Revista Internacional - Nuestra Epoca N°9 - septiembre 1968 - Edición Chilena
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8/21/2019 Revista Internacional - Nuestra Epoca N°9 - septiembre 1968 - Edición Chilena
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8/21/2019 Revista Internacional - Nuestra Epoca N°9 - septiembre 1968 - Edición Chilena
3/63
¡Proletarios de todos los países, unios
uestra Época
(8 0
) | Q 1968
AÑO VIII SEPTIEMBRE
S U M A R I O
DOCUMENTOS DE LASCONVERSACIONES ENTRE LOS
P A R T I D OS C OM U N I S T A S Y OB R E R OS D E P A Í S E S S OC I A L I S T A S
Comuni cado
con jun to sobre la entrevista del Buró Polí t ico del CC del PCUS
y el Presidium del CC del PCCh, Declaración de Jos part idos comunistas y
obreros
de
países socialistas.
Comuni cado sobre
1
las
conversaciones
soviét ico -
checoslovacas,
Resolución del Pleno del CC del PCCh sobre los resultados
de
Ja s
conversaciones de Moscú
*• POR LA C OH E S I ÓN DE LAS F U E R Z A S A N T I I M P E R I A L I S T A S
J. DUC LO S — El
imperialismo
y las
fuerzas
antiimperialistas
•
P R OB L E M A S A C T U A L E S
DEL
M OV I M I E N T O C OM U N I S T A
G.
VIEIRA — La Conferencia mund ial de los part idos com unistas
servirá
a
la causa de la unidad
ECOS
DE
A C T U A L I D A D
B. MAGNUSON —
I lusiones
y
realidades
J. GIBBON S — La d emocra cia del dólar en acción
J. PRAZSKY —
Palabras
de paz y planes de escalada
• M E S A R E D ON D A
Papel de la juventud de los países de As'a y
Áfr i ca
en la lucha antiimperia-
lista y la construcción de la nueva vida
• EL MOVIMIENTO DE L I B E R A C I ÓN N A C I ON A L EN NUESTROS DÍAS
G. BATAL,
R.
AMJAD
y M.
HARMEL
— Las
tareas
inmediatas del movi-
miento
de liberación nacional árabe
A. LERUMO —
África
del Sur
combate
por la libertad
10
1S
23
2»
33
36
52
62
4-
EN LOS
P A R T I D OS C OM U N I S T A S
Y
OB R E R OS
V.
MARISCHI
— Los com unistas argentinos y las luchas de la clase obrera
S.
ALVAREZ
— La a l i anza de católicos y comunistas
gg¡
G.O. — Ante
el centenario del nacimien to de Lenin •*
R.S.
— El Part ido
Comunista
de
Alemania vive y lucha
• LUCHA IDEOLÓGICA
L .
ALTER
| — La actual Economía polí t ica burguesa
LACIENCIA Y LA ÉPOCA ACTUAL
I. N E R L U N D e I.
NOVIK
— Cibernética, marxismo y sociedad
4 HÉROES
DE LA
LU CH A
POR LA PAZ Y EL
PROGRESO
J.
BERNAL
-- Hombre de ciencia y luchador jgg A.
DUMO NT
— Un
hijo
fiel de la
cla?e
obrera belga
fg
M.
CAMPOS
— Una v ida
o f rendada
a la lucha
4 LIBROS Y REVISTAS
S.
W R O N S K I
— Una página
importante
de
la historia
del pueblo polaco
Recensiones
breves
.,
N u e s t r a
É p o c a
69
93
102
111
117
120
Propietario: Atilio Gaete Alcántara.
Director Responsable: Jorge Soza Egaña.
Subdirector: Raúl Mellado Cast ro .
O f ic in a s d e
Re d a c c i ó n : A v d a .
Bulnes 143,
Dep:o .
82 .
Impresores:
"Sociedad Impresora Horizonte
Ltda.".
Lira
363 — Santiago.
-
8/21/2019 Revista Internacional - Nuestra Epoca N°9 - septiembre 1968 - Edición Chilena
4/63
D O C U M E N T O S D E L A S C O N V E R S A C I O N E S
E N T R E L O S P A R T ID O S C O M U N I S T A S
Y
O B R E R O S D E P A Í S E S S O C I A L I S T A S
Lo s acontecimientos de los últimos meses y semanas en Checoslo-
vaquia han atraído la atención de la opinión mundial. Con el fin de
informar
a nuestros lectores ofrecemos a
continuación
varios docu-
mentos relativos
a
estos hechos.
DECLARACIÓN
d e l os partidos c o m u n i s t a s y o b r e ro s d e p a ís e s s o c i al is t a s
COMUNICADO CONJUNTO
la
entrevista
del Buró Político del CC del PCUS y e
Presidium
del CC del
PCCh
Del 29 de julio s 1
9
de
agosto
de 1968 ha tenido
en Cierna del Tisza una
en t rev is ta
del Buró
PCCh.
En el la han partic ipado:
Por el PCUS: I. B
éziinev.
Sec re ta r io Genera l
PCUS, G. I. Vóronov, A. N.
Kosiguin,
. T.
Mazúrov,
A. Y.
Pelshe,
N. V.
Podgorni,
M.
Súslov,
A. N.
Shelepin
y P. E.
Shélest, miembros
lítico del CC del PCUS; P . N.
Démi-
chev y P. M. Mashérov, miembros suplentes del Bu-
ró Pol ít ico del CC del PCUS, y K. F. Kátushev y
B. N. Ponomariov, secretarios de CC del
PCUS.
Por el
PCCh:
A.
Dubcek, Primer Secretario
del
CC del PCCh, Fr. Ba rb i ek, V. Bilak, O. Cernik,
D. Kclder, F. Kriege
1
, J. Piller, E. Rigo, J. Smr-
kovski,
J.
Spacek
y O.
Svesika, miembros
de l
Pre-
sidium
del CC de
PCCh;
A.
Kapek,
J.
Lenart
y
B. Simón,
miembros suplentes
del
Presidium
del CC
del PCCh, y M. Jakes, presidente de la Comisión
Central
de
Control
y
Revis ión.
Por la
parle checoslovaca
ha
partic ipado
en la
entrevista
L.
Svoboda,
Presidente
de la
Repúbl ica
Socialista
Checoslovaca.
Durante
la
enhevista
se ha
procedido, en
un am-
biente de
camaradería, a un ampl io
intercambio
de
opiniones sobre problemas
qu e
interesan
a
ambas
partes.
Los partic ipantes en la entrevista han intercam-
biado informaciones d etal ladas sobre la s ituación
en sus países.
La entrevista del Buró Político del CC del
PCUS
y de Presidium del CC del PCCh ha tran scurrido
en una atmósfera de ente/a franqueza, sinceridad
y comprensión
mutua;
ha
estado
orientada a bus-
car las v ías del desarrol lo y reforzamiento ulterio-
res de las
tradicionales relaciones
de
amis tad
en -
tre nuestros partidos y nuestros pueblos,
basadas
en
los principios del marxismo-leninismo y del in-
ternacional ismo proletario. Durante las conversa-
ciones, ambas delegaciones
han
decidido,
de co-
mún acuerdo, dirigirse a los comités centrales de
los partidos
comunistas y
obreros
d e
Bulgaria, Hun-
gría,
RDA y
Polonia proponiéndoles celebrar
un a
entrevista amistosa multilateral. Los partidos her-
manos mencionados han aceptado
esta
proposición.
La
entrevista
de
representantes
del
Partido
Co-
munista Búlgaro, Partido Obrero Socia l ista Húnga-
ro, Partido Socia l ista Unificado de Alemania, Par-
tido
Obrero Unificado Polaco, Partido Comunista
de la Unión Soviética y Partido Comunista rie Che-
coslovaquia se celebrará el 3 de
agosto
en Bra-
tis lava.
El 3 de agosto de 1968 se ha celebrado en Bra
t islava una
Conferencia
de
representantes
de los
partidos
comunistas
y
obreros
de los
seguientes
países:
República Popular
Búlgara,
Repúbl ica Po-
pular
Húngara, Repúbl ica Democrática Alemana,
República Popular Polaca, Unión
de
Repúblicas
Socialistas
Soviéticas y República Socialista Che-
coslovaca. En la Conferencia han partic ipado:
En representación del
Partido
Comunista Búlga-
ro: T. ZHIVKOV, Primer Secretario del CC de l
PCB y Presidente del Consejo de Ministros de la
RPB; S. TODOROV, miembro del Buró Político y
secretar io del CC del PCB; P. KUBADINSKI , miem-
bro del Buró P olítico del CC del PCB y Vicepresi-
dente
del Consejo de Ministro s de la R PB.
En representación del Partido Obrero Socialista
Húngaro: J. KADAR, Primer Sec re ta r io del CC
del POSH; J. FOCK, miembro del Buró
Polí t ico
del CC del POSH y Presidente del Gobierno Revolu-
cionario Obrero
y
Campesino Húngaro;
Z.
KO-
MOCSIN, miembro
de l
Buró Político
y
secretario
del CC del POSH.
En representación del Partido Socia l ista Unifica-
do de Alemania: W. ULBRICHT, Primer Secretario
del CC del PSUA y Presidente del Consejo de Es-
tado de la
RDA;
W.
STOPH, miembro
del Buró
Pol íüco
del CC del PSUA y Presidente del Conse-
jo
de Ministros
de la
RDA;
E.
HONECKER,
miem-
bro del Buró Político y secretario del CC del
PSUA; H. MATTERN, miembro del Buró Político
del CC del PSUA y presidente de la Comisión Cen-
tral de
Control
del
PSUA;
G.
MITTAG, miembro
del Buró Pol ít ico y secretario del CC del PSUA;
H. AXEN, miembro suplente de l Buró Político y
secretar io
del CC del PSUA.
En representación del Partido Obrero Unificado
Polaco: W. GOMULKA, Primer Secretario del CC
del POUP; J.
CYRANKIEWICZ,
miembro del Buró
Polític o del CC del POUP y Presidente del Consejo
de
Ministros d
e
la RPP; Z.
KLISZKO,
miembro
del
Buró Político y se cretario del CC del
POUP;
A. STAREW ICZ, secretario del CC del POUP.
En
representación del Partido Comunista de la
Unión Soviética:
L. I.
BREZHNEV, Secretario
Ge-
neral del CC del PCUS; N . V. POD GORNI,
miem-
bro del Buró Político del CC del PCUS y Presidente
del Presidium del Soviet Supremo de la URSS; A.
N. KOSIGUIN, m iembro del Buró Político del CC
del PCUS
y
Presidente
de l
Consejo
de
Ministros
de la URSS; M. A. SÚSLOV, miembro de Buró
Pol ít ico y secretario del CC del PCUS; P. E.
SHÉLEST, miembro
del
Buró Políüco
de CC del
PCUS y
primer secretario
del CC del PC de
Ucra-
nia; K. F.
KATUSHEV,
secretario del CC del PCUS;
B. N.
PONOMARIOV, secretario
del CC del
PCUS.
En representación de l
Partido
Comunista de Che-
cos lovaqu ia :
A. DUBCEK. Primer Secretario del
CC
del PCCh; O. CERNIK, miembro del Presidium
del CC del PCCh y Presidente del Gobierno de la
RSCh; J. SMRKOVSKI, miembro del Presidium del
CC del
PCCh
y
Presidente
de la
Asamblea Nacio-
nal de la RSCh; V. BILAK, miembro del Presidium
del
CC del
PCCh
y
primer
secretario
del CC del
PC de Eslovaquia; J. LENART, miembro suplente
del Presidium y secre tario del CC del PCCh. Por
la parte checoslovaca ha estado presente también
L. SVOBODA, Presidente de la RSCh.
Los representantes de los partidos comunistas y
obreros de
estos países
socia l istas han considerado
necesario celebrar
la
pre sente Conferencia
en
Bra-
tiíílava, basándose en que la compleja situación
internaci onal y la labor de zapa del im perialismo
contra
la paz y la
seguridad
de los
pueblos, con-
tra el socialismo, requieren la cohesión sucesiva
de les
países
de l
s istema
socia l ista, y teniendo en
cuenta también
que el
desarrol lo
del
socia l ismo
plantea nuevas tareas, para cuyo cumpl imiento es
imprescindib le mancomunar
más y más los
esfuer-
zos de los países socia l istas.
Los
partidos hermanos
han
examinado,
en el es-
píritu de las tradic iones establecidas y en un am-
biente de plena
sinceridad, fidelidad
a los princi-
pios y amistad, los problemas actuales de la lucha
por el socialismo, del fortalecimiento ulterior de
la comu nidad soc ialista y de la cohesión del movi-
miento
comunista mundial. Ha tenido lugar un in-
tercambio
de
opiniones sobre
los
problemas
de Id
presente
situación internacional y de la
intensifi-
cación
de la
lucha contra
el
imperia l ismo.
Les representantes
de los
partidos comunistas
y
obreros
han examinado las vías para
fo r ta lecer
y
desarrol lar
la
colaboración fraternal
de los
Estados
socialistas.
Durante
los
años transcurridos desde
la
derrota
de l
fasc ismo
y la
subida
de la
c lase obrera
a
Poder,
los
pueblos
de los
países europeos
que han
emprendido
el
camino
del
soc ia l ismo
han conquis-
tado v ictorias en
todos
los ámb i tos de la v ida so-
cial. En estos años, los
partidos,
venciendo las difi-
cultades
y
perfeccionando
sin
cesar
su
labor,
ha n
asegurado en cada país socialista la creación de
una
industria poderosa y la transformación de la
vida
en el
campo
y han
conseguido
el
crecimiento
constante del
b ienestar
del
pueblo
y el
florecimien-
to
de la
cultura nacional. Millones
de
trabajadores
han s ido incorporados a la v ida pol ít ica consciente.
Son
grandes, en particular, los éxitos a lcanzados
por la
Unión Soviética
en la
edif icación
de)
socia-
lismo
y del comunismo Han
aumentado inconme-
íurablemente la
in fluencia internacional
de los Es-
tados
socia l istas
y
su papel en la solución de los
grandes problemas de la pol ít ica mundial .
E mantenimiento, la
consolidación
y la defensa
de
estas conquistas,
fruto de los
heroicos esfuer-
zos
y del
trabajo abnegado
d e
cada pueblo,
son un
deber
in temacional ista común
cié
todos
los
países
socialistas. Tal es la opin ión unánime de todos los
partic ipantes en la Conferencia, que han expresado
-
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Documentos de las
conversaciones entre
los PC y
obreros
de
países socialistas
Documentos de las
conversaciones entre
los PC y
obreros
de
países
socialistas
decisión de ampliar y defender
países y lograr
éxitos
en la
edif icación
del
socia l ismo.
Los partidos hermanos se han convencido, sobre
histór ica,
de que el avan-
consecuente
por las
leyes generales
de la
edifi-
de la sociedad socia l ista y, en primer tér-
reforzando el papel dir igente de la clase obre-
vanguardia:
los
partidos comunistas.
l
mismo
tiempo, cada
partido hermano,
al resolver
on espíri tu cread or los problema s del sucesivo de-
arrol lo socia l ista, toma
en
consideración
las
con-
iciones y peculiaridad es nacionales.
La fidelidad inquebrantable
al
marxismo-leninis-
mo,
la educación de las masas populares en el
e s -
píritu de las ideas del socialismo y del interna-
cionalismo
proletario,
la lucha sin cuarte l contra
la ideología burguesa y contra todas las fuerzas
antisocia l istas son la garantía de los éxitos en el
forta lecimiento de las posic iones del socia l ismo y
en la
réplica
a las intrigas del imperialismo.
Los partidos hermanos oponen con firmeza y de-
cisión
su
solidaridad
indestructible y su
e levada
vigilancia a
todo intento
del imperialismo, y de las
demás fuerzas anticomunistas,
de debilitar el
papel
dirigente de la
c lase obrera
y de los
partidos
co-
munistas. Jamás permitirán
a
nadie clavar
una cu-
ña entre los Estado s socialistas , minar los cimien-
tos
de l régimen
socia l ista.
La
amistad
f raternal y
la cohesión en este sentido corresponden a los in-
tereses vitales de nuestros pueblos y constituyen
una base segura para cumplir las tareas socio-
económicas y pol ít icas que afrontan los partidos
comunistas
de
nuestros países.
Los partidos hermanos consideran un deber suyo
oreocuparse constantemente de
intensificar
la ac-
tividad política de la clase obrera, de los campe-
sinos y de los intelectuales, de todos cs tra baj a-
dores; de hacer progresar en todos los aspectos el
régimen socialista;
de
perfeccionar
el
estilo
y los
métodos de traba jo del Part ido y del Estado sobre
la base de los principios del centra l ismo
demo-
crát ico.
Las variadís imas tareas que
implica
la creación
tíe la sociedad socialista en cada uno de nuestros
países son mucho más fáciles de
cumplir
con la
ayuda y el apoyo
mutuos.
Las
relaciones
fraternales ampl ían
y multiplican
las posibilidades de cada país socialista. Los parti-
cipantes en la Conferencia han expresado la firme
aspiración
de hacer
cuanto dependa
de
ellos
paca
ahondar la colaboración múltiple de sus países so-
bre la
base
de los principios de la
igualdad
de de-
rechos, del respeto de la soberanía,
la indepen
dencia nacional
y la
integridad territorial
y de la
ayuda
mutua
y la
sol idaridad fraternales.
Los
partidos comunistas y obreros conceden
una
importancia primordial al desarrollo
sucesivo
de la
economía y a la elevación del bienestar material
de
los
trabajadores, aprovechando
con ef iciencia
los ingentes recursos naturales
de
nuestros países,
aplicando las últimas conquistas de la ciencia y
de
la técnica y perfeccionando las formas y los
métodos
de gestión económica socialista. El cami-
no eficaz para alcanzar estos nobles fines
es el
desenvolvimiento
de la
colaboración
económica de
los países
socia l istas sobre
una
base
bilateral y
multilateral.
Adquieren
una importancia cada día
mayor
el
perfeccionamiento
de la
activ idad
del
Consejo
de Ayuda Mutua Económica y e l desarro-
l lo de la
cooperación
y la
especlalización
de la
pro-
ducción de los
países
socialistas, lo que permite
aprovechar en mayor grado las ventaj as de la
división
socialista internacional
de l
trabajo.
A este respecto, se ha reiterado una ver más que
es
actual la celebración en breve de una conferen-
cia
económica
al más
alto
nivel.
Los participantes en la Conferencia consideran
un deber advertir a los pueblos que, como conse-
cuencia de la agresiva pol ít ica del
imperialismo,
la
situación internacional sigue siendo complica da y
peligrosa en los últimos tiempos. En estas
condi-
ciones, los partidos fraternos de los países socia-
listas, partiendo de los intereses de la lucha por
afianzar la paz universal y la seguridad de los
pueblos,
por organizar la
réplica
resuelta a la po-
lítica
agresiva
de l
imperialismo
y por reafirmar
los principios
de la coexistencia pacifica de los
Estados con
regímenes
sociales diferentes, reite-
ran de nuevo que están dispuestos a concertar y
coordinar
su acción en la palestra internacional.
La
clase
obrera, el
campesinado
y la
intelectua-
lidad,
todos
los
trabajadores, ansian
la paz y la
tranqui l idad
para
sus
países, para todos
los
hom-
bres de la
Tierra.
Los
países
socialistas han he-
cho, hacen y harán todo lo necesario para que
estos
profundos anhelos
de los
pueblos
se convier-
tan en
realidad.
Nuestros partidos declaran que
seguirán colaborando en el
cumplimiento
de esta
noble tarea con todos los partidos comunistas y
obreros,
co n
íodas
las fuerzas progresisjas del
mundo
en la
lucha
por la paz
universal,
por la
libertad,
la
independencia
y el
progreso socia l .
Lo» partidos comunistas
y
obreros
de Bulgaria,
Hungría, República Democrática Alemana,
Polonia,
Unión Soviética y Checoslovaquia expresan solem-
nemente
una vez más su firme decisión de seguir
apoyando al heroico
pueblo
vietnamita, de
prestar-
le la ayuda necesaria en la justa lucha contra los
intervencionistas norteamericanos.
Nos preocupa también que la situación en el
Oriente Medio siga siendo tensa, como consecuen-
cia de la
pol ít ica agresiva
de los
medios gober-
nantes
de
Israel. Nuestros partidos harán todo
lo
posible
para
liquidar
las consecuencias de la agre-
sión israelí,
sobre
la base de la
resolución
del 22
de noviembre
de
1967
del
Consejo
de
Seguridad
de
la ONU y de la evacuación de las tropas israe-
líes de los
terr i tor ios
árabes ocupados.
Después de analizar la situación en Europa, los
participantes en la Conferencia señalan que la ac-
tivación
de las
fuerzas revanchistas, m il itaristas
y
neonazis
en
Alemania Occidental afecta
de
ma-
nera
d irecto
a la
seguridad
de los
Estados socia-
l is tas y
crea
una
amenaza
a la paz
universal .
En
los
asuntos
europeos seguiremos aplicando
de ma
ñ r
consecuente .una política concertada
que co-
rresponda a los intereses comunes de los
países
socialistas y de la seguridad europea; seguiremos
rechazando
cualquier intento de revisar los resul-
tados de la Segunda Guerra
Mundial
y de alterar
las fronteras establecidas en Europa; seguiremos
insistiendo en la invalidez del acuerdo de Munich
desde
el
primer momento; apoyaremos resuelta-
mente a la República Democrática Alemana, el
Estado socialista de los trabajadores alemanes, que
defiende
la
causa
de la
paz; prestaremos apoyo
permanente
al
Partido Comunista
de
Alemania
y
a todas las fuerzas que luchan contra el milita-
r ismo y el revanchismo, por el progreso demo-
crático.
Los
partidos comunistas
de los países
socia l istas
expresan su
decisión
de procurar la
ga ran t ía
de la
seguridad europea, ratif ican
los
principios
de la
Declaración
de
Bucarest
y de
la Declaración
de
la Conferencia de Karlovy Vary de los partidos
comunistas
y
obreros europeos. Están dispuestos
a
hacer todo
lo
necesario para
la
celebración
de
un Congreso de los pueblos de Europa en defensa
de la paz en
nuestro continente.
Impedir la
alte-
ración de la paz europea tiene importancia deci-
siva para el mantenimiento de la paz en el mundo
entero. Orientaremos nuestros esfuerzos conjuntos
al logro de este
objetivo,
que afecta a
los
intere-
ses de todos los pueblos.
En estos momentos en los que las fuerzas im-
perialistas de los
EE.UU.,
de la RFA y de otros
países dan pruebas de su activ idad agresiva y ha-
cen esfuerzos tenaces
por debilitar la
comunidad
socialista, los representantes de los partidos her-
manos
estiman necesario subrayar
una vez más
la
importancia
singular de l
Tra tado
de
Varsovia.
Este Tratado, concluido por los Estados socia listas
En
nombre
del Partido
Comunista Búlgaro:
T.
ZHIVKOV
S. TODOROV
P. KUBADINSKI
En nombre del Partido Obrero
Social ista
Húngaro:
J.
K A D A R
J. FOCK
Z. KOMOCSIN
En nombre
del
Partido Socialis-
ta Unif icado de Alemania:
W. ULBRICHT
W.
STOPH
E.
HONECKER
H.
MATTERN
G. MITTAG
H. AXEN
En nombre
del Partido
Obrero Unificado Polaco:
W. GOMULKA
J. C IRANKIEWICZ
Z. KLISZKO
A. STAREWICZ
En nombre
del
Partido
Comunista
de la Unión Sovié-
t ica :
como respuesta á la integración de la Alemania
Occidental revanchista en el agresivo bloque de la
OTAN,
ha
sido
y
sigue siendo
un
poderoso factor
de paz y seguridad de los pueblos de Europa. Es
un obstáculo insuperable para cuanto s quisieran
revisar los resultados de la Segunda Guerra Mun-
dial.
Defiende firmemente
las
conquistas
de l
socia-
lismo,
la soberanía y la independencia de
les
Es-
tados hermanos
y
tiende
a
afianzar
la
seguridad
europea, a conservar
la
paz universal.
La
situación actual
nos
exige
que
hagamos
e s-
fuerzos
infatigables para aumentar la capacidad
defensiva
de
cada Estado socia l ista
y de
toda
la
comunidad socia l ista, para reforzar
la
colabora-
ción política
y militar en la
Organización
de l
Tra -
tado
de
Varsovia.
Los
partic ipantes
en la
Conferencia consideran
un deber
luchar
de manera c onsecuente por la co-
hesión
del
movimiento comunista internacional.
Se-
ñalan que en los
úl t imos tiempos
se ha
hecho
una
gran labor preparatoria de la nueva Conferencia
internacional
de los partidos
comunistas
y
obreros.
Los partidos hermanos valoran al tamente esta la-
bor y expresan su convencimiento de que la futu-
ra Conferencia se verá coronad a por el éxito y
hará una contribución importante a la consolida-
ción de todas las fuerzas revolucionarias de nues-
tr a época.
Estamos completamente seguros de que la con-
cepción marxista- leninista única, el papel de los
partidos comunistas y obreros como vanguardia
y dirigente de la sociedad y las bases socia l istas
de
la
economía
de
nuestros Estados seguirán sien-
do factores
eficaces
de la
cohesión sucesiva
de
los países
socia l istas,
de su
unidad
de
acción
en
la
lucha por los grandes objetivos comunes.
Los
partidos que han participado en la Conferen-
cia
de Bratis lava publ ican
esta
Declaración
pro-
fundamente convencidos de que las posiciones y
puntos de vista ex puestos en ella corresponden a
los
intereses de todos los
países
y partidos herma-
nos, a la amistad irrompibie de los pueblos de
nuestros
países, a los intereses de la paz, de la
democracia,
de la
independencia nacional
y del
socia l ismo.
L. BREZHNEV
N. PODGORNI
A.
KOSIGUIN
M.
SUSLOV
P. SHELEST
K. KATUSHEV
B. PONOMARIOV
En ncmbre
del Part ido
Comunista
de
Checoslovaquia:
A DU CEK
O C ERN I K
SMRKOVSKY
V BILAK
J L E N A R T
-
8/21/2019 Revista Internacional - Nuestra Epoca N°9 - septiembre 1968 - Edición Chilena
6/63
COMUNICADO
sob r e l as con v er saci on es s o vi é t i c o — c he c o s l o va c a s
Documentos de las
conversaciones entre
los PC y
obreros
de
países socialistas
el 23 al 26 de agosto del año en curso se han
en
Moscú conversaciones soviético-che-
en las que han participado los siguien-
camaradas:
por
la
parte soviética:
L. I.
Brézhnev, Secretario
ciel CC del PCUS; A. N. Koslguin, Presi-
Ministros de la URSS, miem-
Político del CC del PCUS; N. V.
miembro del
Buró
Politico dei
del
PCUS;
G. I.
Vóronov, miembro
del
Buró
del CC del PCUS, Presidente del Consejo
Ministros de la RSFSR; A. P. Kirllenko, miem-
Buró Político
del CC del
PCUS, secretario
PCUS;
D. S.
Polianski, miembro
del
Político del CC del
PCUS,
primer Vicepresi-
Ministros de la URSS; M. A.
miembro del Buró Polític o del CC del PCUS,
del CC del
PCUS;
A. N.
Shelepin, miem
olítico del CC del PCUS, presidente
l
Con?eio Central
de los
Sindicatos Soviéticos;
Shélest, miembro
del
Buró Político
del CC
primer secretario del CC del PC de
K.
F.
Káfushev, secretarlo
del CC de
:
R. N. Ponomariov, secretario
de
CC
< • < < >
Grechko,
ministro de Defensa de la
Gromiko,
ministro
de Asuntos Ex-
de la
URSS;
per la parte checoslovaca: L. Svoboda, Presiden-
Dubcek, Primer
Secretario
del
de PCCh; J. Smrkovsky, Presidente de la Asam-
de la RSCh, miembro del Presidium del
del PCCh; V. Bilak, miembro del Presidium
CC del
PCCh,
primer
secretario del CC del
F. Barblrek, miembro del Presidium del CC
l
PCCh, Vicepresidente
de l
Consejo Nacional
Es -
J.
Piller, miembro
del
Presidium
del CC
PCCh;
E.
Rigo,
miembro del
Presidium
del CC
PCCh; J. Spacek,
miembro
de
Presidium
de l
del
PCCh;
O.
Svestka, miembro
del
Presidium
PCCh;
M.
Jaques, presidente
.de i >
de
Control
y
Revisión
del CC del
J. Lenart,
miembro suplente
del Presidium
PCCh, secretario
del CC del
PCCh;
B.
suplente del Presidium del CC de
Gobierno de
Indra,
secretario del CC del PCCh;
Mlynar, secretario de CC del PCCh; M. Dzur,
general,
ministro
de Defensa Nacional de
Kucera, m nist'
<
> de Justicia de la
RSCh,
y V. Koucky,
embajador
de ¡a
RSCh
en la
URSS.
En el curso de las conversaciones se examinaron
en discusión abierta y camaraderil las cuestiones
relacionadas
con el actual desarrollo de la situa-
ción internacional y la activación de las
intrigas
del imperialismo contra los países
socialistas, con
la situación
en
Checoslovaquia
en el
último tiem-
po y la entrada tem poral de las tropas de los cin-
co países socialistas en el territorio de la
RSCh.
Ambas
partes manifestaron
la firme
convicción
ci é
que,
en la
actual
situación,
lo
principal
consiste
en
la realización de las resoluciones conjuntas
to-
madas en
Cierna
de
Tisza
y las
tesis
y
principios
formulados
en la
Conferencia
de Bratislava, come
asimismo
en la
real ización consecuente
de los pa-
sos p rác t icos
que se
desprenden
del
acuerdo
lo-
grado en e l
curso
de las
conversaciones.
La
parte soviética manifestó
su
comprensión
y
su apoyo
a la
posición
de la d irección del PCCh
y de la RSCh, que se propone
partir
de las
reso-
luciones tomadas
en los
plenos
de
enero
y mayo
del CC del
PCCh para
el
perfeccionamiento
de lo»
métodos de
dirección
de la
sociedad,
el desarrollo
de la
democracia socia l ista
y el
reforzamiento
dei
régimen socia l ista sobre
la
base
del
marxismo-Ie-
ninismo.
Se l legó
a un
acuerdo sobre
las
medidas
qu e
tie-
nen por
objeto
la más
rápida
normal ización de la
situación
en la
RSCh.
Los dirigentes checoslova-
cos
in formaron sobre
las
medidas inmediatas que-
proyectan apl icar con
este
fin.
La
parte checoslovaca declaró
qu e
todo
el t raba ja
de
los organismos del Partido y del Estado, en to-
das
las
líneas
de
influencia, estará orientado 3
asegu ra r medidas eficaces
al
servic io
del
Poder
socia l ista, del papel
dirigente
de la clase
obrera
v del Partido Comunista, del desarrollo y
fortale-
cimiento de las
re laciones amistosas
con los
pue-
blos
de la Unión Soviética y de toda la comunidad
socialista.
Mani fes tando la aspiración unánime de los pue-
blos
de la
URSS
a la
amistad
y la
fraternidad
con
los
pueblos de la
Checoslovaquia socialista,
los diri
gentes soviéticos reafirmaron
su
disposición
a
man-
tener la más amplia y sincera cooperación sobre
la
base del respeto mutuo, la igualdad de derechos,
la integridad territorial, la independencia y la soli-
daridad
socia l ista.
Las tropas de los
países
aliados,
dislocados tem-
poralmente
en el
territorio
de
Checoslovaquia,
no»
= e inmiscuirán
en los
asuntos internos
de la Re-
pública Socia l ista Checoslovaca. Se l legó a un
acuerdo sobre
las
condiciones para
la
retirada
de
estas tropas de su territorio a medida que se nor-
malice la situación en la RSCh.
La
parte checoslovaca informó acerca
de que e
je fe supremo
de las
Fuerzas Armadas checoslova-
cas
les
había dado
las
órdenes correspondientes
con el fin de evitar Incidentes y
conflictos
que
pudieran alterar
la tranquilidad y el
orden público.
También había ordenado
ai Mando militar de la
RSCh
estar en
contacto
con el
Mando
de las
tro-
pa s a l iadas.
Con respecto
a la
discusión
en el
Consejo
de
Segur id ad
de la ONU del l lamado problema sobre
la
s ituación
en
Checoslovaquia
los
representantes
de
la RSCh declararon que la p arte checoslovaca
no había pedido que se examinara dicho problema
en el Consejo de Seguridad y exige que sea reti-
rado
del orden del día.
Los
dirigentes
del PCUS y del PCCh confirmaron
su decisión
de
mantener invariablemente
en la pa-
lestra
internacional
una pol ít ica favorable a l re-
forzamiento
de la
sol idaridad
de la
comunidad so-
cialista,
en
defensa
de la paz y la
seguridad in-
ternacional .
La Unión Soviét ica y Checoslovaquia ofrecerán,
igual
qu e antes, una
enérgica resistencia
a
las:
fuerzas militaristas, revanchistas y neonazis que
aspiran
a
revisar
los
resultados
de la
Segunda
Guerra Mundial,
a violar la
intangibilidad
de
las.
fronteras existentes
en
Europa.
Se
confirmó
de
nuevo
la
decisión
de
cumplir r igurosamente todos
los compromisos adquir idos
en los
acuerdos mul-
t i la terales
y
b ilaterales concertados entre
los Es-
tados socia l istas,
de
reforzar
la
potencia defensiva
de
la comunidad socialista y elevar la
efectiv idad
de l
Tratado defensivo
de
Va rsov ia .
Las conversaciones transcurrieron en una atmós-
fera de
sinceridad,
camaradería y amistad.
RESOLUCIÓN
de l Pleno del CC del P CCh sob r e lo s r esu l t ad os de las
con v er saci on es
de Moscú
El Comité Central dei PCCh, en una reunión con-
junta
con la
Comisión Central
de
Revis ión
y
Con-
trol
y con asistencia de
representantes
de los de-
legados
de
todas
las
regiones
al XIV
Congreso,
escuchó
el
in forme
de l
primer secretario
del CC
del
PCCh,
camarada
Alexander Dubcek, sobr
e
las
conversaciones entre
el
Presidium
del CC del
PCCh
y el
Buró Político
del CC del
PCUS, celebradas
en
Moscú
el 26 de
agosto
de
1968,
el
informe
del
Presidente de la República Ludvik Svoboda sobre
estas conversaciones y el texto de l protocolo de
las mismas. Sobre esta base, el Pleno acuerda:
1. Aprobar la posición del Presidium del Comité
Central del PCCh en las
conversaciones
de Moscú
y
exp resa r su acuerdo con la posición y la actua-
ción
de la
d irección
de l
Partido,
encabezada
po r
el camarada A. Dubcek, en estos días crít icos.
2. Imponer a todos los funcionarios y miembros
de l
Comité Central
y de la
Comisión Central
de
Revisión
y
Control
y a sus
organismos
la
obliga-
ción de
gu iarse
consecuentemente por las
conclu-
siones de estas conversaciones en su trabajo pol í-
tico, conclusiones que constituyen la condición de
la
normal izac ión
gradual de la s ituación en
la >
RSCh
y de las
relaciones
con los
c inco Estado;
socialistas
de l
Tratado
de
Va rsov ia .
3.
Encomendar
al Presidium del
Comité
Central'
la
elaboración
de una
apreciación
de
principio
de l
desarrollo
a partir de
enero
co n
v ista
a la
pre-
parac ión del XIV
Congreso.
Al
mismo tiempo, el
Pleno expresa
su
entera confianza
en a
política
aplicada
hasta ahora con el f in de desarrol lar el
socialismo en
nuestro país
y su convencimiento
de
que la
dirección
de l
Partido
t iene
fuerzas su-
ficientes para dominar la comp leja situación.
4. Encomendar al Secretariado del Comité Cen-
tral
la
preparación
de una
in formación
má s
am-
plia
como base
de l
trabajo pol ít ico
y
hacerla
llegar
al
ac t ivo
de las
o rgan izac iones
d e
base
de l
Par-
tido.
5. Auto riza r al Presidium del CC del PCCh
para
qu e
haga
todo lo posib le para la más rápida re-
t irada de las t ropas ex t ran je ras y el establecimien-
to de las condiciones precisas para la aplicación;
de la
polí t ica
posterior a enero.
-
8/21/2019 Revista Internacional - Nuestra Epoca N°9 - septiembre 1968 - Edición Chilena
7/63
Por la cohesión de las
f u e r z a s
antiimperialistas
E l
i m p e r i a l i s m o
y l a s f u e rz a s
antiimperialistas
U
NO de los elementos dominantes de
la
época
actual, es, sin duda, la derrota de
la formidable máquina de
guerra
del im-
perial ismo nor teamericano por el heroico pueblo
vietnami ta , un pueblo relativamente poco nume-
roso que, a costa de duros sacrificios, salió ya
una vez victorioso de una guerra colonial.
Las derrotas mili tares y políticas de los
nor te-
americanos en Vietnam
muestran
en la
realidad
a
los
1
que no lo veían o no querían verlo, qu e
el imperialismo
ya no es el amo del
m u n d o ,
qu e
ya no puede disponer a su antojo de los países
y
ó'e
los pueblos.
La nación v ietnamita, los hombres y l as muje-
res que la componen, contaban en
realidad
bien
poco
en los
planes
iniciales de los
estrategos
po -
líticos y
militares
1
nor team ericanos. Después de
la derrota del colonial ismo francés en Dien Bien
Fu, los gobernantes de Washing ton t en í an el pro-
pósito de aplastar el m ovim ien to de l iberación
nacional
sudvietnamita a f in de mantener sus
posiciones
en
esta parte
de l
m und o , c onsi de r ada
c o m o importante desde el punto de
vista estraté-
gico,
co n
miras
a
posibles operaciones contra
los países socialistas de Asia y los pueblos re-
cientemente liberados del yugo colonial.
Perpetuar la existencia de sus bases
m i l i t a r es
en el Sudeste asiático y crear otras
1
nuevas, ase-
gurarse
el control de una región rica en materias
pr imas
1
y, al
mismo t iempo, desempeñar
co n
éxi-
to el
papel
de geno'arme
m und i a l c on t ra
la s
fuer-
zas antiimperialistas, tal era el objetivo del im-
per ial ismo nor teamericano.
En la realización de sus propósitos, los diri-
gentes
de EE. UU.
t ropezaron
con dos
factores
reales,
cuya importancia,
por lo menos,
habían
subes t imado: la
fuerza
de un
pueblo
qu e
quiere
se r
libre
y la
p u j a nz a
de la
corriente
de solida-
por
JACQÜES
DUCLOS
ridad, que había de llegar al seno mismo del
pueblo norteamericano.
Los est rategos de Washing ton pensaron, en
primer lugar,
qu e
lograrían
poner de
rodillas
al
pueblo v ie tnam i t a , estableciendo y apoyando un
régimen
dictator ial totalmente sumiso. Necesita-
ro n
sucesivamente crear
u n
ejército fantoche,
someterlo
al control de sus «consejeros», interve-
ni r más y más directamente y después. . . «liqui-
dar»
al
hombre
qu e
ellos mismos habían
puesto
en el poder y apoyarse en otros elementos con-
siü'erados como
traidores
por el pueblo vietna-
m i t a .
Má s
tarde,
lo s
mil i tares conf iaron
en
poner
fin a la resistencia v ietnamita interv iniendo de
un modo ab ier to en Vietnam del Sur y, poster ior-
m en t e , b om b a r dea ndo Vi e t na m de l Norte . Gra-
cias a la heroica
lucha
del pueblo
vietnamita,
fo r t a lec ido
por la
creciente ayuda mater ial
y mo-
ral de los países socialistas, en primer lugar de
la Un i ó n
Soviética,
y
cié
los pueblos del mundo
entero , la
escal ada
nor teamericana, paso a paso,
condu jo
a los agresores a un callejón sin salida.
Es verdad que
lejos
1
de sacar enseñanzas de
estas derrotas, el imperial ismo nor teamericano
se empeña en proseguir su agresión, pero, evi-
dentemente , ya no cree en la posibilidad de
consegu i r
la victoria, y una de sus preocupacio-
nes
ac tua les
es no pera'er la cara.
Además, al mismo t iempo que agrava su esca-
lada en
Vi e t na m ,
el
imperialismo nortsamerica-
no
mul t i p l i ca
la s intervenciones, directas o indi-
rectas, m i l i t a r es
o no ,
contra
lo s
pueblos
qu e
aspiran
a la l iber t ad , poniendo así cada vez en
mayor peligro
la paz del
m u n d o .
Lo s
hechos muestran
que el
fracaso
de la es-
calada en Vietnam y la acrecida agresividad del
imperial ismo nor teamericano son dos aspectos
P OR L A COHE S IÓ N D E L A S FUERZAS ANTIIMPERIALISTAS
11
esenciales
de la
presente situación internacional,
aspectos
que no se
contradicen
más que en
apa-
riencia
y que en
real idad dimanan
de la propia
naturaleza del imperialismo. Omnipotentes hasta
1917, repartiéndose una y otra vez el m u n d o co n
ayuda de guerras, los imperialistas, asociados y
rivales,
se
vieron después
de la
Revolución
de
O c t u b r e en la imposibilidad de destruir por la
in tervenef tn armada o de ahogar por el b loqueo
•económico a la joven
República
Soviética.
L a Segunda Guerra Mundial , qu e habrían de
desencadenar después, lejos
de
destruir
a la
Unión Soviética, tuvo c o m o resultado la consti-
tución de un sistema socialista mundial, la am-
pliación de las conquistas del socialismo, el re-
forzamiento de l movimiento obrero en los
países
capital istas
y la eclosión de movimientos de li-
beración nacional
que han
c onduc i do
al
hundi-
miento de los viejos imperios
1
c oloniales. De aquí
d i m a n a
el
a fán
de los imperialistas de reconquis-
tar las posiciones perdidas o, en todo caso, de
no
sufrir nuevas pérdidas, con lo que se agravan
t es cont radicc iones entre el imperial ismo y los
pueblos que aquél quisiera mantener p lenamen-
te somet idos.
Muy distinta es la s i tuac ión en el otro cam-
po. El
social ismo,
que a
c c m i enz os
de
siglo
era
sólo
un a
esperanza,
se
convirtió
en
realidad pri-
mero en el ant iguo imperio de los zares, a raíz
de la Revolución de Octubre, y más tarde en la
lercera parte del globo, cuanto el Ejército So-
viético rechazó a las hordas nazis hasta Berlín.
En estas condiciones, el imperial ismo, que ha-
ce 50 años, después del nacimiento del primer
Estado
socialista,
dejó
de ser el
dueño absoluto
del mundo, en nuestros días, cuando ex iste un
poderoso campo social is ta , cuando la lucha de
las masas populares se orienta cada vez más' ha -
cia el social ismo y c u a n d o l os pueblos, l iberados
de ciertos países surgidos sobre las ruinas de los
grandes
imperios
1
coloniales emprenden, con la
ayuda
de la URSS y de otros países socialista s,
vías no capitalistas de desarrollo, ya no es el ele-
m e n t o
dom i na n t e
de la política
mundial .
Al
mismo tiempo, la influencia y el papel del
im per ia l i sm o
nor teamericano, pr incipal fuerza
de l
imperial ismo mundial ,
so n
i m p ug na dos
m ás
y
más a
mecida
que la
contradicción
de la
esfera
de influencia capitalista convierte a sus
a l idados
europeos,
opuestos
los unos a los otros, en. com-
p et i dores afanosos -por asegurarse mercados. L os
acontec imientos
internacionales de estos últimos
años
deben ser
juzgados
en
función
de
esta situa-
ci ó n general.
El
heroico pueblo vietnamita
ha
podido,
en
este contexto político internacional,
no
sólo gran-
jearse el apoyo de los países socialistas, sino
también de las amplias
masas
populares de los
países capitalistas y de
los'
pueblos de los países
liberados
de l
colonialismo.
El
agresor yanqui
se
ha
enfrentado simultáneamente
con las
fuerzas
un i da s de la paz y con la posición reticente, a
veces crítica y condenator ia —sea cual sea su
fondo— de sus propios
aliados
1
capitalistas.
Este
mis-mo
contex to pol í t ico internacional
empuja
al imperialismo en
general,
y al impe-
rialismo
norteamericano
en
particular,
a
intentar
hacer
girar hacia atrás
la
rueda
d'e la
historia,
y
para ello llega,
de
forma para dójica, multipli-
cando su s manejos agresivos, a una especie de
«fuga
hacia adelante».
Sin embargo,
esta
situación general
no
podría
ser, por sí sola, la
causa
de los descalabros de
lo s
imperialistas norteamericanos
en
Vietnam
si
éstos
no hubiesen tenido como adversario al
pueblo v ietnamita, con sus t radiciones de lucha
y con dirigentes capaces de orientar su combate
de manera justa, de infligir a los agresores con-
tundentes derrotas militares y, a la vez, de ofre-
cer al pueblo de Vietnam del Sur perspectivas
políticas claras qu e refuerzan su decisión de
lucha.
Al combat ir por su independencia y aprove-
char
en su
lucha
la
correlación
de
fuerzas des-
favorable
para el imperialismo, los patriotas
viet-
n a m i t a s han contr ibuido poderosamente, con sus
éxitos y con la amplia corriente de solidaridad
que ha levan tad o a los pueblos contra el agresor,
al
reforzamiento
de
la corriente mundial
de l
ant i imper ia l ismo y de la paz.
Un
rasgo destacado
de la
presente situación
internacional
es que la
agresión yanqui
en
Viet-
nam, emprendida inicialmente para frenar el
movimiento de l iberación nacional , susci tó un
reforzamiento
de la corr iente ant i imperial is ta V
pro paz en el mundo, incluso en el seno del
pueblo norteamericano. De esta forma, al mismo
t iempo que los dir igentes de Estados Unidos po -
nen la paz
mundial
en
peligro,
en
todos
los
paí-
ses crece sin cesar el número de hombres y de
mujeres decididos
a
luchar para impedir
la
gue-
rra.
Mostrando su verdadera faz en la atroz gue-
rra que libra en Vietnam, el «gendarme interna-
cional»
del
imperialismo
ha abierto los
ojos
in -
cluso
a los que
todavía creían
en su
«misión
hu -
-
8/21/2019 Revista Internacional - Nuestra Epoca N°9 - septiembre 1968 - Edición Chilena
8/63
POR LA
COHESIÓN
DE LAS FUERZAS
ANTIIMPERIALISTAS
ahora m ás
juzgar , sobre
la
base
de
hechos
concretos,
na tura leza real de la política yan-
todo el m undo y luchar
contra
ella.
Esto ayuda a
comprender
por qué el pol í t ico
onar io ya nqui N elson Rockefel ler hubo
reconocer
co n
cierta melancolía: «Vemos
có -
y el
resto
de l
m undo» .
Y
otro hombre
Ball, le
ec o declarando co n acento de decepción:
papel
de gendarme mundial soji tar io
a su f in».
El
caso
es que el
m u n d o de
hoy no es ya el
hace
ta n sólo veinte años. L a agresión
a los
dirigentes
de
Estados
un a
nueva ocasión
para
convencerse
de
En el mundo entero se desplegó una amplísi-
campaña ant iárabe, inci tando a los pueblos,
están
vivos
lo s
recuerdos
de los
críme-
en un
mismo sent imiento generoso
supervivientes del genocidio antisemita de
nazis y los gobernantes reaccionarios del Es-
de Israel.
N o
cabe duda
de que a
pesar
de la
ayuda
im -
s
socialistas
a
la República Árabe Uni da,
lo s
israelíes y sus aliados anglo-norteame-
por la
forma misma
en q ue
la s operaciones militares, conse-
Sin embargo, la agresión no consiguió sus ob-
progresistas d'e los países
no pudieron ser derrocados, como que-
lo s
dir igentes yanquis
e
israelíes,
y los
pue-
1
útiles
estos acontecimientos,
a la vez que se
conso-
las fuerzas de izquierda.
La
ayuda mater ial
y
política
de la
Unión
So -
de los agresores po r numerosos Estados
y los
anhelos
de sus
aliados
eamsricanos de
restablecer
co n a y uda
un
«agresor interpuesto»
su s
posiciones
en
Oriente Medio.
L a act i tud adoptada por el Consejo de Seguri-
d
de la ONU
ante
la agresión
israelí
es re-
de los cambios que han tenido lugar
en el m undo en los
últ imos
1
20 años. En su
t iem-
po, los imperialistas yanquis consiguieron cubrir
con la
bandera
de la ONU su
agresión
en
Co -
rea, pero esta vez tuvieron qu e resignarse a ver
c ó m o
el
Consejo
de
Seguridad condenaba
al Go-
bierno de Israel y exigía la retirada de sus t ropas
de los territorios
ocupados .
L as consecuencias de los acontecimientos de
j u n i o de 1967 no muestran en nada, s ino más
bien
al
contra rio ,
qu e
exista
un a
corriente
f avo-
rable a los planes imperialistas en el Or iente
Medio.
La s
posturas triunfales
de los
dir igentes
israelíes
no
consiguen ocultar
lo
precario
y
em -
barazoso de sus conquistas territoriales, y la
op inión mundial ,
qu e
durante cier to t iempo
ha -
bía sido
confundida en gran par te, no evolucio-
na, ni
mucho menos,
en su
favor .
Al
contra rio ,
los regímenes progresistas
árabes,
lejos de
haber
sido
derrocados por la agresión, supieron, en su
mayoría, extraer de la experiencia las enseñan-
za s
necesarias para su consolidación. En
estas
c i r cuns t anc ias ,
el País de los Soviets apareció
ante los ojos de los pueblos liberados del yugo
colonial
y
p r o f unda m en t e i n t er esa dos
en
f r us t r a r
los designios neoco lon ia l i s t a s del imperial ismo,
como un
amigo leal,
fiel y
seguro.
A este respecto es út i l señalar que en Áfr ica,
donde confluyen
y se
en f r en t a n t oda s
la s políti-
cas neocolon ialistas de las potencias imperialis-
tas, los jóvenes Estados liberados consideran ca -
da vez .más
1
a la U n i o n Sovié t ica como un socio
comercial cuya pujanza y leal tad les permiten
en muchos casos prescindir de la
« ay uda» intere-
sada de tal o cual «protector» impert inente o
reducir
las
consecuencias
de
esta «protección».
Así, mientras qu e hasta 1960, año en que 17
Estados afr icanos proclamaron su
independencia,,
l a Unión Sovié t ica no había concluido acuerdos.
comerciales en
esta región
de l
m undo
más
1
q ue
con algunos países, en ]a actual idad los t iene
con 24. El volumen de tos intercambios, basados;
en el
pr incip io
de la
igualdad
y de la
recoproci-
d a d ,
representó en 1965 una suma de 519 mi-
l lones
de rublos, dos veces más que en 1960.
Volv iendo al Or iente Medio, podemos consta-
tar que aquí , como en Vietnam , aunq ue en con-
dic iones
diferentes
1
,
lo s
agresores imperialistas
sufren derrotas en la lucha contra ja s
1
fuerzas de
la
paz, entre
la s
cuales
la
Unión Soviética
y
otros países soc ialistas juega n un papel decisivo.
L os
cambios habidos
en la
correlación
de
fuer-
zas a escala mundial y l as derrotas sufr idas por
PO R LA COHESIÓN D E L A S FUERZAS
A N T IIMP E R IA L IS T A S
•e l imperial ismo nor teamericano en su «estrate-
gia
g lobal» deb il i tan cada
vez más sus
posicio-
nes, tanto en el cont inente americano, al que
considera su ú l t imo «coto» como en Europa Oc-
c identa l ,
donde
su
papel
de «líder» d'e los
países
capi t a l i s t a s es impugnado y d o n d e se desarrol la
un a
lucha encarnizada por l a supremacía entre
los
grupos monopolistas y los Estados.
A pesar de la política de provocaciones y de
bloqueo
contra Cuba , lo s
dirigentes norteameri-
canos no han pod ido impedir l a ex istencia de
esta
República,
ta n
odiada
po r
ellos,
en
«su»
par te del mundo; al mismo t iempo se ven obli-
gados
a l ib rar una lucha cada vez más dura con-
tra
l a voluntad de independencia de los ot ros
.pueblos l a t i noa m eri c a nos .
L a propia evolución de la Organización de
E s t a d o s
Americanos [OEA] es un
c l aro
exponen-
te de las crecientes d ificulta des con q ue tropie-
zan los medios gobernantes estadou nidenses en
su intentos de establecer un do min io incompar-
t ido en los
países
de l
c on t i nen t e.
Ciertamente, el
dólar,
io s «marines» y la
CÍA,
mediante la corrupción, las represiones sangrien-
tas y los
complots
de
todo género,
cons iguen aú n
mantener «el orden», conforme a los intereses
de los monopol ios nor teamericanos; cier tamente,
lo s
«especial is tas» estadounidenses
aú n
consi-
guen encontrar , formar y colocar en e¡ Poder a
pol í t icos
corrompidos que desempeñan el papel
de hombres
de
paja
de sus
a m os y a n q u i s ; cier-
t amente ,
l a OEA sigue siendo una enorme má-
q u i n a destinada a avalar y hacer aplicar las ór-
denes de Washing ton, pero los
engr ana jes
de esa
m á q u i n a c om i enz a n a c h i r r i a r . Bajo la presión
de l m ov i m i en t o r ev o l uc i ona r i o y democrát ico,
la
potencia
de EE. UU. es
c a da
vez más
impug-
n a d a en el seno mismo de la OEA. Y el sueño
de los
imperial is tas nor teamericanos
d e c onv e
r
ti r
e s i s tem a i n t e r a m er i c a no en un b l o q u e
m i l i t a r
c uy a s
riendas
1
estar ían en sus manos t rop ieza con
resistencias que hace veinte años, cuando fue
f u n d a d a
l a OEA en
1948, hubiesen
sido
incon-
cebibles.
Los proyectos de reforma de la Carta de la
OEA han
chocado
y
s iguen chocando
con l a
c l ara
v o l un t a d de
lo s
países
la t inoam er icanos de
liberarse de la t u t e l a no r t ea m er i c a na . En este
plano
y sin
olv idar todo
el
peso
de la
l uc h a
de
los pueblos latinoamericanos, hay que apreciar
t am bién en su
justo valor
el
hecho
de que el
recurso
a la represión resulta cada vez más difí-
c il
para
lo s
imperial is tas yanquis.
En
consecuen-
c ia ,
su prest ig io ante lo s países de l Tercer Mun-
do se debilita aún más, al mismo tiempo que se
enfrentan a una
condena internacion al cada
ve z
más vigorosa y a una creciente oposición po r
par te de los ciudadanos nor teamericanos.
Por añadidura, no es posible subestimar el al-
cance de los acuerdos comerciales concer tador
por la Unión
Soviética
co n ciertos países latino-
americanos. Tales acuerdos c ons t i t uy en de hecho
un a
ayuda ob jet iva
a la
lucha
de ¡os
pueblos
de
esos países. Permiten
a los
Estados l at inoameri-
canos dar un
paso
de no
poca
importancia en el
camino de su l iberación de l a tutela económica
de su inquie tan te
«protector».
Si en el cont inente americano t rop ieza con di-
ficultades,
en
Europa
no le va
mejor
al
líder
de l
imperial ismo mundial .
Como se subraya en la Declaración aprobada
en
Karlovy Vary
por la
Conferencia
de los
par-
tidos' comunistas y obreros del cont inente euro-
peo,
«Europa .
. . sigue s iendo un punto neurál -
gico
en el que se en f r en tan las fuer zas
p r i n -
cipales
de l c a m p o
imperialista
y del
campo
so -
cialista».
En
este
enfrentamiento, el imperial ismo ha
sufr ido ya importantes
derrotas.
La pol í t ica de
guerra
fría
no ha podido ser ma nten ida a con-
secuencia
de los
esfuerzos conjugados
de
las
1
fuerzas
de l a paz y de l as contrad icciones que
m i n a n
el
b l oq ue
im per ia l is ta .
L os
éx i tos conseguidos
en
diversos dominios
por la
Unión Sovié t ica
y los
otros países socia-
listas,
as í
como
su s
iniciat ivas
al
serv icio
de una
activa políti ca de paz han asestado seri os golpes
a¡
mito de l a «agresión comun ista», en el que
los imperialistas
1
habían asentado su . política de
preparación para
la
guerra.
Esos mismos éx i tos han permit ido que las ma-
sas
populares
de los
países
de
Europa Occiden-
tal ,
desor ientadas por l a propaganda ant isov ié t i -
ca que siguió a l a Segunda Guerra
M u n d i a l ,
to -
men conciencia de l a voluntad real
as
pa z y de
coexistencia
pací f ica
qu e
a n i m a
a los
países
so -
cial istas, y esa toma de conciencia ha propiciado
e
desarrol lo
de la
lucha contra
los
f a u t o r es
de
guerra.
A m ed i da
qu e
el imperial ismo alemán, gra-
cias al apoyo de los Estados Unidos, for talecía
sus posiciones económicas y mil i tares en l a Re-
públ ica Federal Alemana, diversos países capi-
talistas
europeos se sentían legítimamente inquie-
tos ante
lo s
designios expansionistas de los re-
vanchis tas de Bonn, mientras que, al mismo
-
8/21/2019 Revista Internacional - Nuestra Epoca N°9 - septiembre 1968 - Edición Chilena
9/63
P O R L A
COHESIÓN
DE LAS
FUERZAS ANTIIMPERIALISTAS
la República Democrática
Alemana ,
pri-
er Estado alemán pacífico de la historia, gana-
A esto cabe
añadir
que la
a crecida agresividad
imperialismo norteamericano, los fracasos
sin
cuartel entre
lo s
distintos grupos
m o-
los'
mercados mun-
a ciertos países de la alianza
a
marcar
la
distancia
co n Estados
1
Un i -
co n razón verse arras-
a aventuras contrar ias a sus intereses.
de los
cap i tales nor teamericanos
en
economía europea.
En efecto, la actual política europeoocciden-
l
está
dominada por el fracaso de la política
guerra fría, por la crisis
ó'e
l a OTAN y por
condicionan también la
política
europea
Europa,
la
República Federal Alemana.
Es también a par t i r de esta situación como
y
que apreciar la s contradicciones de la po-
europea
de l Poder
degolista, representante
Pero esta situación
o r ig ina
t a m b i é n nuev a s
po -
para la lucha de las fuerzas de la paz
de guerra. En efecto, ante la crisis de la
los dir igentes nor teamericanos m ul t ip l i -
l as di l igencias y l as presiones (par t ic ular-
ente en el plano ec onó m i c o) p a r a m a n t ener
a cohesión a'e una de las piezas principa les de
u estrategia
global.
Simultáneamente, tratan de favorecer la en-
t rada
de
Gran Bretaña
en el
M er c a do C om ú n ,
para reforzar su dominio sobre éste a través de
un
país qu e
depende
de
ellos
tanto desde el
p un t o de v ista económico (como ha podido
verse recientemente en ocasión de la crisis de la
libra esterlina) como
en el
p lano
de la
preser-
vación
de los
intereses comerciales.
En
cuanto
al
imperial ismo germanooccidental ,
cabe decir
que su
"nueva política" constituye
de
hecho
un
intento
de
pal iar
lo s
f r a c a s os
de la
política anterior, aplicada
en el
m a r c o
de una
total sumisión a los Estados Un i dos .
Al
fracasar
la
maniobra dest inada
a
ob tener
el acceso a l as armas atómicas por intermedio
de la fuerza "multilateral", el ex nazi Kiesinger
trata
hoy día de alcanzar po r otros medios este
objetivo
del
imperialismo germano. Así,
se es-
fuerza po r asegurar la existencia de la
OTAN,
conf iando
en
ob tener para Alemania Occidental
un papel dir igente en esta al ianza. Tampoco
pierde l as esperanzas de conseguir , est rechando
los
lazos
co n
Gran Bretaña
y, a la
vez,
co n
Francia, la creación de una "fuerza nuclear eu-
ropea",
en
cuya dirección
la RFA
desempeña-
ría, naturalmente, un papel preponderante.
Esto
permite comprender por qué dir ige todos sus
esfuerzos
contra el control interna cion al de l as
armas atómicas y contra los proyectos de des-
arme promovidos por la Unión Soviética.
El imperialismo francés, por su parte, trata
de defender del mejor modo los intereses de los
grupos mono polistas franceses, que quieren apro-
vecharse
de los
f r a c a s os
de sus
competidores
para ganar mercados en el mundo y que ansian
desempeñar un papel de p a r t i c u l a r i m p or t a nc i a
en
u na E ur op a dom i na da por los t rust más po-
derosos.
Este es el origen de los aspectos contradicto-
rios
u'e la
política degolista.
Por una
parte,
el
Gobierno francés favorece las maniobras agresi-
va s de los revanchistas alemanes al obstinarse
en no reconocer a la RDA y al proseguir su po-
lítica
de rearme atómico. Po r otra parte, tiende
a
desempeñar
un
papel positivo
en
ciertos pro-
b lemas internacionales, como son la guerra de
Vietnam o el desarrollo de las relaciones Este-
Oeste.
Cier tamente, el imperial ismo nor team ericano
sigue siendo
el im per ia l i sm o m ás
poderoso.
Su s
repetidos fracasos
lo
colocan
en una
s i t ua c i ó n
difíci l
frent e a sus al iados, que a la vez son
sus rivales. Pero aún está en condiciones de in-
f lu i r en la política de los Estados capitalistas
europeos para hacer que ésta s iga una dirección
favorable
a sus propios intereses. Su política de
s u p e r a r m a m e n t o y de establecimien to de bases
militares po r todo el m undo c ons t i t uy e un pe-
ligro
perma nent e para l a paz.
Ref i r iéndonos a Europa, los
designios
revan-
chistas y expansio nistas d el imperialism o ger-
manooccidental y la ayuda que éste recibe de
los
Estados Unido s, cuya con trapar t ida es el
apoyo de l a RFA a l a pol í t ica agresiva norte-
americana ( cuando no la par t icipación en el l a
de
un modo más o m enos directo, como ha
ocurr ido en el Medio Oriente o en Vietnam) ,
crean un peligro real de guerra e
n
el c on t i nen t e
europeo.
C om o,
señalaron
lo s
par t idos comunistas
y
obreros de Europa en Karlovy Vary, "ya es hora
de establecer en Europa nuevas relaciones de
confianza mutua y de distensión real".
PO R LA
COHESIÓN
DE LAS
FUERZAS
A N T IIMP E R IA L IS T A S
15
I V ]
desarrol lo
de la
s i tuación internacion al
Aprende
que el
f racaso
de la
pol í t ica
de
a I r í a ,
los reveses sufridos por el imperia-
nor teamer icano en su "estrategia global",
IH S crecientes contradicciones en el seno de l
. . i i n p o imperialista, el r e fo r zam ien to de l poten-
i
i . i l
defensivo de los Estados
socialistas
y su
¡ i c ' l i v a polí t ica de paz crean un a s i tuación fa -
\ u n i b l e para
el
desarrollo
de las fuerzas
pací -
ficas.
A
os cambios que se han producido en la co -
i
r e l a c i ó n
de las fuerzas económicas, m i l i t a r es
y
políticas correspon den, en estrecho ligamen
con ellos, otros cambios importantes en la opi-
ni ó n pública europea. Para l imi tarnos
a un
solo
aspectos de estos cambios, señalaremos que en
I
;
r anc ia se ha v i s t o c on f i r m a da la apreciación
c o n t c n i c a
en la Declaración de Karlovy Vary de
qu e
" la acción común de comunistas, social is-
ta s
y creyentes en pro de la seguridad europea
puede favorecer ¡a causa de la paz en nuestro
cont inente" .
Lo s
com unistas f ranceses s iguen desarrol lan-
do en este espíritu una gran campaña de es-
cl arec imiento político cuyo fin es hacer
apro-
ba r
por los t rabajadores l a idea de que un Go-
bierno de unión democrática, l levado al Poder
po r la voluntad de l pueblo francés, no deberá
aceptar
su somet imiento a un Gobierno supra-
nac iona l
europeo dominado en gran par te por
los revanchistas alemanes. Es éste un punto de
divergencia
sumamente importante entre nues-
tro P a r t i do y las ot ras fuerzas de i z q u i e r da .
Para
superar ía
se dio un pr imer paso el 20
de diciembre de 1966, al firmarse un acuerdo
ent re
nuestro Par t ido y l a Federación de l a Iz-
quierda Demócrata y Social ista (que agrupa a
los partidos Socialista y R a d i c a l y a diferentes
clubes o
asociaciones
de
i z q u i e r da ) ,
en el que se
señalaba
que las dos partes, "opuestas al
acce-
so de Alemania a las a r m a s a t ó m i c a s , se pro-
n u n c i a n
en favor de l a organ ización de l a se-
gur idad colectiva europea e internacional y del
reconocimiento de l a f rontera Oder—Neisse" .
El
segundo paso
fu e
da do
el 24 del
p a s a do
mes de febrero, cuando las dos par tes manifes-
t a ron en una declaración con jun ta que e l Merca-
do
C o m ú n está " dom i na do
por los
cartels,
lo s
trusts y los grupos de presión internacionales".
También convinieron en considerar que es ne-
cesario "darle un nuevo contenido económico y
s o c i a l . . .
qu e
esté
en
consonancia
con los in-
tereses de los trabajadores" y asegurar que en
él estén representadas "con derechos reales" las
organizac iones sindicales, obreras y agrícolas,
as í
c om o t a m b i é n
y
"sin exclusivas"
lo s
"par t i -
do s políticos representados en los par lamentos
nacionales" . F inalmente, y siempre en el plano
d'e las cuestiones europeas, las fuerzas de iz-
quierda se han puesto de acuerdo para "admi t i r
la
real idad de l a RDA" y
r e a f i r m a r
su oposición
al rearme atómico de la RFA y su voluntad de
reconocer la frontera Oder—Ne'isse.
Como puede verse, y aunq ue su bsisten im -
por tantes
divergencias,
en un año se han
dado
impor tantes pasos hacia
la
a c c i ó n c om ú n
en fa-
vor
de l a segur idad europea. La importancia de
estos pasos será apreciada en todo lo que
vale
si recordamos la act i tud adoptada en este te-
rreno a
la
terminación de l a segunda guerra
m u n d i a l por el movimiento socialdemócrata eu-
ropeo.
Tenemos aquí un elemento importante de c o n -
f i anza
en la lucha de las fuerzas de la paz para
sanear ¡a s i tuación en Europa. En esta lucha,
c om o
lo
subraya
la
Declaración
de
Karlovy Vary,
"no escat imaremos esfuerzos para