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PRESENTACIÓN

La CEM encomendó a la Comisión Episcopal para la Pastoral Profética la elaboración de un subsidio para la ambientación y preparación de la Visita Apostólica de S. S. Benedicto XVI a México.

que hemos dado respuesta a la petición de la CEM. Han participado en su elaboración los Señores Obispos de la Dimensión para la Cultura, para la Animación Bíblica de la Pastoral, para la Catequesis, para la Misión, la secretaría de la Comisión y la Dimensión de Vida de la Comisión de Familia, coordinados por el presidente de la Comisión para la Pastoral Profética, y es el editor responsable.

No es un catecismo, sino un conjunto de temas que presentan el sentido de la visita, el ministerio del Sumo Pontífice, algunos señalamientos que ha hecho sobre nuestra patria, una visión sobre la cultura contemporánea, sobre la familia, la Sagrada Escritura, reafirmando que el Papa viene a México para fortalecer a sus hermanos en la fe, como un misionero de esperanza, al que habremos de recibir y escuchar como al sucesor de S. Pedro, Vicario de Cristo entre nosotros. Toca a cada diócesis elegir la forma más conveniente que se adapte a las necesidades de su propia realidad para presentar los temas.

Es nuestra esperanza que este folleto sea de utilidad, para apoyar a nuestros hermanos, fieles cristianos laicos, que con gran entusiasmo y alegría esperan la visita del Santo Padre, de modo que podamos superar el nivel del solo sentimiento para ayudar a desarrollar en ellos la fe sobre el ministerio apostólico del Papa en comunión con todo el Colegio de los Obispos, dentro de la realidad de la Iglesia.

 

 

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Que Cristo Rey y nuestra madre Santa María de

Guadalupe, nos sostengan en el cumplimiento de la encomienda que hemos recibido.

+ J. Jesús Martínez Z . I Obispo de Irapuato

Presidente de la Comisión Episcopal

para la Pastoral Profética

 

 

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I. BENEDICTO XVI, VICARIO DE CRISTO

E l Papa fortalecido con el Espíritu Santo, es Cristo que nos acompaña en

nuestro peregrinar hacia nuestro Padre Dios.

Que el Papa es el Vicario de

Cristo significa que hace sus veces en la tierra, que actúa en su lugar.

El único fundamento de la Iglesia es Jesucristo. No hay otro Salvador sino Él, que merece

rodilla se doble en los cielos y en la tierra y en los abismos, y toda lengua confiese que Cristo Jesús es Señor para gloria de

-11). Sin embargo, Jesús como verdadero hombre, sabía que su misión en la tierra estaba limitada por su humanidad, aunque como verdadero Dios tenía el poder de

Para estar con nosotros siempre como Él nos prometió envió al Espíritu Santo, desde el seno del Padre. El Espíritu Santo, es quien vivifica y hace presente a Jesucristo en medio de los suyos hasta el fin del mundo, y así continúa guiando a su Iglesia hasta la consumación de los tiempos. Este mismo Espíritu habita en nosotros. La Iglesia es la comunidad del

(Jn 14,16)

En la Iglesia, enriquecida por el Espíritu, Jesús se hace presente de manera especial en los pobres (Mt 25, 35-40), en los niños (Mt 18,5), en cada persona (Mt 10,40) y en cada

 

 

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comunidad que invoque su nombre (Mt 18,20); todas estas presencias nacen de la acción del Espíritu Santo.

Cuando Jesús habitó con nosotros, de entre sus

discípulos, eligió a doce apóstoles. A Pedro le dio el apelativo de roca y su encomienda sería la de ser el sostén de la fe de sus hermanos d eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder de la muerte no podrá con ella. Te daré las llaves del reino de los cielos; lo que ates en la tierra quedará atado en el cielo y lo que desates

-19.

Después los mismos apóstoles, por la imposición de sus manos, gesto esencial de la transmisión de la autoridad apostólica, concedieron este servicio a sus sucesores, los obispos. De entre ellos, quien ha recibido la encomienda de ser punto de unión y de fraternidad por excelencia, es el Papa,

ú lo sabes todo: tú sabes que te quiero. Le dice Jesús: Apacienta mis

Pedro fue a Roma para anunciar la buena nueva, murió mártir, en el circo de Nerón y fue sepultado en la colina del Vaticano. Desde entonces, a lo largo de los siglos en una sucesión sin interrupción, el Obispo de Roma, el Papa, es Pedro entre nosotros, el Vicario de Cristo.

 

 

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II- JUAN PABLO II - BENEDICTO XVI Continuidad en el fondo, diversidad en la forma

Que las gentes guarden en sus corazones al Beato Juan Pablo II, teniéndolo en sus vidas como un santo de nuestro tiempo e intercesor nuestro ante Dios y que abran sus corazones y conciencias al mensaje de nuestro Pastor S.S. Benedicto XVI en su visita a nuestro país.

Al recibir la visita de las reliquias del Beato Juan Pablo

II a nuestro país nos hemos dado cuenta de grandes manifestaciones de devoción que le tenemos. La figura y herencia de Juan Pablo II ha sido recordada por la prensa y la televisión, este acontecimiento se une a la primera visita de S.S. Benedicto XVI a nuestro país y no han faltado las comparaciones entre las personalidades y los "estilos" de ambos pontífices. Juan Pablo II "tenía un enorme talento de comunicador, Benedicto XVI es más un pensador, pero las cosas que dicen son las mismas". Para algunos de nosotros quizás para muchos de nosotros- el Beato Juan Pablo II es el único Papa que hemos conocido, ya que se trata del tercer pontificado más largo en los poco más de dos mil años de historia de la Iglesia. Recordemos juntos algunas de las experiencias que vivimos con Juan Pablo II.

 

 

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¿Recuerdas algún mensaje del Beato Juan Pablo I I en sus visitas a México? ¿Cuál fue? ¿Qué pensamientos y sentimientos te provocaron sus mensajes?

Juan Pablo II es el testigo de la esperanza que transformó la crisis postconciliar con el sencillo mandato: "No tengáis miedo". El Papa Benedicto XVI, que fue el más estrecho colaborador de nuestro fallecido Papa, ha expresado una experiencia similar: "Me parece ver sus ojos sonrientes y escuchar sus palabras, dirigida especialmente a mí en aquel momento: "No tengáis miedo" . El fallecimiento del Santo Padre Juan Pablo II y los días subsiguientes fueron un momento extraordinario de gracia para la Iglesia y para el mundo entero. El profundo dolor de su muerte y el vacío que nos ha dejado a todos se ha mitigado por la acción de Cristo Resucitado, que se manifestó durante los largos días en la ola de fe, amor y solidaridad espiritual que culminó en su solemne funeral.

Una vez muerto Juan Pablo II, se buscaba el perfil del nuevo papa. Se quería tener un diseño casi en detalle, de la figura del que pudiera ser elegido. Saltaron las opiniones y las encuestas, las predicciones y los deseos. Al final, siempre el Espíritu Santo es el que busca lo mejor para la Iglesia. De nuevo Pedro ha puesto las manos de su sucesor en el timón de la Iglesia. Ahora se llama Benedicto XVI. El nuevo papa quiere ser la piedra en la que todos puedan apoyarse con seguridad. ¿Un programa Pastoral para el pontificado? En definitiva no es hacer mi voluntad ni seguir mis ideas, sino escuchar a la Iglesia y dejar que sea Cristo quien la conduzca (Benedicto XVI).

Para conocer mejor a estos dos Pontífices reflexionemos juntos la biografía de cada uno de ellos.

 

 

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Biografía de El Beato Juan Pablo II

Karol Józef Wojtyla, nació en Wadowice, Cracovia, el 18 de mayo de 1920. Era el segundo de los dos hijos Su madre falleció en 1929. A los 9 años hizo la Primera Comunión, y a los 18 recibió la Confirmación. Terminados los estudios se matriculó en 1938 en la Universidad Jagellónica de Cracovia y en una escuela de teatro. Cuando las fuerzas de

ocupación nazi cerraron la Universidad, en 1939, el joven Karol tuvo que trabajar en una cantera y luego en una fábrica química (Solvay), para ganarse la vida y evitar la deportación a Alemania. A partir de 1942, al sentir la vocación al sacerdocio, siguió las clases de formación del seminario clandestino de Cracovia. Tras la segunda guerra mundial, continuó sus estudios en el seminario mayor de Cracovia, nuevamente abierto, y en la Facultad de Teología de la Universidad Jagellónica, hasta su ordenación sacerdotal en Cracovia el 1 de noviembre de 1946. En 1948 volvió a Polonia y fue vicario en diversas parroquias de Cracovia. El 4 de julio de 1958 fue nombrado por Pío XII Obispo Auxiliar de Cracovia.

El 13 de enero de 1964 fue nombrado Arzobispo de Cracovia por Pablo VI, quien le hizo cardenal el 26 de junio de 1967. Fue nombrado Papa en octubre de 1978. Ningún otro Papa se ha encontrado con tantas personas como Juan Pablo II: en cifras, más de 16 millones de peregrinos han participado en las más de 1000 Audiencias Generales que se celebran los miércoles. Ese número no incluye las otras audiencias especiales y las ceremonias religiosas [más de 8 millones de peregrinos durante el Gran Jubileo del año 2000] y los millones de fieles que el Papa ha encontrado durante las visitas pastorales efectuadas en Italia y en el resto del mundo. Hay que recordar también las numerosas personalidades de

 

 

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gobierno con las que se ha entrevistado durante las 38 visitas oficiales y las 650 audiencias o encuentros con jefes de Estado y 212 audiencias y encuentros con Primeros Ministros.

Biografía del Papa Benedicto XVI Joseph Ratzinger nació el 16 de

abril de 1927. En 1939 entra al seminario menor en Traunstein, dando el primer paso en su carrera eclesiástica. En 1943, él y todos sus compañeros de clase son reclutados al Flak (escuadrón antiaéreo), sin embargo, les es permitido asistir a clases tres veces por semana. En septiembre de 1944, habiendo alcanzado la edad militar, Ratzinger es relevado del Flak y regresa a casa. En noviembre, tanto él como su hermano mayor Georg, reingresan al seminario. En 1951, el 29 de junio, Joseph y su hermano Georg son ordenados sacerdotes. En marzo de 1977, es nombrado Arzobispo de Münich y Freising. En 1978 participó en el cónclave del 25 al 26 de agosto, que eligió a Juan Pablo I; en octubre de ese año, participa en el cónclave que elige a Juan Pablo II. En 1980 Ratzinger es llamado por Juan Pablo II para presidir el Sínodo especial para los laicos. En 1981, en noviembre, acepta la invitación del Papa para asumir como Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe. Desde 1986 presidió la Comisión para la preparación del Catecismo de la Iglesia Católica, que luego de 6 años de trabajo (1986-1992) presentó el Nuevo Catecismo al Santo Padre.

F ue elegido Papa el 19 de abril de 2005, convirtiéndose en el Pontífice número

265, sucesor de Juan Pablo I I " E l Grande " . Escogió el nombre de

Benedicto XVI.

 

 

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¿Qué cosas encuentras en común entre los dos Pontífices? ¿Qué riqueza han aportado a la Iglesia? ¿Cómo te consideras al saberte testigo visual de estos dos grandes Papas de la Iglesia?            

¡Qué hermosos son sobre los montes los pies del mensajero que anuncia la paz, que trae la Buena Nueva, que pregona la victoria, que dice a Sión: "Tu Dios es rey!" Escucha: tus vigías gritan, cantan a coro, porque ven cara a cara al Señor, que vuelve a Sión. Romped a cantar a coro, ruinas de Jerusalén, que el Señor consuela a su pueblo, rescata a Jerusalén; el Señor desnuda su santo brazo a la vista de todas las naciones, y verán los confines de la tierra la victoria de nuestro Dios. Is 52,7 -10 ¿A qué te invita la Palabra de Dios leída? ¿Cómo puedes comprometerte tú, como cristiano o cristiana para que recibamos a S. S. Benedicto XVI, con un corazón dispuesto y una mente abierta a recibir su mensaje? ¿Qué despierta en nosotros como católicos esta visita para nuestro compromiso cristiano?

Las características que distinguieron siempre al Pueblo mexicano de otros países al recibir la visita del Papa fueron sus porras y sus cantos.

Unámonos en oración pidiendo a Dios por que la visita

de S.S. Benedicto XVI traiga fruto abundante en los corazones de los hombres.

Oración

Oh Dios, que para suceder al Apóstol San Pedro elegiste a tu siervo Benedicto VXI como Pastor de tu grey, escucha la plegaria de tu pueblo y haz que nuestro Papa, Vicario de Cristo en la tierra, confirme en la fe

a todos los hermanos, y que toda la Iglesia se mantenga en comunión con él por el vínculo de la unidad, del amor y de la paz, para que todos encuentren en Ti, Pastor de los hombres, la verdad y la vida eterna. Te pedimos, por intercesión Santa María de Guadalupe y del Beato Juan

Pablo II que la visita del Papa a nuestro país produzca frutos abundantes de renovación cristiana, fortaleciéndonos a todos como testigos de Jesucristo, que vive y reina por los siglos de los siglos.

Amén.

 

 

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III - ¿QUÉ ESPERAMOS DE SU VISITA?

¿QUÉ TANTO NOS CONOCE?

El Papa Benedicto XVI estará en nuestro país del 23 al 26 de marzo de 2012. ¿A qué viene? El mismo lo dijo el 12 de diciembre de 2011, en la Basílica de San Pedro: de emprender un Viaje apostólico antes de la santa Pascua a México y Cuba, para proclamar allí la

Palabra de Cristo y se afiance la convicción de que éste es un tiempo precioso para evangelizar con una fe recia, una

¿Qué esperamos de su visita? ¿Cuál ha sido su relación con nosotros? ¿Qué tanto nos conoce? ¿Qué nos ha dicho?

Antes de ser llamado por Dios para el delicado servicio de Sucesor de Pedro, estuvo en Guadalajara, en el año 1997, cuando aún era Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe. Vino a una reunión de obispos de toda América Latina, a quienes convocó para dialogar sobre los principales asuntos doctrinales que en ese momento eran de particular interés. Desde entonces no se detuvo en la ciudad de México, porque sus médicos no le permiten estar en lugares altos.

En el año 2005, recibió en Roma a todos los obispos de México, distribuidos en cuatro grupos geográficos, con ocasión de la Visita Ad limina, conforme a las provincias eclesiásticas como estaban antes de su modificación actual. A cada grupo le dirigió un importante discurso. En ese mismo año, al recibir las cartas credenciales del nuevo Embajador de México ante la Santa Sede, habló sobre la realidad del país, que conoce bien.

 

 

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Ofrecemos algunas de sus palabras, que hemos de procurar reflexionar, para prepararnos espiritualmente a su visita y sea provechosa.

Al primer grupo de obispos, procedentes de las provincias de Chihuahua, Durango, Guadalajara y Hermosillo, les dijo:

Un país pluricultural en transición

pueblos y culturas cuya fisonomía ha quedado marcada por la presencia viva de Jesucristo y la mediación de María, «Madre del Verdadero Dios por quien se vive». La riqueza del «Acontecimiento Guadalupano» unió en una realidad nueva a personas, historias y culturas diferentes, a través de las cuales México ha ido madurando su identidad y su misión.

  Hoy México vive un proceso de transición caracterizado por la aparición de grupos que, a veces de manera más o menos ordenada, buscan nuevos espacios de participación y representación. Muchos de ellos propugnan con particular fuerza la reivindicación en favor de los pobres y de los excluidos del desarrollo, particularmente de los indígenas. Los profundos anhelos de consolidar una cultura y unas instituciones democráticas, económicas y sociales que reconozcan los derechos humanos y los valores culturales del pueblo, deben encontrar un eco y una respuesta iluminadora en la acción pastoral de la Iglesia.

Formación, en especial para jóvenes y familias

Se requiere una formación integral, que ayude a cada fiel a vivir el Evangelio en las diversas dimensiones de la vida. Esta formación es particularmente necesaria para los jóvenes que, al dejar de frecuentar la comunidad eclesial tras los sacramentos de iniciación, se encuentran ante una sociedad

 

 

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marcada por un creciente pluralismo cultural y religioso. Además, se enfrentan, a veces muy solos y como desorientados, a corrientes de pensamiento según las cuales, sin necesidad de Dios e incluso contra Dios, el hombre alcanza su plenitud a través del poder tecnológico, político y económico. Por eso se ve la necesidad de acompañar a los jóvenes y convocarlos con entusiasmo para que, integrados de nuevo en la comunidad eclesial, asuman el compromiso de transformar la sociedad como exigencia fundamental del seguimiento de Cristo.

Asimismo, las familias requieren un acompañamiento adecuado para poder descubrir y vivir su dimensión de «iglesia doméstica». El padre y la madre necesitan recibir una

de sus hijos; sólo así podrán realizarse como la primera escuela de la vida y de la fe. Pero el solo conocimiento de los contenidos de la fe no suple jamás la experiencia del encuentro personal con el Señor.

Coherencia y creatividad para evangelizar

La sociedad actual cuestiona y observa a la Iglesia, exigiendo coherencia e intrepidez en la fe. Signos visibles de credibilidad serán el testimonio de vida, la unidad de los creyentes, el servicio a los pobres y la incansable promoción de su dignidad. En la tarea evangelizadora hay que ser creativos, siempre en fidelidad a la

Tradición de la Iglesia y de su magisterio. Poner el rostro de Cristo en el ambiente mediático requiere un serio esfuerzo formativo y apostólico que no puede postergarse, necesitando

 

 

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Al segundo grupo de obispos, de las provincias de Monterrey, Morelia y San Luis Potosí, les dijo:

Grave error: separar fe y vida

estructuras sociales para que sean más acordes con la dignidad de la persona y sus derechos fundamentales. A esta tarea están llamados a colaborar los católicos, que constituyen aún la mayor parte de su población, descubriendo su compromiso de fe y el sentido unitario de su presencia en el mundo. Pues, de lo contrario, la separación entre la fe que profesan y la vida cotidiana de muchos debe ser considerada como uno de los errores más graves de nuestro tiempo.

Muchos bautizados, influenciados por innumerables propuestas de pensamiento y de costumbres, son indiferentes a los valores del Evangelio e incluso se ven inducidos a comportamientos contrarios a la visión cristiana de la vida, lo que dificulta la pertenencia a una comunidad eclesial. Aun confesándose católicos, viven de hecho alejados de la fe, abandonando las prácticas religiosas y perdiendo progresivamente la propia identidad de creyentes, con consecuencias morales y espirituales de diversa índole.

Problemas y alternativas

Sigue siendo motivo de gran preocupación que en algunos ambientes, por el afán de poder, se hayan deteriorado las sanas formas de convivencia y la gestión de la cosa pública, y se hayan incrementado además los fenómenos de la corrupción, impunidad, infiltración del narcotráfico y del crimen organizado. Todo esto lleva a diversas formas de violencia, indiferencia y desprecio del valor inviolable de la vida. También en México se vive frecuentemente en una situación de pobreza.

 

 

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En muchos fieles se constata, sin embargo, una fe en Dios, un sentido religioso acompañado de expresiones ricas en humanidad, hospitalidad, hermandad y solidaridad. Estos valores se ponen en peligro con la migración al extranjero, donde muchos trabajan en condiciones precarias, en un estado de indefensión y afrontando con dificultad un contexto cultural distinto a su idiosincrasia social y religiosa. Donde los emigrantes encuentran buena acogida en una comunidad eclesial, que los acompaña en su inserción en la nueva realidad, este fenómeno es en cierto modo positivo e incluso favorece la evangelización de otras culturas.

Sectas, catequesis y renovación pastoral

La actividad de las sectas y de los nuevos grupos religiosos en América, lejos de dejaros indiferentes, ha de estimular a vuestras Iglesias particulares a ofrecer a los fieles una atención religiosa más personalizada, consolidando las estructuras de comunión y proponiendo una

religiosidad popular purificada, a fin de hacer más viva la fe de todos los católicos.

La catequesis, junto con la enseñanza de la religión y de la moral, ha de fundamentar cada vez mejor la experiencia y el conocimiento de Jesucristo a través del testimonio vivo de quienes lo han encontrado, con el fin de suscitar el anhelo de seguirlo y servirlo con todo el corazón y toda el alma. Sin embargo, es importante que lo que nos propongamos, con la ayuda de Dios, esté fundado en la contemplación y en la oración. El nuestro es un tiempo de continuo movimiento, que a menudo desemboca en el activismo, con el riesgo fácil del

 

 

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Todo ello implica, en la práctica pastoral, la necesidad de revisar nuestras mentalidades, actitudes y conductas, y ampliar nuestros horizontes, comprometiéndonos a compartir y trabajar con entusiasmo para responder a los grandes interrogantes del hombre de hoy. Como Iglesia misionera, todos estamos llamados a comprender los desafíos que la cultura postmoderna plantea a la nueva evangelización del Continente. El diálogo de la Iglesia con la cultura de nuestro

Al tercer grupo de obispos, de las provincias de Jalapa, México, Puebla y Tlalnepantla, les expresó:

Análisis de la realidad

realizáis un análisis constante de la sociedad mexicana, porque sois conscientes de que el ministerio episcopal os impulsa a valorar las realidades temporales para iluminarlas desde la fe. A este respecto, el Obispo contempla vigilante a los fieles y a toda la sociedad desde la perspectiva del Evangelio. Al escuchar " lo que el Espíritu dice a las Iglesias " , sentís el deber de hacer un sereno discernimiento sobre las diversas circunstancias, las iniciativas o la pasividad, que lamentablemente afecta a veces al pueblo de Dios, sin descuidar tampoco los graves problemas y las aspiraciones más profundas de la sociedad.

Pastoral Urbana

La vida urbana está marcada por la convivencia de múltiples culturas y costumbres de sus habitantes. En las grandes ciudades se encuentran importantes centros de la vida económica, universitaria y cultural, así como las instituciones políticas y legislativas, de donde irradian su influencia al resto de la nación. Al mismo tiempo, en ellas la vida es compleja por las diversas clases sociales a las que la pastoral diocesana

 

 

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debe atender sin discriminación, cuidando de manera prioritaria a quienes se encuentran en situación de gran pobreza, soledad o marginación. Todos estos grupos sociales forjan el rostro urbano y constituyen un continuo desafío para la tarea pastoral, cuya planificación debe atender también a los hermanos que emigran, cada vez en mayor número, del ambiente rural al urbano en busca de una vida más digna.

Sembrar esperanza Os invito a proseguir sin desaliento en la función de enseñar y anunciar a los hombres el Evangelio de Cristo. El Obispo, al proponer la Palabra de Dios para iluminar

la conciencia de los fieles, ha de hacerlo con un lenguaje y una forma apropiada a nuestro tiempo, que dé una respuesta a las dificultades y problemas que más oprimen y angustian a los hombres. En la sociedad actual, que da muestras tan visibles de secularismo, no debemos caer en el desánimo ni en la falta de entusiasmo en los proyectos pastorales.

Ante un panorama cambiante y complejo como el actual, la virtud de la esperanza está sometida a dura prueba en la comunidad de los creyentes. Por eso mismo hemos de ser apóstoles esperanzados, que confían con alegría en las promesas de Dios. Él nunca abandona a su pueblo, sino que lo llama a conversión para que su Reino se haga realidad.

Atención a los sacerdotes

Tenéis que dedicar los mejores desvelos y energías a los sacerdotes. Por eso os aliento a estar siempre cerca de cada uno, a mantener con ellos una relación de amistad sacerdotal, al estilo del Buen Pastor. Ayudadles a ser hombres de oración asidua, tanto en el silencio contemplativo que nos

 

 

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aleja del ruido y de la dispersión de las múltiples actividades, como en la celebración devota y diaria de la Eucaristía y de la Liturgia de las Horas, que la Iglesia les ha encomendado para bien de todo el Cuerpo de Cristo. La oración del sacerdote es una exigencia de su ministerio pastoral, porque para la comunidad es imprescindible el testimonio del sacerdote orante, que proclama la trascendencia y se sumerge en el misterio de Dios. Preocupaos por la situación particular de cada sacerdote animándolo a proseguir con gozo y esperanza por el camino de la santidad sacerdotal, ofreciéndole la ayuda que necesite y fomentando también la fraternidad entre ellos. Que a ninguno le falten los medios necesarios para vivir dignamente su sublime vocación y ministerio. Cuidad también con particular esmero la formación de los seminaristas y

Al cuarto grupo de obispos, de las provincias de Veracruz, Oaxaca y Yucatán, les dijo:

Valores humanos y evangélicos

La función episcopal de enseñar consiste en la transmisión del Evangelio de Cristo, con sus valores morales y religiosos, considerando las diversas realidades y aspiraciones que surgen en la sociedad contemporánea, cuya situación deben conocer bien los Pastores. Es importante hacer un gran esfuerzo para explicar adecuadamente los motivos de las posiciones de la Iglesia, subrayando sobre todo que no se trata de imponer a los no creyentes una perspectiva de fe, sino de interpretar y defender los valores radicados en la naturaleza misma del ser humano.

Solicitud por los desprotegidos

Los pastores de la Iglesia en México han de prestar una especial atención, como se hacía en los primeras comunidades cristianas, a los grupos más desprotegidos y a

 

 

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los pobres. Ellos siguen siendo un amplio sector de la población nacional, víctimas a veces de estructuras insuficientes e inaceptables. Desde el Evangelio, la respuesta adecuada es promover la solidaridad y la paz, que hagan realmente posible la justicia. Por eso la Iglesia trata de colaborar eficazmente para erradicar cualquier forma de marginación, orientando a los cristianos a practicar la justicia y el amor. En este sentido, animad a quienes disponen de más recursos a compartirlos, como nos exhorta el mismo Cristo, con los hermanos más necesitados (cf Mt 25, 35-40). Es necesario no sólo aliviar las necesidades más graves, sino que se ha de ir a sus raíces, proponiendo medidas que den a las estructuras sociales, políticas y económicas una configuración más ecuánime y solidaria. Así la caridad estará al servicio de la cultura, de la política, de la economía y de la familia, convirtiéndose en cimiento de un auténtico desarrollo humano y comunitario.

Hacia una fe sólida y madura

El pueblo mexicano, rico por sus culturas, historia, tradiciones y religiosidad, se caracteriza por su alegría y un profundo sentido de la fiesta. Esta es una de las muestras del júbilo cristiano ya desde la primera evangelización, que da gran expresividad a las manifestaciones de la religiosidad popular. Corresponde a los Pastores orientar esta peculiaridad tan común en los fieles mexicanos hacia una fe sólida y madura, capaz de modelar una conducta de vida coherente con lo que se profesa con alegría. Ello avivará también el creciente impulso misionero de los mexicanos, que responden al mandato del Señor: «Id, pues, haced discípulos a todas las gentes».

 

 

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Dignidad y misión de la mujer

En México, donde se manifiesta tantas veces el «genio» de la mujer, que asegura una fina sensibilidad por el ser humano en la familia, en las comunidades eclesiales, en la asistencia social y en otros campos de la vida ciudadana, se da a veces la paradoja de una exaltación teórica y una depreciación práctica o discriminatoria de la misma. Por eso, tomando ejemplo de la delicadeza y respeto que Jesús mostró hacia ellas, sigue siendo un desafío de nuestro tiempo cambiar de mentalidad, para que sean tratadas con plena dignidad en todos los ambientes y se proteja también su insustituible misión de ser madres primeras educadoras de los hijos.

Pastoral Juvenil

Además, hoy es una tarea importante la pastoral con

los jóvenes. Ellos, con sus preguntas e inquietudes y también con la alegría de su fe, siguen siendo para nosotros un estímulo en nuestro ministerio. En muchos de ellos existe el falso concepto de que comprometerse o tomar decisiones definitivas hace perder la libertad. Conviene recordarles, en cambio, que el hombre se hace libre cuando se compromete incondicionalmente con la verdad y el bien. Sólo así es posible encontrar un sentido a la vida y construir algo grande y duradero si

Al nuevo embajador de México ante la Santa Sede, le expresó el 23 de septiembre de 2005:

 

 

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Laicismo y libertad religiosa

práctica religiosa de sus ciudadanos, sin preferencias ni rechazos. Por otra parte, la Iglesia considera que en las sociedades modernas y democráticas puede y debe haber plena libertad religiosa. En un Estado laico son los ciudadanos quienes, en el ejercicio de su libertad, dan un determinado sentido religioso a la vida social. Además, un Estado moderno ha de servir y proteger la libertad de los ciudadanos y también la práctica religiosa que ellos elijan, sin ningún tipo de restricción o coacción. No se trata de un derecho de la Iglesia como institución, se trata de un derecho humano de cada persona, de cada pueblo y de cada nación.

Ante el creciente laicismo, que pretende reducir la vida religiosa de los ciudadanos a la esfera privada, sin ninguna manifestación social y pública, la Iglesia sabe muy bien que el mensaje cristiano refuerza e ilumina los principios básicos de toda convivencia, como el don sagrado de la vida, la dignidad de la persona junto con la igualdad e inviolabilidad de sus derechos, el valor irrenunciable del matrimonio y de la familia que no se puede equiparar ni confundir con otras formas de uniones humanas. La institución familiar necesita un apoyo especial, porque en México, como en otros Países, va mermando progresivamente su vitalidad y su papel fundamental.

Narcotráfico

Una atención especial merece el problema del narcotráfico, que causa un grave daño a la sociedad. A ese respecto, hay que reconocer el esfuerzo continuo realizado hasta ahora por el Estado y algunas organizaciones sociales en la lucha contra esta terrible plaga que afecta a la seguridad y a la salud pública. No debe olvidarse que una de las raíces

 

 

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del problema es la gran desigualdad económica, que no permite el justo desarrollo de una buena parte de la población, llevando a muchos jóvenes a ser las primeras víctimas de las adicciones, o bien atrayéndolos con la seducción del dinero fácil procedente del narcotráfico y del crimen organizado. Por ello, es urgente que todos aúnen esfuerzos para erradicar este mal mediante la difusión de los auténticos valores humanos y la construcción de una verdadera cultura de la vida. La Iglesia ofrece toda su colaboración en este campo.

Pueblos originarios Al considerar la historia de México se constata la vasta pluralidad de sus poblaciones indígenas, que durante siglos se han esforzado por conservar sus valores y tradiciones ancestrales. Como expresó mi querido predecesor el Papa Juan Pablo II en la canonización del indio Juan Diego en la Basílica de Guadalupe, " ¡México necesita a sus indígenas y los indígenas necesitan a México!" . En efecto, es preciso favorecer, hoy más que nunca, su integración respetando sus costumbres y las formas de organización de sus comunidades, lo cual les permita el desarrollo de su propia cultura y les haga capaces de abrirse, sin renunciar a su identidad, a los desafíos del mundo globalizado. Por ello, aliento a los responsables de las instituciones públicas a favorecer, desde una efectiva igualdad de derechos, la participación activa de los pueblos indígenas en la marcha y el progreso del País. Es una justa e irrenunciable aspiración, cuya realización fundamentará la paz, que ha de ser fruto de la justicia.

 

 

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Proceso electoral y política Es de esperar que el proceso electoral contribuya a seguir fortaleciendo el orden democrático, orientándolo decididamente hacia el desarrollo de políticas inspiradas en el bien común y en la promoción integral de todos los ciudadanos, atendiendo especialmente a los más débiles y desprotegidos. La actividad política en México ha de continuar ejerciéndose como un servicio efectivo a la Nación, con el fin de promover y garantizar las condiciones necesarias para que los ciudadanos puedan desarrollar su vida en las mejores condiciones posibles. Se ha de fomentar el respeto a la verdad, la voluntad de favorecer el bien general, la defensa de la libertad, la justicia y la convivencia, en el marco del Estado de Derecho. Es largo el proceso a través del cual los pueblos se

Esta es una selección de sus mensajes. Por ellos, podemos deducir que está bien informado de nuestra realidad. El Espíritu Santo le ilumina y sus asesores le ayudan para que su palabra sea siempre oportuna. Dispongamos nuestro corazón para escucharle ahora que nos visitará, sin distraernos en detalles secundarios. Oremos por él, para que su presencia en nuestro país sea una evangelización que nos lleve a recia, una esper .

 

 

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IV- BENEDICTO XVI: SUS ENSEÑANZAS

El Papa Benedicto XVI hará una visita pastoral a México del 23 al 26 de marzo de 2012, para

afianzar la convicción de que éste es un tiempo precioso para evangelizar con una fe recia, una esperanza viva

¿Quién es este Papa?, ¿Qué tanto lo conocemos? ¿Cuáles son los temas en que más ha insistido? ¿Qué piensa sobre la situación cultural de nuestro tiempo?

Una buena preparación para su visita es conocer su magisterio, analizar lo que nos ha dicho sobre diversos puntos de actualidad. Ofrecemos aquí algunas de sus intervenciones sobre la cultura, entendiendo ésta como " todo aquello con lo que el hombre afina y desarrolla sus innumerables cualidades espirituales y corporales, procura someter al mismo orbe terrestre con su conocimiento y trabajo, hace más humana la vida social, tanto en la familia como en toda la sociedad civil, mediante el progreso de las costumbres e instituciones; finalmente a través del tiempo formula, comunica y conserva en sus obras grandes experiencias espirituales y aspiraciones, para que sirvan de provecho a muchos; más aún, a todo el género humano" (Concilio Vaticano II, Gaudium et Spes 53).

En otras palabras, la cultura no es sólo acumulación de conocimientos, sino la actitud ante la familia, ante los demás, ante la naturaleza. Cultura es el estilo de vida de las personas y de los pueblos. Cultura son las costumbres y las tradiciones. Cultura son las leyes y las normas de comportamiento. Cultura son los valores y los criterios que rigen una sociedad. Cultura

 

 

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son las relaciones entre padres e hijos, entre hombres y mujeres. Cultura es la forma de relacionarse con Dios, que varía de un pueblo a otro. Cultura es la manera como se afrontan la enfermedad y la muerte.

En el Documento de Puebla, elaborado después de la

primera visita del Papa Juan Pablo II a México, se dice que

en un pueblo, los hombres cultivan su relación con la naturaleza, entre sí mismos y con Dios. Es el estilo de vida común que caracteriza a los diversos pueblos. La cultura así entendida, abarca la totalidad de la vida de un pueblo: el conjunto de valores que lo animan y de desvalores que lo debilitan: las costumbres, la lengua, las instituciones y estructuras de convivencia social. Lo esencial de la cultura está constituido por la actitud con que un pueblo afirma o

(DP 386-389).

¿Qué nos ha dicho el Papa Benedicto XVI sobre la cultura?

Desde el inicio de su Ministerio Petrino, ha denunciado la que califica como dictadura del relativismo. Dice que se está imponiendo una forma de vida y de pensamiento en que parece que vale sólo lo que cada quien piensa, lo que quiere y decide cada persona, sin referencia a Dios ni a los demás, sin normas morales que valgan para todos. Cada quien se quiere hacer como un dios, como dueño absoluto de sí mismo y de la verdad, sin Dios, que es la Verdad.

¿Qué pensar de esta cultura relativista? ¿Cuál es la misión de la Iglesia, y por tanto de todos los creyentes, ante esta realidad?

El Papa ha hablado muchas veces de esto; ahora sólo entresacamos algunas de sus intervenciones más recientes, para prepararnos mejor a su próxima visita a nuestro país.

 

 

27  

Una cultura sin Dios

Dice el Papa: marcado por luces y sombras. Asistimos a comportamientos complejos: encerramiento en sí mismo, narcisismo, deseo de poseer y de consumir, sentimientos y afectos desliados de la responsabilidad. Muchas son las causas de esta desorientación, que se manifiesta en un profundo malestar existencial, pero en el fondo de todo se puede entrever la negación de la dimensión trascendente del hombre y de la

(2-VII-2011).

hombre cae en la esclavitud de idolatrías, como han mostrado, en nuestro tiempo, los regímenes totalitarios, y como muestran también diversas ormas de nihilismo, que hacen al hombre dependiente de ídolos, de

destruye, sino que renueva, transforma. Ciertamente, el fuego de Dios, el fuego del amor quema, transforma, purifica, pero precisamente así no destruye, sino que crea la verdad de

(15-VI-2011).

humanidad. El orgullo que genera ha hecho surgir en nuestras sociedades un economicismo intratable y cierto hedonismo, que determina los comportamientos de modo subjetivo y egoísta. El debilitamiento del primado de lo humano conlleva un desvarío existencial y una pérdida del sentido de la vida. De hecho, la visión del hombre y de las cosas sin referencia a la trascendencia desarraiga al hombre de la tierra y, más

(9-VI-2011).

 

 

28  

tiempo, que, renunciando a cualquier referencia a lo trascendente, se ha mostrado incapaz de comprender y preservar lo humano. La difusión de esta mentalidad ha generado la crisis que vivimos hoy, que es crisis de significado y de valores, antes que crisis económica y social. El hombre que busca vivir sólo de forma positivista, en lo calculable y en lo mensurable, al final queda sofocado. En este marco, la cuestión de Dios es, en cierto sentido, la cuestión de las cuestiones. Pero el desafío de una mentalidad cerrada a lo trascendente obliga también a los propios cristianos a volver de modo más decidido a la centralidad de Dios. No es menos urgente volver a proponer la cuestión de Dios también en el mismo tejido eclesial. ¡Cuántas veces, a pesar de declararse cristianos, de hecho Dios no es el punto de referencia central en el modo de pensar y de actuar, en las opciones

(25-XI-2011).

esperanzas, en el fondo está sin esperanza, sin la gran esperanza que sostiene toda la vida. La verdadera, la gran esperanza del hombre que resiste a pesar de todas las desilusiones, sólo puede ser Dios, el Dios que nos ha amado y que nos sigue amando «hasta el extremo», «hasta el total cumplimiento». Quien ha sido tocado por el amor empieza a

(Encíclica sobre la esperanza, 27).

Cuando las políticas no fomentan o promueven valores objetivos, el resultado moral es el relativismo, que, en lugar de conducir a una sociedad libre, justa y comprensiva, tiende a producir frustración, desesperación, egoísmo y la indif (Al Embajador de Inglaterra: 9-IX-2011).

 

 

29  

Familia y cultura

querido de esas nobles tierras. Se constata con dolor, sin embargo, cómo los hogares sufren cada vez más situaciones adversas provocadas por los rápidos cambios culturales, por la inestabilidad social, por los flujos migratorios, por la pobreza, por programas de educación que banalizan la sexualidad y por falsas ideologías. No podemos quedar indiferentes ante estos retos. En el Evangelio encontramos luz para responder a ellos sin desanimarnos. Cristo con su gracia nos impulsa a trabajar con diligencia y entusiasmo para acompañar a cada uno de los miembros de las familias en el descubrimiento del proyecto de amor que Dios tiene sobre la persona humana. Ningún esfuerzo, por tanto, será inútil para fomentar cuanto contribuya a que cada familia, fundada en la unión indisoluble entre un hombre y una mujer, lleve a cabo su misión de ser célula viva de la sociedad, semillero de virtudes, escuela de convivencia constructiva y pacífica, instrumento de concordia y ámbito privilegiado en el que, de forma gozosa y responsable, la vida humana sea acogida y protegida desde su inicio hasta su fin natural. Por este motivo, la pastoral familiar tiene un puesto destacado en la acción evangelizadora

(A las comisiones episcopales de la familia y de la vida en América Latina: 28-III-2011).

Iglesia doméstica. En nuestro tiempo, como ya sucedió en épocas pasadas, el eclipse de Dios, la difusión de ideologías contrarias a la familia y la degradación de la ética sexual, están vinculados entre sí. Y del mismo modo que están en relación el eclipse de Dios y la crisis de la familia,

5  

 

 

30  

así la Nueva Evangelización es inseparable de la familia cristiana (Al Consejo Pontificio para la familia: 1-XII-2011)

Jóvenes, cultura y Cristo

miedo de plantearos las preguntas fundamentales sobre el sentido y el valor de la vida. No os quedéis en las

respuestas parciales, inmediatas, ciertamente más fáciles en un primer momento y más cómodas, que pueden dar algunos ratos de felicidad, de exaltación, de embriaguez, pero que no

peligro de quedar aprisionados en el mundo de la cosas, de lo inmediato, de lo relativo, de lo útil, perdiendo la sensibilidad por lo que Aprended a reflexionar, a leer de modo no superficial, sino en profundidad, vuestra experiencia humana: descubriréis, con asombro y con alegría, que vuestro corazón es una ventana

falsas ilusiones producidas en el curso de la historia ha sido la de pensar que el progreso técnico-científico, de modo absoluto, podría dar respuestas y soluciones a todos los problemas de la humanidad. Y vemos

hecho sólo de una dimensión horizontal, sino que comprende también la dimensión vertical.

En Cristo, podéis encontrar las respuestas a los interrogantes que acompañan vuestro camino, no de modo superficial, fácil, sino caminando con Jesús, viviendo con Jesús. El encuentro con Cristo no se limita a la adhesión a una doctrina, a una filosofía, sino que lo que él os propone es compartir su misma vida y así aprender a vivir, aprender lo que es el hombre, lo que soy yo. Vuestra vida encuentra significado en el misterio de Dios, que es Amor: un Amor

 

 

31  

exigente, profundo, que va más allá de la superficialidad. ¡En

(A los jóvenes en San Marino: 19-VI-2011).

yendo contra corriente en medio de una sociedad donde impera la cultura relativista que renuncia a buscar y a poseer la verdad. Pero el Señor os ha enviado en este momento de la historia, lleno de grandes desafíos y oportunidades, para que, gracias a vuestra fe, siga resonando por toda la tierra la Buena Nueva de Cristo.

Respondedle con generosidad y valentía, como corresponde a un corazón joven como el vuestro. Decidle: Jesús, yo sé que Tú eres el Hijo de Dios que has dado tu vida por mí. Quiero seguirte con fidelidad y dejarme guiar por tu palabra. Tú me conoces y me amas. Yo me fío de ti y pongo mi vida entera en tus manos. Quiero que seas la fuerza que me sostenga, la alegría que nunca me abandone.

De esta amistad con Jesús nacerá también el impulso que lleva a dar testimonio de la fe en los más diversos ambientes, incluso allí donde hay rechazo o indiferencia. No se puede encontrar a Cristo y no darlo a conocer a los demás. Por tanto, no os guardéis a Cristo para vosotros mismos. Comunicad a los demás la alegría de vuestra fe. El mundo necesita el testimonio de vuestra fe, necesita ciertamente a Dios. También a vosotros os incumbe la extraordinaria tarea de ser discípulos y misioneros de Cristo en otras tierras y países donde hay multitud de jóvenes que aspiran a cosas más grandes y, vislumbrando en sus corazones la posibilidad de valores más auténticos, no se dejan seducir por las falsas promesas de un estilo de vida sin Dios.

Cristo os pide hoy que estéis arraigados en Él y construyáis con Él vuestra vida sobre la roca que es Él mismo. Él os envía para que seáis testigos valientes y sin complejos,

 

 

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auténticos y creíbles. No tengáis miedo de ser católicos, dando siempre testimonio de ello a vuestro alrededor, con sencillez y sinceridad. Que la Iglesia halle en vosotros y en vuestra juventud a los misioneros gozosos de la Buena Noticia. Ciertamente, son muchos en la actualidad los que se sienten atraídos por la figura de Cristo y desean conocerlo mejor. Perciben que Él es la respuesta a muchas de sus inquietudes personales. Os invito a que deis un audaz testimonio de vida cristiana ante los demás. Así seréis fermento de nuevos cristianos y haréis que la Iglesia despunte con pujanza en el corazón de muchos. Llevad el conocimiento y el amor de Cristo por todo el mundo. Él quiere que seáis sus apóstoles en el siglo veintiuno y los mensajeros de su alegría. ¡No lo

((A los jóvenes en la Jornada Mundial de la Juventud: 21-VIII-2011). Culturas Indígenas

ial que ha desempeñado la Iglesia católica en América Latina sigue siendo primario, también gracias a la feliz fusión entre la antigua y rica sensibilidad de los pueblos indígenas con el cristianismo y con la cultura moderna. Como sabemos, algunos ambientes afirman un contraste entre la riqueza y profundidad de las culturas precolombinas y la fe cristiana, presentada como una imposición exterior o una alienación para los pueblos de América Latina. En verdad, el encuentro entre estas culturas y la fe en Cristo fue una respuesta interiormente esperada por esas culturas. Por tanto, no hay que renegar de ese encuentro, sino que se ha de profundizar: ha creado la verdadera identidad de los pueblos de América

(A los Nuncios Apostólicos en América Latina: 17-II-2007).

La fe en Dios ha animado la vida y la cultura de estos pueblos durante más de cinco siglos. Del encuentro de esa fe

 

 

33  

con las etnias originarias ha nacido la rica cultura cristiana de este Continente expresada en el arte, la música, la literatura y, sobre todo, en las tradiciones religiosas y en la idiosincrasia de sus gentes, unidas por una misma historia y un mismo credo, y formando una gran sintonía en la diversidad de culturas y de lenguas. En la actualidad, esa misma fe ha de afrontar serios retos, pues están en juego el desarrollo armónico de la sociedad y la identidad católica de sus pueblos.

¿Qué ha significado la aceptación de la fe cristiana

para los pueblos de América Latina y del Caribe? Para ellos ha significado conocer y acoger a Cristo, el Dios desconocido que sus antepasados, sin saberlo, buscaban en sus ricas tradiciones religiosas. Cristo era el Salvador que anhelaban silenciosamente. Ha significado también haber recibido, con las aguas del bautismo, la vida divina que los hizo hijos de Dios por adopción; haber recibido, además, el Espíritu Santo que ha venido a fecundar sus culturas, purificándolas y desarrollando los numerosos gérmenes y semillas que el Verbo encarnado había puesto en ellas, orientándolas así por los caminos del Evangelio.

El anuncio de Jesús y de su Evangelio no supuso, en

ningún momento, una alienación de las culturas precolombinas, ni fue una imposición de una cultura extraña. Las auténticas culturas no están cerradas en sí mismas ni petrificadas en un determinado punto de la historia, sino que están abiertas, más aún, buscan el encuentro con otras culturas, esperan alcanzar la universalidad en el encuentro y el diálogo con otras formas de vida y con los elementos que puedan llevar a una nueva síntesis en la que se respete siempre la diversidad de las expresiones y de su realización cultural concreta.

 

 

34  

En última instancia, sólo la verdad unifica y su prueba es el amor. Por eso Cristo, siendo realmente el Logos encarnado, " el amor hasta el extremo" , no es ajeno a cultura alguna ni a ninguna persona; por el contrario, la respuesta anhelada en el corazón de las culturas es lo que les da su identidad última, uniendo a la humanidad y respetando a la vez la riqueza de las diversidades, abriendo a todos al crecimiento en la verdadera humanización, en el auténtico progreso. El Verbo de Dios, haciéndose carne en Jesucristo, se hizo también historia y cultura.

La sabiduría de los pueblos originarios les llevó afortunadamente a formar una síntesis entre sus culturas y la fe cristiana que los misioneros les ofrecían. De allí ha nacido la rica y profunda religiosidad popular, en la cual aparece el alma de los pueblos latinoamericanos. Todo ello forma el gran mosaico de la religiosidad popular que es el precioso tesoro de la Iglesia católica en América Latina, y que ella debe proteger, promover y, en lo que fuera necesario, también purificar (Mensaje de Apertura de la V Conferencia del Episcopado Latinoamericano, en Aparecida: 13-V-2007).

La Iglesia ante las culturas

de Cristo, se trata de hacer que el Evangelio penetre en lo más profundo de las culturas y las tradiciones de vuestro pueblo, caracterizadas por la riqueza de sus valores humanos, espirituales y morales, sin dejar de purificar estas culturas, mediante una conversión necesaria, de lo que en ellas se opone a la plenitud de verdad y de vida que se manifiesta en Cristo Jesús. Esto también requiere anunciar y vivir la buena nueva, entablando sin temor un diálogo crítico con las culturas nuevas vinculadas a la aparición de la globalización, para que la Iglesia les lleve un mensaje cada vez más

 

 

35  

pertinente y creíble, permaneciendo fiel al mandato que (A los obispos de Camerún: 18-III-2006).

verdadero y puro en las culturas y en las civilizaciones; a lo que alegra, consuela y fortalece nuestra existencia. San Pablo,

verdadero, de noble, de justo, de puro, de amable, de honorable, todo cuanto sea virtud y cosa digna de elogio, todo

Cristo reconocen y acogen de buen grado los auténticos valores de la cultura de nuestro tiempo, como el conocimiento científico y el desarrollo tecnológico, los derechos del hombre, la libertad religiosa y la democracia. Sin embargo, no ignoran y no subestiman la peligrosa fragilidad de la naturaleza humana, que es una amenaza para el camino del hombre en todo contexto histórico. En particular, no descuidan las tensiones interiores y las contradicciones de nuestra época. Por eso, la obra de evangelización nunca consiste sólo en adaptarse a las culturas, sino que siempre es también una purificación, un corte valiente, que se transforma en maduración y saneamiento, una apertura que permite nacer a

(A la IV Asamblea Eclesial Nacional Italiana: 19-X-2006).

naciendo de mujer como hombre perfecto, no sólo está en relación directa con las expectativas expresadas en el Antiguo Testamento, sino también con las de todos los pueblos. Con eso, Él ha manifestado que Dios quiere encontrarse con nosotros en nuestro contexto vital. Por tanto, para una participación más eficaz de los fieles en los santos Misterios, es útil proseguir el proceso de inculturación en el ámbito de la celebración eucarística, teniendo en cuenta las posibilidades de adaptación. Para lograr este objetivo, recomiendo a las Conferencias Episcopales que favorezcan el adecuado

 

 

36  

equilibrio entre los criterios y normas ya publicadas y las nuevas adaptaciones, siempre de acuerdo con la Sede

(Exhortación Sacramentum Caritatis, 54).

¿Qué hacer?

las penas y alegrías de sus hijos, quiere caminar a su lado en este período de tantos desafíos, para infundirles siempre esperanza y consuelo. El discípulo sabe que sin Cristo no hay

(Discurso Inaugural en Aparecida: 13-V- 2007).

fundamental en nuestra época y para el futuro de la humanidad y de la Iglesia. El hombre y la mujer no pueden alcanzar un nivel de vida verdadera y plenamente humano si no es precisamente mediante la cultura. Hoy, más que nunca, la apertura recíproca entre las culturas es terreno privilegiado para el diálogo entre quienes están comprometidos con la búsqueda de un auténtico humanismo, para que crezca una nueva generación capaz de diálogo y discernimiento, comprometida a difundir el respeto y la colaboración con vistas a la paz y al d (A estudiantes internacionales: 2-XII-2011).

Ser testigos de Dios en la cultura

que lo conocen: el camino hacia El pasa, de modo concreto, a través de quien ya lo ha encontrado. Aquí es particularmente importante vuestro papel de fieles laicos. Estáis llamados a dar un testimonio transparente de la importancia de la cuestión de Dios en todos los campos del pensamiento y de la acción. En la familia, en el trabajo, así como en la política y en la economía, el hombre contemporáneo necesita ver con sus propios ojos y palpar con sus propias manos que con Dios o

 

 

37  

(Al Consejo Pontificio para los laicos: 25-XI-2011).

ceguera del hombre, por sus ansias de poder y por intereses político-económicos que ignoran la dignidad de la persona o de la naturaleza. Hay demasiados escándalos e injusticias, demasiada corrupción y codicia, demasiado desprecio y mentira, excesiva violencia que lleva a la miseria y a la muerte. La agresividad es una forma de relación bastante arcaica, que se remite a instintos fáciles y poco nobles. U tilizar las palabras reveladas, las Sagradas Escrituras o el nombre de Dios para justificar nuestros intereses, nuestras políticas tan fácilmente complacientes o nuestras violencias, es un delito muy grave. No privéis a vuestros pueblos de la esperanza; es necesario que seáis verdaderos servidores de la esperanza. La Iglesia no ofrece soluciones técnicas ni impone fórmulas políticas. Ella repite: ¡No tengáis miedo! La humanidad no está sola ante los desafíos del mundo. Dios está presente y este es un mensaje de esperanza, una esperanza que genera energía, que estimula la inteligencia y da a la voluntad todo su dinamismo. Esperar no es abandonar; es redoblar la actividad. La desesperación es individualista. La esperanza es comunión. Sed sembradores de esperanza. Tener esperanza no es ser ingenuo, sino hacer un acto de fe en

(En su viaje a África: 19-XI-2011).

Evangelización de la misma Iglesia

preocupante de los fundamentos intelectuales, culturales y morales de la vida social, y un creciente sentido de

3  

 

 

38  

desconcierto e inseguridad, especialmente entre los jóvenes, frente a los grandes cambios sociales. Los obstáculos para la fe y la práctica cristiana puestos por una cultura secularizada influyen negativamente en la vida de los creyentes. Inmersos en esta cultura, los creyentes a diario están turbados por las objeciones. Por las cuestiones inquietantes y por el cinismo de una sociedad que parece haber perdido sus raíces, por un mundo en el que el amor a Dios se ha enfriado en numerosos corazones. La evangelización, por consiguiente, se presenta no sólo como una tarea que es preciso realizar hacia fuera de la Iglesia. Nosotros mismos somos los primeros en necesitar evangelización. La respuesta definitiva sólo puede brotar de una autoevaluación rigurosa, crítica y constante, y de una

(A Obispos de Estados Unidos: 26-XI-2011),

Reflexión

¿Qué nos dicen estas palabras del Papa? La cultura de nuestra patria, su estilo de vida, sus costumbres y sus leyes, ¿reflejan a un pueblo católico, o es una cultura que denota una crisis de identidad cristiana? ¿Qué hacer, para que nuestra cultura, desde la familia, la escuela, los medios de comunicación, los grupos eclesiales, la política, la economía, sea más acorde con el plan de Dios? ¿Con qué actitud nos preparamos a la próxima visita de Benedicto XVI?

Oración

Dios nuestro, que en tu providencia quisiste fundar tu Iglesia sobre la roca de Pedro, el jefe de los Apóstoles,

mira con bondad a nuestro Santo Padre Benedicto XVI, y ya que lo has constituido Sucesor de Pedro,

concédele que sea para tu pueblo principio y fundamento visible

de la unidad en la fe y de la comunión en el amor. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

 

 

39  

V- BENEDICTO XVI: LA FAMILIA

Frecuentemente Benedicto XVI se refiere a la familia con términos -que ya son parte del magisterio de la Iglesia-estupenda noved

su concepción hasta su término

a

Concepciones equivocadas

Señala las concepciones equívocas sobre Dios, sobre el hombre, sobre la libertad y sobre el amor humano, las

relativismo ético, por los diversos flujos migratorios internos y externos, por la pobreza, por la inestabilidad social y por legislaciones civiles contrarias al matrimonio que, al favorecer los anticonceptivos y el aborto, amenazan el futuro de los pueblo Discurso inaugural en Aparecida, 13 de mayo de 2007), todo lo cual incide gravemente en la familia, cuya

que la familia, y también la vida misma, se ven constantemente amenazadas y, a veces, d Jornada Mundial de la Pazataque a la familia amenazan la dignidad humana y el porvenir

Discurso al Cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede, 9 de enero de 2012). Por eso

Familiaris consortio,

 

 

40  

Homilía en la santa Misa en Zagreb, Croacia, 5 de junio de 2011; Discurso al Cuerpo diplomático ante la Santa Sede, 9 de enero de 2012). Al indicar en Aparecida (13 de mayo de 2007) algunos campos

importantes de lopalestra de valores humanos y cívicos, hogar en el que la vida

ares auténticas que respondan a los derechos de la familia como sujeto social

Verdadera identidad de la familia

sentido también la necesidad de subrayar la relación entre Palabra de Dios, matrimonio y familia cristiana. En efecto,

familia cristiana su verdadera identidad, lo que es y debe ser Familiaris consortio, 49). Por tanto,

nunca se pierda de vista que la Palabra de Dios está en el origen del matrimonio (cf. Gn 2,24) y que Jesús mismo ha querido incluir el matrimonio entre las instituciones de su Reino (cf. Mt 19,4-8), elevando a sacramento lo que originariamente está inscrito en la naturalezeso, el Sínodo desea que cada casa tenga su Biblia y la custodie de modo decoroso, de manera que se la pueda leer y utilizar para la oración. Los sacerdotes, diáconos o laicos bien preparados pueden proporcionar la ayuda necesaria para ello. El Sínodo ha encomendado también la formación de pequeñas comunidades de familias, en las que se cultive la oración y la meditación en común de pasajes adecuados de la Escritura. Los

 

 

41  

una ayuda valiosa también en las dificultades de la vida (Verbum Domini, 85).

Repetidas veces Benedicto XVI ha mencionado que la

familia está fundada sobre el matrimonio entre un hombre y

prolongue en la aceptación de sus hijos; éstos, a su vez, den su Encuentro festivo y

testimonial en el V Encuentro Mundial de las Familias en Valencia, España, 8 de julio de 2006). Efamilias numerosas que, viviendo a veces en medio de contrariedades e incomprensiones, dan un ejemplo de

Mensaje transmitido por televisión en la Misa de clausura del VI Encuentro Mundial de las Familias en México, 18 de enero de 2009). A su vez, que las familias no estén solas, sino que se apoyen unas a otras, que colaboren los padrinos y madrinas de los diversos sacramentos. Es importante el acompañamiento de las parroquias, las diversas asociaciones eclesiales, especialmente las dedicadas a la pastoral familiar.

La trasmisión de la fe    

mitir la fe a los hijos, con la ayuda de otras personas e instituciones como la parroquia, la escuela o las asociaciones católicas, es una responsabilidad que los padres no pueden olvidar, descuidar o delegar

llamada iglesia doméstica, porque manifiesta y realiza la naturaleza comunitaria y familiar de la Iglesia en cuanto familia de Dios. Cada miembro, según su propio papel, ejerce el sacerdocio bautismal, contribuyendo a hacer de la familia una comunidad de gracia y de oración, escuela de virtudes humanas y

 

 

42  

(Compendio del Catecismo de la Iglesia católica, 350). Y

primeros responsables de la educación de sus hijos y los primeros anunciadores de la fe. Tienen el deber de amar y de respetar a sus hijos como personas y como hijos de Dios... En espe ib.,

Junto con la transmisión de la fe y del amor del Señor, una de las tareas más grandes de la familia es la de formar personas libres y responsables. Por ello los padres han de ir devolviendo a sus hijos la libertad, de la cual durante algún tiempo son tutores. Si estos ven que sus padres y en general los adultos que les rodean viven la vida con alegría y entusiasmo, incluso a pesar de las dificultades, crecerá en ellos más fácilmente ese gozo profundo de vivir que les ayudará a superar con acierto los posibles obstáculos y contrariedades que conlleva la vida humana. Además, cuando la familia no se cierra en sí misma, los hijos van aprendiendo que toda persona es digna de ser amada, y que hay una fraternidad fundamental

Encuentro festivo y testimonial en Valencia, España, 8 de julio de 2006).

de la mujer, que asegura una fina sensibilidad por el ser humano (cf. Mulieris dignitatem, 30) en la familia, en las comunidades eclesiales, en la asistencia social y en otros campos de la vida ciudadana, se da a veces la paradoja de una exaltación teórica y una depreciación práctica o discriminatoria de la misma. Por eso, tomando ejemplo de la delicadeza y respeto que Jesús mostró hacia ellas, sigue siendo un desafío de nuestro tiempo cambiar de mentalidad, para que sean tratadas con plena dignidad en todos los ambientes y se proteja también su insustituible misión de ser madres y primeras

Discurso al cuarto grupo de obispos

 

 

43  

mexicanos en visita ad limina apostolorum, Roma, 29 de septiembre de 2005).

La familia es la primera e insustituible educadora de la paz

En nuestra patria, marcada gravemente por la violencia, el crimen organizado y la impunidad, anhelamos fervientemente la paz. Recordemos lo que Benedicto XVI ha dicho en el Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz n una vida familiar sana se experimentan algunos elementos esenciales de la paz: la justicia y el amor entre hermanos y hermanas, la función de la autoridad manifestada por los padres, el servicio afectuoso a los miembros más débiles, porque son pequeños, ancianos o están enfermos, la ayuda mutua en las necesidades de la vida, la disponibilidad para acoger al otro y, si fuera necesario, para perdonarlo. Por eso, la familia es la primera e insustituible educadora de la paz. No ha de sorprender, pues, que se considere particularmente intolerable la violencia cometida dentro de la familia La familia es también fundamento de la sociedad porque permite tener experiencias determinantes de paz. Por consiguiente, la comunidad humana no puede prescindir del servicio que presta la familia El lenguaje familiar es un lenguaje de paz En la inflación de lenguajes, la sociedad no puede perder la referencia a esa gramática que todo niño aprende de los gestos y miradas de mamá y papá, antes incluso que de sus palabras.

uien obstaculiza la institución familiar, aunque sea inconscientemente, hace que la paz de toda la comunidad, nacional e internacional, sea frágil, porque debilita lo que, de hecho, es la principal « agencia » de paz.

 

 

44  

ara la paz familiar se necesita, por una parte, la

apertura a un patrimonio trascendente de valores, pero al mismo tiempo no deja de tener su importancia un sabio cuidado tanto de los bienes materiales como de las relaciones personales...

. Una familia vive en paz cuando todos sus miembros se ajustan a una norma común: esto es lo que impide el individualismo egoísta y lo que mantiene unidos a todos, favoreciendo su coexistencia armoniosa y la laboriosidad orgánica. Jornada Mundial de la Paz, 1º de enero de 2008).

con el ejemplo de su vida a los hijos a que pongan la esperanza ante todo en Dios, el único del que mana justicia y

Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz del 1º de enero de 2012).

 

 

45  

VI- LA SAGRADA ESCRITURA PARA BENEDICTO XVI

La comunidad eclesial, enseña el Papa, debe renovarse siempre y rejuvenecer. La Palabra de Dios, que no envejece ni se agota, es el medio privilegiado para conseguir este objetivo. De hecho, la Palabra de Dios, a través del

Espíritu Santo, nos guía siempre de nuevo hacia la verdad

Evangelio y encuentra siempre y de nuevo su orientación en él para su camino. Es algo que tiene que tener en cuenta cada cristiano y aplicarse a sí mismo, sólo quien escucha la Palabra puede convertirse después en su anunciador. No debe enseñar su propia sabiduría, sino la sabiduría de Dios, que con frecuencia parece necedad a los ojos del mundo (Cfr. 1Cor 1,

1.

La verdadera lectura de la Sagrada Escritura, la exégesis, no es solamente un fenómeno literario, no es sólo la lectura de un texto. Es el movimiento de mi existencia. Es moverse hacia la Palabra de Dios en las palabras humanas. Sólo cuando nos conformamos al misterio de Dios, al Señor que es la Palabra, podemos entrar en el interior de la Palabra, podemos encontrar verdaderamente en palabras humanas la Palabra de Dios. Recordemos las palabras de Jesús que sigue

palabra n                                                                                                            1   -­‐   1.   El   discurso   que     un   viernes   Benedicto   XVI   en   el   patio   de   la   residencia  pontificia  de  Castel  Gandolfo  a  los  de  400  participantes  en  el  congreso  internacional  «  La  Sagrada   Escritura   en   la   vida   de   la   Iglesia

,  entre  ellos  un  centenar   de   obis

-­‐  cilio  Vaticano  II  en  1965.  

 

 

46  

escalera con la que podemos subir y, con Cristo, también bajar a la profundidad de su amor. Es una escalera para llegar a la

2.

En distintas ocasiones y foros le han preguntado lo que significa, para él, la Palabra de Dios y cómo hay que adentrase en el océano de las Escrituras. He aquí alguna de sus respuestas:

En primer lugar, es preciso leer la Biblia no como un libro histórico o literario cualquiera, por importantes, hermosos o relevantes que sean sus contenidos y su autor. La Biblia hay que leerla como Palabra de Dios, es decir, entablando una conversación con Dios, que me habla y me llama a través de su Palabra. Hay que llamar a esta puerta, como afirmaba San Agustín, "he llamado a la puerta de la Palabra para encontrar finalmente lo que el Señor me quiere

corazón, con apertura de la mente.

En segundo lugar, la Sagrada Escritura nos introduce en la comunión con la familia de Dios. Por ello, no se puede leer a ráfagas y a ventoleras. No basta con una lectura individual, menos aún con una búsqueda y sensibilidad fundamentalista. Hay que dejarse ayudar por los grandes maestros de la Palabra de Dios que tienen experiencia de la fe, que han penetrado en el sentido de la Sagrada Escritura, y por los miembros de nuestras propias comunidades. Por supuesto, que es precisa una lectura personal de la Biblia. Pero lectura personal no significa hacerlo fuera de la comunión de la Iglesia.

La comunión eclesial es la tercera clave para una lectura y una vivencia fecundas de la Palabra de Dios. La Sagrada Escritura tiene dos sujetos: el sujeto divino -Dios que habla y quiere implicar al hombre en su Palabra- y un sujeto permanente que es su Pueblo, su Iglesia y que nos muestra y nos reparte esta Palabra de salvación a través de la Liturgia y del Magisterio. Dios nos habla personalmente con su Palabra y lo hace a través de su Iglesia.

                                                                                                           2   ,  durante  la  celebración  de  la  hora  tercia  en  el  Aula  Sinodal  en  el  2009.  Cd.  del  Vaticano.  

 

 

47  

VII- BENEDICTO XVI: UN PEREGRINO MISIONERO

El Papa viene como un misionero, que tiene la responsabilidad de fortalecer a sus hermanos en la fe. Sus palabras nos marcarán porque vienen del misterio encomendado por Cristo para ser proclamado en su Iglesia.

Cuando se escucha con fe, al Sucesor de San Pedro, Vicario de Cristo, uno siente que se atiende al mismo Cristo. Aún resuenan las palabras que pronunció al inicio de su pontificado: " ¡No teman! ¡Abran, más todavía, abran de par en par las puertas a Cristo!...quien deja entrar a Cristo no pierde nada, nada -absolutamente nada- de lo que hace la vida libre, bella y grande. ¡No! Sólo con esta amistad se abren las puertas de la vida. Sólo con esta amistad se abren realmente las grandes potencialidades de la condición humana. Sólo con esta amistad experimentamos lo que es bello y lo que nos libera... ¡No tengan miedo de Cristo! Él no quita nada y lo da todo. Quien se da a Él, recibe el ciento por uno. Sí, abran, abran de par en par las puertas a Cristo y encontrarán la verdadera vida".

El evangelio no es una carga para nadie, y anunciarlo no es colonialismo. Ya que Jesucristo es el único Salvador de todos los hombres y no podemos guardarnos esta verdad. Por el contrario hemos de anunciarla con alegría y respeto, sin arrogancia y sin exclusiones, para que todos, de cualquier cultura que sean, abran lo íntimo de su corazón y se encuentren con Cristo.

Cuando se predica el evangelio, las personas sinceras lo reciben como algo que ansiaban desde tiempo. No se hace violencia a nadie ni se quebrantan culturas. Al contrario, el

 

 

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evangelio enriquece lo bueno que hay en ellas y las purifica. Cultura que no deja entrar el evangelio, es cultura que se empobrece y poco a poco se aniquila.

El Santo Padre no busca su propia gloria ni calla por respetos humanos. Fundamentado en la Palabra de Dios, tiene la valentía de anunciar la Buena Nueva en medio de sufrimientos e incomprensiones. A pesar de su avanzada edad nos presenta a un Dios siempre nuevo, con la novedad de la vida.

Al Papa Benedicto XVI se aplican muy bien las palabras de Aparecida: "Aquí está el reto fundamental que afrontamos: mostrar la capacidad de la Iglesia para promover y formar discípulos y misioneros que respondan a la vocación recibida y comuniquen por doquier, por desborde de gratitud y alegría, el don del encuentro con Jesucristo. No tenemos otro tesoro que éste. No tenemos otra dicha ni otra prioridad que ser instrumentos del Espíritu de Dios, en Iglesia, para que Jesucristo sea encontrado, seguido, amado, adorado, anunciado y comunicado a todos, no obstante todas las

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Éste es el mejor servicio - ¡su servicio!- que la Iglesia tiene que ofrecer a las personas y naciones" (No. 14). "Conocer a Jesús es el mejor regalo que puede recibir cualquier persona; haberlo encontrado nosotros es lo mejor que nos ha ocurrido en la vida, y darlo a conocer con nuestra palabra y obras es nuestro gozo" (No. 29). " Conocer a Jesucristo por la fe es nuestro gozo; seguirlo es una gracia, y transmitir este tesoro a los demás es un encargo que el Señor, al llamarnos y elegirnos, nos ha confiado" (No. 18).

¡Bienvenido Santo Padre! Su presencia nos confirma en la fe, alienta nuestra esperanza y

robustece nuestra caridad.

 

 

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ÍNDICE

Presentación 3 I- Benedicto XVI, Vicario De Cristo 5 II- Juan Pablo II - Benedicto XVI Continuidad en el Fondo, Diversidad en la Forma 7 III - ¿Qué esperamos de su Visita?, ¿Qué tanto nos conoce? 12 IV- Benedicto XVI: Sus Enseñanzas 25 V- Benedicto XVI: La Familia 39 VI- La Sagrada Escritura para Benedicto XVI 45 VII- Benedicto XVI: Un Peregrino Misionero 47

Índice 49

 

 

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O ración a Nuestra Señora De Guadalupe compuesta por el Papa Benedicto X V I

Virgen María de Guadalupe, Madre del verdadero Dios por quien se vive.

En San Juan Diego, el más pequeño de tus hijos, tú dices hoy a los pueblos de América Latina:

¿No estás bajo mi sombra?

Por eso nosotros, con profundo agradecimiento, reconocemos a través de los siglos

todas las muestras de tu amor maternal, tu constante auxilio, compasión y defensa

de los moradores de nuestras tierras, de los pobres y sencillos de corazón.

Con esta certeza filial, acudimos a ti, para pedirte que, así como ayer, vuelvas a darnos a tu Divino Hijo,

porque sólo en el encuentro con El se renueva la existencia personal y se abre el camino para la edificación de una sociedad justa y fraterna.

que eres el rostro mestizo de América Latina

y luminosamente manifiestas su identidad, unidad y originalidad,

confiamos el destino de nuestros pueblos.

A ti, Pedagoga del Evangelio de Cristo, Estrella de la nueva evangelización,

consagramos la labor misionera del pueblo de Dios peregrino en América Latina.

¡Oh Dulce Señora!, ¡Oh Madre nuestra!, ¡Oh siempre Virgen María!

¡Tu presencia nos hace hermanos! Acoge con amor esta súplica de tus hijos y bendice esta amada tierra tuya. Amén

 

 

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con los dones de la reconciliación y la paz.