Rebeldes Con Causa. Un Analisis Interpretativo de La Conflictiva Relación Entre La Nobleza Gallega...
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REBELDES CON CAUSA: UN ANALISIS INTERPRETATI VO DE LA
CONFLICTIVA RELACION ENTRE LA NOBLEZA GALLEGA Y LOS
REYES DE ASTURIAS, CA. 750"910
Carlos Balinas Perez
Umversidad de Santiago de Compostela
1. PREFACIO
Uno de los grandes acontecimientos de la Historia de la Peninsula Iberica en la AltaEdad Media es, indiscutiblemente, la aparicion en las montanas de Asturias de un focode resistencia armada e ideologica a la hegemonia musulmana. Entre mediados del sigloVIII y mediados del siglo IX surge a partir de este micleo un espacio politico, conocidoconvencionalmente como Reino de Asturias, que reivindicara para si el legado historicodel extinto reino hispano-godo de Toledo y la representation de la poblacion cristiana
peninsular en antitesis al emirato islamico de Cordoba y, subrepticiamente, al imperio ca-
rolingio. Bajo cl reinado del monarca Alfonso III (866-910) este reino extiende su area de
incidencia por el cuadrante noroccidental de la Peninsula y se convierte en una alternativaplausible al dominio musulman. No es de extranar, por consiguiente, que, en una mirada
retrospectiva, una poderosa corriente historiografica, vinculada al nacionalismo espanol ya la concepcion unitaria del estado espanol, vea en el Reino de Asturias la semilla de la que
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Carlos Balinas PerezRebeldes con causa: un andlisis interpretative dela conflictiva relacion... 3938
nobiliares de la Galicia de la temprana Edad Media contra la autoridad mondrquica,cebidas no como un capitulo subsidiario de la historia del reino de Asturias sino comocapitulo principal de la Historia Medieval de Galicia.
surgiria el Reino de Espana1. Sin embargo, las propias fuentes historicas asturianas coetd-
ponen de relieve la fragilidad interna del reino, manifestada tanto en la inestabilidad
de su monarquia como en la dificultad de los sucesivos reyes asturianos para imponer su
autoridad sobre las poblaciones de los diversos territorios incorporados en el proceso ex-
pansivo anteriormente descrito. Un foco particularmente conflictivo de disension frente a
la autoridad de los soberanos astures lo constituye Galicia, la region sin duda mas poblada
y desarrollada del reino, con cuya aristocracia los sucesivos reyes de Asturias sostuvieron
unas relaciones particularmente problematicas. Las propias crdnicas oficiales asturianas,
como veremos, califican a los nobles galaicos como “rebeldes contra su rey”, lo que ha dado
motivo a la historiografia espaiiolista a conceptuar esta actitud hostil como “impetus se-
cesionistas”, insolidarios con el esfuerzo comun en la lucha contra el invasor musulman, y
estableciendo asi un obvio paralelismo con el debate presente sobre la configuration interna
del estado espanol2. Esa misma interpretacion, analizada desde una perspectiva ideologica
antagonica, ha llevado a autores vinculados al nacionalismo gallego a postular una resisten-
cia de la poblacidn de Galicia al proyecto anexionista de la monarquia astur, amenazante
rival de la hipotetica existencia de un proyecto politico nacional propio o Reino de Galicia,
cuyos origenes podrian remontarse a la monarquia sueva de los siglos V y VI3.
En este trabajo intentaremos huir de estas interpretaciones simplistas, que nos dicen
mas acerca de las visiones e ideales en los discursos historiograficos peninsulares contem-
poraneos que de la propia realidad de los hechos historicos abordados, para intentar desde
el andlisis y contextualizacion de las fuentes historicas disponibles -y no siempre suficien-
temente aprovechadas- una explication sin condicionamientos a priori de las conflictivas
relaciones entre la aristocracia galaica y la monarquia asturiana. Para ello, combinaremos
observaciones desde el “centra del poder” -que demandaban los reyes asturianos de la no-
bleza gallega- y desde la “periferia del poder” -que pretendia obtener la nobleza gallega de
la monarquia asturiana- Intentaremos demostrar que es en la confrontation de estas dife-
rentes y a veces opuestas expectativas donde reside la explicacion a las discutidas revueltas
con-
neas un
2. GALLECIE POPOLOS REBELANTES
Con el acceso al poder del rey Alfonso I (739-757) se abre una nueva etapa en la his¬toria del embrionario reino astur-cantabro4. Asegurada minimamente la estabilidad delespacio septentrional de resistencia a la intrusion islamica frente a sus amenazas internasy externas, los monarcas asturianos del siglo VIII se plantearan asegurar la defensa desus nacientes dominios frente a las operaciones de castigo provenientes de Al-Andalus,eliminar los restos de presencia hostil musulmana en el tercio norte peninsular, establecerrelaciones directas con los hispanos refractarios al poder islamico y, en general, extenderlas fronteras del reino para dotar de peso a su reivindicacion del liderazgo de la cristian-dad peninsular. Ello comportaba inevitablemente el control de las unicas rutas posibles de
y salida del reino de Asturias, protegido pero a la vez constreiiido por sus fronterasnaturales del mar y la cordillera cantabrica, la ruta oriental -via Alava y la Bardulia- y laoccidental -via Galicia-5. Es asi como por vez primera se cruzan los destinos de la mo¬narquia astur y de la aristocracia galaica. Las cronicas asturianas atribuyen dos tipos deactuaciones en Galicia a Alfonso I. Primeramente, una serie de operaciones militares porterritorio de la vieja GaUaecia, dirigidas aparentemente contra los puestos de control musul-manes al norte del rio Duero/Douro: mientras la Cronica Albeldense, posiblemente la masantigua y escrita al margen de la corte asturiana, se limita a una denomination genericade estas campanas, sin especificar los rivales del monarca ni puntos concretes del territoriogalaico -aunque si las vecinas ciudades de Leon y Astorga, vinculadas historicamente conaquel-6, la Cronica de Alfonso IIIcapture militarmente Lugo, Tuy, Oporto, la desconocida Anegia, Braga, Viseo y Chaves,
acceso
versiones Rotense y Ovetense- especifica que-en sus
1 “En cl Asturorum regnum naccn Espana y lo hispanico...esa modalidad peculiar que surgio ya en los dias
de Ordono1y Alfonso III”(Sanchez-Albomoz 1989:332). El propio titulo de su obra -ElReino deAstu¬
rias. Origenes de la nactin espanota-,escrita originariamentc en la decada de 1920 y publicada inicialmente
en 1969, es bien indicativa de su orientadon ideologica.2 Cfr., por ejemplo, Sanchez-Albornoz, op. cit. p. 113 (uno de los epigrafes de este trabajo -pp. 290-294-
Ucva cl titulo de “Galida oligarquica y conspiradora"). De manera mas matizada,este mismo presupuesto
ideologico subyacc aiin en las interesantes aportaciones al tema de obras mas recientes como RecueroAstray (1996) o Besga Marroquin (2000).
3 La mas rcciente y coherente formulation de esta interpretacion puede verse en Lopez Carreira (2005).
Esta singular coincidencia entre historiadorcs “centralistas"y “nacionalistas” ya ha sido puesta de relieve
por autores como Balinas Perez (1988) y Portcla Silva (1994).
4 Con la utilizaddn de trirminos como “rey",“reino”o “monarquia”en cl contexto asturiano del siglo VIII nopretendemos mas que seguir los usos historiograficos admitidos, sin entrar a juzgar, fucra de los interesesde este trabajo, la autentica entidad de esta formation poh'tica.De hecho,existe un amplio consenso entrelos cspecialistas en el tema en que los primeros monarcas son poco mas que h'deres militares con un fuertecomponente etnico; veanse los estudios recogidos en La (poca de la monarquia asturiana (2002).
5 Para esto y lo que sigue, cfr. Balinas Perez (2002).6 Adefansus,.. Hurbes quoque Legitmes atque Asturicam ab inimicisposesas uiitar inuasit. Campos quern ditunt
Gottcos usque adjlumen Dorium eremauit et ebristianorum regnum extendit (Albeldense, ed. Gil Fernandez,
,
r40 Rebeldes con causa: un andlisis interpretative) tie la conjlietiva relation... 41Carlos Balinas Perez
matando a sus defensores islamicos y llevandose a sus habitantes consigo7. Lo cierto es quela extension geografica de las presuntas conquistas de Alfonso I mas parece correspondersecon el avance expansivo de su lejano sucesor Alfonso III (866-910), momento en el quedichas fuentes historicas se redactaron y en el que si se testimonia la real y efectiva conquis-ta de buena parte de las ciudades mencionadas, imposible para la epoca atribuida por lascronicas. De igual manera, no hay datos historicos fehacientes para afirmar una autentica
ocupacion islamica de los lugares mencionados a mediados del siglo VIII, ni mucho menos
su supuesta despoblacion y el traslado de sus pobladorcs a territorio asturiano. De hecho,en el caso de Lugo, consta claramente en la documentation relacionada con el asentamien-
to del obispo exiiiado Odoario, coetanea con los hechos descritos, que ni la ciudad estabadesierta, ni habia destacamentos musulmanes en ella y, como mencionaremos seguida-mente, casi con seguridad el monarca asturiano no ejercia una autoridad efectiva sobreella8. Es razonable, por Io tanto, suponer que, cuanto menos en lo relativo al territorio de laactual Galicia, estas operaciones militates de Alfonso I supusieron una intrusion agresivay puede que incluso una confrontacion armada abierta con las elites locales. Lo segundoque las cronicas asturianas atribuyen al rey es la incorporacion al dominio regio -como taldebe entenderse el terminopopulantur- de lapars maritima Gallecie, que consideramos debeaplicarse aproximadamente al territorio entre las rias del Eo y O Barqueiro, lo que pone derelieve el limitando alcancc real de sus conquistas por territorio gallego y ratifica lo dichoanteriormente9.
El enfrentamiento armado entre monarquia asturiana y aristocracia gallega se hacemas evidente y enconado en los reinados de los sucesores de Alfonso I. Asi, su hijo FruelaI (757-768), lucho contra los habitantes de Galicia, los vencio y arraso sus tierras10. Veinteanos despues, el rey Silo (774-783), tenia nuevamente que sofocar por la fuerza una nueva
revuelta galaica en Monte Cubeiro11. Al mismo tiempo, la monarquia asturiana estaba
enfrentandosc a similares problemas en su frontera oriental con los habitantes vascones de
la zona, casi con seguridad por parecidas razones12. Conviene senalar que la terminologia
empleada por las cronicas redactadas en la corte de Alfonso III tiene una clara intencio-
nalidad ideologica. En primer lugar, se habia de los Galleciepopulos, subrayando el caracter
generalizado de la resistencia pero tambien dando a entender que el resultado final es la
domination de toda Galicia. Nada mas lejos de la realidad que nos sugieren las fuentes.
Las propias cronicas atribuyen a Fruela I la anexion a su reino de los territorios hasta el
rio Mino, que logicamente debemos entender como el tramo superior del susodicho curso
fluvial1\ En efecto, Fruela I combate a los musulmanes en Pontubio -actual As Pontes
de Garcia Rodriguez- y colabora activamente en la restauracion de la vida monastica en
Samos y su comarca14; Silo combate a los rcbcldes galaicos en Montecubeiro, no lejos de
la ciudad de Lugo, y dona el lugar de Lucis en la Marina cantabrica para una fundacion
monastica, realizada en elaboration con Sperautane, abad de un monasterio sito cerca
de Ribadeo11; el rey Vermudo I (789-791) es vencido por los musulmanes a orillas del rio
Burbia, en los Ancares leoneses que marcan la frontera entre Galicia y la Meseta Norte16;
el punto extremo de la colonization monastica en el siglo VIII -que muy posiblemente
debia ya poco al impulso regio- se situa en Abeancos, en la zona de Melide1'. En resumen,
despues de cincuenta ahos de presion sobre el territorio galaico, los dominios efectivos de la
monarquia asturiana en territorio gallego se limitaban a la zona comprendida entre el mar
Cantabrico y la ria de Ortigueira por el norte, la Dorsal Galaica por el este y la confluen-
cia de los rios Mino y Sil por el sur, virtualmente poco mas que la extension de la actual
provincia de Lugo. Elio mismo es ya un indicio indirecto de la fuerte resistencia a que los
reyes asturianos debieron de hacer frente y de su escasa capacidad de control efectivo del
territorio: notese que Silo combate en las proximidades de la ciudad de Lugo contra oposi-
tores armados a su dominio todavia hacia el ano 780.7 Adefomus... cumfratre FroUane septus exercitu mobens multas ciuitates bellando cepit, id est, Lucum, Tudetn,Portugalem, Anegiam, Bracaram metropolitanam, Utseo, Flavias... omnes quoque Arabes gladto interficiens,Christianas autem secum adpatriam ducens (Rotensc,ed. Gil Fernandez, p.132). Utilizarcmos la denomina¬tion de Cronica Ovctcnse, y no Ad Sebastianum -como el editor-, siguiendo los precedcntcs de GomezMoreno (1932) y Bonnaz (1987).
8 Sobre la situation en Lugo a mediados del siglo VIII, cfr. D’Emilio (2005) y Balinas Perez (2006).9 Ovetense, ed., Gil Fernandez, p. 133. En la interpretacion del controvcrtido termino populantur!depo-
pulantur accptamos la asentada opinion de autorcs como Mencndcz Pidal, Moxo o Garcia de Cortazar,quienes interpretan dicha expresion en este contcxto temporal y geografico como relativo a la reorga¬nization social, politica y cdcsiastica de un territorio con motivo de su incorporacion a los dominiosefectivos del rey. Aun rcconocicndo parte de su argumentation,debemos rcchazar el criticismo exageradode Portela (1994), el cual, en su proposito de desmentir las tesis de Sanchcz-Albornoz sobre una despo¬blacion demograliea consecucncia de la conquista islamica, niega cualquicr valor al termino, ignorando lasnumerosas evidencias documentales existentes, incluso en territorio de la Galicia nuclear.
10 Gal/etie populos contra se reuelantes superauit omnemque prouintiamfortiter depredauit (Rotense, ed. GilFernandez, p. 134).
11 Populos Gallecie contra se rebel/antes in monte Cuperio hello superabit et suo imperio subiugabit (Cronica Ove¬
tense, ed. Gil Fernandez, p.137). Monte Cubeiro estd situado en la homonima parroquia de San Cibraode Montecubeiro,en cl ayuntamiento lucensc de Castrovcrdc,en la ruta que comunica Lugo con Asturiasa traves de Meira.
12 Cfr. Besga, 2000, pp. 332-339.13 Istius namque tempore usqueflumine Mineopopulata est Galleria (Rotense, ed. Gil Fernandez, p.134).14 Aduersus hostem Cordubensium in locum qui uocatur Pontuuio pouincia Galleria preliabit (Ovetense, ed. Gil
Fernandez, p.135).Locum Samanos iuxtaJhtvtum Sarrie... dive memorie domnus Froila adeandem basclicam
illudperpetim iureperenni qffirmavit (811-06-ll,Tumbo de Samos, fol. 17r.).
15 775-08-23, Archive de la catedral de Leon, Cfr. nota 21.16 Uercmudus. . .eo regnanteprelius/actus est in Burbia (Albeldcnsc, ed. Gil Fernandez, p. 174).
17 Cfr. 787-12-28,Tumbo de Sobrado, ff. 71r-v.
43Carlos Balinas Perez42 Rebeldes con causa: tin andlisis interpretative de la confiictiva relation...
Teniendo en cuenta que el monarca tenia su solar y cuna en la villa asturiana de Pravia, que
convirtio en su capital, y que estaba casado con una hija de Alfonso I, todo parece indicar
que estas posesiones no le venian de herencia o de dote, sino que las habia adquirido por
ocupacion, presumiblemente en el contexto de la expansion asturiana por la pars mariti-
mam Gallecie. Tampoco parece una casualidad que sean justo los monarcas Fruela I y Silo,
con propiedades conocidas en Galicia adquiridas por posible derecho de conquista, quienes
hubieron de enfrentarse con las armas a la hostilidad de la aristocracia local. Por ultimo, es
significativo subrayar el hecho de que todas las propiedades regias en territorio de Galicia
documentadas antes de mediados del siglo IX esten situadas precisamente en las comarcas
de la Galicia nororiental, objeto de esta ocupacion militar, y no en el occidente galaico,
integrado pacificamente en el reino23.
En segundo Iugar, los oponentes a la extension del dominio asturiano sobre las tierras
y los hombres de Galicia, dirigidos por la aristocracia indigena -la unica con lbs recur-
sos organizativos y militares necesarios para liderar la resistencia-18 son calificados como“rebeldes" por las cronicas aulicas, dando a entender su insumision respecto de su sefior
natural, el rey de Asturias. Sin embargo, como hemos visto, Galicia nunca formo partedel nucleo originario del que surgio el reino de Asturias, por lo que los magnates galaicosinsumisos no eran traidores a un rey que no reconoci'an como propio, sino que se oponiana la implantation de un poder que percibian como ajeno19. Sin embargo, este aspecto deresistencia “nacional", siendo innegablemente cierto, no explica en su totalidad la ferreaoposicion de los aristocratas gallegos, quienes no solo defienden su autonomia sino tambiensus propios intereses de grupo. En efecto, los escasos indicios documentales de que dispo-nemos parecen indicar que, fuera causa o consecuencia de su actitud hostil, el avance de laautoridad de la monarquia astur por territorio de Galicia se hace a costa del poder local y laspropiedades de los poderosos locales. Por ejemplo, no conocemos el nombre de ningun dig-natario galaico -laico o eclesiastico- en el entorno de la corte asturiana antes de comienzos
del siglo IX y virtualmente todos los agentes identificados de la monarquia en territorio
gallego en el siglo VIII son o bien asturianos o inmigrantes hispano-godos venidos del Surpeninsular. De hecho, la extension del poder asturiano parece haberse realizado en buenamedida a costa de los intereses de los habitantes originarios. Asi, el rey Fruela concedio losbienes del extinto monasterio de Samos a un grupo de religiosos venidos de Cordobay esti-mulo el asentamiento en la zona de Sarria de inmigrantes hispano-godos, confiando a estos
foraneos propiedades y autoridad en dichas comarcas, en detrimento de los propietariosautoctonos, que aprovecharon la muerte del monarca para reivindicar violentamente sus
bienes e influencia local, dando origen a un conflicto que aun continuaba vigente cincuenta
ahos despues20. De igual manera, sabemos que el rey Silo tenia propiedades en las comar¬
cas cantdbricas de Galicia, parte de las cuales donb para la fundacion de un monasterio21.
3. DEL CONFLICTO AL CONSENSO
En el ano 842 llegd a su fin el prolongado y exitoso reinado del monarca Alfonso II(791-842), el autentico fundador del reino de Asturias22. Conocido en la historia como “el
Casto”, el difunto monarca no dejaba descendencia directa, por lo que su fallecimiento
abrio una crisis sucesoria. Los miembros del palatium regis promovieron al trono al cunado
del extinto soberano, Nepociano, brazo derecho del finado y marido de su hermana, quien
fue rapidamente reconocido como rey en las regiones asturianas y vasconas del reino24.
Sin embargo, Ramiro, hijo del predecesor del Rey Casto, Vermudo I (789-791) y presunto
heredero del reino, ausente de la capital en el momento de la defuncion del monarca, no
renuncio a sus aspiraciones al trono a pesar del aparente unanime reconocimiento de su ri¬
val. Se dirigio a la ciudad de Lugo, centra principal de la Galicia asturiana, y reunid alii un
ejercito, con el que invadio Asturias, vencio a su oponente y lo hizo cegar, asumiendo por
la fuerza de las armas el gobierno del reino como Ramiro I (842/43-850), aunque durante
cierto tiempo tuvo que hacer frente a la hostilidad de la aristocracia asturiana, que reprimid18 Cfr. Balinas,1996.19 Cfr. Balinas, 2002, pp. 373-375, para las tormentosas relaciones entre astures y galaicos desde epoca ro-
mana.20 Asi lo afirnia cl propio Alfonso II, hijo de Fruela, en su confirmation de las propiedades y poderes de
Samos: Sed quia post mortem illius (dtminus Froila) per intervalla temporum homines laid ibidem inquieta-tionemfecerunt, sicut et modofaciunt (811-06-11,Tumbo de Samos, fol.17r.). Proavus mens tondam nomineEgila, definibus Spanie una cum uxsre et liberis adveniens tempore dive memorie domni Froilani principis,apprehendidit ex squalido villam secusJluvium Sarrie... nam et ceteras in lociis aliis (902-01-1, Tumbo deSamos, ff. 14v-15v.).
21 SUo...ipsi semi Dei daremos eis locum oracionis in cellario noso que est inter lube et Masoma, inter ribulumAlesancia et Mera, locum que dicitur Lucis, determinatum de ipsa ui/la ubi ipse noster mellarius abitauit Espa-sandus (775-08-23, Archivo catedral de Leon).Tradicionalmente, sc ha identificado este lugar de Luciscon Cclciro de Marinaos', Barreiros-Lugo pero rccientemente sc ha sugerido que podria cstar situado en
la comarca de Ortigueira, bastante mas al este pero todavia en las costas scptentrionalcs de Galicia: cfr.Gonzalez Paz,2006.
22 Cfr. Balinas,1992, pp. 488-491.23 Para el reinado de este monarca, ademds de la bibliografia citada anteriormente, pueden verse tambien
Garcia Torano,1986; Ruiz de la Pena, 2001, y Balinas,1998, pp. 55-82 -en relation con su actuation enGalicia-.
24 Item nomina regum catolicomm legionensium... Deinde Nepetianus cognatus regis Adefonsi [regnante anno],Post Nepotiano Ranimiro (Cronica Albeldcnse, cd. Gil Fernandez, p. 172).Cfr. Sanchez Albomoz, 1989,
pp.182-183; Suarez Alvarez, 2002, y Bcsga Marroquin, 2003.
Carlos Balinas Perez 4$Rebe/des con causa: un amilisis interpretative de la conflictiva relacion..44
ejercitos andalusies en territorio galaico. En este contexto, la neutralidad al margen decualquiera de Ios contendientes se habia vuelto imposible para los magnates gallegos, cuyadesunion y limltados recursos les incapacitaban para poder defender su independencia con
sus propios medios. La asociacion con la monarquia asturiana y con su politica de resis-tencia a ultranza contra la hegemom'a peninsular islamica se volveria ahora mucho masatractiva, especialmente teniendo en cuenta la brillantc ejecutoria militar y el creciente
potencial del ejercito astur, que los magnates galaicos conocfan, como vimos, de primeramano. A su vez, el rey de Asturias necesitaba imperiosamente contar con la colaboracion delos aguerridos aristocratas gallegos para asegurar la proteccion de las fronteras occidentalesde sus dominios e incrcmentar sus tropas frente a la amenaza musulmana29.
Las consecuencias de esta colaboracion, bajo el exitoso liderazgo militar delAlfonso II, no se hicieron esperar. El exito final de esta sinergia llego con la sonada victoriaalrededor del ano 821 sobre sendos ejercitos musulmanes en Anceo y Nardn, un combateen dos frentes que la monarquia asturiana no hubiera podido abordar sin contar con elpleno respaldo de la aristocracia local30, y con el aplastamiento de la peligrosa insurrectiondel moro aliado Mahamuth en el castro de Santa Cristina-Sarria, algunos afios despues31.Con ello, la Galicia nuclear quedaria a salvo de las incursiones musulmanas durante siglo ymedio, hasta los tiempos del poderoso caudillo militar islamico conocido por los cristianospeninsulares como Almanzor. Pero Ios resultados de la combination militar galaico-astu-riana no se limitaron a la defensa del territorio patrio, sino que se extendieron a exitosasofensivas por territorio andalusi, como la campaiia contra Lisboa de 798, cuyo rico botinhubo de ser especialmente valorado en el marco de una economia desmonctarizada comola del Norte peninsular52. El victorioso liderazgo militar de la monarquia asturiana, consi-derado, segun la mentalidad de la epoca, prueba del favor divino, se convirtio asi en uno delos ejes basicos de la aceptacion de su autoridad sobre la nobleza de Galicia y de la legiti-midad de su poder, como subrayan las fuentes coetancas gallcgas33. A su vez, la capacidad
ferozmente25. Para ello conto con el inconmovible apoyo de sus fieles magnates galaicos,
que aseguro aun mas desposando a su hija, Egilo, con el noble gallego Gaton, conde de
Triacastela26. Uno de los detalles mas sorprendentes de este relato es el hecho de que la
aristocracia gallega, cuya encarnizada hostilidad a la autoridad de la monarquia asturiana
en visperas del acceso al poder de Alfonso II hemos analizado en las paginas precedentes,se hubiera convertido a la muerte de este en el arbitro del reino asturiano y en valedor de
la legitimidad dinastica -por mucho que esta, como hemos senalado, fuera discutible-
imponiendose incluso a la nobleza cortesana astur, que hasta entonces habia determinado
la sucesion en el trono.
Para entender este decisivo cambio en las relaciones entre la monarquia asturiana y
la proto-nobleza gallega, que posibilito la pacifica integration de la Galicia nuclear dentro
del reino de Asturias y abrio el camino a la posterior expansion por la Gallaecia meridional,
es necesario retroceder hasta los inicios del reinado de Alfonso II. Cuando este finalmente
acceda al poder real en 791, en el contexto de una profunda crisis politica y militar, dara un
giro radical a la politica seguida hasta entonces por sus predecesores y singularmente por
sus parientes Fruela y Silo. Lejos de intentar imponer por la fuerza el dominio asturiano
sobre las tierras y los hombres de Galicia a la cabeza de un caudillaje militar y de base
etnica, buscara el asentimiento de la aristocracia autoctona y su asociacion a la politica del
reino, concebido ahora como un autentico espacio politico unido bajo la autoridad suprema
del rey, lider militar, juez supremo y garante de la paz social y la propiedad privada.
A favor de este giro politico obraba igualmente el cambio en el contexto peninsular.En efecto, a Io largo de la segunda mitad del siglo VIII se habia ido produciendo la consoli¬
dation del nuevo emirate Omeya de Cordoba27, que aspiraba a ejercer un autentico control
sobre el conjunto del territorio hispanico, minimizando o incluso eliminando la amenaza
planteada por la existencia del reino de Asturias28. Para ello, emprendio una sistematica
campaiia de ataques contra el reino asturiano, que a su vez contraatacaba abordando estas
aceifas islamicas antes de que pudieran llegar al corazon de Asturias. La logica geografica
y estrategica convirtio asi a Galicia en campo de batalla, a la vez que unos y otros intenta-
ban negar al contrario el acceso a los recursos de esta rica region. Las fuentes asturianas y
cordobesas mencionan solo aquellos enfrentamientos mas significados pero aun asi parece
obvio que la violencia y la devastation afectaron sobre todo a Ios territorios fronterizos
de Bardulia y Galicia: Fruela y Vermudo, como ya mencionamos, combatieron poderosos
monarca
29 Cfr. Balinas, 1992, pp. 464-467.30 Cfr. Rotensc, ed. Gil Fernandez, p. 140 (y Balinas, op. cit., p. 465, nota 33 para la localization exacta
de los campos de batalla). Un relato mas pormcnorizado de estas campanas militares puede hallarsc enSanchcz-Albornoz, 1967.
31 Cfr. Rotensc, p.140, Ovetcnse, p. 141 y Albcldcnsc, p.175, ed. Gil Fernandez. Observesc la importanciaque las cronicas asturianas dan a este hecho, que pone de relieve la peligrosa amenaza que supuso (masdetalles en Balinas,1998, pp. 73-75).
32 Cfr. Sanchez-Albornoz, 1989, pp.141-142 y Balinas,1992, p. 466, nota 35.33 Ego quidem Adefonsus rex...[Alfonso III],..post ejus interito,juvanteDeo, adeptus regnigubemaculafuissem,
firmiter omnium obtinuit munitionis, sicut victoriosisimo antecessore nostro rege domino Adefonso Petri dudsJUiofuerrunt vindicator hac de Sarracenorum manibus creptae, per totius conjinia GaHaeciae seu Bardu/iorumprovindae. Has itaque cum obtinuisse provincias de inimicis victoria potitus, et aliis inimicis resisterem, et
25 Cfr. Rotcnse, ed. Gil Fernandez, p.142 y Ovetcnse, p.143.26 Cfr. Saez,1948,y Balinas,1992, p. 603 y nota 469.27 Cfr.Collins, 1991.28 Respccto de esta cstrategia,cfr.Sanchez-Albornoz,1989, pp.129-177,passim.
Rebeldescon causa: un andJisis interpretative) dela confiictiva rclacion... Carlos Balinas Perez46 47
militar de la nobleza gallega tendria una importancia cada vez mayor en la estrategia del
reino, como demuestran la ya mencionada toma del poder por Ramiro I con el apoyo del
exercitum totiusprouincie (Gallecie) o su posterior victoria en 844 contra una amenazadora
tropa viquinga en las inmediaciones de la actual ciudad de A Coruna al mando de un ejer-
cito, entre cuyos ducibus et comitibus una gran parte habrian de ser gallegos, habida cuenta
de la rapida reaccion al desembarco de los normandos, imposible si se tratara de soldadosenviados desde Asturias34.
Un segundo punto de encuentro entre los intereses de la monarquta asturiana y los de
la aristocracia gallega residia en la comun necesidad de crear y consolidar unas estructuras
sociales y politicas que aseguraran el mantenimiento del orden publico y de la propiedadprivada. Desafortunadamente, la carencia de fuentes nos impide conocer la situation in¬
terna de Galicia antes de la implantation del poder asturiano en la region. Pero, evidente-
mente, la ausencia de un poder central habria de tener consecuencias negativas en cuanto al
mantenimiento de un orden social estable. Por mucho que los diversos poderes locales ase¬
guraran una minima autoridad, basada en su riqueza, conexiones familiares, poder armadoe influencia social, esta no estaba respaldada por ningun tipo de respaldo legal o reconoci-
miento publico, despues de la desaparicion del estado hispano-godo de Toledo35. En este
contexto, nos encontrariamos en un estadio intermedio entre las viejas estructuras gentili-cias y la construction de un modelo social basado en la identification entre poder privadoy poder publico, tipico de la sociedad feudal, o, como algun autor lo ha denominado, una
“sociedad transitional”36. Evidentemente, en semejantes circunstancias las posibilidadesde enriquecimiento al alcance de los poderosos magnates locales, mediante la coercion y la
oferta de proteccion a los pequenos campesinos libres, eran considerables pero tambien la
significativa inseguridad en sus posesiones y preeminencia social, carentes de todo respal¬do legal y expuestas a cualquier reves de fortuna o el choque con un rival mas fuerte. Enresumen, la sociedad gallega no podia seguir en un estado de anomia y necesitaba, para
alcanzar su estabilidad interna, un arbitro social revestido de la legitimidad de la ley.La vecina monarquia asturiana estaba en condiciones de proporcionar esa autoridad
suprema pero, como hemos visto, habia desarrollado una politica de enfrentamiento con la
aristocracia local galaica. Sin embargo, hacia finales del siglo VIII los monarcas astures ha-bian empezado a dar pasos de cara a atraerse el apoyo de esta proto-nobleza. Asi, sabemos
que el rey Aurelio (768-774) sofoco durante su reinado una revuelta de siervos y libertoscontra sus senores37. Esta defensa del poder senorial hubo sin duda de tener su impacto en
el territorio gallego -parte del cualya formaba parte del reino de Asturias- donde sabemosque incluso propietarios de no muy elevada condition social dependian de la mano de obraservil para la explotacion de sus tierras38. Alfonso II da un paso mas y busca el referente del
ordogotorum, las tradiciones juridicas y politicas heredadas del extinto reino hispano-godode Toledo, como base institucional y legal para su dominio, sustituyendo las fidelidadesetnicas por el imperio de la ley, Io que hacia mucho mas facil tanto su reconocimiento porparte de la aristocracia galaica como la aceptacion de su mandato en Galicia39. Un ejem-plo aplicado de esta nueva politica, basada en la proclamation de monarca como garante
del sostenimiento de la ley y la propiedad privada pero desde el respeto y la colaboracioncon las elites locales, lo podemos ver en la actuation del conde Aloito en la comarca oc¬
cidental gallega de Montaos en 818, a quien la documentation muestra per ordinationemdominiAdefonsi principis resolviendo una disputa territorial entre dos familias de la zona,
secundado por sus jueces, recibiendo de los beneficiarios de su sentencia un pago en tierras
y, en union con el obispo diocesano de Iria, estableciendo un monasterio en la localidadde San Vicente de Vilouchada, para el cual aporta pobladores venidos con el de Asturias,mientras el prelado trae consigo monjes para el cenobio40. Es un hecho significativo quelas necesidades derivadas de la plena integration de Galicia en la esfera politica del reinode Asturias obligan a disenar una nueva estructuracion administrativa, basada en la figuradel comes o conde y un nuevo concepto de la potestad regia41. Seguramente, esta aceptacionde la autoridad del monarca asturiano en Galicia implied, ademas de la creacion de estruc¬
turas de poder publico, el establecimiento de relaciones personates de dependencia entre
la aristocracia local y la figura del monarca, bien de manera implicita o explicita, aunqueel caracter consuetudinario y oral de estos lazos proto-feudales hace dificil su constata-
cion formal. Sin embargo, ya desde epoca anterior es posible documentar la existencia de
37 Aurelius... Cuius temporeseruilis orico contrapropios dominos tirannidesurrexerunt, set regis industria superatiin seruitutepristinam omnes sunt redacti (Rotense, ed. Gil Fernandez, p. 136).Aurelius.,.Eo reinante serbidominis suis contradicentes eius industria capti inpristina sunt serbitute redacti (Albeldense, idem, p.174).
38 Ejemplos en 745-02-1, Archivo catedral de Lugo (obispo Odoario de Lugo) y 817-05-10,Tumbo deSobrado, ff. 31v-32r. (pequeiio propictario libre).
39 Adefonsus magnus... omnenmque Gotorum ordinem, sicuti Toletofuerat, tam in celesta quam palatio in Ouetaocuncta statuit (Crdnica Albeldense, cd. Gil Fernandez, p.174).
40 Cfr. 818-09-1,Tumbo de Sobrado, ff. 21r-v,
41 Cfr. Balinas (1992, pp. 492-524).
Cbristicolasquc de manu sarracenorum eriperem, Deo adjuvante ((875-03-1],Tumbo Novo de Lugo, repro-ducido en Garcia Conde,1954-55, pp. 3-4).
34 Crdnica Ovetense, ed. Gil Fernandez, p. 143. Ingressi sunt Lathomanni in Spania, era DCCCLXXXUkalendasaugustas (Cronica Profetica,addenda,cd.Gil Fernandez, p.188). Rcspecto del Fanm Brecantium-la actual Torre de Hercules, emblema de la ciudad de A Coruna- y su condicidn de fortaleza litoral enla epoca aitomedieval, cfr. Balinas (1992, pp.344-345).
35 Cfr. Balinas (1990),aunque alguna de sus formulaciones serf matizada en el presente trabajo.36 Cfr.Minguez (1985).
Rebeldcs con causa: un ana'lisis interpretative de la confiictiva re/acion... Carlos Balinas Perez48 49
simbolos exph'citos de fidelidad al monarca42 y hatia mediados del siglo IX era ya practicahabitual en Galicia datar los actos documentales con la referencia al monarca gobernante
y jurar respeto y obediencia a la ley en su nombre43. Por supuesto, la defensa de la pazsocial y la propiedad implicaba por parte del monarca la represion de cualquier conductaal margen de la legalidad y asi, el rey Ramiro I, luego de ser aupado al trono por sus fieles
galaicos, se hizo merecedor en las cronicas al titulo de “el azote de la justicia” por su des-piadada defensa del orden44: si la fidelidad a la monarquia era recompensada con cargos y
posesiones, el desafio a su autoridad era severamente castigado en la Galicia incorporadaal reino asturiano.
Es asi como, mediante el establecimiento de una comunion de intereses entre el reyastur y la aristocracia gallega, el embrionario espacio asturiano de resistencia al podcrmusulman se convierte, en el transcurso de la incorporation pactada de los hombres y las
tierras de Galicia, en un nuevo espacio politico con luz propia en el escenario peninsular yeuropeo, conocido convencionalmente como Reino de Asturias pero en el que, para veci-
nos y coetaneos, el protagonismo de la parte constituyente galaica era obvio y evidente45.Monarquia, Nobleza gallega e Iglesia eran los pilares fundamentales de este nuevo edificiopolitico, de su consenso y mutuo beneficio dependian su estabilidad y prosperidad. Pero la
fidelidad a la monarquia de Oviedo por parte de la nobleza gallega no era gratuita: si losaristocratas galaicos estaban dispuestos a respaldar con las armas la autoridad regia, comohemos visto en el caso de Ramiro I, era porque defendiendo al rey defendian tambien su
hegemonia social. Cuando, en el siglo VIII, la imposition de la autoridad del rey asturiano
comportaba una amenaza para su poder y position, los aristocratas gallegos cncabezaronuna encarnizada resistencia a la monarquia. Cuando, en la primera mitad del siglo IX, elrey garantiza su poder local y su preeminencia economica, se convierten en sus mayoresdefensores. El problema para el futuro radicaba en la posibilidad de que los intereses delrey y los de la nobleza galaica -o una parte sustantiva de ella- divergieran o se enfrentaran.Y esto sera, como veremos, lo que sucederia en la segunda mitad del siglo IX, durante elreinado de Alfonso III (866-910).
4. DIVERGENCE Y REVUELTA
Ya desde sus mismos inicios, el reinado del que luego seria conocido como “el ReyMagno’M6 revela un inquietante cambio en las armoniosas rclaciones que, durante mas de
medio siglo, habian mantenido monarquia y nobleza gallega. En efecto, una fuente casi
coetanea nos informa de que, a poco de suceder en el trono a su difunto padre Ordono
I, Alfonso fue depucsto por el traidor conde de Galicia Fruela o Froila y obligado a refu-
giarse en Castilla. No mucho tiempo despues, los fieles al depucsto monarca asesinaron al
usurpador en Oviedo, la capital regia, y este pudo al fin recuperar su corona47. Otras in-
formaciones postcriores, pero basadas en relatos contemporaneos desaparccidos, nos con-
firman el hecho, sobre el que las cronicas oficiales de la corte asturiana guardan un totalsilcncio, y nos dan como nombre completo del monarca intruso el de Froila Lemundi, una
transmision incorrecta que debemos corregir como Froila/Frucla Gemundiz -“Fruela, hijode Gemundo”-48. Casi con total seguridad, podemos identificarlo con el Fruela conde de
Lugo a comienzos de la decada de 860 y con el difunto Froila que se habia apoderado de
la villa de Carcacia, devuelta a principios del ano 867 por Alfonso III a la sede episcopalde Iria49. Todo ello lleva a situar el breve reinado de Froila Gemundiz -un desconocido
rey asturiano, a todos los efectos- en el segundo semestre del ano 866, pero no nos ayuda a
tomprender lo insolito del suceso. En primer lugar, su patronimico y su mas que probableascendencia gallega parecen excluir su pertenencia a la dinastia real asturiana, por lo quedesconocemos los fundamentos de su pretension al trono. En segundo lugar, como hemosvisto, la usurpation de Froila tuvo exito, puesto que el monarca legitimo hubo de huir a
Castilla, mientras el usurpador parece haber sido reconocido en Asturias y Galicia, y Al¬fonso III solo pudo ser restablecido en el trono mediante el asesinato de su rival por parte
46 Apartc dc la bibliografia citada, aun sigue siendo dc utilidad para el conocimicnto del reinado de Alfonso111 cl viejo pero documcntado cstudio dc Corarelo Valledor (1933).
47 Cfr. el rclato completo en Cronica Albeldensc, cd. Gil Fernandez, p.176.48 Cfr. Cronica dc Sampiro, cd. Perez de Urbcl, p. 275. El nombre de Gemundo, por extrano que suene a
nuestros oidos contemporaneos, no era infrecucntc en la Galicia altomcdieval, figurando en la documen-taeion dc Cclanova, con 20 mcncioncs (Gemundo Luveriz genuit Pelagio Farrado et Aragunti Gemundizet Suntria Gemundiz etAusinda Gemundiz; [942-977],Tumbo de Cclanova, ff.56r-57v.) y Samos, con 5menciones (monasterio meo propio quodfail de domno Gemondo et de domna Vistiverga; 1057-11-2,Tumbodc Samos, if. 12v-13r.). Para mas datos sobre la antroponimia del periodo, cfr. Boullon Agrelo (1999).Algunos autorcs sostienen la lectura altcrnativa “Froila Vcrmudcz” como sosten dc una interpretationdiferente dc los origencs del conde rcbcldc; cfr. por cjemplo Isla Frez (1993).
49 In presentia domini Froilani comiti... Froila quas iudicavi(t) (861-06-5, Archivo catcdral dc Lugo). Patri
Athaulfo episcopo, Adefamus rex. Secundum quod nobis sugessisti pro villa vocitata Carcacia, quam ille infe/izFroila, dum erat de ratione ecclesie hiriense sedis et sancte Eulalie, sibi adprebendiderat, nihil ille pertinens(867-01-20, Tumbo A dc Santiago, fol. 2r. Se trata dc la actual parroquia de San Pedro de Carcacia,ayuntamiento dc Padrdn-A Coruna,en la vecindad de la antigua sede episcopal de Iria).
42 Asi, cl rey Silo concede tierras de su propiedad a unos monjes para fiindar un monasterio quia nobispedesobsculaverunt ipsiservi Dei y lo hace por mediation dc nostrumJidelemfratrem Sperautanem abatem (775-08-23, Archivo catcdral dc Leon).
43 Quod ad iuratione confirmo per divini nominis maiestatem, que est unitas indivisa, et regnum gloriossissimidomini Ranemirisprincipis (ano 849,Tumbo de Samos, ff.53v-54r.).
44 Ranemirus regnavit annis VII. Uirga iustitiefuit. Latrones occulos euellendo abstulit. Magicisper ignemfinemimposuit, sibique tirannos mira celeritate subuertit atque exterminauit (Albcldcnse, ed. Gil Fernandez, p.175).
45 Asi, en la Vita Karoli Magni Imperatoris dc Eginardo sc designa ya al monarca de los cristianos del Nortepeninsular como “Alfonso, rey de Galicia y Asturias” (p. 45).
i
I Carlos Balinas PerezRebeliies con causa: un andlisis interpretative de la conjiictiva relacion... 5150
estper singula conscribere52. La gravedad de la situation fuerza al monarca a dirigirse en el
ano 875 a la ciudad de Lugo, que parece ser el epicentro de la revuelta, encabezada apa-rentemente por el propio conde lucense, Flacidio53. La insurrection solo es sofocada por la
fuerza y en su transcurso resultan muertos varios vasallos del rey, cuyos nombres parecenapuntar a una estrecha relacion con el conde de Castilla Munio o Nuno Munoz, quien con-firma el diploma del monarca y parece haber sido su principal colaborador en la reduction
de los rebeldes54. Entre ellos, se cuentan ademas los hermanos Flacencio y Aldoreto Trito-niz, miembros de la casa real u officiopalatino, los cuales son acusados de haberse resistido
con las armas al rey en su propiedad de Mallones55 y de traicion e infidelidad al soberano,
aunque gracias a la intercesion de los otros miembros de la corte real son perdonados a
cambio de realizar una valiosa ofrenda al rey.Una segunda fase de rebeliones parece haberse producido alrededor de mediados de
la decada de 880. Asi, en el ano 885 Alfonso III hace donation a la iglesia de Santiago de
Compostela de varias propiedades en la zona de Sollanzo, en la comarca de El Bierzo -par¬te entonces de Galicia-, y de una villa en las proximidades de la ciudad de Leon, a cuyoduefio, Hannu, se las habia decomisado el monarca en castigo de su infidelidad y traicion56.Es interesante resenar, como el propio rey hace en el documento, la importancia estrategica
de estas posesiones, sitas a orillas del rio Orbigo, que controlaban la vital ruta de comuni-
cacion entre Galicia y Leon, a traves de los montes de Os Ancares57. Al ano siguiente, en
886, el monarca vuelve a donar otras propiedades al santuario compostelano, en este caso
unas salinas sitas en el condado del Salnes, en la costa de A Lanzada, entre Noalla y laentonces isla de O Grove, que habian sido propiedad de Hermenegildo Perez y su esposaIberia y les fueron, expropiadas por haber encabezado una revuelta generalizada contra
el rey; parte de los bienes decomisados pertenecian asimismo a Arias, vecino y asociado
de sus fieles, lo que prueba que el conde gallego disfrutaba de una base de poder bastante
fuerte a pesar de su aparente falta de cualificacion para ostentar la corona. A tftulo de hi-
potesis, podemos aventurar una explication, basada en la homologia de su caso con los ya
mencionados de Nepociano -el cufiado de Alfonso II y rival de Ramiro I por la sucesion
de aquel- y el conde Gaton -senor de Triacastela, cunado de Ordono I y gobernante de
El Bierzo y Astorga en tiempos de este y de Alfonso III-. Froila Gemundiz pertenecerla
al grupo de magnates gallegos que colaboraron en la imposition de la autoridad del reino
de Asturias sobre las tierras y los hombres de Galicia y ayudaron a Ramiro I a establecerseen el trono. Los servicios de Froila y su parentela serian pagados con el condado de Lugo,virtual capital en esos momentos de la Galicia asturiana y que, como ya vimos, contaba con
una importante guarnicion militar, respaldada por sus poderosas murallas romanas50, y con
la mano de una hermana o hija de Ordono I -recordemos que la historiografia asturiana
es muy parca en informaciones sobre la familia real y, sobre todo, sobre las mujeres de la
dinasti'a, solo conocidas habitualmente por otras fuentes-. Prevalecido de su condicion de
principal lugarteniente de la monarquia en Galicia y de su parentesco por via de matrimo-
nio con la casa real, Fruela tomaria como pretexto la enfermedad de Ordono I, que le inca-
pacito en sus ultimos tiempos, y la juventud de su presunto heredero, el futuro Alfonso III,
para hacerse con el trono, sin duda, como Nepociano, con un significativo respaldo entre
sus subditos51. Sean o no fundadas estas suposiciones, lo cierto es que el caso de Froila Ge¬mundiz abre una etapa prolongada en la que la autoridad regia se vera casi incesantementc
desafiada por miembros de la nobleza galaica.
La primera de estas revueltas parece haberse producido en los ultimos anos de la pri-mera decada del gobierno de Alfonso III, mientras el monarca estaba ocupado combatien-
do en las fronteras castellanas y galaicasdel reino contra los musulmanes. Aprovechando su
ausencia, una ola de rebeliones se extiende por territorio gallego, como el propio monarca
indica en un diploma regio: ipsis nefandos et sacrileges qui ad nostris malefecerunt in tempore
rebellions quos a mefecerunt in terra Galleciae simulque in multisque partibus, unde longumSI [875-03-1],Tumbo Novo de Lugo, fol.19 v. El documento csta muy deteriorado y su interpretation se
complement con una copia hccha en cl siglo XV1I1, cuestionablc desdc el punto de vista diplomatico, loque lleva a diversas intcrprctaciones de sus contcnidos (cfr. notas siguiente*),
SJ Flacidius...comes Galleciae calide contra me admiserunt, segun la lectura de Garcia Conde (1955). En cam¬bio, Floriano (1971) Ice quodfraude comites Gallecie calide contra me admiserunt.
St Adjuvaruntad meos inimicos occidere meos vassalos, nominibusNunoNuniz et Vela Nuniz...Nuno Nuniz Cas-tellae comes testis (ibidem; los nombres Nuno y Vela son de claro origen castellano o vasco, cuanto mcnosen una epoca tan temprana).
SS Actual parroquiadc SanXuliandc Mos,ayuntamicntode Castro de Rei-Lugo;como cl propio documen¬to indica, se tratabade un lugar proximo a la ciudad de Lugo, a orillas del rio Miiio.
5* Quefuit de Hannu, qua caruit ipsepersuma infidelitatem, dum de nostra nece et tradicioneconsiliatus est (Do-cumento del ano 885,Tumbo A de Santiago, fol.3v.),
S7 Secusfluvio Urbico...de ripa iam dictifluminis ad sursum, usque in strata per quam euntes et redeuntes civesGalleciesolitisunt ambulare, et usque in planum {ibidem).
50 Recordemos que Lugo fue et punto de partida de la reconquista del trono asturiano por parte de RamiroI, quien reunio alii el exercitus totius prouincie, y, como veremos de seguido, cl centro de una de las maspcligrosas insunecciones contra la autoridad de Alfonso 111, encabezada una vez mas por su conde.Toda-via en 1088 Lugo seria cl ccntro de la revuelta encabezada por su antiguo gobernador, Rodrigo Ovcquiz,contra Alfonso VI.
51 Hordenius sepefatus rexpost XVI anno regni expleto morbo podagrico correptus Obeto est defunctus (CrdnicaRotense, cd. Gil Fernandez, p. 148, La podagra es una gota reumatica que afecta al aparato locomotor).
Segun la Cronica Albeldense, Alfonso III en el momento de acceder al trono estaba in primojloreadules-eentiae y contaba con dieciocho anos de edad (loc. cit., p.176), mientras que la Cronica de Sampiro, mastardia pero redactada en el seno de la corte leonesa y con acceso a fuentes hoy perdidas, lc atribuye catorcc
anos de edad en cl momento de acceder al trono (loc. cit., p. 275).
1L
Rcbcldcs con causa: un andlisis interpretative de la confiictiva relacion...52 Carlos Balinas Perez 53
del matrimonio rebelde58. Es significativo senalar que esta zona, aparte del elevado valor
economico de las salinas, tenia una gran importancia estrategica y que, desde mediados del
siglo X hasta fines de! siglo XV-y posiblemente ya antes- existio en A Lanzada una forta-
leza que protegia la costa de incursiones normandas, musulmanas y piraticas y controlaba
los accesos meridionales a Santiago desde la ria de Arousa59. El dato se convierte en mas
interesante aun si es cierta la hipotesis de que Hermenegildo Perez era hijo del conde Pedro
-como parece senalar su apellido-, quien, en tiempos del rey Ordono I (850-866), vencio
en la zona un desembarco viquingo y pudo haber participado igualmente en un combate
naval contra una flota musulmana hacia la misma epoca yen la misma costa60. A pesar de la
lejania geografica entre los dominios de Hannu y de Hermenegildo varios hechos parecen
poner en estrecha conexion sus respectivas rebeldias: la proximidad cronologica de ambos
sucesos, el hecho de que a Hermenegildo se le acuse de haber encabezado una revuelta
que aitero toda Galicia -e incluso el conjunto del reino- y la ubicacion estrategica de sus
respectivas posesiones61. Pero, sobre todo, hay una siniestra coincidencia entre los casos de
uno y otro: ambos son acusados de haber conspirado para asesinar al rey, lo que nos da idea
del nivel de enfrentamiento al que habian llegado cuanto menos algunos nobles gallegos en
su conflicto con su soberano.
La tercera gran rebelion nobiliar gallcga contra el gobierno de Alfonso III tuvo lugar
en los primeros anos de la decada de 890 y alcanzo su climax en el ano 895. Ese mismo ano,
la aristocrata Pinoti permuta con el rey diversas propiedades, entre ellas uil/am quam dicunt
Trasariz quefuit de infideli nostro Uittizane et paruit ea per suam culpam62. Un documento
mas tardio63 nos informa de que Vitiza tenia el titulo de dux, que en aquella epoca designa-
ba a un oficial regio de elevado rango -superior al del conde— con funciones militares que
implicaban el mando independiente de ejercitos; Vitiza ademas ostentaba el gobierno de
las mandationes o circunscripciones administrativas de Abruciiios, Barra y Bubal64. Segun
el relato de los hechos que ha llegado hasta nosotros, el insurrecto magnate se mantuvo
en desobediencia al poder real durante siete anos, hasta que finalmente el monarca envio
contra el a un ejercito compuesto por sus militespalatii —sus tropas personales- y los sol-
dados de sus nobles fieles, quienes lo derrotaron y llevaron prisionero a Oviedo, donde elrey le privo de todas sus propiedades y cargos y ordeno encerrarlo en una mazmorra, dondeacabd sus dias al poco tiempo65. Ese mismo ano de 895 el monarca hace donacion de unaspropiedades en El Bierzo, en el valle de Valcarcel y a orillas del rio Burbia, al santuario
de Santiago de Compostela, tierras que habian sido de los rebeldes hijos de Sarracino ySendina y les habian sido arrebatadas por su rebelion contra el soberano66. Algunos auto-
res identifican a estos personajes con los hijos de Sarracino Gatoniz, hijo del mencionadoconde Gaton y conde a su vez de Astorga y El Bierzo ademas de mayordomo regio en ladecada de 880, pero esta atribucion no es del todo segura67. Por ultimo, tenemos noticias
de un tal Odoario, rico propietario en la Tierra de Lemos y los vallcs circundantes del Lor yel alto Navia, cuyos bienes le habian sido arrebatadosper collegium regis -como los de varios
de los mencionados anteriormente- y le son devueltos a su nieto y homonimo en 928 porel rey Sancho Ordonez de Galicia, lo cual situaria su rebelion por esta epoca pero sin quepodamos precisar en cual de estas fases que hemos descrito68.
Resumiendo lo anteriormente expuesto, podemos ver que las revueltas nobiliarcs con¬tra el rey Alfonso III tuvieron una duracion prolongada, extendiendose a lo largo de susprimeros treinta anos de reinado, con picos significativos de caracter casi decenal. De igualmanera, constatamos como su extension geografica cubre casi todo el espacio de la Galicia
I
cn esrc documento, cubrian aproximadamente los territorios de los actuates ayuntamientos orensanos deVilamarin, Coles y A Pcroxa, entre la ciudad de Ourcnse y la conflucncia de los rios Miflo y
65 Isla Frcz (1998) ha llegado aposrular una supucsta relacion entre este rebelde y su homonimo cl rey godo,lo que consideramos inverosimil por razones que no cabe dcsarrollar en tan limitado espacio. Baste conmencionar que el nombre Vitiza no es infrccucnte cn la Galicia altomcdicval y es Ucvado por personas demuy diversa catcgona social; cfr. Boullon,op. cit.
66 895-11-25, Tumbo A de Santiago, fol. 4r. In Vallecarcerc...quicquid in supradictis uillisfilii Sarraccni etSendine habuerunt et nostra iure legaliter sunt subditepropter eorum inso/entiam erga nos et erga Ecc/esiam Dei(899-05-6,Tumbo A de Santiago, ff. 4v-5v.). En cl valle del Valcarcel sc fiindara postcriormcntc Villa-franca de! Bierzo, el portal de entrada y salida desde el norte de Galicia a la Mcscta Central.
67 Cfr. Durany Castrillo y Rodriguez Gonzalez (2003): si bien coincidimos con la identificadon,discrepa¬ntos del eontexto que le atribuyen las auroras -una supuesta rebelion de un presunto hermano de AlfonsoIII, solo mcncionada en una fuente tardia de comicnzos del siglo XI-. Para la figura del conde Sarracino,cfr. Balinas (1992, p.522, nota 200). Por otra parte, Sarracino figura, segun algunas fuentes,como vivo yactuantc como SarracinusAstorice et Berizo comes en cl ano 899 (Ctdnica de Sampiro,cd. Perez de Urbcl,pp. 290-291), lo que hace muy improbable que fiicran sus hijos los rebeldes de 895.
68 928-02-19,Tumbo de Celanova, fol. 84v. En todo caso, este Odoario no tienc nada que ver con el condeOdoario de Castela, repoblador de A Limia, Chaves y Viscu, ni con un presunto homonimo, hermanorebelde de Alfonso III, de cuya cxistencia dudamos; cfr. Balinas (1988, p. 54, nota 57).
58 Cfr. 886-06-24,Tumbo A de Santiago, fol. 3v.59 Cfr. Lopez Alsina (1988, pp. 225-226).60 Ordonius...Eius tempore Lordomani iterum uenientes in Gallicie maritimisa Petra comite interfectisunt. Mau¬
ri in nauibus uenientes infreto Gallicano deuictisunt (Cronica Albcldcnse, p.176).61 En palabras del propio Alfonso III: Hermegitdusfilius Petri et uxor sua Yberia, qui se in superbia tumore
contra nos eteuauerunt et rtbettionis ausus adtenti, patrie nastre extrema conturbauerunt et nostrum necem cum
aliis sibiconsimi/ibuscerciter machinauerunt (886-06-24, loc. cit. nota 58).
62 895-07-11,Tumbo A de Santiago, fol. 4v. Se trata de la actual parroquia de Santiago de Trasariz, en clmunicipio de Cenlle-Ourcnsc, sita entre los rios Avia y Miiio.
63 1007-02-1,Tumbo de Celanova, ff. 4v-5r. Se trata de la rccapitulacion de los dcrcchos del monastcrio a
las mcncionadas mandationes y sus terminos estan confirmados por la documentacidn coctanea, por lo quesu valor historico es indudable, a pesar de la lejania temporal con algunos hechos dcscritos cn el.
64 Para la figura y competencias del dux, cfr. Balinas (1992), pp.500-501.Las mandationes eran circunscrip-cioncs administrativas de tamano mcnor que el del comitatus o condado. En cl caso de las mcncionadas
54 Rebeldes con causa: un andlisis interpretativo de la conflktiva re/acion... Carlos Balinas Perez 55
altomedieval69, por lo que, aunque se puedan identificar focos concretos en cada una de lasfases, no cabe hablar de meras revueltas locales y la propia documentation regia insiste en
el caracter generalizado de las insurrecciones70. Su reduction por la monarquia implica en-
frentamientos armados de cierta intensidad y duration, que obligaron al monarca a movili-zar considerables recursos militares, y, al menos en un caso-el de la rebelion de 885-886-,se habla de una conspiration generalizada para acabar con la vida del propio soberano.Aunque conviene tener bien presente que solo conocemos algunos casos y nombres, debidoa que sus posesiones acabaron en poder de instituciones eclesiasticas que documentaron elorigen de sus derechos de propiedad, el mimero de los rebeldes hubo de ser cuantioso. Encuanto a su personalidad, constatamos igualmente que se trata de personajes de alcurnia einfluencia, algunos incluso pertenecientes a la propia elite gobernante y ostentando cargosde la mas estrecha confianza del rey. De hecho, una y otra vez se insiste en la documenta¬tion en la injidelitas y tradicione de los rebeldes, incluso de los que no ejerclan cargos publi-cos de gobierno, lo que ratifica nuestra hipotesis de la existencia de un vinculo juramentadode fidelidad entre el rey y la nobleza gallega de caracter proto-feudal desde el momento de
la integracion plena de la Galicia nuclear en el Reino de Asturias.No hay ejemplos en ninguna de las otras grandes regiones constituyentes del Reino
de Asturias de insurrecciones semejantes en duration temporal, extensidn y virulencia,por lo que parece tratarse de un problema exclusivamente circunscrito a Galicia. Sin em¬bargo, ya hemos expuesto en el prologo a este trabajo que rechazamos la calificacion deestas revueltas como movimientos nacionalistas, tal como las ha interpretado general-mente la historiografia especializada. En efecto, por decirlo de manera grafica, si bientodos los rebeldes son gallegos, no todos los gallegos son rebeldes, antes al contrario. Elresultado final de todas las insurrecciones nobiliarias que hemos abordado es la derrota ycastigo de los rebeldes y la victoria final de la monarquia. Elio es en si mismo una buenaprueba del poder de la monarquia de Alfonso III, capaz de veneer incluso los desafiosmas dificiles, lo que demuestra que el control de las tierras y de los hombres del reino porparte del monarca estaba bien fundamentado y su poder supremo consolidado. El reino
de Asturias del ultimo tercio del siglo IX no era la Francia carolingia coetanea, donde losnobles manejaban a su antojo a la monarquia, habtan conseguido la privatization en sus
personas y linajes de los cargos de poder publico y las tierras y derechos economicos a ellosanejos y podian incluso permitirse elevar con exito a uno de los suyos -el caso de Hugo
Capeto- al trono en detrimento de la propia dinastia legitima de los descendientes de
Carlomagno. Tampoco se da el caso de la Lotaringia e Italia o el reino franco-germanico,donde los grandes nobles consiguieron crear autenticos principados territoriales locales
o regionales autonomos o incluso defacto independientes, sobre los que la autoridad del
correspondiente monarca carolingio era virtualmente simbolica y que darian lugar en los
liltimos ahos del siglo IX y comienzos del siglo X a autenticos espacios independientes en
algunos casos (Borgoiia, el ducado de Spoleto, los grandes ducados de Germania cuyos
duques elegian a su soberano de entre ellos mismos). Ninguno de estos dos casos es equi-
parable al modelo galaico-asturiano, donde la autoridad de la monarquia y la union de sus
dominios se mantuvieron intrinsecamente. En ese aspecto, podemos decir que las rebe-
liones contra Alfonso III parecen haber incluso fortalecido su control sobre el reino: este
es el monarca que expandio sus dominios hasta las orillas del Mondego y el Duero, que
fue capaz de veneer en el campo de batalla a los sucesivos emires cordobeses y de presidiruna floreciente corte, significada por sus logros literarios y artisticos, a la vez que, como su
homologo y contemporaneo Alfredo de Wessex-Inglaterra, se ganaba un espacio propio
entre los monarcas de la Europa de su tiempo71.Pero, si nos fijamos con atencion en losdetallesde las mencionadas revueltas nobiliarias
galaicas contra Alfonso III, podemos observar que el exito de la monarquia se basa tanto en
su potential y autoridad intrinsecos como en el de sus instruments y aliados, sin los cualesno hubiera podido remontar tan peligrosas crisis. Primeramente, la Iglesia, intermediary
vital en el proceso de acercamiento entre la aristocracia galaica y la realeza asturiana, no en
vano simbolizado y sacralizado con la milagrosa aparicion de los restos del apostol Santia¬
go, que dota de un patron celestial al nuevo espacio politico galaico-asturiano72. A la parque la aristocracia laica, la Iglesia gallega es cubierta de concesiones territoriales, encargos
de gobierno y privileges juridicos y fiscales por la monarquia de Oviedo, convirtiendose
en una herramienta imprescindible, a la vez complementaria y alternativa al ejercicio de la
administration condal por parte de la nobleza local y regional. Pero este proceso de en-
grandecimiento del peso politico y economico de la jerarquia eclesiastica galaica va acom-
panadode su virtual sumision a los intereses del poder regio y el control por parte del reyde
los principales centres de decision, diocesanos y monasticos73. El monarca pasa a nombrar
a obispos y abades y a exigir de estos un juramento de fidelidad, en todo comparable al
que se pedia a los ocupantes de cargos de la administration civil. Mas aun, en las decadas
69 La ausencia de nocicias rclativas a rcbeliones en cl tercio septentrional de Galicia parece deberse sdlo a laescasez de fiientcs informativas locales conservadas hasta la actualidad.
70 In tempore rebellions qua a mefccerunt in terra Ga/leciae simulque in multisquepartibui ([875-03-1], loc.cit.). Patrie nostre extrema conturbavcrunt (886*06-24, loc. cit.).
71 Para el paralclismo entre Alfredo “el Grande” y Alfonso III “cl Magno”, anticipado ya por la homologiaentre Ecgbert de Wessex y Alfonso II de Asturias, cfr. Balinas (1992b).
72 Cfr. Herbers (1999).73 Cfr. Balinas (1988,passim y 1992, pp. 525-563).
Carlos Balinas Perez 57Rebeldes cod causa:an andlisis interpretative) de la confiictiva relation...56
comun contra la rebeldia nobiliar y asi el monarca impetra la ayuda divina y la intercesion
del apostol Santiago ut nobis inpresents vita de inimicis detur victoria y recotnpensa los rezos
y apoyo del obispo y el clero compostelanos con las propiedades de uno de estos insurrectos
quosper vestram intercessionem virtusdivina humiliavit et usquead nichi/um redegit78. La vic¬
toria final de la monarquia es tambien la victoria de la Iglesia galaica, cuyo papel cimero en
el conjunto de la sociedad galaica y en el gobierno del reino se ve reforzado -pero tambien
su instrumentalizacion por la monarquia-, ademas de sus biencs temporales como pago de
su apoyo espiritual y material: de las posesiones de los rebeldes mas de la mitad iran a dara manos de la iglesia de Santiago de Compostela79, cuya documentacion es por ello una de
nuestras principales fuentes de information sobre dichas rebcliones80.El segundo gran pilar en que se asienta la predominancia de Alfonso III y su exito
frente a las antedichas revueltas nobiliarias es precisamente el apoyo con que cuenta entre
parte al menos de la propia nobleza galaica, dispuesta a sumar sus fuerzas a las del rey parala reduction militar de los rebeldes. Desconocemos si entre losjideles regis que acabaron con
la usurpacion de Fruela Gemundiz se contaban nobles gallegos, porque nuestras escasasfuentes no dan nombres de personas concretas. Pero si podemos constatar como Alfonso IIIcontaba en esas fechas con poderosos partidarios en Galicia. Primeramente entre la Iglesiagalaica: ya hemos visto que el obispo Ataulfo II de Iria, confirmado en su sede por el monar¬
ca recien ascendido al trono, se vio privado de parte de sus posesiones por el rebelde Fruela,lo que parece evidenciar su fidelidad al rey legitimo-tan mal recompensada luego por este-;
de igual manera, pocos meses despues, el obispo Rudesindo o Rosendo I de Dumio-Mon-donedo, perteneciente a la aristocracia local, ratifica en su donation al monasterio familiarde San Vicente de Almerezo la legitimidad del joven monarca: Regnante in Asturiasprincipe
Adefonso anno regni eius completoprimoS1. A lo largo del perfodo que estamos tratando, pode¬mos documentar la frecuente presencia de miembros de la nobleza gallega en el entorno del
monarca en puestos de especial relevancia82, lo que ayuda a entender el misericordioso trata-
miento que reciben los rebeldes Aldoreto y Flacencio Tritoniz, miembros de la Curia Regia,cuyo castigo Ievanta el monarca gracias a la intercesion de sus pares83. Varios deellos jugaran
centrales del siglo IX se testimonia como la monarquia utiliza su poder de designation paraponer al frente de los principales centros eclesiasticos de Galicia a religiosos foraneos de su
total confianza. Dentro de este proceso de “desgalleguizacion” de la Iglesia galaica, hay un
dato ominoso que coincide en el tiempo con el proceso historico que nos ocupa. En el ano866, recien acccdido al trono y antes de la usurpacion de Froila Gemundiz, el joven Alfon¬
so III concede el gobierno de la sede de Iria-Santiago al obispo Ataulfo II, un eclesiastico
local74; sin embargo, el prclado llevaba rigiendo la diocesis desde aproximadamente el ano855, por lo que indudablemente nos hallamos ante un ejemplo mas de la practica comun en
la epoca por la que cada nuevo soberano, al subir al trono, recibia el homenaje de fidelidad
de sus principales vasallos y les confirmaba, de ser esa su voluntad, en sus cargos de gobier¬
no. Pero, segun una leyenda compostelana cuya vaiidez historica hemos demostrado75, enel ano 868 el obispo Ataulfo es acusado ante el rey de un grave delito y, aunque absuelto
milagrosamente de la ordalia a que es sometido para probar su inocencia, resulta privadodel gobierno de su sede episcopal, de la que sin embargo no dimite, y exiliado en Asturias,
donde acabara sus dfas acusando al rey de su caida en desgracia, mientras la administration
del obispado de Iria-Santiago recae en manos del diacono Sisnando, monje y propietario de
la comarca cantabra de La Liebana y hombre de la total confianza del monarca, de quien
era capellan, y que acabara por ser promovido al episcopado iriense en 880, tras la muerte
de su infortunado predecesor, por directa instigation regia. A la vez que este hecho nos
ilustra sobre la total instrumentalizacion de la Iglesia galaica por parte de la monarquia,
como una pieza mas de su aparato de control del territorio, es tentador ponerlo en relacion
con los problemas que en esta epoca, como vimos, esta teniendo Alfonso III con la rebeldiade parte de la nobleza galaica'6. No es extrano, por consiguiente, que la Iglesia gallega en
general y la sede iriense en particular, como instrumento del poder real, sea una acerrima
defensora de la monarquia en su confiicto con los nobles rebeldes y sufra por ello las con-
secuencias: sabemos que Froila Gemundiz se habia apropiado de bienes de la sede iriense
en el transcurso dc su rebelion y usurpacion del trono e igualmente los hijos de Sarracino
y Sendina son acusados por Alfonso III de haber atacado tanto al rey como a la Iglesia-propter eorum insolentiam erga nos et erga ecclesiam Dei-77. Tanto la documentacion regiacomo la eclesiastica vinculan mutuamente los destinos de Iglesia y Monarquia en una causa 78 895-11-25,Tumbo A dc Santiago, fol. 4r.
79 Son los casos,cn parteo cn la totalidad,de Froila Gemundiz,Hannu,Hermenegildo Perezy sus asociadosy los hijos de Sarracino y Sendina.
80 Convicne, sin embargo, no perder dc vista el hecho dc que la inmensa mayoria de la documentacionaltomcdicval galaica es dc procedencia eclesiastica, por lo que disponemos de un mayor grado de conoci-miento dc sus propiedades que dc las dc la aristocracia laica.
81 867-05-7,Tumbo de Sobrado, ff. 47r-48r.82 Cfr. Balinas (1992), pp. 520-522 para una relacion mas dctallada.83 Rtazenzo Tritoniz etAldoreto Tritoniz... subjectarunt send nospetentes misericordia, una cum tota tropapalatii,
et nos, veropielate regia, adimptevimus omnia... et nobiscum erant in officiopalatino ([875-03-1], loc. cit.).
74 866-06-18,Tumbo A de Santiago, fol. 2r.75 Cfr. Balinas (1998, pp.195-198).76 Sin embargo, nada hay que pmebe la mcnor implication del mcncionado obispo cn la rebelion contra el
rey, antes al contrario: muy potiblemcntc,el rey dcscaba apartar a un nativo del control dc tan importanteccntro rector dc Galicia para poner cn su lugar, cn tan dificiles momentos, a un hombre de su total con¬fianza y sin relacion con la aristocracia gallega.
77 867-01-20,Tumbo A de Santiago, fol. 2r. y 899-05-6, ibidem, ff. 4v-5v.
T5958 Rebeldes con causa: un andlisis interpretativo de la conflictiva relacion... Carlos Baiinas Perez
1
del rebelde- y calificado en la documentacion como “excelente guerrero"88. En efecto, ese
mismo ano 895, Pinoti, hermana del conde Odoario, recibe de de manos del rey la villa de
Trasariz, decomisada al rebelde Vitiza89.Como acabamos de ver, pues, el enfrentamiento que estamos describiendo no es una
revuelta nacionalista -los nobles gallegos contra el rey- sino un autentico conflicto social y
politico, en el que miembros de la aristocracia galaica se posicionan a favor y en contra de la
monarquia. son entonces los propositos de los rebeldes? Tal como hemos senalado
ya, nuestras fuentes informativas son indirectas y reflejan solo la perspectiva regia, subra-
yando la actitud traicionera de los rebeldes y condenando su conducta pero sin dar indicios
de sus motivos. No nos queda otra opcion que intentar buscar la razon de su rebeldia en lo
poco que de eltos sabemos. A juzgar por lo que conocemos o intuimos de sus biografias,
podemos clasificar a los rebeldes gallegos contra Alfonso III en tres grupos diferentes90:
aquellos que ostentaban cargos de confianza de la monarquia -el conde Flacidio de Lugo,
los hermanos Flacencio y Aldereto Tritoniz, el dux Vitiza-, los que pertenecian a familias
signifkadas de la nobleza condal galaica —Hermenegildo Perez e Iberia, posiblemente los
hijos de Sarracino y Sendina- y nobles con propiedades e influencia local pero sin relacion
conocida con la elite gobernante -Arias, Hannu, Odoario- tienen en comun todos
ellos? Indiscutiblemente, tal como insinuan las fuentes, el descontento con el rey, la sen-
sacion de que sus servicios a la monarquia no han sido pagados en justa correspondencia
con sus meritos en el caso de los que ostentan cargos de poder, en relacion con su linaje y
la ejecutoria de su familia en el caso de los pertenecientes al segundo grupo, conforme a su
riqueza y preeminencia local en el caso de los del tercer grupo.
La documentacion regia emplea los terminos infidelitatemysuperbiam para referirse a
los rebeldes: el primero hace alusion a la ruptura de sus vinculos de dependencia personal
de la monarquia, el segundo a que piden mas de lo que les corresponde, a que se equiparan
con el propio soberano. Hemos visto en el apartado anterior como del comun acuerdo del
rey de Asturias y de la clase dirigente local surge la integration pacifica de Galicia en el
seno del reino de Asturias: los magnates se comprometian mediante un juramento perso¬
nal de fidelidad a acatar la autoridad suprema del rey y a poner su peso e influencia social
al servicio de ella; a cambio, el monarca reconoceria y promoveria su hegemonia en el
conjunto de la sociedad gallega. La segunda mitad del siglo IX es un periodo en el que las
oportunidades para el enriquecimiento de la aristocracia gallega eran abundantes: cargos
un papel fundamental en las victorias del monarca sobre las sucesivas rebeliones de sus com-
patriotas. Asi, el conde Gaton, tio materno del monarca, del que cabe suponer tuvo un papelprotagonista en su reposition en el trono despues de la usurpation de Froila Gemiindiz,ejerce durante los primeros doce afios de reinado del monarca un papel fundamental como
conde de Astorga y El Bierzo, comandante militar contra los musulmanes y supervisor de larepoblacion del valle del Duero84; aunque su nombre no aparece mencionado, es altamenteprobable que acompanara al conde de Castilla, Nuiio Munoz, en la supresion militar de larevuelta de Flacidio de Lugo en 875, pues el monarca especifica que venia de combatir enlas fronteras del reino con los musulmanes. Su hijo Sarracino, quien le sucede en sus cargos,figura como mayordomo de palacio -el principal cargo de la corte regia— y miembro delconsejo real en la decada de 880 y flrma en el documento de 886 de decomiso de los bienesde Hermenegildo Perez inmediatamente despues del rey, mientras que por su condition deconde de El Bierzo hubo sin duda de jugar un importante rol en la represion de la rebelionde Hannu, conectada, como vimos, con la anterior8ÿ. El yerno de Gaton y cunado de Sarra¬cino, Hermenegildo Gutierrez86, se alterna con el segundo en el ejercicio de la mayordomiaregia y flrma con el monarca en la documentacion relativa al castigo de la rebelion de Hannuen 885 y de los hijos de Sarracino y Sendina en 895. Pero, sobre todo, nuestras fuentes leotorgan un papel trascendental en la reduction de la insurrection del poderoso dux Vitizaen 89587. En efecto, el rey, desesperado ante la prolongada rebeldia de Vitiza, recurre a supariente Hermenegildo -la mujer de este era prima carnal suya-, cuyas propiedades linda-ban con las del traidor, quien, al frente de un ejercito compuesto por la guardia personal delsoberano y sus propias milicias privadas -quod adunare se in exercitu cum omnibus militibuspalatii et gentis sue-, vence en combate al rebelde, lo captura y lo conduce prisionero ante
el rey para recibir su castigo. La recompensa a sus servicios sera exceptional, demostrandotanto la peligrosidad de la rebelion como el papel fundamental jugado por Hermenegildo:este recibe del rey las propiedades y mandationes del insurrecto como propiedad personal ytransmisible hereditariamente, lo que le convertira a el y a sus descendientes en los mas ricosy poderosos magnates laicos de Galicia. Parece que en la supresion de la revuelta de Vitizajuega tambien un papel destacado otro de los nobles gallegos de confianza del monarca,Odoario, conde de A Linda, Chaves y Viseo -cuyas propiedades lindaban tambien con las
84 Cfr. Saez (1948, pp. 37-46 y 194-197).85 SarracinusAstorice et Berizo comes (Sampiro, cd. Perez de Urbel, p. 290). Sarracenus maiordomus (883-08-
17,Tumbo A de Santiago, fol.3r.).86 Para la figura de este magnate cfr. Baiinas (1998, pp.96-109).87 Cfr.1007-02-1,Tumbo de Celanova, ff. 4v-5r.
88 Il/ustrisimo viro domno Odoarit digno bellatori (982-10-1,Tumbo de Celanova, ff. 97v-100v). Para este
personaje, su trayectoria y su familia cfr, Baiinas (1995).
89 895-07-11,Tumbo A de Santiago, fol. 4v.90 Dejamos al margen, como ya indicamoi antcriormente,el caso singular de Froila Gemiindiz,cuyas moti-
vaciones ya hemos tratado de explicar.
Rebeldes con causa: tm ana'/isis interpretative de la conjlictiva re/acidn...60 Carlos Balinas Perez 61
de gobierno en la administration regional o en la corte regia, concesiones de tierras y pri-vilegios, encargos de repoblacion en la fase de expansion del reino por la Meseta Central ytierras del futuro Portugal91. Todas ellas eran vias para la consecution, la consolidation yel incremento del patrimonio del noble gallego en un momento en el que la condicion aris-
tocratica esta aiin sin definir plenamente, ante la inexistencia de linajes nobiliarios conso-
lidados, de una transmision automatica de cargos y mercedes regias dentro de una misma
parentela y del establecimiento de un sistema de herencia que prime decisivamente al
primogenito varon92. La base del poder del magnate gallego era la riquezay esta el caminoa llamar la atencion y el interes del rey y obtener de el, a cambio de su fidelidad y apoyo,cargos y privilegios, fuente a su vez de nuevos ingresos y poder. Pero era solo el favor regioel que permiti'a acceder al poder publico: quien gozaba de su confianza podia alcanzar lasmas altas cumbres de la sociedad, quien careci'a de ella quedaba al margen, viendo ame-
nazada mismo su propia condicion nobiliar, pues un noble pobre o sin conexiones estabaabocado al estancamiento social o incluso a la perdida de su condicion privilegiada. Se-guramente, ahi esta la raiz del descontento de aquellos nobles rebeldes que se habian visto
relegados por el ejercicio del favor real a la hora de la concesion de cargos publicos, como
el rico propietario Odoario de Lemos, o que no habian visto confirmadas en su personalas dignidades ejercidas por sus antepasados, como Hermenegildo Perez, el hijo del condePedro. En el caso de los que si ostentaban posiciones de poder, posiblemente las razonesde su rebeldia estribaban en considerar escasos los pagos a sus servicios o pretender ejercerpresion sobre la monarquia para obtener una mayor recompensa. Todo parece indicar quelos aristocratas galaicos rebeldes estimaban que si la monarquia ejercia su control sobre
Galicia era gracias a su colaboracion y que ello les convertia en socios del propio rey con
derecho a gozar, pues, de los frutos del poder en virtual igualdad con este, una perceptionratificada por la consideration de que la propia dinastia real le debia el trono a su respaldoy apoyo -ÿno habian ellos restablecido en sus derechos a la corona a Ramiro I frente a Nc-pociano y al propio Alfonso III frente a Froila Gemundiz?-. Evidentemente, el punto de
vista del rey era diametralmente opuesto: el era la fuente del poder y cualquier solidaridadlocal, familiar o de clase estaba siempre supeditada a lafidelitas que todo subdito, fueracual fucse su condicion social, le debia a su persona. Sin embargo, como ya hemos dicho,esta soberania eminencial teorica, en el caso al menos de Galicia, se veia defacto limitadapor el hecho de que el monarca necesitaba del consenso y sosten de la aristocracia galaicapara llevar a la practica su pretension formal de hacerse obedecer en el conjunto de tierras
y hombres que formaban sus dominios. En esta contradiction intrinseca al proceso mis¬
mo de integration de Galicia en la esfera politica de la monarquia asturiana es donde, a
nuestro parecer, estriba el origen de la conflictividad entre rey y nobles en la Galicia de la
scgunda mitad del IX93.Por ello mismo, la victoria del rey sobre las sucesivas rebeliones nobiliarias solo apa-
rentemente ratifica la predominancia regia. El exito del monarca hubiera sido imposible
sin el firme respaldo que la Iglesia y las grandes casas de la nobleza galaica le prestaron.
,;Por que bastantes, si no la mayoria, de los nobles de Galicia rcspaldan al monarca, hecho
que determina su triunfo final? Cualquier contraposition, como establecc por motivos ob-
vios la documentacion regia que hemos tornado como fuente de informacion, entre nobles
“buenos y fieles” y nobles “malos y traidores” es meramente ideologica. Los nobles que
sostienen a la monarquia lo hacen tanto por considerar la figura arbitral suprema del reycomo fundamento indispensable del mantenimiento del orden social como porque defen-
diendo la causa regia defienden sus propios intereses. El caso antes expuesto de Vitiza y
Hermenegildo Gutierrez, ambos elevados al elevado rango de dux por la gracia real, es un
ejemplo claro de lo que venimos sosteniendo. El primero considera que la rebelion frente a
la monarquia es la mejor manera de incrementar su poder y poscsiones, el segundo adoptala actitud contraria por los mismos motivos; al final Hermenegildo derrota al rebelde en
nombre del rey, al mando tanto de tropas regias como de sus propios hombres, y se queda
con las tierras y los cargos del vencido. Como hemos visto, buena parte de los bienes expro-piados por la monarquia a los rebeldes en castigo por su traicion acaba recayendo, al igual
que sus posiciones de poder, en manos de los partidarios del rey en pago por su fidelidad y
apoyo. Los vencidos, privados de su patrimonio y su influencia politica, desaparccen para
siempre del escenario; los vencedores, que ya se contaban entre los grandes magnates del
reino, aumentan aun mas su poder y riqueza y se hacen aiin mas indispensables para la mo¬
narquia. Las excepciones, como siempre, confirman la regia: Aldoreto y Flacencio Tritonizson perdonados y ven restablecidos sus bienes y su position gracias a la intercession de sus
parientes e iguales, los nobles fieles a la monarquia, y a ratificar y renovar su fidelidad a
la persona del monarca con un fastuoso obsequium94; el nieto y homonimo de Odoario de
Lemos vuelve a la gracia real con el rey Fruela II -no muy bien visto por la nobleza gallegay necesitado de aliados dentro de esta-y ve devueltos los bienes perdidos por su antepasadopor el rey Sancho Ordonez de Galicia, otra vez en ambos casos gracias a una prestationpersonal de fidelidad y un obsequium al monarca95. Solo los rebeldes que siguen gozando de
93 Cfr. Balinas (1992, pp. 623-628).94 Ideo diderunt nobis (Adefonsus rex) duos cavallos... pretiatos quingentos solidos ([875-03-1], loc. cit.). Por lo
que parece, vieron incluso restablecido su cargo anterior en la corte real: en un documento de 895-07-11(Tumbo A de Santiago, fol. 4v.) aparece firmando al lado del rey Alderetus.
95 928-02-19,Tumbo de Cclanova, fol.84v.
L91 Cfr. Balinas (1994) y Rccuera (1996).92 Cfr. Portela y Pallares (1987) y Balinas (2006b).
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riqueza e influencia familiar y social despues de su cafda en desgracia -y que, por ello, aun
tienen algo que ofrecer a la monarquia a cambio de su perdon- pueden esperar sobrevivir
dentro de las Bias de la aristocracia galaica.
El resultado final es la consolidation final de estos grandes nobles fieles y sus familias
como la elite gobernante de Galicia -y pronto con un papel protagonista en la propia poli-
tica general del reino-: ellos son la “nobleza condal” de la Galicia altomedieval que figura
al lado del rey en la consagracion de la nueva iglesia-santuario de Santiago de Compostela
en 89996 y cuyos descendientes seran la clase dominante de Galicia hasta mediados del
siglo XI. Y justo ahora, apenas sofocadas las ultimas revueltas nobiliarias contra Alfonso
III, el monarca adopta la resolution de confiar el gobierno de Galicia a su hijo Ordono,
asociandolo al trono y desposandolo con Elvira Menendez, la hija de Hermenegildo Gu¬
tierrez, el principal de los magnates que sostuvieron a la monarquia frente al desafio de
sus compatriotas rebeldes9'. La sangre de Alfonso III y de los descendientes de los nobles
gallegos que lo sostuvieron en el trono sera la que fluya por las venas de los reyes de Leon
y Galicia hasta la extincion de la dinastia. Un nuevo consenso entre la aristocracia galaica
y la monarquia astur-leonesa habia surgido, despues de la fase de cucstionamiento que
supusieron las revueltas de 866-895. Este acuerdo tambien seria objeto de tensiones a lo
largo del siglo X. Pero esa es ya otra historia, que trasciende los marcos de este estudio.
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96 Cfr. Diaz de Bustamante y Lopez Pereira (1990).
97 Quernprofeto Ordonium tnsignem militemAdefinsuspater, magnus etgloriostu rex, vivens GalUcicmiumprou-intieprefecerat (Crdnica Silense,ed. Perez de Urbe!y Gonzalez Ruiz-Zorrilla, p.153). Cfr.Balinas (1988),
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