RESÚMEN DE LA REPÚBLICA DE JEAN BODIN
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RESÚMEN DE LA REPÚBLICA DE JEAN BODIN
Jean Bodin definió soberanía como la esencia y ser del Estado, por lo
cual, los aspectos más importantes de su obra se refieren a ésta. El
estado está por encima sectas y religiones, sin tener que responder
ninguna en particular, pues la razón del Estado debe de ser neutra. Se
basa en Maquiavelo y en su concepto de Razón de Estado para darle a
la soberanía tres características principales: el poder pleno y total, que
es el poder absoluto y único porque dice que el barco sólo puede ser
conducido por un capitán; el poder perpetuo, que es la continuidad del
estado, sin cronología ni tiempo limitante; y la potencia Absoluta que
significa que siempre va a tener la razón pero que no por eso será
arbitrario ni discrecional sino que hace leyes y actúa en base a ellas.
El concepto de soberanía es la esencia y la idea misma del Estado,
el cual debe ser totalmente político, profano y laico: y va más allá de la
política. La soberanía es el uno, el cual debe estar separado del
múltiplo pues es el poder absoluto y perpetuo de una república. Es
potestad en la medida que el soberano dirige a su república sin la
intervención de nadie más, aparte de Dios, porque el soberano debe ser
virtuoso, aunque nadie puede obligarlo, pues rinde cuentas a Dios. Es
así como se diferencia de Maquiavelo, quien creía que el poder político
era ilimitado, pues Bodin creía que el soberano si tenía limites aunque
la soberanía no. La soberanía es la institución y no el depositario de un
poder total y único, por lo que es un poder perpetuo. Recorriendo el
camino abierto por Maquiavelo, Bodin logra plasmar en la soberanía a
un príncipe maquiavélico no subjetivado, pues diferencia entre el poder
y el depositario.
Limita al soberano porque este a pesar de que sea el autor de las
leyes no puede pasar por encima de ellas, debe ser moral. El príncipe
moral de caracteriza por someterse a la ley natural a título personal.
Nadie puede exigirle al príncipe que sea virtuoso pero está obligado
como todos los demás a hacerlo. La ley natural es lo que limita al
soberano y lo diferencia de la soberanía.
Ahora bien, la república es autónoma, pues no está sometida a
ninguna ley, dado que está por encima de las leyes humanas. Esto no
quiere decir que el Estado es por definición arbitrario y discrecional
puesto que tiene límites. Uno de ellos es su propia voluntad, debido a
que debe rendir cuentas a Dios. Otro es su poder para legislar, que se
funda en el siguiente razonamiento: si el príncipe puede decidir qué
leyes son justas, entonces el derecho se somete a la voluntad humana,
eliminándose así todo fundamento natural o divino. Uno más, quizá el
más importante, es que el soberano no puede atentar contra los
fundamentos del Estado; y como la familia constituye la verdadera
fuente y origen de toda república, el soberano no puede atentar contra
las familias y la unidad.
La república es un gobierno recto de varias familias unidas a las
que les es común la soberanía. Es un gobierno recto –moral– y de
derecho, no se justifica meramente por la guerra. El reino de Estado es
el reino de la ley. Bodin habla de los derechos de los individuos más allá
de la simple preservación del ser pues debe preservarse para algo, para
algún propósito. Establece los límites a la acción de la soberanía que
solamente le conciernen al ciudadano: límite frente a Dios y el ser
moral.
Bodin señala que las familias son las que constituyen el Estado,
representa la materia del Estado pues son la comunidad natural que
funge como modelo del Estado en gran medida. Es la representación de
la esfera de lo privado. Estas definen el objetivo del Estado que es ser
capaz de edificar una potencia de un grupo de familias que vivan
seguras y sin fracturas internas. Por lo tanto el Estado debe de
defender el derecho a la vida, a la salud y a la propiedad y el soberano
jamás puede ir en contra de esto. El soberano está sometido por las
Leyes Imperium, que son las reglas de sucesión, las que prohíben
enajenar alguna parte del territorio. Siempre se debe de ver por el bien
público con la idea de que las leyes beneficien a todos y pongan límites
claros a los gobernantes.
Finalmente, la soberanía es indivisible, por lo que la república
sólo puede tener un jefe, de manera que la única república verdadera
es la monarquía, ya que hasta las familias se rigen de esta manera.
Rechaza la idea de regímenes mixtos porque considera que si no están
ordenados al uno, no están bien ordenados. Esto se debe a la ontología
de Estado que es la soberanía y esta es el uno.
Distingue tres tipos de soberanía que solo son posibles en teoría:
la monarquía, donde la soberanía es uno solo; aristocracia, donde recae
en algunos; y democracia, donde recae sobre el pueblo como unidad. La
soberanía popular es imposible ontológicamente, pues no hay
subordinación del múltiplo al uno. La sociedad debe estar dividida para
que un ente gobierne sobre el resto porque uno no puede gobernarse a
sí mismo, no hay obligación alguna.