Premio Nobel

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SÁBADO 10 DE OCTUBRE DEL 2015 A26. EL COMERCIO MUNDO L a artemisinina ya había salvado millo- nes de vidas en todo el mundo, especial- mente en el subde- sarrollado, cuando ocho años atrás una entrevista revelaba las estrecheces de Tu Youyou. Vivía en un pequeño piso, con calefacción escasa y apenas dos aparatos eléctricos: un teléfo- no y una nevera en la que aún guardaba muestras de hierbas. El Premio Nobel de Medici- na que Tu recibió esta semana a sus 85 años mitiga un par de anomalías estadísticas. Prime- ro con las mujeres: solo once de los 207 galardonados lo eran hasta entonces. Y también con China, cuna de una medicina tradicional sin parangón glo- bal. Nunca antes un científico chino sin formación en el ex- tranjero había recibido un No- bel de ciencias. Y, por último, también reconoce la modestia y la perseverancia, virtudes científicas que simboliza Tu. A China se le acumulaban los problemas en 1967. Mao CRÓNICA AFP RECONOCIMIENTO. La científica médica y química farmacéutica Tu Youyou, de 85 años, compar- tió el Nobel entregado esta semana con un japonés y un irlandés. Ella recibirá unos 480 mil dólares. Tu Youyou, la Nobel china que salió del anonimato No tiene doctorado ni estudios en el exterior, pero sí el último gran galardón de Medicina. Tu se ofreció para la primera prueba en humanos y, compro- bado el éxito, distribuyó el bre- baje entre los campesinos. Fuera de la academia Su trabajo recién se publicó en China en 1977, tras la Revolu- ción Cultural, y sin su nombre: la tradición china anteponía el grupo a la gloria personal. Fue dos décadas después cuando Louis Miller, una cien- tífica estadounidense, se sor- prendió en un simposio de Shangái porque ninguno de sus colegas chinos supo respon- derle quién había descubierto la artemisinina. Miller revisó transcripciones de reuniones que en su día eran secretas has- ta que emergió el nombre de Tu. El Premio Lasker que reci- bió en el 2011, el galardón más importante de medicina en EE.UU., la sacó del anonimato. Cuarenta años después, la artemisinina y sus derivados son aún el principal arma contra la malaria. Su galardón ha generado el júbilo entre la comuni- dad científica, pero también cuestiones sobre su funcio- namiento. A Tu se la conoce como la premiada ‘Tres No’: no tiene doctorado, no ha estudiado en el extranjero y no es miembro de la pres- tigiosa Academia de Cien- cias de China, de donde fue rechazada varias veces. La prensa nacional ha recor- dado estos días los rumores de corrupción y nepotismo que intervienen en la selec- ción de sus miembros. Tu ha declarado que ya se hizo a la idea de que nunca será parte de la academia. Parece una pena más que digerible con un Nobel bajo el brazo. Su gran trabajo recién se publicó en China en 1977 y sin su nombre: la tradición china anteponía el grupo a la gloria personal”. ADRIÁN FONCILLAS Desde Beijing había inaugurado el año ante- rior la demencial Revolución Cultural, teóricamente para reverdecer las teorías comunis- tas y más probablemente para librarse de sus críticos. El des- quiciado país se enfrentaba en el sur a la malaria, que se había hecho resistente al tratamien- to tradicional con cloroquina. Mao recibió una petición deses- perada de Vietnam del Norte, que luchaba contra la ocupa- ción estadounidense y veía có- mo la malaria mataba al doble de soldados que las balas ene- migas. “Resolver su problema será resolver el nuestro”, res- pondió Mao antes de ordenar la creación del proyecto secreto 523 (por el 23 de mayo, fecha de su nacimiento). Eran tiempos en los que sa- ber leer podía levantar acusa- ciones de burgués contrarrevo- lucionario y muchos científicos eran encarcelados, asesinados o enviados a trabajar a las zo- nas rurales. El proyecto 523 fue un salvoconducto para los seleccionados. Tu, de 39 años y con conocimientos en medici- na china y occidental, fue pues- ta al frente del equipo. Tu se sumergió en enmo- hecidos tratados y seleccionó 2.000 recetas, a partir de las cuales preparó 380 extractos de plantas que dio a ratones y monos. Practicó el método de prueba-error hasta compro- bar que la cocción de plantas de ajenjo chino (‘Artemisia an- nua’), una receta de 1.600 años atrás, podía rebajar las fiebres pero era muy inconsistente. Así que corrigió el método de ex- tracción original al sospechar que las altas temperaturas di- solvían sus componentes. Londres [AP]. Una enfermera bri- tánica que se curó de ébola el año pasado fue hospitalizada de nuevo ayer para ser atendi- da por una complicación tardía fuera de lo común, informó el hospital Royal Free de Londres. Pauline Cafferkey fue inter- nada en la unidad de aislamien- to en el nosocomio y su condi- ción fue descrita como grave. Ben Neuman, virólogo en la Universidad de Reading, dijo que el caso de Cafferkey pare- ce ser inusual a causa de la terca persistencia del virus de ébola en su cuerpo. En un caso simi- lar detectado en un médico es- tadounidense se halló virus de ébola en su ojo izquierdo meses después de su recuperación. Cafferkey fue trasladada por aire ayer desde Escocia, donde vive, a Londres. Las autoridades dijeron que el riesgo de que Cafferkey haya transmitido el virus es bajo, pe- ro funcionarios de salud en Es- cocia monitorean a personas con quienes estuvo en contacto cercano. El ébola se transmite por contacto directo con sangre u otros fluidos corporales. En estado grave una enfermera que se había curado de ébola AP Pauline Cafferkey se contagió de ébola en Sierra Leona.

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sábado 10 de octubre del 2015A26. el comercio

Mundo

l a artemisinina ya había salvado millo-nes de vidas en todo el mundo, especial-mente en el subde-

sarrollado, cuando ocho años atrás una entrevista revelaba las estrecheces de Tu Youyou. Vivía en un pequeño piso, con calefacción escasa y apenas dos aparatos eléctricos: un teléfo-no y una nevera en la que aún guardaba muestras de hierbas.

El Premio Nobel de Medici-na que Tu recibió esta semana a sus 85 años mitiga un par de anomalías estadísticas. Prime-ro con las mujeres: solo once de los 207 galardonados lo eran hasta entonces. Y también con China, cuna de una medicina tradicional sin parangón glo-bal. Nunca antes un científico chino sin formación en el ex-tranjero había recibido un No-bel de ciencias. Y, por último, también reconoce la modestia y la perseverancia, virtudes científicas que simboliza Tu.

A China se le acumulaban los problemas en 1967. Mao

crónica afp

reconocimiento. La científica médica y química farmacéutica Tu Youyou, de 85 años, compar-tió el Nobel entregado esta semana con un japonés y un irlandés. Ella recibirá unos 480 mil dólares.

Tu Youyou, la Nobel china que salió del anonimato

No tiene doctorado ni estudios en el exterior, pero sí el último gran galardón de Medicina.

Tu se ofreció para la primera prueba en humanos y, compro-bado el éxito, distribuyó el bre-baje entre los campesinos.

Fuera de la academiaSu trabajo recién se publicó en China en 1977, tras la Revolu-ción Cultural, y sin su nombre: la tradición china anteponía el grupo a la gloria personal.

Fue dos décadas después cuando Louis Miller, una cien-tífica estadounidense, se sor-prendió en un simposio de Shangái porque ninguno de sus colegas chinos supo respon-derle quién había descubierto la artemisinina. Miller revisó transcripciones de reuniones que en su día eran secretas has-ta que emergió el nombre de Tu. El Premio Lasker que reci-bió en el 2011, el galardón más importante de medicina en EE.UU., la sacó del anonimato.

Cuarenta años después, la artemisinina y sus derivados son aún el principal arma contra la malaria.

Su galardón ha generado el júbilo entre la comuni-dad científica, pero también cuestiones sobre su funcio-namiento. A Tu se la conoce como la premiada ‘Tres No’: no tiene doctorado, no ha estudiado en el extranjero y no es miembro de la pres-tigiosa Academia de Cien-cias de China, de donde fue rechazada varias veces. La prensa nacional ha recor-dado estos días los rumores de corrupción y nepotismo que intervienen en la selec-ción de sus miembros. Tu ha declarado que ya se hizo a la idea de que nunca será parte de la academia. Parece una pena más que digerible con un Nobel bajo el brazo.

“ Su gran trabajo recién se publicó en China en 1977 y sin su nombre: la tradición china anteponía el grupo a la gloria personal”.

adrián foncillasDesde Beijing

había inaugurado el año ante-rior la demencial Revolución Cultural, teóricamente para reverdecer las teorías comunis-tas y más probablemente para librarse de sus críticos. El des-quiciado país se enfrentaba en el sur a la malaria, que se había hecho resistente al tratamien-to tradicional con cloroquina. Mao recibió una petición deses-perada de Vietnam del Norte, que luchaba contra la ocupa-ción estadounidense y veía có-mo la malaria mataba al doble de soldados que las balas ene-migas. “Resolver su problema será resolver el nuestro”, res-pondió Mao antes de ordenar la creación del proyecto secreto 523 (por el 23 de mayo, fecha de su nacimiento).

Eran tiempos en los que sa-ber leer podía levantar acusa-ciones de burgués contrarrevo-lucionario y muchos científicos eran encarcelados, asesinados o enviados a trabajar a las zo-nas rurales. El proyecto 523 fue un salvoconducto para los seleccionados. Tu, de 39 años y con conocimientos en medici-na china y occidental, fue pues-ta al frente del equipo.

Tu se sumergió en enmo-

hecidos tratados y seleccionó 2.000 recetas, a partir de las cuales preparó 380 extractos de plantas que dio a ratones y monos. Practicó el método de prueba-error hasta compro-bar que la cocción de plantas de ajenjo chino (‘Artemisia an-nua’), una receta de 1.600 años atrás, podía rebajar las fiebres pero era muy inconsistente. Así que corrigió el método de ex-tracción original al sospechar que las altas temperaturas di-solvían sus componentes.

Londres [ap]. Una enfermera bri-tánica que se curó de ébola el año pasado fue hospitalizada de nuevo ayer para ser atendi-da por una complicación tardía fuera de lo común, informó el hospital Royal Free de Londres.

Pauline Cafferkey fue inter-nada en la unidad de aislamien-to en el nosocomio y su condi-ción fue descrita como grave.

Ben Neuman, virólogo en la Universidad de Reading, dijo que el caso de Cafferkey pare-ce ser inusual a causa de la terca persistencia del virus de ébola en su cuerpo. En un caso simi-lar detectado en un médico es-tadounidense se halló virus de ébola en su ojo izquierdo meses después de su recuperación.

Cafferkey fue trasladada por aire ayer desde Escocia, donde vive, a Londres.

Las autoridades dijeron que el riesgo de que Cafferkey haya transmitido el virus es bajo, pe-ro funcionarios de salud en Es-cocia monitorean a personas con quienes estuvo en contacto cercano. El ébola se transmite por contacto directo con sangre u otros fluidos corporales.

En estado grave una enfermera que se había curado de ébola

ap

pauline Cafferkey se contagió de ébola en Sierra Leona.