Pueden Ser Los Sindicatos Socialmente Responsables
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¿Pueden ser los sindicatos socialmente responsables?
Ricardo Ugaz
Las circunstancias económicas actuales han hecho de la responsabilidad social una
herramienta fundamental de gestión. Para las empresas que se administran con ella se
trata de una herramienta de gestión inclusiva, que involucra a todos los grupos de
interés que involucra su actividad económica. Entre ellos debe contarse, naturalmente,
a los sindicatos, sobre todo ahora cuando solo un trabajo conjunto permitirá superar
la actual crisis económica. Al respecto, este artículo abordará brevemente la relación
que debe existir entre empresa y sindicato en el marco de la responsabilidad social
empresarial.
Ética y responsabilidad social
La ética no es un asunto personal sino público, en la medida en que atañe a la
coexistencia entre los individuos y a su interés por poner en práctica su “ser solidario”
dentro de la comunidad de la que forman parte. En este sentido, la ética no solo existe
para definir lo incorrecto sino para fundamentar y propiciar la cooperación, y, de este
modo, hacer viable cualquier comunidad humana.
En relación con lo anterior, el papel de la responsabilidad social en una empresa es
hacer tangible, en su ámbito de acción, el comportamiento ético del hombre. En este
sentido, su papel en la actividad empresarial responde a una dimensión esencial del
hombre y garantiza su desempeño humano y eficiente. En términos concretos, la
responsabilidad social interviene para responder preguntas respecto de la relación que
la empresa mantiene con los grupos de interés que involucra su actividad económica.
Algunas de estas preguntas son las siguientes:
¿Por qué fue creada la organización empresarial y cuál es su relación con las
otras con las cuales mantiene relación? ¿Mantiene una relación armoniosa o una
conflictiva? ¿Se debe ello a que contraviene algún principio ético?
¿De qué manera cumple con los objetivos para los que fue creada y, al mismo
tiempo, contribuye con todos los grupos de interés que supone su actividad
económica? ¿Puedo conseguir ambos logros sin perjudicar a nadie?
Lo dicho para la empresa en cuanto a su responsabilidad social también se cumple para
todos los grupos de interés que supone su actividad económica, incluidos los
sindicatos. En términos éticos, estos deben conseguir las mejores condiciones de vida
y trabajo para sus asociados (y los trabajadores, en general) de la mejor manera, pero
sin amenazar el desarrollo de las operaciones de la empresa. Este objetivo supone un
equilibrio en el que empresa y sindicato trabajan juntos por un objetivo común: el
beneficio mutuo, eso que en términos de los actuales planteamientos sobre
responsabilidad social se llama ganar-ganar.
Sindicatos y empresas
Un sindicato es una organización democrática, integrada por un grupo de
trabajadores, para defender y promover sus intereses sociales, económicos y
profesionales en determinado ámbito laboral (fábrica, taller o empresa, en general).
Su objetivo principal es el bienestar de sus miembros y, mediante la unidad, la
generación de una capacidad de negociación que permita establecer una dinámica de
diálogo social entre trabajadores y empleador).
No obstante su naturaleza de derecho humano fundamental, los sindicatos han estado
al margen de muchos de los procesos económicos actuales. Dos factores explican este
hecho: en primer lugar, el que se hayan quedado en la defensa del empleo como único
objetivo desde la década de 1970 y, en segundo lugar, el que, desde la misma época, se
haya producido una polarización entre los objetivos de los trabajadores y de la
empresa. Esta situación ya no puede mantenerse en la actualidad, cuando se necesita
esquemas de colaboración mutua para superar la crisis.
Más allá de los objetivos particulares, el mundo actual plantea el desafío de conseguir
que la relación entre trabajadores y empresa logre el objetivo común del desarrollo y
el crecimiento. Evidentemente, la relación entre empresa y sindicato plantea una
situación difícil. De hecho, se trata de una relación que es necesario construir sobre la
base de una confianza recíproca que no ha existido. Afortunadamente, el proceso ha
comenzado, pues la actual crisis económica ha contribuido a fortalecer la necesidad de
crear espacios de cooperación, coexistencia y búsqueda del bienestar común.
En este contexto, la responsabilidad social busca que la sociedad sea un espacio mejor
para todos: que las empresas ganen, que el trabajador tenga condiciones laborales
decentes (salario, salud y seguridad) y que, en general, los grupos de interés que giran
en torno a la empresa no se vean afectados sino beneficiados por su presencia. No
obstante su papel, la responsabilidad social de una empresa no tiene ni poder ni
alcance para sustituir al Estado. En otras palabras, las empresas no pueden
reemplazar al Estado en la elaboración y ejecución de políticas públicas.
Naturalmente, su acción requiere estrategias articuladas con políticas públicas que
establezcan vínculos promocionales con las empresas más socialmente responsables.
Simbiosis, no oposición
El desarrollo de acciones conjuntas de empresa y sindicato permite el crecimiento de
ambos y potencia los impactos de sus acciones. De hecho, ambos se necesitan
mutuamente, pues mantienen entre sí una relación simbiótica. En este sentido, la
existencia de sindicatos socialmente responsables va de la mano de empresas
socialmente responsables.
La relación que supone esta convivencia simbiótica no es de tolerancia, sino de
compromiso mutuo, más aún con la situación actual que requiere de esquemas de
cooperación conjunta. En este sentido, sindicato y empresa deben trabajar de la mano
por los mismos objetivos y beneficios.
Respecto de lo anterior, se debe precisar, para el caso particular de los sindicatos,
que su responsabilidad social no se limita a reivindicaciones económicas propias, sino
que va más allá de sus propias necesidades e intereses particulares, e incluye tanto a
la sociedad como a la propia empresa.
Contribución desde los sindicatos
Los sindicatos fortalecen la democracia participativa y son capaces de hacerlo porque
promueven, al educarla, una sociedad civil organizada. De este modo, colaboran a la
creación de instituciones democráticas que, al igual que las empresas, velan por el
trabajo a favor de su propio desarrollo y el de los grupos de interés que interactúan
con ellas.
Entendida como enfoque de gestión estratégica, la responsabilidad social ofrece a los
sindicatos algunas oportunidades para introducir, en el debate actual, reivindicaciones
tradicionales como la libertad sindical, la organización en el lugar de trabajo, la
negociación colectiva y el acceso a la información. Esta posibilidad debe plantearse
como un reto, pero ser manejada con responsabilidad.
La participación de los sindicatos puede "hacer la diferencia" en el desenvolvimiento
de una empresa. Por ejemplo, ella haría posible avanzar en la adecuación de la práctica
empresarial; apoyar la implementación de instrumentos de monitoreo y evaluación; y,
finalmente, influir en las políticas de las empresas.
De hecho, los sindicatos contribuyen a la buena gestión de la empresa. Algunos
ejemplos de ellos son los siguientes;
Información
Los sindicatos brindan información oportuna para que la empresa pueda tomar
acciones correctivas necesarias. Además, proveen de la información exacta
para la elaboración de memorias de sostenibilidad o reportes de
responsabilidad social.
Propuestas
Los sindicatos, dado su conocimiento de la empresa, son los más idóneos para
proponer mejoras y recomendaciones en los procesos. Estas puedan influir
positivamente en el desempeño de las operaciones de la empresa, así como
ayudar a diseñar políticas en la empresa. De hecho, la responsabilidad social
empresarial se puede constituir en la oportunidad para que los sindicatos
propongan acciones internacionales en el ámbito de las redes y comités de
empresa.
Negociación
Dentro de un esquema de responsabilidad social y, en realidad, dentro de
cualquier esquema de gestión, es preferible negociar con un solo núcleo que
represente los intereses y necesidades de los grupos de interés que existen
alrededor de la empresa. Este núcleo representa el caso de los sindicatos, pues
significa negociar con un solo grupo en lugar de negociar con diferentes grupos.