Revista Nou Barris Creu Roja Barcelona
-
Upload
rober-amado -
Category
Documents
-
view
225 -
download
5
description
Transcript of Revista Nou Barris Creu Roja Barcelona
3 SENSE
SOSTRE
Hablamos sobre política, religión,
consumo y pobreza,
pero también hablamos
de personas, de sus sentimientos,
de sus pesares, vergüenzas,
éxitos y alegrías.
¿Nos escuchas?
El passat 28 de setembre es
va celebrar un acte al Cen-
tre Cívic Torre Llobeta on es
va fer, de forma oficial, el
lliurament de l’aportació
econòmica que han fet els
voluntaris del Centre Cívic a
l’Assemblea Local de la
Creu Roja a Barcelona per
les activitats que es realit-
zen a l’Equipament Integral
Nou Barris i, concretament a
“Sense Sostre”, la revista
que teniu a les mans.
Els diners provenen de les
inscripcions a cursos i tallers
que ofereixen a Torre Llobe-
ta, aquesta donació es fa
anualment a alguna entitat
que intervingui al Districte
de Nou Barris.
L l i g a d a a a q u e s t a
col·laboració des del 8 al 28
de setembre es va poder
visitar a la Sala d’Actes del
Centre Cívic una exposició
sobre la intervenció de Creu
Roja a Haití a causa del ter-
ratrèmol, i el mateix 28 es va
fer un acte on varen partici-
par voluntaris d’ambdues
entitats, es va fer la signatu-
ra oficial i va cantar la Coral
del Grup de Voluntaris
adults de Creu Roja a Bar-
celona
En representació de l’Equip-
ament i de la Revista hi va
anar en Manuel, un dels
participants de l’activitat i
resident del centre en aquell
moment.
Des d’aquestes línies volem
aprofitar, en nom de l’Equip-
ament i dels participants de
“Sense Sostre”, per agrair la
seva col.laboració al grup de
voluntaris del Centre Cívic
Torre Llobeta per haver triat
a Creu Roja per ser destina-
taria de tant valuós ajut.
Gràcies.
Editorial
DEJA QUE
TE CUENTE…
PÁG. 15
CALEIDOSCOPIO
PÁG. 2
ZOOM PÁG. 18
Staff Directora: Itziar Ruiz Coordinación General: Laura Tabuenca, Ana Gladwin Dirección Editorial: Lau-ra Tabuenca Dirección de Arte: Ro-berto Amado Redactor Jefe: Roberto
Amado Redactores: Argosh, Ber-nardo Cervantes, Juan Perdomo, Simo. Redacción: Centre D’acolliment Nou Barris, Marie Curie 20. 08042. Barcelona. Colaboradores: Usua-ri@s, técnicos y volunta-ri@s del centro, en men-ción especial a Vero López por sus fotos de Montjüic. Febrero de 2012
REALIDADES PÁG. 12
En el año 1700 muere Carlos
II “El hechizado”, último rey
de la dinastía austriaca que
gobernó España. Murió sin
descendencia, pero en su testa-
mento deja la corona de Espa-
ña a Felipe de Anjou, nieto de
Luis XIV Rey de Francia, lla-
mado el Rey Sol. Las poten-
cias europeas recelaron que se
unieran las dos coronas fran-
coespañolas y se convirtieran
en una gran potencia. Con ello
se rompía el equilibrio euro-
peo, por eso las potencias eu-
ropeas firman el Tratado de la
Haya, el 7 de septiembre de
1701, por los representantes
del Rey Guillermo III de In-
glaterra, el Emperador alemán
Leopoldo I y los delegados de
los Estados Generales de los
Países Bajos. Los tres países
firmantes se comprometían a
mantener una política conjunta
para evitar dicha unión, ini-
cialmente por la vía diplomáti-
ca y, en caso de guerra, por la
fuerza militar. En 1702 co-
mienzan las hostilidades. Ca-
talunya era partidaria de la
dinastía austriaca y recelaba
de los borbones. Firma con
Inglaterra el Pacto de Génova
el 20 de junio de 1705. El tra-
tado debería mantenerse en
secreto hasta
la toma de
Barcelona. En
1705 unos
25.000 soma-
tenes -la mili-
cia territorial
catalana- se
levantan en
armas contra
los borbones
mientras los
aliados des-
embarcaban
en Catalunya.
Continúa la
guerra hasta
1713, cuando
se firma el
Tratado de
Utrecht. Los imperiales y alia-
dos evacuan Cataluña. Inglate-
rra se desentiende de Catalun-
ya, que queda abandonada a su
suerte. En Barcelona, el 30 de
junio se reúne la Junta de Bra-
ços para decidir si se someten
a los borbones o se decide lu-
char. Tras un
intenso deba-
te, se deciden
por la resis-
tencia. El 9
de julio de
1713 sale una
nota oficial de
la Generalitat
para la resis-
tencia. Los
C o n s e l l e r s
demostraban
ser irreducti-
bles en la de-
fensa de las
instituciones
catalanas, le-
yes y privile-
gios del prin-
Proposición presentada por los diputados de la
Generalidad de Cataluña el 30 de Junio de 1713
ante la Junta de Brazos, y que finalizaría el 9 de
julio con la publicación del edicto por el cual
Cataluña declaraba la guerra para «defender su
Libertad».
El caso de los catalanes.
Del Tratado de la Haya al sitio de Barcelona.
Texto: Simo.
CALEIDOSCOPIO
cipado catalán. Otra nueva
guerra. Esta vez Catalunya
sola, sin sus aliados, contra los
ejércitos de las dos coronas
franco-españoles. Antes de la
evacuación, los imperiales ten-
ían que cumplir lo estipulado
en Utrecht. Debían evacuar
Catalunya a medida que avan-
zasen los borbones, y no dejar
a Catalunya ninguna posibili-
dad de resistirse. Por eso fue
desmantelado todo el sistema
defensivo catalán, mediante
engaños a las autoridades cata-
lanas. Hasta el último momen-
to no se les notificó que hab-
ían llegado a un acuerdo en la
ciudad de Utrecht con los
borbónicos. Los aliados per-
mitieron a todos los soldados
catalanes embarcar con los
imperiales. A la delegación
catalana no se le permite parti-
cipar en la reunión de Utrecht.
El Conde de Montnegre lo di-
ce claramente en una carta a
los consellers. Barcelona tar-
daría algún tiempo en movili-
zar la coronela milicia barce-
lonesa. Fuera de Barcelona
había un mínimo dos mil cata-
lanes dispuestos a todo, cuyos
mandos se habían negado a
disolver. Los más duros y fa-
mosos eran los coroneles Bac
de Roda, Carrasclet, el Mar-
qués de Poal, Antoni Vidal y
Pere Brichfeus. El 11 de julio,
el Mariscal de Campo Antoni
Villarroel fue proclamado Co-
mandante en Jefe de los ejérci-
tos catalanes. Dos días des-
pués, Villarroel inicia la movi-
lización de la coronela. Siete
mil catalanes son llamados a
filas y, en el mismo día, el Ge-
neral Nebot intenta impedir la
entrega de Tarragona por parte
de los imperiales a los borbó-
nicos. Los catalanes no logran
impedir la entrega de la ciudad
y son derrotados. El 25 de ju-
lio comienza el cerco de Bar-
celona. El Duque de Populi
con 20 mil soldados franco-
españoles pide la rendición de
la ciudad. Su petición fue re-
chazada. El Duque creyó que
por ver simplemente a los
ejércitos borbónicos, los cata-
lanes se rendirían. No fue así.
El Mariscal Antoni Villarroel,
el jefe de los ejércitos catala-
nes, sabía que Barcelona tenía
pocas posibilidades de levan-
tar el cerco ante la superiori-
dad numérica, por eso el 9 de
agosto sale de Barcelona el
diputado militar. Su misión
había sido bien estudiada por
Villarroel: organizar una
operación de recluta-
miento a gran escala fue-
ra de Barcelona, para
movilizar un ejército que
pudiese atrapar a los
ejércitos que bloqueaban
la ciudad por su retaguar-
dia. El diputado militar
Rael Nebot sale de Bar-
celona para Arenys el día
11. Se enfrentan en Es-
trac las tropas del diputa-
do militar y tropas
borbónicas que, derrota-
das a mediados de agos-
to, el Marqués de Poal -
futuro jefe de todos los
ejércitos catalanes en la
lucha comarcal- sale de
Barcelona para apoyar al
diputado militar, para así
extender la rebelión en
los pueblos catalanes y
reforzar Cardona con tropas
para su hermano Manuel Des-
valls, Gobernador de Cardona.
El día 20 de agosto hay com-
bates en Vilasar y Teia entre
tropas catalanas y borbónicas.
El General Nebot inflige fuer-
tes bajas a los franco-
españoles. Salieron de Barce-
lona otros regimientos, como
el Coronel Armengol Amill y
Moliner para apoyar al diputa-
do militar. Después de dos
meses de violentos combates
por las comarcas catalanas, el
5 de octubre, ante la fuerte
presión de los ejércitos borbó-
nicos, el diputado militar se
embarca en Alella y deja
abandonada a las tropas cata-
lanas. Cinco mil voluntarios
catalanes, que tanto había cos-
tado reunir, son abandonados.
Su llegada a Barcelona provo-
ca la más viva indignación en
las autoridades barcelonesas.
Un día después, Armengol
Amill y otros jefes de regi-
Documento signado por el duque de Pópoli el 29 de julio de
1713 mediante el cual solicita la rendición de Barcelona. Tras
casi un año bloqueando la ciudad, la estrategia del duque de
Pópoli resultó un fracaso y fue destituido el 6 de julio de 1714,
siendo relevado por el mariscal de Francia duque de Berwick.
El Duque de Populi
creyó que por ver sim-
plemente a los ejérci-
tos borbónicos, los ca-
talanes se rendirían.
No fue así.
mientos consiguen romper el
cerco por la zona de Guinardo
con 600 fusellers o micalets.
Catalunya había conseguido
mantener Cardona hasta el
final de octubre. El ejército
español, después de pedir su
rendición, e intentar sobornar
elogiando la defensa de la ciu-
dad, lanzó un asalto para con-
quistarla. Defendida por 300
micalets, y atacada por 2000
soldados españoles, el resulta-
do acabó en una masacre: los
españoles perdieron 900 entre
heridos y muertos. Al Mar-
qués de Poal se le asigna la
misión de unificar en su man-
do a todos los fusellers de
montaña, o micalets, para
hacer una guerra de guerrillas
contra las tropas borbónicas y
así, desgastarlo. Y para atraer
el máximo de tropas enemi-
gas, para disminuir la presión
sobre Barcelona, la misión del
Marqués era reclutar entre
6000 y 7000 combatientes,
poner a las tropas de Pupoli en
doble fuego cruzado y levantar
el cerco de Barcelona. En no-
viembre el Marqués de Poal
derrota a las tropas botiflers
procedentes de Berga. El Mar-
qués hizo colgar a los cinco
jefes de las partidas enemigas.
Mientras tanto, Pupoli recibe
refuerzos para intentar some-
ter a Barcelona, que se mantie-
ne inexpugnable. Todos los
pueblos de Catalunya estaba
militarizados para sofocar
cualquier intento de rebelión.
No contento con esto, Felipe
V sube los impuestos de forma
desproporcionada, para obli-
gar a los catalanes a someter-
se, y pagar la guerra contra
Catalunya. Como bien dijo el
Marqués de San Felipe sobre
ellos: “heridos estaban de du-
ras contribuciones los catala-
nes; vuelven a las armas, y,
sublevada la provincia, no
tenía el duque de Populi gente
para el sitio, [...] nunca con
mayor fuerza se confirmó en
la rebelión Cataluña, aunque
caían sobre los míseros suble-
vados la llama, el cuchillo y el
suplicio". Esto provocaría un
levantamiento popular de las
comarcas catalanas. Algunos
pueblos se negaron a pagar a
las tropas borbónicas. Los
mandos borbónicos comien-
zan a no permitir ningún caso
de desobediencia. Los solda-
dos tenían órdenes de cobrar
los impuestos a punta de bayo-
neta.
“Defendida por 300 mi-
calets, y atacada por
2000 soldados españoles,
el resultado acabó en una
masacre.” A principio de enero comienza
la rebelión de los pueblos ca-
talanes. Sant Martí de Sorroca
se lanza a las armas al grito de
viva la terra, fora el lladres!
Los somatens del pueblo ata-
can a una columna borbónica
de 150 granaderos que acom-
pañaba a los recaudadores de
impuestos. Caldes de Montbui
hace lo mismo: reduce una
fuerza borbónica de 90 solda-
dos. Hay motines anti borbó-
nicos en Lluçanes. En Orista
se rechaza a 200 soldados
borbónicos. El Marqués de
Poal, Jefe del Ejército Exterior
de Barcelona, impulsa la re-
vuelta desde Cardona. Las tro-
pas del Marqués se lanzan so-
bre Balsareny ocupado por el
régimen de León. El día 14 se
rinde el regimiento de León,
después de tener fuertes bajas
y capturar 633 prisioneros. El
Ejército Español atacó y
arrasó Sant Quinti de Medio-
na, asesinando a sangre fría a
800 personas. Los borbónicos
aseguran la sumisión de Igua-
lada y atacan la Pobla de Cla-
ramunt. Los ejércitos borbóni-
cos del General Ballejo atacan
el Solsones para someter a la
comarca, y arrasa Peramola
masacrando a todo la pobla-
ción civil. Son incendiados
innumerables pueblos. Si bien
los borbónicos, por medio del
terror, habían conseguido
aplastar la revuelta, Catalunya
también se cobró su tributo:
los borbónicos perdieron 3000
soldados. En Orista y Balsare-
ny fueron degollados 750 y
500 soldados borbónicos res-
pectivamente, como venganza
por la política de terror y el
asesinato masivo de civiles
catalanes. El Duque Populi se
jactaba en Arbucias de actos
terroríficos, como quemarlo
todo del pueblo salvo la igle-
sia, para que sirviese de casti-
go. Mediante esta política de
terror, dada a los oficiales (que
consistía en pasar a cuchillo a
tanto civiles como militares
catalanes, para que dejaran de
luchar y se sometieran) los
soldados borbónicos continua-
ron los combates. Las tropas
de Poal les dieron caza. De los
750 borbónicos, sólo consi-
guieron escapar 200 que huye-
ron hacia Hostalric. 550 fue-
ron aniquilados. Mientras tan-
to, el Marqués de Poal se co-
municaba por código cifrado
con Rafael Casanova y Villa-
rroel para informales de la
brutal y terrorífica situación…
“[…]caían sobre los
míseros sublevados la
llama, el cuchillo y el
suplicio.”
El origen de la filosofía ha sido
una cuestión controvertida a lo
largo de la historia del pensa-
miento . Por lo general los filó-
sofos griegos han considerado
que la filosofía nace con Tales
de Mileto en el siglo VII A.C. ,
pero no se considera necesario
el porqué del surgimiento de la
nueva forma de pensar. Pero
estaban de común acuerdo en
considerar la filosofía como el
pensamiento racional por exce-
lencia, es decir, una forma de
pensar que no recurra a la ac-
ción de elementos sobrenatura-
les para explicar la realidad y
rechazar el usar una lógica am-
bivalente o contradictoria.
A partir de la polémica de los
filósofos alejandrinos, en el
periodo helenístico es cuando
el origen de la filosofía empie-
za a convertirse en un proble-
ma. Y es durante el siglo XX
cuando se comenzaron a encon-
trar respuestas que expliquen la
aparición del fenómeno filosó-
fico. Consideraremos las dos
hipótesis más extendidas sobre
el origen de la filosofía: aquella
que sostiene el origen a partir
de la filosofía oriental, y aque-
lla que hace de la filosofía una
creación original de los grie-
gos .
La hipótesis oriental.
Los defensores de esta hipóte-
sis mantienen que los griegos
habrían copiado la filosofía
oriental, así que no se conside-
raría una creación original de
los griegos.
Los primeros filósofos, sostiene
esta hipótesis, viajaron a Egipto
y Babilonia donde adquirieron
sus conocimientos matemáticos
y astronómicos; en vez de crear
la filosofía serían unos meros
transmisores del saber oriental
que, al contacto con Grecia,
alcanzaría un desarrollo muy
superior al logrado en sus orí-
genes. Esta hipótesis la mantu-
vieron :
-Los filósofos alejandrinos. En
polémica con las escuelas fi-
losóficas griegas y, con ganas
de desacreditarlas, los filósofos
alejandrinos hacen circular la
tesis de su origen oriental.
-Los padres apologistas cristia-
nos. Con intenciones similares
a los alejandrinos, los primeros
padres apologistas del cristia-
nismo, airean la teoría oriental,
aunque después no será mante-
nida por el cristianismo.
1. La cuestión que se debate es
su supuesto origen oriental. Si
asimilamos la filosofía a un
discurso racional, entendiendo
la imposibilidad de lo sobrena-
tural que explique los fenóme-
nos naturales, y rechazando la
imposibilidad de lo sobrenatu-
ral que explique los fenómenos
naturales, y rechazando la con-
De lo
religioso a lo
filosófico. Cómo los griegos ganaron la partida.
“[…] los griegos
habrían copiado la
filosofía oriental”
CALEIDOSCOPIO
Texto: Argosh
tradicción, difícilmente sostiene
un origen oriental. El plantea-
miento, es determinar si la as-
tronomía y las matemáticas
orientales eran o no filosofía.
Los estudios sobre el tema pa-
recen indicar que no, que la as-
tronomía babilónica degeneraba
en astrología, es decir, en adivi-
nación; y que las matemáticas
egipcias, lejos de alcanzar el
grado de abstracción necesario
para ser ciencia, nunca super-
aron el nivel de unas matemáti-
cas prácticas, generado a las
necesidades de medir los terre-
nos después de cada inundación
periódica del Nilo.
2. ¿Por qué en Grecia, y no en
otra zona de oriente, se desarro-
llo la filosofía? ¿Cómo explicar
que, una civilización concreta
genere una forma de pensar
nueva, en contraposición con
formas de pensamiento anterio-
res? ¿Cuáles son sus caracterís-
ticas? ¿Y cuáles las del pensa-
miento anterior? Tanto orienta-
les como griegos disponían de
mitología y religión similares.
Y la estructura explicativa de
las mismas es también similar.
Un mito es un relato acerca de
los orígenes, una narración, no
una solución a un problema;
puede referirse al origen del
mundo, un objeto en particular,
o una clase especifica de ani-
males, etc. Al tiempo que narra
sitúa al hombre en la realidad,
le asigna un papel, una función,
un sentido, así que adquiere una
función social: hacer inteligible
el orden social.
La existencia de este pensa-
miento está en todas las civili-
zaciones, y también, en la grie-
ga. Especialmente importante
para comprender la aparición
de la filosofía serían los mitos
de Hesíodo que se encuentran
en la teogonía. En todo caso,
las explicaciones míticas acerca
del origen, comunes a todas las
civilizaciones, tienen caracterís-
ticas también comunes que con-
trastan con el pensamiento fi-
losófico: recurrir a entidades
sobrenaturales que expliquen su
origen, y usar una lógica ambi-
valente, permitiendo que el ele-
mento o entidad un comporta-
miento como un dios, o un ele-
mento natural, estarían entre las
más significativas. Rechazar
estas características, es propio
de la filosofía y ese rechazo no
se produce en la filosofía orien-
tal.
La hipótesis griega.
Según esta hipótesis la filosofía
sería una creación original de
los Griegos. Nos centraremos
en explicaciones de historiado-
res del siglo XX, de las que
destacamos:
a) La explicación de J. Burnet.
Es la llamada tesis del "milagro
griego". Según esta hipótesis, la
filosofía aparece en Grecia de
forma abrupta y radical, fruto
de la genialidad del pueblo
griego. Esta hipótesis prescinde
de los elementos históricos, so-
cioculturales y políticos, termi-
nando por no explicar nada,
cayendo en un círculo vicioso:
los griegos crean la filosofía
por que son geniales, y son ge-
niales por que crean la filosofía.
La mantiene en su obra La Au-
rora de la filosofía griega,
(1915).
b) La explicación F.M. Corn-
ford. Defiende la tesis del desa-
rrollo del pensamiento filosófi-
co a partir del pensamiento
mítico y religioso. Según su
hipótesis evolucionó de las for-
mas primitivas del pensamiento
mítico de la Grecia del siglo
VII antes de Cristo. Para Corn-
ford existe "una continuidad
real entre la primera especula-
ción racional y las representa-
ciones religiosas que entraña-
ba" de tal modo que "las mane-
ras de pensar que, en la filosof-
ía, logran definiciones claras y
afirmaciones explícitas ya esta-
ban implícitas en las irraciona-
les intuiciones de lo mitológi-
co".
En su obra "De la religión a la
filosofía" (1912), Cornford ex-
plica cómo la estructura de los
mitos de Hesíodo en la
"teogonía" se mantiene en las
teorías de los primeros filóso-
fos, que rechazan solo el recur-
so a lo sobrenatural y la acepta-
ción de la contradicción. Desta-
ca la influencia educativa de
Homero y Hesíodo en la consti-
tución y posterior desarrollo de
la civilización griega, y analiza
como algunos conceptos que
serán fundamentales en la filo-
sofía, [moira (hado, destino),
diké , (justic ia) , physis ,
(naturaleza), ley, dios, alma,
etc.] vienen directamente del
pensamiento mítico-religioso
griego.
“Esta hipótesis prescinde de los elementos
históricos, socioculturales y políticos, terminan-
do por no explicar nada”
c) La explicación de J.P. Ver-
nant, en su obra Mito y pensa-
miento en la Grecia antigua
(1965), añade importantes ele-
mentos derivados del contexto
sociocultural, político y econó-
mico de la época y explicar el
paso del mito a la racionalidad
fue posible, y por qué ocurrió
en Grecia y no en otra civiliza-
ción de la época.
La inexistencia de una casta
sacerdotal , la figura del sabio,
el predominio de la ciudad, la
transmisión publica del saber,
la libertad individual y el desa-
rrollo de la escritura, hacen po-
sible la sustitución por una for-
ma de pensamiento que no en-
trañe la creencia y la supersti-
ción propias de los pensamien-
tos mítico y religioso.
La estructura del mito hesiódi-
co (en la teogonía) sirve de mo-
delo según Vernant a toda la
física jonia, siguiendo a Corn-
ford. En este mito, la realidad
se genera a partir de un estado
inicial de indistinción, por se-
gregación de parejas de contra-
rios que interactúan hasta aca-
bar configurando toda la reali-
dad conocida.
Existen, pues tres momentos
fundamentales en el discurrir de
la narración:
Se parte de un estado de indis-
tinción del elemento originario.
De él brotan, por segregación,
parejas de contrarios.
Conforme a un ciclo siempre
renovado se produce una conti-
nua interacción de contrarios.
Conclusión:
Esta misma estructura la encon-
tramos en las explicaciones de
los primeros filósofos jonios,
pero en ellos ha tomado ya la
forma de un problema: en la
filosofía el mito esta racionali-
zado. El mito es animista,
mágico, recurre a lo invisible
como fundamento de lo visible,
acepta lo sobrenatural y lo ex-
traordinario. La cosmología de
los primeros filósofos modifica
su lenguaje y cambia de conte-
nido: en lugar de narrar los
acontecimientos sucesivos, de-
fine los primeros principios
constitutivos del ser; en lugar
de presentar una lucha de dio-
ses nos ofrece un intercambio
mecánico de procesos o fenó-
menos naturales.
Para Vernant, el nacimiento de
la filosofía es explicable adu-
ciendo causas históricas y so-
ciales. La inexistencia de una
casta sacerdotal en Grecia, da-
das las características especia-
les de la religión griega, elimi-
na la instauración de un dogma
religioso, así como hacer de lo
religioso un discurso cerrado,
accesible solo a la casta sacer-
dotal; no hay, pues, secretos
que ocultar. El sabio que es a la
vez, adivino, poeta, profeta,
músico, médico, purificador,
curandero, pero distinto del sa-
cerdote de las religiones orien-
tales, divulga sus conocimien-
tos. Los conocimientos se di-
vulgan, desembarazándose así
de la figura del mago.
La filosofía, pues, si bien enrai-
zada en el mito, parece ser una
creación original del pueblo
griego. Su rechazo de lo sobre-
natural, de lo mágico, de la am-
bivalencia, son signos de una
racionalidad que difícilmente
podemos encontrar en otras for-
mas de pensamiento anterior.
“la filosofía aparece en Grecia de for-
ma abrupta y radical, fruto de la ge-
nialidad del pueblo griego”
Hubo un tiempo en el que esa
sensación humana tan indefini-
da y tan necesaria llamada feli-
cidad no se tasaba en lo que
uno poseía. Hace tiempo que se
confunde calidad de vida con
cantidad de cosas: eso nos em-
puja a adquirir bienes innecesa-
rios, y a sentirnos bien hacién-
dolo: esa práctica tan común
que se denomina consumismo.
A fecha de hoy, el televidente
medio tiene razones para pensar
que si la riqueza no da la felici-
dad, al menos produce una sen-
sación tan, tan parecida… que
la diferencia es asunto de espe-
cialistas.
Nuestro bienestar ha estado ta-
sado, toda nuestra vida, en los
ceros de nuestra cuenta corrien-
te. Pero, ¿es esto natural?
La respuesta es no. Hace un
siglo corto, la economía aún no
había respondido a la pregunta
del millón: ¿cómo producir su-
ficiente para todos? Ahora bien,
de la mano del maquinismo y la
industrialización masiva, Occi-
dente dio con la respuesta: ca-
denas de montaje, combustibles
fósiles, motor de combustión
interna y una larga lista de in-
novaciones que inundaron los
mercados con una enorme can-
tidad de bienes de consumo.
Resuelto este problema, queda-
ba flotando en el aire una nueva
pregunta: ¿Cómo conseguimos
que la gente consuma todo esto
que no necesita?
La primera gran crisis de la era
moderna, la llamada Gran De-
presión, fue tanto fruto de la
especulación ilógica como de la
sobreproducción: sencillamen-
te, la población no tenía el im-
pulso de adquirir bienes de con-
sumo que no necesitaba.
La publicidad siempre ha exis-
tido. Basta con ver las pintadas
en las ruinas de una ciudad ro-
mana para darse cuenta de ello.
Pero la publicidad siempre fue
concebida como información:
tengo esto, a este precio. Si le
interesa, lo compra. Si no, que
tenga un buen día.
Hete aquí que a mediados del
siglo XX aparece un personaje
clave: Edward Bernays. Aun-
que él no fue muy conocido
para el gran público, su tío, Sig-
mund Freud, sí lo fue. Bernays
CALEIDOSCOPIO
Consumo y
felicidad.
Ilu
stració
n:
ww
w.i
nd
oli
nksp
anis
h.f
iles
.word
pre
ss.c
om
/2011/0
7/c
onsu
mo.j
pg
Hace un siglo, la economía aún no había respondido a la
pregunta del millón: ¿cómo producir suficiente para to-
dos? Resuelto este problema, quedaba flotando en el aire
una nueva pregunta: ¿Cómo conseguimos que la gente
consuma todo esto que no necesita?
“Nos habían convertido en máquinas de com-
prar. Ahora podremos volver a ser humanos.”
Texto: Anónimo
fue uno de los primeros en co-
nocer las teorías de Freud. La
mera idea de que la conducta
humana podía estar determina-
da por impulsos inconscientes
le llevó a la conclusión de que
estos impulsos, debidamente
manejados e inducidos, podían
determinar los actos de pobla-
ciones enteras, sin que los indi-
viduos que las componían se
dieran cuenta de ello. Emigrado
a EEUU, allí encontró un entor-
no intelectualmente más abierto
que la Viena de la que procedía,
anclada en el pasado y marchita
ya tras la muerte del viejo im-
perio austrohúngaro.
Durante la Segunda Guerra
Mundial, Bernays ejerció como
propagandista de guerra en
EEUU; colaboró también en el
lavado de imagen de figuras
públicas. Fue el pionero en las
técnicas de venta de candidatos
(hoy día, muy desarrolladas;
incluso hay másters en márke-
ting político destinados a crear
la imagen de un gran líder en la
mente del gran público: es difí-
cil concebir una marrullería
menos democrática). Y lo más
importante: Bernays fue el pa-
dre de lo que actualmente cono-
cemos como Márketing y Rela-
ciones Públicas: no sólo hay
que informar sobre lo que se
tiene para vender; también tie-
nes que conseguir que la gente
desee comprar. Buen conocedor
del psicoanálisis, Bernays esta-
bleció el principio de ligar feli-
cidad y posesión de cosas a ni-
vel subconsciente.
La conjunción de técnicas de
márketing y métodos de pro-
ducción masiva (ambas optimi-
zadas en los últimos 50 años)
tuvo un efecto devastador.
Párese a pensar en la cantidad
de mensajes publicitarios que
recibe cada día: es un auténtico
bombardeo sensorial. Televi-
sión, radio, prensa, internet,
vendedores puerta a puerta…
todos ellos dedicados al único
propósito de vender. Redonde-
ando la jugada, el público se
siente feliz, y la economía cre-
ce.
Cabe preguntarse por qué en los
consumistas países ricos el
número de suicidios y depresio-
nes es superior al de los países
pobres. ¿Es auténtica esta feli-
cidad en lata? Claro que no.
Otra cuestión es si la gente cree
que es real. El márketing ha
demostrado un poder de con-
vicción tal que la conducta de
miles de millones de humanos
no puede explicarse sin el im-
pulso del sobreconsumo. La
mera concepción del American
way of life es inexplicable sin
este mecanismo mental: soy
feliz porque compro. Soy feliz
porque poseo. Las cosas me
hacen feliz.
“La publicidad siem-
pre fue concebida co-
mo información: tengo
esto, a este precio. Si le
interesa, lo compra. Si
no, que tenga un buen
día.”
Así se gestó la imagen de pros-
peridad que acompaña a las na-
ciones ricas. Hay, de hecho, un
gran porcentaje de emigrantes
que no se ven impelidos a dejar
sus países de origen por mise-
ria, sino simplemente por la
vaga idea de una vida mejor.
Una idea que se resume en vivir
como los occidentales. Nadie se
ha tomado la molestia de hacer
la observación (políticamente
incorrecta, por lo demás) de
que ni ese modo de vida es legí-
timo (porque se basa en la ex-
plotación inmoral y el empo-
brecimiento de poblaciones en-
teras) ni tampoco es sostenible
(como estamos comprobando
diariamente los desheredados),
“Más que aprender te-
nemos que reaprender
de nuestros abuelos:
ellos nunca tuvieron a
su disposición la enor-
me cantidad de cosas
que hasta hace poco
nosotros tuvimos.”
y por pura matemática no cabe
la menor posibilidad de que la
Humanidad entera viva así:
simplemente no hay recursos
para que el humano medio viva
como el europeo medio (ni
hablemos del norteamericano
medio).
El estigma producido por la su-
gestión consumista en los me-
canismos mentales de poblacio-
nes enteras es demasiado gran-
de para ser ignorado. El perfil
del consumista medio es devas-
tador: su capacidad de atención
está muy deteriorada. El abuso
de la tecnología y la falta de
necesidad (y entrenamiento) en
materia de reflexión abstracta
limitan muchísimo su capaci-
dad de atención. Mi generación
se caracteriza por ser, en la ma-
yor parte de los casos, incapaz
de seguir un razonamiento sen-
cillo durante más de cinco mi-
nutos. Y esto no es natural. Fue
calculado. Es fruto del condi-
cionamiento.
La jugada fue, con todo su ma-
quiavelismo, brillante: propor-
cionamos a poblaciones enteras
un nivel de vida material digno
de un sultán, los hacemos dóci-
les y gobernables, eliminamos
la problemática de la sobrepro-
ducción, nos llenamos el bolsi-
llo… y todo ello al precio de
destruir unos cuantos ecosiste-
mas, abusar de la naturaleza,
matar de hambre a media
humanidad y generar un siste-
ma económico condenado al
crecimiento perpetuo (no es
pos ib le) y a l colapso
(inevitable).
Pues bien, el colapso está lla-
mando a la puerta. El creci-
miento ha alcanzado ya sus
límites. Se acabó la fiesta.
La cultura del consumo está
muriendo de muerte natural; no
podía ser de otra manera. Y es
en este preciso instante cuando
se abre la brecha entre tenerlo
todo y sentirse bien y carecer
de medios materiales y sentirse
como un ratón.
Más que aprender tenemos que
reaprender de nuestros abuelos:
ellos nunca tuvieron a su dispo-
sición la enorme cantidad de
cosas que hasta hace poco no-
sotros tuvimos. Tirábamos y
olvidábamos objetos que no
deberíamos ni haber comprado.
Pero esto no nos hacía mejores
como personas. Nos identificá-
bamos tanto con lo que poseía-
mos que nos olvidábamos de la
gente. Nos relacionábamos a
través de un teléfono móvil (sí,
había vida social antes de eso),
y luego de redes sociales. El
siguiente paso sería, tal vez,
reproducirse por esporas.
Ahora, en decadencia la cultura
del consumo en medio de un
colapso económico, la adapta-
ción mental pasa por aprender a
vivir con menos: aprender a
renunciar. Aprender a ignorar
los últimos bombardeos senso-
riales. Comprender que la vía
del consumo extremo, el dinero
fácil y la cantidad de posesio-
nes materiales ya no volverán
nunca. Y lo más importante:
sentirse agradecido por ello. Ha
de llegar el día en que, mirando
atrás, consideremos el sueño de
un BMW o de un yate de lujo
como una ilusión infantil y su-
perflua.
Nos habían convertido en
máquinas de comprar. Ahora
podremos volver a ser huma-
nos.
“La adaptación mental pasa por aprender a
vivir con menos: aprender a renunciar.”
Tengo un amigo. Se llama José
Manuel Fernández. Es venezo-
lano y tiene veintiún años. Es-
cogió Barcelona para vivir hace
tres años porque su padre vivía
aquí. Trabaja como camarero
en un restaurante, habla un
inglés básico para comunicarse
con los turistas, y le dedica mu-
chas horas. A la media noche
llega a su casa cansado, pero le
gusta lo que hace. Tener un tra-
bajo en estos tiempos, dice
José, es algo que hay que valo-
rar.
Todas las cosas en su vida iban
muy bien hasta que perdió su
trabajo. ¿La causa? Crisis
económica, la llaman. A partir
de ese momento no sabía qué
hacer ni a dónde ir. Entregó las
llaves del piso que tenía alqui-
lado. Estando en la calle se da
cuenta que no podía cargar con
tantas cosas y decidió dejar
una de las maletas en el mismo
sitio, pensando que alguno de
sus amigos podría recogerla.
Eso no sucedió. Acabó perdién-
dola. Siguió andando hasta que
llegó a un albergue donde le
informaron que debía esperar
su turno para entrar. Y así fue.
Se instaló en la entrada del
centro sin comer ni beber, y
temiendo que la lluvia termina-
ra de malograr las cosas.
“Y una vez más, nos damos cuenta cómo la actitud positiva de una persona frente a una situación de vul-nerabilidad puede dar ese impulso que nos hace llegar hasta nuestros objetivos” Por la noche, José y un amigo
suyo buscaron un para prote-
gerse de la lluvia y el frio. Al
día siguiente se quedaron en el
mismo sitio pero no ingresaron
en el centro hasta las ocho de la
noche. Una vez dentro, José
dedicó a buscar trabajo repar-
tiendo currículos por muchos
lugares, y también por internet.
Al poco tiempo encontró un
piso subsidiado por una funda-
ción donde poder estar cómodo.
Hoy día a José lo han llamado
para hacer una prueba en un
nuevo trabajo. Está a la espera
de una oportunidad. Optimista,
siempre optimista.
Y una vez más, nos damos
cuenta cómo la actitud positiva
de una persona frente a una
situación de vulnerabilidad pue-
de dar ese impulso que nos
hace llegar hasta nuestros obje-
tivos. Y éste, estimados lecto-
res, es el caso de nuestro amigo
José.
Conversando con
José Texto: Juan Perdomo.
REALIDADES
Todas las cosas en su vida iban muy bien hasta que per-
dió su trabajo. ¿La causa? Crisis económica, la llaman.
A partir de ese momento no sabía qué hacer ni a dónde ir.
Ilu
stració
n:
Chem
an N
aran
jo e
n h
ttp:/
/aun
onap
eka.
blo
gsp
ot.
com
/2009/0
7/c
afe
-
Llegué a Barcelona sin conocer nada. Un colega catalán que hice en Italia me lo aconsejó. Ni las ca-lles, ni la gente, ni nada. Deambu-lando por Paralell topé con la cola de un comedor. Entre la gente co-nocí a un hombre que hablaba mi idioma. Era kosovar. Me fui con él a dar una vuelta. Lo acompañé hasta la zona franca.
“Dormía en la calle. La primera noche no dormí nada. Había mucha gen-te.” Allí, me contó, tenía unos colegas que me caerían bien. Ni idea de lo que era aquella zona. Cuando lle-gamos a un rincón abandonado, me paré a observar la mierda que se escondía por allí. Giré la cabeza
y vi a mi amigo comprando unos paquetitos blancos. No sabía qué era aquello ni me molestaba dema-siado. Mi colega se sentó, y co-menzó a prepararse algo. Al rato se estaba chutando. Le pregunté por qué lo hacía. Si aquello le dol-ía, qué era. Me dijo que no, que lo probara. Sacó otro saquito, pre-paró la chuta y me la metí. La pri-mera vez no sentí nada. Me dio otra. Volví a chutarme. Me entró paranoia. Sentí angustia. No se muy bien por qué, pero sólo re-cuerdo haberme metido otras dos más aquel día. Perdí todo en pocos días. El dinero y mis pertenencias las vendí para chutarme. Me sentía solo. Cuando no podía conseguir dinero en la calle, robaba. Robaba cosas pe-queñas. Dormía en la calle. La pri-mera noche no dormí nada. Había mucha gente. Pasaba el tiempo yendo a estos lugares para meter-me.
IVÁN
EN PRIMERA
PERSONA
REALIDADES
“Llegué a Barcelona sin conocer nada. Ni las calles, ni la gente, ni nada. En un comedor conocí a un kosovar y me fui a dar una vuelta con él. Al rato estaba pinchándome por primera vez.” Texto y foto: Roberto Amado
Entre el frío y no comer nada, acabé en un centro de salud. Me detectaron hepatitis C. Después de eso volví a la calle. Frío. No dor-mir, no comer. No comía nada. No podía. Tenía cerrada la garganta. Sólo robaba para chutarme.
Pasé poco tiempo en la cárcel. Después de eso me fui a un pro-grama de metadona. La mezclaba con mierda y me chutaba. No hab-ía salida. Sólo el fin. Droga y más droga. Sin familia, sin amigos, sin nada. La culpa es mía. Sólo mía. Por eso no hablo con nadie. Me
siento avergonzado. Dejé de con-tactar con mi familia por eso. Por vergüenza. Chapurrea italiano mezclado con español, por los catorce años que se pasó allí. Iván es montenegrino. Llegó aquí en 2002, una noche fría, con un colega catalán que conocía en su trabajo de mecáni-co. Habla atropelladamente mien-tras recuerda. Sus brazos tienen algo más que tatuajes. Le pregunté por uno de sirena, sonríe. Una chi-ca italiana. Bordé un moratón, en la parte interna del codo, que le recorre el antebrazo dibujando una vena hasta la mano. Cicatrices de escasos dos centímetros cortan transversalmente los antebrazos. Qué le dirías a alguien que quiere probar esto. Que es el final. La primera vez es el final. Que no lo pruebe. Que no vale la pena.
“Qué le dirías a alguien que quiere pro-bar esto. Que es el final. La primera vez es el final. Que no lo pruebe. Que no vale la pena.”
DEJA QUE TE CUENTE...
Caos
Terapia de choque
Trastorno infante
Se da la estrategia
De un modo triunfante
Lujuria adormecida
Sembrada de tormenta
Anhelo, me anhelan,
Susurro, me flagelan.
Tormenta infinita
Tus ojos me avisan
Me embriaga el silencio
De un alma en pena.
Siento el caos que me ro-
dea,
Lo evito, lucho, y al fondo…
La luz…
Siempre.
Tus ojos
Tus ojos observan mi caminar,
Pasos errantes cubiertos de bondad.
Soledad efímera, vacío existencial.
Promesas incompletas cubren mi penar.
Tristeza, paz… mi verdad.
Tus ojos me frenan al despertar,
Tormentos visibles de mi orfandad.
Lágrimas huecas sin río, se van.
Escucha mi lamento, mi silencio real.
Rus ojos me miran y yo...
Te pido más… algo más.
Silencios
Silencios ocultos entre gritos desesperados.
Golpes rabiosos en vallas invisibles, la desesperación
ahoga.
Límites insospechados se fraguan en mi soledad…
Límites forjados a base de sequedad…
Silencios visibles con palabras huecas,
Si mientes, no grites, te golpea, te deja.
Enfermo, destierras, febriles tus hazañas.
Silencios forzados que encierran palabras.
Muchas veces la vida es cruel,
porque en un momento de tener
todo, lo pierdes todo. Hola,
buenas, yo me llamo Bernardo
Cervantes. Nací en una familia
trabajadora. Me acuerdo cuan-
do era pequeño, tenía 14 años y
mi padre -en paz descanse- me
dijo un día: ¿quieres trabajar o
estudiar?, y le dije: quiero tra-
bajar. Mi padre fue un luchador
toda su vida y sacó a mí y a mis
hermanos adelante. Yo doy gra-
cias a Dios de tener y haber te-
nido unos buenos padres. Mis
padres siempre me quisieron
más a mí que a mis hermanos; a
lo mejor era porque era el pe-
queño de la familia. Ahora por
desgracia no los tengo y los
echo mucho en falta. Ahora,
hoy por hoy, estoy en un alber-
gue, ¡quién lo iba a decir! Toda
mi vida trabajando y ahora no
tengo nada aquí. En el albergue
me están ayudando mucho. Mu-
chas veces me equivoco y pido
perdón, pero hay que saber que
el mundo del alcohol lo tienes
al alcance de la mano. No es
fácil. Ahora llevo mucho tiem-
po sin beber, pero ya llevo des-
de los catorce años bebiendo;
mi primer cigarrillo lo fumé
con catorce y después bebía.
Mis padres eran alcohólicos.
Recuerdo cuando tenía ocho
años y vi por primera vez a mi
madre mal, mi hermano siem-
pre me echaba broncas? Espero
que Dios me ayude a salir de
esta situación porque es muy
cruel. Le pido a Dios que me de
fuerzas, ya que me ha salvado
tres veces de la muerte. Ahora
lucho por sobrevivir ya que no
tengo nada. Si algún día alguien
lee esto y no estoy es que he
fracasado, de no ser así habré
vivido gracias a Dios. Se despi-
de un hombre desgraciado y
miserable.
DEJA QUE TE CUENTE...
La crueldad de la vida.
“Muchas veces la vida es cruel, porque
en un momento de tener todo, lo pierdes
todo.”
Texto: Bernardo Cervantes.
En cuanto a mi vida, la verdad
es que un desastre, no tengo los
cimientos confortables y, la es-
tructura, nunca llega a levantar-
se. Estoy en la peor etapa de mi
vida, pero tengo algo muy cla-
ro, esta vez no pienso echarme
atrás, por mucho que me cueste.
La situación actual ha permiti-
do que pueda recapacitar de
todo lo vivido. Las malas expe-
riencias también tiene su gra-
do, porque lo vivido de uno
mismo te hace recapacitar de
muchas cosas. Ahora tengo que
aprender a saber decir que no y
luchar por lo que uno desea y
realmente quiere.
Cuando pienso de las cosas que
me han ocurrido a lo largo de
mi vida, me voy dando cuenta
del tiempo perdido hasta el día
de hoy. Ahora me siento capaz
de poder luchar hacia delante y
no mirar hacia atrás. Algo de
miedo percibo dentro de mí,
miedo a no encontrar la salida a
una nueva vida, miedo a volver
a equivocarme y no saber, salir
de ello. En estos momentos el
impulso de mis fuerzas es im-
pecable, resistente y con la ca-
pacidad de entender y saber,
que no volveré a tener otra
oportunidad como ésta. Si des-
perdicio esta oportunidad, no
se me presentará otra.
DEJA QUE TE CUENTE...
Dentro de mi memoria.
“La situación actual ha permitido que
pueda recapacitar de todo lo vivido.”
Texto: Anónimo
ZOOM
La mañana es estupenda para salir y visitar algún lugar, es el
momento en que te olvidas de lo que es cotidiano y habitual en
ti, para respirar el aire que te dan los lugares alejados de la ciu-
dad. Puede verse a un grupo de personas de distintos países an-
dar juntos con un objetivo en común: la solidaridad entre las
personas.
Excursión a
Montjuic
Texto: Juan Perdomo. Fotos: Vero López
Esta mañana, después del desayuno, nos reunimos en la pequeña biblioteca del centro para escuchar las últimas instrucciones que darán los técnicos. Se trata de la visita que haremos al castillo de Montjuïc. La mañana es estupenda para salir y visitar algún lugar, es el momento en que te olvidas de lo que es cotidiano y habitual en ti, para respirar el aire que te dan los lugares alejados de la ciudad. Puede verse a un grupo de personas de dis-
tintos países andar juntos con un obje-tivo en común: la solidaridad entre las personas. Lentamente subimos por una estrecha calle que nos llevaría al castillo. Mientras subimos podemos ver el teleférico, que es uno de los atractivos del lugar. A la entrada al castillo una chica nos espera para dar algunas explicaciones y hacer una reseña histórica.
Seguimos por un pasillo, para luego
encontrar un depósito de agua muy
antiguo que llama mucho la atención
de los turistas, dado que fue de mucha
importancia para quienes habitaron el
castillo, porque podían disponer de
agua limpia por largos periodos de
tiempo .Otro sitio muy interesante es
la torre que está en la parte más alta
del castillo, que por muchos años sir-
vió como observatorio de las milicias
para divisar la llegada de embarcacio-
nes a las costas de Barcelona. Por
último un recinto muy grande con un
muro de roca en la parte baja del cas-
tillo, que en tiempos de la Guerra Ci-
vil Española fue usado como un pa-
redón para fusilar a quienes se opon-
ían al régimen. Todo esto es muy con-
movedor si recordamos que en este
lugar fue donde fusilaron a Lluis
Companys presidente de la Generali-
tat de Catalunya. El Monumento a los
caídos en la Guerra Civil Española
hace memoria de los hechos ocurridos
en esta época.
De esta manera terminamos nuestra
visita al castillo de Montjuïc. Fue un
paseo inolvidable, técnicos y usuarios
del centro de Nou Barris se despiden
con frases de agradecimiento.
LA CONTRA
Sus manos me hablan de otros países, otras cos-
tumbres, otros sabores, otras miradas. Me cuen-
tan cómo se corta el pelo, cómo se lava. Qué
personas ha tocado, qué brazos ha acariciado.
Con qué se ha sentido sola, indefensa, dolida.
Qué obstáculos ha superado, qué aventuras ha vi-
vido. Qué fotos ha palpado, qué trabajos ha des-
empeñado. Su boca no dice nada salvo una cosa:
me llamo Aura y vengo de un país lejano.