Queridos miembros de nuestra Comunidad mundial, · Tan pronto como un hombre o una mujer comienzan...

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Queridos miembros de nuestra Comunidad mundial,  

Quien practica las reverencias alquímicas mientras vibra Naam quedará bajo el cuidado del Universo, pues se trata de un saludo a Dios que regula el lóbulo frontal. Nuestro lóbulo frontal es una flor espiritual que requiere de muchos cuidados. Cuando practicamos las reverencias alquímicas la estamos regando para que pueda florecer y traernos salud y

bendiciones. Tan pronto como un hombre o una mujer comienzan a estudiar la Sabiduría Divina Espiritual y a vibrar Naam, comienzan a desarrollarse en el cerebro nuevos centros con nuevas capacidades. Hay una enorme cantidad de energía en el cerebro humano con la que todavía no hemos empezado a trabajar en beneficio de la humanidad. Esta práctica sagrada crea una plataforma para que podamos acceder a un mayor porcentaje de nuestra capacidad cerebral. Si el cerebro humano trabajara al 100% en lugar de trabajar sólo al 3% de su capacidad, nuestro mundo sería tan maravilloso que no podría ser descrito por ninguna lengua mortal. Las reverencias alquímicas no sólo nos permiten desarrollar nuestro centro de la compasión, que está localizado en la parte superior de la cabeza y ligeramente hacia el frente y que nos hace amables y dulces, sino que también activa nuestro centro de amor por el Creador del Universo, que se encuentra en la parte superior de la cabeza. Además esta práctica sagrada nos permite desarrollar el área de la música que se localiza exactamente detrás de los extremos externos de las cejas y hacia arriba a lo largo de las mismas. Adicionalmente, nos ayuda a desarrollar el área del sentido común, nuestro centro de la intuición, y el de la imaginación, todos localizados en la parte superior de las cejas. Sobre todo nos ayuda a desarrollar nuestro centro de la individualidad, que se encuentra en el entrecejo. Hay tres mundos: el físico, el mental y el divino. El cerebro es la parte física de la mente y nuestra mente es la parte física del mundo divino. Nuestra alma trabaja a través del corazón pero nuestro espíritu trabaja a través de nuestra mente. La cabeza humana es un resultado del espíritu humano. Necesitamos establecer una relación con nuestro espíritu para sentirnos cómodos en esta era. El cerebro humano es el centro de comando y todas la células del cuerpo humano tienen a un representante suyo en el cerebro que cuida de su

bienestar. En el frente de nuestro cerebro, hay células que son representantes conscientes del cuerpo entero. Interesantemente, la conciencia de nosotros mismos se encuentra únicamente en unas cuantas células en la parte frontal de nuestro cerebro. Esta tecnología sagrada nos permite activar las áreas del cerebro que ya no están trabajando y que pudieron haberse degenerado, al tiempo que hace que todas las células del cerebro se tornen dinámicas, haciendo que se activen algunos de los poderes espirituales latentes en nuestro ser. Esta poderosa tecnología cuida de todas las neuronas en el cerebro humano y de todos los caminos de energía contenidos en la espina y el cerebro. Nuestro cerebro se conecta con el cordón espinal que desciende a través del cuello por la espalda hacia la base de nuestra espina y hacia la región pélvica. Las reverencias alquímicas provocan que el fluido cerebro-espinal sea bombeado alrededor del cerebro, revitalizando y refrescando tanto nuestro cerebro como nuestra mente para desarrollar la inteligencia intuitiva y un pensamiento claro. La falta de claridad crea desorden en el cerebro humano. Un cerebro que funciona correctamente es capaz de ver oportunidades por doquier y de crearlas también. El éxito y la salud se encuentran en saber qué hacer con las partes escondidas de nuestro cerebro. Las reverencias alquímicas constituyen una tecnología que activa de lleno el potencial del cerebro y sana el cuerpo entero. Necesitamos activar nuestro lóbulo frontal para alcanzar un nivel de conciencia más elevado que nos permita tomar las decisiones correctas en nuestra vida. Desconocida para muchos, existe una relación directa entre el lóbulo frontal y el comportamiento ético de los seres humanos. De hecho, la frente humana representa el centro de dirección y control del comportamiento impulsivo. El lóbulo frontal no sólo es responsable del carácter de alguien, también controla sus comportamientos y acciones deshonestas u honestas, lo correcto y lo incorrecto. Por lo tanto, controlando nuestro lóbulo frontal, podemos controlar también nuestro comportamiento. El control de nuestro lóbulo frontal nos permite controlar nuestra personalidad y nos proporciona inteligencia intuitiva. El lóbulo frontal, es además el centro de nuestra capacidad para resolver problemas, en especial problemas que requieren una habilidad intelectual considerable. Todas las decisiones que tomamos respecto de sentir gozo o sufrimiento, son tomadas en el lóbulo frontal del cerebro. En otras palabras, las buenas y las malas acciones son planeadas en el lóbulo frontal antes de ser ejecutadas. Cuando nuestro lóbulo frontal no está activo, nuestra capacidad para juzgar una situación está impedida igual que nuestra conciencia. Es por ello que resulta de vital importancia desarrollar el lóbulo frontal, una tarea que la mayoría de los seres humanos todavía tienen que realizar. Debemos entender que los órganos que trabajan en nuestro cuerpo son sólo herramientas que se utilizan

para ejecutar las decisiones tomadas en la parte frontal de la cabeza. Es el centro de control y guía. Dentro de nuestra cabeza, tenemos dos centros espirituales, la pituitaria y la glándula pineal que hace que nos sea posible conectar con el mundo invisible. Estas glándulas, constituyen un juego de antenas que nos conectan a los cielos. Trabajando con el lóbulo frontal podemos activar estas glándulas divinas para nuestro máximo beneficio. También, desarrollando el lóbulo frontal y concentrándonos profundamente en esta área, a base de fuerza de voluntad cualquier cosa que desees se manifestará. Realizar reverencias alquímicas mientras vibramos Naam, mejora nuestras mentes y agudiza nuestra memoria. Esta práctica sagrada protege nuestro cerebro del envejecimiento y previene el encogimiento del mismo asociado con la edad. Descubrimientos científicos revelan que cuando el lóbulo frontal del cerebro humano no es debidamente infundido de amor y luz, especialmente a edad temprana, la consecuente falta de amor y luz puede en muchos casos resultar en un cerebro disfuncional con una variedad de posibles problemas físicos, emocionales y conductuales. En otras palabras, la falta de amor y luz causa desajustes y desequilibrios en una o en varias regiones de la actividad cerebral. Daños en el lóbulo frontal pueden resultar en pérdida de la memoria y demencia. También, la pérdida severa de la memoria que en algunas personas se traduce en Alzheimer se debe a un mal funcionamiento del lóbulo frontal. Esto es así porque el cerebro contiene regiones primitivas de estados previos de desarrollo junto con adiciones más modernas en el lóbulo frontal y corteza cerebral que están destinadas a operar en la luz. La práctica de las reverencias alquímicas, con sus diferentes movimientos, tiene un enorme impacto en el flujo de sangre al cerebro humano. Debido a las variaciones en la presión arterial media del cuerpo, las reverencias alquímicas mejoran la circulación cerebral y ayudan a prevenir la enfermedad cerebral isquémica. Como la cabeza se inclina hacia abajo, la gravedad hace que la sangre se acumule en el área y la presión en las arterias aumenta. Cuando la cabeza se levanta de pronto, la presión disminuye. El aumento y disminución de la presión hace que los vasos sanguíneos se tornen flexibles. Como resultado, los desajustes causados por una deficiencia de sangre en el cerebro se reducen drásticamente. El cerebro y la piel están más saludables pues las toxinas se limpian y hay un efecto positivo en el comportamiento, memoria, visión, audición, concentración y en la psique. Consecuentemente, experimentamos un mejor desempeño en nuestro trabajo y nuestra vida social.

Las reverencias alquímicas constituyen una excelente tecnología para el corazón. Revigoriza el corazón de manera gradual de manera que pueda funcionar más efectivamente. Cuando el corazón está sano y fuerte, el cuerpo está sano y fuerte. Cuando el corazón está débil, el cuerpo se torna débil. Esta poderosa práctica renueva el corazón humano haciendo que el cuerpo entero se beneficie. Recarga el cuerpo y tiene un impacto positivo en el sistema neuromuscular. Las dificultades para respirar, que son causadas por incremento de dióxido de carbono en los pulmones, se sanan y se previenen con esta práctica pues la exhalación causada por la reverencia activa los pulmones. Por eso cuando realizas esta práctica sagrada de Shakti Naam estás trayendo también salud a tus pulmones. La práctica de las reverencias alquímicas es también un tratamiento natural para quienes sufren de sinusitis crónica. Además resulta muy útil en la prevención de bronquitis pues la postura ayuda a iniciar el drenaje de las secreciones del árbol bronquial. Ayuda también en caso de otras enfermedades pulmonares que impliquen acumulación de secreciones. Para tener éxito en la vida se necesitan una mente fuerte, una voluntad fuerte y un buen corazón. Esta práctica nutre la mente y el corazón. Cuando una persona es emocionalmente reactiva se convierte en víctima de sus emociones negativas que dañan su corazón, su hígado y su sistema respiratorio. Cuando practicamos las reverencias alquímicas mientras vibramos Naam, mantenemos el nombre del Señor en nuestra mente y como resultado podemos disfrutar de las bendiciones de Dios. La clave está en ofrecer tu corazón al Señor para que se llene de amor divino. Cuando amas y sirves a otros, tu corazón se llena de gozo. Es a través de nuestra fuerza de voluntad, con el apoyo de una mente fuerte y un buen corazón, que podemos manifestar nuestra capacidad de convertir nuestra naturaleza animal en una naturaleza angélica.

The Practice

Para realizar esta práctica sagrada, siéntate sobre tus talones en postura de rayo con las manos sobre tus muslos (pos.1). Dobla el torso completo hacia enfrente desde las caderas y coloca las palmas de tus manos sobre el suelo mientras haces una reverencia a la Madre Divina (pos.2). Vuelve a la posición vertical y mantén los brazos extendidos. Vibra Sat Nam en la posición vertical apretando el ombligo y Wahe Guru mientras pones tu frente en el piso. Alternativamente, puedes vibrar Wahe en la posición inicial y Guru mientras bajas el torso. También puedes cantar Hari en la posición original y Ohm mientras te inclinas. Precaución: No realices estas reverencias alquímicas si tienes glaucoma o padeces de presión arterial alta. Por favor consulta a tu médico antes de realizar este o cualquier otro programa de ejercicios.

PRÁCTICA AVANZADA____________________________________________

Para una alternativa más avanzada de esta práctica, permanece sentado en postura de rayo pero coloca tus manos en Shakti Mudra a la altura del Hara, justo debajo del ombligo con los nudillos de ambas manos tocándose (pos.1). En Shakti Mudra el dedo pulgar se coloca doblado sobre la palma y los demás dedos se enrollan sobre él. Inhala por la nariz, sostén el aire, dobla el torso completo desde las caderas manteniendo las manos en Shakti Mudra (pos.2) y regresa a tu posición original. Repite de 4 a 9 veces y exhala. No lo fuerces. Este ejercicio crea mucha presión en la cabeza. Asegúrate de que el movimiento sea siempre delicado y fácil. Comienza con 4 repeticiones y ve aumentando hasta 9 conforme te vayas sintiendo más cómodo con las reverencias alquímicas. Puedes repetir el set de 4-9 reverencias las veces que sea necesario.

VERSIÓN MODIFICADA____________________________________________

Si te es difícil o doloroso permanecer sentado sobre tus talones, puedes modificar la postura sentándote relajadamente con las piernas cruzadas o en una silla. En esta variación, estira tus brazos a los costados a la altura de los hombros, paralelos al piso con las palmas mirando hacia el frente (pos.1). Inhala por la nariz, sostén la respiración y dobla el torso completo desde tus caderas manteniendo los brazos extendidos (pos.2) y regresa a la posición original. Repite de 4 a 9 veces y exhala. No lo fuerces. Este ejercicio crea mucha presión en la cabeza. Asegúrate de que el movimiento sea siempre delicado y fácil. Comienza con 4 repeticiones y ve aumentando hasta 9 conforme te vayas sintiendo más cómodo con las reverencias alquímicas. Puedes repetir el set de 4-9 reverencias las veces que sea necesario.

With Love, Peace and Light, Rootlight Team