Perfil ejecutivo mexicano

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Seguid por encima de todo a un verdadero modelo,a un verdadero representante de lo mejor que podemos

…y debemos aspirar

P. Drucker

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Índice

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I. Introducción . . . . . 5

II. Características del liderazgo en México . . . 6

III. Propuesta de modelo de liderazgo ejecutivo . . . 10

IV. Gráfica sobre modelo de liderazgo para el ejecutivo mexicano . 15

V. Líderes y empresarios más poderosos de México . . 16

VI. Conclusión . . . . . 22

VII. Bibliografía . . . . . 23

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Introducción

Se ha escrito tanto sobre liderazgo en los últimos 50 años que si uno escribe en Google la palabra “liderazgo” aparecen aproximadamente 17,100,000 de resultados, es decir existen más de 17 millones de sitios en Internet en donde uno puede consultar el tema en todas sus facetas. Claro que si uno escribe la palabra “sexo” aparecen 64,000,000 de resultados… imposible competir definitivamente. Con esto quiero decir que a pesar de los tiempos difíciles en los que estamos inmersos, es claro el interés del ser humano en temas que si bien nos pueden divertir, no nos llevan a mejorar en otros sentidos menos banales.

Cuando uno toca el tema del liderazgo, surge un sinfín de preguntas, conceptos, ideas, nombres, historia, héroes, y hasta sueños y metas por lograr. Pero ¿qué es realmente el liderazgo, que significa ser un líder, qué significa ser líder de una empresa? Y más aún ¿cómo es el líder mexicano por naturaleza? ¿puede ser el mexicano un líder ejemplar? ¿existe un buen liderazgo en México? El país está sumido en problemas que parecen no mejorar, que se están volviendo inmanejables conforme transcurre el tiempo, y la causa parece apuntar a un pésimo liderazgo sino es que a la ausencia de éste.

El tratar de dar respuesta a las anteriores preguntas significaría ser un gurú del liderazgo aparte

de que el tema da para escribir varios libros, sin embargo mi intención en este ensayo es mostrar en forma bastante resumida las características presentes del liderazgo en México que se desprenden desde los tiempos de la conquista hasta nuestros días, y una visión muy personal de cómo podría ser el liderazgo en los tiempos modernos para un país en el que a sus mujeres y hombres les cuesta tanto trabajo darse cuenta de que se tiene la capacidad, el poder y el deber de mejorar su entorno trabajando como un verdadero equipo, trabajar bajo el concepto de ganar-ganar, y romper con el complejo del conquistado: “obediencia, resignación y sumisión total”.

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Características del liderazgo en México

Haciendo un poco de historia, México fue un país conquistado y dominado por mucho tiempo, forzado a cambiar y seguir a líderes extraños, con otra ropa y otro idioma, forzado a cambiar sus leyes, costumbres y creencias religiosas. La dominación que los mexicanos sufrieron generó a lo largo del tiempo un tipo de liderazgo, completamente diferente, con base en valores distintos. Dada esa dominación tenemos una mezcla de valores indígenas y españoles, valores que se funden para crear unos nuevos y distintos a los de cada raza. Sin embargo el hecho de haber sido conquistados marcó de manera importante el comportamiento del mexicano.

Los aztecas eran guerreros, conquistadores, sanguinarios y esclavizadores, sin embargo fueron capaces de fundar, imaginar y edificar en menos de 100 años una Ciudad "Meshico Tenochtitlan" que deslumbro y causo admiración a la llegada de los invasores de Europa. No obstante, la población Azteca fue "diezmada" por la brutalidad de la invasión Europea. Los sobrevivientes fueron esclavizados y obligados a cambiar totalmente en todos los aspectos, con lo cual comenzó a surgir una cultura de gente servicial, agachados, mártires, quejumbrosos de su situación pero temerosos de hacer algo para salir adelante, siempre a la espera de que llegue un ser superior a ayudarlos pero incapaces de hacerlo por ellos mismos. Y si indagamos más a fondo, veremos cómo debajo de ese velo de conquistados, se comenzó a formar otro tipo de gente, los “mañosos”, hago como que trabajo pero no lo hago bien o de plano no lo hago, le rezo a la virgen pero atrás están “mis verdaderos dioses”, odio a los conquistadores pero si me dan algún tipo de “premio” o recibo algún “favor”, quizá puedo traicionar a mi amigo.

No se diga lo que pasó con la mujer azteca, reprimida desde antes de la llegada de los conquistadores, aprendió a ser sumisa y a llevar los asuntos de su casa y familia. Se dice que la aristocracia masculina llegó a reconocer en la mujer su papel esencial en la estabilidad de la familia, y por tanto su derecho a participar en los negocios del estado en condiciones igualitarias al lado de él. Sin embargo el hombre inhibió toda posibilidad de que la mujer tomara posiciones de liderazgo y obviamente, este control se extendió a toda la sociedad azteca. A la mujer se le negó el acceso a sustentar altas posiciones de mando y por lo tanto a destacar. ¿Y qué pasó con la llegada de los españoles? Las mujeres fueron violadas, maltratadas, asesinadas, y por lo tanto, las que sobrevivieron fueron más sumisas y reprimidas que antes. Prácticamente el concepto de “la chingada” surge de este tiempo y circunstancias, cuando los españoles se dirigían a los nativos del lugar como "los hijos de la chingada", haciendo referencia a una mujer indígena violada y a los hijos naturales de esta; de tal modo que "la chingada" pone al descubierto la dignidad, moralidad e integridad de una madre para con la sociedad, ubicando a esa palabra en un contexto de agresión y ofensa. Con estas connotaciones hacia la mujer mexicana la pregunta es ¿será fácil para una mujer destacar y ser líder en México?

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México a través del tiempo ha creado un estilo de liderazgo muy particular. De hecho creo que el concepto es mal entendido en este país, donde líder es el que ordena, el que tiene la autoridad, el jefe inmediato, el “líder” sindical, el poderoso, etc. Y no hay peores definiciones que las anteriores, pues un verdadero líder es totalmente lo contrario. Existe un problema grave de actitud, de espíritu, de ignorancia y egoísmo.

Para empezar no creo que en México exista un buen liderazgo, y la causa es producto de muchos factores, parte es su propia historia como vimos, pero también la falta de educación en todos los sentidos, el machismo típico mexicano, el autoritarismo y la corrupción, la sensación de tener un gran status, de ser triunfador no importando si friegas a los demás en el camino y claro ganar mucho dinero para tenerlo “todo” a costa de lo que sea, y por si fuera poco, hasta el tema más sensible de la sociedad que es la religión, tiene que ver con el liderazgo en México.

En lo que se refiere a la educación, muchas veces desde el seno familiar, se le enseña al infante que no se debe dejar de nadie, se le dice “si te pegan, pega más fuerte”, pero por otro lado, se le enseña a respetar a la autoridad (sus padres) aunque estos no tengan razón en algún problema y cuando el infante pregunta la razón de una decisión injusta ¿cuál es la respuesta típica de los padres? “porque lo digo yo y punto”. Aún hoy en día existen padres que tratan a sus hijos como esclavos, los mandan a dormir sin cenar, no los apoyan en tareas y problemas pero en cambio se les exigen buenas calificaciones y que se porten bien. Y lo anterior es lo mejor que puede ocurrir en muchas familias, porque cuantas veces sabemos de maltrato infantil, de padres desobligados, borrachos o drogadictos, que los obligan a trabajar y hasta prostituirse, obviamente jamás los envían a la escuela porque los mismos padres nunca pisaron un salón de clases. Luego está el tema del nivel escolar en México, pésimo nivel en un porcentaje alto de “escuelas”, con “maestros” que saben leer y escribir de milagro y que se niegan a hacer exámenes para comprobar sus conocimientos precisamente porque no los tienen, pero eso sí, que tal para apoyar marchas, corrupción y “líderes” ignorantes y verdaderamente idiotas que ni siquiera se saben expresar bien y que son una vergüenza para el país. Y siguiendo esta ruta de “éxito” nos encontramos en los niveles de bachillerato y universidad, en donde muchos no llegan, sea porque no quieren, o porque tienen que trabajar para sobrevivir. Sin embargo en estos niveles se comienza a forjar una mentalidad y un carácter propio que sin embargo, está sujeto a persuasión y corrupción, irse por el camino más fácil es lo que muchos escogen. Es penoso como existen personas que compran o venden exámenes, títulos universitarios, etc. Se me hace increíble que en esta etapa aún existan alumnos que sacan los famosos “acordeones”, que se presentan sin preparase correctamente a un examen o a una exposición, que solo esperan que el compañero de al lado les diga las respuestas para así pasar la materia con un gran nueve o diez de calificación ¿esos son los líderes que van a sacar adelante a México? Me pregunto si yo quisiera trabajar para alguna de esas personas que lograron su objetivo con trampas, o mejor trabajar con una persona que hizo un gran sacrificio de estudiar y prepararse lo mejor que pudo para sacarse un ocho de calificación. No creo de ninguna manera que con una formación educativa de este tipo y con alumnos con esa honestidad y ética se pueda formar verdaderos líderes comprometidos con su entorno.

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El machismo mexicano, conjunto de actitudes, creencias y conductas con las cuales se promueven actitudes discriminatorias contra las mujeres y contra hombres también, se origina desde la educación en las escuelas o en la propia familia en donde se trata de continuar con el orden social existente ¿coincidencia con el párrafo anterior? En muchas ocasiones es propiciado por las madres, quienes asignan las tareas domésticas sólo a las hijas y no enseñan a los varones a cocinar y a colaborar en sus hogares. Asimismo, es fomentado por los padres que no aceptan que sus hijos varones ayuden a sus madres en casa y que rechazan cualquier tipo de muestra de cariño. Por lo tanto podemos observar el tipo de “liderazgo” que se está formando en este caso.

Sobre el autoritarismo y la corrupción, a nivel internacional se sabe que México es uno de los países más corruptos del orbe, donde el compadrazgo, los parentescos familiares, los favores sexuales, las mordidas para todo, la compra-venta de puestos, etc. ocupan un lugar preponderante dentro de ciertos sectores gubernamentales y privados. No hace falta ser genio para darse cuenta del porqué los “jefes” no tienen la menor idea de lo que están haciendo, y los subordinados que son los que realmente trabajan y saben, no suben en el escalafón empresarial, y surge otra pregunta ¿liderazgo ejecutivo en el gobierno? La figura de “líder” en estos casos solo sirve para dictar órdenes más no para pensar, ir a reuniones y/o mítines del compadre que lo puso en el puesto, fiestas con su círculo social selectísimo, etc. Y es curioso como el autoritarismo en la respuesta de los padres en la infancia “porque lo digo yo” y la respuesta de la maestra en la primaria “porque soy tu maestra” se refleja en este punto cuando el líder dice “porque soy tu jefe”… eh aquí una vez más el problema de la mala educación. De aquí surge la famosa Ley de Herodes “o te chingas o te jodes”.

Y luego viene el tema del status de triunfador, exitoso, orgulloso “líder” que consiguió el puesto de su vida por sus “habilidades de liderazgo” como las mencionadas en el párrafo anterior y obviamente mientras más se escala en la empresa, mas privilegios se obtienen sean estos honorables o no, eso no tiene la menor importancia. A partir de conseguir ese status largamente acariciado, es entonces cuando se presume a la mujer que lleva al lado (más bien dicho mujeres u hombres según sea el caso), los carros de lujo que tiene, su casas de veraneo aquí y en el extranjero, sus cuentas bancarias y sus diez guaruras para que les cuiden el trasero. Y ese mismo camino sigue hasta la cima de la empresa, donde el director general o el presidente del consejo se formaron sobre esas bases de educación, liderazgo, moralidad y ética.

Ángel Díaz Mérigo en su artículo Una reflexión sobre el liderazgo en México (México, 2008) comenta: “Estoy plenamente convencido de que el mayor obstáculo que enfrentamos para alcanzar mejores niveles de éxito en nuestras organizaciones públicas y privadas, es el exceso de jefes y la falta de verdaderos líderes”. Yo estoy totalmente de acuerdo, no existe en México una educación formal en liderazgo, y se piensa que al otorgar el puesto de supervisor, gerente o director automáticamente o por ósmosis van a obtener el conocimiento necesario tanto para triunfar en su puesto, así como las habilidades gerenciales o directivas que necesitan para guiar a su gente a un mejor lugar, para convencerla y no imponerle órdenes, en pocas palabras para ser un ejemplo bueno a seguir.

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México es un país de costumbres religiosas muy arraigadas, pero francamente desviadas muchas veces de su objetivo final. Sin entrar en detalles religiosos ni el afán de ofender las creencias de alguna persona o religión, se cree que algo o alguien superior controla el destino de cada uno, y si se hace algo malo a los “ojos de Dios” se sufrirá un castigo en vida y peor todavía cuando uno muere porque el destino final es el infierno para sufrir eternamente. Entonces la gente se arrodilla, pide perdón, y cumple una penitencia y lo peor, acepta su castigo y destino, para después sentir alivio y conformarse con lo que su Dios le da, sin tratar siquiera de salir adelante por sí misma. La pregunta es ¿eso no hace a la gente mediocre, miedosa y sumisa? ¿Cómo va a surgir un líder con esos pensamientos que se atreva a “desafiar” a su Dios? Creo sinceramente que la religión esta malentendida y que se ha creado fanatismo alrededor de ella ocasionado por la grave ignorancia que existe.

Creo que ya es hora de que en México se entienda que ser líder no es obtener un puesto en la alta dirección de una empresa o porque el nombre del puesto lo diga explícitamente, no es ser el alma de la fiesta y el más carismático, no es el que más habla o habla más fuerte, es más me atrevería a decir con toda humildad y refutando un poco todas las definiciones de liderazgo, que ni siquiera es quien tiene seguidores, porque creo que un líder más bien es quien debe seguir a la gente, y sinceramente es mucho más difícil seguir y apoyar a la gente alrededor de uno para que puedan triunfar y sacar lo mejor de sí mismos que obtener seguidores, pero al fin y al cabo, el liderazgo también es un poco de sacrificio.

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Propuesta demodelo de liderazgo ejecutivo

En la reunión anual 2010 de la revista Líderes que preside Jorge Ferráez, el presidente Felipe Calderón dijo algunas palabras sobre éste tema a cerca de 300 líderes empresariales mexicanos:

“…Estoy convencido de que la clave, no sólo de ser líder o pretenderlo, la clave de vivir con sentido en este mundo es creer, es creer en algo, es creer en algo intensamente, ser capaz de soñar, ser capaz de imaginarlo, creer en algo firmemente. Creer en algo implica también tener la fuerza para sostenerlo, no sólo la fuerza sino la congruencia vital, escasa en nuestro tiempo, de ser coherente entre lo que se piensa y lo que se dice, y todavía más escasa y quizá especie en extinción, la congruencia entre lo que se piensa y lo que se hace…. cada una y cada uno de ustedes tiene algo qué hacer, que cada una y cada uno de nosotros tuvo más oportunidad en este México quebrado por el dolor de la injusticia y la desigualdad. Tuvo mucho más posibilidades que cualquier otro, tuvo más posibilidades que una niña que ni siquiera llegó a los dos años de edad en la montaña de Guerrero...

…Pienso que esta minoría selecta, esta elite tiene una responsabilidad enorme con su generación y con nuestro tiempo; pienso que esta minoría selecta que a final de cuentas marca cadencias en una generación, tiene mucho más que hacer que los demás. Y lo que nos decía Ortega y Gasset es que estas generaciones eran como ejecutores de una larga sinfonía, ni más ni menos que la sinfonía de la historia, y hay momentos en que hay generaciones que se pierden, se hunden, se callan, se opacan en la mediocridad, se opacan en el miedo, en el temor, en la desesperanza, en la inercia…

…Hay un liderazgo, una minoría selecta en la cultura, en la economía, en la empresa, en la política, en el deporte, capaz de mover a este país en una dirección distinta al lamento eterno, que nos han enseñado a ser. Una minoría capaz de creer que México puede ser distinto del México del ya merito, y del ahí se va, y de que tienen la culpa los gringos, o tienen la culpa los empresarios, o tienen la culpa los políticos, o tienen la culpa otros. En pocas palabras amigos, yo los invito a ser lo que se dice que somos, a soñar con fuerza, a creer en lo que soñamos, a ser congruente entre lo que soñamos, decimos y hacemos y, sobre todo, a creer y a creer firmemente en México, a transformarlo, a hacerlo, a transformarlo con audacia, con fuerza, a ser capaces de responder y de rebasar los límites de lo humanamente esperable, los límites de lo conservador, de lo sensato, de lo prudente; a transformar a nuestro país en el México que queremos, un México fuerte y seguro de sí mismo. Un México limpio, un México ganador, un México competitivo, un México justo, en el México que verdaderamente está llamado a ser, el México que será si los líderes mexicanos son capaces de responder a tal título que hoy, gracias a la benevolencia de los hermanos Ferráez, nos ha sido concedido. Así que, amigas y amigos, transformemos a México y entonces sí nos llamaremos líderes del país”.

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Es claro que existe la actitud y la esperanza en hacer un México mejor del que tenemos, pero con solo actitud y buenos deseos no lo vamos a lograr. Entonces necesitamos planear, priorizar las necesidades, hacer un “benchmarking” con otros países y culturas y tomar lo mejor como ejemplo para adaptarlas a nuestra realidad, a nuestra idiosincrasia, a nuestra especial manera de ser. Con objeto de ir formando un modelo de liderazgo, voy a hacer mención de ciertos rasgos o características que creo debe tener todo líder ejecutivo para que al final de esta sección, los resuma todos juntos en una sola página sin nombrar los rasgos que a mi parecer se mencionan normalmente.

Carlos Llano Cifuentes (q.e.p.d.) fundador del IPADE y miembro fundador de la Universidad Panamericana, nos hace una pregunta en su libro Humildad y Liderazgo ¿necesita el empresario ser humilde? Y nos hace mención de personajes distinguidos muy importantes en la historia. Uno de ellos es Abraham Lincoln quien nunca permitió que su ego se interpusiera en el camino de crear una nación perdurable, y lo consiguió siendo una figura “tranquila, pacífica y tímida”. Luego menciona algunas palabras de Lao Tse “el mejor líder es el que apenas se hace notar… el buen líder habla poco”. Y Ronald Heifetz nos dice “el liderazgo ha de tener lugar todos los días, no es un acontecimiento excepcional”. Tener humildad en el liderazgo es muy importante, de hecho me atrevo a decir que si no se tiene la virtud de la humildad, no se puede ser líder. Pero no debe confundirse la humildad con debilidad, hecho que se da mucho en México. Regularmente la humildad viene acompañada de grandes decisiones, de firmeza absoluta, de intensa voluntad profesional. James Hunter en su libro La Paradoja, nos dice que el carácter de un líder empresarial debe tener ciertos aspectos fundamentales como son: paciencia, simpatía, humildad, generosidad, respeto, indulgencia, honradez y compromiso, caracteres difíciles de conseguir en una sola persona.

Existe una ecuación que creó William James donde nos dice que el líder deberá evitar los conflictos en todo momento. En esta ecuación el juicio sobre un resultado no ha de medirse solo por los logros conseguidos, sino que los logros se han de dividir por los conflictos generados para esa consecución, es decir:

Éxito = LogrosConflictos

Entonces líder es quien en esta ecuación llega a un resultado aceptable, ni logros sin conflictos, ni conflictos sin avances importantes. Sin embargo ¿qué pasaría si el conflicto llegara a ser cero? No habría logros ni éxitos, la ecuación se invalida, por lo tanto, el líder deberá evitar los conflictos pero sin sacarlos de la ecuación, en otras palabras, dejar que existan pero controlarlos porque después de todo, líderes como Andrew Growe de Intel o Jim Burke de Johnson y Johnson suelen fomentar lo que se llama “confrontación creativa”, es decir desean rodearse de gente creativa e inteligentes para conocer la verdad y lo suficientemente autónomos para enfrentarse, decirla y defenderla.

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Existe otra teoría de liderazgo que coincidentemente tiene que ver con humildad y resultados, es la de Jim Collins llamada liderazgo de nivel 5. Según Jim Collins, un líder puede aspirar a tener un nivel 5 cuando construye una grandeza permanente a través de una mezcla paradójica de humildad personal y voluntad profesional. A diferencia con los estilos de líderes más conocidos, o visibles, esta es una persona más bien callada y hasta humilde en su comportamiento. No busca la visibilidad pero se siente por su presencia. Es un individuo estoico pero con una firmeza, perseverancia, coraje y persistencia envidiables. Es como la luz para los insectos, atrae sin hacer alardes de su luminosidad, pero todos saben que está allí, dando luz. De hecho Collins también nombra a Abraham Lincoln y le pone la etiqueta de líder nivel 5. Pero ¿cuáles son las características de un líder de nivel 5?

1) Una búsqueda de resultados sostenibles: la diferencia entre un líder de Nivel 5 y otros líderes es que son motivados a producir resultados sustentables para su organización. La idea es que los líderes de nivel 5 pueden generar un cambio a largo plazo y sostenible.

2) Una elección de sucesores: A los líderes de nivel 5 les interesa más el éxito de la organización que sus logros personales. Quieren dejar su legado en una organización que continúa creciendo. Tienen suficiente confianza en sí mismos para contratar gente competente (subir la gente adecuada al colectivo).

3) Modestia: Deben mostrar sincera humildad. Actúan con determinación y se apoyan en estándares inspirativos y no en un carisma inspirador para motivar.

4) Asumen responsabilidad: Toman responsabilidad cuando las cosas salen mal. No echan culpas cuando las cosas no funcionan como se esperaba. Además, raramente buscan reconocimiento para las cosas que salen bien, prefieren atribuir el éxito a otros factores.

5) Tienen un foco organizacional: La máxima ambición del líder de Nivel 5 es, primero y principal, hacia la organización. Su anhelo de una organización exitosa pesa más que su búsqueda de recompensas personales.

Jim Collins también tiene otro libro excelente (Empresas que sobresalen) en donde nos dice lo que un líder y su empresa deben tener necesariamente para triunfar, y propone una serie de cinco factores para tener una empresa extraordinaria, estos factores son:

1) Liderazgo de nivel 5: Obviamente, los líderes (CEO) de estas empresas deben ser nivel 5 porque son humildes pero ambiciosos (ambiciosos para la empresa, no para sí mismo) y disciplinados. No son “estrellas” ni muy carismáticos y normalmente subieron a esa posición desde dentro de la empresa. Nunca toman el crédito para el éxito de la empresa y siempre toman la responsabilidad cuando las cosas no marchan bien.

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2) Primero quién y después el qué: En vez de primero buscar una dirección para la empresa, lo primero que debe hacer el líder es buscar a las personas correctas para trabajar en la empresa. Lo más importante es quitar a la gente inadecuada y reemplazarla. Encontrar las personas correctas tiene más que ver con su carácter que con sus conocimientos y habilidades. En las empresas extraordinarias no había necesidad de motivar (con pagos extras por ejemplo) a la gente pues ya están motivados por si solos.

3) Enfrentarse con los hechos: Los líderes de estas empresas no ven lo que quieren ver. Ven la realidad y actúan acorde a esta. Toman decisiones basados en los hechos, aunque a veces significa cambiar todo para responder a la evolución del mercado. Crean una cultura interna de diálogo y debate, en vez de coacción, y siempre empiezan con preguntas y no con respuestas u órdenes. Mantienen la fe en su éxito trabajando con los hechos.

4) The Hedghog Concept (El Concepto Zoológico del Erizo): Para ir de bueno a extraordinario se requiere un profundo entendimiento de los 3 círculos y donde se cruzan. Los 3 círculos son:

Los líderes de las empresas que van de buenas a extraordinarias llegan a un profundo entendimiento sobre qué es lo que puede hacer la empresa mejor que nadie más. No es una estrategia si no un entendimiento. Encuentran el factor que más impacta la economía de la empresa, su estrategia se basa en el entendimiento de los factores, no en una visión sin fundamento.

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Qué es lo que profundamente te

apasiona

Entender de dónde viene la

mayoría del dinero

En qué puedes ser el mejor del

mundo

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5) Una cultura de disciplina: Los líderes son disciplinados a la hora de seguir su enfoque establecido (Hedghog Concept) y no se despistan con oportunidades fuera de su enfoque. Los empleados son disciplinados en pensamiento y acción, no necesitan ser forzados ni recordados. Estas empresas crecen entre su enfoque, no crecen con adquisiciones de diferentes tipos de negocios.

6) Aceleradores de tecnología: Estas empresas no intentan usar tecnología para lanzarse. Tampoco se preocupan por quedarse atrás con las novedades tecnológicas. Aprovechan la tecnología para hacer mejor su enfoque establecido y si no es útil o necesario la ignoran por completo. La tecnología en si no tiene nada que ver con el avance de una empresa.

Por otro lado, en un tratado de antropología clásica hecho por Stephen Covey (antes de “los 7 hábitos…”) comentó: “Si alguien asume roles y aspira demasiado alto como tributo a su vanidad y orgullo, se engañará gradualmente así mismo. Será zarandeado por las emociones y condiciones, y amenazado por las circunstancias y por otras personas. Entonces se verá obligado a luchar para defender su falsa fachada. Pero si sabe aceptar la verdad sobre sí mismo y ser humilde a su propia verdad, desarrollará gradualmente un concepto de sí mismo más preciso.” Es claro que aquí se habla del concepto de conocerse a sí mismo, aprender a ser introspectivos, humildes y leales consigo mismo, aceptar la verdad sobre nosotros por mucho que no nos guste pero, a partir de ahí, tratar de mejorarnos, de superarnos y de vencer esa debilidad y flaqueza de la que muchos hacemos gala ante la corrupción, el dinero, la vida fácil, el arte de fregar al prójimo. Yo me pregunto: si los mexicanos somos “chingones” para muchas cosas ¿qué no podemos serlo para salir adelante con todo nuestro ingenio clásico?

Mi posición es que un líder deberá tener todos o al menos la mayoría de los atributos “normales” de los que siempre se ha hablado y escrito en todos lados, sin embargo la base más importante y más fuerte de todo líder deberán ser tres cosas:

1. Educación formal en liderazgo2. Humildad y firmeza3. Conocerse a sí mismo

De esta manera como hemos visto, tanto el país como las empresas manejadas bajo hombres con estos tres principios, serán conducidas de la manera correcta por los hombres correctos, y siendo así, no veo el porqué México no pueda crecer y ser el país con el que la mayoría soñamos.

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Grafica sobre modelo de liderazgo para el ejecutivo mexicano

Que la humildad y la firmeza, la educación formal en liderazgo y el conocimiento de sí mismos sea el único filtro para lograr un liderazgo superior

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LIDERAZGO SUPERIOR

Conocerse a sí mismo

Humildad y firmeza

Educación en liderazgo

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Líderes y empresarios más poderosos de México

Como dato cultural, yo creo que es necesario conocer a los empresarios hombres y mujeres más poderosos de México, lo cual sería muy interesante conocer su vida, estrategias, pensamientos y obra de estos líderes que al menos en el papel, lucen como grandes empresarios y líderes honestos, grandes ejemplos a seguir.

Carlos Slim Helú

La lista la encabeza uno de los hombres más ricos del mundo, propietario de las empresas de telefonía fija y móvil más grandes en México y América Latina, Telmex y América Móvil, respectivamente, y principal accionario de Grupo Carso.

Alberto Bailleres

La segunda posición la ocupa el empresario Alberto Bailleres, presidente ejecutivo de Grupo Bal, que conglomera a empresas como Peñoles, El Palacio de Hierro, Grupo Nacional Provincial y la universidad ITAM.

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Ricardo Salinas Pliego

Por su parte, Ricardo Salinas Pliego, presidente de Grupo Azteca, que lleva empresas como TV Azteca, Elektra, Iusacell y Banco Azteca, se encuentra en la tercera posición de la lista Forbes.

Jerónimo Arango

El cuarto lugar lo ostenta Jerónimo Arango, el cofundador de la cadena de supermercados Aurrerá y socio de Wal-Mart México.

Germán Larrea Mota Velasco

Germán Larrea Mota Velasco, principal accionista de la minera Grupo México y accionista de Cinemex y MM Cinemas, ocupa el quinto lugar en la lista Forbes.

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Roberto Hernández Ramírez

El sexto sitio lo tiene Roberto Hernández Ramírez, quien fue presidente de la Bolsa Mexicana de Valores y que actualmente es consejero de Citigroup, Banamex, Televisa, ICA, Maseca, entre otros.

Emilio Azcárraga Jean

Presidente ejecutivo de la cadena de contenidos en español más importante del mundo, Televisa. Grupo Televisa se encuentra en la Bolsa Mexicana de Valores y en la Bolsa de Nueva York. Posee participación en AMNET (AMZAK) y tiene además el 40% de las acciones del canal español La Sexta, estrenado en marzo de 2006. Además es la principal accionaria de empresas televisivas en diferentes países de América Latina y España.

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Alfredo Harp Helú

Empresario mexicano que se inicia en los negocios en la década los 70, al fundar la Casa de Bolsa Acciones y Valores de México, S.A. de C.V., En esa misma década colabora activamente en la emisión de la primera Ley del Mercado de Valores. También es propietario de Sport City y Martí

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¿Y qué podemos decir del liderazgo ejecutivo femenino? El último ranking de las mujeres más poderosas en México indicaba que 18 mujeres son CEO y que tienen en promedio 4 años y medio en su puesto. Entre las características principales de las CEO, 67% cuenta con maestría y sus principales desafíos son incrementar la eficiencia en sus procesos y la necesidad de mejorar sus servicios. Las principales mujeres líderes en México son:

María Asunción Aramburuzabala

Nieta de uno de los fundadores de Grupo Modelo, es accionista y vicepresidenta de la cervecera que en 2008 cerró con ventas por 75,000 mdp, exportando sus cinco marcas (entre ellas la emblemática Corona) a 150 países. Es presidenta de Tresalia Capital, una compañía que integra con su hermana y su madre, y desde donde diversifica sus inversiones en grandes compañías.

Grace Lieblein

Ejecutiva latina con más alto rango en la empresa automotriz General Motors (GM). Grace Lieblein ha sido reconocida por varias publicaciones como una de las mujeres líderes del sector automotriz y cuenta con una trayectoria de más de 20 años en la industria. Lieblein es pieza clave para apuntalar la operación de la firma. Hoy está enfocada en reducir costos estructurales y proteger las fortalezas centrales de la armadora, cuya matriz vive uno de sus peores momentos de la historia.

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Louise Groeser

Durante su presidencia y dirección en Whirlpool en los 90, logró en 18 meses levantar la compañía que pasaba una situación difícil. Se cambió de industria y se convirtió en la primera vicepresidenta de Ford a nivel global y presidenta de Ford en México. Convenció a la automotriz de traer el año pasado 3,000 mdd  al país, la mayor inversión de una firma

industrial en la historia. Hace un mes asumió como presidenta y CEO de Siemens, para México y Centroamérica.

Cynthia H. Grossman

Es la única presidenta de consejo de una empresa que cotiza en la BMV y es heredera de una de las 10 mayores embotelladoras de Coca-Cola del mundo.

Ha ocupado diversos cargos en la firma desde que su padre dirigía la empresa. Más tarde, compró el Banco Intercontinental en San Antonio, Texas. En la embotelladora se ha enfocado a reducir costos y a aumentar la rentabilidad. En 2009, un año marcado por la recesión, las ventas de Continental sumaron 13,536 MDP, 5.5% arriba de las del año anterior.

Nicole Reich de Polignac

La única mujer al frente de un banco, el séptimo del país. Enfrentó la crisis financiera como el número tres en crecimiento de utilidades y aumentó en 7% sus activos. A pesar de frenar un ambicioso plan de desarrollo debido a la crisis, fue el banco con mayor porcentaje de crecimiento en su red de sucursales.

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Blanca Treviño de Vega

Fundó una firma de tecnología que en dos décadas pasó de ocho a 6,000 empleados y que extendió su negocio a 20 países. Como directora general, convirtió a Softtek en el proveedor independiente de servicios de TI más grande de Latinoamérica. Acuñó el término ‘Nearshore' (servicios de outsourcing a destinos cercanos), e incrementó 400% sus utilidades. Fue la primera mujer invitada al consejo de Wal-Mart México. Aún está en stand by su salida a Bolsa.

Carmina Abad Sánchez

Acaba de asumir el cargo. Es la única mujer CEO en una subsidiaria de la aseguradora más grande del mundo. En México es la número uno, con una participación de 15.46%. Hoy, el reto es incrementar el negocio privado a 30% para 2012.

Angélica Fuentes Téllez

Angélica Fuentes Téllez, quien, en marzo pasado adquirió 43% de las acciones del Grupo Omnilife-Chivas y se convirtió en presidenta ejecutiva. La firma de suplementos alimenticios vende al año unos 16,000 millones de pesos y cuenta con un millón de distribuidores.

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Conclusión

Creo que existe esperanza de que el liderazgo en México tome el rumbo correcto, pero debemos trabajar mucho para que así sea, y debemos trabajar desde la infancia, desde nuestra casa, con nuestra familia y amigos, pero eso sí comenzando con nosotros mismos. Es muy fácil criticar los errores de los demás, y decir desde un escritorio con un rico café al lado que se haga algo, que reaccione la gente, que México se hunde porque nadie hace nada, que el mugre gobierno no sirve pero… ¿y nosotros que estamos haciendo realmente?

Afortunadamente existen algunos verdaderos líderes en México que son un ejemplo a seguir, y aunque nos sorprendería lo pocos que son, vale la pena estar atentos a sus acciones. Tomemos conciencia de nuestra realidad, de nuestras habilidades y de nuestras áreas de oportunidad para superarnos a nosotros mismos, y así poder educar adecuadamente a nuestros hijos, pareja, padres, amigos, maestros, jefes, colaboradores; todos sabemos que el liderazgo no es un puesto, no es tener autoridad formal, ni siquiera es una meta en sí mismo, es simplemente ser conscientes de nuestro entorno día a día e imaginar un mundo mejor para todos… y actuar en consecuencia para que así sea.

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Page 23: Perfil ejecutivo mexicano

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