PROYECTO DE INCIACIÓN A LA INVESTIGACIÓN EN CIENCIAS DE LA TIERRA

UBICACIÓN: RÍO GUADAÍRA

DESTINATARIOS: ALUMNADO Y PROFESORADO DE SECUNDARIA DE ALCALÁ DE GUADAÍRA

DOCUMENTO DE SOLICITUD DE SUBVENCIÓN

Presentado a la Delegación de Educación del Ayuntamiento de Alcalá de Guadaíra.Octubre de 2015

CAMPUS DE INVESTIGACIÓN

PRESENTACIÓN

El entorno natural de la ciudad de Alcalá de Guadaíra es un regalo, a veces inmerecido, que sus habitantes suelen disfrutar sin concederle la importancia que le pertenece. Siendo escrupuloso en su evaluación, es posible afirmar que no existe un conjunto patrimonial tan rico, en términos de Naturaleza, tan extenso y tan diverso en toda la Provincia de Sevilla. Los poderes públicos, en su responsabilidad, han hecho su trabajo para valorarlo, conservarlo e, incluso, sacarlo a la luz, en un esfuerzo más o menos ponderado por la población y, difícilmente considerado en su apoderamiento, ya que muchos vecinos de la ciudad han participado en tal empeño. La voluntad pública, en fin, sin protagonista directo, ha conseguido que lo que era un ámbito natural degradado y en retroceso se convierta en una presencia de enorme relevancia, que ha devenido en una de las principales señas de identidad de la ciudad, tanto o más que otros tesoros patrimoniales que nos pertenecen, como el Castillo, el acueducto, los molinos, Gandul, etc.

Si bien el objetivo largamente deseado de la recuperación del entorno natural del río Guadaíra está, en gran medida, conseguido, a los alcalareños nos toca ahora asumir la responsabilidad que ese patrimonio nos confiere. Además de disfrutarlo, apreciarlo y transitarlo con sensatez y juicio, debemos contraer la obligación ineludible de preservarlo en el mejor estado posible para el futuro. Las generaciones de alcalareños que han conocido su anterior deterioro pueden sentirse más concernidas en el asunto porque lo valoran desde su propio conocimiento y memoria, pero las generaciones más jóvenes no tienen tal conciencia, de manera que pueden ignorar o incluso desdeñar un tesoro semejante, y no faltan ejemplos dolorosos para ilustrar esta afirmación. Es necesario, por tanto, cultivar en la población joven alcalareña el interés y aprecio hacia el río que da nombre a su ciudad. La receta para alcanzar este objetivo es la más obvia: la Educación.

Los centros educativos deberían asumir esta tesis como parte de su programa docente. La fuerza de esta idea, tan sencilla en su planteamiento y tan sincera, es la que nos mueve a presentar una propuesta de actuación decidida: la de facilitar el conocimiento de un entorno único a quienes están cerca de él y que todavía no lo conocen, ni siquiera suficientemente; la de formar a futuros ciudadanos en la conciencia substantiva y afectiva hacia su medio natural, delicado y precioso, ofendido tantas veces, pero hoy motivo de orgullo y merecedor de cuidado, para que semejante legado no sufra de nuevo los atentados que lo afrentaron en el pasado de manera casi irreversible.

La fórmula para conseguirlo es sencilla en su planteamiento, pero ambiciosa en sus aspiraciones. Si este entorno natural es un privilegio dispensado gratuitamente para sus asignatarios, en justa medida y compensación debe hacerse su reconocimiento. Y no cabe duda de que los viveros de concienciación y de formación para el futuro se encuentran en los centros educativos de la ciudad. Así pues, buscamos la confluencia en el mismo objetivo de los seis institutos de Alcalá. Y pretendemos la participación multitudinaria de alumnos y profesores de todos y cada uno de ellos. El principio en que se basa el proyecto que presentamos es, por tanto, doble. Por un lado, dar a conocer, a través de la investigación de campo, el río Guadaíra y su singularidad y, por otro lado, hacerlo de forma significativamente amplia y numerosa.

La elaboración de un proyecto así no es tan compleja si confluyen las voluntades para hacerlo. Y esa es nuestra intención. Los seis directores de los seis centros de Secundaria han mostrado ya su apoyo y han determinado su decisión de trabajar al unísono, en una ocasión que resultará absolutamente novedosa en el panorama educativo nacional. Seis directores, seis institutos, decenas de profesores, cientos de alumnos entregados a una misma voluntad. Todos ellos supondrán un hecho inusual y digno, una ocasión extraordinaria que no puede ser despreciada.

En las entrevistas que ya han tenido lugar han mostrado su adhesión sin paliativos los siguientes directores de centros educativos: José Manuel García Valverde (IES Albero), Mª Jesús Campos (IES Alguadaíra), María Quirós (IES Cristóbal de Monroy), Manuel Alejo (IES Leonor de Guzmán), Francisco José Racero (IES Prof. Tierno Galván) y Rafael Ruiz (Salesianos de Alcalá). Es decir, todos los directores de centros de Educación Secundaria han querido sumar su voluntad a los propósitos del presente programa.

La puesta en marcha de este proyecto va a requerir el aprovechamiento y acomodo de las propias estructuras de los centros docentes. En primer lugar, y como ya se ha dicho, se necesita el acuerdo y la conformidad de sus representantes primeros, es decir, de los directores de esos seis centros educativos. En segundo lugar, y como parece evidente, serán los departamentos de Ciencias Naturales los implicados de forma directa, no necesariamente al completo, pero sí en número significativo, con al menos dos profesores/as de los asignados a los mismos, y con el conocimiento de los respectivos jefes de departamento. Cabe considerar aquí la importancia de este capítulo: sin la implicación del profesorado en el seguimiento de la propuesta, ésta sería inviable, así que la configuración de un equipo de docentes responsables, verdaderamente interesados en iniciativas innovadoras y con vocación de servicio a la comunidad, será el empeño más urgente una vez que el plan se inicie.

Dado que la propuesta es una iniciativa que presenta un claro perfil innovador, se hace imprescindible que se desarrolle también entre los propósitos de los diferentes departamentos de “Formación, Evaluación e Innovación” de cada uno de los institutos, cuya colaboración estará suscrita, sencillamente, a la de distribuir la información sobre el proyecto al resto coordinadores de área y de departamentos y la de buscar otros profesores colaboradores, no ya en los trabajos de campo, pero sí en el apoyo didáctico y en la transmisión de los fundamentos y de las conclusiones alcanzadas en el transcurso de la actividad.

También se pretende la colaboración del Centro de Profesores de Alcalá, ya que el proyecto se adecua con plena sintonía entre las líneas principales de los Planes de Formación de profesorado que se presentan anualmente desde dicho Centro.

Y, por último, la pieza más importante, el alumnado. Los profesores adscritos a la idea buscarán grupos de alumnos capaces de realizar un proyecto de investigación sobre el río Guadaíra y los distintos ecosistemas que en él se han desarrollado. El trabajo de investigación demandará formación en metodología científica, visitas a la parcela de trabajo escogida, recogida de muestras y estudio evolutivo, análisis de resultados y elaboración de propuestas. Todo ello va a exigir tutorización y asesoramiento permanente, tanto para el alumnado involucrado como para los profesores que se unan, y ese es el compromiso que asume quien suscribe el presente escrito, y que asume para los seis institutos de la ciudad, pues ahí está el sentido de la propuesta: seis institutos trabajando en el mismo propósito y con los mismos postulados metodológicos y científicos. La organización en grupos de hasta 10 alumnos/as se convierte en el procedimiento más sencillo: dos o más grupos por cada centro, cada uno liderado por un profesor/a que, en general, pertenecerá al departamento de Ciencias Naturales y que, en cooperación con el coordinador general, realizará el seguimiento de las actividades de este Campus de Investigación.

En todos los aspectos mencionados, la conformidad y la adhesión a los objetivos de la propuesta por parte de los implicados están siendo constatables y ciertos, hecho que nos permite perseverar en el trabajo y creer en la congruencia y oportunidad de la iniciativa.

ANTECEDENTES

El Aula Miguel Cala Sánchez nace en 1995 al amparo de un programa provincial titulado “De la Universidad de Sevilla a los pueblos de la provincia” que fue puesto en marcha bajo el mandato del Sr. Magnífico Rector D. Adolfo González, con el objetivo de divulgar el conocimiento propio de las aulas universitarias a las diferentes poblaciones de la provincia de Sevilla mediante la organización de conferencias, seminarios, cursos… En este contexto, en el municipio de Morón de la Frontera, surge el Aula Miguel Cala Sánchez, en principio, con una clara vocación casi exclusivamente historiográfica cuya actividad, a partir de 1999, se complementa con una línea de trabajo específico Ciencias de la Tierra, centrando su propuesta de investigación y divulgación en el territorio de la comarca de Morón. El carácter bianual de esta línea ofrece la posibilidad de complementar la línea historiográfica, por lo que el desarrollo del Aula ha sido anual desde 1995 hasta la actualidad.

Desde sus inicios, el Aula ha contado con la participación de numerosos investigadores, muchos de ellos auténticos referentes en sus respectivos campos de investigación, además también han participado diferentes administraciones públicas, así como universidades andaluzas.

A partir del año 2011 se incorpora el “Campus de investigación preuniversitaria” y se rompe la cadencia bianual, celebrándose el Aula Miguel Cala Sánchez y su correspondiente Campus en los años 2011, 2012 y 2014. Las ediciones precedentes han contado con la participación de alumnos de 3º y 4º de ESO de diferentes centros escolares del municipio moronense, como el Colegio Salesiano de Morón de la Frontera y el IES Fuente Nueva.

OBJETIVOS

Como principal objetivo se debe mencionar el ánimo de fomentar la concienciación e implicación social hacia el entorno físico y natural mediante la investigación científica. Esta actividad lleva implícita la adquisición de los conocimientos básicos, pero necesarios, para discernir los elementos de un ecosistema y su paisaje resultante, y valorar, mediante la participación directa y aplicada en este proyecto, la importancia ecológica, perceptual y social de la principal seña de identidad de Alcalá, el río Guadaíra.

La finalidad del proyecto es que, a través del conocimiento de sus valores ecológicos y socioculturales y del conocimiento de las amenazas y presiones crecientes que soporta, el alumno resuelva por sí mismo la importancia que adquiere el río Guadaíra para la sociedad en la que vive, repare en sus valores ecológicos y también en su historia. Dentro de este conjunto de objetivos generales, también cabe reseñar la importancia de la participación del alumnado en la

formulación de propuestas de protección y mejora de este ecosistema fluvial, basándose para ello en los resultados y conclusiones del trabajo de investigación que ellos mismo elaboren, así como que sean responsables de la difusión de su trabajo, especialmente en su entorno más cercano, como herramienta de concienciación hacia una nueva cultura del agua y el paisaje.

Los objetivos específicos que surgen a partir de estos presupuestos son los siguientes:

1. Ampliación del conocimiento general (multiescala) del entorno del río Guadaíra: su territorio, cuenca, tramos y sectores próximos a la ciudad de Alcalá de Guadaíra.

2. Valoración de la relación existente entre medio físico y medio humano como agentes que condicionan y modelan los paisajes.

3. Aprendizaje y aplicación de diferentes indicadores ambientales para el análisis y elaboración de propuestas de mejora y conservación para el ámbito estudiado.

4. Desarrollo de herramientas intelectuales necesarias para la realización de una crítica constructiva a partir del levantamiento y procesamiento de información mediante la aplicación de una metodología contrastada.

5. Presentación de resultados mediante comunicaciones orales y paneles científicos, donde el alumnado realizará la exposición de la metodología, los resultados, las conclusiones y, en su caso, las propuestas.

6. Aprendizaje de relación entre los diferentes componentes que configuran los “ecosistemas” y su dinámica.

7. Analizar el paisaje como herramienta de identidad colectiva.8. Aprendizaje de técnicas y métodos de investigación, con una aproximación al método

hipotético-deductivo.

Los objetivos formativos que se abordarán se desglosan a continuación:

1. Adquirir hábitos competenciales básicos como: organización del trabajo, gestión de procedimientos articulados en un proceso común, asunción de responsabilidades compartidas.

2. Progresar en la adquisición de pautas de conducta grupales (trabajo de equipo).

3. Desarrollar habilidades de percepción espacial: observación consciente, apreciación de dimensiones, orientación, lectura de mapas.

4. Aprender los fundamentos de aplicación de conocimientos geográficos, biológicos, matemáticos y físicos a la resolución de conflictos cercanos.

5. Profundizar en el desarrollo de habilidades de expresión escrita y oral, elaboración de esquemas y resúmenes y presentación de documentos.

METODOLOGÍA

En este capítulo se describe la filosofía de trabajo que subyace en la puesta en funcionamiento del presente Campus de iniciación a la investigación, así como la cronología de sesiones propuesta para llevar a cabo tanto la introducción teórica –y el trabajo de gabinete- como las sesiones de trabajo de campo, donde se obtiene la información necesaria para el cumplimiento de los objetivos.

FUNDAMENTOS METODOLÓGICOS

Para la consecución de los objetivos marcados en el presente Campus de iniciación a la investigación en Ciencias de la Tierra se ha optado por seguir la metodología anglosajona, concretamente la conocida como “método americano”. Esta metodología docente estimula la educación práctica sobre la base teórica, aunque esta última también es, lógicamente, necesaria.

Por consiguiente, durante una primera sesión de base teórica se les presenta a los alumnos la problemática a estudiar, y luego, las herramientas, también en clave teórica. De esta manera, los alumnos elaboran soluciones racionales, a la vez que intuitivas, muy interesantes de cara a vislumbrar la aplicación de la base de fundamentos teóricos que formará parte de su aprendizaje.

En segundo lugar, una vez estudiado el problema y las herramientas a utilizar en las sesiones de gabinete –o de aula-, se realizan una serie de visitas al sector que se va a estudiar para aplicar las herramientas necesarias en la toma de datos –geocatching- con objeto de procesarlos en nuevas sesiones de aula para abarcar los objetivos de investigación formulados previamente y por consenso. En este sentido, la implicación del docente resulta muy importante, casi fundamental, pues de su implicación dependerá el establecimiento de objetivos asumibles por el grupo y el éxito de la investigación.

Por tanto, las sesiones teóricas y de campo son una constante fuente de interacción entre el docente y los alumnos en un espacio del aprendizaje donde se les deja pensar, formular y reformular dudas y preguntas. En más ocasiones de las inicialmente esperadas, el alumnado consigue alcanzar soluciones brillantes.

En este método también resulta vital la adaptación del tutor científico al grupo, tanto colectivamente, como en un plano individual. De esta forma, la exigencia está predeterminada por la capacidad de aprendizaje del alumnado y la aportación y compromiso del coordinador del proyecto para alcanzar con éxito los objetivos previamente establecidos, tanto individuales como de grupo.

El proceso de enseñanza-aprendizaje siempre perseguirá pautas de participación activa entre los miembros de cada grupo, buscando la conjunción de intereses con el alumnado y su implicación en el proyecto. Pese a su condición puramente científica, el proyecto que desarrollamos deberá poner atención y cuidado en aspectos didácticos esenciales, que fomenten la atención y el aprecio hacia el objetivo que se busca, intercalando un lenguaje sencillo con otro más riguroso y mostrando siempre ejemplos prácticos para los conceptos aprehendidos en las clases teóricas. Por consiguiente, las clases prácticas realizadas en campo se hacen fundamentales. En ellas que se tomarán los datos y se explorarán los sucesos, y tendrá lugar la experiencia esencial de observar y aplicar la teoría aprendida sobre el propio terreno de investigación. En definitiva, tendrá lugar la experiencia máxima de aprendizaje: la práctica como cimiento del conocimiento teórico.

RECURSOS DIDÁCTICOS

Los materiales necesarios para el desarrollo del Proyecto WaDaíRa serán seleccionados por el tutor-coordinador científico y consistirán, básicamente, en materiales propios, como guías de flora, cuerdas, láser topográfico, cintas métricas, cartografías temáticas, fotografías aéreas,

papel milimetrado, estadillos de campo, etc. En algunos casos, se harán necesarios materiales complementarios de bajo coste, como fotocopias, que deberán ser aportados por los centros educativos que participan en el empeño.

El trabajo se completará con materiales aportados por el propio alumnado: fotografías de las sesiones de trabajo, cuadernos de notas, esquemas y diagramas, etc. El centro deberá facilitar, por su parte, un aula en la que puedan desarrollarse las sesiones teóricas de grupo, y un laboratorio de Ciencias Naturales, admitiendo siempre la disponibilidad efectiva de este recurso y acordando su uso previamente con el departamento didáctico referido.

CRONOLOGÍA DE LAS SESIONES

El conjunto de sesiones teóricas y prácticas se desarrollará durante el curso académico correspondiente, iniciando las actividades en el mes de octubre y concluyéndolas a final de mayo. En las sesiones de trabajo previstas no se incluye la actividad final (e imprescindible) de presentación de conclusiones, evento que se explicará más adelante en este documento, y cuya ubicación temporal dependerá de factores de disponibilidad múltiple y que, necesariamente, estará en función de intereses de mayor calado y alcance, ya que complica no solo la voluntad de los docentes, institutos y alumnos implicados, sino también la disposición de espacios y recursos del propio Ayuntamiento. Se presenta ahora una tabla aproximada de sesiones:

Mes Semana Actividad horas

Octubre

2 Aula 2

3 Aula 2

5 Campo 6

Noviembre 2 Aula 2

Diciembre1 Aula 3

3 Aula 3

Febrero

1 Aula 2

2 Aula 2

3 Aula 2

Tabla 1. Cronograma estándar de trabajo para el desarrollo del Campus de investigación.

En la tabla 1 se muestra una propuesta estándar de cronograma para la realización de este proyecto. Se trata de una propuesta totalmente flexible y que, inevitablemente, se adaptará a las indicaciones y circunstancias de cada uno de los centros implicados, de los docentes responsables, del horario lectivo del alumnado, etc. No obstante, la propuesta abarcaría, como propuesta inicial, unas 50 horas lectivas, para cada uno de los centros concernidos, repartidas a lo largo de 8 meses. De estas 50 horas lectivas computadas, 30 estarían reservadas para el desarrollo de clases teóricas y sesiones de aula –procesamiento de

Semana Actividad horas

Marzo 3 Campo 6

Abril

1 Campo 6

2 Aula 2

4 Aula 2

Mayo

1 Aula 2

2 Aula 3

3 Aula 3

JunioPresentación de conclusiones

(Congreso final)

información-, y 18 horas se emplearían en desarrollar las tres sesiones de trabajo de campo –obtención principal de información.

CONGRESO FINAL

Se muestra, a la derecha, un ejemplo póster científico diseñado por el alumnado del 4º de ESO del Colegio Salesiano de Morón de la Frontera, en la VIII Edición del Aula Miguel Cala Sánchez, la idea que sirve como origen e inspiración para el presente Proyecto Wadaíra. Sus logros, ya probados en aquella ocasión, nos respaldan en el empeño y nos sirven de fundamento en lo esencial. En dicho póster se observan los frutos de la investigación de uno de los grupos participantes, con profusión de datos, mapas, gráficos, esquemas, análisis comparativos y fotos. Se presentó como mural impreso de gran formato, y formó parte de una exposición final en la que los alumnos y sus profesores pudieron mostrar, de un modo gráfico, los alcances de su trabajo de investigación sobre un entorno natural cercano, y sus conclusiones y propuestas.

No obstante, y a partir de las expectativas que ya tenemos aseguradas (y que nacen del acuerdo global de los directores de los institutos de Alcalá) podemos decir que la base del proyecto Wadaíra es mucho más ambiciosa que en aquella ocasión, por sus previsiones de participación de alumnado, su alcance y su proyección, como se describió al principio de este escrito.

Recordemos que, si todo sigue su curso según lo previsto y se cuenta con el beneplácito de la máxima institución local, el Ayuntamiento de Alcalá de Guadaíra, el presente proyecto, en su culminación, contará con cientos de alumnos que habrán intervenido, procedentes de todos los institutos de la ciudad, con decenas de equipos que habrán realizado su propia investigación y alcanzado sus propias conclusiones, y con un buen número de profesores y departamentos didácticos que se habrán implicado desde el principio.

Es evidente que, para concluir todo este esfuerzo de forma adecuada y destacada, es necesaria la presencia abierta de todos en un Congreso Final, en un encuentro multitudinario, en el que se presenten las conclusiones finales de los distintos grupos inscritos y donde se haga homenaje y celebración de un propósito compartido desde tantas voluntades.

De hecho, más que un congreso sobre el proyecto Wadaíra en sí, la idea más propulsora sería la de considerar dicho encuentro como un homenaje profuso y una adhesión al mismo río que ha sido el objetivo desde el principio. Proponemos, por tanto, y siguiendo esta intención, un evento de mayor calado: un Congreso sobre el río Guadaíra, cuya proyección pública sería más amplia y cuyo empeño tendría más valedores, ya que daría cabida a un mayor número de ponentes y oradores, expertos y representantes institucionales. Según esto, esta aspiración última podría convertirse en una convocatoria repetible cada curso y en un acontecimiento bien inscrito en el calendario anual de eventos socioculturales de la ciudad, aunando Ciencia, Educación y Naturaleza. Es aquí donde solicitamos, además de la aceptación del proyecto Wadaíra, el respaldo para utilizar alguno de los espacios escénicos que se encuentran bajo su potestad.

SOLICITUD

Solicitamos al Ayuntamiento de Alcalá de Guadaíra, a través de su Delegación Municipal de Educación, y de su representante, Dña. Mª Jesús Campos Galeano, el acuerdo con los institutos de Educación Secundaria de la localidad, a los cuales representamos los firmantes de este escrito, para acometer y liderar institucionalmente el Proyecto Wadaíra en el presente curso escolar 2015-2016.

Solicitamos a la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía la inclusión de este proyecto entre los Proyectos Educativos de Innovación Educativa que dicha institución apoya.

Solicitamos, por último, el permiso para hacer uso de alguno de los espacios escenográficos de la ciudad (el Teatro Gutiérrez de Alba o, preferiblemente, si la convocatoria alcanza la participación que se ha supuesto, el Auditorio Riberas del Guadaíra) para celebrar el Congreso final que se ha diseñado para culminar el Proyecto Wadaíra.

Esperando que consideren favorablemente el contenido de este escrito y los compromisos que aquí se depositan, les saludan atentamente los responsables del proyecto.

Javier Hermida RuizProfesor del IES Albero