Resumen de El Panoptico y La Alegoria de La Caverna
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Introducción
El panoptismo es la combinación de tres elementos: la vigilancia, el control y la corrección. Esta forma, que se
ejerce sobre los individuos, se organiza a través de una red de instituciones. ¿En qué consiste el panoptismo?
Constituye una característica principal de la sociedad actual. Surge en el período comprendido desde fines del
siglo XVIII hasta principios del siglo XIX. Sus orígenes son contradictorios.
Más específicamente, el panoptismo se opuso a las reformas de los sistemas penalistas del siglo XVIII. Éstos
se basaban en un principio que define al crimen como un daño social, una infracción a la ley civil establecida
en una sociedad. Si hay infracción, debe haber poder político que haga uso de las leyes para reprimir tal
conducta. Estas leyes deben representar el beneficio y la utilidad para la sociedad, coartar lo nocivo para ella.
El poder de la ley penal, ante un daño a la sociedad, sólo permitirá su corrección para que sea pagado o para
que no se vuelva a cometer. Así se manifiesta (según la gravedad de la infracción) cuatro tipos o formas
posibles de castigos:
La expulsión del individuo del espacio social, es decir, su exilio.
La exclusión o aislamiento dentro del espacio público, moral y psicológico, dado por la opinión del resto de la
sociedad; la publicación del daño para que se manifieste en el escándalo para aquel que lo cometió
Una pena que se relaciona con la reparación del daño a la sociedad, en una teoría del trabajo forzado: será la
obligación de aquel individuo infractor llevar a cabo una actividad dada, que será beneficiosa para el Estado, y
que con ella se compense el delito o daño social.
Evitar que la infracción vuelva a cometerse haciendo que el individuo que fue causante del daño no quiera
hacerlo más. Para esto, será necesaria la Pena del Talión con la que el infractor recibirá un castigo igual o
semejante al daño que causó a la sociedad.
Tales proyectos fueron presentados para la elaboración del primer Código Penal. Sin embargo, es importante
observar cómo funcionaron las penalidades años después. Hacia 1820, las sociedades industriales en
formación, es decir, en vías de desarrollo, adoptaron el sistema de penalidades pero de manera diferente. A
continuación, examinaremos el origen y desarrollo del panoptismo, la sociedad disciplinaria, la noción de
"peligrosidad". También veremos cómo se relaciona el panoptismo y nacimiento de las instituciones de
encasillamiento y las "ciencias humanas", entre otros temas.
Desarrollo
Los proyectos anteriores del Código Penal fueron sustituidos por la prisión, pena puramente marginal, surgida
a comienzos del siglo XIX. En esta época, la legislación penal se desviará y pasará a tratar de ajustarse al
individuo.
La teoría legalista se opone totalmente al panoptismo; pese a que surgen prácticamente juntos, la brecha que
existe entre ambos está muy marcada. En el panoptismo, la vigilancia que se ejerce sobre el individuo tiene
una visión del futuro: se controla las potencialidades o virtualidades de cada individuo para prevenir lo que
éstos puedan hacer, es decir, se vigilan las características que el individuo posee para predecir los "futuros
daños a la sociedad". La vigilancia individualiza al autor del acto.
En el periodo en que surge el panoptismo, el poder central se apropia de los mecanismos populares de
control, entonces la teoría legalista quedó encubierta por el panoptismo.
Esta idea de penalidad que corrige el comportamiento individual es una idea policial. Es una práctica paralela
a la justicia. Toda una red de instituciones de vigilancia y corrección se desarrolla en el siglo XIX, alrededor de
la institución judicial. Esta red, cuyo poder no es judicial, se atribuye una de las funciones de la Justicia:
corregir las virtualidades de los individuos.
La arquitectura de la antigüedad se basó en posibilitar que una gran cantidad de espectadores presencien un
acontecimiento o que asistan a una asamblea. Esto sucedía, por ejemplo, en el teatro y en la Iglesia, donde
los espectadores observaban al individuo actuar y el sacrificio religioso, respectivamente. Pero la arquitectura
moderna era todo lo contrario. Se procuraba que un individuo observara a un mayor número de personas,
más específicamente, para vigilarlas. El Estado es un aparato de vigilancia y poder sobre los individuos que
conforman su territorio.
Jeremías Bentham describió la disposición especial de lo que denominará el "panóptico". Esta forma
arquitectónica es válida para cualquier especie de institución que permita el control sobre la existencia de
individuos.
Este sitio tiene forma de anillo, con un patio en el medio. El anillo se divide en celdas, cada una de las cuales
da al exterior y al interior. En la torre central hay un vigilante, quien, con una mirada, puede observar
absolutamente todo lo que en la celda ocurra sin que nadie pueda verlo, ya que lo hace a través de persianas
o postigos semicerrados.
Theilhard también nota esto. Él plantea el funcionamiento de una nueva forma de justicia. La función del
procurador es vigilar y perseguir a los individuos antes de que cometan una infracción. El procurador trasmite
las informaciones al Procurador General y éste le informa al Ministro de la Policía, quien a su vez las eleva al
Emperador. Todo este sistema constituye una pirámide de vigilancia a la sociedad.
Una de las fantasías principales del capitalista consiste en convertir el tiempo libre del obrero en producción
que, en cierta medida, se llevó a la práctica a comienzos del siglo XIX. Con las reformas de Owen (en los
EE.UU.) se llegó a crear fábricas que absorbían todo el tiempo del obrero. Pero estos ideales no sólo se
concretaron en fábricas- prisiones, sino también en escuelas, reformatorios, hospitales, prisiones, etc.
Desafortunadamente, en la realidad, las utopías capitalistas se realizan con frecuencia mientras que las
utopías socialistas no se concretan nunca.
Las instituciones industriales fueron perfeccionadas, en cuanto a su construcción y a su organización. Pero
luego se comprobó que acarreaban problemas de tipo económico. Con la crisis de la producción, estas
instituciones desaparecieron produciendo efectos tales como el despido de cierto número de obreros.
A pesar de tales desapariciones, se adaptaron algunas medidas y y técnicas que tenían como fin fijar a la
masa obrera en el aparato productivo.
A comienzos del siglo XIX, la reclusión tomó una forma fuerte, que se deba en escuelas, reformatorios, etc., y
un forma no tan consistente, dada en la cooperativa de asistencia, ciudad obrera, etc.
Podemos mencionar dos corrientes, de la que se deriva la reclusión: la francesa y la inglesa.
En el siglo XVIII, la condición que posee una persona de vigilar a otras no significa que esté exento de ser
vigilado.
La técnica francesa, en el siglo XVIII, se caracterizó por marginar al individuo de su ámbito cuando tuviera
determinada irregularidad en su vida y/o conducta. Esta marginación era aplicada como castigo.
Pero hacia el siglo XIX, las instituciones educativas, las prisiones, las fábricas, los hospitales generales y
psiquiátricos han cambiado: hoy son instituciones que hacen uso de la técnica de fijación de las personas. No
las excluye sino que las fija de determinadas formas según el tipo de institución.
Es decir, en el siglo XVIII, la reclusión se basaba en la exclusión de los individuos, mientras que esto cambia
en el siglo siguiente, siendo una reclusión que tiene como objetivo la inclusión o secuestro del o los individuos
en los que se intentaba la normalización.
El rol del Estado en la reclusión del siglo XVIII, en Inglaterra, no tuvo intervención puesto que los grupos
religiosos adoptaban una postura y reacción antiestatales, en cambio, en Francia, el proceso de control estaba
influido totalmente por el aparato estatal.
Hacia el siglo siguiente, el Estado intervino en algunas instituciones según los países y las condiciones en las
que se hallaran. Lo importante fue que en esta red de instituciones se confunde la intervención y no
intervención del Estado.
En instituciones pedagógicas, industriales, penales y médicas se observaba el desempeño del individuo en el
total de su tiempo.
En las sociedades del Medioevo, el poder estaba vinculado tanto a los hombres que trabajaban la tierra como
a la extensión de la/s misma/s.
Por el contrario, en la sociedad moderna no se tiene interés por controlar las tierras sino que adquiere
importancia el control sobre los tiempos de los hombres. Es necesario que ese tiempo sea transformado en
tiempo de trabajo y llevado al mercado, ofrecido a los compradores a cambio de un salario.
Las instituciones que, en un primer momento absorbían todo el tiempo del trabajador, comienzan a
multiplicarse, pero ahora no controlan todo el tiempo.
En el transcurso del siglo XIX, se comienza con una serie de medidas para disminuir el tiempo de descanso y
controlar la economía obrera. En épocas críticas, el empresario puede despedir personal, asegurándole un
aumento de salarios. Pero debe cuidar que sus empleados no "malgasten" sus salarios. Entonces, se crea
una red de cajas de ahorro, cooperativas de asistencia, etc., que cumplirán la función de reserva durante el
período de desempleo. Esta necesidad de controlar las economías del obrero, permite fijar no sólo su día
laboral, sino su vida entera, a la producción.
Este fin está enmascarado por estas instituciones: por un lado, brindan una aparente protección salarial y, por
el otro, explotan el tiempo del trabajador en su totalidad.
La segunda función consiste en controlar el cuerpo de cada individuo, incluso su existencia. Todas las
instituciones, pese a que están especializadas en una función en particular. La insubordinación y la
indisciplina del obrero constituyen un gran problema para la producción. Entonces en las instituciones con
orientación pedagógica, se modela al niño para obtenerlo dócil para el futuro. Esta función de control de la
existencia modela, valoriza y controla el tiempo el tiempo del trabajador, según determinadas pautas. El
"producto humano" que se obtiene debe ser hábil para la producción. Esto significa introducir al trabajador
ciertas cualidades o aptitudes para convertirlo en fuerza de trabajo.
La tercera función se caracteriza por la creación de un nuevo poder polivalente, polimorfo. Está constituido por
tres micro-poderes: político, económico y judicial.
Es económico cuando, en una fábrica, el proletariado cambia su fuerza de trabajo por un salario,
respondiendo a un aparato de producción que no le pertenece sino al capitalista. En todas estas instituciones
coexiste también otro poder: el político. El propietario impone normas y reglamentos. También está el poder
judicial: según la acción, se castiga o se recompensa, se garantizan funciones, se clasifica.
Hay un cuarto poder de tipo epistemológico: tiene como base el poder de extraer el saber de los obreros y
someter a cada uno de ellos a la observación y control de los otros poderes, este poder epistemológico se da
de dos maneras:
a. Extracción del saber obrero. Por ejemplo, los obreros de una fábrica comienzan a desarrollar adelantos
técnicos, mediante invenciones y descubrimientos, en su propio trabajo. El poder que se ejerce sobre ellos
absorbe todos estos elementos y lo vuelca en un registro del individuo. Todos estos adelantos sirven para
redefinir la forma de trabajo. Este saber hace más sutil al poder que, sobre los obreros, se ejerce. Permitirá un
refuerzo del control.
b. Saber de observación y clasificación de los individuos. Los individuos son objeto de un saber, permitiendo,
a su vez, nuevas formas de control. Este saber se forma de la observación y la clasificación del
comportamiento de cada individuo. Paralelamente a este saber, se orienta otro, que permitirá aplicar nuevas
formas de control. Por ejemplo, los deberes escolares del niño fueron observados y su comportamiento fue
clasificado por el poder que se ejerció sobre él. Estos registros sirvieron para constituir la pedagogía –junto a
otras ciencias del hombre-, convirtiéndose en leyes para ser aplicadas en las futuras instituciones. En
consecuencia, serán nuevas formas de control.
En esta tercera función está también la cadena de transformaciones que comienza con el tiempo del individuo
que se transforma en tiempo de trabajo, éste se convierte en fuerza de trabajo y ésta, a su vez, pasa a ser
fuerza productiva.
Toda esta serie de transformaciones es posible gracias a la intervención de las instituciones de secuestro. Su
función es hacer del tiempo, el cuerpo y la vida de los hombres, una fuerza productiva.
Foucault termina su conferencia desarrollando tres conclusiones importantes de citar:
La aparición de la prisión. Esta institución, pese a que surgió de la teoría del Derecho Penal, no es tan
racional como se supone. No desapareció porque es la institución de secuestro por excelencia, con todo lo
que ello implica. Es el ejemplo de institución que surge en el siglo XIX. Su función es ser un espejo que refleja
a la sociedad. Pero esta imagen invertida está transformada en amenaza: si bien allí se hace lo mismo que en
cualquier otra institución, la prisión existe y se muestra como la única institución válida para aquellos que
infringen la ley. Aunque la prisión se asemeja al resto de las instituciones, la sociedad no la ve como tal
porque se presenta como la única alternativa para los que cometieron un delito. Esta ambigüedad explica su
increíble aceptación.
En segunda instancia, debe dejarse constancia de que el trabajo no constituye la esencia o existencia del
hombre. Si se quiere lograr una vinculación entre hombre-trabajo, es necesario idear verdaderas operaciones,
por las cuales los hombres se sientan parte del aparato productivo en el cual se desarrollan. Si la esencia del
hombre quiere convertirse en trabajo, es preciso poner en práctica la síntesis que opera el poder político.
Resulta totalmente erróneo admitir el análisis marxista. Foucault se opone a Marx, porque considera que es
un análisis muy simplista creer que sólo hay un poder ejercido por la clase dominante. A Foucault tampoco le
interesa plantear si el poder es estatal o no. Lo que le interesa es el funcionamiento de los micro-poderes.
En el análisis marxista se expone que el factor central de la vida social no son las ideas sino los factores de
producción. Cada etapa del proceso productivo, cada modo de producción, con sus organizaciones
económicas y sociales, entrarán en colisión con las nuevas relaciones económicas y sociales surgidas en su
interior. En el seno del modo de producción, la base económica está formada por la naturaleza, la fuerza de
trabajo (energía humana empleada en la transformación de la materia), los medios de trabajo, etc.
El valor final del producto se establecerá de acuerdo al tiempo del trabajo acumulado para su producción. Las
relaciones de producción entre los "jefes" y los trabajadores determinan las clases sociales que irán
surgiendo.
En el capitalismo, las relaciones entre los propietarios y la fuerza de trabajo viene definida por el salario, el
cual constituye sólo una parte del producto o valor de su trabajo; el resto se lo apropia el capitalista, quien
extrae una plus-valía[1]al trabajador.
Los aparatos del Estado (legislativo, educativo, ideológico) son instituciones controladas por las clases
dominantes para ejercer su dominio, su control, sobre las clases dominadas.
Para que pueda existir una plusvalía, sería necesario que ese sub-poder sea puesto al nivel de la existencia
del hombre para poder fijarlo a los aparatos de producción y convertirlos en agentes productivos.
Al establecer el sub-poder, nacen paralelamente una serie de saberes que fueron ramificándose en los
aparatos del Estado. De este modo, Foucault sostiene que surgieron de acá las ciencias humanas, en las
cuales, el objeto principal de estudio pasa a ser el hombre, como individuo y en sociedad.
De ninguna manera las ciencias humanas pueden estudiarse como una ideología que se halla en el mismo
plano que el de las relaciones de producción.
Es falso considerar que, tanto el saber como el poder, están por encima de los aparatos del Estado, ya que se
encuentran en una estrecha relación con la existencia del hombre, el cual posibilita el funcionamiento del
sistema de producción. Para hallar relaciones de producción se vuelve necesaria la existencia de relaciones
de poder y formas de saber en un óptimo funcionamiento.
Tanto la apropiación de bienes que llevaban a cabo los nobles típicos de las antiguas sociedades feudales,
como la enorme fuerza que ejercía el predominio del capital como factor de producción y riqueza en las
sociedades capitalistas, forman parte del nivel en el que funcionan las formas de saber-poder, denominadas
"indagación" y "examen"-
Más concretamente, el examen es un análisis que tiene en cuenta las virtualidades del obrero; es un saber
sobre el presente del sujeto para predeterminar su futuro. Se trata de vigilar sin interrupción, por alguien que
ejerce el poder. Éste verifica si un individuo es "normal" o no, o si realiza una actividad correctamente, etc. Es
decir, constituye un saber sobre aquéllos a quienes vigila. Se diferencia del saber de indagación,
característico del Medioevo y la Teoría Jurídica de Beccaria.
La indagación era un procedimiento por el que se procuraba saber lo que había ocurrido. A través de
testimonios, se trataba de naturalizar un acontecimiento pasado. Se llama a un testigo clave que, por el hecho
de haber presenciado ese conocimiento, brinda un saber. La indagación era la base de las grandes ciencias
de observación.
El examen es la base de donde nacen las ciencias humanas. El panoptismo es una forma de saber: ya no se
apoya en la indagación sino en el examen.
Conclusión
En conclusión, hemos visto cómo se configuró el panoptismo, y el paso del "que todos vean a uno" hacia el
que "uno pueda ver a todos". Lo interesante del planteo de Foucault es la paradoja del panoptismo: la
reclusión se caracteriza por el hecho de que "excluye incluyendo, el encierro, que fija a los individuos a los
aparatos de producción, formación, reforma... (en vez de la reclusión anterior marginadora)". Otra tema
interesante el control de los cuerpos y del tiempo. Estos aportes siguen vigentes puesto que nos permiten
reflexionar sobre nuestras relaciones humanas, en todos los ámbitos sociales.
EL PANOPTISMO: NUEVAS FORMAS DE CONTROL SOCIAL
Comencemos afirmando que desde que el hombre apareció sobre la faz de la tierra han existido ciertas
estrategias y técnicas de vigilancia dirigida de unos grupos hacia otros, característica inherente en todas
aquellas sociedades humanas donde la clase social está presente. Pero, la vigilancia como rasgo institucional,
centralizado y omnipresente en la vida social de los individuos, es un fenómeno que se fue perfeccionado
desde inicios la llamada época moderna, en su seno surge el desarrollo de las tecnologías que requiere el
sistema económico-político llamado capitalismo. La vigilancia se institucionaliza como un monopolio exclusivo
de un sector de la sociedad: los dueños de los medios de producción. Por lo tanto, las nuevas formas de
control social están relacionadas con el impulso de las nuevas tecnologías y la creación de sistemas de
vigilancia que el capital requiere para su perpetuación.
Advertimos que estamos lejos de sostener una postura determinista, tecnóloga o un antagonismo
emancipador a ultranza que busque la confrontación entre clases sociales, pero creemos que el desarrollo de
las tecnologías parecen invitar hoy a que aceptemos los novedosos mecanismos de control a través de la
evolución de los sistemas de vigilancia, que en teoría pueden abrir canales de participación en esa nueva
estructura social, siendo conscientes que también traen su antípoda.
Consideramos que las sociedades contemporáneas y sus estructuras social-políticas combinan principios
democráticos y actitudes autoritarias de manera simultánea que tienden a definir un nuevo tipo de sociedad,
utilizando para ello los avances en telecomunicación y computación para mediar la altivez del vulgo.
En realidad uno de los aspectos novedosos de éste tipo de sociedades que evoluciona a la par del desarrollo
tecnológico será la combinación de su mayor intensidad y sistematización de las tecnologías, donde
fundamentalmente la vigilancia será la estrategia que reemplace progresivamente a la coerción física como un
medio para mantener el “orden” y la armonía de los individuos, buscando coordinar las diversas actividades de
los grandes sectores de la población.
Este salto evolutivo de las formas de control social fue estudiado y descrito magistralmente por Michel
Foucault en su libro de “Vigilar y Castigar” (1980).
Lo sorprendente del modelo de control social que descubrió Foucault, es que comenzó siendo una trágica
historia de pérdida de libertad e intimidad, donde hoy es aceptado voluntaria y gustosamente por los sujetos.
Se trata de una forma “suave” de persuadir y de hacer que se acepte esta invasión a la intimidad, ayudando a
controlar y disciplinar las conciencias de los individuos y de los grupos.
Foucault en su análisis social esboza la importancia de la existencia y funcionamiento de la vigilancia,
centrado en el desarrollo de un sistema carcelario . En su propuesta se observa que se ha asistido en la
conformación de un nuevo tipo de estructura social que remplazó a la antigua sociedad del espectáculo por
una sociedad de la vigilancia que cimentó el perfeccionamiento de los dispositivos disciplinarios que aseguren
el control y la “normalidad” de los individuos que formen parte de una sociedad históricamente determinada.
En esta sociedad de la vigilancia propuesta por M. Foucault podría llamarse también sociedad panóptica. Esta
se caracteriza por reproducir la estructura y funcionamiento del poder económico, político, social y cultural. La
sociedad panóptica es un símil de una prisión ideada que el arquitecto J. Bentham y que retoma Foucault en
su esbozo social, donde la prisión tiene como finalidad maximizar la eficacia y minimizar la economía del
sistema carcelario con el propósito de domesticar las almas.
Según M. Foucault, "el panóptico (...) debe ser comprendido como un modelo generalizable de
comportamiento; una manera de definir las relaciones de poder en la vida cotidiana de los hombres (Foucault,
Vigilar y Castigar: 1980). En la arquitectura del panóptico, la mirada (su ausencia o presencia) es poder, en
eso reside el secreto de su éxito. El panóptico, según Foucault, es “una construcción ... [de celdas y espacios]
donde cada prisionero es perfectamente individualizado y constantemente visible [a los ojos de quien
observa], mientras que, desde la celda, el reo no puede observar quien lo observa si es que lo observa
alguien” (Foucault, Vigilar y Castigar: 1980).
El panóptico se presenta como un dispositivo que concentra su eficacia en la nueva articulación del eje ver y
sin ser-visto (fundamental en todo sistema de vigilancia). En palabras de Foucault “el panóptico es una
máquina que disocia la pareja ver-ser visto” (Foucault, Vigilar y Castigar: 1980). De esta manera, el individuo
que forma parte de la estructura panóptica se sabe en un estado de permanente vigilancia y eso garantiza su
pasividad y control de sus movimientos. En el panóptico la inspección (desde la posición del poder, o sea de
quien vigila) funciona sin cesar. La mirada está por doquier, aún sin estarlo realmente, ya que el diseño del
dispositivo induce a aquel que está dentro de él a “un estado consciente y permanente de visibilidad”. Poco
importa quien es el sujeto o el objeto de esa mirada, la garantía de su posible existencia alcanza para poner
en marcha el engranaje de la relación dominante-dominado.
En las sociedades actuales donde la multiplicación y complejización de las relaciones interindividuales puede
atentar contra el normal desarrollo y convivencia de los individuos ubicados en el sistema, es importante
garantizar el orden social, es ahí que el esquema de poder disciplinario propuesto por el panóptico cobra
importancia, debido a sus mecanismos de observación que son capaces de penetrar en el comportamiento de
los hombres determinando sus tareas y sus conductas , asegurando con ello orden y adhesión social.
El alcance del panoptismo, ese sentido, es ilimitado, ya que “es capaz de reformar la moral de los individuos,
preservar la salud, con el fin de revigorizar a la industria, difundir la instrucción, aliviar las cargas públicas,
establecer la economía…” (Foucault, Vigilar y Castigar: 1980).
El panoptismo se disemina en todos los niveles que conforman la estructura de la sociedad con el objetivo de
profundizar su desarrollo: “se trata de aumentar la producción, desarrollar la economía, difundir la instrucción,
elevar el nivel de la moral pública; hacer crecer y multiplicar” (Foucault, Microfísica del Poder: 1980). No es de
extrañar, entonces, que sea la sociedad moderna, más precisamente la sociedad capitalista, el reflejo del
esquema panóptico ya que esta exige el máximo rendimiento al menor costo posible.
Desde una óptica marxista, si se dan cambios en la infraestructura económica (modo de producción, fuerzas
productivas, etc.) estos cambios determinan también transformaciones en la superestructura social, y es en
esta fase donde se exige una sociedad disciplinada y específica para evitar la desintegración social, al
respecto Foucault señala: “nuestra sociedad no es la del espectáculo, sino la de la vigilancia; bajo la superficie
de imágenes, se llega a los cuerpos en profundidad (...) se persigue el adiestramiento minucioso y concreto de
las fuerzas útiles (...) estamos en la máquina panóptica, dominados por sus efectos de poder, que busca
prolongar en nosotros mismos, ya que somos uno de sus engranajes” (Foucault, Vigilar y Castigar: 1980).
Paralelo al desarrollo de los medios de producción y las fuerzas productivas, el avance tecnológico perpetúa
el sistema, los mecanismos del poder se han intensifica y su aparato de control parece haberse perfeccionado
para mantener alienados al populacho al sistema. La mirada panóptica cuenta con numerosos aliados que
garantizan su eficacia. Los ojos que vigilan se han multiplicado, para ello los medios de comunicación las
telecomunicaciones y la computación han contribuido a afirmar esa fuerza de homogeneización que envuelve
a los individuos en las sociedades contemporáneas.
En ese sentido, el poder panóptico asegura la docilidad y la utilidad de todos los elementos del sistema
capitalista, pero sobre todo el más importante, el proletario. Las imágenes captadas por las cámaras de video
y reproducidas en monitores han impuesto un cambio en la relación de los individuos con el mundo, pero al
mismo tiempo han multiplicado la mirada. La mirada se vuelve múltiple, los mecanismos panópticos del poder
se intensifican y extienden sus redes atravesando a los individuos siendo vulnerados en su intimidad.
En los espacios cerrados (casa, escuela, fábrica, sindicato, iglesias, hospital, cárcel, universidades) el
individuo es vigilado en todo momento y desde todos los ángulos posibles, el sujeto está inserto en un lugar
fijo de la estructura social productiva y ante el menor de los movimientos se halla vigilado, controlado y
registrado. En este BIG BROTHER, el control del (los) individuo (s) se muestra y mantiene permanente.
A través de un aparato detector se revisa el cuerpo, un televisor registra los rostros (los gestos), las
computadoras permanentemente suministran información sobre los individuos, apenas sucede algo “anormal”
en el individuo el poder lo detecta y lo trata de corregir. En esta sociedad de la vigilancia hay siempre una
mirada que todo lo abarca y que lo sabe todo, existe un Gran Ojo. Una sociedad de vigilancia puede ser
definida como una sociedad del orden y como tal de progreso (ya que sólo en el orden es posible el progreso,
reza el positivismo), pero de un progreso que, sin embargo, parece no haber traído grandes ventajas y
beneficios para los individuos, sino, sólo para los dueños de los ojos vigilantes.
Asimismo dentro de una sociedad de vigilancia la burocracia es la cara visible del poder. Poder que no es
detentado por nadie, poder que asegura su presencia a través de redes por donde circula información de los
individuos y que mantiene en alerta al sistema ante alguna señal de sentimiento, emoción o pensamiento
propio.
Este sistema reviste una importancia capital, ya que el esquema de vigilancia permite un pleno control y
conocimiento de los individuos que deben ser deshumanizados. El poder se nutre de esa información
diseminada en la “Gran Red”, ya que mediante ella puede perpetuarse y afianzarse apoyándose en las
máquinas (computadoras), cámaras de video y monitores. Para M. Foucault, el individuo forma parte del
engranaje del poder, quien lo afianza con su presencia y labor. En palabras de Foucault: “el poder marca,
caracteriza y tipifica al individuo dentro del sistema, determinando quien es normal y quien no lo es y de
acuerdo con ello, establece pautas de conducta general a seguir”.
Consideramos que la burocracia es el lugar de la no-distinción, el cual reproduce un modelo panóptico de
organización; el aparato burocrático desarrolla interrelaciones a distintos niveles jerárquicos, dividiendo el
poder en departamentos que forman una cadena infinita para el sistema productivo en línea, que no permite
saber cuál y quién es el primer y último eslabón de esa cadena.
El poder se ramifica y se multiplica, actúa y controla, pero no tiene centro, no hay una cabeza visible que lo
detente efectivamente a ese poder. En el panóptico se alcanza ese conocimiento abstracto del poder, que
solo se especifica arbitrariamente a través de la burocracia (o sea de sus efectos), para que se vuelva
efectivo.
En este sentido se cumple la predicción foucaultiana de que el poder panóptico automatiza (a los empleados
como trabajadores autómatas que esperan a que la mirada de mando desaparezca para evadirse por un
instante, consumiendo imágenes que el poder -los medios- proveen) e individualiza; el poder es siempre
visible en sus efectos (la burocracia, los grandes edificios, la televisión, el radio, el jefe, el capataz, el policía,
el soldado, el juez, etc.) pero nunca verificable concretamente, en tanto no hay una persona que lo ejerza,
alguien que se responsabiliza por ese aparato. En suma, es una mirada que no tiene dueño. En una sociedad
panóptica, el poder basado en modalidades disciplinarias, la mirada impone una fuerza de homogeneización
que garantiza su efectividad, borra las singularidades, paradójicamente multiplicándolas. El poder define la
individualidad de las personas en tanto las clasifica, las jerarquiza, les otorga una utilidad, un lugar dentro del
sistema, pero al mismo tiempo, les niega cualquier posibilidad de vivir esa singularidad que les concede.
Por lo tanto, la organización reemplaza a los nombres por números (los prisioneros son un número, el
contribuyente es un número, el alumno es un número, el ciudadano es un numero como el CURP ), y a los
rostros por máscaras (las cirugías estéticas deforman los rostros, los torturadores usan máscaras, los
detenidos son encapuchados, las fuerzas de seguridad esconden su rostro dentro de un traje negro o gris).
Esa fuerza homogeneizante se impone no sólo sobre las almas (a través de la imposibilidad de afirmar la
singularidad), sino también sobre los cuerpos y mentes. De acuerdo con lo expuesto hasta el momento, a
diferencia de un sistema tradicional (la sociedad del espectáculo), los términos de la eficacia de un sistema de
poder se miden por su presencia y por su invisibilidad. De ahí su éxito.
En la sociedad de la vigilancia los individuos sufren un cambio trascendental y se definen solo por su anomia,
su ausencia, por su invisibilidad o, lo que es lo mismo, por su presencia ausente.
El panoptismo “hace de modo que el ejercicio de poder no se agregue desde el exterior, como una coacción
rígida o como un peso, sobre las funciones en las que influye, sino que esté en ellas lo bastante sutilmente
presente para aumentar su eficacia aumentando al mismo tiempo sus propias presas” (Foucault, Vigilar y
Castigar: 1980). El poder circula, decide, actúa, pero el individuo al que somete no es capaz de identificarlo
concretamente. Su presencia es evidente en todos los niveles de la vida social, su profusión de redes lo
convierte en una ausencia aparente y le otorgan un estatuto de inaccesibilidad que garantiza su eficacia y
existencia. Concluimos que:
• Los nuevos mecanismos de vigilancia de tipo panóptico tienden a difundirse cada vez más y a medida que
estos mecanismos se vuelven más sutiles, se tornan también más amplios, ejerciendo más control que antes,
sin que las personas lo perciban y se molesten.
• El panóptico es una forma de vida en la medida que las personas aceptan que el seguimiento es inevitable,
sus hábitos cambian. El dominio privado se estrecha; parece irónico alarmarse porque ahora sea invadido,
cuando en realidad habría que preocuparse por determinar cómo se redujo tanto.
• Cuando el panóptico se convierte en característica de la vida en comunidad, la diferencia entre el espacio
“público” y lo “privado” se hace difuso.
• Uno puede decidir no recurrir a la utilización de tales tecnologías, evitando así que se le restrinja su libertad
personal.
• Pero, se corre el riesgo, a la vez, de perder otros tipos de libertades y oportunidades que esas nuevas
tecnologías ponen a su disposición.
• Al respecto, hay quienes afirman que, "hay pocas dudas de que dentro de una gama sorprendentemente
amplia de actividades las personas eligen perder su intimidad por su seguridad".
• Lo anterior definiría un “Pacto con el Diablo”: la intimidad que se intenta “proteger”, pero hace tiempo que
está restringida.
“Alegoría de la caverna”
Texto A
Resumen.
En el texto Platón explica a su discípulo su teoría sobre el mundo sensible y el mundo de las ideas. Y esto se
explica con lo que se llama mito de la caverna en la que Platón dice que hay una serie de personajes que
están encadenados y detrás de ellos un muro que a su vez detrás y por encima hay una luz que hace que se
proyecten enfrente de esos hombres las sombras de figurillas de hombres, animales y otros elementos.
Ideas fundamentales.
La idea principal es la teoría platónica de la división de las cosas en seres sensibles e ideas y la jerarquización
que hay en estos dos mundos.
El hombre pertenece al mundo sensible por lo que vive sin la verdad (bien) aunque se puede acceder a ella
mediante la educación.
Se puede considerar que el alma, al estar en el cuerpo, está en una especie de cárcel.
Vocabulario.
Naturaleza: esencia, si es una esencia educada pertenecería al mundo de las ideas y si no está educada la
esencia pertenece al mundo sensible.
Educación: (Mayeutica) si se utiliza la inteligencia se encontrará la verdad o bien.
Prisioneros: son las personas ignorantes.
Camino: proceso educativo hasta ver la idea del bien (mundo inteligible)
Caverna: es el mundo sensible.
Tabique: lo que separa al ignorante del sabio, es decir, separación de lo visible y de lo inteligible.
Publico:
Muñecos: son los seres sensibles naturales.
Sombras: son los seres sensibles artificiales.
Hombres: Es alma más cuerpo, fabricados pues son copias de las ideas.
Animales: otro objeto fabricado que es copia de las ideas.
Dialogo: método que utiliza Platón y que lo practico por influencia de Sócrates.
Comparación: Es lo que hace Platón en este dialogo, con su discípulo, para distinguir los dos mundos.
Objetos: están construidos por el Demiurgo por lo que son artificiales y pertenecen al mundo de las ideas.
Eco: es la resonancia que se produce cuando hablan las sombras.
Real: es la sombra de los objetos artificiales.
Artificial: son las estatuillas creadas artificialmente.
Texto B
Resumen.
Platón en este texto narra que uno de los encadenados es puesto en libertad y conducido hacia la luz por un
camino difícil y complicado.
Platón y Glaucón analizan las sensaciones que el liberado experimenta ante la luz del exterior y como se
adapta y acostumbra a ella. Después analizan una situación en la que el liberado no desea volver a las
tinieblas del interior ya que se vería en vergüenza y ridículo al no ver nada por estar cegado por el sol y
además si quisiera liberar a los otros no podría ya que ellos pensarían que los llevan a algo malo.
Ideas fundamentales.
La idea de este texto es que si un hombre de los que están encadenados es ayudado o enseñado por la
mayeutica a descubrir la idea del bien, primero le costará adaptarse y también le costará llegar a conclusiones
nítidas pero después se dará cuenta de que esto es mejor y lo hace más feliz. Así se convierte en un ser
inteligente que no quiere volver a las tinieblas de la ignorancia.
Entonces ahora, desde la idea del bien, la visión de las estatuillas es de realidad.
Vocabulario.
Liberación: se consigue con la educación y se pasa del mundo sensible al mundo inteligible.
Cadenas: deseos sensibles, materiales o vicios que atan al hombre.
Curación: perdida de la ignorancia y paso al mundo inteligible.
Ignorancia: incultura, no saber lo que realmente es bueno.
Sombras: reflejo de los seres sensibles naturales.
Real: de donde se saca la idea de los seres sensibles y es lo que hay fuera de la caverna.
Verdad: idea de Bien.
Percibir: entender y asimilar el mundo inteligible.
Sol: es la idea suprema del Bien.
Fulgores: al deslumbrarse con el sol se frota los ojos y se ve como estrellas.
Acostumbrar: percibir que lo mejor es practicar la idea de Bien.
Figuras, Reflejos e Imágenes: todas se ven después de la idea de Bien.
Gobierna: en el mundo visible gobierna la idea de Bien.
Visible: estado en el que se actúa con la idea de Bien.
Texto C
Resumen.
En este texto empiezan maestro y discípulo a concretar ya la alegoría con cosas y hechos de este mundo.
Compara la caverna con lo que perciben nuestros sentidos, el sol con la idea de Bien...
También comienzan a sacar conclusiones sobre lo que pasa en el mundo sensible y el de las ideas.
Platón explica también en este texto lo importante que es la idea de Bien y la enseñanza, ya que te ayuda a
alcanzar este conocimiento.
En conclusión este texto es la interpretación, concretación y explicación de la alegoría aplicada a este mundo.
Ideas fundamentales.
La primera idea se expone de la línea 121 a la 130, es el intelectualismo ético del que también es partidario
Platón:
La ascensión del camino, la educación.
- la idea de Bien causa de todo lo recto y bello.
Otra es una explicación sobre la relación entre el mundo sensible y de las ideas y lo hace con el ejemplo de
justicia:
“Sombras de justicia”- leyes injustas.
“Figurillas de las cuales hay sombras”- leyes justas.
“la justicia en sí”- idea de justicia
La ultima idea es la diferencia entre dos risas:
El que se ríe del que ha salido y ve mal.
El que se ríe del inteligente que vuelve a la oscuridad.
Para él reírse del que ha pasado a una vida mejor es absurdo.
Vocabulario.
Alegoría: Conjunto de comparaciones.
Morada: mundo que perciben nuestros sentidos, caverna.
Prisión: el mundo sensible.
Ascenso: educación, acceder al mundo inteligible.
Contemplación: conseguir ver la idea de Bien.
Inteligible: es el mundo de las ideas.
Idea: la verdad.
Bien: idea suprema.
Inteligencia: por lo que podemos aprender.
Sabiduría: posesión del Bien.
Privado: lo de uno.
Publico: lo de muchos.
Tinieblas: mundo sensible.
Confuso: ante dos realidades distintas.
Figurillas: seres sensibles naturales.
Perturbaciones: lo que sucede ante el cambio.
Incapacidad: dificultad.
Hábito: adaptación a un mundo.
Ignorancia: estar en el mundo de las ideas y no conocer la idea de Bien.
Texto D
Resumen
En este texto, ultimo de la alegoría de la caverna, Platón plantea la liberación de los prisioneros mediante la
enseñanza, mediante el nacimiento a la luz (mayeutica); y si esta educación se lleva a cabo desde la infancia
al final el hombre podrá poseer la idea de Bien.
También comenta lo que hay que hacer por el estado y lo que este debe hacer, que es educar por medio de
las leyes... así el que gobierna debe ser sabio para que el Bien esté presente en el estado.
Ideas fundamentales.
Una de las ideas que en este texto se expone es la forma de enseñar, de educar, que no consiste en “poner”
en el alma algo sino intentar sacar lo que ya tiene dentro. Y lo va haciendo mediante una serie de preguntas
mas y más difíciles al alumno para que saque sus propias conclusiones. Otra idea que va relacionada con la
anterior es que existe en cada uno algo que hace que podamos salir de la oscuridad y llegar al mundo de las
ideas y ese algo es la inteligencia. Y una idea principal e importante es la del colectivismo social de Platón que
consiste en que cada uno debe aportar lo mejor que uno tiene para el bien de los demás del estado. Hay
hombres que regresan y que han contemplado la idea de Bien y vuelven por amistad que es un principio de
relación entre los hombres, pero también hay otros hombres que no regresan y es porque no ha conseguido la
idea de Bien.
Vocabulario.
Educación: medida que se toma para que el alma perciba la idea de Bien.Ciencia: algo que pude estar en el
alma.
Alma: centro del hombre.
Argumento: razones para convencer.
Luz: idea de Bien.
Tinieblas: mundo sensible.
Corrección: llevar las cosas del alma al lugar correcto.
Excelencias: ideas secundarias.
Util: lo que ayuda.
Perjudicial: lo que no ayuda.
Débil: caer en lo malo.
Naturaleza:
Verdadero: el Bien.
Estudio: la filosofía.
Isla de los bienaventurados: es el mundo de las ideas.
Estado: la unión de todos y de todo.
Contemplación: mediante la reflexión llegar a ver la idea de Bien.
Trabajos: es lo que se puede hacer por el bien común o del estado.
Comunidad: unión de todos.
Persuasión: modo de convencer.
Ley: es lo que rige la comunidad.
La alegoría de la caverna
En el texto Platón explica a su discípulo su teoría sobre el mundo sensible y el mundo de las ideas. Y esto se
explica con lo que se llama mito de la caverna en la que Platón dice que hay una serie de personajes que
están encadenados y detrás de ellos un muro que a su vez detrás y por encima hay una luz que hace que se
proyecten enfrente de esos hombres las sombras de figurillas de hombres, animales y otros elementos.
Nos pide Platón imaginar que nosotros somos como unos prisioneros que habitan una caverna subterránea.
Estos prisioneros desde niños están encadenados e inmóviles de tal modo que sólo pueden mirar y ver el
fondo de la estancia. Detrás de ellos y en un plano más elevado hay un fuego quela ilumina; entre el fuego y
los prisioneros hay un camino más alto al borde del cual se encuentra una pared o tabique, como el biombo
que los titiriteros levantan delante del público para mostrar, por encima de él, los muñecos.
Por el camino desfilan unos individuos, algunos de los cuales hablan, portando unas esculturas que
representan distintos objetos: unos figuras de animales, otros de árboles y objetos artificiales, etc.
Dado que entre los individuos que pasean por el camino y los prisioneros se encuentra la pared, sobre el
fondo sólo se proyectan las sombras de los objetos portados por dichos individuos.
En esta situación los prisioneros creerían que las sombras que ven y el eco de las voces que oyen son la
realidad.
Platón en este texto narra que uno de los encadenados es puesto en libertad y conducido hacia la luz por un
camino difícil y complicado.
Platón y Glaucón analizan las sensaciones que el liberado experimenta ante la luz del exterior y cómo se
adapta y cómo se acostumbra a ella. Después, analizan una situación en la que el liberado no desea volver a
las tinieblas del interior ya que se vería en vergüenza y ridículo al no ver nada por estar cegado por el sol y
además si quisiera liberar a los otros no podría ya que ellos pensarían que los llevan a algo malo.
Supongamos, dice Platón, que a uno de los prisioneros, “de acuerdo con su naturaleza” le liberásemos y
obligásemos a levantarse, volver hacia la luz y mirar hacia el otro lado de la caverna. El prisionero sería
incapaz de percibir las cosas cuyas sombras había visto antes. Se encontraría confuso y creería que las
sombras que antes percibía son más verdaderas o reales que las cosas que ahora ve. Si se le forzara a mirar
hacia la luz misma le dolerían los ojos y trataría de volver su mirada hacia los objetos antes percibidos.
Si a la fuerza se le arrastrara hacia el exterior sentiría dolor y, acostumbrado a la oscuridad, no podría percibir
nada. En el mundo exterior le sería más fácil mirar primero las sombras, después los reflejos de los hombres y
de los objetos en el agua, luego los hombres y los objetos mismos. A continuación contemplaría de noche lo
que hay en el cielo y laluz de los astros y la luna. Finalmente percibiría el sol, pero no en imágenes sino en sí
y por sí. Después de esto concluiría, con respecto al sol, que es lo que produce las estaciones y los años, que
gobierna todo en el ámbito visible y que de algún modo es causa de las cosas que ellos habían visto.
Al recordar su antigua morada, la sabiduría allí existente y a sus compañeros de cautiverio, se sentiría feliz y
los compadecería. En el mundo subterráneo los prisioneros se dan honores y elogios unos a otros, y
recompensas a aquel que percibe con más agudeza las sombras, al que mejor recuerda el orden en la
sucesión de la sombras y al que es capaz de adivinar las que van a pasar. Esa vida le parecería insoportable.
La idea de este texto es que si un hombre de los que están encadenados es ayudado o enseñado por la
mayéutica a descubrir la idea del bien, primero le costará adaptarse y también le costará llegar a conclusiones
nítidas pero después se dará cuenta de que esto es mejor y lo hace más feliz. Así se convierte en un ser
inteligente que no quiere volver a las tinieblas de la ignorancia.
Entonces ahora, desde la idea del bien, la visión de las estatuillas es de realidad.
Platón explica también en este texto lo importante que es la idea de Bien y la enseñanza, ya que te ayuda a
alcanzar este conocimiento.
En conclusión este texto es la interpretación, concertación y explicación de la alegoría aplicada a este mundo.
En este texto, ultimo de la alegoría de la caverna, Platón plantea la liberación de los prisioneros mediante la
enseñanza, mediante el nacimiento a la luz (mayéutica); y si esta educación se lleva a cabo desde la infancia
al final el hombre podrá poseer la idea de Bien. También comenta lo que hay que hacer por el estado y lo que
este debe hacer, que es educar por medio de las leyes... así el que gobierna debe ser sabio para que el Bien
esté presente en el estado.
En este texto se expone es la forma de enseñar, de educar, que no consiste en poner en el alma algo sino
intentar sacar lo que ya tiene dentro. Y lo va haciendo mediante una serie de preguntas más y más difíciles al
alumno para que saque sus propias conclusiones.
(Va relacionada con la anterior) Existe en cada uno algo que hace que podamos salir de la oscuridad y llegar
al mundo de las ideas y ese algo es la inteligencia.