Propuesta de una Estrategia Integral Regional Centroamericana … · 2010-08-04 · ORIGEN Y CAUSAS...

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Propuesta de una Estrategia Integral Regional Centroamericana para el Abordaje del tema Migratorio Propuesta Haroldo Rodas Melgar, Ministro de Relaciones Exteriores II Foro Iberoamericano sobre Migración y Desarrollo Julio de 2010

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Propuesta de una Estrategia Integral Regional Centroamericana para el

Abordaje del tema Migratorio

Propuesta

Haroldo Rodas Melgar, Ministro de Relaciones Exteriores

II Foro Iberoamericano sobre Migración y Desarrollo

Julio de 2010

1. ORIGEN Y CAUSAS DE LA MIGRACIÓN EN GUATEMALA Y CENTRO

AMÉRICA

La Región Centroamericana, como territorio de origen, tránsito y destino de

migrantes, constituye una zona de amplio movimiento de flujos migratorios, dada

su situación geoestratégica, al ser puente entre los dos Subcontinentes y por

haberse generado en su territorio las condiciones sociales, económicas y políticas

propicias para motivar la migración humana.

Así, los países que integran la Región presentan elementos comunes que dan

lugar al desarrollo del fenómeno migratorio: falta de acceso al trabajo y a la

propiedad de los medios de producción, así como una inequitativa distribución de

riqueza, generada por los sistemas económicos heredados de las políticas

liberales de concentración de capitales establecidos en el siglo XIX y que, en los

casos de las Repúblicas de Guatemala, Nicaragua y El Salvador, se vieron

agravadas por las graves situaciones sociales generadas durante los conflictos

armados internos que asolaron a estos países, así como por las estrategias de

reacción ideológicas implementadas en la región y que provocaron la condiciones

políticas que originaron la diáspora.

Si bien históricamente Centroamérica ha sido siempre escenario de movimientos

migratorios, hacia 1970 inició una época que marcó a la Región, con el

desplazamiento forzado de personas obligadas a salir de sus lugares de origen,

situación que se vio intensificada en la década de los ochenta, en el marco de los

referidos conflictos armados internos, que obligaron a las poblaciones a

trasladarse para resguardar su integridad física y la de sus familias. Se produjo

una enorme oleada migratoria, que se reflejó principalmente en dos variantes: la

de desplazados internos en cada país y la de refugiados y emigración

internacional, de manera creciente hacia México, Estados Unidos de América y en

menor medida a Canadá, como consecuencia directa de la guerra y sus efectos,

principalmente las violaciones sistemáticas de los derechos humanos de la

población.

En el caso de la República de Guatemala en 1996, con la negociación y firma de

los Acuerdos de Paz, se produjo otro gran movimiento migratorio: la finalización

del retorno de población refugiada, principalmente de la que se había establecido

en campamentos o se encontraba dispersa en el sureste mexicano. Miles de

familias regresaron a Guatemala acogiéndose a planes para el retorno. Sin

embargo, las estructuras económicas del país no permitían el acomodamiento de

la población retornada. Para muchos, la única salida viable era nuevamente la

emigración.

Así, si las causas de la migración fueron mayormente políticas antes de la década

de 1990, a partir de ésta los desplazamientos adquieren un carácter

eminentemente económico, debido al agravamiento de la situación y condiciones

de vida en los países de la región y al establecimiento de las políticas económicas

que provocaron una baja en las economías nacionales y generaron que los

éxodos aumentaran de tal forma que los Estados se vieron limitados en su actuar

para el abordaje fenómeno migratorio.

En el caso de Guatemala, hechos como la crisis del café, iniciada en 2002

aceleraron el proceso migratorio de miles de trabajadores agrícolas que tuvieron

que buscar otras alternativas de ocupación en el exterior, fundamentalmente en

los Estados Unidos de América.

A ello se han sumado en años recientes nuevos motivos de la migración: la

violencia incontrolable y las tragedias naturales que han azotado a Centroamérica,

especialmente a partir de 1998, que han provocado que un número considerable

de centroamericanos hayan tenido que emigrar, fundamentalmente hacia los

Estados Unidos de América.

De tal forma, a las causas tradicionales de la migración (económica y social), es

dable agregar una nueva categoría de migrantes: la ecológica, proveniente de

forma mayoritaria de zonas rurales y ecosistemas frágiles. En ese sentido, a los

graves desastres económicos y sociales ocasionados en las Repúblicas de

Guatemala, Honduras, El Salvador y Nicaragua en 1998 por el paso del Huracán

Mitch (categoría 5), deben agregarse los causados por los terremotos en El

Salvador (enero de 2001), la tormenta tropical Stan (octubre de 2005) y

recientemente la tormenta tropical Agatha (mayo de 2010), hechos naturales que

han contribuido a aumentar las cifras de la diáspora de centroamericanos hacia los

Estados Unidos de América.

Tras el paso del huracán Mitch, las Repúblicas de Honduras y Nicaragua

obtuvieron la concesión del denominado Estatus de Protección Temporal (TPS),

consistente en un beneficio otorgado por el Gobierno de los Estados Unidos de

América a nacionales de Estados afectados por desastres naturales o por

conflictos armados y que han ingresado de forma irregular a territorio

estadounidense, para que puedan residir y trabajar en dicho país sin temor a ser

detenidos.

El Salvador obtuvo el TPS en 2001 y actualmente la República de Guatemala se

encuentra en el proceso de gestión de dicho beneficio migratorio ante las

autoridades competentes de los Estados Unidos de América, en virtud de las

graves consecuencias originadas por la tormenta tropical Agatha en mayo pasado.

Tales circunstancias reflejan que la falta de desarrollo humano está íntimamente

ligada a la emigración en nuestros países. Por ejemplo, a pesar de los esfuerzos

puntuales sobre este tema realizados por el Gobierno, en la República de

Guatemala, según datos de La Encuesta Nacional de Condiciones de Vida

(ENCOVI), 2006, el índice de pobreza en dicho país asciende a un 51% sobre el

total de la población, de los cuales un 15.2% vive en extrema pobreza, siendo las

zonas más afectadas las de occidente y noroccidente de la República

(departamentos fronterizos con México), los que precisamente evidencian un

mayor índice de emigración.

Dicho fenómeno e interrelación entre pobreza y migración también se manifiesta

en el resto de países de Centro América, habiéndose creado en los años recientes

una dependencia económica de las divisas percibidas por la población en

concepto de remesas.

Asimismo, debido a la dinámica del fenómeno migratorio, se puede afirmar que la

emigración centroamericana es selectiva, pues son mayoritariamente personas

jóvenes de comunidades de escasos recursos quienes buscan nuevas

oportunidades, quedando en la comunidad de origen un gran porcentaje de

hogares monoparentales, cuya responsabilidad principal recae en las mujeres o en

los adultos mayores. Igualmente el perfil del migrante refleja su calidad de carente

de persona emprendedora, carente de recursos económicos o proveniente de

sectores medios, pero siempre impulsados a buscar alivio a su situación personal

y familiar debido al deterioro de la calidad de vida, producto de las desigualdades

sociales y recientemente a causa de la depredación de los recursos naturales,

que precarizan el empleo y la fuerza de trabajo.

La feminización reciente de la migración regional hacia los Estados Unidos de

América es testimonio de una crisis de supervivencia. Las mujeres asumen el rol

de jefes de hogar, mientras aquellas que deciden salir de sus comunidades en

busca de mejores condiciones de vida, enfrentan un sinfín de riesgos y dificultades

en el camino, y en su inserción laboral y personal en México y los Estados Unidos

de América

En el caso de la niñez y adolescencia la migración se relaciona con la necesidad

de contribuir a la economía familiar o la de garantizar su propia supervivencia,

como una extensión del trabajo infantil En la migración de menores influye también

la reunificación familiar, ya que los padres se encuentran lejos de sus hijos y una

vez establecidos en otro país, deciden integrar a la familia, y por carecer de los

documentos necesarios de viaje, optan por llevarlos de manera irregular,

asumiendo el riesgo de vulnerar su integridad física y emocional.

También se puede afirmar que si bien la migración puede constituir un mecanismo

de desarrollo en nuestros países, en la mayoría de ocasiones, y cito el caso de

Guatemala, la migración no ha incidido de forma considerable en un desarrollo

real del país, ya que si bien las remesas representan más de 4 mil millones de

dólares estadounidenses, en la mayoría de los casos las divisas percibidas han

servido para posibilitar la subsistencia de las más de 3 millones de familias que

dependen de ellas. Así, a pesar que las remesas constituyen la segunda fuente de

ingreso de divisas para el país, por encima de la exportación de productos

tradicionales y del turismo, no ha propiciado cambios reales en el mapa de

desarrollo de nuestros países. Algo similar ha pasado en el resto de países de la

Región, lo que se evidencia en que para 2006 el monto percibido en

Centroamérica en este concepto sobrepasó los 10 mil millones de dólares.

Igualmente, sabido es que las remesas no comienzan a llegar inmediatamente,

sino empiezan a generarse tras una ardua travesía que nuestros migrantes deben

atravesar por parte de Centroamérica, México y el área fronteriza México-Estados

Unidos, hasta llegar a los lugares de destino, siendo que los primeros envíos

monetarios se destinan a cubrir deudas asumidas desde los países de origen por

los migrantes para realizar la travesía. Según estudios realizados por OIM, la

CEPAL y de acuerdo a datos del Ministerio de Relaciones Exteriores y del Consejo

Nacional de Atención al Migrante de Guatemala (CONAMIGUA), los

guatemaltecos que emigran recurren a préstamos familiares en el 43% de los

casos, mientras que el 29.1% utiliza de sus ahorros y un 4.7% vende sus

propiedades, lo cual evidencia la clara decisión de los guatemaltecos de viajar, si

bien, muchas veces no conocen las incertidumbres ni los riesgos que la travesía

pudiera representar.

Con sus variantes propias, la dinámica migratoria de nuestros países

centroamericanos presenta elementos en común que deben ser abordados de

forma integral, afrontando el fenómeno desde su origen, pero también diseñando

estrategias conjuntas, en el seno del Sistema de la Integración Centroamericana,

para cuyo efecto se presenta esta Propuesta.

2. DESCRIPCIÓN ACTUAL DEL FENÓMENO MIGRATORIO EN

GUATEMALA Y CENTRO AMÉRICA

Según el censo publicado en 2005 por la Oficina de Censo de los Estados Unidos

de América, en dicho país hay más de 35 millones de hispanos (equivalente al

12.5% de la población estadounidense), contando a los inmigrantes de origen

latinoamericano y a sus descendientes en dicho país. Asimismo se calculaba que

para 2010 la cifra es de 47 millones en el Censo que aún está en marcha.

Según estimaciones del Consejo Nacional de Atención al Migrante de Guatemala,

más de 7 millones de personas originarias de los países miembros del SICA viven

en los Estados Unidos de América, representando el 13.2% de la población

centroamericana. Sólo el caso de Guatemala, datos oficiales registran que más de

1 millón 300 mil guatemaltecos viven en Estados Unidos de América, sin perjuicio

que se estima que dicha cifra podría ascender a 1 millón 600 mil guatemaltecos

que han tenido que salir de su país a causa de la pobreza, y que sin embargo se

han convertido en los principales motores económicos. Similar situación ocurre en

el resto de los países.

A diario, según el Centro de Estudios Centroamericanos, emigra en forma ilegal un

promedio de 1.000 centroamericanos que buscan sortear controles migratorios

entre México y Estados Unidos.

El vertiginoso crecimiento de la comunicad de guatemaltecos y demás

centroamericanos en Estados Unidos de América, ha venido acompañado, en

muchos casos, de una reacción tardía por parte de los Estados, que aplazaron el

abordaje del fenómeno y tuvieron que iniciarlo a través de políticas reactivas

enfocadas fundamentalmente a promover la atención a los migrantes en el exterior

y que ahora están también enfocadas a atacar sus causas.

En el caso de la República de Guatemala, el número de guatemaltecos en los

Estados Unidos de América aumentó en un 700 % en los últimos 20 años. De 225

guatemaltecos en Estados Unidos en 1990 se pasó a 1.6 millones en 2010.

Dinámicas similares reflejan los demás Estados de la región.

La travesía del mayor número de centroamericanos que emigra hacia los Estados

Unidos de América lo hace por la vía terrestre de Guatemala, constituyendo

México el principal puente de traslado, siendo que más del 90% de los

centroamericanos que se trasladan a Estados Unidos de América lo hacen por

esta vía.

En el contexto centroamericano, el flujo emergente de migrantes indocumentados,

en el decenio pasado se consolidó hacia el norte, originándose desde Nicaragua,

El Salvador, Guatemala y crecientemente de Honduras, los cuales tienen como

principal destino a Estados Unidos. El Censo poblacional del año 2000 efectuado

en los Estados Unidos de América dieron cuenta parcial del crecimiento reciente

de esa población que, según estudiosos del fenómeno, pudo haberse

incrementado de manera acelerada en los años posteriores a aquella estimación,

debido a los hechos diversos que han acentuado las presiones emigratorias.

3. ACCIONES EMPRENDIDAS EN LA REGIÓN PARA EL ABORDAJE

RESPONSABLE DEL FENÓMENO MIGRATORIO

Nuestros Estados han desarrollado acciones concretas para propiciar la mejora

de condiciones de sus connacionales en el exterior, fundamentalmente a través

del mejoramiento de las redes consulares de nuestros países en los Estados

Unidos de América, a efecto de garantizar la asistencia, atención, servicio y

protección consular de sus respectivas poblaciones en el exterior.

En el caso concreto de la República de Guatemala, en los últimos 7 años la

Red Consular del país se ha visto aumentada en un 100%, lo que actualmente le

permite tener un total de 11 Consulados Generales en los Estados Unidos de

América, que en 2009 habrían asistido a un alto porcentaje de la población

guatemalteca.

Igualmente la República de Guatemala, a partir de 2008, desarrolló y dio

continuidad al abordaje del tema, pudiéndose citar como claros avances la

creación y puesta en marcha del Consejo Nacional de Atención al Migrante de

Guatemala (CONAMIGUA), ente sin precedentes en la región, constituido por la

Ley de su creación como el órgano rector en materia migratoria en Guatemala, al

que le corresponde definir, coordinar, supervisar y fiscalizar las acciones de las

entidades públicas guatemaltecas competentes en el tema.

El Consejo Nacional de Atención al Migrante de Guatemala es un ente

interinstitucional integrado por las dependencias gubernamentales competentes y

ha permitido que las acciones emprendidas para el abordaje del fenómeno

migratorio sean coordinadas en una línea estratégica de Estado.

Otro logro nacional y que puede socializarse a la Región centroamericana lo

constituye una serie de alianzas establecidas e institucionalizadas entre el

Gobierno de la República de Guatemala, a través del Ministerio de Relaciones

Exteriores y CONAMIGUA con las organizaciones de guatemaltecos en los

Estados Unidos de América, organizaciones que constituyen actores

fundamentales en el abordaje del tema migratorio.

En ese sentido, a partir de 2008 se han abierto nuevos foros de discusión, algunos

permanentes y otros coyunturales, entre el Estado y las organizaciones en el

exterior, a efecto de incluir en la agenda migratoria del Estado políticas diseñadas

desde la sociedad civil guatemalteca en los Estados Unidos de América. Estos

foros constituyen importantes espacios de diálogo, entre los que destacan el

Consejo Asesor de CONAMIGUA en los Estados Unidos de América, conformado

por una serie de líderes guatemaltecos electos democráticamente por la

comunidad en cada circunscripción consular por un plazo de 2 años y cuyo

mandato legal es asistir en la definición de estrategias políticas en el tema

migratorio.

Otro espacio lo constituyeron la Primera y Segunda Mesa de Trabajo y Diálogo

con Líderes Migrantes en los Estados Unidos de América, celebradas en julio y

agosto de 2010, como hechos sin precedentes en los que por primera vez en la

historia reciente del país los líderes de las principales organizaciones de

guatemaltecos en los Estados Unidos de América se sentaron a discutir en

condiciones de igualdad con representantes de CONAMIGUA y la Cancillería

guatemalteca sobre las acciones a seguir, concretamente sobre la reforma

migratoria.

De estas Mesas de Trabajo surgieron otros dos foros de discusión: las Mesas

Consulares, que se reúnen periódicamente en cada Consulado General de la

República de Guatemala en los Estados Unidos de América y están integradas por

funcionarios consulares, líderes guatemaltecos y asesores del CONAMIGUA.

Asimismo, también surgió la Comisión Coordinadora Guatemalteca para la

Reforma Migratoria en los Estados Unidos de América, cuyo carácter temporal

permitió que líderes guatemaltecos en los Estados Unidos de América definieran

estrategias y líneas de acción para el abordaje desde el Estado guatemalteco de

la discusión de la reforma migratoria integral que se impulsa en los Estados

Unidos de América. Este grupo no permanente permitió estudiar la evolución de la

discusión en los Estados Unidos de América de la reforma integral y con base en

ello, proponer al Gobierno de la República de Guatemala iniciativas, estrategias y

acciones que deberán seguirse, tanto a nivel nacional, como regional, para

abordar bilateral y multilateralmente dicho tema.

De dichas alianzas, y dado que cada país de la Región ha impulsado importantes

estrategias para el abordaje integral y responsable del fenómeno migratorio, fue

factible precisar acciones concretas como Región Centroamericana. Un importante

avance para cumplir con tal objetivo fue la definición de una Posición Regional

respecto a la Reforma Migratoria Integral en Los Estados Unidos de América,

concretada el 22 de octubre de 2009 por representantes de los Gobiernos de

República Dominicana, El Salvador y Guatemala en la sede del Sistema de la

Integración Centroamericana en San Salvador, concretándose en ella los aspectos

que, a juicio de los participantes, debieran contemplarse en toda discusión que de

la reforma migratoria se realice, enfocados fundamentalmente a la amplia

regularización de nuestros connacionales en los Estados Unidos de América, así

como incorporar procesos migratorios para la reunificación familiar en su

concepción más amplia, especialmente de cónyuges e hijos menores de

residentes y asegurar el mantenimiento de los mecanismos existentes para que

los familiares deportados de personas regularizadas puedan tramitar su retorno

legalmente para mantener la unificación familiar, entre otros.

Esta experiencia evidencia la necesidad imperiosa de establecer una estrategia

regional en materia migratoria entre los países miembros del Sistema de la

Integración Centroamericana, dada la coincidencia de necesidades, dinámicas y

efectos del tema migratorio en los países de la Región.

4. SITUACIÓN MIGRATORIA ACTUAL EN LOS ESTADOS UNIDOS DE

AMÉRICA, PRINCIPAL PAÍS DE DESTINO DE MIGRANTES DE LA

REGIÓN CENTROAMERICANA

A partir de 2001 el enfoque sobre el tema migratorio en los Estados Unidos de

América ha adquirido un matiz distinto. Los acontecimientos en los Estados

Unidos de América han tenido impactos sobre las políticas de admisión y control

migratorio, así como sobre la seguridad en las fronteras, no sólo de ese país, sino

de sus vecinos. De esa cuenta, se percibe una peligrosa influencia de las agendas

de seguridad nacional, seguridad fronteriza y de lucha contra el terrorismo sobre la

agenda migratoria, de la cual ya han dado cuenta y señalado sus implicaciones las

organizaciones civiles relacionadas con el fenómeno migratorio en la región.

Situaciones como la crisis financiera han marcado efectos negativos para la

población migrante, así también las tendencias de incremento de las

deportaciones.

Existe un fuerte debate en los Estados Unidos de América sobre la necesidad de

actualizar la normativa migratoria vigente en La materia, principalmente respecto a

la Ley de Inmigración, vigente desde 1953, en plena postguerra. Si bien hubo

reformas parciales -como por ejemplo la amnistía masiva en 1986, el Programa

ABC como un permiso de trabajo en 1990, el programa NACARA de 1997 o la

regularización de las visas T Víctimas de Tráfico Humano y U para inmigrantes

víctimas de crímenes- se hace fundamental retomar la necesidad de reestructurar

la normativa legal aplicable sobre migración en los Estados Unidos de América.

Asimismo, a nivel estatal ha habido discusiones respecto al tema, algunas

enfocadas a crear mecanismos de restricción para el desarrollo de los flujos

migratorios, principalmente fronterizos. Ejemplo de ello es la aprobación de la Ley

SB 1070 (Senate Bill 1070) del Estado de Arizona, misma que regula

inconstitucionalmente la inmigración, al establecerla como un delito estatal

separado de los delitos que sí estipula la ley federal, permitiendo a los oficiales de

la policía investigar, detener y arrestar a personas suponiendo que son

inmigrantes sin documentos y a la vez prohíbe a los gobiernos de las ciudades,

pueblos y condados a tener establecida cualquier política que limite la

investigación de violaciones a la aplicación de leyes federales que sea menos del

máximo grado permitido por la ley federal y requiere a los oficiales de policía hacer

un intento razonable para determinar el estatus de inmigración de una persona

siempre que exista una sospecha razonable de que las persona esté presente

ilícitamente y a verificar su estatus con el gobierno federal.

Independientemente de las reacciones de diversa índole que la Ley de Arizona ha

generado tras su aprobación y de sus eventuales inconstitucionalidades que serán

discutidas en el seno del sistema judicial estadounidense, la misma refleja una

posición que comparte un considerable número de actores migratorios en los

Estados Unidos de América y, en todo, caso, ha reabierto el debate migratorio en

dicho país, que parecía cerrado tras la aprobación en marzo pasado de la reforma

en materia de salud.

Otro ejemplo de disposiciones legales restrictivas en materia de migración lo

constituyó en 2005 la Ley HR-4437, discutida en California, que vincula el tema de

migración indocumentada con la lucha contra el terrorismo e incluye la

construcción de un muro fronterizo, la penalización de la solidaridad de las redes

migratorias de apoyo, la sanción de los patrones que conceden empleo a

trabajadores indocumentados y, al igual que el caso de Arizona, criminaliza la

condición de inmigración indocumentada.

Ante estas leyes sectarias estatales y frente a la posibilidad de una reforma

migratoria en los Estados Unidos de América, se ratifica la necesidad de articular

esfuerzos conjuntos de incidencia política que, adicionalmente a crear

mecanismos para la asistencia, atención y protección migratoria entre los países

centroamericanos, posibiliten definir estrategias, y acciones concretas para

participar en la discusión amplia de la referida reforma.

Lo anterior, tomando en cuenta que sobre el tema migratorio, el Sistema de

Integración Centroamericana ha procurado el fortalecimiento del diálogo y la

cooperación entre los países miembros, con el objetivo de reducir las condiciones

de riesgo y vulnerabilidad de la población migrante indocumentada y de impulsar

el desarrollo de sus pueblos para así generar mayores y mejores oportunidades de

bienestar para los ciudadanos en sus respectivos países.

Así también, los países miembros del SICA han reafirmado el compromiso de

apoyar a la población migrante residente en Estados Unidos para que cumplan el

objetivo de lograr un estatus legal en ese país en el corto plazo a través de una

Reforma Migratoria Integral que promueva un movimiento migratorio ordenado, así

como una unificación familiar como principios.

Los Estados miembros del SICA, tienen características similares, son territorios

de origen, de tránsito, de destino, de retorno y de migraciones internas y

transfronterizas, por lo consiguiente, requieren desarrollar estrategias comunes

para enfrentar el fenómeno migratorio de una manera integral, si bien es cierto, se

ha promovido el tratamiento del tema migratorio en los principales foros

bilaterales, regionales y multilaterales, es necesario fortalecer y plantear una

estrategia conjunta sobre el tema que posibilite el manejo integral del fenómeno y

su dimensión humana.

Así, podemos concluir que el fenómeno migratorio ha tenido diversos impactos en

los ámbitos económico, político, étnico, demográfico y cultural; en las

comunidades de origen; en las de tránsito y en las de destino. La dimensión

política está estrechamente ligada a la necesidad de formular políticas integrales

como Región para el abordaje del fenómeno, las cuales deben orientarse a la

protección de derechos humanos y políticos de los migrantes, independientemente

de su estatus legal. Su permanencia dentro de la agenda de cada Estado debe ir

acompañada por políticas regionales de incidencia ante terceros Gobiernos.

5. Presentación de la Propuesta de una Estrategia Regional

Centroamericana presentada por el Ministerio de Relaciones

Exteriores de la República de Guatemala al II Foro Iberoamericano

Una estrategia integral para abordar el tema migratorio desde una perspectiva

regional, estaría orientada hacia cuatro objetivos:

1. Coordinar y definir acciones por parte de los Estados miembros del

Sistema de la Integración Centroamericana (SICA). Dichas acciones

estarían enfocadas a proteger, atender, brindar asistencia y auxilio a la

población migrante procedente de esos países, que residen en los

Estados Unidos de América.

2. Definir e implementar mecanismos regionales que brinden apoyo a las

acciones que llevan a cabo los países miembros del SICA, orientados

hacia la protección de los derechos humanos de la comunidad migrante.

3. Promover acercamientos y acciones conjuntas de las comunidades de

migrantes provenientes de los Estados miembros del SICA, que residen

en los Estados Unidos de América, para lograr una mayor incidencia en

el favorecimiento de sus condiciones de vida.

4. Realizar acciones enfocadas a favorecer a las familias de los migrantes

provenientes de los Estados miembros del SICA.

La coordinación de acciones por parte de los Estados miembros del SICA

constituye un elemento clave que implica tener dentro de sus líneas de acción, la

elaboración de una agenda común y una política regional en materia migratoria,

por lo que es preciso definir el contenido y la agenda de las reuniones periódica

que abordarán la temática.

Asimismo, es fundamental el fortalecimiento de las estructuras encargadas del

tema consular y migratorio en cada uno de los países miembros, a través de

realización de foros, seminarios y talleres.

El tema de los derechos humanos de la comunidad migrante centroamericana

constituye un componente necesario para implementar una estrategia. En ese

sentido, es preciso continuar reafirmando y promoviendo en las diferentes

reuniones que se realicen, en el marco del SICA, acciones coordinadas y

encaminadas hacia la incidencia en la defensa y protección de los derechos

humanos de la comunidad migrante procedente de los Estados Miembros del

SICA, ante el Gobierno de los Estados Unidos de América.

Existe una serie de programas que ya se están llevando a cabo en cada uno de

los países miembros del SICA, orientados hacia la protección de los derechos

humanos de la comunidad migrante. De tal forma, se hace necesaria la

implementación de mecanismos regionales que apoyen dichas acciones, lo cual

implicaría el fortalecimiento de los programas de recepción, asistencia y

reinserción de los migrantes procedentes de los Estados miembros del SICA, que

son deportados desde el exterior y para ello es conveniente una revisión de los

programas que actualmente están llevándose a cabo en cada uno de los países e

intercambiar experiencias para mejorar las prácticas ya existentes.

La falta de información sobre los derechos que les asisten a los migrantes, es un

factor que dificulta su protección y a nivel regional se propone el diseño, desarrollo

y divulgación de información a través de una campaña orientada hacia los riesgos

de la migración, los derechos que asisten a la población migrante y sus derechos

laborales en Estados Unidos, los beneficios del TPS, entre otros; Asimismo

facilitaría al logro de este objetivo, contar con un canal abierto de comunicación

que incluya noticias coyunturales y regionales, tal es el caso de una página web.

A nivel interno, cada uno de los Estados miembros del SICA debe procurar y

asumir el compromiso de la generación de cambios institucionales para garantizar

y proteger los derechos humanos de los migrantes.

Los grupos organizados de migrantes en Estados Unidos son un componente que

no puede quedarse fuera de una estrategia, es indudable la incidencia que estos

grupos han tenido en las decisiones internas de ese país y los beneficios que

podrían favorecer sus condiciones de vida, de llevarse a cabo esfuerzos de una

manera conjunta por parte de las comunidades de migrantes provenientes de los

Estados miembros del SICA.

La realización de diálogos con la comunidad de migrantes permitirá contar con una

mayor cantidad de elementos que permitan abordar el tema migratorio desde una

perspectiva regional y en ese sentido, deberán establecerse mecanismos de

coordinación a través de la red de funcionarios consulares de cada uno de los

Estados miembros del SICA, que se encuentre coordinada entre sí y que cuente

con una agenda común para cada uno de los estados de los Estados Unidos de

América. Esa información contribuirá a definir una propuesta regional de

incidencia en la agenda de discusión bilateral entre el SICA y los Estados Unidos

de América.

Una visión integral del tema migratorio precisa abordar la generación de desarrollo

en los países de origen de los migrantes, por lo que la estrategia debe contemplar

apoyar proyectos y actividades encaminadas a favorecer el desarrollo de las

familias de los migrantes y por ende el desarrollo de la sociedad, a través la

reinserción social, laboral y la búsqueda de inversión para las remesas, orientado

hacia ese objetivo se tiene prevista la organización de una exposición regional de

negocios en Estados Unidos de América para informar a la comunidad migrante

acerca de las posibilidades de inversión que se tienen en cualquiera de los

Estados Miembros del SICA.

La alianza para implementar la Estrategia Integral Regional Centroamericana

para el Abordaje del tema Migratorio implica que los Estados compartan sus

experiencias, logros y acciones pendientes con los demás Estados, a efecto que

en un futuro se institucionalice el tema dentro del qué hacer de la agenda política

regional.

Matriz de la Estrategia Integral Regional Centroamericana para el Abordaje del tema

Migratorio

Objetivos Líneas de Acción Actividades

1. Coordinar y definir acciones por

parte de los Estados miembros del

SICA, tendientes a proteger, atender,

brindar asistencia y auxilio a la

población migrante procedente de

esos países, que residen en los

Estados Unidos de América

1.1 Definir una agenda común y una

política pública regional en materia

migratoria

1.2 Fortalecimiento de las estructuras

que se encargan del tema consular y

migratorio en las Cancillerías de cada

uno de los países miembros del SICA.

1.2.1 Definir el contenido y la agenda

de reuniones periódicas del personal

técnico de apoyo del tema consular y

migratorio.

1.2.2 Llevar a cabo actividades de

capacitación y profesionalización para

el personal técnico de apoyo del tema

consular y migratorio, en ese sentido

podrían realizarse foros, seminarios y

talleres.

2. Definir e implementar mecanismos

regionales que brinden apoyo a las

acciones que llevan a cabo los países

miembros del SICA, orientados a la

protección de los derechos humanos

de la comunidad migrante.

2.1 Continuar reafirmando y

promoviendo en las diferentes

reuniones que se lleven a cabo en el

marco del SICA, el desarrollo de

acciones de coordinadas hacia incidir

en la defensa y protección de los

derechos humanos de la población

migrante procedente de los Estados

Miembros del SICA, ante el Gobierno

de los Estados Unidos de América.

2.2 Gestionar una estrategia regional

para generar en los países en tránsito

y destino, los cambios institucionales

necesarios para la garantía y

protección de los derechos humanos

de los migrantes.

2.3 Fortalecimiento de los programas

de recepción, asistencia y reinserción

de los migrantes procedentes de los

países miembros del SICA que son

deportados desde el exterior

2.3.1 Realizar una revisión de los

programas de recepción, asistencia y

reinserción que posee cada uno de los

países miembros del SICA y promover

el intercambio de las mejores

prácticas.

2.4 Desarrollar mecanismos de

información sobre los derechos

humanos de los migrantes.

2.4.1 Diseñar, desarrollar y divulgación

a nivel regional de una campaña sobre

el tema migrante que incluya los

riesgos de la migración, los derechos

que asisten a la población migrante,

que contemplen los derechos

laborales en Estados Unidos,

beneficios del TPS, entre otros.

2.4.2 Diseñar una página web donde

pueda incluirse información acerca de

los derechos de los migrantes, así

como de noticias y campañas

coyunturales.

3. Promover acercamientos y acciones

conjuntas de las comunidades de

migrantes provenientes de los Estados

miembros del SICA, que residen en los

Estados Unidos de América, para

lograr una mayor incidencia en el

favorecimiento de sus condiciones de

vida.

3.1 Establecer mecanismos de

coordinación con las comunidades de

migrantes provenientes de los Estados

miembros del SICA, para incidir a su

favor ante las autoridades de dicho

país.

3.1.1 Promover la realización de

reuniones entre los funcionarios

consulares de cada uno de los

Estados miembros del SICA, que se

encuentran nombrados en los

diferentes Estados de la Nación

Norteamericana que permita definir

una agenda común en cada Estado

norteamericano, que tenga como

objetivo mejorar las condiciones de

vida de la comunidad proveniente de

los Estados miembros del SICA.

3.1.2 Promover la realización de

diálogos con la Comunidad

proveniente de los Estados miembros

del SICA, a fin de establecer

procedimientos para abordar el tema

migratorio a nivel regional.

3.1.3 Definir una propuesta regional de

incidencia en la agenda de discusión

bilateral SICA-Estados Unidos de

América.

4. Realizar acciones enfocadas a favor

de las familias de los migrantes

provenientes de los Estados miembros

del SICA.

4.1 Realizar o apoyar aquellas

actividades, reuniones o eventos

enfocados a favorecer a la comunidad

migrante y sus familiares, así como

proyectos para la reinserción social y

laboral e inversión de sus remesas.

4.1.1 Promover la organización de una

exposición regional de negocios en

Estados Unidos de América, para

informar acerca de las posibilidades de

inversión de remesas a las que puede

tener acceso la comunidad migrante

para invertir en cualquiera de los

Estados miembros del SICA.

4.1.2 Promover la realización de

actividades culturales de la comunidad

migrante proveniente de los Estados

Miembros del SICA.