¿Qué esperan de sus tutores los residentes de medicina de familia? Una aproximación cualitativa

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Atención Primaria. Vol. 26. Núm. 6. 15 de octubre 2000 A. López Santiago et al.–¿Qué esperan de sus tutores los residentes de medicina de familia? Una aproximación cualitativa 362 Introducción La formación del residente para el trabajo en atención primaria (AP), objetivo del programa de la especiali- dad 1 , exige un cuidadoso desarrollo del papel del tutor. Durante los 3 años de la residencia, y muy espe- cialmente en el último, el tutor debe- rá procurar una correcta formación del residente, para lo cual ambos tendrán que mantener una estrecha relación cuya importancia ha sido puesta de manifiesto en diversos es- tudios 2-5 . Son diversos los modelos de tutoría en la formación de médicos de fami- lia 6 . La iniciativa de la formación y de la relación tutor-residente la toma habitualmente el tutor. Este hecho es normal, pues es él quien permanece en el proceso formativo, se enfrenta cada año a problemas e incógnitas repetidas y es la parte estable y con- solidada de la relación. De otra par- te, el residente se enfrenta a los dife- rentes problemas de cada año de la residencia y presta su mayor esfuer- zo en resolverlos procurando no de- cepcionar al tutor 7 , y sin olvidar que al final ese mismo tutor será su eva- luador. Un aspecto importante a considerar es que la relación docente se estable- ce entre profesionales. Los residen- tes son profesionales con una expe- riencia profesional desigual y con unas vivencias personales equipara- bles o no, según el caso, a las de los tutores. Hasta ahora la mayoría de los traba- jos realizados sobre la relación tutor- residente han sido llevados a cabo por y desde la perspectiva de los tu- tores 3-6 y son escasos los estudios realizados teniendo en cuenta la opi- nión del residente 10 . Por esta razón, nos ha parecido que llevar a cabo un estudio concebido y diseñado por re- sidentes puede aportar información complementaria y enriquecedora pa- ra la formación de especialistas en ORIGINALES a Centro de Salud San Antón. b Centro de Salud La Unión. c Centro de Salud Cartagena Casco. Correspondencia: Asensio López Santiago. Paseo Marqués de Corvera, 92, 1.º A. 30002 Murcia. Correo electrónico: [email protected] Manuscrito aceptado para su publicación el 24-V-2000. Objetivo. Conocer la opinión de los residentes de medicina familiar y comunitaria (MFyC) sobre los estilos de relación entre tutores y residentes y su formación. Diseño. La metodología empleada es cualitativa y la técnica elegida los grupos focales. Emplazamiento y participantes. Residentes de MFyC pertenecientes a las Unidades Docentes de Murcia y Cartagena. Intervención. Se convocaron 5 grupos, dos de residentes de segundo y tercer año y uno de primero. Al inicio de cada grupo se explicaron los objetivos y normas de la reunión y posteriormente se realizaron 4 preguntas acerca de su relación con el tutor y la formación recibida durante la residencia. La información resultante se ordenó en categorías en función del tiempo de debate, del número de residentes coincidentes en la misma opinión y de la intensidad de la implicación emocional al expresar las opiniones. Resultados. La confianza del tutor en el trabajo del residente es el valor más apreciado por los residentes, así como el intercambio de opiniones entre iguales. Los participantes expresan su deseo de colaborar en la planificación de su formación y la necesidad de participar en las decisiones clínicas y organizativas de la consulta del tutor. Conclusiones. La confianza entre tutor y residente es fundamental y la comunicación entre ambos debe ser de igualdad. Se valora mejor el proceso de formación que el contenido de dicha formación. Los residentes quieren intervenir en la planificación de su formación. Los tutores son modelos para la formación. Palabras clave: Docencia posgrado; Investigación cualitativa; Medicina familia. WHAT DO FAMILY MEDICINE RESIDENTS EXPECT FROM THEIR TUTORS? A QUALITATIVE APPROACH Objective.To find the view of family and community medicine (FCM) residents on the kinds of relationship between tutors and residents and their training. Design. The methodology employed was qualitative; and the technique chosen, that of focus groups. Setting and participants. FCM residents belonging to the teaching units in Murcia and Cartagena. Intervention. Five groups were organised, two second-year resident groups, two third-year ones, and one first-year one. At the start of each group the objectives and norms of the meeting were explained. Residents were then asked four questions about their relationship with their tutor and the training received during their residency. The information arising was classified as a function of the time of debate, the number of residents expressing the same view and the intensity of their emotional involvement on expressing their views. Results. The tutor´s confidence in the resident´s work was what residents valued most highly, along with the exchange of views as equals. The participants stated that they wanted to take part in planning their training and that they needed to participate in the clinical and organisational decisions taken in the tutor´s clinic. Conclusions. Trust between tutor and resident is essential. Communication between the two must be on an equal basis.Training procedures are valued higher than training content. Residents want to intervene in planning their training.Tutors are models for training. (Aten Primaria 2000; 26: 362-367) ¿Qué esperan de sus tutores los residentes de medicina de familia? Una aproximación cualitativa A. López Santiago a , J.M. Baeza López b y R.M. Lebrato García c Especialistas en Medicina de Familia y Comunitaria. Murcia.

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A. López Santiago et al.–¿Qué esperan de sus tutores los residentes de medicina de familia? Una aproximación cualitativa

ORIGINALES

¿Qué esperan de sus tutores los residentes demedicina de familia? Una aproximación cualitativaA. López Santiagoa, J.M. Baeza Lópezb y R.M. Lebrato Garcíac

Especialistas en Medicina de Familia y Comunitaria. Murcia.

aCentro de Salud San Antón. bCentro de Salud La Unión. cCentro de Salud Cartagena Casco.

Correspondencia: Asensio López Santiago.Paseo Marqués de Corvera, 92, 1.º A. 30002 Murcia.Correo electrónico: [email protected]

Manuscrito aceptado para su publicación el 24-V-2000.

Objetivo. Conocer la opinión de los residentes de medicina familiar y comunitaria (MFyC)sobre los estilos de relación entre tutores y residentes y su formación.Diseño. La metodología empleada es cualitativa y la técnica elegida los grupos focales.Emplazamiento y participantes. Residentes de MFyC pertenecientes a las UnidadesDocentes de Murcia y Cartagena.Intervención. Se convocaron 5 grupos, dos de residentes de segundo y tercer año y unode primero. Al inicio de cada grupo se explicaron los objetivos y normas de la reunión yposteriormente se realizaron 4 preguntas acerca de su relación con el tutor y la formaciónrecibida durante la residencia. La información resultante se ordenó en categorías enfunción del tiempo de debate, del número de residentes coincidentes en la misma opinióny de la intensidad de la implicación emocional al expresar las opiniones.Resultados. La confianza del tutor en el trabajo del residente es el valor más apreciadopor los residentes, así como el intercambio de opiniones entre iguales. Los participantesexpresan su deseo de colaborar en la planificación de su formación y la necesidad departicipar en las decisiones clínicas y organizativas de la consulta del tutor.Conclusiones. La confianza entre tutor y residente es fundamental y la comunicaciónentre ambos debe ser de igualdad. Se valora mejor el proceso de formación que elcontenido de dicha formación. Los residentes quieren intervenir en la planificación de su formación. Los tutores son modelos para la formación.

Palabras clave: Docencia posgrado; Investigación cualitativa; Medicina familia.

WHAT DO FAMILY MEDICINE RESIDENTS EXPECT FROM THEIR TUTORS? A QUALITATIVE APPROACH

Objective. To find the view of family and community medicine (FCM) residents on the kindsof relationship between tutors and residents and their training.Design. The methodology employed was qualitative; and the technique chosen, that offocus groups.Setting and participants. FCM residents belonging to the teaching units in Murcia andCartagena.Intervention. Five groups were organised, two second-year resident groups, two third-yearones, and one first-year one. At the start of each group the objectives and norms of themeeting were explained. Residents were then asked four questions about their relationshipwith their tutor and the training received during their residency. The information arising wasclassified as a function of the time of debate, the number of residents expressing thesame view and the intensity of their emotional involvement on expressing their views.Results. The tutor´s confidence in the resident´s work was what residents valued mosthighly, along with the exchange of views as equals. The participants stated that theywanted to take part in planning their training and that they needed to participate in theclinical and organisational decisions taken in the tutor´s clinic.Conclusions. Trust between tutor and resident is essential. Communication between thetwo must be on an equal basis. Training procedures are valued higher than trainingcontent. Residents want to intervene in planning their training. Tutors are models fortraining.

(Aten Primaria 2000; 26: 362-367)

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IntroducciónLa formación del residente para eltrabajo en atención primaria (AP),objetivo del programa de la especiali-dad1, exige un cuidadoso desarrollodel papel del tutor. Durante los 3 años de la residencia, y muy espe-cialmente en el último, el tutor debe-rá procurar una correcta formacióndel residente, para lo cual ambostendrán que mantener una estrecharelación cuya importancia ha sidopuesta de manifiesto en diversos es-tudios2-5.Son diversos los modelos de tutoríaen la formación de médicos de fami-lia6. La iniciativa de la formación yde la relación tutor-residente la tomahabitualmente el tutor. Este hecho esnormal, pues es él quien permaneceen el proceso formativo, se enfrentacada año a problemas e incógnitasrepetidas y es la parte estable y con-solidada de la relación. De otra par-te, el residente se enfrenta a los dife-rentes problemas de cada año de laresidencia y presta su mayor esfuer-zo en resolverlos procurando no de-cepcionar al tutor7, y sin olvidar queal final ese mismo tutor será su eva-luador.Un aspecto importante a considerares que la relación docente se estable-ce entre profesionales. Los residen-tes son profesionales con una expe-riencia profesional desigual y conunas vivencias personales equipara-bles o no, según el caso, a las de lostutores.Hasta ahora la mayoría de los traba-jos realizados sobre la relación tutor-residente han sido llevados a cabopor y desde la perspectiva de los tu-tores3-6 y son escasos los estudiosrealizados teniendo en cuenta la opi-nión del residente10. Por esta razón,nos ha parecido que llevar a cabo unestudio concebido y diseñado por re-sidentes puede aportar informacióncomplementaria y enriquecedora pa-ra la formación de especialistas en

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medicina familiar y comunitaria(MFyC), y permite confrontar lospuntos de vista de los dos agentes ac-tivos del proceso formativo: el tutor yel residente.El objetivo de este trabajo es conocerlas opiniones de los residentes deMFyC sobre los estilos de relaciónentre tutores y residentes.

Material y métodoEl trabajo se diseñó como una investiga-ción realizada desde la perspectiva de losresidentes. Todas las personas que inter-vienen eran médicos de familia en períodode formación. La metodología utilizada escualitativa, y la técnica elegida los gruposfocales.El grupo focal o grupo de discusión es unatécnica en la que, a través de discusionesen grupo, se obtiene información en pro-fundidad sobre necesidades, expectativasy motivaciones de los participantes, refe-ridas al tema para el que son convocados.La sesión es conducida por un moderador,apoyándose en un guión flexible y esta-blecido con anterioridad, y que tiene comoobjetivo primordial crear un ambientecordial y relajado entre los participantespara obtener la mayor información po-sible.

Población dianaEn la convocatoria de los grupos se tuvie-ron en consideración los criterios de ho-mogeneidad entre los participantes y lavariabilidad de la información. Por ello,la convocatoria se realizó a residentes delos 3 años de formación que pertenecían a2 unidades docentes: la de Cartagena y lade Murcia. Los grupos se formaron con re-sidentes del mismo año. Los de primer añollevaban 9 meses de formación, los de se-gundo año 21 meses y a los de tercer añoles faltaban 3 meses para finalizar el pe-ríodo de formación.Se convocaron 5 grupos en enero de 1999,dos de segundo y tercer años y uno de pri-mer año. Asistieron entre 6 y 8 personas,con una duración que osciló de 60 a 75 mi-nutos por cada grupo.

Guión del grupo focalAl inicio de la sesión se explicaban los ob-jetivos de la reunión, las normas de fun-cionamiento de la discusión y se solicitabaautorización para su grabación. A conti-nuación se realizaban las siguientes pre-guntas a los participantes:

1. ¿En qué medida se estaban cumpliendoen la residencia sus expectativas de for-mación como médicos de familia?2. ¿Cómo valoraban la formación recibidadurante la residencia?3. ¿Estaban conformes con el rol/papel demédico que se les asigna durante las rota-ciones?

TABLA 1. Confianza del tutor en el trabajo del residente y presencia del tutor en la toma de decisiones

1. Confianza del tutor en el trabajo del residente «El tutor siempre ha de estar presente»

«No es preciso que lo vea, pero he de sentir que estará ahí cuando lo necesite»

«Me preocupa que lo necesite y no pueda localizarlo...no saber salir de las situaciones complicadas»

«No entenderé que pretenda aprovecharse de mí»

2. Presencia del tutor en la toma de decisiones «Yo quiero sentir la confianza profesional de mi tutor»

«La confianza es esencial para poder desempeñar tu trabajo»

«Que tenga confianza en mí... me permitirá tomar mis decisiones»

4. ¿Cómo deben ser las relaciones, docen-tes y personales, entre el tutor y el resi-dente?

Cada nueva pregunta se realizaba cuandola discusión de la anterior había finaliza-do o no había nuevos temas que surgierande forma espontánea en el grupo.

Desarrollo de los gruposLa moderación la realizó siempre la mis-ma persona del equipo, con el apoyo de losotros 2 investigadores, que se ocuparon delos medios de grabación y de registrar loscontenidos más relevantes de los grupos.Se realizó grabación de las sesiones en audio y vídeo, con posterior transcripciónde las mismas.

Análisis de la informaciónLa información se agrupó en categorías enfunción de los temas de interés para el tra-bajo, independientemente de si respondíano no a las preguntas formuladas por el mo-derador. Se consideró como criterio paraasignar categoría a los resultados que hu-biese acuerdo tácito entre los autores.Aquellas afirmaciones en las que no huboacuerdo en el análisis fueron descartadas,al considerar que carecían de suficienteconsistencia. Se han seleccionado las opi-niones más relevantes de los participantes,agrupadas según significantes comunes,a partir de las cuales se presentan los re-sultados. La ordenación se ha realizadoatendiendo al tiempo de debate que ocupóen los grupos, al número de residentes quecoinciden en la misma opinión y a la in-tensidad de implicación emocional de losparticipantes en el momento de expresarlas opiniones. Este último es uno de los cri-terios más valiosos para establecer la vali-dez de la investigación cualitativa.

Resultados

Los resultados que se exponen a con-tinuación representan una parte detoda la información recogida. Se re-fieren a las opiniones expresadas porlos residentes sobre el estilo de tuto-

ría que perciben en los tutores y almodelo de tutoría que solicitan losparticipantes. Qué esperan los resi-dentes de los tutores y cuál debe serla actitud del tutor para favorecer suformación. De esta forma, se perfilaun estilo de tutoría, en el cual los re-sidentes destacan los aspectos queconsideran más importantes que hande atesorar los tutores.

Confianza del tutor en el trabajodel residente (tabla 1)Es expresado como el elemento esen-cial en la relación profesional entreel tutor y el residente. Se destaca co-mo el valor más apreciado por los re-sidentes. Su significado alcanza dife-rentes aspectos de la relación entreambos, referidos a la responsabilidadque el tutor ofrece al residente y a laconfianza que deposita en el residen-te para que pueda tomar decisionescon autonomía y a libertad. Ademásrepresenta la actitud del tutor paradar ánimo y aliento al residente ensu trabajo. Por último, es la confian-za referida al ámbito de la privaci-dad en la que se establecen sus rela-ciones, de tal manera que permitanal residente mantener una relacióninterpersonal con la certeza de tenersalvaguarda en su intimidad.«El residente debe sentir la confianzaprofesional de su tutor.». «La confian-za es esencial para poder desempeñartu trabajo.». «Que tengan confianzaen mí... me permitirá tomar mis deci-siones.».

Presencia del tutor en la toma de decisiones (tabla 1)La figura del tutor se convierte en unreferente imprescindible para el resi-dente, especialmente en los primerosmeses de incorporación al centro desalud en el tercer año de formación.

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Queda expresada la necesidad desentir su presencia y su disposiciónde apoyo para colaborar en la solu-ción de situaciones adversas. No estanto una presencia física como unadisposición y actitud que permitan alresidente asumir sus decisiones deforma progresiva. Se manifiesta eltemor a no encontrarlo cuando seanecesario. Por otra parte, se destacael malestar derivado de posibles con-ductas confusas, que originen sólo elbeneficio de los tutores, a expensasdel trabajo de los residentes.«El tutor siempre ha de estar presen-te». «No es preciso que lo vea, pero hede sentir que estará ahí cuando lo ne-cesite». «Me preocupa que lo necesite yno pueda localizarlo..., no saber salirsólo de las situaciones complicadas».«No entenderé que pretenda aprove-charse de mí».

Comunicación entre tutor y residente (tabla 2)El intercambio de opiniones en con-diciones de igualdad es consideradocomo aspecto muy importante paraestablecer el estilo de relación entreel tutor y el residente. Éstos piden alos tutores que atiendan sus necesi-dades de formación con una disposi-ción de igualdad, arrinconando susopiniones previas y prestando verda-dero interés en conocer sus puntos devista. Solicitan expresamente que nose aproximen desde la frontera de lascategorías profesionales, que rompanlas barreras y demuestren un interéssincero por las inquietudes y preocu-paciones de formación. Además, soli-citan oportunidad para expresar lospropios puntos de vista y poder dis-cutirlos en condiciones de igualdad,sin gestos autoritarios ni descalifica-dores, que permitan consolidar la co-municación en el ámbito profesional.Entienden que la relación será fruc-tífera si el tutor es capaz de inter-cambiar inquietudes profesionalesen condiciones de igualdad. Se desta-ca la importancia de establecer loscriterios de la relación desde los pri-meros momentos.«Estaría muy incómodo con un tutorque no me escuche». «No deben actuarcomo si fuesen los que saben todaslas cosas». «El tutor no debe ir de je-fe, en este caso, la relación..., imposi-ble». «Si el tutor no habla es como sino existiera».«Ha de ser sincero, si me equivoco...me lo tiene que decir». «Aunque tengamucha más experiencias que yo, mis

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TABLA 2. Comunicación entre tutor y residente

3. La comunicación entre tutory residente «Estaría muy incómodo con un tutor que no me

escuche» «No deben actuar como si fuesen los que saben

todas las cosas» «El tutor no debe ir de jefe; en este caso, la

relación..., imposible» «Si el tutor no habla es como si no existiera»«Ha de ser sincero, si me equivoco... me lo tiene

que decir»«Aunque tenga mucha más experiencias que yo,

mis opiniones han de ser atendidas» «Sólo, si puedo decir con tranquilidad mi punto

de vista, podré escucharle» «La relación debe quedar bien establecida desde

el principio»

TABLA 3. Modelo de formación profesional y participación en las decisionesclínicas y organizativas

4. Modelo de formación profesional

«El tutor se convierte en un modelo de trabajo» «Un buen tutor es un tutor que trabaja» «Si el tutor no trabaja,... mal asunto...»

5. Participación en las decisiones clínicas y organizativas «Necesito sentir que compartimos los enfermos»

«Sabemos que es muy difícil... y que siempre serán sus pacientes, pero... quiero que también sean míos»«... tenemos que discutir los pacientes»

«Yo estimo mucho la generosidad del tutor al compartir sus enfermos con los residentes»

«Es muy importante para mí poder compartir la consulta con él como si fuera mía»

opiniones han de ser atendidas». «Só-lo, si puedo decir con tranquilidad mipunto de vista, podré escucharle».«La relación debe quedar bien esta-blecida desde el principio».

Modelo de formación profesional(tabla 3)Los residentes asignan a los tutorescomo sus modelos profesionales deaprendizaje. Valoran su experienciacomo un gran recurso para la resolu-ción de problemas. Entre las cualida-des de los tutores, la mejor valoradaen todos los grupos de discusión es ladisposición y voluntad del tutor paratrabajar, por delante de sus cualida-des clínicas y de investigación. Esconsiderada como un estilo que el re-sidente debe adquirir, y que facilitauna mejor organización y manejo dela consulta, además de garantizar laformación continuada.«El tutor se convierte en un modelo detrabajo». «Un buen tutor es un tutorque trabaja». «Si el tutor no trabaja,...mal asunto...».

Participación en las decisionesclínicas y organizativas (tabla 3)

Los residentes expresan la necesi-dad de participación desde el objeti-vo de compartir las circunstancias ycondiciones rutinarias de la consul-ta. La relación entre el tutor y el residente ha de facilitar que éste de-sarrolle su labor como si fuera el res-ponsable de cada uno de los enfer-mos, con la posibilidad de discutir eintervenir en el proceso clínico de laconsulta. Además se reconocen lasdificultades que experimentan lostutores para desprenderse de sus en-fermos, y permitir la implicación deun agente extraño en la relación mé-dico-paciente de lazos consolidados,e igualmente se aprecia el gesto degenerosidad en la entrega del tutoral residente en la toma de decisionescon los pacientes.Consideran los residentes que es suresponsabilidad no pasar de largo delos problemas de los enfermos, evi-tando tomar decisiones comprometi-das, pero es necesario que el tutor fa-

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TABLA 4. Planificación de la formación y valoración profesional de los tutores

6. Planificación de la formación «Estoy seguro de que conozco mejor que mi tutor mis carencias profesionales»

«La relación con él (tutor) debe facilitar que podamos compartir los temas que desconozcamos»

«Sería importante tener reuniones periódicas para planificar estudiar temas concretos»

«Los primeros meses somos más dependientes de los tutores»

7. Valoración profesional «Los tutores saben mucho»de los tutores «Su nivel de cualificación es muy alto»

«Sólo aprecias el nivel de su formación cuando llegas de R3 (residente de tercer año) al centro de salud»

«Cuando eres R pequeño no tienes una idea real de su formación»

«Claro que hay diferencias, pero en general nadiehabla mal de los conocimientos de su tutor»

«Siempre hay cosas que uno desconoce, pero ese no es el problema, más importante es la organización de la consulta»

cilite la mayor implicación posibledel residente con los pacientes.«Necesito sentir que compartimos losenfermos». «Sabemos que es muy difí-cil... y que siempre serán sus pacien-tes, pero... quiero que también seanmíos». «... tenemos que discutir lospacientes».«Yo estimo mucho la generosidad deltutor al compartir sus enfermos conlos residentes». «Es muy importantepara mí poder compartir la consultacon él como si fuera mía».

Planificación de la formación(tabla 4)La opinión generalizada es que el me-jor modelo de formación es el que seplanifica de forma conjunta entre eltutor y el residente. Las imposturas ylas normas rígidas sólo llevan a la in-diferencia y al desinterés, provocandoel distanciamiento. Aparece una opi-nión generalizada, los residentes ex-presan que son ellos los que mejor co-nocen sus deficiencias formativas.Adquiere un valor añadido el hechode establecer una estructura de co-municación entre el tutor y el resi-dente que facilite el proceso formati-vo, y que ha de quedar consolidadadesde la primera fase de relación. Es-ta estructura ha de modificarse yevolucionar conforme el residente vaencontrando su espacio en el centrode salud, y redefiniéndose en el cur-so del aprendizaje.«Estoy seguro de que conozco mejorque mi tutor mis carencias profesio-nales». «La relación con él (tutor) de-be facilitar que podamos compartirlos temas que desconozcamos». «Sería

importante tener reuniones periódi-cas para planificar y estudiar temasconcretos». «Los primeros meses so-mos más dependientes de los tutores».

Valoración profesional de los tutores (tabla 4)Hay un acuerdo generalizado entrelos residentes de tercer año que hanparticipado en los grupos: la impre-sión profesional que tienen de sus tu-tores es muy favorable. Por supuestoque se identifican diferencias en lasdistintas áreas de formación, pero engeneral los consideran bien cualifica-dos en la gestión de la consulta y fun-damentalmente en lo que atañe a suformación clínica.Esta afirmación no tiene más valorque la de un juicio de valor de losparticipantes en los grupos focales;sin embargo, nos ha parecido impor-tante destacarlo, pues la relación en-tre tutor y residente tiene un objeti-vo profesional y formativo claramen-te establecido, y pensamos que setrata de una variable que siempreinfluirá en dicha relación, y por tan-to será necesario conocerla.«Los tutores saben mucho». «Su nivelde cualificación es muy alto». «Sóloaprecias el nivel de su formacióncuando llegas de R3 (residente de ter-cer año) al centro de salud». «Cuandoeres R pequeño no tienes una idea real de su formación».«Claro que hay diferencias, pero engeneral nadie habla mal de los cono-cimientos de su tutor». «Siempre haycosas que uno desconoce, pero ese noes el problema, más importante es laorganización de la consulta».

Discusión

Los resultados presentados han deinterpretarse en el contexto de la téc-nica de investigación cualitativa uti-lizada en el estudio. No son una re-presentación de los residentes de lasunidades docentes de Murcia, ni mu-cho menos hay que buscar una extra-polación de los resultados a los resi-dentes de MFyC del resto de unida-des docentes del Estado español. Sinembargo, tienen el valor de analizarcon profundidad las necesidades yexpectativas de los residentes duran-te su formación, además de realizaruna aproximación a la informaciónsin apriorismos.Creemos que se ha realizado una ex-ploración del proceso de formacióndesde una perspectiva complementa-ria a la habitual. Por un lado, se tra-ta de un estudio diseñado y realizadoexclusivamente por residentes de fa-milia, sin participación de tutores nide instituciones docentes. Este dise-ño puede evitar sesgos referidos a laevaluación y seguimiento de los resi-dentes, que pudieran matizar y con-dicionar los resultados. A esto hayque añadir que la metodología de losgrupos focales contribuye a encon-trar las emociones y necesidadessentidas por los participantes, en uncontexto de confianza y relajación,hecho que da a los resultados unavertiente diferente a la aportada porla mayoría de los trabajos publi-cados.En el desarrollo de los grupos focaleslos residentes opinan sobre los dife-rentes aspectos de su formación, pe-ro entre todos ellos hay dos que des-tacan sobre los demás: el referente alas condiciones que han de prevale-cer para alcanzar el proceso deaprendizaje y las características queha de tener la relaciones entre el tu-tor y el residente. Esta circunstanciano es nueva, pues de igual forma su-cede en otro reciente estudio10 (Sau-ra, 1999), donde preguntados los re-sidentes acerca de las característi-cas que han de tener los tutores lasrespuestas son en su mayoría rela-cionadas con aspectos de la comuni-cación, teniendo un papel menor,aunque complementario, la impor-tancia que asignan los residentes alnivel de los conocimientos médicosde los tutores. En nuestro caso, losresultados se manifiestan de formamuy similar. Los residentes anali-zan con mayor profundidad e interéslos aspectos referidos a los estilos de

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relación con los tutores, a las condi-ciones que ha de cumplir una buenaplanificación de la formación, a lasvivencias personales de los residen-tes, a la importancia de poder parti-cipar en la toma de decisiones y a lascondiciones que son necesarias paraun desarrollo óptimo del proceso deformación.Uno de los elementos que señaladoscomo importantes en el período deresidencia, y para el que se solicitauna atención destacada de los tuto-res, está relacionado con las expecta-tivas de los residentes de estar a laaltura de las circunstancias. De igualmanera que describen otros auto-res14,19, surge un temor a no estarcapacitados para hacer frente a lasobligaciones como médico de familia,hecho que genera estrés e incerti-dumbre elevadas. Este aspecto es re-lacionado por los residentes con laposibilidad de no encontrar los apo-yos necesarios durante algunos pe-ríodos importantes de la residen-cia13,18. Los residentes confían enque sus tutores les acompañen en suformación, les piden que esté garan-tizada su presencia durante el cursodel aprendizaje y les solicitan quedepositen en ellos la confianza sufi-ciente para poder afianzarse en la to-ma de decisiones.Otro aspecto importante, que con-trasta con algunas publicaciones, esel referido a la cualificación de los tu-tores. Podemos encontrar cómo elperfil profesional de los tutores ha si-do ampliamente debatido en la bi-bliografía y en diferentes trabajos serealizan propuestas para su acredi-tación2,22,24,31. Se han establecido lascondiciones que deben cumplir losmédicos de familia para ser tutores,y éstas son consideradas como indi-cadoras esenciales en la formaciónde los nuevos especialistas. Llama laatención que los residentes que par-ticipan en nuestro estudio dedicanmuy poco tiempo a analizar la for-mación de sus tutores, pasando porella de manera bastante superficial.En general, coinciden al realizar unavaloración muy favorable de sus tu-tores, hecho que ya es señalado porotros autores8,20 (Pelayo, 1998). Lasrazones que pueden justificar esteaparente desinterés pueden ser va-rias, pero podemos señalar dos: esprobable que esto suceda porque losresidentes entiendan que los conoci-mientos que atesoran sus tutores sonsuficientes, y en consecuencia esteaspecto no es motivo de incertidum-

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bre o preocupación para ellos. Perotambién pudiera suceder que atribu-yan más importancia al proceso delaprendizaje que a la acumulación deconocimientos que puede llegar a necesitar un médico de familia. Siconsideramos acertado este últimoargumento, los residentes daríanmás importancia a la capacidad deencontrar las respuestas y de buscarlos caminos adecuados para resolverlos problemas11 que a la cantidad deconocimientos que se puedan tener yacumular durante su formación. Ental caso, podemos considerar que,muy próximo al modelo docente quepropone Turabián6,12, el residenteentiende que su tutor es el profesio-nal que actúa como mediador y faci-litador en su proceso de aprendi-zaje12.La satisfacción de los residentes du-rante el tiempo de formación ha ori-ginado en nuestro medio diferentesestudios. Los resultados no han sidouniformes, con aportaciones de dife-rente significado según el tipo de tra-bajo13,14,18,20; en algunos el grado desatisfacción expresado es alto, mien-tras que en otros surgen datos reve-ladores de insatisfacción. En gene-ral, los residentes que participan ennuestro estudio no expresan insatis-facción con el período de formación.Sin embargo, destacan dos elemen-tos a los que los tutores han de pres-tar más atención. Uno es el estilo decomunicación que se establece entreel tutor y el residente. Entre los resi-dentes brota la necesidad de que larelación entre tutor y residente debeestablecerse en unas condiciones deequilibrio, y que ha de apoyarse entres hechos básicos: se trata de unarelación entre adultos, que sucede enun contexto en el que 2 profesionalescomparten roles y papeles diferentesy con un tercer aspecto determinan-te, el tutor es la parte de la relaciónque actúa como modelo y referenteen el proceso de aprendizaje. Es unaopinión generalizada que si la comu-nicación entre tutor y residente sealeja de estos criterios mencionados,y queda establecida en un marco dedesequilibrio, con una relación muydesigual en el que las directrices sedan en un único sentido, surgen difi-cultades en el proceso de aprendiza-je. Bajo estas condiciones, es difícilque la formación del médico de fami-lia pueda alcanzar resultados satis-factorios. No se alcanzarían las con-diciones óptimas para la formación,tal como las han definido algunos au-

tores, donde las relaciones educati-vas entre docente y discente no sonimpuestas y están ligadas a procesossociales naturales31 (Loayssa, 1998),tienen como objetivo poner al resi-dente en situación de aprender11

(Fernández Sierra, 1995) y en las quese asigna al tutor el papel de facilita-dor, que presta apoyo al residente,para que éste alcance el desarrollode su capacidad de autoaprendizaje6

(Turabián, 1999).El segundo elemento considerado co-mo determinante en el proceso de do-cencia es la planificación conjunta dela formación. Las decisiones han detomarse compartidas entre el tutor yel residente, y las prioridades han derecaer sobre el último. Los residentesdicen conocer mejor que nadie suspropias limitaciones y carencias yquieren gobernar los caminos de laformación. En relación a este aspec-to, algunos estudios señalan que,cuando los residentes evalúan susconocimientos, alcanzan una buenacorrelación con la que realizan losdocentes, siempre que se facilite unaretroalimentación de la informaciónen las primeras fases del período for-mativo20,26. Además, el hecho de faci-litar las autoevaluaciones puede mo-tivar y dirigir el aprendizaje conti-nuo26,27. A esto hay que añadir que lavaloración por un único tutor estásujeta al riesgo de la subjetividad,pues, como algunos trabajos indican,la evaluación de los residentes porun tutor entraña un importante ses-go de medición, requiriéndose de va-rios evaluadores para obtener resul-tados fiables28. Estos resultados con-firmarían el interés de hacer recaerla planificación del proceso formativoen una tarea conjunta entre tutor yresidente29.Aunque los resultados de este traba-jo se circunscriben a la naturalezacualitativa de la investigación em-pleada, pensamos que destacan algu-nas conclusiones que no han de per-derse de vista en la organización de la formación de los médicos de fa-milia:

1. Los residentes destacan los aspec-tos relacionados con el proceso deformación en detrimento de los con-tenidos de la formación.2. La confianza entre el tutor y el re-sidente aparece como un elementoesencial en la relación.3. Se propone un modelo de comuni-cación que ha de establecerse con cri-terios de igualdad entre 2 individuos,

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Atención Primaria.Vol. 26. Núm. 6. 15 de octubre 2000

A. López Santiago et al.–¿Qué esperan de sus tutores los residentes de medicina de familia? Una aproximación cualitativa

que son a la vez adultos y profesio-nales.4. Los residentes solicitan disponerde criterio y gobierno en la planifica-ción de la formación.5. Los tutores son considerados comomodelos para la formación, sin sercuestionada su cualificación profe-sional.

Nos parece que sería interesante realizar nuevos trabajos para cono-cer el alcance de estas conclusiones.Se podría realizar mediante la cons-trucción de un cuestionario para me-dir las necesidades de formación delos residentes que incluyera las va-riables que aparecen en este estudio.Igualmente, sería necesario conocerla opinión y conocimientos que tie-nen los tutores acerca de los aspectosde la formación que han destacadolos residentes. Por último, sería inte-resante explorar si estas variablesinciden de manera favorable en elaprendizaje de la especialidad.

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