Plazas de Toros en Granada

Plazas de toros de Granada

Las Plazas de Toros en Granada

Granada con dos Plazas de Toros 1943

1768--2005

Manuel Jesús Anguita Castillo

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Las plazas de toros

en Granada1768—a 2005

Portada zona del Triunfo en 1860. Convento de la Merced, Hospital Real, Plaza de toros y solar estación ferrocarril

Autor: Manuel J. Anguita Castillo

Título: Breve Historia de las plazas de toros de Granada.

Depósito Legal GR.498/96

Fotos archivo M .J. A .C. y Archivo de fotos de Granada antigua de Fernando García Noguerol.

Encuadernación y composición “Copistería la Gioconda”

Reservados todos los derechos según Ley.

Reedición Abril de 2005

Distribución familiar.

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Las Plazas de Toros en Granada

Fotografía correspondiente al año 1860

De la Plaza de toros anfiteatro de la Real Maestranza 1768

a la Nueva Plaza de toros de

Granada 1928A modo de prólogo

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Mucho es el trabajo que ya me cuesta sentarme a escribir, pero ha surgido el tema de las plazas de toros en Granada, con motivo se haberse descubierto los cimientos de la que fue primera plaza de toros estable que hubo en Granada. Desde ese día y bien por la prensa local o bien por los demás medios de comunicación, he escuchado verdaderas chorradas sobre como se desarrolló la FIESTA DE TOROS En Granada desde aquella lejana fecha de Septiembre de 1768, hasta nuestros días. Desde hace cinco años tengo publicada la Historia del Toreo en Granada, la cual fue editada por la Editorial Comares , y en ella se recogen 101 temporadas de toros, dando comienzo con la inauguración de la Plaza de Toros de Álvarez el 3 de Abril de 1880, llegando hasta la temporada de 1980.

En la misma, hay un capítulo dedicado a como surgieron las distintas plaza de toros que hubo en Granada.Esta trabajo si no muy brillante en su concepto literario, si puedo tener la satisfacción, de haberme documentado a conciencia, en un largo espacio de tiempo de casi cinco años.

Por todo ello, pretendo dejar las cosas en su sitio, sin aumentar ni quitar ni una coma, ya que la otra tarde escuchaba a un periodista radiofónico, cuyo nombre me reservo, contando fantasías, que tuvieron la virtud de ponerme de mala uva.

Manuel. J. Anguita Castillo .Abril de 2005

Desde que acabaron las guerras contra los musulmanes, se quedaron ociosos una ingente cantidad de caballeros, que

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ya no tenían a quien cortar la cabeza en el noble arte de la guerra Entonces sus ojos se vuelven hacia los toros bravos , al objeto de alancearlos y de esta forma colmar sus ansias de riesgo. Primero es la nobleza la que toma la iniciativa, cuando esta se cansa le suceden los nuevos terratenientes de la burguesía, ascendidos a la categoría de hidalgos, los cuales se integrarán en cofradías caballerescas, cuya misión principal es la de ejercitarse en las competiciones ecuestres y poder ayudar al Rey en caso de que las circunstancias lo hicieran necesario.

Al par que empieza a declinar las órdenes militares, Santiago, Malta, Calatrava etc.etc. Comienzan a evolucionar las Maestranzas, nombre que empieza a ser lanzado hacia la mitad del siglo XVII, con el posible origen de la palabra, en la de “maestro” que enseña a montar a los caballos.

En el periodo que va desde 1573 a 1686, nacen las Maestranzas, siendo la más antigua la de Ronda Fundada en 1572. Le sigue la de Sevilla fundada en 1670 y la de Granada en 1686. Aparte de estas tres Maestranzas principales, surgieron otras en pueblos importantes de Andalucía, pero que se extinguieron en poco tiempo o que sus miembros se integraron en alguna de estas tres principales.

El mayor auge de estas Maestranzas, se enmarca entre la segunda mitad del siglo XVIII y primera mitad del siglo XIX. Las Juntas de Caballería del Reino velan por ellas. Tras la desaparición de este organismo entre 1725 a 1747 los maestrantes actúan con entera independencia amparados por la Secretaría de la Guerra. Su misión consistía en el

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fomento de la cría caballar y prepararse mediante ejercicios ecuestres para una eventual guerra

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Entre los privilegios que se le otorgaron a la Real Maestranza de Granada en 1737, figuraba el permiso para celebrar dos corridas anuales, a extramuros de la ciudad, los ingresos obtenidos serían para hacer frente a los gastos de la entidad.

A partir de dicha fecha, las dos corridas tuvieron lugar en la explanada inmediata del Puente del Genil, conocida por Humilladero de San Sebastián. Pero los intereses de los maestrantes chocaron de frente con los del municipio, el cual también tenía concedido permiso para dar dos corridas anuales. Estas se celebraban en la Carrera de la Virgen, entre el Rastro y la Calle del Toril .El mayor atractivo de estas corridas estaba en manos de los picadores de vara larga, que por derecho propio figuraban en los carteles en primer lugar.

El Ayuntamiento se quejaba de que los Maestrantes le hacían la competencia y estos ingresos eran primordiales para el municipio. Por fin se llegó a un acuerdo en el que intervino el Gobierno; conviniendo en que tanto la Real Maestranza como el Ayuntamiento organizaran cuatro corridas cada dos años.

En 1754 Fernando VI prohibió las corridas en todo el reino, durando la prohibición hasta 1759. Pese a la prohibición, la Hermandad de la Virgen de las Angustias celebró su corrida en 1957, alegando escasez de medios para sufragar los gastos de su Iglesia.

En 1760 y para festejar la llegada de Carlos III, se volvieron a dar corridas por parte del Municipio y la Maestranza en mayor número de las que tenían concedidas.

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Es en 1763 cuando la Maestranza decide hacer una plaza estable de madera, su principal aplicación será la de celebrar juegos ecuestres de cañas y de moñas, en las que el caballo es el principal interprete. Para realizar el proyecto recibió autorización Real de aumentar hasta ocho el número de corridas a celebrar cada dos años. Según el permiso regio, la plaza debería construirse a extramuros de la ciudad y que su coste no excediese de 200,000 reales. Para tal fin se eligió el Campo del Triunfo, un ejido situado junto al camino Real de Santafe hoy (Avenida de la Constitución) y a poca distancia del convento de los monjes Capuchinos, cerca del Barrio de San Lázaro y a muy pocos pasos de la famosa Cruz Blanca .El citado ejido servía para los entrenamientos de los maestrantes desde muchos años antes. La Secretaría de Guerra autorizó el lugar y el Ayuntamiento lo demarcó, en 1764.

Pero no es hasta los primeros meses de 1768 cuando dieron comienzo las obras , ya que la Chancillería de abierto carácter progresista estaba en contra de que se levantara ninguna plaza de toros , chocando de frente con los maestrantes que pertenecían todos a lo más conservador de la sociedad granadina de la época. Por todo ello las obras permanecieron paradas algunos meses. Pero como la Maestranza estaba bien protegida por la Secretaría de Guerra y teniendo al Infante Felipe como Teniente Maestrante, poco tiempo después se reemprendieron las obras y pese a que hubo muchos problemas con el maestro albañil, ya que este a pesar de ir cobrando semanalmente los jornales de los trabajadores, estos no cobraban, terminando en la cárcel el maestro y con un considerable aumento del presupuesto.

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Pese a todo, y según testimonio de algunos autores dicen que se inauguró en el mes de Septiembre de 1768, con un cartel que figura más adelante, en el cual los importantes son los picadores de vara larga Juan Manuel Brebal Y Antonio Galiano y actuando como matador Antonio Jimenez lidiándose once toros, tres por la mañana y ocho por la tarde, de la vacada de D. Pablo Rivero, de Jerez de la Frontera.Aquí viene mi duda, poseo el cartel coincidente en todo con lo que dicen otros autores, pero no pone el año, nada más que el lunes próximo. Pero en un documento anejo al citado cartel, también sacado de los fondos del Archivo de la Real Chancillería, este tiene unos sellos correspondientes al mes de Agosto de 1771 y se remite al cartel antes citado.

Licencia del Rey para reanudar las obras de construcción de la Plaza de Toros de los maestrantes-

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Plano de situación de la Plaza de Toros maestrante.

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Pese a los intentos de la Real Chancillería durante algunos años la Maestranza siguió dando ocho corridas cada dos años, ya que alega tener aún deudas por la construcción de la plaza, puesto que Ambrosio de Arias, maestro de la obra le debía a todo el mundo, pese a que se le fue pagando religiosamente según lo estipulado en el contrato.

El Ayuntamiento siguió celebrando sus corridas en plazas ocasionales levantadas en la Carrera de la Virgen, puesto que decía que el alquiler de la Maestranza le resultaba antieconómico.

Esta plaza anfiteatro tenía la puerta principal dando vistas a poniente, sobre la citada puerta había una placa con la inscripción. (Reinando Carlos III hizo este anfiteatro la Real Maestranza de Caballería, para sus ejercicios militares y diversiones del pueblo, siendo su hermano Mayor el Infante Don Gabriel.

Puerta principal de la Real Maestranza. Grabado de la época

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Cartel del primer recocijo de toros Archivo Real Cancillería

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Cartel de una corrida organizada por la Hermandad de la Virgen

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Costillares actuó en muchas ocasiones en la Maestranza

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El mítico Pedro Romero participante en infinidad de corridas

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Durante los seis primeros lustros no hay nada que destacar en cuanto a lo ocurrido en el ruedo, también hay que decir que el toreo no era en realidad muy parecido al que hoy se practica, ya que la lidia consistía en defenderse y llegada la hora de la muerte, el matador no se atenía a lo que hoy se denomina ( En corto y por derecho) si no que se le buscaban las vueltas y se metía la mano por donde se podía, cuando su muerte se complicaba, se echaba mano de los perros, los cuales se agarraban a los ijáres de los animales hasta que los derribaban . En otras ocasiones se requería el uso de la media luna para desjarretar a los toros, cortándoles los nervios de las corvas. Hay que comprender que aquellos toros no habían sido sometidos a ningún tipo de selección, entonces lo que tenían era fiereza pero sin raza de nobleza tal como hoy se busca en los toros de lidia.

El día 8 de Junio de 1801, se produce la primer muerte de un lidiador en la citada plaza, se trataba de Francisco García “Perucho “que actuaba de primer espada, ante toros del ganadero Juan José Bécquer, de Utrera, el toro se llamaba “Barbero” y el infortunado espada murió dos horas más tarde, en la posada a donde fue trasladado, situada en la calle de Alhóndiga, ya que en aquella época no existían los servicios de urgencia de ningún hospital. De las actuaciones del mítico rondeño Pedro Romero ,todavía se conserva algún cartel en el Archivo de la Real Chancillería, También había actuado en Granada el año anterior el desgraciado Jose Delgado “Pepe-Hillo”, muerto precisamente un mes antes que Perucho , el 11 de Mayo de 1801 por el toro “Barbudo” de Peñaranda de Bracamonte.

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Este es el curioso dibujo que existe en el Archivo del Museo de la Casa de los Tiros en Granada... Parece ser que fue obra de algún inspirado dibujante, que presenció la corrida y luego se dedicó a vender copias en algún establecimiento.

Una curiosidad digna de mencionar es que a partir del 1 de Agosto de 1833, fecha en que comenzó a publicarse el Boletín Oficial de la Provincia de Granada, los anuncios de los espectáculos taurinos se efectuaban en el citado Boletín Oficial. Dado que también se publicaba el precio de las localidades podemos afirmar, que la plaza de la Real Maestranza contaba en su parte inferior con asientos de piedra, (Lo que hoy llamamos tendidos)

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Cartel de principios del siglo XIX, con la participación del mítico Pedro Romero.

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Junio de 1841 Boletín oficial de la Provincia

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Mayo de 1851 Actuación del Chiclanero en Granada.Boletín oficial de la provincia

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Comienza una época del toreo 1868

El 7 de Junio de 1868 se presentó Frascuelo Como matador de toros en Granada, Domingo de la Santísima Trinidad, el mismo alternó con el Gran Lagartijo, sin que la actuación de ambos tuviera mucho que destacar. Pero repiten el Día del Señor 11 de Junio y en esa corrida comenzó la competencia de los dos grandes colosos del toreo. Ya en este tiempo, el toreo había entrado por los derroteros del conocimiento de las reses y Lagartijo el Grande, empieza a demostrar su elegancia artística y su gran conocimiento, mientras el churrianero Frascuelo llegaba con hambre de dinero y de triunfos. Aunque de maneras más toscas que su rival, suple esta deficiencia con su enorme valor, poniéndolo a prueba en sus contundentes estocadas. La competencia duró hasta 1890, fecha de la retirada de Frascuelo, así que la dura competencia duró veintidós años.

El 10 de Septiembre de 1876, tuvo lugar una novillada picada con ganado de Vicente Moreno, grandes y cornalones, actuaron Antonio Fuentes “Hito” hermano de “Bocanegra”, Antonio Herrera “Añillo”, José Sánchez Laborda Francisco Carvajal “El Poyo” y Mariano Colubí. El nombre del sexto lidiador no figura en ninguna publicación, ya que no llegó a actuar , puesto que se echó la noche encima, el escaso público que había asistido a la novillada, comenzó a salir ayudándose con papeles ardiendo, puesto que la oscuridad se había hecho total. Seguramente alguno de los papeles cayó entre las viejas maderas de los asientos y en poco rato era una antorcha. A la mañana siguiente solamente quedaban rescoldos y un solar ennegrecido, en lo que había sido la primera plaza de toros estable de Granada.

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Anuncio de la fraudulenta subasta públicaBoletín Oficial de la Provincia

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La Plaza de Toros de Álvarez 1880

Tres años habían pasado y Granada no tenía en donde celebrar corridas de Corpus .Por fin en Marzo de 1879, el mudillo taurino comienza a dar señales de vida y ante el Ayuntamiento se presentan tres proyectos para construir una plaza de toros. Dos de ellos pretenden edificarla en el Humilladero, una de ellas en madera completamente, la otra pretende hacerla el Teniente coronel de caballería y rico propietario cordobés D- Pedro Álvarez Moya y el lugar escogido es el campo del Triunfo.

Pero no hay nada nuevo bajo las estrellas, y los mismos vicios de fraudes administrativos también se producían en aquellos tiempos, puesto que el 24 de Mayo de 1979, sale publicado en el Boletín Oficial de la Provincia, la subasta de los terrenos del Triunfo que han quedado sobrantes de la vía pública, al demarcarse la superficie de la zona. El remate de la subasta se fija para el día 4 de Junio. Aquí viene el fraude, ya que las obras para la construcción de la plaza reciben autorización del Ayuntamiento en Marzo del mismo año, iniciándose las obras en el mes de Mayo, sin que el constructor D. Pedro Álvarez Moya fuese el dueño del terreno. Los terrenos fueron adjudicados en la cantidad de 3, 406,50 pesetas, saliendo el metro cuadrado a 0,25 pesetas, ya que el área subastada contaba con 13,625 metros cuadrados. Para acceder a la subasta, el Sr. Álvarez Moya tuvo que depositar previamente, en la banca de Rodríguez Acosta, 50,000 pesetas. En la sesión municipal de 7 de Junio de 1879, se presentó por parte del procurador D. Francisco González Crespo, y a nombre de D. Eduardo Gálvez, un

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recurso, para que se suspendiera la subasta, ya que consideraba que dicha subasta era un fraude, puesto que ya se había comenzado a construir la plaza de toros. El recurso no prosperó, y la plaza se construyó por D. Pedro Álvarez Moya. La plaza se levantó con los planos del arquitecto municipal D. Cecilio Losada. Dicho coso se construyó a unos 150 metros de la anterior, dirección Arco de Elvira (Hoy Jardines del Triunfo) y el tiempo empleado en su construcción fue de once meses La plaza constaba de un piso de estilo mudéjar, en donde estaban los tendidos y encima un piso de gradas de madera y un pasillo en su exterior sostenido por columnas de hierro muy al estilo que por aquel entonces había impuesto el ingeniero francés Eifel, encima de esta grada, una andanada del mismo estilo. En total el número de localidades era de 14,500. Para poder construir su plaza, D. Pedro Álvarez Moya, tuvo que atender las exigencias de la Real Maestranza, ya que según el privilegio concedido por Carlos III, esta era la única que podía construir plaza estable en la ciudad y tal privilegio no había sido derogado.

A cambio del citado privilegio, la Maestranza consiguió tener un palco en exclusiva. Pese a que por parte de algunas personas que han escrito sobre la fiesta de toros en Granada, dicen que D. Pedro Álvarez Moya era maestrante y por lo tanto hizo el palco para disfrutar con sus colegas Nada más lejos de eso, puesto que D. Pedro no era maestrante. En la fachada situada a Poniente, tenía una puerta para acceder al palco de los maestrantes y al palco de la Presidencia.

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Cuando la plaza cambió de dueño y a sus treinta y dos años sufrió la más importante de sus modificaciones, los maestrantes exigieron que se le hiciese escalera aparte, con entrada directa desde la calle, para su exclusivo uso. Así mismo, en la actual plaza construida en 1928, prevaleció la antedicha condición y por lo tanto los maestrantes tienen palco y escalera en exclusiva, situado inmediatamente encima de la meseta de chiqueros, el mismo tiene una puerta abierta en Gradas, para salida de servicios, la misma es vigilada en días de corrida, por personal de la empresa , a fin de que no sirva de coladero, para gente ajena a los maestrantes, ayudados por el empleado de dicha institución, el cual es el encargado de cuidar la entrada al palco. directamente desde la calle y para su uso exclusivo, dicha entrada está situada junto a la puerta de la antigua conserjería, y sobre la puerta un mosaico granadino, indicando su uso en propiedad.

Para su inauguración se programaron dos corridas para los días 3 y 4 de Abril de 1880. El primer día los toros pertenecían a D. Antonio Miura y el segundo día toros de D. Rafael Laffite. Los matadores de las dos corridas fueron el cordobés Rafael Molina “Lagartijo”, el granadino Salvador Sánchez “Frascuelo” y el algecireño José Sánchez del Campo “Cara-Ancha”.

La inauguración de la plaza se convirtió en todo un acontecimiento, se pusieron colgaduras en varias calles, en las cuales se saludaba al empresario constructor D. Pedro Álvarez Moya. Éste para darle realce a la corrida entregó con cada entrada de sombra un medallón de cobre con su efigie. Por supuesto que la plaza se llenó al completo, puesto que a los aficionados granadinos, se les unieron miles de forasteros que llegaron desde las provincias andaluzas.

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El primer toro que saltó a la arena se llamaba “Castellano”, tomó catorce varas y mató cinco caballos, Juan Molina, hermano del matador puso el primer par de banderillas y Lagartijo cortó la primera oreja que se concedía en la nueva plaza. Al segundo toro de nombre “Gallego” le hizo una gran faena”Frascuelo”, matándolo de un volapié fenomenal, cortando la segunda oreja que se concedía en la plaza También se concedió la oreja al tercer espada, “Cara-Ancha”. La corrida de Miura salió con mucho poder y bravura, tomando un total de 71 puyazos y finiquitando a 16 caballos.

La segunda corrida, de Laffite, también salió brava y bien presentada, obteniendo un gran triunfo los tres espadas. Los matadores tuvieron unos honorarios por corrida de 3,500 pesetas “Lagartijo” y “Frascuelo” y 2,850 a “Cara-Ancha”. Los doce toros lucieron artísticas moñas, donadas por señoras de la alta sociedad granadina, costumbre extendida para las corridas benéficas.

La flecha indica el aspecto primitivo de la plaza de Álvarez

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Cartel de las dos corridas de inauguración días 3 y 4 de Abril

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Rafael Molina “Lagartijo”, fue el primer matador que actuó en la nueva plaza, siéndole concedida la oreja del primer toro de nombre “Castellano”.

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Salvador Sánchez Povedano, nacido en Churriana de la Vega (Granada), fue el segundo actuante de la corrida inaugural de la plaza de toros de Álvarez, cortó la oreja de su primer toro llamado “Gallego”

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José Sánchez del Campo “Cara-Ancha”, natural de Algeciras, fue el tercer matador en la corrida de inauguración de la plaza de toros de Álvarez, como sus dos compañeros cortó la oreja a su primer enemigo.

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Seguramente que al proyectar la nueva plaza, el Sr. Álvarez Moya, pensó en que había un mayor número de aficionados en Granada, pero la verdad es que no era cierto, puesto que ya en las corridas siguientes la asistencia del público fue menos de regular.

Por otra parte la gente empezó a comentar que el piso de andanadas se movía con el viento y era cierto, puesto que debido a las ligeras columnas que sostenían el segundo piso éste se cimbreaba. Ante la evidencia del movimiento y calibrando que sobraba plaza, en el verano de 1885, se desmontó dicho piso, quedando la plaza mucho más baja por lo cual se le aplicó el remoquete de “La Chata del Triunfo”.

Aspecto de la plaza de toros tras el desmontaje de andanadas 1885

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No le faltaba razón al público, en cuanto a la poca seguridad de la plaza, puesto que día 17 de Agosto de 1889, a media mañana, se desató sobre Granada un corto pero intenso ciclón y en pocos minutos, la plaza de toros se convirtió en un montón de escombros. Volaron las barreras por los aires llegando hasta la misma Cruz Blanca, ya que el ciclón venía de la parte de la Sierra Nevada, por lo tanto todos los escombros cayeron hacia el interior de la plaza, salvándose por milagro los toros que había en el corral destinado para la próxima corrida. En la ciudad volaron las chimeneas y en la Alhambra cayeron numerosos árboles .Pasado el ciclón, el aspecto que ofrecía la plaza era desolador, hasta tal punto que muchos de los escritores que han tratado el tema bastantes años después, creían que había sido originado por el fuego. El coste de la restauración de la plaza se elevó a 75,000 pesetas (Del año 1889)

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Aspecto exterior e interior de la plaza después del ciclón

Aspecto de la plaza de Álvarez tras restauración 1890

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Aspecto general de la plaza de Álvarez 1890, con una (X).se ve la entrada exclusiva para palco de los maestrantes

Este era el aspecto que ofrecía la plaza de toros de Álvarez después de restaurada. Se descartó por completo la antigua estructura de columnas de hierro. Entonces se subieron los muros hasta el tejado, abriendo dos huecos altos terminados en medio punto, entre pilar y pilar tal como se puede ver en la fotografía que acompaña al texto. Su reapertura se efectuó el 5 de Junio de 1890, con una novillada con reses de Orozco, para los novilleros José Rodríguez Davie” Pepete” y Antonio Boto, la novillada resultó un desastre, ya que se devolvió un novillo y en los otros fueron pitados los diestros.

Aunque llevó una buena restauración la plaza en su exterior y tejados, las gradas siguieron siendo la de madera, y esto preocupaba a los espectadores, pues nadie había olvidado el incendio que destruyó la anterior plaza.

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El 21 de Julio de 1891, falleció en Granada el Teniente coronel de Caballería, y constructor de la plaza de toros, D. Pedro Álvarez Moya, vivía en la calle de San Isidro nº 7. Estaba casado con Doña Trinidad Muller, con la cual tenía tres hijas y un hijo; Trinidad, María Luisa, Josefa y Antonio María.

Don Pedro era Ayudante de Campo del Gobernador militar de Granada, aunque estaba condecorado con varias medallas y distinciones, no pertenecía a la Orden de Maestrantes de Caballería, como se ha dicho en alguna publicación poco documentada.

La viuda de D. Pedro Álvarez Moya, Doña Trinidad Muller, vendió la plaza de toros en Noviembre de 1911, al Sr. D. Manuel Fernández (Menanes) fabricante de harinas.Ya en posesión de la plaza por el Sr. (Menanes) comenzaron los problemas graves con la plaza. en el Corpus de 1912, cuando en la tarde del 9 de Junio durante la celebración de la tercera corrida del Corpus, con toros de Pérez de la Concha para los espadas”Cocherito de Bilbao”, José Moreno “Lagartijillo” y Antonio Boto “Regaterín”, a la salida del tercer toro, alguien, desde la grada de sombra gritó ¡¡Fuego!! ¡¡Fuego!!, la gente sin pensárselo mucho y sin comprobar en donde se había producido, comenzaron a correr tendidos abajo, habiendo alguno que llegó hasta la arena.

En un alarde de temeridad y de sentido de la responsabilidad, “Regaterín” tomó muleta y estoque y dirigiéndose al toro lo fulminó de una gran estocada. Cuando por parte de la Guardia Civil, se detuvo al “gracioso” que había dado la falsa alarma, continuó la corrida, y los toreros estuvieron bien siendo aplaudidos.

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(Sobre este acontecimiento, un señor granadino, muerto hace bastantes años, escribió una fantasía que pasó a ser leyenda, pues en su escrito dijo, que esta corrida, primera del Corpus, después de la reforma de la plaza de Álvarez había sido la más corta de la Historia, ya que nada más comenzar la corrida, se declaró un incendio y la gente aterrorizada se tiro al ruedo, sin miedo al toro y que “Regaterín” lo había matado si darle un pase)

Pese a que lo ocurrido había sido una broma de mal gusto, los organismos se sensibilizaron, y se hizo una inspección, descubrieron algunas deficiencias, instando a la empresa propietaria a que resolviera dichos defectos, prohibiendo la celebración de espectáculos por parte de la Comisión de Espectáculos, hasta que se hubieran corregido.

Este incidente sacó a flote el proyecto que venía gestándose en silencio; esto era la construcción de una nueva plaza. El día 12 del mismo mes aparece en el diario “El Defensor de Granada” la fotografía de una maqueta de la proyectada plaza, obra del arquitecto municipal D. Ángel Casas, el promotor de dicho edificio es el comerciante y hacendado D. Santiago Olivares, y el lugar proyectado es la Casería de San Luis, hoy ocupado por la residencia sanitaria (Virgen de las Nieves, Sanatorio Grande)

Preocupada la empresa propietaria, que desde el mes de Noviembre anterior, había pasado a manos del Sr. Fernández, apodado “Menanes” fabricante de harinas, se pone en contacto con la empresa competidora y le propone que se junten las dos empresas y transformen la vieja plaza, o bien el hacer la nueva plaza en sociedad.

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D. Santiago Olivares declinó la oferta, pero ahí quedó paralizado el proyecto, mientras que los empresarios de la vieja plaza hicieron ampliación de capital y transformaron la antigua plaza de Álvarez tardando diez meses en restaurar todo lo antiguo, incluidos los tendidos que se sustituyeron por escalones prefabricados de cemento y volviendo a ponerle un segundo piso, llamado pasillo circular sin asiento, aunque lo previsto era colocarle asientos de madera en forma de grada.

El día 1 de Mayo de 1913, día de la Ascensión, se abrió la plaza totalmente transformada, incluido el nombre que pasó a llamarse “Plaza de Toros del Triunfo” En dicha corrida se presentó como matador de toros un joven llamado Joselito el Gallo, sus compañeros eran Paco Madrid y José Moreno “Lagartijillo”, los toros eran de Urcola.

En esta plaza tuvieron lugar muchos de los éxitos de la pareja más grande del toreo Joselito el Gallo y Juan Belmonte.

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José Gómez Ortega (Joselito el Gallo) integrante de la reinauguración de la Plaza de Toros del Triunfo

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Plaza de toros del Triunfo, tras la profunda reforma de 1912, y con la inauguración 1 de mayo de 1913 pasó a denominarse Plaza del Triunfo

Esta era la imagen de la plaza de toros del Triunfo, cuando se procedió a su derribo en 1948. Su céntrica ubicación, más la comodidad de sus amplios tendidos, la hicieron irrepetible para los que tuvimos la suerte de poder disfrutar en ella de algún espectáculo taurino, e incluso de algún buen cartel de cante flamenco, en las noches veraniegas, y el silencio nocturno que entonces imperaba en la ciudad.. En el primer plano destaca el cuerpo saliente, para albergar las escaleras que conducían al placo de Maestrantes y a la presidencia, construido con motivo de la reforma de 1912.

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Plaza del Triunfo con una (X) se ve el cuerpo de escaleras que se construyó para uso exclusivo del palco de los maestrantes.

En los 36 años en que estuvo abierta la plaza del Triunfo, se produjeron tres muertes por cogida, la primera fue el 8 de Mayo de 1927 cuando saltó al ruedo un muchacho de diecinueve años, el cual había asistido a muy pocos espectáculos taurino y al parecer con algún vaso de vino encima se tiró a la plaza siendo cogido mortalmente por el novillo, trasladado al Hospital de San Juan de Dios, murió a las pocas horas, se llamaba José Zarco y era natural del cercano pueblo de Maracena.

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La segunda cogida mortal fue el día 2 de Septiembre de 1934, tenía lugar una novillada picada, en la que el novillero del pueblo granadino de Atarfe, Miguel Morilla”Atarfeño” se despedía de novillero, puesto que esperaba tomar la alternativa de manos de Juan Belmonte en el mes de Octubre. Los seis novillos pertenecían a la divisa de Rufino Moreno Santamaría, y estaban en los corrales desde el Corpus por suspensión, el cartel estaba compuesto por “Atarfeño” como único espada, y de sobresaliente Epifanio Búlnes El segundo novillo de nombre “Estrellito”, cuando “Atarfeño” trataba de sacarlo de las tablas lo engancho por el triángulo escarpa, rompiendo las venas safena y femoral, minutos después fallecía el pobre “Atarfeño” , contaba veinticinco años y dejaba un hijo de dieciocho meses.

.El Día 30 del mismo mes tuvo lugar en la nueva plaza un festival benéfico a favor del hijo del infortunado espada, actuando las principales figuras.

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Cartel de la novillada en que encontró la muerte Atarfeño

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Miguel Morilla Espinar “Atarfeño”

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La otra muerte que se produjo en la plaza del Triunfo fue la del modesto banderillero Nicolás Quero “Metralla, actuando en una becerrada nocturna el 6 de Agosto de 1938. El banderillero actuaba con el becerrista el “Loquillo”en la parte seria del espectáculo “Los Califas”, a la salida de un par de banderillas, fue lanzado por alto partiéndole la espina dorsal, dos días después moría en el Hospital de San Juan de Dios, entre atroces dolores

Terminada la guerra incivil, la plaza se convirtió por varios meses en “campo de concentración” para los prisioneros del ejercito republicano. Como tuvieron meses de mucho frío, los prisioneros quemaron todo cuanto era de madera, barreras, puertas y ventanas.

Tras el desalojo, se restauró la plaza y se volvió a abrir el día 5 de Mayo de 1940 con una novillada de Felipe Bartolomé, para Torerito de Triana, Juanito Doblado y Gitanillo de Camas. Ocho días después se presentó el padre de Paco Camino, Rafael Camino”Rafaelillo” en novillada sin picadores.

El 1 de Septiembre de 1940, se celebró la última gran corrida de toros, de esta plaza, Domingo Ortega y Manuel Rodríguez “Manolete” mano a mano, única vez que este diestro actuó en la plaza del Triunfo. La noche del 14 de Agosto, sin previo aviso se dio el último espectáculo en la vieja plaza del Triunfo. Con cuatro vacas encanijadas, de ganadería desconocida actuaron. Enrique Bernedo “Bojilla”, Antonio Quesada “Rubito de Churriana, Antonio Quijada y Diego García Molina. Caprichos del destino Un Molina abrió la plaza y otro Molina la cerró en medio de la general indiferencia.

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Cartel de la reapertura de la plaza de toros del Triunfo, tras la restauración efectuada después de ser utilizada como campo de concentración, para el ejército vencido en 1939

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Cartel del último espectáculo que tuvo lugar en el Triunfo

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Cartel de la última gran corrida celebrada en el Triunfo.

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Nueva Plaza de Toros de Granada La construcción de esta plaza de toros, tuvo su origen en el despecho del ex matador de toros granadino José Moreno “Lagartijillo”. A primero de Marzo del año 1927, se le adjudica de palabra la plaza de toros del Triunfo para su explotación en 1928. El ex matador anuncia en la prensa cual va a ser la forma de plantear la temporada. Pero de forma inexplicable la sociedad propietario se echa atrás y se le arrienda a D. Rogelio López Cravioto. La noticia cae como una bomba en el círculo de amigos de “Lagartijillo”, los mismos organizan un almuerzo homenaje, a celebrar en el Hotel Inglaterra el día 15 de Marzo. En los brindis alguien saca la conversación, de que hay que hacer una plaza de toros mucho más grande, para de esa forma poder abaratar las entradas. De esta forma se piensa que el no haber arrendado la plaza a “Lagartijillo” se le ha hecho un bien a Granada.

A primeros de Abril, la prensa local comenta que ya han sido adquiridos los terrenos, para la construcción de la Nueva Plaza de Toros de Granada, nombre de la sociedad. Afirmándose que las obras comenzarán de inmediato, y que es propósito de la sociedad el inaugurarla el Domingo de Resurrección de 1928.

El día 14 de Mayo de 1927, ante el notario D- Antonio Puchol, se constituye legalmente la Sociedad Nueva Plaza de Toros S.A. Preside la misma el Marqués de Dilar, siendo consejeros, el Conde de Guadiana, D. Celestino Echevarría y José Moreno “Lagartijillo”, amen de un nutrido grupo de comerciantes granadinos.

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Plaza de Toros de 1928. Puerta Grande

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Puerta de acceso privado al palco de los Maestrnntes, sin control alguno por parte de la empresa arrendataria

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Sobre el viejo proyecto de D. Ángel Casas, pero con algunas modificaciones, el día 3 de Julio sale a licitación la construcción de la plaza, fijándose un plazo de diez días para presentar las ofertas. Las obras le fueron adjudicadas a D. José Jiménez Huertas, conocido en Granada como “El Pajarero”. El diez de Marzo de 1928 “Lagartijillo” informa que es propósito de la empresa el inaugurar la nueva plaza el día del Señor. Pero el ritmo de las obras no lo permiten, y por fin se anuncia oficialmente la apertura para el día 30 de Septiembre del citado año de 1928. El cartel lo componía Manuel Jiménez “Chicuelo”, Joaquín Rodríguez “Cagancho” y Félix Rodríguez lidiándose un encierro de Concha y Sierra. Por enfermedad de Félix Rodríguez, fue sustituido por Fermín Espinosa “Armillita Chico”.

La mañana del citado día amaneció amenazando lluvia, a las ocho de la misma fue bendecida la plaza por el cura párroco de San Idelfonso. Después se procedió a la entrega de cuatro mil kilos de pan a los pobres, mediante unos vales que se habían repartido en los días anteriores en diversas entidades caritativas.

Por la tarde, antes de empezar la corrida y en el centro del anillo, la banda municipal, dirigida por el maestro D. Adolfo Montero, estrenó el pasodoble del maestro Alonso, compuesto para esta ocasión y que lleva por título “Nueva Plaza de Toros”. El primer toro, de nombre Tumbaquito fue lidiado por Chicuelo, con una gran faena, que al no ser rematada con la espada se quedó en aplausos. “Cagancho” estuvo desastroso y Armillita fue muy aplaudido. La entrada rozó el lleno, solamente quedaron algunas andanadas por vender.

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Cartel de la corrida inaugural de la actual plaza de toros.

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El mismo día y a la misma hora, en la plaza del Triunfo tuvo lugar otra corrida de toros, con reses del Conde de Trespalacios, para Manuel del Pozo “Rayito” Gitanillo de Triana, que cortó dos orejas y rabo y Mariano Rodríguez. La plaza casi se llenó y hubo algunos espectadores que saltaron a media corrida de una plaza a otra para alternar las dos corridas.

Cartel de la única corrida de toros celebrada el día 30 de Septiembre de 1928, en la Plaza del Triunfo, en la corta competencia de las dos empresas taurinas

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Manuel Jiménez “Chicuelo”primer espada en la corrida de inauguración de la Nueva Plaza.

Joaquín Rodríguez “Cagancho”, segundo diestro que formó el cartel de inauguración el 30 de Septiembre de 1928.

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Fermín Espinosa “Armillita”, matador de toros mejicano que actuó en la inauguración de la plaza. Diecisiete años después volvió a actuar en la misma plaza, pero ya en su decadencia. (Corpus de 1945)

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Granada con dos plazas de toros

Aquí comienza la corta competencia de las dos plazas de toros, las cuales no volvieron a coincidir con corridas de toros. Quiero dejar bien claro que Granada, con 105,000 habitantes y poco industrializada, no podía permitirse el lujo de dar dos corridas en el mismo día, así que voy a enumerar las veces en que ambas plazas coincidieron en novilladas, a veces con picadores y otras no. Las fechas fueron las siguientes Día 7 de Octubre de 1928.Día 14 de Octubre de 1928Día 21 de Octubre de 1928Día 7 de Abril de 1929Día 14 de Abril de 1929Día 5 de Abril de 1931Día 26 de Abril de 1931Día 17 de Mayo de 1931, corrida en la nueva y novillada en el TriunfoEsta ha sido la corta competencia de las dos plazas, ya que alguna temporada una de las dos empresas se quedó en arriendo con la otra plaza, a fin de no perder más dinero. Al final, la familia Fernández se quedó con la mayoría de las acciones y desde entonces sigue regentada por los herederos de la citada familia, que en determinados momentos se han visto apurados para hacer frente a las obligaciones emitidas por la empresa propietaria.

Por eso, cuando una tarde de Abril del año 2005, escuchando el programa taurino de Canal Sur Radio, dirigido por el comentarista Juan Ramón Romero, escuché a un periodista granadino, que dijo mil fantasías sobre la FIESTA en Granada y entre todas, la de los veinte años de

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competencia de las dos plazas de toros granadinas, no pude por menos que tratar de dejar las cosas en su justo término, para que sean conocidas por generaciones venideras.

Una plaza de toros de lujo

Bellísima fachada de de la Plaza de Toros de Granada.2003

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Por esta puerta de andanadas entré por primera vez con mi entrada en la mano 18 de junio de 1939. costó 3,50 pesetas, novillada picada, Gallito, Sánchez Megías y Gitanillo de Camas, para llegar a mi localidad 72 escalones yo tenía 12 años .y estuve tres meses juntando el dinero

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En primer término y sobre el rótulo de (Gradas) unas manchas en blanco señalan los estrechos rectángulos apuntados, de hierro por donde nos colábamos a los toros, cuando éramos mozalbete de 14 ó 15 años, hoy me parece mentira, que muchos niños de mi edad entráramos por aquella estrecha abertura de hierro, hasta tal punto éramos audaces por ver los toros, que se vieron obligados a cruzar las rejas con pletinas de hierro..

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Cartel memorable para los granadinos, la alternativa del ídolo local el”Fandi” 18 de Junio de 2000, el mismo es reproducción del que se editó como cartel de lujo, para la inauguración de la plaza el 30 de Septiembre de 1928.

Granada 2005

Manuel Jesús Anguita Castillo

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Plazas de Toros en Granada

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