Relato de experiencia de ascesis; sus consecuencias en el estilo de vida y en el yo
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Relato de experiencia de ascesis,
sus consecuencias en el estilo de vida y en el yo
Este escrito surge al resumir un cuaderno que se completó. Hace tres años abrí un nuevo cuaderno para el proceso de ascesis. En agosto se llenó y de él saque a un fichero lo más significativo de este período. Luego el cuaderno lo tiré y saqué por impresora el fichero para revisarlo y archivarlo en la carpeta. Entonces vi que una parte de estas notas bien podrían compartirse con los maestros. Así ha surgido este relato que os envío. Y como es un relato de experiencia no daré muchas explicaciones ya que va dirigido a maestros que ya estáis en contexto de ascesis.
El período que he elegido para el relato abarca más o menos un año y no consiste en otra cosa que las notas del cuaderno en el que voy anotando los trabajos, las reflexiones, los sueños, las caídas en cuenta, los retiros. Entenderéis que estas notas están filtradas y seleccionadas para exponer aquellas más significativas, de cierta importancia. Ponerlas todas sería un abuso y además aburridísimo. Por último, algunas notas están tocadas, traducidas, no en bruto, porque de no adaptarlas no se entenderían.
Os presento las notas agrupadas en momentos de proceso copiando un esquema ya conocido. Las notas originales del cuaderno están en cursiva y las explicaciones o comentarios para facilitar su comprensión en letra normal a veces entre paréntesis después de las notas del cuaderno.
Juan Espinosa [email protected]
Parques de Estudio y Reflexión, Toledo Agosto de 2013
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El día primero. Encuadre. El punto de partida de este proceso son algunos comentarios que recibimos después del
examen de obras y el encuadre del ascesis.
27 de mayo. Parque Los Manantiales
Comentarios sobre el Examen de Obras.
Una reflexión acerca de una dirección que se va desarrollando, una dirección evolutiva va avanzando y encajando cosas y superando cosas. Viene de atrás.
Cómo se van superando cosas para ir entrando a ubicaciones donde se dan otro tipo de experiencias: el fuego sagrado, la tercera coeterna, conciencia inspirada.
Llegas a la suspensión del yo y luego el yo se apodera de la experiencia: “he sido yo”. Paradójico e indicador.
Encuadre sobre el ascesis
Toma como base las experiencias y el material de trabajado durante la disciplina. Ahora se plantea el Propósito. Es el que le da dirección al proceso y es imprescindible para el ascesis y la supresión del yo. Necesitamos este mecanismo que actúa desde lo copresente.
Facilitar el logro de la supresión del yo y el acceso a lo Profundo. Una carga afectiva fuerte, particular introyección para lograr estados de inspiración.
La formulación del Propósito debe ser profundamente significativo.
El segundo tema es la secuencia para entrar. Hay que ir construyendo, como experimentación. Tomando como base los mejores registros de los pasos de la disciplina, impulsadores.
No necesariamente con los 12 pasos. Los mejores registros, los habilitadores. Siempre habrá una secuencia, unos escalones. Es una construcción de cada uno.
El ascesis es un tema central de la Escuela.
Revisar la dirección personal que me ha orientado.
El trabajo de ascesis se propone como el centro de un estilo de vida, el centro de la vida, para toda la vida.
Se hace cuando se siente esa necesidad, cuando se acerca el dios, no por rutina.
Otro tema central es el de las producciones, monografías, investigaciones de campo.
El día segundo. Intento e inercia. 2 de junio. Punta de Vacas. Primeras reflexiones sobre el Propósito.
Elementos que puede sumarse para montar la “escala”: El paso 12 de la energética. Nota 32 de la energética. De la formal pueden ser el 1 y el 12. La entrada puede ser el paso 1 de la formal porque además tiene significado alegórico.
Sobre el Propósito, lo que quiero realmente es vivir cotidianamente sobre el Propósito, conectado con él permanentemente, como centro de referencia: la búsqueda de la experiencia de lo Profundo en la creencia de que esa experiencia me transforma.
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Inicio un ciclo de trabajo de ascesis diario aunque la escala no está montada. Experiencias:
8 de junio. Trabajando la 3ª cuaterna.
La ilusión del yo de nuevo. El yo no existe como entidad. El vacío, el tiempo se para. No pasa nada, el espacio sin fin. Me siento fundido con todo.
10 de junio. Trabajando los pasos 10 y 11.
Ya sé como llegar. Bien claro el Propósito antes, con su carga emotiva. Aflojarse del todo, abandonar toda búsqueda, confiar en que el Propósito va a operar, soltarse en él.
Entonces llego al no‐ser, a lo universal. El tiempo se para, el yo no está, lo esencial, lo final en mi, lo Profundo. Conmoción. (Esta conmoción es un choque no por una emoción –no es lo mismo conmoción que emoción‐ sino porque a la salida, a la vuelta de lo Profundo uno se siente de una manera especial y no sabe porque, no entiende la cabeza qué pasa ni qué pasó. Pero el registro es tan especial, tan difícil de describir, tan gustoso que uno lo querría siempre. Pero además es muy sutil, muy suave, no es una experiencia espectacular. Nada más alejado de lo Profundo que lo espectacular.)
12 de junio.
Estoy fundido con todo. No hay separación. Veo lo que ES. Humildad y desidentificación conmigo mismo. (La desidentificación con uno mismo es un registro de soltada del cuerpo, de la conciencia y del yo en el que uno desde un poco más atrás de estas cosas –agregados dice Buda‐ las siente como que no están en la esencia de uno, como que son circunstanciales, pasajeras).
18 de junio.
El gran vacío. Gran aceptación. Mirada de mi y todo desde lo Profundo. Gran desapego, desasimiento del propio cuerpo y la propia conciencia. Aceptación y compasión.
19 de junio.
No solo soy este cuerpo‐concienca que es Juan, soy algo que está detrás de él. Significados profundos acerca de la vida y su significado. Estoy tocando en lo Profundo y se va develando el Ser. Se cae el velo de Maya. La esencia de todo está en mí. Compasión, gran paz.
4 de julio.
Un gran desapego, ese es el punto, total desinterés. Soy algo más que el yo, hay algo más profundo que el yo está tapando. A lo Profundo por el gran desapego. Entonces todo ES, el yo no está, el vacío, el tiempo se para y llegué.
22 de julio.
Percibo que mi yo es ilusorio, no existe como entidad.
El día tercero. Crisis. 5 de agosto. Estambul. Crisis de Propósito, entro en crisis.
Llevo una semana descentrado, sin referencia, externalizado. Muy preocupado por las cosas y la gente. Me siento vacío y desnudo. Limpio, sin imágenes. No estoy alegre, estoy plano. Necesito ordenarme internamente. Estoy disperso, flojo.
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6 de agosto. Estambul.
¿Cuál es el motor y el Propósito si ya llegué a donde quería llegar? Reflexiono sobre el interés del Propósito. Pero siento que el motor no tiene fuerza. ¿Ahora qué? Hay que encontrar otro motor, este que venía no tiene fuerza suficiente. Es un motor heredado del proceso anterior y no está moviendo lo suficiente. Así que profundizo y reviso. Siento que se termina un momento.
Agosto, septiembre y octubre.
Sigo trabajando pero no todos los días. Si muchos, quizá la mitad. Pero el tema de trasfondo que se está moviendo es un nuevo Propósito que debo encontrar. Trabajo por que me gusta y para mantener el horno caliente, para no perder tono interno, como hace el atleta lesionado que necesita que el tono muscular no se pierda. También por el temor a si dejo de trabajar todos los días decaigo.
En este periodo se da un intercambio con otro maestro que me sirvió para cambiar mi ubicación, mi actitud. Él en un momento de la conversación afirmó la importancia de la disponibilidad interna para el cambio. Esto me encajó profundamente y vi que debía estar dispuesto a cambiar internamente, más blando, más humilde, mas entregado al ascesis.
Noviembre.
El Propósito empieza a dar señales y se vuelve a despertar la rueda del trabajo. El Propósito queda formulado: la búsqueda de las verdades universales y de la libertad. Vuelvo a trabajar todos los días.
El día cuarto. Echo la rueda a andar. El procedimiento queda armado:
A primera hora del dia, después del aseo y un ligero desayuno entro en el estudio y cierro la puerta.
Me siento, me relajo. Abro el cuaderno y lo dejo sobre la mesa con el bolígrafo sobre él.
En la mano izquierda la oración gnóstica, en la derecha el dorge. Leo la oración despacio con el significado de cada frase presente mientras siento el dorge en la derecha. Luego los dejo sobre el cuaderno.
Con un mudra llamo al Propósito1:
‐ Reviso que pasos voy a dar,
‐ y para qué quiero ir. El para qué trae la carga afectiva
Ataraxia, registro de gran desapego, no quiero nada, solo una gran paz.
Luego la escala: paso 1, 5, 9, 10…. 2
18 de noviembre.
Quedan confirmados los pasos, la escala. Muy buen trabajo de despeje (para estar concentrado solo en esto). Aquí hay algo más que el cuerpo y la conciencia operando.
1 Para mi el Propósito tiene dos partes: 1) cual es el camino que tomo, o sea, la escala; y 2) para qué, o sea, “el
interés que forma parte del Propóstito” como explica el Maestro en psicologia 4. 2 Desde entonces al presente el procedimiento está modificado. Todo es igual escepto la escala de los pasos. Ahora
no hay pasos. Despues de la ataraxia cierro el foco atencional y todo mi ser está en eso, en el cierre del foco atencional esperando que el Propósito me lleve mas alla de la suspensión.
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20 de noviembre.
Reconocimiento del Sentido en mí. Conmoción. (¿Cómo explicarlo? Esto no es fácil de explicar. No es la primera vez que tengo esta experiencia de que cuando me conecto profundamente y con una mirada sin posesión choco con aquello profundo que está dando Sentido, una intención que está en mi y que viene de antes, una dirección anterior a mi yo. No es una intuición ni un supuesto, ni una idea. Es verlo en directo. Entonces todo mi ser queda conmocionado –perplejo dicen los sufís‐ y durante días estoy tocado por esta experiencia. El mundo se vuelve sagrado y trascendente.)
25 de noviembre.
Me coloque en la ataraxia: no quiero nada. (Una actitud de un gran desapego por todo, una gran distensión, sin ansiedad, sin deseo, no quiero nada, solo estar así. Entonces el Propósito te lleva y tienes la experiencia) La libertad profunda, la esencia de la libertad. (Es un significado de lo Profundo que llegó por vía cenestésica. Muy sutil, recuerdo al negro diciendo “muy quedo”. Casi se escapa entre los dedos pero tomé el bolígrafo y escribí en automático, sin reversibilidad. Luego el yo se va despertando, la actividad, el fluir, el devenir, vuelve y uno queda tocado en lo Profundo. Un toque dicen los místicos3. Durante los días siguientes estaba profundamente conectado conmigo en cada momento, en todo momento, mi vida era continuamente sagrada. Estaba conectado con el otro de otra forma, conectado con lo que está mas allá del yo del otro, con sus aspiraciones profundas, con lo Profundo de él. Todo con suavidad, atención por él, libertad, alegría, reconocimiento de él en mi, reconocimiento de su profundidad. Viviendo de esta forma todo acto cotidiano está en el Sentido. Viviendo de esta forma el Sentido está expresándose de continuo y la conciencia y el yo están a su servicio. Conciencia inspirada, brillantez y despersonalización).
27 de noviembre.
Por un instante se abrió la puerta y lo entrevi.
17 de diciembre.
Mirada desde muy atrás. Gran soltada y desapego. Temporalidad de la existencia, registro de finitud.
20 de diciembre.
El Propósito está actuando porque es muy querido.
27 de enero.
“Estoy aquí temporalmente” y “tienes una vida estupenda”. (No son significados de lo Profundo que vengan por cenestesia, son comprensiones que se dan cuando estas trabajando y profundizando en ti, cuando estas suspendiendo y vuelves y reconoces aceptando tu realidad. Tienen que ver con una mirada desde más atrás sobre ti mismo y la vida que uno tiene)
29 de enero.
Gran desasimiento. Llego a lo otro que no es el yo. Luz en el fondo. El sitio sagrado, la no‐nada (el vacio dicen los budistas, el espacio sin fin). Confiar en el Propósito, entregarse a él (ha sido la clave). Gran humildad y desapego. Reconocimiento de lo universal. No individuación (o sea, uno se ve así mismo como lo universal, como ver lo mismo en lo uno y lo todo pero mirando hacia uno, más allá de las particularidades de uno que se presentan).
3 De estos toques habla Juan de la Cruz y otros. Los textos los he puesto en el anexo.
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30 de enero.
Gran espacio vació. “Miras lo que buscas”. “voy a seguir existiendo después de este yo”. Este yo podría estar de otra forma, está armado de una forma, es ilusorio. (De nuevo son comprensiones que se dan al entrar en un ámbito donde no entra el yo porque comprendes, porque lo experimentas eso que escribes, que no todo es yo‐cuerpo‐conciencia)
31 de enero.
Entregarme del todo al Propósito, así si funciona. Este cuerpo y esta conciencia no soy yo. El no‐yo, el no‐cuerpo. El tiempo sin fin. Pérdida de la conexión con los sentidos internos, muy, muy, muy lejos.
Un sentido pensado que este tiempo es una estancia. Como un plazo y una preparación para después de la vida.
9 de febrero.
La gran bondad como centro y motor.
18 de febrero.
Otra cosa que no es la conciencia. El gran vacío.
21 de febrero.
Muy, muy atrás, detrás del todo. Iluminación del espacio a blanco, sin fin, detrás del todo. Es el no‐yo, lo otro que no es la conciencia.
El 26 de febrero. Retiro en el Tiemblo. Síntesis.
Se ve una gran dirección de trabajo. Avances que me parecen importantes, significativos. Se ve mucho empuje. Una fuerza importante y ajustes hasta pegar. Y a veces, muy pocas, se pega. Rescate de significados y experiencias profundas.
6 de marzo.
Funciona por sí solo (el Propósito) si tiene carga afectiva. No hacer nada. Funcionó por si solo. Entrar y esperar paciente y con fe. Gran bondad. La fuente donde nace la bondad. (Otro significado Profundo por vía cenestésica. Un registro sutil pero hondo, con gran significado porque he sentido que la fuente de la bondad esencial, limpia y neta, está en mi, aquí dentro).
12 de marzo.
Llegar a lo Profundo y quedarse a ver qué pasa. Gran soltada. Lo que no es el yo. Ahí no está el yo. Otro mundo, otra realidad. Ahí está lo que busco.
15 de marzo.
Llego al no ser, este es no‐Juan. Este cuerpo no soy yo. Aquí hay el otro. Se paró todo y llegué donde no está el yo. El cuerpo me saca. Afectado y muy suave, muy blando. Algo más que el yo.
23 de abril.
Muchos intentos. Y me siento fuera del yo. Gran soltada, gran paz. No hay nada, el tiempo se para, la no‐acción.
16 de mayo.
La transitoriedad de la vida, efímera, provisoria. Gran desposesión y desapego.
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El día quinto. Síntesis y comprensión. 10 de mayo. Síntesis.
Sobre el Propósito.
El Propósito lo puedo formular de diferentes formas, desde diferentes ángulos, pero para mi es el mismo siempre: El Propósito es el crecimiento interior. Luego me lo presento con una frase que tenga un fuerte encaje, una fuerte resonancia interna.
Momentos de proceso.
Durante los siguientes meses después de terminar la disciplina se dio una inercia por todo el empuje que había habido durante el momento anterior. Con esta inercia llegué a algunas experiencias significativas.
Después la inercia fue perdiendo fuerza poniendo en evidencia la falta de un motor verdadero. Me puse a buscar el Propósito.
Encontré un Propósito y lo probé. Pero quedó claro que no tenía la fuerza necesaria y no tenía el sabor de lo Profundo. Entonces enseguida me puse de nuevo a buscar. La inestabilidad y la crisis interna fueron indicadores de que la búsqueda era verdadera. Encontré el Propósito genuino y válido: La necesidad de acceder a lo Profundo, a experiencias y significados transcendentes que cambien mi ubicación y mi comprensión de la vida.
Con este Propósito lanzado a la ascesis insistiendo y superando dificultades llegué a la supresión del yo y rescate de significados. Pocas veces, pocas, pero suficientes para dejar una señal indeleble y producir un impacto en mi.
En el estilo de vida.
El Propósito fue operando también en lo cotidiano modificando el estilo de vida. Insistí, insistí, insistí en la ascesis. Durante muchos meses me he sentido “persistente envenenado”. No tenía otro tema más importante en mi cabeza que el ascesis. Pensaba en ello, ensoñaba con ello, soñaba con ello. Las conversaciones traducían esa búsqueda. En cualquier parte, en cualquier momento algún detalle me hablaba del ascesis. Y eso hacia que mi estilo de vida estuviera centrado en lo importante, en la coherencia, en la unidad, necesarias para el ascesis. Cuanto mas centrado estaba mejor salía el trabajo de ascesis y eso repercutía en el tono diario, en los valores, en las prioridades, en el significado de las cosas. Así la siguiente vez llegaba al ascesis mas centrado aun y el trabajo se daba mejor. Esto era la rueda que realimentaba este gran motor interno puesto en marcha por una búsqueda obsesiva.
Se fueron rescatando significados profundos y se abrió un espacio al que puedo entrar. No es el espacio del yo, ahí no está la conciencia‐cuerpo.
Estas dos nuevas realidades –los significados profundos y el no‐tiempo y no‐espacio (“es el contacto con lo Profundo de la mente humana, una profundidad insondable en que el espacio es infinito y el tiempo eterno”, Silo, La Reja, mayo de 2005), satisficieron mi búsqueda. El Propósito se ha cumplido. Así, poco a poco, la etapa se fue cerrando y ese momento en el que “vino el dios” fue dando paso a otro.
El Espíritu.
La otra gran búsqueda de los últimos años ha sido la necesidad de una certeza de la configuración, del nacimiento del Espíritu en mí.
A pesar de las experiencias y registros “permanentes”, no tenía calmada esta necesidad de certeza. Entonces, en el viaje a Punta de Vacas de abril‐mayo comprendí que la duda no tenía sentido, venía de mis inseguridades. Lo que buscaba ya estaba desde hace tiempo. Yo buscaba
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una certeza cuando ya la había y una independencia que quizá ahora hay que probar. Así que el Espíritu ya está.
El día sexto. Reflexiones y repercusiones. Hasta aquí las notas del cuaderno. ¿Qué ha significado el ascesis? ¿Cómo me ha tocado,
como ha repercutido en mis valoraciones, en mis creencias, en el estilo de vida, en el trato, en las relaciones? Una breve reflexión sobre esto puede ayudar.
Ha significado que puedo continuar con mi desarrollo más allá de las disciplinas. Puedo profundizar y continuar con las experiencias de la tercera cuaterna y centrar mi vida en esto coherentemente con lo que sentí cuando tuve esas experiencias: que no había nada más importante que la Experiencia. Y claro, así tengo registro de crecimiento, de avance continuo.
Desde luego a veces uno se tranca. Pero uno está en situación, resolviendo la dificultad. Y cuando se destapona todo se acelera.
Esta dinámica de estar en tema de avance interno permanentemente –independientemente de si uno está trabajando el ascesis en ese momento o está preparando la atmósfera para que “venga el dios”‐ es lo que centra el estilo de vida. Si no, ¿De donde sale el estilo de vida?
Mis creencias han cambiado. Ahora veo lo Profundo más elástico y más cercano. No está tan lejos ni tan difícil. Además, no es una dicotomía entre una forma de estar habitual externalizada y otra donde uno está conectado con lo Profundo. Hay toda una gama de profundidades, toda una elasticidad de un punto muy externalizado hasta el otro extremo de supresión del yo.
Mi estilo de vida va tendiendo a la simplificación. Cada vez más sencilla y mas simple, menos ataduras a cosas personales, menos ataduras a sensibilidades, a gustos, a tendencias. Eso de “Es que yo soy así” no tiene ningún valor. Todo eso es segundario. Son cosas del yo. No hay porque atacarlas, pero tampoco sentirse incambiable o encadenado a eso. Uno puede cambiar mucho, mucho, una vez y luego otra vez.
Mi perfil va bajando. Voy tomando menos protagonismo en situaciones. No insisto en defender mis subjetividades. Avanzo en soltura en las relaciones humanas, soltura en comunicarme, en exponerme, en mostrar lo interno tal cual perdiendo pudor. Total, mi interno, ¿en qué se diferencia del de los demás?
He perdido exigencia conmigo mismo y la gente. Y cuando comento un error corro rápido a repararlo dos veces y no busco que el afectado se de cuenta, poco importa que me lo valore.
Para mi la vida no tiene sentido sin trabajo interno. Y hacer cosas por los demás o el irradiar la Doctrina o El Mensaje de Silo en el medio son eso, irradiación de algo interior, de la luz interior, de la Experiencia interna.
A veces intento convencer de mis opiniones. Pero cada vez estoy más atento a como las recibe el otro porque a veces no entran y no es lícito forzar ni ser un pesado, por muy importante que uno considere el tema, o por muy grave que uno considere el error del otro.
Sobre dificultades Sobre ir cargando el Propósito.
Esto tiene que ver con lo que esperas que ocurra y con la confianza en tí mismo. Si crees que tu vida va a tomar un singificado diferente y confias en que vas a llegar a lo Profundo para acceder a esos grandes significados que iluminen la vida entonces la carga afectiva viene facil. Si no crees en que puedes llegar, lo ves muy dificil, muy lejano, o si no crees que en lo Profundo
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se halla eso que tanto aspiras, entoces no viene la carga. Por eso hay que reflexionar sobre “el interés que forma parte del Propósito” dice el Maestro en Psicología IV.
Pero hay que ponerlo en marcha. Es decir, un día después de profundizar en ti llegas al Propósito y tocas con él. Eso ya de por sí te tiene que mover internamente, te tiene que tocar, tienes que sentirte profundamente conectado con eso, no es cualquier frase linda, es algo realmente significativo para ti. Pero luego hay que armar el ascesis y ponerse a ello y entregarse psicológicamente a ese Propósito tan querido. ¿Y como se carga? Frecuentándolo. Cuanto más lo frecuentas, cuanto más lo traes el registro del Propósito –porque tendrá un registro, un significado‐ más se carga. ¿Cómo se carga un Parque? En la medida que lo frecuentas, en la medida que vas a él para hacer trabajos, meditaciones, encuentros con los amigos para los temas queridos: ceremonias, intercambios, estacionales, encuentros. Claro, siempre que lleves una intención. Porque con cualquier intención que lleves no se carga.
Sobre las dificultades de soltada.
Esa es para algunos la gran dificultad. Los que somos muy controlones, los que tenemos todo controlado, todo nuestro yo y todas nuestras cosas bajo control tenemos esta dificultad. He visto en mí el temor a perder el control porque creo que eso me va a traer problemas, temo un resgistro de perdida, de que las cosas no salgan como yo quiero tener controladas. Además es una inercia porque vengo de un mundo así y vengo teniendo esa mentalidad desde mucho tiempo atrás. Pero paradójicamente tanto control no me hace feliz.
Hay que reconocer que fácil no es. Estamos intentando ir más allá del yo y eso no es cualquier cosa. No solo es tocar los mecanismos de posesión que son parte del yo, es más que eso. Es suspender el yo para luego suprimir el yo. Por un instante si, pero suprimir el yo.
¿Cómo lo han resuelto los místicos? Ellos dicen darse a la voluntad del dios. O sea, registro de entrega al Propósito, entregarse a él como uno se entrega a la tarea de cuidar a un ser muy querido, como uno se entrega al amado en el enamoramiento. Ese registro de entregarse a algo muy querido baja el control y uno se afloja, se ablanda internamente porque siente que no hay nada más importante que eso. Esa ha sido la vía por la que yo he trabajado, confiar en mí y soltarme en el Propósito tan querido. Total, lo peor que puede pasar es que no pase nada de lo que quiero que pase. Nada más malo que eso puede pasar.
Dos sueños. Fuera de este proceso que he descrito, en otro momento he tenido dos sueños que me
dieron un toque claro y me ayudaron en mi proceso.
Este primero se dio después de un retiro personal muy intenso de diez días en Casa Giorgi. Al finalizar el retiro, la tensión de búsqueda acumulada era fuerte y ya de vuelta en casa se dio este sueño al día siguiente:
2 de octubre.
Registro difuso, dudoso, al despertarme siento como que llego desde otro lado, vengo como desde fuera de mi, de muy lejos con este mensaje “no te creas el cuerpo y el yo”.
Este sueño se me queda grabado. Lo tengo presente muchos días desde entonces por el encaje profundo del mensaje.
El segundo es reciente. Varios días llevaba buscando una referencia interna para orientar mis pasos futuros, un camino a seguir en adelante ante varias vias de desarrollo que se presentan. Pero no se orientarme, realmente. Entonces en ese registro de necesidad de orientación estuve asentado varios dias.
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6 de agosto.
Me acosté con la sensación de orfandad respecto del Negro, de desamparo, de necesidad de orientación sobre el camino interno. Cuando me despierto a la mañana recuerdo esto que apunto inmediatamente:
Sueño que el Negro está conmigo, a mi lado izquierdo. Lleva puesto su jersey negro. Tiene el libro de el Mensaje abierto y a cada pregunta que le hago el pasa las páginas y me responde leyendo un párrafo o marcándome un párrafo para que me fije en él.
Está muy cercano, me toca, me pone la mano en el hombro, está a mi lado todo el rato.
Estamos en una especie de balcón sobre un gran abismo. Abajo una gran llanura que es el mundo. Desde nuestro balcón divisamos el mundo.
Este sueño me ha cambiado la orientación. Pocos días después mientras hacia deporte por la Casa de Campo comprendí la solución a una dificultad que venía arrastrando desde hace tiempo. La respuesta que entendí me vino de La Mirada Interna: “Cuando estaba realmente despierto y me faltaba vigor para continuar en el ascenso podía extraer la Fuerza de mí mismo. ….”
Anexo. Textos de místicos que expresan estas experiencias en otro paisaje, con otro lenguaje.
Juan de la Cruz4
7. Y le son al alma tan sabrosos y de tan íntimo deleite estos toques, que con uno de ellos se daría por bien pagada de todos los trabajos que en su vida hubiese padecido, aunque fuesen innumerables, y queda tan animada y con tanto brío para padecer muchas cosas por Dios, que le es particular pasión ver que no padece mucho.FFF
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Miguel de Molinos6
66 El fondo de nuestra alma sabrás que es el asiento de nuestra felicidad. Allí nos manifiesta el Divino Señor las maravillas. Allí nos engolfamos y perdemos en el mar inmenso de su infinita bondad, en quien quedamos estables e inmóviles. Allí la inefable fruición de nuestra alma y la eminente y amorosa quietud. El alma humilde y resignada que llegó a este fondo, ya no busca sino el grado puro de Dios, y el divino y amoroso espíritu la enseña de todas las cosas su suave y vivífica unión.7
121 Allí el divino Esposo, suspendiéndole las potencias, la adormece con un
suavísimo y dulcísimo sueño. Allí dormida y quieta recibe y goza, sin entender lo que
4 Juan Espinosa, la entrada a lo Profundo en Juan de la Cruz, Parques de Estudio y Reflexion Toledo, Septiembre
2011, pág. 12 5 Juan de la Cruz, Subida del Monte Carmelo. BAC Madrid 2005. (L 2, XXVI, 7). pág. 383. 6 Juan Espinosa, Miguel de Molinos, apuntes sobre el ocaso de la mística europea, Parques de Estudio y Reflexión
Toledo, Abril 2013, págs. 18 y 29. 7 Miguel de Molinos, Guía Espiritual, Defensa de la Contemplación, edición José Ángel Valente, Barral, Barcelona, 1974.
Pág. 207.
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goza, con suavísima y dulcísima calma. Allí el alma elevada y sublimada en este pasivo estado se halla unida al sumo bien, sin que le cueste fatiga esta unión. Allí en aquella suprema región y sagrado templo del alma, se agrada el sumo bien, se manifiesta y deja gustar de la criatura, con un modo superior a los sentidos y a todo humano entender. Allí el puro espíritu, que es Dios, no siendo la pureza del alma capaz de las cosas sensibles, la domina y se hace dueño, comunicándole sus ilustraciones y sentimientos necesarios para la más pura y perfecta unión.
122 Vuelta en si el alma de estos dulces y divinos abrazos, sale rica de luz, de amor, y de una estima de la divina grandeza y conocimiento de su miseria hallándose toda divinamente mutada y dispuesta a abrazar, a padecer y a practicar la más perfecta virtud.8
113 ¡Oh qué infinitos espacios hay dentro del alma, que ha llegado a esta divina soledad! ¡Oh qué íntimas, qué retiradas, qué secretas, qué anchas y qué inmensas distancias hay dentro del alma feliz que ha llegado a ser verdaderamente solitaria! Allí trata y se comunica el Señor interiormente con el alma. Allí la llena de sí, porque está vacía; la viste de su luz y amor, porque está desnuda; la eleva porque está baja y la une y la transforma en sí porque está sola.9
Ibn Arabi10
Sahid “testigo probatorio”.
La huella dejada en el corazón por la contemplación es un testimonio probatorio. En realidad es lo que el corazón retiene de la forma de lo que fue contemplado.11
Bawadih “sorpresas, imprevistos”.
Lo que viene de pronto sobre el corazón desde el Invisible con una sacudida, produzca alegría o congoja.12
“Los secretos de esas misteriosas palabras depositan en el corazón de los amantes y en la intuición de quienes poseen como certidumbre la lumbre de la contemplación. El que recibe en su corazón el menor soplo de ese amor, extrae del océano de lo no manifiesto perlas de verdades espirituales. Visiones intuitivas, miradas surgidas de la más profundo de las almas, ¡desvelad esas dulces casadas! Cuando canta el pájaro de la unicidad divina y proclama las cualidades del amadísimo, los árboles de la pasión quedan embelesados”13
8 Miguel de Molinos, Guía Espiritual, Defensa de la Contemplación, edición José Ángel Valente, Barral, Barcelona, 1974.
Pág. 225. 9 Miguel de Molinos, Guía Espiritual, Defensa de la Contemplación, edición José Ángel Valente, Barral, Barcelona, 1974.
Pág. 221. 10 Juan Espinosa, Ibn Arabi, la mística sufí universalista, Parques de Estudio y Reflexión, Toledo, marzo 2013,
págs 19 y 20. 11 Ibn Arabi, Guía Espiritual: Plegaria de la Salvación / Lo imprescindible / Terminología Sufí, Editora Regional de Murcia,
Madrid, 1990, Pág. 93. 12 Ibn Arabi, Guía Espiritual: Plegaria de la Salvación / Lo imprescindible / Terminología Sufí, Editora Regional de Murcia,
Madrid, 1990, Pág. 100. 13 de Zayas, Rodrigo, Ibn ‘Arabi de Murcia, maestro del amor, santo humanista y hereje, Editorial Almuzara, 2007, Pág.
12
12
Teresa de Jesús14
4. ¡Oh palabras que nunca se havían de olvidar al alma a quien nuestro Señor regala! ¡Oh soberana merced, y que sin poderse merecer, si el Señor no diese caudal para ello! Bien que aun para amar no se halla despierta; mas bienaventurado sueño, dichosa embriaguez, que hace suplir al Esposo lo que el alma no puede, que es dar orden tan maravillosa, que, estando todas las potencias muertas u dormidas, quede el amor vivo, y que, sin entender cómo obra, ordene el Señor que obre tan maravillosamente que esté hecho una cosa con el mesmo Señor del amor, que es Dios, con una limpieza grande; porque no hay quien le estorbe, ni sentidos ni potencias ‐digo entendimiento y memoria‐ tampoco la voluntad se entiende.15
6. Cuando es unión de todas las potencias, es muy diferente, porque ninguna cosa puede obrar; porque el entendimiento está como espantado; la voluntad ama más que entiende, mas ni entiende si ama, ni qué hace, de manera que lo pueda decir; la memoria, a mi parecer, que no hay ninguna, ni pensamiento, ni aun por entonces son los sentidos despiertos, sino como quien los perdió para más emplear el alma en lo que goza, a mi parecer, que por aquel breve espacio se pierden. Pasa presto. En la riqueza que queda en el alma de humildad y otras virtudes y deseos, se entiende el gran bien que le vino de aquella merced; mas no se puede decir lo que es, porque aunque el alma se da a entender, no sabe cómo lo entiende, ni decirlo. A mi parecer, si ésta es verdadera, es la mayor merced que nuestro Señor hace en este camino espiritual, a lo menos de las grandes.16
Ikkyû17
Este cuerpo es el Buda
“La gente cree que la capital de las Cinco Sabidurías se halla en algún lugar externo, pero en el interior de nuestro pecho hay un loto de ocho pétalos sobre el que se sientan treinta y siete Budas completamente iluminados.”18
Bukkingun (Trad. Sanford., 1980: 298)
Al‐Ghazali19
Así pues, el conocimiento directo y profundo del corazón y de las verdades de sus atributos constituye la raíz de la religión y es la base del método de los “viajeros”.20
En el corazón del hombre iluminado hay una ventana abierta a las realidades del mundo del espíritu, de modo que él conoce, no de oídas ni por creencia en tradición,
14 Juan Espinosa, Teresa de Jesús, experiencias místicas y procedimientos, Parques de Estudio y Reflexión Toledo,
marzo 2011, págs. 4 y 15. 15 Teresa de Jesús, Meditaciones sobre los Cantares. Ed. BAC, Madrid 1977. Cap. 6, pág. 355 16 Teresa de Jesús, Cuentas de Conciencia o Relaciones,. Obras Completas, ed. BAC, Madrid, 1977, pág. 481 17 Monje budista zen japones (1394-1481) conocido como “nube loca” por su heterodoxia respecto del formalismo
tradicional al entrelazar la practica de la meditación con su deshinibición respcto del disfrute de los placeres. 18 Ikkyu, Zen Hilo Rojo. Iluminación, amor y muerte del maestro zen Ikkyu Söjun, Introducción, traducción y notas
de Pedro Castro Sánchez, Miraguano S.A. Ediciones, Madrid, 2001, Pag. 41 (introducción). 19 Filósofo sufí persa (1058-1111). 20 Al‐Ghazali, Carta al discípulo, las maravillas del corazón, Jose J. de Olañeta, Palma de Mallorca, 2006, pág. 79.
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sino por experiencia actual, lo que produce miseria o felicidad en el alma, tan clara y seguramente como el médico sabe lo que produce en el cuerpo enfermedad o salud. 21
Si no humillas tu alma mediante una lucha sincera contra sus deseos y caprichos, no iluminarás tu corazón con la luz del conocimiento. También has de saber que es imposible contestar verbalmente ni por escrito, algunas de las preguntas que me has dirigido. Si llegas a tal estado, conocerás su naturaleza. Si no lo alcanzas, resulta imposible conocerlo, ya que pertenece al dominio del gusto. Todo lo que se refiere a este dominio no se puede describir con palabras. Igual que no se conoce el dulzor de lo que es dulce ni la amargura de lo que es amargo sino es por el gusto. 22
21 Al‐Ghazzali, La alquimia de la felicidad, Editorial Estaciones, Buenos Aires, 1988, pág. 69. 22 Al‐GAzzali, Velos de luz y sombras (Nicho de luces, Carta al discípulo, Liberación del error), Editorial Sufí, Madrid,
2000, págs. 118 y 119.