Josef Pieper. El ocio y la Vida Intelectual. Ed. Rialp Madrid pg. 12- 76. (Profesor Jorge Benites)

Cap. I: Ocio se dice en griego Sjol, y en latn Schola (otium), en castellano escuela. Hace referencia a los lugares donde se imparte la educacin. Por lo tanto escuela no significa escuela sino ocio.

El programa totalitario del trabajo del hombre contemporneo: re valoracin de la vida del hombre en donde no se trabaja para vivir sino que se vive para trabajar, as entonces el orden de la realidad est invertido. Ms an, para el hombre del mundo totalitario del trabajo, el ocio resulta algo casi inmoral que va contra la ley fundamental de la sociedad humana.

Aristteles en la tica a Nicmaco dice que estamos no ociosos para tener ocio, siendo este no ocio no solo la falta de descanso sino tambin la actividad cotidiana. La lengua griega ello un nombre negativo, pero lo mismo ocurre con el latn, neg otium. En esta visin el ocio viene a ser el punto cardinal sobre el cual gira todo, el fundamento y sentido de toda actividad. El patrimonio griego desconoce la ideal del trabajo por el trabajo mismo.

Cap. II: El concepto del trabajo del espritu: Dicho concepto lo constituye la idea que se tiene acerca de la forma de realizarse el conocimiento espiritual. La observacin que es una actividad distinta del mirar sin tensin, la cual refiere a otro modo de acercamiento a la realidad: La intuicin, la contemplacin, es la apertura de los ojos aun mirar receptivo de las cosas que se le ofrecen, que nos penetran sin necesidad de de un esfuerzo de captacin del observador.

Respecto del trmino tcnico intuicin intelectual los antiguos contestaron que era posible mientras que la filosofa moderna responde negativamente. (Para Kant por ejemplo el conocimiento es puramente discursivo y no intuitivo. Es comparacin, deduccin, anlisis, demostracin, etc. Es por tanto pura y exclusivamente actividad)

La Edad Media distingue la razn como ratio y la razn como intelectus En la primera el pensar es discursivo, es buscar e investigar, abstraer, concluir. En el intelectus la facultad es de simple visin. El conocimiento humano se nutre y se alimenta en su deseo de verdad de ambas. Santo Toms dice que esta facultad puramente receptiva es humana pero a la vez es superadora de lo meramente humana ya que es participacin de la vida espiritual: visin no activa. Dando plenitud a la ms alta posibilidad humana, forma ms excelsa de la vida humana, que es la vita contemplativa non propie humana sed superhumana El conocer filosfico como actividad del espritu se logra con actividad esforzada, con disposiciones y hbitos, con voluntad, deseo y amor, pero lo esencial y su ncleo, fuente y descanso para el espritu es contemplacin, reposo, descanso, simple visin.

La idea kantina del conocimiento filosfico como una tarea herclea o titnica se corresponde con su moral, que est en contraposicin con el impulso natural. Es el voluntario esfuerzo de dominio de s mismo se convierte en la medida del bien moral (idea de virtud kantiana) El bien sera entonces fatiga.

Santo Toms en la Suma Teolgica dice que la esencia de la virtud reside ms en el bien que en la dificultad. No todo lo que es ms difcil es ms meritorio sino que si es ms difcil ha de serlo de tal forma que sea al mismo tiempo mayor bien: No es la dificultad que hay que hay en amar al enemigo lo que cuenta para lo meritorio si no es en la medida en que se manifiesta en ella la perfeccin del amor, que triunfa de dicha dificultad.Volviendo al tema del conocimiento, lo propio de tan alta facultad humana no es el esfuerzo mental, sino la aprehensin de las cosas, que son el descubrimiento de la realidad. De alguna manera heredamos esta idea moderna del rostro del trabajador como aquel rostro fatigado, seal de la dureza, de la vorgine: La creencia ms intima que sostiene esa revaloracin del esfuerzo parece ser la de que el hombre desconfa de todo lo que es fcil, que nicamente quiere tener, en conciencia, como propiedad lo que lo que l mismo se ha conseguido con doloroso esfuerzo y rehusa admitir regalos Dicha creencia es propia de una concepcin de mirada utilitaria desconocedora del valor ltimo de la realidad, no participada de Dios, desprovista de la gratuidad del mundo por ende desprovista de sentido. An el trabajo del espritu tiende en este contexto a volverse funcional, y quien se ocupa del mismo ese vuelve as en un simple funcionario de ese sistema de mundo totalitario del trabajo.

De aqu la importancia de volver a la autntica cuestin de carcter metafsico: la justificacin y sentido de las artes liberales o libres. Santo Toms lo define de la siguiente manera: unicamente se llaman artes libres aquellas artes que estn ordenadas al saber; aquellas en cambio, que estn ordenadas, mediante el ejercicio de una actividad al logro de un bien til, se llaman ...artes serviles As pues las artes liberales son aquellos modos de actuacin humana que tienen sentido en s mismos. La libertad de estos modos de actuacin humana radica en que no estn dispuestos para fin alguno; tampoco necesitan legitimacin social. De esta manera el saber ms libre es el saber filosfico, y su vigencia, sentido y valor radica en aquello de desprenderse del carcter utilitario, an cuando para el hombre este gozo en la verdad misma oriente su existencia hacia lo bueno para s; y esto implica que la utilidad no est referida a cosas sino a la existencia misma. El Romntico Schiller en contraposicin a la virtud kantiana dice: Sirvo con gusto al amigo, pero lo hago desgraciadamente, porque me siento inclinado a ello y me lamento con frecuencia de nos er virtuoso

Pieper., El Ocio y la Vida Intelectual. Ed. Rialp Madrid pg. 31.

In Met., 1, 3