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I Sensibilidad I Entendimiento I Razón Información sensible Los fenómenos I procedente del mundo, caótica y desordenada. ---------------------- ------------------- Intuiciones puras: 1- espacio y tiempo Categorías I Ideas trascendentales: alma, mundo y Dios. ----------f---------------------- -------- Los juicios sintéticos a priori son posibles porque hay elementos a priori (intuiciones puras) que se aplican a datos caóticos del mundo. buena voluntad. Una voluntad es buena cuando supone actuar por deber. La acción moral es aquella que se rige según el imperativo categórico. La moralidad humana es autónoma. El imperativo categórico procede de la razón. Los juicios sintétic os a Los juicios sintéticos a priori priori son posible s no son posibles ¡jorque los porque hay eleme ntos. elementos a priori (las ideas a priori (categoría que se aplican a fenómenos. s) trascendentales) no se aplican a ningún objeto; son ideas reguladoras que guían -por ejemplo, el proceso científico-, pero que no permiten fundar una ciencia. Se rechazan las éticas consecuentalistas. Las acciones realizadas por interés no son morales. La ética kantiana es deontológica. Es un imperativo porque supone coaccionar a la voluntad. Es categórico, no hipotético: significa obrar por el deber en sí mismo, y no obrar con vistas a otro fin. La moralidad reside en la forma de la acción y en su universalidad. Se rechaza que la moral humana sea heterónoma y dependa de otro, como una divinidad. .. .....L._ ) . J / i '. I

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I Sensibilidad I Entendimiento I Razón

Información sensible ~~ Los fenómenos I procedente del mundo, caótica y desordenada.

---------------------- -------------------Intuiciones puras: 1-

espacio y tiempo

Categorías I Ideas trascendentales: alma, mundo y Dios.

----------f---------------------- --------

Los juicios sintéticos a priori son posibles porque hay elementos a priori (intuiciones puras) que se aplican a datos caóticos del mundo.

buena voluntad.

Una voluntad es buena cuando supone actuar por deber.

La acción moral es aquella que se rige según el imperativo categórico.

La moralidad humana es autónoma. El imperativo categórico procede de la razón.

Los juicios sintétic os a Los juicios sintéticos a priori priori son posible s no son posibles ¡jorque los porque hay eleme ntos. elementos a priori (las ideas a priori (categoría que se aplican a fenómenos.

s) trascendentales) no se aplican a ningún objeto; son ideas reguladoras que guían -por ejemplo, el proceso científico-, pero que no permiten fundar una ciencia.

Se rechazan las éticas consecuentalistas.

Las acciones realizadas por interés no son morales.

La ética kantiana es deontológica.

Es un imperativo porque supone coaccionar a la voluntad.

Es categórico, no hipotético: significa obrar por el deber en sí mismo, y no obrar con vistas a otro fin.

La moralidad reside en la forma de la acción y en su universalidad.

Se rechaza que la moral humana sea heterónoma y dependa de otro, como una divinidad.

.. .....L._ ) . J /

i '. I

..

.EL GIRO COPERNICANO DEL IDEALISMO TRASCENDENTAL

Todo conocimiento ---

. EMPIRISMO

l comienza en la experiencia

Materia del conocimiento

_. ·l

-pero-

RACIONALISMO

l no todo lo que hay en él procede de la experiencia.

! Forma

del conocimiento

¡ I lo dado I .. más , I lo puesto I

en la experiencia por el sujeto

L¡PliAUSMO TI!ASCENPENTAL--1

• ·CLASIFlCACIÓN DE LOS JUICIOS . . -C Necesarios y universales. --

,. Según su ...... r~.Htenores a a expenenoa.

-[

. Apooo A~' 1 ..

fundamento. . ... ... .. . . .. ..A. posterioq --- Dependen de la experiencia. 1---_ Juicios sintéti~os

a priori . .. Según 1<1: -[ Analíticos --- No aportan información.

relélción sujeto-predicéldo. Sintéticos ___ Aportan info:¡:mación. ----1 1

~ Ha,cen aV!UlZél+ el cOl)oc4rnentC! g~t$.co~ ~ Garantizan su universalidad y n~c~sidad!

_ ...... +._~.-.- -- . " ___ O ._.~. ___ "

.. _ ..

I§!ARf,i4&§GiV!"JTi*,~~---------------------------------------------• OBJETIVO DE KANT

• La ley moral debe ser -- objetiva. -~ Universal. ~ Necesaria.

• Dos tipos de ética:

~ La ética formal kantiana es opuesta a la ética material (aunque ninguna de ellas se presenta en estado puro). ---

MATERIAL FORMAL

~ Señala algo concreto que tenemos que ~ Está vacía de contenido concreto, nos dice conse,guir par~. ~l~anzar la felicidad. _ cómo debemos actuar.

~ A posteriori,. empírica. ~ A priori. ~ Sus preceptos son hipotéticos o condicionales, ~ Se rige por el imperativo categórico.

del tipo «si quieres ... , entonces ... ».

~ t!eterónoma, la exigencia moral es externa ~ Autónoma, el sujeto se determina a sí mismo al indiViduo. a obrar.

• LA ACCIÓN MORAL Y EL DEBER

~ Contraria al deber. • Distingue tres clases de acción. -- ~ Conforme al deber. -- Ámbito de 10 legal.

~ Por deber. • Ámbito de la moral.

~ Se uripone un sujeto libre de elegir. • En la moral. _________ ~ ~ Se actúa por puro respeto a la ley, por .deber.

~ La acción es un fin en sí misma, no está condicionada. ~ Se actúa movido por la buena voluntad.

• EL IMPERATIVO CATEGÓRICO __ o • ___ ." _"_. ___ ••• _____ ••

--. Se rige :por los siguientes principios:

.. A"tQno~~;·'~.~:~-' • Haz lo que te dicta tu conciencia (no los demás o las leyes -- .'. -_ . ..:. ~_-::~- ----:-;... e::cteriores -heteronomia-).

.. Fqrmé4~4il~! eL::: ~ Cumple el deber por el deber . .:,::==::=====-=======--- .... ·NecesldadY-\HlÍversalidad. -- Obra siempre de tal modo que la máxima de tu voluntad

pueda ser elevada a ley de universal observancia .

.. -RespetQ a l~:p~~C):Pa. ----~ Obra de tal modo que trates a los demás como un fin y no como un medio para alcanzar otros objetivos.

---- _.---- ,-.-. ,.'" t,.Os :rOSTm.APQ$Q~ ~A RAZÓN PRÁCTICA .~~~~~ •. ~--_.- . , ; ..

:""-;"G .• ~-"-" - •.• ~

;u,.:~.~: "$,;ru,i$tIi,¡i,jiluU.AfiUgOij,Nij.í tl13 "' .'.~~¡;~~~~~-;~>:;~~:,.;~:.:';.:,: ~ .. ~~::~:~;';~ ."" .... ~ .. ~ ::. :~'~.~;~.~:~~~~~ "1~~5:~~~""';;~~" .'- m.al1enci~f~lfilJpensamiento ---:-:::::=:==--~!J.~~ c.ien~i~ ~~NElJtt...911~Ug~a1 científico). ------.--_.' , ll-aclQu¡¡hsIDQ(imEQrmnga del sujeto).

~ Empi~mQ (PW1~º9~1l~pda del conocimiento). • Rousseau (ideal afp~i~Qna).

Repercusión de su filosofía

• Idealismo alemán (subjetivismo). • Romanticismo (sentimiento). • Neokantianos. • Aspectos importantes de la ciencia actuaL

·_i ....

c) KANT, Crítica e la razón pura, prólogo segunda edición, de B XIV, línea 8, a B XVIII, línea 11, incluida la nota a pie de página de Kant (trad. P. Ribas, Madrid, Alfaguara, 1998, pp. 19-21).

"La metafísica, conocimiento especulativo de la razón, completamente aislado, que se levanta enteramente por encima de 10 que enseña la experiencia, con meros conceptos (no aplicándolos a la intuición, como hacen las' matemáticas), donde, por tanto, la.razón ha de ser discípula de sí mi~ma, no ha tenido hasta ahora la suerte de poder tomar el camino seguro de la ciencia. \Y ello a pesar de ser más antigua que todas las demás y de

. que segyiría_eXistiendo. aunque éstas 'desapareCieran totalmente en el abismo .. de una __ bal'bme que 10 aniquilara todo. Efectivamente, en la metafisica la razón se atasqa /" continuamente, incluso cuando, hallándose frente a leyes que la experiencia máS'\. - ordinarIa ~onfITma, ella s~ empeña en con~cer1as a priori . . Incontables veces hay que )

volVer atras en la metafísIca, ya que se advIerte que el cammo no conduce a donde se i quiere ir. Por 10 que toca a la unanimidad de lo que sus partidarios afirman, está aún té}n

\~jos de ser un hecho, que más bien es un campo de batalla realmente destinadeí,"al pateesr-,-a-ejer.citar-.1as--fuerzas-P1'0pias---en un combate donde ninguno' de los contendientes ha logrado jamás conquistar el más pequeño terreno ni fundar sobre su victoria una posesión duradera. No hay, pues, duda de que su modo de procederba consistido, hasta la fecha, en un mero andar a tientas y, lo que es peor, a base de simples conceptos.

¿A qué se debe entonces que la metafisica no haya encontrado todavía el camino seguro de la ciencia? ¿E~_.ªcasQ·imposible·?¿por···qué~·'pues;--la-naturaleza ha castigado nuestra-

'r' 1:~ón-eerr-erar~' incans,able d: perseguir ~ste camino com;-OOa:-ue Sl.!s_.~~e·st~one.s más 'Importantes? Mas todavla: ¡que pocos motIvos tenemos para confiar en la razon SI, ante

, uno de los campos más importantes de nuestro anhelo d~ saber, no sólo nos )~dona, i sino .que !lOS entretiene con pretextos vanos y, al fma1, nos engañal Qui~á .~~ple'fIl~I!-te

hemos errado dicho camino hasta hoy. ~.!. ~s así ¿qué in.fiicios nos harán esperar que, en \.gp.a renovada búsgued~remos más afortunados g,ue otros que nos prec~oñ?

,.,.~=~~.~. ,~:~~~~~.~~~~~---~-- --- .. ---- "'~io sufiCientemente notables como para hacer r~flexionar sobre el aspecto !:!sencial de 1m ____ . __ . ___ c_. __ . .~- cambio de método que tan buenos resultados ha proporcionado en ambas dencias,- así

Como.,t~bién para imitarlas, al'menos a título de ensayo, dentro de lo que permite su ariaIogüi, 'en cuanto conociriiientos de_.Jaz_Ó..ri~~.conJa-.inetafísi¿á~~Se-·ha--sup..1F~:sto·hasta

-~.o,..,....,..._~ __ .\- . • ~ :ó'ra--que-todo' ntlestrOcoñocer"&b~ re~isepor los o bj etos.- Sin-:eri:lbargo~JOaos;lQ~.---._-. ---­!,~-~- ntentos---realizados--bajo . tal supuesto con vistas a establecer a priorl1¡:ilediante- : .

:~:.f;;~~~;';;,.--.-I ~~!l_~~p.to~!._.!l¿~_ s09!:~~ ~~~~<2~ .. obJetos .. al~_. g~~ __ ~p.lLa.ra-nue~tro -. ~Qrújcii+lient~ .. , __ ._::~ _______ :_.: '" ___ o

<i~~~r:q.º()<::ªp~ ~p. ~1 fracaso. Intentemos, pues, por una vez, si no adelantare:rnos más en -¡.-- ... . . . ' .: lwflareas-. de'-lá -metafísica slip6iliéndb_.qU~~lbs~bbj etoS-::deb-~p: Cóhf~fit¡ats1C~~~~iiesfiº/-~~=-~~

'd ... :. ,'cpnQchniellto, cosa-que concllerda Ya'm,~jor . con . "la -'d~~t:::ªqª' -p.ºªjbUfRªº--:9~ -:'1:!ll'<'::~::"

,,{~~'. .~~';¡l~~~ d~u~C!~! O[~:osd::do~.o~=~~~l!;~~"}en~~~~i· •• ·•·.· •.• · p~ll~'lnli.el1tº~ _q~ ~()pérnico. E§1e, Y1e:nClc:!. (rt¡~Jlq. c01!se~~.~2fpl!~1!r _l8~"-JP.EylJ'Bl~Bt~~ u

celestes si acepjaba:que todo el ejército de ~strel1as gírabª ::Hi~4~4.():r4~J,!?sp~cta9or~ probó si no obtengríamejores resultados·--haciendo· girar-ar.ésp:~E!ador~}i~dejandOJas.

:C:_7C:=-;i.:-~ . .. f e~trellas-en:repós(}~-~Eri -la metafísica se-pued(;!.hacerel. :rrililln6.-ensáyó';éri.lo4ué~atáñe-a . __ _ .~,:.;:.~~:-~~~~:~,=:::., ~ -intúiC:ión de·lo::¡·objetos. Si la intuicióñ füviera'que;r~fdrse"por=lr!1atUf~eza':(}(!,Ios

-. ------ .. _-- -._-.... -...... ~ ..... -. .. __ .... _.-----.. _-

objetos, no veo cómo podría conocerse algo a priori sobre esa naturaleza. Si, en cambio, es el objeto (en cuanto objeto de los sentidos) el que se rige por la naturaleza de

. nuestra facultad . de intuición, puedo representarme fácilmente tal posibilidad. Ahora bien, como no puedo pararme en estas intuiciones, si se las' quiere convertir' en ~ocimientos, . sino que debo refem:las a algo como objeto suyo 'Y detenn:ift éste ~nediante Ias.?lismas, puedo suponer una de estas dos cosas: o bien los conceptosp' r ¡tnedio de los cuales efectuó esta determinación se rigen también por el objeto, entonces me encuentro, una vez más, con el mismo embarazo sobre la manera desabe~

, je él algo a priori o bien supongo que los objetos o, lo que es lo mismo;laexperiencia~ ,única fuente de su conocimiento (en cuanto objetos dados), se rige por tales conceptos: ~ En este segundo caso veo en seguida una explicación más fácil, dado que la mism~ . experien~ia constituye un tipo de conocimü~nto que requier~ ~ntencl~~nto y.~s~~ pose~ unas reglas que yo debo suponer en mí ya antes de que los objetos me sean dados, yS decir, reglas a priori. Estas reglas se expresan en conceptos a priori a los ~anÍó,

r se-.E.onforman necesariamente-todos--las'-abjetos-de-la-experiencm y conlos que deben Leotícordar. Por lo que se refiere a los objetos que son meramente pensados porl~ !azón

y, además, como necesarios, pero que no pueden ser dados (al menos tal como la razón los piensa) en la experiencia, digamos que las tentativas p!:lIa pen~íir1os (p",:!~~,~esde. luego, tiene que ser posible pensarlos) proporcionarán una magnífica piedr8: de.toque.de lo que consideramos el nuevo método del pensamiento, a saber, que sólo conocemos a priori de las cosas lo que nosotros mismos ponemos en ellas 1". .

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---",-_ .. ,

COMENTARIO DE TEXTO DE 2º DICIÓN DE LA "CRITICA DE LA RAZÓN PURA"

787}.

@RÉsu-~, - --_.---

VARTE: METAFÍSICA y rlENCIA.)

"La crítica de la razón pura" pertenece a una trilogía de crítica~ de la razón inauguradas por Kant para investigar el alcance, la validez y los límites del conocimiento humano.

Históricamente , los conceptos ,apriorístico s metafísicos(Dios, el alma en el dualismo ontológico platónico ó su concepción de la Idea de Bien en su jerarquía del mundo de las ideas trascendente) son abstractas y están desconectadas de la experiencia se~ible que es la base de la investigación metodológica objetiva de la Ciencia. -

Kant se plantea en el texto cúal es el límite de la razón pura ,descubre que es la experiencia sensible( como le había influido Hume despertándolo del sueño dogmático de la razón) ; pero también hay unas estructuras apriorísticas en la mente al pensar los objetos que son necesarias para que exista un conocimiento global de los objetos sensibles.

y Inmanuel Kant cree que la metafísica no se puede convertir en ciencia objetiva al estilo de las ciencias ( Física ó Matemáticas) , porque maneja conceptos que están más allá de la experiencia sensible.

, \

~ ~RIENCIA y OONOCIMIENTO A). R RI -- ..

Kant se plantea un cambio de método de investigación filosófica ·para la Metafisica, que sea parecido al de las matemáticas y la ciencia natural física con Galileo ( que afirmaba."El gran libro de la Naturaleza~n . caracteres matemáticos") y Newton . ./' ~ Supone una revolución astronómicá que implica que es el Sol el centro de las esferas celestes ; y que, .para lograr un· conocimiento a priori de los objetos, un conocimiento que anticipa algo del objeto antes de que nos sea dado; entonces hay que suponer que -son los objetos los que . ~'. deben conformarse a nuestro conocimiento ( al revés del hilemorfismo aristotélico, donde .elconocimierit~ de los entes se conforma a los objetos ,no al sujeto); aunque también se necesita el' concurso de la experiencia como afirmaba el empirista Hume.

Así se logra una síntesis entre el racionalismo subjetivo y el empirismo objetivo a través de juicios sintéticos -apriorístico s de la razón que necesitan el concurso de la:". experiencia ~ pero con estructuras aprioris de,. . conocimiento.

XPLICACIÓN 'DE :LAS IDEAS: .

ONCEPTO: METAFÍSICA Y CIENCIA·

Kant intenta resolver un problema metodológico que está en la base de la incapacidaq. de la Metafísica de convertirse en ciencia .

NOCIONES:

-METAFÍSICA Y CIENCIA

-EXPERIENCIA Y CONOCIMIENTO A PRIORI

NOCIÓN:

EXPERIENCIA Y CONOCIMIENTO A PRIORI

A. Kant ante el racionalismo y empirismo

Toda la doctrina kantiana del conocimiento se fundamenta en la distinción

de dos facultades o fuentes de conocimiento: la sensibilidad y el

entendimiento. Qué en el hombre existen estas dos fuentes de

conocimiento y que poseen características distintas y opuestas entre sí es

una afirmación que Kant nunca abandonó y que siempre consideró

fundamental. La sensibilidad es pasiva, se limita a recibir impresiones

provenientes del exterior (colores, sonidos, etc.; en términos generales, lo

que Locke denominaba «ideas simples» y Hume denominaba «impresiones

de sensación»); el entendimiento, por el contrario, es activo. Tal actividad (que

Kant llama a menudo «espontaneidad») consiste primordialmente en que el

entendimiento produce espontáneamente ciertos conceptos e ideas sin

derivarlos de la experiencia. Conceptos de este tipo —no derivados de la

experiencia— son, por ejemplo, los de «sustancia», «causa», «necesidad»,

«existencia», etc.

Esta distinción entre sensibilidad y entendimiento (y la consiguiente

afirmación de que éste produce espontáneamente ciertos conceptos) puede

utilizarse para fundamentar filosofías muy distintas. Veámoslo.

a) En primer lugar, la distinción mencionada puede tomarse como

fundamento de una doctrina racionalista. Kant fue, en efecto, en sus

principios un filósofo racionalista. Puesto que el entendimiento produce

espontáneamente ciertos conceptos sin derivarlos de la experiencia, el

entendimiento podrá conocer la realidad construyendo un sistema a partir de

estos conceptos, sin necesidad de recurrir a la experiencia. Ésta es la idea

central del racionalismo, como expusimos en el capitulo octavo. Tomemos los

conceptos arriba señalados (sustancia, causa, existencia, necesidad) que,

según Kant, no derivan de la experiencia: combinándolas adecuadamente

en ciertos razonamientos, podríamos llegar a afirmar la existencia de un ser

necesario (es decir, que no puede no existir, Dios) y podríamos concebirlo

como sustancia y causa primera.

b) Pero impresionado por la filosofía de Hume, Kant terminó por

abandonar el racionalismo (Kant decía que Hume le había despertado del

«sueño dogmatico» en que estaba sumido: así llamaba en esta ocasión al

racionalismo). Bajo la influencia de Hume, Kant llegó a la conclusión de que

nuestro conocimiento no puede pretender extenderse más allá de la

experiencia. ¿Qué ocurre, entonces, con aquellos conceptos que no

proceden de la experiencia, que el entendimiento produce espontáneamente?

La contestación de Kant será la siguiente: es cierto que existen en el

entendimiento conceptos que no proceden de la experiencia (entre otros, los

que hemos indicado anteriormente), pero tales conceptos tienen aplicación

exclusivamente en el ámbito de la experiencia. Tomemos, por ejemplo, el

concepto de «sustancia» y recordemos lo que decíamos al exponer el

pensamiento de Locke (véase: capítulo noveno, I, 1). Aunque por medio de

los sentidos solamente percibimos figuras, colores, olores, etc., todo el

mundo habla de que ve, toca, huele una rosa. ¿Qué es la rosa, aparte del

conjunto de sensaciones que percibimos? Locke pensaba que es un sustrato

o soporte de esas cualidades, real pero incognoscible.

Según Kant, '<sustancia» es primordialmente un concepto del entendimiento,

un concepto que el entendimiento posee y utiliza para unificar los datos

sensibles: si no poseyéramos el concepto de sustancia y no Io aplicáramos al

conjunto de las sensaciones en cuestión, no podríamos formular

proposiciones como «la rosa es roja» o «la rosa es olorosa», etc., ya que en

todas estas proposiciones concebimos a la rosa como sustancia, y al color,

olor, etc., como propiedades suyas.

Prescíndase del concepto de sustancia y no podremos hablar acerca de

las cosas, ya que siempre que formulamos un juicio con un sujeto y un

predicado («los gatos son mamíferos», «los cuerpos son pesados», etcétera)

concebimos al sujeto como sustancia y a los predicados como propiedades o

accidentes de aquélla.

Bajo la influencia de Hume llegó Kant, por tanto, a las siguientes

conclusiones acerca de los conceptos que el entendimiento posee sin

derivar de la experiencia: 1º) que el entendimiento los utiliza para conocer

los objetos de la experiencia, para ordenarlos y unificarlos, y 2º) que no

pueden ser legítimamente utilizados para referirse a algo de lo cual no

tenemos experiencia sensible. El concepto de «sustancia” que nos es

imprescindible para unificar un conjunto de cualidades sensibles (colores,

etc.) no tiene sentido aplicado, por ejemplo, a Dios, del cual no tenemos

experiencia sensible.

Obsérvese, por lo demás, la diferencia fundamental existente entre Kant y

el empirismo: la tesis fundamental del empirismo es que todos nuestros

conceptos provienen de la experiencia; Kant no comparte esta afirmación ya

que, a su juicio, el entendimiento posee conceptos que no provienen de la

experiencia, aunque solamente tengan aplicación válida dentro de ésta.

-------------------------------------------------

“ Si bien todo nuestro conocimiento comienza en la experiencia, no

todo él proviene de la experiencia”

-------------------------------------------------------------------------------------------------

NOCIÓN:

METAFÍSICA Y CIENCIA

Las matemáticas y la física pueden formular juicios sintéticos a priori y, por ello,

alcanzar un conocimiento universal y necesario, un conocimiento científico.

¿Puede la metafísica formular tales tipos de juicios sintéticos a priori, y llegar a

ser, por ello, una ciencia? En la dialéctica trascendental Kant, a la luz de los

resultados obtenidos, analizará esta cuestión, estudiando las características de

la razón que, en su actividad pura, es la que pretende alcanzar tal conocimiento

La Filosofía Trascendental de Kant significó un “giro copernicano” para la

metafísica. Su posición frente a la metafísica es paradigmática. Le atribuye ser

un discurso de “palabras huecas” sin contenido real, la acusa de representar

“las alucinaciones de un vidente”, pero por otra parte recoge de ella la

exigencia de universalidad. Kant se propuso fundamentar una metafísica “que

pueda presentarse como ciencia”. Para ello examinó primero la posibilidad

misma de la metafísica. Para Kant las cuestiones últimas y las estructuras

generales de la realidad están ligadas a la pregunta por el sujeto. A partir de

este presupuesto dedujo que hay que estudiar y juzgar aquello que puede ser

conocido por nosotros. A través de su criticismo se diferenció explícitamente de

las posiciones filosóficas que tienen como objeto la pregunta sobre qué es el

conocimiento. Se alejó así de las tendencias filosóficas imperantes, tales como

el empirismo, el racionalismo y el escepticismo. También a través del criticismo

marcó distancia del dogmatismo de la metafísica que -según Kant- se había

convertido en una serie de afirmaciones sobre temas que van más allá de la

experiencia humana. Intentó entonces llevar a cabo un análisis detallado de la

facultad humana de conocer, es decir, un examen crítico de la razón pura, de la

razón desvinculada de lo sensible (Crítica de la razón pura, 1781-87). Para ello

es decisivo el presupuesto epistemológico de Kant de que al ser humano la

realidad no se le presenta tal como es realmente (“en sí”), sino tal como se le

aparece debido a la estructura específica de su facultad de conocimiento.

Como el conocimiento científico también depende siempre de la experiencia, el

hombre no puede emitir juicios sobre cosas que no están dadas por las

sensaciones (tales como “Dios”, “alma”, “universo” “todo”, etc.) Por ello Kant

dedujo que la metafísica tradicional no es posible, porque el ser humano no

dispone de la facultad de formar un concepto basándose en la experiencia

sensible de lo espiritual, que es la única que permitiría la verificación de las

hipótesis metafísicas. Como el pensar no dispone de ningún conocimiento de la

realidad en este aspecto, estos asuntos siempre permanecerán en el ámbito de

lo especulativo-constructivo. Entonces, por principio, no es posible según Kant

decidir racionalmente sobre preguntas centrales tales como si Dios existe, si la

voluntad es libre o si el alma es inmortal. Las matemáticas y la física pueden

formular juicios sintéticos a priori y, por ello, alcanzar un conocimiento universal

y necesario, un conocimiento científico.

Las ideas trascendentales no nos ofrecen ningún conocimiento. Pero ello no

significa que Kant no les conceda valor. No tienen un uso cognoscitivo, pero sí

tienen un uso regulativo: unifican los conocimientos del entendimiento. En su

uso regulativo, las ideas trascendentales señalan, negativamente, los límites

que el conocimiento no puede traspasar. Y positivamente impulsan al ser

humano a seguir investigando, tratando de encontrar una mayor unificación y

coherencia entre todos sus conocimientos.

MATERIAL PARA LAS NOCIONES Y LOS TEMAS DE KANT

1

TEMAS:

-CRÍTICA A LA METAFÍSICA TRADICIONAL

-TEORÍA DEL CONOCIMIENTO

MATERIAL PARA LAS NOCIONES Y LOS TEMAS DE KANT

2

TEMA 1:

CRITICA A LA METAFÍSICA TRADICIONAL

Planteamiento kantiano del problema del conocimiento

La primera de las preguntas a las que ha de responder una crítica de la

razón es la pregunta: ¿qué puedo conocer? La respuesta a esta pregunta

implica señalar: 1) los principios desde los cuales es posible un

conocimiento científico de la naturaleza, y 2) los límites dentro de los cuales

es posible tal conocimiento. Esta tarea es llevada a cabo por Kant en su

obra Crítica de la razón pura. A ella dedicaremos este segundo apartado.

B. La posibilidad de la metafísica como ciencia y de las

condiciones del conocimiento científico

En la introducción a la Crítica de la razón pura, Kant se muestra

primordialmente interesado por el problema de la posibilidad de la me-

tafísica, es decir, por el problema de si es posible un conocimiento

científico riguroso acerca de Dios, de la libertad y de la inmortalidad del

alma. El interés de Kant en este problema es perfectamente comprensible

si tenemos en cuenta su propia evolución intelectual a que nos hemos

referido en el punto anterior. Kant, decíamos, fue en un principio

racionalista y estuvo firmemente convencido de que el entendimiento

puede rebasar las fronteras de la experiencia y alcanzar un conocimiento

auténtico acerca de realidades que están más allá de ella, tales como

Dios o el alma. La influencia de Hume, sin embargo, hizo que esta fe en

la posibilidad de la metafísica se tambaleara más tarde en la mente de

Kant.

Dos son, a juicio de Kant, las deficiencias que han caracterizado

tradicionalmente a la metafísica colocándola en una manifiesta situación de

inferioridad respecto de la ciencia (física, matemáticas): en primer lugar, la

ciencia progresa mientras que en metafísica se continúan debatiendo las

mismas cuestiones que debatían Platón y Aristóteles tantos siglos atrás

MATERIAL PARA LAS NOCIONES Y LOS TEMAS DE KANT

3

(existencia de Dios, inmortalidad del alma, etc.); en segundo lugar, los

científicos se ponen de acuerdo en sus teorías y conclusiones, mientras que

el más escandaloso desacuerdo reina entre los metafísicos. Urge, pues,

plantearse el problema de si es posible la metafísica como ciencia, de si la

metafísica puede ser construida como se construyen las ciencias

matemáticas y tísicas. De ser esto posible, piensa Kant, la metafísica podrá

superar el deplorable estado en que se ha encontrado durante todos los

siglos de su existencia, logrando el acuerdo y el progreso. Si esto no fuera

posible, piensa igualmente Kant, lo mejor será abandonar definitivamente la

ilusión de construir sistemas metafísicos con pretensiones de conocimiento

científico. Como puede observarse, el planteamiento no puede ser ni más

claro, ni más tajante.

El problema fundamental a resolver es, pues, el de si es posible la

metafísica como ciencia. La solución a este problema exige, sin em-

bargo, que nos planteemos una cuestión previa: ¿cómo es posible la

ciencia? Obviamente, sólo si hemos determinado las condiciones que

hacen posible la ciencia, podremos preguntarnos a continuación si la

metafísica se ajusta o no a estas condiciones. El planteamiento general

es simple y puede formularse así: la ciencia es posible bajo ciertas con-

diciones (supongamos las condiciones a, b, c y d); ¿puede la metafísica

ajustarse a esas condiciones?; si la respuesta es afirmativa, la metafísica

podrá adquirir el rango de ciencia; si, por el contrario, la respuesta es

negativa, la metafísica no podrá constituirse como ciencia y haremos bien

en abandonarla, como decíamos al final del párrafo anterior.

Acabamos de afirmar que el planteamiento general es simple. Sin

embargo, este planteamiento parecerá —y con razón— excesivamente

abstracto y general. Hablamos de investigar las condiciones que hacen

posible el conocimiento científico, pero ¿de qué condiciones se trata?, y

¿cómo investigar tales condiciones? Trataremos de concretar algo más

atendiendo a estas dos preguntas.

MATERIAL PARA LAS NOCIONES Y LOS TEMAS DE KANT

4

1º. ¿De qué condiciones se trata?

Para comprender el planteamiento kantiano hemos de distinguir dos tipos

de condiciones que Kant denomina, respectivamente, condiciones

empíricas y condiciones a priori. Esta terminología (la mayor parte de la

terminología kantiana) puede resultar extraña y difícil a primera vista, pero no

nos hemos de dejar asustar por las palabras, sino intentar esclarecer su

significado. Para ello comencemos con un ejemplo.

Como es obvio, el que podamos ver algo depende de un sinnúmero de

condiciones. Depende, en primer lugar, de que nuestra vista sea

suficientemente aguda y el objeto no se encuentre excesivamente lejos o

sea excesivamente pequeño. Estas condiciones son particulares y

meramente fácticas: en efecto, un individuo puede tener una agudeza visual

suficiente para percibir un objeto que otro individuo es incapaz de percibir

por padecer miopía, por ejemplo; más aún, inclusive cuando se tratara de

distancias o tamaños tales que ningún individuo humano pueda de hecho

percibir, siempre cabría inventar instrumentos suficientemente poderosos

(telescopios o microscopios) que permitieran su percepción. Este tipo de

condiciones —particulares y fácticas, de hecho y por tanto, que pueden ser

alteradas— se denominan condiciones empíricas.

MATERIAL PARA LAS NOCIONES Y LOS TEMAS DE KANT

5

Pero existen otro tipo de condiciones que son generales y necesarias, de

un tipo totalmente distinto. En el caso y ejemplo de la visión, una condición

para ver algo es que nuestra percepción esté localizada en un lugar del

espacio y en un momento del tiempo. Trate el lector de imaginar la siguiente

escena. Un individuo se nos acerca y nos dice que ha visto algo; le

preguntamos ¿dónde? y nos contesta que en ninguna parte; le preguntamos

¿cuándo? y nos contesta que en ningún momento. Tal vez se trata de un

loco o de un bromista. En cualquier caso, estamos seguros de que el

individuo en cuestión no ha visto algo. Espacio y tiempo son condiciones de

nuestra percepción, pero son un tipo de condiciones completamente

distintas de las que señalábamos en el párrafo anterior: no son particulares

(no afectan a la visión de este objeto o de este individuo en particular), sino

generales (afectan a la visión como tal y, por tanto, a todo individuo); no son

puramente fácticas (no pueden ser alteradas), sino estrictamente necesarias

(no pueden no darse). A este tipo de condiciones denomina Kant

condiciones a priori.

Las condiciones a priori son, pues, universales y necesarias. A estas

dos características hay que añadir una tercera que define su naturaleza: que

son previas a la experiencia. Esto último quiere decir que no provienen de

la experiencia, sino que condicionan a ésta. Son condiciones que pertenecen

a la estructura del sujeto. En el ejemplo anteriormente utilizado, todo sujeto

que percibe por medio de sentidos, percibe necesariamente en un lugar del

espacio y en un momento del tiempo, y si no, no percibe. Así de tajantes son

las cosas, según Kant. Digamos, para concluir, que las condiciones a priori

—universales y' necesarias— hacen posible la experiencia siendo

previas a la mismas. En tanto que hacen posible la experiencia y el

conocimiento, estas condiciones a Priori son denominadas por Kant

condiciones transcendentales.

MATERIAL PARA LAS NOCIONES Y LOS TEMAS DE KANT

6

2º. ¿Cómo investigar las condiciones que hacen posible el conoci-

miento científico?

Pasemos ahora a esta pregunta, la segunda de las que nos formulá-

bamos anteriormente. Una vez que sabemos de qué condiciones se

trata, intentemos precisar cómo es posible averiguarlas.

Preguntar por las condiciones que hacen posible el conocimiento

científico es formular una pregunta a primera vista excesivamente gene-

ral. Sin embargo, es posible concretarla si tenernos en cuenta que una

ciencia es un conjunto de juicios o proposiciones . Si alguien tuviera

ganas y paciencia, podría tomar un tratado de física y convertirlo en una

lista de proposiciones («los atemos constan de tales partículas», «la

partícula X tiene tales características», etc.). (Evidentemente, las propo-

siciones o juicios científicos no aparecen formulados aisladamente, sino

concatenados entre sí formando razonamientos. Pero es sabido que los

razonamientos se componen de juicios y, por tanto, pueden ser des-

compuestos en éstos.)

El hecho de que una ciencia es un conjunto de juicios hizo pensar a

Kant que el problema ¿cuáles son las condiciones que hacen posible la

MATERIAL PARA LAS NOCIONES Y LOS TEMAS DE KANT

7

ciencia? podía concretarse de la siguiente manera: ¿cuáles son las con-

diciones que hacen posibles los juicios de la ciencia? No es, pues,

necesario recorrer todos y cada uno de los tratados científicos para

buscar las condiciones que hacen posible la ciencia. Bastará, piensa

Kant, con observar cuidadosamente qué tipo de juicios utiliza la ciencia

e investigar las condiciones que los hacen posibles.

Antes de seguir adelante, resumamos brevemente el planteamiento

kantiano según lo que llevamos expuesto:

— El problema central que Kant se plantea en la Crítica de la

razón pura es si es posible la metafísica como ciencia.

— Previamente a esta pregunta, se ha de formular esta otra:

¿cómo es posible la ciencia?, es decir, ¿cuáles son las condiciones

transcendentales que hacen posible el conocimiento científico?

— Esta última pregunta, a su vez, puede concretarse así: ¿cómo

son posibles los juicios de la ciencia?, es decir, ¿cuáles son las

condiciones transcendentales que hacen posibles tales juicios?

C. Los juicios sintéticos a priori

Hablamos de los juicios de la ciencia, y aunque cada vez vamos

concretando más nuestro planteamiento, aún nos encontramos a un

nivel excesivamente general. En efecto, ¿qué tipo de juicios son los

característicos de la ciencia? (Kant siempre entiende por ciencia las ma-

temáticas y la física, tal como había sido formulada por Newton.) Se

hace necesario distinguir entre diversos tipos de juicios para aclarar

cuáles son los característicos de la ciencia. Veamos las distinciones y

clasificaciones kantianas de los juicios.

a) Juicios analíticos y juicios sintéticos.

Kant comienza estableciendo la distinción entre juicios analíticos y

juicios sintéticos, distinción que ya nos es conocida en parte a través de la

distinción que propusiera Leibniz entre «verdades de razón» y «verdades

de hecho«.

MATERIAL PARA LAS NOCIONES Y LOS TEMAS DE KANT

8

Un juicio es analítico, según Kant, cuando el predicado está com-

prendido en el sujeto (al menos, implícitamente) y, por tanto, basta con

analizar el sujeto para comprender que el predicado le conviene nece-

sariamente. «Un todo es mayor que sus partes» es un juicio analítico,

porque basta con analizar el concepto de un «todo» para hallar la verdad

del predicado. Estos juicios no nos clan información alguna o, como dice

Kant, no son extensivos, no amplían nuestro conocimiento: como es

obvio, a quien sepa lo que es un todo, este juicio no le enseña nada que

no supiera antes de formularlo.

Un juicio es sintético, por el contrario, cuando el predicado no está

contenido en la noción o concepto del sujeto. «Todos los nativos del

pueblo X miden más de 1,90» es un juicio sintético, ya que en la noción

del sujeto no entra, no está incluido el predicado: la noción del sujeto

incluye únicamente el dato de «haber nacido en el pueblo X», pero no

incluye ningún dato acerca de tamaño o estatura. Estos juicios si dan

información o, como dice Kant, son extensivos, amplían nuestro

conocimiento. A aquel que sabe o entiende qué significa, nacer en el

pueblo X» este juicio le enseña algo además, a saber, que tales

individuos son mayormente altos.

b) Juicios a priori y juicios a posteriori.

La clasificación anterior está hecha atendiendo a si el predicado está

incluido o no en la noción del sujeto. La clasificación de que nos ocu-

pamos ahora está hecha atendiendo a otro criterio, a saber, al modo

como es posible conocer la verdad de un juicio cualquiera. (Al estar

hechas sobre criterios distintos, ambas clasificaciones son distintas.

No se olvide.)

Juicios a priori son aquellos cuya verdad puede ser conocida inde-

pendientemente de la experiencia, ya que su fundamento no se halla

en ésta. «Un todo es mayor que sus partes» es, de acuerdo con esta

clasificación, un juicio a priori: conocemos su verdad sin necesidad de

andar comprobando y midiendo todos y partes. Juicios a posteriori son

aquellos cuya verdad es conocida a partir de la experiencia. De acuer-

do con esta clasificación, «todos los nativos del pueblo X miden más de

MATERIAL PARA LAS NOCIONES Y LOS TEMAS DE KANT

9

1,90» es a posteriori: no tenemos otro recurso que observar a tales

individuos, si queremos tener certeza de la verdad de este juicio.

Esta distinción permite diferenciar, en opinión de Kant, ciertas ca-

racterísticas importantes de uno y otro tipo de juicios. Los juicios a

priori son universales y necesarios: ninguna excepción es posible al

juicio «un todo es mayor que sus partes»; por el contrario, los juicios a

posteriori no son universales ni necesarios.

Esta última afirmación de Kant —que los juicios a posteriori no son

estrictamente universales ni necesarios— puede resultar a primera vista

desconcertante. ¿No hemos formulado nuestro ejemplo afirmando que

todos los nativos del pueblo X miden más de 1,90»? ¿No es un juicio

universal? Para comprender la afirmación kantiana hay que tener en

cuenta las dos siguientes observaciones: en segundo lugar, Kant

acepta la afirmación de Hume de que la experiencia no puede mostrar

ninguna conexión necesaria (recuérdese que en esto se basaba Hume

en su crítica a la idea de causa): la experiencia sólo nos muestra que las

cosas suceden así de hecho, pero no que tengan que suceder

necesariamente así. Apliquemos estos dos criterios al juicio que venimos

utilizando como ejemplo: la experiencia nos muestra que los nativos de la

supuesta población X miden de hecho más de 1,90, pero no nos muestra

conexión necesaria alguna entre «nacer en tal pueblo‖ y «tener tal

estatura»; no es contradictorio que en esa población nazca un enano

(como sería contradictorio que un todo fuera menor que sus partes).

Ningún juicio extraído de la experiencia es, pues, ni necesario ni universal

en sentido estricto. El «todo›, de nuestro juicio a posteriori expresa

simplemente que hasta ahora no se han producido excepciones, no que

sea imposible que las haya.

c) Los juicios sintéticos a priori.

Tenemos, pues una doble clasificación de los juicios. Hemos de señalar

que hasta el momento Kant no es excesivamente original. Su originalidad

comienza a partir de ahora y se pondrá de manifiesto al comparar sus

conclusiones con las de Hume.

Hume hubiera aceptado esta clasificación, considerándola coincidente con

MATERIAL PARA LAS NOCIONES Y LOS TEMAS DE KANT

10

la suya propia entre «relaciones de ideas» y ―juicios sobre hechos». Según

Hume, ambas clasificaciones coinciden y se superponen: de una parte, hay

juicios analíticos que son a priori (y, por tanto, estrictamente universales); de

otra parte están los juicios sintéticos que son a posteriori (y, por tanto,

contingentes y no estrictamente universales). Todo juicio analítico es a

priori, y viceversa; todo juicio sintético es a posteriori, y viceversa. Los

ejemplos que (intencionadamente) hemos utilizado parecen dar la razón a

Hume: «un todo es mayor que sus partes» es analítico (el predicado se halla

en el sujeto) y es a priori (sil verdad es asequible sin necesidad de recurrir a la

experiencia) y, por tanto, estrictamente universal y necesario (sin posibles

excepciones); por el contrario, dos nativos del pueblo X miden más de 1,90,, es

sintético (el predicado no está incluido en la noción del sujeto) y es a posteriori

(su verdad sólo puede ser conocida empíricamente), y, por tanto, no

estrictamente universal y contingente (no es imposible una excepción).

Según Hume, el cuadro de los juicios es el siguiente:

Analíticos…………(relaciones de ideas)……………………...a priori(universal y

n necesario)

Sintéticos…………….. (Juicio de hecho)…………………….a posteriori (no

u universal no estrictamente contingente)

.Kant, sin embargo, tiene otra historia que contar. Tomemos el siguiente juicio:

«la recta es la distancia más corta entre dos puntos». ¿Se trata de un juicio

analítico? Ciertamente, no —piensa Kant—, ya que el predicado no está

contenido en la noción del sujeto: en el concepto de línea recta, en la noción de

ésta, no entra para nada idea alguna de distancias. Es, por tanto, sintético.

Sigamos atendiendo cuidadosamente. ¿Es a posteriori? Tampoco, piensa Kant,

ya que: a) nos consta de su verdad sin necesidad de andar midiendo distancias

entre dos puntos (sin necesidad de recurrir a ninguna experiencia comprobatoria,

y b) es estrictamente universal y necesario (carece de posibles excepciones).

Es, por tanto, a priori. Contrariamente a Hume, Kant admite que hay juicios

sintéticos a priori.

MATERIAL PARA LAS NOCIONES Y LOS TEMAS DE KANT

11

Según Kant, el cuadro de los juicios es el siguiente:

Analítico……..(Un todo es mayor que sus partes)………… a priori

(universal. Necesario)

Sintético…… (Los nativos X miden más de 1.70)……….a posteriori (no

universal. No estrictamente necesario y contingente

Hay, pues, según Kant, juicios sintéticos a -priori: por ser sintéticos, son

extensivos, es decir, nos dan información, ;invitan nuestro conocimiento

acerca de aquello a que se refieren; por ser a priori, son universales y

necesarios y el conocimiento de su verdad no procede de la experiencia.

Más aún, los principales fundamentales de la ciencia (matemática y física)

son de este tipo.

El ejemplo que hemos utilizado anteriormente (la línea recta es la

distancia más corta entre dos puntos›,) es un juicio de las matemáticas, de

la geometría. También en la física existen juicios sintéticos a priori. Un

ejemplo de este tipo de juicios es, según Kant, el principio de causalidad:

―todo lo que comienza a existir tiene causa». En opinión de Kant, no se

trata de un juicio analítico: en la idea de «algo que comienza a existir, no

está incluida la idea de «tener una causa». Es, por tanto, sintético. Pero es

a la vez estrictamente universal y necesario y, por tanto, a priori. En este

caso, Kant se aleja también de Hume.

Para Hume, el juicio, ―todo lo que comienza a existir tiene causa», es a

posteriori, contingente y no estrictamente universal: proviene de la experiencia,

es una generalización resultante de que hemos observado repetidas veces la

sucesión constante de dos fenómenos; ahora bien, como la experiencia

muestra conexiones necesarias como la experiencia muestra solamente

que las cosas suceden de hecho así y no que tengan que suceder

necesariamente así, tal juicio no es estrictamente universal ni necesario,

sino contingente. Ciertamente, señala Hume, hasta ahora la

experiencia no nos ha mostrado nunca algo que comience a existir sin

causa, pero esto no implica que sea lógicamente imposible: lógicamente

MATERIAL PARA LAS NOCIONES Y LOS TEMAS DE KANT

12

imposible sería que algo existiera y no existiera a la vez, que comenzara y

no comenzara a existir (se violaría el principio de contradicción), pero no que

algo comience a existir sin causa. Si esto sucediera —piensa Hume— nos

extrañaría sobremanera, porque estamos habituados a lo contrario; sin

embargo, podemos concebirlo como Posible sin incurrir en contradicción.

La argumentación de Hurne a favor de que el principio de

causalidad es sintético a posteriori (contingente y no estrictamente

universal) es una argumentación poderosa. ¿Qué tiene Kant que oponer a

esta argumentación? Según Kant, Hume fue víctima de un error al

confundir las leyes particulares causales con el principio general de

causalidad. Tomemos una ley causal cualquiera, por ejemplo, 'los cuerpos

son dilatados por el calor». Probablemente Kant no tendría inconveniente

en reconocer que se trata de un juicio sintético a posteriori. El razonamien-

to anteriormente expuesto de Hume es perfectamente aplicable a este

juicio: la experiencia nos muestra que, de hecho, los cuerpos son dilatados

por el calor, pero no que necesariamente tenga que ser así; es

perfectamente concebible sin contradicción que un cuerpo se contraiga en

vez de dilatarse. Es, pues, un juicio a posteriori, basado en la experiencia, y

como tal, ni estrictamente universal ni necesario. Puestos a suponer,

supongamos que un buen día un cuerpo se contrae en tales circunstancias

en vez de dilatarse. ¿Significaría esto una excepción al principio general de

causalidad? No, piensa Kant. Significaría una excepción a esa ley

particular, pero no al principio de causalidad. Tal contracción no dejará por

eso de tener una causa. El principio de causalidad es una ley universal y

necesaria, una ley que el entendimiento aplica necesaria y

universalmente a todos los fenómenos de la experiencia.

Su primase esa ley y el mundo de la experiencia se tornará imposible.

Antes de seguir adelante, resumamos brevemente la teoría kantiana de

los juicios:

a) Además de los juicios analíticos (que siempre son a priori) y de los

juicios sintéticos a posteriori, existen juicios sintéticos a priori.

b) Estos juicios son extensivos (por ser sintéticos) y son también

estrictamente universales y necesarios (por ser a priori).

MATERIAL PARA LAS NOCIONES Y LOS TEMAS DE KANT

13

c) Puesto que son a priori, su validez se establece y es conocida

independientemente de la experiencia.

d) Las ciencias —matemáticas y físicas— poseen juicios sintéticos a

priori. Más aún: los principios fundamentales de las ciencias son

sintéticos a priori.

e) Por tanto, la pregunta: ¿cuáles son las condiciones que hacen posibles

los juicios de la ciencia?, equivale a esta otra: ¿cuáles son las condiciones

(trascendentales) que hacen posibles los juicios sintéticos a priori?

MATERIAL PARA LAS NOCIONES Y LOS TEMAS DE KANT

14

Para Kant la existencia de la metafísica (como ciencia) depende de ciertas

exigencias que son las que hacen de un conocimiento una ciencia. En

primer lugar debe tener un método que sirva como criterio o camino para

alcanzar la verdad. En segundo lugar, para Kant, toda ciencia debe de

ampliar el conocimiento, de manera que donde no existe la posibilidad de

los juicios sintéticos a priori, no hay verdadero conocimiento, de modo que

la metafísica no es posible como ciencia, para serlo necesita poseer ―juicios

sintéticos a priori‖. En tercer lugar, debe de ser un conocimiento universal,

donde todos participen de su consenso, sin que se tenga dudas o

diferencias de sus principios y presupuestos. En cuarto lugar, todo

conocimiento verdadero debe ser objeto de una experiencia sensible. La

metafísica no cumple con ninguno de estos requisitos, ya que está

cimentada sobre juicios analíticos, que son necesarios, pero no aportan

nada nuevo al conocimiento, sus presupuestos no tienen una aceptación

universal debido a que se contradicen y se cuestionan entre sí, y por ultimo

todos los postulados o asuntos metafísicos, no se pueden experimentar

empíricamente, de modo que no pueden ser objeto de la experiencia

humana. En efecto, para Kant, la metafísica no reúne los requisitos

necesarios para constituirse en una ciencia.

MATERIAL PARA LAS NOCIONES Y LOS TEMAS DE KANT

15

TEMA 2:

TEORÍA DEL CONOCIMIENTO

4.2. LA DOCTRINA DEL CONOCIMIENTO EN LA CRÍTICA DE LA

RAZÓN PURA

En la Crítica de la razón pura podemos considerar tres partes, que Kant

denomina, respectivamente, estética trascendental, analítica trascendental y

dialéctica trascendental. Como en los restantes casos, también en éste la

terminología resulta peculiar. Estas tres partes corresponden a las tres

facultades que Kant distingue en el hombre: sensibilidad, entendimiento

y razón. (Propiamente hablando —y corno señalábamos anteriormente—,

solamente existen dos facultades de conocimiento, que son la sensibilidad y

el entendimiento, pero dentro de éste distingue Kant dos tipos de actividad

intelectual que el hombre realiza: el hombre, en efecto, formula juicios; juzga,

pero además enlaza unos juicios con otros formando razonamientos, razona.

A la capacidad de juzgar le reserva Kant el nombre de entendimiento y a la

facultad de razonar le reserva el nombre de razón.) Estas tres partes se

corresponden también con los tres tipos de conocimiento, cuyo estudio

interesa fundamentalmente a Kant: el conocimiento matemático, el co-

nocimiento físico y el conocimiento metafísico. El plan en estas tres partes

es, pues, el siguiente:

1 En la estética trascendental estudia Kant las condiciones sensibles del

conocimiento, a la vez que muestra cuáles son las condiciones que hacen

posible que en las matemáticas existan juicios sintéticos a priori.

2. En la analítica trascendental estudia Kant el entendimiento, a la vez

que muestra cuáles son las condiciones que hacen posible que haya

juicios sintéticos a priori en la física.

3. En la dialéctica trascendental Kant estudia la razón, a la vez que se

MATERIAL PARA LAS NOCIONES Y LOS TEMAS DE KANT

16

ocupa del problema de la posibilidad o imposibilidad de la metafísica, es

decir, de si la metafísica satisface las condiciones que hacen posible la

formulación de juicios sintéticos á priori.

A. LA ESTÉTICA TRASCENDENTAL

a) Las condiciones sensibles del conocimiento.

La explicación que Kant ofrece del conocimiento en la estética tras-

cendental ha sido ya adelantada páginas atrás, cuando intentábamos

explicar qué entiende Kant por condiciones «trascendentales». Utilizando

como ejemplo la visión, señalábamos que ésta depende de ciertas

condiciones particulares y empíricas (como la agudeza visual o el tamaño de

los objetos), pero que también —y esto es lo verdaderamente importante

para Kant— depende de dos condiciones absolutamente generales y

necesarias, el espacio y el tiempo. No se puede ver algo, decíamos, sin verlo

en un lugar del espacio y en un momento del tiempo. Para comprender la

teoría kantiana de la sensibilidad basta con generalizar este ejemplo: espacio

y tiempo son condiciones generales y necesarias —trascendentales— no

MATERIAL PARA LAS NOCIONES Y LOS TEMAS DE KANT

17

solamente de la visión, sino de la sensibilidad. Para expresarlo, Kant

denomina al espacio y al tiempo «formas a priori de la sensibilidad, y

también «intuiciones puras». Trataremos de aclarar el significado de ambas

expresiones.

1º. Espacio y tiempo, formas a priori de la sensibilidad.

- Formas. Que el espacio y el tiempo son formas significa que no son

impresiones sensibles particulares (colores, sonidos, etc.), sino la forma o el

modo como percibimos todas las impresiones particulares: los colores, los

sonidos, etc., son percibidos en el espacio y en el tiempo.

- A priori. El término «a priori» lo hemos encontrado ya al ocuparnos de

los juicios: un juicio es a priori —hemos visto— cuando su conocimiento y

su validez son independientes de la experiencia. En general, a priori

significa para Kant aquello que no procede de la experiencia: el espacio y

el tiempo no proceden de la experiencia, sino que la preceden, como

condiciones para que ésta sea posible.

- De la sensibilidad. Es decir, del conocimiento sensible. Kant

distingue entre sensibilidad externa (lo que Locke denominaba

―sensación‖) y sensibilidad interna (lo que Locke denominaba ―reflexión‖).

La sensibilidad externa está sometida a ambas formas de espacio y

tiempo (colores, sonidos, etc., se perciben en el espacio y en el tiempo).

La sensibilidad interna está solamente sometida a la forma del tiempo

(nuestras vivencias, imaginaciones, recuerdos, etc., se suceden unas a

otras en el tiempo.

2º. Espacio y tiempo, intuiciones puras.

- Intuiciones. Al afirmar que espacio y tiempo son intuiciones, Kant

pretende subrayar que no son conceptos del entendimiento. En efecto,

Kant piensa –siguiendo ciertas nociones bien conocidas de la lógica

tradicional- que los conceptos se caracterizan porque pueden ser

aplicados a una multiplicidad de individuos (el concepto ―hombre‖ es

aplicable a todos los individuos humanos, a todos los miembros de la

especie humana). Sin embargo, el espacio y el tiempo son únicos, no hay

más que un espacio y un tiempo. No hay una pluralidad de espacios y

MATERIAL PARA LAS NOCIONES Y LOS TEMAS DE KANT

18

tiempos (como hay una pluralidad de hombres), sino partes de un espacio

único e intervalos de un tiempo único que fluye sin cesar. Hay, además,

una segunda razón para negar que espacio y tiempo sean conceptos

extraídos de la experiencia. El concepto ―hombre‖ es el resultado de la

abstracción de ciertos rasgos a partir de la observación empírica de

diversos individuos humanos. El concepto ―hombre‖ se forma con

posterioridad a la experiencia. Éste no puede ser el caso del espacio y el

tiempo, ya que son condiciones de toda experiencia, y, por tanto,

anteriores a ella (a priori, trascendentales).

- Puras. El término ―puro‖ significa en Kant vacío de contenido empírico.

El espacio y el tiempo son como dos coordenadas vacías en las cuales se

ordenan las impresiones sensibles (colores, sonidos, etc.).

b) Los juicios sintéticos a priori en matemáticas.

Además de exponer las condiciones sensibles del conocimiento,

Kant se ocupa en la estética trascendental –como dijimos- del

conocimiento matemático. A primera vista puede parecer extraño que

Kant se ocupe de las matemáticas al tratar de las condiciones sensibles

del conocimiento: las matemáticas, desde luego, no se hacen con los

sentidos, sino con el entendimiento. Si Kant se ocupa de las matemáticas

en este momento es porque piensa que la posibilidad de los juicios

sintéticos a priori en matemáticas depende precisamente de que el

espacio y el tiempo son intuiciones puras.

MATERIAL PARA LAS NOCIONES Y LOS TEMAS DE KANT

19

El razonamiento de Kant al respecto puede resumirse del siguiente

modo:

- La geometría y la aritmética se ocupan, respectivamente, del

espacio y del tiempo. Que la geometría se ocupa de determinar las

propiedades del espacio no parece, en principio, difícil de admitir.

Que la aritmética tenga que ver con el tiempo resulta, sin embargo,

una afirmación realmente extraña. Y, sin embargo, así es según

Kant: la aritmética se ocupa de la serie numérica (1, 2, 3…,n) y

ésta, a su vez, se basa en la sucesión temporal (el 2 antes que el 3

y después del 1, etc.). El tiempo es, según Kant, el fundamento

último de la aritmética.

Las matemáticas pueden formular juicios sintéticos a priori porque el

espacio y el tiempo son intuiciones puras, a priori:

a) Las matemáticas formulan juicios acerca del espacio y el

tiempo: ahora bien, el espacio y el tiempo son condiciones

previas, independientes de toda experiencia particular; luego los

juicios de las matemáticas son independientes de toda

experiencia particular (es decir, a priori).

b) Las matemáticas formulan juicios acerca del espacio y el

tiempo; ahora bien, todos los objetos de nuestra experiencia se

dan en el espacio y el tiempo; luego, en todos los objetos de

nuestra experiencia se cumplirán necesariamente los juicios de

las matemáticas (es decir, éstos son estrictamente universales

y necesarios, sin excepción posible).

MATERIAL PARA LAS NOCIONES Y LOS TEMAS DE KANT

20

B. LA ANALÍTICA TRASCENDENTAL: la espontaneidad del

entendimiento.

a) El conocimiento intelectual: Las condiciones intelectuales del

conocimiento.

La sensibilidad nos sitúa frente a una multiplicidad de fenómenos,

frente a una multiplicidad de impresiones en el espacio y el tiempo. Ahora

bien, percibir tal multiplicidad de fenómenos (colores, formas, sonidos,

etc.) no es, sin más, comprenderlos. Si el percibir es la función propia de

la sensibilidad, el comprender lo percibido es la función propia del

entendimiento. De ella se ocupa Kant en la analítica trascendental a

través de un conjunto de análisis complicados. Ofreceremos un

esquemático resumen de su doctrina a través de los puntos siguientes:

1º. La función de comprender o entender se realiza mediante con-

ceptos.

Supongamos que estamos viendo cualquier objeto que nos es familiar,

una casa, por ejemplo. Nuestros sentidos nos ofrecen ciertas impresiones

sensibles (colores, formas, etc.) aquí y ahora. Si alguien nos pregunta qué

MATERIAL PARA LAS NOCIONES Y LOS TEMAS DE KANT

21

estamos viendo, diremos que vemos una casa. El concepto de casa

constituye, pues, la clave que nos permite comprender e interpretar esas

percepciones sensibles. Supongamos ahora que, por el contrario, se

presenta ante nuestros ojos algo extraño que en nada se parece a cuánto

hemos visto en nuestra vida. Percibiremos también, como en el caso anterior,

impresiones sensibles (colores, formas, etc.) aquí y ahora. Si alguien nos

pregunta qué estamos viendo, no podremos contestar: nos falta un

concepto en que encajar esas impresiones sensibles.

Estos dos ejemplos nos muestran cómo nuestro conocimiento incluye

conceptos además de percepciones sensibles. No muestra, además, que

comprender los fenómenos es poder referirlos a un concepto: esto es una casa,

esto es un árbol, etc. Cuando no podemos referir las impresiones sensibles a un

concepto, nuestra comprensión de aquéllas queda bloqueada, resulta

imposible. Obsérvese, en fin, que esta actividad de referir los fenómenos a los

conceptos se realiza siempre a través de un juicio: esto es una casa, esto es un

perro (o bien, un perro es un mamífero, etc.). El entendimiento puede ser

considerado, pues, como la facultad de los conceptos o bien como la facultad

de los juicios, la facultad de juzgar, como decíamos anteriormente. Ambas

caracterizaciones se implican mutuamente.

2.º Es necesario distinguir dos tipos de conceptos totalmente distintos,

los conceptos empíricos y los conceptos puros o categorías.

Los conceptos empíricos son aquellos que proceden de la experiencia (son

a posteriori, en la terminología kantiana). Los conceptos de ‹perro»

mamífero» son conceptos empíricos, extraídos de la experiencia a partir de la

observación de las semejanzas y rasgos comunes a ciertos individuos.

Aparte de los conceptos empíricos, el entendimiento posee, según Kant,

ciertos conceptos que no proceden de la experiencia y son, por tanto, a priori.

Recuérdese lo que decíamos más arriba: el entendimiento se caracteriza por

su espontaneidad, porque produce espontáneamente ciertos conceptos sin

derivados de la experiencia.

Más arriba citábamos cuatro de estos conceptos puros (sustancia, causa,

necesidad, existencia) y señalábamos cómo el entendimiento los aplica a las

impresiones sensibles, a los fenómenos para unificarlos y coordinarlos. Según

MATERIAL PARA LAS NOCIONES Y LOS TEMAS DE KANT

22

Kant, no son en realidad cuatro, sino doce, exactamente, los conceptos puros

o categorías del entendimiento. Tal vez cause extrañeza esta afirmación de

que los conceptos puros son precisamente doce.

Kant estaba completamente seguro de haber hallado cuántos y cuáles son

los conceptos puros o categorías porque los había descubierto , en su opinión,

por un procedimiento riguroso e infalible. La función fundamental del

entendimiento es formular juicios, unificar y coordinar los datos de la

experiencia sensible por medio de juicios. Pues bien, pensaba Kant, habrá

tantas maneras de unificar los datos de la experiencia, tantos conceptos puros

como formas posibles de juicio. Con esta idea en la mente, Kant recurrió a la

lógica y encontró que los juicios pueden ser: a) universales, particulares

singulares, atendiendo a la cantidad; b) afirmativos, negativos, definidos,

atendiendo a la cualidad; c) categóricos, hipotéticos y disyuntivos, atendiendo a

la relación, y (1) problemáticos, asertorios y apodícticos, atendiendo a la mo-

dalidad. Doce son, pues, las categorías o conceptos puros: unidad, pluralidad

y totalidad, que corresponden a los tres tipos de juicios atendiendo a la

cantidad; realidad, negación y limitación, que corresponden a los tres tipos

de juicios según la cualidad; sustancia, causa, comunidad, que corresponden

a los tres tipos de juicios atendiendo a la relación; posibilidad, existencia y

necesidad, que corresponden, en fin, a los tres tipos de juicios según la

modalidad.

Este descubrimiento de los conceptos puros —cuántos y cuáles son—

a partir de la clasificación de los juicios, es denominado por Kant »deducción

metafísica de las categorías».

Que las categorías o conceptos puros sean precisamente doce (y

precisamente estos doce) ha sido a menudo criticado por los comentaristas

de Kant. Lo más importante no es, sin embargo, este pleito, sino el papel que

desempeñan en la actividad intelectual.

MATERIAL PARA LAS NOCIONES Y LOS TEMAS DE KANT

23

3º. Los conceptos puros son condiciones trascendentales, necesa-

rias de nuestro conocimiento de los fenómenos.

Esto significa que el entendimiento no puede pensar los fenómenos si no

es aplicándoles estas categorías, y, por tanto, los fenómenos no pueden ser

pensados si no son pensados de acuerdo con las categorías.

Tornemos un juicio cualquiera. Sea el juicio todos los nativos del pueblo

X miden más de 1,90», juicio del que ya nos hemos servido ampliamente

con anterioridad. El conocimiento sensible nos ofrece una pluralidad de

figuras, formas, movimientos, colores, etc. El entendimiento, al formular

este juicio, coordina, unifica estas impresiones sensibles aplicando ciertas

categorías: puesto que es un juicio general (según su cantidad), el

entendimiento aplica la categoría de unidad: los individuos en cuestión

aparecen unificados como ―nativos del pueblo X»; puesto que es un juicio

afirmativo (según su cualidad), el entendimiento aplica la categoría de

realidad: la altura en cuestión es algo que realmente les pertenece; puesto

que es un juicio categórico (según la relación), el entendimiento aplica la

categoría de sustancia: los habitantes del tantas veces mencionado y

anónimo pueblo son concebidos como sustancias y su notable estatura es

concebida como una propiedad o accidente suyo; puesto que, en fin, es un

juicio asertórico (según su modalidad), el entendimiento aplica la

categoría de existencia: la estatura de los nativos del pueblo X está ahí, es

MATERIAL PARA LAS NOCIONES Y LOS TEMAS DE KANT

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un hecho que se impone a nuestra inspección y observación.

La exposición y justificación de la función que desempeñan las categorías en

el conocimiento es denominada por Kant »deducción trascendental de

las categorías».

Elimínese esta función unificadora del entendimiento, a través de las

Categorías y no quedará sino un conjunto de impresiones sensibles in

conexas, desarticuladas.

DEDUCCIÓN METAFÍSICA DE LAS CATEGORÍAS

PARTE DE LA "ANALÍTICA TRASCENDENTAL" QUE INVESTIGA CUÁNTAS Y CUALES SON

LAS CATEGORÍAS (LOS CONCEPTOS PUROS DEL ENTENDIMIENTO).

Kant creyó que hacer un juicio es categorizar o conceptualizar (en el juicio "la mesa de la habitación es negra" conceptualizamos la realidad a la que se refiere el sujeto –la mesa– como siendo o teniendo determinadas características –como siendo negra–) y que, por lo tanto, habrá tantas formas puras de categorizar o conceptualizar, como formas puras de juicios. Dado que existe una relación especial entre las categorías y los juicios, pensó Kant, podemos averiguar cuántos y cuáles son dichos conceptos puros utilizando como "hilo conductor" la investigación de los tipos de juicios. La lógica de su tiempo ya había hecho esta investigación y Kant acudió a ella para establecer la tabla de categorías.

TABLA DE LOSJUICIOS TABLA DE LASCATEGORÍAS

Según la cantidad

Universales "Todo A es B"

De la cantidad

Unidad

Particulares "Algún A es B"

Pluralidad

Singulares Totalidad

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"Este A es B"

Según la cualidad

Afirmativos "Es cierto que A es B"

De la cualidad

Realidad

Negativos "A no es B"

Negación

Infinitos "A es no B"

Limitación

Según la relación

Categóricos "A es B"

De la relación

Inherencia y Subsistencia (substancia y accidentes)

Hipotéticos "Si A es B, entonces es C"

Causalidad y Dependencia (causa y efecto)

Disyuntivos "A es B, o C, o D,....‖

Comunidad (acción recíproca entre el agente y el paciente)

Según la modalidad

Problemáticos "A puede ser B"

De la modalidad

Posibilidad-Imposibilidad

Asertóricos

"A de hecho es B" Existencia-No existencia

Apodícticos "A necesariamente es B"

Necesidad-Contingencia

Según Kant, la tercera Categoría de cada tríada surge de la

combinación de la segunda con la primera; así:

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La Totalidad es Pluralidad considerada como Unidad.

La Limitación es Realidad combinada con Negación.

_ .La Comunidad es la Causalidad de una Sustancia determinante de y deter-

minada por otra Sustancia.

La necesidad es la Existencia dada por la mera accesibilidad de la Existencia.

4º. Los conceptos puros o categorías son vacíos. Así como el

espacio y el tiempo han de llenarse con las impresiones sensibles, los con-

ceptos puros han de llenarse con los datos procedentes del conoci -

miento sensible.

Esto implica que las categorías solamente son fuente de conocimiento

aplicadas a los fenómenos (es decir, a las impresiones sensibles que se dan

en el espacio y el tiempo). Como decíamos en el apartado titulado «Kant ante

el racionalismo y el empirismo» al comienzo de este tema, las categorías no

tienen aplicación válida más allá de los fenómenos, no pueden aplicarse

válidamente a realidades que estén más allá de la experiencia.

Tomemos ahora el siguiente ejemplo: «todos los espíritus son bondadosos,

Desde el punto de vista de su estructura, este juicio es equiparable al que

MATERIAL PARA LAS NOCIONES Y LOS TEMAS DE KANT

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considerábamos anteriormente («todos los nativos del pueblo X miden más

de 1,90»): es universal, afirmativo, categórico y asertórico (o apodíctico); en él

se utilizan las categorías de unidad, realidad, sustancia y existencia (o

necesidad); entre ambos juicios existe, sin embargo, y a juicio de Kant, una

diferencia radical: en el primer caso las categorías se aplicaban a datos de la

experiencia, mientras que en el segundo caso se aplican a algo que no nos es

dado en la experiencia sensible. En el segundo caso, se trata de una aplicación

ilegítima de las categorías (ilegítima desde el punto de vista del conocimiento),

y, por tanto, no puede hablarse de conocimiento en sentido riguroso.

b) Los juicios sintéticos a priori en la física.

Ya dijimos que Kant se ocupa en la analítica transcendental de dos

cuestiones: del estudio del entendimiento (facultad de los conceptos, de los

juicios) y de la posibilidad de los juicios sintéticos a priori en la física. La

primera cuestión ya ha quedado expuesta en los párrafos precedentes y la

explicación kantiana de la misma puede resumirse en las dos siguientes

proposiciones: a) el entendimiento conoce aplicando los conceptos puros a los

fenómenos, a lo dado en la experiencia; b) las categorías o conceptos puros

solamente tienen validez cuando son aplicados a los fenómenos, a lo dado

en la experiencia. De la segunda cuestión nos ocuparemos brevemente.

Los principios fundamentales en que se basa la física son, según Kant,

juicios sintéticos a prior Más arriba explicar las distintas clases de

juicios— proponíamos como ejemplo de juicio sintético a priori el principio

de causalidad, principio que constituye una ley fundamental de nuestro

conocimiento de la naturaleza. Existen otros importantes principios relativos a

la naturaleza que, según Kant, son también de esta clase, pero

prescindiremos de ellos, ya que su caso es exactamente el mismo que el del

principio de causalidad. Tomemos, pues, a éste como ejemplo y veamos

cómo —siendo sintético— puede ser a priori.

I. ° El principio de causalidad está basado en la categoría de causa.

Ahora bien, la categoría de causa (como todas las categorías) es un

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concepto puro que no procede de la experiencia, sino que es previo a la

experiencia a la cual se aplica; luego, la validez del principio 1- causalidad

no depende de la experiencia sino que precede a ésta. Es, por tanto, a

priori.

2." Como hemos señalado anteriormente, los fenómenos solamente pueden

ser conocidos por el entendimiento si éste les aplica las categorías. Por tanto,

las categorías se aplican a todos los fenómenos que el entendimiento conoce;

luego, el principio de causalidad (basado en la categoría de causa) será

aplicable a todos los fenómenos que el entendimiento conoce (o puede

conocer). Es, por tanto, estrictamente universal y necesario.

c) El idealismo trascendental. Fenómeno y noúmeno.

Las categorías no son aplicables más allá de la experiencia, más allá de lo

dado en el espacio y en el tiempo. Lo dado, lo intuido, en el espacio y el

tiempo se denomina fenómeno (= lo que aparece o se muestra al sujeto).

Ahora bien, la idea misma de algo que aparece implica, correlativamente, la

idea de algo que no aparece, la idea de algo en sí. El objeto —en tanto que

aparece y es conocido— se denomina «fenómeno»; el correlato del objeto,

considerado al margen de su relación a la sensibilidad, lo denomina Kant

«cosa en sí», o bien «noúmeno» (en la medida en que es algo sólo

inteligible).

La distinción entre fenómeno y noúmeno es fundamental en el sistema

kantiano. Al tratar de esta cuestión en la Crítica de la razón pura, Kant

distingue dos sentidos del concepto de noúmeno; concepto negativo y

concepto positivo. Negativamente, «noúmeno significa una cosa en la medida

en que no puede ser reconocida por medio de la intuición sensible»;

positivamente, significa un «objeto que puede ser conocido por medio de la

intuición no sensible», por tanto, por medio de la intuición intelectual. Ahora

bien, puesto que carecemos de intuición intelectual y solamente poseemos

intuición sensible, nuestro conocimiento se halla limitado a los fenómenos y,

por consiguiente, el concepto de noúmeno queda como un concepto

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negativo, como límite de la experiencia, como límite de lo que puede ser

conocido. No hay conocimiento de las cosas en sí, de los noúmenos. El

acceso a las cosas en sí, no se halla en la razón teórica, sino en la razón

práctica, como veremos.

La distinción entre fenómeno y noúmeno permite comprender por qué

Kant denomina a su doctrina «idealismo trascendental». Esta for-

mación de idealismo consiste en la afirmación de que el espacio, el

tiempo y las categorías son condiciones de posibilidad de la experiencia,

de los fenómenos, y no propiedades o rasgos reales de todas las cosas de sí

mismas.

C. LA DIALÉCTICA TRASCENDENTAL

En la dialéctica trascendental se ocupa Kant de la posibilidad de la

metafísica, así como de la naturaleza y funcionamiento de la razón.

A) LA IMPOSIBILIDAD DE LA METAFÍSICA COMO CIENCIA.

La pregunta fundamental que —como señalábamos al principio—

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preocupaba profundamente a Kant: ¿es posible la metafísica como ciencia?,

es contestada negativamente en la dialéctica trascendental. La metafísica —

entendida como un conjunto de proposiciones o juicios acerca de realidades

que están más allá de la experiencia— es imposible, ya que las categorías

sólo pueden usarse legítimamente en su aplicación a los fenómenos, a lo

dado en la experiencia.

La aplicación de las categorías más allá de la experiencia es lógicamente

ilegítima y da lugar a errores e ilusiones. La misión de la dialéctica consiste en

mostrar cómo tales errores o ilusiones —y muy especialmente, los de la

metafísica especulativa— provienen de pasar por alto la distinción entre

fenómeno y cosa en sí. La dialéctica trascendental es, pues, una crítica del

entendimiento y de la razón en su pretensión de alcanzar el conocimiento de

las cosas en sí, de lo que está más allá de la experiencia.

Pero, si la aplicación de las categorías más allá de la experiencia es

lógicamente ilegítima, es también una tendencia inevitable, de acuerdo con la

naturaleza misma de la razón. Como inmediatamente veremos, la razón tiende

a la búsqueda de lo incondicionado, y de ahí que tienda inevitablemente a

extender su conocimiento más allá de la experiencia, a hacerse preguntas y

formular respuestas acerca de Dios, del alma y del mundo como totalidad.

B) LA RAZÓN.

El conocimiento intelectual no se limita a formular juicios, sino que también

conecta unos juicios con otros, formando raciocinios o razonamientos.

Tomemos un ejemplo sencillo utilizado por el mismo Kant:

Todos los hombres son mortales,

Todos los investigadores son hombres,

Luego, todos los investigadores son mortales.

Este sencillo silogismo nos muestra cómo la conclusión, el juicio 'todos los

investigadores son mortales», tiene su fundamento en un juicio más general,

la premisa «todos los hombres son mortales. (Los investigadores son una parte

de los hombres; por tanto, si éstos son mortales, aquéllos lo son.) Nuestro

razonamiento puede ir, sin embargo, más lejos: cabría preguntarse por el

MATERIAL PARA LAS NOCIONES Y LOS TEMAS DE KANT

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fundamento de la premisa mayor y así cabría el siguiente silogismo:

Todos los animales son mortales,

Todos los hombres son animales,

Luego, todos los hombres son mortales.

El juicio que en el primer silogismo aparecía como fundamento de la

conclusión aparece en este silogismo como fundado en un juicio más general

aún: «todos los animales son mortales». (Ahora diremos; los hombres son una

parte de los animales; por tanto, si éstos son mortales, aquéllos lo son.)

Nuevamente podemos ir en busca de un juicio más general aún que sirva de

fundamento a la premisa mayor, y puesto que los animales son una parte de

los vivientes, podemos establecer el siguiente silogismo:

Todos los vivientes son mortales,

Todos los animales son vivientes,

Luego, todos los animales son mortales.

¿Qué es lo que hemos hecho en este ejemplo que venimos considerando?

La respuesta es sencilla: la razón busca encontrar juicios cada vez más

generales, capaces de abarcar una multiplicidad de juicios par titulares

sirviendo a éstos de fundamento: el juicio «todos los animales son mortales»

abarca y sirve de fundamento a una multiplicidad ;el juicio («los hombres son

mortales», dos perros son mortales», etc.); el juicio «todos los vivientes son

mortales» abarca más juicios aún, sirviera dolos de fundamento (además de

todos los anteriores, abarca y fundamenta los relativos a los vivientes no

animales, como «los pinos sor mortales», «los castaños son mortales», etc.).

La razón es, pues, de tal naturaleza que tiende a encontrar juicios, leyes,

hipótesis cada vez más generales y que abarquen y expliquen un mayor

número de fenómenos. Así se construye la ciencia. Pensemos, por ejemplo,

en las leyes del movimiento. Aristóteles consideraba que las leyes que

explican los movimientos dados cuerpos celestes habían de ser distintas de

las leyes que rigen los movimientos de los cuerpos sublunares, y aún dentro de

estos, los movimientos naturales y los movimientos violentos se rigen por

principios distintos. Galileo acabó con la distinción entre movimientos

MATERIAL PARA LAS NOCIONES Y LOS TEMAS DE KANT

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naturales y violentos, explicando todos ellos por las mismas leyes.

Posteriormente, Newton formuló la ley de gravitación universal, ley más

general aún, ya que explica conjuntamente los movimientos terrestres y los

movimientos celestes. Este es el funcionamiento de la razón como

consecuencia de su tendencia natural a buscar condiciones cada vez más

generales y, en último término, lo incondicionado.

C) LA RAZÓN Y LA METAFÍSICA.

La razón nos impulsa a buscar leyes, condiciones cada vez más generales y

capaces de explicar un número mayor de fenómenos. Mientras esta

búsqueda se mantiene dentro de los límites de la experiencia, tal tendencia

es eficaz y amplía nuestro conocimiento. Pero esta tendencia de la razón lleva

inevitablemente a traspasar las barreras de la experiencia, en busca de lo

incondicionado: todos los fenómenos físicos que pretenden unificar y

explicar por medio de teorías metafísicas acerca del mundo (la sustancia

material del racionalismo), lo que da lugar a antinomias; todos los fenómenos

psíquicos se pretenden unificar y explicar por medio de teorías metafísicas

acerca del alma (la sustancia pensante del racionalismo), lo que da lugar a

paralogismos; unos fenómenos y otros, en fin, se intentan explicar y unificar por

medio de teorías metafísicas acerca de una causa suprema de ambos tipos

MATERIAL PARA LAS NOCIONES Y LOS TEMAS DE KANT

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de fenómenos, físicos y psíquicos (la sustancia infinita del racionalismo,

Dios), (ideal de la razón).Dios, alma y mundo son, según Kant, tres ideas de la

razón que juegan un papel muy peculiar dentro del sistema de nuestro

conocimiento. Pues si bien no nos proporcionan conocimiento objetivo alguno,

sin embargo expresan el ideal de la razón de encontrar leyes y principios más

generales cada vez: como el horizonte que nunca se alcanza (que no puede

ser alcanzado), pero que nos indica continuamente que hay que avanzar m

Cuando se pretende -y es lo que hace la metafísica- que esta tendencia

natural de la Razón a ir de lo condicionado a lo incondicionado, nos

proporciona conocimientos legítimos, se cae en los errores propios de

la psicología racional, de la cosmología racional y de lateología natural. Kant

lleva a cabo una crítica de estos errores.

A) Crítica de la psicología racional (crítica que apunta a la definición que

Descartes hace del alma como res cogitans): Según el orden de las

categorías, el alma o yo posee cuatro propiedades: es una sustancia, es

simple, es idéntica y está en relación con otros objetos del espacio. Es

indudable que pensamos el yo como sujeto primero o substancia, como

simple, idéntico y distinto del cuerpo. Pero estos pensamientos no pueden

convertirse en conocimientos, porque falta la intuición que les proporcione un

objeto. Al convertirlos en conocimientos se cae en paralogismos.

B) Crítica de la cosmología racional: La razón incurre necesariamente

en antinomias (contradicciones insolubles) cuando intenta determinar a priori lo

que es el mundo considerado como cosa en sí. Una antinomia es la oposición

de dos proposiciones contradictorias, latesis y la antítesis, ambas demostradas

por argumento igualmente probativos. Kant menciona cuatro antinomias: la

primera referida a la infinitud o finitud del mundo en el espacio y el tiempo; la

segunda a la existencia o no de elementos simples; la tercera a la afirmación

de la libertad o del determinismo natural; la cuarta a la existencia o inexistencia

de un ser necesario.

C) Crítica de la teología natural: Kant considera falaces los tres grandes

tipos de pruebas a favor de la existencia de Dios: el argumento ontológico,

el cosmológico y el físico-teológico. Del primero (tal como fue redactado

por Descartes) señala que la existencia es una categoría formal sólo aplicable

MATERIAL PARA LAS NOCIONES Y LOS TEMAS DE KANT

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a intuiciones sensibles. La existencia no es ningún predicado real de las cosas,

no es ninguna perfección, no aumenta o disminuye para nada el concepto de

una cosa («Cien táleros reales no poseen en absoluto mayor contenido que

cien táleros posibles»). Sería contradictorio afirmar a Dios y negar aquellos

predicados que necesariamente le pertenecen, pero no lo es negar al sujeto

(Dios) con todos sus predicados («Es contradictorio poner un triángulo y

suprimir sus tres ángulos. Pero no lo es el suprimir el triángulo y sus tres

ángulos a la vez»). No hay contradicción en negar la existencia de un ser

absolutamente necesario, pues al hacerlo suprimimos la cosa misma con

todos sus predicados. Así, fuera del campo de la experiencia, no podemos

afirmar que una existencia sea imposible, pero tampoco podemos justificarla

de ningún modo.

Respecto a la prueba cosmológica el paso de la serie de causas

causadas a una causa incausada es ilegítimo, ya que se hace un uso

trascendente del principio de causalidad (que sólo tiene valor referido al

mundo sensible, para enlazar un fenómeno con otro).

El argumento físico-teológico se apoya en el orden del mundo y remonta

a una causa inteligente y libre, lo que supone una analogía engañosa entre las

producciones de la naturaleza y las del arte humano. Además lo único que

probaría el argumento sería la existencia de un ordenador o arquitecto del

mundo, no de su creador. Por otro lado, tanto esta prueba como la anterior

dependen en último término del argumento ontológico: es este argumento el

que permite la identificación de la causa primera con Dios.

A la pregunta ¿son posibles los juicios sintéticos «a priori» en

la Metafísica?, hay que responder con un no. No es posible conocer al

margen de las condiciones de posibilidad de todo conocimiento. No poseemos

una intuición intelectual que nos proporcione la materia sobre la que aplicar las

reglas -categorías- del entendimiento. La razón, si no quiere extraviarse, no

debe abandonar la vía empírica, no debe desligarse de la experiencia. Sólo en

sus límites es posible la ciencia. Y esos límites son sobrepasados por la

metafísica.Sin embargo la razón es arrastrada por una tendencia de su

naturaleza a rebasar este uso empírico y a aventurarse más allá de los últimos

límites de todo conocimiento. La metafísica no puede ser ciencia, pero sí es

MATERIAL PARA LAS NOCIONES Y LOS TEMAS DE KANT

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una tendencia natural en el hombre. La razón humana tiende a poner ante sí

temas como la libertad, la inmortalidad del alma o Dios. La razón teórica no

puede alcanzar conocimiento de estos objetos (debe en este sentido

mantenerse en una actitud agnóstica, no puede legítimamente afirmar, pero

tampoco negar las conclusiones a que se llegue por otros medios -razón

práctica-). La razón posee también un uso práctico, que es el derivado del

ejercicio de nuestra voluntad libre. La razón práctica abre aquí una puerta que

no es la del conocimiento, pero que nos permite acceder al ámbito de lo

tratado en la metafísica tradicional, ámbito cerrado al uso teórico de la razón.

MATERIAL PARA LAS NOCIONES Y LOS TEMAS DE KANT

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CONCEPTOS KANTIANOS

Analítico: Aquellos juicios en los que el predicado se halla comprendido en el sujeto.

En consecuencia no aportan conocimiento ni contribuyen en nada al progreso

científico. Su fundamento es el principio de identidad y son tautologías, es

decir, no añaden conocimiento sobre el mundo. Ej. El triángulo tiene tres

ángulos.

A posteriori: Esta expresión se usa para designar todo conocimiento que procede

o es corroborado por la experiencia. Es lo contrario de a priori. Lo a posteriori

como tal no ser una fuente segura de universalidad ni de necesidad en el

conocimiento.

A priori: Es aquel componente del conocimiento que pertenece al sujeto como

su constitutivo, y que es anterior- a su determinación empírica. No procede

de la experiencia, sino de las facultades del sujeto que conoce." Sólo

conocemos de las cosas lo que nosotros mismos ponemos en ellas". Lo a priori

del sujeto tiene que ver primero con las formas o funciones de la sensibilidad

como son el espacio y el tiempo, después con las categorías o conceptos puros

del entendimiento, y finalmente con las ideas de la razón (alma, mundo y Dios).

Para Kant tiene que ver más con la forma que con el contenido del

conocimiento, de ahí que se le atribuya el carácter de universalidad y necesidad

que posee el conocimiento de las ciencias físico-matemáticas.

Autonomía: Es la "propiedad de la voluntad de ser una ley para sí misma".

Autonomía significa, pues, que el sujeto está sometido sólo a la propia

legislación que se da a sí mismo mediante su razón. La autonomía moral

quiere decir, por tanto, que un ser racional no ha de ser sometido a la aplicación

de una pauta de conducta que él mismo no considere como racionalmente

aceptable.

Categoría: Es el componente a priori y, por tanto, no empírico del

entendimiento, a partir del cual se produce la unificación o síntesis en la que

consiste el conocimiento humano. Las categorías son llamadas también

conceptos puros del entendimiento y son las condiciones a priori de la posibilidad

de la experiencia.

Concepto: Unidad mental dentro de la cual están contenidos un número

MATERIAL PARA LAS NOCIONES Y LOS TEMAS DE KANT

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indefinido de seres o cosas. ―Las intuiciones sin conceptos están ciegas, los

conceptos sin intuiciones vacíos".

Fenómeno: Es el objeto de experiencia posible, hay fenómenos porque hay algo

que se manifiesta sensiblemente, y una estructura categorial del sujeto que se

sintetiza con lo intuitivo, es decir, lo que aparece en las cosas en cuanto

conformado por los a priori de la sensibilidad y es, por tanto, el objeto de

conocimiento. En él se ha de distinguir una parte material, como objeto que se da

en la experiencia intuitiva, y una parte formal, que son las condiciones a priori de

la posibilidad de esa misma experiencia.

Idea: Las ideas son las formas a priori de la razón, o conceptos puramente

racionales, sin base o apoyatura empírica. A pesar de que no les corresponde

ningún objeto en los sentidos ni en la experiencia, la razón humana se ve

impulsada a sobrepasar los límites de la sensibilidad y, mediante las ideas de

mundo, alma o Dios, pensar lo que está más allá de lo empírico.

Imperativo: Cualquier tipo de acción que nuestra razón nos muestre como

necesaria en algún sentido y, por tanto, es una acción que se le presenta a la

voluntad con carácter

de obligación. Kant distingue dos -tipos de imperativos: hipotético y

categórico. El

hipotético es el que "representa la necesidad práctica de una acción

posible, como medio de conseguir otra que se quiere". El categórico se

llama así porque "sería el que representase una acción por sí misma

sin referencia a ningún otro fin, como objetivamente necesaria"; ese

sería un mandato o imperativo en sentido estricto, pues sería el único que

manda de manera terminante.

Intuición: Acto de la mente que conoce directamente una individualidad.

Ej. Se puede tener intuición de "este" hombre concreto, pero -no del

hombre en general.

Objeto: En el pensamiento kantiano se ha de distinguir en el objeto dos

elementos: el fenómeno y el noúmeno.

Puro: es uno de los términos básicos del pasamiento kantiano. Se opone

a empírico. Lo puro se refiere al componente intelectual que no se deriva

MATERIAL PARA LAS NOCIONES Y LOS TEMAS DE KANT

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de la sensación, sino que tiene su fuente en la propia facultad humana de

conocer o razón.

Noúmeno: Es un vocablo técnico en la filosofía de Kant. Con frecuencia

es difícil distinguir en su pensamiento entre el concepto noúmeno y el de

cosa en sí. Noúmenos y "cosas en sí" son expresiones que designan

lo que se- halla fuera del marco de la experiencia posible, tal como ha

sido trazado en la "Estética transcendental" y en la "Analítica

transcendental" de la Crítica de la razón pura. Sin embargo, Kant introdujo

asimismo la noción de noúmeno como distinta de la cosa en sí en la Crítica

de la razón práctica: "Las apariencias en tanto que son pensadas como

objetos según la unidad de las categorías se llaman fenómenos,

mientras que si postulo cosas que sean meros objetos del

entendimiento y que, sin embargo, pueden ser dadas como tales a una

intuición sensible, tales cosas podrían ser llamadas noúmenos".

Sintético: Son sintéticos, a diferencia de los analíticos, los juicios en los

que el predicado se halla completamente fuera del sujeto. Son juicios

que implican incremento del conocimiento, es decir, son extensivos y su

fundamento es la experiencia. ―Añaden al concepto del sujeto un predicado

que no era pensado en él ni podía extraerse de ninguna descomposición

suya".

Transcendental: Es el modo de conocimiento que no se ocupa de los

objetos mismos; sino de nuestro modo de conocerlos, en tanto este modo

es posible a priori. Cuando se habla del espacio y del tiempo, o de las

categorías, como condiciones que hacen posible el conocimiento de los

objetos, se nos eleva al plano transcendental del conocimiento. Se llama,

pues, transcendental a la condición que se descubre en un objeto, pero que

ha sido puesta o supuesta en él por el sujeto para convertirlo en objeto de

conocimiento. Las condiciones de objetividad se derivan, pues, de la

relación sujeto-objeto, pero se dan en el sujeto y son, como se ha dicho:

espacio, tiempo y categorías. Un objeto, por tanto, tiene realidad

objetiva, cuya objetividad no es lo que es, sino en relación con el sujeto.

En resumen, Kant llama transcendental a una investigación que se

centra en las condiciones a priori de la posibilidad de la experiencia. Lo

MATERIAL PARA LAS NOCIONES Y LOS TEMAS DE KANT

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que interesa mostrar es que las condiciones de la experiencia posible son

idénticas a las condiciones de posibilidad de los objetos de la experiencia_

Revolución Copernicana: Transformación metodológica introducida por

Copérnico. Kant realizará un "giro copernicano" metodológicamente

hablando al reconocer que no es nuestro conocimiento el que se rige por

los objetos, sino estos los que se someten a nuestra forma de conocer.