Pensando en las vacaciones

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FUNDACIÓN EDUCACIONAL METODISTA WILLIAM TAYLOR COLEGIO METODISTA WILLIAM TAYLOR ALTO HOSPICIO UNIDAD TÈCNICO PEDAGÓGICA Nivel Primera Infancia No debemos confundir el descanso con un período de pasividad. Aprovechemos de realizar actividades complementarias a las escolares. Debemos procurar evitar el descontrol, manteniendo un horario de referencia que asegure las horas de sueño, las comidas, actividades en común y el tiempo de libre disposición. Se puede ser flexible y hacer excepciones, pero contando con una referencia horaria básica. Las vacaciones no deben ser sinónimo de descontrol, es necesario que los niños mantengan sus hábitos diarios. Las vacaciones pueden ser una muy buena oportunidad para fortalecer lazos de amor y confianza entre padres e hijos. Aproveche esta temporada y comparta el tiempo con su hijo(a), descubran juntos actividades divertidas que además de desarrollar habilidades y talentos, reforzarán las relaciones familiares. Permita la participación activa de su hijo(a) en la elaboración y organización de sus horarios de vacaciones. Algunas propuestas de actividades cotidianas para aprovechar el tiempo de descanso: Compartir tareas en familia como: poner la mesa para comer o preparar alguna receta juntos, así los niños se sentirán útiles y desarrollarán algunas capacidades motoras y de organización. Además de favorecer la autonomía e independencia. Dialogar cada día sobre un tema de interés para los niños, propiciando un debate, en el que ellos expongan sus puntos de vista, lo que fortalecerá su criterio, autoestima y seguridad. Leer y/o actuar cuentos infantiles y pequeñas obras de teatro. Posteriormente comentar su contenido. Expresar a través del dibujo la comprensión de lo leído. Ordenar secuencias de historias leídas. Proponer a sus hijos que escriban sus propios cuentos o poesías. Compartir juegos tradicionales, de habilidades y de inteligencia. Manualidades sencillas como reciclaje, bisutería con cuentas o semillas, recortar figuras. Dejar que los niños propongan y creen nuevos juegos. Construir juguetes con materiales reciclados. Estas son algunas ideas para pasar el tiempo libre con los niños Pasatiempos: Los clásicos cuadernillos que contienen crucigramas, problemas de lógica, sopas de letras o juegos de diferencias son una forma fantástica de estimular sus habilidades cognitivas. Potencian aptitudes como la atención, la concentración y la discriminación visual y desarrollan la lógica matemática, el vocabulario y la ortografía. Espectáculos: Es bueno que los niños se acostumbren desde pequeños a asistir al cine, al teatro o a conciertos. Aparte de entretenerse, se empapan de las manifestaciones culturales de su entorno, que son un medio estupendo de socializar y les enseñan las normas de comportamiento fuera de la familia. ¿Cómo aprovechar las vacaciones en familia?

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Nivel Primera Infancia

No debemos confundir el descanso con un período de pasividad. Aprovechemos de realizar

actividades complementarias a las escolares. Debemos procurar evitar el descontrol, manteniendo un

horario de referencia que asegure las horas de sueño, las comidas, actividades en común y el tiempo

de libre disposición. Se puede ser flexible y hacer excepciones, pero contando con una referencia

horaria básica. Las vacaciones no deben ser sinónimo de descontrol, es necesario que los niños

mantengan sus hábitos diarios.

Las vacaciones pueden ser una muy buena oportunidad para fortalecer lazos de amor y confianza

entre padres e hijos. Aproveche esta temporada y comparta el tiempo con su hijo(a), descubran

juntos actividades divertidas que además de desarrollar habilidades y talentos, reforzarán las

relaciones familiares. Permita la participación activa de su hijo(a) en la elaboración y organización de

sus horarios de vacaciones.

Algunas propuestas de actividades cotidianas para aprovechar el tiempo de descanso:

Compartir tareas en familia como: poner la mesa para comer o preparar alguna receta juntos, así

los niños se sentirán útiles y desarrollarán algunas capacidades motoras y de organización.

Además de favorecer la autonomía e independencia.

Dialogar cada día sobre un tema de interés para los niños, propiciando un debate, en el que ellos

expongan sus puntos de vista, lo que fortalecerá su criterio, autoestima y seguridad.

Leer y/o actuar cuentos infantiles y pequeñas obras de teatro. Posteriormente comentar su

contenido. Expresar a través del dibujo la comprensión de lo leído. Ordenar secuencias de

historias leídas.

Proponer a sus hijos que escriban sus propios cuentos

o poesías.

Compartir juegos tradicionales, de habilidades y de

inteligencia.

Manualidades sencillas como reciclaje, bisutería con

cuentas o semillas, recortar figuras.

Dejar que los niños propongan y creen nuevos juegos.

Construir juguetes con materiales reciclados.

Estas son algunas ideas para pasar el tiempo libre con los niños

Pasatiempos: Los clásicos cuadernillos que contienen crucigramas, problemas de lógica, sopas

de letras o juegos de diferencias son una forma fantástica de estimular sus habilidades

cognitivas. Potencian aptitudes como la atención, la concentración y la discriminación visual y

desarrollan la lógica matemática, el vocabulario y la ortografía.

Espectáculos: Es bueno que los niños se acostumbren desde pequeños a asistir al cine, al

teatro o a conciertos. Aparte de entretenerse, se empapan de las manifestaciones culturales

de su entorno, que son un medio estupendo de socializar y les enseñan las normas de

comportamiento fuera de la familia.

¿Cómo aprovechar las

vacaciones en familia?

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Lecturas: Pocas aficiones hay más apasionantes y enriquecedoras que la lectura. Abre la

mente a otras realidades, es una fuente inagotable de conocimientos y fomenta la creatividad

y la imaginación. Además, una buena base de lecto-escritura es decisiva para el éxito escolar.

Paseos: Ya sean urbanos o en plena naturaleza, debemos acostumbrar a nuestros hijos a que

sus paseos sean activos y a que no solo muevan las piernas, sino también la mente. Animémosles

a dar rienda suelta a su vena investigadora: ¿De qué animal serán estas huellas? ¿Por qué se

llamará así esta calle?

Visitas culturales: aprovechemos la oferta cultural de nuestro entorno. Visitando museos,

exposiciones y monumentos.

Deportes: Los niños necesitan liberar energía y para ello, nada mejor que el deporte. Nadando,

jugando al fútbol, al tenis o a cualquier otra cosa desarrollan su motricidad gruesa, la

coordinación dinámica general y el control corporal.

Computador: Las nuevas tecnologías les vienen muy bien, siempre que no les dediquen horas y

horas. En Internet pueden encontrar propuestas muy interesantes y ampliar conocimientos.

También hay muchos juegos instructivos y divertidos con los que se afianzarán en el uso de la

informática.

Juegos caseros: ¡La imaginación al poder! Jugando al diccionario, que consiste en adivinar

definiciones de palabras o palabras por su definición, dictados de oraciones relacionados a las

actividades realizadas, a las palabras encadenadas o a interpretar un teatrillo doméstico

desarrollarán un montón de capacidades y lo pasarán fenomenal.

Juegos de mesa: El monopoli, las cartas o el ludo son fantásticos para toda la familia porque

fomentan muchas cosas: la aceptación de normas, la concentración, el cálculo, la resolución de

problemas, la capacidad de decisión, y también la tolerancia a la frustración, ¡no siempre se

gana!

La mejor forma de enseñar a un hijo cómo organizar el tiempo de ocio es compartiéndolo con él. El

verano es un momento ideal para disfrutar en familia de actividades y aficiones. Jugar y compartir

gustos con los hijos, ayudará a conocerlos mejor y a enseñarles todo aquello que durante el año ha

sido imposible. Si se le enseña al niño a organizar su tiempo libre y a disfrutar de las actividades de

ocio, evitaremos que se aburra con facilidad. Además le ayudaremos a ser más autónomo e

independiente. Aprovechar el tiempo que dispone en verano para compartirlo con los hijos, será un

momento inolvidable para la vida de los más pequeños y para usted.

¡Felices Vacaciones!

Patricia Vásquez Espinoza Jefatura Técnico Pedagógica

Primera Infancia Colegio Metodista William Taylor

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¿Por qué los niños/as

hacen pataletas?

Los niños/as no generan pataletas con intenciones de dañar o molestar a los adultos sino que son

parte de su proceso de adaptación.

Las pataletas pueden presentarse por diferentes razones:

deseos no satisfechos

formas de expresar rabia y/o irritabilidad,

como método para conseguir algo, entre otros.

Casi la totalidad de los niños pequeños tiene este tipo de episodios en ocasiones, especialmente entre

los 2 a 3 años, y si son bien enfrentados irán disminuyendo en intensidad y frecuencia hacia los 4 a 5

años.

¿Por qué sólo hace pataletas con sus padres, y cuando lo cuida alguien más se porta bien?

El niño/a sólo desarrollará las pataletas en presencia de sus padres o personas más allegadas porque

está poniendo a prueba la existencia de límites y reglas, lo que no hará con personas que no conoce.

Cuando su desafío va muy lejos y es restringido responde con una pataleta.

No debemos considerar que desea conscientemente hacerle la vida ingrata a sus padres y ciertamente

no prefiere a los extraños. Esta explosión emocional ante nuestros ojos, irónicamente, significa que

tiene confianza en nosotros.

¿Cómo debo actuar ante una pataleta?

Lo más importante es mantener la calma. Como padres somos modelos para nuestros hijos y en la

medida que gritemos o reaccionemos con rabia no lograremos cambios favorables.

Una atmósfera tranquila ayuda a recuperar el control y en particular tomarlo, abrazarlo o hacer

comentarios distractores del tipo "mira qué lindo el pajarito ", pueden evitar una gran pataleta.

El sentido común y el humor son fundamentales para que el niño acepte órdenes. "Vas a bañarte" no

es lo mismo que "hagamos una carrera al baño".

Evite largas y complicadas explicaciones de las reglas. Justificarlas ante un pequeño de 2 ó 3 años

solo servirá para confundirlo y no le permitirá tener claro qué cosas son fundamentales y cuáles son

debatibles. Al crecer podrá explicársele las razones de nuestras reglas en forma breve y clara.

Conviene acompañar al niño a efectuar alguna cosa que no quiere hacer - por ejemplo, ordenar

juguetes - ofreciéndonos a ayudar, lo que permite verificar el cumplimiento. Esto tiene especial

relevancia si es una orden que está relacionada con la seguridad del niño.

Cada vez que se presente la pataleta, déjelo, no intente detenerlo, eso agravará la situación. Cuando

esté tranquilo explíquele por qué no puede obtener lo que desea.

Háblele de las consecuencias que eso acarrearía, utilizando un lenguaje referencial: "No puedes jugar

con fósforos porque de hacerlo podrías encenderlos y producir un incendio que podría ocasionarte

daño en tu cuerpo" (muéstrele el cuerpo mientras hace esta descripción, los niños necesitan mucho

del lenguaje referencial).

No olvide que la pataleta tiene algo de actuación y nosotros somos el público, por lo que si nos alejamos

o dejamos al niño solo por unos minutos comprenderá que ese recurso es poco efectivo y buscará

otro.

Los límites son fundamentales porque dan certidumbre a los niños y disminuyen sus niveles de

ansiedad. Si cede a las exigencias, estará reforzando las pataletas. Siempre se debe responder de

igual manera ante situaciones similares y todos los adultos de su entorno deberán reaccionar igual.

Hay que esperar varios "no" diarios de parte de un niño/a, no sería normal que nunca nos desafíen.

Debemos establecer niveles de importancia ante sus deseos y nuestras reglas. Existirán situaciones

de menor seriedad en que es conveniente que se salga con la suya, por ejemplo dejarlo elegir la ropa

aunque no estemos de acuerdo. En otras ocasiones, por ejemplo, cuando hay algún tipo de riesgo, no

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Nivel Primera Infancia

podrá hacer su voluntad y si es preciso habrá que tomarlo firme pero con cariño. No podemos esperar

que estos hechos los acepte de inmediato y deberemos ser constantes y pacientes hasta lograr la

aceptación de la conducta deseada.

Límites, no significa castigo, ni menos golpes o maltratos.

¿Se pueden evitar las pataletas?

No es posible evitar la aparición de todas las pataletas y no debemos sentirnos culpables por eso. Se

trata de la manifestación de emociones que el niño debe aprender a manejar y nuestro papel es

ayudarlo en esa tarea. De todas maneras existen medios para disminuir la frecuencia y/o severidad

de ellas:

Un descanso de 15 a 20 minutos, aún sin dormir, puede ayudar. Si el niño se resiste es útil tenderse

junto a él o leerle un cuento, pero se debe evitar que juegue o hable mucho.

Los hijos/as de padres excesivamente estrictos o permisivos tienden a tener más pataletas, siendo

mejor la situación de aquellos hijos de padres con enfoque moderado en la disciplina. En esto parece

bueno considerar límites en cosas importantes y dejar autonomía en otras áreas de menor cuantía.

Como principio general se considera beneficioso establecer pocas reglas o limitaciones sólo en

aspectos fundamentales, pero ser muy consistentes con ellas.

Patricia Vásquez Espinoza

Jefatura Técnico Pedagógica Primera Infancia

Colegio Metodista William Taylor