Qué Somos y Qué Querríamos Llegar a Ser

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Qué somos y qué querríamos llegar a ser. Cuatro filosofías de la educación, de Juan Antonio Negrete Alcudia, profesor de filosofía, escritor y músico. (Producción: Editorial Manuscritos/Bitland Producciones) ¿Qué tiene que decir la Filosofía acerca de la Educación? ¿Qué relación hay entre ellas? Quizás porque me dedico a las dos cosas a la vez y al mismo tiempo, pienso que filosofía y educación están muy estrechamente relacionadas. En cierto modo, incluso, pienso que "filosofía de la educación" es casi un concepto redundante. Como mínimo, Filosofía de la Educación y Educación en la Filosofía son dos cosas muy próximas. Porque la Filosofía, según dice la palabra, es "amistad con el saber", amor a la sabiduría, entendiendo "sabiduría" no solo en el sentido teórico de conocer cosas a fondo y desde sus fundamentos (saber lo más posible la esencia de cada cosa), sino también en el sentido "práctico" de saber vivir, saber vivir una vida buena (lo que a lo mejor no es lo mismo que darse una "buena vida"). Y se supone que la Educación (a diferencia de la instrucción, la enseñanza técnico-profesional, o cosas similares) tiene como meta decirnos o ayudarnos a saber llevar una vida buena. Saber qué es vivir, y saber vivir, filosofía y educación. Así que la Filosofía (sobre todo en su aspecto más práctico) y la Educación, tratan, en cierto modo, de cómo vivir bien, bien en el sentido más pleno de esta palabra. Incluso podría suceder (eso creen, al menos, algunos filósofos) que el vivir bien fuese, sobre todo, la práctica misma de la

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Qué somos y qué querríamos llegar a ser. Cuatro filosofías de la educación, de Juan Antonio Negrete Alcudia, profesor de filosofía, escritor y músico.

(Producción: Editorial Manuscritos/Bitland Producciones)

¿Qué tiene que decir la Filosofía acerca de la Educación? ¿Qué relación hay entre ellas? Quizás porque me dedico a las dos cosas a la vez y al mismo tiempo, pienso que filosofía y educación están muy estrechamente relacionadas. En cierto modo, incluso, pienso que "filosofía de la educación" es casi un concepto redundante. Como mínimo, Filosofía de la Educación y Educación en la Filosofía son dos cosas muy próximas.

Porque la Filosofía, según dice la palabra, es "amistad con el saber", amor a la sabiduría, entendiendo "sabiduría" no solo en el sentido teórico de conocer cosas a fondo y desde sus fundamentos (saber lo más posible la esencia de cada cosa), sino también en el sentido "práctico" de saber vivir, saber vivir una vida buena (lo que a lo mejor no es lo mismo que darse una "buena vida").

Y se supone que la Educación (a diferencia de la instrucción, la enseñanza técnico-profesional, o cosas similares) tiene como meta decirnos o ayudarnos a saber llevar una vida buena. Saber qué es vivir, y saber vivir, filosofía y educación.

Así que la Filosofía (sobre todo en su aspecto más práctico) y la Educación, tratan, en cierto modo, de cómo vivir bien, bien en el sentido más pleno de esta palabra.

Incluso podría suceder (eso creen, al menos, algunos filósofos) que el vivir bien fuese, sobre todo, la práctica misma de la Filosofía, es decir, el deseo de comprender. Quizás comprender es la mejor o una de las mejores maneras de estar en el mundo, o uno de sus aspectos esenciales.

Las relación inherente entre filosofía educación.

Educación vs. Instrucción: aprender a tener una vida buena. ¿cómo es una vida buena? Socrates: primero tenemos que saber ¿qué somos? “una vida sin reflexión, sin diálogo, no vale la pena ser vivida”. Kant: todas las preguntas posibles se resumen en una sola ¿qué es el hombre?=la antropología en sentido pleno sería la ultima pregunta filosófica.

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De acuerdo con lo que creamos qué somos, responderemos a la pregunta sobre como nos conviene vivir y aprender a vivir. Por lo tanto, todas las pedagogías encierran en su corazón una teoría del hombre, de qué somos y para que estamos en este mundo.

Cuatro concepciones filosóficas sobre el hombre y qué se deduce sobre ellas en pedagogía.

El esquema antropológico de Platón. El hombre consta de tres partes principales: el intelecto (pensar, razonar, dudar: permite pensar como un todo su vida y su destino, su identidad, qué hacer con su vida y cómo educarse), la fuerza de voluntad (elige, volitivo)y los deseos/sentimientos o emotividad (el hombre puede tener sentimientos mas complejos que un animal, más allá del hambre o miedo, como lo que provoca la música o la religiosidad). Sus virtudes son: la sabiduría, la valentía y la moderación respectivamente. Todas las partes no funcionan independientemente: no es posible sentir esperanza sin tener alguna idea de que algo es posible. Cada concepción pedagógica se caracteriza por la jerarquía que establece entre cada una de esas partes de la Psique. ¿El ser humano por naturaleza, tiende hacia el bien o tiende hacia el mal? Es decir…¿somos optimistas o pesimistas? Si tenemos una concepción pesimista, el hombre, a no ser que sea por un rígido padre o profesor, no haría cosas buenas: coerción y miedo. Hay que indicar cuando, cuanto y que hay que hacer. Todo lo dinámico y vivo es una molestia Prefiere un alumno silencioso, acrítico y mecánico. Desde el optimismo, por accidente, nos equivocamos y hacemos el mal. Critica al pesimismo: si uno adopta la posición de Sócrates, Platón o Aristóteles …las cosas tienden por naturaleza a realizar su fin propio, se tiene que confiar en lo que cada ser hace.

1. No jerarquiza ninguna de las tres partes. “Toda educación es manipulación” pues el hombre no tiene una esencia.. ¿Qué es el hombre u para que está? No es nada y está para nada...No somos nada predeterminado, no tenemos esencia, ni finalidad prescrita. Somos una existencia completamente abierta. Sartre: “estamos condenados a ser libres”. Con un sujeto podríamos hacer cualquier cosa. Y él mismo podría hacer cualquier cosa de sí mismo. No hay un cómo vivir por naturaleza. Antropología Nihilista: Somos el resultado de nuestras decisiones espontáneas e instantáneas. En otras posiciones, somos el resultado de la sociedad que nos moldea de la nada. En cualquier caso, como no hay esencia, no hay finalidad que nos corresponda por naturaleza.Nietzsche basa en estas teorías una concepción elitista de la educación: la educación seria para una minoría que tiene la valentía de asumir que la existencia no tiene en si misma valor, que nada hay bueno ni malo, más que lo que yo decida en cada momento. Para los que quieren hacerse cargo de su destino y no se dejan construir de acuerdo con ninguna idea. Budismo: si reflexionamos, nos daremos cuenta de que tras todas las apariencias no hay nada. Y nosotros mismos no somos nada. Todo es un juego ilusorio. La pedagogía, por tanto, debería mostrarnos esa nada.

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Para una pedagogía radical, entonces, toda educación es manipulación. El Estado, la familia, la Iglesia son instituciones intrínsecamente coercitivas y manipuladoras que intentan formar a un individuo desde la nada. Las instituciones pedagógicas sn necesariamente perversas pues intentan normativizar y someter a patrones o leyes lo que de por sí es completamente libre y caótico. Matan la espontaneidad. Además someten constantemente al individuo a evaluación y a juicio exterior, cuando el único juicio admisible seria que hace uno mismo, en el instante mismo. La praxis pedagógica que recomienda, La única educación pensable seria la no educación. No intervención, dejando al niño completamente libre en un juego espontaneo, sin reglas ni finalidades. Sin recompensas ni evaluación. (Critica: la no intervención es también una forma de intervenir, abandonando. Otra crítica es: si no hay nada ni bueno ni malo por naturaleza… ¿cómo calificar a una educación, por más autoritaria que sea como buena o mala?)(Aspectos positivos: el protagonista es uno mismo, cada uno es un mundo en el que los demás deben entrar ni estándares que imponer. El individuo tiene entonces una naturaleza libre, que debe ser respetada)

2. Emotivismo y búsqueda de la felicidad. (pedagogía afectiva) Nuestra esencia son los sentimientos. Desde una antropología emotivista la finalidad es ser feliz. Si perdiésemos la emotividad, perderíamos toda motivación para vivir. David Hume y John Stuart Mill (“prefiero ser un Sócrates satisfecho que un cerdo satisfecho” hay sentimientos muy sublimes cualitativamente: el arte, la ciencia, la moral o el sentimiento religioso). No me interesa de manera egoísta solo mi satisfacción privada, pues estamos dotados de un fuerte sentimiento empático y sentimiento d injusticia cuando vemos un trato desigual. Podemos también confundirnos sobre lo que nos hará realmente felices, incluso podemos no saber bien qué es lo que sentimos. Así es que hay lugar para una verdadera educación sentimental.Recomienda una pedagogía alternativa, sentimentalistas: el fin es conseguir personas felices, en armonía con sus sentimientos y su entorno social y natural. Contenidos: todo es importante, en diferente jerarquía siempre y cuando tenga por objetivo una existencia feliz individual y colectiva. Se debe ser capaces de hacer trabajos eficientemente y también apreciar el arte. La clave es el amor y el respeto por los sentimientos del niño. Dar prioridad a la satisfacción por sobre el dolor. Tanto psicólogos como filósofos coinciden en que el refuerzo positivo es más efectivo que el negativo. La educación debería consistir en hacer feliz al que va por buen camino que hacer mal al que se equivoca.(Crítica de Kant: hacer depender todos los valores o conductas de la satisfacción que provoca, es más bien adiestramiento que educación. Por ejemplo: una madre que sufre mucho por la muerte de su hijo, podría hacerse borrar la mente y ya no sufriría más, deseará la madre algo así. Una droga que te proporcionara la felicidad perpetua…tomarías esa droga. Un enemigo más fuerte que nosotros nos pide que a cambio de no atacarnos sacrifiquemos a alguien inocente. ¿Deberíamos hacerlo? Parece que hay cosas que no se pueden medir por la satisfacción que

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reporten. La verdad, la justicia, quizás no son negociables: llevar una vida auténtica y decente puede ser más importante que ser felices. No será más correcto, como decían los romanos “hágase justicia y perezca el mundo”? Los sentimentalistas podrían responder que nadie siente satisfacción ante la expectativa de una riqueza injusta: remordimiento ¿Los sentimientos son la causa o el efecto de lo valioso? Quizá haya que ir más allá de una educación sentimental e ir hacia una educación moral y racional.)(Aspectos positivos: los placeres fueron y son todavía vistos como algo intrínsecamente perversos por algunas visiones religiosas. Se elogia el dolor como prueba de la espiritualidad. Es muy difícil justificar una vida penosa por más racional y moral que sea. Ninguna educación que ignores los sentimientos, es verdadera educación, que los niños se aburran en la escuela, le tengan miedo o les provoque stress, indica un fracaso de la institución)

3. Jerarquizando la voluntad. Decidimos nuestros actos. “Voluntad y educación en el deber” Kant: “no hay nada bueno más que una buena voluntad”. Schopenhauer veía todo como voluntad y su representación, que es el mundo. Nietzsche: “la esencia del mundo es voluntad de poder”. Los teólogos del final de la edad media discutieron si la voluntad tenía por sobre el entendimiento o no. Aunque Tomas de Aquino se inclinó por la superioridad del entendimiento, los filósofos que desencadenaron el pensamiento de la edad moderna, otorgaron la victoria a la voluntad. Dios mismo, es más bien voluntad que razón. Kant rechaza enérgicamente que lo correcto tenga que ver con la felicidad. Ésta no pertenece a la ética, sino a la psicología. Lo correcto consiste en respetar la ley que toda conciencia moral tiene inscrita: no puedo querer para mi mismo algo que no quiera a la vez para cualquier ser racional que se encuentra en mi situación: Imperativo categórico (regla de oro en la tradición etica). Tampoco es licito tratar a una persona como un mero medio, tan libre como soy yo tiene que poder serlo cualquier otro. No merece vivir quien vive sobre injusticias. No tiene una vida digna. “No debemos aspirar solamente a ser felices sino sólo a merecerlo.”La pedagogía voluntarista. La educación de la conciencia moral. Hay que fundamentar que las cosas se hagan por el deber mismo. No se puede educar mediante premios y castigos pues hacerlo es adiestrar a un ser servil. Ahora… si la conciencia moral ya la tenemos, para que es necesario educarla? Hay sutilezas mediante la cual la astucia intenta justificar nuestras acciones hacia el placer injusto, educar moralmente seria limpiar nuestra conciencia moral de los adornos de la civilización (pedagogía positivista y Rousseau). Aun así, Kant era muy rigorista: la única ley justa para la sociedad y la escuela es la ley del Talión “Ojo por ojo, diente por diente” porque el daño que hacemos tenemos que hacérnoslo a nosotros mismos. El castigo tiene por finalidad devolverte lo que has hecho. Una persona moralmente integra desea el castigo merecido.(Critica: Hume…”la voluntad es siempre esclava de las pasiones”. Kant: “el orden de causa efecto es inverso al que el emotivista imagina”. Socratico/Platonico:

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(intelectualista) lo que hay de inaceptable en el voluntarismo es que uno pueda elegir lo malo sabiendo de antemano qué es lo bueno. Kant: uno puede a veces elegir lo malo sabiendo que es malo, por eso tienen sentido los conceptos de mérito y culpa. Pero ¿por qué elige uno lo malo si sabe que es malo? ¿Si me hace realmente bien a mí por qué debería considerar que es malo y tener por buena otra cosa? ¿Y si es que en verdad me estoy haciendo mal al elegir lo injusto, ya sea porque me estoy condenando para siempre o porque me estoy degradando lo que es mas valioso en mi? entonces lo que me ocurre es que padezco ignorancia, y nadie elige voluntariamente su ignorancia. Quizás en vez de culpa sea ignorancia.)(virtudes: la persona no es negociable, la educación no puede consistir en un amaestramiento emocional.)

4. Conócete a ti mismo (Socrático-Platónica) Núcleo de la personalidad en la razón como comprensión o gnosis. (la capacidad de ver o intuir la esencia y el valor de las cosas)Pecado y culpa son sustituidos por los de error e ignorancia. Queremos aquello que sabemos o creemos que es bueno y disfrutamos, a su vez, con aquello que queremos. Lo que comprendo, lo quiero. Lo que quiero, me hace feliz. Verdad, bien y belleza están esencialmente conectados y en ese orden. En la Grecia de Sócrates, los Sofistas o sabios, educaban en técnicas del saber hablar y otros saberes a cambio de fuertes remuneraciones. Para Sócrates, lo más importante que hay que saber es qué somos y qué nos corresponde. O sea, que es el hombre, que es lo bueno, que es la virtud, como vivir una vida buena y decente. Conócete a ti mismo. Platón (discípulo de Sócrates): el hombre es un ser espiritual que es capaz de comprender las ideas que son la esencia de las cosas, la realidad autentica. La naturaleza material o corpórea del hombre, no es más que una imagen de esa esencia, inaccesible a los ojos de la carne. Pero el hombre, en su caída, ignora su propia naturaleza y se identifica con un trozo de carne mortal, desatendiendo lo más importante que hay en el: la verdad y la justicia.Pedagogía: la educación es el aspecto más esencial de la vida, es la vida misma, es ese proceso por el cual intentamos salir de la caverna de la ignorancia, nos damos cuenta de que una vida sin reflexión es una vida ilosoria y buscamos, activamente, comprender, nuestra naturaleza esencial y la del resto de las cosas. En ese camino, uno quizás llega a ser quien es. La labor del educador es ayudar a cada persona desde niño a que descubra ese conocimiento esencial que posee en si mismo de manera innata. No se trata de introducir en su mente vacía, por la fuerza, cosas ajenas que no estaban, sino más bien de limpiar de escorias una mente inconsciente de su propia sabiduría. Esto implica la necesidad de un dialogo amistoso o amoroso en el que el educando, que es el principal protagonista tiene que estar comprendiendo la cuestión y su importancia vital y asintiendo cuando entiende y preguntando cuando duda. Solo bajo un estado de amor, de amor por el saber, puede haber verdadera educación. Y esto es asi aunque sea un dialogo con uno mismo. Platón: “pensar es dialogar con uno mismo”. Ninguna educación mecánica, memorística, repetitiva, puede enseñar nada. La educación debe apelar

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sobre todo a la capacidad racional, el maestro mostrará mediante preguntas las insuficiencias de las creencias del discípulo y eso liberara a éste de su ignorancia. A partir de ahí podrá encontrar el conocimiento autentico mediante la dialéctica: el razonamiento de las diversas opciones de respuesta. No puede a lo largo de todo el proceso educativo culpabilizar a nadie de su ignorancia ni de su maldad, como tampoco alabarle por su sabiduría. Sólo lo justo es feliz.(Criticas: el acento en la capacidad racional subestima las otras facultades. Parece que no somos libres ni responsables de los actos. Esta teoría choca con el sentido común.)(A favor: puede fundamentar un pedagogía respetuosa con el educando y racional. Platón“… no des a la enseñanza una forma que les obligue a aprender por la fuerza porque no hay ninguna disciplina que deba aprender el hombre libre por medio de la esclavitud. El alma no conserva ningún conocimiento que haya entrado en ella por la fuerza…”)