Poder y Violencia Caratula e Introducción

38
Fernán E. González González PODER Y VIOLENCIA EN COLOMBIA COLECCIÓN TERRITORIO, PODER Y CONFLICTO

description

conflicto armado en Colombia, partidos politicos

Transcript of Poder y Violencia Caratula e Introducción

  • PODE

    R Y V

    IOLE

    NCIA

    EN CO

    LOM

    BIA

    Fern

    n E

    . Gon

    zle

    z G

    onz

    lez

    COLECCIN TERRITORIO, PODER Y CONFLICTO

    PODER Y VIOLENCIA EN COLOMBIA

    COLECCIN TERRITORIO, PODER Y CONFLICTO

    Poder y violencia en Colombia es una aproximacin a la relacin de la violencia con el proceso de construc-cin del Estado a lo largo de nuestra historia, desde los tiempos coloniales hasta las negociaciones actuales en La Habana. Para ello, el autor combina la mirada sobre los problemas estructurales de larga duracin con las con-cepciones y opciones subjetivas de los actores sociales que optan por la violencia. Esa combinacin se enmarca en la interrelacin entre los mbitos de poder nacional, regio-nal o local, que hace que la presencia de las instituciones estatales sea diferenciada segn las particularidades de las unidades subnacionales y los distintos momentos de esas interacciones.

    Fernn E. Gonzlez Gonzlez

    Investigador del Cinep por ms de cua-renta aos, donde fue coordinador de investigaciones, subdirector y director general. Actualmente es director del Observatorio colombiano para el desa-rrollo integral, la convivencia ciudada-na y el fortalecimiento institucional en regiones fuertemente afectadas por el conflicto armado, Odecofi.

    Adems de sus pregrados en Filosofa y Letras y Teologa, es magister en Ciencia Poltica de la Universidad de Los Andes y master of arts en Historia de Amrica Latina de la Universidad de California en Berkeley, donde realiz estudios de doctorado. Profesor en varias universi-dades dentro y fuera del pas.

    Su especialidad es la historia poltica de Colombia y de Amrica Latina, con n-fasis en las relaciones entre Iglesia y Es-tado, la formacin del bipartidismo en Colombia, el seguimiento de la violen-cia reciente en relacin con el proceso de construccin del Estado colombiano.

    Autor de varios libros y artculos, entre los que se destacan Para leer la Poltica, Poderes enfrentados, Partidos polticos y po-der eclesistico; en colaboracin con Te-filo Vsquez e Ingrid Bolvar, Violencia poltica en Colombia. De la nacin fragmen-tada a la construccin del Estado.

    OdecofiColeccin Territorio, Poder y Conflicto

    Hacia la reconstruccin del pas Territorio, Desarrollo y Poltica en regiones afectadas por el conflicto armado Fernn E. Gonzlez G., (Ed.), 2008

    Gobernanza y conflicto en ColombiaInteraccin entre gobernantes y gobernados en un contexto violento Claire Launay-Gama y Fernn E. Gonzlez G., (Eds.), 2010

    Guerra y violencias en Colombia Herramientas e interpretaciones Jorge A. Restrepo y David Aponte (Eds.), 2010

    Geografas de la guerra, el poder y la resistencia Oriente y Urab antioqueos 1990-2008 Clara Ins Garca de la Torre y Clara Ins Aramburo Sie-gert, (Eds.), 2011

    Una vieja guerra en un nuevo contexto Conflicto y territorio en el sur de Colombia Tefilo Vsquez, Andrs R. Vargas y Jorge A. Restrepo (Eds.), 2011

    No estamos condenados a la guerra Hacia una estrategia de cierre del conflicto con el ELN David Aponte y Andrs R. Vargas (Eds.), 2011

    Estado y coca en la frontera colombiana El caso de Putumayo Mara Clara Torres Bustamante, 2011

    Circuitos, centralidades y estndar de vida Un ensayo de geografa econmicaJorge Ivn Gonzlez, Martha Cardozo, Guillermo Rivas, Guillermo Ruz, Camilo Castro, Diana Galvis, 2011

    Conflicto y territorio en el Oriente colombianoFernn E. Gonzlez G., Omar Jaime Gutirrez L.,Camilo Nieto M., Andrs F. Aponte G. yJos D. Rodrguez C., 2012

    COLECCIN

    TERRITORIO, PODER

    Y CONFLICTO

    Fernn E. Gonzlez Gonzlez

    PODER Y VIOLENCIAEN COLOMBIA

    COLECCIN TERRITORIO, PODER Y CONFLICTO

  • PODER Y VIOLENCIA EN COLOMBIA

    Cinep-Fernan E.indd 1 17/05/2014 06:41:06 p.m.

  • Cinep-Fernan E.indd 2 17/05/2014 06:41:06 p.m.

  • PODER Y VIOLENCIA EN COLOMBIA

    Por Fernn E. Gonzlez Gonzlez

    Liberta y Orden

    Cinep-Fernan E.indd 3 17/05/2014 06:41:10 p.m.

  • Las investigaciones incluidas en esta publicacin fueron realizadas con la colaboracin financie-ra de Colciencias, entidad pblica cuyo objetivo es impulsar el desarrollo cientfico, tecnolgico e innovador de Colombia.

    Poder y Violencia en Colombia Odecofi-Cinep Carrera 5 No. 33B 02 PBX(57-1)2456181(57-1)3230715 Bogot D.C., Colombia www.cinep.org.co www.odecofi.org.co Fernn E. Gonzlez G., [email protected]

    Editor General Coleccin Odecofi: Fernn E. Gonzlez G.Coordinacin editorial: Helena Gardeazbal GarznCorreccin de estilo: lvaro Delgado GuzmnDiagramacin: Alberto SosaDiseo de cartula: Carlos Cepeda RosImpresin: Ediciones Antropos Ltda.

    Primera edicinISBN: 978-958-644-171-1Abril de 2014Bogot D.C., Colombia

    Impreso en Colombia Printed in Colombia

    Cinep-Fernan E.indd 4 17/05/2014 06:41:10 p.m.

  • A los miembros del equipo Violencia, paz y construccin del Estado

    en sus diversos momentos, sin cuya colaboracin, este libro jams hubiera sido escrito.

    Cinep-Fernan E.indd 5 17/05/2014 06:41:10 p.m.

  • Cinep-Fernan E.indd 6 17/05/2014 06:41:10 p.m.

  • Presentacin 11

    IntroduccinHacia una mirada interactiva y multiescalar del conflicto armado y la construccin del Estado en Colombia 17

    Primera parteEl proceso de formacin estatal en Europa e Iberoamrica 37

    Captulo 1Aproximaciones al estudio del Estado en Colombia: conflictoarmado, ilegalidad y narcotrfico 39 Colombia: un Estado fallido? 40 Cooptacin o reconfiguracin cooptada del Estado 45 La paradoja colombiana: entre el orden y la violencia 55 Un nuevo colapso parcial del Estado en Colombia? 55 La precariedad del Estado como contexto de la violencia 58 Una propuesta: la presencia diferenciada del Estado en el espacio y el tiempo 59

    Captulo 2Guerras internacionales y formacin del Estado en el occidente europeo 83 Cuatro procesos interactivos en el modelo de formacin estatal 84 El problema del modelo: su tendencia a la generalizacin 107

    Captulo 3Guerras limitadas y formacin del Estado en Iberoamrica 121 Diferencias entre Europa e Iberoamrica 121 La aplicacin del modelo de Tilly a Iberoamrica 126 Por qu las guerras no generaron Estado en Iberoamrica? Una mirada crtica a la propuesta de Miguel ngel Centeno 130

    Contenido

    Cinep-Fernan E.indd 7 17/05/2014 06:41:10 p.m.

  • 8 Fernn E. Gonzlez Gonzlez 8

    Segunda parteEl conflictivo proceso de formacin estatal en Colombia 167

    Captulo 4De los antecedentes coloniales a las turbulencias del siglo XIX 169 Poblamiento original y reformas borbnicas 171 Las tensiones regionales en los inicios de la Repblica 175 Competencia poltica y redes bipartidistas durante el siglo XIX 186

    Captulo 5Hegemona conservadora y movilizacin social en los albores del siglo XX (1905-1930) 219 Las vicisitudes de la hegemona conservadora 221 Avances en la integracin fsica del territorio 226 La colonizacin campesina en una frontera agraria en expansin 228 La agitacin del Partido Socialista Revolucionario 232 La reaccin de los partidos tradicionales y la Iglesia 239 La cada del rgimen conservador 243

    Captulo 6Modernizacin y violencia (1930-1957) 249 Violencia y desarticulacin del poder en Boyac, Santander y Caldas 251 Colonizacin campesina y conflictos rurales 260 La posicin de Lpez ante el problema agrario: la Ley 200 266 Centralizacin e inclusin polticas durante la Revolucin en Marcha 269 Hacia una nueva transicin poltica. La violencia de los aos cincuenta 282

    Captulo 7Una nueva insurgencia 317 El Frente Nacional: dificultades para integrar a la periferia, bloqueos a la modernizacin y surgimiento de una nueva insurgencia 317 El mpetu modernizante de Lleras Restrepo 356 El fracaso del reformismo agrario y las vicisitudes de los grupos armados: Misael Pastrana (1970-1974) 364 De la frustracin de las expectativas a la radicalizacin: los gobiernos de Lpez Michelsen (1974-1978) y Turbay Ayala (1978-1982) 369

    Captulo 8Entre la guerra y la paz: de Betancur a Santos 379 La propuesta de paz de Belisario Betancur (1982-1986) y la primera expansin guerrillera 381 Negociaciones e integracin territorial. El Plan Nacional de Rehabilitacin de Virgilio Barco (1986-1990) 391 Auge guerrillero y paramilitar 394 Reforma constitucional y apertura econmica bajo Csar Gaviria (1990-1994) 399

    Cinep-Fernan E.indd 8 17/05/2014 06:41:10 p.m.

  • Contenido 9

    La crisis de gobernabilidad y el giro estratgico de la guerra: Ernesto Samper (1994-1998) 420 Intensificacin de la guerra en medio de los dilogos de paz: Andrs Pastrana (1998-2002) 429 Recuperacin militar del territorio y desinstitucionalizacin: los dos gobiernos de lvaro Uribe Vlez (2002-2010) 447 Seales de optimismo: algunas reflexiones sobre el gobierno de Juan Manuel Santos (2010-2014) 482

    A modo de sntesis conclusiva 512 Un intento por complementar los modelos de Charles Tilly y de Barrington Moore 515 Por qu las guerras internacionales no generaron Estado en Iberoamrica? 520 Un acercamiento al caso colombiano 533

    Referencias bibliogrficas 553

    Cinep-Fernan E.indd 9 17/05/2014 06:41:10 p.m.

  • Cinep-Fernan E.indd 10 17/05/2014 06:41:10 p.m.

  • Presentacin

    Las anteriores publicaciones de Odecofi evidenciaron la importancia del espacio geogrfico para comprender la manera diferenciada como las diversas regiones se insertan en el conflicto armado, relacionndose de maneras muy diferentes con los diversos actores armados, pero tambin el estilo diverso de sus interacciones con el mundo de la economa, que permite acercarse al anlisis de las posibilidades econmicas de pro-yectos como los Programas de Desarrollo y Paz y los Laboratorios de Paz, as como de las posibilidades polticas y sociales de la movilizacin social que surge en ellas.

    Sin embargo, adems de la importancia de la dimensin territorial del conflicto y del desarrollo econmico, esos estudios nos plantean in-terrogantes de orden poltico, como los relacionados con las posibili-dades de consolidar relaciones ciudadanas de convivencia y fortalecer las instituciones en regiones que han sufrido esos fenmenos. Por lo dems, hay que tener en cuenta que algunas de esas regiones continan, en alguna medida, bajo el influjo de unos u otros actores armados, y que algunas de ellas se insertan de manera subordinada al conjunto de la economa nacional y se caracterizan por relaciones polticas de corte clientelista. Todas estas preguntas adquieren una mayor relevancia en la coyuntura actual de las negociaciones de las Farc con el gobierno de Juan Manuel Santos, que empieza a modificar esa situacin a partir de los avances de la recuperacin estatal del control del territorio desde el final del gobierno de Pastrana y, especialmente, bajo las dos administra-ciones de Uribe Vlez.

    A fin de responder a tales interrogantes, el presente libro combina diferentes tipos de acercamiento, como la discusin terica sobre el pa-pel de la guerra y de la estructura agraria en la configuracin del Estado en algunos pases de Europa occidental e Iberoamrica. Por lo gene-

    Cinep-Fernan E.indd 11 17/05/2014 06:41:10 p.m.

  • 12 Fernn E. Gonzlez Gonzlez

    ral, sus autores han destacado principalmente las consecuencias que las guerras entre naciones han tenido en el fortalecimiento institucional de los Estados y la aparicin de formas ms democrticas de consulta de los gobernados, enderezadas a concertar con los gobernantes el apoyo, tanto en recursos financieros como en el reclutamiento de tropas. Sin embargo, este anlisis, centrado en los desarrollos de Francia e Ingla-terra, tiende a pasar por alto que las guerras entre naciones no siempre producen el fortalecimiento de un Estado central que subordine los po-deres regionales, ni la consiguiente democratizacin poltica de las na-ciones afectadas. Con frecuencia, los resultados son el fortalecimiento de formas autoritarias o las difciles negociaciones de los funcionarios del Estado central con los poderes realmente existentes en las regiones y localidades, que provocan un cierto equilibrio, considerado desastroso para el Estado central pero visto como un triunfo por los poderes locales y regionales. Obviamente, tal equilibrio de poderes es resultado de la evolucin previa de las regiones, de las relaciones entre las ciudades y el mundo agrario y del rgimen de propiedad y trabajo imperante en el campo y la ciudad.

    No obstante, la concentracin en el papel que las guerras internacio-nales han cumplido en la configuracin de los Estados ha hecho que no se considere el rol que cumplen las guerras internas en la configuracin e institucionalizacin de los Estados. Normalmente, estas guerras civiles han sido estimadas como una expresin de la fragmentacin de las elites y de su difcil relacin con el Estado central, que tienen como trasfondo la falta de integracin de los territorios y la inexistencia de un mercado nacional que los articule. Sin embargo, un anlisis ms detallado de esas guerras podra mostrarlas tambin como intentos, no siempre exitosos, de superacin de tales fragmentaciones mediante la articulacin de esos poderes y regiones. Obviamente, semejantes esfuerzos, expresados tan-to en las guerras civiles como en la lucha poltica, no siempre conducen al predominio del centro poltico y de su capital sobre las regiones, sino que tienen por resultado una serie de equilibrios cambiantes entre la nacin, las regiones y las localidades.

    De ah la importancia otorgada en este libro al tema de las guerras internas ocurridas en Iberoamrica, que evidencian los distintos arre-glos institucionales entre esos mbitos de poder y que preparan el acer-camiento, de carcter tanto histrico como estructural, al proceso de configuracin del Estado en Colombia desde el siglo XIX hasta nuestros das, siempre en relacin con la violencia y el papel de los partidos, tanto

    Cinep-Fernan E.indd 12 17/05/2014 06:41:10 p.m.

  • Presentacin 13

    en lo primero como en lo segundo. Se enfatiza especialmente la compa-racin entre las violencias del siglo XX, desde los conflictos de los aos treinta y los de mediados de ese siglo hasta la violencia actual, mostran-do sus diferentes momentos y modalidades.

    En ese acercamiento a la violencia presente se propone combinar el examen de la dimensin objetiva del conflicto, centrada en los proble-mas estructurales de la vida poltica y econmica del pas, con la obser-vacin de los aspectos subjetivos de la percepcin y valoracin de tales dimensiones, que enmarcaron la opcin de algunos agentes sociales por la opcin armada dentro de un contexto reciamente marcado por la coyuntura internacional, inicialmente la de la guerra fra y despus la lucha internacional contra el narcotrfico y el terrorismo. Este acer-camiento interactivo entre factores objetivos y subjetivos del conflicto asume, asimismo, una apreciacin multiescalar que lo ubica en la in-terrelacin de tres polos: el nacional, el regional y el local (y, a veces, incluso los polos, subregional y sublocal).

    Para este acercamiento se aprovechan aportes previos de los grupos de investigacin de Odecofi y del propio Cinep, tanto de sus actuales miembros como de los de la vieja guardia, que sembraron algunas de las ideas de este libro. Entre ellos habra que mencionar, afrontando el ries-go de omitir algunos nombres, a Fabio Zambrano, Julin Vargas, Mara Victoria Uribe, Elsa Blair, Jos Jairo Gonzlez, Alejo Vargas, Mauricio Romero, Fabio Lpez de la Roche y Consuelo Corredor.

    En los aos ms recientes habra que destacar los anlisis adelantados por los miembros del equipo de investigacin del Cinep, Violencia, paz y construccin del Estado, cuyo principal producto fue el texto Violen-cia poltica en Colombia. De la nacin fragmentada a la construccin del Estado, escrito conjuntamente con Ingrid Bolvar y Tefilo Vsquez, cu-yas intuiciones fundamentales inspiraron nuestros trabajos posteriores. Con el refuerzo de Silvia Otero, Mara Clara Torres y Omar Gutirrez, este equipo inici la aventura de Odecofi en alianza con amigos y cole-gas de la Universidad de Antioquia, del CID de la Universidad Nacional, sede de Bogot, y del Cerac, igualmente instalado en Bogot, lo cual permiti un dilogo permanente con los equipos liderados por Clara Ins Garca, Clara Ins Aramburo, Gloria Isabel Ocampo, Jorge Ivn Gonzlez, Marta Cardozo y Jorge Restrepo. A esta iniciativa se fueron sumando jvenes investigadores como Vctor Barrera, Camilo Nieto, Diego Quiroga, Andrs Aponte, Jos Daro Rodrguez, Diana Moreno y Tmara Ospina. Sin la colaboracin y el dilogo permanente con ellos,

    Cinep-Fernan E.indd 13 17/05/2014 06:41:10 p.m.

  • 14 Fernn E. Gonzlez Gonzlez

    este libro jams habra sido escrito. Para los detalles de la bibliografa y la organizacin de las partes del libro fue invaluable la cooperacin de Tmara Ospina y Vctor Barrera.

    Entre esos aportes, habra que destacar especialmente el borrador inicial sobre esta temtica redactado conjuntamente por el autor, Ingrid Bolvar y Silvia Otero; de l se toman especficamente los aportes de Ingrid Bolvar sobre Tilly, Elias y Mann, as como sus ideas en torno a la importancia de considerar los hbitos de pensamiento desde los cuales nos acercamos a la realidad poltica. Tal borrador se vio enri-quecido con una ponencia que discuta la manera como los modelos de Charles Tilly sobre la formacin de algunos estados europeos han sido aplicados a los pases iberoamericanos por Miguel ngel Centeno, en un seminario organizado por Carlos Patio en la Universidad Nacional. Esta ponencia fue posteriormente reelaborada y completada a partir del dilogo con autores como Fernando Lpez-Alves y Frank Safford, para ser discutida en el Congreso de LASA del ao 2013.

    Otro de los aportes previos recogidos, de alguna manera, en el pre-sente libro, hace referencia a la reconstruccin histrica hecha por Silvia Otero sobre la relacin entre la trayectoria de las vas de comunicacin y la electrificacin del pas, el desarrollo econmico y las coyunturas de la vida poltica nacional. Adems, el libro se beneficia mucho del trabajo de equipo realizado por Tefilo Vsquez, Diego Quiroga y An-drs Aponte en torno a la evolucin territorial y temporal del conflicto armado colombiano con destino al Grupo de Memoria Histrica, que aliment de alguna manera el libro general del grupo, Basta ya, cuyo relato central se ve aqu complementado por una mirada adicional de largo plazo sobre la construccin del Estado colombiano en el espacio y el tiempo.

    La participacin en el Grupo de Memoria Histrica nos permiti beneficiarnos del dilogo con otros miembros del Grupo, liderado por Gonzalo Snchez y Marta Nubia Bello y del que hacan parte tambin colegas y amigos como Mara Victoria Uribe, Andrs Surez, Ivn Oroz-co, Rodrigo Uprimny y otros ms de una lista interminable. En honor a la verdad, esta obra es fruto del dilogo con muchos autores, nacionales y extranjeros, como Daniel Pcaut, Mara Teresa Uribe, Mary Roldn, Katherine Legrand, Alejandro Reyes Posada, Ana Mara Arjona, Harvey Kline y otros muchos que se han ocupado del tema de la violencia y el Estado en Colombia y cuya mencin en detalle sera tarea imposible.

    Cinep-Fernan E.indd 14 17/05/2014 06:41:10 p.m.

  • Prlogo 15

    Estos numerosos aportes nos permitieron dialogar con los esque-mas generales de autores como Charles Tilly y Barrington Moore, enri-quecidos con matices tomados de los enfoques de Theda Skocpol, Nor-bert Elias, Pierre Bourdieu, Timothy Abrams, Michael Mann y Stathis Kalyvas. Asimismo, con el intento de Miguel ngel Centeno de aplicar el modelo de Tilly a Iberoamrica y contrastarlo con la historia compa-rada de los pases del continente, a partir de los acumulados de nuestro equipo y de los dems equipos de Odecofi sobre las lgicas territoriales del conflicto armado colombiano.

    Finalmente, adquirimos una deuda difcil de pagar: el apoyo cons-tante de muchos funcionarios de Colciencias, que ha sido la principal agencia financiadora de este estudio, del grupo de Odecofi y de las in-vestigaciones previas que prepararon estos anlisis. Sera imposible mencionarlos a todos por su nombre, pero no podemos omitir el apoyo inicial de Juan Plata y Marta Anglica Barrantes en los comienzos del grupo.

    Bogot, 15 de marzo de 2014

    Cinep-Fernan E.indd 15 17/05/2014 06:41:10 p.m.

  • Cinep-Fernan E.indd 16 17/05/2014 06:41:10 p.m.

  • Introduccin

    Hacia una mirada interactiva y multiescalar del conflicto armado y la construccin del

    Estado en Colombia

    El recorrido que hemos hecho, en previas publicaciones de Odecofi, por las diferentes maneras como el conflicto armado interno colombiano se concentra de manera diferenciada en las macrorregiones, regiones y subregiones afectadas, segn las particularidades de su poblacin, la or-ganizacin social y la insercin econmica, junto con los anlisis de las posibilidades econmicas de los proyectos emanados de los Programas de Desarrollo y Paz y de los Laboratorios de Paz, as como de las proba-bilidades polticas y sociales de la movilizacin social que surge en ellas, nos plantea interrogantes de orden poltico: cules son las posibilidades de consolidar relaciones ciudadanas de convivencia y fortalecimiento de las instituciones en regiones que han sufrido esos impactos, que en algu-na medida continan bajo el influjo de algunos actores armados, que se insertan de manera subordinada al conjunto de la economa nacional y que se caracterizan por relaciones polticas de corte clientelista?

    El desafo que estos interrogantes plantean a los equipos de Odecofi se ve aumentado por los cambios de la coyuntura en los niveles nacio-nal, regional y local: los escndalos de la llamada parapoltica, la perma-nencia de estructuras locales y regionales de poder ligadas a los grupos paramilitares y narcotraficantes, el surgimiento de bandas emergentes que agrupan a antiguos paramilitares, la persistencia de algunos ncleos paramilitares, la expansin de cultivos de uso ilcito, el aumento de las ejecuciones extrajudiciales y los llamados falsos positivos, junto con

    Cinep-Fernan E.indd 17 17/05/2014 06:41:11 p.m.

  • 18 Fernn E. Gonzlez Gonzlez

    las actividades de las guerrillas en algunas regiones, hacen evidente la necesidad de restablecer o crear relaciones de convivencia ciudadana y de fortalecer instituciones de carcter democrtico en regiones afectadas por el conflicto armado. Una mirada de ms larga duracin nos lleva a la necesidad de considerar, de contera, problemas ms estructurales de la vida poltica colombiana, como la persistencia de relaciones de tipo clientelista y de altos niveles de corrupcin o ineficiencia de las entidades estatales, que con frecuencia aparecen ligados a las trabas coyunturales arriba mencionadas.

    Por ese motivo, las investigaciones de la lnea poltica del Observato-rio colombiano para el desarrollo regional, la convivencia ciudadana y el fortalecimiento institucional de regiones fuertemente afectadas por el conflicto armado, que inspiran a Odecofi, buscan detectar los obstculos, limitaciones y posibilidades que encuentran las regiones afectadas por esa situacin para el establecimiento o restablecimiento de la convivencia ciudadana y el fortalecimiento de instituciones democrticas. Se preten-de superar la concepcin voluntarista y un tanto mesinica que pretende achacar la responsabilidad de esos padecimientos a la poca voluntad po-ltica de los gobernantes, a la inexistencia de lderes capaces o a la falta de cultura poltica de la poblacin, y plantearse mejor las razones estruc-turales de tales problemas, las cuales estn ligadas a procesos polticos anteriores.

    Este recorrido histrico nos ha obligado a matizar la concepcin ideal del Estado como una realidad homognea y claramente diferenciada de la sociedad, con pleno dominio sobre el conjunto de esa sociedad. Y a evitar la tentacin de sobrestimar la capacidad de las instituciones estatales para transformar la sociedad, que pasa por alto las limitaciones que presen-tan las situaciones realmente existentes en regiones y localidades. En ese sentido, el hecho de que el Estado colombiano nunca haya tenido control total del territorio ni haya detentado el pleno monopolio de la violencia legtima, en vez de ser una anomala o irregularidad, aparece como parte de nuestro proceso particular de formacin de las instituciones estatales y de construccin de nacin. De ah la necesidad de cotejar este estilo particular de construccin estatal con los procesos de integracin social, territorial y poltica que acompaaron el desenvolvimiento de los Estados nacionales en la Europa occidental.

    Tal requerimiento se ha visto reforzado por los recientes estudios del conflicto armado colombiano, tanto los emanados de los grupos de Odecofi como aquellos centrados en el relato general del desarrollo te-

    Cinep-Fernan E.indd 18 17/05/2014 06:41:11 p.m.

  • Introduccin 19

    rritorial del conflicto (Gonzlez, Bolvar & Vsquez, 2003). Esos anlisis parten de una intuicin fundamental: la conviccin de que los procesos de violencia, actuales y anteriores, del desarrollo econmico desigual de las regiones y de la construccin del Estado nacional tienen que ver, en primer lugar, con la manera como los espacios regionales se han venido poblando y articulando entre s para configurar el espacio de la nacin; en segundo lugar, con el modo como sus pobladores se han ido cohesionan-do y organizando internamente, y, en tercer lugar, con la manera como las regiones y sus pobladores han ido articulndose. En esa articulacin se otorg especial importancia al papel que desempearon los partidos polticos tradicionales como redes de poderes locales y regionales que se fueron configurando a partir de las guerras civiles, las luchas electorales, los programas de principios y los mecanismos de corte clientelista a lo largo del siglo XIX y buena parte del XX.

    La utilidad de los estudios de caso resulta de las acentuadas variacio-nes de los procesos de colonizacin operados en el tiempo y el espacio, que a su vez se reflejan en la manera y el momento de insercin de los actores en las diversas regiones, como aparece en las publicaciones de Odecofi que establecen el contraste entre las macrorregiones del surocci-dente y el oriente del pas y las subregiones del oriente y el Urab antio-queos, el Bajo Putumayo y el departamento de Crdoba.

    El anlisis del suroccidente colombiano, hecho por el equipo dirigi-do por Tefilo Vsquez (2011), compara las subregiones de colonizacin campesina donde se originaron las Farc con las zonas a las que se ex-pandieron estas guerrillas en los aos ochenta y noventa y las reas ac-tuales de refugio y de proyeccin hacia las zonas fronterizas en su actual momento de repliegue. Por su parte, el examen del oriente colombiano, iniciado por Omar Gutirrez (2012b) y completado posteriormente por varios investigadores del Cinep, evidencia las diferencias del conflicto ar-mado en las regiones del Meta, Casanare, Ariari, Catatumbo, Magdalena Medio y la ciudad de Ccuta, segn los diferentes grados de presencia de las instituciones estatales en ellas, las particularidades de la configura-cin social de tales regiones y subregiones y la manera gradual y selectiva como sus pobladores han ido articulndose a la economa y la vida pol-tica de Colombia y del mundo por conducto de la economa del petrleo y de la coca.

    El caso del Urab antioqueo, analizado por Clara Ins Aramburo (2011) y su equipo, ilustra la manera como los procesos de mayor inser-cin a la economa nacional y mundial interactan dinmicamente con

    Cinep-Fernan E.indd 19 17/05/2014 06:41:11 p.m.

  • 20 Fernn E. Gonzlez Gonzlez

    su previa configuracin social y cultural. All, el desarrollo de la agroin-dustria bananera trae consigo un aumento de la presin sobre la tierra frtil y la concentracin de la poblacin en las cabeceras municipales, al lado de un desplazamiento de colonos campesinos hacia todos los flancos de la regin

    En contraste con los estudios de las macrorregiones del suroccidente y el oriente colombianos, as como de la subregin del Urab antioqueo, el caso del Bajo Putumayo, analizado por Mara Clara Torres (2011), mues-tra una situacin enteramente diferente de las relaciones establecidas por las regiones perifricas con el Estado, al ilustrar las paradojas de la cons-truccin del Estado en el nivel local a partir de un caso bien particular: el de la contribucin, as sea indirecta, de los campesinos cocaleros del Bajo Putumayo a la creacin de un orden poltico y social en comunidades de zonas de colonizacin. Y al contrario de las visiones normalmente acep-tadas, que tienden a considerar al campesinado como a seres totalmente alejados de la institucionalidad y del mercado nacional y mundial, la au-tora describe la manera como ellos, desde la marginalidad y la ilegalidad, se van articulando al mercado mundial y al Estado central.

    En cambio, la situacin del oriente antioqueo, analizada por Clara Ins Garca (2011) y su equipo del Iner, ofrece un panorama inicialmente muy distinto del presentado por las regiones atrs nombradas, ya que no se trata de una zona de colonizacin reciente ni de una zona de fron-tera a punto de cerrarse, como ocurre con las reas donde se insertan inicialmente el ELN y el EPL, sino de una regin con una larga historia de poblamiento e insercin, tanto en el conjunto de las subregiones de Antioquia como en las del resto del pas. All la implantacin de los acto-res armados se presenta mucho ms tardamente, despus de la violenta represin del Estado central y de los poderes regionales y locales, tanto formales como informales, contra la propuesta de las poblaciones frente a los cambios polticos y econmicos ligados al desarrollo de proyectos de generacin hidroelctrica y de vas nacionales de infraestructura vial. Las agrupaciones armadas, tanto guerrilleras como paramilitares, se apunta-lan en las tensiones sociales provocadas por esa situacin.

    Finalmente, el caso de Crdoba, estudiado por Gloria Isabel Ocampo (2014), muestra una realidad muy alejada de las anteriores: se trata de zo-nas de frontera agraria, abierta o a punto de cerrarse, que han experimen-tado recientemente procesos de rpida expansin econmica acompaa-da de tensiones sociales, o de regiones que han modificado radicalmente su relacin con el Estado y la economa nacional. En esos diferentes casos

    Cinep-Fernan E.indd 20 17/05/2014 06:41:11 p.m.

  • Introduccin 21

    el estilo de insercin de los actores armados ilegales vara enormemente, segn la organizacin social imperante en ellos.

    La comparacin de los casos regionales de estudio hace evidentes las diferencias de las interacciones entre el Estado central, las regiones y las localidades, mostrando los diversos efectos descargados sobre las pol-ticas nacionales en los mbitos regionales y locales. El contraste entre el Bajo Putumayo, donde la bonanza cocalera lleva a los pobladores a inser-tarse formalmente en las instituciones estatales para acceder a ciertos be-neficios y a ser reconocidos e integrados a las lgicas del Estado central, y el oriente antioqueo, donde la mayor estatalizacin de las polticas de in-fraestructura y electrificacin, por el hecho de afectar diferenciadamente a la regin, es observada como una amenaza para su identidad cultural, muestra de qu manera las diferentes situaciones previamente existentes inciden en las interacciones suscitadas entre los diferentes espacios del poder.

    El caso de la municipalizacin del Bajo Putumayo representa un pro-ceso de construccin del Estado desde abajo, que parte de las sociabili-dades previamente existentes para buscar una mayor integracin a los servicios e instituciones estatales. La ventaja de este estudio es su intento de responder al vaco casi generalizado que existe en la Sociologa y la Ciencia Poltica sobre la manera como interactan las distintas reas de la vida poltica, pues normalmente la formacin del Estado tiende a ser con-cebida desde el centro y pasa por alto el anlisis de la interaccin entre las burocracias centrales y los poderes de hecho que existen o van tomando cuerpo en regiones y localidades. En contraste con este proceso, el oriente antioqueo mostrara los resultados culturales, sociales y econmicos de una insercin econmica y poltica al departamento y la nacin que va en contrava de la tradicin cultural de una regin con una larga historia y termina erigiendo un escenario de tensiones muy proclive a la implanta-cin de los actores armados.

    En cambio, la presencia de tales agrupaciones en la macrorregin del Suroccidente refleja su diverso papel en la constitucin de las subre-giones que la componen y los diferentes estilos y momentos de su arti-culacin a la vida econmica y poltica del conjunto de la nacin, que permiten entender la manera diversa como sus pobladores interactan con los agrupaciones armadas. Se hace evidente la diferencia del papel que ejercen los grupos guerrilleros en las zonas donde ayudaron a la configuracin regional frente a las zonas donde su presencia es predo-minantemente militar. Finalmente, los estudios sobre el Nororiente del

    Cinep-Fernan E.indd 21 17/05/2014 06:41:11 p.m.

  • 22 Fernn E. Gonzlez Gonzlez

    pas y el Urab antioqueo mostraran la manera diversa como se com-binan las tensiones producidas por una rpida insercin en la economa nacional y mundial con las tensiones previamente existentes, para dar lugar a un escenario proclive al asentamiento de actores armados de diferente orientacin ideolgica.

    Finalmente, el caso de Crdoba permite acercarnos a un contexto re-gional donde el Estado central no ha logrado territorializar plenamente su autoridad sino que debe hacer presencia apoyndose en la existencia de unas relaciones sociales y unas sociabilidades polticas previamente exis-tentes, como base del surgimiento de poderes paralelos que operan como sustitutos o complementos de las instituciones estatales. En ese contexto surgen relaciones mimticas entre los diversos actores armados, legales o ilegales, y diversas normatividades que coexisten y compiten entre s. Ante la normatividad oficial, la tradicin de informalidad jurdica expresa la ma-nera compleja como se articula la regin al Estado y, consiguientemente, el estilo de presencia de las instituciones estatales en ella.

    La observacin de estos procesos nos lleva a plantearnos la necesidad de analizar las relaciones que se presentan entre las regiones centrales y las regiones y territorios perifricos, para distinguir los casos donde, como afirma Miguel ngel Centeno (2002b: 64-67), el Centro no controla la periferia, a diferencia de las naciones cuyas capitales logran un aceptable dominio del territorio. Conviene, pues, explorar los condicionamientos es-tructurales y coyunturales que hacen o no posible la configuracin de los Estados con su respectivo monopolio de la coercin legtima y de la justicia.

    Para ello hemos recurrido a los planteamientos de Ernest Gellner (1992: 22 y 1997), que insisten en que la sedentarizacin de las poblacio-nes y su fijacin en unos territorios delimitados restringen las posibilida-des fsicas, econmicas y polticas de desplazarse hacia otras zonas y las obligan a esforzarse por hacer coincidir en el mismo espacio geogrfico sus redes de relaciones polticas, econmicas y religiosas. Segn este au-tor, el encerramiento o enjaulamiento de la poblacin dentro de un territorio previamente definido, el aumento de las interacciones sociales y econmicas de los grupos poblacionales en ese espacio, el paso de una economa nacional a una monetaria y la consiguiente expansin de los medios de comunicacin y transporte son condiciones previas para que tenga sentido el esfuerzo centralizador del Estado. Para este autor, sin la existencia previa de esos condicionamientos sociales de la vida poltica, el esfuerzo unificador de un lder o un grupo poltico sera excesivamente costoso y no valdra la pena: es casi imposible imponer el monopolio es-

    Cinep-Fernan E.indd 22 17/05/2014 06:41:11 p.m.

  • Introduccin 23

    tatal de la coercin cuando la poblacin tiene la oportunidad de escapar a periferias ms marginales y aisladas, cuyas tierras puede colonizar.

    Sin embargo, tal perspectiva, que se mueve desde el centro hacia la peri-feria, deja de lado la otra cara de la moneda: la explicacin de la capacidad de los poderes regionales y locales para resistir exitosamente los intentos su-puestamente modernizantes del Estado central, gracias al apoyo de sus clien-telas electorales, que le permiten negociar con los polticos del mbito central y mostrar sus carencias frente a las particularidades de regiones y localidades. Esa capacidad de resistencia de los poderes locales y regionales y sus relacio-nes con la poblacin electoral llevan a dar un nuevo significado al fenmeno del clientelismo en el proceso de construccin del Estado nacional.

    Sin embargo, hay otra cara del problema que tambin se pasa por alto: el inters de los pobladores por ser reconocidos e integrados a las lgi-cas del Estado central, evidenciado por el trabajo de Mara Clara Torres (2011) en torno a la formacin del Estado local en el Putumayo. Y, asi-mismo, por los anlisis de Tefilo Vsquez (2011) y Mara Clemencia Ra-mrez (2001) enfocados en los movimientos de los campesinos cocaleros, que muestran la contradiccin que tienen los intereses de reconocimiento e integracin de los campesinos frente al Estado nacional con respecto a los intereses contraestatales de las Farc. Y otro aspecto similar del mismo problema es evidenciado por Ingrid Bolvar en su anlisis de las movili-zaciones sociales de los campesinos del sur de Bolvar, que buscan clara-mente una relacin directa con los funcionarios del Estado central para saltarse la intermediacin de los polticos tradicionales y de los funciona-rios estatales del orden regional y local.

    Para afrontar estos diversos matices del problema de las relaciones entre los mbitos local, regional y nacional del poder parece importan-te contrastar la observacin histrica de los procesos de construccin del Estado con el comportamiento cotidiano de la poblacin frente a la Poltica: en ese sentido, la combinacin de la etnografa del Estado y la historia poltica comparada busca superar, tanto la mirada abstracta y es-tatalizante de la Poltica como la exaltacin de los poderes locales y la re-nuencia a aceptar la regulacin estatal: se insiste as en que el Estado no es una construccin suprahistrica o supracultural, ni una entidad separada o independiente de la sociedad, sino que est imbuido en la cultura y en una densa gama de relaciones sociales locales.

    En otras palabras, como muestra Akhil Gupta para el caso de la India, el Estado se aprovecha de previas relaciones de dominacin existentes

    Cinep-Fernan E.indd 23 17/05/2014 06:41:11 p.m.

  • 24 Fernn E. Gonzlez Gonzlez

    en los territorios y transcurre dentro de otras formas institucionales que regulan las relaciones sociales, como la familia, la sociedad civil o la eco-noma. Esta percepcin etnogrfica coincide con los planteamientos de Michael Mann (1997), quien, apoyado en la sociologa histrica, se queja de la poca atencin que los tericos han prestado usualmente al tema de las relaciones entre el Estado central y los poderes previamente existen-tes en regiones y localidades, e insiste en que la centralizacin estatal no destruye esos poderes sino que los articula en torno a ella. Tales preocu-paciones han llevado a los etngrafos polticos a insistir en la necesidad de estudiar los aspectos cotidianos y culturales del Estado, entre ellos las prcticas burocrticas, la recaudacin de impuestos, la asignacin de sub-sidios, la expedicin de documentos de identificacin, etc., con el fin de examinar las dispersas redes institucionales y sociales por las que la ley se coordina y consolida (Sharma y Gupta, 2002: 9).

    Por otra parte, es importante el llamado de Clifford Geertz (2003) a pensar en la heterogeneidad y el conflicto presentes en los procesos de construccin del Estado a partir de la emergencia de nuevos Estados en Asia y frica despus de la descolonizacin. Su experiencia investigati-va en Marruecos e Indonesia lo ha llevado a preocuparse por los casos donde el Estado no es soberano o no lo es de manera plena, en un enfo-que que l denomina un Viaje de la Antropologa hacia la Historia. Este rumbo busca superar los enfoques ms o menos parroquialistas, centra-dos en tribus y pueblos aislados del desarrollo y el intercambio cultural del conjunto de las naciones, aunque pretende utilizar los aportes de esos estudios para el anlisis de sociedades ms complejas, supuestamente modernas y autoconscientes, inmersas en un contexto marcado por la descolonizacin, la Guerra Fra, la modernizacin, los nacionalismos y la globalizacin, entre otras caractersticas. Segn l, el contraste entre los desarrollos de los nuevos y los antiguos Estados lo lleva a sugerir la nece-sidad de reflexionar seriamente en torno de las categoras heredadas de la Filosofa y la Ciencia Poltica de corte occidental, ya que las calidades de nacin, cultura, pas y Estado no son plenamente aplicables a muchos de los nuevos Estados, aunque incluso tampoco a algunos de los antiguos.

    Geertz se muestra sorprendido de que el desconcierto de historiado-res, filsofos, cientficos polticos y socilogos cuando tratan de aplicar las categoras de Max Weber y Ernesto Renn a la inmensa variedad de grupos parroquiales y locales existentes en las nuevas naciones y frecuen-temente enfrentados entre s, se extienda tambin a los propios antro-plogos, cuya disciplina debera llevarlos a enfatizar la importancia de

    Cinep-Fernan E.indd 24 17/05/2014 06:41:11 p.m.

  • Introduccin 25

    diferencias. Por eso, plantea la necesidad de cambiar el criterio de que el Estado es semejante a la maquinaria de un Leviatn que domina la socie-dad, y enmarcarlo en el contexto de la sociedad donde funciona; luego trata de respaldar su frmula menos Hobbes, ms Maquiavelo con sus estudios etnogrficos sobre Marruecos e Indonesia. Y concluye que el Es-tado en esos dos pases e igualmente en Nigeria, India, Canad, Blgica, Georgia, Estados Unidos y COLOMBIA no es tanto el smbolo externo de una nacionalidad cuasinatural cuanto un instrumento social fabricado a la carrera para dar una forma relativamente unificada a una serie de identidades desiguales, deseos cruzados y asunciones que compiten entre s. Para l, en estos lugares complicados, la soberana y compacta nocin de la Nacin-Estado, basada en una poblacin singular y distinta (como la Francia cvica, el Japn mondico, el Portugal catlico y la Tailandia budista), no solo est ausente sino que est lejos de existir. As, su viaje hacia la Historia termina con una mirada optimista porque encuentra signos de que se est abandonando la mirada moralista y sobreintelectua-lizada de muchos estudios, que contraponen a vctimas y villanos, para adoptar un enfoque ms realista y pragmtico sobre estos procesos.

    Este acercamiento antropolgico con un viaje hacia la Historia per-mite acercarse a la constitucin cultural del Estado, que tiene que ver con la esfera de las representaciones sociales y especialmente con la ma-nera como las instituciones del Estado encarnan en la vida cotidiana de la gente: la poblacin aprende sobre la existencia del Estado a partir de las prcticas cotidianas, Estas prcticas aparentemente banales, rutinarias y repetitivas de las burocracias van moldeando el significado real del Esta-do, tanto para los funcionarios como para los ciudadanos en general. Sin embargo, normalmente este procedimentalismo burocrtico es consi-derado como apoltico y meramente tcnico, a pesar de que sus prcticas permiten concretar las tareas polticas de la formacin del Estado y el ejercicio concreto del poder. En lo referente a ese ejercicio del poder, los estudios sobre etnografa poltica hechos en la India permiten observar que el seguimiento estricto de las reglas burocrticas puede ir acompaa-do por altos niveles de corrupcin, que reflejan las prcticas del Estado realmente existente (Sharma y Gupta, 2002: 11-12).

    Tales enfoques combinados pueden ayudarnos a comprender mejor fenmenos como el clientelismo, la presencia de los caudillos militares en algunos pases y su ausencia en otros, el sentido de las guerras civiles que caracterizaron la historia del siglo XIX en Iberoamrica e incluso la presencia o ausencia de los populismos de la primera mitad del XX y de

    Cinep-Fernan E.indd 25 17/05/2014 06:41:11 p.m.

  • 26 Fernn E. Gonzlez Gonzlez

    los neopopulismos ms recientes. Y deducir las limitaciones de los Esta-dos iberoamericanos, que hacen que solo ocasionalmente se involucren en guerras necesariamente limitadas, que no logran producir los efectos positivos de fortalecimiento estatal y de neutralizacin del poder militar que lograron sus pares en los pases europeos.

    En resumen, estas diferencias en la integracin de las diversas regiones al conjunto de la vida nacional marcan, tanto las diferencias en la presen-cia de los actores armados como la manera diversa como funcionan en ellas las instituciones estatales. As, la combinacin de los estudios regio-nales de caso con la concepcin del desarrollo poltico nacional y las re-flexiones tericas antes sealadas, confirma la intuicin fundamental que ha guiado los trabajos de Odecofi: la necesidad de ubicar espacialmente los procesos de violencia actuales y previos, desarrollo econmico des-igual de las regiones y construccin del Estado nacional. La manera como los territorios se han venido poblando y articulando, tanto entre s como con las instituciones centrales del Estado para configurar el espacio de la nacin, hace importante considerar el modo como sus pobladores se han ido cohesionando y organizando internamente. Y, consiguientemente, hacen ver la necesidad de una visin multiescalar de la configuracin del Estado, basada en la continua interaccin entre nacin, regin y localida-des, cuyos diversos momentos e interrelaciones hacen que la presencia de las instituciones estatales sea necesariamente diferenciada. Para analizar esas interacciones es importante considerar el papel que desempearon los partidos polticos tradicionales como redes de poderes locales y re-gionales que fueron tomando cuerpo a partir de las guerras civiles, las luchas electorales, los programas ideolgicos y los mecanismos de corte clientelista a lo largo del siglo XIX y buena parte del XX.

    A la vez, obligan a buscar un acercamiento multidisciplinar al pro-blema de la construccin del Estado, que permita analizar este proceso desde arriba y desde abajo, a fin de que se haga justicia a la manera como las instituciones estatales del orden central se articulan y negocian con los poderes previamente existentes en localidades y regiones o los que estn configurndose en las regiones en proceso de formacin e integracin a la nacin. De ah que nuestros esfuerzos de investigacin terminen por sugerir la necesidad de un acercamiento interdisciplinar que combine la Antropologa y la Sociologa poltica, la Historia Poltica y la Ciencia Poltica, que hagan evidentes sus ventajas para una comprensin ms compleja y diferenciada de los procesos de construccin del Estado en Occidente.

    Cinep-Fernan E.indd 26 17/05/2014 06:41:11 p.m.

  • Introduccin 27

    Por eso, nuestras investigaciones se centran en la interaccin de los niveles nacional, regional, subregional y local de la vida poltica: ellas contraponen los cambios polticos del orden nacional y global con los desarrollos polticos del orden local y regional, para mostrar de qu ma-nera los grandes cambios constitucionales y legales, las transformaciones econmicas, el desarrollo de proyectos de infraestructura, los virajes de las polticas pblicas y las mutaciones del rgimen poltico en el orden nacional tienen efectos diferenciados de acuerdo con las condiciones par-ticulares de regiones y localidades. Y, a su vez, los cambios polticos, eco-nmicos y sociales de regiones y localidades modifican la vida poltica, econmica, social y cultural del conjunto de la nacin.

    En ese sentido, la propuesta analtica de Odecofi insiste en la necesi-dad de un acercamiento interdisciplinar sensible, tanto a las interacciones entre centro y periferia como a la combinacin entre la observacin de las contradicciones estructurales de larga duracin y las percepciones y valoraciones subjetivas de esas contradicciones, que permita construir un modelo histrico y relacional destinado a estudiar la violencia poltica en relacin con los procesos de formacin del Estado en Colombia. Se buscara as una explicacin interactiva y multiescalar de los fenmenos violentos, actuales y anteriores, mediante la interrelacin entre factores estructurales y subjetivos.

    Los elementos estructurales seran:

    1. La configuracin social de las regiones, su poblamiento y cohesin interna, ligados a un problema agrario nunca resuelto;

    2. La integracin territorial y poltica de las regiones y sus pobladores mediante el sistema poltico bipartidista;

    3. Las tensiones y contradicciones sociales que se derivan de los dos procesos anteriores, frente a la incapacidad del rgimen para tra-mitarlas adecuada y pacficamente.

    Mientras que los factores subjetivos seran las interpretaciones que personas y grupos sociales hacen de esas tensiones, sus valoracin de las mismas tiene que ver con sus hbitos de pensamiento, sus preconcepcio-nes y marcos ideolgicos, que finalmente arrojan opciones y decisiones voluntarias frente a la situacin as diagnosticada.

    Esta propuesta analtica llevara, en conclusin, a explicar la violencia colombiana como un resultado no planeado previamente de manera vo-

    Cinep-Fernan E.indd 27 17/05/2014 06:41:11 p.m.

  • 28 Fernn E. Gonzlez Gonzlez

    luntaria sino algo impremeditado, resultante de la combinacin de esas contradicciones estructurales de larga duracin y del mbito nacional, con tensiones sociales, econmicas y polticas de orden regional y local en el mediano y el corto plazos, interrelacionadas con interpretaciones complotistas y maniqueas de la sociedad, tanto de los sectores de izquier-da como de derecha, en un contexto mundial y continental marcado inicialmente por la Guerra Fra y luego por la lucha mundial contra el terrorismo y el narcotrfico, todo lo cual conduce a las opciones volunta-rias de algunos actores y grupos sociales por la solucin violenta de esas contradicciones y tensiones.

    Esta interaccin entre factores estructurales y subjetivos ha llevado a nuestras investigaciones a interrogarse sobre las categoras que sirven de punto de partida para el acercamiento a la vida poltica, tanto por parte de los analistas como de la opinin pblica en general: el nfasis en la socio-gnesis de nuestras preconcepciones ayuda a entender la manera proble-mtica como la sociedad colombiana se enfrenta a la Poltica. La atencin se centra especialmente en el anlisis de los hbitos de pensamiento con el cual los analistas, los formadores de opinin pblica y el pblico en general se aproximan al mundo de la poltica. Tambin se dedica mu-cha atencin a la manera como las poblaciones interpretan y adaptan las reformas estatales a sus particulares contextos regionales y locales. As, el anlisis de la sociognesis de los preconceptos sobre la Poltica y el Estado se convierte en parte integral del proceso de construccin simblica del Estado y de la poltica para mostrar su carcter histrico. Este criterio nos lleva a superar las concepciones un tanto apocalpticas y catastrofistas, que buscaban aplicar a Colombia las caracterizaciones de Estado fallido o a punto de colapsar, pero tambin las visiones ms recientes sobre la captura o reconfiguracin mafiosas del Estado.

    Para ilustrar sobre la manera multiescalar e interactiva como los an-lisis de los grupos de Odecofi se reflejan en el mundo poltico, el presente libro pretende enmarcar los conflictos y desarrollos regionales en el con-texto ms amplio del desarrollo poltico de Colombia, a fin de combinar tanto los procesos del nivel central y nacional como los desarrollos de los niveles local y regional; para eso hay que considerar tanto los procesos de la proyeccin desde el centro hacia las regiones y localidades como los de las regiones y localidades hacia el centro. De ah la importancia que se otorga a la dimensin espacial, tanto de los fenmenos de violencia pblica como de los procesos de construccin del Estado, aunque siem-pre en relacin con las diversas trayectorias temporales de los mismos

    Cinep-Fernan E.indd 28 17/05/2014 06:41:11 p.m.

  • Introduccin 29

    desarrollos. Por eso mismo se insiste siempre en la observacin procesual y diferenciada, tanto espacial como temporal, de esos fenmenos.

    El criterio procesual se distancia necesariamente de enfoques normati-vos y teleolgicos, presentes en muchos de nuestros hbitos de pensamien-to sobre la vida poltica y el Estado, para mostrar que nuestros preconcep-tos y valoraciones son mucho menos abstractos de lo que pensamos, ya que ellos resultan de procesos histricos muy diferentes de los que hemos vivido en nuestros pases del Tercer Mundo. Por eso, la primera parte del libro, El proceso de formacin estatal en Europa e Iberoamrica. Algunos ele-mentos conceptuales para la discusin, se inicia con un captulo concentrado en discutir algunas caracterizaciones del conflicto armado colombiano en relacin con la realidad del Estado, al cual se refieren algunos cuando ha-blan de colapso parcial del Estado, Estado fallido o precario, Estado captu-rado (cooptado) o reconfigurado. El anlisis de estas percepciones nos ha llevado a hablar ms bien de Estado en construccin o de presencia dife-renciada de las instituciones estatales en el espacio y el tiempo, para sugerir que las instituciones estatales tienden a comportarse de distinta manera, segn sean las particularidades de las regiones y localidades, especialmente en consonancia con el grado y el momento de su integracin en el conjunto de la vida nacional.

    Esta diferenciacin se concreta en diversos grados de estatalizacin e institucionalizacin nacional de la vida poltica, a los cuales corresponden variados tipos de relaciones entre el Estado central y los poderes locales y regionales. Tal diversidad se refleja asimismo en maneras diferencia-das de ejercicio de la ciudadana y en diversos estilos de cultura poltica, que rompen con la concepcin abstracta y homogeneizante de los textos constitucionales y de las teoras de la ciencia poltica convencional.

    Esa visin ms dinmica nos conduce a un segundo captulo de esta primera parte del libro, que recoge, en primer lugar, algunos anlisis cl-sicos sobre los procesos de formacin del Estado que prestan especial atencin a las interacciones entre el curso de su formacin simblica y los condicionamientos estructurales de tales procesos, lo cual permite aproximarse de forma ms realista a los problemas de nuestra vida po-ltica. En este captulo se intenta elaborar un modelo de construccin de Estado que combina el esquema general de Charles Tilly, centrado en los efectos polticos de las guerras entre naciones, con las ideas de Barrington Moore Jr. sobre la relacin entre estructura agraria y rgimen poltico, aunque enriquecidos con otros aportes, como los de Theda Skocpol sobre la importancia de las burocracias centrales, los planteamientos generales

    Cinep-Fernan E.indd 29 17/05/2014 06:41:11 p.m.

  • 30 Fernn E. Gonzlez Gonzlez

    de Elias sobre la integracin de territorios y estratos sociales y el nfasis en la construccin simblica del Estado (Timothy Abrams), as como el papel de los juristas y del derecho (Pierre Bourdieu) en la construccin de algunas naciones de Occidente.

    Frente al nfasis puesto por algunos de estos autores en los efectos que las guerras entre naciones tienen en el fortalecimiento institucional de los Estados y la aparicin de formas ms democrticas de consulta de los gobernados, se seala que este anlisis tiende a pasar por alto que las guerras entre naciones no siempre desembocan en el fortalecimiento del Estado central que subordina los poderes regionales, ni en la consi-guiente democratizacin poltica de las naciones. En algunos casos, ellas han conducido ms bien al fortalecimiento de formas autoritarias o al evidenciado en un equilibrio complejo de fuerzas entre los funcionarios del Estado central y los poderes realmente existentes en las regiones y localidades, producto de difciles negociaciones entre esos mbitos de po-der. Este equilibrio de poderes, estimado como desastroso para el Estado central y exitoso para los poderes locales y regionales, es resultado de la evolucin previa de las regiones, de las relaciones entre las ciudades y el mundo agrario, as como del rgimen de propiedad y trabajo imperante en el campo y la ciudad.

    Esa evolucin previa y el consiguiente equilibrio entre diversos mbi-tos del poder llevan a la necesidad de analizar, en un segundo momento, las dificultades de aplicar este modelo abstracto de construccin estatal a naciones que no han vivido esos procesos y que carecen de las condi-ciones que hicieron posible su exitoso resultado en ellas (Gellner). Tales dificultades muestran los problemas que resultan de concentrar la aten-cin solo en el papel que las guerras internacionales desempean en la configuracin de los Estados, sin considerar suficientemente cul sera el rol de las guerras internas en la configuracin e institucionalizacin de los Estados. Normalmente, estas guerras civiles han sido interpretadas como expresin de la fragmentacin de las elites y de su relacin con el Estado central, que tienen como trasfondo la falta de integracin de los territorios y la inexistencia de un mercado nacional que los articule. Sin embargo, un anlisis ms detallado de esas guerras podra mostrarlas tambin como intentos, no siempre exitosos, de superacin de esas frag-mentaciones mediante la articulacin de esos poderes y regiones. Ob-viamente, semejantes esfuerzos, expresados tanto en las guerras civiles como en la lucha poltica ordinaria, no siempre conducen al predominio del centro poltico y de su capital sobre las regiones, sino que tienen por

    Cinep-Fernan E.indd 30 17/05/2014 06:41:11 p.m.

  • Introduccin 31

    resultado una serie de equilibrios cambiantes entre la nacin, las regiones y las localidades.

    Los problemas del trasplante del modelo de las instituciones estatales engendradas por esas guerras entre naciones son particularmente visibles en los pases de Iberoamrica y en la descolonizacin del continente afri-cano, cuyas condiciones sociales y econmicas distan mucho de las rea-lidades de los pases donde tales instituciones surgieron originalmente. Para ese anlisis, se consideran, en primer lugar, los nfasis que Michael Mann, Catherine Boone, Edward Gibson, Carlos Gervasoni y otros po-nen en la necesidad de considerar las relaciones de la centralizacin del poder con los poderes de orden subnacional y la combinacin que Stathis Kalyvas, en sus anlisis de las guerras civiles, establece entre escisiones maestras y micromotivaciones regionales y locales.

    Por esa razn esta primera parte del libro finaliza con el examen de los intentos que Miguel ngel Centeno hace de aplicar a Iberoamrica el esquema tilleano, aunque tratando de ubicarlo en el contexto de una visin ms integral y combinada de las guerras de la Independencia, las guerras entre naciones y las guerras internas, que parten de las tensiones heredadas del orden colonial y de las relaciones entre elites locales y po-der central. All se acentan aspectos como la necesaria existencia previa de una elite nacional cohesionada, la integracin territorial del pas, la articulacin o no articulacin de las elites locales y regionales en torno a un centro poltico, el momento y la manera de insercin del pas en el mercado mundial. Tal discrepancia con los anlisis de Centeno se ve complementada por la discusin de la posible aplicacin de las categoras de Barrington Moore a los diferentes pases iberoamericanos, que obliga igualmente a introducir muchos matices y diferencias.

    Esta diferenciacin se concreta en diversos grados de estatalizacin e institucionalizacin nacional de la vida poltica, a los cuales corresponden variados tipos de relaciones entre el Estado central y los poderes locales y regionales. Tal diversidad se refleja asimismo en maneras diferenciadas de ejercicio de la ciudadana y en diversos estilos de cultura poltica, que rompen con la concepcin abstracta y homogeneizante de los textos cons-titucionales y de las teoras de la ciencia poltica convencional.

    No obstante, puede concluirse que una mirada de conjunto sobre las guerras de Iberoamrica, suscitadas por las tensiones de la poca colo-nial, las contiendas de la Independencia y los conflictos internos y exter-nos, mostrara que la guerra incide ciertamente en la conformacin de

    Cinep-Fernan E.indd 31 17/05/2014 06:41:12 p.m.

  • 32 Fernn E. Gonzlez Gonzlez

    los Estados, pero con resultados muy diferentes de los que algunos teri-cos habran preferido. Y que la estructura agraria incide igualmente en la construccin de los regmenes polticos, pero de manera ms compleja y diferenciada de lo que esperara el modelo terico.

    Esta discusin terica de orden general, as como el recurso a la his-toria comparada del desarrollo poltico de los pases iberoamericanos recordada en la primera parte de este libro, nos permiten acercarnos al anlisis del proceso histrico de la formacin del Estado colombiano para estudiar el papel que ha desempeado la Violencia en la configuracin del Estado colombiano, ms all de los enfoques de carcter normativo y moralista de la poltica, que parten de una lectura acrtica de la expe-riencia de la formacin de Estados ya consolidados, en contraste con la necesidad de considerar los momentos previos, bastante conflictivos y violentos, de esos mismos Estados y de otros casos menos exitosos de formacin estatal

    Tales consideraciones generales de la primera parte del libro prepa-ran la segunda, El conflictivo proceso de formacin estatal en Colombia, que intenta dialogar con las categoras generales y los casos de otros pases iberoamericanos para mostrar la correspondencia del examen procesual e interactivo de la historia de construccin del Estado, ex-presada en la presencia diferenciada de las instituciones estatales en el espacio y el tiempo, con una diversidad de las formas con las cuales el conflicto armado afecta a las diferentes regiones, subregiones y locali-dades del pas, segn sus procesos de configuracin social, poblamiento y articulacin con el conjunto de la escena poltica e insercin en la vida econmica de la nacin y del mundo. Sin embargo, este impacto dife-renciado del conflicto armado en las regiones no impide que en ellas se inicien y desenvuelvan importantes contextos de movilizacin social y programas de desarrollo econmico y de impulso de la vida democrti-ca y la gobernabilidad.

    Esta diversidad de formas del conflicto armado suscitadas por la re-lacin de las regiones con las instituciones estatales nos plante la nece-sidad de remitirnos a los inicios de la conflictiva construccin del Esta-do colombiano, a partir de los antecedentes del poblamiento colonial y los diferentes grados de relacin de las regiones con los aparatos del Es-tado colonial hasta las turbulencias del siglo XIX, marcado por guerras internas y enfrentamientos electorales entre los partidos tradicionales, con su consiguiente papel en la configuracin de las identidad nacional.

    Cinep-Fernan E.indd 32 17/05/2014 06:41:12 p.m.

  • Introduccin 33

    La hegemona de los partidos Liberal y Conservador en la vida polti-ca colombiana empez a ser desafiada por la aparicin de algunos grupos sociales y polticos desde las primeras dcadas del siglo XX, en una coyun-tura de crecimiento del gasto pblico estatal y de surgimiento de tensiones en el incipiente mundo obrero y en el mundo rural de una fronteras agra-ria en expansin. El contraste entre la actitud de incomprensin de esas tensiones por parte de las principales facciones del Partido Conservador y de la Iglesia catlica y la mayor apertura por parte de formaciones pro-gresistas del Partido Liberal, junto con las tensiones internas del Partido Conservador, va a provocar la cada del Partido Conservador y a preludiar muchos de los problemas del siglo XX colombiano.

    Por eso, el siguiente captulo introduce una comparacin entre las vio-lencias de los aos treinta del siglo XX y las de mediados de ese siglo, ambas correspondientes a transiciones de los partidos tradicionales en el poder, aunque en diferentes contextos, que a su vez llevarn a diferentes resultados. Las presiones violentas, que perseguan la homogeneizacin poltica de algunas regiones donde no exista una clara hegemona de alguno de los partidos tradicionales presentes en ambas situaciones, provocaron efectos de distinto alcance. Los episodios violentos de los aos treinta se concentraron en algunas regiones y localidades, mientras la guerra con el Per impidi que se generalizaran en el conjunto del pas, a pesar de que ella coincidi con algunas tensiones en las zonas de colo-nizacin rural. En cambio, en los aos cuarenta y cincuenta los episodios violentos despiertan una crisis general de la vida poltica, al coincidir con un ambiente muy polarizado en torno a los intentos de modernizacin de la Repblica liberal y al surgimiento de una movilizacin populista.

    Tal crisis del sistema poltico explica la solucin consocional que los partidos encuentran de la Violencia de mediados del siglo XX, pero las limitaciones de esa solucin, tanto para enfrentar los rezagos de esa vio-lencia como para responder adecuadamente a los cambios sociales que se producan en los aos sesenta, desembocan en un nuevo escenario violento, aunque de naturaleza muy distinta de aquella, centrada en la contraposicin de los dos partidos tradicionales.

    Estas consideraciones conducen a los siguientes captulos, dedicados a la violencia ms reciente y a los intentos de solucin negociada del con-flicto armado. Uno de tales apartes, Un nuevo tipo de insurgencia, est de-dicado al momento fundacional de nuevos grupos insurgentes como pro-ducto de la combinacin entre factores estructurales como las tensiones del mundo rural provenientes de la colonizacin permanente de las zonas

    Cinep-Fernan E.indd 33 17/05/2014 06:41:12 p.m.

  • 34 Fernn E. Gonzlez Gonzlez

    perifricas y las dificultades de sus pobladores para articularse al conjunto de la vida nacional en materia poltica y econmica y factores subjetivos como la interpretacin complotista de esas tensiones y la opcin volunta-ria por la solucin violenta de las mismas. De esa manera, los problemas estructurales referidos a la exclusin poltica y a las tensiones del mundo rural no parecen ser una explicacin suficiente para acudir al recurso de la opcin violenta, pues hay que considerar tambin la interpretacin y la valoracin de esos problemas estructurales en un contexto mundial de Guerra Fra y un momento continental marcado por la Revolucin Cuba-na. En este contexto, la combinacin de factores estructurales y subjetivos lleva al surgimiento de un nuevo tipo de guerrillas, inspiradas en diversas versiones del marxismo leninismo, en zonas de colonizacin perifrica de la frontera agraria abierta o a punto de cerrarse.

    En esta interpretacin se da mucha importancia al monopolio del Es-tado por el sistema bipartidista, que entraaba grandes dificultades para que las instituciones estatales pudieran responder adecuadamente a las necesidades de las organizaciones sociales y polticas construidas al mar-gen de los partidos tradicionales, las cuales, a su vez, reflejaban las tensio-nes sociales de las zonas de colonizacin perifrica provocadas por la no solucin del problema agrario.

    Posteriormente, en el captulo final del libro, Entre la guerra y la paz, se analiza la oscilacin entre los ciclos expansivos de la violencia y los diversos intentos de solucin negociada de la guerra, con resultados diversos. El nuevo ciclo de la violencia comienza en los aos ochen-ta, cuando la guerrilla empieza a salir de su ubicacin en la periferia del pas para expandirse hacia zonas ms integradas. Tal transforma-cin obedece nuevamente a la combinacin de factores estructurales y subjetivos: las limitaciones del reformismo del rgimen bipartidista, especialmente en el campo, y su incapacidad para responder a las ten-siones sociales impulsadas por los cambios operados en el pas en los aos sesenta y setenta, expresados en grandes movilizaciones populares y cvicas al margen del bipartidismo, son interpretadas, tanto por la de-recha como por la izquierda, como una situacin prerrevolucionaria. Las opciones voluntarias de uno u otro lado conducen a una nueva ola de violencia, concretada en la decisin voluntaria de las Farc de aban-donar sus zonas originales para proyectarse hacia espacios ms integra-dos poltica y econmicamente al conjunto de la vida nacional, donde encontraran, como respuesta, la organizacin de grupos paramilitares de derecha, basados en la alianza de los poderes locales y regionales de

    Cinep-Fernan E.indd 34 17/05/2014 06:41:12 p.m.

  • Introduccin 35

    esos territorios, grupos emergentes vinculados al narcotrfico y secto-res de las fuerzas estatales de seguridad.

    Paradjicamente, esta determinacin voluntaria de las Farc de expan-dirse territorialmente coincide con la decisin voluntarista del presidente Betancur de abrir un proceso de negociacin, que, por supuesto, encon-traba resistencias en el Establecimiento, particularmente en los poderes locales y regionales, alarmados por los avances polticos de la izquierda y las amenazas de las Farc en sus regiones. Esta trgica coincidencia de opciones contradictorias explica, al menos parcialmente, las dificultades que tuvo que encarar el proceso de paz en marcha, el auge de los grupos paramilitares, aliados con formaciones tanto del narcotrfico como de las fuerzas estatales de seguridad, que desembocaron en el exterminio de la Unin Patritica, favorecido por la ambigedad de la combinacin de las formas de lucha adoptada por las Farc y el Partido Comunista.

    Esa coyuntura abre el escenario de las oscilaciones entre las negocia-ciones de paz y el ascenso de las violencias, que culmina con la referencia al proceso actual de negociaciones entre el gobierno Santos y las Farc en La Habana. Las oscilaciones pasan por diversos momentos, a partir del fracaso de las negociaciones de los presidentes Betancur y Barco y la com-binacin entre el intento de relegitimacin del sistema poltico y el ata-que a Casa Verde bajo la presidencia de Gaviria, que desembocan en una nueva expansin de la lucha guerrillera, las ambigedades del gobierno Samper en materia de paz en medio de las vicisitudes del llamado Proceso 8000 y el nuevo intento de paz de El Cagun, bajo Pastrana, cuyo fracaso llev a un endurecimiento de la opinin pblica y al triunfo electoral de Uribe Vlez en dos periodos presidenciales consecutivos.

    Finalmente, el contraste que las polticas de la Seguridad Democrti-ca, basadas en la negacin de la existencia de un conflicto interno y que logran obligar a las Farc a replegarse hacia sus zonas tradicionales de re-fugio en la periferia del pas, establecen con las actuales negociaciones de La Habana, sirve de conclusin para el acercamiento al trasfondo poltico del conflicto armado colombiano de los ltimos decenios. Obviamente, tal aproximacin a las posibilidades y limitaciones de este proceso de di-logo es necesariamente de carcter preliminar, dado que sus desarrollos son todava parciales e incompletos.

    Cinep-Fernan E.indd 35 17/05/2014 06:41:12 p.m.

  • Cinep-Fernan E.indd 36 17/05/2014 06:41:12 p.m.

  • PODE

    R Y V

    IOLE

    NCIA

    EN CO

    LOM

    BIA

    Fern

    n E

    . Gon

    zle

    z G

    onz

    lez

    COLECCIN TERRITORIO, PODER Y CONFLICTO

    PODER Y VIOLENCIA EN COLOMBIA

    COLECCIN TERRITORIO, PODER Y CONFLICTO

    Poder y violencia en Colombia es una aproximacin a la relacin de la violencia con el proceso de construc-cin del Estado a lo largo de nuestra historia, desde los tiempos coloniales hasta las negociaciones actuales en La Habana. Para ello, el autor combina la mirada sobre los problemas estructurales de larga duracin con las con-cepciones y opciones subjetivas de los actores sociales que optan por la violencia. Esa combinacin se enmarca en la interrelacin entre los mbitos de poder nacional, regio-nal o local, que hace que la presencia de las instituciones estatales sea diferenciada segn las particularidades de las unidades subnacionales y los distintos momentos de esas interacciones.

    Fernn E. Gonzlez Gonzlez

    Investigador del Cinep por ms de cua-renta aos, donde fue coordinador de investigaciones, subdirector y director general. Actualmente es director del Observatorio colombiano para el desa-rrollo integral, la convivencia ciudada-na y el fortalecimiento institucional en regiones fuertemente afectadas por el conflicto armado, Odecofi.

    Adems de sus pregrados en Filosofa y Letras y Teologa, es magister en Ciencia Poltica de la Universidad de Los Andes y master of arts en Historia de Amrica Latina de la Universidad de California en Berkeley, donde realiz estudios de doctorado. Profesor en varias universi-dades dentro y fuera del pas.

    Su especialidad es la historia poltica de Colombia y de Amrica Latina, con n-fasis en las relaciones entre Iglesia y Es-tado, la formacin del bipartidismo en Colombia, el seguimiento de la violen-cia reciente en relacin con el proceso de construccin del Estado colombiano.

    Autor de varios libros y artculos, entre los que se destacan Para leer la Poltica, Poderes enfrentados, Partidos polticos y po-der eclesistico; en colaboracin con Te-filo Vsquez e Ingrid Bolvar, Violencia poltica en Colombia. De la nacin fragmen-tada a la construccin del Estado.

    OdecofiColeccin Territorio, Poder y Conflicto

    Hacia la reconstruccin del pas Territorio, Desarrollo y Poltica en regiones afectadas por el conflicto armado Fernn E. Gonzlez G., (Ed.), 2008

    Gobernanza y conflicto en ColombiaInteraccin entre gobernantes y gobernados en un contexto violento Claire Launay-Gama y Fernn E. Gonzlez G., (Eds.), 2010

    Guerra y violencias en Colombia Herramientas e interpretaciones Jorge A. Restrepo y David Aponte (Eds.), 2010

    Geografas de la guerra, el poder y la resistencia Oriente y Urab antioqueos 1990-2008 Clara Ins Garca de la Torre y Clara Ins Aramburo Sie-gert, (Eds.), 2011

    Una vieja guerra en un nuevo contexto Conflicto y territorio en el sur de Colombia Tefilo Vsquez, Andrs R. Vargas y Jorge A. Restrepo (Eds.), 2011

    No estamos condenados a la guerra Hacia una estrategia de cierre del conflicto con el ELN David Aponte y Andrs R. Vargas (Eds.), 2011

    Estado y coca en la frontera colombiana El caso de Putumayo Mara Clara Torres Bustamante, 2011

    Circuitos, centralidades y estndar de vida Un ensayo de geografa econmicaJorge Ivn Gonzlez, Martha Cardozo, Guillermo Rivas, Guillermo Ruz, Camilo Castro, Diana Galvis, 2011

    Conflicto y territorio en el Oriente colombianoFernn E. Gonzlez G., Omar Jaime Gutirrez L.,Camilo Nieto M., Andrs F. Aponte G. yJos D. Rodrguez C., 2012

    COLECCIN

    TERRITORIO, PODER

    Y CONFLICTO

    Fernn E. Gonzlez Gonzlez

    PODER Y VIOLENCIAEN COLOMBIA

    COLECCIN TERRITORIO, PODER Y CONFLICTO