Procesos de formación gonzalez y martinez
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Congreso Estatal de Investigación EducativaActualidad, Prospectivas y Retos
4 y 5 de Diciembre del 2006
PROCESOS DE FORMACIÓN CONTINUAY SU INCIDENCIA EN LA PRÁCTICA DOCENTE DE LOS
PROFESORES DE EDUCACIÓN SECUNDARIA
Linda Daphne González Jáuregui Margarita Martínez Camacho
Oscar Antonio Velázquez Flores
RESUMEN
DESCRIPCIÓN: El presente trabajo es un avance del proyecto de investigación llevado a cabo en una escuela de educación secundaria y como la institución y específicamente los docentes frente a grupo han sido afectados por las distintas formas de actualización, cómo entienden dichos procesos, si estos cubren las necesidades de actualización docente y si su práctica a partir de lo anterior es influida por esos procesos.
METODOLOGÍA: Los procedimientos de investigación se orientan desde una perspectiva cualitativa, con un enfoque de estudio de caso. Sin embargo, el equipo investigador consideró que gran parte de los datos son aportados a partir de las entrevistas realizadas, fragmentos de vida de los maestros recuperados a través de la oralidad. Por lo cual reconocemos pertinente utilizar aportes de la historia oral como método, tratando de recuperar diversos significados alrededor de las necesidades de procesos de formación continua y prácticas educativas de los docentes de secundaria.
RESULTADOS PRELIMINARES: Se presenta los resultados preliminares de la aplicación de entrevistas a profundidad y la aplicación de encuestas a docentes de una escuela secundaria.
REQUERIMIENTOS PARA LA PRESENTACIÓN: Retroproyector y/o cañónE Mail:
INTRODUCCIÓN
El Acuerdo Nacional para la Modernización de la Educación Básica (ANMEB),
firmado el 18 de mayo de 1992, señala entre otros objetivos en materia
educativa, el de dar más y mejor educación, acentuando la conformación de
nuestros valores y generando actitudes que nos engrandezcan como estado y
faciliten el pleno desarrollo de los individuos; premisa fundamental en la que se
sustenta la educación básica.
En México, las acciones de actualización docente se han desencadenado con
mayor énfasis a partir de la firma del Acuerdo Nacional de Modernización de la
Educación Básica (ANMEB); una de las líneas definidas en este Acuerdo para
contribuir a elevar la calidad de la educación es la revaloración de la función
magisterial, en la que la actualización es uno de los aspectos principales. Por
tal motivo la formación y el mejoramiento profesional permanentes del
magisterio, son actividades constantes y necesarias para lograr una educación
de mayor calidad.
De esta manera, se buscó apoyar a los profesores en la “puesta al día respecto
a los avances de las ciencias de la educación para enfrentar mejor los cambios
curriculares” (ANMEB:1992), como una de las primeras acciones que se
realizaron en este rubro; para tal efecto se elaboraron materiales que
favorecieran el acercamiento de los maestros a los enfoques propuestos en los
planes y programas de estudio en vías de transformación.
Por ello, se implementaron dos propuestas acotadas en propósitos y tiempo
denominadas Programa Emergente de Actualización del Maestro (PEAM) y
Programas de Actualización de Maestros (PAM). Sobre el impacto de estos
programas hay muchas experiencias que permitieron aprender de la práctica y
cuestionar algunas estrategias, como por ejemplo, las capacitaciones en
“cascada” que se constituyeron en alternativas de las cuales se abusó, por lo
que terminaron viciando los procesos.
Desde luego, quienes promovieron estas propuestas de formación docente no
visualizaron el impacto que podía provocarse en los docentes y
desaprovecharon muchas oportunidades para propiciar estos espacios de
reunión como auténticos colectivos de aprendizaje; en cambio se promovió un
concepto de actualización poco congruente con los propósitos de estos nuevos
programas.
Sin embargo, de la ejecución de estos programas se rescataron algunos
elementos que fundamentaron y definieron los componentes de un programa
de actualización que atendiera el carácter federalizado de la educación y que
reconociera a la actualización como un proceso formativo continuo, ofertado a
los maestros en servicio, con la intención de contribuir en la transformación de
actitudes y estrategias de enseñanza como medio para mejorar los
aprendizajes de los alumnos.
De esta manera, a partir de la aprobación de la Ley General de Educación en
1993, el gobierno federal asume la responsabilidad de regular un sistema
nacional de formación, actualización, capacitación y superación profesional
para maestros de educación básica, por lo que en 1995 se establece mediante
firma de convenio entre la SEP y el SNTE el Programa Nacional para la
Actualización Permanente de los Maestros de Educación Básica en Servicio
(PRONAP), donde se definen políticas y estrategias que permitan alcanzar un
propósito central: “Lograr que los maestros en servicio dominen los contenidos
de las asignaturas que imparten, profundicen en el conocimiento de los
enfoques pedagógicos, y en los recursos educativos y puedan traducir los
conocimientos logrados en situaciones de enseñanza” (SEP 1997:10).
Algunas estrategias implementadas fueron: la creación de los Centros de
Maestros como vínculo directo entre los profesores y el PRONAP; el diseño de
Cursos Nacionales de Actualización (CNA) que permitieron crear un grupo de
especialistas en las distintas asignaturas y niveles; el desarrollo de Talleres
Generales de Actualización (TGA) que promueven el trabajo colectivo y el
análisis de problemáticas educativas; la propuesta de los Cursos Estatales de
Actualización (CEA) que abordan problemáticas específicas o de carácter
regional; los Talleres Breves de Actualización (TBA) promovidos por los
Centros de Maestros, y de manera incipiente, los talleres y foros desarrollados
en línea a través de Internet.
Los talleres breves de actualización (TBA) son una modalidad que
tradicionalmente se ha venido trabajando como propuestas de actualización por
diversas instancias actualizadores sin embargo, es una de las más débiles o de
poco desarrollo como propuestas actualizadores para los maestros, según el
Programa Rector de Formación Continua (PREFC) para docentes y directivos
educación básica 2005.
Por otro lado, se considera que una de sus virtudes de los TBA es la posibilidad
de adaptación, mientras que los CNA, CEA y TGA son operados en periodos
de tiempos oficiales ya establecidos, los TBA se pueden adaptar para operarse
en tiempos y formas convenidas tanto por la parte oficial como por los
colectivos docentes que lo solicitan. Otra de sus posibles virtudes es en el
sentido de adaptación a las necesidades particulares de los colectivos
docentes en particular, así como de sus contenidos y manejo de tiempos
concretos de operación.
Sin embargo, frente a las diversas propuestas de la Secretaría de Educación
para actualizar y/o capacitar a los docentes para mejorar la calidad educativa,
poco contribuyen a impactar la práctica cotidiana del maestro, partiendo del
supuesto de que dichas acciones están descontextualizadas de la realidad
concreta de las aulas donde se desarrolla la práctica docente.
PROBLEMÁTICA
El trayecto por el que ha caminado la actualización en fechas recientes, ha
permitido aprender y construir propuestas más cercanas a las necesidades y
características de los destinatarios, aún así, es necesario reconocer que la
población docente no identifica con facilidad este carácter formativo que en el
discurso se enfatiza con insistencia y por ello se tiende a devaluar el proceso.
Este cambio de actitud hacia la actualización conlleva una cierta temporalidad y
unas condiciones para su logro, no es suficiente motivar a través de
puntuaciones o ascensos escalafonarios, ni hacer obligatoria la asistencia a los
espacios actualizadores; es más que indispensable que las propuestas para
actualizar a los docentes consideren que: “los profesores cambian por
evolución paulatina y no por conversión súbita” (Gimeno Sacristán 1993:96).
En otras palabras, la propuesta de incentivar con puntos a los maestro que
asisten a cursos de actualización, que es válida, pues está el interés de
incrementar ingresos económicos y/o adquirir puntos para promoverse a través
de la comisión mixta de escalafón, se desvía o sesga de la misión de la SEP
cuya función es la de mejorar el desempeño como docentes y el aprendizaje
de sus alumnos.
Por tanto, surgen una serie de preguntas que tienen que ver tanto con los
docentes de educación básica como con los responsables de llevar a cabo el
proceso de actualización: ¿estarán dadas las condiciones para asumir la
actualización como un proceso formativo continuo? ¿qué implica, además de
concebir éste como una acción continuada y de largo alcance por parte de
quienes tienen la responsabilidad de coordinar esta tarea? ¿exigir que los
profesores involucrados reflexionen sobre la parte que les corresponde, se
informen de la propuesta en la que se “embarcan” y experimenten realmente el
proyecto de construir su propio proceso de formación? ¿bastan simples
voluntarismos, buenas intenciones, o aceptarlo como una imposición externa o
en el peor de los casos, promover la simulación?
ANTECEDENTES
Una de las metas educativas en México es elevar la calidad de la educación
que se imparte en todos los niveles que la conforman; para ello se diseñan
estrategias que apuntan en esta dirección, y en particular, la formación de
docentes, considerada como uno de los ejes vertebradores que más pueden
sumar para lograr esta meta.
Diversas investigaciones nacionales e internacionales señalan que los cursos
de actualización y desarrollo profesional docente no impactan
significativamente en las prácticas de los docentes (Messina:1999; Frías:2002).
En educación secundaria, existen investigaciones en donde coinciden acerca
de la urgente necesidad de trasformar la escuela secundaria (Sandoval
Flores:2000). Por otra parte, también se menciona que los procesos de
actualización no cumplen con los cometidos para los que fueron creados desde
el punto de vista de los profesores. (Luevanos 1994)
Estas investigaciones, así como diversos estudios y reflexiones de los
académicos de la Dirección de Actualización y Superación del Magisterio
(DASM), indican la necesidad urgente de diseñar procesos indagatorios que
permitan conocer y entender con mayor profundidad la experiencia o vivencia
de procesos actualizadores que se llevan a cabo, cómo entiende el docente
dichos procesos de actualización, cuál es su opinión respecto al actualización
desde lo cotidiano de su quehacer, de los diferentes obstáculos a los que se
enfrenta constantemente, el contexto de su ejercicio, la apreciación que de esto
se desprende, entre otras más, un mecanismo de seguimiento y evaluación de
procesos actualizadores, así como de su incidencia en la práctica de los
profesores en servicio.
Ciertamente existen un sin número de ofertas de actualización, unos de corte
nacional y otros de corte estatal con validez oficial. Para que estos cursos
hayan sido autorizados tuvieron que haber pasado por una serie elementos de
criterios de evaluación que justificaran la pertinencia que la propia SEP tiene
como prioritarios atender.
Replantear las acciones en el ámbito de la actualización genera las siguientes
cuestionantes: los cursos de actualización, capacitación que se ofrecen
actualmente, cubren con plenitud las expectativas de los decentes, o las
necesidades que se expresan en los diferentes esquemas de evaluación que
se llevan a cabo a nivel nacional o por entidad federativa, reflejan la verdadera
dimensión de la problemática a resolver.
Por lo anteriormente expuesto las preguntas que orientan el presente trabajo
son:
• ¿cómo construye y qué significa para el docente de secundaria el concepto
de actualización?
• ¿que le significa o que entiende por el concepto de necesidades docentes?
• ¿cuáles son los factores que motivan u obstaculizan a los docentes para
actualizarse?
• ¿qué estrategias de capacitación, actualización o superación proponen los
docentes de secundaria?
• ¿qué piensa a partir de la experiencia, trayectoria o recorrido de
actualización desde que se inicia como una propuesta hasta que se
manifiesten el aula?
Se trata de un estudio sistemático y a profundidad que permita desentrañar
cómo entiende en los procesos de actualización los docentes educación
secundaria desde la cotidianidad de su hacer en el aula y a lo que es expuesto
en la vida institucional en ese sentido.
Se trata de la construcción de indicadores a partir de los objetivos o propósitos
del curso(s) de actualización y como estos se manifiestan o forman parte del
discurso de los profesores y como se observan o declaran en la práctica
docente.
Lo anterior permitirá contar con evidencias para mejorar las prácticas docentes
y el desempeño profesional. La alternativa que está en juego no es corroborar
o evidenciar lo estipulado. Lejos de lo anterior, es escuchar la voz de personas
implicadas directamente de los efectos y travesía de dichas proposiciones
actualizadoras; qué piensa de ella, qué implica, es una alternativa para los
actores, es otra forma de realizar docencia con los alumnos, que tanto
coinciden con las alternativas políticas vigentes educación en ese nivel.
En este sentido, la actual propuesta es apostar a las fuentes orales, que de
fundamento de un pasado cotidiano. Exponer la experiencia de los hombres;
distinguir las presiones colectivas e institucionales de las lógicas personales
(Thompson 1988:289).
Asimismo, el autor antes mencionado aclara que la “voz puede traer el pasado
al presente como ningún otro medio. Y su uso cambian o sólo la textura de la
historia sino también su contenido”.
Por otro lado, Saltalamacchia (1992) hace alusión que a través de los relatos
de vida, se puede comprender cómo cada persona es sujeto y actor en la
compleja cadena de ciertas relaciones sociales, puede ser considerada como
un verdadero testimonio de la sociedad en que se desenvolvió.
Escuchar, analizar e interpretar los testimonios o las fuentes orales nos dice no
sólo lo que hizo la gente sino lo que deseaba ser, lo que creían que estaban
haciendo y lo que ahora piensa que hicieron. Portelli (1991)
Por otro lado, el sistema educativo adolece de procesos confiables de
evaluación que dé cuenta de la calidad, pertinencia y el impacto de los
servicios de formación continua, así como del mejoramiento profesional de los
docentes con relación al desarrollo de los aprendizajes de los estudiantes de
secundaria. Se considera que este es un buen momento para continuar con el
seguimiento y evaluación de procesos actualizadores
Entendiendo por seguimiento como proceso de observación durante un tiempo
determinado de la práctica docente posterior al TBA y por evaluación como un
juicio de valor por parte de los maestros que intervienen en los procesos
actualizadores en cuestión.
El presente trabajo es producto de la investigación que se lleva a cabo en una
escuela de educación secundaria dentro de la zona metropolitana de
Guadalajara, con los docentes (de primer, segundo y tercer grado) que
participan en cursos de actualización en la propia instancia educativa.
La investigación se propone el siguiente objetivo general:
Describir los procesos de formación continua en la experiencia de los actores y
cómo estos procesos influyen en el desarrollo de la práctica docente.
Y los siguientes objetivos específicos:
1. Describir el perfil del docente de secundaria desde la cotidianeidad laboral
en contraste con el perfil normativo que se propone.
2. Elaboración y aplicación de instrumentos que permitan Detectar
Necesidades de Actualización Docente (DNA) con relación a funciones
didácticas y recursos de enseñanza.
3. Realizar entrevistas a profundidad (testimonios orales de trayecto de
formación continua) a maestros que asistieron a propuestas de
actualización que consideraron exitosas y/o de fracaso para los docentes de
secundaria.
4. Conocer, describir cómo construye el concepto de actualización docente y
necesidades de actualización
5. Hacer el seguimiento y evaluación en el sentido de pertinencia con relación
a las peticiones reales de los docentes de secundaria.
6. Proponer estrategias para mejorar los cursos de actualización, dado que el
objetivo fundamental es que la actualización impacte efectivamente en la
mejora de la calidad de las prácticas docentes, es decir, que las acciones
de los educadores permitan el logro efectivo de los aprendizajes de los
alumnos.
METODOLOGÍA
Los fundamentos teóricos metodológicos que sirvieron como andamiaje para la
construcción de este objeto de estudio fueron retomados desde la
fenomenología de la vida cotidiana y desde la concepción de que la formación
continua (actualización/capacitación) de los docentes conlleva una compleja
red de interrelaciones, ya que cada hecho social sólo es comprensible en su
contexto, es decir, existe una comprensión del sentido común o significado del
mundo de la vida cotidiana.
La investigación consta de tres fases: 1) construcción del concepto de
actualización y el estudio de las necesidades de actualización que tienen que
ver con funciones didácticas y recursos de enseñanza de los docentes de
secundaria; 2) Seguimiento y evaluación de cursos de actualización, a partir de
la experiencia de los propios maestros; 3) Estudio acerca de la incidencia de
los cursos de actualización en la práctica docente, beneficiarios del servicio.
La investigación se lleva a cabo en ambos turnos de una Escuela Secundaria
Mixta Estatal del Municipio de Guadalajara. Los procedimientos de
investigación se orientan desde una perspectiva cualitativa, con un enfoque de
estudio de caso. Sin embargo, el equipo investigador considera que gran parte
de los datos serán aportados a partir de las entrevistas realizadas, fragmentos
de vida de los maestros recuperados a través de la oralidad, ya que cómo
menciona Collado (1997) “no se puede desdeñar a la oralidad como productora
de conocimiento, pero tampoco puede erigírsela en la única que puede
proporcionar evidencias relevantes” por lo cual reconocemos pertinente utilizar
aportes de la historia oral como método, tratando de recuperar diversos
significados alrededor de las necesidades de procesos de formación continua y
prácticas educativas de los docentes de secundaria.
Las unidades de análisis son los recursos didácticos y de enseñanza, las
unidades de observación son las prácticas docentes, hasta el momento se han
utilizado como mediaciones instrumentales: encuestas, cuestionarios,
entrevistas a profundidad.
Es un estudio longitudinal debido a que se realizará un seguimiento a los
docentes que han participado en cursos de actualización y, posteriormente en
las aulas para conocer incidencia de estos cursos en sus personas, tratando de
recuperar diversos significados alrededor de las necesidades de procesos de
formación continua y prácticas educativas de los docentes de secundaria.
En los fundamentos metodológicos de esta investigación resalta dos
dimensiones principalmente: por un lado, la práctica docente del maestro de
secundaria, y la incidencia de los cursos de actualización, “adecuados” a las
necesidades de los docentes, y por otro lado, desde la experiencia del sujeto,
su vivencia, lo que piensa, lo que pensaba, cómo entiende dicho proceso y a
que conclusiones ha llegado.
Al llevarse a cabo los cursos de actualización se realizarán el registro de
observación (a través de vídeosgrabaciones), análisis interpretativo de la
información recabada, el proceso de triangulación, entrevistas, y encuesta. Se
prevé realizar registros de maestros de secundaria (después de haber asistido
al curso de actualización), durante un periodo de clases. A partir de los
resultados obtenidos se pretende construir propuestas, estrategias que
coadyuven a mejorar las opciones de formación continua para los maestros de
secundaria.
De los resultados preliminares obtenidos hasta el momento lo relevante es lo
siguiente: el 40% de los docentes trabajan en los dos turnos en la escuela
secundaria; el 44% oscilan en edades de entre 36-45 años. La experiencia en
el sistema educativo es principalmente la siguiente: el 20% tiene 10 años, el
12% 12 años y, la antigüedad en la escuela secundaria es: 24% tiene 10 años
y otro 24% tiene 8 años.
En cuanto a su formación académica el 44% tiene licenciatura universitaria y el
28% tiene licenciatura normalista; el 52% de los docentes está titulado. En
cuanto a las dificultades u obstáculos que se le presentan con mayor
frecuencia en su práctica docente consideran lo siguiente: el 30% que es la
falta de interés continuo de los estudiantes hacia el aprendizaje, el 21% la falta
de un proceso de evaluación que le permita evaluar mejor los conocimientos
aprendidos por los alumnos y el 17% que es necesario poner en común (forma
colegiada) los problemas de la enseñanza.
Algunas reflexiones son:
• Algunas políticas de formación (carrera magisterial) han fomentado la
cultura del “puntismo” “meritocrácia” y la mejora salarial a toda costa,
sin la mejora del servicio y las prácticas.
• ¿La política estatal de formación continua responderá a las
problemáticas detectadas por la investigación?
• Los procesos de evaluación sistemática de cursos de actualización
brillan por su ausencia.
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