REVISTA F CES - laresnavarra.org
Transcript of REVISTA F CES - laresnavarra.org
REVISTA
F CES
Residencia “San Isidro”
Ejemplar nº2
Junio 2021
SUMARIO - La Revista
- Bienvenida a los nuevos y nuevas residentes
- Navarricos por el mundo…con Teresa Beraza y Josetxo Torrano, Unidad 1
- El rincón de nuestra poeta… por Caya García, Unidad 4
- Consejos del profesional… por Natalia Sola, fisioterapeuta
- Hasta la cocina … con Pilar Aristu, Unidad 1
- Recuerdos graciosos
- Trabalenguas, adivinanzas y chistes
- Entrevista charlona… con Mila Zubiri, cuidadora Unidad 3
- La limpieza importante siempre y más en estos tiempos…equipo de
limpieza
- Actividades
- Pasatiempos
- Buzón
- Cierre… con Misael Narros, equipo de dirección
LA REVISTA Bienvenidos todos y todas a nuestro segundo número de la Revista
“Foces”. Una revista que se publica, como ya sabéis, con el objetivo de dar a
conocer, de forma cuatrimestral, la “vida de nuestra residencia”. Hablar de
personas, de actividades y relaciones significativas, de experiencias, de
sentimientos, enseña y personaliza y demuestra la vida que hay en nuestro
centro. Pero lo más interesante de esta iniciativa es cómo se desarrolla y sus
objetivos; acercar a tres colectivos que conviven en esta casa; las personas
residentes, sus familiares y el personal haciendo de la residencia un lugar de y
para todos y todas.
Seguimos trabajándola con mucho entusiasmo, creando dinámicas
entretenidas y en muchos casos divertidas porque es la risa una gran aliada en
nuestros encuentros semanales. Queremos ofreceros distintas posibilidades
para ocupar vuestro día a día, a veces tan largo y más, en este semi-encierro
obligado del que poco a poco vamos saliendo. Nos interesa conoceros bien,
saber lo qué os gusta y lo qué no, porque conociéndoos podemos ofreceros
unos cuidados más personalizados, por eso, para nosotras, es tan importante
hablar y no menos, observar. Os necesitamos, necesitamos vuestra opinión,
vuestras aportaciones para hacer de esta residencia una verdadera casa en
donde las actividades sean significativas para todos y todas. Desde nuestro
departamento este es nuestro verdadero objetivo con todas las actividades a
las que os invitamos a participar. Preparadas siempre desde nuestra visión
rehabilitadora, basadas en vuestros gustos y preferencias y aderezadas con
todo el cariño, un poco de locura y mil sonrisas. Esperamos que las hayáis
disfrutado, que os hayan ayudado y que os sigan ayudando a no perder nunca
el entusiasmo por “hacer” y en definitiva por vivir.
A todas y cada una de las personas que vivís en esta casa os tenemos que
decir que ocupáis un huequecico insustituible, cada persona nos marca y es que
sois “los Isidros y las Isidras”, para nosotras los y las mejores. A todos y todas
muchas gracias por compartir con nosotras vuestro tiempo, vuestra ilusión y
ganas de seguir aprendiendo, aportando y participando en la vida de la
residencia, y sobre todo, por vuestra paciencia infinita con nosotras.
por hacernos crecer
como profesionales pero más si
cabe como personas.
Sandra Cáceres y Vanessa Sola,
Departamento de Terapia Ocupacional.
BIENVENIDA
Desde estas líneas damos la bienvenida a nuestra casa a las personas
que han venido a vivir en este último cuatrimestre con nosotros y nosotras
(Febrero-Mayo)
- Juan
- Guillermo
- Ignacio
- Martino
- Andrés
- Julián
- Milagros
- Presen
- Carlos
- Urbana
- José M.ª
- Celes
- Sabino
todos y todas
NAVARRICOS POR
EL MUNDO Teresa Beraza y Josetxo Torrano…en París
Son Teresa Beraza y Josetxo Torrano dos de las personas de la residencia a
las que les tocó en su día, salir de su país a “buscarse la vida” en el país vecino.
Teresa, natural de Huarte Arakil y Josetxo natural de Pamplona. Fue en París
donde pasaron los dos parte de su juventud
y así nos cuentan algunos detalles de esta
temporada que recuerdan con cariño.
Teresa estuvo 14 años y los mismos
Josetxo viviendo en París. Aprendieron a
hablar francés, no les quedó otra. Ahora,
con el paso de los años y sin practicar,
apenas se acuerdan del idioma.
Se fueron los dos a París por trabajo,
“aquí se ganaba poco” dicen los dos casi a
la
vez,
pero
su historia aun viviéndola en la misma
ciudad se diferencia bastante. Teresa
“ahorraba y traía dinero a casa” y en
cambio Josetxo, entre risas nos cuenta
que él “volvía sin blanca, porque me lo
gastaba todo”.
Teresa trabajaba en una fábrica de
Huarte Arakil y “me fui con 20 años
porque ganábamos poco y mi amiga
Cecilia tenía una prima en París y nos
animamos 5 mujeres. Mi amiga, tres
chicas de la Txantrea y yo. Fuimos el
sábado y el domingo ya estábamos
trabajando. Nos buscaron trabajo enseguida porque de aquí nos fuimos sin
trabajo. Viví en un barrio rico y la familia para la que trabajé era judía y
nosotros, ya sabes, en los pueblos éramos antes supercatólicos y yo pensaba…
¿cómo voy a escribir yo a mis padres diciendo que estoy trabajando en una casa
de judíos? Jajaja. He visto los museos…en el de cera nos hacían ponernos unas
tapas a los tacones para no dejar marca en la madera”. Y en esto también se
diferencia la historia de Josetxo “nunca vi museos, yo era más de bares, me
gustaba mucho la juerga, jjjjajaj, yo vivía en un barrio golfo. Bueno, sí que he
estado en el museo de Louvre, en el único, jjjajaj, es que no tenía tiempo, jjajja.
Trabajaba aquí de soldador en una empresa de construcciones metálicas y allá
me fui de rectificador. Vine peor de lo que me fui. Porque me fui con dinero y
con un traje y corbata y tal, y volví justo con el pantalón y sin dinero, jajjaja,
pero los mejores años de la vida los pasé allá. De Pamplona fuimos a trabajar a
un pueblo al norte de Francia, a una fábrica de tornos. Luego me volví para la
mili y luego volví a ese pueblo, pero eso no me gustaba porque era un pueblo
pequeño y nada, de ahí me fui a París, quería ir a sitio grande. Y allí fui sin
trabajo, bueno, trabajo sí que encontraba, pero no tenía los papeles y en el sitio
que me contrataban me daban 2 pelas y dije, ¡anda a paseo! hasta que encontré
uno que me pagaban bien y ahí me quedé porque ya para entonces había
conseguido los papeles en otra fábrica que me pagaban poco pero que me los
hacían. Ahí estuve 12 o 13 años. Volví aquí con 39 años y entré a trabajar en
una fábrica que era de Mondragón pero que estaba en Huarte, al lado de
Comansa. He trabajado allí unos 22 años hasta que me jubilé.”
Todos hemos oído hablar de la famosa Torre Eiffel. Teresa recuerda que subió
alguna que otra vez a la Torre “con las amigas que vivían en París, siempre en
el ascensor porque escaleras había muchas. Una vez, antes de subir las amigas
y yo nos sacamos una foto con una estatua de un tío con la cola afuera, jajajaj,
pero sin agarrar ¿eh?, jajjaj”. Josetxo en cambio dice que “sólo subí a la Torre
cuando iba la gente conocida, a mí no me llamaba nada la atención subir, veía
la Torre de lejos cuando iba de bares por la zona de Trocadero y ya.”
Respecto a las costumbres en la cocina “era muy diferente la forma de
cocinar porque allá se hacía todo con mantequilla” dice Teresa y Josetxo lo
corrobora diciendo “en vez de con aceite”. Teresa recuerda que “una vez la
patrona de la casa me pidió si yo podía hacer los tournedós (corte transversal
del solomillo envuelto en tocino). Iba a venir un arquitecto a comer y la cocinera
no los sabía hacer bien. Le dije que yo sí que sabía. Puse aceite de oliva en la
sartén y cuando estaba bien caliente los freí y se pusieron doradicos por fuera,
pero se quedaron rojicos por dentro. Tenían muy buena pinta. Y en la mesa
preguntaron ¿qué tenéis cocinera nueva?, ¿quién ha hecho esto? Esto lo ha
hecho la Tere, dijo la patrona, pues que lo siga haciendo la Tere siempre, jajaja.
Les gustó por el aceitico de oliva. Fue mucho cambio para mí el irme allá porque
yo iba mucho a Tolosa, a San Sebastián… pero tan lejos no y encima sin mi
familia. Todos los años venía a España por navidad y ¿sabes dónde traíamos la
moneda? Nos poníamos una faja, metíamos el dinero, la cosíamos y así
veníamos en el tren. El primer año traje 40.000 pesetas, que en aquellos
tiempos era mucho”.
Y en plena juventud en el tema de amores también fue diferente su historia
“Yo tuve muchos pretendientes. Un italiano me quería llevar a vivir a Italia y yo
lo que quería era vivir en España. A mi marido lo conocí allí porque todos los
hermanos estaban viviendo allí por trabajo, un hermano trabajaba en el
Mercado de la Pulgas, que tenía todo puesticos de antigüedades”. Josetxo en
cambio dice, que en París “no había muchas mujeres, yo no era de novias, pero
si necesitaba estar con alguna, la buscaba y listo”.
Terminamos la charla entre risas, con anécdotas de unos y otros, porque sus
compañeros y compañeras van contando también historias…(si tenéis
oportunidad preguntarle a Nicanor por aquel hombre que tenía tres oficios,
jjjjajja…estará ya colorado al leer estas líneas). Unas anécdotas os las acabamos
de contar y otras muchas las guardamos bajo llave entre nuestros recuerdos
porque en la sala de terapia se habla mucho y de mucho. Y lo que se habla ahí
en secreto ¡¡¡se queda ahí!!!
Gracias Teresa y gracias Josetxo por contarnos una pequeña parte de vuestra
vida y hacernos pasar unos ratos tan entretenidos.
EL RINCÓN DE
NUESTRA POETA …Carnaval, por Caya García
¡Quién dice que no es sincero,
que un niño se transforme!
Vestirse de cualquier cosa:
animales, brujas o hadas
mosqueteros, artistas,
señoritas con pelucas
y caras muy bien pintadas.
Sus sueños son tan reales
como el disfraz que llevan.
Las hadas, tienen poderes
y las brujas maleficios,
los mosqueteros, espadas,
los animales? ...hacen trastadas.
El carnaval en la plaza,
recoge todo el bullicio
y …Lumbier se disfraza.
Es carnaval en Ilunberri
y todos los niños y niñas cantan.
CONSEJOS DEL
PROFESIONAL
Cómo evitar las caídas…por
Natalia Sola, fisioterapeuta.
Las caídas son uno de los síndromes geriátricos más importantes, ya que tienen una elevada incidencia y afecta en gran medida a la calidad de vida de las personas mayores.
A medida que envejecemos, los cambios físicos (pérdida de fortaleza
muscular y de los huesos, disminución de reflejos, menor movilidad), las
afecciones de la salud, y en ocasiones, los medicamentos utilizados hacen
que las caídas sean más probables.
Las consecuencias de una caída pueden ser tanto físicas como psíquicas y sociales.
A nivel físico, las principales consecuencias son las fracturas (brazos, cadera, muñecas), contusiones, también se producen edemas, dolor de mayor o menor magnitud…etc.
El problema viene cuando a las consecuencias físicas les acompañan las consecuencias psicológicas y las sociales, ya que una caída puede conllevar aislamiento y dependencia en algunas de las actividades de la vida diaria.
Aun así, el miedo a caeros no debe regir vuestra vida. A continuación, unos consejos:
Calzado adecuado: evitar calzado que no esté sujeto al pie, pues es propenso
a ocasionar caídas. Usa zapatos resistentes, bien ajustados y con suela
antideslizantes. Los zapatos cómodos también pueden reducir el dolor
articular.
¡Manténgase en buena forma!: haga ejercicio físico con regularidad. El
ejercicio fortalece y mejora su equilibrio y coordinación.
Participe en actividades sociales: aumentan la calidad de vida y evitan la
soledad.
Cuide la nutrición y los líquidos: su dieta debe contener grandes cantidades
de Calcio y Vitamina D para disminuir el riego de fracturas óseas. La luz solar
produce de forma natural la vitamina D, por lo que es recomendable caminar
bajo el sol.
Debe estar hidratado por lo que beba 6-8 vasos de agua al día.
Quite cualquier obstáculo de su habitación y
procure que esté bien iluminada para evitar tropiezos.
Use dispositivos de ayuda:
Si tiene problemas para caminar, use bastón/andador para mantener la
estabilidad.
Utilice los pasamanos de los pasillos y de las escaleras para mayor seguridad.
Y si nos caemos… ¿cómo debemos actuar?
1- Tumbado boca arriba, gira hasta quedar entre de lado y boca abajo.
2- Apoya un antebrazo y la rodilla del mismo lado en el suelo.
3- Pasa a la posición de cuadrupedia (cuatro patas). Desplázate gateando hasta
un punto estable.
4- Una vez encontrado un buen apoyo (una mesa baja o una silla) agárrate a
ella. Lleva una de las piernas hacia adelante, apoyando primero un pie en
suelo y luego el otro para ponerte de pie.
HASTA LA COCINA
Torrijas… por Pilar Aristu
Estamos en Semana Santa y dentro de nuestras charlas comentamos cosas típicas que se hace en estas fechas…procesiones, misas…pero no nos olvidamos de las torrijas, tan típicas en estos días. ¿AIguien sabe cómo se hacen?, pregunta la terapeuta, y pronto Pilar comienza a hablar… “Yo antes hacía y me salían muy ricas, mi sobrino Humberto decía que las mejores que comía eran las que yo hacía”
Ingredientes:
- Leche - Canela en polvo - Pan (a poder ser del día anterior). - Huevos - Aceite
Paso a paso:
Ponemos la leche a calentar con la canela en polvo.
Mientras se calienta la leche, cortamos el pan del
día anterior en rebanadas y lo ponemos a remojo en
una bandeja.
Si vemos que las rebanadas han cogido mucha leche se sacan a una fuente
para que saquen la leche sobrante.
Se pone en una sartén el aceite a calentar.
Una vez que las rebanadas están remojadas y han desprendido la leche
que sobra, se pasa por huevo y se fríen en el aceite hasta que cojan dolor
dorado. Se sacan a una fuente y se les echa azúcar por encima.
Las torrijas se pueden comer frías o calientes.
RECUERDOS
GRACIOSOS
Como todos los años cuando llega el primer domingo de Mayo se
celebra el Día de la Madre.
Este año, por ser “especial” de nuevo, queríamos hacer una felicitación
original para enviar a las familias y trabajadoras de la casa.
Iniciamos la idea en una
sesión de revista. Las personas
que viven en la Unidad 1
recordaron a sus madres y las
frases más típicas que solían
decir ellas y las escribimos en
unos “bocadillos” tipo comic.
Fueron las personas que viven
en la Unidad 2 las que con todo
el empeño y paciencia los
recortaron. Cuando ya
teníamos todo preparado
tocaba sacar las fotos.
Buscamos a las
madres que quisieron
participar por toda la casa y
después de poner cara de
“enfado”…¡¡¡Click!!!
TRABALENGUAS
Si tu gusto gustara del gusto que gusta mi gusto, los dos gustos serían del mismo gusto, pero como tu gusto no es del gusto que gusta mi gusto, ninguno de los dos gustos serán del mismo gusto. Pilar A.
ADIVINANZAS Ave tiene por nombre, llana por condición, el que no acierte esta adivinanza, es un gran borricón. Paco S.
Una señorita, muy enseñorada, siempre va en coche, y siempre va mojada. Josetxo T.
Casquete sobre casquete, y sobre casquete paño frío si no lo aciertas en un año, en otro no te lo digo. Paco S.
CHISTES
Había dos ciegos hablando entre ellos en una esquina sobre los amigos, de lo que hacían y eso y cuando terminan de hablar se despide uno de otro diciendo “bueno amigo, mañana nos vemos”. Juanjo V.
Había un padre en casa y empieza a decir Luis ¿estás aquí? “sí, aquí estoy padre”, Ana ¿estás aquí?... sí, aquí estoy padre, Antonio ¿estás aquí? ...sí, aquí estoy padre a lo que el padre responde…entonces, ¿qué hace la luz de la cocina encendida? Jesús S.
Una manifestación pidiendo el peñón de Gibraltar, toda la gente ahí “¡queremos el peñón, queremos el peñón!” e iba un cojo con una muleta…” ¡queremos el peñón! Y en eso sale la policía y se lía a limpia torta con todo el mundo y cogen al cojo y le dicen…” y tu ¿qué? No puedes andar por lo llano y ¿quieres el peñón?” Miguel G.
Unos hermanos que bajaban de San Fermín un poco chispos y cuando uno de ellos se echa a la cama se nota muy mareado y
comienza a decir “¡Ay madre, ay madre que esta noche me muero!”, a lo que el otro le contesta “¡pues date prisa porque va a amanecer!” Pilar A.
ENTREVISTA
CHARLONA CON… Mila Zubiri, cuidadora Unidad 3
Es lunes, y no un lunes cualquiera, es “lunes de entrevista” y a eso
de las 12.00 de la mañana, cuando ya los y las residentes han formado un
corro de sillas en la sala de terapia aparece Mila, echando un… “a ver que me
preguntáis ¿eh? que no si os lo vais a creer, pero estoy hasta un poco
nerviosa”. Aunque la decisión de a quién se le hacía la entrevista de este
segundo número de la revista, fue votada en “Asamblea Foces” por los y las
residentes que participan en las sesiones de “Revista”, Vanessa, la terapeuta
la presenta. Y la presenta
porque con esto de la
puesta en marcha de las
Unidades de Convivencia
hay varias personas que
no han llegado a tratar
con ella. Todos callan y la
miran.
Vanessa, de granate presenta a Mila, sentada a su lado. Se le nota un poco nerviosa,
y eso nos gusta porque se ve la importancia que le da ella a la situación en la
que la hemos embarcado. Se sienta junto a Vanessa, en el sofá que hemos
preparado y tras unos segundos de silencio Juanjo C le pregunta: ¿De dónde
eres Mila?
Mila: yo soy de Esparza de Salazar, ¿sabéis dónde está Esparza?, igual os hago
yo la entrevista, jajajja. Soy de Esparza, de Salazar, del pueblo de Nicanor
Benjamín sigue: pues yo te voy a preguntar que como algunos no te conocen,
si estás soltera o casada…
Mila: pues vivo sola, no estoy ni soltera ni casada, vivo sola.
Benjamín: ¿y cuáles son tus aficiones, lo qué te gusta y lo qué no te gusta?
Mila: pues mira, me gusta mucho leer, la música también me gusta mogollón,
me gusta bailar, soy un poco así…me defino como un poco zángana, pero
zángana en el buen sentido de la palabra ¿eh?, porque me gusta mucho la
juerga, el salseo, y otra cosa que me gusta mucho también son las flores.
Celes: a mí me gusta mucho la música de acordeón
Mila: a mí bueno, bueno, a mí el acordeón poco. A mí me gusta el pop y el
rock.
Vanessa: y también tienes una
mascota ¿no?
Mila: tengo una gatica para que
me haga compañía y estoy
encantada con ella y se llama…
Ángel: y ¿es de Lumbier?
Mila: mira, pues no, es roncalesa
Nicanor: como no tienes otra
compañía… pues la gatica…
Mila: pero porque he elegido yo eso ¿eh? Karin, la gatica de Mila
Nicanor: ya, ya
Mila: estoy encantada y no tengo ninguna pena de estar sola con la gata y se
llama Karin
Josetxo: a mí también me gustan. Yo también tengo uno, bueno yo no lo
tengo, se quedó en casa y me lo cuidan y se llama Uri y tuve otro que vivió
veinte años y murió en el sofá.
Mila: y era ¿gato o gata?
Josetxo: gato, no me gustan las gatas
Mila: ¿no te gustan las gatas?
Josetxo: es que las gatas se castran mal, los gatos, chas, chas (hace con la
mano el gesto de cortar con unas tijeras) y ¡ya está!
Mila: ya, pero los gatos…bueno, jjajjaj, no voy a decir nada, jajjaj. A mí las
gatas me parecen más cariñosas que los gatos
Ángel:
hombre,
claro,
mucho
más
cariñosas
las gatas
Mila
conversa
con los y las
residentes
Josetxo: y cambiando de tema, te parece que los residentes colaboramos con
vosotras a la hora de la ducha, de la comida…
Mila: ¿si colaboráis la gente que vivís aquí?, hombre pues yo pienso que es
según la persona, hay gente que puede y colabora y otra que no puede y no
colabora. Ahora también me parece a mí que con el tema este de las
Unidades de Convivencia pues como estáis viviendo en Unidades según
vuestras necesidades, pues yo creo que las personas más autónomas e
independientes sí que colaboráis, yo creo que sí, que mayormente se
colabora.
Josetxo: claro, algunos hacemos lo que podemos con nuestras limitaciones.
Mila: exactamente, hacéis lo que podéis.
Se hace un silencio largo y es que Nicanor, que la conoce mucho, demasiado,
se hace un poco el remolón. “Venga Nicanor”, le dice Vanessa.
Mila: Tú pregúntame que es igual que seamos del mismo pueblo
Nicanor: y qué voy a decir…pues que estoy encantado de conocerte
Mila: gracias majo, se agradecen esas palabras de…de cariño, por decirlo de
alguna manera
Nicanor: yo estoy contento con todas, yo no puedo decir de ninguna chica
nada malo
Vanessa: y ¿qué pregunta le querías hacer tú, ¿qué pregunta tienes
preparada?
Nicanor: y yo qué sé si estoy nervioso perdido
Mila: pero si soy yo Nicanor, ¡que soy yo!
Nicanor: ¿qué? …ya sé que eres tú
Mila: pues eso
Vanessa: es que se pone nervioso porque eres tú
Mila: ¡Ah! porque soy yo ¿te pones nervioso? jajjaj, ¡qué gracioso!
Nicanor: es que te conozco tanto, y desde hace tanto…desde el día que
naciste te conozco
Mila: bueno…hasta ahí vamos a leer ¿eh? jajajja. No cuentes alguna anécdota
que de esas hay muchas…
Vanessa: Nicanor pues cuéntanos tú algo de ella también si la conoces…algo
que se pueda contar, lo que no se pueda contar no…
Nicanor: en el pueblo es la mayor
juerguista, si falta esta ya se han “jibao”
las fiestas
Benjamín: eso ya nos ha dicho, que le
gusta la juerga
Mila: pero bueno, Nicanor lo corrobora
Nicanor: oye y cuando abrieron la
residencia de Ochagavía, ¿por qué no te
quedaste a trabajar allá?
Mila: yo estoy muy a gusto aquí en la
residencia de Lumbier, y a parte que en la
de Ochagavía no sé si hubiera tenido la
oportunidad de trabajar
Nicanor: a lo mejor tampoco hubieras
tenido compañeras como las que tienes Mila en un momento de juerga en la “Feria de Abril”
aquí.
Mila: o igual no hubiera tenido en la residencia la oportunidad de ir a la
residencia de Ochagavía…yo aquí estoy muy a gusto. De hecho, llevo 31 años,
con lo cual, ¡por algo será! Empecé a trabajar aquí con 24 años, ¡ale, sacar la
cuenta!, ¿cuántos años tengo?
Miguel: el 22 de febrero hiciste 55 años
Mila: ves, hay alguno que controla hasta qué día cumplo los años, jajajj
Celes: ¿cuántos ha dicho?
Mila: 55, hasta que me jubile aquí
Nicanor: más cerca estarías de casa si trabajases en la de Ochagavía
Mila: pero que no me cuesta nada a mi ahora bajar aquí a Lumbier, estoy
encantada de la vida
Juan: ¿cuántos kilómetros hay hasta tu pueblo?
Mila: 40
Benjamín: ¿todos los días haces 80 kilómetros?
Mila: todos los días, más algunos más para echarme un café, una cerveza…,
para bailar, jajjajj, y para hacer la compra
Vanessa: y pensar que cuando nieva ella lo tiene más complicado para venir
a trabajar…
Mila: pero cuando nieva no vengo ¿eh?, le llamo a alguna compañera y me
cambia el día y ya está, y luego yo lo devuelvo en primavera, porque la
carretera ahora está muy bien, no tiene nada que ver para cómo estaba
antes. A parte ahora no nieva como antes y la carretera es buena
Nicanor: esa carretera tiene mucho peligro porque hay peñas e igual te cae
una peña cuando pasas, como los jabalíes
Mila: pues eso, jabalíes sí que me salen, alguno que otro
Miguel: pues bueno, nosotros como buenos residentes pondremos dinero
para comprarte unas cadenas para el coche
Mila: ¡Ah! Pensaba que una casa en Lumbier, jajjaj, no estaría de más
Juan: entonces si has aguantado tanto en la residencia es porque estás a
gusto trabajando en ella como dices…
Mila: sí, la verdad que estoy muy a gusto. Hay mucho curro, hay a veces que
entre la gente con la que trabajas también hay algún roce, hay días buenos y
hay días malos, pero a pesar de todo yo estoy muy a gusto
María: adaptarte a la residencia tan bien tiene mérito, porque hoy en día que
la gente no para en los trabajos en ningún lado…vamos, que no eres pájaro
volandero…muy maja chica
Mila: muchas gracias
María: oye ¿y cuánto ha cambiado la residencia desde que viniste a trabajar
por primera vez?
Mila: pues ha cambiado mucho. Yo cuando empecé a trabajar aquí la gente
era autónoma y no había tanta dependencia, ni tanta gente, trabajadoras no
estábamos tampoco tantas y entonces la gente que estaba aquí viviendo
echaba una mano a las trabajadoras. Nos ayudaban a barrer, a poner el
comedor, a repartir la ropa y así. Luego empezó a venir gente más
heterónoma y dependiente…es que ha habido varias fases en esta residencia
desde que estoy yo…Cuando yo empecé a trabajar había huerta que la
cuidaban los residentes.
Benjamín: ahora también se va a poner huerta ¿no Vanessa?
Vanessa: sí Benjamín, está en proyecto.
Mila: Ahora se quiere volver a como se trabajaba cuando empecé a trabajar
yo. Lo que se pretende es favorecer vuestra autonomía, el que podáis seguir
haciendo las cosas por vosotros y vosotras mismas, ser más autónomos
dentro de las posibilidades de cada uno y que no por el hecho de que estemos
gente alrededor vuestra os tengamos que hacer todo. La gente que podéis
hacer, tenéis por vuestro bien que seguir haciendo todo lo que podáis y no
abandonaros, que claro
nosotras estamos para
eso, pero esto no es un
hotel y no somos
vuestras sirvientas,
somos vuestro apoyo
porque esta es ahora
vuestra casa. Esa es la Mila contesta a María, al fondo con chaqueta roja
idea, que de echo yo creo que ¿se os apoya no?
María: sí, mucho, aquí hay buena gente…cuando llegue lo negro, ya veremos
qué pasa
Mila: hay que vivir el momento
Gregorio: y ¿estás contenta ahora que la casa está dividida en Unidades, en
la que te ha tocado trabajar?
Mila: en la Unidad que estoy trabajando estoy contenta porque además se
nos preguntó dónde nos gustaría trabajar y yo dije que en la Unidad 3, la de
personas con grandes dependencias y la verdad que estoy muy a gusto. Sí
que me costó un poco el dejar de cuidar a la gente con la que estaba antes,
echo de menos a personas que estáis en la Unidad 1 y en la 2, lo que pasa
que me parecía también que yo siendo como soy, con la gente que tenía
necesidad de más apoyos podría trabajar más a gusto, y de echo estoy a
gusto. Me ha costado lo mío el adaptarme porque los cambios cuestan, pero
sí que me da un poco de pena, no sé si es pena o cómo llamarlo, el no poder
estar con vosotros y vosotras, porque al final sólo tengo trato ahora con las
personas que viven en mi Unidad.
Vanessa: Claro, porque ella está acostumbrada a trabajar por toda la casa y
trataros a todos y ahora las cuidadoras sólo están en su unidad, con lo cual
pierden el contacto con el resto de vosotros y vosotras, aunque pueden
visitaros cuando quieran
Mila: sí, a mí eso sí que me ha dado un poco de pena, pero bueno tengo que
decir que yo en la tercera unidad estoy encantada, es curro pero bueno
porque en la tercera tenemos sobre todo mucho trabajo físico
Vanessa: sí, cada unidad tiene lo suyo
Mila: sí, sí claro. Y luego me parece que el tema de las Unidades está muy
bien porque al final cuidas siempre a las mismas personas y esas personas a
las que apoyas siempre ven las mismas caras y creo que para ellas esto es
mucho mejor y nosotras también vamos conociéndolas más pudiéndoles dar
un apoyo y cuidado más personalizado. Eso ha sido un gran cambio porque
antes íbamos por toda la residencia, tan pronto ibas a la baja como a la
primera o a la segunda y ahí yo creo que la atención tampoco era tan
personalizada como la que podamos dar ahora. A mí me parece que las
personas que vivís aquí estáis mucho mejor cuidados ahora. Antes estabais
bien, creo ¿no?
Teresa: sí, sí
Mila: pero ahora vais a estar mejor. Tú Josetxo, por ejemplo, cuando no
existían las Unidades ibas en silla de ruedas. Ahora te veo sentadico en la silla
y que andas solico y me parece una pasada, muy bien
Josetxo: porque yo también he puesto de mi parte
Mila: eso es, porque tienes orgullo
Benjamín: yo también vine aquí en silla de ruedas
Mila: sí y Miguel también vino “changao”…lo bueno de todo esto es que nos
conocemos más y al conocernos más podemos saber lo que os gusta y lo que
no os gusta, y no es lo mismo saber el gusto de 22 personas que de 88 por
ejemplo
Vanessa: claro y la confianza que podéis llegar a tener con ellas será mayor
también
Mila: exactamente
María: tiene mérito el trabajo vuestro
Mila: yo cuando empecé a trabajar aquí en la residencia en mi pueblo me
dijeron ”tú vas a durar tres meses” jajaj y aquí llevo 31 años sólo
María: ¿tanto lleva esto abierto?
Mila: sí, 33 lleva. Yo vine a los 2 años de abrir la residencia
Benjamín: ¿y cuándo es el aniversario de la residencia?
Vanessa: en julio es el aniversario de la residencia
M.ª Luisa: y desde que entraste tú, ¿cuántas compañeras quedan de
entonces?
Mila: pues de cuando entre yo compañeras…bueno sí algunas quedan, pero
no muchas ¿eh?, pues quedamos Mila Áriz, Tere Pérez, Pía Mendióroz, Tere
Machín, Martín Indurain, Quino, Maribel y yo…pocas ya…
Miguel: pues yo Mila te quería preguntar que como miembro del comité que
eres ¿los trabajadoras y trabajadores están conformes con la Unidades de
Convivencia y cada uno en la Unidad en la que está? Porque me supongo que
como miembro del comité habrás hablado o habréis hablado con el personal,
con los trabajadores…
Mila: pues como comité propiamente dicho no he hablado con ninguna
compañera ni compañero mío, pero sí que igual hay trabajadoras y
trabajadores que igual estarían más a gusto trabajando en otra unidad, pero
claro, aunque nos preguntaron dónde nos gustaría trabajar no se nos ha dado
la opción de elegir. Y también, nos ha costado un poco el cambio porque fue
de sopetón…”en febrero empezamos así” y esto al final te cambia la manera
de trabajar, te cambian de compañeras y compañeros…por ejemplo yo que
llevo trabajando un montón de años seguidos con una compañera ahora
coincido dos o tres días al mes, entonces a mí personalmente pues eso me
está costando también porque aparte de que el trabajo es potente pues
también nos tenemos que adaptar también las unas con las otras y esto me
pasa a mí pero yo creo que les pasará a todas. Yo por ejemplo llevo 29 años
trabajando con la misma persona ahora cambiar y demás sí que me está
costando. Ya me estoy haciendo a la idea, pero, pues eso. Yo entiendo que la
gente se renueva y la gente se jubila y demás pero también creo que nosotras
nos enquistamos y creemos que con la compañera estamos muy bien y nos
cuesta cambiar, pero bueno, al final hay que superar otro periodo de
adaptación
Miguel: también en el trabajo puede influir el carácter que tenga tu
compañera
Mila: si, si claro
Vanessa: pero ahí está la profesionalidad de cada uno porque el que te lleves
mejor o peor con la compañera no tiene que influir en vuestro cuidado
Mila: y a parte si tienes algún problema fuera, en casa o en la familia lo
tenemos que dejar en el coche aparcado fuera de la residencia…pero esto es
verdad que se hace duro porque son muchas horas y día tras día tras día, hay
veces que…el trabajo con alguien con la que no te llevas bien puede resultar
como un matrimonio mal avenido...pero bueno, esto pasará en todos los
trabajos y se intenta, hablándolo y demás se entiende la gente y muchas
veces tienes que hacer de tripas corazón. También yo tengo un carácter y una
manera de hablar que parece que estoy enfadada todo el día, jjajaj
Miguel: entonces lo que te preguntaba antes, como comité no os habéis
reunido con los trabajadores, porque ¿no hacéis por ejemplo de vez en
cuando una asamblea para transmitirles la información?
Mila: pues no, no, como comité no hemos hechos esas reuniones.
Miguel: pues es raro, deberíais informar
Mila: pues es que como fue deprisa y corriendo …a ver Paco, tú salacenco
¿qué me vas a preguntar?
Paco: ¿no estás cansada ya de cuidar a personas mayores?
Mila: ¿casada?
Vanessa: noooo, jjajja...cansada de cuidar de mayores
Mila: ¡ay la virgen!, jajajja, casada había entendido yo. No, no, ya os he dicho
que estoy muy a gusto yo aquí.
Hombre, tengo mis días…hay
días buenos, días malos, días
regulares…tengo “filin” con la
gente mayor, no sólo con la de
aquí sino también con la del
pueblo. En mi pueblo soy un
poco la que hace los recados…
Ángel: la generala
Mila: ¡anda, otro!
Ángel: hombre… ¿quién manda
en tu casa?
Mila: en mi casa yo, en mi casa
mando yo, jajjaj. Me llevo bien
con la gente mayor Paco, pero Mila, ayuda a comer el almuerzo a Alicia L, residente de la Unidad 3
porque mayormente me llevo bien con todo el mundo. En mi casa, por
ejemplo, me tocó cuidar de mi padre y de mi madre y ahí estuve al pie del
cañón. Tengo una hermana que me dice que tengo vocación
de cuidadora
José M.ª: yo te voy a decir una cosa particular mía
Mila: a ver…
José M.ª: yo como dice el cura que hay que estar contentos y alegres…y yo
veo que tu carácter es así…
Mila: ya bueno, mi carácter es así dice… ¡qué majo! La pena que tengo es que
yo cuando empecé aquí en la residencia que el trabajo era diferente y demás,
pues como me he definido antes soy un poco zángana y me gusta mucho la
juerga y yo he estado aquí cantando y bailando como una duenda vamos, soy
de espíritu alegre y combativo, jajjja
Juanjo: combativo también ¿eh?
Mila: siiii, jajajaj
José M.ª: bueno pues ahora te voy a hacer una pregunta, ¿qué recuerdos
tienes de la residencia?
Mila: ostras, ¿qué recuerdos tengo? vaya preguntita ¿eh?
Juanjo: pues contesta lo que quieras hija
Mila: ¡pero es que no me viene nada! Jajjaja, pero… ¡que no me viene nada!
Vanessa: ¿nada?
Mila: hombre…me viene al recuerdo cuando las fiestas, en “San Isidro”,
Noche Vieja, todos los días estos de fiesta y demás…me viene ahora a la
cabeza una noche vieja que tres compañeras y yo, que de esas tres ya dos no
están, pues nos subimos a la primera planta a la lencería, que es el cuarto
donde se guarda la ropa de cama y toallas y eso, y sin que supiese la gente
nada aparecimos a servir el comedor vestidas con unos pijamas, unas boinas,
unas barbas y unos bastones. De esas cosas me acuerdo, hacíamos muchas
veces esas cosas en los días de fiesta, los brindis de todas las trabajadoras
con vosotros y vosotras o cantar la jota esa que a Eugenia le pone un poco
nerviosa…la de los perros… pues esa
Vanessa: ¿nos la puedes cantar?
Mila se arranca sin pensárselo dos veces: a la jota jota, que bailan los perros,
levantan la garra y enseñan los huevos. Esta jota la cantaba en todos los
eventos así un poco especiales
Todos se sonríen, Nicanor, colorado se tapa la cara con las manos y
cabecea…
Juanjo: oye y de las compañeras que has nombrado que no están ¿echas en
particular de menos a alguna?
Mila: pues sí, sí, echo mucho de menos a Luisa Burguete y a Marian
Mendióroz que junto con Tere Machín era mi grupo de trabajo y éramos una
piñica muy maja
Josetxo: ¿y
bailas la jota?
Mila: ¿qué si
bailo la jota? Sí,
bailo la jota, el
zortziko,
mejicanas…bailo
todo lo que me
echen…menos
tik-tok…tik-tok no, Mila junto a antiguas compañeras en la jubilación de Sebas el 15.09.2006
me ha pillado un (Mila, abajo a la izda. encima de ella Marian M. y Luisa B, compañeras
poco fuera de de la “piña” de Mila ya las dos jubiladas)
madre. Luego me gusta mucho echar irrintzis.
Nicanor: cuenta el chiste que nos contaste un día a la Teresa y a mí
Mila: buah, pues no me acuerdo, ¿qué chiste?
Nicanor: el de San Antonio
Mila: ¡Ah! Y luego tengo otra canción…estaba un cura meando, en la puerta
del convento, salió una rata de adentro y le mordió el instrumento. La rata
tira que tira, el cura llora que llora, ¡ay San Antonio bendito de esta me quedo
sin pito… ¿qué dices Alfonso?
Alfonso: ¡qué sandez!
Mila. Sí, es un poco sandez, pero…jajjaj
Nicanor: un poco verde…
Mila, que ya se ha olvidado de los nervios y que está entregada a
tope sigue diciendo: y luego cuando estoy un poco nerviosa y demás, abro un
balcón o una ventana y echo un irrintzi y ahí ya me desahogo
Natalia la fisio, que ha llegado a última hora para sacar unas foticos
le anima a hacerlo y como a Mila no hay que animarla mucho para esas cosas
echa el grito y acaba diciendo “esa es mi vida” y todos aplauden entre
sonrisas y carcajadas. Ya levantada para irse a su Unidad dice: oye, ¿a quién
vais a entrevistar para el siguiente número de la revista?
Vanessa: pues todavía no lo sabemos, eso se decide en la “Asamblea Foces”
Mila: ¡Ah vale! Jajja…bueno majos, voy a seguir currando…
No
sabemos quién será
el próximo
entrevistado o
entrevistada pero
qué rato más majo
hemos pasado.
Agradecemos de
Mila en la fiesta de Primavera ayudando a comer chistorra a Milagros E manera especial a
Mila su colaboración y flexibilidad a la hora de estar con nosotros y nosotras
y su “gracia y desparpajo”, y por supuesto su manera de cuidar siendo una
“gran zángana, pero combativa”.
La limpieza tan
importante siempre
y más en estos
tiempos.
…Por el equipo de limpieza
Cualquier edificio de uso masivo, como las oficinas, los centros de
enseñanza o las instituciones públicas, requiere de unas medidas básicas de
limpieza periódicas para su utilización. Sin embargo, hay algunas
instalaciones que, por sus particularidades, la higiene y la desinfección es aún
más necesaria y debe hacerse con mayor profundidad. Unas de estas
instalaciones son las residencias de mayores. No en vano, las personas
mayores son un colectivo muy vulnerable a los virus y a los alérgenos y muy
proclive a los contagios debido a su edad y, en muchos casos, a su estado de
salud. Si ya de por sí, es tan importante el tema de limpieza en centros como
el nuestro, lo es más si cabe, ahora, en esta época de pandemia en la que
estamos inmersos.
Así, por ejemplo, lo pone de manifiesto Estrella Aristu, responsable
de Limpieza de nuestra residencia “En la residencia viven personas con una
problemática específica, hay diversos tipos de residentes y en muchos casos
con un sistema inmunitario deprimido, lo que hace que sus necesidades de
higiene sean mayores”, asegura.
De igual forma también piensa Inmi Aoiz, también trabajadora de
la limpieza, “las necesidades de higiene y limpieza de este tipo de
instalaciones pueden ser muy superiores al resto de edificios”, confirma.
“Precisamente, este año el trabajo ha sido más intenso porque al trasiego de
personas y la actividad normal de la residencia, hay que añadirle el que el
bicho anda acechando por nuestra vida. Cualquier día puede haber
imprevistos y al trabajo normal hay que sumar las situaciones concretas que
se pueden producir por el deterioro de las facultades de las personas
mayores, como pueden ser vómitos, secreciones incontrolables o
incontinencias que generan focos de suciedad con altas cualidades
infecciosas. Creo que nuestro trabajo también ha sido importante para que
el bicho no hay entrado en
esta casa”.
Y claro que ha sido
importante, por eso, a la hora
de abordar la desinfección, es
imprescindible contar con
profesionales del sector que
puedan desarrollar un plan de
higiene y desinfección que
ayude a dar con las
necesidades específicas del
centro. La vulnerabilidad de
los y las residentes es un factor que hay que tener en cuenta en el plan de
higiene, ya que, en palabras de Tere Palacios “la adecuada limpieza de la
residencia ha ayudado y ayuda a disminuir el peligro de infección y
contagio tanto entre los propios residentes como entre ellos y el personal de
la casa”.
Con respecto a los artículos de limpieza, añade Any Sánchez
“usamos sistemas de dosificación que nos permiten controlar la cantidad
justa de producto necesaria para llevar a cabo la desinfección aprovechando
hasta la última gota. Es fundamental evitar el contacto directo con el
producto por parte del personal y facilitar su identificación y trazabilidad. Y
dada la vulnerabilidad de los residentes, es importante conocer muy bien
las características de los productos químicos, ya que, aunque es necesario
desinfectar en profundidad, a la vez hay que saber los efectos de los
bactericidas para evitar posibles reacciones alérgicas de las personas que
viven en la casa”
Es fundamental, tanto para el personal de limpieza como para el
resto de trabajadores de la residencia, la formación continua. El reciclar
conocimientos y adquirir otros nuevos es esencial en el trabajo con personas.
Por eso, y hablando del tema de limpieza, el personal de limpieza debe
conocer, todos los protocolos de limpieza; las propiedades y el modo de uso
de los productos que van a utilizar; los métodos de higienización para según
qué estancias, “porque no es lo mismo limpiar un salón o un baño que una
cama articulada, o una tolla, las sábanas o la ropa” comenta Belén Burguete,
“ y también es muy importante en la casa el no dejar productos al alcance de
los residentes y retirar los envases respetando el medio ambiente”, añade
Juani Moreno.
Y son Estrella junto con Inmi, Juani, Tere, Belén, Any, Aurora, Carmen,
Raquel, Angelines, Maite y Mª Jesús, las personas que forman el equipo de
limpieza de nuestra residencia. Esas trabajadoras, muchas veces no
reconocidas, a las que les debemos el que la residencia y sus textiles luzcan
siempre limpias. Gracias por vuestro trabajo, sois, en la vida de la residencia,
fundamentales.
ACTIVIDADES
Durante estos cuatro meses que han pasado desde el anterior y
primer número de la Revista, hemos seguido con nuestras actividades en la
residencia y han vuelto, por fin, servicios a los que hemos echado tanto de
menos como la peluquería, la podología y los servicios religiosos. También
hemos podido salir de nuevo al exterior (primeramente, con apoyo de
personal), siempre con las medidas oportunas tanto para estar en la calle
como para entrar de nuevo en la residencia y qué raticos más a gusto estamos
pasando. “Cómo echábamos de menos los cafeticos con bollo en la plaza” y
“qué bien nos sienta que la gente del pueblo se alegre tanto de vernos de
nuevo por sus calles”. Ahora también podemos ir a comer o pasar el día fuera
de la residencia y les estamos sacando chispas a esos ratos.
Hemos celebrado en la residencia:
- el viernes de carnaval lo celebramos con almuerzo y baile de disfraces
- el día de San Valentín (día del amor y la amistad), decoramos con adornos hechos en el taller creativo las unidades de la residencia. El viernes, 13 de febrero, hicimos un juego de emparejamiento donde fortalecimos las relaciones entre los y las residentes y sobre todo hubo muchas risas. Creamos un pequeño rinconcico del amor donde quien quisiera podía pasar a tomarse un champán con fresas y chocolate y ya el día 14 hubo
baile con canciones típicas de amor.
- el día de la mujer trabajadora. Leímos la historia del porqué se celebra el día y cómo ha evolucionado la mujer en el trabajo en una charla -coloquio de lo más entretenida en la Unidad 1. Además, colocamos carteles y flores moradas por las unidades que habían sido recortadas y montadas en los talleres creativos de las unidades 2 y psicogeriátrica.
- la entrada de la primavera con una chistorrada acompañada de la música de “Joselito el Mariachi”
para toda la residencia en el patio trasero. ¡Qué rica la chistorrica a la brasa!
- el día del beso. Los besos son el lenguaje universal del amor y la amistad y estrechan vínculos entre las personas. De nuevo este año, como el pasado, iba a pasar a la historia por ser uno de los días con menos besos y al no poderlo celebrar como nos hubiera gustado decidimos hacer un vídeo lleno de besos para mandar a las familias y, a través de la página de Lares Navarra en Facebook, y para todo aquel que quisiera recibirlos a través de la pantalla.
- el día de la madre. Todas las madres recibieron su felicitación en el desayuno y éstas mandaban, a través de un collage de fotos, sus frases típicas de madre a sus hijos e hijas.
- la “feria de Abril”. Durante varios días, las personas que viven en la residencia en las Unidades 2 y psicogeriátrica, en diferentes talleres creativos, se dedicaron a hacer flores para el pelo y corbatas. El día de la feria se decoraron las distintas Unidades con adornos típicos sevillanos. El Rincón del Bienestar pasó a ser una caseta típica sevillana. En el desayuno cada
persona tenía su flor o corbata al lado de su taza. Además de esto, las personas que viven en la Unidad 1 tenían una entrada para acudir a la “Caseta del Bienestar” a almorzar, siempre y cuando llevasen la flor en el pelo o la corbata puesta. Hubo almuerzo, rebujito y mucho baile por sevillanas.
-nuestros vermús de “San viernes” para todas las personas que vivimos en la
residencia; Tortillica de patata, queso y choricico…”¡qué rico sabe a eso de
media mañana! y con un traguico,¡mejor que mejor!”
Personas que viven en la Unidad 1, en el almuerzo
Nieves, cuidadora de la Unidad 2, reparte el almuerzo ante la atenta mirada de Domingo
Ángel, de la Unidad 3, posa con su almuercico antes de “hincarle el diente”. Josué, de la Unidad 4, es el encargado de preparar el almuerzo para sus compañeros y compañeras
En la Unidad 1 hemos seguido teniendo actividades on-line gracias a Lares Navarra (asociación que aglutina a residencias y centros de día sin ánimo de lucro) tales como:
- Visita a Venecia en época de Carnaval
- Cata de mermeladas Ardín (melocotón, ciruela, arándanos, kiwi tomate y aceite de oliva)
- Visita a Sevilla por Semana Santa. Vimos La catedral, con la giralda de
fondo. Luego paseamos por las calles de Sevilla
viendo las tiendas donde compran los cofrades
toda la indumentaria (cordobés, capirotes,
etc...). Vimos la plaza del Salvador y la calle
Sierpes. Y terminamos la visita en la plaza San
Francisco donde vimos parte de la exposición
excepcional de Semana Santa y de cerca un
paso, que no es lo habitual poder hacerlo. Y todo
ello tomándonos un Rebujito, que preparamos entre todos, antes de que
empezase la visita.
- Cata de patés Errotazar (de campaña, de cerdo ibérico y de ciervo) y
mousses (de
espárragos y
pimientos del
piquillo)
- Cata de vinos Otazu (vino rosado)
- Celebración del día de la mujer en la ciencia. Fue un día más que divertido,
Arantza presentó a la Doctora “Piboneta” porque Vanessa, una de nuestras
terapeutas no se encontraba bien. La Doctora
venía expresamente a hacer experimentos con
nosotros y nosotras. Era una señora más o menos
de nuestra quinta y entro a la sala de terapia con
su bata blanca de científica. La mujer andaba con
ayuda de un andador y un poco encorvada,
apenas dijo palabra al entrar y se le notaba
fatigada, no era de extrañar porque ya días antes
nos habían comunicado que tenía más de 80 años. Todos y todas mirábamos
asombrados su llegada. La Doctora llegó a duras penas y por fin, se sentó en
una silla. Arantza no terminaba de presentarla porque le daba la risa y es que
nuestra Doctora no era otra que Vanessa. Ésta rompía su silencio entre risas
diciendo… “pero bueno, no me habéis reconocido?, ¡que soy Vanessa!”
Estalló una carcajada y todos y todas empezaron a cabecear y a reír…” ¡no
podía ser otra!”, “¡vaya fundamento!”, “¡pues yo decía al ver que Arantza no
arrancaba…aquí hay algo raro, pero no pensaba que eras tú!” jajjajjaj. Fue
entonces cuando ya nos pusimos manos a la obra y entre todos y todas
hicimos algún
experimento. Era
asombroso lo qué
ocurría con cosas
tan comunes como
zumo de limón y
cerillas, vinagre,
bicarbonato… qué
interesante es la
ciencia y más si
va de la mano
de una mujer
😉
Seguimos con:
- nuestras sesiones de Revista en la Paco S. lee con detenimiento
Unidad 1, donde trabajamos todo lo que aquí publicamos y que tan buen resultado dio con el primer número.
Teodora T. lee la entrevista en la que ella es la protagonista
Tuvimos muchas felicitaciones por el trabajo de la revista y estamos
orgullosos y orgullosas del resultado y de poder tener nuestra revista en la
mano para poderla leerla tranquilamente.
Uno de los temas al que nos hemos dedicado, en varias sesiones de
revista, ha sido a poner nombre a las Unidades de Convivencia y a sus salas y
rincones a través de Asambleas “Foces” (entre todos y todas decidimos;
primero pensamos nombres y luego votamos) con los y las residentes
autónomos de la Unidad 1. Nos parecía que darles nombre añadía calidez a
la casa y lo más importante es que fuimos, nosotras las personas que vivimos
en la casa, las que los elegimos. Los nombres son estos:
- Unidad 1, San Ramón y sala, La Asunción
- Unidad 2, La Trinidad y sala, Arangoiti
- Unidad 3, Arbayún y sala-comedor 1, Irati y sala-comedor 2, Salazar
También hemos
aprovechado para ponerle
nombre a la antigua
cafetería que desde ahora
será El Rincón del
Bienestar en donde
también se ha incorporado
un pequeño rinconcico de
Lectura con los libros
aportados por nuestras
familias (a las que pedimos
colaboración y que desde
estas líneas agradecemos) y
dándoles vida a unas
antiguas estanterías (gracias
a unas manos más o menos apañadas). Y como residencia inmersa en la
Atención Centrada en la Persona, es en el Rincón del Bienestar donde las
personas que viven en la casa se van a poder tomar un refresco, preparar un
café, tostadas, hacerse un almuercico, preparar postres o lo que se les ocurra
como si estuviéramos en casa, porque lo que queremos es sentirnos como
en casa. Esto es posible porque ha sido equipado con nevera, cafetera,
tostadora, microondas, horno, hervidor, exprimidor, perolas, sartenes y
vajilla…
Ha sido en la última semana de Mayo cuando hemos hecho una
pequeña
inauguración
del Rincón
del Bienestar
haciéndonos
nuestro
primer
almuerzo:
unas Migas.
Hacía ya una temporada que Nicanor (en la foto de arriba con delantal
granate) tenía ganas de comer migas y nos los dijo. Le prometimos que
comería migas. Esas migas que tantas y tantas veces había preparado siendo
pastor. Lo propusimos y después de
darle alguna que otra vuelta nos
pusieron los medios y nos las
hicimos. Nos tuvieron que echar
una mano, porque a lo tonto,
llenamos el caldero ¡¡¡con 4 kilos de
migas!!! 4 kilos de las que no sobró
nada. ¡Éxito total! Ya estamos
pensando en el próximo almuerzo.
- Actividades físicas como la gimnasia y juegos con aros, bolos y picas, que
nos hacen mantenernos en buena forma física y actividades de estimulación
cognitiva que nos hacen pensar, talleres
creativos, actividades de ocio forman
parte de nuestro día a día. Y en proyecto
está el montar un pequeño trocico de
huerto.
- Actividades propiamente de rehabilitación tanto con la fisioterapeuta
como con las terapeutas ocupacionales nos ayudan a recuperar y/o
mantener funcionalmente nuestra autonomía.
Nuevas actividades.
Los sábados o domingos se ha incorporado la actividad de Bingo de
la que se encargan las cuidadoras. Esta actividad además de hacernos pasar
un rato entretenido permite repasar el lenguaje matemático, retener los
números y buscarlos…potenciamos la memoria, la atención y la alerta,
obteniendo una recompensa en forma de premio. ¡¡¡Lo pasamos bien,
aunque de vez en cuando hay algún pique…¡¡¡como en la vida misma!!!
En la Unidad La Trinidad (2) se ha creado un comedor más
chiquitico, espacios de
actividades, de charlas, de
descanso y utilizamos tanto la
terraza del segundo piso como el
patio para salir a pasear, tomar el
aire… Seguimos con actividades
que nos estimulan y fortalecen las
capacidades que todavía
conservamos.
En la Unidad Arbayún (3) las actividades que utilizamos para estimular a las personas que viven en ella son mayormente sensoriales por el tipo de necesidades que tienen las personas que viven en ella…se trabaja con música, elementos sonoros, táctiles, muñecos, delantales sensitivos y fomentamos con actividades significativas la autonomía funcional que aún conservan. Hemos realizado dos
árboles de la vida, uno para cada sala. En la sala Salazar las hojas del árbol son las palmas de las manos de las personas que viven en la Unidad (se ve en la imagen superior).
En la sala Irati las
hojas tienen
forma de corazón y cada uno de ellos tiene el nombre de las profesionales que trabajan en
esa Unidad.
Además, estimulamos la deambulación y bipedestación con paseos y rutinas de ejercicios diarias tanto activos como pasivos.
También salimos a la terraza a
merendar y tomar el solecico y el aire.
En la Unidad 4 (tenemos pendiente el ponerle nombre) seguimos
fomentando la autonomía funcional: hacernos la cama, quitarnos el plato y
cubiertos después de cada comida, recogernos
nuestra ropa, ayudar en el secado de la vajilla, en
el traslado de carros de ropa, en la retirada de la
basura, en la recepción de la residencia nos hace
sentirnos útiles y mejora nuestro bienestar
emocional.
Además, realizamos actividades significativas
como la costura y reparación
de nuestra ropa, doblado de
servilletas, del cuidado de
plantas y, un pequeño huerto
(en proyecto tenemos su
ampliación).
¡¡¡Ya tenemos ganas de
comernos las
primeras lechugas!!!
Para darle un poco de vida a nuestro patio hemos pintado unos
palés que hemos transformado en maceteros y han quedado bien chulos.
También estamos restaurando los bancos de madera del patio.
Y no hemos dejado de
tener las actividades de talleres
creativos, talleres para pensar,
charlas con apoyo del
periódico, gimnasia,
paseos programados
y nuestras queridas
salidas al
pueblo…¡¡¡lo que nos
gusta tomarnos un
café con bollo!!!
PASATIEMPOS Laberinto
BUZÓN Sabéis que esta sección está destinada a recoger cualquier cosa
que vuestras familias quieran aportar. Esta vez, ninguna de ellas, y esto es muy llamativo para nosotros y nosotras, ha querido aportar nada para esta sección, pero sí que hemos recibido aportaciones de trabajadoras que también son parte de esta gran familia que formamos con vosotros y vosotras.
Volvemos a animar desde aquí a las familias, pues sois vosotras también, parte fundamental de la vida de la residencia.
TODA UNA VIDA
Queridas y queridos residentes.
Esta carta va enviada exclusivamente y por vía directa para todas y todos vosotros.
Qué bonita es la vida, aunque a veces tan especial, que lo que hoy te da, mañana te lo quita.
Comencé a trabajar en vuestra casa con dieciocho años, es decir, miles de teorías en mi cabeza, pero un cero en práctica. Recuerdo cada primera vez en todo, desde el trabajo práctico hasta el emocional. Hoy puedo decir que ahí, entre vosotros, maduré y me hice mujer. Seguí con mi vida y cada vez trabajaba un poco más y cada vez más segura.
Ha pasado mucho tiempo y por el transcurso de la vida hoy hay quien ya no está y hay quien lleva el tiempo suficiente trabajando como para sentirse como en casa.
¡Cómo me gustaría estar en estos momentos en vuestra casa, con el uniforme nuevo y preparada para empezar el trabajo!
Estar limitado o tener una dificultad, no os convierte en personas en un sillón. Habéis sido capaces de hacer frente a la pandemia y demostrarnos cómo se puede vivir, guardando la pena por dentro y teniendo esperanza.
Puedo deciros que esta vida golosa, quiso que pasará a ser de vuestro equipo y creedme que el hecho de que me cuiden, no lo llevo muy bien. Por eso, os recuerdo mucho. Sé lo que es sentir que es imprescindible tener dignidad, ser atendidos con humanidad y sobre todo saber que yo como cuidadora tengo que ejercer mi trabajo sabiendo que todas las personas no somos iguales y mucho menos un número de habitación.
Cuando sientes la humildad en tu vida, cuando ves que necesitas ayuda, cuando haces ver tu dolor a los demás...es cuando más persona eres.
Os debo a todos y todas las personas que vivís en la residencia tanto… no sabéis lo que me habéis ayudado cuando he tenido algún momento malo y pensaba cuando lo pasabais vosotros. ¿Quién dice que la inyección no duele?, ¿cómo qué no?, y el estómago se resiente, las piernas no siguen…. Lo he comprobado y os doy la razón.
Ya desde hace un tiempo deseo poder tocaros, sé que estáis en un proyecto (Atención Centrada en la Persona) que os va a dar un resultado excepcional. Los vídeos, las actividades que hacéis, hay alegría y vida en ellos y eso es lo que no podéis olvidar en la habitación, cuando salgáis, ¡debéis vivir! Habéis sido una ayuda muy importante al transmitir vuestra vida en estos momentos. No sois conscientes de lo que habéis ayudado a muchas personas de fuera.
Hoy quiero prometemos que cuando vuelva al trabajo quiero estar a la altura de las circunstancias, quiero seguir aprendiendo y tener esa sensación de paz en mi alma por haceros el bien. Cuando vuelva a veros, prometo no utilizar nunca la palabra ESA ni ESE. Os miraré a la cara para aprender vuestro nombre y llamaros correctamente con toda naturalidad. Prometo en los momentos íntimos por necesidad de cuidado trataros con dignidad y hacer que no os sintáis mal, sino en paz y tranquilidad después de todo. Prometo devolver con palabras y caricias ese orgullo que se siente cuando te dicen algo bonito.
GRACIAS a todas las personas que vivís en esta casa. A vuestros cuidadores y cuidadoras, a todo el personal que está dando lo mejor con mucho trabajo, por tener un ambiente humano, por la empatía que se transmite y la alegría que se envidia desde fuera.
Gracias por no dejar que pierda la ilusión de volver a trabajar,
cuando se pueda.❤️
Ana Guindano. Cuidadora de la residencia durante muchos años.
FRASES DESDE EL PENSAMIENTO
Bonitas las canas, reflejo de una existencia.
Bonitas las arrugas, surcos de una vida arada entre logros y
fracasos.
Bonita la vejez, porque habremos vivido plenamente, para
querer, perdonar, amar, ayudar, caer y volver a levantar.
Bonitos los brazos, que de niño nos acunan y de mayor nos
sostienen.
Bonitos los besos, que curan
heridas y nos sacian de amor.
Bonitas las palabras, que
bien usadas, transmiten
confianza, cariño, empatía
y tranquilidad.
Bonitas las personas, que
aunque nos acompañe la
derrota, hemos sabido perdonar,
seguir hacia adelante y tender
una mano, descubriendo así la
grandeza de nuestro ser.
Tere Pérez, cuidadora Unidad 2, La Trinidad
CIERRE
NUEVO MODELO DE CONVIVENCIA
EN LA RESIDENCIA “SAN ISIDRO”
Hace ya unos años que comenzamos con la idea de cuidaros de otro modo. Estas cosas suceden a lo largo de la vida. De repente un día te planteas si quieres vivir como lo estás haciendo hasta ese momento. No piensas en si vives bien o mal, sino en si quieres seguir viviendo de ese modo.
Hace un par de años nos paramos a pensar y nos dijimos: “¿cómo quieren estas personas ser cuidadas?”. Iniciamos entonces un camino ilusionante. Iniciamos una manera de trabajar que nunca nos habíamos planteado. Teníamos que adaptarnos a vosotros y vosotras en todo lo posible. Esta vez la Residencia tenía que modificar sus hábitos para mejorar vuestro bienestar, para mejorar vuestra calidad de vida.
Solo había un camino: Contar con vosotros y vosotras. Para ello necesitábamos formación, preparación, incluso un cambio cultural
en nuestra manera de pensar. Llevábamos muchos años haciéndolo de un modo y nadie nos había dicho lo contrario. Y en eso hemos estado ocupados los últimos años, en aprender a cuidaros mejor.
Enseguida nos dimos cuenta que bien por timidez, bien por otros motivos, no siempre nos contabais las cosas que os gustaban, vuestras ilusiones, vuestros anhelos...y claro, tuvimos que aprender a observar. También nos dimos cuenta que para poder observar y aprender de vosotros y vosotras, necesitábamos dar menos vueltas por la residencia y centrarnos más en vuestro día a día.
Este año hemos dado un nuevo paso y aprovechando lo poco bueno que nos ha dado el covid, nos hemos lanzado a ofreceros vivir en espacios más sencillos. Poner a vuestra disposición cuantas comodidades necesitéis y dar a la residencia una apariencia más hogareña, más íntima.
Es solo un paso más en este nuevo camino que emprendemos para haceros más felices y ganarnos vuestra confianza. Sabed y estad seguros que cada persona que viene a trabajar a San Isidro lo hace para ofreceros lo mejor de sí, unas veces con más acierto, otros días igual estamos más desacertados, pero siempre con el único propósito de mejorar vuestra vida y la de vuestra familia.
Os agradecemos la confianza que habéis depositado en nosotros y esperamos no defraudaros.
Un fuerte abrazo Misael Narros, Equipo de dirección
Residencia de mayores y Psicogeriátrica “San Isidro”
Avda. Bijués 5, bajo. 31440 Lumbier-Ilunberri
948880293/948880252/948880438
682556942 Residencia /618556942 Psicogeriátrico
Residencia San Isidro de Lumbier/Ilunberri