Por Emilio GARCIA RIERALos amantes, del poder que tiene el cine para combatir frontalmente, por la...
Transcript of Por Emilio GARCIA RIERALos amantes, del poder que tiene el cine para combatir frontalmente, por la...
28 UNIVERSIDAD DE MEXICO
Por Emilio GARCIA RIERA
EL e IN ELOS AMA TES (Les amants) , pelícu
la francesa de Louis Malle. Diálogos:Louise de Vilmorin. Foto (Dalyscope): Henri Decae. Música: Brahms.Intérpretes: Jeanne Moreau, J e a nMarc Bory, J. L. de Villalonga, AlainCuny. Producida en 1958.
CÓMO EXPLICARLE a un censor, al
¿e dirigente de cualquier liga de ladecencia, a uno de esos periodis
tas dedicados al culto de las "estrellas"o a cualquiera de los espectadores queaúllan en cada exhibición del film, quelas escenas eróticas de Los amantes noson pornográficas por el simple hechode que no son gratuitas? ¿Por qué l.lemonios no reconocerle al cine el d(~re
cho, que no se le regatea ni a la pintura ni a la escultura, de Iq::.lf:,cntar !osexual, si ello es necesario para profundizar en la naturalen rld ser humano,claro objetivo de todo ;ute? En ~11~xico,
el coro de los que deja~l pa~3r :ranqujlamente el verdadero cine porno;r,dfico einmoral, el sutil cine de hs escotes, delas ligas, de las medias, de los vestidos<le satén, el cine de las "tesis" Jlipúcritassobre el divorcio y sobre la "jUVt>:ltUllcorrompida", ha vociferado su horrorante el noble y hermoso lilm de l\J¡,l!e.Quizá ello constituya una garantía desu calidad.
Yo me maravillo, ante películas comoLos amantes, del poder que tiene elcine para combatir frontalmente, por lafuerza misma de los hechos, el pruritomezquino de reducir las normas de convivencia humana a fórmulas estrechas,buenas para todos y para todos los casos. Hay que estar en contra del adulterio. De acuerdo. Pero ¿cómo estar encontra del adulterio concreto que nosretrata Malle en Los amantes? ¿Cómonegar a la protagonista del film, porencima de todo, su derecho a respirarla vida a pleno pulmón, fuera de esecírculo de personajes apolillados que laconsideran un objeto de ornato y noun ser humano? Es fácil hablar del "libertinaje francés". Pero, en ese caso, elfrancés Malle ha pasado por encima delos esquemas usuales en el cine de mpatria. Ha pasado, no sólo por encimadel marido aburrido, sino tambil~n delamante "standard". De hecho, ha negado la primera y clásica negación y, p0rtanto, ha llegado a construir una nuevamoral admisible sobre los restos de jadestruida. En el fondo, Los amantes noes sino un canto a la libertad y a la fC
beldía. Otra cosa es que sepamos t''ieucharlo.
y hay que decir de Malle que es unespléndido realizador. Paralelamente ypor encima del comportamiento exterior de sus personajes, Malle hace hinca·pié en la vida interior de los mismos.De ahí un contrapunto que da al diálogo un valor muy relativo: estoy seguro de que una lectura del "script" dela película no nos diría absolutamentenada. No hay en el film un solo mome~to vacío, porque la trama psicológica tIene un transcurso constante. Y toel<>
ello sin alardes formales. Simplemente.empleando la cámara "como un escritor emplea su estilográfica". Ni más nimenos.
Es justo, finalmente, decir que JeanneMoreau es una de las actrices más "cinematográficas" que conocemos. Su emotivo rostro, sin duda, ha inspirado aMalle. En cuanto a Alain Cuny, a quienvimos en Les visiteu?'s du soir, de Carné,vuelve a encontrar en Los amantes ocasión de lucir su elegante e inteligenLesobriedad. Es un actor con la vid:r iBrerior que necesitaba Malle, precisamente.
HOMICIDIO POR C O N T RA T O(Murder by contraet) . Película norteamericana de Irving Lerner. Argumento: Ben Simkoe. Foto: LucienBallard. Música: Perry Potkin. Intérpretes: Vince Edwards, Philip Pine,Herschel Bernardi. Producida en 1958por Columbia (Lean Chooluck).
¡Menuda sorpresa nos ha dado eseMr. Lerner! Homicidio por contrato,estrenada modestamente y en programadoble es, entre las películas exhibidasúltimamente, una de las más interesantes. Lerner, antiguo realizador de documentales y asistente de Fritz Lang, esuno de esos estupendos cineastas quesurgen en Hollywood cuando menos seespera.
Desde luego, es dado encontrar enLerner varias notorias inf!uencias. Poruna parte, y por lo que al argumenl"o serefiere, uno no puede menos que recordar iVIonsieur Verdoux ("sólo lo>asesinos en pequeña escala son casLig:ldos por la justicia", ete.) :Ya es interesante que Chaplin influya, en la j1roporción que sea, en la tesis de :un Felícula norteamericana actual! De Fritz L<lng,por otro lado, Lerner ha Jlercti.lllo uncuidado extremo por la (omr,osiciónfotográfica, buscando la c!isica cmrespondencia entre los juegos ,le luces y elvalor psicológico de cada mo,ncnto dela trama. Finalmente, la inf:uE:llcia deCarol Reed, y, sobre todo, del CarolReed ele El tener hombre, parece manifestarse en la utilización de la músicay en imágenes como la fin:tl (una roanosaliendo del tubo de desagü;,:)'.
Pero Lerner es, a la vez, un creadororiginal y un virtuoso del ritmo cinematográfico. El comienzo de su film esde antología. El empleo repetido de laelipse no juega únicamente su papel desimple recurso estético, "para evitar losmomentos débiles de la acción", sino queda .al film el tono irónico que lo caracterlZa, y que habrá de mantenerse durante todo su transcurso. La miga delfilm está, precisamente, en el hecho deque el personaje central no sea sino uncumplido y puntual empleado, con cualidades de buen discípulo de CharlesAtlas; un típico buen muchacho americano dedicado al asesinato, como unnuevo business, por contrato, "porquese quiere comprar una casa, lo que consu trabajo normal le costaría diez añosque no quiere esperar". (No es de ex-
trañar que una revista tan superficialcomo Sereen Sto1"Íes haya consideradoa este personaje como "muy desagradable"). El final no está, en verdad, muybien resuelto desde el punto de vistacinematográfico: le falta verosimilitudal trabajo de la actriz. Pero pone ele manifiesto la intención del realizador. Porprimera vez se enfrentan el asesino y suvíctima. Y resulta que el primero, todoserenidad y cálculo, que todo lo ha previsto (menos el factor humano), pierdeel control sobre sí mismo y no puederealizar su propósito, ya que su víctima,con todo y ser una perfecta histérica,luce una calma asombrosa por simpleinstinto de conservación. ¿No es, en cierto modo, toda una psicología de la gUerra a través de un solo personaje?
Mordacidad, ironía, gusto por ir contra la corriente, por un lado. Por elotro, técnica perfecta, verdadero "savoirfaire" cinematográfico. Ca b e esperarmucho, muchísimo de Irving Lerner.
AMARGO TRIUNFO (Bitter victory) ,película franco-norteamericana de 1 icholas Ray. Argumento: René Hardy, N. Ray y Gavin Lambert, sobreuna novela del primero. Fotografía(Cinemascope): Michel Kelber. Mú
sica: Maurice Le Roux. Intérpretes:Richard Burton, Ruth Roman, CurtJurgens, Raymond Pellegrin. Producida en 1957.
El William \l\Tyler de una películapuede ser muy distinto del de la siguiente. Lo mismo pasa con Houston o conBrooks. Pero Nicholas Rayes casi siempre el mismo Nicholas Ray. Dada iJforma en que se manejan los asuntoscinematográficos en Hollywood, elloentraña un gran mérito. No es nada fácil, frente a esos monstruos que se llaman Warner Brothers, Twentieth Century Fax o Columbia Pictures manteneruna actitud libre, de verdadero creador,dando al conjunto de la obra personaluna unidad ideológica y un estilo propio.
En Amargo triunfo se advierte un empeño similar al de Rebelde sin causa yal de Deli1"Ío de locura, films anteriores
Louis Malle y Jeanne Moreau
U JIVERSIDAD DE MEXICO 29
Amargo triunfo. "unidad ideológica y estilo propio"
de Ray: el de profundizar al.máximoen la psicología d.e los pers?~aJes. Pe,roa diferencia del cme pSlcologlCO comuny corriente, no se busca singularizar, hacer un caso de excepción del personaje,sino, por el contrario, definir un tipo.y con el tipo, la realidad social de queforma parte.
Ello significa la superación de un defecto muy común en el cine norteamericano. Pero entraña, a la vez, el peligro de caer en el defecto contrario, común en el cine soviético, por ejemplo.Pero Ray, al igual que su colega de laURSS, Ennler, el de La gran decisión(en la obra de ambos cineastas puedenencontrarse muchas semejanzas), sabeevitar también la esquematización delpersonaje, la destrucción de su concreción y, por lo tanto, de su verosimilitud.Ray acostumbra a llevar a sus personajes a situaciones, estas sí, excepcionales"situaciones límite", como alguien lasha llamado. En ellas, los personajes danla medida de su verdadero valor en contradicción con su valor aparente. Y porlo que tienen precisamente de contradictorios, los tipos humanos que Rayretrata, son reales. Así, el personaje queinterpreta Curt Jurgens en AmargotTiunfo no sólo se define perfectamentea sí mismo, sino a la casta de que forma parte. Y la película se transformaen una requisitoria contra un tipo generalizado, el del pretendido héroe militar, sin que, ni por un momento, Raynos haya dado la impresión de forzarlas situaciones, de desvirtuar lo real.
En la obra de icholas Ray enconO-amos, en estrecha relación con un estilopropio y único, una muy ponderadaasimilación de todos los recursos formales del cine. Rayes un cineasta completo, el cineasta de una nueva épocaen la que el séptimo arte llega a suetapa clasicista. De ahí esa elegancia,esa soltura increíble con que está realizada Amargo triunfo.
Por lo que se refiere a los actores,hay que ver cómo se nota la mano delrealizador en Amargo triunfo. Jurgens,por lo general sobreactuado, está perfecto. Pero el caso de Richard Burtones asombroso. De ese actor, antiguo intérprete de Shakespeare en el teatroinglés, al que ya había visto en El manto sagrado y en Alejandro Magno, yono podía ni siquiera recordar la cara.y Nicholas Ray ha logrado una excelente caracterización, impresionante aratos, de una de las estrellas más incoloras que haya tenido el cine.
CIELO SIN ESTRELLAS (Himn¡{'lohne sterne). Película alemana deHelmut Kautner. Argumento: Helmut Kautner. Intérpretes: Eric Schuman, Eva Kotthans, Hortz Buchholz.
o es difícil encontrar en el cine deKautner el enfoque típico de un intelectual de la clase media. Su actitudfrente al problema alemán, o mejor dicho, al problema de las dos Alemanias,tal como se pone de manifiesto en Cielo sin estrellas, es la del hombre liberalobsesionado por lograr una tan perfecta objetividad que se antoja imposible.Desde luego, el film no nos da claridadsobre "quién tiene razón". Y alguien
debe tenerla aunque sea "grosso modo", desde cualquiera de los puntos devista que puedan adoptarse.
Sin embargo, el realizador sale conbien de empresa tan espinosa por gracia de su cariño casi conmovedor porel género humano. Kautner hace abstracción de las causas que llevan a suspersonajes a tan tristes situaciones comolas que retrata. Pero la sinceridad y lavehemencia del realizador nos lo haceolvidar, como nos hacen olvidar los recursos melodramáticos de que se sirvecon frecuencia. Y acabamos llorandojunto con él por esa pareja de amantesseparados por una frontera absurda ypor ese joven soldado soviético muertoestúpidamente. Kautner se preocupasiempre por personajes impotentes frente a la fatalidad de los hechos sociales.La frase "yo no he hecho eso" se repiteuna y otra vez, referida a la presenciade circunstancias políticas objetivas.
Ese "yo no he hecho eso" podría representar ideológicamente, una posiciónpoco viril y seria, si no advirtiéramos enella el dolor lacerante de un hombrefundamentalmente bueno: H e 1m u tKautner.
(La película es triste, muy triste. Perolo resulta más por culpa del pésimoequipo de proyección del cine Prado.No hay derecho a echar a perder é,síuna buena fotografía como se dice quees la del film de Kautner).
Daumier. El público
EL CATO SOBRE EL TEJADO CALIENTE (Cat on a hot tin roof,1958), película norteamericana de Richard Brooks.
Dicen que en esta película, de Tennessee \'\Tilliams no queda casi nada. Lomalo es que del Richard Brooks deSemilla de maldad tampoco. La mismacanción de siempre. En todo caso setrata de un alarde de conformismo yde vaciedad del que sólo vale la penaanotar como positivo el trabajo de losactores. Y conste que la Taylor, candidata al "Oscar", es la que está peor.(Con Elizabeth Taylor, Paul Newman,Bur Ives) .
EL HOMBRE DEL CARRITO (Muhomatsu, 1957), película japonesa deHiroshi Inagaki.
El realizador nos da, con ese film,gato por liebre en dos aspectos. Por unaparte, se pretende ocultar, a base deexotismo, lo melodramático y falso deltema. Por la otra, con un desfile de surimpresiones, negativos fotográficos y secuencias frenéticamente montadas senos trata de "apantallar" en el aspedaformal. En realidad "El hombre del (¿l
nito" es una película menos que mediana. (Con Toshiro Mifune).
LAS RAICES DEL CIELO (Roots ofheaven, 1958), película norteamericana de J ohn Houston.
Cuanto más pretende Houston, menoslogra. En Las raíces del cielo se intentaalgo así como la interpretación del drama humano "en toda su universalidad".Los personajes tienen un valor simbólico bien claro: el idealista, el conformista, el oportunista y hasta María Magdalena, no faltaba más. En cuanto a lamasa está representada por los elefan'tes. Basta con este último pequerío detalle para comprender todo lo falso yartificioso que es el film. (Con TrevorHoward, Juliette Crecco, Errol Flyn,Orson Welles) .