Profesora Eliana Marina Ifrán - Escuela Secundaria Euforión … · 2019-09-08 · Profesora...
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Profesora Eliana Marina Ifrán - Escuela Secundaria Euforión
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Unidad 2
La Revolución Neolítica La Revolución Neolítica generó una nueva forma de obtener alimentos y de relacionarse con la naturaleza. El desarrollo de la
agricultura y la ganadería en algunas zonas del planeta provocó una serie de inconmensurables cambios que transformaron
irremediablemente la vida humana. Qué fue la Revolución Neolítica, donde ocurrió, cuándo, por qué y cómo son los interrogantes
que responderemos a lo largo de este capítulo sobre uno de los procesos revolucionarios más relevantes que vivió la humanidad.
Temas: El paulatino reemplazo de los estilos de vida nómada por el cultivo del suelo. De la agricultura como complemento de la caza
y la recolección a la intensificación agrícola. Fomento del desarrollo de las especies animales y vegetales más útiles. La agricultura y
el desarrollo de tecnologías, nuevas relaciones sociales y nuevos modos de organizar el espacio: aldeas y pueblos. Crecimiento
demográfico y cambios tecnológicos. La coexistencia entre modos de vida cazadores/recolectores, pastoril y agrícola.
La gran Revolución
Actualmente, el término “Revolución” se aplica a cuestiones muy diversas. Se habla de Revolución tecnológica, de
Revolución de Mayo, de Revolución Francesa, entre muchas otras. Dada la diversidad de sus aplicaciones, conviene especificar que entienden las ciencias sociales por este concepto.
La palabra proviene del latín y significa “dar vuelta” o “volver”. Tomando esta idea del movimiento, las Ciencias sociales
usaron este término para calificar y describir momentos de cambio en la forma en que los hombres se relacionan con la naturaleza o entre ellos.
Sin embargo, no toda variación es una Revolución. Solemos utilizar este concepto cuando el cambio es irreversible y
sustancial, que transforma radicalmente la vida de los seres humanos. Por ejemplo, en los últimos años ha ocurrido una
Revolución en las comunicaciones basada en internet que impide volver a tener una vida sin ciertas tecnologías, como la computadora o el celular.
¿Qué es el Neolítico?
Neolítico es una palabra de origen griego que significa “Edad de la nueva piedra” y hace referencia al desarrollo de una nueva técnica para trabajar la piedra (el pulido) que permitió hacer herramientas más precisas. Sin embargo la
característica principal de las sociedades neolíticas es haber domesticado ciertas especies de plantas y animales para
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facilitar la obtención de alimentos. Esto posibilitó a la humanidad un desarrollo material gigantesco en comparación con las sociedades cazadoras-recolectoras. Así, la Revolución Neolítica fue el proceso de cambios radicales que provocaron
el desarrollo de la agricultura y la ganadería entre algunos grupos humanos de distintas partes del mundo.
Una explicación multicausal
¿Cómo explicar el surgimiento de la agricultura y la ganadería entre algunas sociedades cazadoras-recolectoras en un
momento y un lugar determinado? El desarrollo de una nueva forma de obtener alimentos y relacionarse con la naturaleza
no fue producto de una única causa sino de varias.
El cambio climático
Hace aproximadamente 12.000 o 13.000 años se produjo el fin de la última glaciación. El aumento de la temperatura general del planeta provocó la disminución de los glaciares, la extinción paulatina de la megafauna y la reducción del
tamaño de algunos animales. Por lo tanto, se redujo la principal fuente de alimentos de los grupos cazadores-recolectores.
El cambio climático provocó que se secaran ríos, desaparecieran bosques y campos de hierbas, y se conformaran desiertos. Frente a estas nuevas condiciones, los grupos humanos debieron buscar otros modos para obtener recursos. Sin
embargo, en algunas regiones se desarrolló un clima más benigno (más cálido y más húmedo) que permitió mejores
condiciones para el crecimiento de los vegetales. En estas áreas, algunas personas observaron que donde caían semillas
silvestres, aparecían nuevas plantas. Así, empezaron a analizar los procesos de nacimiento, crecimiento y muerte de las plantas silvestres. A su vez, a medida que los animales que cazaban comenzaron a escasear, creció la práctica de la pesca
y la recolección.
El crecimiento demográfico
Durante miles de años, los cazadores-recolectores se habían relacionado con la naturaleza de manera exitosa. La caza de animales y la recolección de vegetales les habían permitido sobrevivir, reproducirse y expandirse por el planeta. Sin
embargo, con el cambio climático las fuentes de comida comenzaron a escasear y no fueron suficiente para una población
en constante crecimiento. Hasta ese momento, cuando un grupo crecía por encima de la disponibilidad de alimentos de la
zona, sus integrantes se separaban para poblar un nuevo espacio deshabitado. Sin embargo, luego del poblamiento de América quedaron menos espacios disponibles. A su vez, las técnicas y los conocimientos de la época no eran suficientes
para equilibrar la relación entre la cantidad de alimentos necesarios y la población existente.
Los cambios culturales
En algunas regiones del planeta, como la Mesopotamia asiática, entre los ríos Tigris y Éufrates; el delta y el valle del Nilo; los valles de los ríos Indo y Ganges; y en las orillas de los ríos Huang He y Yangtsé, gracias a la abundancia natural de
alimentos que crecían de forma silvestre, algunos grupos cazadores-recolectores dejaron de ser nómades y comenzaron un
proceso de sedentarización, es decir que se establecieron – por un tiempo prolongado- en un lugar fijo de residencia.
Muchos investigadores plantean que al estar durante todo el año en la misma región, pudieron apreciar los cambios que ocurrían en cada estación y los ciclos de las plantas y los animales, y así desarrollar la agricultura. Por el contrario, otros
científicos sostienen que fue el desarrollo de la agricultura lo que llevó al sedentarismo. De todos modos, cada región tuvo
procesos particulares.
Así, hace poco más de 10.000 años, en aquellas regiones donde la presión poblacional era más fuerte, el clima era
benigno, las poblaciones tenían tendencia a la sedentarización y existían especies vegetales y animales capaces de ser
domesticadas, se desarrollaron la agricultura y la ganadería, lo que cambió para siempre tanto la forma en los seres
humanos se relacionan con la naturaleza como entre ellos mismos.
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El complejo camino a la Revolución Neolítica
El proceso de domesticación es complejo, ya que implica el control del desarrollo de una especie animal o vegetal desde su nacimiento hasta su muerte. Mediante una selección artificial por parte del ser humano, la especie domesticada
modifica los atributos naturales o silvestres, y desarrolla caracteres que se transfieren de generación en generación.
A pesar de las ventajas evidentes que tiene la domesticación de plantas y animales, este cambio no fue sencillo, ni rápido, ni estuvo exento de problemas. Uno de los principales inconvenientes que tienen la ganadería y la agricultura es el tiempo
de espera. Mientras que la caza y la recolección brindan alimento inmediato, las actividades agrarias deben ser
planificadas: preparar la tierra, sembrar, cuidar el cultivo, cosechar y almacenar son pasos previos al consumo de
alimentos que, dependiendo de la especie, pueden tardar meses o incluso años. Lo mismo sucede con la ganadería, ya que cuidar a los animales, aparearlos, alimentarlos y carnearlos lleva mucho tiempo y trabajo. Es por eso que la agricultura y
la ganadería se fueron expandiendo lentamente y, por un largo periodo, coexistieron con otras formas de obtener
alimentos –caza, pesca y recolección-, con las cuales se complementaban.
Así, mientras en algunas regiones del planeta diversos pueblos desarrollaron una economía productiva basada en la
agricultura y la ganadería, gran parte de la población mundial seguía viviendo de la caza y la recolección, manteniendo un
estilo de vida nómade. En la actualidad, aún coexisten sociedades agrícolas y ganaderas con poblaciones que viven de la
caza y la recolección, lo que demuestra que el paso hacia la agricultura y la ganadería no es lineal ni necesario.
¿Dónde surgieron la agricultura y la ganadería?
En primer lugar, estas actividades productivas comenzaron a desarrollarse en el Cercano Oriente, región del sudoeste de
Asia. Más tarde, se desarrollaron en el este de África (Egipto), en el este de Asia y, finalmente en Europa y algunas regiones de América. En estas regiones coexistieron una serie de factores: una fuerte presión por obtener nuevas fuentes
de alimentos para muchas personas, la disponibilidad de tierras fértiles y la existencia de especies vegetales y animales
posibles de ser domesticadas. A medida que los cultivos y rebaños de animales se extendían, los humanos que habían optado por esta nueva forma de subsistencia fueron viendo como rápidamente su estilo de vida, la cantidad de bienes que
acumulaban y la forma que tenían de relacionarse entre ellos y con la naturaleza se modificaban aceleradamente.
Dónde Cuándo 1° vegetales
domesticados
1° animales
domesticados
Ríos Tigris y Éufrates 10.000-9.000 años a.C. Trigo, centeno, lenteja Cabra, cordero, cerdo, vaca
Ríos Huang He y Yangtzé 9.000-8.000 años a.C. Arroz, lenteja, mijo, soja, algodón Cerdo, vaca
Ríos Indo y Ganges 9.000-8.000 años a.C. Mijo, arroz, lenteja, sorgo Cerdo, buey
Río Nilo 8.000-7.000 años a.C. Cabada, cebolla, algodón Gato, asno
Andes 6.000-5.000 años a.C. Quinoa, papa Cui, llama
Mesoamérica 6.000-5.000 años a.C. Calabaza, tomate, maíz pavo
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Una nueva relación con la naturaleza
La domesticación de animales y vegetales provocó que el ser humano interfiriera en la naturaleza como nunca lo había
hecho antes. De una economía parasitaria en la que satisfacía sus necesidades a través de la caza y la recolección, pasó a
una economía productiva, que le permitió obtener más recursos de los estrictamente necesarios para la supervivencia. Así, por primera vez, la humanidad pudo generar excedentes, es decir, la producción que sobra una vez separado lo necesario
para alimentar a la población existente, además de reservar una parte de las semillas o de los animales para volver a
producir al año siguiente. Estos excedentes les posibilitaron asegurarse el alimento en épocas de escasez o intercambiarlo
con otros grupos por alimentos que no producían.
El desarrollo de la agricultura y la ganadería requería tierras fértiles, una provisión constante de agua para riego y espacios
estables para el cuidado de los cultivos. Para contar con estos recursos, las sociedades neolíticas generaron mayores
cambios en el ambiente que los provocados por los cazadores- recolectores. Por ejemplo, el desmalezamiento de campos o la tala de bosques para poder cultivar, el desvío de ríos para riego, así como las construcciones permanentes, provocaron
en los ecosistemas cambios de una magnitud desconocida hasta el momento.
Además, la domesticación de ciertas especies significó una gran intervención humana en la naturaleza. Hasta la Revolución Neolítica solo las especies más aptas lograban sobrevivir y reproducirse. A partir de esto, el ser humano
comenzó a seleccionar aquellos animales y vegetales que mejor podían satisfacer sus necesidades, y a transformarlos. Por
ejemplo, cada año seleccionaban aquellas semillas de trigo provenientes de las plantas más altas, y con espigas más firmes
y con más granos. O hacían aparearse a las ovejas más lanudas.
Esta selección artificial de las especies, con el paso de los años, provocó cambios genéticos que no se habrían dado de
manera natural, y algunas especies domesticadas ya no pudieron sobrevivir sin el cuidado humano. Así, muchos seres
vivos pasaron a depender de la explotación que el hombre realizaba de ellos.
De cualquier modo, a pesar de que la humanidad adquirió mayor poder sobre la naturaleza, esto no significó la ausencia
de problemas. Por ejemplo, una inundación, una sequía, una plaga o una epidemia podían destruir en minutos los cultivos,
los animales y las construcciones que tanto esfuerzo habían costado. Estas calamidades eran golpes muy duros para las
sociedades agrícolas y ganaderas; en ese sentido, los cazadores- recolectores estaban mejor preparados para enfrentar esos eventos naturales.
ÁREAS DE DIFUSIÓN DE LAS PRIMERAS ESPECIES DOMESTICADAS.
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Las aldeas neolíticas
La domesticación de plantas y animales permitió contar con más y mejores alimentos. Esto hizo posible que los miembros de las comunidades neolíticas crecieran más saludables. Entonces, la mortandad disminuyó y la población comenzó a
crecer a un ritmo más acelerado. La necesidad de cuidar los cultivos para contar con más alimentos aceleró o provocó el
proceso de sedentarización. Sin embargo, recientes investigaciones demuestran que algunos pueblos que practicaban la agricultura en pequeña escala mantuvieron la vida nómade: una vez que cosechaban sus frutos, abandonaban el área.
De todos modos, a medida que había más población y se hacía necesario ampliar la zona de cultivo, aumentaban los
grupos sedentarios. La construcción de obras de riego, de silos y graneros para almacenar los recursos para todo el año, y
de viviendas con materiales difíciles de transportar –como la piedra- promovieron la vida sedentaria. Aparecieron las aldeas, es decir, asentamientos basados en agrupamientos de casas y otros edificios permanentes. Generalmente, estos
poblados neolíticos se establecieron cerca de fuentes de agua (como ríos), ya que eran fundamentales para el éxito de la
agricultura y la ganadería.
La población de la aldea era reducida y era común que sus habitantes estuvieran emparentados entre si y formaran clanes,
como los del paleolítico superior. Las tierras alrededor de la aldea eran de propiedad comunal (pertenecían a todos los
habitantes de la aldea) y se trabajaban en común. Además, la producción se repartía en forma equitativa entre las familias
porque en la aldea no existían prácticamente diferencias sociales. Aunque entre los aldeanos había algunas personas con mayores responsabilidades y por lo tanto ejercían cierto liderazgo, las relaciones eran igualitarias. Los miembros
producían la mayor parte de lo que necesitaban para su subsistencia y recurrían al intercambio (a través del trueque) con
otras aldeas para obtener los productos que les faltaban.
Poco a poco, la población de las aldeas neolíticas creció. Esto se produjo tanto por la reproducción de los propios
habitantes como por la unión de varias aldeas para facilitar la defensa de los recursos o para trabajar la tierra y conseguir
así más alimentos. Una población numerosa podía realizar trabajos colectivos, como construir diques, empalizadas o muros. De esta forma, los poblados comenzaron a desarrollar una infraestructura fundamental para aumentar su
producción como la construcción de acequias y canales de riego. A su vez, este aumento de la producción intensificó los
intercambios de materias primas (cereales, obsidianas, etc.) y productos elaborados (tejidos, piezas de metal, etc.) con
otras aldeas.
En estas aldeas de mayor tamaño, la unión de diferentes clanes dio origen a las tribus. Los habitantes ya no se ligaban por
parentesco sino por el trabajo que realizaban, lo que dio lugar a relaciones de dependencia a medida que crecían las
diferencias sociales.
TAREAS TÍPICAS EN UNA ALDEA NEOLÍTICA
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Comienza la estratificación social
En los primeros tiempos del Neolítico las pequeñas comunidades de agricultores y pastores mantuvieron una organización
muy similar a la de los grupos nómades, entre los que no había diferencias de riqueza o poder. Seguían siendo
comunidades igualitarias y las tareas complejas –como preparar las parcelas, drenar el agua o defender los poblados- se repartían entre todos los integrantes.
Sin embargo, la Revolución Neolítica implicó un cambio radical en las capacidades productivas. Por primera vez en la
historia, el ser humano producía más de lo que necesitaba para vivir, lo que provocó importantes cambios en la
organización social. A medida que aumentó la capacidad productiva, comenzaron a surgir individuos o grupos de personas que, gracias a sus conocimientos o sus habilidades para liderar, se apropiaron de mayor excedente que el resto de
la población.
Al no repartirse la producción en forma equitativa, la sociedad dejó de ser igualitaria. Ante la complejización social se hizo necesario mantener el orden interno y dirigir los trabajos comunes. Surgieron jefes que concentraban el poder, lo que
dio lugar a sociedades de jefaturas. Los jefes no realizaban tareas manuales como el resto de la población sino que eran
los encargados de organizar y dirigir la sociedad.
Jefes y subordinados
A medida que surgían diferencias entre sus miembros, las sociedades neolíticas comenzaron a dividirse en dos grupos. Por
un lado, estaba el grupo dirigente – o dominante- integrado por los jefes, los funcionarios, los sacerdotes y los líderes
guerreros. Estos eran los encargados de dirigir la sociedad. Por ejemplo, determinaban qué, cuándo y dónde producir, resolvían conflictos, protegían el poblado y realizaban ritos tendientes a comunicar al hombre con los dioses. Los
miembros de este grupo disfrutaban de una situación de privilegio y tenían poder y riquezas.
El resto de la sociedad integraba el grupo de los subordinados o dominados, formado por los artesanos, labradores y pastores. Estos eran los encargados de producir los bienes que la sociedad consumía. Debían trabajar la tierra, cuidar los
animales y realizar todo tipo de trabajo manual. A pesar de ser los productores de la riqueza, no disfrutaban de ella, ya que
estaban obligados a pagar un tributo a los sectores que detentaban el poder. El tributo podía pagarse con trabajo (colaborando en la construcción de un templo, por ejemplo) o con parte de la producción (trigo o cebada, por ejemplo).
De esta manera, la Revolución Neolítica provocó en la organización social una nueva forma de dividir el trabajo, que ya
no se basaba en el sexo o en la edad sino en el sector social al que cada individuo pertenecía por nacimiento. Cada sector
cumplía funciones específicas y especializadas que implicaban diferentes grados de riqueza, poder y prestigio. Esta división social del trabajo permitió un gran desarrollo, pero generó una situación paradójica: la humanidad era mucho
más rica que antes, pero unos pocos privilegiados disfrutaban de esas riquezas. Por primera vez hubo ricos y pobres,
poderosos y débiles.
RUINAS DE SKARA BRAE, ALDEA NEOLÍTICA EN LA ACTUAL ESCOCIA
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El desarrollo técnico y tecnológico
Los cambios provocados por la sedentarización requirieron ciertos desarrollos técnicos y tecnológicos. Por ejemplo, la necesidad de una fuente de agua constante para regar los cultivos y dar de beber a los animales generó la construcción de
represas y canales de riego. Además, para desmalezar y cosechar la tierra comenzaron a desarrollarse nuevos utensilios y
herramientas como las azadas, machetes y arados. También aparecieron morteros para moler los granos de los cereales y elaborar harina con la que luego se hacían panes, alimento básico de la dieta neolítica.
Alfarería y metalurgia
Uno de los grandes desarrollos técnicos fue la aparición de la alfarería. Frente a la necesidad de transportar, almacenar,
cocinar y servir los alimentos se desarrolló una técnica que permitió confeccionar recipientes, por ejemplo, vasos y platos. Los seres humanos descubrieron que si se moldeaba el barro o la arcilla y luego se cocía, los objetos se endurecían y
mantenían su forma, lo que permitía distintos usos. Entonces, el hombre comenzó a investigar las propiedades del fuego
sobre los distintos materiales.
Así, el ser humano desarrolló la metalurgia, es decir, la fundición y el trabajo de los metales. Hasta que se comenzó a
utilizar el horno y el fuelle –que posibilitaban controlar el fuego y las temperaturas generadas para fundir el metal-, los
elementos de metal se moldeaban a golpes. Por esta razón, el cobre (más blando que otros metales) fue uno de los primeros metales utilizados por el hombre y comenzó a trabajarse antes del 4000 a. C.
Aquellos pueblos que lograron desarrollar la metalurgia tuvieron enormes ventajas frente a sus posibles rivales, ya que
pudieron elaborar armas más resistentes y letales. Además de armas, los artesanos del Neolítico utilizaron el cobre, el oro,
la plata, el estaño y el hierro para fabricar herramientas, alhajas, adornos y utensilios para uso cotidiano, como cuchillos.
LA ALFARERÍA NEOLÍTICA PERMITIÓ FABRICAR LOS PRIMEROS RECIPIENTES PARA ACUMULAR ALIMENTOS
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EL USO DE METALES PARA REALIZAR UTENSILIOS COMENZÓ EN EL NEOLÍTICO
El desarrollo textil y el aprovechamiento de los animales
Otra área que logró grandes desarrollos fue la textil. La producción de lana, lino y algodón permitió la confección de telas
y tejidos, que reemplazaron las rudimentarias prendas de pieles y cuero. De a poco comenzaron a aparecer novedosas prendas de vestir y demás productos textiles, como frazadas y alfombras que cambiaron las formas de vestir y
promovieron nuevas tareas dentro de los hogares.
Por su parte, la domesticación de animales no solo facilitó la obtención de recursos como carne, leche o pieles, sino que también algunos fueron utilizados como animales de carga y transporte. Así, la invención de la rueda, carretas, arneses
y aperos posibilitó usar la fuerza de bueyes, caballos, elefantes y camellos entre otros, para arrastrar piedras y maderas
pesadas, transportar agua y arar la tierra, así como para favorecer la movilidad de los humanos.
EL USO DE LANA, HILO Y ALGODÓN PERMITIÓ QUE PUDIERAN UTILIZARSE MEJORES PRENDAS DE ABRIGO
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Más excedentes, mayores avances
¿Cómo pudo la humanidad desarrollar estas tecnologías y técnicas en unos cuantos cientos de años? A diferencia de las
sociedades previas (igualitarias) donde todos trabajaban para obtener alimentos, en las sociedades con una organización
social más compleja, herreros, tejedores, alfareros, carpinteros, entre otros muchos artesanos, comenzaron a dedicarse tiempo completo a su actividad gracias a que otros producían el alimento para todos. Así, los avances técnicos fueron cada
vez más significativos.
De este modo, la Revolución Neolítica complejizó la organización social y permitió aumentar la capacidad de la
población para producir excedentes y acumular riquezas.
Los cambios en las creencias
Al igual que los grupos humanos del Paleolítico, los grupos neolíticos continuaron preguntándose sobre las fuerzas de la
naturaleza, la vida y la muerte. Pero, a diferencia de sus antepasados, desarrollaron otro tipo de creencias, algunas de ellas
muy elaboradas y complejas.
Las actividades agropecuarias tuvieron un gran impacto en el desarrollo de los ritos y creencias. Por ejemplo, en el
registro arqueológico se encuentra la proliferación de estatuillas de mujeres obesas –conocidas como “diosas de la
fertilidad” o Gran Madre-, similares a las del Paleolítico Superior. Su culto estaba relacionado con la constante preocupación por la fertilidad de la tierra y de los animales de la cual dependía su supervivencia.
ESTATUILLA NEOLÍTICA
A su vez, la importancia de los fenómenos naturales como las lluvias, el viento, la salida del sol, las fases de la luna y el
cambio de las estaciones comenzaron a ser de vital importancia para las sociedades neolíticas. Por ello consideraron que
los fenómenos naturales eran dioses o producidas por dioses, a quienes dedicaban ofrendas, ritos y sacrificios para que influyeran positivamente sobre los cultivos y rebaños de animales. De esta forma, así como una tempestad o una sequía
eran interpretadas como desprotección divina, una cosecha exitosa era atribuida a la buena relación entre los seres
humanos y sus dioses. A partir de esta asociación surgieron los cultos agrarios (como los llamaron los investigadores).
Los encargados de coordinar las prácticas religiosas e intermediar entre los hombres y los dioses eran los sacerdotes, que
formaban parte del grupo dominante y tuvieron mucho poder, riqueza y prestigio.
Lentamente estas prácticas se fueron concentrando en edificios llamados templos, donde se realizaba el culto, se
almacenaban recursos y se concentraba el conocimiento. Efectivamente, como los fenómenos de la naturaleza estaban
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ligados a las creencias religiosas, muchos sacerdotes se dedicaron a la observación de estos fenómenos para comprender como funcionaba la naturaleza. Estos conocimientos dieron origen a la astronomía antigua, y algunos templos y
monumentos de esa época funcionaron como observatorios astronómicos que registraban los cambios anuales en los ciclos
de la naturaleza.
GÖBEKLI TEPE, TURQUÍA. CONSIDERADO EL PRIMER TEMPLO DE LA HISTORIA
También adquirió gran importancia la práctica de enterrar a los muertos. Esto solía hacerse en lugares próximos a las
aldeas y, en algunos casos, a las viviendas. En muchas oportunidades los muertos eran ubicados en sepulturas junto con
alimentos y algunas de sus pertenencias. Esta práctica manifestaba las creencias de la vida después de la muerte y el respeto hacia quienes habían formado parte del grupo.
ENTERRAMIENTO DURANTE EL NEOLÍTICO: DOLMEN DE CHIANCA, ITALIA
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UNO DE LOS GRANDES MISTERIOS DE LA HUMANIDAD, EL COMPLEJO MEGALÍTICO DE STONEHENGE
La Revolución Urbana
El crecimiento económico de algunas aldeas neolíticas y la formación de sociedades jerárquicas complejas dieron origen a la Revolución Urbana, como se conoce al nacimiento de las primeras ciudades. Estas surgieron por primera vez en el
Cercano Oriente hacia el 7000 a.C.
A diferencia de las aldeas, las ciudades presentan una complejidad mucho mayor y construcciones más sólidas y de tamaño que evidencian funciones económicas, políticas, y sociales y culturales diferenciadas. En ellas, el uso de los
espacios comenzó a segmentarse según las actividades que en ellos se realizaban. Así, por ejemplo, surgieron zonas donde
se concentraban los templos, los palacios, los cuarteles, los graneros y los grandes talleres artesanales, fundamentales para
la vida de las sociedades agrícolas.
Por su importancia y las riquezas que contenían, estos edificios fueron protegidos con fosos, murallas y empalizadas.
Rodeadas por estos sistemas defensivos se encontraban también las residencias de los sectores dirigentes, lo que refleja el
aumento del poder político y religioso. Por el contrario, generalmente el resto de la población de las ciudades habitaba fuera de los muros. Algunas de estas ciudades llegaron a albergar decenas de miles de habitantes. Por lo tanto, para
satisfacer las necesidades de la población, las ciudades comenzaron a efectuar obras de infraestructura. Para ello
construyeron acueductos y fuentes de agua, sistemas de desagües, zonas para arrojar los desperdicios y abrieron calles que
facilitaban el tránsito, entre otras obras.
Sin embargo, el aumento de la población también trajo complejos problemas de convivencia. Para solucionarlos, los
sectores dirigentes buscaron reglamentar la vida de la comunidad, es decir, establecer normas y reglas que, en caso de ser
infringidas, implicaban un castigo.
Además de mantener el orden, las normas establecidas pretendían legitimar y sostener los privilegios de los sectores
dominantes. Por eso, las reglas que se imponían eran atribuidas a la voluntad de los dioses. Con este fin, los sacerdotes
cumplieron una función de suma importancia en estas sociedades, ya que justificaban la existencia de la desigualdad y las jerarquías sociales.
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Al concentrar grandes cantidades de recursos y de población, las ciudades se convirtieron en centros administrativos, económicos, políticos y culturales. En ellas se lograron importantes avances en el conocimiento humano –como la
astronomía, las matemáticas, la escritura y la arquitectura- que dieron lugar a algunas de las principales civilizaciones.
Los restos arqueológicos de las ciudades más antiguas se han encontrado en Turquía (Catal Hüyuk, desde el 6.400 a. C.),
Irak (Jarmo) e Israel (Jericó, desde 6.000 a.C.), Chipre (Khirokitia, desde 5.800 a. C.) y en Serbia (Lepenski Vir, desde 5.800 a. C.)
RECREACIÓN DE LA CIUDAD DE CATAL HÜYUK, TURQUÍA
RUINAS DE LA CIUDAD DE CATAL HÜYUK, TURQUÍA DESCUBIERTAS EN 1958
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El surgimiento del Estado
El crecimiento tanto de la complejidad social como de la capacidad de producir excedentes provocó el aumento de los conflictos y de las diferencias sociales entre los sectores dominantes y dominados. ¿Cómo hacer frente a las nuevas,
crecientes y complejas funciones que requería la organización productiva? ¿Cómo defender los territorios de posibles
ataques o ampliar los existentes mediante la conquista? ¿Cómo mantener el orden de la organización, la estructura y la jerarquía social? Para hacer frente a estos problemas, los sectores dirigentes desarrollaron una serie de elementos que
dieron origen al surgimiento del Estado.
Un Estado es una forma de organización política y legal que tiene autoridad sobre una población asentada en un
determinado territorio y pretende mantener el orden existente a través de un sistema de leyes.
Además de las funciones mencionadas, el Estado se ocupa de la defensa de los territorios ante enemigos externos, así
como de la organización de las tareas que requieran trabajos colectivos. Al contar con el monopolio del uso de la fuerza
legítima – es decir, aquella considerada apropiada por estar basada en un conjunto de leyes y creencias-, es el único que puede aplicar castigos y sanciones a la población que controla. Este poder de policía le permite mantener un determinado
orden social interno.
El Estado también realiza importantes obras de infraestructura como la construcción de represas, diques, canales,
graneros, monumentos, templos, murallas, entre otras costosas construcciones, orientadas a aumentar las capacidades productivas del conjunto social o satisfacer las necesidades de la población. Para poder financiar todas estas actividades y
mantener a las personas encargadas de realizarlas, los Estados establecieron un sistema de impuestos sobre la población y
el territorio que controlaban. En la Antigüedad, la principal forma de cobrar impuestos era mediante los tributos en productos o en trabajo. Por ello se los suele llamar Estados tributarios.
El poder de tomar decisiones que había pasado del conjunto de la comunidad a los jefes y sacerdotes, con el surgimiento
del Estado quedó en manos de autoridades que concentraban las más variadas funciones: dirigir el ejército, hacer las leyes, etc. Estas autoridades contaban con la ayuda de un grupo privilegiado de su familia y un conjunto de funcionarios de
distintas jerarquías que se ocupaban de tareas especializadas, como la recaudación de los impuestos. A este grupo de
asistentes se lo denomina burocracia.
ESCRIBAS Y FUNCIONARIOS ADMINISTRATIVOS SON LOS PERSONAJES CLAVES EN LA ORGANIZACIÓN DE LAS CIUDADES-ESTADO
Para mantener su dominio, las personas que están al frente de un Estado y conforman el grupo dominante utilizan tanto la
coerción como el consenso. La coerción consiste en la aplicación de la fuerza a quien ponga en duda el orden social que intenta ser perpetuado. Por ejemplo, si un campesino se niega a pagar tributo, seguramente sufrirá las consecuencias
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(arresto o castigo físico). Por el contrario, el consenso se produce cuando los sectores dominados sostienen la creencia de que el orden social existente es algo justo, aceptable y correcto, es decir, es legítimo.
En la Antigüedad el consenso se lograba gracias a la religión. Es decir, el dominio de unos hombres sobre otros
descansaba en la creencia de que quienes gobernaban lo hacían porque los dioses así lo habían querido. Por esto último, a
los primeros Estados se los conoce como Estados teocráticos, es decir, gobiernos basados en la supuesta voluntad de los dioses.
EL REY HAMMURABI (EN PIE) RECIBE LAS LEYES DE MANOS DEL DIOS SHAMASH
La edad de los metales
A finales del Neolítico, las sociedades produjeron avances tecnológicos que hicieron que poco a poco los metales fueran
reemplazando a la piedra en la fabricación de utensilios. Los primeros metales utilizados fueron el cobre, el oro y la
plata, que se extraían de pepitas. En un principio, se fabricaron piezas de cobre labrado, trabajadas a partir de la técnica de
martillado en frío hasta darles la forma deseada. De este modo, se elaboraban diversos recipientes y adornos.
Pero hacia el 4.000 a. C., se desarrolló la técnica de la fundición del cobre, lo cual permitió elaborar distintos elementos
dándoles forma a partir del colado en moldes.
La técnica de fundición del cobre se generalizó en todo el Cercano Oriente hacia el 4.000 a.C. y algunos investigadores
considerar que también se inventó en Europa por esa misma época.
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La Edad del Bronce
La Edad del Bronce habría comenzado alrededor del 2.500 a. C. en el Cercano Oriente, y coincidiría con el desarrollo de
las grandes civilizaciones antiguas. En Europa, se desarrolló durante el 2.000 a. C.
El bronce no es un elemento natural, sino que surge de la aleación de cobre y estaño. Este último le da al cobre mayor dureza y durabilidad. Otra de las ventajas del bronce consiste en que puede volver a fundirse varias veces, para fabricar
nuevos objetos o para reparar aquellos que se hayan dañado.
La Edad del Hierro
En el segundo milenio antes de Cristo, habría comenzado la metalurgia del hierro, que se difundió por el Cercano Oriente hacia el 1.200 a. C. y por Europa alrededor del 800 a. C. el hierro es un metal muy abundante en la naturaleza,
pero que requirió de nuevas técnicas para ser trabajado. Con este metal, se podían fabricar utensilios más resistentes y
armas más poderosas que las de bronce, por lo cual llegó a ser considerado más valioso que el oro y la plata.
Impulso hacia la civilización
El desarrollo de la metalurgia contribuyó a impulsar a las sociedades humanas hacia el surgimiento de las primeras
civilizaciones.
Las herramientas de metal, el arado por ejemplo, ayudaron a aumentar la producción de alimentos. Esto favoreció el
aumento demográfico y contribuyó a conformar sociedades cada vez complejas y jerarquizadas.
Trabajar los metales requería de un alto grado de especialización. Los herreros dominaban técnicas sofisticadas que,
seguramente, los posicionaba por encima de los productores de alimentos. Las armas, los adornos y las joyas fueron, además, símbolos de prestigio social y contribuyeron a marcar la diferencias entre las minorías dominantes y la mayoría
de los trabajadores agrícolas.
Por otra parte, para disponer de estaño, cobre y metales preciosos, fue necesario explorar y hallar nuevos yacimientos, así como emprender expediciones comerciales a larga distancia para intercambiar distintos productos por metales. Esto
favoreció los intercambios culturales y de ideas entre pueblos diversos.
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LA EDAD DE LOS METALES LE PERMITIÓ A LAS PRIMERAS CIUDADES ALCANZAR UN GRÁN DESARROLLO
TECNOLÓGICO
Los primeros pueblos sedentarios de América
En América, la agricultura y la domesticación de animales tuvieron un desarrollo diferente en cada región del continente.
Al igual que los pueblos europeos, africanos y asiáticos del Neolítico, los americanos practicaron la agricultura, el
pastoreo, la cerámica y el tejido. A medida que estas actividades se iban desarrollando, la caza y la recolección iban perdiendo peso en la economía de estas sociedades. Sin embargo, la agricultura y el pastoreo adquirieron diferentes
características en las distintas regiones de América.
En Mesoamérica, los primeros cultivos fueron el maíz, poroto y calabaza. Junto a estos alimentos básicos se cultivaron ají, palta y otros vegetales comestibles y de uso medicinal. Los principales animales domesticados fueron el perro, el pavo y
el pato.
En el área andina se desarrollaron otras plantas autóctonas, en especial la papa, la quínoa y la calabaza. La domesticación de animales tuvo más importancia que en Mesoamérica, y se llegó a un gran desarrollo de la cría de llamas.
En la región amazónica se cultivaron batatas y maní. La mandioca se cosechó en las sabanas de las actuales Colombia y
Venezuela.
Los pueblos del Cercano Oriente
En la próxima unidad comenzaremos a trabajar con las primeras formaciones estatales que, casualmente, estaban ubicadas muy próximas a nivel geográfico.
Para adentrarnos en ese tema vamos a dejar claras algunas cuestiones.
Cercano Oriente es el nombre que recibe la región donde convergen tres continentes –Europa, Asia y África-. Debido a sus particulares condiciones ambientales, fue el escenario geográfico en el que florecieron las primeras civilizaciones de la
humanidad.
La fertilidad de sus suelos resultó un atractivo valor para numerosos pueblos nómades de diverso origen –asiánicos, semitas e indoeuropeos-, que a lo largo de los siglos fueron llegando a la región y que, a menudo, mantuvieron numerosos
conflictos para asegurarse el control del territorio.
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En un primer momento, estos grupos se establecieron muy cerca de los ríos, pero en determinadas épocas del año se producían crecidas, la fuerza de la corriente de las aguas arruinaba las cosechas y todo lo construido. Como consecuencia
de esto, los pueblos se fueron alejando de los ríos y trazaron canales de riego y otras construcciones para conducir el agua
a las nuevas zonas de cultivo. Este es el origen de las sociedades hidráulicas, llamadas así porque pudieron hacer uso y
dominio de los ríos para el desarrollo de una agricultura sustentable.
Con el correr del tiempo, muchas de las primitivas aldeas se convirtieron en grandes ciudades. Algunas de ellas lograron
extender su dominio político y económico sobre el resto de los centros urbanos de la región y establecieron las primeras
normas de convivencia escritas. Estos procesos, que en el Cercano Oriente fueron comunes para los pueblos que habitaron la Mesopotamia (ubicada entre los ríos Éufrates y Tigris) y Egipto (asentado a orillas del Nilo), también
tuvieron lugar en China e India, donde se desarrollaron las primeras grandes civilizaciones del Lejano Oriente.
Se caracteriza por
Se ubicaron en
Fueron
Conformaron
Provocaron
SOCIEDADES
HIDRÁULICAS
Usar y dominar los ríos
para la agricultura
MESOPOTAMIA
EGIPTO
Egipcios Pueblos
asiánicos, semitas
e indoeuropeos
Ciudades-Estado
-División del trabajo -Nueva organización social
-Surgimiento de códigos legales
Estado teocrático unificado
-Centralización del poder
-Organización social jerárquica
-División administrativa en
regiones
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Bibliografía
-AA VV: “Ciencias Sociales 1. Santillana en línea”. Editorial Santillana, 1° edición, CABA, 2014.
-Cristófori, A y Zappettini, Ma. C. (coords.): “Ciencias Sociales 1 De los comienzos de la historia y la geografía humanas
hasta el fin de la Edad Media”, Editorial Aique, 1° edición, CABA, 2009.
- Páginas web.
Páginas web para visitar
Neolítico
Obligatorias:
Las primeras civilizaciones de la antigüedad https://www.youtube.com/watch?v=AJbPH0mpzVQ
La Revolución Neolítica https://www.youtube.com/watch?v=4esmPe9w25g
El Neolítico la mayor revolución de la historia https://www.youtube.com/watch?v=7-5pUHZLyZY
La Edad de los metales y el final de la prehistoria https://www.youtube.com/watch?v=9wpDtTgZsuY
Optativas:
El Neolítico- Agricultura https://www.youtube.com/watch?v=IHJF6TXC_h4
El Neolítico- Ganadería https://www.youtube.com/watch?v=nWCc77jPgwk
El Neolítico- Urbanismo https://www.youtube.com/watch?v=Cjlc3mlth5E
El misterio de Stonehenge http://cnnespanol.cnn.com/2015/12/09/resuelven-el-misterio-de-como-llegaron-las-
piedras-del-stonehenge-a-su-lugar-actual/