Reforma Energética: Iniciativa de Enrique Peña...

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Cuadernos de Transición/ Política Reforma Energética: Iniciativa de Enrique Peña Nieto Documentos para el debate

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Cuadernos de Transición/ Política

Reforma Energética: Iniciativa de Enrique

Peña NietoDocumentos para el debate

Cuaderno de Trabajo: Política © Grupo Editorial Transición.

© Centro de Estudios Políticos y de Seguridad Nacional, S.C.

© Indicador Político.

Una edición del Centro de Estudios Políticos y de Seguridad Nacional, S.C.,

presidente y director general: Mtro. Carlos Ramírez, derechos reservados. Web:

www.grupotransicion.com.mx.

Indice Indicador Político del 13 de agosto de 2013 ……….……….….…….……….…. 04 Iniciativa de Reforma Energética de Enrique Peña Nieto ………….…………… 06 Exposición de motivos para la reforma constitucional de 1938 ……….………. 34 Reforma publicada en el Diario Oficial de la Nación en 1940 ……….…...……. 39 Reforma publicada en el Diario Oficial de la Nación en 1960 ……….…...……. 41 10 mitos sobre la Reforma Energética ……………….………….…….……….…. 44 Discurso del presidente Enrique Peña Nieto ……….………….…….……….…. 66 Discurso del Pedro Joaquín Coldwell ……………….………….…….……….…. 72 Postura del PRD ……………….………….…….……….…..…….…….…….…… 75

Martes 13 de agosto de 2013 Carlos Ramírez

INDICADOR POLITICO

+ ¿Reforma: cuál de los dos Cárdenas? + Debate sobre concesiones o contratos

Carlos Ramírez

Demasiado tarde, el PRD y el lopezobradorismo se darán cuenta que

quedaron atrapados en la invocación al espíritu del general Lázaro Cárdenas. La

iniciativa del presidente Peña Nieto se apoya en la reforma de 1940 del presidente

Cárdenas, pero los perredistas querían al Cárdenas ciudadano de 1968.

La historia del párrafo sexto del artículo 27 Constitucional que prohíbe

concesiones petroleras revela los vaivenes del poder y las confusiones

semánticas de los gobernantes. Cárdenas hizo dos reformas al párrafo sexto del

27 Constitucional: el 10 de enero de 1934 aceptó la existencia de concesiones a

particulares en petróleo pero a condición de que crearan empleos y respetaran

las leyes.

Pero el 9 de noviembre de 1940, veinte días antes de entregarle la

presidencia al conservador Manuel Ávila Camacho y casi dos años después de la

expropiación petrolera, Cárdenas reformó ese párrafo para prohibir las

concesiones de petróleo a empresas privadas y dejar la explotación sólo por el

Estado.

Los contratos de exploración y explotación de petróleo se introdujeron vía la

Ley Reglamentaria con una reforma en 1941. Este punto lo recordó Cuauhtémoc

Cárdenas el viernes pasado en un texto publicado en La Jornada en el que

recordó una carta de su padre al entonces director de Pemex, Jesús Reyes

Heroles. En la carta, el general Cárdenas criticó los contratos a sector privado, un

argumento que fue enviado como mensaje por el PRD cardenista al PRI y que

será argumento en el debate de la reforma:

No es inoportuno anotar que el espíritu nacionalista de la expropiación de

1938 y de la Reforma Constitucional de 9 de noviembre de 1940, no se respetaron plenamente: los contratos de exploración y explotación permitidos

por la Ley Reglamentaria de 1941, se concedieron con participación en la

producción del petróleo a empresas nacionales y extranjeras.

De ahí que haya dos Cárdenas: el formalista de la reforma de 1940 y el

crítico de 1968. La clave de la discusión será el hecho de que la Constitución

habla de concesiones y los particulares van por contratos de utilidad compartida

que de ninguna manera comprometería la propiedad de la riqueza petrolera o de

la renta petrolera. En todo caso, las reformas más profundas se harán, como

antes, en las leyes reglamentarias, a las cuales remite la Constitución

La reforma al párrafo sexto del 27 Constitucional se radicalizó con el

presidente López Mateos --“mi gobierno es, dentro de la Constitución, de extrema

izquierda”, dijo el primero de julio de 1960-- en la reforma del 20 de enero de 1960

al incorporar que en petróleo “no se otorgarán concesiones ni contratos” y luego

Luis Echeverría agregó la exclusividad en electricidad y el no otorgamiento de

concesiones en la reforma del 6 de febrero de 1975.

Por lo demás, el general Cárdenas dejó en claro el sentido de la

expropiación: contra empresas extranjeras saqueadoras de recursos nacionales

sin cumplir con el respeto a las leyes. En sus apuntes la noche del 19 de marzo,

Cárdenas escribió: “con un acto así (la expropiación de las empresas extranjeras),

México contribuye con los demás países de Hispanoamérica para que se sacudan un tanto la dictadura económica del capitalismo imperialista”. El 24

de febrero denunció en un discurso que las empresas extranjeras hicieron un

“retiro violento” de sus depósitos y armaron una campaña de desprestigio.

El argumento de los priístas en el 2013 se basará en dos criterios: el

México de 2013 es más sólido que el de 1938 y las empresas privadas tendrán

muchos candados para controlar el ramo petrolero. Y a ello se agregará el hecho

de que la reforma mantiene la prohibición a concesiones pero seguirá adelante el

tema de contratos a empresas privadas para labores petroleras.

www.grupotransicion.com.mx [email protected] @carlosramirezh

PRESIDENTE DE LA MESA DIRECTIVA DE LA CÁMARA DE SENADORES DEL CONGRESO DE LA UNIÓN Presente.

Con fundamento en lo dispuesto por los artículos 71, fracción I, y 135 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, me permito someter por su digno conducto, ante esa Honorable Asamblea, la presente Iniciativa de Decreto por el que se reforman los artículos 27 y 28 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

I. INTRODUCCIÓN

El acceso incluyente a la energía permite a países dotados de recursos naturales como el nuestro, imprimir dinamismo y competitividad a sus economías, a fin de consolidar un modelo de desarrollo generador de progreso sustentable para su población. México no puede ser la excepción, y por ello, esta iniciativa de reforma constitucional en materia energética se sustenta en los siguientes ejes estratégicos:

(i) Fortalecimiento del papel del Estado como rector de la industria petrolera: Dotarle de nuevas herramientas para la definición y conducción de la política energética del país, que permitan una adecuada y prudente administración del patrimonio petrolero nacional.

(ii) Crecimiento Económico: México está llamado a aprovechar sus recursos energéticos en favor de mayor inversión y generación de más empleos, a partir de iniciativas que promuevan el abasto de energía en cantidades suficientes y a costos competitivos.

(iii) Desarrollo Incluyente: El acceso a la energía permitirá democratizar la productividad y la calidad de vida de la población en las distintas regiones del país.

(iv) Seguridad Energética: Se debe aprovechar la disponibilidad de energía primaria en el territorio nacional para lograr la procuración continua, diversificada y económica del suministro energético para ésta y las siguientes generaciones.

(v) Transparencia: Garantizar a los mexicanos el adecuado acceso a la información sobre la administración del patrimonio energético nacional.

(vi) Sustentabilidad y Protección del Medio Ambiente: Es posible mitigar los efectos negativos que la producción y el consumo de energías fósiles puedan tener sobre la salud y el medio ambiente, mediante la mayor disponibilidad de fuentes de energía más limpias.

Iniciativa de Reforma Energética del Presidente Enrique Peña Nieto

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La iniciativa que se somete a la consideración de esa Soberanía se basa en las ideas fundamentales de las reformas del Presidente Lázaro Cárdenas consecuentes con la expropiación petrolera de 1938, destacando que la propiedad y el dominio directo del petróleo y de todos los carburos de hidrógeno sólidos, líquidos o gaseosos, en el subsuelo, son y seguirán siendo de la Nación. De forma análoga, se retoman las ideas que guiaron las reformas legales cardenistas en materia eléctrica, que buscaban el desarrollo de un sistema nacional eléctrico basado en principios técnicos y económicos, bajo la conducción y regulación del Estado. II. PETRÓLEO Y DEMÁS HIDROCARBUROS II.1. Retos en materia de hidrocarburos

a) Exploración y extracción La adecuada extracción y transformación sostenible de los hidrocarburos que pertenecen a la Nación, representa una oportunidad de desarrollo económico, así como un beneficio para todos los mexicanos, ya que se pretende ampliar la oferta energética a precios competitivos. La iniciativa de reforma constitucional que aquí se presenta retoma los fundamentos cardenistas y dará al país un mayor impulso para aprovechar sus recursos energéticos. Si bien en los últimos años se ha tenido un mayor ritmo de inversión, no se ha traducido en mayor producción. Es decir, se ha gastado más en la búsqueda y extracción de petróleo, pero se ha producido menos. Al respecto, la iniciativa parte de un hecho innegable: el petróleo de fácil acceso se está acabando, tanto en México como en el resto del mundo. Cantarell, nuestro principal campo, se está agotando. No obstante, México cuenta con reservas probadas para 10 años de producción, ubicadas mayoritariamente en las aguas someras del Golfo de México, en donde Petróleos Mexicanos cuenta con amplia experiencia. Lo anterior da un margen de tiempo suficiente para confirmar la existencia de reservas y recursos prospectivos de nuevos yacimientos, y eventualmente convertirlos en producción. El mayor reto exploratorio será reclasificar los recursos prospectivos, los cuales en su mayoría están localizados en yacimientos de gran complejidad que demandan capacidades de ejecución e inversión que sólo se pueden alcanzar con la concurrencia de diversas empresas petroleras. Además, sería inconveniente que la empresa estatal asuma por sí sola la totalidad de los riesgos inherentes a estas nuevas actividades.

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En materia de producción de hidrocarburos, un reto adicional es el de aumentar el factor de recuperación de los campos maduros, para lo cual se requerirá el uso intensivo de técnicas de recuperación mejorada. Distintos países han ajustado su legislación ante los retos que representa el nuevo entorno de yacimientos cada vez más complejos, que requieren de grandes inversiones, compartir riesgos, así como desarrollar y aplicar nuevas tecnologías. Las reformas de Brasil, Colombia y Noruega dan muestra clara de ello, al diseñar esquemas que promovieron la producción en yacimientos de petróleo no convencional. En el caso del gas y crudo de lutitas, los retos técnicos y de capacidad de ejecución son significativamente mayores que los que se enfrentan en yacimientos convencionales, ya que la productividad por pozo es mucho menor, los costos son considerablemente mayores y su producción requiere una mayor capacidad de ejecución. México aún está por detonar su potencial en yacimientos de este tipo y por aprovechar sus beneficios. Si se toma como referencia a nuestro mayor socio comercial, en 2012 se otorgaron 9,100 permisos de perforación a 170 empresas en los Estados Unidos de América en yacimientos de petróleo y gas de lutitas, mientras que en México se perforaron sólo 3. Asimismo, la producción de gas de lutitas ha aumentado ocho veces en Estados Unidos desde el año 2000; en la actualidad representa cerca del 40% de la producción de gas natural en dicho país. Por otro lado, la exploración y extracción de hidrocarburos en aguas profundas (tirante de agua mayor a 500 metros), implica un riesgo significativamente mayor al enfrentado en aguas someras (tirante de agua menor a 500 metros) o en tierra. Adicionalmente, los costos de perforación en aguas profundas son aproximadamente 10 veces mayores a las correspondientes en aguas someras y 100 veces mayores a los de yacimientos terrestres, con probabilidades de éxito relativamente bajas. Otra manera de dimensionar el reto de capacidad de ejecución en aguas profundas, es comparar la actividad que se está realizando en la parte del Golfo de México que corresponde a los Estados Unidos, con la actividad llevada a cabo por Petróleos Mexicanos en nuestras aguas territoriales. En Estados Unidos, en 2012 se perforaron 137 pozos con profundidades superiores a 500 metros, mientras que en México esta cifra apenas ascendió a 6. También es importante hacer notar que en Estados Unidos participan más de 70 empresas en estas actividades, mientras que en México el riesgo y la responsabilidad recae sólo en una. Si consideramos solamente pozos ultra profundos de más de 1,500 metros, los cuales corresponden más al perfil de nuestras aguas territoriales, encontramos que México apenas comenzó actividades de perforación en 2010. Desde entonces se han perforado

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anualmente 52 pozos en aguas ultra profundas en Estados Unidos, contra sólo 5 en México. Por otro lado, los trabajos en aguas profundas requieren del conocimiento para desarrollar, administrar y operar las nuevas tecnologías que se emplean en este tipo de yacimientos. Para dimensionar el tamaño del reto tecnológico, cabe resaltar que las técnicas utilizadas en este tipo de operaciones sólo son comparables a las empleadas en la aeronáutica espacial, debido a las condiciones extremas que se enfrentan en términos de presión, temperatura, corrientes marinas y eventos meteorológicos en la superficie. Ante las grandes inversiones requeridas, el alto riesgo de que la producción no sea comercialmente atractiva y la necesidad de un desarrollo tecnológico de alta especialidad, la práctica internacional más extendida es que las empresas realicen operaciones en aguas profundas con esfuerzos compartidos, por lo que debería dársele a Petróleos Mexicanos la oportunidad de actuar en igualdad de condiciones que otros operadores petroleros en el mundo. También es conveniente darle al país la oportunidad de contratar a otros operadores petroleros para campos convencionales y no convencionales, con el objeto de que la extracción de nuestros recursos pueda darse en las mejores condiciones para el país.

b) Seguridad energética de la Nación La falta de un marco jurídico que responda a la realidad en esta materia ha llevado a una producción insuficiente de petróleo y gas natural, lo que junto con las crecientes importaciones de gas natural, gasolinas, diésel y petroquímicos, ha erosionado la seguridad energética de la Nación. De seguir con la tendencia actual, México se convertiría en un país importador neto de hidrocarburos en tan sólo algunos años. En relación con el gas natural, las importaciones han crecido considerablemente en los últimos 15 años; entre 1997 y 2012, las importaciones de gas natural subieron de 3% a 33% del consumo nacional. Este fenómeno se ha incrementado a partir de 2008, debido a la disminución del precio del gas natural en norteamérica. Por otro lado, al 31 de diciembre de 2012, la infraestructura de gasoductos contaba con una longitud de 11,131 kilómetros y una capacidad para transportar aproximadamente 5,000 millones de pies cúbicos diarios. De 1995 a la fecha, la extensión de la red de gasoductos en México se ha incrementado sólo en 18.3% (1,789 km). Es decir, cerca de un punto porcentual al año, lo que ha sido insuficiente para el desarrollo del país. En noviembre de 2012, el Sistema Nacional de Gasoductos alcanzó su tope máximo de transporte, lo que ha limitado la importación de gas natural por ductos y ha resultado en problemas de abasto de gas natural.

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En materia de productos refinados y petroquímicos, se está viviendo una paradoja que enfrentan México y otros países con recursos en materia de hidrocarburos. No obstante los grandes volúmenes de hidrocarburos en el subsuelo, o incluso ya extraídos del mismo, se tiene una gran dependencia de combustibles e insumos petroquímicos importados de otros países, en virtud de la limitada capacidad de refinación y transformación en relación a la producción petrolera. En México, en 2012, se contaba con una producción diaria de 2.5 millones de barriles de petróleo crudo y sólo se refinaron 1.2 millones de barriles al día, teniendo que importar aproximadamente la mitad de las gasolinas y una tercera parte del diésel que se consumen en el país. Mientras que en 1997 las importaciones de gasolinas representaban el 25% del consumo nacional, para 2012 alcanzaron el 49%. Debido a la falta de infraestructura suficiente, parte de los hidrocarburos, en particular los productos petrolíferos, son transportados de manera poco eficiente y con un costo elevado. El uso de carro-tanques y auto-tanques para el transporte de gasolinas, los cuales son, respectivamente, 6 y 13.5 veces más costosos que el uso del ducto, aumentó de 9.3% a 11.2% del total de volumen transportado de 2011 a 2013. En el caso de la petroquímica la situación es similar; las importaciones netas representan aproximadamente el doble de la producción nacional y el transporte de estos productos es ineficiente. II. 2. Marco jurídico Difícilmente puede elaborarse un diagnóstico integral de los grandes retos que hoy enfrenta nuestro país sin analizar la manera en que en el pasado hemos hecho frente a desafíos similares. Hay lecciones en nuestra historia que debemos aprovechar. En materia energética, México cuenta con grandes ejemplos que no sólo definieron la política del sector, sino que contribuyeron a fortalecer nuestro carácter nacional frente al mundo. La Constitución de 1917 plasmó en su artículo 27 el régimen de la propiedad y dentro de éste, el dominio de la Nación de todos los minerales o sustancias que en vetas, mantos, masas o yacimientos, constituyan depósitos cuya naturaleza sea distinta de los componentes del terreno, entre otros, el petróleo y todos los carburos de hidrógeno sólidos, líquidos o gaseosos. Dicha disposición facultaba al Gobierno Federal a otorgar concesiones, figura bajo la cual los particulares podrían aprovechar bienes del dominio de la Nación, con la condición de que se establecieran trabajos regulares para la explotación de dichos elementos. Así, se preveía la posibilidad de que los particulares extrajeran para su aprovechamiento el petróleo y demás hidrocarburos, bajo la figura de la concesión. La primera gran reforma energética de México fue impulsada por el Presidente Lázaro Cárdenas, quien en un contexto internacional y nacional sumamente complejo, mostró una enorme destreza para promover una transformación fundamental en el sector

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hidrocarburos. Sin esta transformación, simplemente no es posible entender la consolidación del Estado mexicano moderno. El Presidente Lázaro Cárdenas demostró su convicción patriótica y actuó como un gran estadista, pues no sólo pensó en los beneficios inmediatos, sino que tuvo en mente a las generaciones que heredarían el legado de los mexicanos que junto con él, llevaron a cabo la modernización del sector petrolero. Esta visión de largo plazo permitió llegar a un gran acuerdo para alinear y equilibrar los legítimos intereses de los trabajadores, del sector privado y del gobierno. El espíritu de las reformas cardenistas fue nacionalista sin duda, pero también modernizador, visionario y pragmático. Un elemento fundamental de estas reformas fue que garantizaron la propiedad y rectoría del Estado en el control de los hidrocarburos, al tiempo que contemplaron la participación del sector privado en diversas actividades de la industria. El primer paso consistió en dotar al país de un marco constitucional sólido en materia de hidrocarburos, por lo que el 22 de diciembre de 1938, el Presidente Cárdenas envió una iniciativa de reforma constitucional al Congreso de la Unión. La iniciativa fue aprobada en sus términos y la reforma se publicó el 9 de noviembre de 1940 en el Diario Oficial de la Federación. Algunos elementos fundamentales para comprender la manera en que el Presidente Cárdenas concibió el modelo de hidrocarburos para el país con esa reforma, son los siguientes: La exclusividad del Estado sobre la propiedad de los recursos en el subsuelo.

Se mantiene el régimen de la Constitución de 1917 en el sentido de que corresponde a la Nación el dominio de los recursos del subsuelo, entre ellos, el petróleo y demás hidrocarburos.

La supresión de las concesiones tratándose del petróleo y carburos de hidrógeno.

Toda vez que la concesión es el instrumento jurídico que confiere derechos a los particulares para explotar o aprovechar los bienes del dominio de la Nación, al suprimirse las concesiones se cancela la posibilidad de cualquier derecho de los particulares sobre el petróleo y demás hidrocarburos en el subsuelo. De la exposición de motivos de dicha iniciativa, se desprende que la reforma se sustentó principalmente en que no obstante que de acuerdo con el régimen adoptado por la Constitución de 1917 era posible otorgar concesiones, lo que suponía una facultad discrecional del Estado, la interpretación prevaleciente en la época fue en el sentido de que el Estado estaba obligado a otorgarlas. De hecho, la Ley del Petróleo

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de 1925 conservó el principio de la obligatoriedad para la Administración Pública de otorgar concesiones, con lo que la legislación del petróleo seguía muy de cerca la tradición de las leyes mineras y prácticamente la Federación no guardaba vinculación de intereses patrimoniales con la industria del petróleo más que a través de los impuestos, lo cual era notoriamente insuficiente.

Sobre esto el Presidente Cárdenas señaló que “la interpretación dominante en los primeros años de vigencia del artículo 27 fue en el sentido de que la propiedad nacional sobre el petróleo era simplemente el medio jurídico ideado para permitir una mejor distribución de esa substancia entre los particulares.” De acuerdo con la propia iniciativa, esta situación se hubiera podido corregir mediante una modificación al régimen de concesiones en la Ley del Petróleo de 1925, sin embargo también hubiera sido objeto de interpretaciones y controversias por lo que, por su importancia, se optó por una reforma constitucional. Como puede apreciarse, con la supresión de las concesiones se buscaba fortalecer la rectoría del Estado en materia petrolera y el ejercicio pleno de sus derechos sobre sus recursos del subsuelo, ya que hasta ese momento se interpretaba que los particulares tenían derecho al aprovechamiento de dichos recursos, al considerarse que el Estado estaba obligado a otorgar concesiones para ello.

El reconocimiento del derecho exclusivo del Estado a explotar el petróleo y los carburos de hidrógeno, así como el establecimiento de una reserva de ley para definir la forma en que llevará a cabo dicha explotación. Al suprimirse las concesiones sobre el petróleo y demás hidrocarburos del subsuelo, se canceló la posibilidad de cualquier derecho de los particulares sobre dichos recursos naturales. Por tratarse de bienes del dominio de la Nación, la consecuencia necesaria es que ahora sólo el Estado tiene el derecho de decidir sobre la extracción y disposición del petróleo y demás hidrocarburos del subsuelo. Por ello, la reforma cardenista estableció en el artículo 27 constitucional que la ley reglamentaria respectiva determinaría la forma en que la Nación llevará a cabo las explotaciones de esos productos; es decir, la forma en que recuperará dichos recursos del subsuelo y dispondrá de ellos. Así, es clara la distinción entre el derecho exclusivo del Estado reconocido por la Constitución para extraer y disponer de sus propios recursos, y la forma en que lo hará, que será determinada por la ley, otorgándose para ello el más amplio margen al legislador.

La reforma constitucional de 1940 dotó de un marco claro al sector, al desaparecer las concesiones tratándose de hidrocarburos del subsuelo. Lo anterior, de ninguna manera significaba excluir a los particulares de las actividades petroleras, como lo señaló el propio

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Presidente Cárdenas en la iniciativa de Ley Reglamentaria del Artículo 27 Constitucional en Materia de Petróleo, que creó instrumentos contractuales para incorporar a terceros en la cadena productiva del sector hidrocarburos e, incluso, estableció el régimen de concesiones para otras actividades de la industria, como la construcción de refinerías y oleoductos, y la distribución de gas:

“El Ejecutivo, al formular la iniciativa que culminó con la reforma constitucional de que se trata, y después en diversas declaraciones, ha expresado su punto de vista de que la exclusión de los particulares del régimen de concesiones que el artículo 27 fija para la explotación de los recursos naturales del dominio público, no implica que la Nación abandone la posibilidad de admitir la colaboración de la iniciativa privada, sino simplemente que esa colaboración deberá realizarse en el futuro dentro de las formas jurídicas diversas de la concesión que, por una tradición muy arraigada en nuestro sistema legislativo, se supone que, aunque en forma limitada y precaria, concede ciertos derechos a la explotación directa del subsuelo, de tal manera que una vez expedida, el Estado se reserva una función casi exclusivamente reguladora y de policía; función ésta enteramente insuficiente en materia de petróleo después de que el Estado por el Decreto de 18 de marzo de 1938 decidió la expropiación de los bienes de las principales empresas petroleras.

“… conviene indicar que como la Constitución sólo ha prohibido la explotación mediante concesiones del petróleo pero no la posibilidad de la construcción de oleoductos, refinerías y sistemas de distribución para gas, el proyecto adjunto conserva estos tipos de concesiones…”.

Con la Ley Reglamentaria, publicada en el Diario Oficial de la Federación el 9 de noviembre de 1940 –el mismo día que la reforma constitucional– se creó un marco jurídico claramente innovador que incluía los siguientes aspectos: Se incorporó la posibilidad de celebrar con particulares contratos de exploración y

explotación. El reconocimiento constitucional de la explotación como un derecho exclusivo de la Nación, permitía que estos contratos cumplieran su función operativa, sin poner en riesgo los derechos del Estado sobre sus recursos. Sobre este aspecto, el Presidente Lázaro Cárdenas señaló en su iniciativa de Ley, que fue aprobada en sus términos, que entre las bases principales del régimen contractual propuesto estaba la “fijación del criterio de que el contratista no adquiría un derecho directo a la explotación del petróleo, sino solo a obtener una compensación…”

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Así, los artículos 6º y 7º de la Ley previeron que para la exploración y explotación por la Nación “podrán celebrarse contratos con los particulares, a fin de que estos lleven a cabo por cuenta del Gobierno Federal, los trabajos de exploración y explotación”.

Se estableció que las compensaciones por esos contratos podían ser en efectivo o equivalentes a un porcentaje de los productos obtenidos. Para el otorgamiento de dicha compensación, los contratistas debían recuperar las inversiones y obtener una utilidad razonable. Es decir, se trataba de un contrato impulsado por el interés de los actores privados para obtener mayores ganancias, redituando en una mayor renta para la Nación y alineando, de esta forma, los incentivos entre el Estado y sus contratistas.

Los contratos eran celebrados con el Estado bajo los términos que éste consideraba

adecuados, garantizando que las actividades para obtener la riqueza petrolera fueran conducidas en todo momento por la Nación.

Para actividades distintas a la explotación (concepto utilizado en la ley referido a la

extracción), tales como las refinerías, oleoductos y distribución de gas, se estableció el régimen de concesiones.

Como puede apreciarse, las reformas cardenistas garantizaron cuatro aspectos esenciales: 1) Se consolidó la propiedad de la Nación sobre los hidrocarburos; 2) Se eliminó el régimen de concesiones en exploración y extracción; 3) Se creó un sistema de figuras contractuales para la exploración y extracción de los hidrocarburos, y 4) Se permitió la participación de terceros en refinación, transporte y distribución de hidrocarburos. Este modelo visionario permitiría que la Nación pudiera hacer un uso eficiente de sus recursos para impulsar el desarrollo del país en beneficio de los mexicanos. Se trató de un diseño nacionalista en cuanto a la propiedad, e inteligente y pragmático desde el punto de vista de la eficiencia operativa. Este régimen subsistió cerca de 20 años y es hasta 1958, año en que se expidió una nueva Ley Reglamentaria del artículo 27 Constitucional en el Ramo del Petróleo, que se eliminó la posibilidad de celebrar contratos con particulares en la explotación que lleva a cabo el Estado y reservó todas las actividades de la industria petrolera sólo a Petróleos Mexicanos o a cualquier otro organismo que se estableciera en el futuro. Así fue eliminada la contratación como medio a través del cual la Nación puede llevar a cabo la extracción de los hidrocarburos, y mediante reforma a la Constitución del 20 de enero de 1960, se incorpora la prohibición de contratos en esta materia en el artículo 27 constitucional. Finalmente, el 3 de febrero de 1983 se reformaron los artículos 25, 26, 27 y 28 de la Constitución, con el propósito de configurar un derecho constitucional económico al

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establecer en la Ley fundamental los principios y medios que debían regir la actuación del Estado en la materia. En dicha reforma se estableció en el artículo 28 constitucional que no constituyen monopolios las funciones que el Estado ejerza de manera exclusiva en las áreas estratégicas de petróleo y demás hidrocarburos, así como petroquímica básica, entre otras, y que el Estado contará con los organismos y empresas que requiera para el eficaz manejo de las áreas estratégicas y en las actividades de carácter prioritario. El diseño del régimen jurídico en materia de hidrocarburos impulsado por el Presidente Lázaro Cárdenas no corresponde al texto constitucional vigente, fruto de reformas posteriores. Por tanto, la recuperación del diseño original cardenista, motivo de la iniciativa que se presenta a esa Soberanía, implica necesariamente una reforma constitucional. II. 3. Propuesta de reformas Dada la situación del sector y la perspectiva que enfrenta, es necesario reformar nuestro marco jurídico para que responda a sus necesidades actuales y asegurar con ello el óptimo aprovechamiento de los recursos naturales en beneficio de la Nación. La propuesta que aquí se presenta es congruente y consistente con las ideas fundamentales del Presidente Lázaro Cárdenas. Lo es en sustancia, al compartir los principios nacionalistas y modernizadores, y también lo es por la utilización de los instrumentos legales que la reforma cardenista concibió para la industria, al preverse la colaboración de la iniciativa privada mediante formas distintas a la concesión. El modelo propuesto, al igual que el cardenista, comprende dos esquemas; 1) contratos eficientes para la exploración y extracción celebrados con el Ejecutivo Federal, y 2) participación de terceros en toda la cadena de valor de los hidrocarburos, a través de autorización expresa del Gobierno Federal. La propuesta de reforma que hoy se somete a consideración: 1) Mantiene la propiedad de la Nación sobre los hidrocarburos en el subsuelo, sólidos, líquidos y gaseosos en todo momento; 2) Mantiene la prohibición de otorgar concesiones, al basarse en la conducción decidida e irrenunciable de las actividades del sector por parte del Estado, en el entendido de que sólo éste puede disponer de los recursos del subsuelo; 3) Plantea la incorporación de contratos, que celebre el Ejecutivo Federal, con organismos y empresas del Estado y/o terceros que permitan expandir y hacer más eficientes las actividades de exploración y extracción de hidrocarburos, y 4) Autoriza, a partir de permisos otorgados por el Ejecutivo Federal, la participación de terceros en refinación, transporte, almacenamiento y distribución de hidrocarburos sin que se ponga en riesgo la propiedad de nuestros recursos.

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Con base en lo expuesto, las reformas propuestas en materia de hidrocarburos consisten en:

a) Eliminar la prohibición de que el Estado celebre contratos para la explotación de hidrocarburos.

Si bien en su contexto histórico existieron razones para que en 1958 se estableciera que la explotación de la Nación se llevara a cabo sólo a través de Petróleos Mexicanos, la explotación se daba en esa época en condiciones muy diversas a las actuales, partiendo en principio de que se trataba de la explotación convencional del petróleo. Sin embargo, como ya se mencionó, el petróleo de fácil acceso se está agotando y cada vez son mayores los desafíos que se enfrentan para su explotación, entre ellos altos riesgos, grandes inversiones, alta capacidad operativa y la necesidad de recursos tecnológicos cada vez más desarrollados. En el contexto actual, la imposibilidad de que la Nación pueda aprovechar en sus actividades de exploración y extracción, la participación de particulares, a través de contratos, los cuales podrían aportar precisamente las altas inversiones requeridas, los recursos tecnológicos y la experiencia, así como compartir riesgos, constituye una barrera injustificada que la coloca en desventaja respecto de los demás operadores y que le impide aprovechar en forma óptima sus propios recursos en beneficio de los mexicanos. Por ello, se propone eliminar del artículo 27 constitucional la restricción incorporada en 1960, que le impide al Estado la utilización de contratos en sus actividades de explotación de hidrocarburos, es decir, en su extracción del subsuelo para su aprovechamiento. En este punto es preciso ser claros. La propiedad de los hidrocarburos del subsuelo es y seguirá siendo de la Nación, por lo que su explotación seguirá estando a cargo de la Nación y en su beneficio, por tanto se conserva la prohibición de otorgar concesiones que confieran derechos sobre nuestros recursos naturales a los particulares. La eliminación de dicha restricción, generará un marco constitucional idóneo para que, conforme más convenga a los intereses de la Nación, el Estado pueda aprovechar las aportaciones de terceros para complementar a sus organismos, como lo es Petróleos Mexicanos, a través de contratos eficientes que alineen los incentivos de los contratistas con los del Estado, en las actividades inherentes a la exploración y extracción de dichos recursos, tal y como lo marcaban el espíritu y letra de las reformas realizadas por el Presidente Lázaro Cárdenas. México tiene un gran potencial de hidrocarburos, sobre todo en cuencas poco aprovechadas y con recursos no convencionales, como son las aguas profundas del Golfo de México y el petróleo y gas de lutitas. Esta riqueza en el subsuelo debe aprovecharse para contribuir al desarrollo de la Nación, no existe razón alguna para que, a diferencia de

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la mayoría de los países, se limiten los medios a través de los cuales el Estado pueda cumplir con su función de extraer sus propios recursos naturales. Con la eliminación de esta restricción en la Constitución y manteniendo la reserva de ley prevista, se pretende que la ley reglamentaria determine la forma en que el Estado pueda aprovechar la participación de los sectores social y privado, de modo análogo a las reformas cardenistas, a través de contratos para la exploración y extracción de hidrocarburos en los que puedan pactarse mecanismos de pago en función de los recursos que se obtengan, mediante compensaciones en efectivo o equivalentes a un porcentaje de los mismos, entre otros, tal como se previó en las reformas cardenistas y atendiendo a las mejores prácticas en esta materia. La política sobre las actividades de exploración y extracción de hidrocarburos será dictada exclusivamente por el Ejecutivo Federal. Además, el Ejecutivo Federal celebrará contratos con organismos y empresas del Estado y con los sectores social y privado, manteniendo el Estado el dominio sobre los recursos en el subsuelo, sin posibilidad de otorgar derechos a través de concesiones. Así, se propone retomar en el párrafo sexto del artículo 27 constitucional, en la parte relativa a los hidrocarburos, la reforma impulsada por el Presidente Cárdenas y que estuvo vigente de 1940 a 1960:

“… Tratándose del petróleo y de los carburos de hidrógeno sólidos, líquidos o gaseosos no se expedirán concesiones y la Ley Reglamentaria respectiva determinará la forma en que la Nación llevará a cabo las explotaciones de esos productos...”

Asimismo, se reubica dentro del mismo párrafo sexto del artículo 27 constitucional el mandato, hoy vigente, consistente en que no se otorgarán concesiones ni contratos respecto de minerales radioactivos, ya que a diferencia de los hidrocarburos, se considera que las actividades relacionadas con la extracción de dichos minerales, dada su naturaleza y posibles usos, no deben llevarse a cabo por particulares, ni aún bajo la figura jurídica de los contratos.

b) Sustraer de las áreas estratégicas del Estado a la petroquímica básica y dar certeza a nivel constitucional para que las actividades de la industria petrolera, tales como el procesamiento de gas natural y la refinación del petróleo, así como el transporte, almacenamiento, distribución y comercialización de dichos productos y sus derivados, puedan ser realizadas tanto por organismos del Estado, como por los sectores social y privado, a través de permisos que otorgue el Ejecutivo Federal.

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Al propiciarse una mayor producción de petróleo crudo y gas natural en el país, es conveniente complementar a Petróleos Mexicanos también en las actividades de refinación, de petroquímica y de transporte, con el fin de que la creciente disponibilidad de hidrocarburos pueda transformarse en un mayor volumen de productos derivados, montos crecientes de inversión y más empleos en el territorio nacional. Al respecto, el artículo 28 constitucional establece que no constituirán monopolios las funciones que el Estado ejerza de manera exclusiva en las áreas estratégicas de petróleo y demás hidrocarburos, entre otras, es decir, la función de explotar dichos recursos del subsuelo, otorgada en exclusiva a la Nación por el artículo 27 constitucional. Si bien la función exclusiva respecto del petróleo y demás hidrocarburos del subsuelo consiste en su explotación, es decir, su exploración y extracción, el artículo 28 constitucional considera también dentro de las áreas estratégicas las funciones que el Estado ejerza en forma exclusiva en petroquímica básica. Por ello, se propone reformar el artículo 28 de la Constitución para suprimir a la petroquímica básica como área estratégica que no constituye monopolio y señalar expresamente que tratándose de petróleo y demás hidrocarburos se estará a lo dispuesto por el párrafo sexto del artículo 27 de la Constitución, ya que es dicha norma la que otorga al Estado la función de explotar los hidrocarburos del subsuelo, consistente en el derecho de extraerlos de su reservorio natural y disponer de ellos, lo que será llevado a cabo en la forma que determine la Ley Reglamentaria. Con ello se asegura un marco constitucional claro que permitirá, como en el modelo cardenista: a) la celebración de contratos del Ejecutivo Federal con organismos del Estado y/o con particulares en actividades de exploración y extracción, y b) que además de los organismos del Estado, los particulares participen directamente bajo esquemas regulados en la cadena de valor después de la extracción, incluyendo el transporte, tanto de los productos obtenidos del subsuelo (petróleo crudo, gas natural y sus líquidos), como de aquellos que son resultado de la transformación (petroquímicos y refinados), siempre en los términos que establezca la legislación secundaria, a través de permisos que otorgue el Ejecutivo Federal. Nuestro país ya ha dado pasos en esta dirección. Mediante reforma a la Ley Reglamentaria del Artículo 27 Constitucional en el Ramo del Petróleo, publicada en el Diario Oficial de la Federación el 11 de mayo de 1995, se eliminó del catálogo de actividades que comprende la industria petrolera a cargo en forma exclusiva del Estado, el transporte, almacenamiento y distribución de gas metano y licuado de petróleo, quedando únicamente como actividades estratégicas las necesarias para interconectar su explotación y procesamiento. Así, el transporte, almacenamiento y distribución de gas metano y licuado de petróleo se transformaron de actividades exclusivas del Estado en actividades que pueden llevar a cabo los particulares mediante permiso.

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En la misma dirección, Brasil, Colombia y Noruega, tienen esquemas de participación de terceros en actividades de transformación y transporte, lo cual ha permitido a los consumidores de esos países tener una oferta cada vez mayor de combustibles e insumos para sus actividades. Corresponderá a la ley determinar las condiciones bajo las cuales puedan concederse permisos a los particulares para llevar a cabo estas actividades, así como la regulación a la que estarán sujetos en su operación, por su interés para la Nación. En conclusión, la reforma que se somete a la consideración de esa Soberanía en materia de hidrocarburos consiste en retomar el marco jurídico promovido por el Presidente Lázaro Cárdenas del Río, que fortaleció los derechos de la Nación sobre sus recursos naturales, al mismo tiempo que previó instrumentos para aprovechar la participación de los particulares en el desarrollo de sus funciones exclusivas –extracción de los hidrocarburos del subsuelo para su aprovechamiento– así como la participación directa de los mismos en las demás actividades de la industria petrolera. Finalmente, bajo el esquema propuesto se plantea el fortalecimiento de Petróleos Mexicanos y redefinir su relación con el Estado mexicano, pasando de una visión estrecha como generador de ingresos públicos en el corto plazo, a una de perspectiva amplia y de largo plazo. El nuevo régimen fiscal para Pemex que se propondrá como parte de la Reforma Hacendaria será consistente con este cambio de enfoque. Hoy en día, el régimen fiscal de Pemex está sustentado en un esquema de derechos rígidos, los cuales se determinan sin reconocer plenamente las necesidades de inversión de la empresa. En otros países, como Brasil, Colombia y Noruega, las empresas petroleras nacionales pagan contribuciones más moderadas que las que hoy en día paga Pemex y luego, dependiendo de la rentabilidad de la inversión, se decide de forma más flexible si el remanente se reinvierte en la propia empresa o se transfiere a la hacienda pública. La propuesta que se incluirá en la reforma hacendaria estará alineada con la necesidad que tiene Pemex de ser más flexible para conseguir mejores resultados. Ello implicará un cambio de paradigma con dos componentes esenciales: primero, un pago de derechos más bajo que en la actualidad y, segundo, el remanente de ese pago de derechos podrá ser reinvertido en la empresa o una parte podrá ser transferida al presupuesto como si fuera un dividendo que podrá emplearse para gasto en escuelas, hospitales, infraestructura de agua o carreteras. Este nuevo esquema hará que Pemex tenga un tratamiento fiscal comparable al de otras empresas petroleras en el resto del mundo. El régimen propuesto, a diferencia del actual, alineará los incentivos entre Pemex y el Gobierno Federal, al mismo tiempo que le permitirá a la empresa ser más competitiva.

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II. 4. Beneficios esperados La inversión y los recursos fiscales que se obtengan de concretarse las reformas propuestas, permitirán a México consolidar un modelo de hidrocarburos sostenible en el largo plazo, pensando en el bienestar de futuras generaciones. Así, con la reforma se plantean los siguientes objetivos de la política de hidrocarburos: 1. Lograr tasas de restitución de reservas probadas de petróleo y gas superiores al

100%. Ello significa que el incremento de la producción estaría acompañado del descubrimiento de igual o mayor volumen de reservas.

2. Incrementar la producción de petróleo, de 2.5 millones de barriles diarios actualmente, a 3 millones en 2018, así como a 3.5 millones en 2025.

3. En el caso del gas natural, la producción aumentaría de los 5 mil 700 millones de pies cúbicos diarios que se producen actualmente, a 8 mil millones en 2018, así como a 10 mil 400 millones en 2025.

Adicionalmente, la reforma propiciará una mayor integración en la cadena de valor a partir de la extracción de los hidrocarburos, lo que permitirá un abasto suficiente de gasolinas, gas metano y gas licuado de petróleo, a precios competitivos. El incremento en la inversión y la producción incidirá favorablemente en el crecimiento del Producto Interno Bruto y en la generación de empleos, al mismo tiempo que permitirá la obtención de recursos fiscales adicionales, que se destinarán fundamentalmente a las siguientes actividades, enfocadas a mejorar la calidad de vida de la población e incrementar la competitividad de nuestro país: (i) Fortalecer nuestro sistema de seguridad social para abatir decididamente a la

pobreza extrema y crear mecanismos de redistribución eficaces, combatiendo al hambre y mejorando los servicios de salud pública. Los ingresos fiscales adicionales servirán para que los grupos más vulnerables tengan la oportunidad de desarrollarse, mejorar sus condiciones de vida y contribuir a la competitividad del país.

(ii) Formar a las nuevas generaciones con educación de calidad y desarrollar

capacidades profesionales. Así, nuestro país podrá aprovechar su bono demográfico y generar un número creciente de trabajadores de alta especialidad técnica. Además, se impulsará el desarrollo tecnológico nacional, dirigiendo claramente los esfuerzos a obtener soluciones acordes con los nuevos retos geológicos.

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(iii) Invertir en infraestructura, para generar un desarrollo incluyente y distribuido para alcanzar todos los rincones del país. Aeropuertos, carreteras y caminos, entre otros activos, serán construidos pensando en el bienestar y productividad de futuras generaciones. Un enfoque federalista permitirá alcanzar los mejores resultados de inclusión y transmisión de los beneficios.

III. ENERGÍA ELÉCTRICA III. 1. Situación del sector eléctrico

a) Marco institucional Una sociedad moderna con oportunidades para todos no puede concebirse sin el acceso a fuentes de energía confiables, limpias y a precios competitivos. En México mientras que las poblaciones de más de 100 mil habitantes registran una electrificación superior al 99%, en las localidades más pequeñas y marginadas de menos de 2,500 habitantes esta cifra es de 93.5%. Actualmente, se tienen pendientes por electrificar a cerca de 43,000 localidades, lo que representa a más de 2 millones 200 mil mexicanos. La erradicación de la pobreza energética es un elemento de alto impacto para alcanzar el desarrollo humano. Por ello, uno de los objetivos principales de esta reforma es promover un desarrollo incluyente en México. Para que la transformación del sector energético beneficie a todos los mexicanos, se requiere establecer el acceso universal a la energía eléctrica como una prioridad fundamental de la política energética. Con una cobertura de 98%, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) se acerca al cumplimiento de su misión original. No obstante, crecen los reclamos de la sociedad por los altos costos de la energía eléctrica. Esta situación se da en un contexto en el que las finanzas de la Comisión se han tornado endebles. En el año 2012, la empresa presentó un déficit financiero de 77 mil millones de pesos. Si bien una parte del déficit se subsanó con la exención del pago del aprovechamiento por el uso de patrimonio del Estado, la CFE tuvo que absorber 33.4 mil millones de pesos mediante decrementos de su patrimonio. Estos resultados se van agravando: en los primeros seis meses de 2013, el patrimonio de la empresa disminuyó en 35 mil millones de pesos; cifra superior a la registrada en todo el año anterior. De acuerdo con estimaciones de la propia Comisión Federal de Electricidad, de continuar las tendencias actuales, el patrimonio neto de la empresa será negativo al cierre de 2014. Por otra parte, las tarifas de la CFE no son competitivas a nivel internacional. Una comparación con nuestro principal socio comercial muestra que, aún con subsidio, en promedio nuestras tarifas son 25% superiores a las de los Estados Unidos de América, con diferencias mayores en segmentos clave de la industria y el comercio. Estos precios

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representan un freno a la economía mexicana. Respecto de las tarifas residenciales en el primer trimestre de 2013, las tarifas de la CFE fueron 14% menores a las equivalentes en Estados Unidos. Esta cifra comprende la tarifa Doméstica de Alto Consumo, que no cuenta con subsidio y es 149% mayor a la tarifa residencial promedio de ese país, así como las tarifas residenciales subsidiadas, que son 24% menores al equivalente en Estados Unidos, resultado que se logra con un enorme sacrificio de las finanzas públicas: el monto del subsidio asignado de 57 mil millones de pesos en el primer semestre de 2013 fue cercano al 0.75 por ciento del Producto Interno Bruto en el mismo periodo. No obstante, las tarifas eléctricas representan una proporción importante del gasto de las familias. Dado que los resultados financieros de la CFE no son sostenibles y que el alza de tarifas no es una opción para restaurar la salud financiera de la empresa, es indispensable reducir los costos de producción. El análisis de cada segmento de la industria eléctrica nacional permite identificar áreas de oportunidad significativas para incrementar y distribuir eficiencias y lograr ahorros que redunden en beneficio de la sociedad. Para ello, es necesario considerar el entorno en el que se desenvuelve la CFE. Actualmente, México cuenta con una capacidad efectiva de 63 Gigawatts. De dicha capacidad, cerca del 64% es operada por la CFE y el 36% restante por terceros bajo los esquemas de Productor Independiente de Energía Eléctrica (PIE), autoabastecimiento, cogeneración, pequeña producción, exportación y usos propios. La creciente participación del sector privado nacional y extranjero en la generación eléctrica es resultado de las reformas a la Ley del Servicio Público de Energía Eléctrica, publicadas en el Diario Oficial de la Federación el 23 de diciembre de 1992, las cuales permitieron la participación de terceros en aquellas actividades que no se consideraran servicio público. Mediante la creación de la Comisión Reguladora de Energía, se estableció un marco regulatorio que ha ido adecuando la reglamentación, tomando en cuenta los cambios tecnológicos y las demandas de la industria eléctrica nacional. La apertura limitada a la participación privada ha permitido a los actores privados contribuir a brindar seguridad energética al país, así como ofrecer mejores tarifas a sus clientes. Sin embargo, el esquema actual se está agotando y los beneficios no están siendo distribuidos a toda la sociedad. Adicionalmente, las condiciones a las que está sujeta la CFE no le han permitido competir en igualdad de circunstancias para captar y mantener a los clientes más rentables, que son los grandes usuarios.

b) Energías limpias Aunado a lo anterior, se tiene el objetivo de avanzar en la transición energética. En 2012, se aprobó la Ley General de Cambio Climático, en la cual el país establece como meta la

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reducción de emisiones de gases de efecto invernadero en 30% para el año 2020 y 50% para el 2050, en relación con la línea base de emisiones del año 2000. Dicha Ley es precisa en cuanto a la contribución que se espera del sector energético, particularmente de la industria eléctrica, la cual deberá promover que al menos 35% de la generación eléctrica del país provenga de fuentes limpias en 2024, y que además se cumpla con lo dispuesto en la Ley para el Aprovechamiento de las Energías Renovables y Financiamiento de la Transición Energética y la Ley para el Aprovechamiento Sustentable de la Energía. La CFE tiene por mandato generar energía al menor costo, por lo que históricamente su operación ha privilegiado plantas de generación a base de combustibles fósiles; es decir, termoeléctricas, carboeléctricas, duales y ciclos combinados de gas natural. Si bien a partir de los años noventa, la CFE incrementó significativamente la generación a base de ciclos combinados de gas natural, en 2012 el 20.7% de la generación para el servicio público se basó en tecnología convencional que consume combustóleo o diésel, que son de cuatro veces a seis veces más caros que el gas natural y tienen mayor impacto ambiental. Se estima que la sustitución de combustóleo por gas natural produciría ahorros sustanciales. Sin embargo, bajo el marco jurídico actual, la CFE ha enfrentado diversas dificultades a la sustitución de esta capacidad debido a sus propias restricciones de planeación, financiamiento y ejecución de proyectos. En los últimos tiempos, el desabasto de gas natural que ha sufrido el mercado interno ha obligado a la CFE a sustituir gas natural por combustóleo lo que ha tenido un impacto financiero de 18.9 miles de millones de pesos en 2012 y de 8.4 miles de millones de pesos en el primer cuatrimestre de 2013. Una matriz energética más limpia y diversificada es una condición necesaria para cumplir con los objetivos de mitigación del cambio climático, tener mayor flexibilidad en generación y poder disminuir los costos. México es un país privilegiado por la diversidad de sus recursos naturales. Nuestra Nación cuenta con un gran potencial en materia de energías renovables, particularmente en energía eólica, geotérmica, hidráulica y mini hidráulica, biomasa y solar. Nos encontramos ante una gran oportunidad para aprovechar estos recursos energéticos, tal y como lo han hecho otros países. En 2012, China, Estados Unidos y la India contaban con una capacidad instalada de generación a base de energías renovables, sin incluir hidroeléctricas, de 90, 86 y 24 Gigawatts, respectivamente, mientras que México alcanzó apenas 2.4 Gigawatts. A pesar de los esfuerzos, en 2012, la participación de energías no-fósiles en el Sistema Eléctrico Nacional fue apenas de 18.3% de la energía generada, siendo que la meta a alcanzar al 2024 es de 35%. Cabe destacar que en otras latitudes el impulso a las energías renovables se ha visto acompañado por una importante generación de empleos. Entre 2009 y 2012, la creación de “empleos limpios” directos e

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indirectos sumó 1.7 millones en China, 611 mil en Estados Unidos y 350 mil en la India. A nivel mundial, se calcula que de 2006 a 2012 los empleos en la industria de energías renovables, excluyendo a los biocombustibles, pasaron de 1.3 a 4.4 millones. El Sistema Eléctrico Nacional debe contar con un diseño adecuado para permitir e impulsar el aprovechamiento de las energías renovables. La Comisión Federal de Electricidad fue diseñada para responder a la necesidad urgente de electrificar al país e integrar al sistema. Esta vocación de origen fue muy exitosa para avanzar en esos objetivos, adoptando un modelo basado en grandes plantas de generación termoeléctrica. Sin embargo, la organización industrial que corresponde a este modelo no tiene la flexibilidad necesaria para integrar de manera eficiente las energías renovables a gran escala ni la generación distribuida. La reforma tiene como uno de sus objetivos el corregir las limitaciones del modelo actual para agregar capacidad de energías renovables a gran escala mediante la creación de un mercado competitivo de generación, administrado por el Estado a través de un operador independiente, y el establecimiento de certificados de energías limpias.

c) Red nacional de transmisión y distribución Un elemento fundamental para dar mayor agilidad al sistema eléctrico nacional es la red nacional de transmisión, la cual debe ser modernizada y ampliada. Es necesario incrementar la densidad del mallado eléctrico y su capacidad a fin de fortalecer la confiabilidad e integrar las energías renovables a gran escala. Para ello, será necesario resarcir el rezago de inversión existente en este rubro que se deriva en gran parte de una planeación que no toma en cuenta la generación privada ni las posibilidades de las regiones de alto potencial renovable. Actualmente, el 47% de las líneas de transmisión de la CFE tiene más de 20 años de antigüedad. En los últimos 5 años, se ha construido únicamente el 8% de las líneas de transmisión existentes. La CFE tiene programada una expansión del 1.1% anual de la red de transmisión, entre 2013 y 2026, periodo en el cual se pronostica un crecimiento de 4.1% anual de la demanda máxima. Este programa de expansión requerirá una inversión del orden de 244 mil millones de pesos, sin embargo no es suficiente para atender la demanda esperada eficientemente y con la participación de energías limpias. Para generar un mercado competitivo con acceso a transmisión para los nuevos proyectos de energías limpias, es imperativo que la red de transmisión se expanda por encima del crecimiento de la demanda. Las mejores prácticas internacionales destacan la importancia de contar con una entidad independiente que realice la planeación y la operación de la red de transmisión, así como el despacho de la energía, es decir, que controle la operación del Sistema Eléctrico

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Nacional. Actualmente, Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá, Perú, el Salvador y Uruguay tienen un mercado eléctrico con un operador independiente, al igual que la mayoría de los países de la OCDE. En este esquema, el operador del sistema recibe las solicitudes de interconexión de todos los proyectos de generación, independiente de su promotor, y propone las obras requeridas de manera que se optimice para todo el sistema. Asimismo, en la operación del mercado, asegura que los recursos más baratos se despachen primero, minimizando las barreras a la participación para todos los generadores y ampliando los beneficios para los consumidores. El operador estatal independiente es un elemento fundamental para asegurar el acceso abierto y equitativo a la red de transmisión, permitiendo que los mejores proyectos de generación puedan suministrar su producto. En el segmento de distribución, existe una oportunidad importante de reducir costos y mejorar las finanzas de la Comisión Federal de Electricidad mediante la reducción de las pérdidas de energía. En 1992, las pérdidas de distribución de la CFE eran de 10%, elevándose a 15.3% a finales de 2012. La cifra correspondiente a los países industrializados se ubicaba en un rango de 3% a 8% en el año 2010. Por lo tanto, se estima que una reorientación del segmento de distribución, con un enfoque en la reducción de pérdidas, podría resultar en ahorros cercanos al 10% en los costos de generación de la CFE hacia finales de la presente década.

La organización de la industria eléctrica concebida a principios del siglo XX plantea un enorme reto para armonizar los objetivos de electrificación y abasto a precios competitivos, con el establecimiento de mecanismos adecuados de sostenibilidad y protección del medio ambiente. En materia de electricidad, esta reforma tiene como propósito reducir los costos de producción y las pérdidas técnicas y no técnicas a fin de disminuir las tarifas eléctricas y prevenir la pérdida de patrimonio y descapitalización de la CFE, así como diversificar la matriz de generación para hacerla más limpia y flexible. Ello permitirá aprovechar con mayor eficiencia el portafolio de recursos con el que cuenta el país, al tiempo que facilitará el cumplimiento de los objetivos de mitigación del cambio climático y desarrollo sostenible que México se ha planteado, y propiciará la generación de cadenas productivas y empleos de calidad.

III. 2. Marco jurídico La historia de las reformas cardenistas ilustra la forma ejemplar en que el Estado mexicano ha sabido anticipar y sentar las bases institucionales para responder a los grandes retos del desarrollo de nuestra industria eléctrica. Aun cuando el nivel de desarrollo del sector eléctrico mexicano era incipiente comparado con el actual –durante la administración cardenista menos de la tercera parte de la población mexicana contaba con servicio eléctrico- varios de los retos que enfrentaba la industria eléctrica del periodo

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eran similares a los que tenemos actualmente: incrementar la cobertura, reducir el costo del servicio, desarrollar una regulación industrial eficiente con bases técnicas y económicas sólidas, y sujetar al interés general el desarrollo de un sector en el que concurren participantes públicos y privados. Ya desde el Decreto que autoriza al Ejecutivo Federal la creación de la Comisión Federal de Electricidad, publicado en el Diario Oficial de la Federación el 20 de enero de 1934, se delineaban dos objetivos básicos de la acción estatal en el sector eléctrico, a saber: el suministro de la energía eléctrica a precios reducidos y que el sistema de distribución de dicha energía se ramifique en nuestro territorio. El Presidente Lázaro Cárdenas tuvo la visión de establecer las bases institucionales y consolidar los principios fundamentales que servirían de guía para el desarrollo posterior del sector. En la Ley que crea la Comisión Federal de Electricidad publicada en el Diario Oficial de la Federación el 24 de agosto de 1937, el Presidente Cárdenas –quien la expidió en uso de facultades extraordinarias– buscó utilizar a ese instrumento del Estado para dirigir y organizar “un sistema nacional de generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, basado en principios técnicos y económicos”, y “con la finalidad de obtener con un costo mínimo, el mayor rendimiento posible en beneficio de los intereses generales.” Con la publicación posterior en el Diario Oficial de la Federación de la Ley de la Industria Eléctrica el 11 de febrero de 1939, el gobierno cardenista produjo el que –hasta entonces– sería el más complejo cuerpo normativo en la materia. Con esta Ley se refrendó el compromiso del Estado mexicano con la creación de un sistema nacional basado en la regulación estatal de las actividades de particulares, así como en la participación directa del Estado, a través de la Comisión Federal de Electricidad, en el desarrollo de las actividades de la industria eléctrica. En su tiempo y circunstancia, la Ley de la Industria Eléctrica de 1939 fue una Ley avanzada, orientada a estimular el desarrollo de la industria eléctrica, con participación pública y de terceros, y a garantizar el mejor aprovechamiento del recurso natural y el mayor beneficio social. En ese cuerpo normativo se preveían obligaciones de interconexión y contabilidad separada, esquemas normativos dirigidos a tutelar los intereses de los consumidores, y facultades regulatorias fuertes para las autoridades, cuestiones técnicas y económicas básicas para el desarrollo competitivo de una industria eléctrica con participación pública y privada. No obstante, en la década de los cincuenta factores como la falta de inversión privada para el desarrollo del sector, posturas que apelaban a una ineficacia burocrática de los órganos de regulación y un inadecuado nivel de tarifas eléctricas, llevaron al Gobierno Federal a considerar que se ponía en peligro el futuro de la industria eléctrica. Es hasta

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1960 que se reformó el artículo 27 constitucional, con el objeto de establecer que corresponde exclusivamente a la Nación generar, conducir, transformar, distribuir y abastecer energía eléctrica que tenga por objeto la prestación de servicio público y señalar que en esta materia no se otorgarán concesiones a los particulares y la Nación aprovechará los bienes y recursos naturales que se requieran para dichos fines. De acuerdo con la exposición de motivos de la iniciativa que dio lugar a esta reforma, ésta fue resultado de la necesidad de incrementar la oferta de energía eléctrica para atender las crecientes demandas en la agricultura, en la industria, en las comunicaciones y transportes, así como en las diversas actividades económicas de la población urbana y rural, además de considerar necesario aprovechar adecuadamente los recursos naturales de que dispone la nación y todos los elementos básicos que requiere su integración económica. Este marco jurídico correspondía también a la tendencia internacional del momento en el que la integración vertical y horizontal de la industria permitía mayores economías de escala. III. 3. Propuesta Como en el caso de los hidrocarburos, la propuesta de reforma al sector eléctrico es congruente con las ideas fundamentales que guiaron la acción del Presidente Cárdenas: 1) Responde al imperativo fundamental de reducir los costos del servicio eléctrico en beneficio de los intereses generales; 2) Sienta las bases para la organización de un sistema eléctrico nacional basado en principios técnicos y económicos; 3) Plantea el desarrollo del sector basado en la participación conjunta de la Comisión Federal de Electricidad y de particulares, y 4) Fortalece las facultades del Estado para regular el desarrollo del sector e imponer a los participantes obligaciones de interconexión, tarifas, servicio universal y electrificación. En el espíritu de las reformas cardenistas, los cambios que se plantean para el sector eléctrico están basados en el conocimiento técnico de la organización de la industria eléctrica, son cambios responsables que se orientan a fortalecer a la Comisión Federal de Electricidad y, a la vez, son respetuosos de la propiedad y de la iniciativa privada, se inspiran en una preocupación social que busca utilizar y complementar los esfuerzos públicos y privados en beneficio del interés general. Adicionalmente, y al igual que en el caso de las reformas en materia de hidrocarburos, esta propuesta integra los avances tecnológicos que permiten hoy en día formas más eficientes de organización industrial, imposibles de imaginar hace apenas unos años. Es importante señalar que a diferencia de los hidrocarburos, la electricidad no es un recurso natural, por lo que el interés del Estado no es la propiedad sobre la energía, sino que dicha energía llegue a mejores precios a las familias mexicanas e impulse la competitividad del país. Por lo tanto, la reforma que se somete a consideración de esa

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Soberanía plantea abrir un mercado de generación para disminuir los costos sin que el Estado pierda la rectoría en el control del sistema eléctrico nacional y la exclusividad de transmitir y distribuir la energía como un servicio público indispensable para la productividad nacional y el bienestar social. Permitir la generación de energía eléctrica por parte de particulares, facilitará dar a los mexicanos y a los sectores público, privado y social energía más barata. Por lo expuesto, en materia de electricidad, la iniciativa de reforma constitucional pretende generar un marco constitucional idóneo para que, en atención al interés general, se desarrolle un sistema eléctrico nacional basado en principios técnicos y económicos, impulsado conjuntamente por la CFE y por particulares, bajo la conducción del Estado, tal y como lo marcaba el espíritu de las reformas legales realizadas por el Presidente Lázaro Cárdenas. En consonancia con las leyes del periodo cardenista, se trata de una reforma cuyo fin último es reducir los costos y elevar la productividad y eficiencia del sistema eléctrico, de tal manera que se disminuyan las tarifas eléctricas en beneficio de la población y de la industria. Con las reformas propuestas se pretende establecer las bases constitucionales para prever en la legislación secundaria un modelo que se sustenta en los siguientes elementos básicos, que garantizan tanto el desarrollo del sistema eléctrico nacional como el control del Estado sobre dicho sistema:

a) Se reserva al Estado el control del sistema eléctrico nacional, asegurando que el desarrollo de las centrales eléctricas de generación, de la red nacional de transmisión y de las redes generales de distribución tenga lugar de manera eficiente y armónica, que responda a las necesidades de todos los participantes, públicos y privados y atienda los intereses fundamentales de los usuarios. Lo anterior permitirá que, conforme a las mejores prácticas internacionales, se garantice un despacho eléctrico eficiente de la energía generada por las centrales eléctricas, bajo principios de imparcialidad e independencia, aprovechando la energía de menor costo en beneficio de los usuarios. Del mismo modo, el Estado contará con las facultades necesarias para regir la expansión de las redes de transmisión y distribución y, en general, para intervenir conforme a las mejores prácticas internacionales y asegurar la confiabilidad, calidad, continuidad, sostenibilidad y eficiencia del suministro del servicio eléctrico a la población.

b) Se mantiene la titularidad del Estado sobre los servicios de transmisión y

distribución eléctrica, a la vez que se reitera su carácter de servicio público. Bajo este marco constitucional la red de transmisión y las redes de distribución de la Comisión Federal de Electricidad que actualmente se encargan de proveer estos

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servicios públicos, se mantendrán bajo propiedad del Estado. Adicionalmente, la nueva redacción constitucional permitirá, conforme a las bases que se establezcan en las leyes, que dicha Comisión celebre contratos con particulares. De esta manera, la titularidad de esas actividades a cargo del Estado no será obstáculo para que su organismo operador pueda auxiliarse de terceros para lograr los fines del servicio público.

Este esquema incentiva la productividad, la competencia y la reducción de costos en beneficio de la industria y de los usuarios del servicio eléctrico. En esta iniciativa tanto el control del sistema eléctrico nacional como la propiedad de las centrales y las redes de transmisión y distribución de la Comisión Federal de Electricidad –que hoy son públicas– se mantienen en manos de la Nación. III. 4. Beneficios esperados El modelo promueve la eficiencia en la programación y desarrollo de proyectos de generación, por lo que el primer resultado que se espera de la reforma es que la generación sea más eficiente, limpia y económica. Con este cambio, será posible acelerar la sustitución de generación de combustóleo y diésel, que actualmente representa el 20.7% de la generación para el servicio público y más del 21% de la generación del Sistema Eléctrico Nacional, por generación limpia y de gas natural, lo que permitirá reducir costos. La creación de un mercado competitivo de capacidad y energía, junto con un proceso de interconexión que aumente la transparencia y eficiencia en el otorgamiento de acceso a la red de transmisión, permitirá que haya múltiples desarrolladores responsables del aumento de capacidad, colocando a la CFE en condiciones de competir y otorgándole incentivos para hacer más eficientes sus propios procesos. Por otro lado, la reforma brindará certidumbre jurídica a los proyectos de participación privada mientras que el mercado les dará mayor seguridad económica. Lo anterior permitirá reducir el costo de financiamiento de los proyectos privados y, por ende, el costo que pague el usuario final. En la estructura actual del sector, la ausencia de un mercado que permita vender capacidad y energía a clientes distintos a la CFE ha aumentado el riesgo de inversión en el sector y ha concentrado los beneficios de la participación privada en pocos actores, lo que se ha traducido en costos económicos y financieros que se trasladan a los usuarios finales. Una vez que se establezca un entorno de reglas claras y seguras para la inversión y la participación privada, se acelerará la sustitución de combustóleo por energías limpias y

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gas natural. Asimismo, la CFE podrá competir por los grandes usuarios, propiciando aún más las eficiencias y con ello la reducción de las tarifas eléctricas. Un segundo resultado positivo será dar garantías de acceso y uso no discriminatorio, en términos eficientes, a la red de transmisión, como resultado de la nueva regulación operativa prevista para el Sistema Eléctrico Nacional. Las reformas posibilitarán el desarrollo de nuevos proyectos de inversión en el sector eléctrico mexicano, particularmente proyectos de energías limpias. La experiencia internacional muestra que el desarrollo de nuevos proyectos de generación requiere certidumbre en el acceso a la red de transmisión, así como tarifas de porteo transparentes establecidas con base en criterios de eficiencia económica. Lo anterior se beneficia de la imparcialidad y calidad técnica del operador del sistema eléctrico, cualidades que evitan los posibles conflictos de interés que podrían presentarse de haber una identificación entre el controlador de la red de transmisión y el titular de las centrales. Con un despacho eléctrico operado por un organismo público de manera imparcial e independiente y con tarifas de porteo transparentes fijadas de manera eficiente, se mandarán las señales correctas para que el sistema eléctrico aproveche la energía de menor costo en beneficio de sus usuarios. Sobre estas bases, se profundizará el cambio tecnológico puesto en marcha en el sector eléctrico, se propiciarán nuevas inversiones, se mejorarán las posibilidades de que el país alcance en tiempo y forma sus metas en materia de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, y se propiciarán menores tarifas eléctricas en beneficio de la población. Un tercer resultado positivo de la reforma en el sector eléctrico se producirá como consecuencia de las leyes que impongan obligaciones en materia de energías limpias, competencia y servicio público y universal. La posibilidad de que las leyes establezcan obligaciones especiales en materia de competencia asegurará que el proceso competitivo avance de manera correcta y sin distorsiones indebidas. Por su parte, los usuarios del sistema eléctrico se beneficiarán del establecimiento de obligaciones particulares que aseguren que los fines del servicio público y universal se sostengan, y puedan recibir el apoyo de los nuevos participantes privados. La experiencia internacional muestra que puede haber una reducción significativa de pérdidas de 10% o más en distribución como resultado de la reestructuración del sector. Con base en las experiencias en varios países de América del Sur, se espera que la reforma permita reducción de pérdidas para la CFE a los estándares internacionales en un periodo de 5 a 8 años, mediante la implementación de un esquema de regulación basado en resultados. Cabe señalar que se estima que estas reducciones producirán ahorros importantes a finales de esta década, lo cual repercutirá en tarifas eléctricas menos gravosas para los

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usuarios. En el caso de la CFE, uno de los retos más importantes que afrontamos es revertir el deterioro creciente del patrimonio del organismo. El modelo propuesto en la presente iniciativa apunta en esa dirección. Finalmente, se prevé que el Congreso de la Unión establezca la legislación secundaria que permita la aplicación efectiva de las reformas, mismas que determinarán el régimen jurídico bajo el cual podrán participar los sectores público, social y privado en las actividades en que sea permitido. En suma, la reforma que se somete a consideración de esa Honorable Asamblea tiene por objeto dotar al Estado mexicano de un marco constitucional que responda a los retos que enfrenta nuestro país en materia energética, que, al mismo tiempo que mantiene intactos sus derechos de propiedad y rectoría, le permitirán el mejor aprovechamiento de sus recursos naturales y la participación de los sectores social y privado en actividades productivas. Se trata, como se ha señalado, de una iniciativa que pretende retomar las reformas impulsadas en esta materia por el Presidente Lázaro Cárdenas, a efecto de lograr mejores precios en los energéticos en beneficio de los mexicanos y de nuestra economía. De merecer la aprobación del Constituyente, corresponderá al Congreso de la Unión expedir la legislación secundaria que desarrolle los mecanismos necesarios para concretar los objetivos planteados y que garanticen que las actividades de la industria se lleven a cabo bajo los principios de desarrollo incluyente, la transparencia, sustentabilidad y protección al medio ambiente. Por todo lo anterior, en ejercicio de la facultad que me confiere el artículo 71 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, se somete a la consideración de esa Soberanía, la siguiente iniciativa de DECRETO POR EL QUE SE REFORMAN LOS ARTÍCULOS 27 Y 28 DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS. ARTÍCULO ÚNICO.- Se reforma el párrafo sexto del artículo 27 y el párrafo cuarto del artículo 28 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, para quedar como sigue: Artículo 27. … ... ... ...

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... En los casos a que se refieren los dos párrafos anteriores, el dominio de la Nación es inalienable e imprescriptible y la explotación, el uso o el aprovechamiento de los recursos de que se trata, por los particulares o por sociedades constituidas conforme a las leyes mexicanas, no podrá realizarse sino mediante concesiones, otorgadas por el Ejecutivo Federal, de acuerdo con las reglas y condiciones que establezcan las leyes, salvo en radiodifusión y telecomunicaciones, que serán otorgadas por el Instituto Federal de Telecomunicaciones. Las normas legales relativas a obras o trabajos de explotación de los minerales y substancias a que se refiere el párrafo cuarto, regularán la ejecución y comprobación de los que se efectúen o deban efectuarse a partir de su vigencia, independientemente de la fecha de otorgamiento de las concesiones, y su inobservancia dará lugar a la cancelación de éstas. No se otorgarán concesiones ni contratos respecto de minerales radioactivos. El Gobierno Federal tiene la facultad de establecer reservas nacionales y suprimirlas. Las declaratorias correspondientes se harán por el Ejecutivo en los casos y condiciones que las leyes prevean. Tratándose del petróleo y de los carburos de hidrógeno sólidos, líquidos o gaseosos no se expedirán concesiones y la Ley Reglamentaria respectiva determinará la forma en que la Nación llevará a cabo las explotaciones de esos productos. Corresponde exclusivamente a la Nación el control del sistema eléctrico nacional, así como el servicio público de transmisión y distribución de energía eléctrica; en dichas actividades no se otorgarán concesiones, sin perjuicio de que el Estado pueda celebrar contratos con particulares en los términos que establezcan las leyes, mismas que determinarán la forma en que podrán participar en las demás actividades de la industria eléctrica. ... ... ... Artículo 28. … … … No constituirán monopolios las funciones que el Estado ejerza de manera exclusiva en las siguientes áreas estratégicas: correos, telégrafos y radiotelegrafía; minerales radioactivos y generación de energía nuclear; y las actividades que expresamente señalen las leyes que expida el Congreso de la Unión. La comunicación vía satélite y los ferrocarriles son áreas prioritarias para el desarrollo nacional en los términos del artículo 25 de esta Constitución; el Estado al ejercer en ellas su rectoría, protegerá la seguridad y la soberanía de la Nación, y al otorgar concesiones o permisos mantendrá o establecerá el dominio de las respectivas vías de comunicación de acuerdo con las leyes de la materia. Tratándose de electricidad, petróleo y demás hidrocarburos, se estará a lo dispuesto por el artículo 27 párrafo sexto de esta Constitución. ... ...

28

...

...

...

...

...

...

...

...

...

...

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...

...

...

...

...

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...

...

...

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...

... …

TRANSITORIO

Único. El presente Decreto entrará en vigor al día siguiente de su publicación en el Diario Oficial de la Federación.

29

Reitero a Usted Ciudadano Presidente, la seguridad de mi consideración más atenta y distinguida. En la Ciudad de México, Distrito Federal, a 12 de agosto de 2013.

EL PRESIDENTE DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS

ENRIQUE PEÑA NIETO

HCC

Iniciativa de Decreto por el que se reforman los artículos 27 y 28 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

Mitos  sobre  la  Reforma  Energética  

Con la Reforma Energética se va a Privatizar Pemex ¡Que no te engañen! Pemex ni se vende, ni se privatiza. La Reforma Energética busca consolidar a

Pemex como una empresa 100% pública, más fuerte, competitiva y transparente.

Hechos:

La iniciativa de Reforma Energética busca que el Artículo 27 de la Constitución vuelva a decir lo

que el Presidente Lázaro Cárdenas dejó escrito, palabra por palabra. De esta manera, Pemex se

consolidará como una empresa de todos los mexicanos, que sea competitiva a nivel global, bajo el

control del Estado, con mayor transparencia y controles ciudadanos.

Se propone que Pemex:

• Se mantenga como una empresa pública al 100%.

• Sea más autónoma y tenga una organización adecuada.

• Tenga un régimen fiscal que le permita reinvertir.

• Sea más transparente y tenga mecanismos de vigilancia y control ciudadanos para la

rendición de cuentas.

• Pueda realizar nuevos proyectos de extracción de petróleo y de gas, ya sea

individualmente mediante contrato que suscriba con el Gobierno Federal o en asociación con

otras empresas, como más convenga a los intereses de los mexicanos.

• Continúe realizando trabajos de refinación de petróleo, petroquímica, transporte y

almacenamiento de los productos del petróleo y el gas, por sí mismo o junto con otras empresas

que tengan permiso para hacerlo.

• Se convierta en un actor central en la lucha contra el cambio climático.

Con la Reforma Energética, los inversionistas se van a quedar con la renta petrolera ¡Que no te engañen! La renta petrolera es y seguirá siendo de los mexicanos. Lo que busca la

Reforma Energética es que el Artículo 27 de la Constitución vuelva a decir lo que el Presidente

Lázaro Cárdenas dejó escrito, palabra por palabra, para que esa renta sea mayor y así los

mexicanos podamos obtener más provecho de ella.

Hechos:

Como lo planteó el Presidente Lázaro Cárdenas, la Reforma Energética propone que, a nivel

Constitucional, la renta petrolera se mantenga en manos de la Nación. Esta fortaleza jurídica es

precisamente lo que permite que distintos operadores lleven a cabo actividades de exploración y

extracción, pero que solamente el Estado Mexicano pueda obtener la renta, pues mantiene la

propiedad de nuestro petróleo y gas en el subsuelo.

La renta petrolera son las ganancias que se obtienen de producir petróleo y gas. Para calcular

dicha renta, se toman los ingresos de las ventas petroleras y se les restan los costos de

producción.

Con la Reforma Energética, retomaremos el modelo del Presidente Cárdenas para obtener más

renta petrolera. Así, Pemex sola o asociada con otras empresas, o bien otros operadores solos,

podrán buscar y extraer más petróleo y así incrementar la renta en beneficio de los mexicanos.

Al regresar el artículo del Presidente Lázaro Cárdenas a la Constitución:

1. Distintos operadores buscarán y extraerán petróleo y gas.

2. Una vez que estos operadores produzcan petróleo o gas, recibirán un pago por sus

actividades y pagarán impuestos al Estado Mexicano.

3. El Estado podrá entonces quedarse con la mayor parte del ingreso que se obtenga por la

venta de cada barril de petróleo, y los mexicanos obtendrán los beneficios de una mayor renta

petrolera.

Con la Reforma Energética, el proceso de obtención de la renta petrolera se llevará a cabo a la

vista de todos los ciudadanos, gracias a un sólido régimen de transparencia, como se puede

constatar en la Iniciativa que presenta el Presidente de la República al Congreso de la Unión.

Con la Reforma Energética, la renta petrolera de la Nación crecerá ya que habrá más empresas

productoras de petróleo y gas natural, de refinación, petroquímica y transporte, pagando impuestos

en nuestro territorio. De este modo, tendremos mayores recursos para el presupuesto para que

haya más inversión pública en programas sociales, escuelas de calidad y hospitales.

El regreso del artículo del Presidente Lázaro Cárdenas a la Constitución será clave para impulsar

un mayor crecimiento económico en el país. Con la Reforma Energética, México tendrá cerca de 1

punto porcentual más de crecimiento económico en este sexenio y aproximadamente 2 puntos

porcentuales más para el 2025. Asimismo, se crearán cerca de medio millón de empleos

adicionales en este sexenio y 2 millones y medio de empleos al 2025. Así, los beneficios de la

Reforma Energética mejorarán la calidad de vida de los mexicanos en todas las regiones del país.

Van a sacar a Pemex de las áreas estratégicas para que otras empresas se queden con esos negocios

¡Que no te engañen! Se propone establecer un modelo petrolero cardenista que no sólo fortalezca a

Pemex en sus áreas estratégicas sino que también expanda su operación. La Reforma Energética

da herramientas a Pemex para que pueda desplegar todo su potencial para no hacer todo por sí

solo en la industria de los hidrocarburos.

Hechos:

Con un sistema de contratos para la exploración y extracción de hidrocarburos, Pemex podrá elegir

la manera en que comienza nuevos proyectos, ya sea individualmente o por medio de alianzas,

según lo que más convenga.

Con la Reforma Energética:

• Pemex mantendrá las áreas en las que produce petróleo y gas en la actualidad.

• Pemex también podrá escoger y acceder de manera a preferente nuevas áreas petroleras

en las que tenga interés.

• En estas nuevas áreas de interés, Pemex podrá celebrar contratos de exploración y

extracción con el Gobierno Federal.

• Pemex podrá establecer consorcios y alianzas estratégicas con particulares, como mejor

convenga, para aumentar su capacidad financiera y de operación.

• Incluso cuando no haya decidido participar de inicio en un contrato, Pemex podrá entrar en

ese proyecto, con un alto porcentaje preestablecido.

• En las zonas que ya están siendo operadas, Pemex podrá decidir si mantiene el esquema

actual o somete a la Secretaría de Energía un nuevo modelo de contrato.

El objetivo de la Reforma Energética es que Pemex conserve sus fortalezas y pueda desarrollarse

en nuevas áreas, como mejor convenga a los intereses de los mexicanos.

La Reforma Energética va en contra de los ideales del Presidente Lázaro Cárdenas ¡Que no te engañen! Lo que busca la Reforma Energética es que el Artículo 27 de la Constitución

vuelva a decir lo que el Presidente Lázaro Cárdenas dejó escrito, palabra por palabra. En las

reformas que hizo el Presidente Cárdenas, los particulares podían participar en la industria

petrolera, sin comprometer la propiedad de la Nación sobre el petróleo y el gas en el subsuelo, tal y

como lo propone la Reforma Energética de 2013.

Hechos:

La Reforma Energética de 2013 es consistente con las ideas del Presidente Lázaro Cárdenas,

porque comparte sus principios nacionalistas y modernizadores, pero también porque propone

utilizar los mismos instrumentos constitucionales que las reformas cardenistas pensaron para la

industria petrolera. La propuesta central de la Reforma Energética de 2013 es regresar el artículo

que el Presidente Cárdenas estableció en nuestra Constitución.

Reformas del Presidente Cárdenas Reforma Energética 2013

Consolidaron la propiedad

de la Nación sobre los

hidrocarburos.

Mantiene la propiedad de la

Nación sobre los

hidrocarburos sólidos,

líquidos y gaseosos en todo

momento.

Eliminaron el régimen de

concesiones para

actividades de exploración y

extracción.

No permite un régimen de

concesiones, al basarse en

la conducción decidida e

irrenunciable de las

actividades del sector por

parte del Estado.

Creó un sistema de

contratos de riesgo para la

exploración y extracción de

hidrocarburos.

Plantea la incorporación de

contratos con Pemex y/o

particulares para expandir y

hacer más eficientes las

actividades de exploración y

extracción de hidrocarburos.

Permitió la participación de

particulares en refinación,

transporte, almacenamiento

y distribución de

hidrocarburos.

Permite la participación de

particulares en refinación,

transporte, almacenamiento

y distribución de

hidrocarburos, sin que se

ponga en riesgo la propiedad

Reformas del Presidente Cárdenas Reforma Energética 2013

de nuestros recursos.

Características del modelo petrolero del Presidente Lázaro Cárdenas:

• Dejó en claro que el subsuelo es de los mexicanos.

• Definió que la renta petrolera le corresponde a la Nación.

• Canceló las concesiones para actividades de exploración y extracción.

• Mantuvo la posibilidad de otorgar concesiones para refinación, transporte, almacenamiento

y distribución de hidrocarburos.

• Incorporó la posibilidad de celebrar contratos de exploración y extracción de hidrocarburos

con particulares.

• Estableció que las compensaciones por esos contratos podían ser en efectivo o en un

porcentaje de los productos obtenidos (los hoy llamados contratos de utilidad o de producción

compartida, respectivamente).

• Especificó que, para su compensación, los contratistas debían recuperar sus inversiones y

obtener una utilidad razonable.

• Aclaró que el Gobierno no estaría obligado a compensar al contratista en caso de éste no

obtuviera una producción costeable. Es decir, el contratista comparte la responsabilidad de no

encontrar suficientes hidrocarburos (lo que hoy se conoce como contratos de riesgo).

• El Gobierno Federal otorgaría los contratos bajo los términos que este considerada

adecuados, garantizando que las actividades para obtener riqueza serían conducidas en todo

momento por la Nación.

• Además, estableció la libre participación de particulares en las áreas de refinación,

transporte, almacenamiento y distribución de hidrocarburos.

 

Haz click para leer la reforma cardenista al artículo 27

constitucional Haz click para ver la Ley completa

Como queda claramente demostrado, las reformas petroleras del Presidente Lázaro Cárdenas y la

Reforma Energética de 2013 tienen una gran coincidencia tanto en los objetivos perseguidos,

como en los instrumentos constitucionales propuestos.

La Reforma Energética de 2013 traerá grandes beneficios para la sociedad mexicana: impulsará el

crecimiento económico, generará empleos, y permitirá que las familias, los comercios y la industria,

tengan acceso a energía abundante y más barata. Además de mejores precios de luz y de gas

para los consumidores, una mejora en los costos de la industria de los fertilizantes resultará en una

reducción del precio de los alimentos.

Los beneficios de la Reforma Energética recuperan el ideal del Presidente Cárdenas de que el

esfuerzo de modernizar la industria petrolera tiene sentido porque sirve para mejorar las

condiciones de vida de los mexicanos.

La Reforma Energética busca acelerar la producción de petróleo para exportarlo a Estados Unidos, beneficiando a ese país ¡Que no te engañen! La Reforma Energética es para garantizar el abasto de petróleo y gas en

México y así potenciar el desarrollo de nuestro país. Además, con la revolución de los

hidrocarburos en piedras de lutitas, Estados Unidos ha desarrollado grandes recursos petroleros y

se sabe que tendrá aún más en el futuro.

Hechos:

Lo que busca la Reforma Energética es que el Artículo 27 de la Constitución vuelva a decir lo que

el Presidente Lázaro Cárdenas dejó escrito, palabra por palabra, para que el Estado Mexicano

mantenga el dominio directo de los recursos petroleros y los administre de la manera en que más

se beneficie a los mexicanos.

El mito de que los norteamericanos vienen por nuestro petróleo es una historia antigua, que hoy,

menos que nunca, tiene cabida. Con la revolución del petróleo y gas de lutitas, Estados Unidos

está reduciendo sus importaciones. En el futuro, ese país no sólo dejará de importar petróleo, sino

que está encaminado a convertirse en un país exportador.

Tan sólo en los últimos 5 años, la producción de petróleo en Estados Unidos ha aumentado en 2

millones de barriles diarios, mientras que en México, la producción tiene una tendencia hacia la

baja desde el 2004. Estados Unidos prevé dentro de sus escenarios alcanzar hasta 10 millones de

barriles diarios en los próximos años, reduciendo su necesidad de importaciones de crudo de otras

naciones.

Producción de petróleo en México y Estados Unidos

(Miles de barriles diarios)

Para consultar sobre los pronósticos de la producción petróleo en Estados Unidos consulte la

siguiente página:http://www.eia.gov/forecasts/aeo/pdf/0383(2013).pdf.

El petróleo mexicano hoy menos que nunca está amenazado por Estados Unidos. El gran reto de

México es consolidar su industria petrolera para poder competir con ese y otros países. La

Reforma Energética, le dará a México un esquema propio para poder desarrollar nuevos proyectos

en aguas profundas y en rocas de lutitas.

El modelo cardenista que plantea la Reforma Energética aumentará la producción de petróleo y

gas en el país. Con más recursos energéticos disponibles, se reducirán los precios de la luz y del

gas para las familias, comercios e industria. La mayor disponibilidad de gas barato, permitirá contar

nuevamente con fertilizantes nacionales, a un mejor precio, lo que resultará en alimentos más

baratos.

Asimismo, se estima que para 2018 la inversión adicional en la industria petrolera será de 100 mil

millones de pesos y para el 2025 alcanzará los 300 mil millones de pesos. Esto a su vez, se

traducirá en la generación de cerca de medio millón de empleos adicionales en este sexenio y 2

millones y medio de empleos al 2025.

 

Una Reforma Energética como la que se plantea nunca ha tenido éxito en otros países ¡Que no te engañen! La Reforma Energética propone un modelo propio para México, pero toma en

cuenta el aprendizaje de otros países, en donde las reformas energéticas han sido exitosas y han

generado crecimiento económico y grandes beneficios para sus sociedades.

Hechos:

Hoy en día, los yacimientos petroleros son cada vez más complejos y requieren de grandes

inversiones, así como del desarrollo y uso de nuevas tecnologías. Debido al alto riesgo de estas

inversiones, muchos países han creado modelos exitosos que les permiten asociarse para

apostarle a nuevos negocios petroleros, sin poner en riesgo su patrimonio.

Las reformas energéticas que se han dado a nivel internacional, comparten las ideas de

vanguardia que el Presidente Cárdenas impulsó en sus propias reformas, las cuales establecieron

un sistema de contratos para la exploración y extracción de petróleo y gas. Asimismo, comparten la

idea de incorporar la participación de particulares en refinación, petroquímica, transporte,

almacenamiento y distribución de productos que se obtienen del petróleo y del gas. Esta misma

reforma es la que se está planteando en la actualidad.

Los casos de Brasil y Colombia son dos claros ejemplos de éxito. Con sus reformas energéticas,

estos países han podido incrementar dramáticamente su producción de petróleo, con los beneficios

económicos que esto implica.

Producción de Petróleo en México, Brasil y Colombia

(Miles de barriles diarios)

*Enero-abril de 2013. Administración de Información Energética, Departamento de Energía, EUA, 2013.

Brasil y Colombia incorporaron la participación de particulares en el sector petrolero a través de

concesiones y contratos de producción compartida.

Prácticamente ningún país en el mundo tiene un marco jurídico tan cerrado como el de México.

Países como China, Cuba, e incluso Corea del Norte, han abierto sus legislaciones para que

particulares puedan colaborar en la industria petrolera. A continuación se presenta el marco

jurídico mexicano en comparación con el de otros países productores de petróleo y gas.

Ver Reporte del IMCO

Si bien muchos países han incorporado esquemas de concesiones, en los que se cede el derecho

para extraer y disponer de los recursos petroleros, esto no se propone para el modelo mexicano.

Para el modelo mexicano que surja de la Reforma Energética será clara la distinción entre el

derecho exclusivo del Estado reconocido por la Constitución para extraer y disponer de sus propios

recursos, y la forma en que lo hará, a través de distintos operadores petroleros con contratos para

realizar la exploración y extracción de petróleo y gas.

Lo que busca la Reforma Energética es que el Artículo 27 de la Constitución vuelva a decir lo que

el Presidente Lázaro Cárdenas dejó escrito, palabra por palabra. Con ello, la propiedad del

petróleo y el gas en el subsuelo se mantendrá siempre en manos de la Nación y no se otorgarán

concesiones, sino que sólo se celebrarán contratos, en la medida en que requiera la Nación, para

incrementar nuestra producción y renta petrolera. Este sistema fue concebido por el Presidente

Lázaro Cárdenas, cuando llevó a cabo su reforma constitucional.

La experiencia de otros países muestra las ventajas de una Reforma Energética y los beneficios

que puede tener una transformación de este tipo. Aumentar nuestra producción de petróleo y gas

mediante una reforma que atraiga inversión, impulsará el empleo y crecimiento económico de

México. Se crearán cerca de medio millón de empleos adicionales en este sexenio y 2 millones y

medio de empleos hacia 2025. Asimismo, México tendrá cerca de 1 punto porcentual más de

crecimiento económico en 2018 y aproximadamente 2 puntos porcentuales más para el 2025.

Por otro lado, con el aumento en la producción de hidrocarburos, las familias, comercios e

industria, tendrán acceso a luz y gas más baratos. Con la reducción del precio del gas, tendremos

fertilizantes a precios más competitivos, lo que a su vez resultará en alimentos más baratos en

nuestro país.

México no puede quedarse fuera de la revolución energética internacional. La Reforma Energética

de México busca modernizar la industria petrolera del país, retomando el esquema cardenista de

contratos para la exploración y extracción de petróleo y gas. Con esta transformación, los

beneficios del petróleo alcanzarán a todos los mexicanos.

Nos conviene más vender gasolinas que petróleo ¡Que no te engañen! El negocio del petróleo es uno de los más provechosos del mundo. En México,

vender petróleo nos deja una ganancia mucho mayor que la venta de gasolinas. La Reforma

Energética crea mecanismos para que en nuestro país podamos impulsar ambas actividades.

Hechos:

Extraer un barril de petróleo hoy en día nos cuesta $5.6 dólares y lo vendemos en alrededor de

$100 dólares; es decir, tenemos una ganancia que ronda los $95 dólares por cada barril de

petróleo que extraemos y vendemos. En cambio, la ganancia de vender gasolinas es solamente de

$1.2 dólares por barril de petróleo refinado.

Dada la diferencia entre las ganancias de ambos negocios, Petróleos Mexicanos (Pemex) destina

una mayor parte de su presupuesto a la extracción de petróleo. A la vez, no se ha invertido lo

suficiente en refinación, ya que hoy en día Pemex tiene que hacer todo en la industria petrolera, sin

inversión complementaria. Lo que no pueda hacer Pemex en materia de refinación, nadie más lo

puede hacer.

Si bien los beneficios de la refinación y las demás actividades industriales y de logística son

menores a los de extraer petróleo, éstos son lo suficientemente atractivos para la inversión de los

particulares, dada la presencia de un gran número de consumidores en nuestro país.

La Reforma Energética retoma el modelo energético del Presidente Lázaro Cárdenas, para

fortalecer tanto le extracción como la refinación del petróleo en México. En dicho modelo se

estableció un sistema de contratos para la exploración y extracción de petróleo y gas. Asimismo,

se consideró la participación de particulares en refinación, petroquímica, transporte,

almacenamiento y distribución de productos que se obtengan del petróleo y el gas.

Con los cambios propuestos en la Reforma Energética, los mexicanos podremos decidir dónde nos

conviene más invertir nuestro dinero público y permitir a los particulares complementar la inversión

en donde los beneficios sean menores. De esa manera, obtendremos más ganancias públicas,

para destinar a la construcción de escuelas, hospitales, infraestructura y programas sociales de

mayor calidad.

El modelo que se propone atraerá inversión adicional a la industria y e impulsará la generación de

empleos. Se estima que para 2018, la inversión adicional será de 100 mil millones de pesos y para

el 2025 alcanzará los 300 mil millones de pesos. Esto resultará en la creación de cerca de medio

millón de empleos adicionales en este sexenio y 2 millones y medio de empleos al 2025.

En resumen, con la Reforma Energética habrá condiciones para producir más petróleo, y también

más gasolinas, en territorio nacional. Es falso que se tenga que elegir una opción sobre otra.

 

La privatización ya comenzó porque se está vendiendo una parte de las instalaciones de la planta petroquímica Pajaritos en Coatzacoalcos, Veracruz ¡Que no te engañen! Pemex no está vendiendo sus plantas, ni la de Pajaritos ni ninguna otra.

Hechos:

Dada la diferencia en las ganancias de los distintos negocios de Petróleos Mexicanos (Pemex),

éste destina una mayor parte de su presupuesto a la extracción de petróleo. Como consecuencia,

la empresa estatal no ha invertido lo suficiente en petroquímica secundaria, teniendo instalaciones

importantes que no están utilizando a su máxima capacidad.

Para aprovechar mejor sus instalaciones en el Centro Petroquímico Pajaritos, Pemex se asociará

con una empresa. Con las aportaciones de cada socio, se creará una nueva empresa en la que

Pemex tendrá derechos sobre los activos que aporte, los cuales mantendrá en caso de una

separación.

Este tipo de asociaciones son permitidas por nuestra Constitución y no contravienen sus principios.

No todas las actividades que realiza Pemex son exclusivas del Estado. Hay áreas, como la

producción de petroquímica secundaria, donde Pemex es libre de asociarse con particulares.

Esto queda claro al revisar el artículo 28 constitucional, que en su cuarto párrafo reserva al Estado

la petroquímica básica (productos que se obtienen de la separación de los distintos componentes

del petróleo y el gas que se extrae del subsuelo), pero no la secundaria (proceso industrial que

utiliza como insumo los productos que se obtienen en la petroquímica básica), como es el caso de

la planta petroquímica Pajaritos.

En el caso de Pajaritos, Pemex aportará una planta que produce un petroquímico secundario

(cloruro de vinilo) y la otra empresa aportará dinero y una planta de cloro y sal. Con las

aportaciones de cada socio, se creará una nueva empresa en la que Pemex continuará siendo

propietario de la planta de cloruro de vinilo, en caso de separarse de su socio.

Así como no se ha invertido lo suficiente en petroquímica básica, se ha dejado de invertir en

refinación, transporte y almacenamiento de productos del petróleo y del gas. Esto se debe a que

actualmente Pemex tiene que hacer todo en la industria petrolera, sin inversión complementaria

que le permita destinar sus recursos a los proyectos de extracción que son más rentables.

La Reforma Energética retoma el modelo energético del Presidente Lázaro Cárdenas, para

fortalecer tanto le extracción como la refinación del petróleo en México. En dicho modelo se

estableció un sistema de contratos para la exploración y extracción de petróleo y gas. Asimismo,

se consideró la participación de particulares en refinación, petroquímica, transporte,

almacenamiento y distribución de productos que se obtengan del petróleo y el gas.

La Reforma Energética generará inversiones complementarias en toda la cadena petrolera, con la

consecuente creación de empleos. Para 2018 la inversión adicional será de 100 mil millones de

pesos y para el 2025 alcanzará los 300 mil millones de pesos. Esto a su vez, creará cerca de

medio millón de empleos adicionales en este sexenio y 2 millones y medio de empleos al 2025.

La asociación en la planta Pajaritos no representa ningún intento de privatización. Sin embargo, sí

es un ejemplo de cómo se puede capitalizar a las actividades industriales y de logística de nuestra

empresa. Pemex ni se vende, ni se privatiza, se fortalece.

 

El Presidente Lázaro Cárdenas prohibió la participación privada en toda la industria petrolera ¡Que no te engañen! Las reformas del Presidente Lázaro Cárdenas sí permitían la participación de

particulares en distintas actividades de la cadena productiva petrolera.

Hechos:

Las reformas del Presidente Lázaro Cárdenas permitieron diversas formas de participación privada

en la industria petrolera, como los contratos de utilidad y de producción compartida para

exploración y extracción de petróleo y gas. Además, se mantuvo la posibilidad de otorgar

concesiones para refinación de petróleo; y transporte, almacenamiento y distribución de productos

que se obtienen del petróleo y del gas.

Contrario a lo que a veces se afirma, el Presidente Cárdenas no tuvo la intención de prohibir la

participación de la iniciativa privada en la industria petrolera. Lo que hizo, fue dar un orden jurídico

claro y sólido, para que el sector petrolero pudiera beneficiarse de la rectoría del Estado y de la

participación de los particulares.

El entonces Presidente de la República fue claro cuando presentó su propuesta de “Ley Orgánica

del Artículo 27 Constitucional en Materia de Petróleo”. En su exposición de motivos, el Presidente

Cárdenas afirmó:

Haz click para ver la Ley completa

Transcripción:

“El Ejecutivo, al formular la iniciativa que culminó con la reforma constitucional de que se trata, y

después en diversas declaraciones, ha expresado su punto de vista de que la exclusión de los

particulares del régimen de concesiones que el Artículo 27 fija para la explotación de los recursos

naturales del dominio público, no implica que la Nación abandone la posibilidad de admitir la

colaboración de la iniciativa privada, sino simplemente que esa colaboración deberá realizarse en

el futuro dentro de formas jurídicas diversas de la concesión...”

“… conviene indicar que como la Constitución sólo ha prohibido la explotación mediante

concesiones del petróleo pero no la posibilidad de la construcción de oleoductos, refinerías y

sistemas de distribución para gas, el proyecto adjunto conserva estos tipos de concesiones…”.

En realidad, la prohibición constitucional de que los particulares participaran mediante contratos y

asociaciones en las actividades de la industria petrolera se dio hasta 1960. En dicho año, la

reforma al artículo 27 de la Constitución estableció que:

“Tratándose del petróleo y de los carburos de hidrógeno sólido, líquidos o gaseosos, no se otorgarán concesiones ni contratos, ni subsistirán los que se hayan otorgado y la nación llevará a cabo la explotación de esos productos, en los términos que señale la ley reglamentaria respectiva.”

Si se aprueba la reforma Energética, van a subir los impuestos ya que el Estado tendrá menos ingresos ¡Que no te engañen! Es totalmente falso que vayan a subir los impuestos si se aprueba la

Reforma Energética. De hecho, con la Reforma Energética, el Estado tendrá más ingresos,

generados por mayores inversiones en la industria petrolera. Esto permitirá que el Estado tenga

finanzas más estables, y que pueda destinar más recursos a proyectos de infraestructura y

programas sociales.

Hechos:

La Reforma Energética busca reducir la carga fiscal de Pemex, para que la empresa pueda invertir

una mayor proporción de los beneficios que obtiene por sus ventas. En este sentido, Pemex tendrá

más autonomía para reinvertir sus ganancias, bajo criterios de rentabilidad.

Sin embargo, la reducción de la carga fiscal de Pemex no significa que los ingresos fiscales

provenientes de la industria petrolera caerán. Al contrario, el Estado compensará la menor

contribución de Pemex y recaudará más, ya que la actividad petrolera aumentará

significativamente. Esto se logrará bajo un modelo cardenista que atraiga más inversión e

incorpore a nuevos jugadores al sector petrolero.

El modelo que plantea la Reforma Energética es cardenista, ya que tal y como lo estableció el

Presidente Lázaro Cárdenas, se propone un sistema de contratos para la exploración y extracción

de hidrocarburos, con la participación de particulares. Al igual que en el modelo cardenista, se

considera la participación de particulares en refinación, transporte, almacenamiento y distribución

de hidrocarburos.

El ejemplo de Colombia es notable en cuanto al efecto de una Reforma Energética sobre las

finanzas e ingresos del Estado. Tras implementar una Reforma Energética que incorporó a nuevos

jugadores a la industria petrolera, la recaudación de Colombia aumentó de manera significativa.

Los colombianos entendieron que permitir la participación de empresas privadas en el sector no

significa renunciar a la propiedad de los recursos, sino que al haber más jugadores en la industria,

los colombianos pudieron aumentar su renta petrolera.

Ingresos fiscales generados por el sector energético en Colombia

(Miles de millones de pesos colombianos)

Un aumento de la renta petrolera se traducirá en más y mejores escuelas, hospitales y programas

sociales para la población de México. Además de un incremento en el presupuesto de inversión

pública, el acceso a energía abundante bajará el precio de la luz y el gas para las familias,

comercios e industria. Al tener gas natural más barato, habrá más fertilizantes de mejor precio y

alimentos más baratos en el país.

En suma, la Reforma Energética beneficiará a Pemex y a los mexicanos, sin que se corran riesgos

en las finanzas públicas del país. Este modelo lo tenía muy claro el Presidente Cárdenas, por lo

que se propone que el Artículo 27 de la Constitución vuelva a decir lo que el Presidente Cárdenas

dejó escrito, palabra por palabra.

 

Pemex tiene los recursos para llevar a cabo las inversiones necesarias para aprovechar el petróleo, no se requiere participación del sector privado ¡Que no te engañen! Lo que busca la Reforma Energética es que el Artículo 27 de la Constitución

vuelva a decir lo que el Presidente Lázaro Cárdenas dejó escrito, palabra por palabra, para que los

recursos de Pemex se inviertan en los proyectos que más ganancias le dejen a la empresa. Como

resultado, aumentará la renta petrolera de la Nación. Pemex podrá decidir qué proyectos le

interesan, y si le conviene ir solo o en asociación con otras empresas, para así sacarle el máximo

provecho a su inversión.

Hechos:

En las últimas décadas, la industria petrolera ha evolucionado debido a la gran diversidad de

técnicas para extraer petróleo y gas. Esto implica grandes inversiones, además de un reto

tecnológico que ha provocado que las empresas del sector se especialicen. Algunas se concentran

en producir en campos en aguas profundas, otras en rocas de lutitas y otras más en la producción

de gas natural. En este contexto, Pemex se ha convertido en líder mundial en producción de

petróleo en aguas poco profundas.

En la actualidad, Pemex está obligado a llevar a cabo todas las actividades de la industria petrolera

por sí solo. La condición de jugador único en el sector ha limitado las inversiones y el potencial de

crecimiento de la empresa. Por ejemplo, Pemex actualmente no invierte lo suficiente en aguas

profundas, ya que cada pozo en este tipo de campos tiene un costo aproximado de entre 150 y 200

millones de dólares. En 2012, la participación de distintas empresas en aguas profundas permitió

que en Estados Unidos se invirtiera entre 20,550 y 27,400 millones de dólares. Si Pemex quisiera

invertir esta cantidad en aguas profundas, tendría que destinar a ello su presupuesto entero de

exploración y producción, y dejar de invertir en los demás campos en los que opera actualmente.

La Reforma Energética propone retomar el modelo del Presidente Lázaro Cárdenas para sacarle el

mayor provecho a las inversiones de Pemex. Bajo este modelo, Pemex aprovechará sus

capacidades al máximo, y se atraerá inversión adicional al sector petrolero mediante la

participación de particulares. En resumen, no es que Pemex no pueda invertir en la industria, sino

que con la Reforma, Pemex decidirá cómo invertir mejor.

Regresando a la Constitución el artículo que en su momento planteó el Presidente Cárdenas, se

sentarán las bases de un modelo de contratos para la exploración y extracción de petróleo y gas.

Con este esquema, Pemex podrá apostarle a nuevos negocio sin poner en riesgo el patrimonio de

los mexicanos.

Asimismo, la Reforma Energética propone la participación de particulares en las áreas de

refinación, transporte y distribución de petróleo y gas. De esta forma, habrá condiciones para

aumentar la inversión en dichas áreas, y Pemex no tendrá que realizar por sí solo estas

actividades. Este elemento de la Reforma también se basa en el modelo nacionalista del

Presidente Cárdenas.

Se estima que para 2018, la inversión adicional que resulte de la Reforma Energética será de 100

mil millones de pesos y para el 2025 alcanzará los 300 mil millones de pesos. Con esta inversión

se crearán cerca de medio millón de empleos en este sexenio y 2 millones y medio hacia el 2025.

No sólo eso, sino que con la inversión adicional en el sector, los trabajadores de la industria

petrolera gozarán de mejores condiciones operativas y de seguridad en su espacio laboral.

La Reforma Energética traerá consigo beneficios más allá del aumento en la inversión en la

industria. El modelo petrolero cardenista permitirá que las familias, comercios e industria, paguen

menos en su recibo de luz y por el gas que consumen. A su vez, esto provocará que disminuya el

precio de los fertilizantes, lo que resultará en alimentos más baratos para toda la población.

Regresar el artículo del Presidente Lázaro Cárdenas a la Constitución y establecer un esquema de

contratos para la exploración y extracción del petróleo y gas, es un paso en la dirección correcta.

La Reforma Energética permitirá que nuestra industria alcance los niveles de inversión necesarios

para impulsar el crecimiento económico de México.

Haz click para ver la reforma constitucional de 1960 completa

Como queda demostrado, las reformas impulsadas por el Presidente Lázaro Cárdenas sí permitían

la participación de la iniciativa privada en la industria petrolera, y fue hasta 1960 cuando ésta se

limitó. Es claro que México no perdió soberanía con las reformas petroleras cardenistas; por el

contrario, nuestro país pudo consolidar una industria petrolera moderna que benefició a todos los

mexicanos.

Por eso se propone que el Artículo 27 de la Constitución vuelva a decir lo que el Presidente Lázaro

Cárdenas dejó escrito, palabra por palabra. La Reforma Energética retoma el modelo petrolero del

Presidente Cárdenas. Primero, porque propone un sistema de contratos para la exploración y

extracción de petróleo y gas. Segundo, porque plantea la participación libre de la sociedad en las

áreas de refinación, transporte y distribución. La Reforma Energética es cien por ciento cardenista,

pues determina que el Estado velará por que la industria petrolera beneficie a la Nación.

El despegue de la industria petrolera beneficiará a todos los mexicanos, de generaciones

presentes y futuras.

La Reforma Energética generará más y mejores empleos en todas las regiones del país. Se

crearán cerca de medio millón de empleos adicionales en este sexenio y 2 millones y medio de

empleos al 2025. La industria petrolera volverá a ser un motor del crecimiento económico del país,

al detonar inversión en nuevas áreas petroleras. México tendrá cerca de 1 punto porcentual más

de crecimiento económico en 2018 y aproximadamente 2 puntos porcentuales más para el 2025.

La Reforma Energética hará que los gobernantes se queden con las ganancias del petróleo ¡Que no te engañen! Las ganancias de la Reforma Energética serán para todos los mexicanos. Es

totalmente falso que las ganancias que genere la Reforma Energética vayan a quedar en manos

de los gobernantes. De hecho, la Reforma plantea nuevos mecanismos de transparencia, para que

las ganancias de la industria petrolera estén al servicio del desarrollo de México, bajo la vigilancia

de los ciudadanos.

Hechos:

El Presidente Lázaro Cárdenas tenía la convicción de que el petróleo debía servir a la ciudadanía

mexicana en su conjunto, por lo que determinó que el Estado velaría por que la industria petrolera

beneficiara a la Nación de manera transparente. Es por ello que la Reforma Energética busca es

que el Artículo 27 de la Constitución vuelva a decir lo que el Presidente Lázaro Cárdenas dejó

escrito, palabra por palabra.

El modelo cardenista estableció un esquema de contratos para la exploración y extracción de

petróleo y gas, con la participación de empresas públicas y privadas. El Presidente Cárdenas

entendió que el esquema de contratos daría a los mexicanos más acceso y control sobre sus

recursos petroleros, reafirmando a la vez la rectoría nacional sobre la industria. Este es el mismo

modelo petrolero que se propone.

Con la Reforma Energética:

• Se establecerá un esquema de contratos para la exploración y extracción de petróleo y

gas. Dichos contratos serán instrumentos de transparencia, ya que serán públicos y estarán a la

vista de todos los mexicanos.

• Se crearán mecanismos de vigilancia ciudadana para que la sociedad dé seguimiento a los

procesos de contratación, así como al destino de los ingresos petroleros que le corresponden.

• Los contratos que celebre el Gobierno Federal, ya sea con Pemex o empresas privadas,

serán 100% auditables.

• Se fortalecerán los reguladores del sector. La Secretaría de Energía, la Comisión Nacional

de Hidrocarburos y la Comisión Reguladora de Energía, tendrán más facultades para supervisar

a la industria petrolera.

• En suma, habrá más candados para terminar con la corrupción y los privilegios especiales

en todo el sector energético.

El modelo que propone la Reforma Energética, será la base del renacimiento petrolero de nuestro

país. Una mayor producción en un entorno transparente significará más ingresos para los

mexicanos. Éstos a su vez se traducirán en beneficios concretos para todos: escuelas de mayor

calidad, más y mejores hospitales, así como la ampliación de programas sociales.

Además de un mayor presupuesto de inversión social, con la Reforma Energética se crearán

medio millón de empleos adicionales en el presente sexenio y 2 millones y medio de empleos al

2025.

El Presidente Cárdenas se encargó de establecer un modelo petrolero en beneficio de todos los

mexicanos. La Reforma Energética de 2013 propone retomar su modelo, ya que nos encaminará

hacia una industria más transparente y competitiva a nivel global.

La Reforma Energética incrementará los precios de la electricidad ¡Que no te engañen! La Reforma Energética permitirá que el costo de la electricidad baje, y se vea

reflejado en el recibo de luz en beneficio de las familias mexicanas, los pequeños negocios y las

industrias. Es totalmente falso que la Reforma contemple incrementos en el precio de la

electricidad.

Discurso  del  Presidente  Enrique  Peña  Nieto   Enrique Peña Nieto, presidente de México: Señoras y señores, muy buenos días a todas y a todos ustedes. Señores integrantes del Gabinete Legal y Ampliado del Gobierno de la República, muy estimados dirigentes de partidos políticos, señores coordinadores parlamentarios, tanto en el Senado de la República como la Cámara de Diputados, muy apreciados y apreciadas senadoras y senadores de la República, diputadas y diputados federales que están hoy aquí presentes y que nos acompañan. Señores dirigentes de distintas organizaciones sindicales de nuestro país. Muy estimados dirigentes de organismos empresariales que también se dan cita en este evento. Señores rectores de universidades públicas, académicos. Señores servidores públicos, muy distinguidos miembros de la sociedad civil de nuestro país. Señores representantes de los medios de comunicación. Señoras y señores: México se encuentra ante una oportunidad histórica. El país tiene la posibilidad de emprender una reforma energética capaz de transformar y elevar la calidad de vida de todos los mexicanos. Este día, estaré enviando al Senado de la República una iniciativa de reforma a los artículos 27 y 28 de la Constitución, que confirma la propiedad de la nación sobre los hidrocarburos y permite al país aprovechar sus abundantes recursos energéticos bajo la estricta rectoría del Estado. Como Presidente de la República y como mexicano, tengo la firme convicción de que México tiene ante sí una de las oportunidades más importantes de los últimos años. Con esta reforma constitucional, las familias mexicanas podrán sentir en sus bolsillos los beneficios de que nuestra economía vuelva a crecer a mayores niveles como no ha ocurrido en las últimas décadas. Si aprovechamos esta gran oportunidad, se habrán de crear cientos de miles de nuevos empleos. Si llevamos a cabo esta reforma, bajará el precio de la luz y del gas. Nuestro campo también se beneficiará con una mayor producción nacional de fertilizantes, que estos habrán de ser más accesibles, y en consecuencia, México tendrán mayor producción de alimentos y a mejores precios. Por su parte, las empresas tendrán más y mejor energía, podrán ser más competitivas, crecerán y podrán contratar a más personas y a mejores salarios. Esto, ya lo logró el país alguna vez, cuando el presidente Lázaro Cárdenas emprendió tres acciones decisivas para el desarrollo nacional: decretar la Expropiación Petrolera, crear Petróleos Mexicanos y reformar el artículo 27 de la Constitución. Hace precisamente 75 años, el 18 de marzo de 1938, el entonces presidente Lázaro Cárdenas anunció al pueblo de México la expropiación de los bienes de las compañías petroleras.

Tan sólo dos meses y medio después de esta decisión emblemática, el presidente Lázaro Cárdenas creó Petróleos Mexicanos, organismo público que aceleraría el desarrollo del país. Para consolidar estos avances, también entonces, impulsó una reforma al artículo 27 constitucional. Con ella, se prohibieron las concesiones y se otorgó al Estado el derecho exclusivo de explotar el petróleo. A partir de ese texto constitucional, se permitía que el Estado celebrara contratos con particulares y de esta manera, aseguraba la producción de hidrocarburos bajo la rectoría gubernamental. Precisamente, al dirigirse a los diputados del Congreso de la Unión, el presidente Cárdenas señaló y cito textualmente: "la exclusión de los particulares del régimen de concesiones que el artículo 27 fija para la explotación de los recursos naturales del dominio público, no implica que la nación abandone la posibilidad de admitir la colaboración de la iniciativa privada, sino simplemente que esa colaboración deberá realizarse en el futuro dentro de las formas jurídicas diversas dentro de la concesión". Concluye aquí la cita textual. Así quedaba claro que contratar no era concesionar. Con ello se salvaguardaba la renta petrolera en beneficio de los mexicanos. Fue hasta el inicio de los años 60 cuando una enmienda a la Constitución prohibió la celebración de contratos con empresas privadas y reservó todas las actividades de la industria petrolera a Pemex. Debido a esta determinación, Petróleos Mexicanos quedó obligado a hacerse cargo en su totalidad de la exploración, extracción, refinación, almacenamiento y distribución de hidrocarburos. Afortunadamente, y aquí ya se expuso en el diagnóstico que se ha presentado, el descubrimiento de yacimientos extraordinarios como el de Cantarell permitió que Pemex pudiera cumplir con gran diversidad de actividades, pero lo hizo sacrificando su especialización y consecuente desarrollo tecnológico. El mundo mientras tanto atravesó guerras, crisis e innovaciones tecnológicas que modificaron la naturaleza y el mapa energético global. En años recientes, por citar un ejemplo, Canadá y Estados Unidos se convirtieron ya en potencias energéticas. Nuestro sector energético, en cambio, dada la rigidez del régimen constitucional, perdió dinamismo, y más grave aún, competitividad. Conforme los generosos yacimientos se han ido agotando, y no obstante las multimillonarias inversiones que realiza Pemex cada año, nuestra producción ha decaído sustancialmente. A pesar de estas circunstancias, gracias a las innovaciones tecnológicas globales y a trabajos de exploración ejecutados por Pemex sabemos que México tiene la oportunidad de un nuevo crecimiento energético.

Contamos con vastos recursos que se encuentran en yacimientos no convencionales, es decir, en aguas profundas, en formaciones de lutitas de donde se puede extraer petróleo y gas shale, como se conoce comúnmente. Con esos recursos energéticos que antes eran técnica y económicamente inviables está la nueva oportunidad en nuestro país. Para aprovecharla se requiere de tecnologías de vanguardia, conocimientos especializados, pero sobre todo se necesita una reforma energética de fondo. Hoy, 75 años después de la expropiación petrolera, el país exige la misma decisión y determinación de aquel entonces. Por eso, el espíritu de esta reforma recupera lo mejor de nuestro pasado para conquistar el futuro. En este sentido, quiero explicar cuál será el alcance y contenido de la reforma energética en su conjunto: en materia de petróleo y demás hidrocarburos, la reforma incluye cinco elementos fundamentales: el primero es que retoma, palabra por palabra, el texto del artículo 27 constitucional del presidente Lázaro Cárdenas. Esto permitirá al Gobierno de la República celebrar contratos de utilidad compartida con el sector privado cuando así convenga al interés nacional, y con ello generar energía más barata para todas las familias mexicanas. La reforma no impulsa o considera contratos de producción compartida, lo que busca es facultar al Estado para celebrar contratos de utilidad compartida que permitan a la nación mantener el control absoluto sobre el petróleo. Con los contratos de utilidad compartida el país se mantiene como el único dueño de las reservas petroleras, de la renta petrolera y de la gran empresa que es Petróleos Mexicanos. El segundo elemento consiste en un nuevo régimen fiscal para Petróleos Mexicanos. En la iniciativa de reforma hacendaria que presentaré en el mes de septiembre se propondrá un nuevo esquema de contribuciones para Pemex que será plenamente competitivo conforme a estándares internacionales. En esencia, con este nuevo régimen fiscal el Estado mexicano actuará como dueño de la riqueza petrolera, con visión de largo plazo, y no como un recaudador con necesidades de corto plazo. El tercer elemento es la reestructura de Pemex, los retos globales exigen la reorganización de sus subsidiarias en dos divisiones: la primera, Exploración y Producción, estará enfocada a la extracción de petróleo y gas, y la segunda, Transformación Industrial, se dedicará al procesamiento del petróleo y el gas en combustibles, petrolíferos y petroquímicos. En su conjunto, Pemex también tendrá mayor autonomía de gestión y un gobierno corporativo eficaz y moderno. El cuarto elemento se refiere a mejorar las condiciones de transparencia y rendición de cuentas de Petróleos Mexicanos, a partir de la reforma se adoptarán las mejores prácticas de transparencia respecto a las obras, las adquisiciones y los contratos de utilidad compartida

con particulares que eventualmente realice Pemex. Asimismo, los mexicanos contarán con un adecuado acceso a la información sobre el estado y administración del patrimonio energético nacional. Finalmente, el quinto elemento consiste en establecer reglas de contenido nacional en las compras y proyectos de infraestructura de Pemex, el objetivo es utilizar el gran poder de compra del sector energético como palanca de desarrollo de la nueva política industrial mexicana. Igual que ha ocurrido en otras naciones, el desarrollo del sector energético deberá acompañarse de la formación de recursos humanos especializados, y la generación de capacidades propias en materia de ingeniería, desarrollo tecnológico e innovación; la Universidad Nacional Autónoma de México, el Instituto Politécnico Nacional, el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, el propio Instituto Mexicano del Petróleo, las demás instituciones de investigación y educación superior del país, así como los empresarios nacionales, tendrá una responsabilidad fundamental en el renacimiento de la industria petrolera y de toda la industria nacional. De manera conjunta estos cinco elementos permitirán alcanzar los objetivos de la política de hidrocarburos: primero, lograr tasas de restitución de reservas probadas de petróleo y gas superiores al cien por ciento; ello significa que el incremento de la producción estaría acompañada del descubrimiento de igual o mayor volumen de reservas. Incrementar la producción de petróleo de 2.5 millones de barriles diarios que actualmente tenemos, a tres millones para el año 2018, así como tres y medio millones o más de barriles diarios hacia el año 2025, que sería la cifra histórica de producción que México estaría logrando. En el caso del gas natural, la producción aumentaría de cinco mil 700 millones de pies cúbicos diarios que se producen actualmente a ocho mil millones hacia el año 2018, así como a diez mil 400 millones hacia el año 2025. El otro gran apartado de la reforma energética se refiere a la electricidad; para atender esta materia se incluyen también cinco elementos a destacar: uno, se reforma el artículo 27 para permitir la participación de particulares en la generación de electricidad. Aquí es importante señalar que actualmente un tercio de la energía eléctrica del país ya es producida por la iniciativa privada; sin embargo, debido a las restricciones constitucionales, esta energía, normalmente de menor costo, sólo puede ser utilizada por las grandes empresas que tienen la capacidad de autogenerarla. Con la reforma propuesta habrá una mayor oferta de electricidad, y a menor costo, para beneficio de todos los usuarios, incluyendo los hogares de las familias mexicanas y las micro, pequeñas y medianas empresas que son las que generan tres de cada cuatro empleos en el país.

Dos. El estado mantendrá en exclusividad el control del sistema eléctrico nacional, así como el servicio público de las redes de transmisión y distribución, garantizando el acceso de todos los productores de electricidad a ella. Con este modelo se adquirirá la energía en bloque más barata de cada productor. Tres. Se fortalece a la Comisión Federal de Electricidad, mediante una mayor flexibilidad operativa y organizacional que ayudará a reducir los costos. Cuatro. Se refuerzan las facultades de planeación y rectoría de la Secretaría de Energía, y de la Comisión Reguladora de Energía. Y cinco. La reforma energética también es una reforma verde, que favorecerá una mayor inversión en el desarrollo tecnológico y la adopción de fuentes de energía menos contaminantes y de bajo costo, como la solar, la eólica y el gas. Estos cinco elementos permitirán modernizar al sector eléctrico, garantizar el adecuado suministro de electricidad, y lo más importante, que el recibo de luz que pagan los hogares y las pequeñas empresas del país, sea más barato. Esta iniciativa de reforma constitucional es el primer paso para contar con un sector energético acorde al siglo XXI, competitivo y eficiente, que acelere el desarrollo del país. El conjunto de transformaciones que he referido se concretará con iniciativas de reforma a las leyes secundarias, que en su oportunidad habré de presentar. Estoy seguro de que esa iniciativa de reforma energética será analizada junto con las demás iniciativas que ya se han presentado a partir de un diálogo abierto, democrático, amplio y exhaustivo, pero sobre todo, a partir de un debate constructivo. Afortunadamente, y aquí es importante señalar, el Pacto por México ha generado el clima positivo de diálogo, entendimiento y acuerdo político que esperaban los mexicanos, por ello confío en que el debate de esta iniciativa de reforma al interior del Congreso de la Unión, se centrará en cómo sí transformar a México; en cómo sí modernizar nuestro sector energético; en cómo sí cambiar lo que hoy ha impedido avanzar al país. Estoy seguro de que esta reforma será discutida a profundidad en el Pacto por México, y especialmente por los legisladores integrantes del Constituyente permanente, que es el único facultado para adicionar o reformar nuestra Constitución. Señoras y señores, con la reforma que propongo, el petróleo y los demás hidrocarburos continuarán como patrimonio exclusivo de la nación. Los mexicanos seguiremos siendo los únicos dueños de la renta petrolera. Con esta reforma Petróleos Mexicanos y la Comisión Federal de Electricidad se mantienen como empresas 100 por ciento propiedad de la nación. Pemex y CFE de ninguna manera, y aquí lo digo y afirmó categóricamente, no se vende, ni se privatiza. Con esta reforma se

busca que se fortalezcan y se modernicen para volver a ser empresas de vanguardia y cumplir su misión en beneficio de la sociedad. Sus trabajadores pueden estar seguros de que sus derechos laborales serán 100 por ciento respetados; para ellos, la reforma energética significará más y mejores oportunidades de desarrollo laboral y profesional. Con la reforma que estamos presentando haremos del sector energético uno de los motores más poderosos de la economía nacional. Es tiempo, por ello, de aprovechar al máximo los recursos del país. La reforma energética tiene por objetivo beneficiar la economía de las familias mexicanas, generar más empleos y fortalecer la soberanía nacional. Es momento de utilizar toda nuestra energía para mover y transformar a México. Este es un gran momento para México y estoy convencido de que es tiempo de ir hacia adelante, de aprovechar la gran oportunidad que tenemos de iniciar juntos una nueva y mejor etapa de nuestra historia. Muchísimas gracias.

Discurso  de  Pedro  Joaquín  Coldwell   Pedro Joaquín Coldwell, secretario de Energía: Señor Presidente de la República, distinguidos invitados. La energía juega un papel primordial en nuestras vidas, satisface muchas necesidades y constituye un insumo imprescindible para mover la economía. Su disposición masiva, eficiente y sustentable condiciona la competitividad de un país en un entorno mundial globalizado. En particular, la industria de los hidrocarburos tiene un impacto directo sobre la economía nacional. Significa el 7.6 por ciento Producto Interno Bruto, pero repercute en el 92.4 por ciento restante porque sin petróleo y gas no hay electricidad, ni plásticos, ni químicos, ni fertilizantes para el campo, tampoco impuestos y combustibles para mover al país. La producción de energía crece en el mundo con la pretensión de alcanzar la veloz expansión de la demanda. Esto, se da en medio de una mutación de los mercados internacionales que altera constantemente los ejes de equilibrio. Mientras Estados Unidos reduce sus importaciones de hidrocarburos y se convierte en uno de los mayores productores, el consumo se incrementa en países de Asia como China y la India. En medio de esos cambios profundos de los mercados internacionales, en México producimos menos petróleo y gas natural pese a que la inversión pública se ha septuplicado durante los últimos 15 años, hasta llegar a 20 mil millones de dólares anuales. En el caso del gas natural, no alcanzamos a abastecer el mercado interno. Las importaciones de gas natural representan dos mil 130 millones de pies cúbicos diarios, cerca de la tercera parte del consumo nacional. Las de petroquímicos ascienden a 21 mil millones de dólares anuales. Las de gasolinas, representan el 49 por ciento del consumo interno y en los últimos ocho años, la producción de crudo descendió en 835 mil barriles diarios, dejando el país de percibir casi 22 mil millones de dólares anuales. Lo que equivale a nueve veces el presupuesto anual de la Universidad Nacional Autónoma de México y 20 veces el del Instituto Politécnico Nacional. Tuvimos durante muchos años el bono energético que nos proporcionó el proyecto de Cantarell en la zona de Campeche, pero ya se nos está terminando. De una producción que llegó a ser de dos millones 125 mil barriles diarios hoy ronda los 440 mil en esa zona. Ciertamente, se está concluyendo para México la era de los yacimientos gigantes en aguas someras que representaron petróleo abundante y con bajos costos de extracción. En los últimos meses hemos podido detener la caída de la producción con otros campos en aguas someras de menores dimensiones que los del proyecto Cantarell, y donde Pemex acredita sus capacidades y fortalezas en este tipo de explotaciones.

Aún cuando todavía contamos con buenos yacimientos convencionales, nuestras opciones de exploración y producción en aguas someras y en el subsuelo continental se estrechan. El futuro está en yacimientos no convencionales como las aguas profundas y ultra profundas del Golfo de México, en los campos de gas y aceite provenientes de lutitas es en el norte del país, en los campos maduros y en los difíciles pozos terrestres del aceite terciario del Golfo en Chicontepec. Para emprender esos costosos proyectos productivos requerimos de capital, tecnología y conocimientos. Es preciso asociarnos con quienes los tienen. En aguas profundas en donde cada pozo cuesta 200 millones de dólares, el éxito comercial es de tan sólo de dos a cinco pozos por cada diez que se perforan. En este tipo de yacimientos ningún país en el mundo se aventura sólo, hay que compartir los cuantiosos riesgos geológicos, financieros y ambientales. En cuanto a la producción de petróleo y gas de lutitas, en 2012, en el otro lado de la frontera Norte, se inició la perforación de nueve mil cien pozos; en México apenas tres. Esto da cuenta de que no sólo enfrentamos el reto de multiplicar nuestra capacidad de inversión, sino también de ejecución. Se requiere no sólo de más capital financiero sino también de más ingenieros, de más empresas, particularmente de más ingenieros y más empresas nacionales. En refinación, las pérdidas alcanzaron los 155 mil millones de pesos en los últimos nueve años. Se necesitan enormes sumas de capital para ampliar y para modernizar las refinerías. La poca disponibilidad de gas natural y la carencia de suficientes gasoductos reportan pérdidas en petroquímicos para Pemex de 40 mil millones de pesos en ese mismo periodo y han significado alertas críticas para las industrias del centro y occidente de la República. Los poliductos están saturados y es preciso extenderlos. El transporte por ruedas de las gasolinas nos cuesta 13 veces más que por ductos. Las empresas petroleras del planeta tienden a especializarse y a asociarse, dividiéndose el trabajo y compartiendo los riesgos. Pemex cuenta con personal altamente calificado, merece la oportunidad de aliarse con otras para ampliar su capacidad de ejecución. Por otra parte, las facturas de electricidad en el país son en promedio 25 por ciento más caras que las de nuestro principal socio comercial. El subsidio ya representa el 0.75 por ciento del Producto Interno Bruto. Con esos niveles de tarifas eléctricas nuestras industrias pierden competitividad y se inhibe la instalación de otras. Los costos reducidos de la electricidad y el gas en los Estados Unidos de Norteamérica van a provocar el fenómeno de la reindustrialización en este país, con la posibilidad del regreso de empresas que hoy se encuentran en el exterior, México incluido.

En nuestro país podemos reducir las facturas de electricidad de electricidad sin incrementar los subsidios si resolvemos la escasez de gas natural, la saturación de los ductos y la carencia de una red efectiva de éstos, a la vez que modernizamos las plantas, y las líneas de transmisión y distribución, y minimizamos las perdidas de energía. La Comisión Federal de Electricidad para atender sus compromisos ha tenido que recurrir en varias de sus plantas al uso de combustóleo y diesel, que son más caros, además de contaminantes. La CFE ha pronosticado que para el cierre de 2014 sus activos valdrán menos que sus pasivos y para 2018 este valor negativo llegará a más de 308 mil millones de pesos. Es urgente fortalecer a la Comisión Federal de Electricidad y hacerla más eficiente. En esta materia requerimos inducir equilibrios regionales en la generación, utilizar nuevas tecnologías no contaminantes, instalar redes inteligentes y fomentar la generación distribuida, lo que eventualmente reducirá las pérdidas. Todo ello requiere cuantiosas inversiones. Señor Presidente, señoras y señores, la realidad nacional nos muestra que en tanto la producción nacional de petróleo y gas cae, las tarifas eléctricas suben por encima de las de nuestros socios comerciales. Esto es inaceptable. Por eso el Presidente de la República ha tomado la firme determinación de que a través de una profunda reforma energética se ponga fin a estas tendencias negativas que amenazas la seguridad energética del país, la economía de las familias y la competitividad de las empresas. Una reforma energética sólidamente sustentada en nuestra tradición histórica, en nuestros valores nacionales, en la reafirmación del principio de que la nación preserva el dominio directo de los hidrocarburos del subsuelo, pero también una reforma de energía con la mirada puesta en el futuro, en los altos niveles de competitividad que la globalización exige, en las nuevas realidades de los dinámicos mercados petroleros, en la revolución tecnológica que transforma aceleradamente los sistemas de producción y los modelos de negocios de la industria petrolera y en las características de los yacimientos no convencionales que tenemos en México y que no hemos explotado aún. Como lo hizo Lázaro Cárdenas en su tiempo, hoy el presidente Enrique Peña Nieto propondrá al Congreso de la Unión la reforma energética para que México sea el país próspero que todos anhelamos. Este diagnóstico y el contenido de la reforma energética pueden ser consultados por todos los mexicanos en la página web www.reformaenergetica.gob.mx. Muchas gracias por su atención.

Postura  del  PRD  

 

 México  D.F.,  a  12    de  agosto  de  2013  

TRANSCRIPCIÓN   DE   LA   CONFERENCIA   DE   PRENSA   OFRECIDA   POR   JESÚS   ZAMBRANO  GRIJALVA   PRESIDENTE   NACIONAL   DEL   PARTIDO   DE   LA   REVOLUCIÓN     DEMOCRÁTICA  PARA   FIJAR   LA   POSICIÓN   INSTITUCIONAL   SOBRE   LA   REFORMA   ENERGÉTICA  PRESENTADA  POR  EL  GOBIERNO  FEDERAL  

   

Líder   Nacional   del   PRD,   Jesús   Zambrano   Grijalva   (JZG):  Gracias   por   la   atención   que   le  brindan   a   este   encuentro,   gracias   por   atenderlo.     Ante   la   desgracia   que   parece   que   se  quiere  venir   sobre  el  país  con   los   intentos  privatizadores  que  anuncian  por  una  parte  el  PAN,   y   el   día   de   hoy   el   presidente   Peña   Nieto   que   presenta   su   propuesta   de   reforma  energética  tanto  en  el  ámbito  de  Pemex  como  de  la  Comisión  Federal  de  Electricidad.  

   

En  primer  lugar  quiero  decir  que  el  PRD  refrenda  por  mí  conducto  la  posición  que  hemos  aprobado  a  penas  la  madrugada  de  ayer  domingo,  en  el  sentido  de  estar  convencidos  de  que   México   requiere   de   una   reforma   energética   profunda,   de   que   Pemex   requiere  modernizarse,  de  que  deben  integrarse  en  esta  reforma  la  modificación  del  régimen  fiscal  para   que   le   permita   disponer   de   mayores   recursos   para   su   modernización   y   para   la  inversión  en  ciencia  y  desarrollo  tecnológico,  de  que  requiere  autonomía  presupuestal  de  gestión  para  poder  planear  con  posibilidades  de  desarrollo  de  mediano  y  de  largo  plazo.  

   

Y   desde   luego   también   que   le   permita   con   las   reformas   que   estamos   proponiendo  disponer  de  recursos  que  incidan  en  este  mismo  proceso,  en  esta  misma  perspectiva  en  el  uso  de  los  fondos  de  estabilización  petrolera.  

   

Y  desde  luego  el  combate  abierto  a  la  corrupción,  que  ni  lo  encuentro  en  los  discursos  del  PAN,  ni  los  encuentro  en  el  discurso  del  PRI,    de  Peña  Nieto,  de  la  corrupción  de  los  altos  

funcionarios   de   Pemex   y   de   la   corrupta   relación   con   el   corrupto   sindicato   petrolero  dirigido  por  Romero  de  Deschamps.  

   

Y   por   lo   tanto,   nosotros   estamos   convencidos   también   de   que   debe   fortalecerse   la  industria   eléctrica,   de   que   debe   de   dotársele   a   la   Comisión   Federal   de   Electricidad   de  instrumentos   que   permitan   su   fortalecimiento   como   una   empresa   que   es   ejemplo   de  eficacia  y  eficiencia  internacional.  

   

Y   por   lo   tanto   entonces   nosotros   decimos   que   todo   ello   que   lo   buscamos,   que   lo  queremos,  somos  una  izquierda  que  presenta  propuestas,  somos  una  izquierda  que  está  a  favor  de  reformas  profundas  y  que  en  el  caso  concreto,  de   la   industria  petrolera  y  de   la  industria  energética,  no  debe  modificarse  el  régimen  constitucional,  no  deben  modificarse  los  artículos  25,  27  y  28  de  la  Constitución;  de  que  son  suficientes  reformas  en  los  ámbitos  legales  para  alcanzar  este  objetivo  que  permita  y  fortalezca  la  participación  misma    de  la  iniciativa  privada.  

   

Se   dice   que   hay   que   reformar   el   27   y   el   28   constitucional   para   darles   seguridad   a   los  contratos,  seguridad  jurídica  a  los  contratos  que  se  hacen.  

   

En    primer  lugar  hay  que    darle  seguridad  y  certidumbre  y  certeza  a  la  sociedad  mexicana,  de  que  el  petróleo,  nuestra  riqueza  energética  en  general,  va  ser  utilizada  a  favor  de   los  mexicanos,  de  las  mujeres  y  de  los  hombres,  y  de  que  Pemex  debe  seguirse  junto  con  la  Comisión   Federal   de   Electricidad  manejando   bajo   la   rectoría   del   Estado   y  mantener   sin  ambages,  sin  tapadera  alguna,  sin  simulaciones,  mantener  la  propiedad  de  la  nación  sobre  la  totalidad  de  los  hidrocarburos  de  nuestro  país.  

   

Llama   la  atención  que  nos  quieran  convencer  diciendo  que  a   la   letra  se   regresa  al   texto  constitucional   de   1940   propuesto   por   el   general   Lázaro   Cárdenas   después   de   la    expropiación  petrolera  del  38,  y  cuando  Pemex    apenas  estaba  en  días  de  fortalecimiento  después  de  haber  desprivatizado  la  riqueza  petrolera  de  nuestro  país.  

   

Y  dicen  que  son  modernizadores  y  nos  quieren  convencer  con  un  texto  constitucional  de  hace  73  años,  ¿qué  modernizadores  resultaron  ser?  

   

Pero  miren,  hay  cosas  tan  sencillas  como  está:  Si  a  pesar  de  que  a  Pemex  le  quitan  más  de  70   pesos   de   cada   cien   que   le   entran   y   que   aporta   cerca   del   40%   del   presupuesto   del  gobierno   federal,   del   presupuesto   nacional   y   sigue   siendo   la   cuarta   empresa   más  importante  a  nivel   internacional  en  el  ramo  petrolero,  entonces  quiere  decir  que  es  una  empresa  altamente  rentable,  altamente  productiva,  que  lo  que  requiere  en  todo  caso  es  fortalecer   el   ámbito   de   las   finanzas   públicas,   que   se   puede   hacer   por   esta   vía   que   si  disque…  digo  y  que  hoy  por  cierto  sin    saber  las  consecuencias  o  los  alcances  de  lo  que  ello  significa  en   la  propuesta  de  Peña  Nieto  anunciada  hoy,   se  dice  que  hay  que  reformar  el  régimen  fiscal  de  Pemex  y  mejorar  la  productividad  de  las  subsidiarias,  integrarlas  de  otra  manera.  

   

Por  supuesto  que  hay  puntos  en  los  que  podemos  coincidir  pero  uno  se  pregunta,  ¿si  no  quieren  privatizar,    entonces  para  que  quieren  modificar   la  Constitución?  Esa  es   la    gran  pregunta,     que   le   respondan   al   país   claramente,   que   no   me   digan   que   es   el   texto   del  general  Lázaro  Cárdenas,  que  digan  ¿por  qué?,  si  no  quieren  privatizar  como   lo  dijo  hoy  Peña   Nieto,   requiere   modificar   la   Constitución,   si   dicen   que   van   a   modificar   la  Constitución   para   permitir   una  mayor   participación   de   la   iniciativa   privada   pero   que   al  mismo   tiempo   van   a   fortalecer  la   rectoría   del   Estado  mexicano,   pues   entonces   uno   no  encuentra  congruencia  en  su  discurso  y  en  sus  argumentaciones.  

   

Nosotros  vamos  a  analizar,  o  como  quiera  que  sea  porque  es  nuestra  responsabilidad,  con  la  acuciosidad  el  conjunto  de  los  aspectos  contenidos  en  las  reformas  que  el  día  de  hoy  se  han  anunciado  para  poder,  desde  luego,  también  dejar  claro  en  el  desmenuzamiento  que  no   tienen   razón   en   lo   que   están   proponiendo,   por   lo   menos   en   lo   que   se   refiere   a  reformar  la  Constitución  mexicana.  

   

Y  desde  luego  que  nosotros  ya,  como  habíamos  dicho,  teniendo  la  propuesta  a  la  vista  por  parte  de  Peña  Nieto,  estaremos  en  condiciones  de  que  en  ésta  misma  semana,  esperamos  que   pueda   ser   el  miércoles,   a  más   tardar   el   jueves,   tener   lista   nuestra   propuesta   para  presentarla,   nuestras   propuestas   porque   son   varias   reformas   legales,   para   presentarlas  ante  el  Congreso  de  la  Unión  y  que  se  empiecen  a  debatir,  a  discutir.  

   

Y   por   supuesto,   que   hay   que   discutirlos   en   todos   los   espacios   como   lo   establece   el  resolutivo  del  Consejo  Nacional  en  las  Cámaras  del  Congreso  de  la  Unión,  en  los  distintos  foros  públicos,  en  los  movimientos  y  organizaciones  sociales  y  en  el  Pacto  por  México.  

   

Y  ya  teniendo  las  iniciativas  de  reformas    propuestas  por  todos  los  partidos  que  firmamos  el  Pacto  por  México,  entonces  estaremos  en  condiciones,   lo  haré  así  para  que  pronto  a  más  tardar  entre  lunes  y  martes  de  la  próxima  semana,  en  el  seno  del  Consejo  Rector  del  Pacto  por  México,  empecemos  a  discutir  y  a  debatir  el  tema.  

   

Dijo  Peña  Nieto  el  día  de  hoy  que  es  un   tema  que   tendrá  que  discutirse  en  el   seno  del  Pacto   por   México,   por   supuesto   que   lo   vamos   a   discutir   y   si   es   efectivamente   una  propuesta   y   no   una   decisión   inamovible   vamos   a   discutirla,   a   debatirla   en   el   seno   del  Pacto  por  México.  

   

Nosotros   tenemos   argumentos   suficientes   y   tenemos   la   confianza   de   que   con   nuestros  argumentos   podamos   convencer   de   sí   a   una   reforma   de   Pemex,   pero   sin   tocar   la  Constitución,   sí   a   una   reforma   energética   que   lleve   a   que   las   tarifas   eléctricas   estemos  también   trabajando   para   que   se   disminuyan,   pero   con   una   clara   rectoría   del   Estado  mexicano,   y   fortaleciendo   en   los   hechos   no   solamente   de   palabras   a   nuestra   industria  eléctrica  nacional.  

   

Vamos,   desde     luego   también,   a   tener   intercambios   en   los   días   próximos   con   nuestros  gobernadores  para  que  estemos  en  una  misma  línea  de  participación,  en  una  misma  línea  de  actuación.  Ya  he  hecho  ellos   fueron   los  primeros,  que  hace  cosa  de   tres  semanas  en  una  reunión  que  tuvimos,  la  última,  que  propusieron  impulsáramos  la  realización  de  una  suerte  de  consulta  popular  nacional    pero  de  manera  institucional  en  un  plebiscito  podría  ser,   estrenar   como   lo   hemos   dicho,   la   figura   de   democracia   directa   y   participativa   que  están   por   aprobarse   en   las   Cámaras   del   Congreso   de   la  Unión,   contra   un   asunto   de   tal  trascendencia,  de  tanta  importancia  para  el  país.  

   

Y  pues  vamos  a  estar  por  supuesto  muy  atentos  al  curso  que  tomen  los  acontecimientos.  Esto  es  lo  que  queríamos  compartir  con  ustedes,  y  por  lo  demás  estamos  a  sus  órdenes.      

   

PREGUNTA:  Gracias.   ¿Qué   tan   viable   es   que   en   el   Congreso   o   en   donde   ustedes   estén  colocados  y  como  están  conformadas  precisamente  las  Cámaras,  sea  posible  que  se  frene  esta   intentona?   El   resultado   de   la   pregunta   del   cambio,   de   que   bueno   el   cambio   sin  modificar  la  Constitución,  tanto  el  PAN  como  el  PRI  lo  van  a...  

       

JZG:  Mira,  aquí  no  hay  que  adelantar  vísperas  ni  cantar  victoria  por  nadie  antes  de  tiempo.  

   

Si  dicen  que  quieren  verdaderamente  debatir  y  no  es  una  decisión   inamovible,  entonces  vamos   a   debatir   y   vamos   a   buscar   ganar   con   argumentos   la   posición   que   nosotros  creemos  que  es  la  correcta,  desde  el  PRD,  desde  la  izquierda,  pero  desde  la  gran  mayoría  de  la  sociedad  mexicana,  más  del  70  por  ciento  de  la  gente  identifica  claramente,  y  no  sin  razón,   que   modificación   de   la   Constitución   es   sinónimo   de   privatización,   de   que   las  modificaciones  que  se  han  hecho  para  traer  el  paraíso  a  la  tierra  no  han  quedado  más  que  en  eso.  

   

Seguimos  teniendo  una  sociedad  cada  vez  más  desigual,  reconocido  en  las  cifras  oficiales;  ha  sido  la  política  económica  equivocada  que  han  impulsado,  y  que  ahora,  yo  creo  que  se  quiere  consolidar  en  lugar  de  entender  que  el  esquema  de  las  privatizaciones  ,que  tanto  daño   le   han   causado   al   país   y   el   último   ejemplo   lamentable   que   todavía   seguimos  pagando  es  el  del  Fobaproa,  las  privatizaciones  no  le  han  ayudado  al  desarrollo  del  país  y  menos   le   van   a   ayudar   en   lo   que   es   la   columna   vertebral   del   desarrollo   económico   de  México.  

   

Ellos   mismos   lo   dicen.   Se   contribuye,   Pemex   significa   un   porcentaje   de   no   recuerdo  ahorita  cifra,  creo  que  cerca  del  7  por  ciento  del  Producto  Interno  Bruto,  un  poquito  más,  cerca  del  7  por  ciento,  y  eso  espero,  cerca  del  8,  pero  incide  en  el  otro  noventa  y  tantos  por  ciento,  pues  por  supuesto,  una  economía  no  se  puede  mover  sin  energía,  y  nosotros  somos   productores   de   energía   en   todos   los   ámbitos   de   la   vida   nacional,   tanto   para  actividades  productivas  como  para  uso  humano  y  para  un  conjunto  de  actividades.  

   

PREGUNTA:  Digamos  que  se  discute  en  el  seno  del  Pacto.  Ustedes  (inaudible)  bueno  van  a  buscar    convencer  con   la  propuesta  del  PRD,  pero  eventualmente  en  el  caso  que  no  sea  por  consenso,  ¿no  podría  salir  del  Pacto  por  México?  

   

JZG:  No,   el   Pacto   tiene   un   principio   básico   de   trabajo,   el   consenso   de   las   tres   fuerzas  principales  del  país.  Digamos  que  es  un  Pacto  que  se  sostiene  en  un  tripié,  y  si  un  tripié  no  está  no  hay  propuestas  de  Pacto  para  que  quede  muy  claro.  

   

PREGUNTA:  (Inaudible)…  podría  pensarse  que  esté  incluso  en  el  período  extraordinario,  y  si  mañana  instalan  las  mesas  de  reforma  político-­‐  electoral  en  fin,  ya  faltan  dos  semanas  para   que   termine   el   plazo   que   se   fijaron   para   que   hubiera   dos   extraordinarios   para  abordarlas,  es  decir,  ¿podría   salir  ante   la   reforma  energética,  que   incluso   la  política  y   la  electoral?  

   

JZG:  En  eso   tenemos  una   coincidencia  muy   clara  el  PRD  y  el  PAN,  de  que  primero  va   la  reforma  político-­‐electoral  y  después  la  energética.  

   

Estamos  con  el  propósito,  con  el  objetivo  de  que  al  instalarse  mañana  las  mesas  de  trabajo  sobre  reforma  política  en  general,  la  DF  y  la  político-­‐electoral,  podamos  tener  insumos  en  los  tiempos  que  nos  puedan  permitir  abordarlas  en  un  periodo  extraordinario  a  finales  de  este  mes.  Vamos  a  ver,  vamos  a  trabajar  en  ese  sentido,  estamos  en  esa  convicción,  pero  aún   en   la   hipótesis   que   no   estuviéramos   a   tiempo   para   un   periodo   extraordinario   y  abordar   estos   temas   a   finales   de   agosto,   pues   nos   vamos   al   período  ordinario,   pero   en  primera  instancia  lo  político,  político-­‐electoral  y  después  la  energética.  Así  y  de  ahí  no  nos  vamos  a  mover.  

Obviamente  que  lo  energético  de  ninguna  manera  podrá  salir  en  el  extraordinario  del  mes  de  agosto.  

   

PREGUNTA:  (Inaudible)   Sobre   si   ha   tenido   contacto   con   Gustavo   Madero   tras  presentación  de  propuesta  de  reforma  energética  del  gobierno  federal.  

   

JZG:  No  he  cursado  conversación  alguna  con  Gustavo  Madero,  presidente  del  PAN,  no  sé  cuál   sea   su   reacción,   si   esté   festejando  o   si   sienta  que  es  una   reforma   como   llegaron  a  decirlo:  Descafeinada,  porque  no  trae  todo  lo  que  ellos  plantearon  la  semana  pasada.  No  lo  sé.  

   

Y   vamos,   desde   luego  en  primer   lugar,   a   discutir.   Vamos   a   llevar   el   tema  a   la  mesa  del  Pacto,   a   todos   los   foros  públicos  que   sean  necesarios,  obviamente  al   turnársele,  parece  ser  que  lo  harán  al  Senado  de  la  República  la  reforma  hoy  anunciada  por  Peña  Nieto,  pues  empezará   a   discutirse   de   inmediato   en   las   comisiones   y   abiertamente   en   el   ámbito   del  Poder  Legislativo.  

   

Vamos  a  esperar,  yo  insisto,  buscaré,  buscaremos  en  la  representación  del  PRD  convencer  de   que   lo   que   hoy   se   requiere   no   son   reformas   constitucionales   para  modernizar,   para  reformar   a   Pemex   y   también   que   escuchen   la   voz   de   la   sociedad,   que   no   piensen   que  solamente  el  asunto  se  va  a  definir  como  si  nada  pasara  en  el   cuerpo  de   la  nación,  que  solamente  se  va  definir  esto  con  los  números  fríos  de  las  bancadas  parlamentarias  en  las  Cámaras  de  Diputados  y  de  Senadores.  

   

Aquí,   por   eso   insisto,   hay   que   escuchar   a   la   sociedad,   nosotros   vamos   a   fortalecer   por  supuesto  nuestros  trabajos  como  lo  resolvimos  en  el  Consejo  Nacional,  para  impulsar  con  mucha   mayor   fuerza   hoy   la   Consulta   Popular   Nacional   en   materias   energética   y   de  reforma  hacendaria,  los  días  25  de  agosto  y  1  de  septiembre.  

   

PREGUNTA:   En   la   propuesta   del   presidente   Enrique   Peña   Nieto   no   explica   cuál   es   el  porcentaje  que  estas  empresas  privadas,  el  porcentaje  de  utilidades  con  el  que  quedarían,  ¿Qué  le  dice  usted  esto,  por  qué  no  explican  ellos  exactamente  cuánto  porcentaje?  

   

JZG:  Es  justamente  lo  que  hay  que  preguntarle  a  Peña  Nieto,  es  justamente  lo  que  deben  explicar,   esto   de   utilidades   compartidas   hasta   qué   rubro,   hasta   qué   porcentaje,   ¿es   un  porcentaje   menor   para   las   privadas   o   es   un   porcentaje   menor   para   Pemex   o   mitad   y  mitad?  Y  plantean  además  que  se  abra  también  la  inversión,  por  eso  plantean  modificar  el  

28  constitucional  a   la  petroquímica  básica,   la  tienen  abandonada,   funcionando  con  agua  para  que  no  se  pudran  lo  que  componen  los  complejos  petroquímicos  del  sur  de  Veracruz,  de  Pajaritos,  de  Coatzacoalcos.  

   

Entonces,   ésta   es   una  de   las   cosas   que  deben   explicar,   todas   las   atrocidades   que   están  haciéndose   ahora   cuando   podría   Pemex  mismo   renovarse   y   no   gritar   ¡help,   ayúdenme  porque   nos   estamos   muriendo!   Y   quieren   al   mismo   tiempo   seguir   matando   a   nuestra  gallina  de  los  huevos  de  oro.  

   

PREGUNTA:  Jesús  buenas  tardes,  nada  más  para  que  quede  claro  ¿La  Reforma  Energética  tiene  que  ser  primero  aprobada  en  el  Pacto  y  después  en  las  Cámaras?  

   

JZG:  No,  a  ver,  ya  interpusieron,  todo  mundo,  tan  no  hay  acuerdo,  tan  no  se  ha  discutido  absolutamente   nada   que   cada   quien   está   presentando   sus   iniciativas   de   reformas  directamente  ante  el  Poder  Legislativo  a  través  de  sus  bancadas  parlamentarias  o  en  este  caso   Peña   Nieto   haciendo   uso   de   su   facultad   de   iniciativa   como   presidente   de   la  República.  

Se  va  a  discutir  a  partir  de  este  momento  ya  en  todos  los  ámbitos,  al  situarse  en  el  Poder  Legislativo,   el   Poder   Legislativo   va  a  empezar   a  discutir,   pero   también   lo  haremos  en  el  seno   de   Pacto   por   México,   lo   que   allí   pudiere   acordarse   tendría   que   informarse   o  comentarse,   trabajarse   junto   con   las   bancadas   parlamentarias   de   los   tres   partidos  políticos  o,  no  hubo  acuerdo,  entonces  pues  todo  mundo  está  en  libertad  de  impulsar  o  se  seguir  defendiendo  en  el  seno  del  Congreso  de  la  Unión,  desde  sus  grupos  parlamentarios,  sus  respectivas  propuestas.  

   

PREGUNTA:  Inaudible.  

   

JZG:  No,  pues,  no  hay  sorpresas  creo  ¿no?  Insisto,  hay  que  revisarlo  con  acuciosidad,  qué  es   lo  que  quieren  decir   con  cada  cosa  como   lo  que  preguntaba  muy  bien   la   compañera  colega     de   ustedes,   hasta   qué   porcentaje   las   utilidades   compartidas   que   anuncian,   digo  para  conocerlo,  no  es  porque  nosotros  vayamos  a  coincidir  con  ello.  

   

PREGUNTA:  Ustedes  continúan  basándose  en  la  propuesta  energética,  en  los  ocho  puntos  que   elaboró   el   ingeniero   Cárdenas,   y   el   recientemente   en   una   entrevista   dijo   que   él  estaría  dispuesto  a  que  hubiera  modificaciones  a  la  Constitución  si  éstas  fueran  positivas  para  el  país,  el   asunto  es   si  el  PRD   también   (inaudible)  en  el   caso  de   las  modificaciones  constitucionales  

   

JZG:  Mira,  sí  conocí  las  declaraciones  de  hace  un  par  de  semanas,  si  no  recuerdo  mal,  por  parte  del  ingeniero  Cuauhtémoc  Cárdenas  y  nadie  podría  discutir  en  términos  generales  el  concepto  de  reformar  la  Constitución  para  todo  aquello  que  le  haga  bien  al  país,  estas  que  proponen   no   son   reformas   que   le   hagan   bien   al   país,   son   propuestas   regresivas,  conservadoras,  derechistas  y  privatizadoras  y  no  creo  que  el   ingeniero  Cárdenas  esté  de  acuerdo  con  ello.  

   

PREGUNTA:  ¿Entonces  no  hay  nada  de  cardenismo?  

   

JZG:  Mira,  es  el  discurso  con  el  que  ya  salieron  y  van  a  acentuar  para  ver  si  como  se  dice,  logran   engatusar   a   más   de   uno,   sí,   insisto,   nos   quieren   ahora   decir   que   son  modernizadores  regresando  a  un  texto  constitucional  de  hace  73  años.  

   

Nosotros  sí  vamos  con  el  escudo  de  la  historia  que  es  el  sentido  patriótico  y  nacionalista  con  que  se  reformó  la  Constitución  y  que  se  decretó  la  Expropiación  Petrolera  en  1938,  y  creo  que  nadie  más  y  mejor  escudo  para  defender  la  tradición  histórica  con  una  visión  de  futuro  y  modernizadora,  ningún  mejor  escudo  que  el  ingeniero  Cuauhtémoc  Cárdenas.  

   

Bien,  pues  muchas  gracias.