Revista Dimensión Misionera

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ISSN 0122-2333 ESPECIAL NUEVO VICARIATO PUERTO LEGUIZAMO-SOLANO Nº 323 TPR148. CALLE 24C NO. 81-27. VENCE DICIEMBRE 2013. AÑO LVI. MAYO - JUNIO, 2013 MISIONERA UN NUEVO ROSTRO MISIONERO EN COLOMBIA

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Revista educativa y cultural de los Misioneros de la Consolata.

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ISSN 0122-2333ESPECIAL nuEvo vICArIAto PuErto LEguIzAmo-SoLAno

Nº 323 TPR148. Calle 24C No. 81-27. VeNCe DICIembRe 2013. año lVI. mayo - JuNIo, 2013

mISIonErA

Un nUevo rostro misionero en Colombia

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Envíales un misionero a las 4.000 millones de personas que

no conocen a Cristo.

Contactos con los seminarios:

Seminario teológico internacional: Carrera 24 B Nº 1D - 60 BogotáCel: 320 4916515Tel: 2893090

Seminario filosófico: Carrera 11 Nº 15 - 53 Sur BogotáCel: 314 2491653Tel: 7023620

Bogotá: Cll. 24A No. 81 - 14Cel: 3105276123Tel: (1) 429 6511

Medellín:Cll. 45 No. 22A - 67Tel: (4) 4221555

Bucaramanga: Cr. 8W No. 56 - 42Tel: 641 0918

La ayuda más grande que les puedes brindar a los pobres no es darles dine-ro ni cosas, sino oriéntalos para que se organicen y así encuentren soluciones a sus problemas.

¡REGÁLALES UN MISIONERO!Ayuda a que un joven con vocación misionera reciba formación pertinente y pueda ofrecer su vida a la Misión.

Nos puedes ayudar donando una beca que cubra una parte de los costos: Tu aporte para una Beca anual: 1.500.000 pesosTambién puedes aportar parcialmente con el costo de un mes o más: Valor de un mes: 150.000 pesos. Formar y enviar misioneros es tarea y deber de todos nosotros en virtud de nuestra fe y responsabilidad de colaborar en la evangelización del mundo. Ayúdenos a invitar a los jóvenes que tengan vocación para conocer nuestra familia misionera:

Ayúdanos a formarles y a enviarles misioneros a los que no conocen la

Buena Noticia de la Salvación.

[email protected]

Centros de animación misionera y vocacional en Colombia:

Manizales:Cll. 65 No. 32 - 04Cel: 3165766146Tel: (6) 887 5819 Cali:Cr. 39D No. 39 - 40Tel: (2) 327 7350

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DIReCToRP. Alonso Álvarez Quintero, imcCoNSeJo De ReDaCCIóNP. Alonso Álvarez Q, imc; P. Carlos Zuluaga, imc; P. Gaetano Mazzoleni, imc; P. Antonio Bonanomi, imc, Nicolás Rey, César Moreno, Francisco Martínez.ColaboRaRoN eN eSTe NúmeRoP. Gaetano Mazzoleni, imc; P. Antonio Bona-nomi T, imc; P. Fernando López, SJ; César Alfonso Moreno Amado; David Mauricio Benítez Arévalo; Nicolas Rey Herrera; Francisco Martínez CoRReCCIóN De eSTIloNicolas Rey [email protected]. Alonso Álvarez Q, imc; P. Agustin Baima, imc; Francisco Martínez; David Benítez; Yecid Blanco; Archivo La Consolata.

DIagRamaCIóN y aRTeS:DISeñoEdwin Francisco Martínez López [email protected]

ImageN y FoTomoNTaJeS David Mauricio Benítez Arévalo [email protected]

ImPReSIóNPanamericana Formas e Impresos S.A.ReVISTa eDuCaTIVa CulTuRal De loS mISIoNeRoS De la CoNSolaTaCalle 24 C No. 81 – 27 Barrio ModeliaTeléfonos: 295 62 51 - 295 63 73PBX 429 65 11 – Fax 263 14 72Bogotá- ColombiaAño LV No. 323Mayo-Junio 2013ISSN 0122-2333Reg. Propiedad Intelectual No. 002797Tarifa Postal Reducida No. 148Servicios Postales Nacionales S.A.Correos de ColombiaVence: Diciembre de 2013Colaboración anualColombia $ 35.000Exterior US$ 40

EDITORIAL

LA RED POSTAL DE COLOMBIA

[email protected]. 310 5276123

misionera

EL vICArIAto

El territorio de Puerto Leguizamo y Solano se encuentra enclavado en la Amazonía co-lombiana, se caracteriza por ser un territorio circundado por importantes autopistas fluviales, por ser una región fronteriza y de encuentro de tres departamentos y tres naciones, además, de ser objeto de un conjunto de tratados internacionales y de iniciativas para la integración fronteriza y amazónica del orden transnacional.

Un desafío misionero es urgente en esta región y ahora: Es de vital importancia la con-solidación de la presencia de la Iglesia colombiana en su dinamismo, organización y estructu-ras, anticipándose, acompañando los acontecimientos y la vida de los pueblos de la amazonia.

Desde esta óptica, varias son las señales y llamados a la acción misionera de la Iglesa, que son planteados desde unas especiales caracterizaciones dadas por la ubicación estratégi-ca de este territorio y por el alcance que tienen las dinámicas que están germinando en estos tiempos en las comunidades allí presentes.

Dimensión Misionera se complace en ofrecer en el presente número, un especial sobre el nuevo Vicariato Apostólico Puerto Leguizamo – Solano, que ha sido confiado por la Santa Sede a los Misioneros de la Consolata y que será conducido y animado pastoralmente por Monseñor Joaquín Pinzón Güiza, ordenado obispo en éste 20 de abril.

Nos alegramos con la creación de este nuevo Vicariato y saludamos con agradecimien tos y admiración a los esfuerzos misioneros de los obispos “Padres” de esta nueva jurisdicción eclesiástica: Monseñor Luis Augusto Castro Quiroga, primer Vicario Apostó lico de San Vicente – Puerto Leguizamo y ahora arzobispo de Tunja. Así como al actual obispo de San Vicente Monseñor Francisco Javier Múnera Correa, que tanto ha hecho para que se logre la creación del nuevo Vicariato Apostólico, buscando el desarrollo de la actividad evangelizadora de toda esa inmensa región de fronteras y encuentro de tres departamentos (Caquetá, Putumayo y Amazonas) y de tres naciones (Colombia, Ecuador y Perú).

P. alonso Álvarez

Q., [email protected]

Cel. 310 5276123

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Sumario

Los misioneros y misioneras de la Consolata nacen como institutos en 1901 y 1910 respectivamente. Fueron fundados por el Beato José Allamano en el santuario de Nuestra Señora la Consolata, en Turín Italia. El carisma de esta familia, que incluye a cientos de laicos misioneros, es la Misión ad gentes: ¡Compartir el Evangelio con los pueblos y culturas del mundo que todavía no lo conocen!

Esta tarea evangelizadora la están haciendo en:

África: Costas de Marfil, Tanzania, Congo, Kenia, Uganda, Mozambique, Yibuti y Suráfrica. Asia: Coreadel Sur y Mongolia.América: Canadá, Estados Unidos, México, Colombia,Ecuador, Venezuela, Argentina y Brasil. Europa: Italia, Portugal, Polonia, Inglaterra y España.

En Colombia, La familia misionera de la Consolata se dedica fundamentalmente a la animación misionera (“po-ner animo misionero en la Iglesia colombiana”) y el acom-pañamiento de comunidades indígenas, afroamericanas, campesinas y de periferias urbanas.

En 1951 la familia misionera de la Consolata asume

Pan-Amazonia: de “patio trasero” a “plaza central del planeta ” ¿Cuál es nuestra misión profética?

El mundo Amazónico y una misión que cumplir

El cuidado de la creación o la Amazonia en el Docuemnto de aparacida

El Vicariato Apostólico de San Vincente – Puerto Leguízamo

Padre y pastor de una iglesia misionera

El nuevo rostro de la Amazonía

El nuevo vicariato de Puerto Leguízamo – Solano

El nuevo vicariato un desafio misionero urgente para la iglesia Colombiana

Misioneros de la Consolata, participando en la misión universal de la Iglesia en colombia.

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LA MISION DE LOS MISIONEROS DE LA CONSOLATA EN COLOMBIA

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dm

responsabilidades en la evangelización del Ca-quetá, con la creación del Vicariato Apostólico de Florencia que llegará a ser diócesis en 1985. Simultáneamente la Santa Sede crea el Vicariato Apostólico de San Vicente–Puerto Leguizamo quien el 21 de febrero de 2013 cedió una por-ción de su territorio a favor de la erección del Vicariato Apostólico de Puerto Leguizamo-Sola-no. Ambos vicariatos han sido encomendados a la familia Consolata. LA ANIMACION MISIONERA UNA TAREA ASUMIDA POR LOS MISIONEROS DE LA

CONSOLATA EN COLOMBIA

Desde el Concilio Vaticano II los misioneros de la Consolata han estado atentos y comprome-tidos con la Animación Misionera de las comu-nidades cristianas, la Vida religiosa y las Iglesias locales, a través del testimonio entusiasta de mu-chos misioneros, la reflexión y transmisión de la misionología y la espiritualidad misionera. Han sido Testigos y protagonistas de esta progresiva transformación de la conciencia y acción misio-nera de la Iglesia Católica en América Latina, que ha venido pasando de una Iglesia misione-ramente pasiva y dependiente, con relación a los recursos misioneros –personas, medios e ideas– , a una Iglesia misioneramente activa, que busca responder a las situaciones misioneras ad gentes internas y asumir sus responsabilidad misionera más allá de sus fronteras geográficas, enviando misioneros, ofreciendo su reflexión teológica y espiritualidad misioneras.

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Especial

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EspecialEl Mundo Amazónico y una misión que cumplir

“Queremos Ofrecerles Nuestra Palabra” Pueblos indígenas de la Amazonia, presente y futuro de la humanidad y del planeta

Por: Fernando López SJ [email protected]

Equipo Itinerante de la Amazonia - BAM

La Amazonia y sus pueblos

La amazonia representa el 43% de América del Sur. El río Ama-zonas tiene más de 1.100 afluen-tes principales y una infinidad de arroyos con los que teje la red flu-vial más extensa del mundo con más de 25 mil Km navegables. La región amazónica concentra el 20% del agua dulce no congelada del planeta. Es un gigantesco ar-chipiélago de ecosistemas riquísi-mo en biodiversidad. En la amazo-nia se encuentra hoy el 34% de los bosques primarios del planeta que albergan entre el 30% y 50% de la fauna y flora del mundo. Se estima que la Amazonia almacena entre 80.000 y 120.000 millones de to-neladas de carbono. Este enorme jardín amazónico es fundamental para el equilibrio climático y sis-témico del planeta, y consecuente-mente, para el futuro de la huma-nidad.

La historia del hombre en la egión es de 11.000 años según restos arqueológicos (mucho más antigua que la reciente llegada eu-ropea hace apenas 500 años). A lo largo de todo el tiempo anterior a la colonización, los pueblos indí-genas utilizaban los recursos natu-rales de forma sabia y equilibrada, en íntima reciprocidad con el me-dio ambiente en el que vivían. No

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Especial

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Especialdepredaban y colaboraban con su movilidad a aumentar la biodiver-sidad.

El “descubrimiento” europeo inició un dramático proceso de de-predación de los recursos natura-les, esclavitud y exterminio de los pueblos indígenas de la región. Se trata de una de las mayores catás-trofes demográficas de la historia reciente, que continuó en el siglo XIX y XX con la explotación del caucho: “A lo largo de los cursos de agua navegables, donde quie-ra que pudiese llegar una canoa a remo, las aldeas eran saltadas, incendiadas y su población liqui-dada. Grupos de indios expulsa-dos de sus territorios deambula-ban por la selva sin paradero. Para cualquier lado que se dirigiesen encontraban grupos de recolecto-res de caucho y otras resinas, dis-puestos a exterminarlos” (Darcy

Ribeiro en su libro “Los indios y la civilización”, 1979).

La población de toda la Ama-zonia es de 40 millones. Se esti-ma que 3 millones son indígenas, distribuidos en aproximadamente 400 pueblos que hablan 250 len-guas diferentes pertenecientes a 49 familias lingüísticas. Las familias lingüísticas más numerosas son: Aruak, Karib y Tupí-Guaraní. Esta enorme diversidad sociocultural y lingüística es consecuencia de la capacidad de adaptación humana al riquísimo y diverso bioma ama-zónico, con su inmenso y variado “archipiélago de ecosistemas”. La diversidad socio-ambiental de la

amazonia es una enorme riqueza para la humanidad y la vida del planeta, es expresión del rostro di-verso de Dios.

Grandes proyectos e impactos socio-ambientales en la Amazonia

Hoy la Amazonia es devorada por empresas madereras y pape-leras, por compañías petroleras y mineras, por farmacéuticas y em-presas del agro-negocio, por hi-droeléctricas, hidrovías y grandes carreteras que cortan la selva y los territorios de los pueblos indígenas que en ella habitan. Las mafias del narcotráfico se hacen dueñas de la región y controlan un ejercito de pistoleros y mercenarios dispues-tos a cualquier cosa. La respuesta inmediata de los estados es la mili-tarización de la amazonia. Los más afectados en estos procesos son los pueblos indígenas y las comunida-des tradicionales de la región..

Y hoy continúan siendo explo-tados por las empresas madereras: “La historia se repite, las grandes empresas y algunos se enriquecen y, nosotros, cada día más pobres y en-fermos... ¿Acaso se puede comprar o vender la tierra, el agua, el aire, el sol... que Dios dio para todos?” - comentaba un viejo líder Yagua que sobrevivió a todos estos ciclos de ex-plotación.

Esta es también la opinión de la Iglesia Católica Latinoamerica-na reunida en Aparecida (Brasil, 2007). Los obispos denuncian esta situación: “Con mucha frecuencia, se subordina la preservación de la naturaleza al desarrollo económico, con daños a la biodiversidad, con el agotamiento de las reservas de agua y de otros recursos naturales, con la contaminación del aire y el cambio climático” (DA 66). “En las decisiones sobre las riquezas de la

biodiversidad y de la naturaleza las poblaciones tradicionales han sido prácticamente excluidas. La natura-leza fue y continúa siendo agredida. La tierra fue depredada. Las aguas están siendo tratadas como si fue-sen una mercancía negociable por las empresas, además de haber sido transformadas en un bien disputado por las grandes potencias” (DA 84). El propio Papa Benedicto XVI, en su discurso a los jóvenes en el Estadio de Pacaembu, en la ciudad de São Paulo (2007), denuncia fuertemen-te la “devastación ambiental de la Amazonia y las amenazas a la dig-nidad humana de sus pueblos” (DA 85).

La biodiversidad con las nuevas fuentes energéticas a ella vincula-das, el agua dulce, los principios activos, la ingeniería genética, los minerales estratégicos, etc. son ob-jeto de disputa por las grandes po-tencias del mundo. Los impactos socio-ambientales que provocan sobre la vida de los pueblos indí-genas y comunidades tradicionales de la región, y la depredación de sus recursos naturales no cuentan para nada.

Los indígenas Yagua fueron trasla-dados a finales del s. XIX de la ama-zonia colombiana a la peruana para trabajar como “esclavos” en el cau-cho, después en el oro, las pieles, etc.

Hoy la amazonia se ha convertido en una importante carta política y económica de negociación entre las grandes potencias, y una de las primeras regiones de mayor interés estratégico para la humanidad disputada por los países más poderosos.

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Especial

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EspecialEspecial

El Dios del hombre blanco

Tajy Poty, viejo chaman Koka-ma, señaló durante un encuentro de chamanes: “¿Será que Tupa-na (Dios en Tupi) se equivocó al crear a nosotros, pueblos indígenas de la amazonia? ¿Será que el Dios de los blancos es el Dios fuerte y el nuestro Tupana un Dios débil?” Tras breve silencio, Tajy Poty con-tinuó haciendo una interpretación crítica e irónica del mito cristiano de la creación para cuestionarnos a todos los que estábamos allí pre-sentes: “Dios tomó barro blanco e modelo con mucho cariño y cui-dado dos figuras humanas. Sopló sobre ellas y les dio vida. Creó al hombre y la mujer blanca, bonitos y poderosos. Después Dios quedó con las manos manchadas de barro y se las sacudió. Las pelotillas que salieron somos nosotros, los pue-blos indígenas.” Y concluyó: “¿Será verdad que Dios nos creó así?”

¿Cuál es la imagen de Dios que hemos trasmitido los occidenta-les a los pueblos indígenas de la pan- amazonia? El empresario ma-derero o petrolero, o el hacendado o agroindustrial que depreda una determinada región amazónica y explota a los indígenas que viven en ella, es el “patrón buenito” que construye la capilla, compra el santo, le pone velas, es el primero que le reza y es el anfitrión de la fiesta patronal que dona una vaca y unas cajas de cerveza para que todos puedan comer y beber... Y el cura bendice todo esto... ¿Cuál es la imagen de Dios que trasmitimos? Maika, mujer guerrera Ticuna, dijo: “Ustedes dicen que nosotros no somos ni civilizados ni cristia-nos, pero si eso es ser civilizado y cristiano, nosotros no lo queremos ser”.

Desde hace doce años el Equipo Itinerante trata de aprender junto a los pueblos indígenas de la amazo-nia. Muchas veces, en encuentros y reuniones, escuchamos a nuestros hermanos y hermanas indígenas: “Queremos ofrecerles nuestra sa-biduría, nuestra palabra antigua... Pero parece que ustedes los blan-cos no escuchan o no entienden...”.

Desde nuestra lógica occidental, li-neal y fragmentada, nos cuesta mu-cho entender su palabra. Es impor-tante saber “atravesar la frontera”, cambiar de “espacio-temporalidad” para poder encontrarnos con nues-tros hermanos indígenas y entender su palabra, escucharles atentamen-te para reaprender a “pensar con el corazón”, “que tiene razones que la razón desconoce”.

Muchas veces encontramos en distintas aldeas mujeres indígenas que, además de amamantar a su bebé, daban de mamar también a una cría de mono, o de ciervo, o de jabalí... Una señora Kokama, que amamantaba a una cria de venado, con paciencia y cariño nos ofreció su palabra sabia para que entendié-ramos: “Mi marido salió temprano a cazar con otros cazadores de la al-dea. Lo único que encontraron fue una mamá venado con su cría. La tuvieron que sacrificar porque era tarde y tenían que traer algo para comer. Si hubieran encontrado algún otro animal, no habrían sa-crificado a la mamá venado. Pero también trajeron a su cría. No la abandonaron. Porque igual que la mamá venado se sacrificó para ali-mentar a mis hijitos, yo tengo que

alimentar a su hijito para que ma-ñana, mis hijitos y sus hijitos conti-núen ayudándose”.

Totorixiu Yanomami vino a la ciudad de Manaus para un semina-rio sobre demarcación de territorios indígenas. Quedó impresionado por la magnitud de aquella aldea de napë (blanco), Manaus (dos mi-llones de habitantes), donde habían arrasado toda la vegetación. Pero mucho más perplejo quedó cuan-do escuchaba quejarse a los blancos del calor que sentían en la gran ciu-dad. Brevemente comentó: “Napë no entiende. Para construir su al-dea derrumba todos los árboles. Y luego se queja de calor... Nosotros los Yanomami construimos nuestra Xapona (aldea) en medio de los ár-boles. Tiramos solamente los árbo-les necesarios... Nosotros los cuida-mos y ellos nos cuidan del calor.”

Compromiso con la amazonia y los pueblos indígenas

En Aparecida (2007), los obis-pos latinoamericanos reconocen lo mucho que nos enseñan los pue-blos indígenas: “La Iglesia valora

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EspecialEspecialEspecial

especialmente los indígenas por su respeto a la naturaleza y por el amor a la Madre-Tierra como fuen-te de alimento, casa común y altar del compartir humano” (DA 472). También nos invitan a tomar “con-ciencia sobre la importancia de la amazonia para toda la humanidad” y animan a “apoyar a la Iglesia que vive en la amazonia, con los recur-sos humanos y financieros necesa-rios, para que siga proclamando el evangelio de la vida” (DA 475).

El P. Adolfo Nicolás, General de la Compañía de Jesus, insiste en esta perspectiva apuntada por los obispos latinoamericanos apli-cándola al compromiso y servicio de la Compañía de Jesus con la Amazonia y sus pueblos. En carta (marzo/2009) enviada al P. Roberto Jaramillo SJ (superior de la región amazónica del Brasil - BAM), por ocasión del Pre-Forum “Fes en la Amazonia” realizado antes del Fo-rum Social Mundial (Belem, Brasil, enero/2009), el P. General dice: “... la preservación de la amazonia es una batalla que la humanidad no puede perder y a la Compañía está y debe estar luchando por esta causa. Justamente la Conferencia de Pro-vinciales de América Latina (CPAL) considera la amazonia como una de sus prioridades (Principio y Hori-zonte no 29,9). La Region Amazó-nica (BAM), que no tiene todavía cuatro años de existencia, necesita del apoyo con recursos humanos y materiales para cumplir su mi-sión. Varias provincias de dentro y de fuera de América Latina dieron e continúan dando generosamente este apoyo, quiero hacer el convite para que otras sigan este ejemplo y consideren que, al hacerlo, contri-buyen con la misión de la Compa-ñía universal en la promoción de las relaciones justas con la creación.”

Como nos decía el viejo líder Ja-gua (río Oroza, amazonia peruana) en un taller socio-ambiental:

“Solo así, tomando conciencia de que todos somos hijos e hijas de la Pachamama, cuidándola respon-sablemente y dejándonos cuidar por ella, nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos podrán continuar la danza de la vida sobre la Mamá-Tierra”.dm

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Especial

dimensión misionera | 10 | mayo - Junio DE 2013

Especial

En la actual coyuntura históri-ca, nueva y crítica, que vivimos, la pan-amazonia abre una nueva y crucial discusión geopolítica so-bre el futuro de la humanidad y del planeta, sobre los modelos de articulación regional de América Latina y de todo el mundo. Una articulación basada en nuevos paradigmas de “relacionalidad” sistémica y reciprocidad socio-ambiental, que teja la biodiversi-dad socio-cultural-ambiental y la justicia socio-ambiental, en una perspectiva sustentable y soste-nible.

En este número especial de Dimensión Misionera, en el que

queremos hacer una presentación del nuevo Vicariato Apostólico de Puerto Leguizamo – Solano y que por hacer parte de la iglesia que vive en el granterritorio y mundo amazónico, nos complacemos en ofrecer una reflexión del Equipo Itinerante de misión en la Pan-Amazonía. Dicho equipo nace en Manaus, amazonia brasileña, en 1998, con la intuición y apoyo del P. Claudio Perani SJ. Es un espa-cio itinerante e interinstitucional de servicio a los pueblos, organi-zaciones, iglesias, comunidades y grupos de la pan-amazonia. Ac-tualmente está formado por 18 personas (laicos-as, religiosos-as)

Pan-Amazonia:De “patio trasero” a “plaza central del planeta ”¿Cuál es nuestra misión profética?

de 11 instituciones/grupos: Je-suitas; Congregación de Nuestra Señora- CSA; Consejo Indigenis-ta Misionero – CIMI; Comisión Pastoral de la Tierra – CPT; Co-munidad BIDARI; Providencia de Gap; Catequistas Franciscanas; Mínimas de la Pasión; Servicio de Acción, Reflexión y Educación Social – SARES; Misioneras de la Inmaculada – PIME; Cordimaria-nas.

La siguiente reflexión ha sida es-crita por: Fernando López SJ, Laura Valtorta MdI ([email protected]) Arizete Miranda Dinelly CSA ([email protected]) Miembros del Equipo Itinerante de la Amazonia.

Redacciòn Dimensiòn [email protected]

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Especial

mayo - Junio DE 2013 | 11 | dimensión misionera

EspecialLos pueblos pan-amazónicos

La pan-Amazonía abarca una superficie de 7,5 millones de Km2. Está repartida en 8 países de Sur América más Guyana Francesa. Re-presenta el 43% de la superficie de América del Sur. El río Amazonas tiene más de 1.100 afluentes prin-cipales y una infinidad de arroyos con los que teje la red fluvial más extensa del mundo con más de 25 mil Km navegables. La región ama-zónica concentra el 20% del agua dulce no congelada del planeta que vierte en el Atlántico ayudando a regular el equilibrio sistémico del océano. El bioma amazónico no es “uniforme”. Es un gigantesco archi-piélago de ecosistemas riquísimo en biodiversidad. En ella se con-centran 34% de los bosques prima-rios del planeta que albergan entre el 30% y 50% de la fauna y flora del mundo. Se estima que la amazonia captura entre 80 y 120 mil millo-nes de toneladas de carbono al año. Este enorme jardín amazónico, cui-dado por una enorme diversidad de “jardineros” (sus pueblos tradi-cionales), es fundamental para el equilibrio climático y sistémico del planeta, y consecuentemente, para el presente y futuro de la humani-dad.

La población actual de la pan-amazonia es estimada en 40 mi-llones. De ella 3 millones son indígenas, distribuidos en aproxi-madamente 400 pueblos que ha-blan 250 lenguas diferentes perte-necientes a 49 familias lingüísticas (las más numerosas son: Aruak, Karib y Tupí-Guaraní). Además, son millares las comunidades de afro-descendientes (solo en ama-zonia brasileña más de mil) y un sin número de comunidades ri-bereñas, mestizas y “caboclas”, migrantes, colonos, agricultores y moradores de las ciudades ama-zónicas. Esta enorme diversi-dad sociocultural y lingüística es consecuencia de la capacidad de adaptación humana al riquísimo y diverso bioma amazónico. La diversidad socio-ambiental de la amazonia es una enorme riqueza para la humanidad y la vida del planeta, es expresión del rostro

diverso (trinitario) de Dios, su unidad solo puede ser pensada y articulada en la diversidad.

A lo largo de todo el tiem-po anterior a la colonización, los pueblos indígenas utilizaban los re-cursos naturales de forma sabia y equilibrada, en ín-tima reciprocidad con el medio am-biente en el que vivían. No depre-daban y si contri-buían con el en-riquecimiento de la biodiversidad llevando especies, de un lugar para otro, en sus con-tinuos desplaza-mientos dentro de la región.

El “descubri-miento” europeo del siglo XV (“en-cubrimiento”, en palabras de Don Pedro Casaldáliga), inició un dra-mático proceso de depredación de los recursos naturales, esclavitud y exterminio de los pueblos indí-

genas de la región. Para algunos historiadores, se trata de una de las mayores catástrofes demográficas de la historia reciente. Se estima que de más de cinco millones de

indígenas de 900 et-nias en el año 1.500, se pasó a algunos cientos de miles cin-co siglos después.3

El exterminio continuó en los si-glos XIX (final) y XX (primera mitad) con la explotación del caucho: “A lo largo de los cursos de agua navegables, donde quiera que pudiese llegar una canoa a remo, las aldeas eran asaltadas, incendia-das y su población liquidada. Grupos de indios expulsados de

sus territorios deambulaban por la selva sin paradero. Para cualquier lado que se dirigiesen encontraban grupos de recolectores de caucho y otras resinas, dispuestos a extermi-narlos”.

Las investigaciones arqueológicas apuntan que la

presencia humana en la región amazónica es de 11 mil años; mucho más antigua

que la reciente llegada europea hace apenas 500

años.

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Especial

dimensión misionera | 12 | mayo - Junio DE 2013

EspecialGrandes proyectos en la pan-amazonia e impactos socio-ambientales

Hoy, la depredación amazónica y la violencia contra los pueblos indígenas y tradicionales de la re-gión continúa con los nuevos ciclos extractivitas y, sobre todo, con los grandes proyectos de “desarrollo” que se están imponiendo en la re-gión (IIRSA y PAC)5.

El IIRSA nació en una reunión de los Presidentes de América La-tina realizada en Brasilia en el año 2000. Acordaron generar un proce-so de integración política, social y económica desarrollando la infraes-tructura de transporte, energía y comunicación en todo el continen-te; crear nuevos corredores de ex-portación para reducir los costos de transporte y así alcanzar una mayor competitividad en los mercados mundiales. El compromiso entre los gobiernos prevé un conjunto de 510 proyectos, organizados en 47 planes para articular 10 ejes moda-les de integración latinoamericana. El costo estimado en 2009 fue de US$ 74.500 millones, financiados por el Banco Interamericano de De-sarrollo (BID), Corporación Andina de Fomento (CAF), Fondo Finan-ciero de Desarrollo de la Cuenca del Rio de la Plata (FONPLATA), Banco Nacional de Desarrollo Eco-nómico y Social (BNDES), Banco Europeo de Inversiones (BEI) y Banco Mundial.

La región que será (ya es), más afectada por el IIRSA es la pan-amazonia: de los diez ejes IIRSA, cinco la afectan directamente. En la región amazónica los intereses eco-nómicos internacionales son mayo-res a causa de las riquezas del suelo y sub-suelo, de la biodiversidad, del agua dulce, etc. Y para sacar las riquezas de la región y traspasar mercancías a bajo costo de un océa-no al otro (Atlántico-Pacífico-Cari-be) son implementadas carreteras transoceánicas e hidrobias asocia-das a hidroeléctricas que cortan la pan-amazonia tanto en los senti-dos este-oeste como norte-sur. Los impactos socio-ambientales en la

región serán (ya son) gravísimos, así como la presión sobre los mar-cos legales de la reglamentación ambiental y, sobre todo, la presión sobre los derechos territoriales de los pueblos tradicionales (indíge-nas, ribereños, afro-descendientes, etc.) conquistados con mucha lu-cha y sufrimiento en las últimas décadas.

Los grandes proyectos en la pan-amazonia provocan dos impactos fuertísimos de “movilidad huma-na”. Por un lado, las grandes obras requieren y atraen rápidamente un enorme número de migrantes trabajadores que llegan, en su ma-yoría, de otras regiones no amazó-nicas, y que traen consigo otra cos-

movisión de mundo y de relación con la madre-tierra. Muchas veces, esta población entra en choque con los pueblos tradicionales de la re-gión, que tienen otra cosmovisión y modos de relación con la madre-tierra. Por otro lado, los grandes proyectos también generan enor-mes impactos socio-ambientales que desplazan los pueblos tradicio-nales, haciendo de ellos “refugiados ambientales”. Todos estos procesos colocan en riesgo el equilibrio sis-témico socio-ambiental del bioma amazónico con sus implicaciones y consecuencias para todo el planeta y la humanidad.

En el año 2007 Brasil lanzó el Programa de Aceleración del

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Especial

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Especial

Crecimiento - PAC (versión brasi-leña del IIRSA). Y en este año 2010 ha iniciado el PAC II, que está sien-do llamado el Plan de Aceleración para la Copa del Mundo y que pre-vé mejorar las obras de infraestruc-tura, transporte público y turismo en las ciudades que serán sedes del mundial. Lo que no se cuenta son las consecuencias de esta “Acelera-ción de la Copa”. Por ejemplo, en la ciudad de Manaus (corazón de la amazonia brasileña), ya comenzó “la limpieza de pobres” de los arro-yos del centro de la ciudad que son expulsados para las periferias dis-tantes. A esto se llama “maquillaje social”.

Con el IIRSA y el PAC, la historia

se repite: La amazonia continúa siendo pensada a partir de los intereses “de fuera” y no a partir de los intereses “de dentro”, de los pueblos amazónicos. Los que detentan el poder económico y po-lítico (nacional e internacional) son los que deciden buscando solo su propio beneficio. Resultado de esta visión externa y de todo este “de-sarrollo foráneo”: la pan- amazonia es devorada por empresas made-reras y papeleras, por compañías petroleras y mineras, por farmacéu-ticas y empresas del agro-negocio, por hidroeléctricas, por hidrobias y grandes carreteras que cortan la selva y los territorios de los pueblos tradicionales que en ella habitan. A todo esto hay que sumar las mafias del narcotráfico que se adueñan de la región y controlan un ejército de pistoleros y mercenarios dispuestos a cualquier cosa. Lamentablemen-te, la respuesta inmediata de los estados es la militarización de la amazonia.

Es importante destacar que esta lógica desarrollista sobre la región tiene como imaginario social con-siderar la pan-amazonia como una “tierra vacía” o “tierra de nadie”. Los problemas y conflictos socia-les de otras regiones del continen-te se solucionan empujando a los pobres para la amazonia. La lógica es perversa porque acaba enfrentar “pobres contra pobres”, pobres mi-grantes, colonos y asentados (forá-neos) contra indígenas, ribereños y pueblos tradicionales de región. Enfrentar “pobres contra pobres” para ver si entre ellos se eliminan y acaban todos... ¡Es terrible esta sutil politiquería de exterminio! Llamamos la atención sobre el he-cho de que, en todo este proceso, los más afectados y frágiles son los “pueblos indígenas en aislamiento” de los 100 grupos humanos (“res-tos de pueblos”) que quedan en el mundo sin contacto con occiden-te (porque les fue muy mal en esa violenta relación), unos 85 están en la pan-amazonia, de ellos 75 en la amazonia brasileña. Muchos de ellos a punto de ser exterminados por los grandes proyectos y frentes de “desarrollo”.

Resumiendo. La amazonia ha dejado de ser “patio trasero” y se ha convertido en “plaza central del planeta”, codiciada y disputada.

Ha pasado a ser una importante carta política y económica de nego-ciación entre las grandes potencias, y una de las primeras regiones de mayor interés estratégico para la humanidad, disputada por los paí-ses más poderosos. La biodiversi-dad con las nuevas fuentes energéti-cas a ella vinculadas, el agua dulce, los principios activos, la ingeniería genética, los minerales estratégicos, etc. son objeto de disputa por las grandes potencias del mundo. Los impactos socio-ambientales que provocan sobre la vida de los pue-blos indígenas y comunidades tra-dicionales de la región, y la depre-dación de sus recursos naturales, ¡no cuentan para nada!

“NO SE PUEDE SERVIR A DOS SEÑORES, A DIOS Y AL DINERO” (Mt 6,24)

En una visita a Alemania (mayo/2010), el líder y chaman Davi Kopenawa, del pueblo indíge-na Yanomami, afirmó contunden-temente a los medios de comuni-cación: “La tierra está brava con el hombre blanco. Porque el hombre de la ciudad, no quiere dejar en paz ni vivir como él vivió. Al hombre de la ciudad le gusta apropiarse de aquello que vale para él. Es muy grande la ganancia de él. El juego de los políticos es muy antiguo. Nosotros, indígenas, hablamos con el gobierno federal y también con el gobierno de Europa. Hablamos de la invasión de nuestra tierra. Pero ellos no escuchan porque ellos pre-cisan sacar más mercancías, sacar y negociar con otros países. Para us-tedes, en las ciudades de Alemania, del modo que ustedes escogieron, es bueno para ustedes. Sin embar-go, para mí, como soy líder tradi-cional – que nunca vi, que nunca soñé con la ciudad llena de luz, lle-na de piedra, llena de coches... – yo veo todo eso muy triste. Porque no tienen nada. No tienen nada que nació en la tierra: pájaros, animales, papagayos, arboles tradicionales, no tiene nada... todo es deforesta-do. Rio de Janeiro y Sao Paulo, allí es Brasil, pero es la misma cosa.

Esa misma enfermedad que fue

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Especial

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Especialde aquí para invadir nuestro Brasil. La misma cosa de destrucción”8.

¿Por qué esta denuncia tan fuer-te contra el hombre blanco? Kope-nawa tiene la dolorosa experiencia vivida por su pueblo en la década de los años 80. La región Yanoma-mi fue invadida por más de 20 mil buscadores de oro que trajeron la depredación de su territorio, enfer-medades, violencia y casi el exter-minio de los Yanomami. El proble-ma es que tres décadas después, en nuestros días, la historia de abuso y explotación de la mamá-tierra por el hombre blanco continúa...

puede comprar o vender la tierra, el agua, el aire, el sol... que Dios dio para todos?” - comentaba un viejo líder Yagua que sobrevivió a todos estos ciclos de explotación.

No es por casualidad la denun-cia de los obispos latinoamericanos en Aparecida: “Hoy, los pueblos in-dígenas y afros están amenazados en su existencia física, cultural y es-piritual; en sus modos de vida; en sus identidades; en su diversidad; en sus territorios y proyectos” (DA 90).

Por todo este atropello histó-rico y violencia, que han sufrido y sufren hasta nuestros días, los propios indígenas cuestionan “el Dios del hombre blanco”: Tajy Poty, viejo chaman Kokama, señaló du-rante un encuentro de chamanes: “¿Será que Tupana (Dios en Tupi) se equivocó al crear a nosotros, pueblos indígenas de la amazonia? ¿Será que el Dios de los blancos es el Dios fuerte y el nuestro Tupana un Dios débil?” Tras breve silencio, Tajy Poty continuó haciendo una interpretación crítica e irónica del mito cristiano de la creación para cuestionarnos a todos los que es-tábamos allí presentes: “Dios tomó barro blanco e modelo con mucho cariño y cuidado dos figuras huma-nas. Sopló sobre ellas y les dio vida. Creó a la mujer y al hombre blan-co, bonitos y poderosos. Después Dios quedó con las manos man-chadas de barro y se las sacudió. Las pelotillas que salieron somos nosotros, los pueblos indígenas.” Y concluyó: “¿Será verdad que Dios nos creó así?” ¿Cuál es la imagen de Dios que hemos trasmitido los oc-cidentales a los pueblos indígenas de la pan- amazonia? El empresario maderero o petrolero, el hacenda-do o el agroindustrial que depreda una determinada región amazónica y explota a los pueblos tradiciona-les que viven en ella, son los “pa-trones buenitos” que construyen la capilla, compran el santo, le pone velas, son los primeros que le rezan y, como anfitriones de la fiesta pa-tronal, donan una vaca y unas cajas de cerveza para que todos puedan comer y beber... Y, algunas veces, el cura bendice todo esto...

Es por esto que Maika, mujer guerrera Ticuna, en un encuentro comentó: “Ustedes dicen que noso-

tros no somos ni civilizados ni cris-tianos, pero si eso es ser civilizado y cristiano, nosotros no lo queremos ser”. La pregunta se repite: ¿Cuál es la imagen de Dios que transmi-timos a los pueblos de la amazonia con nuestro estilo de vida y misión, con nuestro compromiso?

En Aparecida nuestros pastores cuestionan y denuncian proféti-camente toda esta situación: “Con mucha frecuencia, se subordina la preservación de la naturaleza al de-sarrollo económico, con daños a la biodiversidad, con el agotamiento de las reservas de agua y de otros recursos naturales, con la contami-nación del aire y el cambio climáti-co” (DA 66). “En las decisiones so-bre las riquezas de la biodiversidad y de la naturaleza las poblaciones tradicionales han sido práctica-mente excluidas. La naturaleza fue y continúa siendo agredida. La tie-rra fue depredada. Las aguas están siendo tratadas como si fuesen una mercancía negociable por las em-presas, además de haber sido trans-formadas en un bien disputado por las grandes potencias” (DA 84).

Nuestro modelo occidental de desarrollo ha subordinado lo polí-tico a lo económico. La búsqueda del bien común a la ambición de ganancia y lucro de unos pocos. Es mentira afirmar que los países del sur llegaran un día a los mismos ni-veles de vida y consumo de los paí-ses del norte. Los niveles de bien-estar económico de los países del norte no son universalizables para toda la humanidad, y mucho me-nos para mañana, para las futuras generaciones. El planeta no soporta tanta explotación- depredación. En vez de proponer un consumismo universalizable (falso e imposible), hay que proponer una “austeridad universalizable”, como proyecto de vida para todos y para que las generaciones futuras también pue-dan disfrutar de esta tierra. Esa es la propuesta del “Buen Vivir”, de los proyectos políticos de vida milena-rios de los pueblos indígenas del continente.

Desde hace doce años el Equipo Itinerante trata de aprender junto a los pueblos amazónicos (indígenas, ribereños, campesinos, pobladores de las periferias urbanas, etc.). Muchas veces, escuchamos a nuestros

Nuestra misión profética en la pan-Amazonia

El dinero se ha convertido en el dios al que hay que inmolar toda la creación. Los indígenas Yagua, por citar un ejemplo, fueron tras-ladados a finales del s. XIX de la amazonia colombiana a la peruana para trabajar como “esclavos” en el caucho, después en el oro, las pieles, etc. Y hoy continúan sien-do explotados por las empresas madereras: “La historia se repite, las grandes empresas y algunos se enriquecen y, nosotros, cada día más pobres y enfermos...¿Acaso se

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a cazar con otros cazadores de la al-dea. Lo único que encontraron fue una mamá venado con su cría. La tuvieron que sacrificar porque era tarde y tenían que traer algo para comer. Si hubieran encontrado algún otro animal, no habrían sa-crificado a la mamá venado. Pero también trajeron a su cría. No la abandonaron. Porque igual que la mamá venado se sacrificó para alimentar a mis hijitos, yo tengo que alimentar a su hijito para que mañana, mis hijitos y sus hijitos continúen ayudándose”. Totorixiu Yanomami vino a la ciudad de Ma-naus para un encuentro. Quedó impresionado por la magnitud de aquella aldea de napë (blanco), Ma-naus (dos millones de habitantes), donde habían arrasado toda la ve-getación. Pero mucho más perplejo quedó cuando escuchaba quejarse a los blancos del calor que sentían en la gran ciudad. Brevemente co-mentó: “Napë no entiende. Para

construir su aldea derrumba todos los árboles. Y luego se queja de ca-lor... Nosotros los Yanomami cons-truimos nuestra Xapona (aldea) en medio de los árboles. Tiramos solamente los árboles necesarios... Nosotros los cuidamos y ellos nos cuidan del calor.”

Aparecida da una línea de ac-ción general fundamental: “Crear conciencia en las Américas sobre la importancia de la amazonia para toda la humanidad”. Y no solo en las Américas, sino en todo el mun-do hay que crear conciencia de la importancia de la amazonia para el equilibrio sistémico del planeta. Por otro lado, consecuentemente y corresponsablemente con esta visión, nuestros pastores nos invi-tan a “apoyar, con los recursos hu-manos y financieros necesarios, a la iglesia que vive en la amazonia, para que siga proclamando el evan-gelio de la vida...” (DA 475).

La amazonia es importante para toda la humanidad y el planeta, por eso, todos tenemos que unir esfuer-zos en esta causa común. Necesita-mos asumir una perspectiva más sistémica en nuestra vida y misión: una visión más global que oriente nuestra acción más local; una ac-ción local que ayude a enfrentar los grandes desafíos globales. Una misión más “glo-cal” (articulación global-local). Ello exige que apren-damos y desarrollemos un pensa-miento más simbólico y holístico, una lógica más circular y conec-tada, menos lineal, más femenina e integral, como la que tienen los pueblos tradicionales de la amazo-nia y los pueblos orientales. Como vida religiosa, como misioneros-as lai-cos-as y como comunidades cristianas insertas en la pan-amazonia estamos llamadas a ser signo y señal del Reino, luz y fermento (cf. Mt 5,14; 13,33), grano de mostaza (cf. Mc 4,31), se-millas de vida del Dios de la Vida Abundante (cf. Jn 10,10). No nos toca sustituir a los Estados (en mate-ria de educación, salud, etc.), aunque muchas veces prestamos esa función subsidiaria. Somos llamados a ser pro-fetas y profetizas que anuncian al Dios de la Vida y denuncian a los ídolos de muerte, aunque nos cueste la vida.

hermanos indígenas decirnos: “Queremos ofrecerles nuestra sa-biduría, nuestra palabra antigua... Pero parece que ustedes los blan-cos no escuchan o no entienden...”. Desde nuestra lógica occidental, li-neal y fragmentada, nos cuesta mu-cho entender su palabra. Es impor-tante saber “atravesar la frontera” y cambiar de “espacio-temporali-dad”, para poder encontrarnos con nuestros hermanos indígenas y en-tender su palabra, escucharles aten-tamente para reaprender a “pensar con el corazón”, que tiene razones que la razón desconoce.

Muchas veces encontramos en distintas aldeas mujeres indígenas que, además de amamantar a su bebé, daban de mamar también a una cría de mono, o de ciervo, o de jabalí... Una señora Kokama, que amamantaba a una cría de venado, con paciencia y cariño nos ofreció su palabra sabia para que entendié-ramos: “Mi marido salió temprano dm

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P. Antonio Bonanomi T. imc.

LA OPCIóN POR EL CUIDADO DE LA AMAZONÍA

En víspera de la V Asamblea general de los Obispos de América Latina y el Cari-be, en Aparecida-Brasil, el

teólogo Leonardo Boff quiso dar su aporte a la agenda de la Confe-rencia, lanzando un grito de alar-ma sobre el problema del calenta-miento global, como consecuencia del modo de producción y consu-mo humano.

Por eso escribía: “Este hecho representa un desafío para toda la humanidad y no dejará de afectar también a la Iglesia universal y continental, y es de tal gravedad que debería cambiarla agenda de los Obispos en Aparecida. El nue-vo punto central de la agenda de-berá ser en qué medida la Iglesia católica, en unión con todas las demás Iglesias, con el capital espi-ritual que poseen, puedan ayudar a la Tierra a ser benevolente con toda la vida, y en qué medida pue-den garantizar un futuro común para toda la Humanidad”.

Y añadía: “Los Obispos, en tan-to pastores, deben tomar concien-cia de esta nueva responsabilidad que deberán asumir de concienciar a los fieles y reeducarlos para la nueva situación de la humanidad.

Estarán presentes Obispos de toda la Amazonía que cubre par-te de nueve Países latinoamerica-nos. Sabemos que estos bosques unidos son el factor principal de equilibrio de todo el sistema cli-mático de la Tierra, del régimen de los vientos y de las lluvias.

La Iglesia, heredera de la pala-bra de Jesús: “Vine a traer la vida y vida en abundancia”, debe an-ticiparse asumiendo acciones res-ponsables. La Iglesia tiene la voca-ción de ser la guardiana de la vida y salvaguardia de todo el rebaño. Aparecida no podrá quedar por debajo de este desafío, so pena de no cumplir con su misión sagrada. Y eso será exigido por toda la hu-manidad”

De hecho, la Conferencia puso en su agenda el “tema amazóni-co”, en el contexto del tema del “cuidado de la creación”, también como respuesta al gravísimo pro-blema del calentamiento global que amenaza la vida del Planeta y de la Humanidad La opción por el “cuidado de la creación”, y por eso por el cuidado de la Amazonía, es ciertamente una de las gran-des novedades del documento de Aparecida.

EL CUIDADO DE LA CREACIóN O LA AMAZONIAEN EL DOCUMENTO DE APARECIDA

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Bio-diversidad y socio-diversidad

El documento de Aparecida em-pieza la reflexión sobre este tema, anotando que:” América latina es el Continente que posee una de las mayores biodiversidades del pla-neta y una rica socio-diversidad, representada por sus pueblos y cul-turas. Éstos poseen un gran acer-vo de conocimientos tradicionales sobre el valor medicinal sobre la utilización sostenible de los recur-sos naturales, así como sobre la uti-lización sostenible de los recursos naturales, así como sobre el valor medicinal de plantas y de otros or-ganismos vivos, muchos de los cua-les forman la base de su economía” (n.83).

Apropiación, exclusión, agresión

Apropiación, exclusión, agresión Pero inmediatamente después el Documento anota que: “Tales cono-cimientos son actualmente objeto de apropiación intelectual ilícita, sien-do patentados por industrias farma-céuticas, generando vulnerabilidad de los agricultores y sus familias que dependen de estos recursos para su supervivencia” (n.83).

Y añade: “En las decisiones so-bre las riquezas de la biodiversidad y de la naturaleza, las poblaciones tradicionales han sido prácticamen-te excluidas. La naturaleza ha sido y continúa siendo agredida. La tie-rra fue depredada. Las aguas están siendo tratadas como si fueran una mercancía negociable por las em-presas, además de haber sido trans-formadas en un bien disputado por las grandes potencias. Un ejemplo muy importante en esta situación es la Amazonia. (n.84)

Una realidad de vida y un proyecto de muerte{

ANÁLISIS DE LA REALIDAD DE LA AMAZONÍA

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Dimensión misionera de la amazonia

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EspecialDevastación ambiental y amenaza a la dignidad humana

Recuerda que: “En su discurso a los jóvenes, en el Estadio de Pa-caembú, en San Pablo, el Papa Be-nedicto XVI llamó la atención so-bre la “devastación ambiental de la Amazonía y las amenazas a la digni-dad humana de sus pueblos”(n.85)

Finalmente observa que: “La cre-ciente agresión al medio-ambiente puede servir de pretexto para pro-puestas de internacionalización de la Amazonía, que sólo sirven a los intereses económicos de las corpo-raciones transnacionales. La socie-dad panamazónica es pluriétnica, pluricultural y plurirreligiosa. En ella se está intensificando, cada vez más, la disputa para la ocupación del territorio. Las poblaciones tra-dicionales de la región quieren que sus territorios sean reconocidos y legalizados” (n.86).

Responsabilidad del modelo económico

En su análisis de la realidad de América Latina y del Caribe, y es-pecialmente de la

Amazonía, el documento escri-be: “La riqueza natural de Améri-ca Latina y del Caribe experimenta hoy una explotación irracional que va dejando una estela de dilapida-ción, e incluso de muerte, por toda nuestra región. En todo este proce-so, tiene una enorme responsabili-dad el actual modelo económico, que privilegia el desmedido afán por la riqueza, por encima de la vida de las personas y los pueblos y del respeto racional de la natura-leza.

La devastación de nuestros bos-ques y de la biodiversidad, median-te una actitud depredadora y egoís-ta, involucra la responsabilidad moral de quienes la promueven, porque pone en peligro la vida de millones de personas y en especial el hábitat de los campesinos e in-dígenas, quienes son expulsados hacia las tierras de ladera y a las grandes ciudades para vivir hacina-

dos en los cinturones de miseria. Nuestra región tiene necesidad de progresar en su desarrollo agroin-dustrial para valorar las riquezas de sus tierras y sus capacidades humanas al servicio del bien co-mún, pero no podemos dejar de mencionar los problemas que causa una industrialización sal-vaje y descontrolada de nuestras ciudades y del campo, que va contaminando el ambiente con toda clase de desechos orgánicos y químicos.

Lo mismo hay que alertar res-pecto a las industrias extractivas de recursos que, cuando no pro-ceden a controlar y contrarrestar sus efectos dañinos sobre el am-biente circundante, producen la eliminación de bosques, la con-taminación del agua, y convierten las zonas explotadas en inmensos desiertos” (n.473)

Amazonía es una realidad llena de vida, por sus riquezas natura-les y por la riqueza de pueblos y culturas. Pero esta vida está ame-nazada por el proyecto de muer-te, que se expresa en el modelo de desarrollo implementado por las corporaciones transnaciona-les con su actitud depredadora y egoísta, muchas veces con el acuerdo, implícito o explicito, de los gobiernos nacionales. El pre-valecer de la vida o de la muerte en Amazonía significa el prevale-cer de la vida o de la muerte para el entero Planeta y para toda la Humanidad.

{El proyecto de Dios sobre la creación

REFLEXION BIBLICO - TEOLÓGICA SOBRE LA REALIDAD DE LA AMAZONIA

Después de haber presentado la realidad de la Amazonía, con sus riquezas naturales y humanas y con todos los problemas que la amenazan, el documento de Apa-recida presenta una reflexión bí-blico-teológica sobre esta realidad bajo el título: “La Buena Nueva del destino universal de los bienes y la ecología”

Creación de Dios

“Con los pueblos originarios de América, alabamos al Señor que creó el universo como espacio para la vida y la convivencia de to-dos sus hijos e hijas, y nos lo dejó como signo de su bondad y de su belleza. También la creación es manifestación del amor providen-te de Dios; nos ha sido entregada para que la cuidemos y la trans-formemos en fuente de vida digna para todos.

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EspecialCasa común

Aunque hoy se ha generali-zado una mayor valoración de la naturaleza, percibimos cla-ramente de cuántas maneras el hombre amenaza y aún destruye su “hábitat”. “Nuestra hermana la madre tierra” (como la llama-ba san Francisco) es nuestra casa común y el lugar de la alianza de Dios con los seres humanos y con toda la creación.

Desatender las mutuas rela-ciones y el equilibrio que Dios mismo estableció entre las rea-lidades creadas es una ofensa al Creador, un atentado contra la biodiversidad y, en definitiva, contra la vida.

El discípulo misionero, a quien Dios le encargó la crea-ción, debe contemplarla, cui-darla y utilizarla, respetando siempre el orden que le dio el Creador” (n.125).

Ecología humana abierta a la trascendencia Añade el documento

“La mejor forma de respetar la naturaleza es promover una ecología humana abierta a la trascendencia que respetando la persona y la familia, los am-bientes y las ciudades, sigue la indicación paulina de recapitu-lar todas las cosas en Cristo y de alabar con Él al Padre (cf. 1Cor.3 21-23).

Desarrollo solidario y sostenible

El Señor ha entregado el mun-do para todos, para los de las ge-neraciones presentes y futuras. El destino universal de los bie-nes exige la solidaridad con las generaciones presentes y futuras, Ya que los recursos son cada vez más limitados, su uso debe estar regulado según un principio de justicia distributiva respetando el desarrollo sostenible” (n.126).

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EspecialORIENTACIONES PASTORALES “SOBRE EL CUIDADO DE LA CREACIóN”

Antes de presentar unas orien-taciones pastorales “sobre el cuida-do de la creación”, el documento de Aparecida, como fundamento y justificación de las mismas, re-propone unas reflexiones bíblico-teológicas y unas problemáticas. “Como discípulos de Jesús, nos sentimos invitados a dar gracias por el don de la creación, reflejo de la sabiduría y belleza del Logos Creador.

En el designio maravilloso de Dios, el hombre y la mujer están llamados a vivir en comunión con Él, en comunión entre ellos y con toda la creación. El Dios de la vida encomendó al ser humano su obra creadora para que la “cultivara y cuidara” (Gn. 2,15). Jesús cono-cía bien la preocupación del Padre por las criaturas que Él alimenta (cf. Lc.12,24) y embellece (cf.Lc.12,27). Y. mientras andaba por los caminos de su tierra , no sólo se detenía a con-templar la hermosura de la naturaleza, sino que invitaba a sus discípulos a reconocer el mensaje escondido en las co-sas (cf. Lc.12,24-27; Jn,4,35).

Las criaturas del Padre le dan gloria “con su sola existencia”, y, por eso, el ser humano, debe hacer uso de ellas con cui-dado y delica-deza”. (n.470) Mirando la realidad de América Lati-na y el Caribe,

de vida, en perjuicio de naciones enteras y de la misma humanidad.

La generaciones que nos suce-dan tienen derecho a recibir un mundo habitable y no un planeta con aire contaminado. Felizmente, en algunas escuelas católicas, se ha comenzado a introducir entre las disciplinas una educación a la res-ponsabilidad ecológica”. (n.472)

Y añade: “La Iglesia agradece a todos los que se ocupan de la defensa de la vida y del ambiente. Hay que darle particular impor-tancia a la más grave destrucción en curso de la ecología humana.

“La Iglesia está cercana a los campesinos que con amor gene-roso trabajan duramente la tierra pasa sacar, a veces con condicio-nes sumamente difíciles, el sus-

tento por sus familias y apor-tar a todos los frutos de la

tierra. Valora especialmente

a los indígenas por su respeto a la naturaleza y el amor a la madre tierra como fuente

de alimento, casa común y altar del compartir huma-no”.(n.472)

Frente a la realidad de Amé-

rica Latina y el Caribe, y especial-

mente de la Amazo-nía, y a la luz del pro-

yecto de Dios sobre la realidad, el documento de Aparecida ofre-ce “algunas pro-puestas y orien-taciones”:

el documento observa que: “En América Latina y el Caribe, se está tomando conciencia de la naturale-za como una herencia gratuita que recibimos para proteger, como un espacio precioso de la convivencia humana y como responsabilidad cuidadosa del señorío del hombre para bien de todos, Esta herencia se manifiesta muchas veces frágil e indefensa antes los poderes econó-micos y tecnológicos.

Por eso, como profetas de la vida, queremos insistir que en las intervenciones sobre los recursos naturales no predominen los inte-reses de grupos económicos que arrasan irracionalmente las fuentes

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Dimensión misionera de la amazonia

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EspecialEvangelizar a nuestros pue-blos para descubrir el don de la creación, sabiéndola

contemplar y cuidar como casa de todos los seres vivos y matriz de la vida del planeta, a fin de ejercitar responsablemente el señorío hu-mano sobre la tierra y los recursos, para que pueda rendir todos los frutos en su destinación universal, educando para un estilo de vida de sobriedad y austeridad solidarias.

Profundizar la presencia pastoral en las poblaciones más frágiles y amenazada

por el desarrollo depredatorio, y apoyarlas en sus esfuerzos para lo-grar una equitativa distribución de la tierra, del agua y de los espacios urbanos.

Buscar un modelo de de-sarrollo alternativo (recor-dando las palabras de Pablo

VI en la Populorim progressio: “(El verdadero desarrollo) es el paso, para todos y para cada uno, de unas condiciones de vida menos huma-nas a condiciones más humanas”), integral y solidario, basado en una ética que incluya la responsabilidad por una auténtica ecología natural y humana, que se fundamenta en el Evangelio de la justicia, de la soli-daridad y el destino universal de los bienes, y que supere la lógica utilita-rista e individualista, que no somete a criterios éticos los poderes econó-micos y tecnológicos. Por lo tanto, alentar a nuestros campesinos a que se organicen de tal manera que pue-dan lograr su justo reclamo.

Empeñar nuestros esfuerzos en la promulgación de po-líticas públicas y participa-

ciones ciudadanas que garanticen la protección, conservación y res-tauración de la naturaleza

Determinar medidas de monitoreo y control social sobre la aplicación en los Países de los estándares ambientales interna-cionales” (n.474)

Finalmente el documento de Aparecida ofrece unas orientaciones pastorales específicas para Amazonía: “Crear conciencia en las Amé-ricas sobre la importancia de la Amazonía para toda la humanidad. Establecer, entre las iglesias locales de diversos países suramericanos, que están en la cuenca amazónica, una pastoral de conjunto con prio-ridades diferenciadas para crear un modelo de desarrollo que privilegie a los pobres y sirva al bien común.

Apoyar, con los recursos humanos y financieros necesarios, a la iglesia que vive en la Amazonía para que siga proclamando el evange-lio de la vida y desarrolle su trabajo pastoral en la formación de laicos y sacerdotes a través de seminarios, cursos, intercambios visitas a las comunidades y material educativo” (n.475)

CONCLUSIóNLa opción por el “cuidado de la creación”, y específicamente por el cui-

dado de la Amazonía, que el documento de Aparecida nos propone, es para toda la Iglesia, pero especialmente para todos los Misioneros y Misioneras, que han asumido la responsabilidad de prestar su servicio misionero de presencia y acompañamiento a los pueblos, indígenas y a los colonos, que viven en tierra amazónica. El cuidado de la creación es una dimensión esencial de la vocación-misión fundamental, que nos llama a ser y a actuar como

- Hijos de Dios- Hermanos de los demás hombres- Cuidanderos de la creación

Lastimosamente por demasiado tiempo nos hemos olvidado, como cris-tianos y como misioneros, de esta dimensión de nuestra vocación-misión fundamental, y ahora vemos las tristes consecuencias de este olvido.

C)

B)

A)

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E)

dm

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dimensión misionera | 22 | marZo DE 2012

MISIONEROS DE LA CONSOLATA, PARTICIPANDO EN LA MISIóN UNIvERSAL DE LA IgLESIA EN COLOMBIA

Vicariato Apostólico de Puerto Leguizamo – Solano (Creado el 21 de febrero de 2013): Primer Vicario Apostólico Mons. Joaquín Emilio Pinzón Güiza

Vicariato Apostólico de San Vicente – Puerto Leguizamo (Creado el 9 de diciembre de 1985): obispos: Mons. Luis Augusto Castro Quiroga (1986-1998)Mons. Francisco Javier Múnera Correa (desde 1999 hasta hoy)

Diócesis de Florencia (Creado el 9 de diciembre de 1985) obispos: Mons. José Luis Serna Alzate (1985-1989)

Vicariato Apostólico de Florencia (Creado el 8 de febrero de 1951) obispos: Mons. Antonio María Torasso Albino (1952-1960), Mons. Angel Cuniberti (1961-1978), Mons. José Luis Serna Alzate (1979-1989).

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Especial

marZo DE 2012 | 23 | dimensión misionera

La amazonia representa el 43% de América del Sur. El río Amazonas tiene más de 1.100 afluentes principales y una infinidad de arroyos con los que teje la red fluvial más extensa del mundo con más de 25 mil Km navegables. La región amazónica concentra el 20% del agua dulce no congelada del planeta. Es un gigantesco archipiélago de ecosistemas riquísimo en biodiversidad. En la amazonia se encuentra hoy el 34% de los bosques primarios del planeta que albergan entre el 30% y 50% de la fauna y flora del mundo. Se estima que la Amazonia almacena entre 80.000 y 120.000 millones de toneladas de carbono. Este enorme jardín amazónico es fundamental para el equilibrio climático y sistémico del planeta, y consecuentemente, para el futuro de la humanidad.

Nuevo vicariato Apostólico Puerto Leguizamo – SolanoLa continuidad de una misión en la Amazonía colombiana

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dimensión misionera | 24 | mayo - Junio DE 2013

EspecialEspecial

Pastores de una Iglesia amazónica

Nació en Mondovì, Italia, 6 de febrero de 1921 - 26 de junio de 2012). Prelado italiano de la Iglesia Católica Romana. Fue ordenado sacerdote el 29 de junio de 1944, como miembro de la orden religiosa de los Misioneros de la Consolata. El 18 de abril de 1961 fue nombrado Vicario Apostólico de la Diócesis de Florencia, en donde tuvo a su cargo la administración de la educa-ción hasta 1976. Creó el Centro Indigenis-ta de Florencia y programas de educación. Fundó el Seminario Menor San José, el Centro Piloto de Educación Especial y el

Monasterio Divino Redentor, en-tre otras obras en Florencia, capi-tal del departamento colombiano de Caquetá. En la misma fecha

de su nombramiento como Vica-rio Apostólico, fue designado obis-

po titular de Arsinoe di Cipro, y más adelante, el 21 de mayo de ese mismo

año, fue consagrado como obispo. El 15 de noviembre de 1978, a la edad de 57 años, renunció a su calidad de Obispo de Florencia.

Falleció el 26 de junio de 2012 en Italia.

MONSEñOR ÁNgEL CUNIBERTIANTONIO MARÍA TORASSO ALBINO

Nació el 16 de diciembre de 1914 en Ve-rolengo, Turín, al noroeste de Italia. En 1927 ingresó al Seminario Menor de los Misioneros de la Consolata de Turín. En 1931 terminó sus estudios de filosofía y cayó enfermo. De inmediato, Por decisión de la Santa Sede, fue aceptada la solicitud de dividir el Vicariato del Caquetá, que en aquel tiempo comprendía los departamentos de Putumayo, Caquetá y Ama-zonas, dando origen al Vicariato Apostólico de Florencia, que comprendía el Caquetá y

parte de Putumayo. En 1952 fue nombra-do oficialmente como el primer Obispo del nuevo Vicariato de Florencia. Entre sus obras están: El edificio de Bachille-

rato Masculino, conocido después como Colegio La Salle. Fundó la Escuela Nor-

mal para Señoritas. En honor a su me-moria y a sus obras, existe el barrio

Torasso, ubicado al norte de la ciudad de Florencia. Enfermó de leucemia, padecimiento que lo debilitó y llevó a la tumba el 22 de octubre de 1960 en Bogotá.

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mayo - Junio DE 2013 | 25 | dimensión misionera

Nacido el 17 de febrero de 1936 en Aran-zazu, Caldas. Fue ordenado sacerdote el 23 de diciembre de 1961, siendo el primer colom-biano ordenado como miembro de la orden religiosa de los Misioneros de la Consolata. El 15 de noviembre de 1978 fue nombrado Vicario Apostólico de Florencia (Caquetá) y obispo titular de Cartenna. El 7 de diciembre de ese mismo año fue consagrado como obis-po. El 9 de diciembre de 1985 el Vicariato de Florencia se convirtió en Diócesis y José Luis Serna Alzate se convirtió en su obis- p o diocesano, en donde dio impul-so a nuevas parroquias y c r e ó la Emisora Armonías d e l Caquetá. Posteriormen- t e ejerció como el pri- m e r Obispo de la Diócesis de L í -bano-Honda desde el 8 de julio de 1989 hasta el 12 de ju-lio de 2002, cuando le fue aceptada su renuncia por motivos de salud.

MONSEñOR JOSé LUIS SERNA ALZATE

Nació en Copacabana (Medellín), el 21 de octubre de 1956.Después de ingre-sar en el Seminario Mayor de los Misio-neros de la Consolata, cursó el ciclo filo-sófico en el Seminario Arquidiocesano y los estudios teológicos en la Universidad Pontificia Javeriana de Bogotá. Rector del Seminario Internacional Instituto Misio-nes Consolata en Bogotá• desde 1993 y,

simultáneamente, desde junio de 1996 hasta 1998, el oficio de Vice-Superior Regional del IMC en Colombia. El 7 de diciembre de 1998 el Papa Juan Pablo II lo nombró Obispo titular de Ac-que Nouve di Numidia y Vica-rio Apostólico de San Vicente de Puerto Leguízamo, recibió su ordenación episcopal el 11 de

febrero de 1999.

MONSEñOR FRANCISCO JAvIERMúNERA CORREA

(Santander), Diócesis de Vélez, Colombia. Después de la escuela primaria y secundaria en su ciudad natal, se unió a las Misiones Conso-lata, realizando sus estudios de filosofía en el Centro Pastoral de la Filosofía (CEPAF) a Bogo-tá (1987-1989). En 1990, completó su novicia-do en Bucaramanga. De 1991 a 1994 fue envia-do a la Teología Internacional de los Misioneros de la Consolata en Madrid, donde estudió teo-logía en la Universidad Pontificia de Comillas, de 1994 a 1996 vivió en Mozambique para una experiencia misionera, des-de 1996 a 1999, obtuvo su Licenciatura en Sagrada Escritura en el Pontificio Instituto Bíblico de Roma. Misionero en Puerto Le-guizamo y vicario de Nuestra Señora del Car-men (2001-2003), 2003-2005: Director Regional del Instituto en Colombia – Ecuador, 2013- Obispo del Vicariato de Puerto Leguiza-mo, Putumayo

MONSEñOR JOAQUÍN HUMBERTO PINZóN güIZA

Nació en Bogotá, el 8 de abril de 1942. Hizo el noviciado en Bedizzole (Italia) y Teología en la Universidad Urbaniana en Italia. Obtuvo el doctorado en Teología en la Universidad Javeriana de Bogotá. El 17 de octubre de 1986 fue nombrado Obispo titular de Acque Flavie y Vicario Apostó-lico de San Vicente – Puerto Leguízamo y fue consagrado el 29 de noviembre de 1986.El 14 de marzo de 1998 fue nom-

brado Arzobispo de Tunja. De julio de 2002 a julio de 2005 es Vicepresidente de la Confe-rencia Episcopal de Colombia. A partir de julio de 2005 es el

Presidente de la Comisión de Conciliación Nacional. El

5 de julio de 2005 fue elegido Presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia.

MONSEñOR LUIS AUgUSTO CASTRO QUIROgA

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Especial

dimensión misionera | 26 | mayo - Junio DE 2013

EspecialEl vICARIATO APOSTóLICO DE SAN vICENTE – PUERTO LEgUÍZAMO

El Vicariato Apostólico de San Vicente – Puerto Leguízamo fue creado el 9 de diciembre de 1985 junto con la diócesis de Florencia, a partir de la división del anterior Vicariato Apostólico de Florencia; tiene una extensión de 95.000 kilómetros cuadrados y una población aproximada de 150 mil habitantes, entre ellos, unos 120 mil católicos. Para la atención pastoral está configurado en tres zonas pastorales y cuenta en la actualidad con 17 parroquias.

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Especial

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Especial

Page 28: Revista Dimensión Misionera

EspecialEspecial

Religiosos y religiosas

También es significativa la presencia de la vida religiosa masculina y femenina en nuestra jurisdicción. Además de las congregaciones religiosas con presbíteros, antes mencionadas, tenemos:

• Los hermanos de la Salle (Colegio Dante Alighieri de San Vicente)• Las hermanas de la Presentación (Provincia de Bogotá) apoyo al colegio

José María Hernández, de Puerto Leguízamo• Las hermanas de la Presentación- provincia de Santafé - en San Vicente• Las hermanitas de la Anunciación (Finca del Niño, de San Vicente)• Las hermanas de la Paz (Aldea Juvenil EMAUS, de Remolino del Ca-

guán)• La fraternidad de la Divina Providencia (En San Vicente del Caguán)• Las Misioneras de la Consolata (En San Vicente y la Tagua (Putumayo)• Las religiosas del Sagrado Corazón de Jesús (Cartagena del Chairá, apo-

yo a la Corporación laical MUMIDAVI)

El Voluntariado laico misionero. Una importante contribución en la tarea misionera han tenido los laicos misioneros voluntarios a lo largo de estos 22 años. En la actualidad se cuenta con la presencia de:

• 3 enviados por las Obras Misionales Pontificias• 2 vinculados con el Vicariato• 1 laica misionera apoyando la corporación “Mujer Misterio de Amor

que da Vida a la Vida” (MUMIDAVI) con sede en Cartagena del Chairá.

Especial

Presencia de evangelizadores

Sacerdotes: Se cuenta en la actualidad con el apoyo de 32 sacerdotes, diocesanos y religiosos, distribuidos de la siguiente manera:

• Del Clero propio, 3 sacerdotes (Son nueve los incardinados, de ellos, 5 en servicio pastoral en otras diócesis y uno estudiando en Roma). Tie-nen a su cargo una parroquia y delegaciones pastorales.

• De la colaboración de Iglesias hermanas (Girardota, Garzón, Florencia y La Dorada – Guaduas ) 6 sacerdotes apoyando 5 parroquias

• De los misioneros de la Consolata, 15 sacerdotes, colaborando en 8 parroquias y en dos delegaciones pastorales.

• De los misioneros vicentinos, 4 sacerdotes orientando el Seminario Juan Pablo II, una parroquia y una delegación pastoral.

• De los misioneros Eudistas, dos sacerdotes atendiendo dos parroquias, una en Puerto Leguízamo y otra en Puerto Ospina.

• De los Salesianos, 2 sacerdotes en la orientación de la Ciudadela Juve-nil Amazónica Don Bosco, de San Vicente. Se cuenta, además, con un diácono incardinado, 8 seminaristas del mayor en el Seminario Inter-misional San Luis Beltrán y 6 candidatos en el Seminario propedéutico Juan Pablo II de San Vicente.

dimensión misionera | 28 | mayo - Junio DE 2013

Page 29: Revista Dimensión Misionera

EspecialEspecialObras al servicio de la evangelización, la educación y la promociónA lo largo de su desarrollo el Vicariato ha configurado diversas obras

para atender a la evangelización y la educación. Entre ellas sobresalen:

• El Seminario propedéutico Juan Pablo II, de San Vicente• La Aldea de los Animadores, para la formación de los laicos, en San

Vicente• El Colegio Dante Alighieri, de San Vicente del Caguán• El Colegio José María Hernández, de Puerto Leguízamo• La Ciudadela Juvenil Amazónica Don Bosco, de San Vicente del Caguán• La Finca del Niño, de San Vicente del Caguán• La Aldea Juvenil EMAUS, de Remolino del Caguán• El Instituto Francisco de Asís, para la educación rural, con sede en San

Vicente y en la actualidad al servicio de todo el Caquetá y que sigue la modalidad tutorial del Servicio Educativo Rural (SER) de la Universidad Católica de Oriente, de Rionegro (Antioquia).

Otros programas de educación formal e informal y de desarrollo de las comunidades y grupos son llevados a cabo por la Corporación para la educación y la calidad Amazónica de Vida ( CRESCAVI) y en el campo social ha sido muy importante la contribución de la Pastoral Social y la Fundación CIFISAM (Centro de Investigación, Formación e Información al Servicio Amazónico), actualmente en re-estructuración, desde las cuales se han fortalecido experiencias y programas alternativos como el progra-ma GRAFAM, Granja Familiar Amazónica, el cual ha tenido un impacto importante en las comunidades rurales, indígenas y campesinas, de todo el Vicariato como alternativa a la implementación de los cultivos ilícitos.

En el campo de la comunicación el Vicariato dirige dos emisoras comu-nitarias:• “Ecos del Caguán, la Voz de la Vida”, en San Vicente del Caguán, me-

diante una corporación interinstitucional propia y• “Leguízamo Estéreo, la Voz de la Esperanza”, en Puerto Leguízamo, bajo

la dirección de la Parroquia Nuestra Señora del Carmen.

El Plan Integral de Evangelización del Vicariato (2006 -2010)

Todos estos esfuerzos, obras, proyectos y programas están enmarca-dos dentro del horizonte del Plan Integral de Evangelización del Vicariato (PIEV) 2005 – 2010 que tiene como objetivo “acompañar y comprometer a las personas y comunidades en una clara opción de fe por Cristo, en y como Iglesia, experiencia que se manifiesta en la vida y celebración de la fe, conocimiento de la Palabra, el ejercicio de su ministerialidad y el testimo-nio profético en comunidades cristianas evangelizadas y evangelizadoras”.

Todo esto indica un proceso y un itinerario a ser recorrido. De hecho, inspirados por la experiencia de los discípulos de EMAUS estamos hacien-do propios, año por año, los pasos a los que ellos fueron conducidos por Aquél extraordinario “Peregrino”:

• 2006: Acercamiento y acompañamiento a todas las personas, obras e instituciones del Vicariato: “Jesús se puso al lado de ellos para caminar con ellos...”

• 2007: El año de la Centralidad de la Palabra. “¿No ardía nuestro corazón cuando nos hablaba y explicaba las Escrituras?”

• 2008: El año de la Eucaristía: “Lo reconocieron al partir el pan...”• 2009: Iglesia reconciliada y Reconciliadora: “Se levantaron y se

fueron a Jerusalén, donde estaban los once apóstoles...”• 2010: Iglesia misionera: “Ellos dos les contaron lo que les había

pasado y cómo lo reconocieron...”

Especial

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Especial

dimensión misionera | 30 | mayo - Junio DE 2013

Especial

Cuentan que el viejo cacique de un tribu de la América india se sintió ya próximo a morir y por tanto tenía que decidir sobre quien se sus tres hijos podría sucederlo en el gobierno de la tribu, para el poder ir en paz al encuentro con sus ancestros. Mandó llamar a sus tres hijos y el les dijo: “quien de ustedes me presente realmente algo sorprendente y novedoso para la vida de nuestro pueblo, será mi sucesor en el gobierno de la tribu”. Los despidió y les dio 3 días para presentarse de nuevo con la tarea cumplida…

Todos se marcharon hacia la montaña en busca de lo que su padre deseaba y al tercer día se presentaron a la cita.

El primer hijo, lleno de orgullo pre-sento al cacique una piedra precio-sa diciendo: “Toma esta joya nunca vista, sin lugar a dudas será muy importante para el futuro de nuestro pueblo. Con ella nos haremos muy ricos”. El segundo, con aire de triun-fo, presentó su trofeo: “esta hermosa y exótica flor nos hará muy famosos y le dará enorme valor a nuestras tierras0”. El tercer hijo, con nada que mostrar en las manos, pero con la mirada luminosa exclamó: “no encontré cosa alguna que pudiera sorprenderte, pero en mi larga cami-nada subí hasta las altas cumbres de las montañas y desde allí pude divi-sar hermoso valles y extensas llanu-ras donde nuestros ganados podrán pastar”.

Después de escuchar a los tres y recibir los presentes, el viejo caci-que llamó al tercer hijo diciéndole: “Muy bien hijo, me has sorprendido con algo realmente novedoso. Nun-ca antes nadie había recorrido esas cumbres. Eres digno de conducir la tribu. Tu haz abiertos nuevos cami-nos, haz vislumbrado nuevos hori-zontes y has dado esperanza para la

vías terrestres y con interminables horas de navegación fluvial entre los centros o cabeceras y los pues-tos de misión. Una población mix-ta, integrada por pueblos indígenas ancestrales (Coreguajes y Huitotos, ubicados en el sur-Ríos Orteguaza, Caquetá y Putumayo). Y colonos de proveniencia andina (Preferen-temente del Tolima y del Huila). Atraídos en las diferente oleadas de la colonización extractiva de esta re-gión suroccidental de la amazonia colombiana que tuvo ciclos como los de la Quina, El caucho, Los ma-derables, Las Pieles, etcétera, y en los que se fueron abriendo espacios para una agricultura de subsistencia y luego el de la ganadería extensiva con consecuencias enormes como la tala indiscriminada del bosque nati-vo y la consiguiente potrerización.

Un territorio además altamente marcado por la ausencia del estado, la presencia guerrillera y el terrible fenómenos de los cultivos ilícitos, que impactó lo que Monseñor Cas-tro definió “la Narcocultura”, con sus efectos devastadores en la con-ciencia y en la mentalidad de la gen-te: El dinero fácil, abundante, rápido y a cualquier costo, aún el de la vida, con el consiguiente detrimento de los valores fundamentales y de las

Monseñor Castro: Padre y pastor de una iglesia misionera

vida y futuro de nuestro pueblo”.Es imposible no reconocer que

esa historia está entrañablemente unida a la persona y al ministerio pastoral de Monseñor. Luis Augusto Castro Quiroga, Misionero de la Vir-gen Consolata e hijo espiritual del Beato José Allamano, quien fuera llamado a ser el primer vicario Apos-tólico de esa joven Iglesia Misionera, que lo recuerda con profunda grati-tud y admiración, reconociendo en él al padre y pastor que abrió cami-nos, mostro nuevos horizontes y dio esperanza para la vida de nuestro pueblo y el futuro de esta región.

Los doce años del fructuoso mi-nisterio (1986-1998) de Monseñor Luis Augusto en esta bellas tierra, bañadas por el Caguan, el Guayas, el Orteguaza, el Caquetá y el Putu-mayo, dieron un impulso extraor-dinario a la consolidación de una iglesia particular. Dar una mirada a la rica heredad que de él tenemos, es motivo de acción de gracias al señor por todo el bien que nos ha hecho a través del valioso pastoreo de Mon-señor Luis Augusto.

La tarea de los inicios fue ardua y generosa. Inmensas caminatas, visitas a las numerosas y dispersas comunidades veredales, extendi-das en un territorio, con precarias

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Especial

mayo - Junio DE 2013 | 31 | dimensión misionera

Especialrelaciones entre las personas y las diferentes comunidades.

Pastoralmente el nuevo Vica-rio, había sido desmembrado del inmenso Vicariato de Florencia, habiéndose creado la Diócesis de Florencia y el Vicariato con dos sedes, la primera, en San Vicente del Caguan, al Norte del Caquetá y la segunda en Puerto Leguizamo (Putumayo), en fronteras con el Perú y el Ecuador. Se iniciaba con seis parroquias, siete centros con atención permanente y veintitrés centros pastorales sin asistencia permanente.

Los desafíos eran enormes. En la programación Pastoral de 1990.1991 aparecen bien descritos. En el campo de la evangelización:

1. Una Iglesia Comprometida en la formación de los laicos profe-sionales. Para ello Monseñor, pensó antes que en una casa para el Obispo, en la “aldea de los animadores” donde muy pronto pudiera tener lugar los programas de formación para los ani-madores de las comunidades, quienes deberían cumplir una triple tarea muy integral: Ser evangelizadores, promo-tores sociales y animadores culturales de la vida de sus comunidades.

2. Una Iglesia Animadora y for-madora de vocaciones. De especial consagración propia, especialmente las vocaciones a la vida sacerdotal, casi como una suplica, en su primera car-ta pastoral de Mayo cuatro de 1987, le dice a los misioneros que “sin este empeño no será posible que esta igle-sia particular crezca como debe ser”. Signo de esta empeño de parte suya es la solida sede del seminario menor de Juan Pablo II, confiado a los padres Vicentinos, hoy transformado en Se-minario o Propedéutico.

3. Una iglesia con una enorme apertura y sensibilidad misionera. Tanto en lo local como en lo universal y dispuesta ya sea para recibir como para enviar misioneros. Prueba de ese gran dinamismo misionero, en los primeros diez años de vida de esta Iglesia, habían prestado su servicio 65 laicos misioneros, varones y mujeres, jóvenes y adultos de Colombia y de otros países. Ellos enriquecieron la

Poco clero (al inicio 15 sacerdote misionero) pocos laicos compro-metidos, una enorme extensión (un Vicariato con cerca de 96000 Km2) ; comunidades débiles ( no solo humanamente sino de la fe) y un creciente avance de las sectas. En lo social: la pobreza generaliza-da de los colonos y la baja calidad de vida, el narcotráfico que destru-ye el tejido social y el individualis-mo económico que impide proce-sos comunitarios. En lo cultural: el influjo de la narco conciencia, la violencia cultural y el desarraigo cultural de los colonos y la pérdida de identidad de los indígenas.

Todo el esfuerzo pastoral y misionero de Monseñor Luis Au-gusto Castro apuntó a forjar una

Iglesia con rostro propio, esto es, una Iglesia local que pudie-ra crecer dando respuesta a es-tos desafíos y fuera configurán-dose acorde a las características culturales y espirituales propias de esta regio amazónica, de sus pueblos indígenas ancestrales, de los colonos campesinos y de la población flotante en constan-te flujo migratorio. Fue así como se fue consolidando esta Iglesia del Vicariato Apostólico de San Vicente-Puerto Leguizamo, que construye la preciosa Heredad que nos dejó Monseñor Luis Au-gusto Castro Quiroga, a la res-ponsabilidad de este servidor y e todos los demás trabajadores de la viña del Señor.

5. Una iglesia con un gran sen-tido de comunión y participación. Monseñor Luis Augusto le enfundó siempre a todos los evangelizadores de esta Iglesia, sacerdotes, religiosos, religiosas, fieles laicos y laicas un gran sentido de comunión entre sí, con el obispo y con el sentir de la iglesia particular y universal. Deseando una buena participación de todos y evi-tando concentración de tareas. In-sistía continuamente: “es mejor que muchos hagan poco y no que pocos hagan mucho”. Esta sigue siendo una consigna muy valiosa en nuestros días.

Por todo esto y todo lo que El Se-ñor sabe y nuestra gente testimonia, bendecimos al Señor y decimos con todo el corazón: Gracias Monseñor Luis Augusto por todo el bien que hemos recibido de tu persona y de tu ministerio episcopal.

Con inmenso cariño a gratitud.

vida de esta Iglesia, fueron muy bien acompañados y formados. Con ellos, se generó un gran movimiento laical dispuesto a prepararse para ir a otros territorios de la amazonia colombiana y fuera del país.

4. Un iglesia con una fuerte preocupación por la inculturación de evangelio. En las diversas realida-des culturales, especialmente en el mundo indígena. Desde los inicios fue constante la preocupación de Monseñor Luis Augusto Castro por dar respuesta a la diversidad cultural en este vicariato, ya sea generado por identidad, arraigo y pertenencia en los colonos provenientes de las distintas zonas del país, ya sea fortaleciendo a través de la pastoral indígena y de su respectivo Centro Pastoral en el sur, el acompañamiento cercano al caminar de los pueblos indígenas ancestrales, atendiendo a sus planes de vida y a sus proyectos económicos sostenibles.

Estas son sus notas Más sobresalientes.

dm

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Especial

dimensión misionera | 32 | mayo - Junio DE 2013

EspecialEspecial

Afirma que la diversidad cultural y las variadas cosmovisiones en la región de la Amazonía son fundamentales para un desarrollo integral, y que la Iglesia Católica está preparada para los desafíos de un nuevo Vicariato. Este misionero de la Consolata quiere acercar una región aislada geográficamente del centro político y económico del país, con dificultades en sus vías de acceso y comunicación.

El Nuevo Rostro de la Amazonía

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Especial

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EspecialE

l Padre Joaquín Humberto Pin-zón Güiza, nació el 3 de julio de 1969 en Berbeo, Santander, en la provincia de Vélez, hijo de

María Resurrección Güiza y Aquileo Pinzón.

La educación básica, tanto de pri-maria como secundaria, la realizó en su pueblo natal, ingresó en el Institu-to Misioneros de la Consolata y fre-cuentó los estudios de filosofía en el Centro Pastoral de Filosofía (CEPAF) en la ciudad de Bogotá (1987-1989), mientras que el noviciado lo realizó en la ciudad de Bucaramanga en 1990, emitiendo la primera profesión reli-giosa en 1991.

Enviado al Teologado Internacio-nal de los Misioneros de la Consolata en Madrid, España, realizó los estudios de teología en la Universidad Pontifi-cia de Comillas (1991-1994); luego, enviado a una experiencia misionera en Mozambique (1994-1996), obtu-vo la licencia en Sagrada Escritura en el Pontificio Instituto Bíblico de Roma (1996-1999).

Emitió su profesión perpetua en 1997 y fue ordenado sacerdote en Bo-gotá, en 1999.

En el ejercicio del ministerio ha tenido los siguientes encargos pasto-rales: vicario parroquial de Nuestra Señora del Carmen en Puerto Leguí-zamo (2001-2003); vicerrector del Seminario Internacional de los Mi-sioneros de la Consolata en Bogotá (2004); rector del Seminario Teológi-co Internacional de los Misioneros de la Consolata en Bogotá (2005-2009); profesor de Sagrada Escritura en la Fundación Universitaria San Alfonso en Bogotá (2007-2009); consejero de la Región IMC de Colombia-Ecuador (2008-2011); superior regional de los

esperanza en la recuperación de los valores fundamentales de la iglesia y que todos debemos hacer parte de él.

Monseñor Joaquín Humberto Pin-zón Güiza es el sexto Obispo Misio-nero de la Consolata en suelo colom-biano. El primero fue Mons. Antonio María Torasso, italiano de los prime-ros cinco que llegaron a Colombia en 1947 y primer Vicario Apostólico de Forencia (Caquetá) un gran pionero de la línea educativa como respuesta a la necesidad del futuro en Colombia.

A su muerte prematura le sucedió Mons. Ángel Cuniberti convencido de la necesidad de una evangelización que comprendiera claramente la pro-moción humana y la superación de profundas diferencias sociales.

Luego vinieron los cuatro Obispos nacidos en Colombia: Mons. José Luis Serna Alzate abanderado de la Paz, profundo conocedor de la gente y el territorio caqueteño, primer obispo residencial de Florencia, nombrado como alto comisionado de Paz por el expresidente Belisario Betancur.

Le siguió, en el nuevo Vicariato de San Vicente y Puerto Leguízamo Mons. Luis Augusto Castro Quiroga comprometido con la línea de supera-ción del endurecimiento de los diálo-gos de paz aún después del fracaso de los diálogos del Caguán.

Mons. Francisco Javier Múne-ra Correa lo sustituiría como Vicario Apostólico de San Vicente con la am-plísima jurisdicción que llegaba hasta la Amazonía.

Durante su servicio episcopal ma-duró el actual desmembramiento para que sea atendido mejor el territorio más al Sur y sus características amazó-nicas. El sigue como Vicario Apostóli-co de San Vicente.

Misioneros de la Consolata en Colom-bia-Ecuador (2011-hasta la fecha).

Pinzón piensa que su labor dentro del nuevo Vicariato va mas allá de dar-le solución a problemáticas, se trazará desafíos, y menciona los principales, para ir creando de a poco el derrotero de su gestión.

Es consciente de la carencia y las dificultades con respecto al tema de la salud, indica que el municipio de Puerto Leguizamo es una cabecera municipal y centro de comercio de la región, y que no se entiende como el Hospital (María Angelines) es un cen-tro médico de primer nivel.

Uno de los desafíos más importan-tes de la región es la educación de sus habitantes, Pinzón afirma que la edu-cación es necesaria a la hora de com-petir por un empleo o un oficio, y que muchas veces ni siquiera los profeso-res están completamente preparados para brindar un proceso completo a sus alumnos.

Otro reto no menos importante, es el fenómeno de las iglesias protestan-tes en la región, Pinzón afirma que di-chas sectas y su fenómeno mediático está dividiendo a la población, gene-rando dificultades en el desarrollo y la convivencia. La iglesia Católica debe estar presente, uniendo a la comuni-dad en torno a los valores del Apos-tolado.

Respecto a la reciente elección del Papa Francisco, Pinzón cree que el ejemplo de austeridad y humildad que Su Santidad ha brindado en estos primeros días, deberá ser el camino hacia el verdadero proyecto de esta iglesia: el acercamiento a Jesús de Na-zaret, a sus enseñanzas y a su infinito servicio a los más necesitados.

Dice que este pontificado genera dm

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Especial

dimensión misionera | 34 | mayo - Junio DE 2013

EspecialPuerto LeguízamoCrisol de culturas, mito indígena y realidad misionera Sumergido en la selva amazónica, fue bastión Colombiano en el conflicto con el Perú

Departamento Putumayo

Región Amazónica

Ubicación 00° 11´´´S 74° 46´´´O

Temperatura 30 °C

Altitud 177 msnm

Superficie 11.640 km2

Fundación 19 de enero de 1922

Población 9.938 hab

Densidad de población

0.94 hab/km2

Gentilicio Leguizameños

Alcalde Miguel Angel Rubio

El Municipio de Puerto Le-guízamo se encuentra situa-do al sur del Departamento del Putumayo, sur occiden-

te colombiano, en el corazón de la región amazónica, limitando con las Republicas de Ecuador y Perú. Este Municipio del país se encuen-tra a orillas del Río Putumayo, uno de los principales afluentes del Río Amazonas.

Puerto Leguízamo es el munici-pio más grande del departamento del Putumayo, ocupando el 41% del espacio, cuenta con un impor-tante número de ecosistemas de complejidad, pertenecientes a la selva húmeda tropical.

Fue creado por el Decreto Nú-mero 13 de 1958, donde se seña-la al municipio como circunscrito por los siguientes linderos “ Desde la desembocadura del río Piñu-ña Blanco en el río Putumayo en su margen izquierda aguas abajo siguiendo el límite internacional con las repúblicas de Ecuador y Perú hasta encontrar el punto de-nominado el Refugio sobre el río Putumayo, de este sitio en línea recta Sur-Norte hasta encontrar la desembocadura del río Mecaya so-bre el Caquetá; río Caquetá aguas arriba por su margen derecha hasta encontrar la desembocadura el río Orteguaza; de este sitio Línea recta hasta encontrar la desembocadu-ra del río Curilla en el Mecaya; de este sitio línea recta hasta encontrar la desembocadura del río Piñuña Blanca, punto de partida”.

Tiene una población, proyecta-da por el DNP para el año 2.000, de 30.725 habitantes correspon-diendo el 73% al área rural y el 25% al área urbana; posee una po-blación indígena de 3.782 personas

quedaron los cañoneros pequeños, posteriormente entraron el Arauca, el Riohacha y el Leticia”.

Leguízamo después del con-flicto quedó como una guarnición del ejército comandada por la sexta brigada.

En 1944 el gobierno trasladó a Leguízamo la base naval que antes funcionaba en Puerto Ospina como el segundo grupo de la armada na-cional para incrementar la coloni-zación por la navegación, aquí fun-cionaba un comando del ejército.

correspondiente al 12% de la po-blación total y que ocupa el 25.7% del territorio municipal.

Al igual que en otros lugares el nombre del pueblo es en honor a un personaje, en este caso es al hé-roe de la guerra con Perú, Candido Leguízamo, al ser él con dos com-pañeros quienes enfrentaron el ata-que sorpresivo de tropas peruanas al puerto avanzado de Puvenza (el encanto).

Hacia 1932 estalló el conflicto colombo peruano con la toma de Leticia en octubre; su origino por la indefinida situación fronteriza que permitió al ambicioso comerciante Julio C. Arana adueñarse del terri-torio para explotar caucho negro o siringa, hundiendo la región de los ríos Igaraparaná y Caraparaná en un atroz cementerio de sangre y de dolor, en donde murieron miles de indígenas de la etnia Uitoto, Mi-raña y Karijona, y otros colombia-nos blancos caucheros de la zona. Esto, sumado a que se encontraban en un territorio limítrofe en donde la presencia del estado colombiano era ninguna.

Caucaya (Leguízamo) era con Tarapacá un fuerte del Alto Putu-mayo, y allí operaba un batallón de ejército, las tropas que venían del río Caquetá se agrupaban allí para ser distribuidas en los frentes de lucha; las fortificaciones peruanas más grandes fueron: Guepí y Puer-to Arturo.

En 1934 la Sociedad de Nacio-nes y el Protocolo de Río, resolvie-ron el conflicto con el Perú.

“Salieron las tropas regulares y llegaron nuevos relevos. Se trasla-daron a Cartagena los buques ma-rítimos como el Mariscal Sucre, Pichincha, Córdoba y Mosquera,

*Bandera de Puerto Leguízamo

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Especial

mayo - Junio DE 2013 | 35 | dimensión misionera

Especial

Una arraigada tradición misionera

El territorio propuesto para la creación de la nueva jurisdicción hace parte de una región que cuen-ta con más de un siglo de presencia evangelizadora continuada inicia-da en 1896 con la acción misio-nera de los incansables misioneros capuchinos y que ha tenido en su desarrollo hitos importantes:

El primero, en 1905 con la crea-ción de la Prefectura del Caquetá, la cual abarcaba lo que hoy com-prenden los tres departamentos del

Caquetá, Putumayo y Amazonas y que en 1930 fue constituida en el Vicariato Apostólico del Caquetá.

El segundo, en 1951, cuando de este inmenso territorio se generan el Vicariato Apostólico de Floren-cia, confiado a los misioneros de la Consolata, El Vicariato Apostólico de Sibundoy y la Prefectura de Leti-cia, confiados a los Misioneros Ca-puchinos. En 1971 El Vicariato de Sibundoy es confiado a los padres Redentoristas hasta su constitución en la actual diócesis de Mocoa - Si-bundoy (Año 1999). Por su parte, la prefectura de Leticia es erigida Vicariato Apostólico en el 2001.

El tercer momento significativo lo constituye en 1985 la creación de la Diócesis de Florencia y del Vicariato Apostólico de San Vicen-te – Puerto Leguízamo.

Durante un siglo de trabajo de los misioneros y misioneras pre-sentes en la región, son evidentes los frutos de la obra evangeliza-dora, expresada sobre todo en la constitución de parroquias, en la formación de agentes de pastoral y de vocaciones propias, en la de-cidida presencia en la educación y en el desarrollo integral de las comunidades indígenas y campe-sinas.

EL NUEvO vICARIATO DE PUERTO LEgUIZAMO – SOLANO

La necesidad y la conveniencia de que el territorio que abarca los municipios de Leguízamo en el Putumayo y Solano en el Caquetá, conformen un nuevo Vicariato Apostólico con sede en Puerto Leguízamo y segunda sede en Solano, se dan en la busqueda del desarrollo de la actividad evangelizadora de toda esa inmensa región de fronteras y encuentro de tres departamentos (Caquetá, Putumayo y Amazonas) y de tres naciones (Colombia, Ecuador y Perú).

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Especial

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Especial

Acompañamiento y seguimiento pastoral

El enorme trabajo misionero adelantado por los obispos misio-neros Luis Augusto Castro Quiroga y Francisco Javier Munera Correa junto al equipo de colaboradores que los acompañaron así como el esfuerzo que se ha intentado hacer por quienes recibieron tan valio-sa herencia, ha ido consolidando un cierto grado de desarrollo en la estructura y organización eclesial expresada en un mayor número de agentes evangelizadores prove-nientes de otras comunidades reli-giosas masculinas y femeninas, en la creación, en estos últimos años, de dos nuevas parroquias en el área urbana y rural del municipio de

Leguízamo, en la consolidación del equipo de Pastoral indigenista para una atención más cualificada de las distintas comunidades indígenas, en la conformación del equipo de Pastoral Fronteriza integrado con la Diócesis de Mocoa – Sibundoy y el Vicariato Apostólico de San Miguel de Sucumbíos (Ecuador) y en el apoyo a la educación de las comunidades más apartadas a tra-vés del apoyo al convenio que la diócesis de Mocoa - Sibundoy ha establecido con la gobernación del Putumayo.

Además, la configuración del nuevo plan integral de Evangeli-zación de todo el Vicariato para el quinquenio 2005-2010, ha sido impulsor de una mayor descentra-lización con la configuración de

la Zona Pastoral Sur (conformada por cinco parroquias en los muni-cipios de Solano y de Leguízamo) con características propias, lo cual, sin lugar a dudas, le permitirá con-solidarse en un futuro inmediato como nueva jurisdicción, contando desde ya con una infraestructura suficiente para comenzar y con las bases para ulteriores desarrollos.

Todo esto demanda una atención y acompañamiento pastoral mayores, expresado en la tarea de animación, visita, coordinación y seguimiento de obras y programas formativos. De igual manera, se va planteando la necesidad de una mayor autonomía también en lo económico de esta región tan distante y tan distinta de las demás zonas pastorales del actual Vicariato.

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EspecialImpacto del nuevo Vicariato en el desarrollo de la region Puerto Leguizamo - Solano

No se puede desconocer lo que significa para el desarrollo y la promoción de pueblos y co-munidades el que la Iglesia se haga presente configurando una nueva jurisdicción y mucho más cuando esas regiones conforman las periferias y los rincones más alejados de la patria. Allí don-de históricamente el Estado no ha podido hacerse presente, la Iglesia acude con su presencia y acompañamiento a comunida-des tan dispersas y alejadas de los grandes centros de decisión política y de desarrollo socio-económico y cultural.

Las comunidades presentes en la zona, sus líderes y auto-ridades ven con inusitado opti-mismo la perspectiva de la nue-va jurisdicción porque sienten que esto les da seguridad y con-fianza para seguir construyendo su futuro como pueblos y como región por el grande aporte his-tórico que la Iglesia les ha ve-nido ofreciendo con su acción evangelizadora integral.

5) Región distante y distinta que requiere cada vez más de una aten-ción constante y un permanente seguimiento. El territorio de la actual ju-risdicción es demasiado extenso y las dinámicas sociales y pastorales están exigiendo mayor presencia y acompañamiento tanto en la zona del Caguán como en esta zona sur. Además, con realidades tan complejas y diversas no se ve fácil cómo consolidar procesos si no se definen ambas entidades con una mayor homogeneidad para poder acompañarlas a cada una gradual-mente dentro de su respectiva especificidad y originalidad.

Cabe subrayar, además, que las distancias entre San Vicente y Puerto Leguízamo son muy grandes y toda visita implica desplazarse a Florencia por tierra el día anterior y un día en yate por río para llegar a Leguízamo. Además, Son muy variadas las gestiones que se ocurren continuamente tanto con Florencia como con Mocoa, la capital del Putumayo, también muy distante de San Vicente y no siempre es fácil encontrar el tiempo ne-cesario para atender personalmente compromisos y realizar gestiones con las instituciones de los dos departamentos.

4) Es un territorio de frontera y convergencia de tres departamentos y de tres naciones con inmensas posibilidades para configurar una acción evangelizadora que integre y articule poblaciones fronterizas tanto entre los departamentos del Caquetá, Putumayo y Amazonas como entre los países hermanos de Colombia, Ecuador y Perú. Estas condiciones fronterizas, considero que tendrán un enorme impacto en la colaboración entre Igle-sias hermanas tanto al interior de nuestro país, así como para el apoyo e integración con las jurisdicciones vecinas de San Miguel de Sucumbíos (Ecuador ) y San José de Amazonas (Perú).

3) Es un territorio totalmente fluvial, atravesado por las grandes “autopistas”acuáticas que en la perspectiva de sus habitantes no separan sino que unen a sus pueblos presentes en las riveras de sus ríos abiertos para la navegación en casi todo el territorio. Esto tiene un enorme significa-do en la constitución de las distintas unidades pastorales y misioneras y en la conformación de los equipos misioneros que atienden a las comunidades presentes.

2) Es un territorio enclavado en la Amazonía sur colombiana y, por lo tanto, expuesto a todos los condicionamientos y también potencialidades de ese rico pulmón del mundo, sobre el cual existen proyectos enormes tanto de los gobiernos nacionales como de instituciones y agencias del or-den internacional. Orientar una propuesta evangelizadora que tenga más en cuenta las condiciones especiales de los pueblos y comunidades allí pre-sentes así como de la necesidad de integrar en el proyecto evangelizador la problemática ecológica recientemente recordada por el Papa Benedicto XVI y por la V Asamblea General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe es de primordial urgencia para la tarea de la Iglesia en este territorio.

1) Es un territorio con una presencia indígena significativa, lo cual constituye un desafío pastoral y misionero muy importante para la atención cualificada y especializada de parte de los evangelizadores, habida cuenta, además, de las condiciones difíciles por las que están atravesando los dis-tintos grupos indígenas de esta inmensa región;

Las condiciones especiales del territorio propuesto a nueva jurisdicción y su identidad

El territorio propuesto para ser promovido a jurisdicción eclesiástica reúne ciertas características que le dan una gran homogeneidad:

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Especial

dimensión misionera | 38 | mayo - Junio DE 2013

EspecialConfiguración territorial del nuevo Vicariato

Civilmente la nueva jurisdicción sería conformada por los te-rritorios de los municipios de Leguízamo (Putumayo), de Solano (Caquetá), del Corregimiento de Puerto Alegría (Amazonas) y una franja de 5 kilómetros de fondo partiendo de Guaquirá (punto de división entre los Departamentos del Putumayo y Amazonas) hasta Angostura (Amazonas) donde inicia el rápido conocido como Gua-ymaraya. Estas comunidades son parte, a su vez, del corregimiento de La Chorrera (Amazonas).

El territorio tendría como ejes los ríos Caquetá y Putumayo.La población del sector de Puerto Alegría, del departamento del

Amazonas se dirige preferentemente a Puerto Leguízamo, puesto que por su lejanía, se requieren varios días de navegación fluvial para llegar a la capital del Departamento, Leticia y en el interme-dio no existe ningún otro centro urbano y comercial de particular importancia. Existe, además, buen transporte fluvial entre Puerto Leguízamo y Puerto Alegría.

Las comunidades indígenas Huitoto- Murui asentadas sobre la rivera del río Caquetà, que corresponde al departamento del Ama-zonas, desde Guaquirá (límites divisorios entre los departamentos de Putumayo y Amazonas) hasta Angostura, harían también parte de la Parroquia de la Tagua (Putumayo) desde donde han venido siendo atendidas últimamente mediante acuerdo con el obispo de Leticia, dado que los chorros o raudales no facilitan la atención desde Puerto Santander (Amazonas).

Criterios pastorales que orientan la propuesta territorial

Es fundamental para la formu-lación de la presente propuesta el criterio de la sensibilidad pastoral que la orienta, en el cual la preocu-pación determinante es acompa-ñar la dinámica de la vida de la gen-te de esta región sur del Vicariato teniendo en cuenta su movilidad y su orientación para encontrar la satisfacción de sus necesidades bá-sicas, que por lo general supera los límites de las divisiones político- administrativas.

En este sentido las parroquias de Solano, Puerto Leguízamo y La Tagua, aún perteneciendo a distin-tos departamentos, se complemen-tan. Desde la Parroquia de Solano se atiende pastoralmente la pobla-ción de la orilla del río Caquetá y de los ríos Yurilla y Mecaya que pertenecen al Departamento del Putumayo; desde las Parroquias de Leguizamo y la Tagua se atiende a la población a orillas del medio río Caquetá y Putumayo que pertenece a los Departamentos del Caquetá, del Putumayo y del Amazonas.

Además, por la falta de vías ca-rreteables en la amazonía rige el principio que el río une y no divide.

VICARIATO DE PUERTO LEGUIZAMO – SOLANO

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Especial

mayo - Junio DE 2013 | 39 | dimensión misionera

EspecialEl nombre: Vicariato Apostólico de Puerto Leguízamo - Solano

La razón fundamental de su

nombre, la constituye el hecho de que los dos centros y polos de de-sarrollo de esa inmensa región son ambos claves por su ubicación en cada uno de los ríos y departamen-tos a los cuales hacen referencia: El Putumayo para Puerto Leguízamo y el Caquetá para Solano.

Además, para efecto de las rela-ciones de tipo administrativo con las gobernaciones e instituciones de ambos departamentos es muy

importante que aparezca explícito el territorio civil correspondien-te dentro del nombre de la juris-dicción eclesiástica. Esto facilita mucho más todos los trámites re-lacionados con convenios y otros asuntos de interés general para el trabajo de la Iglesia en el territorio mencionado.

De esta manera, la nueva juris-dicción tendría nombre compues-to y por lo tanto dos sedes: Puerto Leguízamo (primera sede) y Solano (segunda sede) cada una con comu-nicación y relación con las respecti-vas capitales de Mocoa y Florencia.

De Puerto Leguízamo es posible la comunicación con Mocoa ya sea

vía fluvial o aérea hasta Puerto Asís y luego por carretera (90Km hasta Mocoa). A Florencia desde Leguí-zamo se llega ya sea por vía aérea o desde la Tagua (a 22km de carre-tera desde Puerto Leguízamo) por los ríos Caquetá y Orteguaza hasta llegar a Puerto Arango (en las cer-canías de Florencia).

Solano, ubicada cerca de la des-embocadura del río Orteguaza so-bre el río Caquetá se comunica con Florencia por vía fluvial a través del río Orteguaza en un tiempo de 3 a 4 horas de yate y con Puerto Leguízamo se comunica por el río Caquetá en unas 4 horas de yate hasta La Tagua.

Zona Rural de Puerto Leguízamo

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dimensión misionera | 40 | mayo - Junio DE 2013

EspecialLímites geográficos, civiles y eclesiásticos

Civilmente, el Vicariato Apostó-lico queda limitando al oriente con los departamentos del Amazonas, Vaupes y Guaviare; al sur con el Perú y Ecuador; al occidente con los municipios de Puerto Asís y Puerto Guzmán (departamento del Putumayo) y al norte con los mu-nicipios de Cartagena del Chairá, Solita, Valparaiso, La Montañita, El Paujil (Caquetá).

En tanto que, eclesiásticamente el Vicariato Apostólico de Puerto Leguízamo – Solano queda limitan-do al oriente con el Vicariato Apos-tólico de Leticia y de Mitú, con la Diócesis de San José del Guaviare; al sur con el Vicariato Apostólico de San José del Amazonas (Perú), Vicariato Apostólico de San Miguel de Sucumbios (Ecuador); al occi-dente con la Diócesis de Mocoa – Sibundoy y la Diócesis de Floren-cia; al norte con el Vicariato de San Vicente del Caguán.

Vicariato Apostólico de Leticia y de Mitú

Diócesis de Mocoa Sibundoy

Diócesis de Florencia

Vicariato de San Vicente del Caguán.

Vicariato Apostólico de Puerto

Leguízamo – Solano

* Límites eclesiásticos

Etapas del proceso para la creación del nuevo Vicariato

La iniciativa de promover una nueva jurisdicción en el área sur del entonces Vicariato Apostólico San Vicente – Puerto Leguizamo ha tenido un itinerario que viene de tiempo atrás. Aquí se resaltan algu-nos hechos relevantes:

1. El empeño del anterior Vi-cario Apostólico, Mons. Luis Au-gusto Castro Quiroga

Durante los 11 fructíferos años de ministerio episcopal del primer Vicario Apostólico, Mons. Luis Au-gusto Castro Quiroga, fue madu-rando la idea de llevar a una nueva jurisdicción la zona sur del enorme vicariato confiado a su ministerio pastoral. Monseñor Luis Augusto procuró desde el inicio el desarro-llo de la segunda sede del Vicaria-to buscando el apoyo de nuevas fuerzas pastorales y generando una

infraestructura y organización pas-toral que permitiera una atención más particularizada a este distante y distinto territorio del Vicariato. Con su salida para la Arquidiócesis de Tunja y la llegada de este servi-dor, el proceso requirió de nuevos tiempos de maduración y consoli-dación.

2. El interés y apoyo por par-te de la Nunciatura Apostólica

Desde cuando este servidor fue llamado al ministerio pastoral en el Vicariato Apostólico de San Vicen-te - Puerto Leguízamo en diciembre de1998, ha sido constante el inte-rés y apoyo por parte de la Nun-ciatura Apostólica para que todo este territorio encuentre una debi-da y consistente atención pastoral. Han sido varios los momentos en los que el intercambio, tanto con el anterior Señor Nuncio, Mons. Paolo Romeo como con el actual, Mons. Beniamino Stella, ha girado sobre la oportunidad y convenien-cia de promover la creación de un

nuevo territorio para la zona sur del Vicariato que permita un mejor desarrollo pastoral de esta inmensa región.

De manera muy especial y cer-cana, Mons. Beniamino Stella ha acompañado y seguido este pro-ceso y siempre lo ha animado para que llegue a ser pronto una realidad para bien de nuestros fieles.

3. Conversaciones con la Congregación para la Evangeliza-ción de los Pueblos

Durante la Visita “Ad Limi-na” de Septiembre de 2004, en el intercambio personal tenido con Su Eminencia, el Señor Cardenal Crescencio Sepe, anterior Prefecto de la Congregación para la Evan-gelización de los Pueblos, tuve la oportunidad de manifestarle la in-quietud que se venía madurando al interno del Vicariato en torno a las perspectivas para una nueva ju-risdicción eclesiástica. Con mucha amabilidad, él me animó para que,

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mayo - Junio DE 2013 | 41 | dimensión misionera

Especialrecorriendo los debidos canales al interno de nuestra Conferencia Episcopal y obteniendo la aproba-ción de la misma, dicha propuesta fuera llevada al seno de la Congre-gación para su estudio y aproba-ción definitiva.

También el nuevo Prefecto de la Congregación, Su Eminencia el Cardenal Ivan Dias, en Octubre del 2006, en un encuentro personal con el Señor Nuncio fue informa-do acerca de esta propuesta de di-visión del Vicariato Apostólico de San Vicente – Puerto Leguízamo. El Cardenal Prefecto le manifestó al Señor Nuncio que en principio ese Dicasterio no tendría objecio-nes a un proyecto de tal índole que animase el trabajo misionero de los agentes de pastoral presentes en dicho territorio.

4. La consideración de este proyecto al interno de la Provincia eclesiástica de Ibagué

La propuesta de una nueva ju-risdicción ha sido tema de varios de los encuentros de la Provincia

Los misioneros de la Consolata y el “Ius Commisionis” del nuevo Vicariato

Es claro que una nueva criatura tiene que ser encomendada a al-guien que cuide de ella, de lo con-trario sería irresponsable concebir-la. En el caso de la promoción y creación de la nueva jurisdicción, Monseñor Fracisco Javier Munera Correa, animado por la Nuncia-tura Apostólica, por la Provincia Eclesiástica de Ibagué y por el Comité de Límites, le recomendó a la Santa Sede que fueran los Mi-sioneros de la Consolata los que llevaran la conducción, animación y sostenimiento del nuevo Vicaria-to Apostólico hasta conducirlo a su madurez como Iglesia Particu-lar propiamente dicha. A ellos, la Congregación para la Evangeliza-ción de los Pueblos les ha pedido asumir la responsabilidad jurídi-ca, moral, afectiva y efectiva que conlleva el “Ius Commisionis” del nuevo Vicariato.

eclesiástica de Ibagué, en la cual participa este servidor. Allí, el pro-yecto de creación de la nueva ju-risdicción ha encontrado siempre un ambiente muy favorable hasta el punto que, animados por el Se-ñor arzobispo, Mons. Flavio Calle Zapata, del 18 al 21 de abril del 2006, se tuvo en Puerto Leguíza-mo el encuentro de provincia con el fin de conocer más de cerca la realidad de esta región y dar un pa-recer sobre esta propuesta antes de ser presentada al Comité de Lími-tes de la Conferencia Episcopal.

Después de haber sido suficien-

temente ilustrados por varios mi-sioneros presentes en el territorio desde mucho tiempo atrás y ha-biendo aclarado algunas inquietu-des referentes al futuro y desarrollo de la mencionada jurisdicción así como a lo relacionado con el soste-nimiento y el encargo de la misma, los obispos de la Provincia dieron su aval para que este servidor diera inicio al debido proceso de con-sulta interna dentro del Vicariato,

a la exploración y diálogo con los misioneros de la Consolata y a la presentación oficial de la petición de estudio al Comité de Límites de la Conferencia Episcopal.

5. Presentación de la pro-puesta y consulta al Presbiterio del Vicariato Apostólico de San Vicen-te – Puerto Leguízamo

En reunión de todo el presbite-rio del Vicariato, realizada del 6 al 8 de junio del 2006 en San Vicente del Caguán y en la cual participa-ron 35 de los 37 sacerdotes presen-tes en ese entonces en el Vicariato, fue presentada la propuesta de pro-moción de la nueva jurisdicción ilustrando los distintos aspectos pertinentes. El Presbiterio en pleno fue invitado a dar su voto favora-ble o desfavorable a esta propues-ta, obteniéndose 32 votos a favor y 3 abstenciones. De esta manera, contando también con el apoyo casi unánime del Presbiterio del Vicariato, me he visto más anima-do aún a proponer el mencionado proyecto. dm

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dimensión misionera | 42 | mayo - Junio DE 2013

Especial

EL NUEvO vICARIATOUN DESAFÍO MISIONERO URgENTE PARA LA IgLESIA COLOMBIANA

El territorio de Leguízamo y Solano se caracteriza por estar enclavado en la Ama-zonía colombiana, ser un

territorio totalmente fluvial, de frontera y encuentro de tres de-partamentos y tres naciones y ser objeto, además, de un conjun-to de tratados internacionales y de iniciativas para la integración

fronteriza y amazónica del orden transnacional. Un desafío misio-nero es urgente en esta hora: Es de vital importancia la consolida-ción de la presencia de la Iglesia colombiana en su dinamismo, organización y estructuras an-ticipándose y acompañando los acontecimientos y la vida de los pueblos de la región.

Desde esta óptica, varias son las señales y llamados a la acción misionera de la Iglesia que son planteados desde unas especia-les caracterizaciones dadas por la ubicación estratégica de este te-rritorio y por el alcance que tie-nen las dinámicas que están ger-minando en estos tiempos en las comunidades allí presentes.

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mayo - Junio DE 2013 | 43 | dimensión misionera

EspecialLa llamada a fortalecer la Evangelización desde la perspectiva amazónica

Es importante considerar a la Amazonía, con cada uno de sus componentes, como el espacio vital de la nueva jurisdicción que ofrece grandes desafíos a la ta-rea misionera de la Iglesia. Allí, la biodiversidad, la inmensidad del territorio con poca densidad de población, los asentamientos humanos dispersos y heterogé-neos (indígenas, colonos, milita-res, comerciantes cacharreros), las condiciones de vida con muy alto riesgo por el mismo hábitat o condicionamientos ecológi-cos, la difícil accesibilidad por las distancias, el aislamiento y la escasa comunicación, además de un ecosistema en peligro son fac-tores importantes con los que el contexto configura y determina la presencia y el estilo que requiere

la acción misionera en esta nueva jurisdicción.

La región sur de la Amazonía Colombiana, conformada por los Departamentos del Caquetá, Putumayo y Amazonas posee un extensión de 275.000 km2, esto es, una quinta parte del territorio continental del país, caracteriza-da, además, por el bosque tropi-cal húmedo, con una temperatura caliente y húmeda superior a 28 grados centígrados y precipitacio-nes medias anuales entre 3.000 y 4.000 mm.

La territorialidad amazónica no se establece simplemente con criterios político- administrati-vos, que para la Amazonía se re-velan inadecuados y anacrónicos, sino que se debe recurrir a crite-rios funcionales y prácticos su-geridos por el diario vivir de sus moradores.

Para los pobladores de la ama-zonía, sea continental como na-cional, tienen particular impor-tancia las cuencas de los ríos y

sus confluencias, puesto que allí los ríos no dividen sino que unen. La territorialidad ambiental ama-zónica, además, se complementa por la heterogeneidad y la disper-sión de sus pobladores, por los centros urbanos-rurales hacia los cuales ellos se dirigen para en-contrar respuesta a sus necesida-des básicas de salud, educación, comunicación, transporte, co-mercio y atención religiosa, entre otras.

Todo esto es lo que caracteri-za la región de los municipios de Leguízamo (Putumayo) y de Sola-no (Caquetá) como parte de este ecosistema amazónico. De ahí que la preocupación pastoral por la biodiversidad, el ambiente y los pueblos y culturas allí presentes siga siendo objeto de frecuentes alusiones de parte del Papa Bene-dicto XVI y haya sido un tema de particular consideración en la V Conferencia General del Epis-copado Latinoamericano y del Caribe.

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Especial

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Especial

El llamado a caminar con la población ancestral indígena y los colonos en una hora de crisis de valores y pérdida de identidad cultural Por: Redacción Dimensión Misionera

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Especial

mayo - Junio DE 2013 | 45 | dimensión misionera

EspecialLos pueblos indígenas ancestrales

Los pueblos indígenas de la Amazonía colombiana buscan hoy recuperar su identidad y autonomía, sus tierras, sus lenguas, sus sistemas de vida y de gobierno. Estos anhelos encuentran graves obstáculos: por un lado, el influjo de la sociedad mayoritaria o nacional cuyos valores y antivalores, formas de vida, crite-rios y modelos de acción conforman una atmósfera que rodea e impregna a los pueblos indígenas y por otro la aculturación o el cambio cultural sufrido que les dificulta identificarse plenamente con sus antepasados.

La población indígena del pro-puesto Vicariato está en un proceso de organización con cabildos a nivel local, zonal y regional amazónico:

• Organización Uito-to del Caquetá, Amazonas y Putumayo(OROCAPU),

• Asociación de cabildos In-dígenas de Puerto Leguízamo y Alto Predio Putumayo (ACILAPP),

• Organización Zonal Indíge-na del Putumayo (OZIP),

• Organización de los Pueblos Indígenas de la Amazonía Colom-biana (OPIAC) y han logrado defi-nir un territorio propio, (resguardos de Puerto Zábalo, Los Monos, Mo-nochoa, Huitorá, La Samaritana, Ji-rijirí, entre los más importantes) y un predio (Predio Putumayo) de 5 millones de hectáreas otorgados por el estado Colombiano.

Para comprender la realidad in-dígena del propuesto Vicariato hay que enmarcarla dentro de los pro-cesos históricos, sociales, culturales y económicos sufridos a causa de los diversos y sucesivos ciclos de econo-mía extractiva (el ciclo del caucho, el de los tigrilleros, el de la explota-ción de la madera, de la extracción aurífera y el ciclo de la coca) que se han dado en la Amazonía colom-biana y que han marcado decidida y negativamente la vida social y cultu-ral de los grupos indígenas. No hace excepción de lo anterior lo que ha sido el impacto negativo de la Co-lonia Penal de Araracuara y la pre-sencia de comerciantes cacharreros.

Las comunidades indígenas del futuro Vicariato, en algunas áreas

nidades indígenas han entrado en un proceso de profunda crisis de identidad cultural manifestada en actitudes y actuaciones orientadas por el contagio de la narco-men-talidad (ganancia inmediata como máximo valor, la legitimación de los cultivos ilícitos) y de la narco-conciencia (la ganancia y el dinero por encima de todo).

A los cultivos comerciales de coca se debe añadir la presencia de los buscadores de oro (garimpei-ros) que, protegidos por la insur-gencia armada, ofrecen un modelo de vida desordenada (alcoholismo y prostitución) a los indígenas.

Los retos pastorales presentes y del futuro con las poblaciones in-dígenas de la Amazonía en general, y de esta región en particular, tie-nen que ver con una realidad fun-damental : Desde el horizonte de una evangelización integral acom-pañarlos en “el reencuentro con su propia identidad cultural” y en el fortalecimiento de su organiza-ción social y comunitaria mediante la construcción de los propios pla-nes de vida y de desarrollo. Es el gran desafío de la inculturación del Evangelio en la vida de estos pue-blos y del surgimiento de una Igle-sia arraigada profundamente en los auténticos valores de los pueblos indígenas ancestrales.

geográficas conviven con “colo-nos de frontera” provenientes de varios departamentos en busca de una mejor oportunidad de vida. Junto con ellos padecen los efectos de diseños de políticas equivocadas para la realidad amazónica, de pro-gramas desarticulados y de procesos de desarrollo incoherentes sin parti-cipación de los actores. Comparten igualmente con los colonos frustra-ciones, degradación ambiental, vio-lencia generalizada, ausencia muy marcada del Estado y, sobre todo, una crisis de identidad cultural con valores humanos, éticos, morales y religiosos bastante resquebrajados.

Un hecho muy particular e ilus-trativo es el cultivo y uso de la coca. Las comunidades indígenas, para las cuales la coca tenía un valor ritual y social, han sido contagiadas por los cultivos ilícitos. Las nuevas genera-ciones se están dedicando al cultivo comercial de la coca, causando una des-estructuración de las comuni-dades, un resquebrajamiento de los valores sociales, culturales y un enfrentamiento entre dos generacio-nes: los jóvenes y los “mambeado-res” tradicionales. El dinero, como ganancia de los cultivos de coca, es gastado generalmente en bienes fú-tiles y en las bebidas alcohólicas.

En consecuencia, con los culti-vos comerciales de coca las comu-

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dimensión misionera | 46 | mayo - Junio DE 2013

EspecialLos Colonos

Debido a la falta de una clara concepción de la Amazonía en esta región, que históricamente ha sido considerada deshabitada y, por ende, territorio baldío, se ha permitido y se ha promovido la ocupación anárquica del territorio sin criterios ambientales, ecológicos y sociales, dominada por la “ley del hacha” y cuyos efectos se ven reflejados en la vida cotidiana de los pobladores de esta región en una evidente decadencia del sentido social y con dificultades para constituirse en sociedad civil. En el actual momento histórico de situación de conflicto todo esto se constituye en su mayor de-bilidad frente a la presencia de la insurgencia armada.

A lo largo de los años, debido a las políticas equivocadas diseñadas para la realidad amazónica, las expectativas de los colonos al final, se han visto frustradas y la colonización de la Amazonía ha sido un rotundo fracaso cuyo resultado dejó población dispersa y de-socializada.

En este contexto la Iglesia está llamada a formar conciencia de pueblo y de sociedad civil, a reforzar una identidad regional amazónica desde el anuncio y aceptación del Evangelio. Es necesario, entonces, fortalecer todos los procesos de reconstrucción del tejido social y de los valores de convivencia espiritual y moral de los diversos grupos humanos presentes en la región, lo cual implica una atención pastoral diferenciada y a la vez articulada en la construcción de una Iglesia “Familia – Comunidad” que acoja a todos con el debido respeto y valoración de las diferencias.

La nueva jurisdicción propuesta está situada en un contexto privile-giado de integración fronteriza ama-zónica con Ecuador y Perú. Desde hace unos años El actual Vicariato en su zona sur ha venido caminan-do en un proceso de integración y apoyo con la Diócesis de Mocoa – Sibundoy y el Vicariato de San Miguel de Sucumbíos. Todo esto en el marco de la Pastoral fronteriza colombo-ecuatoriana que lleva ya un largo proceso de consolidación entre las ocho jurisdicciones que comparten la frontera común y la cual, entre otras acciones, ha apo-yado y facilitado los trabajos de la Mesa Binacional Colombo – Ecua-toriana sobre todo en los diversos momentos de crisis en las relaciones entre las dos naciones, agudizadas por los contrastes de perspectiva entre los llamados Plan Colombia y Plan Ecuador.

Esto ha permitido un fortale-cimiento de la acción pastoral co-mún que ha venido centrando su preocupación en una zona alta-mente vulnerable por las condicio-

nes agravadas del conflicto armado interno colombiano y su graves re-percusiones en el territorio ecuato-riano. Todo ello ha implicado for-talecer nuestras pastorales sociales para acompañar situaciones tanto de desplazados como de refugia-dos, las problemáticas en torno a los derechos humanos y el derecho internacional humanitario, además de la atención a las etnias y grupos más vulnerables.

La experiencia común entre las tres jurisdicciones vecinas ha per-mitido construir un camino de in-tegración muy valioso. Desde hace cuatro años se viene dando un pro-ceso de reflexión común entre los obispos y delegados de la pastoral fronteriza y se han favorecido ex-periencias significativas como las dos fiestas por la paz realizadas en La Dorada (Putumayo) y en Puerto El Carmen (Ecuador). El propósito es seguir avanzando en el compartir de experiencias significativas alter-nativas, en la reflexión común y en el apoyo pastoral recíproco a las co-munidades fronterizas.

En la Frontera peruana se limita con el Vicariato Apostólico de San José de Amazonas, cuya sede es In-diana, cerca a Iquitos, la capital del inmenso departamento de Loreto. Dadas las enormes distancias y las dificultades para la atención de las poblaciones peruanas ubicadas en la rivera del río Putumayo, mediante acuerdo con el Vicario Apostólico, se ha venido atendiendo y acom-pañando pastoralmente las comu-nidades que están más al alcance. Para muchas de estas poblaciones el punto de referencia obligado para muchas de sus necesidades básicas es también Puerto Leguízamo.

El llamado que se plantea, en-tonces, para la futura jurisdicción es el de continuar fortaleciendo y ampliar los procesos de integración según la propuesta de la V Confe-rencia General del Episcopado La-tinoamericano y del Caribe que invita a “establecer entre las Iglesias locales de los diversos países sud-americanos que están en la cuenca amazónica una pastoral de conjun-to”.

El llamado a fortalecer los procesos de integración de la Pastoral de Fronteras entre jurisdicciones vecinas de Colombia, Ecuador y Perú

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Especial

mayo - Junio DE 2013 | 47 | dimensión misionera

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Especial

dimensión misionera | 48 | mayo - Junio DE 2013

EspecialEl llamado a fortalecer los procesos de formación cristiana frente al desafío de las sectas

También en esta región sur, te-rritorio del futuro Vicariato, la pro-liferación de grupos y sectas diver-sas está teniendo su impacto sobre las comunidades. Hay que recono-cer que en varias comunidades se ha perdido presencia por la falta de acompañamiento y atención pasto-ral. La dispersión y el aislamiento dificultan el apoyo permanente a las comunidades. Sin embargo, la razón de fondo tiene que ver con la discontinuidad en los procesos de formación de los laicos locales, especialmente de los catequistas, maestros y líderes sociales, quienes cumplieron una importante labor al lado de los misioneros para la evangelización de esta región en el pasado reciente y remoto.

De ahí que ha de ser prioritaria para la nueva jurisdicción asumir desde el horizonte de una evange-lización integral la urgente tarea de formar los laicos locales indígenas y colonos sean ellos, catequistas, maestros y líderes promotores del desarrollo y organización de las co-munidades para que fortalezcan a sus mismas comunidades en el cre-cimiento y maduración de la expe-riencia de fe.

El llamado a contribuir a la paz y la reconciliación en un escenario de conflicto

El escenario geográfico de la nueva jurisdicción es de múlti-ples intereses y por ello de múlti-ples conflictos, entre ellos el con-flicto armado. En este territorio se siente fuerte la presencia mili-tar del Estado, siendo todavía in-suficiente su presencia en varios sectores de lo social, de lo econó-mico y de lo institucional. Ade-más, es también fuerte y se siente, sobre todo en los sectores rurales y en medio de las comunidades indígenas, la presencia armada de la insurgencia y su control políti-co, militar y económico sobre la población. No se puede olvidar tampoco que la zona es todavía

escenario de cultivos ilícitos y de extracción de recursos naturales no renovables.

De ahí que de este contexto surja con mucha mayor fuerza el llamado para la acción pastoral de la Iglesia a continuar ejerciendo su misión y ministerio de acom-pañamiento a las poblaciones más vulnerables frente al conflicto ar-mado, especialmente a los despla-zados internos y a los refugiados en los países fronterizos.

De igual manera, la acción de la Iglesia ha de verse cada vez más empeñada en una tarea evangeli-zadora integral con énfasis en la promoción humana y en la for-mación y capacitación de las per-sonas y las comunidades. Sin pre-tender suplir al Estado, la Iglesia allí tiene una tarea fundamental con miras a sembrar semillas de esperanza y abrirle caminos a la paz, la justicia y la reconciliación.

Gobiernos y multinacionales se están fijando en la amazonía esta-bleciendo corredores amazónicos (cuencas y subcuencas de los ríos) con miras a la realización en un futuro, a mediano y largo plazo, megaproyectos que buscan ante todo obtener enormes ganancias a costo y en contravía del desarrollo humano sostenible de los diversos pueblos presentes y con muy poca

preocupación por la defensa y sal-vaguarda del ecosistema amazóni-co. Es importante a este respecto y en visión de la consolidación de la presencia de la Iglesia en este terri-torio conocer algunos de ellos, dada la importancia para construir desde el Evangelio y la Doctrina Social de la Iglesia procesos alternativos y sostenibles que sean a medida de las personas, las comunidades y

dentro del respeto por la gran “casa de la amazonía”. De igual manera, se irá haciendo urgente preparar y formar la conciencia de los mismos pueblos y comunidades para que ellos puedan enfrentar los posibles impactos negativos sobre su identi-dad cultural, su desarrollo social y su entorno vital. Mencionamos los que se vienen proyectando para la región:

El llamado a fortalecer un desarrollo humano y sostenible frente a los impactos contraproducentes de los Megaproyectos

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Especial

mayo - Junio DE 2013 | 49 | dimensión misionera

EspecialTRATADO DE COOPERACIÓN AMAZÓNICA (TCA)

Ocho países amazónicos: Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú, Suriname y Venezuela en julio de 1978 firmaron el tratado con miras a promover el desarrollo armónico e integrado de la cuenca, como base de sustentación de un modelo de complementación económica regional que contemple el mejoramiento de la calidad de vida de sus habitantes y la conservación y utilización racional de sus recursos y para promover la cooperación binacional o multinacional en las zonas fronterizas a través de proyectos de integración.

PLAN PARA EL DESARROLLO INTEGRAL DE LA CUENCA DEL RÍO PUTUMAYO (PPCP)

Desde 1988 Puerto Leguízamo está en la mira de los gobiernos de Co-lombia y Perú a través del “Plan para el desarrollo integral de la Cuenca del Río Putumayo” (PPCP). En él se señala a Puerto Leguízamo como principal centro de desarrollo en este sector fronterizo colombo peruano.

LA INICIATIVA PARA LA “INTEGRACIÓN DE LA INFRAESTRUCTURA REGIONAL SURAMERICANA” (IIRSA)

En la Primera Cumbre de Presidentes de América del Sur celebrada entre el 30 de Agosto y el 1ero de Septiembre de 2000 en Brasilia los Je-fes de Estado suramericanos observaron que el impulso de la integración transfronteriza se fortalece por ser una resultante, entre otros factores, de la proximidad geográfica, de la identidad cultural y de la consolidación de valores comunes.

La “iniciativa” está concebida para impulsar la integración y moderni-zación de la infraestructura física bajo una concepción regional del espacio Suramericano y en ella, entre otros, el “eje del Amazonas”, es identificado por las diversas oportunidades que ofrece esta zona en materia de diversi-dad ecológica (1/3 de la biodiversidad, 1/5 del agua dulce y 2/5 de la selvas del mundo), potencial de ecosistema selvático que incluye eco-turismo, productos derivados de plantas únicas en el mundo, productos madereros y no madereros certificados, petróleo y gas.

En el “eje Amazonas” está previsto el proyecto de la “hidrovía Putuma-yo” con la finalidad de mejorar la logística de integración nacional (entre áreas productivas del sur da Colombia, Departamento de Nariño, con los departamentos amazónicos del Putumayo e Amazonas) e internacional en-tre Colombia, Perú y Ecuador.

PLAN ESTRATÉGICO DE LA USAID PARA LA INICIATIVA DE CONSERVACIÓN DE LA BIODIVERSIDAD EN LA CUENCA DEL AMAZONAS. (PLAN ICCA USAID, JUNIO DE 2005)

Con los siguientes objetivos:

1. Conservar la biodiversidad de importancia mundial administrada por grupos indígenas y tradicionales y otras organizaciones de los países anfi-triones.

2. Lograr la cooperación regional para compartir conocimientos; mejo-rar la gobernabilidad, y crear alianzas a través de las fronteras que mejoren la conservación de los recursos naturales de la Cuenca del Amazonas.

PROYECTO CARRETERA PUERTO ASÍS - PUERTO OSPINA

Con la finalidad de reanudar la explotación petrolera en la zona está prevista la realización de la ca-rretera Puerto Asís – Puerto Ospi-na. En el futuro está prevista una implementación de la exploración petrolera con un flujo de personas y el surgimiento de asentamientos en la región.

dm

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Especial

dimensión misionera | 50 | mayo - Junio DE 2013

EspecialEl ano misionero juvenilQu

ieres regarle

un

ano

de tu

vida a la

mision

?

?

¿Acabas de terminar la universidad y sientes que necesitas una formación espiritual que complemente lo que aprendiste en tu carrera?

¿Estás en la universidad pero sientes que necesi-tas un “pare” y quieres hacer una año misionero lleno de seguimiento y acompañamiento espiritual?

¿Terminas tu bachillerato y antes empezar la universidad quieres hacer un camino misionero que te ayude en tu vida espiritual?

Ven con nosotros y participa en nuestros proyectos

Otro Mundo Posible: realizando convivencias, retiros y encuentros juveniles por

pueblos y ciudades de Colombia.

Equipos de animación misionera: ubicados en varias ciudades de Colombia.

Participando en los equipos misioneros entre indígenas y afroamericanos.

Comunícate con nosotros:3105887914 - 3105276123 - 3165766146

[email protected]

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Especial

abril-mayo DE 2013 | 51 | dimensión misionera

Tienes 48 horas para cumplir una misión, tus compañeros no te fallaran. Tendrás que vivir aventuras extremas para ser mundo y ser humanidad. ÉL estará contigo y en el camino lo reconocerás Maestro!!!

Campamento Juvenil Misión Tierra -Humanidad

El campamento misión mundo – humanidad será en el parque Esmeralda Xtreme, Nocaima (Cundinamarca).Comenzará el sábado 29 de junio a las 10:00 am y terminará el 1 de julio

Informes para las inscripciones: Facebook: mi mundo posible Correo: [email protected]éfonos: 2956251- 2956373 Cel: 3204218869

Valor de la inscripción: 120 mil pesos(incluye alimentación, hospedaje yexperiencias extremas).

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Vicariato Apóstolico Puerto Leguízamo - Solano