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    Darse cuenta,hacerse cargo,luchar.

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    EN ESTE PAS PArA TENEr PlATA

    hAy quE robAr

    Vos, vas a ser ladrn

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    La construccin deliderazos para la socique queremos no estarea cil, pero tampoimposible. Admirar yreconocer las meorescualidades de los lderrequiere capacidad yormacin.

    Ser Lder

    Por AlberDirector Ejecutivo de Fun

    Cuando escucho la palabra lder me idesde lo alto de una montaa y en medblanca, levanta sus manos y, con un disimel aliento de la masa que le confrma su

    Y, aunque la descripcin tena ese carcter cdosis de reliiosidad, creo que mi imaen nolidad. Lo que puede estar bien o mal dentro quin se elii como lder, por qu la ente ltiempo lo hace.

    El diccionario dice, con una alta dosis polticde un partido poltico, reliioso o de un rupoms eneral lo defne como la persona o rocupan el primer luar entre las de su rupoetivos y cualidades y lo reserva a sus seuidconstruir los liderazos en base a su experien

    Los liderazgos en cualquier espacio s

    porque son uente inspiradora de

    bien, y ayudan a recorrer un camino

    aspiran para mejorar su condicin de

    admitiendo en el otro cualidades y

    para conducir al grupo al destino c

    ha elegido. Por ello, sin sus seguidore

    que los aclaman, muchas veces sin s

    los lderes no son ms que meros ap

    slo llegarn a serlo si cumplen co

    llenar las expectativas del grupo.

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    Es all donde aparece un tema ms proundo queinvolucra a las normas de convivencia y a la raznmisma por la cual vivimos en sociedad: saber ququiere el rupo y tener la capacidad de reconocerlas cualidades de su lder, pudiendo no slo uiarlohacia el camino eleido sino adems conseuir laadmiracin de todos.

    Admirar y respetar por propia conviccin a loslderes ortalece los vnculos de una sociedad, yda basamento a un proceso histrico de reco-nocimiento natural y de continua imitacin de losaciertos que llevan al proreso. Pero la admiracinenuina no es eterna ni ratuita: necesita ser vali-dada todos los das con la permanente demostra-cin de las correctas acciones, y no necesita delas alsas y laras adulaciones a las que pseudolderes eneralmente recurren.

    Para que ello ocurra, la educacin y ormacin dela mayora es undamental. Es preciso comprenderel modelo al que se aspira para un destino de biencomn y reconocer las capacidades de quienes,dentro del rupo, ayuden a cumplir con ese come-tido ocupando el luar de lderes.

    Este espacio debe estar reservado para los me-ores, sin importar otro aspecto ms que la capa-cidad de poder concretar el obetivo que se le hademandado e impone su condicin de lder.

    Por lo tanto, un rupo que no comprende se equi-voca y est expuesto a la mentira que lo llevarhacia un destino que nunca elii y que est leosde benefciarlo.

    QUE LAS SOCIEDADES SECONSTRUYEN SIgUIENDO UNMODELO.

    QUE MUCHAS VECES NO ESNECESARIO INVENTAR ESE MOBASTA CON IMITARLO.

    QUE LAS CARACTERSTICAS DEMODELO DEBEN SER CONSTRUY MANTENIDAS POR SUSMIEMBROS.

    QUE LDERES SON LOS QUETIENEN LAS MEjORES CUALIDAPERSONALES PARA LLEVARADELANTE ESTE PROCESO.

    QUE ES PRECISO CONTAR CONLA CAPACIDAD Y LA FORMACI

    NECESARIA PARA RECONOCERLAS MEjORES CUALIDADES DELOS LDERES Y LA POSIBILIDADADMIRARLOS E IMITARLOS.

    Paradarsecuenta

    En el mbito poltico y social se advier-

    te con mayor claridad que aquello que

    muchas veces benefcia a la sociedad

    es, en realidad, la necesidad palmaria de

    un grupo que crea permanente nuevos

    paradigmas que no llevan a construir

    ningn modelo de sociedad competitivo,

    sino que constituyen una serie de enun-

    ciados vacos que slo sirven de gua a

    un grupo desordenado de voluntades.

    En el campo econmico ocurre alo similar, dondeconceptos muy arraiados en la sociedad comomercado, empresa o competencia pasan aser unas malas interpretaciones de lo que debenser. Adems, son deendidos por lderes que se

    autoproclaman como empresarios, los cualesmantienen un status quo para evitar competir porun verdadero liderazo lobal, mantenindosedentro de un pequeo espacio que han creado yno quieren perder.

    Uno y otro se retroalimentan para que la conti-nuidad no se rompa y para que el deseo de unospocos, inorado por la alta de comprensin delos muchos, sea el que construya un modelo desociedad que nadie elii y que se asla cada vezms para sobrevivir.

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    La faca

    Fuente: La Nacin RevistaPor Teresa Batallanez, jefa de Servicios Periodsticos del Exterior de La Nacion

    Paradarsecuenta

    Hay poco lugar para lo interesante, porque lo fundamental es estarentretenido. Eso s, sin mucho esfuerzo, porque da fiaca. Es la mismacultura del todo bien, porque dar cualquier explicacin mselaborada es una verdadera fiaca.

    Lejos de cualquier estigma, hoy padecer fiaca es cool. A pocosavergenza argumentar que tienen fiaca. Es que argumentar implicapensar, y pensar para encontrar una respuesta lgica da fiaca.

    La fiaca paraliza, atonta, nos hace mediocres. Quita oportunidades,no es graciosa ni emocionante. Por eso, un rostro con fiaca no re nillora, ni seduce, ni da pena, ni nada. Es el fiel retrato de un cuerpocon el alma apagada.

    La fiaca permanente y extendida tiene su raz en la percepcin devaco o sinsentido que ahoga a la persona en una indiferencia odesprecio permanente hacia s misma, hacia el otro y hacia el mundo.

    La fiaca se cura con algo muy simple: propsito y accin. Cuandono sabemos bien lo que queremos, andamos como vagabundos singanas de nada. No hay entusiasmo; ningn esfuerzo vale realmentela pena. Se camina por el mundo con una existencia light, y cualquiercosa que implique algo de peso da fiaca.

    El propsito da sentido y el sentido impulsa al campo de la accin.En l, la realidad empieza a palparse con entusiasmo, aparecen laconfianza, la fe; se experimenta el sentimiento de desafo. Slo enaccin surgen las posibilidades. Nada florece de la fiaca. Y cuandolas acciones no proceden de un propsito, es muy probable queterminen provocando fiaca.

    La fiaca atenta contra la felicidad porque se queda siempre en lasuperficie y deja de lado los fondos profundos e interesantes de laexistencia. Ni la pasin ni el amor son posibles en el reino de la fiacaY una historia sin esos sentimientos? Qu aburrida! Eso s quesera una fiaca!

    Hay una pandemia de la que no se habla. Con muchos ms casosque los de gripe A. Una que no se previene con agua y jabn niexiste vacuna capaz de contenerla o curarla.

    A veces es contagiosa y en algn sentido tambin puede con-siderarse mortal.

    Es el virus de la fiaca, esa respuesta a tantas propuestas, esa perezapara la accin, esa sensacin que deja aletargada la voluntad y queparece ahogar el nimo en la nada.

    Parecera lgico que ordenar y limpiar cajones o hacer efectiva unamudanza diera mucha fiaca.Pero el dominio de este virus se extiende cada vez ms hacia activi-dades que no exigen un esfuerzo fsico relevante y que hasta podranconsiderarse placenteras. Cocinar, leer el diario, invitar amigos, llamar aalguien para su cumpleaos, andar en bicicleta y hasta organizar unasvacaciones, en muchos casos, da fiaca.

    Tambin hay fiacas de ndole intelectual. Para muchos, la poltica esuna fiaca; el debate, la investigacin; ni hablar de la religin, la cienciao las matemticas.

    Estn las fiacas morales y espirituales. Hay que dejarle propina almozo, pero un cliente murmura qu fiaca!, mientras acelera su es-cape hacia la salida. Hay que pagar el agua o el telfono por Internet,pero la factura se vence porque a su duea le da fiaca. Una seoraest sentada con sus hijos en la puerta del supermercado y mientraspide una moneda al seor de sombrero, escucha que ste dice a su

    mujer ni loco, qu fiaca!.Tambin el compromiso, los valores, proyectar, compartir o intentarcomprender es para muchos una fiaca.

    La fiaca abunda principalmente en una nueva cultura segn la cualtodo tiene que ser divertido. Es la cultura del control remoto quecambia de canal cada vez que le da fiaca.

    Que la fiaca es la caractedesgano que define la acargentinos ante la realidimponen las circunstanc

    Que Argentina podr campartir de un cambio de aclos argentinos.

    Que esa fiaca se supera scuenta de las razones qu

    soluciones y nos proponemactuando y manifestandoacuerdo, mostrando reacsuperacin.

    Que mientras no nos proluchar por entender y actula situacin, seguiremoscircunstancias que nos imp

    Que la fiaca, esa desidia qga, puede que por alguna especial no nos impida proamenaza a todos por iguael fondo nadie se puede pas que no avanza.

    Que la fiaca se cura comautora con propsito y a

    Se necesita compromiso pos de ello.

    Que no basta con tener tambin hay que luchar Norman Borlaug, PremioPaz, 1970.

    Anlisis de una postura que paraliza,atonta y nos hace mediocres.

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    Por Vctor Trucco, Presidente de Fundacin Darsecuenta

    Ms all de las circunstancias, en el ao delBicentenario de la Patria tenemos nuevos desafospor delante. Si tuviera que elegir una frase paraeste momento me inclinara por una de StephenCovey: Es ms importante aprender que tener razn.

    Pareciera que para los argentinos esinaceptable reconocer los errores propios y losaciertos de otros. Acaso somos un pueblonarcisista? En nuestra propia historia tenemos laslecciones: cuando se o br adecuadamente, desdefines del siglo XIX hasta principios del siglo XX, ala Argentina le fue bien. A partir de 1930 comen-z una decadencia que an no ha terminado.

    Actualmente se ha puesto de moda afirmar que el

    eslogan Argentina granero del mundo es un mito,una mentira. Decirlo es polticamente correcto.

    Sin embargo, cuando no puede explicar la reali-dad, la ceguera de la ideologa la distorsiona y larelata con prejuicios que hacen aparecer los xitoscomo fracasos.

    Un caso notable es la i nterpretacin que se hacede la situacin argentina a principio del siglo XX,cuando su economa estaba entre las primeras delmundo y las expectativas que despertaba era deun futuro de desarrollo promisorio.

    Sin embargo, hoy se dice que esa bonanza eraun mito. Entre los argumentos que se mencionanpara demostrarlo, se hace referencia a que loshacendados argentinos viajaban a Europa a dilapi-dar fortuna, mientras que los barcos con destino anuestro pas venan hacinados por pobres inmi-grantes europeos. Se plantea la relacin hacen-dados ricos versus inmigrantes pobres comouna relacin causa-efecto, como intentandodemostrar que a la pobreza de los inmigrantes laprovocaba el enriquecimientos de los hacenda-dos. En este anlisis no se tiene en cuenta quelos hacendados se enriquecan en estas tierras ylos inmigrantes se haban empobrecido en el viejocontinente.

    Efectivamente, como refiere el profesor RobertoCorts Conde, a fines del siglo XX el salario de losobreros argentinos era el doble del que se pagabaen Italia. Por eso, seis millones de inmigrantesllegaron al pas y tres millones se quedaron. En-tonces haba trabajo transitorio o golondrina: las

    personas trabajaban un tiempo y retornabanlugar de origen.

    Entre los hitos del Primer Centenario podemos

    La poblacin pas de un milln en 1850 a omillones en 1910.

    El rea sembrada pas de 500 mil hectre24 millones.

    La red ferroviaria se extendi de 732 km 1870 a 28.000 km en 1910.

    La tasa de mortalidad infantil por mil habihaba bajado del 22,98 en 1889-1898 a 16,5

    1899-1907. La tasa de 15,2 de 1908 poda corarse favorablemente con las de Berln (14Londres (15,1) y Nueva York (18,6).

    Las exportaciones subieron de 30 millonepesos oro en 1870 a 389 millones en 1910.

    Cules eran las razones de semejante desaSin lugar a dudas la estabilidad institucional yseguridad jurdica para atraer hombres y capal pas desierto de entonces. Para ello se dacordar con las provincias la atribucin de lospoderes del Estado, cmo se lo financiara ydistribuiran sus costos y sus beneficios. No acaso una demanda actual?

    Pero el crecimiento no se limit a l a economms importante fue la revolucin que se proen la educacin. En 1869 el pas tena un 7de analfabetos y en 1930 se haban reducid22 por ciento. La tasa de escolaridad primaren 1870 era del 20%, llegaba al 64% en 192

    Msa

    ll

    delas

    circun

    stanci

    as

    Estam

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    raelfu

    turo?

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    Ms all de las circunstancias:

    la oportunidad

    Como afortunadamente no todo est condicio-nado, hay realidades que escapan a lascircunstancias. Ah estn las opor tunidades.

    Hay que empezar por reconocer que los ar-gentinos no somos inocentes. Nosotros somosresponsables de esta decadencia: somos propen-sos a las soluciones fciles, a que los costos lospaguen otros, etctera.

    Esta actitud ha tomado formas ideolgicas y se ha

    convertido en un conformismo resentido. Hemoscado en una actitud que Guy Sorman calificacomo de sobrevivientes: ya cansados de perderlos ahorros, porque se licuaron con la inflacin oporque fueron expropiados por un gobierno, se re-curre al slvese quien pueda. Para unos, la actitudconsiste en evadir impuestos o llevarse el dineroafuera; otros escogen colgarse de la luz, hacersecartoneros o punteros polticos.

    Sin embargo, la solucin tiene patas cortas: puedeque se salve uno, quizs dos, pero los hijos notienen buena educacin, no consiguen trabajo, notienen futuro.

    Tenemos que darnos cuenta de que la realidadha cambiado, pero en un mundo complejamenteglobalizado siguen existiendo reglasque provocan las condiciones para que laspersonas puedan innovar y producir riqueza.Esto se logra cuando se genera la confianza deque sus esfuerzos sern respetados. Eso haceal fondo de la cuestin.

    Las oportunidades surgen cuando se comprendeel impacto de las nuevas tecnologas; cuando seest educado y capacitado para darse cuenta,para imaginar aplicaciones, para hacer y descubrir,para crear valor y tener la ilusin de enriquecersee invertir.

    Cuando esto ocurre no se beneficia slo el in-dividuo sino toda la soc iedad: se genera trabajo,impuestos y recursos que pueden ser usadoscorrectamente o dilapidados.

    Los grandes impulsos de la tecnologa en el sigloXIX fueron el tren, los barcos frigorficos y suimpacto en la produccin de trigo y carne. Hoylas innovaciones son la siembra directa, la biotec-nologa y los cambios organizacionales.

    Se requiere libertad y confianza porque los hom-bres son quienes interaccionan y las empresas lasque se relacionan a nivel global. Tenemos queencontrar nuestro lugar como individuos, comoempresas, como pas.

    El error de Argentina es seguir esperando al Es-tado. Es decir, queremos que el Estado solucionelos problemas, que intervenga, regule, determine

    quin gana y quin pierde. Nos olvidamos queEstado lo dirigen personas, que no handemostrado poner los intereses de la comunidsobre los propios.

    Sin embargo, el Estado es indispensable. Cuanhay seguridad y la ley se cumple, los pases setornan predecibles. Los pases empiezan a c rey aumentan las inversiones propias y extranjelas personas se entusiasman y se comienzan reconocer las oportunidades. Un ciclo de ganganar se pone en marcha.

    Siempre hay figuras que pueden marcarnos ecamino: Norman Borlaug deca que las bue-nas ideas deben acompaarse de la lucha par

    ponerlas en prctica. Por otro lado, en un discdirigido a la juventud de su pas, Simn Peresafirmaba que si bien los optimistas y pesimistmoran igual, los primeros vivan mejor.

    Por qu el desarrollo no se sostuvo? Cmo ycundo comenz la decadencia? La crisis de 1930y el proteccionismo hicieron insuficiente un rgi-men impositivo basado en los derechos deimportacin. Las reformas posteriores no fueronexitosas y el Estado, para sufragar gastos crecientes,apel a recursos extra tributarios: mrgenes decambio, inflacin, desconocimiento de deudas,etctera, alegando razones de emergencia que sevolvieron permanentes. No se parece a las circun-stancias actuales? La caja no alcanza?

    El resultado: al valor del peso que se habamantenido estable hasta 1930 hubo que agre-

    garle trece ceros para llegar al actual.

    $1 actual (1992) = $10.000.000.000.000 de1881

    A nuestro pas le sigue faltando seguridad jurdicaporque la ley se viola cada vez que la poltica lonecesita, lo que seala que no es la ley lo queest mal sino la poltica.

    Sin duda estamos en un crculo vicioso: comono hay seguridad jurdica no hay inversin. Loscapitales de afuera no vienen y los locales huyen.Al no haber inversin tampoco hay trabajo, y lapobreza y sus consecuencias aumentan. Entoncesla poltica i nvoca al Estado para distribuir riqueza,cuando en realidad lo que se pretende es man-tener o incrementar poder.

    Es as que vemos crecer enormemente el gastodel Estado el Ogro Filantrpico, al que hacereferencia Octavio Paz y se van desalentando losfenmenos sistmicos que producen el desarrollo:la rentabilidad empresarial, la educacin pblica yla calidad de los servicios estatales.

    El pas se aleja cada vez ms de convertirse enun lugar de sueos, de entusiasmo, de trabajo yde inversin. Las ilusiones se canalizan hacia laevasin impositiva, la vagancia, la delincuencia, losvicios y la falta de perspectivas.

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    loS PAISES AGroPEcuArIoS SoNSubDESArrollADoS

    Hacemos de Argentina un

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    Fuente: www.agbioworld.org

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    Juan EnriquezExtracto de su exposicin en TEDSaln, septiembre de 2007.

    Fuente: www.ted.com

    Norman Borlaug gan el Premio Nobel y tiene la Medalla de Honor del Con-

    greso. Se lo merece porque probablemente ha alimentadoa ms personas que cualquier otro ser humanovivo, porque investig cmo agregarle biologa a las semillas. l hizo esto enMxico. La razn por la cual India y China ya notienen hambrunas masivas es porque NormanBorlaug les ense a cultivar los granos de man-era ms efciente e impuls la Revolucin Verde.Eso es algo que mucha gente ha criticado. Pero, por supuesto, esa gente no se

    da cuenta de que China e India estn exportando granos, en vez de tener grandes

    cantidades de personas muriendo de hambre, .

    Y la irona de este sistema especfico es que Mxico donde realiz su investi-

    gacin no adopt e ignor esta tecnologa. Habl de por qu se debera pensar

    en esta tecnologa para no aplicarla en realidad. Y Mxico sigue siendo uno de los

    mayores importadores de grano en el planeta porque no aplica una tecnologa

    descubierta en su propia tierra. Y, de hecho, no ha reconocido a este hombre, al

    punto de que no hay estatuas de l por todo Mxico. S las hay en China e India.

    Y el instituto que Borlaug diriga ahora se ha cambiado a India. sa es ladierencia entre adoptar tecnologas y discutiracerca de tecnologas. En definitiva, no es slo que Borlaugaliment a grandes cantidades de personas en el mundo, sino que ste es el

    efecto neto, en trminos de lo que l a tecnologa hace, si comprendes su biologa

    asociada.

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    Por Mario Mactas, Director de Contenidos de Fundacin Darsecuenta

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    Fuente: La Nacin, martes 19 de enero de 2010PorRoberto Cachanosky

    En la nota Bicentenario: lo que fuimos, lo quesomos y lo que podramos ser, el economista RobertoCachanosky propone establecer a 2010 como un aobisagra para comenzar a recuperar terreno perdido.

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    Durante el desarrollo del XVII Congreso de Aapresid realizado en agostode 2009 Darsecuenta dialog sobre diversos temas con los disertantesToms Abraham, Daniel Sabsay, Alfredo Leuco, Bernard o Kosacoff,Agustn Salvia y Eduardo Creus. En estas pginas destacamosalgunas de las reflexiones que surgieron de dichas entrevistas.

    Bernardo Kosacoff* / La capacidad de la ArgentinaLa Argentina tiene una capacidad notable de pro-ducir y de generar riqueza que est absolutamentelimitada. Hay que lograr ejercicios colectivos, en-tender que hay una responsabilidad de todos, tantoen la crisis como en la solucin de los problemas.

    * Economista e investigador de la Comisin Econmi-ca para Amrica Latina y el Caribe (CEPAL)

    Agustn Salvia* / El desarrollo socialUna poltica social requiere mucho ms que atendersolamente las situaciones ms bsicas de las condi-ciones de vida o de subsistencia. Obvio que tiene queempezar por ah, pero no es suficiente. El desarrollose logra a partir de un cambio de las condiciones dedesarrollo humano, que tiene que ver con la educacin,los procesos de socializacin, el desarrollo cultural, elhbitat, el lugar donde se vive, cmo se vive, cmose convive, cmo se relaciona con la sociedad, cmose construye accin colectiva y cmo se confa en lasinstituciones. Todo eso hace al desarrollo.

    * Director del Observatorio de la Deuda Social de laUniversidad Catlica Argentina

    Eduardo Creus* / El prejuicio hacia los ms pobresSe ha instalado la idea de que tal vez los pobresquieren vivir pobres y no tienen metas de superacin,capacidad intelectual ni proyeccin de futuro, que nola buscan. Eso en realidad es una gran falacia porque

    hay muchos casos en la historia que handemostrado que de los hogares ms humildespuede salir muchsimo potencial.

    * Integrante de la Corriente Clasista y Combativa(CCC).

    Para leer las entrevistas completas:www.darsecuenta.org.ar

    Toms Abraham* / La construccin de la opininEst bien tener confianza en alguien mientras nosea excusa para la pereza. El no confiar en nadie estbien, mientras no sea otra excusa para la pereza. Enrealidad es mucho ms impor tante construir la propiaopinin. La palabra opinin es una construccin.Yo creo que cualquier persona que tenga un nivelde educacin que le permita poner enter tieneque construir su propia opinin, y hay posibilidadestecnolgicas para hacerlo. Esto implica un trabajo deaveriguacin.

    *Filsofo, escritor, columnista del diario La Nacin

    Daniel Sabsay* / La ausencia de un programa de pasCreo que la gran tragedia argentina es que no seha sabido manejar un programa de pas, a partir delcual poder fijar a su vez polticas de Estado y, de esamanera, plantar el gran guin institucional para losaos futuros. Prcticamente hemos carecido de esoy desde hace muchos aos estamos absolutamenteperdidos. Se gobierna para la coyuntura y adems enfuncin permanentemente de una cultura amigo-enemigo.

    *Abogado constitucionalista

    Alfredo Leuco* / Hambre cero en la ArgentinaNo slo por una cuestin tica, social y humanitariahay que resolver el hambre, sino tambin por un temabsico de generar una epopeya nacional. Me pareceque los argentinos estamos necesitando un objetivo

    comn que nos ponga de pie, que nos haga sentirparte de lo m ismo, que nos haga recuperar nuestraautoestima; y me pareca que en funcin del bicente-nario este homenaje era el mejor posible.

    *Periodista

    Dilo

    gos

    constructivos

    Por Federico R - Darsecuenta

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    El Estado distribuye el ingreso con servicios universales: seguridad, salud, edusubsidios, etctera. Todos los ciudadanos tienen los mismos derechos y no tomismo en impuestos. Es la forma que tiene el Estado de distribuir ingresos.

    La ecuacin es: impuestos + inversin = 1 . Es decir, que cuando aumentan disminuye la inversin productiva y la creacin de trabajo, que es la ms genriqueza.

    Invocar la razn de que porque no se puede cobrar el impuesto a las gananimpuesto directo (retenciones, al cheque, etctera) constituye una confesiy una razn para pedirle la renuncia al funcionario.

    La inversin privada distribuye los ingresos, pagando salarios y demandando de otros particulares.

    El Estado distribuye los ingresos reduciendo gastos privados. El sector privadpagando salarios y demandando bienes y servicios de otros.

    Para pagar mejores salarios las actividades tienen que ser competitivas.

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    Para distribuir riqueza hay que crear riqueza. Argentina tiene un PBI de 300.000 millones dedlares, una poblacin de 40 millones y un PBI/cpita de 7.500 dlares por habitante. Japntiene un PBI de 3.900.000 millones de dlares (3.9 billones de USD), una poblacin de 130millones y un PBI/cpita de 30.000 dlares por habitante. Por eso no hay pobreza. Para sercomo Japn, Argentina tiene que multiplicar por cuatro su generacin actual de riqueza.

    La distribucin de la riqueza es un parmetro estadstico, como la curva de las edades de lapoblacin. Sin embargo, la distribucin de la riqueza se ha tornado un mito, porque se hacecreer a la gente que hay polticas que le sacan ms a los ricos para disminuir la pobreza.

    Para crear riqueza, hay que invertir. Para invertir hay que esperar ganancias. Se pueden in-vertir ahorros de ganancias pasadas que se pretende recuperar o invertir fondos provenientes decrditos que se esperan pagar, en ambos casos con las ganancias que se esperan obtener de lainversin.

    Cuando los impuestos sobre los ingresos (retenciones) son inferiores a las ganancias, reducenlas inversiones posibles y la creacin de riqueza; cuando los impuestos superan a las ganancias,impiden la inversin futura y la creacin de riquezas.

    Las inversiones siempre tienen riesgos. Si algo falla, la empresa se descapitaliza y puede quebrar.Lo que impulsa a correr riesgo es la expectativa de obtener una renta. En condiciones de librecompetencia, la mayor rentabilidad se obtiene cuando la inversin es innovadora y competi-tiva. Cuando se logra una ganancia extraordinaria en competencia es cuando se est generandoprogreso. Esto ocurre y es lo que lleva a innovar, reinvertir y progresar. Si no hay ganancias, nohay capital de riesgo ni progreso.

    Los impuestos son necesarios pero deben ser razonables, y debe saberse que son a costa de lainversin y, por lo tanto, de la creacin y distribucin de riqueza y de la creacin de trabajo.

    18Razonespara darse cuenta

    Distribucin de la riqueza

    Por Vctor Trucco, Presidente de Fundacin Darsecuenta

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    Las actividades competitivas requieren personal capacitado y tecnologa: ms tecnologa, mscapacitacin, mejores salarios, ms inversin y generacin de progreso. Lgica del progreso:crear riqueza.

    La distribucin del ingreso mejora en la medida que aumenta la inversin y la economa sehace ms competitiva.

    Una cuestin sistmica es que cuando existe seguridad jurdica y cuanto menores en proporcinson los impuestos, mayor es la creacin y distribucin de riqueza.

    Paradjicamente, pueden bajarse los impuestos y aumentar la recaudacin. Puede mejorarsela distribucin del ingreso por doble va: los servicios que da el Estado y los salarios que paga elsector privado.

    La poltica de distribucin del ingreso es un mito, un engao, un fraude, una mentira conla que se quiere engaar a la poblacin. Constituye uno de los hbitos de emplear mitos paraatribuirse prestigio y rdito poltico sin mritos.

    El mito tiene que ver con que se invoca la distribucin del ingreso para apropiarse indebida-mente de recursos de los ciudadanos con fines propios: enriquecimiento y adquisicin de poder,pero sin progreso y sin distribucin de riqueza. Argentina es un ejemplo.

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    Estoy convencida de que las personas nos comportamos deacuerdo a cmo nos explicamos el mundo, que las creen-cias profundas que nos habitan condicionan nuestro com-portamiento cotidiano y nuestras conductas, y que en ellaspueden leerse cules son esas concepciones.

    Pertenezco a una familia de clase media urbana, con un lina-je de abuelos inmigrantes italianos. De la familia de mi viejahered las ganas de soar y disfrutar, y tambin una inmensacuriosidad a sentir el gusto de afrontar desafos y saber quecuando uno se propo ne algo el universo co nspira a favor.Me ensearon que la confianza es la base de las relacioneshumanas y que, cuando las conocemos, todas las personasmerecen cien por ciento de nuestro crdito. Aprend de ellosa no avergonzarme, a convivir con los excesos, a gesticular y acontar historias. Era gente de campo.

    De la familia de mi viejo aprend a buscarle la vuelta a lascosas. Gracias a ellos ahora s que todo tiene so lucin, quems vale arremangarse, ahorrar y controlar. Aprend que sloa travs del conocimiento uno puede ser libre y que las per-

    sonas valen por lo que son capaces de construir y de resolver.Me transmitieron esa mstica de que el esfuerzo vale la pena,y de que comunicarse y expresar ideas nos permite concretarnuestros sueos junto a otros. Con los aos aprend a valermepor mi misma mecnica ligera, electricidad, cocina, entreotras tareas a instancias de mi viejo, cuya mxima era serdador de soluciones antes que demandante. En esta familiacasi todos eran mdicos, como mi hermano.

    La oportunidad de aprender

    Tuve la suerte de enamorarme y de no haber sufrido grandesproblemas de salud, ni otras circunstancias adversas. Cosechbuenos amigos y tengo una hermosa familia.

    A lo largo de este tiempo tuve muchas oportunidades paraaprender. Me recib de ingeniera agrnoma y actualmentesigo capacitndome, porque el conocimiento crece y se ex-pande. Me di cuenta de que no soy la mejor en lo que hago,pero s que aquello que emprendo lo resuelvo bien, y quepuedo competir y hacerme cargo de l iderar. Tambin aprendque no hay roles fijos y que uno puede adoptar distintasposiciones, segn sea conveniente. Me di cuenta de que haycosas que me gusta hacer pero no tengo talento para

    realizarlas, y hay otras que me salen naturalmente y, por eso,debo aprovecharlas.

    Me di cuenta de varias macanas que me mand y trabajo congran dedicacin para mejorar los muchos defectos que tengo.Y lo voy logrando! Incluso creo que he conseguido el perdnde los que he machucado en el camino. Al menos yo me heperdonado. Me di cuenta de que aquello que ms disfruto eshacer con otros. Por ende particip en todos los espaciosque tuve a mano: el Centro de Estudiantes de la facultad, laCmara de Comercio, el Rotary, la Cooperadora de la escuela,el CEA 17 de Carlos Casares, la Comisin Municipal de Es-pacios Pblicos. Tambin participo de otra manera, llamandoa la radio para dar mi opinin, escribiendo cartas de lectoresy posteando mi opinin en los blogs. Para conocernos mejorhablo hasta por lo codos con amigos y desconocidos.

    Pasando las cuatro dcadas, a veces me da cierta desaznver cun profundo tenemos instalado ciertos temas, comoque el Estado debe resolver todos nuestros problemas, quelos dems son los responsables de lo que nos pasa, que slodesde el conflicto nos podemos relacionar, que hay puja deintereses y que slo estamos para denunciar y criticar. Yomisma lucho contra la tentacin de achacar mis debilidades alcontexto. Me da tristeza que no podamos debatir ideas por suvalor, sin importar su emisor. Me asfixia la falta de toleranciapara escuchar opiniones diferentes. Me angustia la falta devaloracin de lo tcnico, del saber, de las ciencias. Me asusta

    la banalidad y la excesiva valoracin de la imagen.Como alivio leo todo el tiempo que puedo. Por ello, megustara recomendar El Barn de Mau: un Empresario delImperio para tener una perspectiva de que los desafos quenos esperan viven con nosotros desde hace rato. Siempre esedificante la posibilidad de exponer las ideas profundas quecondicionan nuestros comportamientos y conductas.

    Paula Marra, ineniera arnomay Directora de Los grobo, demuestraque eectivamente el hoar puede ser

    la meor escuela de la vida.

    #36

    Testimonios

  • 8/7/2019 Revista darse cuenta 6

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    El Acostumbramiento

    Al perder la capacidad dereaccin vamos asegurandouna progresiva decadencia.

    En ciertas enfermedades crnicas a menudovinculadas con adicciones el alcoholismo porejemplo uno de los rasgos primordiales es elacostumbramiento, camino seguro al aumento de lacantidad requerida y al agravamiento del cuadro.

    En asuntos humanos en general, y sociales enparticular, creo que entre nosotros, enredadosen problemas que, como en esas enfermedades,presentan sntomas cada da ms graves y unaenceguecedora incapacidad para intentar o vislumbrarsoluciones nuevas para esquemas viejos siemprerepetidos, existe tambin el acostumbramiento.

    Cuando el acostumbramiento se hace norma ycotidianeidad, la realidad empeora necesariamente,aunque el discurso poltico, a menudo de unapronunciada crispacin, se empee en decir locontrario. El acostumbramiento se registra en laaceptacin de cotas melladas de libertad no desta o aquella libertad, sino de la libertad a secas,directamente, eso que todos entendemos sinespecializacin de ningn tipo, en la indiferenciafrente a las promesas en cascada siempreincumplidas, en juzgar natural que los lderes lesgriten a los ciudadanos, en aceptar la pobreza y ladesnutricin sin escuchar palabras y sin ver hechoscomo las que pronuncia y los que consigue desdela Fundacin Conin el doctor Abel Albino (muchosnios comen un vegetal al da, sufren enfermedadesque podran prevenirse y evitarse, tienen retretes enpozos subhumanos que son fuente de gastroenteritisy otros males, viven con vinchucas que nadiecombate con ninguna poltica sanitaria).

    A eso nos hemos acostumbrado. Como as tambina ver a alumnos y padres de alumnos que golpean

    a los maestros, a ver con rara indulgencia a conosdel culto milenario, a los hroes deportivos msvulgares y oscuros.

    Al acostumbrarnos vamos asegurando una progresivadecadencia. Podemos, sin embargo, al darnos cuenta,entenderlo y cambiar.

    Por Mario Mactas, Director de Contenidos de Fundacin Darsecuenta

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