REFLEXIÓN: Yo recuerdo cuando me sentí libre de ser el verdadero yo y me puse a un lado para que otro recibiera aclamación. Yo recuerdo… Yo recuerdo…

ORACIÓN FINAL Oremos juntos: Señor Dios, Ayúdanos a reconocer las bendiciones que nos das. Ayúdanos a compartir estas bendiciones con los demás con la misma libertad en la que damos y las recibimos.

Te pedimos esto en nombre de Cristo, nuestro Señor. R. Amén.

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CORDERO DE DIOS Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo: ten piedad de nosotros. Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo: ten piedad de nosotros. Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo: danos la paz.

Éste es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Dichosos los invitados a la cena del Señor. Señor, yo no soy digno de que vengas a mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanar mi alma.

PADRE NUESTRO Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en tentación, y libramos del mal.

R. Tuyo es el reino, tuyo el poder y la gloria, por siempre Señor. Amén.

SIGNO DE PAZ Jesús, que dijiste a tus apóstoles: “La paz les dejo, mi paz les doy.” No tengas en cuenta nuestros pecados, sino la fe de tu iglesia y, conforme a tu palabra, concédela nos la paz y la unidad. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

La paz del Señor esté siempre con ustedes. R. Y con tu espíritu.

RITO PENITENCIAL Señor, ten piedad. Cristo, ten piedad. Señor, ten piedad. Dios todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna. R. Amén.

ORACIÓN INICIAL Oremos juntos: Señor Dios, Dador de todos los buenos regalos, danos la ambición de estar entre los últimos y los únicos como personas que saben servir, y haciéndolo, ayúdanos a darnos cuenta de la persona que nos creaste a ser. Ayúdanos a ser generosos y agradecidos de nuestro tiempo, posesiones y vida.

Te pedimos esto en nombre de Jesus, Nuestro Salvador. R. Amén.

COMUNIÓN

SABIDURÍA DESDE LAS CELDAS Recuerdo que cuando fui arrestado tenía 17 años. Poco sabia yo que eso sería el más grande arrepentimiento y la peor decisión que tome en mi vida. Yo sabía que lo que hacía era incorrecto, pero de todos modos lo hice porque era un seguidor y no quería que me vieran como que no estaba dispuesto a hacer todo por mis amigos.

Cuando me dispararon, recuerdo como le afectó a mi familia. Me hizo pensar en las personas que había lastimado y como les había lastimado a sus familias también. Me da vergüenza todo lo que hice. Todo eso destrozó a mi familia y trajo mucho dolor a sus mundos. No solamente cause dolor a mi familia, también lastime a un hijo, hermano, tío y familia de alguien más.

Desde ese día en adelante, nada fue igual. Todavía me afecta el pensar en el niño inmaduro que fui, alguien que no pensaba en nadie mas que en sí mismo. Pido perdón por todo lo que hice. Ya no soy la misma mala persona y se que no soy perfecto, pero estoy tratando de ser un mejor hombre. He madurado y crecido mucho desde el momento en que llegue a la cárcel siendo un niño. No puedo cambiar lo que sucedió o borrar todo el dolor que cause, pero puedo cambiar la persona que soy hoy y trabajar para ser la persona que quiero ser.

-Angel, quien esta en una Prisión Estatal de California.

25º Domingo del Tiempo Ordinario

Ciclo B • 19 de septiembre, 2021Llamados a ser Humildes

MEDITACIÓN: LIBRE PARA OCUPAR EL ÚLTIMO LUGARLITURGIA DE LA PALABRA(desde los ojos de pedro)

mientras caminaba de regreso a la casa no podía creer cuanta gente quería darme la mano agradeciéndome por traer a jesús a su pueblo

entré al patio y muchos nos rodearon

jesús estaba en la sombra cerca de la fuente jugando con dos niños pequeños podía ver que jesús estaba alegre de estar disfrutando su tiempo y no que se le pidiera que actuara

sonó la campana y era la hora de comer pasé frente a la mesa jesús vino donde yo estaba parado llevando a dos niños de la mano

pedro, ¿de qué estabas hablando en el camino aquí?

bueno, jesús con todos los sucesos recientes vas a necesitar un administrador yo estaba hablando sobre como poder hacerlo yo yo conozco a la gente y lo que ellos necesitan yo podría ser tu asistente ¡mira como todos me respetan!

entonces moisés se nos acercó acababa de salir de la prisión parecía perdido pero el estar en la presencia de jesús parecía que le ayudaba

jesús le preguntó

a moisés cómo se sentía después de estar preso por tanto tiempo ¿dónde se iba a quedar? ¿cuáles eran sus recursos?

jesús sabía que moisés necesitaba hablar así que mocionó que él tomara el lugar justo a la par de donde estaba sentado yo creo que jesús pudo sentir mi enojo ¿quién es este criminal? ¿por qué darle el asiento más importante?

jesús, todo el tiempo la gente me tocaba diciéndome que importante tu trabajo de sanación es para nuestra gente tú necesitas mis habilidades para organizar a la gente

jesús respondió: coloquemos a éste pequeño niño al lado de moisés el niño no tiene todo el respeto de aquellos que te saludaron hoy él sabe que él no es importante y está abierto a depender de otros

pedro, tú debes aprender esta lección de nuevo

luego llegó rebeca ella esperó a que jesús terminara de hablar

jesús, dice rebeca he venido aquí porque he escuchado de tu poder y necesito

Segunda Lectura: Santiago 3,16 - 4,3 Hermanos míos: Donde hay envidias y rivalidades, ahí hay desorden y toda clase de obras malas. Pero los que tienen la sabiduría que viene de Dios son puros, ante todo. Además, son amantes de la paz, comprensivos, dóciles, están llenos de misericordia y buenos frutos, son imparciales y sinceros. Los pacíficos siembran la paz y cosechan frutos de justicia. ¿De dónde vienen las luchas y los conflictos entre ustedes? ¿No es, acaso, de las malas pasiones, que siempre están en guerra dentro de ustedes? Ustedes codician lo que no pueden tener y acaban asesinando. Ambicionan algo que no pueden alcanzar, y entonces combaten y hacen la guerra. Y si no lo alcanzan, es porque no se lo piden a Dios. O si se lo piden y no lo reciben, es porque piden mal, para derrocharlo en placeres.

Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor.

Primera Lectura: Sabiduría 2, 12. 17-20 Los malvados dijeron entre sí: “Tendamos una trampa al justo, porque nos molesta y se opone a lo que hacemos; nos echa en cara nuestras violaciones a la ley, nos reprende las faltas contra los principios en que fuimos educados. Veamos si es cierto lo que dice, vamos a ver qué le pasa en su muerte. Si el justo es hijo de Dios, él lo ayudará y lo librará de las manos de sus enemigos. Sometámoslo a la humillación y a la tortura, para conocer su temple y su valor. Condenémoslo a una muerte ignominiosa, porque dice que hay quien mire por él’’.

Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor.

Evangelio: Marcos 9, 30-37 En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos atravesaban Galilea, pero él no quería que nadie lo supiera, porque iba enseñando a sus discípulos. Les decía: “El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres; le darán muerte, y tres días después de muerto, resucitará”. Pero ellos no entendían aquellas palabras y tenían miedo de pedir explicaciones. Llegaron a Cafarnaúm, y una vez en casa, les preguntó: “¿De qué discutían por el camino?” Pero ellos se quedaron callados, porque en el camino habían discutido sobre quién de ellos era el más importante. Entonces Jesús se sentó, llamó a los Doce y les dijo: “Si alguno quiere ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos”. Después, tomando a un niño, lo puso en medio de ellos, lo abrazó y les dijo: “El que reciba en mi nombre a uno de estos niños, a mí me recibe. Y el que me reciba a mí, no me recibe a mí, sino a aquel que me ha enviado”.

Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús.

tu ayuda para ser sanada me conmovió su honestidad tan sincera

jesús colocó sus manos sobre la cabeza de rebeca y se volteó hacia mí

pedro, ayúdame a orar por rebeca olvídate de ti mismo por un momento

yo coloqué mi mano sobre la cabeza de rebeca pero todavía estaba desconcertado por cuantos se habían adelantado a reclamar el siguiente asiento

pedro mira que vulnerable es rebeca tal como este niño pongámosla al lado de moisés también tú necesitas aprender esta misma humildad tú no necesitas estar tan lleno de ti mismo

pedro caminemos hacia el otro lado de la mesa ahora yo estaba confundido

jesús yo necesito estar sentado al lado tuyo no sabemos qué tipo de problemas vamos a tener esta noche tú me necesitas

pedro, dijo jesús éste es tu lugar, el último lugar tú has sido engañado por el éxito tal como muchos otros pero el éxito no es nada lo que vale es la palabra de mi abba

tú necesitas sentirte cómodo

Salmo Responsorial: Salmo 53 R. El Señor es quien me ayuda. Sálvame, Dios mío, por tu nombre, con tu poder defiéndeme. Escucha, Señor, mi oración,  y a mis palabras atiende. R. El Señor es quien me ayuda. Gente arrogante y violenta contra mí se ha levantado, Andan queriendo matarme.  ¡Dios los tiene sin cuidado! R. El Señor es quien me ayuda. Pero el Señor Dios es mi ayuda, él, quien me mantiene vivo. Por eso te ofreceré  con agrado un sacrificio,  y te agradeceré, Señor,  tu inmensa bondad conmigo. R. El Señor es quien me ayuda.

sentado en el último lugar de la mesa de mi abba

todo mi mundo cambió toda mi vida he luchado por ser el más importante yo sabía que estaba en un momento decisivo de mi vida

jesús me mostró mi lugar para esta comida o me iba a sentar allí o me iba a ir para siempre

jesús, me voy a sentar aquí yo sé que fácilmente me puedo separar de mis experiencias de moisés y rebeca es fácil pensar que yo soy mejor que ellos pero jesús es difícil dejar ir el deseo de ser reconocido yo no puedo hacer esto solo sigo deseando una posición más importante en tu trabajo

jesús llamó a los dos niños y a moisés y rebeca todos colocaron sus manos sobre mi cabeza

jesús oró: abba, pedro trabaja duro por el evangelio es un amigo dedicado pero es difícil para él no meterse en el camino y frustrar tu forma de trabajar

yo sentí un poder fluyendo adentro de mí sentí la fuerza de desear el último lugar si es que eso ayuda a nuestro trabajo

mientras removieron sus manos me sentí más libre