Reseña de bibliografía teórica sobre Cecilia Valdés

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1 Teóricos Sancholuz Cecilia Valdes CLASE 1 Novela más conocida estudiada dentro de la literatura canónica cubana del siglo XIX. Cirilo Villaverde nace en 1812. La trama cronológica de la novela se da entre 1812 y 1831 (19 años). En 1812 sitúa el nacimiento de la mulata que da el nombre a la novela. también hay una coincidencia en las iniciales del nombre que no es casual. A lo largo de la novela, el marco cronológico excede este límite temporal. Se encuentran referencias a otros momentos de la historia de cuba más cercanos al presente de la enunciación. La versión definitiva de la novela fue publicada en 1882. En el texto aparecen referencias a momentos de Cuba como la Conspiración del año 1844, en la que Villaverde se involucra con otros criollos nucleado en torno a Delmonte. Es una rebelión en la que matan esclavos, libertos negros y mulatos. Los sectores artesanales tenían mucha importancia en le desarrollo de Cuba. En alianza con los criollos tenían ideas separatistas de los españoles. La censura obliga a Cirilo Villaverde a exiliarse. Hay una amnistía en el año 1860. Vuelve a Cuba, es objeto de persecuciones políticas y se exilia definitivamente en EEUU. Este es un texto que forma parte de la literatura cubana antiesclavista. Ese conjunto de textos no pudo publicarse en Cuba. Uno de ellos es la biografía de Juan Francisco Manzano, que se llama “Autobiografía de un esclavo”, es un esclavo liberto, escrito entre la década de 1830 y 1840. tertulias alrededor de Delmonte, reunión de intelectuales, censura de textos. circulación de textos e ideas se daban en esas instituciones literarias y artísticas. desventaja histórica de Cuba y Puerto Rico aun no independizadas para mediados del siglo XIX. Trabajo de la esclavitud en la literatura, elementos simbólicos que ponen en escena una situación política: Cuba como esclava aun sin independizarse. El texto de Manzano circula en esa tertulia y no se publica en Cuba. La primera versión es publicada en inglés en Inglaterra por Maden, con una intencionalidad política. Estaba a favor de la abolición de la esclavitud en las colonias. Esto

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Se trata de reseñas de artículos terórico críticos centrales para leer la novela Cecilia Valdés del escritor cubano Cirilo Villaverde

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Teóricos Sancholuz Cecilia Valdes

CLASE 1

Novela más conocida estudiada dentro de la literatura canónica cubana del siglo XIX. Cirilo Villaverde nace en 1812. La trama cronológica de la novela se da entre 1812 y 1831 (19 años). En 1812 sitúa el nacimiento de la mulata que da el nombre a la novela. también hay una coincidencia en las iniciales del nombre que no es casual. A lo largo de la novela, el marco cronológico excede este límite temporal. Se encuentran referencias a otros momentos de la historia de cuba más cercanos al presente de la enunciación. La versión definitiva de la novela fue publicada en 1882. En el texto aparecen referencias a momentos de Cuba como la Conspiración del año 1844, en la que Villaverde se involucra con otros criollos nucleado en torno a Delmonte. Es una rebelión en la que matan esclavos, libertos negros y mulatos.Los sectores artesanales tenían mucha importancia en le desarrollo de Cuba. En alianza con los criollos tenían ideas separatistas de los españoles. La censura obliga a Cirilo Villaverde a exiliarse. Hay una amnistía en el año 1860. Vuelve a Cuba, es objeto de persecuciones políticas y se exilia definitivamente en EEUU. Este es un texto que forma parte de la literatura cubana antiesclavista. Ese conjunto de textos no pudo publicarse en Cuba. Uno de ellos es la biografía de Juan Francisco Manzano, que se llama “Autobiografía de un esclavo”, es un esclavo liberto, escrito entre la década de 1830 y 1840. tertulias alrededor de Delmonte, reunión de intelectuales, censura de textos. circulación de textos e ideas se daban en esas instituciones literarias y artísticas. desventaja histórica de Cuba y Puerto Rico aun no independizadas para mediados del siglo XIX. Trabajo de la esclavitud en la literatura, elementos simbólicos que ponen en escena una situación política: Cuba como esclava aun sin independizarse. El texto de Manzano circula en esa tertulia y no se publica en Cuba. La primera versión es publicada en inglés en Inglaterra por Maden, con una intencionalidad política. Estaba a favor de la abolición de la esclavitud en las colonias. Esto no había sucedido con las colonias españolas. El texto de Manzano es publicado en castellano recién en 1937. La novela de Cirilo Villaverde se publica en Nueva York. Las primeras versiones breves circulan en diarios Cubanos como folletín en 1839. Era una versión que no tenía intención política del narrador sobre el colonialismo. dos versiones como folletín y libro breve en 1839, centrados en la trama amorosa. Acento en lo costumbrista en la sociedad cubana de la época. En la versión de 1882 hay un panorama más complejo. La crítica habla de anacronismos por esto. Las interpolaciones del narrador que aluden a un segmento exterior de la trama se relacionan con lo que Ottmar Ette dice como intervención de autor implícito. En esos anacronismos se da cuenta del problema de la sociedad cubana que llegan hasta los tiempos de la publicación de la novela en 1879 (fecha del prólogo). En 1878 termina un período crítico, “La guerra grande” de diez años (1868 y 1878). Esta culminó con el fracaso de los independentistas, hubo una negociación. En la obra hay alusiones a momentos históricos de Cuba en estas interpolaciones. En las tertulias de Delmonte, uno de los temas que se discutía era la heterogeneidad étnica de Cuba: cómo lograr una nación que pudiera integrar elementos disímiles. Desde la intelectualidad, los sectores blancos, intentan dar un lugar a los sectores negros, por ejemplo a través de la estetización y la idealización como en la descripción de

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Cecilia (romanticismo brasileño). Para estos intelectuales lo representaba Manzano: esclavo letrado, poeta. Imágenes que rescatan de la posibilidad de representación de lo negro fuertemente idealizado, lo más parecido a un blanco criollo. Matización, contradicción en la representación de lo diverso. Peso de la revolución Haitiana, temor a ser gobernados por las masas negras, mulatas. Suerte de discurso que avala el mestizaje en lo literarios, contrapuesto a los hechos. Cirilo Villaverde no provenía de una familia esclavista, pero su padre era médico en una plantación. Experiencia con los esclavos a partir de allí. Apoyan estos intelectuales el abolicionismo contra los españoles, propugnada por los ingleses, franceses, etc. Real incidencia de trasfondo desde la literatura inserta en el pensamiento de la época, porque sus obras no se publicaban sino hasta mucho después. Otra novela abolicionista es “Francisco, el ingenio o las delicias del campo”, de 1838 de Anselmo Suárez y Romero. Influidos por la estética romántica europea, lecturas de Víctor Hugo, intelectuales que postulan la representación en sus historias que no se condice con sus intereses de clase, reformista, abolir la trata pero no la esclavitud.

Gamboa tiene el papel del negrero, trampa para evitar la prohibición que pesaba sobre la trata (barcos ingleses, mar cubano intervenido). Discurso fuerte contra la trata, pero no una posición abolicionista. Dos modelos de esclavitud, en el ingenio y en el cafetal. Por un lado el amo bueno, paternalista, no censurador del cafetal, pero sí el mecanismo del ingenio, porque incorpora tecnología. Contradicción de los sectores criollos blancos, lugar que asumirán los libertos en una nueva república. Cafetal estetizado, pautas del locus amoenus, frente al infierno del ingenio. Contradicciones que se ven entre tendencias. Abolicionismos vs. Reformismo. Posibilidad de ir haciendo paulatinamente la abolición. Son dos modelos culturales, dos espacios diferentes entre el café y el azúcar, dos modelos económicos. Para Bueno, Cirilo Villaverde habla más de la cuba colonial y por eso no lo incluye en la literatura antiesclavista. Otros sí. Proceso complejo de conformación del texto definitivo durante 40 años. Sancholuz está de acuerdo con lo que plantea Ottman Ette, en las intervenciones del autor, está implícito el anacronismo. En 1879, cirilo Villaverde afilia su texto dentro de la corriente de la novela histórica, caracterizada por el trabajo en la fama ficcional, sobre el fondo histórico, acontecimientos que se sucedieron. Algunos personajes secundarios son históricos. Personajes de la intelectualidad que funcionaban dentro de la obra. La trama del amor incestuoso, historia folletinesca, parte principal. Cuadro histórico complejo. Agrupado en la segunda versión. La primera era de ocho capítulos. Lo retoma pensando que puede iluminar otra problemática. Adscribe a otra corriente estética. Ve ejemplos de la primera mitad del siglo XIX. Lo declara en el prólogo, adscribe a una estética claramente ideologizada. Pesa la posibilidad del exilio. Se permite escribir sobre temas de los que no podía escribir en Cuba. La novela folletinesca aparece lavada de referencias políticas. En la segunda versión se torna más compleja en su representación de un mundo social heterogéneo, el prólogo de Schulman da cuenta de la diferencia entre las dos versiones. Las primeras dos versiones son de 1839, la primera como folletín aparece en el semanario Siempre Viva, en dos entregas como relato breve. En 1839 la segunda versión en ocho capítulos, agrega el subtítulo, “La loma del ángel”, novela breve escrita por encargo, relato costumbrista. Versiones neutras desde el punto de vista político. En la versión definitiva, tiene en cuenta el público, un público de mujeres cubanas en las que piensa. (yo no estoy de acuerdo, no es

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para ellas). Señala cambios entre la primera y la segunda versión. El prólogo es muy importante, el de la versión definitiva de 1879, da cuenta de la versión definitiva, da cuenta del proceso de escritura de la obra. Cárcel en 1848, por la conspiración de la Rosa Cubana, movimiento pro-separatista. Enunciado por funcionarios españoles como conspiración. Condenado a muerte, se escapa de la cárcel, se exilia. Idea de alabanza a la democracia norteamericana, posibilidad de escribir sin censuras. En el prólogo cuenta su cambio. Idea de un compromiso con una estética realista y trabaja como periodista. Prensa que circulaba entre los sectores exiliados en los Estados Unidos. A fines de la década de 1850 vuelve a Cuba con la amnistía. Retoma el proyecto de Cecilia Valdes pero se va por falta de libertad intelectual. Pone el acento luego, en la guerra de los 10 años en Cuba. Suerte de tensión entre las armas y las letras. Momentos en que por militancia no puede escribir, retoma este proyecto costumbrista para hacer una novela realista que pueda representar la heterogeneidad de la Cuba del momento, en esos años es más fuerte la idea de la construcción de una nacionalidad cubana. Cirilo Villaverde piensa que es difícil por esa heterogeneidad. Cómo lograr la emergencia de una nacionalidad en una sociedad heterogénea. La novela parece no cerrar esta pregunta. El mulato mata al final al criollo blanco, imposibilidad de convivencia, de mestizaje entre sectores diferentes. Cuerpo de la mulata como representación de lo nacional por fundición racial. Conflicto en el final. En la primera versión no estaba la muerte violenta. Interés en el escenario que está detrás y no en el final (la inversa al folletín). Microrrelato que hace referencia a la composición de toda la obra. El final se desdibuja con el objetivo de la anterior versión (o sea que estarían presente las dos cosas (?)). Diefrentes lecturas sobre la motivación. La novela parece desbordar la representación. El conflicto sigue, tiene que darle un corte, pero hay un conflicto no resuelto. El final no es esperado, aparece como algo abrupto.

La idea de cuadro. La novela pinta. Sostiene una mímesis realista, adscribe a la estética realista. Posibilidad de representar lo que sucede en la realidad. Ejemplos de la pintura. Línea de Walter Scott y Alessandro Manzoni. Idea de escritura como pintura de lo social y lo real. modo del romanticismo del romanticismo no historicista del que se aleja. Mejor estética para la representación: el realismo, no subrayar lo imaginativo. No le interesa lo ficcional, sino que su ficción reproduzca la representación social. Trabaja además con estereotipos. Representación de una época, no se aleja de su tiempo contemporáneo. Esto se manifiesta cuando se ve que el marco temporal no se respeta completamente, momentos más cercanos al presente de la enunciación. Posicionamiento moralista presente en la novela, horizonte cultural del siglo XIX. Novela dedicada a las cubanas, personaje principal la cubana. Sujete femenino muy fuerte. Intervención de la esposa en la corrección de la obra. actividad en círculos intelectuales cubanos en Estados Unidos. Ottmar Ette, modelos literarios funcionales como legitimadores en la escritura del propio autor. Altos modelos europeos le permiten mezclar lo histórico y los ficcional. Señala diferencia ideológica entre lo narrado y la verosimilitud. Estrategias de las que se vale para hacerlo creíble. La descripción pormenorizada del funcionamiento del ingenio. Incorpora el trasfondo histórico entre personajes históricos. Reafirma no solo lo verosímil sino también transforma la ficción en una especie de alegato que ilumina el funcionamiento de la sociedad cubana a través de la literatura. Sánchez trata la novela como artefacto que ilumina la sociedad. Hay mediaciones, construcciones literarias. La heterogeneidad lingüística que aparece representada, estetización del lenguaje oral, representación

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dirigida por lo verosímil, no la reproducción. Didactismo, notas al pie hechas por Cirilo Villaverde sobre lo extraño y la diferencia de la sociedad cubana. Para Ottmar Ette, se superpone el narrador, con el autor implícito y el autor real. Generó diversas representaciones en torno a la figura de la mulata en el siglo XX. Trabajo del novelista, estilización de la oralidad, mayor en la mulata, alterego del autor. Es la que sabe la verdad, ordena los hechos. Personaje complejo al interior de la novela. La primera y la segunda parte tienen lugar en la Habana relacionando la casa y la esclavitud doméstica. Otros puntos importantes son: el baile de cuna, el baile de la filarmónica y el espacio de la sastrería.

CLASE 2:

Análisis textual y representación del espacio ligado a los personajes. Cuestiones socioeconómicas, simbólicas. Importancia del prólogo de 1879, vuelve sobre un proyecto gestado 40 años antes, después de la Guerra de los diez años y de la Guerra Chiquita. La primera tuvo gran peso en el pensamiento del cubano. No se logró la emancipación pero sí una emancipación de la paz. Peso político del general Maceo (mulato). La guerra pone en escena la constitución de una nación cubana heterogénea étnica y socialmente. Emergencia de sectores criollos que propugnan la independencia. Cirilo Villaverde muere antes de la independencia en 1894. Da cuenta de la situación política de su presente en el prólogo y se cuela en la trama. Trabaja el movimiento narrativo hacia atrás y hacia adelante: prolepsis y analepsis. En algunos casos mucha intervención del narrador. Anacronismo relacionado con el momento de redacción final de la novela con sus influencias en los comentarios del narrador que se corre del marco realista. Espacio como metonimia de los grupos sociales que circulan por él. Comienza por la calle, espacio abierto de circulación pública. En general estos espacios son de negros y mulatos, dueños de ese espacio público. El criollismo blanco, la elite, circunscripción a ciertos lugares (domésticos). Se va representando algo que el narrador luego explicita (capítulo X primera parte).

Primera Parte: en la primera parte se describe la Habana, en el capítulo X se explicita la división racial de la sociedad. Comentarios moralizantes con ambivalencia del narrador. Cierto temor a la masa. Idea clara de temor por momentos al esclavo y al mulato. Página 71. Intervención del narrador que se coloca en el lugar de protoetnógrafo. Clasificación de los sujetos y los vincula a determinadas actividades económicas y sociales. Zonas costumbristas de la novela. Espacio de interacción en la fiesta popular, pero siempre el narrador delimita los lugares por donde pueden circular. El trasfondo que predomina es el ejercicio de la censura y representación política en la década de 1830. En el capítulo 2 hace un retrato de Cecilia Valdes, ligado al espacio, puro cuerpo. Marca su sexualidad y cuerpo que deambula por las calles. Epítetos como peregrina que la pueden elevar o no. Callejera. Rastro que observa una idealización del cuerpo de la mulata y la estetización que pasa por la comparación con la virgen (de bronce). La descripción física descubre ne su forma las connotaciones morales. Típico de la narrativa del siglo XIX relacionado con el discurso del positivismo (frenología, semiosis y hermenéutica de los cuerpos). Discurso enmarcado en los límites del discurso racista de la época, permanece la extrema libertad de movimiento de Cecilia Valdes que el narrador caracteriza

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desde lo moral. Desplazamiento desde lo particular, el cuerpo de Cecilia hacia lo general, la nación. el narrador desplaza el tópico de la esclavitud real a una mirada simbólica del pueblo cubano como colonia. es un narrador escéptico al describir al sector dirigente. Intervención del narrador sobre algo todavía presente en la década de 1860.

En la primera parte los espacios cerrados son muy significativos, uno de ellos es el baile de cuna en los capítulos 4 y 5. Baile organizado por mulatos criollos, franqueado el acceso a los hombres blancos, sectores artesanales de los mulatos con cierta movilidad económica, músicos. El narrador se detiene en este baile. Impera Cecilia. Ambivalente, atracción. Pone en escena el cuerpo deseado de las multas. Furor que aparece en la novela como falta de control asociado a los sectores de color. Forma de estigmatizar. Narrador que está del lado de los mirones. Mira desde afuera. Intervención del narrador que apunta a la veracidad. Personajes sometidos a la alienación. Discurso racial no solo en los amos. Con María de Regla, madre de una hija negra y un hijo mestizo preferido. Apuesta olítica a que lo negro no tiene futuro. Mezcla criollización de la población. Blanqueamiento para contrarrestar ese temor que está presente. En el baile de cuna hay una marcación que es racial. Aparente confusión delimitación implícita conocida por todos.

Organización por contradicciones y antinomias. Su opuesto es el baile de la filarmónica de la segunda parte, capítulo 2 y 3. Baile de funcionarios españoles oligarcas y funcionarios criollos, mirado políticamente porque retrata la situación del criollo cubano. Otro espacio interior importante, la casa de los Gamboa. Tensión con la casa de Cecilia Valdes. Disposición del espacio como panóptico presidido por la esposa de Gamboa. Casa típicamente habanera. Peso de los esclavos domésticos, su maltrato, trato caprichoso y violento. Circulan discursos, capítulos 11 y 12, descripción de las actividades negreras de Gamboa. Irónicamente usado su nombre, que engaña a la ley. Mayor intervención del narrador sobre el contexto focalizado en la familia Gamboa. Describe a partir de la moralización. Alusiones a personajes históricos como Heredia. Cita un poema suyo. Función de los epígrafes, de muchos cubanos. Se desplaza el narrador, la metáfora de la esclavitud entre esclavo y patria esclava de España. Una de las figuras más denostadas es la de Gamboa, español. Corrupción de la clase a través del dinero, compra de títulos. Tema de la trata aparece continuamente, denostado por el narrador, antitrata. Espacio importante, el taller del sastre. Desde lo económico que son criollos que sostienen la habana. Históricamente existió el mulato Uribe, sastre. Lo coloca en una época anterior. Fue condenado a muerte en 1844. Diálogo entre Uribe y Pimienta, muy importante. División de género muy fuerte, el mulato siente que no puede acceder a las mujeres.

En la segunda parte, capítulo 2. Dos espacio abiertos contrapuestos. Por un lado, el paseo del prado, espacio restringido. Frente a este, otro sector de la Habana relacionado con el crecimiento de la ciudad. Se ve cómo aparecen los sectores, sus divisiones y prerrogativas. Pone en escena una heterogeneidad que dificulta la posibilidad para generar una nación.

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En la filarmónica se detiene en los retratos. Uno de ellos es el de Isabel, figura opuesta a la de Cecilia. Representación del lugar de una posible esclavitud por el paternalismo. Personaje masculinizado. Se habla de ella como virago. Aire varonil. Representa el control frente al descontrol, la pasión de Cecilia. Personaje muy mirado por el narrador. Personaje ligado al espacio sobre el que impera. el lugar sobre el que puede emerger una nación parece ser el cafetal. Construido en la obra como locus amoenus. La Luz, nombre simbólico. Paraíso natural, espacio descripto en la tercera parte de la novela. Descripción del itinerario hasta el ingenio. En el llano caluroso, descenso al infierno.

En la segunda parte, otro espacio, otro baile. El de etiqueta, complemente el de cuna. Descripción que le permite realizar ciertos movimiento de prolepsis. Capítulo 17, contrapunto en la descripción del baile con la conspiración de la escalera. Suerte de baile que imita anacrónicamente el baile de los ricos. Especie de enajenación cultural. Importancia del papel que garantiza la libertad. Documento, prueba escrita. Pelea entre sectores mulatos, anticipa la escena final.

En la tercera parte son importantes dos espacios que representan dos modos económicos: el cafetal se vislumbra en él la esclavitud benévola. Amo mujer: Isabel. No se usa la violencia, descripto con estetización. Se detiene en este locus amoenus. Espacio que propicia el encuentro amoroso. Fuerte proceso de estetización. Epígrafe del capítulo relacionado con esto. Pesa la concepción de Cirilo Villaverde de describir la belleza y los horrores de lo moral que aparecen en la Tinaja. Capítulo 3: transición, camino del cafetal y el ingenio. Descripto en detalle en el capítulo 4. Hay una descripción minuciosa, tecnologización del ingenio, en narrador se detiene en los esclavos sujetos, las condiciones y el discurso del amo esclavista. Peso del grupo social de los esclavos cimarrones. La naturaleza como aliada de estos. Intentan formar una sociedad aparte, recrear en el espacio libertario su vínculo con el África ancestral. Benítez Rojo trabaja el espacio cimarrón en la isla que se repite dedicado a la cultura caribeña. Descenso al infierno, relacionado con el romanticismo.

CLASE 3Configuración simbólica de los espacios pensados a partir de polarizaciones sociales y étnicas, dentro del estilo costumbrista y el realismo al que adscribe en el prólogo.El espacio en la novela realista es significativo. Siempre ligado a cuestiones sociales, ligado a los protagonistas como metonimia. En la casa de los Gamboa, su distribución del espacio aparecen los límites entre lo que está detrás, los esclavos, y el centro, el ama de casa, la madre la esposa, que controla todos los movimientos. Especie de panópticos para controlar al hijo, al servicio doméstico, etc. Polarizaciones observadas en los espacios abiertos y cerrados. En la segunda parte la ciudad de la Habana y la loma del Ángel. La calle es el espacio en el que se ve la pluralidad social y étnica: Cecilia Valdes, circulación de los cuerpos libertos, mulatos. Sector económico activo, muy importante que sostiene la sociedad. El espacio de los blancos es más restringido que el de los mulatos. Determinados paseos, se suscitan escenas relacionadas con la jerarquía social. Revela la enorme polarización social. construcción ideológica del mundo a partir de la representación. Intenta representar un cuadro social. Conflictividad social.

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Polarización entre criollos y peninsulares. Conflicto entre Leonardo y el pretendiente de su hermana. Que están los dos en la filarmónica. Es español y soldados.

Isabel comparte con Cecilia cierta sacralización. A este se la denomina virgencita de bronce. Isabel como virgen salvadora de los esclavos.

La canción de los esclavos. Distanciamiento del narrador cuando apela a reproducir la voz de los esclavos. Marca la distinción de esa lengua otra. Aparición de la cultura de los esclavos que se infiltra en la voz hegemónica de los esclavos a través del canto y los tambores. El narrador blanco modeliza al apreciar el canto. Homologación con el edén del jardín de Isabel. En el capítulo 3 emplea un epígrafe de Heredia, poeta nacional, canon de siglo XIx cubano. Cantó a la belleza física de Cuba y al colonialismo que la oprimía. Cirilo Villaverde, desplaza el esclavismo y la trata al mundo político. umbral simbólico, la tranquera. El que abre la tranquera, el Taita, esclavo anciano que ha participado en fugas cirmarronas. El taita, interesante apodo, “caimán”. Saberes compartidos en centros sincréticos. Ideas de poder transformador de los sujetos. Metamorfosis en un animal o planta. Descripción que subraya la alteridad asociada a la brujería. Esto aparece en boca de Leonardo. Aparace la palabra “negro cimarrón”, protagonismo en central en el cañaveral. En el capítulo 4. A partir de allí, detenimiento en describir el funcionamiento del ingenio. La máquina, la tecnologización. Y en sentido simbólico, los engranajes que lo vuelven una máquina productiva. Cuyos eslabones son los esclavos, mano de obra de todo el proceso. La narración de la fuga aparece en términos realistas, la cacería de los negros con perros. Contenido ideológico compartido entre el sur de los EEUU, todo el Caribe y Brasil con respecto a la trata. Reproducción de todo un sistema. En boca de Gamboa aparece una clasificación de la diversidad étnica del esclavo, que aparece cosificado, puro cuerpo, proceso de reificación. Se lo contabiliza como bulto o pieza. En esa heterogeneidad hay sentido de la lucha, la resistencia. Congos y yorubas, etnias con mayor resistencia física sobrevivieron más. Tema del suicidio preferible a volver a la esclavitud. Personaje que adquiere relevancia en la intriga: María de Regla detenta el saber. Al punto de develar la verdad, como representación sometida a la tortura, al escarnio, al látigo. Relato enmarcado en que cuenta su vida a Isabel y a las otras jóvenes. Centralidad simbólica que alimenta al blanco, al mulato y al negro. Posibilidad de simbolizar el mestizaje. Reunión quebrada al separarla. El cuerpo del negro como productor, aquí como productor de leche. Representación fuertemente estetizada por parte del narrador al representar al cimarrón perseguido y reapresado. En la enfermería se detiene en una escena que aparece como cuadro en la representación plástica. Comparación con un cristo negro, idealización romántica que Villaverde mantiene. Cierta distancia del narrador porque pone en boca del personaje la observación. Esclavo rebelde que se suicida ahogándose. En el ingenio descripción de la máquina de molienda convive con lo medieval, instrumento de tortura, el cepo.

Estructuras antinómicas: esclavo que se traga la lengua vs. María de Regla, que suelta la lengua, que se anima a hablar. Personaje fuertemente idealizado porque en sus modos se asemeja a los blancos. Bosque: espacio de los suicidios de los esclavos. En un paseo a caballo, contraposición de la alegría con los muertos colgando.

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Otro modo de huida trágica: creencia entre las etnias, que el alma regresaba a África, liberación del espíritu. Descripción del cementerio de los negros.

En la cuarta parte, en la más corta, como si el proyecto narrativo ya estuviera completo en la tercera (con la muerte asociada al esclavismo). En la cuarta parte recapitula, cobra cierta aceleración, desenlace que se diluye. Percepción de que la trama novelesca no era tan importante, sino la representación de la Cuba del momento. Se retoma la escena del baile de etiqueta, pelea que preanuncia prolepsis de la escena final, entre José Dolores y Leonardo. Deslance que la crítica vio como un desacierto. Interés narrativo que decayó. El hecho que pesó en volver a retomar la novla fue la guerra de Diez Años contra el poder español. Unión entre blancos, mestizos y negros que no triunfó. Pesa y es puesto en crisis en la novela. Construcción de un modelo de novela también en el momento de América, construcción de la trama con dificultades.

Agregados Teóricos Guillermina

2° Parte: Construcción de escenas dialógicas que conforman las caracterísiticas de los personajes. Diálogo entre el sastre y su ayudante. Juego de espejos presente todo el tiempo. La importancia de la simulación. La brega, múltiples significados en el ámbito caribeño. Puede ser una forma de negociación que logran los sectores postergados. Que los blancos se queden con las mujeres negras y que los negros no puedan mirar a las mujeres blancas. Forma parte del tema de la dominación y los deseos, anhelos de liberación. Define al pueblo cubano como un pueblo dominado. Transacción sexual y de cuerpos entre negros y blancos. La idea de que los esclavistas son a la vez un pueblo esclavo.

Aponte, líder rebelde de un levantamiento esclavo en 1812. El cuerpo aparece en primer plano, un cuerpo violentado. Cómo representar una realidad histórica ante un público más amplio que no ha vivido tal situación. Solo aquellos pueblos que la hana vivido, entienden la esclavitud. María de Regla: negra letrada que es la ama de pecho que amamantó a Cecilia.

Capítulo 6: cómo es que sectores negros aparecen deshumanizados, bultos, piezas para ser contabilizados. La trata permitía el comercio de las islas del Caribe, Brasil y Estados Unidos. Bozales: esclavos nacidos en África. Criollos negros: negros nacidos en América.

Capítulo 17: donde se producen anticipaciones narrativas. Bailes de etiqueta exclusivo para negros y mulatos.

1844: conspiración importante en la que fueron acusados los sectores criollos intelectuales, entre los cuales estaba Villaverde. Menciona a los hombres que estaban con él en las tertulias. En el bailes se ponen en escena las tensiones internas en el mundo de negros y mulatos.

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“La virgen de la caridad del cobre”: es una virgen sincrética. Buscar las tres raíces que tiene. Virgen cubana generada por dos estampas distintas: la virgen María y una estampa de los indígenas tahínos. Confluye sin atenuar las tensiones, formas de la religiosidad que van por fuera de la institución católica, puede ser leída fuera o dentro del credo. La virgen es morena. La virgen es morena.

Tercera Parte: zona de la novela en la que el peso de los sectores esclavos es un desafío para la representación. El cafetal, el ingenio. Matrimonio arreglado. El narrador le cede la palabra a estos sujetos. Antes el cocinero ya había intentado hacer un discurso de la verdad para Cecilia vea lo que realmente sucede. María de Regla tiene la palabra.

El libro está dedicado a las mujeres cubanas. Las mujeres son las que articulan la trama narrativa y van adquiriendo un peso significativo que modula la voz ideológica de la novela. Es Isabel la que puede manejar el cafetal sin utilizar la violencia.

El Taita es quien está en el portón. Remite a una divinidad yoruba. La que ayuda en los caminos. Páginas 260 a 262.

Sommer: para ella la ingenuidad narrativa es una construcción consciente de Villaverde. Quienes saben en la novela, son los personaje más destacados, quienes construyen de manera no tan explícita los hilos narrativos. Para ello el narrador adopta una máscara del sujeto blanco, quienes son los que bloquean la información, porque no quieren ver y reconocer lo que realmente sucede.

Discurso médico y racionalista que se contrapone con cómo María de Regla, como enfermera, narra el episodio del negro que se traga la lengua.

Capítulo ocho: Escena de las calderas. Relato de María de Regla, su versión de la esclavitud. La historia tiene mucho peso en la sexulidad de una mujer negra y esclava que desea y es deseada.

PRIMERA PARTE

Capítulo I “ Tal es el fruto de la culpa, Tello, cosecha de dolor. “ Solís

Año 1812Calesa circulando al anochecer, se detiene. Baja un “caballero desconocido”. Las facciones más notables del hombre eran la nariz, que tenía aguileña, los ojos bastante vivos, el rostro ovalado y la barba pequeña. Ingresa en una casa donde le aguarda una “mulata como de 40 años de edad, de estatura mediana, llena de carnes…”. Descripción detallada de las calles de La Habanna, estamos en la calle Compostela.Se describe la casa “En aquella época esto se tenía por lujo, mucho más tratándose de una mujer de color, que ocupaba aquella habitación como ama y no como criada”

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Hablan sobre la enferma, que luego se verá que es la hija de la mulata.-”Yo se lo decía al señor desde un principio, el golpe era demasiado para ella” El hombre habla de la separación. “Sabe que se ha hecho lo hecho por el bien de todos, mejor dicho.. Más adelante me lo agradecerán, estoy seguro. Yo no podía ni debía darle mi nombre.”Valdés: nombre que recibirá el bebé en la Real Casa Cuna, “con el que quizás haga un buen casamiento”. Se nombra a la mulata como señá Josefa.Pasan a la habitación, allí está la enferma en una cama; se describe un nicho religioso. En la cabecera hay “una anciana negra, escuálida, imagen de la muerte”. Está rezando. Con un movimiento de horror o de susto al ver al desconocido, se va de la sala.La enferma delira conversando con la madre, tiene visiones de que su hija está muerta. Reconoce al desconocido: “Mi verdugo!”. Le indican que su hija no está muerta. La enferma se desmaya. La anciana es descripta como de raza mezclada. Se trata de Charo y Señá Josefa. Última frase del capítulo, la dice el señor desconocido “Y nadie más que yo tiene la culpa”.

Capítulo II “Sola soy, sola nací/ Sola me tuvo mi madre, /Sola me tengo que andar / Como la pluma en el aire.” (este antes era el epígrafe de la versión de 1839)

Año 1824-5-6 “Uno o dos años después de la caída del segundo breve período constitucional (1820-1823)”“¿A qué raza, pues, pertenecía esta muchacha? Difícil es decirlo. Sin embargo a un ojo conocedor no podía esconderse que sus labios rojos tenían un borde o filete oscuro y que la iluminación del rostro terminaba en una especie de penumbra hacia el nacimiento del cabello. Su sangre no era pura y bien podía asegurarse que allá en la tercera o cuarta generación estaba mezclada con la etíope”. Una muchacha de once a doce años de edad, de hábito andariego. Se la compara con las vírgenes de los pintores. Pero se hace referencia a su crianza en la calle, su ropa, sus travesuras. Tres niñas le llaman la atención y la muchacha se acerca. Su nombre, Cecilia, “Yo soy Valdés, yo no tengo padre”. El padre de esa casa la ignora. Cecilia dice conocer a ese hombre. El hombre se retira de la sala disgustado. Sigue conversando con las niñas y la madre de ellas hasta que la despiden con regalos. Se cruza con un jovencito en la calle, se gritan y burlan.Las niñas no dejan de hablar de Cecilia y de repetir su nombre, ayudándoles el hermano mayor, quien la conocía y a menudo se encontraba con ella cuando iba a la clase de latín del padre Morales, enfrente del convento de Santa Teresa.Cecilia ingresa a una casita. Se describe la casita, venida a menos, ruin. Salita dividida por un biombo. Hueco en la pared, nicho con una Madre Dolorosa. Poco mueblaje. Gato, palomas, gallinas. “Nos hemos detenido tanto en la descripción de la casucha donde entró Cecilia, porque pare su imaginación el benigno lector en el contraste que ofrecería una niña tan linda, rebosando de vida y juventud, en medio de tanta antigualla, que no parecía sino el cielo que la había colocado allí para decirle a cada rato al oído: Hija, contempla lo que serás y sé más cuerda”.

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La abuela la reta por la hora, le pregunta dónde pasó las horas. Cecilia le entrega los regalos de las señoritas.

Capítulo III“Malditas viejas/ Que a las mozas malamente/ Enloquecen con consejos.” Zorrilla

Cecilia le cuenta a Chepilla (alteración caprichosa de Josefa) que estuvo en la casa de las muchachas. Le dice que quisieron cortarle el pelo, y la salvó un hombre. “Yo lo he visto hablar con su merced algunas veces allá en el Paula, cuando vamos a misa. Sí, sí, él es, no me cabe duda. Y ahora recuerdo que es el mismo que cada vez que me encuentra en la calle me dice callejera, perdida, pilluela y muchas cosas”... La abuela le dice que nunca más vaya a esa casa, que es de gente mala. La regaña por estar hasta tan tarde en la calle. “Tú eres mejor criada que ella. Tu padre es un caballero blanco, y algún día has de ser rica y andar en carruaje. Quién sabe? Pero Nemesia no será nunca más de lo que es. Se casará, si se casa, con un mulato como ella, porque su padre tiene más de negro que de otra cosa. Tú, al contrario, eres casi blanca y puedes aspirar a casarte con un blanco. Por qué no? De menos nos hizo Dios. Y has de saber que blanco, aunque pobre, sirve para marido; negro o mulato, ni el buey de oro.”Le cuenta historia del diablo que secuestra a la niña que se escapa de noche al baile.

Capítulo IV“Traen el pensamiento/ Lleno de impudicia, y lo derraman/ En torpes mil escandalosas voces/

Que inficionan el viento/ I altamente publican lo que aman.” González Caravajal

Cinco o seis años después de los caps anteriores. Fines de septiembre. Ferias por las fiestas titulares religiosas, consagradas a los santos patrones de la iglesia y convento. Novenarios. 18 días de fiestas religiosas y profanas, que tenían más de grotescas y de irreverentes que de devotas y de edificantes. Feria en la plazuela o calles inmediatas, puestos ambulantes de baratijas de escasísimo valor.Pero esto no era el rasgo más notable de nuestras fiestas circulares. Juegos de envite y de manos ejecutados por hombres de color y de la peor ralea. Estos tenían lugar en la plazuela o en la calle, a la luz mortecina de los candiles o de los faroles de papel, y tomaban en ellos parte gente de todas clases, condiciones, edades y sexos. Para la alta posición social, queremos decir, para los blancos, había algo más decente, había la casa de bailes. Procurábase que la casa de baile estuviese lo más vecino que se pudiera a la parroquia o convento en que se celebraba el novenario. En la sala se bailaba, en el comedor tocaba la orquesta y en el patio se jugaba al juego conocido por el monte.La publicidad con que se jugaba al monte en todas partes de la Isla, principalmente durante la última época del mando del capitán general D. Francisco Dionisio Vives, anunciaba, a no dejar duda, que la política de éste o de su gobierno se basaba en el principio maquiavélico de corromper para dominar, copiando el otro célebre del estadista romano: divide et impera.Baile de la clase baja en el Sur, en la garita San José. Casa sin zaguán. Mesa preparada como para hasta diez personas. Una pequeña orquesta, el joven mulato clarinetista la dirigía: Pimienta.Baile llamado cuna (baile criollo de los negros al cual asistían los blancos). Se daba en tiempo de ferias.

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La ama de casa, mulata rica y rumbosa, llamada Mercedes Ayala, celebraba su santo en unión de sus amigos particulares, y abría las puertas. Muchas mulatas y negras habían entrado, en su mayor parte vestidas estrafalariamente. Los hombres de la misma clase no vestían con mejor gusto. No escaseaban tampoco los jóvenes criollos de familias decentes y acomodadas, los cuales sin empacho se rozaban con la gente de color y tomaban parte en su diversión más característica, unos por mera afición, otros movidos por motivos de menos puro origen. Distinguíase por su varonil belleza de rostro y formas y su jovialidad Leonardo.Otro distinguido porque se reían de sus chocarrerías los negros y mulatos y por la familiaridad con que trataba a las mujeres, sobre todo al ama de casa. Cuarenta años de edad, blanco. Portaba siempre debajo del brazo izquierdo una caña de Indias con puño de oro y borlas de seda negra; Cantalapiedra, comisario del barrio del Angel. Pimienta miraba, mientras tocaba, a la calle, cual si no hubiese entrado aún la persona digna de su música.

Capítulo V“-Habéis visto en vuestra vida/ Mujer más airosa?/-No/ Ni al Parque jamás salió/ Más aseada y

bien prendida.” CALDERÓN, Mañanas de Abril y Mayo.

Cantalapiedra en son de broma le tapó por detrás los ojos al ama de la casa, en los momentos en que ella se inclinaba sobre la cama para depositar la manta de una de sus amigas. “La que trastorna el juicio está al caer.” Entran dos muchachas. No la había más hermosa ni más capaz de trastornar el juicio de un hombre enamorado.REgularidad de sus facciones y simetría de sus formas, por el estrecho del talle, en contraste con la anchura de los hombros desnudos, por la expresión amorosa de su cabeza, como por el color ligeramente bronceado bien podía pasar por la venus de la raza híbrida etiópico caucásica. Volvíanse las mujeres todo ojos para verla, los hombres le abrían paso, le decían alguna lisonja o chocarrería. Rumor sordo: la virgencita de bronce, la virgencita de bronce. Al pasar por junto al clarinete Pimienta, le tocó con el abanico el brazo, acompañando la acción con una sonrisa. El golpe del abanico surtió en el músico el efecto de una descarga eléctrica cuya sensación podía leerse lo mismo en su rostro que en todo su cuerpo. Los jóvenes blancos, con Cantalapiedra a su cabeza, se habían situado al fin en el comedor, cerca de esa puerta de comunicación, para hallarse a la mira, lo mismo de las mujeres que entraban de la calle, como de las que salían a bailar en la sala. El que llamaban Leonardo, no bien notó la aproximación del carruaje, se abrió camino a la calle y se dirigió al calesero.-Lo has visto Nené? -Te ciega el amor? Pasó por tu lado cuando nosotras entrábamos.Cantalapiedra se mete en la conversación. Nené le responde “naide preguntaba por el señor”Las recibe Ayala, con alegría, a los gritos: -Por ustedes se aguardaba para romper el baile, Cómo está Chepilla? No ha venido? -Chapilla no se sentía buena, y luego se ha puesto tan impertinente… El quitrín esperó media horaAyala rompe el baile. Minué de corte: serio y ceremonioso en desuso en la época.Mujeres hablan sobre historia de Cecilia, la rumorean. Ayala desmiente que sea seguro que la madre esté muerta, sólo se sabe que la abuela oculta a la nieta el nombre de su padre, pero éste es muy

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evidente, “es preciso ser ciega para no verlo o conocerlo”. Parece que ese hombre ingrato y desnaturalizado, arrepentido de su conducta con la infeliz Rosario Alarcón, no halla otro medio de expiar su culpa que seguir a la hija de cuna en cuna. En la época a que nos referimos, estaban en boga las contradanzas de figuras, algunas difíciles y complicadas, tanto que era preciso aprenderlas por principio antes de ponerse a ejecutarlas, pues se exponía a la risa del público el que las equivocaba. En todas las cunas había algún maestro a quien cedían o se tomaba el derecho de poner la figura, la misma que al volver la cabeza de la danza la cambiaba a su antojo. El que más raras y complicadas figuras ponía, más crédito ganaba de excelente bailadorEl maestro bailaba con Nemesia, amiga de Cecilia. Cecilia hace a Pimienta detener la música para no pasar verguenza.

Capítulo VIY del tumulto indiscreto. Que ardiente en su torno gira,/ Ninguno le dijo:”mira/Aquel te adora en

secreto,/ Que oyendo y viéndote está”. RAMÓN DE PALMA, Quince de Agosto

La Virgencita de bronce es Cecilia Valdés. Hallábase en la flor de su juventud y de su belleza. Pueblo sensual y desmoralizado. Cuando se recuerde la descuidada crianza y se una a esto la soez galantería que con ella usaban los hombres, por lo mismo que era de la raza híbrida e inferior, se formará cualquiera idea aproximada de su orgullo y vanidad, móviles secretos de su carácter imperioso. Así es que, sin vergüenza ni reparo, a menudo manifestaba sus preferencias por los hombres de la raza blanca y superior, como que de ellos es que quienes podía esperar distinción y goces. Pimienta estaba perdido en amores con ella. Era hermano de la amiga íntima y compañera de infancia de Cecilia. “Labra el agua sin ser dura, / un mármol endurecido”. Celina le distinguía entre los hombres de su clase que se le acercaban a celebrarla, si bien semejante distinción, no había pasado de uno que otro rasgo de amabilidad. Entre los hombres de color y los blancos, se hallaba establecida una línea divisoria que, tácitamente, y al parecer sin esfuerzo, respetaban de una y otra parte. Se sientan en el aposento principal Cecilia y Nemesia y los rodean los jóvenes blancos: Cantalapiedra, Diego Meneses y su amigo íntimo, Leonardo. Conversación de Cecilia con Leonardo, ella parece estar enojada. “Usted me ha desairado esta noche”.José Dolores Pimienta habla con Cecilia, interrumpiendo la conversación con Leonardo. Hablan de la contradanza.”Caramelo vendo”. Luego habla con su hermana: “Chepilla se puso furiosa en cuanto se asomó a la puerta y conoció el dueño del quitrín”. Cecilia lo desmiente. Nemesia hace público a todos que el quitrín era de Leonardo.A las once no quedaba en ellas cara blanca, al menos de mujer. De esta circunstancia se aprovecharon los jóvenes de familias decentes que abrigaban un cierto escrúpulo para ponerse a bailar con las mulatas amigas o conocidas. Cantalapiedra tomó por pareja a la ama de casa, Mercedes Ayala; Diego Meneses, a Nemesia y Leonardo a Cecilia. Bailaron en el comedor.Pasan al fondo del patio, donde estaba la mesa. Las mujeres se sientan, los hombres quedan de pie.Satisfecha la primera necesidad, hubo lugar a los rasgos de galantería y cariño que en todos los países llevarán el sello de la educación que alcanzan las personas que los ejercen. Las de la verídica historia

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cuya fisonomía trazamos ahora a grandes pinceladas, no eran, en general, de la clase media siquiera, ni de la que mejor educación recibe en Cuba, y puede creerse sin esfuerzo que sus rasgos de galantería y de cariño en ninguna circunstancia tenían nada de delicados ni finos.Le pasan muchas copas a Cantalapiedra para que diga algo, las toma todas, e improvisa una décima “ramplona y de mal gusto”. Resonaron vivas y aplausos repetidos y estrepitosos, con destemplado golpeo de los platos con los cuchillos.Cantalapiedra se levanta y se dirige al brocal del pozo donde arrojó todo cuanto había comido y bebido. Luego, se reincorpora a la mesa y continúa bebiendo y comiendo.Leonardo también hizo coplas en obsequio de la heroína de la fiesta. Cecilia, lejos de celebrar, como los demás, su esfuerzo poético, se mantuvo callada y visiblemente corrida.Nemesia habla en secreto con Pimienta: quiere meterse en el quitrín, “te digo que no lo hagas”.Leonardo le dijo algo en secreto a Cecilia y salió a la calle con Meneses.Encuentra al calesero, Aponte, durmiendo. “Yo no estaba dormiendo, niño”. Le da la orden de buscar a Cecilia y Nené y llevarlas a la casa, y buscarlo a él en cierta esquina.“Me hace el favor de decirle a la niña Cecilia que aquí está el quitrín?” A pesar del aditamento de niña de que hizo uso el calesero hablando de Cecilia, que sólo se aplica en Cuba a las jóvenes de la clase blanca, el desconocido pasó el recado sin equivocación ni duda.Ayala le dice que no se fíe de los hombres, china, porque llevas la de perder.Pimienta sigue el quitrín y se sube. El calesero para y le ordena que se baje. Luego, el quitrín para y se sube Leonardo.

Capítulo VII“Y qué modo de hombre es él,/ es negocio moscatel,/ es discreto vergonzoso,/ o dulce

acibaroso?” LOPE DE VEGA, La Buscona

Barrio de San Francisco, en una de las calles menos torcidas. Casa que se distinguía. Casa amplia, particularmente habanera, descripción de todos los ambientes. Contraste con casa del baile. En un sofá, dos periódicos: La Moda o Recreo Semanal y El Regañón (de las principales publicaciones de la época). En una pared, dos retratos al óleo, representativos de una dama y de un caballero en la flor de su edad, hechos por Escobar. Se respiraba aseo, limpieza y.. lujo porque tal puede llamarse, en efecto, si se tiene en cuenta el país, la época de que se habla, el estilo y calidad del mueblaje, los dos carruajes en el zaguán y la capacidad misma de la morada.Entre seis y siete de la mañana de uno de los días de octubre. Caballero de cincuenta años de edad, alto, robusto, entrecano, nariz grande aguileña, boca pequeña, ojos pardos y vivos, la color del rostro rubicunda, la cabeza redonda por atras. Signos característicos de pasiones fuertes y firmeza de carácter. FRENOLOGÍA.Criado de doce años de edad, Tirso. Le indica que despierte a Leonardo. Tirso se resiste, pero no le queda otra alternativa. Aparece una señora gruesa, hermosa, de amabilísimo aspecto, las facciones menudas, con el cabello todavía negro, aunque pasaba de los cuarenta. Pregunta al señor, al que llama Cándido Gamboa, por las noticias.Baja Tirso esquivando un libro arrojado desde lo alto de la escalera.Discusión entre padres:

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-Tú siempre estás al tanto de cuando Leonardo cumple con su deber, pero eres ciega para sus faltas. Ciega, cieguecita, Rosa, tus mamanteos van a perder a ese muchacho.Interrogan a Aponte, quien confiesa que volvió tarde.-Sus faltas, si las comete, no pasan de calaveradas propias de la juventud-Es que las calaveradas, cuando son repetidas y no se les pone coto a tiempo, suelen parar en cosas graves que dan mucho que llorar y que sentir.- Pues tus calaveradas no te trajeron, que yo sepa, serios ni graves resultados, y eso que las suyas, comparadas con las tuyas, son meros pasatiempos juveniles- dijo Rosa con refinado sarcasmo.- Eres muy duro con él, y estaría buena tu aspereza si fueras intachable, si no hubieras pecado… -Sabe que yo haya pecado?-No hay necesidad de que yo le enseñe cosas malas. Sería madre desnaturalizada si tal hiciera. Pero él no es ningún tonto, y luego fue demasiado público, escandaloso lo de María de Regla.Cándido propone mandar a Leonardo a un buque de guerra. Apuradamente, mi amigo Acha, comandante de La Sabina, está empeñado en enseñarle la maniobra.Leonardo baja, saluda a la madre y no al padre, y sale a la calle con un libro empastado a la española, con los cantos rojos, bajo el brazo izquierdo y con una caña de Indias cuyo puño de oro figuraba una corona, en la mano derecha.

Capítulo VIII“Para hacer bien por el alma/ Del que van a ajusticiar!” ESPRONCEDA, El reo de muerte

Leonardo se encuentra con Diego Meneses y Pancho Solfa. Conversación sobre el derecho. Dicen que los esclavos son considerados cosas. -No les parece a ustedes que hay tiempo de dar una vueltecita por la Loma del Ángel? -Qué lección tenemos hoy? No concurrí a las clases el viernes, ni he abierto el libro en todo este tiempo.-Gorvantes señaló para hoy el derecho de las personas. (...)-Mi padre es español y no tiene mula; mi madre sí es criolla y no respondo que sea de sangre pura.-Es que tu padre, por ser español, no está exento de la sospecha de tener sangre mezclada, pues supongo que es andaluz, y de Sevilla vinieron a América los primeros esclavos negros. Es común la unión de blancos y negros, según el testimonio de Cervantes.-Ese rasguito histórico vale un potosí. No paro yo en eso la atención, ni creo que hace bulto ni eso la sangre mezclada. Lo que puedo decir es que, no sé si porque tengo algo de mulato me gustan un puñado las mulatas. Lo confieso sin empacho.Pasan por una zona de tiendas de mercaderes baratilleros, quinquilleros montañeses. Lo acosan a Pancho con preguntas y ofreciendo mercardería. -Te tomaron por montuno, Pancho.Cuando llegaron a los portales de la casa conocida por de Filomeno, vieron mucha gente reunida. Descripción de esa multitud. Era conducida en una silla de mano un hombre cuyo cuerpo y cabeza desaparecían bajo los pliegues de un paño negro. Reo de muerte. La tropa que custodiaba al reo en tales circunstancias, en La Habana al menos, era un piquete de la célebre partida de Armona, especie de guardia civil, establecida por Vives, que desempeñaba el papel de la policía de otras partes. El individuo que conducían al suplicio de la manera referida no era hombre, sino una mujer y blanca; la primera tal vez de su clase que ejecutaban en La Habana.

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Capítulo IX“...Esta es la justicia/ Que facer el Rey ordena…” EL DUQUE DE RIVAS, D. Alvaro de Luna.

Historia de la mujer condenada a muerte. Casada con un pobre campesino, y sin ser joven ni hermosa, contrajo relaciones ilícitas con un hombre soltero del mismo pueblo. Entre los dos concertaron matar al marido. Trataron de ocultar las huellas del crimen descuartizando el cadáver y arrojando a un río inmediato los cuartos ensangrentados, cosidos en un saco. La criminalidad de la mujer quedó probada, pues si no había herido con su propia mano, había tomado parte principal en el asesinato y en la ocultación del cadáver.La pena de muerte en horca, en los dominios españoles era, si cabe, más terrible que la del garrote, introducida o generalizada algún tiempo después de aquel a que nos referimos ahora. Recordará el lector que siete u ocho años después de aquel a que nos contraemos ahora, se abolió el suplicio de horca en Cuba.Descripción de ubicación de la cárcel con respecto a la Casa de Gobierno.. camino que hacía el reo..Mujer: Panchita Tapia.Se abren las puertas del Seminario, Colegio de San Carlos. Descripción.Ahí se enseñaba filosofía; ahí enseñó por la primera vez esta ciencia a la juventud cubana el ilustre padre Félix Varela, quien para ello redactó un texto, apartándose enteramente del aristotélico, único seguido en Cuba hasta entonces, desde la fundación de la Universidad de La Habana, en 1774, en el Convento de Santo Domingo. Cuando después, en 1821, el padre Varela marchó de representante a las Cortes españolas, quedó sustituyendole en la misma cátedra el más aventajado de sus discípulos, José Antonio Saco, y en los momentos de nuestra historia la desempeñaba el abogado Francisco Javier de la Cruz, por ausencia en el Norte de América del propietario y expatriación de su virtuoso fundador.Tres sujetos conversaban: Francisco Javier de la Cruz, José Agustín Govantes y José Antonio Saco, recién llegado del Norte de América.Precedía a éste la fama de sus escritos en El Mensajero Semanal, que publicaba en NY con la cooperación del muy amado padre Varela, principalmente los que versaban acerca de los sucesos y eminentes personajes de la revolución de México y de Colombia. Sobre todo, acababa de leerse en La Habana, produciendo un vivo entusiasmo, su polémica crítico-política con el encargado del Jardín Botánico, D. Ramón de la Sagra, en defensa del poeta matancero José María Heredia.Entraron los estudiantes al salón de derecho. Los que habían estudiado la lección y creían poder explicarla con alguna claridad, presentaban el cuerpo y seguían los movimientos del catedrático. Los que no habían abierto siquiera el libro de texto, no sabían dónde esconder la cara ni cómo encogerse. En este caso se hallaba Leonardo Gamboa. Le indica el profesor que de la lección: -Maldito si he estudiado la lección. (risa general). Su discurso, lo mismo que su acción, por inesperados, causaron una explosión de risa de que, no obstante su seriedad, participó el mismo Govantes.En la clase de filosofía se habla sobre derecho. Se trata del derecho de las personas, sobre qué es el estado, y cuando se entra en el tema de la esclavitud, se refieren más bien al derecho romano y a la antigüedad porque, si bien reinaba entonces bastante libertad de enseñanza en Cuba, las ideas abolicionistas no habían empezado a propagarse en ella. (Lo que marca una diferencia radical con el presente de la enuciación).

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Capítulo X“Engañó al mezquino/ Mucha hermosura;/ Faltó la ventura;/ Sobró el desatino;/ Errado el

camino/ No pudo volver/ El que por amores/ Se dejó prender.” D. HURTADO DE MENDOZA

Terminada la clase, salieron del Seminario. Leonardo y sus dos compañeros se encaminaron a la Loma del Ángel. Las mujeres blancas iban en quitrín. Las que iban a pie por aquellas calles de seguro se dirigían a la iglesia. La gente de color de ambos sexos, en doble número que la blanca, iba toda a pie, parte también a la iglesia, parte paseando o vendiendo tortillas de maíz. Las que se hallaban arrimadas a una u otra pared eran por lo común negras de África.La ocasión de todo aquel bullicio y movimiento era la fiesta de San Rafael, que cae el 24 de octubre.Leonardo prodigaba sin cesar dichos y requiebros, sobre todo a las muchachas bonitas, con sobra de galantería y lastimosa falta de buena crianza.Pasa una muchacha en un quitrín y Leonardo se esconde, sin lograrlo. Es Isabel Ilincheta. Conversan los amigos. - Estaba lo que se llama enamorada de ti. La pobre! no te conoce, a lo que entiendo. Porque vale decir verdad, eres el más inconstante y voluble de los hombres. -Lo confieso, lo siento, mas no puedo remediarlo; me peno por una muchacha mientras me dice que no; en cuanto me dice que sí, aunque sea más linda que María Santísima, se me caen a los pies las alas del corazón. Leonardo se había puesto de mal humor; algo le contrariaba el ánimo. Pero, ante la multitud, siguió haciendo bromas… Le tapa los ojos a un desconocido, destroza un puesto de tortillas, etc.Una vez solo, Leonardo cambió de paso y de aspecto repentinamente. Se puso serio y pensativo, mucho más de lo que cabía esperar en un carácter tan alegre y vivaz. Estaba enamorado de Isabel, no obstante que lo negase, y recelaba que su repentina llegada diese ocasión a revelaciones desagradables. “Qué diablos! A lo hecho, pecho.”Se acerca a la casa de Cecilia, quien le reclama que llegó tarde y que le han visto hace poco en la loma del Ángel. “Mas quién sabe la causa de su demora? Tal vez una mujer…/ Ya volvió Chepilla, ya no hay tiempo de hablar/ A V. no le interesa mi amistad, se conoce, y soy una boba que le espero. Maldita sea la mujer que quiere como yo!”Reflexiones. A qué aspiraba Cecilia al cultivar relaciones amorosas con Leonardo Gamboa? El era un joven blanco, de familia rica, emparentado con las primeras de La Habana, que estudiaba para abogado y que, en caso de contraer matrimonio, no sería ciertamente con una muchacha de la clase baja, cuyo apellido bastaba para indicar lo oscuro de su origen, y cuya sangre mezclada se descubría en su cabello ondeado y en el color bronceado de su rostro. Su belleza incomparable era, pues, una cualidad relativa, la única quizás con que contaba para triunfar sobre el corazón de los hombres; mas eso no constituía título abonado para salir ella de la esfera en que había nacido y elevarse a aquella en que giraban los blancos de un país de esclavos.Pero estas reflexiones, por naturales que parezcan, estamos seguros que jamás ocuparon la mente de Cecilia. Amaba por un sentimiento espontáneo de su ardiente naturaleza.

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Tal vez otras menos lindas que ella y de sangre más mezclada se rozaban en aquella época con lo más granado de la sociedad habanera y aun llevaban títulos de nobleza, pero estas o disimulaban su oscuro origen o habían nacido y se habían criado en la abundancia y ya se sabe que el oro purifica la sangre más turbia y cubre los mayores defectos así físicos como morales.

Capítulo XI“De mi patria/ bajo el desnublado cielo/ no pude resolverme a ser esclavo,/ ni consentir que todo

en la natura/ fuese noble y feliz, menos el hombre” JOSÉ Ma. HEREDIA, A Emilia

Leonardo ve un militar, en completo uniforme, que acababa de separarse de la segunda ventana de su casa, donde conversaba con su hermana mayor, Antonia. Le desazonó más de lo que puede imaginarse este inesperado descubrimiento, porque atando cabos se convenció, a no quedarle duda, de que mientras él galanteaba a la mulata allá por el barrio del Ángel, un capitán del ejército español, a la clara luz de una mañana de octubre, le galanteaba la hermana.Digresión. De la generación que procuramos pintar ahora bajo el punto de vista político-moral, y de la que eran muestra genuina Leonardo Gamboa y sus compañeros, debemos repetir que alcanzaba nociones muy superficiales sobre la situación de su patria en el mundo de las ideas y de los principios. Su patriotismo era de carácter platónico; no se fundaba en el sentimiento del deber, ni en el conocimiento de los propios derechos como ciudadano y como hombre libre.Sistema constitucional en Cuba: de 1808 a 1813, de 1821 a 1823. Después de esos dos breves períodos había pasado sobre Cuba la ola del despotismo metropolitano y borrado hasta las ideas y los principios sembrados con tanto afán por ilustres maestros y eminentes patriotas. Delito grave era tratar de política en público y en privado. No faltaban fuera (del país) quienes tratasen contemporáneamente de la política militante y se afanasen por hacer llegar a la patria la noticia de lo que pasaba en torno a ella y que podía enseñar al pueblo sus deberes y recordarle sus derechos (está hablando un poco sobre sí mismo).Mayor y más general influencia ejercieron en el ánimo de la juventud los patrióticos versos del célebre poeta José María Heredia. Sobre todos su oda La estrella de Cuba, octubre de 1823; su epístola A Emilia, 1825. Muchos lo aprendieron de memoria y lo repetían. Pero ni aquellos periódicos, ni esos fogosos versos, maguer que rebosando en ideas libres y patrióticas, bastaban a inspirar aquel sentimiento de patria y libertad que a veces impele a los hombres hasta el propio sacrificio, que les pone la espada en la mano y los lanza a la conquista de sus derechos. (esto está en untexto crítico, viva la revolución).Quedaban, además, confusas, si ya no tristes, reminiscencias de las pasadas conspiraciones. De la del año 12 sobrevivía el nombre de Aponte. Del año 23 se sabía por tradición que Lemus gemía en un presidio de España; que Peoli se había escapado del cuartel de Belén disfrazado de mujer; que Ferrety, el delator, gozaba de la privanza o favores del Gobierno; y que Armona, el aprehensor y perseguidor de los principales conjurados, continuaba siendo el jefe de la única gendarmería del Capitán General D. Francisco Dionisio Vives. Como rumor no más había corrido que el gobierno de Washington se había opuesto a la invasión de Cuba y Puerto Rico por las tropas de México y de Colombia…

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El lector habanero, conocedor de la juventud de la época que procuramos describir, nos creerá fácilmente si le decimos que Gamboa no se cuidaba de la política, y por más que le ocurriese alguna vez que Cuba gemía esclava, no le pasaba por la mente siquiera entonces, que él o algún otro cubano debía poner los medios para libertarla. Sin embargo, aunque hijo de padre español, ya sentía odio hacia éstos, mucho más hacia los militares, en cuyos hombros, a todas luces, descansaba la complicada fábrica colonial de Cuba. (Leonardo en algún punto, por sentimiento no patriótico pero sí cierto criollismo incipiente, tiene ideas separatistas respecto de España, esto importa para el final, porque un personaje que es separatista, sin embargo, obedece finalmente al padre Español en la decisión de su casamiento). Leonardo entró a la casa disgustado. Lo llamaron a comer. D. Cándido comercializaba esclavos, maderas, ripia, teja colorada, ladrillos y cal. Por hábito antes que por índole, era reservado y frío en el trato de su familia.Antonia, 22 años; Leonardo 20; Carmen y Adela, 18 y 17. Adela, la más bella. Con ella Leonardo tenía fuertes lazos de simpatía. Había del uno para la otra lo que se llama ángel.Descripción del almuerzo.Al desaparecer el padre, se rompe el silencio. Rosa le dice a Leonardo que su padre está bravo con él. No hace caso, y cuenta el episodio del militar y Antonia.-Ese odio tuyo a los españoles,-dijo doña Rosa-, todavía ha de costarnos caro, Leonardo-Es que mi odio no es ciego, mamá, ni general contra los españoles, sino contra los militares. Ellos se creen los amos del país, nos tratan con desprecio a nosotros los paisanos- Se habla de los militares que vinieron de España para reconquistar a México, y que habiendo fracasado allá vuelven aquí para que nosotros les paguemos el mal humor de la ignominiosa derrota.Conversación de las dos hermanas más jóvenes y Leonardo sobre La Moda o Recreo Semanal. Menciona Leonardo su gusto por el sastre Uribe (mulato, “no sabe ni jota de las modas de París y de Londres”) en contraposición al sastre inglés Federico. Las tres hermanas se van a dar una vuelta, a una tienda.Nombra al lector forastero y es condescendiente con él explicando la situación holgada de las jóvenes blancas de clase media en Cuba.

Capítulo XII“Por sus juguetes se conoce el niño,/ y se conjetura cuáles han de ser sus obras.” PARÁBOLAS DE

SALOMÓN

Quedaron solos Leonardo y Rosa. Rosa quería que fuera abogado, doctor de la Universidad de La Habana para que consiguiera por acomodo algún puesto. Cándido reconocía que Leonardo no haría raya como hombre de letras, ni como de negocios, y decía para sí, o cuando trataba el asunto con su esposa: -No debemos forjarnos ilusiones.En efecto, Leonardo descubría menos ambición que talento. Por sentado, la esperanza de ser algo por sus conocimientos, por sus estudios o por su industria, jamás calentó su corazón. Antes confiado en que a la muerte de sus padres sería bastante rico, no hacía esfuerzo alguno por saber. Gozar era, por aquel tiempo al menos, la suprema ley de su alma. Y es que su madre, porque le quería demasiado, lejos de regir sus desapoderados impulsos, parecía complacerse en darles rienda suelta.

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Conversación de Leonardo y su madre. Leonardo dice no querer pedirle nada, pero le habla de lo impresionantes que son los nuevos relojes de Ginebra. La madre le dice que debería pedirle plata al padre y no quiere decirle que el dinero es para Leonardo. -Me voy a dormir. Si me compras el reloj, bueno; si no, poco importa.Rosa manda al mayordomo a pedirle dinero a Cándido y luego a comprar el reloj. Leonardo, por su parte, tan seguro estaba de que no se pondría el sol de aquel día sin que un nuevo reloj viniese a adornar su traje en el bolsillo de sus pantalones… Dormitaba solamente cuando entró su madre. Fingió que dormía. Rosa le depositó en el bolsillo del pantalón el reloj y las dos onzas que sobraban de su compra en el chaleco. Dudó por un momento si era lo correcto: entró un rayo de luz en su conciencia de madre, recordó vivamente las palabras de su marido, y sintió una especie de arrepentimiento. Lo ve dormido, y decide dejar todo como había planeado.

SEGUNDA PARTE

Capítulo I“Tarde venientibus ossa”. (Los que llegan tarde al banquete roen los huesos)

Sastrería del maestro Uribe, en la calle de la Muralla. Descripción del lugar. Uribe aunque quisiera, no hubiera podido negar la raza negra mezclada con la blanca, a que debía su origen. Pimienta era un oficial de sastre en su sastrería. Colisión entre un quitrín ocupado por tres señoritas y un carretón cargado con dos cajas de azúcar. (Esto es importante porque simbólicamente hace alusión a los encuentros fortuitos y colisionados que hay en la ciudad de La Habana entre las diferentes razas y clases sociales. La Habana es el lugar de la mezcla, y este episodio del choque introduce la escena de mezcla que significa la entrada de diferentes personajes a la sastrería de Uribe). (Los dos caleseros) Y este hombre, africano de nacimiento, lo mismo que el otro, mulato de La Habana, en vez de acudir cada cual a su vehículo respectivo, a fin de deshacer el enredo y facilitar el pasaje, con atroces maldiciones y denuestos se embistieron mutuamente, ciegos de furor salvaje. (Caracterización del comportamiento poco civilizado y pasional de negros y mulatos) No era que se conocían, estaban reñidos o tenían anteriores agravios que vengar; sino que siendo los dos esclavos, oprimidos y maltratados siempre por sus amos, sin tiempo ni medio de satisfacer sus pasiones, se odiaban de muerte por instinto…(coloca la culpa en la opresión de la esclavitud para despertar estas pasiones)Pimienta cree que una de las accidentadas es La virgencita de bronce, y le alcanza la peineta destrozada. (Es Adela, que es igual a Cecilia) -Estás loco? Te figuraste que ésa también era Cecilia Valdés? -No, esas niñas son hermanas del caballero Gamboa. (Adela y Cecilia son parecidas!!)Al nacimiento de Pimienta y de Uribe concurrieron, sin duda, por igual las razas blanca y negra, con esta esencial diferencia: que aquél sacó más sangre de la primera que de la segunda, circunstancia a que deben atribuirse el color menos bilioso de su rostro, aunque pálido, la regularidad de sus facciones, la amplitud de su frente, la casi perfección de las manos y la pequeñez de los pies, que así en la forma como en el arco del puente podían competir con los de una dama de raza caucásica.

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Discusión sobre prenda de Leonardo. El caballerito Leonardo es el más quisquilloso de todos mis clientes. No ve V. que nada en riqueza? No ve cómo derrama la plata? (...) E intertanto, aquella pobre muchacha… (Cecilia?!) Mas, calla lengua.Pimienta debe probarse la prenda (muy importante para el final y para el lugar que ocupan los personajes en la novela, como competencia entre los valores que ambos comportan y respecto del amor y la dignidad de Cecilia):-Antes tomaste una de las niñas Gamboa por Cecilia Valdés; ahora te pones bravo porque, para ganar tiempo, pruebo la casaca del hermano en tu cuerpo. Si lo haces porque el blanco te pisa la sombra, lo peor que puedes hacer es tomarlo tan a pecho. Qué remedio, José Dolores? Disimula, aguanta. No ves que ellos son el martillo y nosotros el yunque? Los blancos vinieron primero y se comen las mejores tajadas; nosotros los de color vinimos después y gracias que roemos los huesos. Deja correr, chinito, que alguna vez nos ha de tocar a nosotros. Esto no puede durar siempre así (!!!!!). Haz lo que yo. (...) En verbo de hombre, nadie creo mejor que yo. ¿Me estimaría en menos porque soy de color? Disparate. Cuántos condes, abogados y médicos andan por ahí, que se avergonzarían de que su padre o madre se les sentara al lado? (...) Pues yo no tengo por qué esconder mis progenitores. - Es muy duro, durísimo, insufrible, señó Uribe, que ellos nos arrebaten las de color, y nosotros no podamos ni mirar para las mujeres blancas. No tienen los blancos bastante con las suyas? Por qué han de venir a quitarnos las nuestras? Uribe dice que la culpa la tienen las mujeres. Dolores dice en cambio que si los blancos miraran a las blancas, las pardas no mirarían a los blancos (justifica a Cecilia).Uribe lo toma como algo circunstancial, parece como si aceptara la situación social, sobre todo por el hecho de que él no tiene nada de qué avergonzarse y además porque estima que la situación va a cambiar. Cómo Uribe finge: Haz lo que yo. Tú no me ves besar muchas manos que deseo ver cortadas? Te figurarás que me sale de adentro. Ni lo pienses, porque lo cierto y verídico es que en verbo de blanco no quiero ni el papel. En verbo de hombre nadie creo mejor que yo. Muestra cómo los blancos también fueron cambiando de posición social y lo ocultan. El que es conde, era hijo de mayordomo y no se enorgullese. La posición que hoy tienen, tiene que ver con que la encontraron llegando a Cuba, que si estuvieran en españa, su situación sería otra. Pimienta también es mulato. Su padre fue español. José Dolores dice que ni él ni sus hijos van a ser el martillo. Un hombre solo no puede hacer nada, eso lo dice Uribe. Entonces llega a la conclusión de que cuando son muchos contra uno (se refiere a los blancos) no hay remedio sino hacer que no se ve ni se oye ni se entiende, y aguantar hasta que le llegue a uno su turno, que ya llegará, yo te lo aseguro. Aprende de mí, recibo las cosas como vienen y no pretendo enderezar el mundo. Tú todavía vas a tragar mucha sangre, lo estoy mirando. Responde Pimienta: qué importa, con tal de que otros la traguen al mismo tiempo que yo (ANTICIPACIÓN NARRATIVA). Le recomienda que no pierda los estribos. No te apures ni te pongas bravo porque llevas las de perder. Deja correr y aprenderás a vivir.

Capítulo II“No es caballero el que nace, sino el que lo sabe ser.” (muy epígrafe, palito a Leonardito)

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Llegada de Leonardo por cita expresa. Se prueba la prenda sin terminar. Creyó ver reflejada en el espejo la imagen de alguien que le miraba a hurtadilla desde atrás de la puerta del comedor. Aunque le pasó por la mente que había visto aquella cara en alguna parte, de pronto no pudo recordar dónde ni cuándo. Entra Nené con el chaleco. Con Leonardo se reconocieron y cambiaron una mirada de inteligencia y una sonrisa de cariño, señales que por cierto no escaparon a la penetración de Uribe- Aquí hay gato encerrado. Pobre muchacha! la compadezco! En qué garras ha caído!Entran ilustres personajes a la sastrería. Fernando O’Reilly saluda familiarmente a Leonardo.La ocasión de aquella afluencia de señores y sus criados no era otra que el baile de tabla que se celebraba por la noche del mismo día en los altos del palacio… de la Sociedad Filarmónica en 1828. Con los caballeros Uribe echó el resto de la cortesía y de la amabilidad, de que sabía revestirse cada vez que le convenía; con los criados, aunque acudían en nombre de personas de elevada posición, fue seco y parco en demostraciones civiles.Leonardo y O’Reilly se van en su quitrín al paseo el Prado. (descripción de ese espacio y del paseo acostumbrado). La Habana amurallada. Encuentro con un caballo cargado de forraje, que no los deja pasar. - El malojero no puede retroceder -Cómo es eso? Sabe con quién habla?. Despejan el puente, así pudo pasar el carruaje, aunque llevándose en el bocín del cubo parte de la maloja. Grupo de hombres en observación de algo ocurrido en el charco. Eran el mulato Polanco y el negro Tondá, célebres nadadores, riñendo a zapatazos.(No los dejan pasar los dragones y el carruaje de Vives). Probaba esto que había en la Habana alguien superior y más privilegiado que un segundo génito de conde. En la acepción recta de la palabra, no era demócrata Leonardo, mas le disgustó mucho el atropello del malojero y casi se alegró de las mortificaciones que experimentó su amigo en el paseo, cual si hubiesen querido humillarle el orgullo. Evidente, pues, aparecía que las distinciones sociales del país sólo aprovechaban en todas circunstancias a la autoridad militar, ante la cual nobles y plebeyos debían doblar la cerviz.

Capítulo III “Y al compás se agitaban mil bellezas/ Que ropajes fantásticos vestían,/ Y a mí cual las visiones se

ofrecían/ De un poeta oriental.” R PALMA

Aquella noche *(La relación que sigue la tomamos casi al pie de la letra de un semanario que se publicaba en la Habana en 1830, titulado La Moda (Nota de E. Rodríguez Herrera).)Descripción de los asistentes y su vestimenta, y del lugar y la cena. En la descripción de las jóvenes presentes, se resalta de muchas el haber inspirado a poetas.No se presentaron en los salones de la Sociedad nuestros amigos Gamboa, Meneses y Solfa, sino hasta cerca de las once de la noche. Durante las primeras horas habían estado visitando los bailes de la feria del Ángel, el de Farruco y el de Brito, sin olvidar la cuna de la gente de color. Pero sucedió que los bailes no le prestaron atractivo ninguno, desertados de las muchachas bonitas; que no logró ver a Cecilia Valdés. Un desconocido forzó al calesero a mover el puesto del quitrín. Tal vez era un inesperado y desconocido rival que de aquel modo se preparaba a disputarle el cariño de Cecilia Valdés.Leonardo ve a Isabel hablando con el abogado Domingo Andrés. No obstante su natural despreocupación, sintió un arranque de celos que le fue imposible reprimir, no ya porque estuviese de veras enamorado…

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Se meten en las filas de la danza. La cubana danza sin duda que se inventó para hacerse la corte los enamorados. En sí el baile es muy sencillo, los movimientos cómodos y fáciles, siendo su objeto primordial la aproximación de los sexos, en un país donde las costumbres moriscas tienden a su separación; en una palabra, la comunión de las almas.Isabel no tenía nada de hermosa. Su encanto consistía en su palabra y en sus modos. (descripción de vida de Isabel). Era alta, bien formada, esbelta, y vestía elegantemente, con que siendo muy discreta y amable está dicho que debía llamar la atención de la gente culta. Hasta la suave palidez de su rostro, la expresión lánguida de sus claros ojos y finos labios contribuía a hacer atractiva a una joven que, por otra parte, no tenía nada de hermosa. Su encanto consistía en su palabra y en sus modos. La vida en el cafetal le habían hecho perder sus formas suaves, no había nada de redondez femenil ni de voluptuosidad en las formas de Isabel. La vida en el cafetal había robustecido y desarrollado su constitución física al punto de hacerle perder la formas suaves y redondas de las jóvenes de su edad y estado. Para que nada faltase al aire varonil y resuelto de su persona debe añadirse que sombreaba su boca expresiva un bozo oscuro y sedoso. Al cual solo faltaba una tonsura frecuente para convertirse en bigote negro y poblado. Ya comienza la descripción idílica de Cuba cuando se refiere al cafetal en el que vivía Isabel junto a su padre. No debe extrañarse que, siendo Leonardo un tanto descreído y despegado, sintiese pasión por una joven tal. La aspereza suya no era sino externa, estaba en sus maneras bruscas, porque allá en el fondo de su pecho, como habrá ocasión de observarlo, había raudal inagotable de generosidad, ternura de sentimientos. Dios, por dicha, no le había negado la capacidad de amar, sólo que las mujeres con quienes hasta allí había tropezado, o habían cedido a la fogosidad de sus afectos, a la intrepidez de sus pocos años, o a la influencia de su lluvia de oro. “Si podemos prescindir del esclavo y de sus padecimientos, que son sin embargo, más llevaderos en los cafetales”, se convendría que Isabel vivía en el paraíso terrenal…

Capítulo IV“Princesa.- Su nombre al menos,/ Rey.-Nunca, nunca, nunca. “Sueños de Amor y Ambición

Nemesia salió de la sastrería y se dirigió a lo de Cecilia. Estaba acercándose cuando notó que descendía del terraplén del convento un caballero a paso largo, que se dirigía derecho al punto objetivo de sus miradas. Quién sería ese sujeto? No era joven, ni anciano, sino de mediana edad. Nené encuentra a la abuela de Cecilia en la ventana. Cuál de las dos mujeres había recibido y hablado con el caballero de frac? Entra. Parecía seria y desazonada la abuela. -Esta muchacha parece poseída… Qué harías tú si tu protector, tu amigo constante, tu único apoyo en el mundo, como si dijéramos, tu mismo padre, que es verdaderamente un padre para nosotras pobres, desvalidas mujeres, sin otro amparo bajo el cielo, qué harías tú si te aconsejaba, si te prohibía el que hicieras una cosa?Cecilia desmiente que ese hombre represente todo eso para ella. En segundo lugar, por más que me devano los sesos, no veo la razón ni el derecho que tenga para meterse en mis cosas y ver si salgo, o si entro, si me río o si lloro… Nunca había oído decir que era pecado no querer a quien no le gusta a uno.-Y quién te dice que le quieras? Él te enamora acaso? El pecado consiste en no agradecer los favores que nos hacen y en morder la mano que nos acaricia.

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-Vamos a ver. Cuáles son los favores de que habla su merced? La mesada que nos pasa? Los regalos que me hace? Dios y él solo saben el motivo que le guía. No es extraño, muy extraño, que sea tan generoso con nosotras, pobres mujeres de color, un hombre blanco y rico que no es nada de su merced, ni mío tampoco? Cecilia cree que espera otro tipo de agradecimiento de parte suya, que está “enamorado”.La convencen a Cecilia de no salir.Nemesia: - Su hijo, tú me entiendes *(Sabía Nemesia quién era el hijo del “protector”? Y, Cecilia? Villaverde no aclara estos elementos misteriosos, despertando así la curiosidad del lector). Ese sí que es de temer. Nené le cuenta del chaleco, y de una reunión en lo de las Gámez donde no vio a Leonardo pero sí a Isabel.:-Digo esto por ti, chinita, porque a mí no me va ni me viene. Él no me pertenece; sólo me intereso por ti, que has puesto tu cariño… Cuidado que los hombres son ingratos! Pero más vale callar y no ponerle más leña al fuego.Cecilia muere de celos. Nemesia miraba de soslayo a su amiga, leía, como al través de un cristal purísimo, la fiera batalla que se libraba en su pecho, y de cuando en cuando se sonreía ligeramente, cual si hubiera previsto todo aquello, o no temiese que tuviera un resultado desagradable.

Capítulo V“Aun pienso estaros mirando.../ La faz terrible y airada,/ La vista desencajada,/ El látigo vil

sonando.” J. PADRÍNEZ

Llega Nemesia a su casa justo cuando sale Pimienta. Le cuenta que iba a salir con Cecilia para pillar en fragante a Leonardo con Isabel. Que ve a un hombre en la ventana hablando con Chepilla. Que le ha impedido a Cecilia salir y le ha roto el túnico y la peineta. “La abuela no quería que la nieta saliera; yo tampoco quería, y sucedió que el hombre del barrio de San Francisco que las mantiene, lo había prohibido.” - Qué es él de ella? Quisiera saberlo. -Yo, verdaderamente, no lo sé. A veces me se figura que es mucho cuidado el suyo para mero enamorado… -Si será su padre! Señó Uribe cree a puño cerrado que lo es y sostiene que la madre vive. Quién la conoce? Quién la ha visto? -Eso es lo que yo digo. -Ahí tienes. Yo me tengo tragado que el padre y el hijo están enamorados de Celia hasta la punta del pelo. (...) La hermosura de Celia será al fin la causa de su perdición. Qué puede esperar ella de esos dos blancos? El viejo quizás le dé dinero, lujo y cuidados. Mas el joven…? Este no es posible que se case con ella; gracias si la toma de querida por algún tiempo, se fastidia y la deja con dos o tres hijos el día menos pensado. Yo no sé qué será de mí si tal cosa sucede. No quiero pensar en eso. -Ella te tiene voluntad, pero no amor. Bien claro que lo veo. Sin embargo, si yo pudiera hacer que olvidara a Leonardo, estaba vencida la principal dificultad.Nené enamorada de Leonardo!! “Si no ha de ser para mí, que no sea para ella tampoco. Ella para José Dolores, y él para mí. Se puede, se puede…”Vuelta al baile. Conversación de Isabel y Leonardo. Luego, de todos los amigos. Leonardo ve a su hermana con el militar. “Ese caballero a venido a traernos un recado de tu padre”.Leonardo miente a su madre sobre las dos onzas que ella le regaló y que él perdió apostando en una cuna.El padre en una reunión por conflictos con una expedición a la costa de África.

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Saluda Isabel a la familia. Se dirigen al salón a comer algo. Altercado con mozo: Leonardo quiere pagar, pero es gratis… Cuando van a buscar los quitrines, “lo primero que hirió sus oídos (de Leonardo) fue el repiqueteo de las espuelas de plata de los caleseros bailando el zapateo al son del triple cubano.”Les ofrecen un quitrín a las Gámez para volver a su casa, y los Gamboa vuelven en el otro. Leonardo tortura como castigo a Aponte. Debe gritar D. Cándido que pare.Después de eso, cuál de los dos, la víctima o el verdugo, encontró primero reposo en la cama? Mejor dicho, qué pasaba por el alma del amo cuando se echó en la suya? Qué por el alma del esclavo cuando se desplomó en la rígida tarima? Difícil es que lo expliquen los que no han sido una ni otra cosa, e imposible que lo entiendan en toda su fuerza aquellos que no han vivido jamás en un país de esclavos.

Capítulo VI“Ola! Del bergantín./ -Qué dirá?-Cómo se llama?/-El Condenado.-De dónde procede?/-De

Sarrapatán.-Qué carga trae?/-Sacos vacíos.-Cómo se llama el capitán?/-Don Guindo Cerezo.” Escenas a la vista del Morro de La Habana

Descripción de esclavos y criados de la casa Gamboa. Cocinero: Dionisio. Este esclavo había nacido y se había criado en Jaruco, en el palacio de los condes de ese título. Sabía leer y escribir casi por intuición, dones adquiridos que le revestían de mérito extraordinario a los ojos de sus compañeros de esclavitud, mucho más ignorantes que él bajo esos respectos. Había comprado su libertad, lo cual no evitó que lo remataran a la muerte de su anterior dueño.Mayordomo: D. Melitón Reventos. D. Cándido le pide que consiga camisas de listado y pantalones y los lleve al muelle para salvar bultos (negros). Conversación con Rosa: -Los ingleses no nos dejan importar los brazos que nos hacen tan suma falta, no sé con qué ni cómo vamos a elaborar el azúcar. Los ingleses apresaron el bergantín de Gamboa con una partida de África.-Quién los mete en lo que no les va ni les viene? Yo me hago los sesos agua y no atino a comprender por qué se ha de oponer Inglaterra a que nosotros traigamos salvajes de Guinea. Por qué no se oponen también a que se traiga de España aceite, pasas y vinos? Pues halla más humanitario traer salvajes para convertirlos en cristianos y hombres, que vinos y esas cosas que sólo sirven para satisfacer la gula y los vicios. -Rosa, los enemigos de nuestra prosperidad, quiero decir, los ingleses, no entienden esa filosofía. A quienes culpo principalmente es a los que aconsejaron a nuestro augusto soberano D. Fernando VII celebrar el tratado de 1817 con Inglaterra * (tratado que fijó la fecha de la abolición del tráfico de esclavos: 30 de mayo de 1820)Rosa pregunta en qué se retrasó para ir a lo de Gómez… SospechaGamboa relata el secuestro del bergantín. Debieron tirar al mar a los fardos que había sobre cubierta -Qué horror!(...) -Sobre que voy creyendo que tú te has figurado que los sacos de carbón sienten y padecen como nosotros. No hay tal. Vamos, dime, cómo viven allá en su tierra? En cuevas o pantanos. Y, qué aire respiran en esos lugares? Ninguno. Y sabes cómo vienen? Barajados, quiere decir, sentados uno dentro de las piernas del otro, en dos hileras sucesivas. Y no se mueren por eso. A casi todos hay que ponerles grillos, y a pocos es fuerza meterlos en barras. -Y dale con creer que los fardos de África tienen alma y que son ángeles. Esas son blasfemias, Rosa. Pues de ahí nace el error de ciertas gentes… Cuando el mundo se persuada que los negros son animales y no hombres, entonces acabará uno de los motivos

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que alegan los ingleses para perseguir la trata de África. Hazte cuenta que no hay diferencia entre un tercio (tabaco?) y un negro, al menos en cuanto a sentir.No había similitud ninguna en el ejemplo aducido, tampoco tiempo para discutir…

Capítulo VII“Por lo cual deberían poner tasa los magistrados, a quien toca, a la codicia de los mercaderes,

que ha introducido en Europa, y no menos en estas Indias, caudalosísimos empleos de esclavos, en tanto grado, que se sustentan de irlos a traer de sus tierras, ya por engaño, ya por fuerza, como quien va a caza de conejos o perdices, y los trajinan de unos puertos a otros como holandas o cariseas” FR. ALONSO DE SANDOVAL

Vuelve Melitón Reventos. Relata cómo logró todo lo que Cándido le había ordenado. -Rosa no comprendes que si vestimos de limpio los bultos pueden pasar por ladinos venidos de Puerto Rico, de cualquier parte, menos de África? No todo se ha de decir. Estos son secretos… porque… hecha la ley, hecha la trampa.Gamboa se reúne con Gómez, Mañero y Madrazo (amigos y socios de negocios con África). Pasan por lugar donde se rematan negros (escribanías públicas de la jurisdicción judicial de la Habana). Insinúan que la negra rematada María de la O tiene un hijo de Madrazo, su antiguo dueño.. ???

Capítulo VIII“Hecha la ley, hecha la trampa” Proverbio castellano

Confunden a Mañero con el Intendente cuando entran al palacio de la Capitanía general de Cuba. Van allí a hablar con SE (Vives). Les informan que está en el patio de la Fuerza, probando la calidad de un par de gallos de pelea. [Padrón: individuo que tenía a cargo a los gallos del Capitán General; había cometido un homicidio. Ya había en el sitio varios personajes de cuenta.]Descripción de Vives. “Sí, aquel hombre no tenía nada de guerrero, y, sin embargo, su rey le había confiado el mando en jefe de la mayor de sus colonias insulares en América, precisamente cuando parecían más próximos a romperse los tenues y anómalos lazos que aún la tenían sujeta al trono de su metrópolis.”La prensa había enmudecido desde 1824, no existía la milicia ciudadana, los ayuntamientos habían dejado de ser cuerpos populares, y no quedaba ni la sombra de la libertad, pues por decreto de 1825 se declaró el país en estado de sitio, instituyéndose la Comisión Militar permanente. El paso repentino de las más amplias franquicias a la más opresiva de las tiranías, fue harto rudo para no engendrar, como engendró, un profundo descontento y un malestar general, con tanto más motivo cuanto que en los dos cortos períodos constitucionales el pueblo se había acostumbrado a las luchas de la vida política.(...) La conspiración fue desde allí un estado normal y permanente de una buena parte de la juventud cubana. En todas las poblaciones hubo más o menos alborotos y demostraciones de resistencia, porque tardó algún tiempo antes que el pueblo doblara la cerviz y se sometiera al yugo de la tiranía colonial. (...) Durante los seis años que duró el mando de Vives, ni la vida, ni la propiedad estaban seguros, así en las poblaciones como en los campos. (...) Tal era el estado de cosas en Cuba entrado el año 1828. Y es

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perfectamente claro que, sin la oficiosa intervención de los Estados Unidos en 1826, se habría llevado a efecto la invasión de las dos Antillas españolas por las fuerzas combinadas de México y de Colombia, de acuerdo con los planes de Bolívar y los deseos de los cubanos. Suceso que, realizado, infaliblemente hubiera sido el golpe de gracia al dominio español en el Nuevo Mundo.Cándido Gamboa se encontró con un conocido, de aspecto poco favorable… El Doctor Tomás de Montes de Oca. Le cuenta de la situación del bergantín. Pide de su ayuda por su influencia sobre Vives. El doctor acepta. Le pregunta por “la chica aquella”... Habla de Cecilia, pero Gamboa responde por la madre. Dice que está internada en Paula, sin juicio.[Tondá: negro protegido del Capitán General Vives. “Le dio comisión para perseguir criminales de color en las afueras de la ciudad, sin duda por aquello de que no hay peor cuña que la del mismo palo.”]Le expresan a Vives el conflicto, quien responde: -Reconozco, señores, la injusticia y los daños que nos ocasiona un tratado por el cual se concede a Inglaterra, la enemiga natural de nuestras colonias, el derecho de visita sobre nuestros buques mercantes; pero los ministros tuvieron a bien aprobarlos, y a nosotros, leales súbditos, sólo nos toca acatar y obedecer el mandato. (...) Vayan Uds. con Dios y otra vez sean más prudentes…

Capítulo IX“En tí pensaba y en aquel instante/ Me mandaba llorar naturaleza.” JOSÉ M. HEREDIA

El mayordomo Melitón ejercía un poderoso imperio entre los esclavos. Pero para Dolores, reservaba sus sonrisas, sus agasajos y atenciones. Era joven, bien formada y bonita para negra.María de Regla, mencionada al principio de esta historia, tuvo a Dolores de su unión legítima con Dionisio el cocinero, quince años antes de la época actual. Contemporáneamente tuvo doña Rosa a Adela, su hija menor, la cual entregó a María de Regla para que se la lactase. Para ello, hizo destetar a Dolores y criarla con leche de cabra o de vaca. Pero María de Regla fue en diversas ocasiones encontrada con las dos bebas en brazos. Como castigo, se ordenó al Mayordomo echara por delante a la criandera y la embarcara a bordo de una goleta, dejándola en el ingenio de La Tinaja. Allí se hallaba de enfermera el año de 1830, es decir, purgando la culpa de ser madre amorosa, cometida trece años antes de esa fecha.Que la esclavitud tiene fuerza de trastornar la noción de lo justo y de lo injusto en el espíritu del amo; que embota la sensibilidad humana; que afloja los lazos sociales más estrechos; que debilita el sentimiento de la propia dignidad y aun oscurece las ideas del honor, se comprende; pero que cierre el corazón al amor de padres o de hermanos a la simpatía espontánea de las almas tiernas, he aquí lo que no se ve a menudo.En el código no escrito de los amos de esclavos no se reconoce proporción ni medida entre los delitos y las penas. Es que no se castiga por corregir, sino por desfogar la pasión del momento; de que resulta que casi siempre se le apliquen al esclavo varias penas por un solo delito (esto claramente lo que le pasa a leonardo cada vez que castiga a un esclavo, como es el caso del calesero y el caso del Taita). Rosa no había logrado averiguar a ciencia cierta de quién era la niña que había estado lactando María de Regla, cosa de año y medio antes de haber dado a luz a Dolores. Lo único que pudo sacar de D. Cándido fue que el médico Montes de Oca la había contratado para lactar a la hija ilegítima de un su amigo, cuyo nombre no debía revelarse.

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Adela y Dolores se amaron con amor de hermanas. Dolores y Tirso eran hermanos uterinos. La primera, salió negra, porque su padre era negro. El segundo, nacido de un blanco, salió mulato. De aquí provenía el que ellos no se viesen como hermanos, y que María de Regla quisiese más a Tirso, que mejoraba la condición, que a Dolores, la cual perpetuaba el odioso color, causa aparente y principal, creía ella, de su inacabable esclavitud. Dolores adoraba a su madre. Pedía a Adela que hablara con su madre para que la trajeran de nuevo a la Habana. Rosa se excusaba alegando que la negra era mal empleado, y desobediente…

Capítulo X“-Ya sé lo que me pides,/ Llévate en él mi corazón y… toma.” RAMÓN MAYORGA

Promediaba el mes de noviembre de 1830. Cándido Gamboa se hallaba asomado al postigo de la ventana de la calle. Alguien que se acercaba. Josefa. - La orden que se ha dado el otro día por la Capitanía General sobre pordioseros y locos trae aquí a señá Josefa.Josefa le pide que haga algo para detener el traslado de su hija. Gamboa dice que habló con Montes de Oca, quien cree que deben llevar a la enferma al campo y la hagan tomar baños de agua salada.Se interrumpe la conversación porque se levanta Leonardo, que se prepara y sale a la calle. Cándido le pide al calesero Pío que lo llame, pero no lo alcanza. -A dónde irá el muy bribón a estas horas? Y no habrá dejado aquella santa mujer nadie al cuidado?... Lo más probable es que no. A ciertas gentes se les pasea el alma por el cuerpo, se descuidan mucho, no toman precauciones y de aquí provienen las desgracias. Si yo pudiera dar la cara! Veremos.Rosa discute con su marido sobre Leonardo.Leonardo se mete en la casa de Cecilia. En la oscuridad, ve animales sueltos dando vueltas. Ella está escasamente vestida con un ropaje blanco y el cabello suelto. Reconocerse, correr el uno hacia la otra y abrazarse estrechamente en medio de los besos ardientes y sonoros, fue todo uno.Mientras, Josefa va a Paula. Presencia la muerte de una paciente. Piensa que es su hija, la sacan de la equivocación y el desmayo. Charito no se mueve, no la mira, parece no reconocer su voz siquiera.

Capítulo XI“...Pero si el vicio mancha su limpieza/ Vertiendo en ella su funesto hielo,/ Levanta el ángel de su

guarda el vuelo./ Y Dios torna a otro lado la cabeza” LUIS PÉREZ DE MONTES DE OCA

Señá Josefa volvió a su casita. Al parecer nadie allí se había movido. [María del Rosario Alarcón (hija de Josefa y madre de Cecilia)] Se cuenta el caso de Dolores Santa Cruz.Toca la puerta el lechero. Le dice que vio a un joven (un lindo D. Diego) entrar más temprano en la casa. Pero de que lo vide lo vide.Sabía que un joven blanco, que le hacía regalos costosos, que le facilitaba su carruaje para concurrir a los bailes de las ferias, que ella decididamente se pagaba de esas atenciones y obsequios; pero estaba muy distante de creer, siquiera de sospechar, que él se aprovechase de su ausencia en la iglesia o el hospital para soplarle la nieta, corromperla y malograr su porvenir.Cecilia también escuchó, le generó cólera e indignación. Pero fuerza era atender a las demostraciones de dolor y sentimiento de la abuela, que parecían extraordinarias y debían tener causa poderosa y

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legítima. Cuál podía ser ésta? Ignoraba Cecilia lo ocurrido en Paula. Desde ese punto, la soberbia e independiente Cecilia experimentó algo que no había experimentado nunca, algo que no atinaba a explicarse ella misma, una revolución en todo su ser.Llamaron de nuevo a la puerta. La vendedora de carnes, manteca y huevos. Relata que le han robado a un cristiano delante de sus ojos. Es Leonardo al que le han robado el reloj. Bastardilla, “ininteligible relato”.(ES GENOVEVA, anticipación narrativa) Luego, vino el panadero.Conversan Cecilia y Chepilla. -Si tú me quisieras como dices no harías ciertas cosas… - Si su merced no diera oídos a chismosos, lengua largas, se ahorraría más de un disgusto.-Y si cierta persona, que es a quien su merced se refiere, se casa conmigo, me colma de riquezas y me da muchos túnicos de seda, y me hace una señora y me lleva a otra tierra donde nadie me conoce, qué dirá su merced? - Diría que ese es un sueño irrealizable, un disparate, una locura. En primer lugar él es blanco y tú de color, por más que lo disimulen tu cutis de nácar y tus cabellos negros y sedosos. En segundo lugar, él es de familia rica y conocida de la Habana, y tú pobre y de origen oscuro… En tercer lugar… Pero a qué cansarme? Hay otro inconveniente todavía mayor, más grande, insuperable… Tú eres una chicuela casquivana…

Capítulo XII“... Pero ponme/esa mano en este pecho./No sientes en él, Matilde,/un volcán? Pues son mis

celos!” J. J. MILANÉS

Entra Nemesia. No pudo ser más oportuna la aparición de la amiga en aquellas circunstancias. La anciana había dicho más de lo que la prudencia aconsejaba, y la joven temía averiguar el sentido íntimo de las últimas palabras de la abuela.Llamaron a la puerta, el calesero le da una carta a Josefa, “no contesta”. Es de Gamboa, para ser entregada a Montes de Oca y que hablen sobre la enferma. Una vez leída, Josefa se va de la casa. Una vez solas, Nené le cuenta que se acaba de cruzar con “tu adorado tormento”. Le dice que se acomode rápido, que tienen que salir. “Me da vergüenza salir a la calle en trapillos”. Nemesia saboreaba de antemano el placer de verla morir de celos.Les costó cerrar la puerta con llave. Estaba oxidada la cerradura. Se acercan al lugar donde hay un quitrín, a cuyo estribo, un joven daba los últimos adioses a una señorita en traje de viaje. (Leonardo a Isabel). Desde lejos los reconoció Cecilia. Se acercó, le dio un fuerte empellón a Leonardo, que, por no estar prevenido, perdió el equilibrio, resbaló y dio de costado en la concha del quitrín, a los pies de la sorprendida dama. Isabel confunde a Cecilia, a quien no conoce, con Adela. Cecilia le grita Pu…!Josefa va a lo del doctor. Despierta respetuosamente a su calesero para ver si está el Doctor. El Doctor estaba operando. Cuando termina, le da la carta. -”El mismo señor D. Cándido estuvo aquí bien temprano y me habló del asunto. Pero debo decirle a V. lo que a él le dije, a saber: que no he visto aún a la enferma, que no conozco el caso y que sin conocerlo tendría que ser adivino para decidir lo que deba hacerse. Le hace preguntas sobre la enferma. Su hija, internada hace 16 años, no conoce a la hija, ni la hija a su madre. -Si la madre y la hija se ven de repente, después de una larga separación, tal vez se efectúe una reacción, y las enfermedades se curan con reacciones o revulsiones, no con medicinas. No

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puede mandarlas al campo juntas, Cecilia sería un riesgo en un campo de Padres Belenitas. Le pide que vuelva dos días después, que él irá a ver a la enferma.

Capítulo XIII“La alegría del corazón conserva la edad florida, la tristeza seca de los huesos.”PARÁBOLAS DE

SALOMÓN

Siguiendo aquel refrán castellano que enseña: al que le duele la muela que se la saque. Los dentistas eran los barberos. Llega a la Habana un sacamuelas aficionado: Fiayo, muy reconocido por sacar muelas de raíz sin dolor ni instrumento quirúrgico alguno y sin pedir dinero a cambio.Antonia Gamboa estaba con un dolor de muela hace un tiempo, Rosa decide llevarla a lo de Montes de Oca, donde paraba Fiayo. Montes de Oca deja de atender a sus pacientes por saludarlas. -Me complace ver que V. también se interesa por la salud de la enferma en el hospital de Paula. Lo veo, lo comprendo perfectamente, desea V. conocer cuanto antes cuál es mi diagnóstico… No teniendo noticias de semejante enferma, madre e hija se miraron azoradas.-Diré a V., señora mía, con gran sentimiento, lo mismo que acabo de decirle a la anciana madre de la enferma, con quien me ha visto V. hablando. No es nada favorable el diagnóstico. Ahí no hay fuerzas, sujeto, como decimos… Siento mucho no poder llenar los deseos de señor D. Cándido…Lo que era oscura e insignificante, para la hija, era un mar de luz para la madre, la verificación de continuas sospechas, el aguijón de celos antiguos y siempre vivos. Quién podía ser aquella moza, ni qué clase de relaciones tenía o había tenido con ella su esposo? Debía ser una mulata, pues que su madre era casi negra… había sido su rival, había gozado a la par con ella del amor y de las caricias de Gamboa. (...) Pasole por la mente lo de la niña de la Casa Cuna y su lactancia por María de Regla, y dedujo, por necesaria consecuencia, que esa historia se relacionaba estrechamente con la mujer enferma en el hospital de Paula. Rosa le sigue el juego para sacar toda la información posible.la pobre… Rosario Alarcón. La abuela ha tenido la habilidad de ocultarle a la hija hasta la existencia de la madre enferma. -Luego tal es la niña para cuya crianza se tomó en alquiler a mi esclava -Yo no sé de eso jota -Cómo que no, si por orden de V. se me pagaron las dos onzas mensuales del alquiler? -Por orden mía? Perdone V. miseá Rosa. No tengo idea de semejante inquilinato. No estará V. equivocada?Qué había en común entre el pesar, el desengaño ni los celos de doña Rosa Sandoval de Gamboa, y el pesar, el desengaño y la desolación de la pobre señá Josefa, más desamparada y sola que antes?

Capítulo XIV“Meditando su pena/ Dentro del pecho el corazón se abraza:/ El fuego desordena/ Los límites y

pasa:/ Y suelta ya la lengua, hablé sin tasa” GONZÁLEZ CARAVAJAL

La extraña conducta y frases irónicas de su cara esposa traían alarmado a D. Cándido Gamboa. Nunca había usado ella un lenguaje tan sarcástico.Adoptó mayor cautela, observó con doble atención. No cabía en su cabeza que el médico hubiese hablado a su esposa de la moza enferma en el hospital de Paula. Señá Josefa tampoco daba señales de vida, quien de este golpe no se repuso más. Tras el llanto y otras demostraciones de dolor, acudió con

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doble ahínco que antes al rezo, a la oración, a la confesión y comunión casi diarias, a la penitencia continua, recayendo al cabo en aquel estado de indiferencia y apatía mental y corporal… Por que dejó de ser comunicativa, se encerró en sí misma, descuidó a la nieta, se ocupó solamente de los actos de devoción que eran en ella una segunda naturaleza, un movimiento automático, se echó a dormir en una palabra, desde entonces el sueño de la vida. Cecilia comenzó a ser más amable y servicial con su abuela, pero ya nada servía. Rosa y Cándido discuten sobre malcrianza de Leonardo. La discusión se desvía. Rosa lo acusa de engaño. -Quién sino V. me aseguró una y otra vez que María de Regla criaba a la hija bastarda de un amigo de Mones de Oca?... (...) He aquí el verdadero motivo de empeño de V. en separar a mi hijo de mi lado; temía que descubriese lo que yo he descubierto por una rara casualidad. Temía que se avergonzase e indignase de que su padre, no un criollo jugador y botarate, sino todo un hidalgo español, se la pegaba a su madre con una mulata sucia. (...) Lo que yo me propongo, señor D. Cándido Gamboa y Ruiz, es que V. no continue derrochando mi dinero ni el de mis hijos en querindangos y en la familia de la querida. O V. se enmienda o yo me divorcio. Me hubiera casado con un criollo, la madre le había recomendado que no se casara con un hombre de opuesta religión o naturaleza. Dice que un criollo no lo habría engañado. Ella piensa que lo ha engañado pero no llega a darse cuenta de que la chiquilla que amamantó María de Regla es hija de Don Cándido. D. Cándido sólo trataba de evitar un gran escándalo, una catástrofe en no lejano porvenir.Parece que D Cándido estaba arrepentido de todo lo que había pasado, que lo deploraba, y que ahora no habría por qué tener motivos de celos.

Capítulo XV“Perdí el desamor/ Con las libertades; Quísele bien luego,/ Bien le quise, madre./ Empecé a

quererle,/ Empezó a olvidarme:/ Rabia le dé, madre/ Rabia le mate” L. DE GÓNGORA

No llegaban noticias de Isabel. Leonardo se encuentra con Nemesia. La acusa de haber conducido a Cecilia a que viera cómo él despedía a Isabel. “Sábete que cometes un pecado en declararme la guerra. Si lo haces porque te figuras que no hay en mi corazón amor más que para Celia, mira que te equivocas. Hay para ella, para la amiga en el campo y todavía queda para las malagradecidas como tú un mundo de cariño.”Había aquélla oído de los labios del joven, de quien estaba perdidamente enamorada, que cabía en su corazón juntamente con Cecilia. Nené planea alejar a Cecilia de Leonardo a través de los celos infundidos por la presencia de Pimienta. Así, Leonardo quedará sólo para ella..Leonardo va a lo de Cecilia. Al llegar, observa cómo se aleja un hombre (Pimienta). Cecilia no lo deja entrar. Leonardo la amenaza con no verse más si no le dice quién era ese hombre. Le dice que le abra, que le da vergüenza que lo vean afuera. Leonardo la termina persuadiendo, Cecilia llora. Ella le pide que cumpla una condición: no ir al campo las próximas Pascuas. Él dice que no puede cumplir eso. “Lo que comprendo es que vas a divertirte en el campo con una mujer que detesto sin conocerla a derechas, y que no puedo, no debo ni quiero consentirlo”, “Eres muy celosa, Celia. He aquí tu único defecto. Si yo te amo más que a mi vida, más que a todas las mujeres del mundo, no te basta? qué más quieres?”

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Capítulo XVI“Conciencia, nunca dormida,/ mudo y pertinaz testigo/ que no deja sin castigo/ ningún crimen en

la vida!/ La ley calla, el mundo olvida;/ mas, quién sacude tu yugo?/ Al Sumo Hacedor le plugo/ que a solas con el pecado,/ fueses tú para el culpado/ delator, juez y verdugo.” NÚÑEZ DE ARCE

Bien quisiera D. Cándido romper de una vez con el pasado, borrar de su memoria hasta la huella de ciertos hechos. Va a pedirle a Montes de Oca que certifique que sin riesgo de la vida no era posible la traslación de la enferma en el Hospital de Paula, a la nueva casa de locos. Además, quería que el doctor fuera el intermediario que le hiciera llegar todos los meses un dinero a Josefa. Así cortaba, creía Gamboa, toda directa relación futura con las tres cómplices de su grave culpa, sin faltar a los compromisos con ellas contraídos. Pero, cómo librar a Cecilia Valdés de los lazos que le tendía su hijo Leonardo? Piensa en secuestrar a Cecilia… pero más adelante.Parten de viaje. El motivo de la próxima reunión de las dos familias (Gamboa e Ilincheta) tenía por objeto presenciar el estreno de una máquina de vapor para auxilio de la molienda de la caña de miel. No quiso partir Leonardo sin tener una entrevista con Cecilia. La obtuvo fácilmente, porque ambos la deseaban. Pero Cecilia cerró los oídos y se mantuvo firme en negar su consentimiento a la partida del amante al campo.Sale Cecilia rumbo a lo de Nené. En el camino, se cruza con el comisario Cantalapiedra. Le pide que le muestre su rostro..-Ay, Nene! La otra tarde me encontró Leonardo hablando con José Dolores por la ventana de casa. En mala hora. Me ha costado una tragedia con él. -No me digas!- repuso Nemesia sin poder ocultar del todo su contento-Lloro, no de dolor, lloro de rabia conmigo misma, porque conozco que he sido una tonta. Llamas tú fiarse de un hombre el amarlo mucho? Puede ser..-No puedo olvidar el dicho de señá Clara, la mujer de Uribe: cada uno con su cada uno.-No lo niego, mucho que sí me gustan más los blancos que los pardos. Se me caería la cara de vergüenza si me casara y tuviera un hijo saltoatrás.-Desengáñate mujer. Leonardo no se va a casar tampoco contigo por la Iglesia.-Por qué no? Él me lo ha prometido y cumplirá su palabra. De otro modo yo no lo querría como lo quiero.Entra Pimienta, les comenta del baile de etiqueta de la gente de color en la víspera de la Noche buena.Acompañan Nené y Pimienta a Cecilia a su casa.

Capítulo XVII“Y al punto que el triunfo creyera posible/ De lúcido acero se vio traspasar” J. L. LUACES

Descripción de la casa de Soto, donde se celebra el baile de la gente de color.Con la frase baile de etiqueta o de corte, se quiso dar a entender uno muy ceremonioso, de alto tono, y tal, que ya no celebraban los blancos, ni por las piezas bailables, ni por el traje singular de los hombres y de las mujeres. Para entrar y tomar parte en la fiesta no bastaba el traje especial de los hombres; era preciso venir provisto de papeleta, la que debía presentarse en el zaguán…Entra un negro, sin papeleta, con entradas en ambos lados de la frente (Dionisio)

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Discute con un oficial de la sastrería de Uribe que se le acerca. Éste lo trata de “inferior a mí, cocinero y… esclavo”.Desde temprano el baile estaba lleno, de bote en bote, según reza la frase familiar. El golpe de gente de todos colores, sexos y condiciones que se apiñaba ante ambas ventanas del ancho portal, presentaban aspecto tan animado como interesante y tumultuoso.Cecilia, junto con Nemesia y señá Clara eran el centro de atención. Tomaban a Cecilia por una joven de pura sangre, “era natural que les chocase de verla allí, y que creyese de bajos sentimientos a quien consentía en rozarse tan de cerca con la gente de color”Cualquiera mediano observador pudo advertir que, a vueltas de la amabilidad empleada por Cecilia con todos los que se le acercaban, hacía una marcada diferencia entre los negros y los mulatos. Con éstos, por ejemplo, bailó dos contradanzas, con los primeros sólo minués ceremoniosos. Pero dio amplia rienda a su innato exclusivismo cuando se le presentó el negro de las entradas profundas. -Conque no me ha creído la niña digno de ser su compañero esta noche? (...) La conozco más de lo que imagina la niña. La conozco desde que la niña mamaba y gateaba. Conocí a su madre, conozco a su padre como a mis manos y tengo muchos motivos para conocer a la mujer que la crió por más de un año seguido. (...) La niña me desprecia porque se figura que como tiene el pellejo blanco es blanca. La niña no lo es. Si a otros puede engañar, a mí no. (...) Mas déjeme decirle que baje un poco el cocote, porque si su padre es blanco, su madre no es más blanca que yo, y además, la niña es la causa de que me vea separado de mi mujer por más de doce años. Mi mujer ha sido la verdadera madre de la niña, como que la crió desde que nació, no pudiendo criar a la niña su madre por estar loca…Cecilia interpreta que el moreno se ha empeñado en tener un lance con ella.. Lo echan, gracias a Pimienta, al negro del baile. Afectaron un tanto a Cecilia la conducta y sobre todo las palabras del negro de las entradas. Daba la casualidad que cuanto dijo respecto de sus padres, coincidía extrañamente con lo que ella misma había oído y sospechado. El lenguaje misterioso que empleaba la abuela siempre que del caballero que las favorecía se trataba, era bastante para hacerla pensar a veces que debía tener con ella alguna otra relación que la de un mero galanteo, aun cuando no le pasara por la mente que fuese su padre el padre de su amante. Este no la amaría ni la prometería unión eterna si supiera, como debía saberlo, que ligaba a los dos tan cercano parentesco. La mujer enferma a quien señá Josefa solía visitar en el hospital de Paula, no era hija suya, siquiera sobrina; tal vez pariente de pariente de una amiga íntima de la mocedad. El cocinero estaba por fuerza equivocado, repetía rumores.Como mujer agradecida, desde aquel punto empezó a sentir por José Dolores una especie de simpatía que no había sentido nunca, y en descuento de la deuda contraída no tuvo empacho en manifestarle sus temores.Al salir del baile, el negro desafía a José Dolores. Oscuridad. Pimienta vuelve triunfante. Cecilia fue la primera a recibirle, y sin saber lo que hacía, por un impulso de su alma generosa y sensible, se le echó los brazos al cuello.

TERCERA PARTE

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Capítulo I

Tú vistes de jazmines,al arbusto sabio, y el perfume le das que en los jardinesla fiebre insana templará a Lieo. A. Bello

Descripción de los cafetales por donde está paseando Leonardo, encuentro y frío entre Isabel y Leonardo. Isabel administra el cafetal de su padre, hay un largo diálogo con el contramayoral donde se pone en evidencia la actitud de Isabel, bondadosa con sus esclavos. Le pide a este hombre que no use el látigo en su ausencia. Parece que el padre piensa como ella. Leonardo le pregunta a I. el por qué de su distante actitud. Ella le recuerda lo del empujón. Leonardo miente todo, dice que la mulata se enojó porque tropezó con él y que le dijo puta a ella, porque ella le dijo Adela, etc. Isabel se lo creyó. Diego Meneses le confiesa su amor a Rosa, la hermana de Isabel, que también está enamorada de él

Capítulo II

Y en los bellos cafetalestodo es frescura y oloresbesadas sus blancas florespor las brisas tropicalesPadrine

La mañana de Isabel en su casa: los esclavos que le cantan, las gallinas, los pichones, etc. Conversación entre Diego y Leonardo en la que Diego le dice a su amigo que Isabel es mucha mujer para él. Leonardo, por el contrario, piensa que él es mejor que ella por la posición económica de sus respectivos padres. Pero lo que le dice Diego es que piensa que en verdad no la quiere, a lo cual Leonardo replica que no siente la pasión que siente Diego por Rosa. Luego hablan del parecido de Cecilia y Adela. Y Diego apunta a la posible paternidad de Cándido sobre la primera. Leonardo desecha la idea. Dice que a Cecilia no le gustan ni los viejos ni los mulatos (lo dice por Pimienta). Monólogo de Leonardo donde explica lo que siente por Cecilia (pasión) y por Isabel (cariño, admiración, tal vez, respeto).- O yo no me he hecho entender o tu no me entiendes Diego. No habiendo puntos de comparación bajo ningún concepto entre las dos mujeres, no puedo querer a la una como quiero a la otra. La de allá me trae siempre loco, me ha hecho cometer más de una locura y todavía me hará cometer muchas más...Con todo, no la amo, ni la amaré nunca, como amo a la de acá. Aquella es toda pasión y fuego, es mi tentadora, un diablito en figura de mujer, la venus de las mulatas…. No me ha pasado nunca jamás por la mente casarme con la de allá ni con ninguna que se le parezca, y sin embargo, aquí me tiene que me entran sudores cada vez que pienso que ella puede estar coqueteando ahora mismo con un pisaverde o con el mulato músico. La de la Habana será mi Venus citera, la de Alquízar mi ángel custodio, mi monjita

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Ursulina, mi hermana de la caridad. Pero dice que sí se casaría con Isabel porque es la mujer que debería buscarse como esposa.Escena de la despedida que le dan los esclavos a Isabel que la idolatran. Ante esta escena de demostración de cariño, Isabel rompe en llanto. Y Leonardo dice, alto para que Pedro lo escuche, que falta haría aquí un buen cuero.

Capítulo III

¡Dulce Cuba! En tus seno se miranen el grado más alto y profundolas bellezas del físico mundolos horrores del mundo moral.

José María Heredia.

Narra el viaje de los cuatro jóvenes al ingenio La Tinaja, propiedad de los Gamboa. Descripción topográfica de un sitio llama “Vuelta Abajo” en Cuba. El narrador hace una reflexión crítica sobre la esclavitud. Pequeño incidente porque Isabel no quiere que le peguen a los caballos. Se habla de dos cubas: una risueña en el lado Sur donde están los cafetales y otro del lado Norte que es tan lúgubre que parece otra tierra, es donde están los ingenios azucareros. Allí hay más opresión que en el resto de la isla. (Azucar/Poder/Literatura: las dos Cubas, la grande y la chica)

Llegan a la tranquera y no está el Taita. Leonardo se enoja, no quiere abrir él la tranquera, quiere que aparezca el negro. Si está vivo tiene que abrir la tranquera. Le dicen Caimán, tiene fama de brujo. Dice que lo va a hacer trabajar a patadas, e Isabel se horroriza del trato a los esclavos por parte de Leonardo. En su interior se arrepiente de haber sido tan grosero, pero en vez de disculparse comienza a difamar otra vez al calesero.

Capítulo IV

Lo más negro de la esclavitud no es el negro. José de la Luz Caballero.

Descripción del soberbio ingenio La Tinaja. recibimiento de los viajeros por parte de los Gamboa y otras personas amigas. Descripción del banquete que transcurre a la tarde y termina con la caída del sol. En una conversación entre los hombres sobre unos esclavos que se fugaron, don Cándido deja traslucir sus conocimiento sobre etnología africana: qué raza de negros era más trabajadora o haragana, por ejemplo. Termina la escena cuando Moya, el esclavo de doña Rosa, ve venir a lo lejos al mayoral. Los negros se están fugando los ingenios, situación de crisis. Se fugan cuando se incorpora la máquina de moler caña.

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Capítulo V

Limpio soy yo y sin delitoPor cuanto ha hallado achaques contra mí, por eso me ha tenido por enemigo suyo. Ha puesto en un cepo mis pies,ha guardado todas mis sendas.

JOB

Aparece en el Ingenio María de Regla y habla con Adela, la señora y fue a buscar al médico para Pedro, un negro que atraparon y está todo mordido por los perros. Le dice que Rosa le ha prohibido acercarse a la casa. Horrible escena de la formación de los esclavos donde el mayoral reparte latigazos a diestra y siniestra, para que terminen de formarse. “Si así es como se ha razonado en todos tiempos y países podría esperarse que fuesen una excepción a esta regla general los señores del ingenio de la Tinaja? De ninguna manera. En su opinión, como en la de la mayoría de los amos, no era el negro la cosa de la que habla el derecho romano. Había bastante diferencia. Para ellos, que entendían por derecho únicamente aquello que no torcía el cumplimiento de sus pasiones y caprichos, el hombre-cosa de la antigua Roma tal vez no pensaba, era una máquina de trabajo,; al paso que el hombre-cosa actual, estaban plenamente convencidos, pensaba al menos en tres cosas: en el modo de sustraerse al trabajo, en quemarse la sangre a su detentor y en obrar siempre en oposición a sus miras, deseos e intereses. Para el amo en general el negro es un compuesto monstruoso de estupidez, de cinismo, de hipocresía, de bajeza y de maldad; y el solo medio de hacerle llenar sin murmuración reparo ni retraso la tarea que tiene a bien imponerle es el de la fuerza, la violencia, el látigo. el negro quiere por mal, es dicho común entre los amos.

Luego aparece un viejo esclavo, Goyo, a pedirle el perdón para los prófugos. Rosa le dice que se los dará. Su esposo está molesto porque le pidieron a ella y no a él, ya que el ingenio es una herencia de Rosa. Entonces discuten, Rosa alega que dio su palabra y que estará mal con su conciencia si no la cumple. Su esposo le dice que eche todas las culpas sobre él.

Leonardo y las señoritas, vuelven de ver a Pedro en la enfermería. Leonardo refiere que Pedro no lo reconoció como amo y que quería ver a Cándido y que su estado no era tan grave. Todo esto se contrapone a las impresiones de las señoritas. Aparece la descripción: Jesucristo de ébano en la cruz. Ellas lo siente como un espectáculo digno de conmiseración y respeto.

Capítulo VI

Los negros …. ¡Oh! Mi lengua se resiste a formular de su miseria el nombre D.V. Tejeda

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Liborio, el mayoral, castiga a los esclavos prófugos, los pobres piensan que Doña Rosa los va a perdonar. Los prófugos vuelven a entrar en el ingenio a hurtadillas. Escena del castigo a los jóvenes esclavos Julián y Tomasa. A doña Rosa la despiertan los latigazos y le dice a su marido que el mayoral ya se está pasando y qué pensarán las visitas de ellos, que son unos verdugos, etc. “Sean o no malos los negros en general y los nuestros en particular, la verdad es que Liborio no para la mano desde ayer y si esto hace estando nosotros aquí ¿qué no será cuando estamos lejos? Crucifica vivos a los negros. Hablan sobre el casamiento de Isabel cándido y doña Rosa. Luego Rosa dice que aunque Isabel sea muy buena, no hay mujer que le parezca digna para su hijo. rosa dice que Liborio va a acabar con los negros y con ironía Cándido le dice que eso no se puede porque el África está llena, así que es imposible. - Te están matando los negro y tu no haces nada!!! Como si no costaran dinero!Le dan ropas nuevas a los esclavos por ser Pascuas. Doña Rosa hace que le saquen a los esclavos los grillos por ser Pascuas. El narrador describe los sentimientos de Isabel: ¿por qué quiero yo a Leonardo? ¿Qué hay en común entre mis ideas y las suyas? ¿Llegaremos alguna vez a ponernos de acuerdo sobre el trato que ha de darse a los negros? Suponiendo que sobre este particular cupiera concordancia entre nosotros, ¿me resignaría a seguirle a este infierno? Y siguiéndole, ¿vería yo cuál doña Rosa, con impasibilidad, los horrores e injusticias que aquí se cometen día y noche impunemente?Doña Rosa libera a los castigados y los libera y parece que con esto, la señora se ganó la aprobación de negros y blancos. Pero Adela le pide a su madre que perdone a María de Regla y ella se enoja y le dice que no.

Capítulo VII

En dónde pues estás ahora mi esperanza?A lo más profundo del sepulcro descenderán todas mis cosasCrees tú que siquiera allí tendré yo reposo

JOB

Descripción de la máquina y recelo de los negros hacia ella. Temor. 1° molienda de la máquina a vapor. Pedro se suicida ahogándose con su propia lengua. “Asfixia por causa mecánica”. María de Regla no puede salvarlo. Todos los caballeros van a ver el cadáver. María de Regla cuenta cómo fue: La precisión y claridad de las pocas palabras vertidas, junto con el acento argentino y medido de su voz, pregonándola como mujer de talento y de algún trato social, le ganaron desde luego la atención de los circundantes. Da a entender que Pedro se suicidó por la furia y el pesar que le causaron los latigazos a sus compañeros de fuga. Sobre todo a Julián que era su ahijado. Antes de que Pedro se suicide, lo que fue la causa, entró Liborio, dijo que lo echaron pero que antes de irse él o el nuevo mayoral, cuando Pedro se mejorase le darían un novenario (castigo a Pedro).

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Los jóvenes van a cabalgar al bosque y encuentran a un compañero ahorcado: Pablo. En el paseo también se cruzan con los negros que llevan el cadáver de Pedro al cementerio. Escena entre doña Rosa y Leonardo, ella intenta convencerlo que debe casarse lo antes posible con Isabel. Le cuenta que ha llegado la noticia desde la Habana que Dionisio ha desaparecido, que se ha llevado la ropa de su amo. Dios me perdone, pero merecen que lo quemen vivo por la ingratitud a sus amos tan queridos (ambigüedades de doña Rosa).

Capítulo VIII

¡Ay del señor que sus vasallos dejaal cielo remitir su justa queja! Lope de Vega.

Escena entre el maestro de azúcar y Leonardo. Donde este último intenta descalificarlo a los ojos de Isabel porque ella le tomó simpatía. Relato de María de Regla a las muchachas. Largo monólogo de María de Regla que describe cómo es la vida de las mujeres esclavas, cuenta su propia vida, y cuenta que don Cándido le dio a criar una niña, que ella no sabe quién es, pero sí que fue este hecho el que desató sus desgracias. Narra su llegada al ingenio, donde el mayoral de ese momento le dio la bienvenida a puro cuero y que era la primera vez que le pegaban con el látigo. Luego cuenta que todos los hombres del ingenio le ofrecían la libertad a cambio de su cuerpo, ella solo accedió con el carpintero y de allí nació Tirso. Cuenta que Liborio fue el más terrible de sus enamorados, que le dio tanto cuero, que le dejó la piel marcada, se la hace tocar a Adela. Todas las señoritas están impactadas.

Capítulo IX

Por sorda y ciega haber sidoaquellos breves instantesla mitad diera gustosade sus días miserable.

El duque de Rivas.

María de Regla va a empezar a relatar la historia de la niña por la cual Cándido le solicitó que fuera su nodriza. En un momento del relato cuenta que la niña era blanca e igual a Adela cuando la veía en la casa cuna. Cuenta que a la niña la bautizaron con el nombre de Cecilia María del Rosario Valdes. Cuenta que cuando fue a la casa de Chepilla y le mostraron a la niña a Charo, esta la quiso ahorcar y tuvieron que quitársela de las manos y amarrar a Charo a la cama. Cuenta también que vio a Chepilla hablar con un caballero por la ventana del que se solo vio un sombrero a la moda de la época y que de ese caballero escuchó el principio del nombre: “Don Can”. Cuando las niñas le preguntan quién cree ella que es él, ella responde que no puede opinar y que las niñas se olvidan que lleva siempre las de perder el esclavo que sospecha de sus amos. (Con esto se pisa sola, puede ser a propósito o no). Carmen se enoja. Dice que la disculpen, que se equivocó, que se zafó la lengua, que no quiso, que quería decir “blancos” y no “amos”.

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Ahí cuenta que ella empezó a sospechar del amo, pero que estando en casa de Chepilla nunca vio quien era el hombre que se apeaba en la casa. Cuando un día Chepilla la encuentra hablando con Dionisio, la echa.Relata sus sentimientos al tener que criar una hija ajena, mientras su propia hija era descuidada bajo el mismo techo. cuenta del día en que la encontraron amamantando a Adela y Dolores. Luego fue mandada al ingenio. En eso entra Rosa y entonces Adela le ruega a su madre que la perdone. Rosa dice que la perdona y que la dejará volver a La Habana. Pero no a servirle, puesto que lo hace de mala gana, y que lo que hará es darle un papel para que se alquile por su cuenta.

CUARTA PARTE Capítulo I

Del contrario el pecho rotoLaza ya de sangre un ríoDuque de Rivas

Dionisio no murió. El narrador presenta a un nuevo personaje que es un negro medio delincuente, llamado Malanga, que lo socorrió cuando lo encuentra tirado en la calle. Pide alcohol en la taberna de un catalán. Luego le recomienda a un maestro zapatero para trabajar con él. Dionisio ya no está dispuesto a ser esclavo de naides. Es el que le había robado a Leonardo el reloj.

Capítulo II

Ille dolet vere qui sine testedolet. Verdadero es el dolor el que sin testigos llora.

Juli (Marcial)

Se vuelve a la escena de lo que ocurre luego de que Pimienta hiriera a Dionisio. Hay una descripción muy lúcida de los sentimientos de Cecilia al volver del baile. Al estar ella tan enamorada, no hay fiesta, ni música, ni bailes, ni gente, que pueda hacerle mitigar el dolor por la ausencia del hombre que ama. Chepilla tiene fiebre y siente que le ha llegado la hora. Cecilia va a lo de Montes de Oca y se encuentra con la mujer del médico, que está loca y esta muy celosa. Se llama doña Agueda Valdés. La interroga. Pero cuando Cecilia le dice su nombre le hace pasar, y cuando están hablando llega el marido y casi le dice Cecilia Gamboa. Finalmente señá Josefa muere y no le puede decir a Cecilia Leonardo es su hermano. Es tu tu tu tu tu tu tut...t.t… caput. Cuando la procesión va al cementerio, por casualidad aparece Malanga y es apresado por Tondá. La última escena se centra en Pimienta al ver el dolor de Cecilia.

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Capítulo III

¿Qué es la vida?Por perdida ya la di.Cuando el yugo del esclavocomo un bravo sacudí.

J. de Espronceda.

Vuelven los Gamboa a la Habana y lo primero que hacen es despachar el papel para que María de Regla consiga trabajo con otros amos. Luego Rosa se ocupa del caso de Dionisio. Lo interroga al mayordomo. Le dice que saque un aviso en el diario. Tondá se aparece en la casa y se ofrece a encontrarlo. Para esto, María de Regla, a la vez que busca trabajo, lo busca a Dionosio. Dolores le avisa a María de Regla que Tondá está buscándolo. Va a la feria y conoce a Genoveva. Una vendedora ambulante y pasan juntas por la casa de Cecilia Valdes a donde Genoveva va a vender. Genoveva es la mujer del padre de Malanga. Hablan de cómo fue prendido Malanga en el entierro de Chepilla y María de Regla pregunta si Chepilla tenía una nieta. Cuando María de regla la ve a Cecilia, piensa que es Adela porque es idéntica. Genoveva le dice que no, que se llama cecilia. María de Regla piensa que es mejor callar. (ahora, aunque negra y esclava, sí tiene algo que perder. La perdonaron, y le permitieron regresar a La Habana…) María de Regla y Genoveva reconstruyen la historia por la cual Dionisio fue ayudado por Malanga. Dionisio mata a Tonda.

Capítulo IV

¿Qué soñar con el que adora, y qué sufrir cuando tarde, y qué temer cuando llega,y qué llorar si se marcha?

Velardo

Se reencuentran Leonardo y Cecilia. Cecilia le hace a Leonardo un hermoso retrato de la personalidad; y además le cuenta el episodio del baile con Dionisio Jaruco.Y también le cuenta que su padre Cándido es quien le pasa la mesada a través de Montes de Oca. Pero aun así los jóvenes no ven la verdadera relación entre los hechos. Llega Nemesia, los interrumpe. Nemesia va a hablar con Pimienta, le cuenta que volvió Leonardo, pero le dice que aun hay esperanzas.

Capítulo V

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El que excusa la vara, quieremal a su hijo; y el que lo amacon muchas varas lo corrige. Proverbio

Cándido quiere separar a Leonardo y a Cecilia. Y para eso se entrevista con el alcalde y le pide que haga algo por su hijo, es decir que haga con Cecilia, que lo distrae de sus obligaciones. Primero el alcalde se niega, dice que no ve delito. El Alcalde le dice que se lo prohíba él ver a la Valdés, Cándido dice que no puede porque su madre se entromete. Luego logra convencerlo alegando la cuestión del casamiento próximo que se podría ver perjudicado. Que encierren a Cecilia por un años en Las Recogidas. Convento en el Barrio de san Isidro. Lo manda a ver a Cantalapiedra para que haga el documento.O´Reilly es el alcalde. Gamboa pide no aparecer en el documento. Gamboa lo pide “por la paz y la felicidad de la familia”.

Capítulo VI

Querer estorbar el pasoa dos que quieren bienes echarle leña al fuegoy sentarse al verlo arder.

Canción Popular.

Leonardo alquila una casa para Cecilia y se ocupa el mismo de amueblarla y poner en ella todo lo necesario. La va a buscar a la casa de Nemesia y ella le dice que vino a buscarla el comisario. Leonardo va a buscar a Cantalapiedra para que le diga dónde está cecilia. No lo encuentra en su casa. Va a la cárcel y se encuentra con Jaruco (Dionisio) que está preso. Dionisio no se hace cargo de ninguna acusación, evadiendo con su discurso todo por lo cual lo acusa Leonardo. Le dice que a Cecilia no la han llevado allí. Vuelve Leonardo a lo de Cantalapiedra y se entrevista con él, sin sacar ninguna información, salvo que el arresto fue ordenado por el alcalde O Reilly. De ahí va a la ópera, donde aquella noche había una función, a buscar al alcalde (que era supuestamente amigo suyo). Le pregunta de qué la acusan a Cecilia. Le contesta, que sólo el de quererlo demasiado. Leonardo lo acusa de arbitrariedad, y dice que la va a defender. O Reilly le dice que no va a lograr nada, que se lo pidió su padre, y que “ esas relaciones amorosas desdoran sin duda a un joven que ha de ser conde antes de mucho.” Leonardo le cuenta que toda su vida su padre ha estado cerca de Cecilia, sin saber por qué. El alcalde le dice que su padre y él hicieron bien en encerrar a Cecilia en Las Recogidas hasta que él se case.

Capítulo VII

El mayor monstruo, los celos.Calderón

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Escena entre doña Rosa y Cándido. Él le cuenta los pormenores sobre lo que sucede entre Cecilia y Leonardo. Ella le dice que su hijo está padeciendo por amor y teme que se enferme. Y que cuando le dijo que estaba en camino su título de conde desde España, le dijo “que la nobleza comprada con la sangre de los negros que tú y los demás españoles robaban de África para condenarlos a eterna esclavitud, no era nobleza, sino infamia, y que miraba el título como el mayor baldón” (asomos antiesclavistas y separatistas de leonardo, que dan cuenta de cierto cambio generacional y del criollismo, que sin embargo son solo impulsados por la pasión y sin mayor fundamento. Parecen más bien gestos de rebeldía, teniendo en cuenta que él es el amo blanco que más castiga a los negros durante la novela). Cándido y Rosa deciden comprarle una casa a Leonardo, la casa de Soler. Leonardo le cuenta a su madre lo que está pasando, y la convence de ayudarlo, yendo contra lo dispuesto por Cándido. Rosa se compromete con su dinero y su influjo, a liberar a Cecilia, bajo tres condiciones: 1. que estudiara hasta graduarse, 2. que se casara con Isabel, 3. que aceptara el palacio que le regalan. Leonardo y Rosa le piden ayuda a María de Regla. Ella se disfraza de vendedora de frutas y logra hablar con el guardia del convento.. Como éste le tiene aprecio a Cecilia, le pasa los mensajes de Leonardo. Hasta que la astuta mujer (María de Regla), logra entrevistarse con Cecilia, y la reconoce por un tatuaje en la piel, de media luna, que le había hecho Chepilla de bebé. María de Regla le cuenta que la conoce, que la amamantó. Le dice que ella fue la causa principal de sus desgracias. Le cuenta su destierro y la cárcel actual de Dionisio. “ Ay de mi, que sin haberle hecho mal a nadie, todos me caen encima”. María de Regla le dice que es criada de Leonardo, y que ella se parece mucho a Adela. Sugiere que son hermanos, que están en pecado mortal por amarse. Cecilia sigue pensando que Leonardo va a cumplir su palabra de contraer matrimonio con ella. María de Regla la interroga: le pregunta si está enferma, se sugiere un posible embarazo. “Qué desgracia!!”Logran sacarla, con dinero de doña Rosa. Leonardo se recibe de bachiller. Se va a encontrar con Isabel, que sigue disgustada y nauseabunda por las escenas violentas en el ingenio. Piensa que casándose va a poder cambiar la situación del ingenio. VUELA EL TIEMPO. Cecilia tiene una hermosa niña. No le agrada a Leonardo, le cae la responsabilidad encima: “aquella no era su esposa, mucho menos su igual. Podría presentarla sin sonrojo, maguer que bella como un sol, en ninguna parte? No había él descendido tanto por la cuesta suave del vicio, que hiciese del San Benito gala. Al amor hizo, en breve, lugar la vergüenza” . Cambio en la actitud de Leonardo para con Cecilia. Ella se pone celosa. La visita cada vez menos, era cada vez más frío. “Explícase la extrema conducta de Leonardo con Cecilia, por la grande influencia que sobre él influía su enérgica madre. “ María de Regla le cuenta toda la verdad sobre el nacimiento y crianza de Cecilia Valdés. Doña Rosa manda a Leonardo a casarse con Isabel. Arregla todo para el casamiento. Se entera Cecilia del casamiento, y le pide a Pimienta que ese casamiento no se efectúe. Antes de que se vaya, le grita “A ella! A él no!!” Pero José Dolores no escucha. Pimienta apuñala a Leonardo, en el corazón, cuando iba a casarse con Isabel.

CONCLUSIÓN

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Doña Rosa hace encerrar a Cecilia en Paula por un año por haber sido cómplice del asesinato de su hijo. Allí Cecilia se reencuentra con su madre, y ésta la reconoce en un arrebato de razón antes de morir.Isabel se hace monja. A Dionisio se lo condena por el asesinato de Tondá. “ y el célebre D. Miguel Tacón le destinó al presidio de la Habana para la composición de las calles” (Trabajo forzado).

SCHULMAN

PROLOGO

Cuba en 1830. Crisis de un país al que ya le pesaba la esclavitud. Nacimiento de un pensamiento criollista reprimido y censurado por el régimen colonial. Aparece una dimensión cubana diferente de la española de la colonia. Los voceros intelectuales de la clase de los azucareros criollos Delmonte y Saco. Delmonte propone la lealtad total a España. Son reformistas que quieren dejar de ser colonia española, para ser directamente España en Cuba. Villaverde no suscribe a esta lealtad pero dejó constancia de la situación lastimosa en el capítulo XI de CV. Hay cierta crítica por parte de Villaverde a una idea de reforma que sea intelectual y no política, como si fuese una idea reformista distanciada. Ya que no eran revolucionarias las ideas de Saco y Delmonte, no los llevarían a usar la espada. Sintió este grupo el peso de la censura. Circulación de literatura oral y manuscrita, muchos de los textos no llegaron nunca a imprimirse en Cuba. No es el tema de la esclavitud el único cultivado por los delmontinos, pero sí el que más les preocupó orientados al costumbrismo literario, neoclasicismo en verso, el realismo en el relato y las ideas morales del cristianismo. Escamotearon la violencia o la rebeldía abierta, prefirieron reformismo a la revolución. El principio estético más en armonía con su ideología conservadora era el regusto costumbrista de pintarse a sí mismo, y el propósito de corregir ciertos errores sociales, ciertas costumbres en beneficio de la misma clase. No perseguían el fin de la esclavitud sino la supresión de la trata, porque amenazaba con acrecentar la población negra de la isla, sin que hubiera las correspondientes ventajas económicas. Y en tal ambiente de crisis germinó la semilla que con el tiempo produjo la novela cubana antiesclavista y la social de Villaverde. Con fidelidad costumbrista y un realismo clasista retrataron tanto las circunstancias como las consecuencias del cáncer del colonialismo y de la institución de la esclavitud.

Caso de una obra cuya gestación duró más de cuarenta años. Con dos versiones primitivas y truncas cubanas y una versión definitiva publicada en el exterior. La primera versión cuento breve de 26 páginas, publicados en dos entregas en la revista Habanera “Siempreviva” en 1839. El redactor alude a la existencia de una obra extensa de la cual las páginas de la revista serían solo un boceto. En la primera versión supo diagnosticar el ambiente nocivo de la ciudad de la Habana. Aun evitando la censura, no puso cualquier comentario de signos negativos. Cautela en sus palabras liminares. recursos de la antítesis y el contraste. Y el principio del determinismo en el doble plano de la historia: individual y

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social. El epígrafe subraya los temas de la soledad, la voluntad libre y el azar en la vida de Cecilia. Preside la estructuración de la obra y de los temas el principio determinista, manejada como subterfugio por Villaverde y los de su generación para encubrir una actitud critica frente a las lacras sociales. Su uso le resta cierto desarrollo libre al personaje principal, pero no necesariamente profundidad psicológica. El determinismo le sirve al autor para construir un esquema ideológico, el del estancamiento de una vida nacional cuya trágica realidad limitaal individuo y determina su sino. De una sociedad esclavista y esclavizadora será Cecilia la víctima de la novela definitiva.

La segunda versión de esta novela es de 1839. Ocho capítulos en un solo tomo. Proyecto social más complejo, mayor número de personajes, abundantes descripciones fisionómicas y toponímicas, en apoyo del tema costumbrista y por fin un argumento sentimental más intrincado. En esta versión faltan las observaciones filosófico morales de la sociedad. Epígrafe: también la hermosura tiene la fuerza de despertar la caridad dormida (Cervantes). Opta entonces por restringir los parámetros sociopolíticos de su narración, quizás por razones políticas. Hay en esta versión una mayor conciencia de la presencia de lectores de “toda clase”, un concepto más desarrollado de la técnica narrativa, novedoso en la época en Cuba. Aunque costumbrista, V. no se considera cronista ni de la Habana ni de su país. Hace la defensa de la autonomía sociológica de sus personajes. El asunto racial está en forma más disminuida y neutra en esta versión. El enfoque no es social. No podía serlo por la censura, sino individual, de fundamento calculadamente determinista y de índole moral.

La versión definitiva dista mucho de ser una alegato en contra de la institución de la esclavitud o en favor de la supresión de la trata. Es más bien la obra de un exiliado de ideas separatistas, y cn concepto de la realidad sociopolítica y artística que ha sufrido los embates de una experiencia dolorosa. se distingue de las anteriores en que sobrepasa los límites del marco sociopolítico de estas, influidas y de delimitadas por la vida colonial represiva y vacío cultural de la isla. Desde Nueva York doble lejanía: temporal y sociocultural, con un doble ritmo: el del plano individual y el de la colectividad. Se desarrollan los sucesos de la versión definitiva, superando el proyecto casi exclusivamente sentimental de 1839. Y dotando a la novela de una perspectiva determinista, sociopolítica y moral sin tapaduras. Villaverde comparte la estética predominante de su generación respecto a la función sociomoral del arte realista y costumbrista. Como ellos deseaba mejorar la realidad.

En las obras antiesclavistas de circulación manuscrita es necesario ver en la naturaleza del esclavo negro el reflejo de una multitud de fuerzas y corrientes. Algunas de ellas contradictorias en apariencia: la incipiente preocupación económica de la sacarocracia ilustrada por la devaluación de la mano de obra esclava frente a los avances técnicos foráneos y a la vez el alza del precio del esclavo creado por el tráfico ilegal después de 1820; el deseo de muchos sectores de la sociedad de parar el crecimiento de la población negra; las ideas humanitarias de los intelectuales influidas por las ideas iluministas del siglo XVIII, la moral cristiana y los principios éticos del eclecticismo.

El retrato del negro dócil, bondadoso y víctima del sistema convive con la idea del contagio funesto. Villaverde, pese a la lejanía, no se libró de los prejuicios raciales de su época. El deseo de ver acabado el

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sistema de esclavitud en la isla, ni en él, ni en sus coetáneos (con la excepción de Martí el más capo) atenuaba las ideas peyorativas sobre los negros. El racismo de Villaverde no es de base rencorosa, se trata más bien de un prejuicio racial de reflejo concebido en términos de una posible movilidad social de negros y de pardos. En CV encontramos referencias a las adopciones blancas y la expresión de lo que fue una realidad social, el sincretismo racial. Delmonte ve a la sociedad de una forma más estática que Villaverde, por lo cual la novela C.V. complejiza las ideas de movilidad social en la escala en consonancia con un sincretismo racial.

Contexto sociopolítico de crisis: dirigentes de la cultura cubana de la época proponen reformas políticas y modificaciones económicas del sistema esclavista en proceso de caducidad. Las aspiraciones reformistas de los literatos constituyen una relación consolidada de clase con la sacarocracia y una defensa de ella frente a la España colonial. Villaverde captaba la dinámica nacional en términos de antítesis, frente a los criollos y los jóvenes intelectuales, la apatía de Leonardo Gamboa, aristocracia que compra sus títulos y que es ocioso. En las revistas y obras de este período se trasluce un análogo ambiente de crisis, de anhelada renovación de expectación y tensión. Según Rama, es en el siglo XX cuando la novela adquiere su “requisita” autonomía la cual asegura “el establecimiento de una forma literaria ajustada a la cosmovisión de los sectores medios emergentes” y la creación de un proyecto cultural opuesto a los valores establecidos. Para Schulman, CV es una excepción, retrata esos sectores medios emergentes aparecidos en Cuba antes del siglo XX. Con estos sectores medios, preburguesía, en mente, más los gobernantes y militares españoles de la isla, los negros libres, los pardos y los esclavos, Villaverde construye su caleidoscopio social y capta algunos de los momentos más conflictivos de la etapa esclavista y colonial (1812-1830), los cuales revelan un cuadro social de lujo carcomido, una sociedad carente de una ética y de una moral cristianas. Historiador, costumbrista, lingüista y novelista, Villaverde maneja la creación como descripción, evocación e insurrección cuyo proyecto orientador revela la ascendencia del concepto de la historia como filosofía. Sigue las ideas de Hegel y la admiración de los literatos españoles dedicados a los estudios históricos. En varias ocasiones el novelista insiste sobre el elemento verídico como base de su historia. Enlaza a la filosofía con la historia y la sociedad. Villaverde se sirve de las tensiones y emociones de las clases emergentes de la sociedad cubana: negros, mulatos, criollo, españoles, esclavos negros, negros libertos. A estas divisiones sociales, raciales y económicas hay que agregarles las diferencias entre el terrateniente del cafetal, esclavista benigno, y el del ingenio, cruel despótico irracional; la administración colonial, inepta y represiva, y las aspiraciones criollistas de los intelectuales, y los vagos flácidos anhelos de la nueva generación.

El novelista tiende a expresar en forma alegórica los atributos socioétnicos y económicos de la colectividad en los personajes individuales y a utilizar el núcleo familiar y sus miembros individuales para representar los valores colectivos. La familia sirve para simbolizar la moral en declive de una sociedad condenada y sin esperanzas de la obra reparadora de la nueva generación. Pero Villaverde rebasa los

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límites de una sola familia, además ofrece abundantes pinturas de los barrios de la Habana, de un cafetal y un ingenio, las fiestas y bailes, el centro urbano, las casas pobres, la sastrería, la universidad.

SANCHOLUZESPACIOS Y CUERPOS EN PUGNA. SOBRE CECILIA VALDÉS DE CIRILO VILLAVERDE. El espacio, dotado de un fuerte contenido semántico, habla indirectamente de los personajes y contribuye metonímicamente a su definición (novela realista decimonónica). Esto es lo que ocurre con el personaje central que da nombre a la novela, la mulata que pasa y se pasea por las calles habaneras, deambulando libremente por la Loma del Ángel, caracterizada ambiguamente por el narrador como “peregrina” o como “vagabunda”. Sus continuos desplazamiento revelan que, por el reverso de las nociones espaciales como borde, límite o frontera, se instauran otras divisiones sociales y étnicas complejas, en un momento histórico de Cuba donde se vislumbraba la posible emergencia de un proyecto nacional. Idealización romántica de la belleza de Cecilia, una mirada escrutadora que lee en y sobre el cuerpo de la mujer.

El “ojo conocedor” del narrador funciona como “ojo vigilante” que regula, limita, demarca los espacios sociales por donde circulan sujetos que son percibidos fundamentalmente como cuerpos. En la novela, la proliferación descriptiva de los espacios parece suscribir a una taxonomía social que en muchas ocasiones representa también su límite: los bordes son porosos, tienen fisuras que revelan la convivencia cotidiana de grupos heterogéneos, especialmente en lugares abiertos, pero también hay espacios interiores que se representan como espacios de consolidación de determinados grupos. Por ejemplo, los bailes de cuna. El narrador se esfuerza por aclarar que los espacios de pertenencia que trazan los blancos y los negros están bien deslindados, aunque son meramente formales, pautan una convivencia compleja, que la unión sexual entre ambos sectores desbarata, no sin conflictos.

El cuerpo deseado y deseable de Cecilia representa simbólicamente los conflictos sociales de estas relaciones interétnicas.

(en esta parte recupera mucho de lo que dice en los téoricos)

Dos máquinas, de vapor y de tortura (en el ingenio).

Los esclavos pugnan por escapar del espacio opresivo, para dejar de ser solo cuerpos y transformarse en sujetos libres.

No es casual que Villaverde publica su novela en una fecha 1882, no tan distante de la posterior abolición de la esclavitud en 1886, momentos en que empieza a resquebrajarse el orden jurídico y simbólico de la esclavitud.

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Podemos leer en Cecilia Valdes, la representación no exenta de conflictos y ambivalencias de la emergente nación cubana; atravesada por los efectos de esclavitud y la heterogeneidad étnica, como un intento de contener las profundas contradicciones internas del país. Los espacios de la novela no solo enmarcan acciones, episodios, personajes o refuerzan la verosimilitud de los narrado, revelan además el complejo entramado de una sociedad dramáticamente estratificada, social y étnicamente; en un momento histórico en el cual Cuba, atravesada por su situación colonial, por el esclavismo, la trata, la economía de plantación pugnaba por construir su lugar como nación hispanoamericana.

GELPI

EL DISCURSO JERÁRQUICO EN CECILIA VALDES

La población heterogénea ha sido en todos los tiempos uno de los mayores obstáculos para la prosperidad de los paises que la han admitido: porque elementos tan discordes carecen siempre de la unidad y simpatías que forman la fuerza y nervio de una nación. (Superintendencia Cubana en 1845)

La lectura que se basa en la corroboración en el texto de lo que se produjo en la historia cubana del siglo XIX no tiene en cuenta cómo se organiza en la novela todo el material histórico. Cabría por lo tanto ahondar en la voz narrativa del texto en relación a las jerarquías que esa voz establece. Topografía política: los vínculos así como las gradaciones que establece el narrador entre los espacios representados, la lengua o enunciación de los personajes y su anatomía. Esta topografía novelística, remite ante todo al temor que tenían los intelectuales, así como otros sectores de la sociedad cubana del siglo XIX ante el crecimiento de la población negra y mulata de la isla. Las novelas antiesclavista cubanas beneficiarían en último término a los sectores blancos de la sociedad cubana, al fomentar reformas sociales y económicas. (un chabón). En Ceci encontramos una de las primeras etapas de un tipo de escritura propiamente latinoamericana: aquella que firmada por los sectores letrados incorpora y manipula el habla y la cultura de los sectores populares no sin un cierto grado de paternalismo.

“La jerarquía lingüística: lengua civilizada, lengua bastarda”. Hay en la novela dos órdenes de lengua que están claramente delimitados: por un lado, se encuentra la escritura correcta, propia y “culta” del narrador, y por el otro, la oralidad incorrecta, inculta, bárbara o salvaje de otros personajes que presenta y caracteriza esa voz narrativa, en particular, los personajes negros y mulatos. Temor a los sectores populares y un claro deseo de subordinar y distanciar su habla. En Ceci la subordinación del otro se advierte en la diferencia de órdenes lingüísticos que constituye a a su vez una de las marcas más claras del paternalismo jerárquico de la novela. Fuera de la ley o de la norma ligüística.

“La topografía textual”

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No es casualidad que ese lenguaje callejero se inscriba a la vez que se lo inmoviliza en Cecilia pues en la novela proliferan los espacios domésticos cerrados. La voz que narra Ceci se caracteriza por su agorafobia. En Ceci las calles de la Habana figuran como un espacio peligroso: como lugar de encuentros, choques y conmociones, tanto físicos como verbales. Son también un espacio asociado con las pasiones incontrolables.

“Oralidad y gradación racial”Uso de las bastardillas, marcan la oralidad del otro en la calle, son un indicio de realismo, del deseo de reproducir fielmente el habla; pero también la bastardilla constituye el espacio en el cual se contiene o reprime una oralidad bastarda. A la vez que se subraya esa oralidad que hace falta corregir, como algo defectuoso, se suele subrayar algún rasgo fisionómico de los personajes negros o mulatos. A la carencia de una lengua correcta, le corresponde una carencia corporal, concretamente una desproporción fisionómica. Hablar mal, sugieren muchos textos decimonónicos es una enfermedad que se lee en el cuerpo, en la anatomía. Se puede afirmar que mientras más proximidad tenga su personaje a África, más bastardillas va a utilizar el narrador al reproducir su habla.

“María de Regla, ¿la excepción o la regla?”En Ceci solo un personaje negro se aparta de la bastardía lingüística, al igual que otras nodrizas María de Regla, constituye una figura mediadora y transgresora. Es madre figurada o de leche de toda la gama racial que se representa en la novela. María de Regla logra salir del ingenio después de presentar un testimonio oral: una autobiografía de esclavo que se organiza a partir de los temas de la separación familiar y los castigos sufridos en el ingenio. Sin embargo, al salir se ve atada al papel, a la escritura que le da doña Rosa Gamboa, documento mediante el cual podrá emplearse en La Habana. María de Regla es una espacio de conciliación. Sin embargo, Ceci no es un texto que celebra el mestizaje, la unión de las razas, todo lo contrario. Pimienta mata a Leonardo al apuñalarlo en el mismo espacio que se podría asociar con la fraternidad cubana: el pecho. La cuchillada de Pimienta, por lo tanto, no se puede desvincular del seno de María de Regla: esa incisión invalida la posibilidad de leer en el seno de la nodriza un espacio de conciliación nacional. En algunos momentos del siglo XIX cubano, que coinciden con la escritura de Ceci, la población negra se había convertido en mayoritaria. No es de extrañar, entonces que los sectores blancos de la sociedad cubana, escribiesen su temor, su paranoia, ante el incremento de la población negra y mulata. La “osadía” y las pretensiones de igualarse a los blancos no resultan nuevas para el lector de Cecii.

“La mulata como espejismo”A pesar de que su habla es fundamentalmente correcta y su fisonomía parece armónica, la caracterización de Cecilia no difiere en lo fundamental de la que se emplea al presentar otros personajes negros y mulatos: peligrosa. Ese giro de Venus a vengativa se explica si se tiene en cuenta que Cecilia más que un personaje completo o bien delineado es una especie de espejismo: se construye a partir de una tensión entre el ser y el parecer. Cecilia parece blanca pero es mulata.

Vínculo entre anatomía facial y moral.

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Se crió en la calle.

Ceci se contamina a través de los labios, en pleno contacto con los órganos de la oralidad. Si ahora volvemos a la primera fisonomía de Cecilia, se entiende el énfasis que hace el narrador en los labios del personaje. A pesar de que su enunciación es correcta, los órganos de la oralidad de Cecilia, lindan con el peligro, representan una variación de la oralidad peligrosa: en este caso, el exceso de sensualidad. Lo curioso es que el narrador lee esa voluptuosidad peligrosa, en el rostro de una niña de apenas once o doce años. Hay aquí un claro determinismo que se cifra en la fisonomía.

“El heterogéneo rostro nacional”En la novela de Villaverde no hay una historia de amor que represente de manera alegórica la unificación nacional. Hay en cambio, una historia de amor que termina en una especie de disolución nacional. Presenta una antiutopía nacional. La heterogeneidad fisonómica y racial en la cual insiste el narrador no está desvinculada de la disolución nacional. Si bien el narrador la exime de la bastardilla lingüística, Cecilia tiene la bastardía “escrita” en los labios.

OTTMAR ETTE“EL REALISMO SEGÚN LO ENTIENDO”: SOBRE LAS APROPIACIONES DE REALIDAD EN LA OBRA DE VILLAVERDE.

La cuestión de las iniciales. En el prólogo de 1879 se plantea explícitamente una idea de representación de la realidad: se niega todo recurso de invención y ficción partiendo del precepto de verosimilitud tal y como este aparece en la tradición aristotélica, y al mismo tiempo, se expone una concepción del realismo que va más allá de la perseguida verosimilitud.

Frente a la inverosimilitud propia de la ilusión literaria, se pretende la autenticidad podríamos decir, la identidad del texto presentado con lo fáctico, con la vida y la historia, reclamándose así para la propia obra un estatuto paralelo a la de la autenticidad histórica. El círculo de lectores pretendidos, abarca tanto a los cubanos ilustrados como a extraños, es precisamente a estos lectores, alejados temporal y espacialmente, a los que el autor intenta convencer en su prólogo.

Modelo de Walter Scott y Manzoni.

No es lo literario sino lo fáctico lo que constituye en el prólogo la línea directriz para la obra de Villaverde, quien afirma no haber leído desde hace décadas ninguna novela y haberse consagrado a la realidad en su exilio norteamericano. La referencia de Scott y Manzoni tiene una función de legitimación. Dos consecuencias se pueden extraer de la relación entre desarrollo histórico y representación literaria: primero, la misma génesis de la novela señala la existencia de un espacio literario dividido en dos: isla y

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exilio, que es introducida estéticamente en la novela, mediante referencias intraliterarias; se prepara al lector ante la existencia de dos planos temporales que aparecen como constitutivos del texto: tiempo narrado y tiempo de la narración. Tiempo narrado de 1812 a 1831 y tiempo de la narración de 1831 a 1879.

Se ha leído a la novela como pobre estéticamente pero valiosa como retrato o reflejo social. Llegando a leerse como autobiografía del autor. Estrategias/características:- se basa en “faits divers” que pueden iluminar algunos aspectos de la sociedad colonial de cuba. No debe inferirse una relación directa entre realidad social y trasposición literaria. Folletín. (facilidades de publicación)- datos comprobables. - ofrecer una sociología de la ciudad española colonial. - los viajes tienen como fin mostrar el contraste existente entre las razas y clases de los diferentes barrios. El paradigma de la novela histórica de Walter Scott colocó juntos personajes históricos y ficticios, lo cual dota de historicidad a los personajes de ficción. Figuras históricas: Capitán General español Dionisio Vives, Pedro Blanco y los literatos cubanos.

- Intento de ofrecer a su público una visión panorámica de la sociedad de su tiempo. En todos los ámbitos sociales comprendidos en la novela, Villaverde introduce la actividad y problemática específica de la mujer.

El número de esclavos negros llegó a alcanzar el 60% en 1800. Tal desarrollo demográfico se vio intensificado en el transcurso de la primera mitad del siglo XIX. Todos los datos reseñados dejan entrever los grandes cambios que tuvieron lugar en la estructura económica de cuba, llevándola a transformarse en uno de los productores de azúcar más importantes del mundo. Un desarrollo que fue preparado conscientemente por la oligarquía criolla en alianza de intereses con la burocracia colonial española. Este desarrollo económico, social y político constituye el trasfondo de Ceci.

Todas las capas de la sociedad española colonial son caracterizadas por medio de determinadas expresiones orales. En el prólogo, el autor afirma que no hay estetización de las voces de los protagonistas, pero se puede afirmar que las estilizaciones literarias del lenguaje oral no obedecen al precepto de verdad histórica, sino a las reglas de verosimilitud literaria. (deconstruye el discurso de Villaverde en el prólogo).

Los protagonistas de la novela son individualizados a través de su forma de hablar. El lenguaje de la novela se convierte en un sistema de lenguajes diferentes, estos lenguajes entran en un diálogo caracterizado por estructuras de poder.

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A través de una relación dialógica de diferentes lenguajes y discursos estilizados literariamente se pone en escena una totalidad social como totalidad lingüística. En contraposición a la figuras secundarias, las figuras principales no representan a la manera costumbrista determinados tipos sociales, sino que expresan una variedad de perspectivas, lenguajes y discursos, posibilitada a través de una estructura coherente y convencional, pero siempre eficaz y literaria. La figura del narrador modelada por Villa es extradiegética (Genette), heterodiegética y omnisciente. Se halla fuera de las dimensiones temporal y espacial del acontecer de la novela, teniendo un estatuto diferente. Así, la figura del narrador puede representar el papel de un intermediario eficaz entre la diégesis de la novela y el lector real. La función coordinadora y mediadora del narrador se produce al dirigirse una y otra vez al lector implícito en un lenguaje conscientemente oral, con lo cual se incluye en el texto como elemento constitutivo la división del círculo de lectores entre un público cubano y uno no cubano. La figura del narrador así constituida es la condición para el ordenamiento y la estructuración de las partes narrativa, descriptiva y discursiva de la novela. En el prólogo se abre paratextualmente el abanico de posibilidades entre el plano del recit y el plano de la narration creándose una figura de autor. (AUTOR IMPLÍCITO)Hace pensar que es un texto autobiográfico y no ficcional (pero sí literario).

Este autor implícito que se presenta como autor por antonomasia y se igual a través de la firma con Villaverde, transmite sus funciones narratológicas a la figura del narrador con la que casi llega a identificarse en el desarrollo de la novela. De este manera, se vuelve a unir la figura del narrador con la del autor real, de tal modo que el texto adquiere una dimensión autobiográfica.

Pág. 341: “cuando jóvenes pudimos observar extasiados”. El narrador se introduce en la diégesis de la novela.

Texto literario de Villaverde no se sirve directamente de la realidad, sino que parte a menudo de géneros intercalados o “textos” en un sentido amplio, tales como reportajes periodísticos, comunicados oficiales e incluso relatos orales (abuelo), para potenciar su autenticidad histórica y también para penetrar en el campo de una verdad histórica que podría ser comprobada por el lector con ayuda de determinados documentos y que se halla más allá de la verosimilitud literaria.

La novela no solo no niega su estatuto como artefacto literario sino que solamente afirma su alejamiento de la imaginación y de la configuración ficcional.

Los acontecimientos políticos relevantes se insertan por medio de comentarios del narrador.

Cecilia como encarnación simbólica de Cuba, y no como personaje real.

Las apropiaciones de la realidad y la estructuración narratológica responden a la función que Villaverde otorga a la creación novelesca. Villaverde más que pretender incidir sobre la abolición de la esclavitud, tenía como fin la caída del colonialismo.

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Grupo delmontino: función didáctica de la literatura.

WILLIAM LUISCECILIA VALDES EL NACIMIENTO DE UNA NOVELA ANTIESCLAVISTA

La novela antiesclavista forma parte del origen de la literatura cubana del siglo XIX. Era un movimiento literario inspirado por Delmonte, el crítico literario más importante de esa época. Las dos versiones de la Ceci de Villa: un cuento en dos partes y el primer volumen de la novela desaparecieron después de 1839. Censura. La novela no apareció en su forma completa hasta 1882. Esta última reescritura es considerablemente distinta de las dos primeras y no debería ser considerada una continuación de la 1839, si no más bien una reconstrucción de la obra. Cecilia Valdés es la novela más importante del siglo XIX cubano y quizás una de las obras más significativas de América Latina en este período. Propósito: comparar y analizar las tres versiones de la obra de Villaverde. El análisis pone en tela de juicio el carácter antiesclavista de las dos primeras y demuestra que a pesar de la semejanza en el tema y los personajes, solo la versión de 1882 puede considerarse novela antiesclavista.

Las obras antiesclavistas publicadas en esa época se dieron a conocer en el extranjero. Los cambios que sufrió la obra no solo fueron necesarios sino además inevitables (en el medio se exilia y no se lleva sus cosas, se las mandaron después).No hay ninguna diferencia entre el cuento y los dos primeros capítulos de la novela tal como apareció en 1839, salvo por algunos cambios de nombres; el cuento y el primer volumen de Ceci coinciden palabra por palabra. Aunque ambas narran la relación amorosa entre Leonardo y Cecilia, el tema del incesto, que en la última versión adquiere relevancia, nunca se menciona. El tema de los negros y la esclavitud no está presente en el cuento, y se reduce a un elemento secundario en la novela inicial. Los personajes que aparecen en las dos obras son todos blancos, excepto los mulatos de la ciudad. Respecto al tema de la esclavitud es significativo el hecho de que para figurarse transcurrieran 43 años entre las primeras versiones y la final. A pesar de lo que Villaverde afirma en su prólogo nos preguntamos si realmente consultó la versión de 1839 a la hora de escribir la versión definitiva, aunque los personajes coinciden, las dos obras evolucionan en direcciones muy distintas. Sin duda podemos afirmar que Villaverde hizo uso del cuento, ya que este está reproducido casi textualmente en los capítulos tercero y cuarto en la edición del 82 y además narra la muerte de Josefa, hecho que no aparece en el volumen novelesco de 1839. En la edición de 1882, la acción novelesca se sitúa ya en un contexto histórico: el gobierno de Vives (1823 a 1832); aunque la edad aproximada de Cecilia es la misma que en las otras dos versiones, las fechas son distintas para poder así situar la versión de 1882 en la época del corrupto gobierno de Vives.

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La fecha de nacimiento de Cecilia es significativa no solo porque coincide con la de Villaverde, sino porque 1812 es el año de la conspiración de Aponte, en la que los negros libres, con ayuda de algunos haitianos intentan liberar a los esclavos cubanos. La conspiración fue reprimida en su etapa preparatoria. Más negros que blancos en Cuba.Si la Ceci de 1839 se limita a describir la relación entre Cecilia, Leonardo e Isabel, el primer volumen de 1882 trata directamente el tema de la esclavitud en Cuba. La esclavitud para los negros es un sistema hermético, del cual no hay salida, al menos por medios legales. Además, condiciones similares a la esclavitud existen incluso fuera de este sistema. Ceci va más allá que otras novelas antiesclavistas al darnos una vívida descripción de los esclavos cimarrones, tanto de los del campo como de los de la ciudad y las razones que les llevaron a actuar de forma tan arriesgada. Probablemente lo más significativo de la versión de 1882 es el desarrollo del personaje de Doña Rosa. Lo que se cuestiona es el concepto de maternidad de la cuba blanca del XIX, doña Rosa que no termina de cumplir los roles de madre o los exede.María de Regla es su contrapartida. María de Regla, nombre que conjuga a la virgen María y a la virgen de Regla, virgen negra a la que se rinde culto en Cuba. No solo es madre de Adela, Cecilia y Dolores, sino también la madre de las razas negra, blanca y mulata. La novela de Villaverde es más comprometida que otras novelas antiesclavistas por el hecho de que un mulato mata a un blanco. La versión de 1882 clausura una importante etapa de la literatura cubana en general y del desarrollo de la narrativa antiesclavista en particular: Cecilia Valdés es la última novela antiesclavista escrita antes de la emancipación de los esclavos cubanos en 1886. La última y la más atrevida dado el valor simbólico que concede a la muerte de un blanco explotador de mujeres negras.

DORIS SOMMERCECILIA NO SABE O LOS BLOQUEOS QUE BLANQUEAN

Ceci dramatiza cierta resistencia o incapacidad de asimilar lo que solo sabrían contar los negros. Es como si el no escucharlos, el borrar su texto para dejarlo en blanco, fuera una defensa -en última instancia autodestructiva- de un privilegio adquirido por borrón de huellas.

No parece haber nadie dentro de la ficción que se figure su fin nefasto (salvo el lector, fuera de ella), ni los protagonistas de color claro y color canela, ni el narrador blanco. Sin embargo, aparece para el lector una duda, si el lector se da cuenta de haber sido manipulado por un texto que, por lo visto, él ha manipulado con facilidad. El problema es precisamente la facilidad mayor con que se denomina este texto, y la brega por entender sin mucha brega resulta, al fin y al cabo, en una victoria sospechosa, si no ridícula. Lectores competentes compiten con el narrador que se sabe incompetente, o que por lo menos hace alarde de su propia ignorancia, porque sabe a diferencia de nosotros, lo difícil que es saber.

Lejos de ocultar nada, los intentos del narrador por ocultar lo obvio, sirven para llamar continuamente la atención sobre cierta ceguera social que achaca al narrador. Teatraliza los límites del conocimiento no

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simplemente para crear o aumentar el suspenso. Es pospuesta un tanto torpemente y como si el cuentista quisiera dar cuenta de cuánto no sabe contar. Los blancos y los mulatos o ignoran su situación o quisieran ignorarla para conservar privilegios, aun los más ilusorios. En cambio los esclavos negros no vacilan ante lo obvio, cuando finalmente se les concede un auditorio. Ellos cuentan. La distinción traidora entre el incesto supuestamente redundante y el mestizaje aparentemente innovador es reprimida para los protagonistas tan artificial y forzadamente reprimida como la suerte de los esclavos. No es que los informantes negros hablen en otro registro que los amos, observación que podría hacerse de personajes menores en la novela. El problema es precisamente lo bien que hablan y lo mucho que saben, en contradicción a las expectativas.

Villaverde nos pone la trampa de una sordera selectiva al presentar el informante como negro anónimo, demasiado viejo, prieto y mal vestido para suplantar a los mulatos libres que compiten por la Venus cubana.

Al distinguir entre negros que saben y blancos o mulatos que no quieren saber, Villaverde se elimina como narrador omnisciente. La firma de Villaverde aparece al principio, en el título, a través de sus propias iniciales, él es Cecilia, diluido como ella, mal dispuesto pero obligado a divorciar su deseo de su destino. Más blanco que negro. (El narrador en vez de ser omnisciente un poco se para desde la mirada de Cecilia).

La política en Ceci es insidiosamente sutil y pesimista, escrita a punto de abolirse la esclavitud (1886), la novela enseña un código de color tan culturalmente constitutivo que los amantes nunca lo superan. Uno sigue deseando el privilegio racial y el otro lo sigue abusando. Consciente de su complicidad, o por lo menos de la de sus privilegiados compatriotas, Villaverde representa su defensa autodestructiva de no ver ni oír a los negros en vías de liberarse (no es antiesclavista?? o representa la sordera social de una sociedad antiesclavista?) Se trata de una retórica de comprensión selectiva y socialmente diferenciada. El asunto no es la cantidad de información disponible, sino cómo nuestra posición conflictiva o inconmensurable es construida por el texto. Y aquellos lectores profesionales que alegan de un poder interpretativo privilegiado porque comparten algo de la suerte social del autor, corren el riesgo de rellenar y así borrar los huecos epistemológicos cuando el propósito del texto es hacerlos relucir. Los lectores entrenados no solemos reparar ante las protestas de no avanzar o no indagar más allá de los lindes anunciados: las protestas se han leído hasta ahora como falsa modestia, como el “no” coqueto que incita a la hora de conquistar. Pero la resistencia no siempre promete placeres pospuestos y así aumentados; a veces calcula el deseo para frustrarlo. Los lectores competentes no hemos querido reconocer que la asimetría social restringe el movimiento imaginativo y ético desde una posición hacia otra, hasta cultivamos fantasías de mutualidad en algunos estudios multiculturales, ignorando que el esfuerzo por entender un texto minoritario no es conmensurable con la decisión de escribir en el lenguaje imperial. Los lectores “ideales”, los blancos, por la obstinación a ser interpretados, no serán entonces los co-conspiradores o aliados del escritor que compartan asunciones como hemos presumido en la crítica literaria. Están o estamos marcados como

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extranjeros, incapaces o indeseables para una conspiración íntima. La discriminación aquí asume que existen posicionalidades distintas y que estas producen o requieren diferentes grados de entendimiento. Se localiza a los lectores tradicionalmente privilegiados más allá de una frontera inviolable y desde allí podemos ser lectores “ideales”, los blancos del texto, paradójicamente al grado que reconocemos nuestra exclusión.

BUENO/BENÍTEZ ROJO/WILLIAMLA NARRATIVA ANTIESCLAVISTA EN CUBA DE 1835 A 1839

El merecimiento sobresaliente de la narrativa antiesclavista cubana consiste en haber sido realizada en pleno auge del régimen esclavista, sobre todo en la primera etapa 1835-39, cuando la población esclava y liberta de origen africano superaba en número a la población blanca, no obstante el despotismo y la censura. La prosa narrativa emerge a fines de la década de 1830 a 1840 sin una verdadera tradición insular, brota en pleno auge del romanticismo más sensiblero y melodramático. Inclinación hacia el realismo. Durante esas década comienza a definirse y deslindarse la órbita española la nacionalidad cubana. Conforma un método de conocimiento de la existencia nacional y está estrechamente unida al devenir político de la isla. Época de crisis, rebeliones, conflictos. La primera edición de Ceci fue escrita por encargo de Portillo quien le pidió a Villaverde un artículo de costumbre que tratase de las ferias del ángel. Villaverde participó de las tertulias que dieron origen a la literatura antiesclavista del 30, pero hasta 1882 él no escribirá una novela antiesclavista.

ALVAREZ GARCÍALA OBRA NARRATIVA DE CIRILO VILLAVERDE

Hombre de síntesis del siglo XIX. Se inició como escritor de costumbres en 1837, pero finalmene deja atrás los relatos de exaltado carácter romántico y relativo valor literario, los supera a ambos y produce páginas cada vez más eficaces y valiosas. Nace en 1812. 9 hnos. Nació en el ingenio de Santiago. Desde pequeño presenció los horrores del régimen esclavista. Llega a La Habana en 1823. Va a al Colegio San Carlos. Para ello tiene que presentar un certificado de limpieza de sangre, que probara que no fuera mestizo. Bachiller de leyes. En 1834 asistía a las tertulias de Delmonte y sus primera publicaciones literarias son de 1837. Hacia el 42 se torna más militante, más radicales respecto del reformismo. En el 48 lo arrestan por una conspiración. Su mujer fue muy influyente, Emilia. Se casa en el 55. Su producción literaria se realiza en lo fundamental entre 1837 y 47. Etapa del boom de la narrativa colonial cubana. Empieza el movimiento anexionista.

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La llegada de Villaverde a La Habana coincide con el inicio de un período de conspiraciones por la independencia. La burguesía azucarera cubana, al igual que la cafetalera, es resueltamente partidaria en este período de la esclavitud y del mantenimiento de la trata. Vives inaugura las facultades omnímodas, todos hablan con horror de Haití y del bandolerismo de los campos. Luego se abre un nuevo período en el que la burguesía cubana sigue siendo partidaria de la esclavitud pero ya no desea que subsista la trata. La burguesía comercial española, sin embargo, ve en la supresión de la trata, la pérdida de un suculento negocio. Se trenzan pues más a fondo las contradicciones entre la colonia y la metrópoli. Se afirma la sacarocracia. Inglaterra prohíbe e interviene el mar caribe para detener la trata.

Villaverde no fue esclavista, ni terrateniente, si no un profesional pobre que como tantos otros románticos hispanoamericanos exaltaba la figura de Washington, vitoriaba a Bolívar y admiraba a Olmedo y a Bello. Sin entender la sustancia revolucionaria de las sublevaciones de esclavos y el fenómeno heroico del cimarronaje. Los profesionales como Villaverde reaccionaban con la mentalidad de los liberales que veían en la iniciativa privada y en el desarrollo capitalista su propio beneficio y el interés de su noción de patria. Villaverde y todos los de su generación cuajaron la corriente iluminista, el fuego romántico y la racionalidad apolínea. El cemento que los une es la observación acuciosa y lúcida del entorno. El despótico régimen colonial obligará a los escritores que, como Villaverde aspiraban a la comunicación con el lector, a proyectar una literatura que trate de tomar posesión de la patria mediante la posesión de la mujer y del espacio en que vive: la naturaleza cubana. Dominado el espacio político y controlada la prensa por los españoles, los intelectuales criollos proceden a la temática pasional, al dominio y control de la vida emocional, individual. Y la mujer deviene el compendio idealista de una eticidad vedada en la dimensión real. Además del control oficial, estaba el gusto de la sacarocracia que adquiría el producto literario. Los temas de contenido realmente revolucionario quedaban fuera de las concepciones artísticas. Las realizaciones artísticas de Villaverde, así como las de los otros escritores de aquel período que pretendieron entregarse a la producción de un tipo de literatura capaz de circular en el medio colonial, ofrecen una imagen enajenada pero en el fondo muy expresiva de los mecanismos del sistema. El realismo de Ceci y sus contrastes. En la Ceci de la época reformista (1839) el argumento queda atrapado en las mallas del costumbrismo. En 1882 en cambio se nota lo americano.Las costumbres y la realidad se abordan con ánimo universalizador. Lo transitorio se pinta con ansia definidora. En la refundición definitiva se afinan los tonos costumbristas y románticos pero se afirma y expande la posesión vigorosa de lo real, los ingredientes realistas. Vence lo folletinesco. Los signos confusos, los impulsos regresivos al seno materno de los relatos del primer período ceden el paso al sentimiento nacionalista desde una perspectiva histórico social cuya médula es la denuncia del sistema esclavista. En Ceci de 82 se pintan a los negros y a los blancos como individuos, y al mundo blanco y al mundo negro como factores o componentes en ebullición. Los negros que adoptan y copian vestimentas y actividades de los blancos y los blancos influidos por ellos,transculturación.

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Todos en Cuba eran esclavos de alguna manera, y eso luego se volvería lazo entre los cubanos. Cuba quería mostrarse distinta a España. Esa idea separatista es lo que Cirilo Villaverde dice en Cecilia Valdes. (Acá está de acuerdo con Schulman). Cecilia Valdes es un grito patriótico contra el régimen esclavista, una denuncia, pero hecha con genuinos recursos de artista. Lo importante en esta novela es que el autor convence como narrador. Presenta, muestra y pone ante nuestra sensibilidad una realidad viva cuyos contrastes y complejidades parecen tener consistencia concreta. Villaverde quería narrar y no opinar, un autor que no imponga sus puntos de vista, que la condenación de las costumbres criollas se desprenda de la pintura misma que se presente al lector.

BENÍTEZ ROJOAZÚCAR/PODER/LITERATURA

Revolución en Santo Domingo (Haití). Francisco de Arango y Parreño reclama al trono medidas que beneficien la manufactura azucarera en la Habana, al destruirse la colonia azucarera en Haití. En ese entonces no había mercancía más importante que el azúcar. A partir de ésto, se creó la alianza entre la sacarocracia y el gobierno de Madrid. La plantación de azúcar no era solo un mecanismo agrícola, sino también la base de todo un sistema de relaciones de poder. El ingenio como una máquina territorializadora, un pequeño dominante y un grande dominado. El azúcar pasó a ser una superinstitución que apenas dejaba espacio a un discurso de resistencia. Dos siglos de hegemonía. Paso del “sin azúcar no hay esclavos” a “sin azúcar no hay nación”: es el azúcar lo que ha determinado la geografía política de la isla y lo que ha moldeado su historia económica, social y cultural. El azúcar se convierte en el pilar del ser nacional cubano. Hay dos Cubas: la cuba grande, la del ingenio, dominante y que responde a los mercados extranjeros del azúcar. La cuba pequeña, mira al interior, hacia la tierra. Hereditaria de lo criollo y de la heterogeneidad pre-azucarera. Lugar de la resistencia azucarera, del discurso intelectual de esta resistencia.En esos años existía una superficie socioeconómica que posibilitaba la manifestación de ciertos discursos que hoy al estudiarlos en su conjunto, los vemos definir la emergencia de lo cubano. Las cifras que muestra evidencian que había una mayoría de negros y una minoría de blancos llegando el siglo XIX: se evidencia el proceso de territorialización esclavista del ingenio. Ante la pregunta de cómo arreglar estas cifras, divididas por el azúcar y la piel, La respuesta radical era erradicar la esclavitud y el coloniaje españolDebido al fracaso de las conspiraciones y la bonanza económica, la idea de la independencia era casi impensable en la Habana de 1830. Beneficiada primero por el tabaco y después, por el azúcar y el café, la ciudad era uno de los puertos más activos de América. No era fácil para el habanero blanco y racista, darle calor a la idea de una independencia que sólo podía obtenerse liberando a los esclavos y que lo único que parecía garantizar era un desastre de toda línea. Sin embargo, había un grupo de habaneros relacionados con Varela y Heredia, al que le inquietaba el número creciente de esclavos. Por el momento, lo más urgente era evitar que siguieran entrando negros al país, por medio de la trata. Era imperativo suprimirla.

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Solución propuesta por los intelectuales e ilustrados habaneros para mejorar Cuba en las próximas décadas: Política de continuos mestizajes para “blanquear” Cuba. Saco es quien pone la atención sobre la posibilidad de suprimir la trata en 1839. Escribe un artículo, a partir del cual se comienza a hablar de conspiración... Propone partir del conflicto que caracterizó a todo su grupo: de un lado, un profundo racismo y un turbio deseo de poseer al negro, y del otro, razones económicas y morales dictadas por la época de consolidación de la sociedad industrial. (REFORMISTA)lalala