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órgano informativo del movimiento de cursillos de cristiandad de la arquidiócesis de sto. dgo.

ÓRGANO INFORMATIVO DEL MOVIMIENTO DE CURSILLOS DE CRISTIANDAD

DE LA ARQUIDIÓCESIS DE SANTO DOMINGO

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Plan Arquidiocesano Pastoral

Marzo

Itinerario de Evangelización 2014

Tema: «Un pueblo en misión, abierto al diálogo, que fomenta la fraternidad en la sociedad».

Lema: «Dialogando en la verdad, renovemos la sociedad».

Campo de Acción: Los pobresLas mujeres

Valor:La Verdad

Lema:«El que obra la verdad va a la luz». (Jn 14,27)

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EDITORIAL«¡Estamos de júbilo!»

SINTONÍA CON LA IGLESIALa Iglesia en salida

RESCATANDO LA FIDELIDAD AL EVANGELIOTeresa Valenti

NOTICIAS DEL MOVIMIENTO DE CURSILLOS

ULTREYALa puerta sigue abierta

NOTICIAS DE LA IGLESIAMarcha de la Fe

REFLExIONES DEL RECTOR - JOSé GARRIDO¿Santos o sabios?

CUARESMASalvador Gómez

CAMbIAR (1ra parte)Saulo Hidalgo

¿POR QUé CONFESARME?

FRASES CéLEbRES

UN PASO POR MI FAMILIAValor del mes: La verdad

CRECIENDO CONTIGOMercedes Pérez

¿SOPORTAS?Jeannette Miller

SANTIDAD hOYSan José

EL ESPEJO Y LA FAMILIA (2DA PARTE)RP. Luís Rosario

LITURGIA hOYObjetos litúrgicos

CURSILLOS

TESTIMONIOS CUARTO DIA

contenido

PALANCA_RD

Así, la Iglesia desea servir a este único fin: Que todo hombre pueda encontrar a Cristo, para que Cristo pueda recorrer con cada uno el camino de la vida, con la potencia de la verdad acerca del hombre y del mundo, contenida en el misterio de la encarnación y de la redención.

A estos dos hombres es a quienes queremos recordar de manera especial, -y es nuestro segundo motivo de júbilo-, en el marco de nuestra XXV feria del libro católico que lleva por título «…Cuando leemos es Dios quien nos habla». Estos hombres, –papas-, fueron pastores que siempre supieron tener la actitud de discípulos a los pies del Maestro, en la fiel escucha de su palabra. Hombres de sabiduría, pero sobre todo, de una profunda fe y fidelidad a Dios y a su Iglesia. Por esto y otras cosas más, serán nuestros modelos a seguir en nuestro caminar cristiano hacia la casa del Padre celestial. Preparémonos con gozo y júbilo para esta celebración a la que el santo padre el papa Francisco, ha invitado a toda la Iglesia Católica el próximo mes de abril.

Bendiciones.

EdiTORiaL PALANCA

¡Estamos de Júbilo!

¡Estamos de júbilo! Y no es para menos. Esperamos con gran júbilo la celebración de la canonización de nuestros beatos, papas Juan XXIII y Juan Pablo II. Dos hombres de nuestro tiempo, que con su ejemplo de vida humana y cristiana serán inscritos en el libro de los santos y elevados a los altares, y se nos proponen como modelos a seguir en un mundo cada vez más inmerso en un individualismo y egoísmo profundo. A partir del segundo domingo de pascua, serán canonizados «San Juan XXIII y San Juan Pablo II», hombres y pastores de una devoción profunda a la Virgen María. El Papa Juan XXIII, supo lo que quería hacer durante su pontificado. Quería introducir a la Iglesia en el siglo XX, pero sin descartar dos mil años de historia. Quería una Iglesia más católica, pero menos romana. Quería una Iglesia que fuera más solícita que controladora, más madre que reguladora y más abierta a una visión fundada en la fe, que arraigada en una ideología. El Papa Francisco nos ha recordado que «en la Iglesia existe siempre la tentación de entender la doctrina en sentido ideológico o reducirla a un conjunto de teorías abstractas y cristalizadas»,

cuando en realidad «la doctrina tiene como único objetivo servir a la vida del pueblo de Dios y asegurar a la fe, un fundamento cierto»; porque es grande la tentación de apropiarnos de los dones de la salvación que procede de Dios para domesticarlos a los puntos de vista y al espíritu del mundo.

El papa Juan XXIII quería una Iglesia que estuviera comprometida con el mundo moderno y mirara al futuro sin temor, porque el Espíritu Santo actúa en ella y

en el mundo.

Pero una cosa es el depósito mismo de la fe, es decir, las verdades que contiene nuestra venerada doctrina, y otra la manera en que se expresa. El papa Juan XXIII estaba absolutamente convencido de que un puesto de autoridad no se ocupa para tener más poder, sino para amar y servir más.

Para Juan Pablo II, la verdad acerca de Dios como Padre de la misericordia, revelada en Cristo, nos permite verlo

especialmente cercano al hombre, sobre todo cuando sufre, cuando está amenazado en el núcleo mismo de su

existencia y de su dignidad.

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A partir del segundo domingo de pascua, serán canonizados «San Juan XXIII y San Juan Pablo II», hombres y pastores de una devoción profunda a la Virgen María.

Vayan y proclamen. Es una dimensión en movimiento que supone, sin duda, atender a los signos de los tiempos y que, por lo mismo, está sujeta a cambios transformadores, en los que respetando siempre lo esencial, se busquen caminos de actualización atendiendo a los retos cambiantes del tiempo y del espacio.

Es el espacio que ocupa el primer capítulo de la Exhortación, en los cinco acápites en que se desarrolla: Una Iglesia en salida, pastoral de conversión, desde el corazón del evangelio, desde una madre, la Iglesia, de corazón abierto.

Una de las exigencias más profundas en la celebración del año de la fe, es la invitación a una renovada conversión.Conversión quiere decir «cambio de mentalidad». En este sentido la Exhortación apostólica nos invita a mirar la trayectoria de la Iglesia no sólo hacia adentro, que ciertamente es necesario, por aquello que encierra de misterio: «El reino de Dios está dentro de vosotros», sino que la invitación es a mirar hacia afuera, como una

llamada a «salir» de sí misma para ir en busca de los otros, los de cerca y los de lejos, los de la periferia, como dice el papa.Así lo expresa el papa: «La dinámica del éxodo y del don de salir de sí, del caminar y de sembrar siempre de nuevo, siempre más» (EG 21).

El mensaje del Maestro de Galilea es «dinámico». «Vayan y hagan discípulos… enseñándoles a observar todo lo que os he mandado» (Mat 28, 19-20).

Y explica el papa: «En la palabra de Dios aparece permanentemente este dinamismo de “salida” que Dios quiere provocar en los creyentes» (EG 20). «Cuando está sembrada la semilla en un lugar, ya no se detiene para explicar mejor o para hacer más signos allí, sino que el Espíritu lo mueve a salir hacia otros pueblos» (EG 21).

Este caminar supone siempre el contacto con el Señor. «La intimidad de la Iglesia con Jesús, dice el papa, es una intimidad itinerante, y la

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La transformación misionera de la IglesiaLa Iglesia en salida

+Mons. Amancio Escapa, OCDObispo Auxiliar de Santo Domingo

Asesor del MCC

SiNTONía CON LA IGLESIA

comunión esencialmente se configura como comunión misionera» (EG 23).

«Intimidad itinerante», supone que el Señor ha de estar presente en este caminar. Solo cuando el Señor ocupa el centro de nuestra vida en la intimidad, la acción misionera de compartir con los demás será eficaz. Pues transmitiremos «de lo que vivimos» y «lo experimentado» en la intimidad lo abrimos al conocimiento de los otros como expresión de vida y buena noticia.

El amor es difusivo. Cuanto más profundo sea el contacto con el Señor, mayor exigencia de darlo a conocer a los que esperan noticias vividas y experimentadas, transmitidas por otra parte, con «la alegría del Evangelio».

Como los discípulos, que después de predicar volvían alegres de ser mensajeros.

Volveremos sobre el tema.

La Iglesia es por naturaleza misionera. Está llamada a la misión: «Vayan y proclamen la buena noticia a todos los pueblos». Es la tarea encomendada por el Maestro a sus discípulos y, en el correr de los tiempos, a su Iglesia.

Rescatando la fidelidad al Evangelio

Nos habla de «sueños», los que él tiene, y los de otros que le han precedido, que también soñaban para la Iglesia lo que Francisco plantea:

«Sueño con una renovación eclesial, con una opción misionera capaz de

transformarlo todo, para que las costumbres, los estilos, los horarios, el lenguaje y toda estructura eclesial se convierta en un cauce adecuado para la evangelización del mundo actual más que para la auto preservación. La reforma de estructuras que exige

la conversión pastoral sólo puede entenderse en este sentido: Procurar

que todas ellas se vuelvan más misioneras, que la pastoral ordinaria en todas sus instancias sea más expansiva

y abierta, que coloque a los agentes pastorales en constante actitud de salida y favorezca así la respuesta positiva de todos aquellos que Dios

convoca a su amistad».

Tremendas afirmaciones y llamadas nos hace Francisco. Salir, siempre salir. Él de joven quería ser misionero y ahora con su testimonio de vida, palabra y acción, nos está diciendo cómo es su sueño, cómo tenemos que reevangelizar y recristianizar a la Iglesia. Define a la Parroquia como: «Un santuario donde los

sedientos van a beber para seguir caminando, y centro de constante envío misionero. La Parroquia es la manifestación concreta de la única Iglesia en un lugar del mundo, y en ella, verdaderamente obra la Iglesia de Cristo, que es Una, Santa, Católica y Apostólica» (Concilio Ecuménico Vaticano II).

Francisco nos habla de cercanía sencilla y misericordiosa, y en ocasiones deberá caminar detrás del pueblo para animar a los rezagados y, sobre todo, porque el rebaño mismo tiene su olfato para encontrar nuevos caminos. Francisco se revisa y dice que le corresponde como obispo, estar abierto a las sugerencias que se orienten hacia una mayor fidelidad a Jesucristo. Esto es, en definitiva, la alegría del Evangelio. Nos invita a todos a ser audaces y abandonar el criterio de «siempre se ha hecho así». Hay un despertar provocado en el corazón orante que nos habla muy claro y se siente la necesidad de retomar el sueño de la utopía, de la audacia, rescatar la frescura del Evangelio. Ser creativos, y repensar los objetivos, las estructuras de las propias comunidades.

«Una pastoral en clave misionera no se obsesiona por la transmisión desarticulada de una multitud de doctrinas que se intenta imponer a fuerza de insistencia. Cuando

se asume un objetivo personal y un estilo misionero, que realmente llegue a todos sin excepciones ni exclusiones, el anuncio se concentra en lo esencial , que es lo más bello, lo más grande, lo más atractivo y al mismo tiempo lo más necesario. La propuesta se simplifica, sin perder por ello profundidad y verdad, y así se vuelve más contundente y radiante».

«Lo que cuenta es la fe que se hace activa por la caridad» (Gál 5-6). En la Iglesia, la misión se encarna en los límites humanos. Dios nos da la gracia para transformar nuestro corazón de piedra. La vida de Jesús fue un fluir abundante de su ternura y misericordia. Este es el mensaje de Francisco: Salir con audacia y alegría. Salir hacia dónde nunca hemos estado. Mirar el horizonte festivo, gozoso que nos despierta al alborear el día. «Es hora de perder el miedo, de anunciar y cantar que otro mundo es posible».

Una compañera de misión en el Congo, ahora tiene 98 años, y de nuevo estamos juntas en Javier; cuando bajo a la Capilla, ella está detrás de una ventana contemplando el amanecer, alabando y sonriendo. Le tomo la mano y en silencio seguimos adorando juntas… Esa es nuestra pequeña aportación a la Iglesia que quiere Francisco.

Liberar, recuperar todo aquello que durante siglos nos ha sido impuesto y no se asemeja al Evangelio. Todo ello y más nos dice Francisco en su exhortación «La alegría del Evangelio».

Teresa Valentí Batlle M.C.J.

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Son como el ser humano. Nadie nace grande, todos nacemos chiquitos, muy pequeñitos. Pero a medida que pasa el tiempo, el desarrollo hace que los seres vivientes crezcan hasta llegar a su plenitud en distintas etapas, que se van sucediendo poco a poco.

Y es que, como alguien ha dicho: «Para llegar a una meta distante hay que comenzar por dar el primer paso».

Ese primer paso ocurrió hace 25 años, cuando en el Movimiento de Cursillos surge la idea de celebrar una feria del Libro Católico. Comenzó con unos objetivos bien definidos: «Promover la literatura de autores católicos, propagar la verdad de nuestra fe y un mayor conocimiento de nuestra Madre la Iglesia católica».

Estos objetivos no han cambiado.¿Se han conseguido los frutos deseados?

A 25 años de distancia lo que menos ha de importarnos son los frutos. Nos basta saber que nuestra tarea no es recoger frutos, sino sembrar semillas. Si se han dado frutos abundantes, lo dirán quienes año tras año han visitado la feria y han podido ver el desarrollo de la misma.

Nadie puede negar que el alcance que ha adquirido este evento, que sin descanso se ha venido celebrando durante 25 años consecutivos, lo podemos considerar de positivo, por la constancia y el esfuerzo comunitario.

NOTiCiaS MCC

La ilusión, la entrega, la solidaridad y el trabajo en comunidad han hecho posible que hayamos alcanzado esta meta de celebrar las bodas de plata de la misma.

Cada año viene señalada, esta feria, por un lema que va marcando el itinerario de su desarrollo. «Un libro cerrado es un amigo que espera», así rezaba el lema del año 2013. Ese libro que espera, lo abrimos este año y nos encontramos con el lema: «…Cuando leemos es Dios quien nos habla».

XXV FERIA DEL LIBRO CATÓLICOBODAS DE PLATA

«CUANDO LEEMOS DIOS NOS HABLA»La historia se repite. Las cosas grandes, los grandes acontecimientos,

de ordinario, suelen tener un origen pequeño, sencillo.

Y es que Dios habla siempre. Los libros son como ese pozo que en su fondo oculta un manantial de agua viva que sacia la sed de quien se acerca a beber. Siempre hay agua limpia que brota del mismo manantial.

Si al pasar los ojos por cada palabra escrita en el libro, abrimos el sentido del oído, en el silencio de la lectura oiremos el susurro de la voz de Dios que habla, que habla alto y claro, porque quiere compartir con nosotros. Para eso se hizo cercano al hombre.Así lo han expresado quienes saben de lecturas y han buscado la verdad.Por ejemplo, San Agustín nos completa la frase del lema. «Cuando rezamos hablamos a Dios, cuando leemos es Dios quien nos habla».

«Con el estudio de los libros se busca a Dios, con la meditación se le encuentra» (San Pío de Pietrelcina). Y San Juan de la Cruz decía: «Buscad leyendo y encontraréis meditando».Junto a los objetivos de la feria, estos

ejemplos nos ayudarán a seguir buscando, porque como dice el

Evangelio: «Buscad y encontraréis».

La siembra se realizará del 15 al 23 de marzo en la Casa San Pablo. Los frutos dependen de quienes se aprovechen de este medio: «el libro con buenas noticias», para seguir creciendo en la fe en Dios y en el amor a la Iglesia.

+Mons. Amancio Escapa, OCDObispo Auxiliar de Santo DomingoAsesor del MCC

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¿Qué buscan aquí hoy? ¿Qué busco yo aquí? ¿Es hoy un buen día?. Esas preguntas se las hice a algunos de mis alumnos y la mayoría me dijo: ¿Hoy es buen día por qué? Ahí comencé yo a hacerles preguntas: ¿Por qué para ti no es un buen día?. Pero fíjense en una cosa, para los más pequeños era un buen día y me daban unas razones muy contundentes, pero para los de quinto y sexto de básica, no era un buen día porque no había algo especial en sus días. Los pequeñitos son felices pero los más grandes ya no lo son tanto ¿por qué?.Les tengo una buena noticia que seguramente ustedes ya saben. Nuestro Padre Dios quiere que todos nosotros seamos inmensamente felices. Lo único que Él sabe es amarnos, y anhela profundamente que seamos felices. Esas palabras «Dios es amor», que venimos escuchando desde pequeños como un slogan, en un afiche, como un cliché y sin ponerle mucha importancia, yo me he detenido a reflexionarla: ¡Dios me ama!. Surge la pregunta: ¿Somos felices como nuestro Padre quiere que lo seamos? Con el tiempo el Señor me iba llevando donde él quería que yo estuviera. El Señor nos dice a cada momento cómo nos ama, cuánto valemos para Él. La vida es un proceso. Somos como la cebolla, si se lo permitimos, el Señor va quitando las capas una a una hasta llegar a nuestro corazón.Hay dos cosas importantes en mi vida, a parte de mi tradición familiar, y son:

Dios te ama

una persona y un medio muy eficaz que ustedes conocen. La persona es María, que desde que yo era pequeña me comunicaba con ella y ella poco a poco me fue llevando a su hijo Jesús. Mujer valiente y decidida. Mujer de fe, esposa respetuosa, agradecida de Dios y humilde. Estas cualidades que ella no las compró, sino que fueron regalos de Dios. La otra cosa es la Biblia, herencia de nuestro Padre. Lo que a Dios le agrada de mí no son las cosas que yo hago. Lo que él destaca, lo

que él ama de nosotros es la fe. Lo vemos en el capitán romano, en la hemorroisa, en Nicodemo… La fe es una gracia, un regalo de Dios. Yo no tengo que hacerme una santa, el Señor es que lo hace en mi, solo tengo que abrir mi corazón.¿Quién soy yo para creerme que yo no estoy bien hecha? ¿Quién soy yo para contradecir a mi Padre? y ¿Quién soy yo para querer ser como fulana o fulano?. Dios nos ama como somos. Nos llamó por nuestros nombres. Nos puso el nombre

Les tengo una buena noticia que seguramente ustedes ya saben. Nuestro Padre Dios quiere que todos nosotros seamos inmensamente felices. Lo único que él sabe es amarnos, y anhela profundamente que seamos felices.

antes de que naciéramos y nos lleva grabados en la palma de su mano. Esto dice el Señor: «si una madre se olvidase de ti, yo no me olvidaré».Lo que no nos cuesta esfuerzo es un regalo. El Señor nos ama tanto que nos quiere sorprender con su amor. Somos valiosos y queridos, por eso ámate, valórate y créelo. El que le abre su corazón al Señor y cree que Dios le ama, empieza a amarse y se valora. Necesitamos reconocer humildemente que Dios nos ama, que valgo, que soy capaz, pero también que tengo mis limitaciones y que me equivoco.¿Qué puso Dios en ti? Dios siempre se ha manifestado a sus hijos a través de sus hijos. Dios siempre nos ha hablado a través de la gente. El necesita tus manos, tus piernas, tu corazón. Tú tienes una canción que entonar en esta vida y nadie la puede entonar por ti. El Señor te confía una misión. ¿Sabes tú quién es el favorito de Dios? Cada uno somos los favoritos de Dios. Dios tiene un Sueño con cada uno de nosotros. Muchas veces hablamos de Jesucristo y no vemos lo bonito y lo bello que hay en cada ser humano. No vemos la obra de Dios. Todos tenemos habilidades y talentos diferentes. Dios nos ama como somos porque Él no crea nada malo, Sopló aliento de vida y le pareció muy bien lo que había creado. Debemos descubrir cuáles son las virtudes y miserias que tenemos en nuestro interior. Ver cómo somos únicos e irrepetibles.

ULTREYa

Beatriz Dinora Defilló

La alegría de los asistentes es contagiosa

¡De Colores!

ULTREYa

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El amor es ese «tú me importas». No pretendamos cargar a las personas que amamos con las cosas que yo no pude lograr en mi vida porque nunca seremos felices. Vamos a respetar a los demás, a escucharlos como María escuchó a Jesús,

que se convirtió en discípula, la primera que le creyó. La invitación a mis hermanos de colores, es que piensen un poquito en lo que el Señor ha querido decirles hoy, de lo importante que eres para Dios. Que Dios

no hace tonterías. Te dio un talento y una habilidad esencial. Aprenderás a ser feliz cuando te aceptes como eres. Cuando te perdones al equivocarte y tenerte paciencia primero. Si tú no te perdonas, no vas a poder perdonar a nadie, si tú no te aceptas, no vas a poder aceptar a nadie. Dios te ama.

Ultreya GeneralMIéRCOLES2 DE AbRIL

Cursillo Damas #670 Del 27 - 30 Santiago

Cursillo Caballeros #163 Del 27 - 30 Diócesis Ntra. Sra. de La Altagracia

Cursillo Caballeros #349 Del 27 - 30 Diócesis de La Vega

Cursillo Caballeros Del 27 - 30 Diócesis de Puerto Plata

Cursillos a realizarse en el paísMARZO ABRIL

Cursillo Damas #822 Del 3 - 6 Santo Domingo

Clausura a 7pm el domingo 6TEMA ULTREYA

«LA SEMANA MAYOR»

ULTREYa EN IMáGENESVISITA NUESTRA GALERÍA DE IMáGENES

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Coro Parroquia Madrina animando

Público atento al rollo central

Inelda, Johanny y Teresa posan para Palanca Elisa Boo entrega revista Palanca a cursillista

Presentación Ofrendas

Fernando Langa director MCC presentando la revista Palanca

Sacerdotes Parroquias Madrinas dando inicio a la celebración Eucaristíca

Momento de la Comunión

Sacerdotes, Diáconos y monaguillosEl P. Ariel Rodríguez Párroco de la Parroquia Madrina

El Arq. Langa un dirigente entregado a la extensión del Reino

Público en momento de oración

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Durante el año 2013 fuimos invitados a celebrar «el año de la fe», convocados por el papa Benedicto XVI y que tuvo su desarrollo del 11 de Octubre de 2012 al 24 de Noviembre de 2013.

Marcado por el inicio de la Carta «Porta fidei», que invitaba a cruzar el umbral de «la puerta siempre abierta para todos», tratamos, a lo largo de todo el año, de profundizar en la esencia de nuestra fe: don de Dios, comunicación con Dios, estudio de la Palabra de Dios. Supuso el cruzar el umbral de la puerta abierta hacia adentro. Es en el interior y el silencio contemplativo como podemos pasar de un sentimiento de la fe, a un contenido bien fundamentado que «pasa del sentimiento a un fiarse de Dios, confiarse a la acción de Dios que nos muestra su camino para conseguir la verdadera libertad, nuestra identidad humana, dejándonos transformar por la gracia que nos llega a través de la Palabra» (Porta fidei).

Descubierta la verdadera esencia de nuestra fe, consciente, preparada y celebrada, es el momento de cruzar el umbral de la misma puerta, que permanece abierta, en otra dimensión.

Primero atravesamos la puerta hacia adentro: comunicación con Dios, pertenencia a la Iglesia, contacto con la Palabra de Dios. Es el momento de cruzar la misma puerta, pero en sentido inverso, es decir, hacia afuera.

Iluminados por el encuentro con Dios y el contacto con su Palabra, el reto, en perspectiva de futuro, es llevar lo contemplado, lo vivido, a los demás, a los otros, a los de cerca y a los de lejos, llegar a la periferia, como dice el Papa Francisco, a los que por una u otra razón no se atrevieron a cruzar la puerta para ese encuentro con Dios y tomar conciencia de su ser Iglesia.

MARCHA DE LA FEViernes 7 de marzo 2014«Vive y proclama tu fe»

Este es el objetivo y razón de la Marcha de la fe. «La fe crece y se fortalece creyendo», dice el papa. Y añade: «Esperamos que el testimonio de vida de los creyentes sea cada vez más creíble» (Porta fidei 9).

Como auténticos misioneros empujados por la caridad de

Cristo que nos urge, caminemos manifestando nuestra fe «con la

alegría del Evangelio».

Partiremos desde el Santuario de Nuestra Señora de las Mercedes a las 7 P.M. para terminar en la plazoleta de Colón, junto a la Catedral, con la celebración de la Eucaristía.

Pido a todos los agentes de pastoral desde sus zonas pastorales, a los sacerdotes, religiosos y religiosas, laicos comprometidos, movimientos

apostólicos, promover esta peregrinación, manifestación de la fe preparada, renovada y celebrada durante el año de la fe.

Agradeciendo su colaboración y asistencia, les bendice de corazón.

+ NICOLÁS DE JESÚS CARDENAL LÓPEZ RODRÍGUEZ

Arzobispo Metropolitano de Santo Domingo

Primado de América

NOTiCia DE LA IGLESIA

INICIO: Encuentro de la marcha en la plazoleta de la Núñez de Cáceres, parque Mirador Sur.LLEGADA: Parqueo Casa San Pablo

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REFLExiONES DEL RECTOR

¿Santos o sabios?

Con mi afán de ser sabio estudié para ser siempre el mejor. Cuando terminé los estudios universitarios seguí estudiando todo lo que me caía en las manos, en relación con mi profesión. Hice el pavimento de concreto de la Autopista Duarte de Santiago a Navarrete y llegó un momento que era el que más sabía en el país de pavimento de ese tipo. Empecé un servicio de vaciado de hormigón bombeado, y al cabo de un tiempo dominaba por completo lo relacionado con este tipo de hormigonado y el equipo que utilizaba. Fui encargado de un programa de desarrollo de la Apicultura con el Banco Agrícola y el BID, y transcurrido un tiempo era un experto en la materia.

Ahora, dirigiendo la mirada hacia atrás, no estoy seguro de si aprendía todas estas cosas para dar un mejor servicio a la sociedad en la que vivía, o

si lo hacía para ser el que más sabía de los diferentes temas, y con esto llenar mi orgullo. En otras palabras: Para ser el «sabio» con el cual soñaba. ¿Ser santo o ser sabio? Ahora con el paso de los años y con muchos kilómetros recorridos en una larga existencia, veo con mucha claridad la repuesta.

Veamos, el sabio habla de lo que sabe, el santo habla de lo que vive. Lo que yo se, me sirve para desenvolverme en las actividades en las cuales me involucro y nada más. Lo que yo vivo, que es producto de lo que soy, me sirve para que esas acciones lleven un tinte de solidaridad, de amor hacia los demás, de constancia en lo que realizo, Pero lo más importante me abre el camino hacia el cielo.

La santidad conlleva entre otras cosas, una gran sabiduría. La sabiduría que da el Espíritu Santo, que nos permite

ver y juzgar los hechos con los ojos de Dios. Ese es el tipo de sabio al que debemos aspirar. Aquél que ve las cosas del mundo, las pasa por el filtro del Evangelio y trata de enderezar lo torcido para el bien común.

De nuevo la pregunta: ¿Ser Santo o ser sabio? Se puede ser ambas cosas, pero, con la sabiduría del Espíritu. Recordemos aquella copla que hemos oído docenas de veces:

«La ciencia más alabada es que el hombre bien acabe, porque al fin de la jornada, aquél que se salva sabe,

y el que no, no sabe nada».

Deseo con todo mi corazón, que al final de la jornada, todos nos encontremos en la Gran Asamblea de los Santos.

Nos interesa saber tu opinión y sugerencias de las secciones de la revista. Envianos tus comentarios a: formacionmcc@gmail.com

Hace tiempo que viene dándome vueltas en la cabeza, plantear en un artículo esta disyuntiva. Esto, porque toda mi vida de joven quise siempre ser lo segundo. Cosa de la cual estoy ahora bien seguro que era un enorme error. Primero santo, después cualquier otra cosa que la vida me demande.

José Garrido

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Cuaresma

Con el miércoles de ceniza damos inicio a la Cuaresma, que es un período de cuarenta días que nos prepara a la Semana Santa. A lo largo de la Sagrada Escritura, la Cuaresma ha adquirido diferentes significados. En el libro del Génesis significa tiempo de purificación que ocurrió durante los cuarenta días del diluvio (Gen. 7, 4).

Para el pueblo de Israel la Cuaresma fue un tiempo de liberación que duró cuarenta años de largas y duras caminatas por el desierto (Ex. 16, 35 y Deut. 8,2). Para Moisés la Cuaresma fue un tiempo de contacto profundo y personal con Dios en el Monte Sinaí (Ex. 24, 18). En otra oportunidad la Cuaresma, para Moisés, fue un tiempo de poderosa intercesión por el pueblo de Israel (Deut. 9, 25-29). Para el profeta Elías, la Cuaresma fue el tiempo de alimentarse y renovar las fuerzas para continuar su camino hasta encontrarse con Dios (1ª Reyes 19, 8). Quizás de todas las

Cuaresmas mencionadas en el Antiguo Testamento, la mas significativa sea la del pueblo de Nínive. Fueron cuarenta días para escuchar la advertencia de Dios para que cambiaran el rumbo de su vida. Fue un tiempo de conversión, ayuno y clamor a Dios; un tiempo de arrepentimiento.

Que importante sería que en nuestra propia Cuaresma hiciéramos vida el capítulo tres del libro de Jonás. En el Nuevo Testamento, los cuarenta días que pasó Jesús en el desierto fueron un tiempo de oración, ayuno y sobre todo, un tiempo para vencer las tentaciones (Lc.4, 1-3). San Lucas quiso destacar un nuevo significado de la Cuaresma al señalar que Jesús Resucitado se le apareció a sus discípulos durante cuarenta días, para darles muchas pruebas de que estaba vivo y prepararlos suficientemente para la importante misión de ser sus testigos (Hch.1, 3-5). Con la ayuda de Dios, este será también el fruto de nuestra Cuaresma: Un encuentro personal con Cristo vivo, que nos convierta en eficaces testigos de su

Los que hemos tomado la decisión de perseverar en el camino de Dios, sabemos que la única manera de hacerlo es ocupándonos en las cosas de Dios y trabajando en la extensión de su Reino.

victoria contra el pecado y todas sus consecuencias.

Los que hemos tomado la decisión de perseverar en el camino de Dios, sabemos que la única manera de hacerlo es ocupándonos en las cosas de Dios y trabajando en la extensión de su Reino.

En cuanto la suegra de Pedro se sintió sanada por Jesús «...ella, levantándose inmediatamente se puso a servirles» (Lc. 4, 39). Y cuando el hijo pródigo regresó arrepentido a la casa del Padre, venía con ganas de trabajar, por eso exclama: «Ya no merezco ser llamado hijo tuyo, trátame como a uno de tus jornaleros» (Lc. 15, 19).

El que verdaderamente está decidido a cambiar el rumbo de su vida personal o familiar, no se conforma con arrepentirse de todo lo malo que ha hecho o a lamentar lo bueno que dejo de hacer. La conversión verdadera es la que nos lleva hasta la entrega y el servicio.

SaLVadOR GÓMEz

Cambiar (1ra Parte)

nueras, a ser suegros o suegras, luego a ser abuelos, etc. Todas son etapas de la vida en las que pasamos por cambios que tenemos que aprender a manejar. La gente que amamos cambia. Las posiciones económicas cambian. El estado civil cambia. Los trabajos cambian. Las estaciones del año cambian. Todo tiene que aprender a manejar los cambios. Tenemos que entender que siempre debemos cambiar.

Al hablar de cambio, me refiero a cambios hacia lo mejor. Aprender siempre a elegir el bien mejor, a asumir posiciones para ser mejores, aún en medio de las peores circunstancias. De hecho, en mis libros siempre expreso que Dios nos ha creado con una capacidad extraordinaria de adaptarnos a los cambios. Nos ha creado con tanta grandeza, que lo mejor de nosotros sale en los peores momentos. De las crisis, nacen las grandes soluciones. Cuaresma es el tiempo de pasar inventario. ¿Recuerdas aquellos letreros que se colocaban en las tiendas, que decían «cerrado por inventario»? Pues hay que hacer inventario no solamente en los negocios, sino en lo más importante: Nosotros mismos. Evaluar si hay pérdidas o si hay ganancias; si hay balances rojos o azules; negativos o positivos. Nadie

«Pero lo que sale de la boca, proviene del corazón, y eso es lo que contamina al hombre» (San Mateo 15, 18).

quiere autoevaluarse. Todos preferimos siempre evaluar a los otros. Cuaresma no es para que evalúe a las demás personas, es para que se evalúe usted, a la luz de la Palabra de Dios. Es el tiempo de enfrentar a la carne, a los malos deseos, a su forma hiriente de hablarle a los demás, a sus hábitos desenfrenados, a sus egoístas actitudes, a su incapacidad de hacerle la vida más agradable a su familia. Enfrentar la tendencia a lo fácil, a lo cómodo y al incontenible deseo de competir con todo mundo y de ser el centro de atención de los demás. Todas estas cosas que terminan dejándonos, tristes, débiles, inseguros e inestables. Cristo es más que un concepto. Él es vida y vida en abundancia. Él es dirección. Él es luz para encontrar salidas cuando parece que no las hay. Él es fuerza para seguir caminando en este valle de lágrimas. Él es el sanador y el restaurador de vidas. Acérquese a él y aprenda a cambiar. Si verdaderamente quiere tener su matrimonio de vuelta, si verdaderamente quiere tener a sus hijos de vuelta, deberá, escúcheme bien, «enfrentar aquellas cosas de las que la mayoría de la gente moderna sale huyendo». Sólo la gente valiente y llena de Dios es capaz de hacerlo.

SaULO hIDALGO

Palanca | 13

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Usted nunca llegará a ser lo que puede ser, sino deja de ser lo que ha solido ser. La palabra cambio, está presente en todas las actividades de la creación y de la vida. Ella es necesaria para poder asumir las cosas que se van presentando a diario.

Estamos entrando a la Cuaresma, al tiempo de la evaluación, al tiempo de los cambios. Cambios en nuestra conducta, en nuestra forma de lidiar con los problemas familiares, en nuestra común, apática y patética relación con Dios, en nuestra visión de la vida y en nuestra percepción del futuro. Dios nos invita a ese cambio permanente que se llama conversión o «metanoia», que tiene que ver con dejar viejas actitudes para asumir nuevas y con ellas ser capaces de seguir manteniendo la paz, la alegría y el buen funcionamiento de nuestra vida y nuestra familia.

Todas las familias tienen que vivir esos cambios. De hecho, todo está en constante cambio en nuestro alrededor y en nuestra propia casa. Del noviazgo pasamos al matrimonio, del matrimonio pasamos a ser padres, de tener bebés pasamos a tener niños, luego adolescentes, luego estudiantes universitarios, luego a tener yernos o

Hablemos ahora más específicamente del pecado. La tradición de la Iglesia siempre ha distinguido entre «pecado mortal y pecado venial». Antes de distinguir uno del otro, es bueno señalar que esta división ha sido un problema para muchos católicos, puesto que se confunden en distinguir uno y otro. Vamos a decirlo de manera sencilla: «Los pecados veniales «dañan» nuestra vida sobrenatural, mientras que, los pecados mortales «acaban» con nuestra vida sobrenatural. Los pecados veniales indican una enfermedad espiritual, mientras que, los pecados mortales indican la muerte sobrenatural».

El pecado mortal es terrible. Aquí volvemos a recordar las palabras de

Jesús en Mt 10, 28: «No teman a los que matan el cuerpo pero no pueden matar

el alma; teman más bien a los que matando el cuerpo también matan el

alma, arrojándolos al infierno».

El infierno no es un lugar físico, como algunas personas piensan o creen. Es

más bien lo que se llama «un estado del alma», que se experimenta en la medida

en que la persona vive su vida cada vez más alejada de Dios e inmerso cada vez más en la vida de pecado. Tanto el infierno como el cielo, o mejor dicho, la iniquidad y la beatitud, se comienzan

a vivir aquí en la Tierra, pues «existen hombres que viven en un verdadero odio y rabia continua, así como otros que viven inmersos en un verdadero abismo de amor» (José Ant. Fortea).

Para que haya pecado mortal, hacen

falta tres condiciones: materia grave (especificada por los mandamientos de Dios), conocimiento pleno y consentimiento deliberado. La absolución sacramental es para los pecados mortales o graves. Alguien me preguntará entonces, ¿y qué pasa con los pecados veniales? ¿No se perdonan en la confesión? o ¿No es necesario confesarlos? ¿Qué pasa con ellos? Aquí quiero parafrasear un dicho popular que dice «grano a grano se llena la gallina el buche». Si aplicáramos este dicho a los pecados veniales podríamos decir que la práctica de pecados leves puede llevar a caer en un pecado mortal o grave. Entonces, debemos curarnos en salud; aunque no se haya cometido un pecado mortal, es bueno prevenirnos acercándonos a la confesión para que sean perdonados. Claro que tampoco hay que caer en los extremos, porque si no, no vamos a salir del confesionario ya que es más fácil o común cometer pecados veniales que mortales. Por eso es importante el examen de conciencia.

Quiero aprovechar para aclarar una situación que muchos católicos asumen o piensan. La gracia de Dios no tiene fecha de vencimiento. O sea, hay muchos católicos que se acercan al sacerdote pidiendo que se le renueve la gracia como si ella tuviera fecha de vencimiento o de caducidad. Nada más falso. La gracia de Dios lo único que la rompe, que la anula o la destruye es el pecado mortal. Es decir, que si un católico no ha cometido ningún pecado mortal después de su última confesión, no tiene que pedir renovación de la gracia. Para que la confesión sea válida, tenemos que confesar todos los

pecados mortales de los cuales tengamos conciencia después de nuestra última confesión. Es muy común escuchar a la gente decir «Dios no me perdonará esta falta o pecado». Falso. El que así piensa en realidad no conoce la misericordia de Dios. No hay pecado que Dios no perdone si nuestro arrepentimiento es sincero. A esto, el Catecismo nos dice: «No hay límites a la misericordia de Dios, pero quien se niega deliberadamente a acoger la misericordia de Dios mediante el arrepentimiento, rechaza el perdón de sus pecados y la salvación ofrecida por el Espíritu Santo. Semejante endurecimiento puede conducir a la condenación final y a la perdición eterna» (Cat. no. 1864).

El pecado venial debilita nuestra voluntad. Nos hiere en el alma, aunque no nos mata. El papa Juan Pablo II decía: «El pecado venial no priva al pecador de la gracia santificante, de la amistad con Dios, la caridad y en consecuencia la felicidad eterna» (Reconciliación y Penitencia no. 17.9). Ningún pecado, por pequeño que sea, es compatible con la vida de Cristo, que siempre está libre de pecado. El pecado engendra otros pecados, no solo en el pecador sino también en los demás. Esta es la dimensión social del pecado. Hay una responsabilidad nuestra cuando participamos o colaboramos en los pecados de los demás: ordenándolos, a c o n s e j á n d o l o s , a l a b á n d o l o s , aprobándolos, no impidiéndolos, no denunciándolos o protegiéndolos (Cat. no. 1868).

¡Bendiciones!

Pecado mortal y Pecado Venial

RP Robert Brismanmisreflexionespadrerobert.blogspot.comrobertbrisman@gmail.com

Los pecados veniales «dañan» nuestra vida sobrenatural, mientras que, los pecados mortales «acaban» con nuestra vida sobrenatural. Los pecados veniales indican una enfermedad espiritual, mientras que, los pecados mortales indican la muerte sobrenatural

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¿POR qUé CONFESaRME?¿POR qUé CONFESaRME?

RP Robert Brismanmisreflexionespadrerobert.blogspot.comrobertbrisman@gmail.com

«Quien dice la verdad, ni peca ni miente».

Refrán

«El mayor amigo de la verdad es el tiempo; su más encarnizado

enemigo, el prejuicio».

Charles Caleb Colton

«La libertad de buscar y decir la

verdad es un elemento esencial de la

comunicación humana, no sólo en

relación con los hechos y la información,

sino también y especialmente sobre

la naturaleza y destino de la persona

humana, respecto a la sociedad y el bien

común, respecto a nuestra relación con

Dios». Juan Pablo II

«En una época de engaño universal decir la verdad es un acto

revolucionario».

George Orwell

Las frases son proverbios escritos por distintos autores y que sierven como alimento para el alma en distintos momentos de nuestras vidas.

«Hay que tener el valor de decir la verdad, sobre todo cuando se habla de la verdad».

Platón

«No se accede a la verdad sino a través del amor».

San Agustín

FRaSES CéLEbRES

VaLOR dEL MES: «LA VERDAD»

Palanca | 16

La Verdad

Cuando en mi vida quiero conocer la verdad de cómo fue o es un hecho, entiendo como la mejor opción conocer las variables u opiniones y después creer y confiar en quienes yo sé que no me mienten.

Se considera la «verdad» como un valor ético, pues

da sentido al respeto ante los demás hombres,

constituye uno de los pilares básicos sobre los

que se asienta la conciencia moral de la comunidad y abarca todos los ámbitos

de la vida humana. La «verdad», es definida

semánticamente como «el momento en el cual una intención, un propósito,

debe encontrar una verificación en la realidad».

«La verdad, que es Jesús, debe ser proclamada de una manera que atraiga, y no impuesta con violencia. Es conveniente recordar las palabras que el papa Juan Pablo II nos dejó a los cristianos del nuevo milenio. “Otros capítulos dolorosos sobre los que los hijos de la

Iglesia deben volver, con ánimo abierto al arrepentimiento, está constituido por la aceptación, manifestada especialmente en algunos siglos, de métodos de intolerancia e incluso de violencia en el servicio a la verdad...” De estos trazos dolorosos del pasado emerge una lección para el futuro, que debe llevar a todo cristiano a tener buena cuenta del principio de oro dictado por el Concilio: “La verdad no se impone sino por la fuerza de la misma verdad, que penetra, con suavidad y firmeza a la vez, en las almas” (Tertio Milenio Adveniente #35).

De ninguna manera se trata de quedarnos callados o de aceptar el error, la mentira, la desviación, el pecado, la injusticia, como algo normal, y acostumbrarnos a vivir en un mundo en caos. Se trata más bien de descubrir cuáles son las necesidades, los sueños, las aspiraciones, los temores de nuestros contemporáneos, y presentarles a Jesús, como el único que puede llenarlos totalmente».

Es la realidad cruda y sin alteraciones de ningún tipo, ni cercanía a la falsedad. La verdad es una sola y es detalladamente objetiva. Juicio o proporción que no se puede negar racionalmente.

la verdad, que es Jesús, debe ser proclamada de una manera que atraiga, y no impuesta con violencia.

Verdad

En diversos documentos, tales como Medellín, Puebla, Aparecida, entre otros; se nos habla de la opción preferencial por los pobres, y la Palabra nos muestra claramente a un Dios hecho hombre que desafía las prioridades de su tiempo: Su opción preferencial por los pobres, las mujeres y los niños; el escándalo de amor más grande, al punto de dar la vida por ese amor.

¿Y cuál es la mayor verdad? Que esas áreas de la población, aún hoy día, 2014 años más tarde, siguen siendo las más vulnerables y las más desprovistas de respeto, de la dignidad y del amor, léase de caridad.

¿Por qué son vulnerables? ¿Qué los hace ser más indefensos, que el mismo Dios opta preferencialmente por ellos? El egoísmo que esclaviza, la injusticia del que tiene más y no sacia su sed, sino que la alimenta en aras del progreso y bajo el «derecho» al desarrollo. Los pobres que son silenciados por los poderosos y no pueden levantar su voz, porque hasta las fuerzas les faltan. Las mujeres que tienen temor a expresarse, porque son maltratadas y abusadas: Algunas veces son «usadas»; y otras, en un «empoderamiento» mal entendido, «se dejan usar»; y las valientes, muchas veces son malinterpretadas, incluso por las mismas mujeres. ¿Y los niños? Irrespetados en su primer derecho: el derecho a nacer, derecho a la vida. Vulnerables por abuso y explotación de toda índole, por la indiferencia de la sociedad y otras veces, por la visibilización única de sus derechos y el solapamiento de sus deberes.

«El Espíritu del Señor está sobre mí. Él me ha ungido para traer la Buena Nueva a los pobres, para anunciar a los cautivos su libertad y a los ciegos, que pronto van a ver. A despedir libres a los oprimidos y a proclamar el año de la gracia del Señor» (Lc 4,18-19).

¿A qué nos llama la Palabra? Al amor y a la solidaridad. ¿A qué nos invita el Papa Francisco? Al Diálogo. Él señaló: «No puede haber paz sin diálogo». Nadie puede traer «Buena Nueva» en «guerra». Y el primer saludo de Jesús era «La Paz a ustedes». La Buena Nueva se transmite en el diálogo. Y éste, paradójicamente se inicia en el silencio.

María: Mujer abierta al diálogo. Antes de abrir su

boca y dar respuesta al Ángel Gabriel, mensajero de Dios; mantuvo abiertos su corazón, sus oídos, su mente, sus ojos y por último abrió sus labios para iniciar el diálogo y ofrecer la respuesta que se esperaba en ese instante.

¿Por qué ese orden para un diálogo? Porque hay que soltar toda predisposición desde el corazón, para poder escuchar con los oídos; sino, existe un bloqueo que impide escuchar y más que todo, entender. Cuando estamos predispuestos, puede que se intente comprender, pero esto no se logra, si no hay una apertura para ello.

Abrir los oídos y luego la mente, que va conectada de manera especial con el corazón. Si la mente no está aireada con pensamientos limpios y sanos, la predisposición del corazón se apodera del entendimiento y lo que se escucha sufre una metamorfosis, que casi nunca es positiva ni es la real.

Si cada uno de estos espacios no está limpio y lo que se recibe no penetra en un terreno fértil, la palabra no fecunda, rebota, y lo que sale de nuestros labios no es la respuesta a lo que recibimos, sino la reacción de lo que acumulamos dentro, corriendo el riesgo de malinterpretar, herir y hacer daño.

Así sucede hoy día en la sociedad y en el mundo. Convocamos a reaccionar, incentivamos la violencia. Motivamos a lanzarnos a las calles, promovemos el «ojo por cuerpo entero», porque el refrán de «ojo por ojo», ya nos quedó pequeño. Arroyamos, atropellamos, herimos, matamos y sentenciamos a muerte en vida, a personas y familias completas, porque «mi» opción preferente soy yo, luego yo y mis intereses.

Ante el llamado de Jesús, es urgente reconocer que el pobre tiene derecho a una vida digna, a un desarrollo humano e integral, con acceso a bienes y servicios, opción al progreso y a las oportunidades: Pero sobre todo, derecho a un trato justo y consciente, empezando por entender, que «todos» somos hijos de Dios, y que merecemos un espacio para vivir, en esta tierra que fue creada para todos. Merecemos recibir un trato humano, porque pareciera que a los «humanos», la misma naturaleza y los animales nos podrían educar y enseñar a convivir. Recordar que «los niños son la

Opción preferencial a los ojos de Jesús

esperanza del futuro», aunque pareciera que no es así, por los intereses foráneos y nacionales que mutilan la vida.

¿Qué habría pasado si María se hubiera negado a escuchar el pedido de Dios? ¿Que habría pasado con la redención del mundo, la tuya y mía, si Ella no hubiera sosegado su alma y aquietado sus impulsos, para estar atenta a la Palabra de Dios? ¿Qué habría pasado si María no hubiera fortalecido su interior para, valientemente, decir «sí» en una sociedad, donde le habría valido la muerte?

La mujer y el hombre de Dios necesitan la escucha y la valentía de María, y la seguridad en Dios. María no dijo: «Mi cuerpo es mío, yo hago con él lo que quiera, con quien y cuando quiera».

Reconocemos que la mujer tiene derecho a ser escuchada, respetada, amada y valorada. La mujer de hoy tiene la responsabilidad de defender valientemente el santuario del vientre que se la ha concedido para engendrar, no para ser espacio de muerte. Respetándose a sí misma, y a su cuerpo, como templo, disfrutando su sexualidad como algo sagrado para darle la dignidad que le corresponde, otorgada por aquél que creó el milagro del amor humano como continuidad del inmenso amor del Dios-Creador y Padre a la vez.

La mujer tiene derecho a defender sus espacios, como María, en la venida del Espíritu Santo, en el momento del Pentecostés tuvo su espacio y privilegio.

La mujer tiene derecho a hacerse sentir, en la defensa de los pobres y marginados, como madre Teresa de Calcuta; no porque es usada como objeto barato que luego se descarta. La mujer tiene derecho a defender a los humildes, a reclamar la justicia de los inocentes y a reconocer las bondades que Dios ha manifestado en su ser, como María, que al exclamar el Magnificat, lanzó el grito más revolucionario y nunca antes visto en la historia. Búscalo, léelo, interiorízalo y hazlo vida.

Tú y yo, tenemos un desafío y un reto: la opción preferencial de Jesús. Es para valientes. ¿Te animas? Juntos podemos empezar a «ser» y «hacer» la diferencia.

¿Por qué a los ojos de Jesús? Sencillo… Jesús nos dijo: «Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida» (Juan 14, 6). ¿Por qué perdernos en el intento? Si nos dijo que es el Camino: tenemos una guía. Si es la Verdad: tenemos la certeza, la claridad; y si es la Vida: la existencia, la plenitud.

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Mercedes Pérez

Un espacio de reflexión para crecer desde el corazón en tres direcciones que convergen entre si: Creciendo Contigo

(Señor); Creciendo Contigo (contigo mismo y contigo misma) y Creciendo Contigo, hermano y hermana que

reflexionas conmigo.

CRECiENdO CONTIGO

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iGLESia VIVA

Los humanos tendemos a engañarnos presentando ante nosotros mismos una imagen que habría que comparar con nuestras actuaciones.

¿Soportas la presión de los choferes durante los tapones, cuando te pegan la bocina para que avances y tú tienes el bomper del carro delantero pegado al tuyo?

¿Soportas cuando, tratando de oír misa, un feligrés distraído permite que su celular suene, y hasta responde en voz alta interrumpiendo la espiritualidad de los presentes?

¿Soportas cuando tu hijo o hija te dicen que no averigües su vida pues ya son adultos y se gobiernan?

¿Soportas cuando vas a comprar algo y la persona que atiende se queda hablando con su compañera (o) sin hacer caso a lo que le solicitas?

¿Soportas que en el supermercado te den un empujón y la persona siga, sin siquiera voltear la cara, ni mucho menos pedir disculpas?

¿Soportas?El lema el mes de febrero del Plan Arquidiocesano Pastoral era: «Sopórtense unos a otros» (Col. 3, 13). Dicho de esta manera, parecería muy fácil cumplir con ese propósito.

¿Soportas que cuando llegas a tu casa encuentras tu parqueo ocupado por otro vehículo?

¿Soportas que en tu comunidad haya preferencias por las personas que son amigas de los dirigentes?

Y así podríamos seguir con miles de ejemplos que forman parte de nuestro día a día y hacen que se nos «prendan las orejas» y automáticamente nos surja un insulto o un mal pensamiento para quien nos ha agredido.

Controlar esas reacciones frente a la cantidad de abusos que enfrentamos a diario, a veces, fruto de una mala

intención, pero mayormente fruto de falta de educación, es una de las más

efectivas prácticas cristianas.

Particularmente, soy una persona iracunda y exigente; muchas veces me encuentro subiendo la voz y exigiendo a las personas el comportamiento que considero correcto. Pero inmediatamente me doy cuenta, le pido a Dios que me ayude a cambiar, pues no quiero ser así.

Algo que me ha ayudado mucho es la frase de Ignacio Larrañaga. ¿Qué hubiera hecho Jesús en mi lugar? Y si ya he cometido la acción, pido disculpas a la persona a quien he hablado mal.Pero la verdad es que no es fácil.

Durante mis años como profesora aprendí más de mis alumnos, que lo que me enseñaban los libros. Por eso vivo observando cómo se comunican los jóvenes, qué palabras utilizan, qué nuevos significados les aportan, tratando de crear un nivel de lengua que les pertenezca, que los haga distintos.

Uno de los términos que usan y que más me ha gustado es: ¿Soportas? Y es que los jóvenes utilizan esta palabra cuando ofrecen algo bueno (como ir al cine, o a comer algo, o asistir a una fiesta). Esa es la connotación que deberíamos aplicar nosotros, cuando enfentamos una experiencia negativa, pues si la vemos con los ojos de Dios, inmediatamente se convierte en una oportunidad de que podamos crecer en el amor y la aceptación de nuestro prójimo.

¿Soportas…?

Jeannette MillerC-642

Palanca | 19

¿Soportas?

16 | Palanca

Etimológicamente, José quiere decir: Aquél al que Dios ayuda. Es de origen hebreo.

Celebremos la solemnidad de san José de Nazaret, esposo de la Virgen María, varón justo, nacido de la estirpe de David, que hizo las veces de padre al Hijo de Dios, Cristo Jesús, el cual quiso ser llamado hijo de José y le estuvo sujeto como un hijo a su padre. La Iglesia lo venera con especial honor como patrón, a quien el Señor constituyó sobre su familia.Las fuentes biográficas que se refieren a san José son, exclusivamente, los pocos pasajes de los Evangelios de Mateo y de Lucas. Los evangelios apócrifos no nos sirven, porque no son sino leyendas. «José, hijo de David», así lo llama el ángel.

El hecho sobresaliente de la vida de este hombre «justo» es el matrimonio con María. La tradición popular imagina a san José compitiendo con otros jóvenes aspirantes a la mano de María. La elección cayó sobre él porque, el bastón que tenía floreció prodigiosamente, mientras el de los otros quedó seco. La simpática leyenda tiene un significado místico:

del tronco ya seco del Antiguo Testamento refloreció la gracia ante el nuevo sol de la redención.

El matrimonio de José con María fue un verdadero matrimonio, aunque virginal. Poco después del compromiso, José se percató de la maternidad de María y, aunque no dudaba de su integridad, pensó «repudiarla en secreto». Siendo «hombre justo», el adjetivo usado en esta dramática situación es como el relámpago deslumbrador que ilumina toda la figura del santo. No quiso admitir sospechas, pero tampoco avalar con su presencia un hecho inexplicable. La palabra del ángel aclara el angustioso dilema.

Así él «tomó consigo a su esposa» y con ella fue a Belén para el censo, y allí el Verbo eterno apareció en este mundo, acogido por el homenaje de los pastores y de los sabios y ricos magos; pero también por la hostilidad de Herodes. Después de la pérdida y hallazgo de Jesús en el templo, el Evangelio parece despedirse de José con una sugestiva imagen de la Sagrada Familia.

Santidad Hoy

SAN JOSéhOMbRE «JUSTO»

San José

SaNTidad hOY

Su culto comenzó durante el siglo IX. En 1621 Gregorio V declaró el 19 de marzo fiesta de precepto (celebración que se mantuvo hasta la reforma litúrgica del Vaticano II) y Pío IX proclamó a san José patrono de la Iglesia universal. El último homenaje se lo tributó Juan XXIII, que introdujo su nombre en el canon de la misa.

Palanca | 19

San José vivió en humildad el extraordinario privilegio de ser el padre putativo de Jesús, y probablemente murió antes del comienzo de la vida pública del Redentor. No se conoce la fecha exacta.La exhortación apostólica Redemptoris custos, escrita por Juan Pablo II y publicada el 15 de agosto de 1989, es considerada la carta magna de la teología de san José.La paciencia y la discreción de este gran santo, deben adornar los corazones de todos los que nos hacemos llamar cristianos.

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Si no hay orden en la cabeza, nos alocamos. Una persona que piensa, por ejemplo, que la sexualidad es un juego de muchachos, una forma de entretenimiento como cualquier otra, a la que tenemos derecho, sin criterio ni control alguno, que cree que lo importante es no quedar embarazada o no enfermarse del Sida, y que se debe usar y repartir preservativos (aun a los menores en las escuelas o en cualquier otro sitio, como si fueran caramelos) y hasta promover el aborto, está muy perdida y no puede ayudar a formar una familia como Dios manda», continúa el espejo. –«¿Y todo el mundo puede utilizar bien la cabeza, espejito?» –Claro que sí, familia. Lo que sucede es que hay tan gran deterioro porque no se usa la razón, que es una facultad que todo el mundo posee, pero que no muchos utilizan, en un aspecto tan importante como es el del orden en la dimensión sexual. Tampoco se usa la razón en la educación apropiada para el amor y en cultivar los valores. Parecería que lo irracional tiene la última palabra y no debe ser así. El ser humano es un ser pensante y cada paso importante que da en la vida, lo debe dar utilizando la razón, usando la cabeza. ¿Qué te parece?» –«Me parece muy bien, espejito. Hay gente que me ha llegado a decir que yo soy del tiempo de cuando Cuca bailaba, precisamente porque no razonan y se dejan llevar del refrán que dice: ¿A dónde va Vicente? Donde va la gente. No piensan con su propia cabeza y creen que se progresa cuando se destruyen los valores. Pero me decías que todavía hay otros dos elementos importantes para restaurar mi imagen y ser una familia hermosa. ¿Cuál es el siguiente punto necesario para lograrlo?»

–«Bueno, familia querida. Sin amor no eres nadie. La familia sólo puede caminar

El espejo y la familia (2da parte)

–«Mira, querida familia. Si de verdad quieres restaurar tu imagen, verte y ser bonita, lo primero que tienes que hacer es

arreglar tu cabeza», dice el espejo. –«¿Cómo así?», pregunta la familia. –«Bien, tú sabes que la cabeza es como el timón de la persona y tiene que funcionar adecuadamente, de lo contrario

todo se vuelve un disparate.

a base de mucho amor, pero amor del bueno, del que sabe sacrificarse y no del que solamente piensa en el gustico, porque eso no vale nada por sí mismo. Si el matrimonio empieza mal, terminará peor; y comienza mal cuando no hay amor del bueno, del que es capaz de sobrellevar la cruz, las dificultades, los problemas, con espíritu de comprensión y tolerancia». –«Así es, espejito, lo comprendo, porque una de las cosas que han fallado en mi caso es el amor. Sobretodo porque la gente, ante el primer sacrificio que se presenta, saca el pie». –«Tú ves, para lucir hermosa y radiante, como familia, tienes que ser un santuario de amor, donde se cumpla el lema de los tres mosqueteros: Todos para uno y uno para todos. Y ese amor se exprese no sólo con las palabras, sino especialmente con los hechos. Donde el esposo y la esposa se amen de verdad, y los hijos e hijas aprendan de sus padres la gran lección del amor, que en ninguna otra parte podrán aprender. La familia es la primera escuela de amor. ¿Entiendes?» –«Claro que sí. Eso quiere decir que la familia es un proyecto de amor, ¿verdad espejito?»

–«Correcto. Pero hay todavía un tercer elemento necesario para restaurarte, familia. Se trata de la fe en Dios, pues con Él, nada es imposible y sin Él no podemos hacer nada». –«¿Cómo es eso, espejito?» –«Mira. La vida sólo puede ser encaminada en forma correcta cuando la persona se abre a la dimensión espiritual, porque somos seres que van más allá de la materia y nuestra vida está hecha a imagen y semejanza de Dios, que es amor y fuente del amor. El matrimonio y la familia nacen del amor de Dios y sólo en el Señor pueden sostenerse». –«Eso sí es verdad, espejito, pues yo me he dado cuenta que la fe en Dios es capaz de darle resistencia al hombre y a la mujer para mantenerse

unidos, sobrellevándose mutuamente, tolerándose y sacrificándose en la tarea de llevar adelante el hogar. Recuerdo con gusto la expresión: Familia que reza unida, permanece unida». –«Así es, familia, es cierto, pero todavía hay que añadir que, cuando hay fe en Dios, la vida se hace más armoniosa y alegre. La verdadera alegría y felicidad brota de esa presencia del Señor en la vida de cada ser humano y de la familia como tal. Todas las cosas son provisionales, aun los gozos humanos del momento; sólo el amor dura para siempre y éste brota de Dios».

–«Espejito, si entendí bien, para restaurarme como familia y ponerme pepilla y hermosa, debo primero arreglar mi cabeza, enderezarla, sacar toda la basura que he puesto y otros han colocado en ella. Segundo: debo hacer también un trasplante de corazón para dejar atrás la dureza y llenarme de ternura compasiva y amor. Y tercero: hacer una buena limpieza de los pulmones, para respirar el aire oxigenante de la presencia de Dios que me rejuvenece y me permite enfrentar también las tentaciones y dificultades».

–«Entendiste perfectamente, querida familia. Si quieres restaurarte debes enderezar tu cabeza, fortalecer tu corazón con el amor y limpiar tus pulmones para respirar la presencia de Dios. Es una tarea difícil porque estás muy deteriorada y afeada, pero para Dios nada hay imposible. Así que, ¡adelante! y cuando hayas hecho lo que te dije, vuelve, que te estaré esperando, para que mirándome a los ojos puedas darte cuenta de lo hermosa que eres».

–«Gracias, espejito. Sé que tú quieres que me restaure y me vea preciosa. Lo haré. Ten paciencia conmigo y espérame, que regresaré con muy buenas noticias».

RP. Luís Rosario

iGLESia VIVA

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Objetos LitúrgicosSon los objetos empleados en las misas de rito romano.

Ostensorio o Custodia

Pieza de metal en la cual se coloca el Santísimo Sacramento para ser expuesto a la adoración de los fieles.

Luminaria

Es una lamparita, vela o lámpara de aceite (también eléctrica) que debe arder continuamente junto al sagrario, para recordar que Jesucristo está sacramentalmente allí y significa el amor vigilante de Dios.

Naveta

Recipiente donde se guarda el incienso junto con una cucharilla. Tiene forma de nave.

Cruz del altar

La Cruz con Cristo debe estar en toda celebración litúrgica, sobre

el altar o cerca de él, y mirando al Pueblo. Es una explicitación del

significado del Altar y de lo que se celebra en él.

Patena

Es una bandeja o platillo, en el cual se deposita el pan consagrado durante la Santa Misa. En los primeros siglos era un recipiente profundo, no tan estilizado como ahora. Esto se debía a que todos comulgaban de este recipiente. Junto con el cáliz, la patena es un vaso sagrado.

Palanca | 21

LiTURGia

22 | Palanca

CURSILLO DE CRISTIANDAD #820DE LA ARQUIDIOCESIS DE SANTO DOMINGO

CELEBRADO EN LA CASA SAN PABLODel 6 al 9 de Febrero del 2014

DIRECTORES ESPIRITUALES: R.P. Victor Rodriguez C. R.P. Robert A. Brisman Rvdo. Diac. Adic Ant .Ramírez RECTORA: Monina de Pou DIRIGENTES: Zunilda Baldera de Bautista Cándida Almánzar de Báez Laura Matos de Muñoz Clarissa Barceló de Rodríguez Odalis Peña Moya Yohanny de Ortega Marlene Hernández de Santos Larissa Díaz de Reyes Belkis Fernández Rosanny Ibelkys Contreras DECURIA Ntra. Sra. DE LA ALTAGRACIA Chaireny Mieses (Contable) Miosotti Silfa (Lic En Administración) Griselda Quezada Rodríguez (Pedriata) Silvia Argentina Pérez y Pérez Marleny Doralba Contreras (Abogada) Rita Elvira Cepeda Camilo (Trabajo Social) Ada Mindre Martínez Florentino

Clarissa Barceló de Rodríguez Belkis Fernández

DECURIA SANTA MONICA Zoraida Montes De Oca De Tejeda (Ing Sistemas) Carolina Encarnación Silfa Elena Bonilla De Salas (Ama De Casa) María Ramona Alberto Suarez (Lic. Bioanalisis) Georgina Casals (Mercadologa)Leocadia Herrera Baldera (Enfermera) Rosy Marquez (Publicidad) Zunilda Baldera De Bautista Marlene Hernández de Santos DECURIA SANTA MARIA MAGDALENA Isidra Altagracia Alberto De Messina (Profesora) Mike (Cindy) Perez (Contable) Yerkin Lebron (Contable) Chicell Ortiz Jerez Ramona Acevedo Colon Altagracia Balbuena de Arena Laura Matos de Muñoz Rosanny I. Contreras

DECURIA SANTA ROSA DE LIMA Maria Eugenia Paniagua Rodriguez (Ing. Industrial) Lidia Virginia Aybar Alba (Abogado) Ludovina Frias (Enfermera) Catalina Montero Montero (Vendedora) Lucia Escarly Vargas Batista (Licda Administración) Mamelta Luzon (Domestica) Raquel Mercedes Motas Ramirez Cándida Almánzar de Báez Larissa Díaz de Reyes DECURIA SANTA ANA Rhina Santelisis (Interprete Legal) Shailyn Jimenez (Licenciada En Contabilidad) Mayra Garcia (Abogada) Francis Rosmery Mejia De Torres (Decoración)Epifania Yanely Rosario Rosario (Est, Sicología) Felicia Figueroa Solano (Psicóloga) Yohanny de Ortega Odalis Peña Moya

Revista

23 | Palanca

UN vIAJE A LA MONTAñA

Escuchaba a un niño hablar sobre su próximo viaje donde contaba los detalles: «Mi padre nos informa que este año las vacaciones de invierno serán en las Montañas Rocosas, donde vamos a pasar un buen momento practicando el esquí de montaña. El viaje será inolvidable. Me dice que hemos alquilado una casa en la montaña donde puedes, literalmente, salir y entrar a ella esquiando. Ha adquirido todo el equipo necesario para practicar éste deporte, como las botas, guantes y vestimenta. Mi padre ha planificado que nuestros tíos y amistades realicen el viaje junto con nosotros».

Luego de escuchar, reflexiono y veo que el relato describe exactamente lo que encontramos cuando asistimos al Cursillo de Cristiandad. Sí, son las mejores vacaciones que podríamos tener. Caminamos a lo más alto de la montaña por un momento, podemos entrar y salir del mismo cuando lo deseemos, y claro, también nos pasa, que una vez allí, no queremos que termine nunca.

El padre del niño había preparado todas las herramientas necesarias para poder practicar el deporte de montaña. En el Cursillo de Cristiandad nos preparan con las herramientas necesarias para practicar y perfeccionar esta vida terrenal donde nos encontramos. Herramientas que nos ayudan a entender mejor quiénes somos, para qué somos creados y cómo realizar felizmente nuestra misión de vida. Nos ayudan a vernos a nosotros mismos en nuestros hermanos, en nuestro mundo y a mejorarlo, pero de una manera plena y feliz.

TESTiMONiO CUaRTO día

Mi cuarto día

Quizá lo mas importante del relato es ver como el padre no sólo logra reunir las herramientas para la misión, sino que en su gran planificación está el incorporar a otros en el viaje. Así mismo nuestras vidas. El Cursillo de Cristiandad, como la vida misma, está diseñado para vivirlo en unión a los demás. Nos salvamos en ramilletes como las uvas del viñedo. En el Cursillo encuentras comunión con los hermanos y sólo así logras entender cómo usar las herramientas para el bien común, y el subir la montaña, es lo que te da la experiencia de vivir el Cursillo.

Así de sencillo es el Padre. Adelante, decídete hoy participar en el Cursillo de Cristiandad. Quién... ¿yo? ¡Sí, tú mismo! Míralo con la misma emoción que el niño del relato. Es una experiencia que sólo al vivirla se hace inolvidable en tu vida. ¿Preguntas? Sí, hay muchas... y las respuestas están en el Cursillo de Cristiandad. ¿Por qué a mí? Porque eres ese niño del relato, y el Padre ya tiene todo previsto para realizar el viaje.

Dirk van WelieCC#532

DISPONIBLES PARA DIOS

Quisiera compartir con todos los lectores, mi testimonio, sobre el haber vivido el Cursillo de Cristiandad, así como el de mi esposo Hugo.

Nuestro caminar como amigos de Cristo, se inició en el año 1984. Mi esposo vivió el Cursillo de Cristiandad #478 en julio del 1986. Cuando salió del cursillo me compartió la maravillosa experiencia que había tenido de encontrarse con Jesús, los hermanos y la importancia de María en la vida del cristiano. Decidió conocer y amar a María como madre de Dios, de ahí en adelante se hizo asiduo al rezo del Santo Rosario.

Por mi parte viví el Cursillo #496 en el mes de octubre del 1987. Lo más importante fue conocer más de mi Iglesia Católica y reafirmar que era en ella donde debía servir al Señor. El recordar esto me hace sentir orgullosa de la forma en que Hugo y yo pudimos encaminar nuestras vidas como matrimonio y como personas, hacia una meta común: Servir a través de nuestra Iglesia Católica. Cursillos de Cristiandad nos hizo comprometernos y estar más disponibles para Dios.

Hugo MenaC-478Magdalena de MenaC-496