Red Econolatin · de China. El Informe de Cuentas Nacionales trimestrales publicado el 18 de marzo...
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CHILE
Enero-Marzo 2015
Profesor Gonzalo Martner Facultad de Administración y Economía de la Universidad de Santiago. Centro de Políticas para el Desarrollo.
1. SITUACIÓN ECONÓMICA ACTIVIDAD ECONÓMICA
En 2013 se inició en Chile un nuevo ciclo económico marcado por una fuerte
caída de la inversión y una desaceleración moderada del consumo, con
exportaciones netas fluctuantes. Después de la dinámica recuperación de la
crisis de 2009 -entre 2010 y 2012 el crecimiento promedio anual del PIB
fue de 5,7%- después del primer trimestre de 2013 la economía chilena
inició una desaceleración (con leves caídas del PIB tanto en el segundo
trimestre de 2013 como en el segundo trimestre de 2014, consolidándose
una recuperación en el tercer y cuarto trimestre de 2014) y creció un 4,1
por cien en 2013 y un 1,9 por cien en 2014. Este proceso se vincula a la
caída de precios de materias primas y a un ajuste a la baja del crecimiento
de China.
El Informe de Cuentas Nacionales trimestrales publicado el 18 de marzo por
el Banco Central de Chile dio cuenta de un crecimiento del PIB durante el
año 2014 de 1,9 por cien, respecto del año anterior. Se trata de la cifra de
crecimiento más baja de los últimos 5 años. En el cuarto trimestre de 2014,
el aumento del PIB fue de un 0,9 por cien respecto del trimestre anterior,
siendo el mayor aumento trimestral del año en terminos destacionalizados.
El crecimiento en doce meses en el último trimestre de 2014 fue de 1,8 por
cien, contra 1 por cien en el tercer trimestre. Estos últimos datos indican un
punto de inflexión hacia una crecimiento más dinámico.
Cabe recalcar que la Inversión Extranjera Directa fue la más alta de los
últimos siete trimestres, mostrando además una desaceleranción en la
inversión de cartera de chilenos en el exterior con respecto a periodos
anteriores. El déficit en cuenta corriente del último trimestre fue de un
escaso 1,1 por cien. Todo lo anterior desmitifica las creencias, infundadas,
de que Chile ya no sería un país atractivo para invertir.
La serie desestacionalizada del Indicador Mensual de Actividad
Económica (Imacec), que permite una apreciación de la evolución
coyuntural respecto del mes inmediatamente anterior descontando los
efectos estacionales en la actividad, mostró un incremento de 0,8 por cien
en el mes de enero, el segundo más alto en 19 meses.
Gráfico 1: PIB real trimestral, variación respecto del período
anterior desestacionalizado y variación anual, (en porcentaje),
primer trimestre 2008-cuarto trimestre 2014
Fuente: Banco Central de Chile.
Desde la perspectiva de la oferta sectorial, en 2014 todos los sectores
crecieron con excepción de la industria, aunque algunos muy poco, como la
agricultura, la minería y el comercio.
El sector agropecuario-silvícola creció 0,4 por cien respecto del año 2013,
como resultado de alzas en el primer y último trimestre, y caídas en el
segundo y tercero. En términos desestacionalizados, a partir del tercer
trimestre revirtió la tendencia decreciente mostrada en la primera mitad del
año. El sector pesca aumentó un 18,6 por cien, tras alcanzar tasas de
expansión de dos dígitos durante todo el año, salvo en el cuarto trimestre,
0,9%
-1,0%
5,8% 5,8% 5,5%
4,2%
1,9%
-3%
-2%
-1%
0%
1%
2%
3%
4%
5%
6%
7%
I II III IV I II III IV I II III IV I II III IV I II III IV I II III IV I II III IV
2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014
Variación respecto del trimestre anterior Variación anual
cuando exhibió menor crecimiento. La serie desestacionalizada cayó a partir
del tercer trimestre. El sector minería aumentó 1,3 por cien, tras mantener
un crecimiento moderado en el primer semestre del año, registrar una
variación nula en el tercer trimestre y caer en el último. El resultado se
explica por un bajo crecimiento de la producción de cobre (0,6 ‘por cien).
Los efectos negativos están vinculados al progresivo descenso en las leyes
del mineral de algunos yacimientos, así como también a los efectos de las
mantenciones sufridas por algunas explotaciones. Se verificó un importante
aumento de la producción de hierro, cuyo dinamismo se asocia a la entrada
en operación de un nuevo yacimiento en el primer semestre del año.
La industria manufacturera cayó en -0,3 por cien. En el resultado incidió
principalmente la contracción de las ramas “Bebidas y tabacos” y “Productos
metálicos, maquinarias y equipos”. En el primer caso, la caída obedeció a la
menor producción de vino. En el segundo caso, la contracción respondió a la
menor fabricación de productos metálicosdestinados a edificación y obras.
En contraste, “Alimentos” y “Combustibles” se distinguieron como las líneas
de mayor contribución. La primera fue impulsada por el dinamismo de la
industria pesquera, y la segunda, por el incremento en la elaboración de
gasolina y petróleo diésel. La industria textil, de menor peso, experimentó
una caída de 12,6 por cien en el año.
El sector electricidad, gas y agua (EGA) cerró el año con un crecimiento de
4,9 por cien, tras exhibir incrementos en todos los trimestres. El
crecimiento del sector eléctrico reflejó el incremento de la hidroelectricidad
como consecuencia de una mayor disponibilidad de energía embalsada,
asociada al aumento de las precipitaciones del año hidrológico 2014-2015, y
a la incorporación de nuevas centrales, tanto de embalse como de pasada.
En tanto, disminuyó la energía generada en base a combustibles,
reduciéndose el uso del diésel, gas natural licuado (GNL) y carbón. Cabe
mencionar, no obstante, que este último sigue siendo el principal insumo de
generación eléctrica.
La construcción cerró el año con un alza de 1,5 por cien. En términos
desestacionalizados en el último trimestre la actividad revirtió la tendencia a
la baja exhibida durante el año. El componente obras de ingeniería fue el
principal impulso de la actividad, reflejando, fundamentalmente, la mayor
inversión en obras eléctricas; dichos efectos fueron en parte compensados
por la menor inversión en proyectos mineros.
El comercio, tras un débil crecimiento en el primer trimestre, y caídas en el
segundo y tercero, exhibió un aumento marginal en el cuarto trimestre,
cerró el año con un alza de 0,5 por cien y un aumento del resultado
desestacionalizado en el cuarto trimestre.
El transporte creció un 2,3 por cien, luego de exhibir incrementos
moderados a lo largo del año. En términos desestacionalizados, se observó
un alza en el cuarto trimestre.
Cuadro 1: Variación porcentual trimestral respecto de igual período
del año anterior del Producto Interno Bruto por clase de actividad
económica, volumen a precios del año anterior encadenado.
Sector
2014
Por cien
del PIB
IV-2014
IV-
2013
I-
2014
II-
2014
III-
2014
IV-
2014
Agropecuario-
silvícola
0.4 2.2 2.0 2.9 -5.6 -3.4 4.9
Pesca 18.6 0.3 -16.4 21.8 34.0 10.7 3.4
Minería 1.3 13.3 2.6 1.2 4.8 0.0 -0.4
Industria
Manufacturera
-0.3 10.6 -0.9 0.2 -0.7 -0.7 -0.1
Electricidad, gas y
agua
4.9 4.3 10.2 1.3 9.4 3.4 5.7
Construcción 1.5 7.5 0.8 3.1 1.1 -1.4 3.2
Comercio 0.5 11.1 4.7 2.2 -0.4 -0.2 0.7
Restaurantes y
hoteles
0.8 1.5 0.6 1.0 0.3 0.9 0.9
Transporte 2.3 5.3 0.3 3.4 1.5 1.3 3.1
Comunicaciones 6.6 2.7 8.1 7.6 7.5 5.7 5.8
Servicios financieros 3.0 6.9 3.7 3.9 2.2 2.2 3.6
Servicios
empresariales
1,9 13.7 3.5 3.4 2.1 1.2 0.9
Servicios de
vivienda
1,7 4.8 1.5 1.6 1.7 1.8 1.8
Servicios personales 3,9 12.4 4.8 3.4 3.7 4.6 3.9
Administración
pública
3,6 4.3 3.8 3.3 3.0 2.7 5.4
Fuente: Banco Central de Chile.
La actividad de comunicaciones creció un consistente 6,6 por cien, luego de
aumentar a lo largo de todo el año, siendo el segundo crecimiento sectorial
más alto en 2014, después de la pesca. El sector comunicaciones reflejó el
desempeño de los servicios de telefonía móvil, asociados a internet. Correos
se incrementó marginalmente. En contraste, cayeron los servicios de
telefonía fija y larga distancia.
Las actividades servicios empresariales y servicios personales cerraron el
año con aumentos de 1,9 por cien y 3,9 por cien, respectivamente, tras
exhibir alzas en todos los trimestres. La administración pública creció en un
3,6 por cien.
Cuadro 2: Variación porcentual trimestral respecto de igual período
del año anterior del Producto Interno Bruto por clase de actividad
económica, volumen a precios del año anterior encadenado.
Variable 2014
I II III IV Año
Producto interno bruto (PIB) 2.7 2.1 1.0 1.8
1.9
PIB desestacionalizado (1) 0.8 -0.2 0.4 0.9
1.8
Ingreso nacional bruto disponible real 1.8 1.3 2.1 2.2
1.9
Demanda interna -0.1 - 0.9 -1.5 0
-0.6
Demanda interna desestacionlizada (1) -1.0 -1.0 - 0.1 2.1
-0.7
Consumo total 4.4 2.3 2.0 1.8
2.5
Consumo de hogares e IPSFL (2) 3.9 2.2 1.9 1.0
2.2
Consumo gobierno 8.2 2.6 2.3 5.5
4.4
Formación bruta capital fijo -4.9 -7.8
-
12.1
0.5
-6.1
Construcción y otras obras 3.0 0.1 -1.6 2.2
0.9
Maquinaria y equipos
-
19.3
-
21.4
-
29.6
-3.1
-
18.8
Exportaciones de bienes y servicios 4.1 -0.4 -2.6 1.7
0.7
Importaciones de bienes y servicios -4.7 -9.4 -9.8 -3.9
-7.0
Variación de existencias (3) 0 -0.2 -0.3 -0.6
-0.6
Inversión en capital fijo (por cien PIB
real) 24.7 24.0 23.1
24.3
24.0
Inversión en capital fijo (por cien PIB
Nominal) 22.0 22.3 21.4
22.4
22.0
Inversión total 24.1 21.0 21.2 19.6
21.4
Ahorro externo 0.6 0.4 2.6 1.1
1.2
Ahorro nacional 23.4 20.6 18.6 18.5
20.2
(1) La tasa corresponde a la variación respecto del período
inmediatamente anterior.
(2) Instituciones privadas sin fines de lucro.
(3) Corresponde a la razón de la variación de existencias a PIB a precios
promedio del año anterior porcentaje últimos 12 meses.
Fuente: Banco Central de Chile.
El PIB fue impulsado por la demanda externa, en tanto se contrajo la
demanda interna. La primera mostró un leve aumento de las exportaciones
y sobre todo una fuerte caída de las importaciones, por lo que las
exportaciones netas se incremetaron. La demanda interna anotó una
variación de -0,6 por cien como consecuencia de una caída en la inversión
que no logró ser compensada por el aumento del consumo total, aunque la
caída en ritmo anual se detuvo en el cuarto trimestre del año después de
caer en los tres primeros.
Lo que determinó la caída de la demanda interna fue la inversión, que
cayó arrastrada tanto por la formación bruta de capital fijo (FBCF) como por
la variación de existencias. El desempeño de ambos componentes refleja la
menor inversión en maquinaria y equipos y la desacumulación de
inventarios de la industria manufacturera, respectivamente. La FBCF siguió
una tendencia decreciente durante los tres primeros trimestres del año, que
se revirtió en el cuarto, tras anotar un alza marginal. Su evolución se
explica por el desempeño del componente maquinaria y equipos, que cayó
18,8 por cien, tras exhibir contracciones de dos dígitos durante la mayor
parte del año, determinadas por la menor inversión en maquinaria industrial
y minera y en equipos de transporte. Por su parte, el componente
construcción registró una variación de 0,9 por cien.
En cambio, el consumo total mostró un incremento durante todo el año y
fue impulsado, principalmente, por el gasto de los hogares en servicios y
bienes no durables, y, en menor medida, por el consumo de gobierno,
aunque éste mostró dinamismo en el cuarto trimestre en doce meses. El
incremento del consumo privado reflejó, principalmente, el mayor gasto en
servicios, destacando el consumo de servicios en salud privada,
comunicaciones y transporte. El consumo de bienes durables cayó por el
menor gasto en automóviles, lo que ha sido una característica de la reciente
etapa de desaceleración del ciclo que ha experimentado la economía
chilena, mientras en cambio el consumo de bienes no durables aumentó,
liderado por el gasto en prendas de vestir y calzado, lo que está vinculado a
la mantención del crecimiento de las remuneraciones reales y del empleo.
El perfil estilizado de la secuencia causal de la evolución macroeconómica
reciente utilizado en este informe postula que al declinar el ciclo de
inversión minera y al agotarse simultáneamente los efectos del impulso
fiscal de 2009 y el originado por el terremoto de 2010, perdieron dinamismo
tanto la creación de empleo como el crecimiento de las remuneraciones
reales. Esto provocó un menor crecimiento del consumo de los hogares, que
constituye la principal fuente de la demanda agregada, en bienes no
durables y servicios, mientras el consumo de bienes durables cayó todavía
más en virtud de su mayor volatilidad. Se produjo el fin de un ciclo de
adquisición de estos bienes por los sectores medios emergentes que
acceden por primera vez a ellos. Las variables mencionadas arrastraron el
crecimiento del PIB a la baja, en un contexto internacional desfavorable y
de exportaciones netas estancadas, en una lógica de espiral recesiva que ha
podido ser revertida parcialmente –todavía se está lejos del crecimiento
potencial- por la política monetaria expansiva aplicada desde fines de 2013
y por la política fiscal expansiva definida para 2015, junto a un tipo de
cambio competitivo que aumenta las exportaciones netas (en buena medida
gracias a una sustancial caída de las importaciones). La tasa de crecimiento
de las remuneraciones y del empleo ha experimentado una recuperación
hacia el fin del año 2014.
SECTOR EXTERIOR Las exportaciones de bienes y servicios registraron en 2014 una variación
de 0,7 por cien y las importaciones una caída de -7,0 por cien. En el caso de
las exportaciones, aumentó el componente de bienes en 1,8 por cien (con
una caída de las exportaciones agrícolas y pesca de -7,7 por cien, un
aumento de 1,6 por cien de las exportaciones mineras y de 4,3 por cien de
las exportaciones industriales) y disminuyó el de servicios en -7,0 por cien.
En el caso de los bienes, el resultado fue liderado por los envíos de cobre,
productos químicos y alimentos; en el caso de los servicios, la caída se
explica, principalmente, por menores exportaciones de servicios de
transporte.
En cuanto a las importaciones, la contracción del componente de bienes
reflejó las menores internaciones de maquinaria de uso industrial y minero,
y de bienes durables. En materia de importaciones de servicios, el resultado
se debe, principalmente, a menores importaciones de servicios de
transporte.
El ingreso nacional bruto disponible real creció 1,9 por cien, impulsado por
las mayores rentas netas del exterior, efecto que fue compensado por
menores términos de intercambio. El ahorro bruto nominal resultó igual a
21,4 por cien del PIB, tasa que refleja un ahorro nacional de 20,2 por cien y
un déficit de 1,2 por cien en la cuenta corriente, muy inferior al 3,6 y 3,7
por cien del PIB en 2012 y 2013, lo que lleva tranquilidad a los evaluadores
de la vulnerabilidad.
En las variables externas incidió el precio del cobre, que bajó de un
promedio de 332 centavos de dólar la libra en 2013 a 311 centavos
promedio en 2014, con una caída de -6,3 por cien. Esta tendencia sigue a
la anterior baja del precio de -7,9 por cien en 2013. En lo que va de 2015,
el precio se ha situado en 264 centavos en enero y 259 centavos en
febrero, con un cierto repunte en la primera semana de marzo. Se
esperaban superávits de producción global para este y el próximo año,
aunque de menor magnitud a lo anticipado previamente, por lo que las
previsiones de precio no contemplaban una caída tan grande como la
registrada al iniciarse 2015. La fuerte caída del precio del cobre parece
asociarse a la caída del precio del petróleo y al subsecuente retiro de fondos
financieros especulativos indexados sobre el precio de las materias primas,
incluyendo el cobre (hedge funds internacionales y shadow banking en
China).
SECTOR PÚBLICO Y POLÍTICA FISCAL
Desde 2001 se optó en Chile por una regla fiscal estructural, consistente
en: a) estimar los ingresos futuros promedio del Gobierno Central que
derivan del crecimiento potencial de la economía y de los precios de largo
plazo del cobre y el molibdeno (cinco, diez y siete años respectivamente), y
b) fijar el nivel de gasto fiscal que permite que la diferencia entre ingresos
estructurales y gasto público anual resulte ser de una determinada cuantía.
Se estableció entre 2001 a 2007 un nivel de gasto inferior a los ingresos
estructurales en un monto de 1% del PIB y así crear reservas fiscales.
Conforme se inició el ciclo de aumento del precio del cobre y luego del
creciente ahorro fiscal que derivó de la regla original, la meta de superávit
estructural de 1% se cambió en 2007 a 0,5% del PIB para 2008 y en enero
de 2009 a un equilibrio estructural. Los años de la crisis global y del
terremoto indujeron mayores gastos que los previstos (con incrementos del
gasto público de 16,5% en 2009 y de 6,6% en 2010) y un déficit estructural
fuera de regla, dada la situación internacional excepcionalmente grave, de -
3,1% del PIB en 2009 y de -2,1% en 2010. El déficit estructural se fue
reduciendo al -1% en 2011, -0,4% en 2012 y -0,5% en 2013, haciendo
crecer el gasto público menos que el PIB.
Desde el cambio de gobierno en marzo de 2014, la política fiscal mantiene
una orientación expansiva. El déficit estructural se estima fue del orden de -
0,5 por cien en 2014. Los ingresos del gobierno central experimentaron un
aumento real anual de 1,5 por cien respecto de 2013. Los ingresos
tributarios netos crecieron un 2,2 por cien, variación que se descompone en
una disminución real anual de -7,3 por cien en la tributación de la gran
minería privada, por la caída del precio del cobre, y un incremento real
anual de 2,8 por cien en la tributación de los contribuyentes no mineros. La
tributación minera privada representó el 1 por cien del PIB y los aportes de
la minería estatal un 0,9 por cien. El gasto público creció un 6,5 por cien,
muy por sobre el crecimiento del PIB (1,9 por cien). La ejecución del gasto
presupuestario corriente y de capital cerró 2014 con 100,3 y 106,0 por cien,
respectivamente, el mejor resultado de los últimos 4 años en ambos casos.
El balance del gobierno central registró un déficit efectivo equivalente al -
1,6% del PIB, mientras fue de un -0,6 por cien en 2013.
El presupuesto de 2015 se ha programado con un déficit efectivo de -2 por
cien del PIB y un déficit estructural de -1,1 por cien del PIB, cifras que
configuran un impulso fiscal de cierta importancia. El gasto público crecerá
un 10 por cien en 2015 e incrementará especialmente los proyectos de
infraestructura. Los ingresos fiscales crecerían 5 por cien en relación al
presupuesto 2014, impulsados por los US$ 2.300 millones que se espera
recaudar a través de la reforma tributaria aprobada en septiembre de 2014,
que incluye un aumento gradual de la tributación de las utilidades de las
empresas e inmediato del consumo de tabaco y alcohol.
EMPLEO
Según informó el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) el 27 de febrero,
el número de desocupados alcanzó en el trimestre móvil terminado en
enero a 524,44 mil personas, contra 515,61 mil personas un atrás. La tasa
de desocupación en el trimestre móvil noviembre-enero alcanzó un 6,2
por cien de la fuerza trabajo, es decir un 0,2 por cien más que el trimestre
móvil anterior y sólo un 0,1 por cien más que hace doce meses. El mayor
cambio negativo en la tasa de desocupación en la secuencia de
desaceleración se produjo en el trimestre móvil terminado en marzo de
2014, cuando saltó a un 6,5 por cien desde el 5,7 por cien del trimestre
móvil terminado en diciembre de 2013. La tasa de desocupación más alta
del año 2014 se alcanzó en el trimestre terminado en agosto, con un punto
porcentual por encima del nivel de desempleo prevaleciente 12 meses
antes, coincidiendo con la más lenta creación de empleo (51,1 mil) en doce
meses.
Gráfico 2: Desocupados y creación neta de empleos en doce meses
(miles de personas), trimestres móviles terminados en enero 2013-
enero 2015
Fuente: Instituto Nacional de Estadísticas.
0,0
100,0
200,0
300,0
400,0
500,0
600,0
Ener
o
Feb
rero
Mar
zo
Ab
ril
May
o
Jun
io
Julio
Ago
sto
Sep
tiem
bre
Oct
ub
re
No
viem
bre
Dic
iem
bre
Ener
o
Feb
rero
Mar
zo
Ab
ril
May
o
Jun
io
Julio
Ago
sto
Sep
tiem
bre
Oct
ub
re
No
viem
bre
Dic
iem
bre
Ener
o
2013 2014
Desocupados Empleos nuevos
Gráfico 3: Tasa de desocupación (por cien) trimestres móviles
terminados en enero 2013-noviembre 2014
Fuente: Instituto Nacional de Estadísticas.
El número de ocupados creció un 1,1 por cien. La expansión anual del
empleo en términos absolutos alcanzó en doce meses unos 87,64 mil
puestos de trabajo adicionales (sumando un total de 8 millones de personas
ocupadas), un ritmo algo menor al de los tres trimestres móviles previos. La
creación de empleos experimentó un repunte desde septiembre de 2014 y
se ha mantenido a tasas superiores al 1 por cien. La masa de horas
efectivamente trabajadas registró, por su parte, una variación de 0,8 por
cien en doce meses en el trimestre móvil terminado en enero.
En doce meses, los ocupados se incrementaron en Servicios Sociales y de
Salud, Agricultura y Administración Pública, mientras que disminuyeron en
Construcción, Hogares Privados con Servicio Doméstico y Actividades
Inmobiliarias, Empresariales y de Alquiler. El empleo por Cuenta Propia
anotó una variación anual de 0,1 por cien, la más baja observada desde
inicios de 2013, al tiempo que los Asalariados registraron un incremento de
2,0 por cien, evidenciando que no estamos en presencia de una tendencia a
la caída en la calidad del empleo. Por sexto trimestre móvil consecutivo, los
ocupados a tiempo parcial involuntario descendieron en doce meses (-10,0
por cien), y tanto en el caso de las mujeres (-10,3 por cien) como de los
hombres (-9,6 por cien).
Las remuneraciones reales experimentaron en enero de 2015 un
aumento de 0,8 por cien, mientras el aumento alcanzó un 2,5 por cien en
doce meses. El crecimiento de esta variable fue de 3,9 por cien en 2013 y
de 3,3 por cien en 2012. En nuestra línea de análisis, el estancamiento de
las remuneraciones reales en la primera parte de 2014 primero impactó
negativamente en la demanda de consumo y en la actividad global, pero
esto empezó a revertirse hacia fines del año, gracias al reajuste del sector
público, las negociaciones salariales en la economía y la detención de la
inflación.
POLÍTICA MONETARIA E INFLACIÓN
El Índice de Precios al Consumidor (IPC) registró en febrero de 2015
una sorpresiva variación mensual de 0,4 por cien, según el Instituto
Nacional de Estadísticas (INE), con lo que la inflación en 12 meses escaló a
4,4 por cien, luego de una disminución en los meses anteriores. En el
aumento en los precios internos influyeron las alzas en Vivienda y Servicios
Básicos -con un fuerte incremento en el valor de la electricidad-,
Equipamiento y Mantención del Hogar, y Vestuario y Calzado. Junto al
efecto del tipo de cambio, se manifiestan signos de incremento del
consumo. Se constata un aumento de la inflación subyacente durante
febrero, con un incremento del IPCX -que no incluye frutas, verduras
frescas y combustibles- de 0,6 por cien en el mes, por segunda ocasión
consecutiva, con lo que este indicador se empinó a 5,7 por cien en 12
meses.
Los responsables de la política monetaria, en vista del deterioro de la
coyuntura desde el segundo semestre de 2013 que no previeron, decidieron
aplicar sucesivas disminuciones de la tasa de interés de referencia desde
octubre de 2013 para reanimar el consumo y la inversión y luego
mantenerla sin variaciones. La política del Banco Central ha ayudado
además a devaluar el peso y mejorado la competitividad del sector
exportador y el sustituidor de importaciones.
En su reunión mensual de política monetaria del 19 de marzo, el Consejo
del Banco Central acordó mantener por quinto mes consecutivo en 3 por
cien anual la tasa de interés de política monetaria, luego de haberla
reducido en 25 puntos base en octubre de 2014, desde el 3,25 por cien de
septiembre, el 3,5 por cien de agosto, el 3,75 por cien de julio y el 4 por
cien que mantuvo entre marzo y junio. Así, el Banco Central bajó la tasa
base progresivamente hasta alcanzar dos puntos porcentuales menos que la
prevaleciente al iniciarse la desaceleración a mediados de 2013.
Recordemos que durante casi dos años, desde enero de 2012 hasta octubre
de 2013, el Banco Central había mantenido sin variaciones en 5 por cien la
tasa de interés de política monetaria ante el incremento de la demanda
interna, pero luego aplicó, para procurar contrarrestar la desaceleración que
se evidenció al terminar el primer semestre de 2013, sucesivas rebajas
entre noviembre y marzo hasta 4 por cien, para reanudar las rebajas
sucesivas de 0,25 puntos al mes entre julio y octubre y estabilizarla en 3
por cien hasta ahora.
MERCADOS FINANCIEROS
El descenso de las tasas de interés de largo plazo externas e internas ha
motivado la emisión de bonos en ambos mercados. Si bien las tasas locales
no han respondido sólo a cambios en las tasas externas —reflejando
también las acciones de política monetaria interna—, un alza de las tasas
internacionales podría derivar en un mayor costo de financiamiento
corporativo. A la vez, podría generar ajustes de portafolios por parte de los
agentes involucrados, que reforzarían el alza de tasas generando algo de
volatilidad en los mercados.
La situación financiera del sector corporativo en 2014 chileno no mostró
cambios importantes respecto de 2013, aunque mantiene un
endeudamiento alto y una rentabilidad baja para patrones históricos. Con
todo, la razón deuda a PIB mantiene una tendencia levemente creciente.
Por su parte, la depreciación del tipo de cambio no ha implicado un
deterioro importante de la rentabilidad de las firmas que presentan descalce
cambiario.
En el mercado inmobiliario residencial los precios siguen subiendo. El
ingreso de nuevos proyectos al mercado de oficinas ha dado paso a una
mayor tasa de vacancia, la que podría seguir subiendo si la oferta continúa
creciendo en el sector. Los hogares presentan un mayor nivel de
endeudamiento —asociado principalmente a la deuda hipotecaria—, aunque
su carga financiera se mantiene estable debido a las menores tasas de
interés. El bajo nivel de desempleo y la orientación de la banca hacia
hogares menos expuestos al ciclo económico, ha llevado a que, pese a la
debilidad cíclica de los trimestres recientes, los indicadores de pago
bancarios no muestren cambios.
El menor crecimiento del crédito comercial y de consumo es coherente
con la evolución de la economía. En la cartera comercial, la reducción tanto
de las tasas de interés como de los flujos de crédito sugiere que factores de
demanda estarían predominando. Parte de la menor demanda por
financiamiento bancario se debe a la sustitución de deuda con emisiones de
bonos. Los indicadores financieros de la banca siguen saludables y los
ejercicios de tensión muestran que los niveles de capital son suficientes
para absorber la materialización de un escenario de estrés severo. Si bien la
rentabilidad de la banca aumentó, fue impulsada por el efecto transitorio de
la mayor inflación. El margen de intereses se ha mantenido durante el 2014
y sigue siendo el principal contribuyente de la rentabilidad de esta industria.
De acuerdo al Banco Central “la situación financiera actual de empresas y
hogares es algo menos holgada que en años previos, por lo que su fortaleza
para enfrentar un deterioro del entorno macroeconómico nacional e
internacional ha disminuido”.
TIPO DE CAMBIO
Entre enero y diciembre de 2014, el tipo de cambio nominal se depreció en
14,2 por cien (537 pesos por dólar promedio mensual contra 613 pesos
respectivamente). En 2013 ya lo había hecho en 12 por cien. El de 2014 es
el nivel más alto desde marzo de 2009, cuando el tipo de cambio alcanzó
una punta de 616 pesos. En lo que va de 2015 el peso ha seguido
depreciándose frente al dólar: en enero el valor promedio del dólar fue de
621 pesos y en febrero de 624 pesos, con fluctuaciones en marzo (627
pesos el 24 de marzo). La depreciación del peso chileno, una de las más
fuertes en América Latina, está asociada a la caída que experimentó el
precio del cobre, que se ubicó en mínimos de cuatro años y medio, y a la
disminución en la tasa de interés desde fines de 2013 decidida por el Banco
Central. Esta tendencia favorece la competitividad del sector exportador y
del sustituidor de importaciones.
2. PERSPECTIVAS ECONÓMICAS La economía chilena ha estado creciendo desde 2013 por debajo de su
potencial (calculado entre 4 y 4,5 por cien), lo que empezaría a no ser el
caso si se prolongara el crecimiento logrado en el cuarto trimestre de 2014.
En septiembre del 2013 el Banco Central proyectó que la inflación del año
2014 llegaría al 2,8 por cien y que el PIB anual crecería entre el 4 y el 5 por
cien. El resultado es un hoy un IPC a 12 meses del 4,4 por cien, mientras el
PIB creció un 1,9 por cien en 2014. Las desviaciones son cercanas al 50 por
cien. No obstante, la política monetaria se adaptó rápido a la nueva
situación, con sucesivas disminuciones de la tasa de interés de referencia
desde octubre 2013. La política del Banco Central ha ayudado a desvalorizar
el peso y por esa vía ha mejorado las perspectivas del sector exportador no
minero (el sector minero opera con ciclos de inversión largos y desde 2003
registra considerables sobreutilidades por el mayor precio del cobre) y el
sustituidor de importaciones, aunque el alto costo de la energía es un factor
que disminuye su competitividad. El gasto público crecerá cerca de 10% en
2015 e incrementará especialmente los proyectos de infraestructura, lo que
estimulará el crecimiento.
La Encuesta de Expectativas Economicas realizada por el Banco Central y
publicada el 10 de marzo reveló que por segundo mes consecutivo los
expertos consultados aumentaron su proyección de crecimiento de la
economía chilena para 2015 y la elevaron desde 2,7 hasta 2,8 por cien.
El gobierno proyecta que la economía crecerá en 2015 a una tasa entre 3 y
4 por cien. El Banco Central es más cauto y estima que la expansión del
PIB en 2015 se situará en un rango entre 2,5 y 3,5 por cien. El mayor
crecimiento esperado para 2015 se sustenta en que la economía ha hecho
un ajuste rápido en materia de tasas de interés y de tipo de cambio real,
que las condiciones externas previstas son algo mejores que las de 2014 y
que la confianza de los consumidores y empresas mejora.
3. SITUACIÓN POLÍTICA
La agenda del segundo gobierno de la presidenta Michelle Bachelet (marzo
2014-marzo 2018), avanzó entre marzo 2014 y enero 2015 sin grandes
dificultades, luego de lograr aprobar en el parlamento una reforma
tributaria que se propone aumentar hacia 2018 en 3 por cien del PIB la
carga impositiva, una reforma del sistema escolar que incluye avances en
gratuidad y prohibición parcial de la selección y del lucro en la educación
privada subvencionada (que abarca cerca de un 60 por cien de la
matrícula), junto a un histórico cambio del sistema electoral orientado a la
proporcionalidad de la representación parlamentaria. Pero la presidenta
Bachelet sufrió en febrero un fuerte desgaste político por las denuncias
sobre tráfico de influencias en negocios privados de su hijo y su nuera
(compra de terrenos en 2013 en la zona de Rancagua y venta con altas
utilidades en 2015 con la expectativa de cambio de uso del suelo),
denominado caso CAVAL. Obtiene en febrero de 2015 sólo un 36 por cien de
aprobación, contra el punto más alto de 58 por cien en junio de 2014. La
oposición no ha estado en condiciones de cosechar este desencanto, pues
se encuentra lidiando con las denuncias sobre financiamiento ilegal de
campañas de varios de los líderes más importantes del partido Unión
Demócrata Independiente, el más grande de la derecha, incluyendo a su
presidente del partido, el diputado Silva, que debió renunciar al cargo el 11
de marzo, precipitando al partido y a la oposición en general a una fase de
desconcierto y falta de iniciativa en el escenario político.
En lo inmediato, el efecto ha sido que ambos casos se han tendido a
empatar en la opinión pública, provocando una respuesta generalizada de
rechazo a todo cuanto ocurre en la esfera política y cierta indignación que,
hasta ahora, no se ha traducido en expresiones callejeras de descontento.
Sin embargo, no es descartable que, de no mediar cambios importantes en
el sistema político, la expresión más evidente de la molestia ciudadana sea
una baja participación en el próximo ciclo de elecciones y una mayor
polarización política.
El caso CAVAL horadó uno de los activos más importantes de la Presidenta,
que es su credibilidad y una de las banderas de su gobierno: la lucha contra
la desigualdad. La acusación más relevante se vincula justamente al trato
preferencial que un banco de la plaza le dio al hijo de la mandataria para
otorgarle un préstamo millonario, sin que la situación patrimonial ameritara
tal crédito.
La respuesta del gobierno ante esta situación ha sido la creación de una
comisión presidencial que estudie medidas para regular de mejor manera la
relación entre política y dinero. Si bien este anuncio es importante y es una
estrategia que ya se ha ocupado en el pasado para enfrentar situaciones de
crisis, es preciso considerar que la situación política amerita cierta celeridad
y señales claras y contundentes de cero tolerancia a estas prácticas. Del
mismo modo, en especial en relación al caso PENTA, es preciso que los
tribunales hagan su trabajo sin presiones de ningún tipo, de manera que la
crisis política no se transforme, en definitiva, en una grave crisis de
legitimidad de las instituciones. Las prisiones preventivas de los principales
dueños y gestores de PENTA dictadas por la justicia el 7 de marzo,
aminoran, por el momento, esa perspectiva.
La situación descrita ha complicado también la situación de la Nueva
Mayoría en al menos dos frentes. El primero, se vincula a que en el
desarrollo de algunas de las aristas del caso PENTA y SQM aparecen figuras
políticas del conglomerado cuestionadas por presunto financiamiento
irregular de campañas. Si bien ello todavía es materia de más amplia
investigación, desde ya provoca un daño relevante a la coalición de
gobierno, mientras ha dejado en la vereda las opciones presidenciales de
Andrés Velasco, que en 2014 habían emergido con fuerza. Segundo, más
allá del programa, está en peligro el gran activo para la coalición que ha
sido la Presidenta de la República. Fue gracias a su liderazgo que se creó
una nueva coalición para enfrentar la pasada elección presidencial y
parlamentaria. Si su figura se desmorona, se pierde el principal activo
aglutinador de la Nueva Mayoría.
Es preciso considerar, además, que esta situación estalla en el contexto de
elecciones internas de dos de los partidos más importantes del
conglomerado, el PS (a fines de abril) y la DC (a fines de marzo), cuestión
que ha tenido la consecuencia, en algunos casos, de endurecer las acciones
y los discursos.
Las coaliciones políticas y el Congreso siguen con niveles de desaprobación
muy superiores a su respectiva aprobación. En enero, la opositora “Alianza”
llegó a su peor nivel de aprobación de la serie histórica de la encuesta
mensual Adimark-Gfk, alcanzando un 11 por cien, situación que mejoró a
un escaso 17 por cien en febrero. El Congreso, a su vez, tiene en el Senado
una aprobación del 24 por cien, distante al 40 por cien del inicio del
segundo gobierno de Michelle Bachelet, mientras que la Cámara de
diputados llega en febrero a 20 por cien de aprobación, 18 puntos por
debajo de su aprobación al inicio de la actual administración en marzo de
2014. La reforma educacional y la tributaria mejoraron su evaluación global
con respecto al término del año 2014, cuando reunieron un 43 y 42 por cien
de aprobación. En febrero de 2015 la reforma educacional contó con un 47
por cien de acuerdo (48 de desacuerdo), mientras la reforma tributaria
obtuvo un 45 por cien de acuerdo (43 de desacuerdo).
Con todo, dado que los casos están en desarrollo, es muy difícil pronosticar
cuál será el destino que tendrá finalmente esta crisis política. Esto
dependerá, en particular, de las respuestas que ofrezca el gobierno en
materia de reformas que restablezcan la confianza ciudadana en las
instituciones públicas.