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PERSPECTIVAS Y REALIDADES DE LAS MUJERES QUE TRABAJAN EN LA ECONOMÍA INFORMAL La economía informal y la transición a la economía formal: el desafío del trabajo decente UNIÓN EUROPEA Elaborado dentro del marco del proyecto “Diálogo estratégico sobre tra- bajo decente y economía informal” Ejecutado por ASIES con el apoyo de la Unión Europea. Ileana Alamilla Guatemala, diciembre de 2013

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La economía informal y la transición a la economía formal: el desafío del trabajo decente

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PERSPECTIVAS Y REALIDADES DE LAS MUJERES QUE TRABAJAN

EN LA ECONOMÍA INFORMALLa economía informal y la transición a la

economía formal: el desafío del trabajo decente

UNIÓN EUROPEAUNIÓN EUROPEA

Elaborado dentro del marco del proyecto “Diálogo estratégico sobre tra-bajo decente y economía informal” Ejecutado por ASIES con el apoyo de la Unión Europea.

Ileana AlamillaGuatemala, diciembre de 2013

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PERSPECTIVAS Y REALIDADES DE LAS MUJERES QUE TRABAJAN

EN LA ECONOMÍA INFORMALLa economía informal y la transición a la

economía formal: el desafío del trabajo decente

UNIÓN EUROPEAUNIÓN EUROPEA

Elaborado dentro del marco del proyecto “Diálogo estratégico sobre trabajo decente y economía informal” Ejecutado por ASIES con el apoyo de la Unión Europea.

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Equipo de investigación:Carmen OrtizMagali QuintanaCarlos Vega

Apoyo técnico y secretarialJosefina Ruano

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Esta publicación es posible gracias al apoyo de la Fundación Konrad Adenauer (KAS) de la República Federal Alemana. La presente publicación ha sido elaborada con la asistencia de la Unión Europea. El contenido de la misma es

responsabilidad exclusiva de ASIES y en ningún caso debe considerarse que refleja los puntos de vista de la Unión Europea.Se permite la reproducción total oparcial de este documento, siempre que se cite la fuente.

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I. EL CONTEXTO

I.1 El problema estructural de la pobreza con enfoque de género

Guatemala es un país multiétnico, multilingüe y plu-ricultural, donde habitan más de 14 millones de perso-nas, según los datos del Instituto Nacional de Estadís-tica (INE); hasta el 2008 el censo reveló que el 52 por ciento de esta población son mujeres, el 50 por ciento pertenecen a los pueblos Mayas, Garífuna o Xinca y un 54 por ciento reside en áreas rurales.

La población guatemalteca se ve afectada por diversas formas de desigualdad, pese a que el Estado ha suscri-to numerosos compromisos internacionales para al-canzar la igualdad entre hombres y mujeres, así como entre los distintos pueblos.

La Secretaría Presidencial de la Mujer (SEPREM) ha subrayado que las brechas en educación, salud, em-pleo y participación política, en relación con los hom-bres, se han mantenido. Las mujeres son más pobres, es la población donde se concentran los altos índices de analfabetismo, ellas están menos incorporadas al mercado formal de trabajo y a los espacios de toma de decisiones, su salud es precaria, presentan altos índi-ces de mortalidad materna y desnutrición1.

De acuerdo con la entidad, existe una mayor concen-tración de la pobreza en las poblaciones indígenas, ya que siete de cada 10 mujeres indígenas son pobres.

El Foro Económico Mundial, en su más reciente estu-dio publicado, “The Global Gender Gap Report 2013”, reveló que Guatemala ocupa el puesto 114 de 133 paí-ses analizados, lo que ubica a la nación entre las regio-nes con menos igualdad, junto Qatar, Kuwait, Etiopía, entre otros2.

Este estudio analiza la participación y oportunidades económicas, la educación, el empoderamiento político y la salud y supervivencia de las mujeres. Guatemala es el país de Centro y Latinoamérica que aparece en las últimas casillas.

La SEPREM subrayó, durante la Trigésima Asamblea de Delegadas de la Comisión Interamericana de la Mujer, que la condición de desventaja, marginalidad, segregación y discriminación de las guatemaltecas expresada en los diferentes ámbitos de las relaciones económicas, políticas, culturales y sociales, tienen un impacto directo en el proceso de desarrollo integral de la sociedad guatemalteca en su conjunto3.

El documento, elaborado por la Secretaría, cita el índi-ce de desarrollo humano de la población guatemalte-ca, el cual es 0.54 y que evidencia que el índice de las mujeres es tres veces más bajo con un 0.17.

En el caso de la participación política de las mujeres, durante el proceso electoral 2011, las mujeres repre-sentaron el 51 por ciento del padrón electoral, supe-rando a la proporción masculina. Los datos muestran que constituyeron el 68.6 por ciento de las nuevas personas empadronadas, siendo el período en el que se ha dado el mayor incremento en la inscripción de mujeres en el padrón⁴.

La sub representación en este proceso fue sensible en los listados para optar a un cargo de elección popular: de un total de 27 mil 878 candidaturas, sólo el 15.4 por ciento fueron femeninas con el agravante que una buena parte de las mujeres fue colocada en posiciones de relleno, limitando sus posibilidades de obtener el cargo respectivo.

1 Discurso de la Secretaria Presidencial de la Mujer, durante la Trigésima Asamblea de Delegadas de la Comisión Interamericana de la Mujer. 2012. p.1.2 The Global Gender Gap Report 2013.P. 103 Informe nacional sobre la situación de la mujer guatemalteca. SEPREM. 2012. p. 1.⁴ Presencia de mujeres y hombres en el Estado de Guatemala. Más Mujeres Mejor Política. P.44.

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En los resultados electorales de un total de 3 mil 877 personas electas, únicamente el 8.71 por ciento fueron mujeres y según las estadísticas en el nivel municipal las mujeres se encuentran menos representadas, pues las alcaldesas electas apenas constituyeron el 2.10 por ciento del total de personas que obtuvieron dicho car-go⁵.

Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) en Guatemala la pobreza se concen-tra en las áreas rurales, donde reside la mayor parte de la población indígena, contrariamente a lo esperado, en los hogares encabezados por mujeres la incidencia de la pobreza es levemente inferior a la de los hogares encabezados por varones, sin embargo la cantidad de mujeres de 20 a 59 años que viven en hogares pobres supera a la de los hombres de las mismas edades, sobre todo en las áreas urbanas6.

En el caso de la población rural es la más afectada por la exclusión, el desempleo y la pobreza y existe una significativa brecha entre su desarrollo humano y el de la población urbana, situación que se hace más aguda en el caso de la población indígena. Las muje-res rurales e indígenas son las más pobres, según los datos del INE. Tres cuartas de la población rural son pobres, de los cuales el 40 por ciento viven en pobreza extrema, en el área urbana la pobreza afecta el 30 por ciento de los cuales el 10 por ciento les afecta de forma extrema⁷.

Las tasas de fecundidad en Guatemala están entre las más altas de la región y a pesar de que los resultados de las Encuestas Nacionales de Salud Materno Infantil (ENSMI) realizadas entre 1987 y 2002 muestran que el porcentaje de mujeres en unión que utilizan métodos modernos ha aumentado constantemente, el número total de usuarias permanece bajo⁸ y la fecundidad continúa siendo mayor que la deseada, pues existe una necesidad insatisfecha de planificación familiar en el país.

Guatemala es el país latinoamericano con las tasas más altas de desnutrición crónica, indicador que lo co-loca en el sexto lugar a nivel mundial.

Datos de la ENSMI 2008-2009 destacan que el 52 por ciento de la desnutrición afecta a las niñas y niños de 3 a 59 meses de edad, que viven en las áreas rurales y al 36 por ciento de las mujeres en edad reproductiva.

Durante la presentación del “Atlas mundial de la igualdad de género en la educación”, elaborado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educa-ción, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), se indicó que se estima que de 2010 al 2020 la población en edad escolar se incrementará un 20 por ciento más, lo que demandará la atención de varios retos que aún están pendientes y la continuidad de los avances que se re-portan, especialmente en materia de igualdad entre hombres y mujeres⁹.

El informe revela que uno de los datos que preocupa es la escolaridad en adolescentes mujeres, ya que en Ecuador y Guatemala más del 20 por ciento de ellas no están inmersas en el sistema educativo.

El documento de la UNESCO indica que Guatema-la aún necesita superar paradigmas para incluir a la mujer en el sistema educativo y alejarla del papel de ama de casa y sin oportunidades de formarse profe-sionalmente; el 44 por ciento de las mujeres entre 13 y 18 años no asiste a la escuela pero ya forma parte del mercado laboral.

De acuerdo con datos de la SEPREM¹⁰, en el año 96 al 97 el porcentaje de alumnos y alumnas promovidas en el sector primario creció en un 0.92 por ciento para mujeres y 0.72 por ciento para hombres en el nivel di-versificado, esto por diversas acciones del Ministerio de Educación (MINEDUC) que impulsó diversas políti-cas, programas, proyectos y acciones a favor de la pro-moción y la educación de las niñas, entre ellos:

⁵ Presencia de mujeres y hombres en el Estado de Guatemala. Idem. P. 8⁶ Construyendo autonomía: Compromisos e indicadores de género. CEPAL. 2012. p. 222.⁷ Seguridad alimentaria y desarrollo sostenible en zonas marginadas de Guatemala. Julia Urquijo Reguera. P.1⁸ Estudio “Opiniones de las usuarios de servicios públicos de salud con necesidad insatisfecha de planificación familiar. MSPAS, UNFPA y Consejo de Población. 2008. p. 4.⁹ http://cerigua.org/1520/index.php?option=com_content&view=article&id=14428%3Aatlas-mundial-de-la-igualdad-de-genero-en-la-educacion-presen-

ta-retos-y-desafios-para-guatemala-&Itemid=8¹⁰ Discurso de la Secretaria Presidencial de la Mujer, durante la Trigésima Asamblea de Delegadas de la Comisión Interamericana de la Mujer. 2012. p.4.

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• El programa educando a la Niña

• Proyecto “eduque a la Niña”

• Proyecto “Un Mundo Nuevo para la Niña”

• Campaña “Niña Educada, Madre del Desarrollo”

• Programa de “Becas para Niñas Indígenas

del Área Rural”

• Proyecto “Global de Educación de la Niña”

Guatemala es el país que tiene las tasas más altas de analfabetismo femenino en América Latina, por lo que se le considera el segundo país latinoamericano con el índice más alto de mujeres sin educación for-mal, seis de cada 10 de ellas son analfabetas, lo que representa el 60 por ciento del total de la población femenina. La tasa de analfabetismo en la mujer indí-gena es casi tres veces mayor, con un 71 por ciento, en comparación con un 24.6 por ciento en las mujeres no indígenas¹¹.

I.2 La conflictividad social en el ámbito de la economía informal

Hasta septiembre de 2013, según varios medios de comunicación entre ellos Emisoras Unidas la Munici-palidad de Guatemala tenía pendiente de ejecutar 60 desalojos de vendedores informales que se realizan por denuncias de vecinos y empresarios de locales, según indicó el Vocero de la entidad, Carlos Sandoval.

La mayoría de los desalojos ejecutados se han tornado violentos y entre los afectados muchas son mujeres.

En agosto de 2013, circuló un video por todas las redes sociales, donde en la zona 9, de la capital de Guatema-la, agentes de la Policía Municipal le quitan el produc-to a la vendedora de fruta Petronila Chic González y lo lanzan al camión municipal de forma prepotente, lo que generó reacción de otros vendedores ambulantes.

El video generó diversas reacciones de los usuarios de las redes sociales, sin embargo la municipalidad argumentó que tiene la facultad de retirar de la vía pública cualquier cosa que obstaculice la circula-ción de las personas y vehículos.

Jorge de León Duque, Procurador de los Derechos Humanos (PDH), indicó que denunciaría a la Policía ante el Ministerio Público por abuso de autoridad¹2.

Sergio González, ciudadano que tomó el video y de-nunció en las redes a las autoridades, relató cómo la vendedora de fruta cargaba en sus brazos a una bebé, pese a ello la jaloneaban¹3.

Este caso es uno de los todos que suceden donde la mayoría de afectadas son mujeres, quienes además de ser despojadas de sus pertenencias y perder su fuente de ingresos, son golpeadas y muchas veces maltratadas.

I.3 Los aportes económicos de las mujeres

Para la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, (CEPAL) entre los aportes más recono-cidos del trabajo femenino está la disminución de la pobreza en sus hogares, esto pese a que ganan menos¹⁴.

María Machicado, titular de ONU Mujeres en Gua-temala, dijo que las diferencias salariales siguen siendo significativas, ya que por cada quetzal reci-bido por un hombre, la mujer gana 69 centavos en el área urbana y 63 en el área rural, es decir, 31 y 37 centavos menos que los hombres, según el área de residencia¹⁵.

De acuerdo con la OIT las guatemaltecas no sólo tienen menos acceso que los hombres al mercado laboral, la tasa de empleo para los hombres es del 63.8 por ciento, mientras que en las mujeres es del 44.5 por ciento, sino que también se insertan en los sectores de baja productividad.

¹¹ Logros del programa Becas para las Niñas del área rural en el municipio de Chimaltenango de 1997-2000. Dalia Noemí Ramírez Vanegas. P. 6¹2 http://www.prensalibre.com/noticias/justicia/PDH-pide-informe-desalojo-vendedores_0_979702215.html¹3 http://www.elperiodico.com.gt/es/20130821/pais/233183/¹⁴ La contribución de las mujeres a la economía y la protección social en relación con el trabajo no remunerado. CEPAL. Capítulo ii. p. 55. ¹⁵ http://cerigua.org/1520/index.php?option=com_content&view=article&id=13117%3Amujeres-cada-vez-mas-presentes-en-el-mundo-laboral-pe

ro-con-menos-equidad&Itemid=10&showall=1

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El tipo de inserción laboral incide en las oportunida-des de la población de afiliarse al sistema de seguridad social, que aumentan junto con el nivel de producti-vidad de los sectores de actividad económica en que trabajan y fluctúan entre el 3 por ciento en los secto-res de baja productividad y el 61 por ciento en los de media-alta.

La Asociación de Investigación y Estudios Sociales (ASIES), en el documento “Segundo Estudio de Opi-nión Pública sobre Trabajo Decente y Economía Infor-mal; en Guatemala”, reveló que alguno de los puntos que deben ser atendidos por el Estado en relación con la economía informal son la extensión de la seguridad social para las y los trabajadores informales, la mejora de sus ingresos, incentivar el acceso al crédito, promo-ver la educación y desarrollar programas dirigidos a las mujeres trabajadoras por cuenta propia¹⁶.

El documento “Seguridad Social para los trabajadores de la economía informal”, elaborado por ASÍES, des-taca que uno de los mayores desafíos que enfrenta el régimen de seguridad social y uno de los principales de la sociedad guatemalteca, es la ampliación de la co-bertura a las y los trabadores de la economía informal.

Según la entidad, la ampliación de la cobertura a los trabajadores de la economía informal debe hacerse en forma gradual, atendiendo a las características parti-culares de cada segmento de trabajadores¹⁷.

Con relación al seguro social, en el 2010 el Gobierno de Guatemala lanzó el Programa Especial de Protec-ción para Trabajadoras de Casa Particular (PRECAPI), el cual tenía como finalidad otorgar cobertura de se-guridad social a trabadoras domésticas, sin embargo este únicamente tiene cobertura de maternidad, acci-dentes y control del niño sano.

La Asociación de Trabajadoras de Casa Particular, del Hogar, a Domicilio y de Maquila (ATRAHDOM) ha denunciado públicamente que el PRECAPI no ha sido funcional, ya que la meta prevista a alcanzar en

el 2010 no superó ni el uno por ciento. Hasta febrero de 2012 se contaba únicamente con 324 afiliadas, sin embargo el 40 por ciento estaba inactivas.

ATRAHDOM indicó que la razón de la falta de interés de las trabajadoras por este programa es que muchas lo desconocen, pues no ha tenido una divulgación su-ficiente, además de que el PRECAPI no cubre enfer-medad común y la opción de Invalidez, Vejez y Sobre-vivencia (IVS).

Otro aspecto a analizarse es la brecha de los ingresos laborales entre hombres y mujeres, la que pese a que se ha reducido continúa siendo considerable y se cree que asciende alrededor del 50 por ciento.

La CEPAL destaca también que en lo que respecta al acceso a recursos productivos, la población femeni-na es propietaria del 16 por ciento de las unidades de producción agropecuaria en tanto que las demás in-tegrantes del sector trabajan la tierra bajo diferentes formas de tenencia, entre ellas arrendamiento, colo-nato y usufructo, entre otras.

El Observatorio de Igualdad de Género de América Latina y el Caribe, de CEPAL, define como autonomía económica de las mujeres la capacidad de generar in-gresos y recursos propios, a partir del acceso al trabajo remunerado en condiciones de igualdad con los hom-bres; uno de los indicadores de esta variable es el tiem-po que destinan al trabajo remunerado y al trabajo doméstico no remunerado¹⁸.

A nivel nacional el 41 por ciento de las mujeres no te-nían ingresos propios en el 2008, según los datos del citado Observatorio, y en el caso de los hombres el porcentaje era de 8.9 por ciento.

La entidad internacional afirma que una de las causas del alto porcentaje de mujeres sin ingresos propios es el tiempo que dedican al trabajo doméstico no remu-nerado, conocida como “la doble carga de trabajo de las mujeres”.

1⁶ Segundo Estudio de Opinión Pública sobre Trabajo Decente y Economía Informal; en Guatemala. ASIES. 2013 (nota elaborada por CERIGUA)1⁷ Seguridad Social para los trabajadores de la economía informal. ASÍES. 2013. pp. 50,51.1⁸ Observatorio de igualdad de género de América Latina y el Caribe. Online. www.cepal.org/oig

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Por su parte, la Asociación Política de Mujeres Mayas “Moloj”, durante la conferencia de prensa “Las muje-res indígenas y su trascendencia en la economía de los pueblos”, realizada el viernes 22 de noviembre de este año reveló que en Guatemala un 40 por ciento de mujeres indígenas, 2.5 millones, laboran en la econo-mía informal y están concentradas principalmente en actividades relacionadas con las labores domésticas, agricultura, fabricación de artesanías y el sector textil.

Según la entidad es urgente que se reconozca el apor-te a la economía que realizan las mujeres artesanas en diversas comunidades de Guatemala, ya que ellas aportan a la economía de Guatemala.

La Encuesta de Empleos e Ingresos (ENEI) 2012 reveló que existen 9 millones 531 mil 370 personas en edad de trabajar, de ellos 6 millones 235 mil 64 pertenecen a la Población Económicamente Activa (PEA) y 2 millo-nes 310 mil 725 son mujeres (45.7%). La ENEI también destaca que el 74.5 por ciento de la PEA está situado en el sector informal, el 38.6 por ciento son mujeres.

El documento “Las mujeres, el género y la economía informal: evaluación de los estudios de la OIT y orien-taciones sobre el trabajo futuro”, de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), indica que los cambios económicos producidos en los últimos años en el mun-do y la reorganización de la producción en los siste-mas mundiales de producción, han afectado de dife-rente modo a hombres y mujeres que están inmersos en la economía informal.

Según la OIT la predominancia de las mujeres en la economía informal exige también realizar un análisis detallado de los vínculos que existen entre el trabajo productivo y el trabajo reproductivo realizado por las mujeres, ya que la responsabilidad familiar sigue reca-yendo fundamentalmente en las mujeres en la mayo-ría de las sociedades del mundo.

I.4 Las mujeres de la economía informal y su escolaridad

En Guatemala, según el Observatorio de Igualdad de Género de América Latina y el Caribe, poco menos de un tercio de las mujeres urbanas de 15 años y más que no estudian tampoco tienen ingresos propios, la pro-porción de mujeres sin ingresos cuadruplica la de los hombres y esta brecha se ha ampliado entre 2002 y 2008, una situación que se agudiza en las áreas rura-les, donde la proporción de mujeres sin ingresos pro-pios es mayor que en las urbanas1⁹.

Uno de los retos para el país es aumentar los grados de escolaridad para la población joven, principalmen-te las mujeres, ya que estudios han demostrado que entre menos escolaridad se tiene, más difícil es estar inmersas en la economía formal y tener mejores opor-tunidades de empleo.

De acuerdo con el Sistema de Información de Tenden-cias Educativas en América Latina (SITEAL) la canti-dad de trabajadores con menos enseñanza académica en el sector informal de la economía, tiene serias con-secuencias para la reproducción de la desigualdad en la sociedad.2⁰ También sostiene que el porcentaje de población ocupada capacitada aumenta con el nivel de escolaridad.

En Guatemala, según recientes informaciones reve-ladas por Carlos Jacinto Coz, secretario ejecutivo del Comité Nacional de Alfabetización (CONALFA), hasta el 2012 el índice de analfabetismo a nivel nacional es de 16.63 por ciento, un indicador que representa a 1 millón 484 mil 223 personas analfabetas. De esta cifra 676 mil 576 son hombre y 807 mil 647 mujeres, lo que demuestra que los más altos índices se concentran en la población femenina21.

1⁹ Observatorio de igualdad de género de América Latina y el Caribe. Online. www.cepal.org/oig2⁰ Educación y mercado de trabajo urbano. SITEAL. 21 http://www.dca.gob.gt/index.php/template-features/item/12957-erradicar-el-analfabetismo-del-pa%C3%ADs-tomar%C3%A1-ocho-a%C3%B1os.html

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I.5 El impacto de la economía informal en el ámbito de la familia

El papel de la mujer es vital en la economía familiar, según la CEPAL en Guatemala en el 2011 la tasa de participación de la mujer en la economía productiva es de un 54 por ciento, todavía bastante diferente del 79 por ciento de los hombres.

Ban Ki-moon, en su discurso en el marco del Día In-ternacional de la Mujer 2013, aseguró que el empo-deramiento de la mujer en todas las facetas es una prioridad para todas las naciones, ya que el aporte al desarrollo de las mujeres repercute no sólo en su vida, sino en la de sus familias, en sus comunidades y en su país.

Olga López Corado, delegada regional de la Defenso-ría de la Mujer Indígena (DEMI) en San Marcos indicó, en el 2012, que el aporte de las mujeres es importante para el sostenimiento de la familia para impulsar la actividad económica, aún cuando ellas carecen de for-mación académica, ponen su energía, tiempo, talento y creatividad en las actividades productivos y de ser-vicios22.

I.6 Inseguridad y violencia contra las mu-jeres que se desempeñan en la economía informal

Otro de los retos que enfrentan las mujeres inmersas en el sector informal en lo que respecta a las ventas callejeras es la violencia. Durante los desalojos violen-tos, muchas mujeres además de perder sus pertenen-

cias y su medio de trabajo, sufren de violencia física y psicológica pues son golpeadas al oponerse a que se lleven sus ventas.

Las estadísticas oficiales del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (INACIF) revelaron que los 10 pri-meros meses del año 2013, fueron asesinadas 665 mu-jeres, varias de ellas se dedicaban al trabajo informal. Una muestra, elaborada por CERIGUA en el 2006, re-veló que de 165 muertes violentas de mujeres, 42 tra-bajaban como comerciantes23.

Aunque no existen estadísticas oficiales en Guatema-la, se conoce que muchas de las mujeres que se dedi-can a la economía informal, son obligadas a pagar ex-torsión a diferentes maras y pandillas del país.

Tortillerías, ventas de verduras y otros comercios, la mayoría inmersos en la economía informal, son aten-didos en su mayoría por mujeres, quienes corren alto riesgo de ser agredidas e incluso asesinadas por la fal-ta de pago de las extorsiones.

En enero de este año, varios medios de comunicación, entre ellos Prensa Libre2⁴, informaron de la muer-te violenta de una mujer de 49 años de edad, quien según sus vecinos era muy conocida pues desde hace varios años se dedicaba a vender comida en el campo de futbol, aunque no se establecieron las causas de su asesinato, vecinos indicaron que se negó a pagar la extorsión.

22 http://cerigua.org/1520/index.php?option=com_content&view=article&id=8539%3Atrabajo-de-las-mujeres-indigenas-un-aporte-al-sostenimiento-fami liar&Itemid=8 2012.

23 Investigación en Prensa Escrita Sobre Violencia contra las Mujeres 2006. CERIGUA. P.162⁴ http://www.prensalibre.com/jalapa/Matan-vendedora-comida-campo-futbol_0_854914607.html

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II. Un acercamiento a las definiciones nacionales e internacionales

II.1 ¿Qué es la economía informal?

Aunque en Guatemala ocho de cada diez guatemal-tecos trabajan en la economía informal, según la En-cuesta Nacional de Empleo e Ingresos (ENEI) 2012, son pocas las personas que, a pesar de estar en este ámbito económico social, conocen que forman parte de él.

Sin embargo, nos encontramos con el fenómeno de la economía informal en todas partes; desde el vendedor que está presente en cualquier esquina de la ciudad, la señora que vende artículos para el hogar o de belleza, casa por casa, las empleadas de casa particular, el pin-tor, el electricista, el albañil o el jardinero. Es parte de la realidad.

“Muchos querrían desechar estas relaciones aparen-temente triviales, por considerar que no merecen ser objeto de estudio, hasta que se dan cuenta de que, en su conjunto, representan miles de millones de quetza-les de ingresos no declarados y que el humilde ven-dedor o la sencilla empleada doméstica son el último eslabón de complejas cadenas de subcontratación y de contratación y transporte de mano de obra”2⁵.

La Ciencia Económica Feminista señala que las perso-nas empleadas en el servicio doméstico forman parte de la “Economía del Cuidado”, en la mayoría de los ca-sos pobres, indígenas, jóvenes, jefas de hogar, migran-tes internas y externas, en condiciones de subempleo e informalidad. “Estas son actividades fundamentales para el sostenimiento de sus propias familias, de otras

familias, de la economía de su país e incluso de la eco-nomía internacional, porque, entre otras cosas con-sumen en el mercado interno; permiten que otras y otros participen en la producción, el comercio y la dis-tribución de las mercancías; reducen costos a los Esta-dos garantizando servicios que debiesen ser suplidos a través de la Inversión Pública en Infraestructura So-cial del Cuidado -servicios de salud de calidad, centros nacionales de desarrollo infantil, atención a personas de la tercera edad, etcétera-; y envían remesas.”2⁶

II.2 En lo nacional:

La economía informal se refiere a los trabajadores y trabajadoras que carecen de cualquier protección de las leyes y garantías laborales, y no están protegidos por la seguridad social.2⁷

“…se trata generalmente de un empleo de baja produc-tividad y bajos salarios que, en la mayor parte de los casos, simplemente constituye una estrategia de su-pervivencia”. “… los trabajadores no tienen acceso a la seguridad social, el seguro de desempleo y la capacita-ción en el marco del trabajo.2⁸

“Es toda aquella actividad que genere un valor agre-gado cuyo producto sea lícito, pero no haya cumplido con todos los requisitos legales relacionados con la operación de empresa, desde la producción, distribu-ción, comercialización y cierre de la misma” 2⁹.

2⁵ La economía informal. Serie 100. Santiago de Chile, noviembre 2004 p. 7.2⁶ De “criadas” y “sirvientas” a mujeres trabajadoras con derechos; 2013 Friedrich-Ebert-Stiftung FES(Fundación Friedrich Ebert). p. 19.2⁷ Diálogo estratégico. Resumen ejecutivo. U.E. ASIES. p. 1.2⁸ Política Nacional de Empleo. “Generación de empleo seguro, decente y de calidad 2012-2021, Gobierno de Guatemala, Administración Otto Pérez Molina p. 15.2⁹ Economía informal: superando las barreras de un Estado excluyente: CIEN. Guatemala, mayo 2006, p. 35.

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II.3 En lo internacional:

“…se refiere a dos grandes tipos de trabajadores: los independientes (o autónomos, y por cuenta propia, in-cluyendo a los micro-empleadores y excluyendo a pro-fesionales en el ejercicio liberal de la profesión) y los dependientes (asalariados y por cuenta ajena, que se desempeñan en microempresas)”. 3⁰

“Litan (1988) distingue el concepto de la economía in-formal desde tres puntos de vista:

1. “Economía informal: las actividades económicas que buscan fines lícitos pero opera al margen de la ley”.

2. Economía subterránea: las actividades económi-cas que utilizan medios ilícitos para la obtención de fines también ilícitos.

3. Microempresa: negocios pequeños que persiguen fines lícitos pero que puede operar legal o ilegal-mente.

Guissarri (1989) define como economía informal toda actividad económica que viole leyes, reglamentos o normas establecidas. Por ello define las siguientes acepciones del fenómeno:

1. Mercado negro: se refiere a las actividades que se encuentran al margen de la ley (en oposición a lo blanco o inmaculado).

2. Economía paralela: las actividades que se desen-vuelven de forma simultánea dentro de estruc-turas de incentivos y restricciones distintas, pero con las mismas pautas de comportamiento.

Schneider &Enste (2000), definen la economía infor-mal como las actividades económicas que contribuyen al Producto Interno Bruto (PIB) oficial, pero que no son registradas. Esta definición tiene una función práctica: hace posible su estimación empírica. Para comprender esta definición es necesario hacer una desagregación

de la economía total dividiéndola en dos: la economía registrada (primaria) y la economía no registrada (se-cundaria). La economía no registrada (secundaria), a su vez, se divide en el sector doméstico, el sector infor-mal, el sector irregular y el sector criminal”31.

WIEGO (Women in Informal EmployementGlobali-zing and Organizing) propone la siguiente definición: “Todos los trabajadores (rurales y urbanos) que no gozan de un salario constante y suficiente, así como todos los trabajadores a cuenta propia-excepto los téc-nicos y los profesionales- forman parte de la economía informal. Los pequeños comerciantes y productores, los micro emprendedores, los empleados domésticos, los trabajadores a cuenta propia que trabajan en sus respectivas casas y los trabajadores ocasionales (los lustradores, los transportistas, la gente que trabaja a domicilio, por ejemplo en la confección o en la electró-nica, y los vendedores ambulantes) integran la catego-ría informal de la economía” 32

II.3.1 Las mujeres guatemaltecas en la eco-nomía informal:

Las condiciones socioeconómicas que se viven en Gua-temala agudizan considerablemente la situación de la mujer, que desempeña papeles en los que se reprodu-cen patrones culturales tradicionales, los que suma-dos a los bajos niveles de preparación, así como al alto índice de analfabetismo, contribuyen a que no pueda desarrollar su vida de manera digna y con bienestar. Para sobrevivir se ve en la necesidad de incorporarse al mercado laboral, donde encuentra un limitado ac-ceso al trabajo con bajos ingresos y desigualdad sala-rial, entre otros aspectos desfavorables.

Las mujeres son uno de los grupos más vulnerables a la economía informal, junto a los jóvenes, los migran-tes y los pobres.33

“La des-valorización social de la fuerza de trabajo feme-nina se basa en el supuesto que la familia se reproduce básicamente mediante el ingreso del jefe del hogar”3⁴

3⁰ Importancia de la contributividad en el sistema de Seguridad Social. Elementos de análisis para la inclusión social en América Latina, p. 27.31 Economía Informal: Superando las barreras de un Estado excluyente. CIEN 2006, p. 31.32 Reseña sobre la economía informal y su organización en América Latina. Lucía Rosales, Global LabourInstitute, p. 2.33 Formalizando la informalidad. IT. http://www.elespectador.com/opinion/formalizacion-de-informalidad-laboral-articulo-4462343⁴ III Certamen Latinoamericano de Ensayo Político Ser Mujer en América Latina. Guatemala. Febrero 1,988. p. 182

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• “ Las responsabilidades identificadas con sus roles sociales de esposa y madre.

• Las costumbres referentes a la reclusión de la mu-jer dentro del hogar y las cuales restringen sus ac-tividades fuera del él.

• La actitud del esposo y otros familiares ante el empleo de la mujer.

• Los negativos costos/beneficios del empleo de la mujer, ante la necesidad de reemplazarla en el desempeño de las tareas del hogar.

Junto con la identificación del autoempleo y su pre-dominio dentro de las actividades de servicio, aparece como elemento que auspicia la informalidad el alto costo de los procesos normativos existentes en cada país. En América Latina y particularmente en Guate-mala, es muy numerosa la porción de la gente que sim-plemente no puede pagar el alto costo de la legalidad. En casi toda región, una persona que quiera establecer su propio negocio necesita contratar los servicios de un abogado y luego dedicar semanas a conseguir per-misos y licencias en una multitud de oficinas públicas y confrontar la corrupción gubernamental.

En Guatemala, los costos de la formalidad involucran todos los recursos que deben dedicarse para cumplir con los procesos burocráticos, requisitos legales, etc., que el Estado establece para que las personas puedan realizar sus actividades de acuerdo a la concepción de los legisladores y burócratas respecto de la formali-dad3⁷.

Mientras más costoso sea para los empresarios y tra-bajadores acceder a la formalidad, mientras más trá-mites haya que llenar, mientras más tiempo requiera obtener un permiso o una licencia, mayor será la pro-babilidad y tendencia de las personas a mantenerse al margen de la ley, en la informalidad .

Muchas de las guatemaltecas que trabajan en el sec-tor informal se encuentran en condiciones precarias de salud, higiene y seguridad laboral, con jornadas de trabajo más largas y salarios más bajos, que le impiden

reponer fuerzas, con lo que aumentan los riesgos de enfermar y morir; además están expuestas a acciden-tes que les ocasionan minusvalidez, sin tener acceso a los servicios de Seguridad Social.

El papel tradicionalmente asignado a la mujer en la sociedad guatemalteca se traslada a una concepción errónea sobre la contribución de las mujeres a la eco-nomía nacional. En el caso de la economía informal, debe considerarse con especial atención que el 75 % de la PEA de Guatemala se encuentra en ella y que de este grupo la mayoría son mujeres, según el documen-to “La Hoja de Ruta para la formalización” que se basa en información del INE.

Por sí sola, esta es una razón de peso para incluir un enfoque de género dentro de esta “hoja de ruta” sobre la economía informal, factor que no puede ser ignora-do en forma alguna en la elaboración de política públi-ca para la formalización.

Otros factores a considerar en una política pública so-bre formalización del empleo:

a. Valorar el trabajo reproductivo como una de las condiciones que impactan directamente en las condiciones de vida de las mujeres que trabajan dentro de la economía informal y sus familias. En este orden merece especial atención el rol de las mujeres que son cabeza de hogar.

b. Desarrollar valores empresariales en las mujeres guatemaltecas; deben recibir un especial impul-so, como un objetivo a desarrollar en el mediano plazo. Para conseguir este objetivo, deben privile-giarse los programas de formación en valores em-presariales y liderazgo.

c. Documentar oficialmente a las mujeres. El RE-NAP debe realizar esfuerzos para romper patro-nes culturales que se conviertan en un incentivo negativo para registrar el nacimiento de hijas mujeres, especialmente en la región del Altiplano. Asimismo, generar campañas que promuevan el trámite del DPI al llegar a la mayoría de edad.

3⁷ Tello Cano Jorge Alberto. Propuesta de un monotributo como opción tributaria para la economía informal. Tesis de Grado. USAC. 2008.

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La totalidad de las medidas incluidas en la hoja de ruta para la formalización, requieren de un especial énfa-sis para el caso de las mujeres. Modificar los criterios y dar mayor flexibilidad con relación a las aplicaciones para microcrédito, el registro de nuevos negocios, y la afiliación voluntaria a la Seguridad Social3⁸.

II.3.2 Migración interna, otra causa de la economía informal

El trabajo desempeñado por este sector de trabajado-res(as) es muy variado, pero en su mayoría son activi-dades sin local fijo, lo realizan en la calle, a la intempe-rie, expuestos a las inclemencias ambientales, carecen de prestaciones y de seguridad social así como de cualquier tipo de protección para su familia y están imposibilitados de constituir un patrimonio. Además han surgido grupos que se enriquecen a costa de la ignorancia de las familias pobres, a quienes engañan para que sus hijos e hijas vengan a la ciudad capital a trabajar; los tienen hacinados en cuartos y los colocan en tortillerías y abarroterías, pero nunca les pagan lo que ofrecieron.

Conforme la población urbana crece, el comercio evoluciona, ya que múltiples personas comienzan a negociar, trabajando al margen y en contra de varias normas que regulan la economía. Estas condiciones inducen el surgimiento del comercio informal, el cual podría dividirse en por lo menos dos modalidades:

“Comercio ambulatorio: que se divide asimismo en dos clases:

Itinerancia: a él pertenecen todas las personas que deambulan por la ciudad ofreciendo sus productos o servicios. Estas personas no poseen un lugar fijo donde operar, por lo que tienen que salir a las calles a vender sus mercancías o servicios a las personas que encuentran en su paso

Lugar fijo en la vía pública: a esta clase pertenecen to-das aquellas personas que han dejado de deambular por las calles y que han preferido invadir un lugar en específico en una calle para así poder realizar sus ope-raciones. Esto les permite obtener una mayor clientela

y contar con mayor seguridad debido a que muchas veces forman entre los vecinos organizaciones infor-males de autodefensa.

Los mercados: existen varios mercados que han sido construidos por el Estado con el fin que varios ambu-lantes abandonen las vías públicas. Pero se ha visto que existen otros mercados que han sido construidos y que las personas que vendían en las calles, adquie-ren un lugar en él porque aspiran tener un local se-guro donde puedan desarrollar sus actividades. Los mercados van surgiendo a medida que los informales se van organizando y comienzan un proceso de acu-mulación”3⁹.

II.3.3 Las actividades informales

El empleo del asalariado informal es aquel en el que los trabajadores carecen de contratos formales aun-que trabajen para empresas que estén registradas en un país. Este trabajo contiene elementos de inobser-vancia de la legislación laboral y de las normas básicas del trabajo en las empresas que estipulan no suscri-bir un contrato laboral escrito, donde no suelen darse comprobantes de ningún tipo. Las jornadas de trabajo en ocasiones son las legales, pero también pueden ser excesivas; puede que gocen o no de descanso semanal o vacaciones.

Otra de las situaciones que se presenta es la relaciona-da a una o varias subcontrataciones en el ámbito em-presarial, es decir, una empresa contrata a otra y otras hasta que al final resulta un contratista o maestro de obra, contratando al trabajador sin un documento efi-caz e incumpliendo con el salario correspondiente, sin tener algún tipo de registro, tornándole en trabajador de la economía informal.

“El empleo informal puede tener características como falta de protección en casos como el no pago de sala-rios, obligación de hacer sobre tiempo o turnos ex-traordinarios, despidos sin aviso ni compensación, condiciones de trabajo inseguras y ausencia de bene-ficios como las pensiones, el reposo por enfermedad o el seguro de salud.

3⁸ Una hoja de ruta para la formalización PILAR en Guatemala. Global Fairness. Primera edición septiembre 2010. p. 46.3⁹ La Economía Informal. Dr. Augusto Valenzuela Herrera. http://www.aidtss.info/disertaciones/45.pdf

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Como características sobresalientes de los sujetos que operan en la economía informal (trabajadores indivi-duales u organizados como empresas) citan:

• Operan fuera del marco legal.

• No se encuentran reguladas ni están protegidas por el Estado u otras organizaciones.

• En su mayor parte no están registradas ni figuran en las estadísticas oficiales.

• Poseen poco o ningún acceso al crédito y a los mercados organizados.

Por lo tanto, la economía informal tiene ventajas y desventajas las cuales dependerán del punto de vis-ta que se analice, es decir, lo que para alguien pueda ser una desventaja para otro sujeto sería considerado como una ventaja”⁴⁰.

En el sector informal “las categorías ocupacionales que presentan una mayor participación de la mujer son: Trabajo por cuenta propia, trabajo doméstico y trabajo familiar no remunerado demostrando que la presencia femenina se da especialmente en aquellas categorías de empleo que constituyen una prolonga-ción de las actividades de orden doméstico”⁴1.

II.4 El sector privado y la economía infor-mal en Guatemala

El empresariado guatemalteco considera necesario ge-nerar empleo para superar los niveles de desempleo y lograr un país más competitivo, el actual gobierno comparte esa visión, según declaraciones de funcio-narios.

La Asociación Guatemalteca de Exportadores (AGEX-PORT) considera que en Guatemala existe una desvin-culación de acciones, visiones y formas de enfrentar el combate a la pobreza. Si se dejan de lado aquellos que

creen que la solución es el asistencialismo y nos enfo-camos únicamente en los que creen que es necesario desarrollar las capacidades productivas de las perso-nas, de las comunidades, regiones y del país en gene-ral para darle sostenibilidad en el tiempo, es necesario que esa estrategia de producir esté vinculada desde el principio con el destino final de esa producción, es de-cir la colocación en el mercado nacional, regional o vía las exportaciones.⁴2

Sin embargo, otros sectores del sector privado lo ven diferente, pues consideran que “cambiar la precaria situación de quienes hoy están atrapados en la infor-malidad no es tarea fácil. Implicaría hacer una revi-sión profunda de las leyes laborales y fiscales del país, para que éstas faciliten y no sirvan de impedimento para la operación de las empresas. La gran mayoría de las operaciones económicas al margen de la ley, se realizan porque las personas sólo ven costos y no be-neficios a la hora de formalizarse.

De allí la importancia de crear una legislación más amigable a la empresarialidad en el país. También re-quiere un mayor control en las fronteras y la creación de una institucionalidad más eficiente y transparente en las mismas”⁴3.

A enero del 2013, la carga tributaria en Guatemala es de un 11.9 por ciento, según el “Análisis de Coyuntu-ra Sobre la Actualización Tributaria”, elaborado por el Ministerio de Finanzas Públicas; se considera una de las más bajas de Latinoamérica; sin embargo algunos empresarios entre ellos el ex presidente del CACIF, Andrés Castillo⁴⁴, argumentan que es elevada, que los trabajadores de la economía informal no pagan im-puestos, que hay corrupción, en lo que se basan para oponerse históricamente a cualquier reforma tributa-ria. Parte de estos argumentos también se corroboran en el Estudio de Opinión Pública sobre trabajo decente y economía informal, de ASIES, 2012.

⁴⁰ La Economía Informal. Dr. Augusto Valenzuela Herrera. Ibid pp 11 y12 http://www.aidtss.info/disertaciones/45.pdf⁴1 Exclusión de la mujer en la participación y el acceso a tecnología en proyectos productivos del sector agropecuario. Tesina. USAC. Sandra Guadalupe Oliva

Maldonado. p.20.⁴2 El reto de Guatemala es… generar empleos; Agexport. Estrategia renovada 2012-2015.⁴3 Edy Paul Boteo de León, escribió en el blog Prisma Económico, del CACIF⁴⁴ Entrevista a Andrés Castillo: La competitividad de Guatemala. Revista Perspectiva. Publicada en la página web del CACIF. s.f.

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“…no se tiene que perder de vista que la mayoría de las microempresas informales que existen en el país, tienen su origen en la falta de oportunidades labora-les que enfrenta el 90% de los jóvenes que cada año se unen a la fuerza laboral del país. Ante esta situación, las personas optan por pequeños negocios o el auto-empleo, que deriva en situaciones económicas preca-rias para esta población. La solución a la informalidad, pasa también y necesariamente por generar el sufi-ciente crecimiento económico que permita crear opor-tunidades de empleo para la mayoría de guatemalte-cos que cada año ven frustradas sus intenciones de colocarse dentro de la formalidad. Sin un crecimiento económico robusto, difícilmente cambiarán las cifras de informalidad que actualmente reporta el país”.⁴⁵

La Organización Internacional de los Empleadores (OIE) adoptó en 2001 un documento denominado “La Economía Informal, Posición de los Empleadores”, que desarrolla pautas de cómo los empleadores deben enfrentar los desafíos que genera la existencia de la economía informal. El documento enfatiza el rol que las organizaciones de empleadores, en colaboración con o a través de otras organizaciones o instituciones pertinentes, pueden jugar para la formalización, en consideración que los servicios que requieren para las PYMES resultan pertinentes para las empresas de la economía informal.⁴⁶

“A continuación se transcriben las recomendaciones más relevantes al modelo de la Hoja de Ruta, citada en este apartado, que las hace suyas:

Desarrollando y aplicando un programa para ejercer presiones a fin de abordar las causas de la informali-dad a través de la simplificación de las normativas que afectan a las actividades empresariales, reduciendo los costos de transacción, etcétera.

Influyendo sobre los legisladores para que desarro-llen políticas e incentivos temporales a fin de alentar a quienes desarrollan sus actividades en la economía informal a que inicien la transición a la economía for-mal y puedan acogerse al marco normativo empresa-rial normal.

Desarrollando para los pequeños actores los corres-pondientes, servicios de apoyo a las empresas.

Facilitando a los actores de la economía informal la información a la que suelen acceder con dificultad, como es la relativa a la legislación y la reglamentación gubernamentales que afectan a las empresas y a las oportunidades de mercado, así como la información sobre los mercados.

Ayudando a las empresas informales a constituir aso-ciaciones, y admitiéndolas como miembros.

Proporcionando servicios básicos de gestión de per-sonal, mejora de la productividad, dirección, contabili-dad y desarrollo del espíritu empresarial adoptados a las empresas informales.

Ayudando a desarrollar vínculos con empresas de mayor tamaño, una oportunidad creciente gracias a la mundialización.

Iniciando proyectos o programas adaptados a las nece-sidades de las empresas informales y con repercusio-nes importantes como pudieran ser el aumento de la productividad a través de la reducción de los desechos; la mejora de la seguridad y la salud; un medioambien-te más limpio, y una mayor colaboración entre empre-sarios y trabajadores .

Facilitando el acceso a la financiación, los seguros, la tecnología, las redes y otros recursos, así como a las autoridades públicas.

Promoviendo políticas nacionales destinadas a lograr la alfabetización y la enseñanza primaria y secun-daria universales, que son esenciales para obtener la fuerza de trabajo educada y calificada que requiere la economía formal.

Desarrollando o colaborando con instituciones a tra-vés de las cuales pueda procederse a la prestación de servicios, incluidas las instituciones de formación em-presarial y de capacitación orientada a satisfacer las necesidades de las empresas de la economía informal. ⁴⁷

⁴⁵ Edy Paul Boteo Ibid.⁴⁶ Una hoja de ruta para la formalización PILAR en Guatemala, pp. 41 y 42.⁴⁷ Una hoja de ruta para la formalización Ibid.

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II.4.1 La Responsabilidad Social Empresa-rial

La responsabilidad social empresarial (RSE), según el concepto adoptado por una serie de instituciones, tales como “Business for Social Responsibility” (BSR), “Cor-porate Social Responsibility” (CSR-Europe), Instituto Ethos de Empresas y Responsabilidad Social, “Interna-tional FinanceCorporation” (IFC), “SustainabilityInsti-tute, Institute of Social and EthicalAccountability” y otras diversas organizaciones para el desarrollo sus-tentable, es definida por la relación que la empresa establece con todos sus públicos (stakeholders), a cor-to y a largo plazo. Los públicos correspondientes, en contacto y afinidad con la empresa, comprenden in-numerables organizaciones de interés civil-social-am-biental, además de aquéllos usualmente reconocidos por los gestores –público interno, accionistas y consu-midores/ clientes ⁴⁸.

Como parte de la Responsabilidad Social Empresarial, la Asociación de Azucareros de Guatemala impulsa un Programa de Oportunidades para la Formación Profesional, dirigido a jóvenes de 16 a 25 años que ten-gan cursado el ciclo completo, a quienes dota de finan-ciamiento para que obtengan formación profesional y aseguren su inserción en el mercado laboral, mejora en su calidad de vida y en su relacionamiento social. Fueron seleccionados los departamentos de la zona cañero-azucarera del país, Retalhuleu, Suchitepéquez, Escuintla y Santa Rosa.

Sus objetivos generales son: Promover el desarrollo de las actividades económica en las áreas de influencia a los ingenios, facilitando a los jóvenes la oportunidad de obtener el título técnico del ciclo diversificado del nivel medio de escolaridad, que les permita insertarse

en el mercado laboral tanto de la agroindustria azuca-rera como en los otros sectores económicos (industria, comercio, y servicios) de la región; y Reducir conduc-tas de riesgo -vagancia, alcoholismo, drogadicción, ta-baquismo, delincuencia, violencia- para la población joven en los departamentos seleccionados.

En tanto que en los específicos se contempla: Brin-dar igualdad de oportunidades a hombres y mujeres comprendidos entre los 16 y 25 años; dotar becas ali-neadas a las necesidades del mercado laboral, y facili-tar a los becarios de su inserción en el mercado laboral cuya profesionalización les permita acceder a trabajos dignos y decentes.⁴⁹

Sin embargo este incentivo está dirigido en la práctica a los hombres que, en definitiva, son la mano de obra prioritaria de sus empresas y constituye la mayoría de la plantilla de trabajadores.

Para algunos empresarios, especialmente los que tra-bajan en la industria azucarera, RSE tiene que ver con la rentabilidad de la empresa pero también con aspec-tos éticos, provocar trabajo digno y decente, cumpli-miento de la ley, ofrecer servicios adicionales como capacitación, clínicas médicas, recreación, bonos de productividad, transporte, educación, cajas de ahorro, alojamiento digno y alimentación.

La Cámara de Comercio de Guatemala (CGC) creó en el 2000 el Centro de Apoyo a la Microempresa (CAMI) con el objetivo principal de brindar a los Micro, Pe-queños y Medianos empresarios apoyo financiero ac-cesible, como un servicio enfocado a sus afiliados en el interior del país, debido a que para este tipo de empre-sas el acceso al crédito ha sido una de las principales limitantes para su desarrollo⁵⁰ .

⁴⁸ RSE. Manual de apoyo para periodistas, p. 8.⁴⁹ http://www.azucar.com.gt/becas.html⁵⁰ http://www.negociosenguatemala.com/index.php?option=com_content&view=article&id=154&Itemid=163

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III. Realidades y percepciones de las mujeres que trabajan en la economía informalPara conocer las percepciones de la sociedad respecto a los aportes de las mujeres que trabajan en el sector informal, se llevó a cabo un sondeo de percepción⁵1 en distintos puntos del área metropolitana y en el muni-cipio de Mixco, en el departamento de Guatemala, en el que preguntamos a 100 ciudadanos y ciudadana su opinión respecto a las trabajadoras que se encuentran en la economía informal y lo que debería hacer el Es-tado para atender su situación.

La mayoría de respuestas podrían considerarse positi-vas, pues una buena parte de la ciudadanía que acce-dió a responder las dos preguntas coincidió en que las trabajadoras informales contribuyen con el desarrollo de las sociedades pues “se ganan la vida honradamen-te”, por lo que el Estado debería acondicionar más es-pacios para que ellas se desempeñen.

“Es bueno que se empleen de alguna manera, ya que muchas son madres solteras”; “muchas no lograron lle-nar los requisitos que piden las empresas y deben sos-tener a sus familias de alguna manera”; “son personas que con su trabajo mueven al país”, fueron algunas de las percepciones obtenidas del sondeo.

Muchos de los encuestados relacionaron el trabajo de las mujeres en el sector informal con la prevención de las distintas expresiones de la violencia; una de las ciu-dadanas entrevistadas destacó que “…ellas luchan por su vida; preferible permitirles ganarse la vida de esa manera a que vayan a robar.”

En relación con la prevención de la violencia basada en el género⁵2, expresiones como la violencia sexual, la violencia feminicida o la violencia psicológica, una de las entrevistas indicó que “ellas buscan la indepen-dencia económica para acabar con el machismo del que son víctimas en sus hogares”.

Algunas de las respuestas, ratifican los resultados del Segundo Estudio de Opinión Pública sobre Trabado Decente y Economía Informal, elaborado por ASIES,

sobre la percepción de que acceder a una patente de comercio, es un proceso muy caro⁵3. “El trabajo infor-mal es un medio inmediato para cubrir las necesida-des básicas; para colocar un negocio se necesita mucho dinero y respaldo de empresas poderosas”, destaca un de los consultados.

Un significativo número de respuestas relacionaron a la economía informal con el poco acceso que tienen las mujeres a la educación, pues consideraron que quienes se desempeñan en este sector, cuentan con niveles bajos de estudio.

“Todos tenemos derecho a ganarnos la vida de acuer-do a nuestro nivel académico”; “la mayoría de mujeres no tiene ni siquiera la educación primaria, muchos menos estudios superiores”; “son personas que no tie-nen estudios suficientes y por eso se ocupan en una venta informal”, enfatizan dos de las respuestas pro-porcionadas en los sondeos de percepción.

Una buena parte de los consultados, relaciona el tra-bajo informal de las mujeres guatemaltecas con las siguientes áreas: la venta de alimentos preparados, hortalizas, verduras, frutas y otros productos alimen-ticios; también con la dependencia de misceláneas, tiendas y venta de productos de primera necesidad, así como con la comercialización de ropa, cosméticos, productos de belleza, de limpieza, utensilios de cocina o zapatos por catálogo.

Una de las respuestas responsabilizó directamente a las trabajadoras: “ellas deben buscar la manera de for-malizarse”, sin embargo la mayoría consideró que las empresas y las corporaciones son las que deberían li-derar el proceso hacia la formalización del trabajo.

Entre los sondeos de percepción poco se mencionó el concepto de trabajo decente o el concepto de trabajo digno; tampoco las expresiones de violencia específica que sufren las trabajadoras como el acoso sexual en sus lugares de trabajo, la violencia psicológica y la vio-

⁵1 Elaboración de sondeo y recolección de reacciones para esta investigación. ⁵2 http://es.wikipedia.org/wiki/Violencia_de_g%C3%A9nero ⁵3 Segundo Estudio de Opinión Pública sobre Trabajo Decente y Economía Informal. ASIES. 2013. Página 19

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lencia institucional, figuras delictivas establecidas en la Ley contra el Femicidio y otras formas de Violencia contra las Mujeres.

“El problema es que se encuentran en total desamparo de las prestaciones sociales y la seguridad social”; esta es una de las percepciones más frecuentes encontra-das en los sondeos.

El tópico de la salud fue uno de los menos menciona-dos, sin embargo uno de los entrevistados señaló que “en el sector de la producción de alimentos, existe poco control de calidad”, opinión que tiene una estrecha re-lación con las políticas de salud pública y el derecho de la población de acceder a la salud.

III.1 Trabajo por cuenta propia

Mirna Nij, secretaria del Sindicato de Trabajadores de la Economía Informal, adscrito a la Central de Trabaja-dores del Campo y la Ciudad (CTC), aseguró que desde la percepción del Estado, se les llama trabajadoras in-formales a las mujeres que no pagan impuestos, pero pagan impuestos al momento de adquirir su merca-dería, sin embargo no están en la posibilidad de ex-tender factura porque sus negocios no cuentan con la infraestructura necesaria.

El Estado es el encargado de proveer la infraestruc-tura idónea para colocar a las vendedoras por cuenta propia y aún así, será necesario introducir el debate sobre si es necesario extender facturas por consumos de 25 o 50 centavos.

Otro de los puntos estratégicos en el debate nacional para formalizar a las trabajadoras por cuenta propia, es la facilitación de créditos del Ministerio de Econo-mía, pues el interés es bajo en comparación con las grandes corporaciones financieras; esos elevados inte-reses entorpecen el avance del desarrollo de las ciuda-danas que se desempeñan en ese sector⁵⁴.

Parte de los retos para iniciar la transición hacia la formalidad laboral, se encuentran en el fortaleci-miento de las capacidades del Estado para supervisar y sancionar a las empresas que evaden su responsabi-

lidad de garantizar a sus trabajadoras el seguro social, la profesionalización técnica y la recreación, pues en esas deficiencias se encuentra la “informalidad labo-ral”, destacó la entrevistada.

Mirna Nij fue capturada durante un desalojo violento en la calle donde vendía, en el 2004; fue encarcelada por las autoridades cuando estaba en etapa de gesta-ción y la acusaron de terrorista. Para Maritza Velás-quez, de la Asociación de Trabajadoras del Hogar, a Domicilio y de la Maquila (ATRAHDOM), no existen aspectos positivos en el sector informal, pues las tra-bajadoras se encuentran en una situación de vulnera-bilidad ante la inseguridad, la inestabilidad laboral y el poco acceso a las prestaciones, que les da estabilidad económica, pero sobre todo emocional.

La mayoría de mujeres que se encuentran trabajan-do en el sector informal, son propensas al estrés, a la baja autoestima y a la ansiedad, enfermedades ocu-pacionales que no tienen una atención especializada por parte del sistema de salud pública. Hay mujeres a quienes se otorga capital semilla, lo producen y traba-jan bien, hacen sus productos pero no tienen merca-dos donde ofrecerlos y al final terminan endeudadas con un banco o cooperativa y el producto no lo pue-den vender; es fundamental que el Estado forme y profesionalice a las mujeres sobre los mecanismos del mercado, previo a la facilitación de créditos.

Las mujeres que se lanzan a la calle a vender fruta o alimentos, modalidades que se han incrementado en los últimos años, comúnmente son violentadas por la Policía Municipal de Tránsito por obstaculizar el paso, las tratan como criminales, las desalojan, les tiran el producto, las acosan y las hostigan⁵⁵.

De acuerdo con la entrevistada, el sector empresarial no podría contribuir mucho con la formalización labo-ral ni con la mejora de las condiciones de las mujeres que trabajan en el sector informal, pero cada empresa proveedora de los productos que ellas comercializan, particularmente para que las vendedoras por catálogo puede darles el acceso al seguro social y a la protec-ción contra accidentes.

⁵⁴ Entrevista Exclusiva Mirna Nij. Secretaria del Sindicato de Trabajadores de la Economía Informal, adscrito a la Central de Trabajadores del Campo y la Ciudad (CTC). 4 de diciembre 2013

⁵⁵ Entrevista Exclusiva Maritza Velázquez. Coordinadora de ATRAHDOM. 21 de noviembre 2013

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III.2 Oferta y demanda, de acuerdo a la temporada

Carolina Ovalle⁵⁶ es bachiller en computación y traba-jadora por cuenta propia de alimentos y productos de belleza. Inició a trabajar en la Secretaría de Bienestar Social y tuvo su primer hijo a los 20 años; desde ese entonces fue jefa única de hogar lo que le obligó a tra-bajar por su propia cuenta en otros sectores.

A los 28 años, empezó a trabajar en una pizzería, tra-bajo que tuvo durante tres años. En ese momento ya tenía dos hijos más, lo que representó mayores necesi-dades y obligaciones familiares, así como buscar otras alternativas económicas para el sostenimiento diario.

El salario en la Secretaría fue favorable y contaba con todas las prestaciones, pero en la pizzería, el ingreso fue menos y era más cansado, por lo que decidió desli-garse de la dependencia laboral y trabajar a consigna-ción: dos pizzas por el precio de una. Vendía la pizza en eventos, recuperaba la inversión y el 50 por ciento de ganancia.

La empresa contaba con un mecanismo para facilitar la consignación del producto; se vendía principalmen-te para Semana Santa o durante las fiestas de fin de año, pero eliminaron esa facilidad e iniciaron a hacer pizzas personales en caja y la ganancia se redujo a 1 quetzal por unidad.

Durante la Semana Santa, Carolina Ovalle trabaja de acuerdo a los horarios de cada procesión. El día que más trabaja es el Viernes Santo, pues inicia en la ma-drugada y concluye después de la media noche. Es muy cansado caminar todo el día; en ocasiones lleva una carretilla, de lo contrario carga una bolsa térmi-ca. La empresa debería llevar los productos al lugar de trabajo, pero no siempre ocurre de esa manera, enton-ces hay que caminar doble.

Cuando no vende pizzas, produce y comercializa locio-nes, cremas, desodorantes y cosméticos. Los ingresos son mínimos, pero ocasionalmente hay días de muy buena venta. Cuando ese negocio no va muy bien, vi-sita algunas oficinas para hacer limpieza y obtener el sustento del día.

La entrevistada considera que el Estado debería crear un mecanismo para contribuir a reducir la vulnera-bilidad en la que se desempeñan las trabajadoras por cuenta propia, además de incentivar las prestaciones laborales de ley y el acceso al seguro social. Es impor-tante que se calcule y valore el tiempo que cada traba-jadora invierte en esos ámbitos, concluyó.

De acuerdo con Edith Castillo, de la Oficina Nacional de la Mujer (ONAM), la informalidad ha alentado la marginación de las mujeres del desarrollo; La Orga-nización Internacional del Trabajo (OIT) ha redactado diferentes análisis sobre trabajo decente, sin embargo son los Estados los que deben facilitar las herramien-tas necesarias y formar a las personas para acceder a ese derecho. “Hay que apoyar la educación y la prepa-ración, porque esa es la única forma de abordar parte de la informalidad”.⁵⁷

Los niveles de economía informal son altísimos. La formalidad laboral se ha mejorado en los últimos años, pero Guatemala continúa siendo un país con una tasa de crecimiento poblacional alta. Esas situaciones de-berán ser enfrentadas con oportunidades de trabajo decente.

En el ámbito de la economía informal la mayoría son mujeres, debido a sus visiones de emprendedoras y porque son las que buscan el ingreso en cualquier ni-cho antes que dejar sin proveer al hogar o garantizar la alimentación de los hijos e hijas. Muchas vendedo-ras por catálogos han adquirido deudas enormes al cumplir con el requisito de las empresas de invertir en la primera mercadería.

⁵⁶ Entrevista Exclusiva Carolina Ovalle. Trabajadora por cuenta propia. 28 Noviembre 2013⁵⁷ Entrevista Exclusiva Carolina Ovalle. Trabajadora por cuenta propia. 28 Noviembre 2013

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IV. El estado, la legislación y las políticas públicas.IV.1. El Estado:

El Estado está constituido por el territorio, la pobla-ción, los poderes y el sistema legal. Se organiza para mantener la armonía social, para estructurar la con-vivencia de la población y por eso es indispensable abordar en este estudio lo relativo al Estado de Dere-cho, o sea la subordinación de todos, gobernantes y gobernados, al imperio de la ley.

La norma jurídica, es decir, la ley es la depositaria de las aspiraciones sociales y de los valores; el derecho debe ser el sistema que recoja las necesidades sociales y los valores morales. El Estado y sus instituciones de-ben tener legitimidad y reconocimiento generalizado, eso es lo que le da el soporte y fortaleza, la normativa debe buscar el bien común, la garantía del buen vivir, el reconocimiento práctico de la dignidad y la búsque-da del desarrollo.

Esas son algunas de las principales razones por las cuales se estructura el Estado cuyo régimen econó-mico y social se funda en principios de justicia social (Artículo 118 de la Constitución Política de la Repúbli-ca -1985-).

La normativa legal por sí misma no tiene razón de ser, no pasa de ser un conjunto de papeles y letras con con-tenidos sublimes. Si la legislación no es conocida, reco-nocida, respetada y aplicada con justicia, tal como ha sido concebida, la población estará huérfana de uno de los elementos constitutivos del Estado.

La igualdad es el principio fundante del Estado Demo-crático de Derecho y la Democracia concebida como “una inmensa experiencia humana. Está ligada a la búsqueda histórica de libertad, justicia y progreso material y espiritual. Por eso es una experiencia per-

manentemente inconclusa” ⁵⁸ el informe Democracia en América Latina del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo también señala que “democracia es desarrollo humano en la esfera de lo público, es au-mentar las opciones e carácter colectivo que inciden sobre la calidad de nuestras vidas⁵⁹.

La Democracia está íntimamente ligada al Estado de Derecho. La ley y las instituciones deben tener con-tenidos democráticos, deben recoger derechos funda-mentales de las personas, de las y los ciudadanos. Son el sustento del sistema que sin un contenido democrá-tico no responde a las necesidades de justicia social, legitimidad y libertad fundamentales para un desa-rrollo armónico y con una paz sustentable.

Para pasar de una democracia formal a una democra-cia real y participativa es necesario que los derechos humanos fundamentales de todas las personas sean efectivamente respetados y promovidos. La mayoría debería ser el principal sujeto de las acciones del es-tado, especialmente en un país excluyente y uno de los más desiguales del mundo, como es nuestro caso, en donde los sectores vulnerables requieren de una atención prioritaria del Estado que debe ser un instru-mento que imprima un balance a las desigualdades sociales.

IV.2 El marco regulatorio legal

IV. 2.1 Nacional

En la cúspide de la pirámide del conjunto de nor-mas que rigen la convivencia social se encuentra la Constitución Política de la República de Guatemala, integrada por 281 artículos más las 27 disposiciones transitorias y finales todos son preceptos legales de obligatorio cumplimiento.

⁵⁶ Entrevista Exclusiva Carolina Ovalle. Trabajadora por cuenta propia. 28 Noviembre 2013⁵⁷ Entrevista Exclusiva Carolina Ovalle. Trabajadora por cuenta propia. 28 Noviembre 2013

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La Constitución Política de la República de Guatemala.

En el Preámbulo de la Carta Magna hay una filoso-fía que podría garantizar que Guatemala tuviera otro presente y caminara hacia un futuro luminoso.

Los Constituyentes reconocen la primacía de la per-sona humana como sujeto y fin del orden social. Re-conocen al Estado como responsable de la promoción del bien común, de la consolidación del régimen de legalidad, seguridad, justicia, igualdad, libertad y paz. Hicieron explicita su convicción de impulsar la plena vigencia de los Derechos Humanos dentro de un or-den institucional estable, permanente y popular, don-de gobernados y gobernantes procedan con absoluto apego al Derecho.

Dice: El Estado de Guatemala se organiza para prote-ger a la persona y a la familia. Su fin supremo es la realización del bien común⁶⁰.

Es deber del Estado garantizarle a los habitantes de la República la vida, la libertad, la justicia, la seguridad, la paz y el desarrollo integral de la persona⁶¹.

En Guatemala todos los seres humanos son libres e iguales en dignidad y derechos. El hombre y la mujer, cualquiera que sea su estado civil, tienen iguales opor-tunidades y responsabilidades…⁶2

La maternidad tiene la protección del estado, el que velará en forma especial por el estricto cumplimiento de los derechos y obligaciones que de ella se deriven.⁶3

El trabajo es un derecho de la persona y una obliga-ción social. El régimen laboral del país debe organizar-se conforme a principios de justicia social⁶⁴.

Artículo 102 Derechos sociales mínimos de la legis-lación del trabajo. Son derechos sociales mínimos que fundamentan la legislación del trabajo y la actividad de los tribunales y autoridades:

a. Derecho a la libre elección del trabajo y a condi-ciones económicas satisfactorias que garanticen al trabajador y a su familia una existencia digna;

b. Todo trabajo será equitativamente remunerado, salvo lo que al respecto determine la ley;

c. Igualdad de salario para igual trabajo prestado en igualdad de condiciones eficiencia y antigüedad….

d. La jornada ordinaria de trabajo efectivo diurno no puede exceder de ocho horas diarias de trabajo ni de cuarenta y cuatro horas a la semana.

e. Derechos sociales mínimos en el trabajo. Se esta-blecen la protección a la mujer trabajadora y regu-lación de las condiciones en que debe prestar sus servicios:

....

No deben establecerse diferencias entre casadas y sol-teras en materia de trabajo. La ley regulará la protec-ción a la maternidad de la mujer trabajadora, a quien no se le debe exigir ningún trabajo que requiera es-fuerzo que ponga en peligro su gravidez. La madre trabajadora gozará de un descanso forzoso retribuido con el 100% de su salario, durante los 30 días que pre-cedan al parto y los 45 días siguientes. En la época de la lactancia tendrá derecho a 2 períodos de descanso extraordinarios, dentro de la jornada. Los descansos pre y post natal serán ampliados según sus condicio-nes físicas por prescripción médica.

Estas son algunas de las garantías mínimas contem-pladas en la Carta Magna que analizaremos en el tex-to para contrastarlas con el objeto de estudio: la condi-ción de las mujeres en la economía informal.

Es indispensable entonces enmarcar las actividades que desempeñan las mujeres en condición de infor-malidad en la protección de los “derechos humanos”, como punto de partida esencial.

IV. 2.2 El Derecho de Trabajo

Es tutelar de los trabajadores, puesto que trata de compensar la desigualdad económica de estos, otor-gándoles una protección jurídica preferente; consti-tuye un mínimum de garantías sociales, protectoras del trabajador, irrenunciables únicamente para éste y

⁶⁰ Artículo 1º. Título I La persona Humana, fines y deberes del Estado Capítulo Único. Constitución Política de la República de Guatemala. 1985.⁶¹ Artículo 2 Título I La persona Humana, fines y deberes del Estado Capítulo Único. Constitución Política de la República de Guatemala.⁶2 Artículo 4º. Título I La persona Humana, fines y deberes del Estado Capítulo Único. Constitución Política de la República de Guatemala.⁶3 Artículo 52. Capítulo II Derechos Sociales. Sección Primera Familia Constitución Política de la República de Guatemala.

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llamadas a desarrollarse posteriormente en forma di-námica, en estricta conformidad con las posibilidades de cada empresa patronal, mediante la contratación individual o colectiva, y, de manera muy especial, por medio de los pactos colectivos de condiciones de traba-jo; es un derecho necesario e imperativo o sea de apli-cación forzosa en cuanto a las prestaciones mínimas que conceda la ley, de donde se deduce que esta rama del derecho limita bastante el principio de la “autono-mía de la voluntad” propio del derecho común, el cual supone erróneamente que las partes de todo contrato tienen un libre arbitrio absoluto para perfeccionar un convenio, sin que su voluntad esté condicionada por diversos factores y desigualdades de orden económico y social.

Es un derecho realista y objetivo porque estudia al individuo en su realidad social y considera que para resolver un caso determinado en base de una bien en-tendida equidad, es indispensable enfocar ante todo la posición económica de las partes y porque su ten-dencia es la de resolver los diversos problemas que con motivo de su aplicación surjan, con criterio social y con base en hechos concretos y tangibles. Es una rama del derecho público, por lo que al ocurrir su aplicación, el interés privado debe ceder ante el interés social o colectivo, es un derecho hondamente democrático porque se orienta a obtener la dignificación econó-mica y moral de los trabajadores, que constituyen la mayoría de la población, realizando así una mayor armonía social, lo que no perjudica, sino que favorece los intereses justos de los patronos y este derecho es el antecedente necesario para que impere una efectiva libertad de contratación⁶⁵.

Las mujeres, por su condición tienen algunos derechos laborales específicos, además de recibir un salario jus-to. Estas demandas han sido reivindicadas durante años que en algunos casos aparecen contempladas en las leyes pero son incumplidas y en otros son peticio-nes que se mantiene:

Igualdad de derechos en las condiciones de trabajo, as-censos, oportunidades y capacitación.

• Derecho a un seguro médico y de pensiones;

• Derecho a la no discriminación;

• Derecho a un ámbito laboral libre de violencia fí-sica, psicológica o sexual;

• Derecho a ser protegida durante la maternidad;

• Derecho de contar con una hora diaria para ama-mantar a su bebé;

V.2.3 La Legislación Laboral:

El código de trabajo:

En comparación con otros cuerpos legales ordinarios, puede afirmarse que el Código de Trabajo es uno de los que mejor puede ejemplificar como el ordenamiento jurídico ordinario tiene preferencia por la persona humana y no por sus bienes materiales, sus negocios o sus relaciones de otro tipo. Obedece a la inspiración en esta materia, es tutelar, es decir que protege al tra-bajador(a). Y tal como en el mismo se indica, se inspi-ra en el espíritu conciliatorio en el capital y el trabajo atendiendo a factores económicos y sociales. Algunas definiciones: Patrono es toda persona individual o ju-rídica que utiliza los servicios de uno o más trabajado-res, en virtud de un contrato o relación de trabajo..”.⁶⁶ Trabajador es toda persona individual que presta a un patrono sus servicios materiales, intelectuales o de ambos géneros, en virtud de un contrato o relación de trabajo.⁶⁷ Representantes del patrono son las personas individuales que ejercen a nombre de éste funciones de dirección o de administración, tales como gerentes, directores, administradores, reclutadores y todas las que estén legítimamente autorizadas por aquél. Los representantes del patrono en sus relaciones con los trabajadores, obligan directamente al patrono, salvo el caso de los mandatarios, están ligados con este por un contrato o relación de trabajo.⁶⁸

Sin embargo, muchos tratadistas y juristas señalan que ninguna legislación a partir de 1954 es ajena al sistema político empresarial del país. ⁶⁹

⁶⁵ Cuarto Considerando del Código de Trabajo Decreto número 1441 del Congreso de la República de Guatemala.⁶⁶ Artículo 2º. Título Primero Capítulo Único, Disposiciones generales. Código de Trabajo⁶⁷ Artículo 3º. Título Primero Capítulo Único, Disposiciones generales. Código de Trabajo⁶⁸ Artículo 4º. Título Primero Capítulo Único, Disposiciones generales. Código de Trabajo⁶⁹ López Rubén. Artículo El Derecho de Trabajo publicado en la Revista No 45del Colegio de Abogados y Notarios de Guatemala. Julio-Diciembre 2002

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La política, las leyes y las instituciones están subor-dinadas a la economía. Las leyes se emiten desde el poder y el poder ha sido ejercido por un sector social y casualmente representado por hombres. El derecho no es neutral, las leyes se promulgan desde el poder, dominado por hombres. El derecho es la armazón que replica las desigualdades. Reproduce las relaciones de poder desiguales entre hombres y mujeres por lo que en la sociedad hay una serie de injusticias amparadas en todo este entramado, hay trabajadoras que no go-zan de ninguna protección de las que en este apartado se ha hecho referencia.

Empleo seguro, decente y de calidad amplía el concep-to de empleo decente: solo el empleo decente implica-ría oportunidades de un trabajo que sea productivo y que sea adecuadamente remunerado; con seguridad en el lugar de trabajo y protección social para las fami-lias; con mejores perspectivas de desarrollo personal e integración a la sociedad; con libertad para que la gen-te exprese sus opiniones; con organización y partici-pación en las decisiones que afectan sus vidas e igual-dad de oportunidades y trato para todas las mujeres y hombres. Incluye además el fomento de la formalidad, la productividad y el desarrollo.⁷⁰ Sector Formal Inclu-ye: a) los empleados del gobierno; b) Los patronos de establecimientos con 6 trabajadores o más; c) Los tra-bajadores por cuenta propia pero con nivel de educa-ción superior alcanzado; d) Los patronos de estableci-mientos con menos de 6 trabajadores pero con nivel de educación superior alcanzado; y e) los empleados pri-vados asalariados en establecimientos con 6 trabaja-dores o más. Sector Informal Incluye: a) los empleados domésticos; b) los peones o jornaleros; c) los familiares no remunerados; d) Los patronos en establecimientos con menos de 6 trabajadores ( excluye los que tienen educación superior) y f) los empleados privados asa-lariados en establecimientos con menos de 6 traba-jadores. El Gerente General del Instituto Nacional de Estadística, Rubén Darío Narciso, afirma que Sector Informal está constituido por todos los negocios que no están inscritos ni regularizados en las Instituciones

del Estado. Son las unidades productivas que emplean trabajadores informales. Trabajadores Informales, se-gún el citado funcionario, son aquellos que carecen de acceso al seguro social. Pueden trabajar en empresas formales e informales.⁷¹ Sub empleo. Según el Instituto Nacional de Estadística se encuentran en Sub empleo aquellas personas que trabajan involuntariamente menos de la jornada normal (40 horas a la semana en el sector público y 48 horas a la semana en el resto de sectores) y que desearían trabajar más horas.

En relación con el trabajo doméstico, el Código de Tra-bajo establece que no está sujeto a horario ni a las limi-taciones de la jornada de trabajo y que no está sujeto a otras prestaciones contempladas por otros trabajado-res y, aunque dicha norma fue suspendida provisio-nalmente en forma total en el 2007, la Corte de Consti-tucionalidad lo dejó vigente cuando resolvió sin lugar la inconstitucionalidad, por tanto, las trabajadoras de casa particular que son parte de la economía infor-mal, no gozan del respeto de sus derechos humanos.⁷2

V.2.4 Política Nacional de Empleo⁷3 Generación de Empleo Seguro, Decente y de Calidad 2012 -2021.

El documento revela que somos un país joven, con una mano de obra poco calificada; la población ocu-pada tiene bajos niveles de instrucción, además de la calidad de la educación que reporta notas insatisfac-torias en las pruebas estandarizadas de matemáticas y lectura. Solo el 10% de personas reportaron haber recibido algún tipo de capacitación en el trabajo.

La mayor parte de trabajadores se emplean princi-palmente en un trabajo privado (33%), y el porcenta-je por cuenta propia no agrícola es el 18%; el total de personas ocupadas es de 5.3 millones poco menos del 40% de la población total, tenemos una tasa de desem-pleo de 4.1% de la PEA, pero hay más de 3.1 millones de guatemaltecos en el sub empleo, es decir que están buscando un nuevo empleo para lograr un mayor in-greso, representan 56% de los trabajadores totales.

⁷⁰ Política Nacional de Empleo. p. 39.⁷¹ Entrevista realizada el 27 de noviembre de 2013.⁷2 Artículo 164. Código de Trabajo, Decreto 1441 del Congreso de la República de Guatemala⁷3 Política Nacional de Empleo. Generación de Empleo Seguro, decente y de calidad 2012-2021. Gobierno de Guatemala, administración de Otto Pérez Molina.

10 de mayo de 2012. p. 31

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El empleo informal no es un empleo seguro, decente y de calidad. Es un empleo de baja productividad y bajos salarios, que en la mayor parte de los casos constituye una estrategia de supervivencia. Los índices de inci-dencia de pobreza son mayores en la informalidad que en el resto de la población. Los trabajadores no tienen acceso a la seguridad social, seguro de desempleo y la capacitación en el marco del trabajo. Son vulnerables ya que son susceptibles a todos los shocks que pueden afectarlos.

La política tiene como objetivo mejorar las condiciones de vida de las familias guatemaltecas creando las con-diciones para la generación de empleo seguro, decente y de calidad; en la misma se cita un estudio de ASÍES de 2008 en relación con las características ideológicas que inspiran la legislación laboral.

El 10 de Octubre de 2012 representantes del Gobierno, del Comité Coordinador de Asociaciones Comerciales Agrícolas e Industriales CACIF y de sindicatos del país, firmaron un Memorándum de Entendimiento para la puesta marcha del Programa de Trabajo Decente, en el marco de la Cooperación Técnica de la Organización Internacional del Trabajo, OIT

V.2.5 Política Nacional de Promoción y Desarro-llo Integral de las Mujeres y Plan de Equidad de Oportunidades⁷⁴.

En Guatemala existe la Política Nacional de Promo-ción y Desarrollo Integral de las Mujeres y el Plan de Equidad de Oportunidades, impulsado en el año 2000, por organizaciones de mujeres y la Secretaría Presidencial de la Mujer, (SEPREM) a raíz de la Firma de los Acuerdos de Paz y en respuesta a convenios y compromisos internacionales adquiridos por el Estado de Guatemala.

La Política Nacional de la Mujer, como se le conoce, busca promover las condiciones que favorezcan el de-sarrollo integral de las mujeres de todos los grupos y sectores socioculturales, potenciando su plena y equi-

tativa participación en todos los niveles de las estruc-turas, sociales, económicas, políticas y culturales de Guatemala.

El 11 de noviembre de 2009, según Acuerdo Guber-nativo 302-2009, se realizó una actualización de esta normativa, el cual se ha convertido en un instrumen-to y un mecanismo que de forma gradual y progresiva contribuya a la eliminación de los obstáculos que limi-tan el desarrollo individual y colectivo de las mujeres.

El actual Plan de Equidad de Oportunidades 2008-2023, contiene diversos ejes estratégicos:

• Eje de desarrollo económico y productivo con equidad

• Eje de recursos naturales, tierra y vivienda

• Eje de equidad educativa con pertinencia cultural

• Eje de equidad en el desarrollo de la salud integral con pertinencia cultural

• Eje de erradicación de la violencia contra las mujeres

• Eje de equidad jurídica

• Eje de racismo y discriminación contra las mujeres

• Eje de equidad e identidad en el desarrollo cultural

• Eje de equidad laboral

• Eje de mecanismos institucionales

• Eje de participación socio política

• Eje de identidad cultural de las mujeres Mayas, Ga-rífunas y Xinkas

Elizabeth Quiroa, titular de la Secretaría Presidencial de la Mujer, ente rector de la política señala que hay gran cantidad de personas en el sector informal. Que de acuerdo a las investigaciones que han hecho, las mujeres incursionan porque es la actividad económi-ca que les permite simultáneamente atender su casa

⁷⁴ Política Nacional de Promoción y Desarrollo Integral de las Mujeres y Plan de Equidad de Oportunidades 2001-2006 y 2008-

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y buscar un ingreso para el sostenimiento familiar. Deben recurrir a esta actividad debido al bajo nivel de escolaridad, la pobreza y otras circunstancias que no les permiten acceder a un trabajo en la formalidad. Se dedican a una diversidad de actividades, entre ellas trabajo por cuenta propia, actividades familiares no remuneradas. Ellas se forman su ingreso, carecen de cobertura social. Cuando son jóvenes no hay mayor problema pero al paso de los años, al desgastarse las fuerzas ellas ven que ya no pueden salir adelante por si solas pues ya no tienen la capacidad de continuar con este tipo de trabajo y a la larga se convierten en una carga para sus hijos o familiares. Van al sistema hospitalario que no las atiende ni con calidad ni con calidez ni pertinencia cultural. Presentan un alto de-terioro de su salud debido a la carga de trabajo, la mala alimentación por la pobreza y por el acomodo al con-sumo de la comida chatarra que genera otras proble-máticas que agrava su situación, lo que perjudica más al precario sistema de salud del país.

SEPREM ha insistido con el IGSS a que se haga un es-tudio actuarial para que se les incorpore en ese siste-ma, que ellas aporten su cuota patronal y la laboral para que después de los 75 años tengan cobertura de salud y de seguridad social. Se ha recibido una res-puesta positiva y disposición, pero a la fecha no se ha concretado. Con el cambio de autoridades esta gestión se atrasó y se tiene la dificultad que el empresariado no ve con buenos ojos esta posibilidad, Consideran que podría no ser rentable, por lo que van a esperar la realización de una encuesta de empleo e ingresos. Cos-ta Rica ya tiene este programa incluido y las personas asumen las dos cuotas.

Existe el programa del adulto mayor pero no tiene capacidad para asimilarlas al mismo; por otro lado el programa de las trabajadoras de casa particular cono-cido como PRECAPI no es realista, solo ofrece atención para enfermedad común y maternidad y las mujeres necesitan una cobertura de seguridad más integral. Una alternativa sería que se formaran empresas de mujeres emprendedoras (pequeñas y micro) pero con asistencia técnica que les aportar para mejorar la cali-

dad de su producción y les permitiría formar encade-namientos productivos para el mercado local e inter-nacional.

SEPREM ha buscado a mujeres organizadas del inte-rior del país el acercamiento con la cooperación, con AGEXPORT, con técnicos de USAID para gestionar asistencia para mejorar su producción.

La Secretaria de la SEPREM asegura que el empodera-miento económico de las mujeres contribuye a reducir la violencia intrafamiliar. Las mujeres con recursos tienen más posibilidades de limitar esta situación.

SEPREM ha trabajado con grupos, les ha facilitado el acercamiento a Bancos como Banrural y Crédito Hi-potecario Nacional para informarles sobre un fondo de pensiones. Ahorrando entre 75 y 100 quetzales en 15 años podrían recibir un retorno.La mayor canti-dad de mujeres en la informalidad son indígenas en todo el país. Trabajadoras familiares no remuneradas, es la peor categoría, son las ayudantes de otros y en algunos casos reciben alguna remuneración mínima y en otros ninguna. Tortillerías, ventas informales de alimentos y de comercios son las más comunes. La venta de comida les proporciona como algo adicional, alimento para su propia familia⁷⁵.

V.3 Referencia de Algunos Aportes de Investigación.

ASIES: propuesta para una agenda de trabajo decente. Este trabajo y aporte de ASÍES que es una contribu-ción para que el Ministerio del ramo tenga elementos para el cumplimiento a sus responsabilidades inter-nacionales en la materia, así como los compromisos laborales contenidos en los Acuerdos de Paz, las re-comendaciones del Libro Blanco (Grupo de Trabajo de Viceministros de Comercio y de Trabajo 2005) cita la definición de empleo en el Tesauro de OIT como el “trabajo efectuado a cambio de pago. También se refie-re al número de personas bajo un régimen de autoem-pleo o empleo remunerado”⁷⁶

⁷⁵ Entrevista con Elizabeth Quiroa. Secretaria Presidencial de la Mujer. 9 de diciembre 2013⁷⁶ Asociación de Investigación y Estudios Sociales Asíes. Una propuesta para una Agenda Nacional de Trabajo Decente. Guatemala. noviembre 2012. p. 2.

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Sostiene la propuesta que el trabajo decente se refiere tanto el que se realiza en relación de dependencia o el que se lleva a cabo en condición de auto empleo o por cuenta propia. Es decir que este concepto es válido tanto para el sector formal, como para los trabajado-res asalariados de la economía informal, los trabajadores autónomos (independientes) y los que trabajan a domi-cilio⁷⁷.

ASIES, Segundo Estudio de Opinión Pública sobre Tra-bajo Decente y Economía Informal. Este estudio es el seguimiento sobre el tema y tuvo por objeto “desagre-gar las actividades y tipo de negocios o servicios que proveen los cuentapropistas residentes en las áreas se-leccionadas (Guatemala, Escuintla, Retalhuleu, Quet-zaltenango y Totonicapán) así como profundizar en sus condiciones y expectativas laborales.”⁷⁸

En la presentación de la investigación, Luis Linares , Secretario General de la Institución, señaló que uno de cada 10 trabajadores está en la economía informal y que el trabajo como un derecho fundamental implica la búsqueda de la plena ocupación para hacer de esta actividad un medio para el desarrollo humano; agregó que se hace indispensable tener indicadores o contar con datos ya no solo con percepciones.

Los trabajadores cuentapropistas subsisten en la ma-yoría de los casos con menos del salario mínimo.

Uno de los hallazgos del segundo sondeo fue que la jefatura del hogar, entendida como la persona que manda, dirige o toma las decisiones importantes en el núcleo familiar, es mayoritariamente masculina. Sin embargo en Quetzaltenango, Suchitepéquez y Retal-huleu, la manutención del hogar recae principalmen-te en las mujeres.

En la mayoría de departamentos analizados predomi-na el trabajo por cuenta propia y básicamente estos descansan en la agricultura y el comercio, que son co-munes a todos, pero también comprenden servicios a las empresas, a las personas, trabajos en la industria, la construcción y las comunicaciones.

La venta de artículos varios, de abarrotes, el trabajo doméstico y las tortillerías entre otras, son algunas de las actividades de los cuentapropistas. Quienes se dedican a la agricultura desarrollan sus actividades en condiciones precarias, trabajan en terrenos de una hectárea, sin acceso a riego.

El 83.7% de trabajadores por cuenta propia no paga impuestos a la Superintendencia de Administración Tributaria, ni a la municipalidad; quienes se dedican a las actividades comerciales la mayoría se desarrollan sin patente de comercio pues dicen que no la necesi-tan o no están interesados. Algunos ni saben cómo se tramita.

En su gran mayoría, los trabajadores por cuenta pro-pia tienen un grado de satisfacción media con sus ac-tividades laborales (hasta el 70%) y mientras que solo el 8% dice estar insatisfecho y la mayoría quiere per-manecer en la situación en la que se encuentran, es decir “ser su propio jefe” (trabajar como trabajadores autónomos). Sin embargo reconocen que la inestabili-dad en los ingresos y los bajos ingresos son dificulta-des que enfrentan en su actividad laboral. En relación con la seguridad social a pesar de que este es un dere-cho de todas las personas, recogido en la Constitución, quienes se encuentran en esta modalidad de subsis-tencia, están desamparados.

Los 3.9 millones de trabajadores del sector informal (asalariados informales o trabajadores por cuenta pro-pia) constituyen un descomunal desafío para el Esta-do: ofrecerles servicios de cobertura de seguro social. El 90% desea estar beneficiado con esa garantía. Esta aspiración tiene un contenido humano profundo y un sentido de solidaridad que en Guatemala está ausente.

PILAR, hoja de ruta para la formalización. Economía Informal. Según el documento “Una Hoja de Ruta para la Formalización, de la entidad Pilar, la OIT rea-lizó desde mediados de los años 70 diversos esfuerzo por abordar este tema. En 2002, en el marco de la 90a. Conferencia Internacional del Trabajo, adoptó el término “Economía Informal”, y emitió la “Resolu-

⁷⁵ Entrevista con Elizabeth Quiroa. Secretaria Presidencial de la Mujer. 9 de diciembre 2013⁷⁶ Asociación de Investigación y Estudios Sociales Asíes. Una propuesta para una Agenda Nacional de Trabajo Decente. Guatemala. noviembre 2012. p. 2.

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ción concerniente al trabajo Decente y la Economía Informal” y encomendó al Cuerpo de Gobierno de la Organización realizar los esfuerzos necesarios para conseguir que el concepto de Trabajo Decente fuera aplicado a las actividades de la economía Informal.⁷⁹

La Organización Internacional de los Empleadores (OIE) ubica la economía informal en tres niveles. In-ferior; trabajadores independientes, que comercian productos básicos. Intermedio, un comercio más or-ganizado y actividades de transformación simple y a pequeña escala de bienes básicos. Nivel Alto se ubican quienes se dedican a la fabricación a pequeña escala, con bajo nivel tecnológico, prestan servicios como re-paración de maquinaria, vehículos y que se constitu-yen en microempresas.⁸⁰

La hoja de Ruta realizó un proceso de diálogo que identificó ideas para la propuesta de un modelo que busca la formalización o incorporación a la formali-dad, como la única opción válida para la extensión de derechos y los beneficios de la ciudadanía económica para los trabajadores de la economía informal.⁸¹

Este estudio aborda un punto estratégico que ha sido una gran deficiencia del Estado guatemalteco, la debi-lidad en los sistemas informáticos y estadísticos.

Es imposible pensar en un abordaje serio del proble-ma que enfrentan las y los trabajadores de la econo-mía informal si no se cuenta con información seria, confiable y actualizada del número de personas en esta condición, sus circunstancias, entorno y necesi-dades, sobre todo porque son un importante segmento de población en condición vulnerable, que debe ser priorizada por las políticas públicas y por los aportes invisibilizados que dan a la economía nacional.

Las mujeres, que según múltiples estudios, son las que en mayor número participan de esta forma de subsis-tencia, no son tomadas en cuenta, ni en las contribu-ciones que dan a la economía nacional con el trabajo que realizan en el rol de amas de casa tradicionalmen-te asignado, ni en sus aportes en esta actividad eco-nómica que ha sido incluso menospreciada y señalada

con diversas acusaciones y, que irónicamente es una forma que han encontrado para el sostenimiento de su núcleo familiar. Estas mujeres tampoco gozan de la seguridad social, un derecho constitucional y una conquista alcanzada hace décadas en el país, son mar-ginadas y excluidas de este derecho reservado para quienes tienen el privilegio de contar con un trabajo asalariado bajo la protección del Estado.

Además de las condiciones en que realizan su trabajo las mujeres deben asumir también por cuenta propia los servicios de salud, o mejor dicho, resolver los pro-blemas de enfermedad de ellas y de sus familias, sin ningún acceso a servicios sociales, carecen del dere-cho a contar con algún recurso mínimo en calidad de retiro, asumen sus propios riesgos en caso de acciden-tes para lo que deben acudir a los hospitales públicos cuando requieren de atención y, como son “sus propias patronas” tienen que hacer inversiones y correr los riesgos cuando las clientela no pagan o se pierde la mercadería.

Según la Encuesta Nacional del Empleo 2013, realiza-da en mayo, hay una reducción del 10% de la informa-lidad en relación con el 2012. Algunos entendidos en la materia y que acompañan a las personas que se en-cuentran en esta condición, aseguran que ha habido un incremento de trabajadores en la economía infor-mal, según se podrá constatar con las entrevistas de dirigentes sindicales y otros actores que se incluyen en este documento.

Organizaciones sociales en Guatemala que promue-ven y protegen los derechos a las trabajadoras en la economía informal o en condición de vulnerabilidad señalan que hay un incremento importante de mu-jeres que se encuentran en esta situación, la mayoría trabaja en la modalidad de ventas por catálogo, en ventas de comida, de artículos diversos. Una de ellas indica que es para complementar la sobrevivencia

Esas personas carecen de la protección del Estado, del Código de Trabajo, del Seguro Social. Incluso son vilipendiadas, acusadas de evadir impuestos, de com-petencia desleal, de incrementar costos, de contribuir

⁷⁹ Una Hoja de Ruta para la Formalización. Pilar en Guatemala, Proyecto Promoviendo Derechos Laborales para el Sector Informal. 1ª. edición. Septiembre 2010, Impreso en Guatemala por Cholsamaj. p. 10.⁸⁰ Una Hoja de Ruta para la Formalización. Pilar en Guatemala, Proyecto Promoviendo Derechos Laborales para el Sector Informal Ibidem. p. 12.⁸¹ Una Hoja de Ruta para la Formalización., Op. Cit. pp. 18,19.

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con el contrabando, entre otros señalamientos. Las estadísticas muestran claramente la situación de des-igualdad en la que se encuentran en este ámbito las mujeres guatemaltecas: la tasa de empleo para los hombres en Guatemala es del 63.2%, mientras que para las mujeres del 36.8%.⁸2 La tasa de desempleo abierto visible a nivel nacional en mujeres es del 3.6% mientras que hombres es de 2.4%. La mayor tasa de desempleo respecto a los hombres es en el área urba-na metropolitana que en las mujeres es del 7.4%, en comparación con un 6.2% en los hombres⁸3. El ingreso económico a nivel nacional (personas independientes) es de Q3.600 para hombres y Q1.400 para mujeres. El ingreso para hombres, asalariados, es de Q3.000 mil y Q2.400 para mujeres.⁸⁴

La protección social, las prestaciones laborales, los se-guros, son privilegios del que están excluidas las mu-jeres de la economía informal. El Estado guatemalteco no ha impulsado políticas públicas que aborden la si-tuación de esta masa de trabajadoras. Es indispensa-ble conocer, de fuentes oficiales ¿Quién las representa legítimamente?, ¿Qué propuestas hay para resolver su situación y garantizarle derechos constitucionales? ¿Quién demanda sus derechos?, ¿Quién se interesa por ellas? También sería válido constatar si los sindicatos dan acompañamiento a las trabajadoras de la econo-mía informal.

V.4 Marco Regulatorio Internacional

Organización Internacional del Trabajo (OIT)

Desde hace cuatro décadas la OIT introdujo en el de-bate sobre las políticas de desarrollo el concepto de “sector informal” en un informe publicado en 1972 tras una misión multidisciplinaria relativa al empleo llevada a cabo en Kenya. Ese informe constituyó un aporte esencial al análisis de la situación del empleo y los desafíos para el desarrollo en los países en desarro-llo. Desde entonces, la OIT ha desempeñado un papel primordial en el análisis de los aspectos conceptuales, así como de los problemas sociales y económicos sub-yacentes en relación con la economía informal. ⁸⁵

Los ocho convenios fundamentales de la OIT: el Con-venio sobre el trabajo forzoso, 1930 (núm. 29), el Con-venio sobre la libertad sindical y la protección del derecho de sindicación, 1948 (núm. 87), el Convenio sobre el derecho de sindicación y de negociación co-lectiva, 1949 (núm. 98), el Convenio sobre igualdad de remuneración, 1951 (núm. 100), el Convenio sobre la abolición del trabajo forzoso, 1957 (núm. 105), el Con-venio sobre la discriminación (empleo y ocupación), 1958 (núm. 111), el Convenio sobre la edad mínima, 1973 (núm. 138) y el Convenio sobre las peores formas de trabajo infantil, 1999 (núm. 182) todos son aplica-bles a la economía informal.⁸⁶

Dice un informe de la OIT: El trabajo informal no sólo persiste desde el decenio de 1970 a escala internacio-nal sino que también ha adoptado nuevas modalidades en el contexto de la globalización, el neoliberalismo, la migración transfronteriza y la migración del campo a la ciudad, fenómenos caracterizados por mecanismos con un alto componente de género. Si bien en la actua-lidad las mujeres participan en el empleo remunerado más que nunca antes, en los mercados de trabajo de to-das las áreas geográficas existe la segregación basada en el sexo, y las mujeres “se concentran en los empleos de menor calidad, irregulares e informales”

Las mujeres siguen concentradas en áreas de la econo-mía informal “invisibles”, como el trabajo en el servi-cio doméstico, el trabajo a destajo a domicilio y la asis-tencia en pequeñas empresas familiares, ocupaciones que ofrecen un empleo precario, de baja calidad, irre-gular o sin remuneración, escaso o nulo acceso a la se-guridad social o a la protección social y una limitada capacidad para organizarse y conseguir que se hagan efectivas las normas internacionales del trabajo y los derechos humanos. Las mujeres pobres empleadas en la economía informal también padecen diversos ries-gos en materias de salud y seguridad, incluidas condi-ciones de trabajo peligrosas, violencia de género y una susceptibilidad cada vez mayor al VIH/SIDA. Con fre-cuencia deben vérselas con una infraestructura defi-ciente y toda una serie de limitaciones de tiempo y de espacio que condicionan su productividad.

⁸2 ENEI. 2012. p. 39.⁸3 ENEI 2012. p. 15.⁸⁴ Encuesta Nacional de Empleo e Ingreso ENEI 2012. p. 18.⁸⁵ Organización Internacional del Trabajo, OIT. Conferencia Internacional del Trabajo. , 103.ª reunión 2014 Capìtulo1 La Economía Informal y la transición a la

economía formal: el desafío del trabajo decente. pp.13 a 16.⁸⁶ Organización Internacional del Trabajo, OIT. Conferencia Internacional del Trabajo. , 103.ª reunión 2014 Capìtulo1 La Economía Informal y la transición a la

economía formal: el desafío del trabajo decente. Capítulo 2 El Entorno normativo en relación a la Economía Informal. p. 18.

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La desigualdad de remuneración basada en el sexo en la economía informal refleja, y en muchos casos sobrepasa, las desigualdades del sector formal tanto debido a la segregación vertical y horizontal en el em-pleo como a las constantes desigualdades de género asociadas al trabajo reproductivo no remunerado de la mujer. En este sentido, merece un detenido análisis la compleja relación entre la informalidad, las relaciones de poder basadas en el género y la pobreza.⁸⁷

Uno de los escenarios en donde la economía infor-mal prolifera es cuando las personas no encuentran formas dignas y decentes de subsistencia, cuando so-breviven en condiciones de pobreza, exclusión y mar-ginalidad; cuando la falta de oportunidades y el tra-bajo precario es lo que impera alrededor de sus vidas. Cuando llega el hambre y la necesidad el ser humano, especialmente las mujeres que generalmente tienen un consustancial sentido de responsabilidad y com-promiso con sus descendientes, buscan formas de ga-narse el sustento y llevarlo a sus familias. Esta forma de generación de ingresos está lejos de resolver todas las necesidades de su núcleo familiar, pero es lo que encuentran, sobre todo porque carecen de capacita-ción, calificación y de redes sociales que les permitan optar por un trabajo que además de ofrecerles estabi-lidad y seguridad social, les ofrezca ingresos seguros.

Estudios especializados, entre ellos “La Transición de la Economía Informal a la Economía Formal”⁸⁸ sostie-ne que “los trabajadores de la economía informal se enfrentan habitualmente a riesgos más elevados de pobreza que los trabajadores de la economía formal. Como resultado de estos y otros factores, hay una coincidencia significativa, aunque no llega a ser total, entre el trabajo en la economía informal y el hecho de ser pobre y vulnerable. Aunque algunas activida-des ofrecen medios de vida e ingresos razonables, la mayoría de las personas que trabajan en la economía informal están expuestas a condiciones de trabajo in-adecuadas e inseguras y tienen altos niveles de analfa-betismo, poca calificación y escasas oportunidades de formación; tienen ingresos más inciertos, más irregu-lares y más bajos que quienes trabajan en la economía formal, trabajan más horas, no gozan de derechos de

negociación colectiva ni de representación y, a menu-do, su situación en el empleo es ambigua o encubierta; y tienen una mayor vulnerabilidad física y financiera porque el trabajo en la economía informal está exclui-do o efectivamente fuera del alcance de los regímenes de seguridad social y de la legislación en materia de protección.

Irónicamente hay una permanente descalificación y señalamiento a quienes se han visto obligadas a optar por esta modalidad de generación de ingresos. En la mayoría de los casos, las mujeres en condición de in-formalidad, no están violentando la ley, no infringen normas, no cometen ilícitos, sin embargo, sus esfuer-zos son satanizados especialmente cuando intentan culpabilizarlas de no tributar y hasta se les considera de tener condiciones de “privilegio” por esta situación, en la que enfrentan riesgos, acoso, amenazas y nu-merosos peligros, además de tener que asumir, por su propia cuenta, las pérdidas generadas por la actividad económica a la que se dedican, como se documentará en este estudio.

El término “ocupación” se refiere al oficio, la profesión o el tipo de trabajo realizado, independientemente de la rama de actividad económica o la situación en el empleo y la ocupación. Las ocupaciones tradiciona-les, como las que realizan los pueblos indígenas — por ejemplo, la agricultura de subsistencia, la elaboración de artesanías o la caza — también son “ocupaciones” en el sentido del Convenio.⁸⁹

“La preponderancia de las mujeres en la economía informal se explica en parte por el reparto desigual del peso de las responsabilidades familiares no remu-neradas. En todas las sociedades, el hecho de que las mujeres tiendan a emplear muchas más horas en ac-tividades no remuneradas que los hombres reduce las oportunidades de que disponen respecto de la partici-pación en el mercado del trabajo, el horario laboral y el lugar de trabajo. Habida cuenta de la falta de apoyo público y privado para las responsabilidades familiares, la economía informal puede ofrecer a las mujeres el úni-co tipo de trabajo remunerado con suficiente flexibili-dad, autonomía y proximidad geográfica como para compaginarlo con sus responsabilidades familiares”⁹⁰

⁸⁷ Chant Sylvia, Pedwell Carolyn, Las mujeres, el género y la economía informal: evaluación de los estudios de la OIT y orientaciones sobre el trabajo futuro. Introducción. ⁸⁸ Organización Internacional del Trabajo, OIT. Conferencia Internacional del Trabajo. , 103.ª reunión 2014 Capìtulo1 La Economía Informal y la transición a la

economía formal: el desafío del trabajo decente. p. 3.⁸⁹ Organización Internacional del Trabajo, OIT. Conferencia Internacional del Trabajo. , 103.ª reunión 2014 Capìtulo1 La Economía Informal y la transición a la

ecnomía formal: el desafío del trabajo decente. Capítulo 2 El Entorno normativo en relación a la Economía Informal. p. 24.⁹⁰ Ídem. p. 52.

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La falta de acceso a la seguridad social suele ser a me-nudo una consecuencia directa del empleo informal, y las estrategias para ampliar la cobertura social pue-den desempeñar una función decisiva en la transición a la economía formal, en particular, en el caso de las mujeres⁹1. La extensión de la protección social de la salud a los trabajadores de la economía informal me-jora el estado de salud de la población y su capacidad para generar ingresos. Mediante el establecimiento de mecanismos de protección económica contra el em-pobrecimiento por motivos de salud, se promueve la transición a la economía formal y se impide que las personas se vean abocadas a la pobreza en caso de en-fermedad⁹2.

Resolución OIT relativa al Trabajo Decente y la Economía Informal.

En las conclusiones sobre el trabajo decente y la eco-nomía informal adoptadas en la Conferencia Inter-nacional del ´Trabajo en 2002, se indica que “la pro-moción del trabajo decente para todos los trabajadores hombres y mujeres, con independencia de donde tra-bajen, requiere una estrategia general: hacer realidad

los principios y derechos fundamentales en el trabajo, crear mayores y mejores oportunidades de empleo e ingresos, ampliar la protección social y fomentar el diálogo social.⁹3

También en la recomendación 3 del citado documen-to, dice; utilizar el término “economía informal” y no sector informal ya que las actividades de los trabaja-dores y las empresas a los que se aplica no se pueden asociar con un único sector de la economía. En países como Alemania, desde el gobierno se exhorta a las empresas a promover políticas para impulsar todavía más la conciliación de vida laboral y familiar. Lograr la conciliación de familia y trabajo es de interés común, tanto a nivel económico, para crear puesto de trabajo estables, y sostenibles en el futuro. Esta conciliación no puede conseguirse únicamente con medidas lega-les, sino que exige además un cambio de mentalidad.

La Federación Sindical Mundial ha denunciado que las trabajadoras, como promedio, reciben por el mismo trabajo entre el 30 y el 40 por ciento menos de remu-neración que los hombres.

⁹1 Ídem. p. 54.⁹2 Ídem. p. 56.⁹3 Conferencia Internacional del Trabajo en su 90.a reunión. Resolución relativa al trabajo decente y la economía Informal. Conclusión 2. Ginebra, noviembre 2002

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V. CONCLUSIONES

1. Las brechas en educación, salud, empleo y parti-cipación política entre la población femenina se han mantenido, en comparación con los hom-bres, siguen siendo las más pobres y las que tie-nen menos acceso a educación y oportunidades de desarrollo.

2. La OIT ha destacado que las mujeres guatemalte-cas no sólo tienen menos acceso que los hombres al mercado laboral, sino que también son las que devengan salarios más bajos, en comparación que los hombres, son quienes están más inmer-sas en la economía informal. Desde hace más de 4 décadas ha abordado este tema, adoptó termi-nología, ha emitido resoluciones y ha formulado recomendaciones que en Guatemala no han sido acatadas. En teoría, los ocho convenios funda-mentales son aplicables a la economía informal.

3. El aporte de las mujeres es importante para el sostenimiento de la familia y para impulsar la actividad económica, aun cuando carecen de formación académica ponen energía, tiempo, ta-lento y creatividad en las actividades productivas y de servicios. Muchas se ven en la necesidad de incorporarse al mercado informal, para sobre-vivir, debido a diversos factores: bajos niveles de preparación, alto índice de analfabetismo, falta de oportunidades, violencia.

4. Las mujeres son uno de los grupos más vulnera-bles a la economía informal, junto a los jóvenes, los migrantes y los pobres. Ellas participan en el trabajo por cuenta propia, trabajo doméstico y fa-miliar no remunerado. La migración, tanto local como externa, incide en el incremento de la eco-nomía informal en las ciudades.

5. Para el sector privado guatemalteco, particular-mente para los azucareros, Responsabilidad So-cial Empresarial tiene que ver con la rentabilidad de la empresa, pero también con aspectos éticos, provocar trabajo digno y decente, y ofrecer servi-cios adicionales.

6. La normativa legal por sí misma no tiene razón de ser, es imperativo que sea reconocida, respetada y aplicada con justicia. El Estado y sus instituciones deben tener legitimidad y reconocimiento gene-ralizado para que cumpla con las aspiraciones de búsqueda de bien común, garantía del buen vivir, el reconocimiento de la dignidad y el desarrollo de las personas.

7. La protección social, las prestaciones laborales, los seguros, son privilegios del que están exclui-das las mujeres de la economía informal. El Es-tado guatemalteco no ha impulsado políticas pú-blicas que aborden la situación de esta masa de trabajadoras a pesar de las reiteradas demandas que ellas han planteado.

8. Hay cierta inconformidad con el término econo-mía informal; las mujeres que se dedican a esta actividad prefieren llamarla “trabajo por cuenta propia” que prolifera cuando las personas no en-cuentran formas dignas y decentes de subsisten-cia, cuando sobreviven en pobreza, exclusión y marginalidad, cuando la falta de oportunidades y el trabajo precario es lo que impera alrededor de sus vidas.

9. La mayoría de personas que participaron en el sondeo de percepción, coincidieron en que las trabajadoras del sector informal contribuyen con el desarrollo económico de sus familias, de sus co-munidades y del país.

10. Otra de las percepciones más importantes, es que las mujeres que se desempeñan en el sector infor-mal lo hacen en condiciones precarias, expuestas a una serie de riesgos, accidentes y vulnerabilida-des provocados por la delincuencia, la violencia, la violencia basada en el género.

11. Una de las ideas generalizadas se centra en que las trabajadoras del sector informal deberían te-ner acceso al seguro social y a las prestaciones laborales, aspectos que también marcarían un

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importante avance hacia la formalización laboral y permitirían al Estado guatemalteco acercarse a la consolidación del concepto de acceso al trabajo digno.

12. Muchas de las opiniones recabadas coinciden en que la imagen de las trabajadoras del sector infor-mal está estigmatizada debido a ideas preconcebi-das como no pagar impuestos o generar una carga económica al Estado; es fundamental que desde todos los sectores se aborde esta situación, para cuantificar y reconocer los aportes económicos y sociales que hace esa parte de la población.

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ENTREVISTAS

1. Elizabeth Quiroa. Secretaria Presidencial de la Mujer. 9 de diciembre 2013

2. Andrés Castillo: La competitividad de Guatemala. Revista Perspectiva. Publicada en la página web del CACIF. s.f.

3. Mirna Nij, Secretaria General del Sindicato de Trabajadores de la Economía Informal, adscrito a la Central de Trabajadores del Campo.

4. Maritza Velásquez, Coordinadora de ATRAHDOM

5. Carolina Ovalle

6. Edith Castillo. Titular de la Oficina Nacional de la Mujer, adscrita al Ministerio de Trabajo.

Guatemala, 10 de diciembre 2013

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ANEXOS: HISTORIAS DE VIDA

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“Mi esposo en este momento no tiene em-pleo, yo tengo 3; trabajo haciendo limpieza en casa particular, tengo un empleo formal y hago ventas por catálogo”.

“Me dijeron que vender por catálogo dejaba buenas ganancias, pero no fue así; yo com-pro los catálogos para ofrecer el producto, luego hay clientes que no pagan, otros que no pagan a tiempo y yo tengo que poner de mi dinero para pagar a la empresa, de lo contrario no me dan el siguiente pedido y pierdo a los clientes que son puntuales. Me han asaltado dos veces y he perdido todo el producto”.

“Cuando llego a las metas de venta, me dan premios, pero luego me los cobran en la si-guiente factura”

Consuelo Barrera Trabajadora de casa particular y vendedora por catálogo.

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“Trabajé en una empresa por mucho tiem-po en el área de administración, pero nun-ca me dieron mis prestaciones cabales, siempre me dieron el 50 por ciento; además no recibía el sueldo mínimo”.

“Aunque tuviera un trabajo formal, el di-nero nunca me alcanzó para sostener a mis cuatro hijos; trabajando por mi cuenta, estoy en la constante incertidumbre si me alcanzará o no, pero al menos administro mi propio tiempo y tengo oportunidad de acercarme más a mis hijos”.

María Magdalena Ortiz Trabaja en el área de transportes, vende distintos artículos por catálogo y hace con-tabilidades independientes.

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La economía informal y la transición a la economía formal: el desafío del trabajo decente

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“Inicié un negocio hace 15 años por necesi-dad y porque no había quién cuidara a mi familia; a veces pareciera que soy esclava de mi negocio pero tengo mi propio dine-ro”.

“Sería bueno tener un plan de retiro, pues a cierta edad, las empresas ya no contratan a las mujeres y el trabajo por cuenta propia es la única opción”.

Celia Coloj

Trabajadora por cuenta propia, dueña de una panadería y tienda.

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“La ganancia semanal es de unos 200 quetzales, de ahí tengo que sacar para el sustento y para mantener las cosechas; trato de gastar solo 75 en la comida y luego completo con la verdura que no se vende. No pago luz porque no me alcanza y lavo en la pila de la comunidad”.

“Me gustaría tener mejores condiciones laborales; los sábados me levanto a las 1 de la mañana para ir a vender la cosecha y regreso a las 9 de la noche; entre semana empiezo a trabajar la tierra a las 3”.

Paulina Pérez

Vive en San Andrés Iztapa, Chimalte-nango; vende en el Mercado de la Colonia Centroamérica, zona 7; su hija teje güipi-les para contribuir con la economía de la familia.

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