Psic difer individ INFORME_CONSENSO

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JULIO 2007 Informe sobre la Psicología de las diferencias individuales en el futuro grado de Psicología Este informe se basa, en parte, en la Ficha Técnica de propuesta de Título universitario de Grado según Real Decreto 55/2005 de 21 de Enero. En ese documento, el descriptor de conocimientos, capacidades y destrezas que deben adquirirse a través de las 9 materias consignadas que se ha vinculado a las “diferencias individuales”, aparece dentro de los siguientes contenidos formativos comunes : - Personalidad y Psicopatología [diferencias individuales en personalidad y psicopatología]. - Procesos psicológicos [diferencias individuales en los procesos psicológicos]. - Bases biológicas de la conducta [bases biológicas de las diferencias individuales en el comportamiento]. - Psicología del ciclo vital y de la educación [relación entre diversidad humana y educación]. Por tanto, según ese Real Decreto, el identificador “diferencias individuales” posee un carácter transversal que va más allá de un área temática concreta como puede ser, por ejemplo, la Memoria, la Psicopatología o la Psicología de los Grupos. En contraste, sería equivalente a materias tradicionales en el plan de formación de los psicólogos como, por ejemplo, Evaluación Psicológica o Análisis de Datos. El hecho de que las “diferencias individuales” sean contempladas en la personalidad y la psicopatología, en los procesos psicológicos básicos, en las bases biológicas de la conducta, así como en la psicología del ciclo vital y de la educación, entre otros , puede ser proclive a desmembrar en micro-áreas una materia clásica y básica en la formación de los psicólogos que constituye el centro formativo del paso de --1--

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Psicología Diferencial individual

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JULIO 2007

Informe sobre la Psicología de las diferencias individuales

en el futuro grado de Psicología

Este informe se basa, en parte, en la Ficha Técnica de propuesta de Título

universitario de Grado según Real Decreto 55/2005 de 21 de Enero. En ese documento,

el descriptor de conocimientos, capacidades y destrezas que deben adquirirse a través de

las 9 materias consignadas que se ha vinculado a las “diferencias individuales”, aparece

dentro de los siguientes contenidos formativos comunes:

- Personalidad y Psicopatología [diferencias individuales en personalidad y

psicopatología].

- Procesos psicológicos [diferencias individuales en los procesos psicológicos].

- Bases biológicas de la conducta [bases biológicas de las diferencias individuales

en el comportamiento].

- Psicología del ciclo vital y de la educación [relación entre diversidad humana y

educación].

Por tanto, según ese Real Decreto, el identificador “diferencias individuales”

posee un carácter transversal que va más allá de un área temática concreta como puede

ser, por ejemplo, la Memoria, la Psicopatología o la Psicología de los Grupos. En

contraste, sería equivalente a materias tradicionales en el plan de formación de los

psicólogos como, por ejemplo, Evaluación Psicológica o Análisis de Datos.

El hecho de que las “diferencias individuales” sean contempladas en la

personalidad y la psicopatología, en los procesos psicológicos básicos, en las bases

biológicas de la conducta, así como en la psicología del ciclo vital y de la educación,

entre otros, puede ser proclive a desmembrar en micro-áreas una materia clásica y

básica en la formación de los psicólogos que constituye el centro formativo del paso de

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la psicología académica a la psicología profesional. Pensamos que esta tendencia

debería evitarse para preservar la calidad formativa de los futuros psicólogos, calidad

que presuntamente es el objetivo de los renovados planes de formación en el espacio

europeo.

Esto mismo es lo que parecen haber pensado los colegas de otras Universidades

Europeas al estructurar sus planes de estudio atendiendo a los criterios de Bolonia. Por

ejemplo, la Universidad René Descartes (Paris V) en cuya página web puede consultarse

directamente esta estructuración:

www.psycho.univ-paris5.fr/

Y, por supuesto, siendo aún más generales, la propuesta elaborada por 12

universidades europeas sobre el Diploma Europeo de Psicología, en la que figura

explícitamente la psicología diferencial como contenido troncal básico en la primera

fase del Diploma (Bartram et al., 2006) (p. 23)

Una materia propia y diferenciada de psicología de las diferencias individuales

puede y debe considerar los factores señalados, persiguiendo una relativa

estandarización, en el sentido de considerar elementos básicos comunes en distintos

centros. Ese es, precisamente, el objetivo del presente documento de consenso.

BREVE RESEÑA HISTÓRICA Y CONCEPTUAL

Hace ahora casi 15 años, el Profesor Vicente Pelechado escribía lo siguiente

sobre la modificación del plan de estudios de Psicología en España: “el reconocimiento

de las diferencias humanas que no sean psicopatológicas ni se menciona como

elemento troncal en los planes de estudios elaborados por el Ministerio de Educación y

Ciencia y se está discutiendo en muchas universidades españolas siquiera la

posibilidad de estudiar diferencias entre humanos que no sean psicopatológicas.

Tachar al reconocimiento de las diferencias humanas y de su estudio científico de

trasnochado o antiguo no refleja más que papanatismo intelectual o instrumentación

ideológica” (Pelechano 1993) (p. 32).

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En 2005, el recientemente fallecido David Rowe (Rowe 2005) recogía para la

revista American Psychologist la siguiente declaración de J. F. Crow: “es importante

que la sociedad acepte las diferencias humanas como un hecho natural. Las nuevas

formas de conocimiento científico señalarán cada vez más causas de nuestras

diferencias. Espero que esas diferencias sean bienvenidas, no simplemente aceptadas a

regañadientes. ¿Quién desea un mundo de clones, incluso aunque sean Mozarts o

Michael Jordans?” (Crow 2002) (p. 86)

Nuestra sociedad está abiertamente interesada por el fenómeno de las diferencias

humanas. Tal interés se transforma en exigencia cuando se trata de valorar la actividad

de los psicólogos profesionales que se enfrentan con el problema de forma urgente y

práctica. La ciencia también. Cuando la ciencia sustenta una actividad profesional

demuestra su utilidad y eficacia. La psicología aplicada depende de cómo la psicología

científica asume y trata la problemática derivada de las diferencias individuales. Por

tanto, los futuros psicólogos deberían poseer una formación sólida sobre el fenómeno

natural de las diferencias individuales. De hecho, en muchas universidades de prestigio,

tanto europeas como no europeas, se encuentra activa una materia de diferencias

individuales dentro de los planes de formación.

Entre otras:

1. La Universidad del Este de Londres [www.uel.ac.uk/prospectus/]

2. La Universidad de Exeter

[www.admin.exeter.ac.uk/cap/publications/pdf/psychology.pdf]

3. La Universidad Libre de Bruselas [www.ulb.ac.be/]

4. La universidad Réné Descartes de Paris [www.psycho.univ-paris5.fr/]

5. La Universidad de Lieja [www.ulg.ac.be/ ]

6. La Universidad de Gent

[http://www.opleidingen.ugent.be/studiegids/2006/INDEX.HTM ]

España no debería ser, desde luego, una excepción, especialmente si

consideramos que ha sido un tópico recurrente desde los primeros pasos de la Psicología

en nuestro país. Veamos brevemente algunos ejemplos:

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- El patrón de los psicólogos españoles, Juan Huarte de San Juan, se hizo

mundialmente famoso tras escribir el Examen de Ingenios, el primer tratado sobre

diferencias individuales en sentido estricto.

- El Instituto Nacional de Psicología Aplicada, derivado de los Institutos de

Orientación y Selección Profesional de Madrid y Barcelona durante el primer cuarto

del Siglo XX, supuso el caldo de cultivo para la formación de los psicólogos

españoles. La orientación hecha en esos centros se concebía como “una actuación

científica, compleja y persistente, destinada a conseguir que cada persona se

dedique al tipo de trabajo profesional en el que, con menor esfuerzo, puede obtener

mayor rendimiento, provecho y satisfacción para sí mismo y para la sociedad”

(Mira y López 1947) (p. 2).

El Instituto Nacional de Psicología Aplicada promovía la investigación original, así

como la enseñanza y formación de técnicos en Psicología, impulsando el estudio y

adaptación de tests mentales, y logrando apoyo social para su uso discrecional. El

trabajo desarrollado en estos institutos sirvió de ejemplo a otros centros fundados en

otros países e hizo resonar la psicología hecha en nuestro país más allá de nuestras

fronteras.

- No es hasta mediados los años 50 que se crea la Escuela de Psicología Aplicada en

la UCM.

- Y es a principios de los 80 cuando se crea la primera Facultad de Psicología,

también en la UCM.

En ese proceso de paso de la psicología transmitida en un contexto aplicado a la

psicología universitaria, parece producirse una tendencia cada vez más intensa a mirar

con recelo el estudio de las diferencias individuales, precisamente una seña de identidad

clave de la Psicología hecha en España. Encontrar las razones supone especular, pero

quizá se puede señalar la susceptibilidad al hechizo de las modas, primero la Psicología

Piagetiana, luego el conductismo y finalmente el cognitivismo. Por cierto, todas ellas

pasajeras. Eso si, se debe reconocer que algunas de las acertadas críticas al enfoque

diferencial en Psicología durante el primer cuarto del Siglo XX sirvieron como

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revulsivo para mejorar la calidad de la investigación científica de las diferencias

individuales, dando paso a una visión plenamente renovada en la actualidad.

Conviene resaltar ahora que una cosa son las áreas de conocimiento de los

departamentos universitarios –creados, conviene recordarlo ahora, en un momento de

cambio urgente en la Universidad española y pensando más en organizar al profesorado

que en los planes de estudio—y las asignaturas concretas en las que se estructura una

licenciatura, y otra son las disciplinas y temas de investigación de una determinada

ciencia. Es sobradamente conocido que cuando se omite esta diferencia se fomenta la

desorganización del estudiante en formación. Por ejemplo, se olvida que la evaluación

psicológica o psicodiagnóstico sería incomprensible sin la presencia del enfoque de las

diferencias individuales en Psicología. Veámoslo a través de dos declaraciones de la

Dra. Rocío Fernández Ballesteros: “la investigación básica de las diferencias

individuales constituye el cimiento del psicodiagnóstico” (Fernandez-Ballesteros 1980)

(p. 41) “los evaluadores conductuales recomiendan la utilización de tests objetivos o

psicométricos en mucha mayor medida que estrategias conductuales como el análisis

funcional o la observación. La crisis surgida parece proceder de haber tratado de

mantener una ortodoxia conductista incompatible con el abordaje de problemas

complejos humanos (…) los evaluadores conductuales han pregonado unos principios

básicos y han practicado otros” (Fernandez-Ballesteros 1994) (Cap. 1). Por fortuna, y

según las informaciones disponibles, la renovación de los planes de formación pondrá

en cuestión la coherencia de la división en áreas de conocimiento.

Situaciones paradójicas como la recién señalada parecen subyacer al resultado

obtenido en la encuesta que el Colegio Oficial de Psicólogos encargó al Profesor José

Muñiz y cuyos resultados se publicaron en el año 2000 (Muñiz and Fernández 2000).

Los mas de tres mil psicólogos profesionales encuestados declararon que el uso de

instrumentos estandarizados de medida de factores psicológicos, especialmente de la

inteligencia y la personalidad, les resultaba de extraordinaria utilidad, pero que su

formación universitaria resultó muy deficiente en este sentido. Quizá se deba reconocer

que, a menudo, esta situación ha contado con la complicidad de la propia psicología de

las diferencias individuales, delegando sus tareas en otras materias.

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En cualquier caso, no cabe duda de que la ciencia posee un carácter universal.

Por ello, quizá el mejor modo de expresar la naturaleza y alcance del enfoque de las

diferencias individuales en Psicología sea recoger la declaración de intenciones de la

International Society for the Study of Individual Differences (ISSID):

“Las dos disciplinas de la psicología científica, como las denominó Lee J.

Cronbach en su famosa conferencia ante la American Psychological Association (APA)

son la experimental, relacionada con las leyes generales, y la correlacional, implicada

con las diferencias individuales.

Como sostuvo en aquella ocasión, ambas resultan indispensables para lograr un

conocimiento adecuado del individuo y su comportamiento. Es más, la una no puede

existir sin la otra.

Las diferencias individuales interactúan con los paradigmas situacionales y

experimentales para producir resultados que difieren de un modo profundo en el caso

de individuos con distintas personalidades, diferentes capacidades y diferentes

motivaciones.

Por consiguiente, los estudios en psicología experimental, social, educativa,

clínica o industrial, que no consideran los factores de personalidad (usando este

término en su sentido más amplio, y, por tanto, haciendo referencia a las diferencias

individuales en temperamento, inteligencia, carácter, actitudes o capacidades) dejan

fuera de juego una enorme cantidad de información e incrementan los márgenes de

error en sus análisis hasta un límite intolerable

Por lo general, los efectos principales son superados por los efectos

interactivos, que se pierden cuando no se incluye la personalidad en el diseño de las

investigaciones.

Por el contrario, los conceptos y leyes de la psicología experimental resultan

vitales para una comprensión o interpretación de los resultados del trabajo en

personalidad; si se desea explicar los factores principales de la personalidad en

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términos científicos, se debe considerar los conceptos usados en la psicología

fisiológica y experimental.

Sólo de este modo, es decir, mediante la integración de las dos disciplinas de la

psicología científica, se puede esperar la construcción de una ciencia unitaria, como

algo opuesto a una ‘colección de títulos de capitulos’ de lo que ya William James habló

con sarcasmo.

La revista “Personality and Individual Differences” es el órgano de expresión

de la ISSID, y está dedicada a la publicación de artículos cuyo objetivo sea integrar los

factores principales de la personalidad con los paradigmas empíricos de la psicología

experimental, fisiológica, animal, clínica, educativa, criminal o industrial, o la

búsqueda de una explicación de las causas y los determinantes principales de las

diferencias individuales en los conceptos derivados de las dos disciplinas.

Nos interesamos por las causas genéticas y ambientales, y por los efectos de su

interacción.

Valoramos los estudios longitudinales, aunque nos resignamos al hecho de que

la mayor parte de los trabajos serán transversales.

Creemos en la importancia del trabajo psicofisiológico como una ayuda para

explorar los factores causales de las diferencias de comportamiento humano, y creemos

que las diferencias individuales en los animales (por ejemplo, ratas emocionalmente

reactivas frente a no reactivas) pueden iluminar el ámbito de las diferencias

individuales en humanos.

Finalmente, creemos que los seres humanos son organismos biosociales y que la

exploración de las diferencias individuales será más enriquecedora si se presta

atención a esos dos aspectos de nuestra naturaleza.

Creemos que los avances serán más patentes si usamos el método hipotético-

deductivo, por lo que optaremos de modo preferente por la publicación de estudios con

una buena base teórica; no obstante, los datos basados en buenas investigaciones, que

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proporcionen resultados interesantes, no serán rechazados por la sola razón de que

carezcan de un sólido fundamento teórico.

A fin de cuentas, el tipo tradicional de trabajo sobre rasgos, capacidades,

actitudes, tipos y otras estructuras latentes que subyacen a las consistencias del

comportamiento, ha recibido una atención cada vez menor en las revistas habituales

sobre personalidad; nosotros tenemos el objetivo de reintegrar esas estructuras latentes

en su lugar propio dentro de la psicología, igual en importancia al trabajo

experimental general, y en interacción con él para construir una ciencia unitaria de la

psicología.

El propósito de la ISSID es promover la investigación de las diferencias

individuales en temperamento, inteligencia, actitudes y capacidades.

El objetivo de la sociedad es investigar las dimensiones principales de las

diferencias individuales, en el contexto de la psicología experimental, fisiológica,

farmacológica, clínica, médica, genética, estadística y social, y explorar los

determinantes, causas y concomitantes de las diferencias individuales, usando

conceptos derivados de estas áreas.

Para promover este propósito, la sociedad produce artículos científicos y

organiza reuniones científicas para discutir e intercambiar información e ideas

relevantes para la medida, la estructura, la dinámica y las bases biológicas de las

diferencias individuales”

Esta declaración de intenciones puede fácilmente constituir el punto de partida

de la propuesta de una materia de diferencias individuales dentro del proceso de

formación de los psicólogos en nuestro país. En el resto de este informe se discuten, en

primer lugar, algunas de las competencias que se vincularían de modo natural al campo

de las diferencias individuales, y, en segundo lugar, se proponen posibles contenidos

básicos.

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CONTRIBUCIÓN DE LA PSICOLOGÍA DE LAS DIFERENCIAS INDIVIDUALES AL

DESARROLLO DE LAS COMPETENCIAS DEL PSICÓLOGO PROFESIONAL

Según las consignas de los correspondientes organismos y comisiones oficiales,

la titulación de Psicología debe desarrollar los conocimientos científicos necesarios para

comprender, interpretar, analizar y explicar el comportamiento. Además, debe

proporcionar destrezas y habilidades para evaluar e intervenir en el ámbito individual y

social a lo largo del ciclo vital, con el fin de promover y mejorar la salud y la calidad de

vida.

El título de Psicólogo debe permitir la adquisición de la formación inicial básica

para desarrollar una actividad profesional en los siguientes ámbitos: salud, actividad

física y deporte, educación, intervención social y comunitaria, trabajo, organizaciones y

recursos humanos, drogodependencias, tráfico y contexto jurídico, entre otros. Se debe

subrayar que esta formación básica exige conocer rigurosamente la individualidad

psicológica humana que pretende, precisamente, la psicología de las diferencias

individuales.

De las competencias (conocimientos, destrezas y habilidades) generales que se

consideran relevantes en la documentación oficial disponible (p.e. Real Decreto 55/2005

de 21 de Enero) se pueden destacar las siguientes para el caso de la Psicología de las

diferencias individuales:

1. Identificar las características relevantes del comportamiento de los individuos.

La psicología de las diferencias individuales ha descansado durante su desarrollo

precisamente sobre la detección y organización empírica de esas características. Así, por

ejemplo, el desarrollo de la estadística multivariada, con el análisis factorial como

principal ejemplar, ha permitido explorar formalmente un amplio espectro de variables

o características potencialmente relevantes para la comprensión de la conducta humana.

Tal exploración ha cristalizado en una serie de sólidos modelos de referencia en los que

se han organizado esas características según su grado de relevancia. En el caso de la

inteligencia y las capacidades cognitivas, así como en lo relativo a la personalidad, se

cuenta en la actualidad con modelos de referencia que contribuyen a ordenar la labor

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profesional del psicólogo, y que, por tanto, el titulado en Psicología debería conocer y

comprender con detalle.

2. Ser capaz de describir y medir variables psicológicas relevantes tales como la

personalidad, la inteligencia o las aptitudes.

La psicología de las diferencias individuales se ha caracterizado

tradicionalmente por el estudio exhaustivo de dos grandes tópicos vinculados a la

conducta humana: la inteligencia (incluyendo aquí las aptitudes o capacidades) y la

personalidad. La consulta de los manuales al uso justificará sobradamente esta

declaración. Los conocidos como modelos factoriales de la inteligencia y la

personalidad humana se basan, en primera instancia, en la cuantificación, es decir, en la

medida, de las variables relevantes, hecho que ha llevado a una alta especialización en

el campo con respecto a esta particular cuestión.

Como sostienen los científicos de la conducta humana, la descripción y medida

de las variables psicológicas no debe hacerse en el vacío, sino dentro de un modelo

coherente sobre la persona que expresa una determinada conducta en un particular

contexto. Precisamente este ha sido un objetivo básico de la psicología de las

diferencias individuales.

3. Adquirir los conocimientos y destrezas que se requieren para intervenir en los

campos de aplicación de la Psicología.

La intervención deriva de una apropiada evaluación que ajuste los

conocimientos generales sobre los procesos mentales al individuo portador y agente de

los mismos. Y la evaluación debe llevarse a efecto a partir de una modelo coherente

sobre la persona, como antes se ha señalado. Por tanto, diseñar una intervención

eficiente exige una cuidadosa evaluación que indique con claridad cuáles son los

elementos que debería tenerse en cuenta explícitamente durante el proceso mismo de la

intervención.

Naturalmente, la contribución de los conocimientos relativos a las diferencias

individuales resultan fundamentales para un conveniente desarrollo de las principales

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áreas aplicadas de la Psicología, es decir, las vinculadas a los contextos educativos,

organizacionales y clínico-sanitarios (Gross, 1992).

4. Comprender las leyes y principios psicológicos.

Descubrir las leyes y principios es el objetivo básico de la ciencia. También, por

descontado, de la ciencia de la conducta humana. Tales leyes y principios deben

basarse en el análisis de determinados fenómenos psicológicos de carácter general,

como el aprendizaje, la memoria o la percepción. Pero ese objetivo también debe

alcanzarse, sin duda alguna, al análisis del fenómeno natural de las diferencias

individuales y a la explicación de los procesos asociados a estas diferencias, que deben

ser comprendidos por el futuro psicólogo, más allá del conocimiento de carácter

descriptivo y taxonómico de las diferencias individuales existentes.

Tal y como señaló hace 50 años L.J. Cronbach ante la Asociación Americana de

Psicología en su seminal discurso (Las dos disciplinas de la Psicología Científica)

ambas perspectivas, la general y la diferencial, resultan esenciales para comprender

cabalmente la conducta, o lo que es lo mismo, para descubrir las leyes y principios que

gobiernan la conducta de los seres humanos. Asimismo, en este sentido es necesario que

el futuro psicólogo conozca y sepa discriminar y utilizar convenientemente las

metodologías de investigación asociadas a estas dos perspectivas.

5. Conocer los procesos y etapas del ciclo vital en sus aspectos de normalidad y

anormalidad.

La denominada Psicología del ciclo vital persigue, como cualquier disciplina

científica, una cuantificación de los cambios que se producen entre el nacimiento y la

muerte. Desde la psicología de las diferencias individuales se ha estudiado

exhaustivamente estos procesos de cambio, tanto desde una perspectiva transversal

como longitudinal. Es más, a diferencia de otras perspectivas psicológicas, la psicología

de las diferencias individuales ha estudiado todo el ciclo vital, lo que ha permitido

caracterizar con detalle la estabilidad de la personalidad y las capacidades, o su

ausencia, en distintos periodos. Se han producido considerables avances gracias al

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desarrollo de técnicas como el análisis cross-lagged o la combinación de evidencias

derivadas de los diseños transversales (age differences) y longitudinales (age changes).

Los diseños y evidencias empíricas se han combinado con otros campos como la

biología de la conducta o la genética cuantitativa. Los resultados deberían ser conocidos

por el graduado en Psicología. Por ejemplo, se ha descubierto que el desarrollo y

declive de capacidades cognitivas como la inteligencia fluida es paralelo al desarrollo y

declive de la sustancia gris del cerebro, mientras que la inteligencia cristalizada presenta

un desarrollo notablemente diferente. Otra evidencia con claras repercusiones en la

actividad profesional del psicólogo es que el ambiente familiar es relevante en la

infancia, pero su efecto se disipa al término de la adolescencia.

6.- Conocer los fundamentos biológicos de la conducta.

En la ciencia del siglo XXI carece de sentido tratar de comprender la conducta

humana de espaldas a los avances biológicos. En conexión con los ejemplos reseñados

en el punto previo, los principales factores de la inteligencia y la personalidad han sido

escrupulosamente sometidos a un análisis biológico y genético. Así, por ejemplo, se ha

buscado marcadores genéticos asociados a las diferencias individuales en factores como

la búsqueda de sensaciones o la inteligencia general (g). Se ha propuesto que,

posiblemente, la base biológica de las capacidades es diferente según variables

diferenciales como el sexo, algo que repercutiría directamente en el efecto de las

mismas lesiones y enfermedades como el Alzheimer o la recuperación de funciones tras

un episodio traumático.

En las dos últimas décadas, la psicología de las diferencias individuales ha

incorporado en su seno las nuevas tecnologías disponibles para el análisis de los

factores biológicos que están a la base de las diferencias de conducta. La resonancia

magnética, tanto estructural como funcional, así como las técnicas de análisis en

genética molecular se usan ahora rutinariamente en la investigación de las variables

diferenciales, produciendo conocimientos que, en breve, podrían revolucionar nuestra

comprensión de la conducta humana, así como el tipo de actuación más apropiada en los

campos de aplicación de la Psicología.

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7. Conocer y comprender los factores culturales que intervienen en el

comportamiento de los individuos.

El término “cultura” es, hay poca discusión sobre esto, excesivamente amplio.

Por ello, las distintas disciplinas definen esa cultura desde su propia perspectiva,

generalmente con el objetivo de hacer operativo su estudio. Retomando lo dicho más

arriba en relación la Psicología del ciclo vital, los diseños de la genética cuantitativa

aplicados a los factores que subyacen a las diferencias individuales han permitido

delimitar aquellos factores del contexto que son y no son relevantes para comprender la

variabilidad de la conducta.

El graduado en Psicología debería comprender la lógica de estos diseños, así

como considerar expresamente cuáles pueden ser las implicaciones para su futuro

trabajo de los resultados clave que se encuentran actualmente disponibles.

Además de los puntos señalados hasta ahora, hay otros cinco puntos, de carácter

general, que también se pueden encuadrar dentro de las aportaciones propias de la

psicología de las diferencias individuales al plan de formación de la titulación y al perfil

profesional del psicólogo, al que este plan debe encaminarse: (8) analizar e interpretar

los datos procedentes de las investigaciones, informes y trabajos en Psicología; (9)

adquirir las destrezas necesarias para definir problemas, diseñar investigaciones

elementales, ejecutarlas, analizar estadísticamente los datos y redactar correctamente un

informe; (10) mantener actualizados los conocimientos y destrezas propios de la

profesión; (11) valorar y apreciar las aportaciones que proporciona la investigación

científica al conocimiento y la práctica profesional; y (12) relacionar la Psicología con

otras disciplinas y trabajar en equipos multiprofesionales.

En suma, la Psicología de las diferencias individuales es una disciplina que

puede contribuir de modo muy significativo a una formación actualizada del titulado en

Psicología, siendo una de las claves que permite al estudiante aplicar el conocimiento

básico a la realidad del comportamiento individual. Mientras que, en principio, sería

posible dispersar sus contenidos en distintas materias del currículo, los firmantes de este

informe consideramos que esa práctica atentaría tanto contra la calidad de la formación

de los titulados como contra una integración de conocimientos necesaria en cualquier

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proceso de formación. Finalmente, a pesar de su desafortunada desaparición en algunos

centros educativos del país, por razones que ahora no viene al caso señalar, pero que se

pueden considerar ortogonales a la ciencia, pensamos que es coherente con la tradición

psicológica en España la presencia de esta materia en los planes de formación de los

psicólogos.

CONTENIDOS BÁSICOS PROPORCIONADOS POR LA PSICOLOGÍA DE LAS

DIFERENCIAS INDIVIDUALES PARA LA FORMACIÓN DE LOS FUTUROS

PSICÓLOGOS

Bajo la lógica de las nuevas titulaciones de grado en el marco del Espacio

Europeo de Educación Superior, la Psicología de las Diferencias Individuales debe

atender fundamentalmente a proporcionar los conocimientos básicos requeridos para el

desarrollo de las competencias referidas en el apartado anterior. Por tanto, el

OBJETIVO de una materia troncal de diferencias individuales, según la declaración de

intenciones de la ISSID descrita anteriormente, así como atendiendo a las competencias

(conocimientos, destrezas y actitudes) recién enumeradas, sería desarrollar el

significado de la investigación psicológica sobre las dimensiones principales de las

diferencias individuales, así como de la exploración de los determinantes, causas,

funcionamiento y concomitantes de esas diferencias individuales, introduciendo además

al futuro psicólogo al conocimiento de las aplicaciones profesionales en donde las

diferencias individuales son relevantes.

La medida, la estructura, la dinámica y las bases biológicas de las diferencias

individuales, serían contenidos básicos en la programación de la materia de diferencias

individuales.

Tal y como se sostiene en la declaración de intenciones de la ISSID, el análisis

de las dimensiones de diferencias individuales puede recurrir a conocimientos de

estadística, de psicología experimental, de psicología biológica (fisiológica,

farmacológica, médica, genética), de psicología clínica o de psicología social.

Naturalmente, esto es consistente tanto con el Real Decreto 55/2005 de 21 de Enero

como el carácter generalista que se le atribuye en el presente informe a la materia de

diferencias individuales.

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¿Cuáles serían entonces esos contenidos básicos?

PRIMERO, una presentación de las dimensiones básicas de las diferencias

individuales, es decir, la inteligencia y la personalidad. En nuestra disciplina, esas

dimensiones exigen una formalización estadística, por lo que será necesaria una

explicación de los métodos a través del que las dimensiones se convierten en tales

formalizaciones.

Raymond Cattell se refiere a la extraordinaria relevancia de los modelos

diferenciales sobre la organización empírica de las variables relevantes en Psicología:

“Es como si, en psicología, contásemos con una colección de cazadores de

insectos, cada uno de los cuales capturase y clasificase activamente especimenes

aislados. A fin de establecer clasificaciones, estas deben ser reunidas de modo que

puedan reducirse las superposiciones y puedan establecerse las líneas generales de

clasificación. Con X medidas aisladas de Y, y A medidas aisladas de B, hay XA posibles

investigaciones de la relación YB. Si hay, por ejemplo, 200 medidas de ansiedad y 100

medidas de aprendizaje ¡son posibles 20.000 investigaciones! Dado que debe haber

más de 100 problemas de esta clase, 2.000.000 de investigaciones son posibles. Quizá

sea relevante calcular que al ritmo de 500 por año, esto ocupará a la psicología

durante los 4.000 próximos años.

Una mejor estrategia sería una investigación de grupo en las 100 áreas que

descubriría las pautas de respuesta existentes operativamente naturales, las pautas de

crecimiento y las pautas de la estructura de las diferencias individuales, lo cual podría

llevarse a cabo en mucho menor tiempo.

Es importante descubrir cuáles son las estructuras centrales de la personalidad

a las diversas edades, antes de empezar a experimentar sobre la relación de dichas

entidades con varias influencias y efectos.

En persecución de estas ideas, investigadores como Catttell, Eysenck, Guilford y

otros, han trabajado a lo largo de los últimos veinte años para establecer la estructuras

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normales y anormales de principio, en términos de conceptos precisos de análisis

factorial, en diversos medios de observación” (Howarth and Cattell 1985) (p. 289-293).

Por tanto, establecer la estructura básica de las dimensiones básicas de

diferencias individuales parece constituir el primer paso. En la actualidad contamos con

modelos sólidos sobre esas dimensiones, tanto en el caso de la inteligencia como en el

de la personalidad. La teoría de tres estratos de J. B. Carroll (Carroll 1993) para la

inteligencia o el modelo de las Big Five en el campo de la personalidad (Brody and

Ehrlichman 1998) constituyen exponentes consensuados por la comunidad científica. Y

ambos derivan de la perspectiva estrictamente diferencial, por lo que se basan en la

medida estandarizada de las variables relevantes. Sencillamente no es posible

comprender los modelos sobre las dimensiones básicas de diferencias individuales, es

decir, las estructuras latentes que subyacen a las consistencias del comportamiento, sin

recurrir a una serie de nociones vinculadas a la medida de la conducta humana.

SEGUNDO, una vez descritas las estructuras centrales de la personalidad

(usando este término en su sentido más amplio, y, por tanto, haciendo referencia a las

diferencias individuales en temperamento, inteligencia, carácter, actitudes o

capacidades.) se deberá responder a la pregunta de cómo se ha tratado de comprender

en términos de procesos las dimensiones que componen esas estructuras. Existe una

larga tradición, en este sentido, en el campo de las diferencias individuales, tanto en lo

relativo a la inteligencia, como en los factores básicos de la personalidad.

Usando el enfoque del procesamiento humano de información, y demostrando de

este modo la naturaleza integradora reseñada en la declaración de intenciones de la

ISSID, los científicos del campo se han preguntado, por ejemplo, cuáles son los

procesos mentales que subyacen a las diferencias individuales en el factor general de

inteligencia (g), en la capacidad verbal o en la capacidad espacial, diseñando

sofisticados experimentos de laboratorio que han producido una serie de valiosos

conocimientos (Jensen 1998; Lohman 2000; Jensen 2006).

Algo similar ha ocurrido en el caso de las dimensiones básicas de la

personalidad, como la extraversión o el neuroticismo. Los científicos han explorado

exhaustivamente en los laboratorios de experimentación las diferencias conductuales de

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introvertidos frente a extravertidos, o de inestables frente a estables emocionalmente

(Eysenck and Eysenck 1985; Brody and Ehrlichman 1998).

TERCERO, los científicos se han preguntado por la base biológica de esas

mismas dimensiones básicas de diferencias individuales, tanto en el caso de la

personalidad (Eysenck 1967; Haier in press) como en el de la inteligencia (Haier,

Siegel, Nuechterlein, Hazlett, Wu, Paek, Browning and Buchsbaum 1988; Vernon 1993;

Vernon, Wickett, Bazana and Stelmack 2000). Desde el uso de técnicas clásicas como

los potenciales evocados, la respuesta dermo-galvánica o la tasa cardiaca, hasta la

incorporación de nuevas tecnologías como la PET o la MRI, se han propuesto

explicaciones biológicas de las diferencias individuales tales como la eficiencia

neuronal, la velocidad de conducción nerviosa, la organización sináptica o el nivel de

reactivación espontánea del sistema nervioso central. Los avances están permitiendo

comprender, por ejemplo, el efecto diferencial de las lesiones según el sexo o la

búsqueda de estrategias para prevenir el declive de funciones cognitivas básicas

vinculadas a la inteligencia (Jung and Haier in press).

FINALMENTE, es larga la trayectoria de contactos del enfoque de las

diferencias individuales en Psicología con la genética cuantitativa. Los científicos se

han preguntado por el origen de las diferencias individuales y han tratado de encontrar

respuestas haciendo uso de los diseños habituales en el campo de la genética

cuantitativa, con hallazgos tan sorprendentes como la escasa relevancia del contexto

familiar o la enorme importancia de las experiencias personales. Desgraciadamente,

muchos de estos conocimientos son desconocidos por los psicólogos profesionales, algo

que seguramente posee una repercusión en sus estrategias de actuación.

Además de los conocimientos derivados de la genética cuantitativa, desde hace

años, y gracias al impulso del proyecto genoma humano, se está aplicando el

conocimiento acumulado en genética molecular a la explicación de las diferencias

individuales en factores intelectuales y de personalidad (Munafo, Clark, Moore, Payne,

Walton and Flint 2003; Posthuma and de Geus 2006). Los avances se producen

rápidamente y los psicólogos en formación deberían estar actualizados.

--17--

En 1997, Robert Plomin urgía a los asistentes al Primer Congreso de la Sociedad

Española para la Investigación de las Diferencias Individuales a que considerasen

seriamente la posibilidad de que junto a los resultados de la evaluación psicológica, los

profesionales contasen con indicadores de riesgo obtenidos mediante el genotipado de

sus clientes, como ya está ocurriendo en otras disciplinas como la medicina.

Finalmente, se debe subrayar que el estudiante debe tener una visión básica

sobre la aportación de las diferencias individuales en las áreas aplicadas de la

Psicología, lo que, naturalmente, se vincula a la competencia relativa a la adquisición de

conocimientos y destrezas necesarias para los procesos de intervención psicológica.

En resumen, esta programación general presentaría un panorama coherente, lo

que, desde luego, facilitaría la integración de conocimientos por parte del licenciado en

Psicología:

(A) La descripción de las dimensiones básicas de las diferencias individuales

(B) Su análisis experimental

(C) Su base biológica.

(D) La influencia de los factores genéticos y no-genéticos sobre esas

dimensiones

Se trata, en suma, de que el estudiante conozca y comprenda:

1. Las especificidades conceptuales y metodológicas de la investigación en

diferencias individuales.

2. Las principales dimensiones de diferenciación individual.

3. El funcionamiento de las diferencias individuales, es decir, la investigación

experimental en los procesos, tanto psicológicos como biológicos, que conduce a las

teorías explicativas.

4. El origen de las diferencias individuales (bases genéticas, bases socio-

culturales, evolución de las diferencias individuales)

5. Las principales áreas de aplicación de las diferencias individuales en la

profesión de psicólogo

--18--

Pensamos que dispersar estos conocimientos en distintas materias sería

contraproducente para el proceso de formación integral de los futuros psicólogos. Por

ello, los Profesores firmantes de este informe elevamos la propuesta de considerar la

inclusión de una materia troncal de diferencias individuales en el nuevo título de grado

den los centros universitarios, públicos y privados, en los que se imparte la licenciatura

de Psicología. Asimismo, nos comprometemos a garantizar la necesaria estandarización

en la formación que los estudiantes recibirán dentro de esa materia, satisfaciendo así la

convergencia que persigue el renovado plan de estudios.

REFERENCIAS

Bartram et al., (2006). EuroPsy. European Certificate in Psychology.

Brody, N. and Ehrlichman, H. (1998). Personality Psychology. New Jersey, Prentice

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Moderno, 1994

Haier, R. J. (in press). Brain imaging studies of personality: The slow revolution. On the

Psychobiology of Personality. R. M. Stelmack, Elsevier Ltd.

Haier, R. J., Siegel, B. V., Nuechterlein, K. H., Hazlett, E., Wu, J. C., Paek, J.,

Browning, H. L. and Buchsbaum, M. S. (1988). Cortical Glucose Metabolic-

Rate Correlates of Abstract Reasoning and Attention Studied with Positron

Emission Tomography. Intelligence 12(2): 199-217.

--19--

Howarth, E. and Cattell, R. B. (1985). La contribución experimental multivariada a la

investigación sobre la personalidad. Handbook of intelligence. B. B. Wolman.

New York, Wiley.

Jensen, A. R. (1998). The g factor. The science of mental ability. Westport,

Connecticut, Praeger.

Jensen, A. R. (2006). Clocking The Mind. Mental Chronometry and Individual

Differences. The Netherlands, Elsevier.

Jung, R. E. and Haier, R. J. (in press). The Parieto-Frontal Integration Theory (P-FIT) of

Intelligence: Converging Neuroimaging Evidence. Behavioral & Brain Sciences.

Lohman, D. F. (2000). Complex information processing. Handbook of intelligence. R. J.

Sternberg. Cambridge, Cambridge University Press: 285-340.

Mira y López, E. (1947). Manual de Orientación Profesional. Buenos Aires, Kapelusz.

Munafo, M. R., Clark, T. G., Moore, L. R., Payne, E., Walton, R. and Flint, J. (2003).

Genetic Polymorphisms and Personality in Healthy Adults: A Systematic

Review and Meta-Analysis. Molecular Psychiatry 8: 471-484.

Muñiz, J. and Fernández, J. R. (2000). La Utilización de los Tests en España." Papeles

del Psicólogo 76: 41-49.

Pelechano, V. (1993). Personalidad: Un Enfoque Histórico-Conceptual. Valencia,

Promolibro.

Posthuma, D. and de Geus, E. J. C. (2006). Progress in the Molecular-Genetic Study of

Intelligence. Current Directions in Psychological Science 15: 151-155.

Rowe, D. C. (2005). Under The Skin. On the Impartial Treatment of Genetic and

Environmental Hypotheses of Racial Differences. American Psychologist 60:

60-70.

Vernon, P. A. (1993). Intelligence and neural efficiency. Current Topics in Human

Intelligence: Individual Differences and Cognition. D. K. Detterman. Norwood,

Ablex. 3: 171-188.

Vernon, P. A., Wickett, J. C., Bazana, G. and Stelmack, R. M. (2000). The

Neuropsychology and Psychophysiology of Human Intelligence. Handbook of

Intelligence. R. J. Sternberg. Cambridge, Cambridge University Press: 245-266

--20--

ANEXO

MANUALES Y MONOGRAFÍAS PUBLICADOS POR PROFESORES DEL PAÍS

VINCULADOS A LA PSICOLOGÍA DE LAS DIFERENCIAS INDIVIDUALES

MANUALES

ALONSO MONREAL, C. y CORBALÁN BERNÁ, F. (1997): Psicología Diferencial.

Guía de estudio. Murcia: DM librero-editor.

ANDRÉS PUEYO, A. (1997). Manual de Psicología Diferencial. Madrid: McGraw-Hill.

COLOM, R. (2006). Psicología de las diferencias individuales. Teoría y Práctica.

Madrid: Pirámide.

FERNÁNDEZ SEARA, J. L. (1998). Personalidad y diferencias individuales.

Salamanca: Universidad de Salamanca.

MATUD, M. P., MARRERO, R. Y CARBALLEIRA, M. (2004). Psicología diferencial.

Madrid: Biblioteca Nueva.

SÁNCHEZ-CÁNOVAS, J. y SÁNCHEZ LÓPEZ, P. (1994). Psicología Diferencial: diversidad e individualidad humanas. Madrid: Centro de Estudios Ramón Areces.

SÁNCHEZ-CÁNOVAS, J. y SÁNCHEZ LÓPEZ, P. (1999). Psicología de la diversidad

humana. Madrid: Centro de Estudios Ramón Areces.

SÁNCHEZ-ELVIRA, A. (Ed.) (2005). Introducción al estudio de las diferencias

individuales (2.a ed.) Madrid: Sanz y Torres.

SÁNCHEZ-ELVIRA, A., OLMEDO, M., FERNÁNDEZ, E., AMOR, P. y

GONZALEZ, M. (2004). Guía Didáctica de Psicología Diferencial (2.a ed.)

Madrid: UNED.

--21--

MONOGRAFÍAS

Andrés Pueyo, A. (1996). Inteligencia y cognición. Barcelona: Paidós.

Andrés Pueyo, A. y Colom, R. (1998). Ciencia y política de la inteligencia en la

sociedad moderna. Madrid: Biblioteca Nueva.

Andrés Pueyo, A. y Colom, R. (1999). Hans Jürgen Eysenck. Psicólogo científico.

Madrid: Biblioteca Nueva.

Colom, R. (1995). Tests, inteligencia y personalidad. Madrid: Pirámide.

--- (1997). Capacidades humanas (2ª edición). Madrid: Pirámide.

--- (1997). Orígenes de la diversidad humana (2ª edición). Madrid: Pirámide

--- (2002). En los límites de la inteligencia. Madrid: Pirámide

Colom, R. & Jayme, Mª (2004). Qué es la psicología de las diferencias de sexo. Madrid,

Biblioteca Nueva

Fernández Ballesteros, R. y col. (1999). Qué es la psicología de la vejez. Madrid:

Biblioteca Nueva

Garrido, V. (2004). Qué es la psicología criminológica. Madrid: Biblioteca Nueva.

Juan-Espinosa, M. (1997). Geografía de la inteligencia humana. Madrid: Pirámide.

Juan-Espinosa, M.; Colom, R. y Quiroga Estévez, Mª.A. (1996). La práctica de la

psicología diferencial en industria y organizaciones. Madrid: Pirámide.

--- (1996). La práctica de la psicología diferencial en educación, clínica y deportes.

Madrid: Pirámide.

Juan-Espinosa, M. & García, L.F. (2004). Nuestra personalidad. En qué y por qué

somos diferentes. Madrid: Biblioteca Nueva.

Lluis Font, J. Mª (2004). Mente y personalidad: Un nuevo modelo integrador. Madrid:

Biblioteca Nueva.

Matud, M. P., Rodríguez, C., Marrero, R. y Carballeira, M. (2002). Psicología del género:

implicaciones en la vida cotidiana. Madrid: Biblioteca Nueva.

Sánchez-López, M. P. y Quiroga, M. A. (1998). Perspectivas actuales en la investigación

psicológica de las diferencias individuales. Madrid: Centro de Estudios Ramón

Areces.

Vallejo-Nágera, A. & Colom, R. (2006). Tú inteligencia. Cómo entenderla y mejorarla.

Madrid: Punto de Lectura.

--22--