Perfeccionar lo que hacemos - Revista...

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Año 110/No. 25 59 En la octava reunión de su Consejo Nacional, la vanguardia artística se pronunció a favor del ejercicio crítico y contra la mediocridad Por SAHILY TABARES / Fotos: LEYVA BENÍTEZ L A defensa de valores identi- tarios, de la Revolución y la cultura, lidera en acciones em- prendidas por los miembros de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba para trabajar en beneficio de nuestra sociedad e incrementar los debates previos al noveno congre- so, por celebrarse del 28 al 30 de junio de 2019. Lo patentizaron con elocuencia, ideas y sólidos argumentos, los inte- grantes del Consejo Nacional de la Uneac, en el edificio de Arte Cubano del Museo Nacional de Bellas Artes, donde tuvo lugar la sesión plenaria, presidida por Víctor Gaute, miem- bro del Secretariado del Comité Central del Partido; Alpidio Alonso, ministro de Cultura; Miguel Barnet, presidente de la organización de es- critores y artistas; Ricardo Ronqui- UNEAC Perfeccionar lo que hacemos Ideas y debates enriquecieron la plenaria presidida por Víctor Gaute, Alpidio Alonso, Miguel Barnet y otros directivos. llo y Rafael González, máximos diri- gentes de la Upec y de la Asociación Hermanos Saíz, respectivamente; y Nereida López, secretaria general del Sindicato Nacional de Trabaja- dores de la Cultura. En el inicio de la reunión, Barnet manifestó el apoyo de la Unión Na- cional de Escritores y Artistas de Cuba a los médicos que están regre- sando de Brasil, quienes no acepta- ron referencias despreciativas a su profesionalidad e integridad. Durante su intervención, Luis Morlote, vicepresidente primero de esa organización, tras infor- mar sobre el trabajo realizado en todas las regiones del país, instó a la participación durante las reunio- nes previas al congreso, como un ejercicio en provecho del funciona- miento institucional. Voces y proyecciones Los responsables de las comisiones de trabajo informaron sobre los re- sultados de la labor realizada en el período reciente, y dieron paso a la presentación del informe del grupo de trabajo Cultura, Medios y Redes Sociales, que conduce la periodista Magda Resik. El documento defiende la nece- saria jerarquización de la cultura en los medios de comunicación y en este sentido destaca “los conte- nidos de la programación cinema- tográfica y musical de la televisión, beneficiada por incidencia directa del Instituto Cubano de la Música y el de Arte e Industria Cinemato- gráficos (Icaic), al definir cada mes las prioridades promocionales”. Entre las deficiencias, el texto señala que en los medios continúan siendo escasas las opciones ofreci- das a la práctica de la crítica, en los cuales puedan aparecer especialis- tas opinando sobre las produccio- nes radiales y televisivas. Otro acápite precisa: “Debemos seguir acentuando las identidades de nuestras emisoras, con énfasis en las asentadas en la capital, so- bre todo por la no exclusividad de las voces que las identifican, pues las locales muestran una mayor diversidad y protagonismo de las comunidades con sus tradiciones y problemas cotidianos”. Además, en los apuntes para el debate, se reconoció que existe escasez de guionistas y escritores de gran competencia profesional, lo cual induce a enfatizar la forma- ción en estas especialidades. “Hay que continuar trabajando desde las universidades para que los jóvenes graduados se incorporen al medio, y así reforzar zonas de la creación artística como el guion, el sonido, la locución, la asesoría, la actua- ción, la dirección de programas y el periodismo”. Varios aspectos señalados en el informe aluden a la necesidad de acompañar el redimensionamiento del cine, y a que se han conformado normas jurídicas como el Decreto Ley del creador audiovisual y ci- nematográfico independiente, el Registro del creador audiovisual y

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  • Año 110/No. 25 59

    En la octava reunión de su Consejo Nacional, la vanguardia artística se pronunció a favor del ejercicio crítico y contra la mediocridad

    Por SAHILY TABARES / Fotos: LEYVA BENÍTEZ

    LA defensa de valores identi-tarios, de la Revolución y la cultura, lidera en acciones em-prendidas por los miembros de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba para trabajar en benefi cio de nuestra sociedad e incrementar los debates previos al noveno congre-so, por celebrarse del 28 al 30 de junio de 2019.

    Lo patentizaron con elocuencia, ideas y sólidos argumentos, los inte-grantes del Consejo Nacional de la Uneac, en el edifi cio de Arte Cubano del Museo Nacional de Bellas Artes, donde tuvo lugar la sesión plenaria, presidida por Víctor Gaute, miem-bro del Secretariado del Comité Central del Partido; Alpidio Alonso, ministro de Cultura; Miguel Barnet, presidente de la organización de es-critores y artistas; Ricardo Ronqui-

    UNEAC

    Perfeccionar lo que hacemos

    Ideas y debates enriquecieron la plenaria presidida por Víctor Gaute, Alpidio Alonso, Miguel Barnet y otros directivos.

    llo y Rafael González, máximos diri-gentes de la Upec y de la Asociación Hermanos Saíz, respectivamente; y Nereida López, secretaria general del Sindicato Nacional de Trabaja-dores de la Cultura.

    En el inicio de la reunión, Barnet manifestó el apoyo de la Unión Na-cional de Escritores y Artistas de Cuba a los médicos que están regre-sando de Brasil, quienes no acepta-ron referencias despreciativas a su profesionalidad e integridad.

    Durante su intervención, Luis Morlote, vicepresidente primero de esa organización, tras infor-mar sobre el trabajo realizado en todas las regiones del país, instó a la participación durante las reunio-nes previas al congreso, como un ejercicio en provecho del funciona-miento institucional.

    Voces y proyecciones

    Los responsables de las comisiones de trabajo informaron sobre los re-sultados de la labor realizada en el período reciente, y dieron paso a la presentación del informe del grupo de trabajo Cultura, Medios y Redes Sociales, que conduce la periodista Magda Resik.

    El documento defi ende la nece-saria jerarquización de la cultura en los medios de comunicación y en este sentido destaca “los conte-nidos de la programación cinema-tográfi ca y musical de la televisión, benefi ciada por incidencia directa del Instituto Cubano de la Música y el de Arte e Industria Cinemato-gráfi cos (Icaic), al defi nir cada mes las prioridades promocionales”.

    Entre las defi ciencias, el texto señala que en los medios continúan siendo escasas las opciones ofreci-das a la práctica de la crítica, en los cuales puedan aparecer especialis-tas opinando sobre las produccio-nes radiales y televisivas.

    Otro acápite precisa: “Debemos seguir acentuando las identidades de nuestras emisoras, con énfasis en las asentadas en la capital, so-bre todo por la no exclusividad de las voces que las identifi can, pues las locales muestran una mayor diversidad y protagonismo de las comunidades con sus tradiciones y problemas cotidianos”.

    Además, en los apuntes para el debate, se reconoció que existe escasez de guionistas y escritores de gran competencia profesional, lo cual induce a enfatizar la forma-ción en estas especialidades. “Hay que continuar trabajando desde las universidades para que los jóvenes graduados se incorporen al medio, y así reforzar zonas de la creación artística como el guion, el sonido, la locución, la asesoría, la actua-ción, la dirección de programas y el periodismo”.

    Varios aspectos señalados en el informe aluden a la necesidad de acompañar el redimensionamiento del cine, y a que se han conformado normas jurídicas como el Decreto Ley del creador audiovisual y ci-nematográfico independiente, el Registro del creador audiovisual y

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    Manuel López Oliva, pintor y crítico de arte, destacó que la ética y la educación deben prevalecer en los medios de comunicación.

    Corina Mestre, actriz y profesora, hizo énfasis en la necesidad de la superación metodológica y pedagógica de los docentes.

    Alfonso Noya, presidente del ICRT, agradeció los aportes de quienes participaron en la reunión y destacó su utilidad en el perfeccionamiento de la radio y la televisión.

    A poner control sobre el desastre musical que prevalece en las guaguas llamó la maestra Digna Guerra.

    cinematográfi co, y la dedicada a los Colectivos de creación. También el Consejo de Ministros elaboró un acuerdo para establecer la Ofi ci-na de atención a la producción, la Comisión fílmica y el Fondo de fo-mento del cine cubano, lo cual fue explicado por Ramón Samada, pre-sidente del Icaic.

    Más de una decena de artistas y escritores reconocieron la urgen-cia de combatir la mediocridad, perfeccionar lo que hacemos, y el mejoramiento de la televisión. El pintor y crítico de arte Manuel Ló-pez Oliva expresó: “Debemos dis-tinguirla de sus pariguales en paí-ses subdesarrollados, sobre todo en América Latina”. Y agregó: “El cuidado de tipo ético y educacio-nal ha de prevalecer en cualquier tema asumido, por encima de ami-guismos, hábitos reproductores de lo exótico, negocios ilegales y falsos compromisos políticos”.

    Alfonso Noya, presidente del Ins-tituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT), agradeció la oportunidad de rendir cuenta ante los miembros del Consejo, y Waldo Ramírez, director general de la TV cubana, expuso es-trategias y proyecciones para “una gestión efectiva de los contenidos, considerando el contexto actual, el tránsito de las tecnologías ana-lógicas a las digitales y la guerra mediática que pretende subvertir el orden político-social, destruir los valores de nuestra Revolución e im-poner los del capitalismo”.

    Sobre “la responsabilidad de sen-tir y discutir hasta la saciedad qué es lo que debemos hacer” discurrió

    la actriz Corina Mestre, y alertó: “Efectivamente, se hacen progra-mas nuevos que pretenden cambiar la visualidad, pero hay que ver si ese cambio está imitando patrones que no nos convienen, e incluso afectan la enseñanza artística de los futuros profesionales del país”.

    La maestra Digna Guerra hizo referencia “al desastre musical que contamina el espacio sonoro de las guaguas, donde para colmo se suben personas con unas caji-tas escandalosas, las cuales hacen competencia a lo que ya se está escuchando; es hora de poner un control sobre eso”.

    Por su parte, el ministro Alpi-dio Alonso destacó la necesidad de que el noveno congreso “fertilice el trabajo y la proyección de las insti-tuciones, y contribuya a nutrirlas de pensamiento cultural para dar-les respuesta a las expectativas de nuestro pueblo”. Asimismo, hizo énfasis en varias ideas: “Sin la par-ticipación de los creadores no será posible la efi ciencia institucional. Tenemos que colocar en nuestros medios lo mejor del arte y la cultura, y establecer mecanismos efectivos”.

    En las conclusiones, Víctor Gaute comentó que nuestra sociedad “se en-cuentra en un momento muy rico de trabajo, se está construyendo desde nuestro pueblo el futuro”, en alusión a las consultas populares que han teni-do lugar en el país. Destacó que esos ejercicios “no se practican en otras sociedades, son un elemento distinti-vo de la franqueza con que ejercemos nosotros la democracia socialista”. Por eso insistió en el llamado “a fo-mentar la unidad, a trabajar con op-timismo y fortalecer la disciplina de cara al presente y el futuro”.

    Al propio tiempo indicó que “de-ben ser atendidos todos los asuntos tratados aquí. Que no quede un solo miembro de la Uneac que no sea pro-tagonista del congreso. En su mem-bresía hay una fuerza extraordinaria de conocimiento, sabiduría, deseos de hacer y compromiso”.

  • Año 110/No. 25 61

    Homenajes, estrenos mundiales y aportes estéticos lideraron en el Festival de La Habana

    QUÉ razones motivan a compositores e intérpre-tes para seducir el alma de generaciones? ¿Los más jóvenes renuevan códigos y géneros? ¿Quién puede recordar piezas relevantes sin haberlas escuchado? Nos pregun-tamos tras disfrutar jornadas dedi-cadas a la música de cámara, coral, electroacústica, que protagonizaron fi guras de los Estados Unidos, Suiza, Puerto Rico, México, Bolivia, Cuba.

    El pluralismo, las nuevas tecno-logías, los estilos, incluso las modas, nutren el quehacer de creadores que reconocen la legitimidad raigal en culturas diversas y entregan esa esencia devuelta como formas artís-ticas de alta signifi cación estética. Lo constató el XXXI Festival de La Ha-bana de Música Contemporánea, en varias sedes donde apreciamos que las huellas y la renovación coinciden en mundos cada vez más cambian-tes, con perspectiva dialéctica, pues la innovación en diferentes campos forma parte del mecanismo creativo sin convertirse en rutina.

    Pensar la música, vivirla intensa-mente, devino fuerza transformado-ra de ideas, e inspiración, en Harold Gramatges, Argeliers León, María Matilde Alea, Alfredo Diez Nieto, Roberto Valera, Jorge Garciapo-rrúa, a quienes se rindió homenaje en la cuarta edición del coloquio La nostalgia del futuro, conciertos y cla-ses magistrales. Además de retor-nar saberes y experiencias, durante el Festival perduró el liderazgo de conceptos, la información técnica, el interés por conocer hallazgos y prác-ticas de lo auténtico.

    Profecías y urgencias

    El maestro Guido López Gavilán presidió el fructífero evento.

    MÚSICA CONTEMPORÁNEAO E

    ¿Comprender lo más actualizado

    de la música contemporánea infl u-ye en el gusto, este no nace, se for-ma. Es preciso trasladar a los pú-blicos ideas esenciales, entre ellas, que la cultura artística se mueve en el tiempo por ciclos en espiral ascendente –según ha reconocido el maestro Leo Brouwer.

    La reactualización se logra con oí-dos y miradas atentas, urge conocer músicas que demandan inteligencia del escucha. Lo demostraron Leticia Armijo (México) en Namasté, re-creada magistralmente por la sopra-no Bárbara Llanes; Wilma Alba Cal con sus obras Alguien que anda y Danzón No.2; José Víctor Gavilondo en Caracol Nocturno, junto al Ens-emble Interactivo de La Habana; y nombres imprescindibles de todos los tiempos: Efraín Amador, Juan Pi-ñera, Jorge López Marín, Electo Sil-va, Eduardo Martín, Arturo Márquez (México), Boris Alvarado (Chile).

    Los compositores no se conten-tan con lo hallado, indagan, per-severan en el acto creativo, son conscientes de que este requiere un desarrollo constante de estrategias, las cuales establecen principios del orden al combinar competencia téc-nica y valores estéticos, ambos inte-ractúan, defi nen las jerarquías de los elementos musicales.

    Lamentablemente, poco se pro-mociona y difunde en Cuba la música clásica contemporánea. El festival propició un acercamiento a timbres, ritmos familiares, aunque después, en

    ocasiones, queda a la zaga el esfuerzo de compositores e intérpretes, indivi-dualidades, lenguajes, discursos, sig-nifi cados de tanta buena música.

    El evento reveló una profecía: existen talentos apenas conocidos, e indicó urgencias, pues necesitan ser vistos, escuchados. Tampoco pode-mos olvidar a referentes indispensa-bles, entre ellos, Juan Blanco (1919-2008), quien no solo fue el iniciador en Cuba del procedimiento de crea-ción musical más infl uyente del siglo XX: la música electrónica. También alcanzó notoriedad por su intensa actividad como inventor, compositor, promotor, crítico y pedagogo, lo cual le otorga relevancia en los ámbitos nacional e internacional.

    Es plausible el disco de reciente grabación Nueva música. Premios Uneac en composición, este inclu-ye obras de autores galardonados en el Concurso de la organización; este, desde 1970 devino plataforma de reconocimiento de nuevos re-pertorios. El fonograma constituye “un pretexto para reunir a una ge-neración reciente que asume el de-safío de trascender las pautas se-dimentadas por sus maestros, pero sin desconocer las rutas trazadas por ellos”, precisa Ailer Pérez, mu-sicóloga, en la nota discográfi ca.

    Lideran nuevos códigos y valores estéticos en la música contemporá-nea renovada para todos los tiempos.

    SAHILY TABARESFoto: LEYVA BENÍTEZ

  • 7 de diciembre de 201862

    Destacado colectivo habanero regresa a los clásicos desde una mirada contemporánea

    Otro Olimpo… otros dioses

    TEATRO

    Los confl ictos existenciales de una familia descabezada es la esencia de esta propuesta. JUSTO cuando se celebran sie-te décadas del estreno mundial de Electra Garrigó, “nuestra

    modesta batalla de Hernani”, como califi cara a aquel suceso teatral el intelectual Rine Leal, el grupo Tea-tro D´Dos, liderado por Julio César Ramírez, reverencia al más nota-ble de los dramaturgos cubanos: Virgilio Piñera, y a su magistral obra, con un nuevo montaje de Jar-dín de héroes, en el habanero Com-plejo Cultural Raquel Revuelta.

    Como el clásico piñeriano, esta partitura dramática de Yerandy Fleites Pérez vuelve sobre las le-yendas de los Atridas y las trage-dias de Esquilo, Sófocles y Eurípi-des; resignifi ca y deconstruye el mito helénico tantas veces revisita-do –con aciertos y desaciertos– en la literatura universal y cubana.

    Dramaturgos de la Isla han sub-vertido esas epopeyas mitológicas amalgamándolas con referentes de nuestra identidad, bien recono-cibles. Valiosos son los aportes en este sentido de José Triana (Me-dea en el espejo, 1960), Antón Arru-fat (Los siete contra Tebas, 1968), Abelardo Estorino (El tiempo de la plaga, 1968, y Medea sueña Corin-to, 2008) y Reinaldo Montero (Me-dea, 1997).

    De esas fuentes también bebió Fleites para concebir un relato sobre el egoísmo, la desunión, los lazos fi liales truncos, disfunciona-les; la libertad individual y el esti-lo particular con que los más jóve-nes se adjudican el protagonismo en la historia –personal y social– desasidos de dogmas y profecías irrefutables.

    No es la primera vez que este autor villaclareño se sumerge en el universo de los clásicos de la trage-dia griega; Jardín de héroes (2007) –laureado con uno de los premios Calendario de 2009, por la Editora Abril– es la tercera pieza de su te-tralogía Pueblo Blanco, conforma-da por Antígona (2005), Un bello sino (2007) y dos versiones de Ifi ge-nia (2007-2014).

    Actualmente Yerandy Fleites es califi cado por la crítica especiali-zada como uno de los más desta-cados representantes de la nueva hornada de escritores antillanos. En 2006 egresó de Dramaturgia en el Instituto Superior de Arte (ISA), donde también ejerce la docencia.

    En lapsos más o menos breves, obras suyas han sido llevadas a escena con excepcional resonan-cia entre los públicos. Recorda-da es la reposición de la comedia infantil El gallo electrónico, por la Compañía Hubert de Blanck, presentada durante el verano; así como, un poco más distantes en el tiempo, los montajes de Los basu-reros (2017) y La pasión King Lear (2016), ambas a cargo del colectivo Teatro D´Dos.

    Al igual que la reescritura al texto shakesperiano El Rey Lear, también presentada en la edición 17 del Festival de Teatro de La Ha-bana, la actual propuesta de Jardín de héroes volvió a apostar por una estructura espacial no convencio-nal y, desde una intencionalidad

    otra, ubicó en el escenario a los es-pectadores, a partir de lo cual ge-neró una atmósfera de complicidad con la acción dramática, cargada de anacronismos, intertextualidad, ironía, e incluso, sarcasmo.

    Es la tragedia helénica un pre-texto para discursar sobre el aquí y el ahora de las nuevas generacio-nes, sus confl ictos, pérdidas y faltas. En medio del proscenio yace una plataforma de unos dos pisos que funge como centro de las energías, una suerte de pedestal sin estatuas que representa el tributo de los ha-bitantes de ese lugar X a los héroes fundadores.

    El empleo de animales en escena para simular una típica pelea de gallos, además de aludir a la atmósfera beligerante de la historia, denota coherencia en la construcción de los roles y una acertada dirección de actores.

  • Año 110/No. 25 63

    A diferencia de las historias de Atridas precedentes, incluidas las antillanas, en Jardín… al parecer, no interesa el contexto. El espacio físico se torna impreciso, difuso, y aunque el espectador sagaz halle similitudes con alguna urbe cerca-na, solo se infi ere que es un pueblo rural cualquiera.

    Electra demora su entrada a es-cena y cuando irrumpe en ella, a su imagen le han antecedido disímiles estados de opinión expuestos por el Mensajero, su novio; la madre, Clitemnestra; y el amante de esta, Egisto; alusiones de una connota-ción simbólica sin paralelo en re-lación con sus precursoras, la cual procura un halo desmitifi cador de la trama, sin el más mínimo propó-sito de acriollar o cubanizar la obra al estilo piñeriano.

    Sobresaliente es el desempeño actoral de los cinco personajes que intervienen. Giselle Sobrino defi ende de manera contundente a una Clitem-nestra adúltera, colmada de odios, re-sentimientos, quien lleva todo el tiem-po un abanico negro, a modo de cetro e icono de erotismo, femineidad, pero también de perfi dia y maldad.

    Edgar Medina encarna a El Men-sajero, quien a partir de una carac-terización repleta de matices realiza contribuciones sustanciales al entra-mado del relato. De manera notable

    trasluce a un ser humano noble, de aparente ingenuidad y, tal vez, el de más pureza espiritual entre todos.

    Asimismo, los intérpretes que encarnan a Egisto (David Reyss y Leider Puig) perfi lan a un suje-to frívolo, sin valores, traicionero y hasta vulgar, capaz de cualquier artimaña. En tanto Fabián Mora refrenda con brillantez a un Ores-tes indeciso, vacilante y rebelde, más preocupado por su realización

    individual que por cumplir el come-tido signado por la historia de los trágicos griegos: ser un matricida.

    Gabriela Ramírez asume cohe-rentemente a una Electra distin-ta, ya defi nida desde los minutos iniciales de la pieza como medio fea, irreverente y obstinada en sus intenciones; transparenta una acti-tud que intenta ser conciliadora con su realidad y la tradición familiar; no obstante, termina decidiendo por sí misma y, en un gesto de pur-ga interior, reniega de su estirpe heroica, esa que intentaron legarle los fundadores de su linaje.

    Sugerentes son las imágenes que logra Ramírez al simular una pelea de gallos, con los animales en escena, para despertar en el auditorio sensa-ciones y percepciones diversas, re-curso característico en el colectivo.

    Una vez más la alianza Fleites Pérez-Teatro D´Dos surte siner-gias y redunda en riquezas concep-tuales y estéticas con la apropiación de fuentes precedentes, clásicas y contemporáneas, que edifi can un soporte polisémico de múltiples lecturas para, desde la individua-lidad de los confl ictos y juicios del autor, proponer un debate sobre la realidad que nos circunda.

    El montaje de Teatro D´Dos experimenta con alternativas no convencionales en diversos espacios de la sala.

    ROXANA RODRÍGUEZ TAMAYOFotos: Cortesía del grupo

    Conversación con una joven y singular creadora

    El súbito eco de lo poético

    ARTES VISUALESS

    Prefi ere entregar “una visualidad frágil, con gestos sutiles, artesanales y rituales”.

    CUANDO intenta definir su gesto creativo me habla de algunas ideas de la poetisa Fina García-Marruz. Si se le pre-gunta por qué escogió este modo de expresión, recuerda lo escrito por Herman Hesse, en Demian: “El verdadero oficio de cada uno era tan solo para llegar hasta sí mismo”.

    Elizabet Cerviño (Manzanillo, 1986), joven y prolífica artista, recurre con similar destreza a cualquier medio: performance, environment, instalación, objeto, “pintura”. Se graduó en la acade-mia Carlos Enríquez (2005), y lue-go en el Instituto Superior de las Artes (ISA). Ha expuesto en Ita-lia, Perú, Estados Unidos, Dubái, Francia, Sudáfrica, Canadá.

    “Jamás me inspiro en una obra de arte. Mi primer referente es la naturaleza y sus procesos, sus mu-taciones constantes. Después los más cercanos son los poetas, quie-nes se acercan a ella con fragilidad y una sensibilidad donde la natura-leza prevalece antes que el ego per-sonal”, expresa a BOHEMIA.

    Su muestra Chasquidos perma-nece durante diciembre en el haba-nero Pabellón Cuba. La Asociación

  • 7 de diciembre de 201864

    Hermanos Saíz, el Consejo Nacio-nal de Artes Plásticas y Galleria Continua auspiciaron esta exhibi-ción nada convencional. No puede serlo cuando quien expone es Cer-viño, considerada entre los artífi -ces más experimentales del país.

    Nueve piezas de la serie Ta-piz (2017) fueron dispuestas en grandes andamios organizados de manera casi circular. Se puede entrar a la estructura –pareciera una caracola– o contemplar las obras desde afuera. También se incluyó un video donde se docu-mentó el proceso para obtener lo expuesto.

    No hay pintura ni hilados mul-ticolores en estos tapices, sino la

    En la muestra se observa el proceso creativo.

    huella resultante del gesto de la artista, quien lavó los enormes linos en un río, repetidas veces, golpeándolos con las paletas de madera tan al uso en las serra-nías cubanas. Así, más que repre-sentar el paisaje, se lleva en sus telas el grabado del paisaje mis-mo, en una operación inversa al procedimiento tradicional donde se añaden capas de material so-bre la superficie de los lienzos.

    El resultado podría describirse como cordilleras de vacío, pienso al mirar las caóticas fi guras sugeridas por las laceraciones que en los pa-ños dejaron la fuerza de la artífi ce, la oposición de la masa de agua, las rocas y otros elementos naturales.

    Sobre la peculiar museografía de Chasquido, comentó: “Quería dar la oportunidad de que todo el proceso abrazara al visitante, es-tuviera adentro o afuera, y transi-tara el aire y las miradas a través de las piezas, como si no hubiera nada privado, como mismo lo hizo el agua”.

    “Por eso no son tapices sobre una pared. Es muy importante que el viento se mueva entre ellos y se lleve ese paisaje sugerido; del mismo modo pasa con los mantras del Tíbet sobre aquellas telas de seda que se colocan en la cima de las montañas para que vuelen por el universo”.

    Sus obras precisan de un es-pectador dispuesto a aceptar la poética y el juego de la artista. Ella pretende compartir un mo-mento de silencio, contemplación y calma, en medio de la contem-poraneidad ruidosa, veloz, sa-turada de información. En este contexto, reconoce, es cada vez más difícil para los públicos esta-blecer una relación con las pro-puestas artísticas.

    Cerviño procura la pureza de la obra misma, sin estimular dema-siado la subjetividad del especta-dor: “Prefiero enfrentarlo a una obra más sensorial, chocante. Hay que dejar que los materiales desprendan lo que tienen que dar, me parece más sincero, aunque respeto la poética de cada cual”.

    Su imaginario se nutre de lo local –“eso te puede encerrar o li-berar”–, de sus orígenes, pero bus-cando una comunicación univesal.

    “Lo más importante para mí es no olvidar mi identidad, mi cultu-ra, porque así tengo algo particu-lar que decir al mundo. Todo mi trabajo es un intento de encon-trarme conmigo constantemente, llegar a mi naturaleza propia”, aseguró.

    Algo de su vasto paisaje interior puede conocerse en Chasquido, una muestra para no dejarnos in-diferentes, como un ruido seco y súbito, casi imperceptible, produ-cido cuando se rompen las conven-ciones y límites de lo que creemos es el arte.

    Ha subvertido el uso convencional de la tela, para impregnarla con las huellas del agua, las rocas y otros elementos naturales.

    RAÚL MEDINA ORAMAFotos: Cortesía de la artista

  • Año 110/No. 25 65

    T ODO nos interesa, aprendemos de lo bello y lo feo, lo dramático y lo jocoso; esta confesión viaja por el planeta, es un interés consustan-cial a los humanos. Las personas quieren conocer-se y reconocerse, le piden a la televisión tradicio-nal que informe, instruya, eduque, entretenga. No podría ser de otra manera, pues en el siglo XXI los imaginarios colectivos son productos de la repre-sentación mediática.

    A la TV se le habla como si fuera un miembro más de la familia, con todas las implicaciones que esto conlleva. Los públicos piensan, eligen, discri-minan y, fi nalmente, seleccionan, de acuerdo con sus expectativas.

    El llamado planeta medios vive una conmoción sin precedentes. Tenemos necesidad de perfeccio-nar las maneras de intervenir sobre la información difundida por todas las vías.

    Cada canal y cada programa deben ser diferen-tes, solo así surge lo rico y lo diverso, instaurar una mirada otra a recursos narrativos, los cuales utilizan textos verbales y visuales semejantes en contenidos y estéticas.

    En Cuba no siempre se ubican en horarios este-lares aquellos espacios que merecen la atención de las mayorías, por ejemplo: ¡Bravo! (lunes, 9:00 p.m.) y La danza eterna (miércoles, 9:00 p.m.), ambos del Canal Educativo. Son únicos en su per-fi l, merecen un mayor destaque en el diseño de programación. También el Ballet de la Televisión Cubana, integrado por jóvenes y consagrados, do-mina un amplio y complejo repertorio que podría verse con más frecuencia en la escena mediática.

    Es preciso interrogar, mover la refl exión sobre una instancia que trasciende la base informativa: el conocimiento. Este se incorpora al acceder los televidentes a la cultura –en la más amplia acep-ción del concepto–, e infl uye en el crecimiento es-piritual desde valores que las actitudes revelan, y con una praxis, esta última permite estar en con-tacto con todas las manifestaciones de la creación artística.

    Lo valedero resplandece en cada emisión cuan-do un programa tiene el basamento y el respaldo del buen guion, el cual garantiza la organización

    Dar en la dianaPor SAHILY TABARES

    del relato televisual, ya sea informativo, musical o de fi cción. En ocasiones, la intencionalidad de lo educativo se suele interpretar con didactismo a ultranza, ¿acaso se olvida que una metáfora es tan valiosa como un concepto científi co si suscita emociones en públicos diferentes?

    De acuerdo con el periodista Ignacio Ramonet: “La TV está dejando de ser progresivamente una herramienta de masas para convertirse en un me-dio de comunicación consumido de forma individual en diversas plataformas de forma personalizada”.

    Un enfoque fundado en la cultura es, por anto-nomasia, incluyente, y su discurso plural. La per-cepción artística no es solo un acto de reproduc-ción, sino de co-creación. El juego enunciativo de los medios de comunicación desemboca en lo que consideramos una cuestión ética: la responsabili-dad de decir. Asimismo, en la visualidad actual, la estética forma parte del tejido de la vida cotidiana. Lo estético existe fuera del universo del arte, en el que ya la belleza no ocupa el lugar cimero.

    Nuevos desafíos le plantea la comunicación a los sistemas educativo, cultural y social, dado el controvertido universo de temas, contenidos y soluciones formales que circula por las corrien-tes subterráneas.

    La televisión legitima palabras, expresiones al uso, modas que, en ocasiones, lejos de nutrir el léxico, patentizan errores, limitaciones o empobre-cimiento del lenguaje y el acto comunicativo. Rige la monotonía en emisiones parecidas, cambió el “aquí” por el “acá”, proliferan los llamados lugares “emblemáticos o espectaculares”, las “propuestas” de conciertos, los asuntos “medulares”, los sitios “paradigmáticos” y la “potenciación” de recursos.

    El consumo cultural participativo es apropiación, recepción y uso. Como todo discurso, el icónico en-cierra asociaciones, que la televisión cubana tiene posibilidades de incorporar a sus diferentes espa-cios y así privilegiar la diferenciación estética indi-vidual, irrepetible. El objetivo de esta propuesta es dar en la diana, pensar nuevas ideas y proyectos, pues es cultural aquella TV que propicia acciones creativas desde sus propias posibilidades expresi-vas. La nuestra puede lograrlo.

  • 7 de diciembre de 201866

    Una joya se renueva

    En la principal institu-ción escénica de la pro-vincia de Cienfuegos, el teatro Tomás Terry, se inició un proceso de res-tauración que devolverá los bríos de este tesoro de la arquitectura cubana, Monumento Nacional y Premio Nacional en Conservación de Monumentos en 2008. El inmueble (inaugurado en 1890) tenía serias afectaciones en los techos y precisaba de reformas constructivas en la sala Ateneo, así como una remodelación de sus mosaicos venecianos. El coliseo, con estilo ecléctico de tipología italiana, tiene un recinto principal en forma de herradura, donde se ubica el auditorio en cuatro niveles, siem-pre de manera frontal al escenario. A partir de junio último se pusieron en marcha las actividades de re-mozamiento, que ya se hacían inaplazables. Desde hace un año se mantiene clausurada la instalación. De acuerdo con declaraciones de Miguel Cañellas, su director por más de dos décadas, se prevé que los trabajos concluyan antes de abril de 2019, a propósito de celebrarse el bicentenario de la Perla del Sur.

    Matices del buen vestir

    Al cierre de esta sec-ción se desarrollaba la 4ª Semana de la Moda en La Habana, en el Pa-bellón Cuba, dedicada a la urbe de Trinidad, en Sancti Spíritus, que fuera declarada recientemente Ciudad Artesanal del Mundo. Los visitantes apreciaron la calidad y tendencias de los diseños aportados por Lourdes Trigo, Maya Sierra, Caftanes, Analu, Raquel de la Paz, Víctor Fortuny, Pedro Coto, Mariela Alemán, Jacqueline Fumero y el Grupo Carena, entre otros. Asimismo, hubo espacio para los más pequeños de casa, pues se presentaron colecciones de José Luis y Aimée González, Lariza Blanco y Fresco. Or-ganizada por el Fondo Cubano de Bienes Cultura-les, la cita incluyó sesiones teóricas sobre el uni-verso de la moda, donde los especialistas Maité Duménigo, Eliette Lesuperbe, Yvette Tai-Coquilay, Piedad Subirats, Carmen Gómez y Nieves Laferté ofrecieron conferencias y talleres. Como colofón

    se exhibió una selección de diseños de vestuario para las puestas en escena de la compañía El Pú-blico, dirigida por Carlos Díaz.

    Sobre el arte de pasos y compases

    Destinos es el nombre de la nueva temporada que, en el Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso, ini-ció la compañía Acosta Danza, fundada y dirigida por el bailarín y coreógrafo Carlos Acosta. Según declaró Lester Vila Pereira, director de prensa del prestigioso colectivo, el programa está integrado por dos obras representativas de la trayectoria de la agrupación. El espectáculo Santori, concebido por Raúl Reinoso, y Carmen, en una versión del propio Acosta sobre el original inspirado en la no-vela homónima del francés Prosper Mérimée, son las propuestas que los adeptos a la danza han disfrutado durante estas recientes jornadas. El conjunto se caracteriza por la búsqueda y experi-mentación constantes, y nutre su repertorio con piezas de notables artistas antillanos y de diver-sas latitudes, como Sidi Larbi, Justin Peck, María Rovira, Marianela Boán, Goyo Montero, Saburo Teshigawara, Pontus Lidberg, Christopher Bruce, Jorge Crecis, entre otros.

    El narrador, etnólogo y poeta Miguel Barnet Lanza fue el escogido para protagonizar en esta oportuni-dad la Semana de Autor, evento literario organizado por la Casa de las Américas desde 2002, para pro-piciar el intercambio de saberes sobre una fi gura de las letras, por medio de ponencias, debates, diálo-gos y lecturas. Este encuentro contó con las inter-venciones especiales del poeta y ensayista Roberto Fernández Retamar, presidente de dicha institución, y de Abel Prieto Jiménez, director de la Ofi cina del Programa Martiano y de la Sociedad Cultural José Martí. En la clausura el propio Barnet leyó varios de sus poemas y ofreció una conferencia. La baila-rina y coreógrafa cubana Lizt Alfonso, directora de la compañía homónima, integra la lista de las 100 mujeres más infl uyentes de 2018, compilada por la cadena British Broadcasting Corporation (BBC). Ellas proceden de 60 naciones y fueron escogidas por ser líderes, precursoras y/o protagonistas en diferentes frentes de la vida de sus respectivos paí-ses. La destacada artista antillana forma parte de la selección por sus notables aportes como emba-jadora de la cultura de Cuba, a la cual ha enaltecido en diferentes latitudes del mundo.

    A cargo de ROXANA RODRÍGUEZ TAMAYO

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