Pronunciamiento de monseñor Colindres
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1
CONFERENCIA DE PRENSA
VALOR DE LA PERSONA HUMANA
MONSEÑOR FABlO COLINDRES
1 - " La Iglesia es experta en humanidad" ( PP. Pablo VI ).
La misión de la lglesia es clara: " Vayan por todo el mundo
y anuncien la Buena Nueva a toda creatura" ( M t 28).
La buena Nueva es esta: que el poder de la muerte ha sido
vencido por la Vida y que Dios tiene un proyecto de amor
que me lleva a perder el miedo y a creer que las c.osas que
más nos hacen sufrir tienen solución. v
Es con este mensaje fresco que la Iglesia cuida con
particular atención de los más golpeados y abandonados, de
los que han perdido el sentido de la vida, de los que más
sufren en el cuerpo y en el espíritu.
Los pastores conocemos el sentido profundo de las palabras
de Jesús: " No es la gente sana la que necesita médico, sino

los enfermos. No he venido a llamar a justos, sino a
pecadores" (Marcos 2,17).
Lo propio del mensaje, siempre nuevo, de Jesús, que es el
mensaje de su Iglesia, de nosotros los pastores, es
promover con esperanza y con fe la conversión del corazón,
buscar la unidad y trabajar por la paz; por ser " Artesanos
de la paz" ( Beato Juan Pablo II ).
1 1 - Antecedentes:
A- El dolor nacional
Hace tiempo he recibido las súplicas de familiares que
han vivido en carne propia, en su familias, la muerte de
uno o varios de sus seres queridos (desmembrados,
encontrados en bolsas negras, desaparecidos ...).
También de familiares de policías y soldados
encontrados muertos o amenazados.
El clamor ha sido este: " Monseñor diga una palabra de
aliento, denos un mensaje de ánimo, queremos sentir

la voz de la Iglesia que nos defiende del mal y nos
consuela en nuestras penas y dolor.
Una orientación de nuestros pastores que velan por
nosotros en medio de las angustia y de la muerte
cotidianas. Se nos acaban las fuerzas y no podemos 11 más ... .
Además, gran porcentaje de estas peticiones es a favor
de los hombres y mujeres privados de libertad en todo
el País; son dos las peticiones más recurrentes: 1)
sobre los que están muy enfermos o con
enfermedades terminales. Y 2) a favor de aquello< que
están urgidos de que su situación jurídica sea evaluada
o revisada. El clamor es más sentido por las personas
recluidas en el centro penal de máxima seguridad en la
Ciudad de Zacatecoluca.
B- Decisión de hablar al respecto con el Señor Ministro
de Justicia.
Desde el año pasado, cuando el Señor General de
División David Munguía Payés se desempeña como

Ministro de la Defensa Nacional, comienzo a
expresarle, en mi calidad de Obispo Castrense y
Policial de El Salvador, mi preocupación pastoral por
la crisis social y situación dolorosa de la Nación.
La respuesta es esperanzadora, se compromete a
estudiar, analizar los elementos necesarios para esta
petición humanitaria, que varios hermanos en la fe
también están pidiendo, tenga eco.
III - UNA SEMILLA DE ESPERANZA
Con el nombramiento del General Munguía Payés
como Ministro de Justicia y Seguridad, y conociendo
su alta sensibilidad por los problemas sociales y su
respeto de la dignidad humana, retomo con más
insistencia la necesidad de encontrarJ.no paliativos
sociales a la crisis sino tocar con mano, los posibles
fundamentos del laberinto de sufrimiento en que
vivimos.
En esto coincidíamos, él por la parte de seguridad y
profesionalismo en su Ramo, yo por mi labor propia
de pastor que veía perecer a mi rebaño, y dolor de la
Nación.

Por ello, suplico al Señor Ministro dos cosas: 1) El
gesto humanitario de movilizar, en el nombre de
Dios, un mecanismo que vaya constatando en la
medida de lo posible la situación de salud de los
ciudadanos privados de libertad en nuestro sistema
penitenciario. A fin de que si la ley lo permite
puedan ser trasladados.
Recuerdo haberle mencionado como ejemplo el
caso de salud del señor Carlos Perla a quien pude
visitar en dos ocasiones en el centro penal de
Metapán, Santa Ana, y más tarde en Zacatecoiuca,
donde llegué para animar a todos los privados de
libertad de ese lugar con la celebración de la santa
Misa, precisamente porque sabía de sus múltiples
enfermedades y deterioro creciente de salud,
últimamente más crítico por su asma crónica. Lo
mismo el caso delicado en la salud del señor ,
Buenaventura, afectado por una parálisis compleja.
2) - M i segunda súplica se refería a lo que ya he
mencionado, la situación legal de los reos. Sus
familiares me hablaron del cumplimiento de la ley y

del cumplimiento de porcentajes de sus penas.
Recuerdo que no le supe explicar eso al señor
Ministro porque no entiendo de por menores en ley
penitenciaria. Sólo le pedí clemencia por ellos en
este sentido.
- Respeto al marco de la legalidad.
Deseo expresar, y dejar muy claro, que una de las
cosas que manifesté al Señor Ministro era que la
Iglesia jamás pedía vulnerar el sistema legal de una
Nación y que, por tanto, todo que yo le suplicaba,
como un gesto humanitario, era: llevar a cabo
aquello que fuese posible dentro del marco de la
legalidad.
IV - MEDIACIÓN PASTORAL ENTRE DOS BANDOS
Esta es la iniciativa humanitaria que como pastor he
realizado, en colaboración de la sociedad civil, con el
acompañamiento del señor Raúl Mijango:
Al tener la ocasión de un encuentro inicial con un
grupo de reos, primero del grupo pandilleril MS 13 y

posteriormente del grupo M18, recluidos en
Zacatecoluca, advertimos en primer lugar su situación de enfermedad, que no es alentadora, y
luego un cansancio profundo, causado por el
desgaste de los años en esa prisión y por la lucha
creciente entre pandillas.
Inmediatamente les exponemos el
encuentro:
sentido del
1) la Nación está devastada por la cantidad dolorosa
de innumerables muertos, algunos de ellos
brutalmente asesinados, el clima sofocante de la práctica de extorciones y la renta, el asesinato de
P
tantos inocentes entre ellos muchos niños y
estudiantes, masacres de familias enteras. El
panorama es dantesco e infernal. Gran cantidad
de estas víctimas es el resultado de la lucha entre
los mismos grupos pandilleros con la consecuente
desaparición de sus propios familiares.
4 2) - el objetivo primordial es lograr, con la
mediación pastoral de la Iglesia y de la sociedad
civil, un entendimiento entre pandillas para

frenar el índice delincuencial que involucra a sus
propias familias y a la entera sociedad.
3) -Se trataba de un accionar social sustancial, que
nos llevaba a proponerles no el cese temporal de
agresiones mortales sino la definitiva
humanizacion de un conflicto, con dimensiones ya
descontroladas y alarmantes para todos.
4) - dejamos muy claro lo siguiente: no estábamos
hablando de una negociación entre Gobierno y
pandillas, tampoco de una negociación ente la
Iglesia y las pandillas; sino de un entendimiento
entre las padillas mismas para que, llegando a la comprensión y al dialogo entre ellas, pudiéramos
lograr la paz anhelada por todos.
5) El fundamento motivador de esta petición se
apoyaba en una serie de reflexiones espirituales a
la luz de la Palabra de Dios y aprovechando el
tiempo de la Cuaresma, espacio propicio para el
arrepentimiento, la conversión, el cambio del
corazón. Les canté la canción "se puede", para
recordarles que donde hay fe y amor todo es
posible.

6) Además era rnotivador saber que la Iglesia había abogado con particular esmero, junto a la
sociedad civil, para que en un gesto humanitario
las autoridades correspondientes atendieran los
casos de salud más delicados y se tuviera la
pronta evaluación de los casos de posibles
traslados a aquellos que por motivos de salud o
porque la ley así lo estipulaba calificaran para ello.
Jamás dejamos de mencionar que todo ello debía
llevarse a cabo en el marco de lo legal y que
nosotros tan solo intercedíamos y no nos
correspondía tomar ninguna decisión. v
V - SORPRENDENTE RESPUESTA
1) Quedamos sorprendidos al escuchar de parte de
ambas pandillas que:
- Elloseran los primeros en experimentar la necesidad
de un entendimiento entre ellos que frenara la
situación caótica de la Nación, que involucraba a sus
propias familias.

10
Que estaban esperando el momento oportuno para
poder dar este " paso" y necesitaban una presencia
humanitaria de cierta dimensión con la cual poder
llegar a un entendimiento entre pandillas y a ser
escuchados en sus necesidades mas urgentes en los
distintos centros penitenciarios de la Nación.
Que el terreno estaba "maduro" para este
acontecimiento; porque, ellos estaban muy
conscientes de que, si bien se les ha visto como un
problema o el problema más grande del País, ellos
también eran gran parte de la solución.
- Que no pedían la condonación de sus penas o que
los dejaran en libertad, que estaban bien
conscientes de sus delitos y que probablemente
muchas personas nunca los perdonarían, solo Dios,
que lo único que pedían era un trato digno en las
cárceles para ellos y para sus familiares que les
visitan; las aplicaciones justas de las leyes y el
esfuerzo de la sociedad para no perseguir, agredir o
condenar a una persona solo por el hecho de llevar
marcado su cuerpo con tatuajes. Que la sociedad
considerara la posibilidad futura de no destruirlos

sino ayudarles para volverse útiles a la Nación y
poder así un día ganar dignamente un sustento para
sus propias familias y no tener así necesidad de imponer rentas para sobrevivir.
Ahora estaban dispuestos a poner de su parte para
cesar las agresiones en nombre Dios, y con el
soporte espiritual y humanitario de la Iglesia Católica
y la sociedad civil, empeñando todos sus esfuerzos
por demostrar su deseo de ser vistos como parte de
la soluci6n.
Fue particularmente significativo el momento en
que nos vimos rodeados y apoyados en nu~st ra
propuesta humanitaria por ambas pandillas; querían
demostrar su buena voluntad de cambio y de
entendimiento con la mediación de la Iglesia.
VI - BREVE REFLEXIÓN DE LOS HECHOS
1) He procedido a esta iniciativa pastoral y humana
en mi calidad de Obispo Castrense y Policial de El
Salvador. Es precisamente a mí a quien compete
hablar o callar en este ámbito, observar
silenciosamente o intervenir pastoralmente ante

el clamor de esta Diócesis que comparte la
realidad de toda sociedad salvadoreña. He
preferido hablar, pero con la pedagogía de Jesús,
buen pastor, sin destruir a nadie y buscando el
bien de todos. Buscando las soluciones a los
problemas con el trato y el entendimiento
humanitario que ya logró una vez la paz en El
Salvador.
2) La división y enfrentamiento sangriento de las
pandillas es reflejo del estilo de sociedad que
tenemos, vivimos enfrentados destruyéndonos
entre nosotros mismos, no somos capaces de
respetar a los demás en sus distintas formas de
pensar o de ser.
3) El descenso en el índice cotidiano de muertes no
debe ser motivo de sospechas infundadas y falsas,
sino motivo de alegría y esperanza en un nuevo
amanecer, en un nuevo El Salvador con la
bendición de Dios y nuestra madre la Reina de la
Paz,
4) Esto es por lo que tanto el País ha orado.

5) Esto lo que la entera sociedad ha exigido con
angustiante perseverancia, la paz social.
6) La paz es el más grande sueño de todos, no
tengamos temor de ya no tener noticias malas,
nosotros somos capaces de cosas buenas y esa es
la mejor noticia que hay.
7) Cuantos hombres y mujeres han ofrendado sus
vidas por este ideal. No se trata de obtener la paz
a cualquier costo, se t rata de costear todps el
precio de la paz, que no es barato, por ello invito a
la Nación, con mucha humildad, a unirnos y no a
dividirnos cada día más, a pensar en nuevas
soluciones para los nuevos problemas sociales, a
pensar en soluciones extraordinarias (como la
que nos ocupa) porque extraordinarios son los
problemas que vivimos, a tener el coraje de
liberarse del miedo para no hacernos parte del
mal sino hacedores de bien.

Vamos a servir a l País, vamos a promover los valores que
nos han hechos libres, sería hermoso reunirnos un día
todos, en la Plaza del Divino Salvador del Mundo, bajo
las únicas banderas de la Paz y de nuestro Pabellón
Nacional.