de gneros, esun modelo para otros pases. La diputadaindonesia Tuti Indarsih LoekmanSoetrisno asegura que, cuando ella yotros miembros del comitparlamentario sobre ciudadana hacanvisitas sobre el terreno durante laredaccin de la ley, fueron testigosdirectos del efecto que la ley anteriorhaba tenido sobre las mujeres y susfamilias.

    En la ley de 1958, la nacionalidadse transfera en primer trmino atravs del padre y slo en casosespeciales a travs de la madre, dice.Eso haca que las mujeres indonesiasque contraan matrimonio conextranjeros encontraran muchos

    equivocado

  • poco a poco, las pequeNas y daNiNas clausulas de

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    P O R K I T T Y M C K I N S E Y

    En riesgo de quedar marginada porsolterona a los 27 aos enVietnam, Loan pens que haba

    encontrado la forma de solucionar suvida cuando un maduro taiwans lepidi que se casara con l y prometisacarla de la pobreza.

    Mi padre y mi madre pensaron queel hombre pareca honrado y meaconsejaron que me casara con l,cuenta diez aos despus. Ahora est devuelta viviendo bajo el techo de suabuela, con sus dos hijos pequeos,abandonada por un marido que nisiquiera se pone al telfono. Lo peor detodo es que, pese a estar en su pas natal,ahora es aptrida y le han privado detodos los derechos que antes daba porsentado.

    El suplicio de Loan no es, de ningn modo, un caso nico. Miles de mujeres vietnamitas pobres que se han casado con taiwaneses (u otrosextranjeros) en los ltimos diez aos han visto cmo se desmoronaban sussueos de una buena vida. Algunascuentan historias de maridosalcohlicos que abusan de ellas, cruelessuegras, confusin lingstica, viviendas abarrotadas, privaciones,abusos y explotacin econmica.Cuando regresan buscando un refugioen la tierra que las vio nacer, se

    encuentran con que ellas y muchasveces sus hijos se han convertido enaptridas.

    Entre 1995 y 2002, ms de 55.000mujeres vietnamitas se casaron conextranjeros, alcanzando la cifra de casi13.000 slo en 2002, segn lasestadsticas del Ministerio de Justicia.Los novios procedentes sobre todo deTaiwn, Corea del Sur, Hong Kong ySingapur suelen ser mayores,trabajadores con pocos recursos que sonincapaces de atraer a una mujer o depermitirse el coste de una boda normalen sus ricos pases.

    El marido de Loan tena 37 aoscuando se casaron en 1997. Haba vivido con otra mujer antes, pero nopudo casarse con ella por el bajo estatus econmico que tena enTaiwn, explica Loan con franqueza :Por eso vino a Vietnam en busca deesposa.

    Pocos maridos extranjeros o esposasvietnamitas tienen ilusiones romnticasal casarse. El Sindicato de MujeresVietnamitas de Ho Chi Minh City, queintenta aconsejar a las mujeres que van acasarse con extranjeros y ayudar a lasque fracasan en sus matrimonios, hadescubierto en un estudio que un 86 porciento de estos matrimonios seproducen por motivos econmicos, conmujeres que suean con una vida mejoren el extranjero. Ahora que se eleva el

    nivel de vida en su pas, las mujeres de lafloreciente ciudad surea de Ho Chi Minh (la antigua Saign) tienen menos razones para contraermatrimonios econmicos, por lo que los potenciales novios rastrean en el empobrecido delta del Mekong en busca de novias desesperadas y sin formacin.

    Para muchos, los problemas legalessurgen cuando la mujer solicita lanacionalidad en el pas de su marido. En Taiwn, por ejemplo, el proceso leexige primero renunciar a sunacionalidad vietnamita; el resultado esque, si el matrimonio naufraga antes deobtener la nacionalidad, acaba siendoaptrida.

    Eso es exactamente lo que le sucedi a Loan, que se seca los ojos con un pauelo mientras cuenta lahistoria, sentada en la tienda demquinas de coser que su abuela alquila. A peticin de su marido, Loanrenunci a su ciudadana vietnamita y estaba en proceso de convertirse en taiwanesa. Pero se qued embarazada por segunda vez justocuando quebr la empresa de su marido,por lo que ste la envi de vuelta aVietnam para dar a luz.

    Tenan problemas desde antes. Susuegra, dice, odiaba a los extranjeros.Vivan con otros parientes en una casaminscula. Y aunque Loan aprendi

    problemas : Se considerabaextranjeros a sus hijos y maridos, conun estatus de inmigrante muylimitado que les obligaba a irse deIndonesia cada ao para renovar susvisados, para lo cual tenan que abonar

    una sustanciosa suma. Si le pasaba algoal matrimonio, las madres no tenanningn derecho sobre la custodia delos hijos. La nueva ley, seala,introduce mejoras como la definicinde ciudadana, mucho ms amplia,

    generosa y neutral para los gnerosSegn la nueva ley, se concede laciudadana a todos los nios quetengan al menos un ciudadanoindonesio como progenitor, tanto siest casado como si no.

    -si uN matrimoNio Naufraga aNtes de que la mujer

    pierda uN marido,PiERdA UN PAiSLas novias aptridas

    de Vietnam

    -

  • geNero de las leyes de ciudadaNia se vaN reducieNdo.

    algo de chino antes de casarse, slopodamos hablar de cuestionessuperficiales, nunca sobre asuntosprofundos de pareja.

    Pero tal como cuenta Loan, el golpe final para el matrimonio se produjo cuando el segundo hijo (como el primero) result ser una chica, no el varn que su marido deseaba tan desesperadamente. Vino aqu a visitarme, pero cuando vio que haba dado a luz a una nia, se fue y desapareci para siempre.

    En los cuatro aos transcurridosdesde entonces, su vida ha sido unapesadilla burocrtica. Las mujeresaptridas como Loan han perdido elderecho a tener derechos, a trabajarlegalmente o recibir asistencia social.Sin la ciudadana vietnamita, Loan y sushijas se encuentran a la deriva, sin librode familia, fundamental para cualquieroperacin entre los ciudadanos y lasinstituciones gubernamentales deVietnam. Su hija mayor, ahora de sieteaos, es taiwanesa y, por tanto, no puedeaspirar a la educacin gratuita en unaescuela estatal vietnamita. Comomuchas otras madres aptridas, Loantiene que hacer frente a los elevadoscostes de las escuelas privadas de sushijas.

    Desde que su marido la abandon en2003, dice cansinamente, tengo que iry venir al departamento de justicia, alconsulado taiwans y a la oficina deinmigracin para solicitar un visadopara mis hijas y conseguirles unaescuela. Espero poder hacer el papeleopara que mi hija mayor vaya a laescuela.

    Aunque las autoridades deldepartamento de justicia de Ho Chi

    Minh City aseguran estar trabajando sindescanso para restaurar la ciudadana alas mujeres aptridas en este tipo decasos, a veces las novias abandonadas notienen ni idea de por dnde empezarpara que les devuelvan su nacionalidady algunas caen vctimas del mismo tipode intermediarios sin escrpulos que lasvendieron a sus maridos. Loan aseguraque un abogado que consult le pidi5.000 dlares para ayudarla a recuperarsu nacionalidad, una suma impensablepara ella.

    La agencia para los refugiados de laONU trabaja tambin para prevenir ysolucionar la apatridia no slo enVietnam, sino en todo el mundo.Tenemos una enorme experiencia encuestiones de este tipo que podemos

    utilizar para resolver estos problemas dice Hasim Utkan, el Representanteregional del acnur en Bangkok, que seocupa de Vietnam . Es bueno ver que elGobierno se est ocupando del asuntocon tanta transparencia.

    La devolucin de la nacionalidadparece segura para Nguyen Thi Diem Chi, una elegante y segura mujer de 33 aos que dice haberse casado con su marido, un empresariotaiwans, por amor, no por dinero. Porsu dominio del chino, haba trabajadopara l como intrprete en Ho Chi MinhCity antes de su matrimonio, yposteriormente se mud a Taiwn,donde tuvo dos hijos.

    Hablando de su exmarido sin rencor,dice que su matrimonio se vino abajoporque ramos incompatibles : mimarido no me entenda. Asegura queste le pidi que renunciara a sunacionalidad vietnamita pero que luego,para su consternacin, obstruy susesfuerzos por obtener la ciudadanataiwanesa.

    De vuelta a su patria con sus doshijos, a quienes an habla en chino, nopierde el tiempo compadecindose de smisma. En cambio, se ha ocupado delabrarse una nueva vida, con un buentrabajo como gerente de unamarisquera y duea de una casa grandey bien amueblada.

    Aun as, afirma, la vida sinnacionalidad es una lucha constante :Es difcil porque no tengo un carnet de identidad o un libro de familia, pero estoy intentando que me devuelvan la nacionalidadvietnamita y creo que estoy a punto deconseguirlo, dice arrullando a su hija,tan slo un beb : Entonces viviremosmejor.

    R E F U G I A D O S 27

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    Nguyen Thi Diem Chi a su regreso aVietnam, sin nacionalidad despus de laruptura de su matrimonio con untaiwans.

    Soetrisno manifiesta, sin embargo,que muchos funcionarios localessiguen sin conocer la nuevalegislacin. Por tanto, siempre quepuedo, intento dar a conocer lasmejoras de la nueva ley y las normas

    gubernativas visitando ciudades ypueblos de Indonesia, as comoconsulados y embajadas indonesias enel extranjero, para que la mximacantidad posible de gente se beneficiede ella.

    Es un proceso lento y agotador,pero, poco a poco, esas pequeasclusulas de gnero de las leyes deciudadana, que tanto dao hancausado en todo el mundo, se vanreduciendo.

    -obteNga su NUEVA NACiONALiDAD, acaba sieNdo apatrida.

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  • R E F U G I A D O S28

    P O R C C I L E P O U I L LY

    Hasta hace poco, la atencinprestada al problema de laapatridia en frica era

    relativamente escasa. Pero eso empieza acambiar gradualmente, sobre todoporque se est viendo que la apatridia yaha tenido serios efectosdesestabilizadores en algunos pases, yporque actualmente existe el riesgo deque grandes grupos de poblacin seconviertan en aptridas por el devenirpoltico del continente.

    HERENCIA COLONIALMuchas de las fronteras de la moderna frica fueron establecidasarbitrariamente por las potenciascoloniales, y muchos de los estadosindependientes que se materializaron tras

    el final de la poca colonial contienen unaespectacular variedad de grupos tnicos.Algunos de ellos nunca han sidoreconocidos formalmente comociudadanos pese a que han vivido en unmismo pas durante generaciones. Laposibilidad de redibujar algunas de lasfronteras coloniales de manera ms lgicafue tenida en cuenta y desechada en losaos 60, por la posibilidad de que causarams problemas de los que pretendaresolver.

    El