¿Qué Tienes en Tu Casa

7
¿Qué Tienes en Tu Casa? Fredy Delgado ¿Qué Tienes en Tu Casa? Cuando estamos recibiendo de las bendiciones de Dios en su servicio, creemos que todo está bien en nuestra casa, nuestra familia se siente completa en Dios, hijos y padres caminan en el gozo del servicio de nuestro Dios. Toda esta vida de regocijo en el señor puede que siga o llegue a su fin, respeto a la unión familiar. A veces queremos darles a nuestros hijos he esposa, todo lo que pesamos que ellos o ella se merecen, y por conseguir estos objetivos llegamos a endeudarnos. En esta vida podemos presta dinero, pero también tenemos que pagar esa deuda de una u otra manera al acreedor necesita recuperar su dinero. Un acreedor es una persona que tiene las facultades para exigir el pago o cumplimiento de una obligación contractual entre dos partes. Para la economía, las finanzas y los regímenes legales, el acreedor puede ser una persona física o jurídica que dispone de facultades legales para demandar el pago de una deuda o la satisfacción de un contrato o acuerdo legal a uno de los participantes en el mismo. El acreedor es una figura legal con una connotación negativa, ya que es su deber hacer cumplir las obligaciones, aun si éstas exceden las posibilidades de las partes. Un ejemplo típico es la contracción de

description

Cuando estamos recibiendo de las bendiciones de Dios en su servicio, creemos que todo está bien en nuestra casa, nuestra familia se siente completa en Dios, hijos y padres caminan en el gozo del servicio de nuestro Dios. Toda esta vida de regocijo en el señor puede que siga o llegue a su fin, respeto a la unión familiar. A veces queremos darles a nuestros hijos he esposa, todo lo que pesamos que ellos o ella se merecen, y por conseguir estos objetivos llegamos a endeudarnos. En esta vida podemos presta dinero, pero también tenemos que pagar esa deuda de una u otra manera al acreedor necesita recuperar su dinero. Un acreedor es una persona que tiene las facultades para exigir el pago o cumplimiento de una obligación contractual entre dos partes.

Transcript of ¿Qué Tienes en Tu Casa

Page 1: ¿Qué Tienes en Tu Casa

¿Qué Tienes en Tu Casa?

Fredy Delgado

¿Qué Tienes en Tu Casa? Cuando estamos recibiendo de las bendiciones de Dios en su servicio, creemos

que todo está bien en nuestra casa, nuestra familia se siente completa en Dios, hijos y padres caminan en el gozo del servicio de nuestro Dios. Toda esta vida

de regocijo en el señor puede que siga o llegue a su fin, respeto a la unión familiar. A veces queremos darles a nuestros hijos he esposa, todo lo que

pesamos que ellos o ella se merecen, y por conseguir estos objetivos llegamos a endeudarnos. En esta vida podemos presta dinero, pero también tenemos

que pagar esa deuda de una u otra manera al acreedor necesita recuperar su dinero. Un acreedor es una persona que tiene las facultades para exigir el pago

o cumplimiento de una obligación contractual entre dos partes. Para la economía, las finanzas y los regímenes legales, el acreedor puede ser una

persona física o jurídica que dispone de facultades legales para demandar el pago de una deuda o la satisfacción de un contrato o acuerdo legal a uno de los

participantes en el mismo. El acreedor es una figura legal con una connotación negativa, ya que es su deber hacer cumplir las obligaciones, aun si éstas exceden las posibilidades de las partes. Un ejemplo típico es la contracción de

Page 2: ¿Qué Tienes en Tu Casa

¿Qué Tienes en Tu Casa?

Fredy Delgado

una deuda de dinero por parte de un individuo que el acreedor a cargo se

encargará de hacer saldar, por caso, con los bienes de la parte deudora. Otro caso muy común es en ocasión de la presentación de quiebra por parte de una

empresa. Dadas estas circunstancias, los acreedores deben hacer cumplir el pago de sus deudas e indemnizaciones a la institución, ya sea por ejemplo

hipotecando sus propiedades.

Las Sagradas Escrituras hablan de una mujer que llego a quedar viuda, su esposo era unos de los profetas que servían en el templo, el responsable de sus

servicio era en profeta Eliseo, veamos: “Una mujer, de las mujeres de los hijos de los profetas, clamó a Eliseo, diciendo: Tu siervo mi marido ha muerto; y tú

sabes que tu siervo era temeroso de Jehová; y ha venido el acreedor para tomarse dos hijos míos por siervos. Y Eliseo le dijo: ¿Qué te haré yo?

Declárame qué tienes en casa. Y ella dijo: Tu sierva ninguna cosa tiene en casa, sino una vasija de aceite.

El le dijo: Ve y pide para ti vasijas prestadas

de todos tus vecinos, vasijas vacías, no pocas. Entra luego, y enciérrate tú y

tus hijos; y echa en todas las vasijas, y cuando una esté llena, ponla aparte. Y se fue la mujer, y cerró la puerta encerrándose ella y sus hijos; y ellos le traían

las vasijas, y ella echaba del aceite. Cuando las vasijas estuvieron llenas, dijo

a un hijo suyo: Tráeme aún otras vasijas. Y él dijo: No hay más vasijas.

Entonces cesó el aceite. Vino ella luego, y lo contó al varón de Dios, el cual dijo: Ve y vende el aceite, y paga a tus acreedores; y tú y tus hijos vivid de lo

que quede.” 2 Reyes 4:1-7.

Esta clase de problemas está sucediendo hoy en día con los servidores en el altar o ministros de Dios, cuando llega la muerte física, le dejan los problemas

a sus familiares, etc. Se habla de la deuda y del deudor. Una deuda es la obligación de pagar o devolver a otro dinero u otro valor material o moral. La principal causa por la que se contraían deudas en el antiguo Israel eran los

reveses económicos. Para un israelita era una desgracia llegar a ser un deudor, ya que el que tomaba prestado llegaba a ser siervo del que le hacía el

préstamo: “El rico se enseñorea de los pobres, Y el que toma prestado es siervo del que presta.” Proverbios 22:7.

Por eso se mandaba al pueblo de Dios que fuese generoso y desinteresado al

prestar a sus compañeros israelitas necesitados, sin tratar de aprovecharse de su adversidad imponiéndoles un interés.

“Cuando prestares dinero a uno de mi pueblo, al pobre que está contigo, no te

portarás con él como logrero, ni le impondrás usura.” Éxodo 22:25.

Page 3: ¿Qué Tienes en Tu Casa

¿Qué Tienes en Tu Casa?

Fredy Delgado

“cuando haya en medio de ti menesteroso de alguno de tus hermanos en

alguna de tus ciudades, en la tierra que Jehová tu Dios te da, no endurecerás tu corazón, ni cerrarás tu mano contra tu hermano pobre, sino abrirás a él tu

mano liberalmente, y en efecto le prestarás lo que necesite.” Deuteronomio 15:7-8.

El apóstol Pablo nos recomienda respecto a las deudas en Romanos 13:8: “No

deban a nadie ni una sola cosa, salvo el amarse unos a otros”.

Pero respecto a la ley mosaica exigía que incluso un ladrón saldara la deuda que había contraído con su delito. Si no podía, tenía que ser vendido en

esclavitud: “Cuando alguno hurtare buey u oveja, y lo degollare o vendiere, por aquel buey pagará cinco bueyes, y por aquella oveja cuatro ovejas.

Si el

ladrón fuere hallado forzando una casa, y fuere herido y muriere, el que lo hirió no será culpado de su muerte. Pero si fuere de día, el autor de la muerte será reo de homicidio. El ladrón hará completa restitución; si no tuviere con

qué, será vendido por su hurto.” (Éxodo 22:1-3). De modo que la víctima tenía la seguridad de recibir compensación por su pérdida.

Los israelitas fieles reconocían que pagar sus deudas era un requisito divino:

“El impío toma prestado, y no paga; Mas el justo tiene misericordia, y da.” (Salmo 37:21).

El acreedor podía estar seguro de que recibiría lo que le correspondía. El

israelita que no tuviese bienes materiales podía venderse a sí mismo o vender a sus hijos en esclavitud para poder saldar sus deudas:

“Y cuando alguno vendiere su hija por sierva, no saldrá ella como suelen salir los siervos.” Éxodo 21:7.

“Y cuando tu hermano empobreciere, estando contigo, y se vendiere a ti, no le

harás servir como esclavo.” Levíticos 25:39.

Por otra parte, la Ley también protegía al deudor. El acreedor no podía entrar en la casa del deudor y tomar algo como prenda, sino que tenía que esperar

fuera hasta que el deudor se lo sacase: “No se podía tomar como prenda ni la ropa de una viuda ni artículos de primera necesidad, como un molino de mano

o la muela superior del mismo, así lo dice la Escritura: “No tomarás en prenda la muela del molino, ni la de abajo ni la de arriba; porque sería tomar en

prenda la vida del hombre. Cuando fuere hallado alguno que hubiere hurtado a

Page 4: ¿Qué Tienes en Tu Casa

¿Qué Tienes en Tu Casa?

Fredy Delgado

uno de sus hermanos los hijos de Israel, y le hubiere esclavizado, o le hubiere

vendido, morirá el tal ladrón, y quitarás el mal de en medio de ti. En cuanto a la plaga de la lepra, ten cuidado de observar diligentemente y hacer según todo

lo que os enseñaren los sacerdotes levitas; según yo les he mandado, así cuidaréis de hacer. Acuérdate de lo que hizo Jehová tu Dios a María en el

camino, después que salisteis de Egipto. Cuando entregares a tu prójimo alguna cosa prestada, no entrarás en su casa para tomarle prenda.

Te quedarás

fuera, y el hombre a quien prestaste te sacará la prenda. Y si el hombre fuere pobre, no te acostarás reteniendo aún su prenda. Sin falta le devolverás la

prenda cuando el sol se ponga, para que pueda dormir en su ropa, y te bendiga; y te será justicia delante de Jehová tu Dios. No oprimirás al jornalero

pobre y menesteroso, ya sea de tus hermanos o de los extranjeros que habitan en tu tierra dentro de tus ciudades. En su día le darás su jornal, y no se pondrá

el sol sin dárselo; pues es pobre, y con él sustenta su vida; para que no clame contra ti a Jehová, y sea en ti pecado. Los padres no morirán por los hijos , ni los hijos por los padres; cada uno morirá por su pecado.

No torcerás el

derecho del extranjero ni del huérfano, ni tomarás en prenda la ropa de la viuda,” Deuteronomio 24:6-17.

Como era común que los pobres solo tuviesen una prenda exterior de vestir

(manto), con la que también dormían, en caso de que esta fuese tomada como prenda, el acreedor debía devolverla al ponerse el Sol:

“Si tomares en prenda el vestido de tu prójimo, a la puesta del sol se lo

devolverás. Porque sólo eso es su cubierta, es su vestido para cubrir su cuerpo. ¿En qué dormirá? Y cuando él clamare a mí, yo le oiré, porque soy

misericordioso.” Éxodo 22:26-27. “Y si el hombre fuere pobre, no te acostarás reteniendo aún su prenda. Sin

falta le devolverás la prenda cuando el sol se ponga, para que pueda dormir en su ropa, y te bendiga; y te será justicia delante de Jehová tu Dios.”

Deuteronomio 24:12-13.

El gran problema que tenia esta mujer viuda era que tenía que pagar la deuda que le dejo su esposo, y para ello recurrió al servidor de Dios para que le

ayudara con este problema. Eliseo le hizo una pregunta: ¿Qué te haré yo? Es como decir hoy en día ¿de dónde voy yo a sacar dinero para ayudarte a pagar

esa deuda? Esta parece ser una respuesta carnal.

Page 5: ¿Qué Tienes en Tu Casa

¿Qué Tienes en Tu Casa?

Fredy Delgado

La Espiritual fue: Declárame qué tienes en casa. Y ella dijo: Tu sierva ninguna

cosa tiene en casa, sino una vasija de aceite. Él le dijo: Ve y pide para ti vasijas prestadas de todos tus vecinos, vasijas vacías, no pocas. Entra luego, y

enciérrate tú y tus hijos; y echa en todas las vasijas, y cuando una esté llena, ponla aparte. Y se fue la mujer, y cerró la puerta encerrándose ella y sus hijos;

y ellos le traían las vasijas, y ella echaba del aceite. Cuando las vasijas estuvieron llenas, dijo a un hijo suyo: Tráeme aún otras vasijas. Y él dijo: No

hay más vasijas. Entonces cesó el aceite. Vino ella luego, y lo contó al varón de Dios, el cual dijo: Ve y vende el aceite, y paga a tus acreedores; y tú y tus

hijos vivid de lo que quede.” (2 Reyes 4:1-7).

Si vemos esta historia con ojos Espirituales nos daremos cuenta que en nuestra casa tenemos Aceite. Todo hijo de Dios debe tener en su casa aceite, el aceite

es símbolo del Espíritu Santo. Cuando tenemos las vasijas llenas de este aceite podemos solucionar cualquier

problema que se nos presente, Eliseo tenía toda la razón cuando dijo: ¿qué tienes en tu casa? Ella pensó que no tenía nada en su casa, eso es lo que les

pasa a ciertos cristianos cuando se les viene muchos problemas, ellos piensan que están solos, pero la realidad es otra, Dios está con nosotros, en nuestra

casa siempre estará su presencia, leamos:

“Espíritu del Señor está sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A

pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en libertad a los oprimidos” Lucas 4:18.

“Has amado la justicia, y aborrecido la maldad, Por lo cual te ungió Dios, el Dios tuyo, Con óleo de alegría más que a tus compañeros” Hebreos 1:9.

Usted querido hermano tiene que decir: “Espíritu del Señor está sobre mí, por

cuanto me ha ungido…” Yo saldré de este problema en el nombre de Jesús.

Recuerde que en los tiempos de la Biblia, la unción con aceite era usada primordialmente para limpiar, suavizar y relajar; y para hermosura como sub-

producto. Muchos de los rituales del Antiguo Testamento requerían el uso del aceite, y en solemne ceremonia de unción, los reyes, profetas y sacerdotes

fueron puestos aparte para su llamamiento divino.

Page 6: ¿Qué Tienes en Tu Casa

¿Qué Tienes en Tu Casa?

Fredy Delgado

El creyente ungido del Nuevo Testamento representa el real sacerdocio, 1ª

Pedro 2.9, pues por la virtud de la unción del Espíritu, cada creyente es tanto sacerdote como rey. Como aceite, el Espíritu es visto no solo en la unción sino

también en la sustentación (aceite es alimento), proveyendo luz, sanando, y suavizando, dando solución a los problemas difíciles.

La mujer viuda no estaba sola ella tenía en su casa un aceite especial, con este

aceite podía llenar a las vasijas vacías. Espiritualmente hablando hay hermanos, que están completamente vacios y solo pueden ser llenos si vamos

por ellos, hay que ir a buscarlos para que también sean llenos de aceite.

Con este aceite podemos solucionar los problemas de las vasijas vacías, estas pueden referirse a nuestros familiares, amigos que necesitan ser llenos de

Dios, podemos hacer la diferencia, podemos ayudarles a solucionar sus problemas de deudas: Las palabras “deuda” y “deudor” también se usan en las Escrituras con referencia a otras obligaciones aparte de las que se derivan del

pedir prestado. Se llama “deuda” al salario que se le debe a un trabajador: “Pero al que obra, no se le cuenta el salario como gracia, sino como deuda”

(Romanos 4:4).

Los pecadores son “deudores” de aquellos contra quienes han transgredido y por lo tanto deben buscar su perdón. El que Dios perdone las “deudas”

depende de que la persona haya perdonado a su vez a sus “deudores” personales:

“Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a

nuestros deudores. Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque

tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén. Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro

Padre celestial” Mateo 6:12-14.

“O aquellos dieciocho sobre los cuales cayó la torre en Siloé, y los mató, ¿pensáis que eran más culpables que todos los hombres que habitan en

Jerusalén?” Lucas 13:4.

En vista de su obligación de predicar las “buenas nuevas”, el apóstol Pablo habló de sí mismo como un “deudor” de todas las personas: “A griegos y a no

griegos, a sabios y a no sabios soy deudor. Así que, en cuanto a mí, pronto estoy a anunciaros el evangelio también a vosotros que estáis en Roma.”

(Romanos 1:14-15.

Page 7: ¿Qué Tienes en Tu Casa

¿Qué Tienes en Tu Casa?

Fredy Delgado

Los creyentes gentiles eran “deudores” de los cristianos judíos de Jerusalén debido a que se habían beneficiado de ellos en sentido espiritual. Por lo tanto,

el que apoyasen materialmente a sus hermanos judíos pobres era tan solo lo que debían hacer: “Porque Macedonia y Acaya tuvieron a bien hacer una

ofrenda para los pobres que hay entre los santos que están en Jerusalén. Pues les pareció bueno, y son deudores a ellos; porque si los gentiles han sido

hechos participantes de sus bienes espirituales, deben también ellos ministrarles de los materiales.” (Romanos 15:26-27).

Todo eso nos indica que si tenemos la casa llena de aceite, llena del Espíritu

Santo podemos ser de bendición para los que están vacios, podemos ayudarles a solucionar sus problemas de deudas, podemos llenarlos de Dios. Recuerde

que el Espíritu Santo nos guía a toda verdad. El Dios todopoderoso es quien nos unge con su Espíritu Santo, él quiere

revestirte de su poder, renovar en ti la unción para que le sirvas con mayor eficacia, para caminar en un servicio sobrenatural, él multiplica tus fuerzas

como las del búfalo y te unge con aceite fresco:¿Qué Tienes en Tu Casa? Serás que estas llenos del aceite del Espíritu Santo, será que tu vasija está

llena, si es así puedes suavizar los problemas que tengas, podrás Salí fácilmente de ellos, pero también puedes llenar o ayudar a los que están

vacios, solo tienes que ir por ellos y hablarles de la palabra de Dios. También puedes ayudarles diciendo: “No tengo plata ni oro, mas lo que tengo, te doy:

en el nombre de Jesucristo el Nazareno, ¡anda! Hechos 3:6. Teniendo en nuestra casa la unción del aceite, tendremos todo el poder, la mujer viuda

pensó que no tenía nada en su casa, a veces pensamos así, pero tu recuerda que estamos: “como entristecidos, mas siempre gozosos; como pobres, pero enriqueciendo a muchos; como no teniendo nada, aunque poseyéndolo todo.”

2 Corintios 6:10.

Dios te siga bendiciendo

Fredy Delgado Pastor y Teólogo