PDF Disciplina Mental Jaime Montero a.
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1LA DISC ENTALIPLINA MJaime Mont ro [email protected]
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Vajra o Dorje Diamantino
*Recomendaciones a todas las Disciplinas 1, Se prioriza la experiencia y no el tiempo (para la condición y para el proceso). 2, El ámbito no es una condición pero es altamente recomendado. 3, El trabajo con la rutina diaria debe ser acordado antes de comenzar con la Disciplina. 4, Los indicadores y registros deben ser descriptos por el Discípulo en cada paso. 5, Si hubiera otros trabajos internos: Experiencias Guiadas, Transferencias u otras prácticas de Operativa, eben postergarse, o bien debe postergarse el paso disciplinario, para no operar dsimultáneamente, pues esto produciría mezcla de registros. La terminología específica y las concepciones usadas en este texto, para quienes así lo requieran, pueden ser consultadas en Autoliberación de Luis Amman o en Apuntes de sicología de Silo. Al final hay una bibliografía amplia que servirá de referencia para pampliar o confrontar lo expuesto aquí. Cabe anotar que una cosa es hacer la disciplina y otra ser maestro de la disciplina. Las disciplinas3 son, por excelencia, trabajos de Escuela. Como tales se ocupan de la transformación esencial del ser humano. Las disciplinas dan indicadores o síntomas del desarrollo interno. Todas ellas hacen experimentar en su proceso, el sabor de algo permanente que va creciendo en el operador. Este sabor, esta voz interna, esta ensación de que algo extraordinario y permanente se va desplegando es la primera y ás importante manifestación de proceso interno.
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1 El símbolo con el que se identifica la disciplina mental es el Vajra o Dorje, que significa relámpago sagrado. R imboliza el punto epresenta para los budistas tibetanos desarrollo espiritual, es denominado cetro diamantino. Sc
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entral y sugiere centralidad, constituye el eje, la estabilidad y la imperturbabilidad. 2 Jaime Montero A, esta adscrito en este momento como maestro al parque La Unión, Colombia. 3 “El trabajo mecánico en cualquier disciplina constituye una actividad desvariada y peligrosa. Solo el continuo estudio y el trabajo interno ponen al operador en el plano adecuado”. Doren, H. Van, Cuadernos de Escuela, cuaderno 9.
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1 Introducción
Para iniciarse en la disciplina mental se debe manejar suficientemente el lenguaje de dicho ámbito; este es un punto importante para su adecuada realización. No se puede entrar sin una ubicación próxima a la que dio lugar al desarrollo disciplinario4. La disciplina trabaja específicamente con la ‘observación atenta’ de los actos mentales, no de los objetos, sean estos externos o internos, reales, imaginarios, etc. Aunque se necesite referirse a objetos continuamente, en sí no es lo que se observa; lo que importa son las actividades mentales que están detrás de ellos. Es claro que se percibe o representa a los objetos con un acto, este debe estar observado por otro acto más atrás y si lo observamos a su vez este acto se convierte en objeto de otro acto que observa y así puede procederse sin tener límite posible5, pues después de una reducción ‘siempre’ queda un residuo. La ‘substancia mental’ es muy sutil y de gran movilidad, así es que no se va a trabajar con una materia fija sino con algo de mucha movilidad, esto debe entenderse desde el primer momento.
Lo que nos va a interesar son los ‘registros’6, es decir la ‘sensación' que se experimenta en cualquiera actividad psicofísica. Acto es una vivencia intencional que se orienta hacia un objeto, sea este imaginario, real, abstracto, concreto, interno, externo. Precisamente lo que caracteriza la conciencia es que es intencional, la conciencia siempre es de algo y ese algo son los objetos, a los que se dirigen los actos; algunas veces estos son plenamente definidos, otras veces no, pueden quedar actos lanzados durante mucho tiempo en búsqueda de objetos para lograr su descanso, es decir, su completud significativa. Interesa adquirir habilidad, profundidad, sutileza y maestría en la detección de los actos, de las actividades de la conciencia y los registros que siempre las acompañan. 4 Algunos materiales complementarios se pueden recomendar para entrar en la disciplina mental: Sermones del Budha (Breves y medios), Surangama Sutra, ‘La fenomenología de la conciencia en Husserl’, Montero, Jaime, Universitas Philosophica, Junio de 2007, N° 48. 5 Ejemplifiquemos un poco para entender lo que se está diciendo: se le pide a un sujeto que atienda a un objeto externo o interno, a este contenido lo vamos a llamar C1. Ahora se le pide que mientras realiza esta tarea, ‘se de cuenta’, que atiende a ese contenido C1. Para que esto sea posible durante un corto tiempo C1 será parte del contenido de una nueva experiencia de auto‐observación, es decir otro acto más ‘atrás que observa’ ese nuevo contenido, a este otro contenido (el acto que observa) lo vamos a llamar C2. C2 contará con un nuevo contenido adicional, caracterizado por la manera de acceso a C1 pero con mayor profundidad y sutileza de registro. Es claro que para la aparición del par C1‐C2 se requiere una reorientación de la mirada, una interrupción de la actitud natural, que normalmente no se detiene para acceder a sus propios contenidos. También es claramente posible acceder a una etapa en donde C2 se convierte en objeto de observación C3, es una observación sobre lo que observaba a C1; a su vez podría colocarse una nueva escala atencional de observación, convirtiendo a C3 en el objeto observado, es decir un C4. 6 La cultura actual ha hecho de los seres humanos personas con poca sensibilidad, la reeducación con base en registros permite tener acceso a sí mismo de una forma nueva al tomar contacto con zonas que estaban desconectadas. Sentir en este caso no se refiere únicamente a una experiencia emotiva, sino al contacto con lo más profundo de sí mismo, a la conexión con todo; experimentar de un modo nuevo las cosas, las relaciones, el cuerpo, sentir en profundidad. Los registros son como el bastón para el ciego. La observación de los registros permite el acceso a una ‘sensibilidad encarnada’ que genera un nuevo estilo de vida; no es algo de lo cual simplemente se hable, sino lo que se vive y comparte, no es una teoría, es un hecho muy particular.
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El practicante de esta disciplina se mueve constantemente en un clima de certidumbre y duda, de certezas y ambigüedades hasta encontrar el ‘punto experimental de encaje’; es decir, que si bien los pasos están claramente expresados, la experiencia de cada uno es tarea que requiere pulcritud, permanencia y tono. ‘La pulcritud’ en la disciplina es la completa honestidad consigo mismo, no hacerse trampas en las rutinas, seguir las indicaciones que los pasos sugieren, también es aceptar que se avanza y seguir adelante o que hay algún impedimento en un determinado momento de proceso, trabajar para superarlo el tiempo que sea requerido. También, si es el caso el reconocimiento de que hay que suspender provisionalmente el proceso de la disciplina un tiempo y acometer un determinado tema de la nivelación que no ha sido suficientemente procesado. ‘La permanencia’ es el cumplimiento casi de forma sagrada de las rutinas y tiempos, es la aplicación en el proceso paso por paso, cuaterna tras cuaterna; no se pueden lograr resultados si no hay permanencia suficiente. ‘El tono’ se refiere a la actitud interna del operador, el ámbito disciplinario es ‘sagrado’, requiere de un tono, de una actitud; no es cualquier cosa la que se está haciendo. El tono carga el ámbito externo e interno y pone en contacto al operador con algo diferente a lo habitual, por lo tanto es de gran mportancia irlo configurando pues va a ser fundamental en el estilo de vida que se va a iseguir de ahí en adelante. La disciplina mental está diseñada de tal forma que un paso va llevando al otro como consecuencia del anterior, su arquitectura denota maestría y conocimiento profundo de la mente. El trabajo se realiza probando por una o varias vías hasta dar con el registro, surgiendo la certidumbre y seguridad del proceso. Esta sutileza, precisión y progresión en los registros de la actividad mental busca poco a poco conectar con regiones de la conciencia que van a facilitar la libertad que permite al operador sustraerse de las determinaciones y de los condicionamientos de la conciencia, trascendiendo hacia las estructuras universales’, es decir, un registro de amplitud y profundidad que conecta ‘con todo. Es importante comprender la diferencia entre ‘indicadores’ y ‘registros’. Los indicadores están enunciados en cada paso. Por ejemplo, Aprender a ver7 es el indicador del primer paso, es decir lo que se busca es ‘suspender’ la ensoñación por un momento, el indicador es cuando esto se puede hacer, es decir, ver de otra manera las cosas, sin ensueños. Ahora bien, ¿qué se ocurre con esto? pues un registro, y ¿qué es un registro? lo que se experimenta al hacer esta operación mental al no ensoñar. Los registros van y vienen no tienen un carácter fijo, oscilan, se van haciendo cada vez más profundos, pero hay un margen que denota concordancia, encaje; los registros se van grabando y dejan un acervo de experiencia, un remanente que empieza a operar casi de manera automática creando un ‘centro interno de experiencia’, ‘una suerte de ‘autopista mental’
7 En todos los pasos de la disciplina se menciona la palabra ver, ella indica la observación de los actos. Ver es atender al acto, ver es estar incluido en la experiencia. Ver es ir más allá de la atención simple, es ir más allá del objeto, incluso del acto, es estar presente en la experiencia.
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que conecta con lo profundo’; un registro permanente desde el cual interpretar y vivir otidianamentec 8. Así es que lo más importante es contar con registros claros que puedan servir de punto de referencia para nuevas experiencias. Antes de comenzar la disciplina es a su vez necesario tener en cuenta que estos trabajos pretenden poner al practicante en disposición de conectar con registros de ‘conciencia no habitual’, por lo tanto su práctica va a alterar la interpretación de la estructura de situación del que la lleva a cabo. El darse cuenta o el percatarse de la actividad deja un sabor de experiencia diferente. Desde los primeros pasos en relación con el mundo en la rimera cuaterna, luego en relación con el funcionamiento de la conciencia en la psegunda cuaterna, hasta los estados inspirados de la tercera cuaterna. Todo este transito es un camino hacia lo profundo; “la entrada a los estados profundos ocurre desde la suspensión del yo. Ya desde esa suspensión se producen registros significativos de ‘conciencia lúcida’ y comprensión de las propias limitaciones mentales, lo que constituye un gran avance. En ese tránsito se deben tener en cuenta algunas condiciones ineludibles: 1. que el practicante tenga claro el propósito de lo que desea lograr como objetivo final de su trabajo; 2. que cuente con suficiente energía psicofísica para mantener su atención concentrada en el logro del objetivo. 3. que pueda continuar sin solución de continuidad en la profundización del registro e indicador correspondiente. Con respecto al propósito, se debe considerar a éste como la dirección de todo el proceso en la disciplina. El propósito debe ser ‘grabado’ con suficiente carga afectiva, como para que opere co‐presentemente mientras la atención está ocupada en la resolución de los pasos de la cuaterna. Esta preparación condiciona todo el trabajo posterior. En cuanto a la energía psicofísica necesaria para el mantenimiento de la atención en un interesante nivel de concentración, el principal impulso proviene del nterés que forma parte del propósito. Al comprobar la falta de potencia y permanencia,
r t o n h e oise debe revisar la p eparación [ rabajos de p stula te] que se a hecho d l pr pósito”9. Se requiere una conciencia despejada, libre de fatiga producto de tensiones situacionales o contenidos no resueltos y una mínima educación de la reducción del foco atencional sobre un solo objeto. En el trabajo previo de preparación del ámbito mental se deben haber resuelto aquellos problemas más significativos en lo psicológico. Lo mismo podría aplicarse a tensiones producidas por situaciones en los diferentes ámbitos vitales. 8 Los grecorromanos a esto lo llamaban la provisión que en griego se llama paraskeue, Séneca lo traduce en latín con instructio. La paraskeue es una preparación a la vez abierta y finalizada del individuo para los acontecimientos de la vida. Será el conjunto de movimientos, de prácticas necesarias y suficientes para permitirnos ser más fuertes que todo lo que pueda sucedernos en el transcurso de nuestra existencia. Es preciso q uno tenga ese equip oria’ que vuelva a hacer
sentencia lo mejor d iempre la misma. ue cada amiento a mano, y que lo tenga en una forma de ‘memcantar a la e sí y la haga brillar en su luz, a la vez siempre nueva y s9 Cf., Silo, Apuntes de psicología (Psicología IV), Ulrica Ediciones, Argentina, 2006, 335.
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1.1El trabajo con la atención El punto fundamental, la herramienta de trabajo en esta disciplina es la atención10, el darse cuenta, percatarse, caer en cuenta. Habitualmente la atención es superficial, errática, sin dirección específica, divide entre afuera y adentro en forma ensimismada. Se puede sin embargo, mediante un giro reflexivo, dirigir la atención y en lugar de seguir sin darse cuenta, detenerse y estar ‘atento’. Es evidenciable, con relativa facilidad, observar que se está habituado a la desatención, por lo tanto hay que entender que este trabajo es contra natura, es decir, en dirección opuesta a la que cotidiana y mecánicamente se está acostumbrado. En sí lo que se logra con la disciplina es maestría en el manejo, ampliación, sutileza y profundidad de la atención. Lo que se pretende no es estar atento a todo lo que ocurre externamente, lo que se busca es estar tento a sí mismo, al funcionar mental, el percatarse y tener la atención centrada, aorientada a la observación de sí mismo cada vez con mayor profundidad en el registro. Se pueden distinguir básicamente tres tipos de atención o meditación11: la primera es la meditación natural en donde el pensamiento actúa reactivamente como reflejo de estímulos externos o internos, es algo netamente compensatorio que busca resolver problemas situacionales inmediatos o mediatos. No se trata propiamente de un tipo de meditación sino de una actividad natural de la conciencia, su propósito es rescatar las percepciones o representaciones que se le presentan a la conciencia de forma general y espontánea para darle útil solución. Digamos que es la atención animal y humana necesaria para acometer los distintos requerimientos de la vida cotidiana; incluso se uede desarrollar una gran capacidad atencional mecánica a varias cosas, pero en sí no
el problema que hpse va más allá d ay que resolver. Luego está la meditación simple en donde la actitud de la mente va más allá de una respuesta reactiva hacia algo; aquí se profundiza, se busca la causa del problema, es una 10 “La atención es una aptitud de la conciencia que permite observar los fenómenos internos y externos. Cuando un estímulo sobrepasa el umbral acostumbrado despierta interés quedando en el campo central de presencia al cual se dirige la atención. Es decir, que la atención funciona por intereses, por algo que de algún modo impresiona dando suficiente registro. El estímulo que despierta interés puede quedar en el campo central de la atención, es decir en el campo de presencia que tiene que ver con la percepción. Todo lo que no aparece ligado estrictamente al objeto central se va diluyendo, sin embargo acompaña la presencia del objeto presente, es decir queda en el ca .mpo de co‐presencia, que tiene que ver con la memoria” Amman, L., Autoliberación, Vocabulario, Planeta, Bs. Aires, 1991, 208s. 11 La palabra meditación tiene múltiples significados, uno de ellos es un estado de concentración en el que la mente se centra en un sólo objeto; otro un estado de relajación que resulta psicológica y médicamente beneficioso; a su vez un estado disociado en el que puede ocurrir un fenómeno de trance; o un estado místico en el que se tiene la experiencia de realidades, entidades superiores o de objetos religiosos. Todas estas acepciones comparten el hecho de que se trata de un estado alterado de conciencia. La persona que medita hace algo para alejarse de su estado de realidad mundana, no concentrado, no relajado, no disociado. Cuando mencionamos aquí la meditación en la disciplina mental no nos estamos refiriendo a nada de lo que se ha mencionado; su objetivo es desarrollar una actitud de atención cuidadosa, tener conciencia de lo que hace la conciencia, ‘estar presente’ observando los actos que se van suscitando.
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actitud inquisitiva; la mente profundiza y se dirige buscando la raíz de incógnitas o intereses en general, aunque se trabaja con el centro intelectual la dirección y amplitud supera lo meramente intelectual. Se está hablando de meditación simple, pero para llevarla a cabo se requiere de bastante atención, pues siempre se van a tratar de meter ontenidos que no tienen que ver con el objeto en cuestión, hay distracciones evidentes cque van y vienen. Es conveniente aclarar que la meditación no es concentración pues ésta se enfoca en un punto fijo. Ese objeto puede surgir o desaparecer, puede emerger de forma muy brillante o no tanto, mantenerse u oscilar. También puede ser concentración el esfuerzo que hago por fijar la atención en un objeto, no importando ya si el objeto se mantiene o no, lo que me interesa es cómo está mi atención sobre ello, en otras palabras, ahora me estoy concentrado en la atención y no en el objeto. Por otra parte, la concentración sobre la atención admite tres formas: puedo observar que mi atención varía, es decir que no tiene adhesión suficiente; puede ser que desatienda y aparezca un recuerdo que no tiene nada que ver, en cuyo caso está faltando la adhesión sobre la atención; puede ser también que tenga mucha debilidad en el pensamiento, en cuyo caso está faltando la fuerza de la atención sobre sí misma. Una cosa es el objeto observado mediante la percepción, otra el objeto representado, otra el mecanismo atencional que se refiere al objeto que represento y otra la profundidad, es decir, la atención que se refiere a la tención misma. En general la concentración es muy útil como ejercicio para educar la aatención12. La meditación simple es un paso más avanzado que la natural, pues va más allá de la ‘dictadura’ del objeto que se presenta a la conciencia. Esta actitud atenta es un puente o paso a la Disciplina mental13. Estos trabajos con la atención son cada vez más especializados a medida que se va avanzando en los distintos pasos. Se comienza con el darse cuenta de la desatención, de lo específico a lo global; de la atención del objeto a la atención de la estructura total. Sin embargo, la atención simple es indispensable para espejar el camino hacia la disciplina mental haciendo poco a poco cesar los ensueños, os conflictos y los temas ajenos a esa prácticadl
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12 Cf., Silo, Comentarios sobre meditación, el silencio y el guía. Bombay, 1980. 13 “Un practicante vive contemplando el cuerpo en el cuerpo, contemplando las sensaciones en las sensaciones, contemplando la mente en la mente, contemplando los objetos mentales en los objetos mentales. Así mismo cuando camina sabe que está caminando, cuando está sentado sabe que está sentado. Vive contemplando el cuerpo en el cuerpo por dentro y por fuera o por fuera y por dentro a la vez. Si cultiva los fundamentos de la at ‘Sermónención puede recoger la sabiduría liberadora en este mismo mundo”. sobre los fundamentos de la atención’. Majjhima Nikaya, Los sermones medios del Budha. 14 Los trabajos con la atención son muy antiguos en la Escuela, en el texto Siloísmo de Doren, H. Van, se habla del A.D.M.I, más que un conjunto de prácticas es un estilo mental que se va depurando y ‘fijando’. ‘Atiendo’ a lo que percibo o a lo que hago sin distraerme. ‘Divido’ entre lo que hago y lo que percibo: la actividad que estoy realizando y el ruido de la calle. ‘Manejo’, atiendo a todo lo que hago y al mismo tiempo siento la sensación de mi mano izquierda. ‘Incorporo’, lo mismo que en paso anterior pero ahora siento todo el cuerpo de manera difusa y generalizada.
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Las explicaciones que se han dado sobre la atención nos han llevado a distinguir entre el manejo de la atención en la vida cotidiana y otra forma diferente, que con más propiedad recibiría el nombre de Meditación, podría ser una meditación dinámica como es el caso de las Experiencias Guiadas. En la disciplina mental se medita en forma pasiva no importando ya el objeto, por lo tanto no sería una forma de concentración o atención simple; es una manera de estar diferente en el atender, es una atención con mayor profundidad, es más se está atento a la profundidad, por ello requiere de ciertas condiciones previas, una de ellas es el ‘silencio mental’. El punto de referencia es el registro, se atiende al registro que en sí se convierte en un objeto que un nuevo acto observa ‘que no tiene que ver con intereses mundanos’. Se ‘está’ en un espacio mental diferente, con una profundidad distinta, que no es concentrada sino difundida en ese ámbito específico. Se atiende pero desde la profundidad, se está incluido ahí, ‘se está resente’, unido a todo, el observador y el objeto observado son unop 15, sin ser esto una forma de identificación. Luego está el trabajo con la disciplina en cuanto tal, la Meditación Trascendental16, pues se hace efectiva trascendiendo las percepciones, las imágenes, la memoria, el encadenamiento de la memoria, la tendencia de la estructura de la conciencia, hasta llegar a ‘ver en uno y en todo lo mismo’ en el paso doce. Se va haciendo reducción y suspensión de forma progresiva o esencial, como se realiza en el budismo y en la fenomenología de Husserl; la diferencia con la fenomenología es que en la disciplina mental se enfatiza prioritaria y específicamente el aspecto pragmático de transformación17 y no en el teórico18. Lo que se pretende con esta disciplina es descubrir en sí mismo, de manera práctica mediante experiencia, la arquitectura de la mente, sus mecanismos básicos, acceder a nuevos registros del funcionar mental que están en relación con otros niveles de conciencia. 1.2 Explicaciones y condiciones previas
15 “Existe una basta diferencia entre la observación y la experiencia. En la observación no hay ‘observador’ alguno, existe únicamente el observar; no existe el que observa y el que está apartado de la cosa observada. La observación es completamente distinta de la exploración, en la cual participa el análisis. En el análisis existe siempre el ‘analizador’ y la cosa que se está analizando”. Krishnamurti, Más allá de la violencia, Sudamericana, Bs. Aires, 1979, 86s. 16 Aquí se habla de Meditación trascendental en el sentido budista o de Husserl específicamente. No puede prestarse a equívoco esto y asociarlo con otra cosa. Husserl en Ideas I, titula a la sección segunda, Meditación Fenomenológica Fundamental y concluye con la reducción trascendental o región de la conciencia pura. 17 “Cuando se habla de transformaciones profundas se refiere a la ‘sustitución’ del ‘paisaje de formación’. Pues este condiciona desde el pasado; se sustituye por algo más consciente. Generar un nuevo propósito con la disciplina es armar un ‘paisaje de formación’ diferente’ con un tono afectivo determinado, sin esa carga afectiva de los propósitos que son vistos desde afuera. Por lo tanto, se está cambiando el propósito. Sin transformar la carga afectiva del paisaje de formación nada cambia, pues esta es profundamente cenestésica. En las disciplinas se trabajan transformando los sentidos y representaciones profundas”. Cf., Las cuatro disciplinas. Material de circulación interna de la Escuela, 19 y 20 de septiembre de 2009, 4. 18 “La disciplina mental encuentra en el budismo su mayor fuente de inspiración. Para favorecer las distinciones entre actos y objetos mentales apela al lenguaje riguroso de la fenomenología de Husserl”. Las cuatro disciplinas. Material de circulación interna de la Escuela, 19 y 20 de septiembre de 2009, 3.
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Cada nivel condiciona una forma de ‘ver’, de ‘interpretar desde su propio contexto’. De manera genérica toda estructura se encuentra en un nivel de trabajo, éste modula la respuesta hacia el mundo. El nivel de ‘plena actividad’ volcado hacia la exterioridad: la vigilia, opuesto a un nivel de ninguna respuesta al mundo, el sueño. Hay un nivel intermedio, el semi‐sueño, por el cual se transita al conectar y desconectar con el mundo; cada nivel tiene su propia dinámica y estructura. Mientras está trabajando un nivel, preponderantemente la energía de toda la estructura está dirigida hacia ese contexto, pero en los otros niveles sigue existiendo movilidad con energía reducida. Dentro de cada nivel hay estados de mayor o menor actividad; así por ejemplo, puede haber una vigilia pasiva o activa, la pasiva está descendiendo al semi‐sueño y la activa tratando de ir más allá de sí misma. También puede haber una vigilia activa atenta y na desatenta. El ensueño en vigilia no es un nivel sino un estado en el que imágenes udel semi‐sueño o del sueño se abren paso presionando a la conciencia. Para el trabajo con una disciplina se ha debido ‘normalizar la vigilia’, en otras palabras, haber hecho adecuadamente el trabajo de postulante, en donde se resolvieron los problemas básicos que restaban energía al psiquismo; a su vez, haber resuelto cosas pendientes que generaban constante distracción e inconveniente. Esta condición previa permite asumir trabajos más especializados, es decir la disciplina en cuanto tal. La disciplina mental trabaja preponderantemente en el nivel vigílico, pero su pretensión no es quedarse ahí, sino ir progresivamente conectando con otros niveles de conciencia: podríamos hablar de la ’conciencia de sí’ y de la ‘conciencia objetiva’ como posibilidad. No sería desacertado pensar que la primera cuaterna de la disciplina está orientada a generar condiciones de normalización en integración del nivel vigílico. La segunda uaterna a tomar contacto con el nivel de la conciencia de sí y la tercera cuaterna a cgenerar la posibilidad y el acceso al nivel de la conciencia objetiva19. “Merced al trabajo con la atención, el fantaseo encuentra dificultades para desplegarse y aflora otro nivel de conciencia al que puede designarse con propiedad como ‘vigilia verdadera’ o ‘conciencia de sí’. En ese estado, las actividades superiores se enlentecen pero la atención dividida en dos focos, se concentra y gana en profundidad. La mejor comprobación que se tiene de esta afirmación está dada por la ampliación de la memoria. Pese a lo que pudiera suponerse, los datos grabados durante la división atencional poseen mayor vigor que los grabados en el estado de mentación ordinaria. La estructura del espacio se modifica y los tiempos de conciencia tienden a centrarse sobre el instante presente, mientras las retenciones y las protensiones disminuyen. Manteniendo una atención prolongada, la percepción se depura y los objetos percibidos parecen cobrar mayor ‘realidad’. Pero lo más importante es la des‐adherencia afectiva que se opera en la relación con el mundo. Todo lo que llamamos ‘identificación’ y ‘consideración’ se reducen y los fenómenos de proyección emocional a las personas,
19 Doren, H. Van, Silo y la liberación, ‘Vigilia, conciencia de sí y conciencia objetiva’, 1969.
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objetos y situaciones, se limitan proporcionalmente a la intensidad de la división practicada. Si el grado de sugestibilidad de las imágenes es máximo durante el sueño nocturno, durante la mentación ordinaria disminuye y se hace prácticamente nulo durante la atención centrada, porque obviamente aumenta el sentido de la auto‐crítica, al tiempo que baja la adherencia emocional. ‘La meditación trascendental como forjadora de la conciencia objetiva’, consiste en la contemplación del mundo eidético, no dependiente de la subjetividad humana. La presencia de ese mundo no dependiente, ace experimentar tanto la dependencia de la propia subjetividad como la dependencia hdel mundo externo a ella ligado, en una misma corriente de participación20”. Determinada la franja de trabajo mental se comienza con el ‘retorno a la conciencia’, para luego sumergirse en ella y avanzar paso a paso hacia las estructuras universales21. Se pretende ir desde el mundo hasta la transformación del ámbito en que se sustentan o fundamentan las relaciones que establece la conciencia. La práctica de la disciplina no se aprende sino que se recrea en su ejercicio, importando sobre todo el correcto tratamiento que se hace en cada paso, pues en cada uno de éstos surgirán una variedad de problemas que deben ser resueltos por el practicante. Por ello se dice que la disciplina se transforma y se recrea en el trabajo del operador y cada persona da su aporte específico. El desvío más peligroso es quedarse únicamente en la comprensión teórica de los pasos y no llevar a cabo las prácticas día a día, momento a momento durante el tiempo que sea requerido hasta concluir todo el proceso. Puede creerse que como se trata de lo mental, es una suerte de teorización, cosa que está muy alejada del trabajo práctico que no tiene mucho que ver con esto. El intelecto o ‘pensamiento conceptual’ es la gran trampa del ser humano. Es la prisión por naturaleza, creer que el hecho, en este caso el ver en la disciplina mental, puede ser mediatizado y aprehendido mediante argucias intelectuales es la mayor ingenuidad y puede convertirse en un serio mpedimento en el trabajo interno. El intelecto es una herramienta como cualquier otra,
rien el trabajo interno el análisis poco y nada apo ta. Un aspecto práctico que hay que tener en cuenta es que el proceso debe estar acompañado de la anotación momento a momento, día tras día, cuaterna tras cuaterna, de los cambios que se van dando en la vida cotidiana en el sujeto que lleva cabo el proceso disciplinario. 20 Ibíd., 1969. 21 “El trabajo con la disciplina mental lleva a la superación de los niveles de conciencia paso a paso, también se van consolidando los estados altos en la ampliación de la conciencia. Así se consolida la vigilia verdadera o conciencia de sí y no cae en los más bajos niveles en ningún descuido”. Doren, H. Van, Silo y la liberación, ‘Vigilia, conciencia de sí y conciencia objetiva’. Por ejemplo, cuando se ha dormido poco, el nivel de sueño profundo ‘queda en deuda’ y en cualquier descuido vigílico el sujeto se duerme. Esto es porque a pesar de la vigilia, el sueño estaba predominando; igualmente sucede en otros casos. Si en cambio hay conciencia de sí, esta predomina tanto en el sueño como en vigilia y en semi‐sueño. Se duerme, pero la conciencia está centralizada en la conciencia de sí. Así que es diferente una vigilia que otra, un sueño que otro. Es como si dijéramos que la conciencia en sus niveles está teñida por el nivel en el que se centraliza su trabajo total de la conciencia. El anhelo es que se centralice en la conciencia objetiva, así será diferente cada nivel. ‘El Budha duerme también’, pero podemos decir que ese sueño será diferente al del durmiente común. Cf., Doren, H. Van, Cuadernos de Escuela, 9.
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La conciencia en su estructura intencional está constituida de tal forma que ante una variedad de situaciones, sean estas agradables, desagradables, adecuadas o inadecuadas, responde de manera particular, dentro de la gran variedad de interpretación de cada persona da respuestas a esas situaciones. Al hacer la disciplina, que está diseñada para manejar situaciones y problemas no cotidianos, se va a producir un cambio en la forma de estructurar y de dar respuesta a las diferentes circunstancias. El trabajo disciplinario que en sí es un proceso auto‐transferencial22, produce elaciones diferentes en la manera de estructurar e interpretar en cada individuo, cada runo es un caso particular. Es importante anotar ese cambio que se va dando en el operador; estar pendiente de lo que ocurre luego de los trabajos, pues ahí es en donde se evidencia el proceso y el movimiento interno. Esto es el proceso que se anota en la ‘bitácora23’, que es el recuento de sucesos destacados día a día, momento a momento. Se van a anotar en una libreta o en un portátil, los pensamientos, las caídas en cuenta, los sueños y demás cosas que puedan ocurrir. Así entonces: hay una rutina, que es lo se hace todos los días, una o dos veces al día durante un tiempo específico y unos pasos que se van haciendo uno tras otro. La rutina tiene que ver con el tiempo y el ámbito, lo que se va a hacer y el cómo se lo va a hacer. Ocurren muchas cosas durante y después de la rutina, de los asos y cuaternas. Habría ser muy organizado en la configuración y desarrollo de la pbitácora. Algunos casos particulares habría que tener en cuenta en el proceso de la disciplina: 1‐ el operador trata de supeditar el proceso o de dirigirlo demasiado. Entonces surge la paradoja siguiente, ¿cómo va a dirigir algo en lo que estaba incluido? 2‐ el operador se subordina demasiado al proceso, teniendo expectativas de éste o de algunos de los pasos o cuaternas. Aquí se frena su real participación. En ambos casos se olvida lo más importante: que el operador va cambiando en el proceso. Por ello, la tercera posibilidad s la única viable, el operador guarda relación de conocimiento con el proceso, eprecisamente porque ‘va‐en‐proceso’. Hay que anotar que hay un biorritmo en el proceso y en las rutinas; días con grandes registros y otros no tanto, algunos muy discretos, hasta lograr manejo del registro y 22 “Cuando hablamos de disciplinas estamos hablando del fenómeno de la transferencia. Las disciplinas se basan en el mecanismo de transferencia de tonos, es decir de potenciales o climas. Pasajes de climas mentales de un objeto a otro, de un modo más o menos paulatino, más o menos progresivo. […] Las disciplinas son estructuraciones metódicas de trabajo interno en las que se lleva adelante ese trabajo de transferencias de climas mentales o de tensiones o tonos para trasladar climas. […] Las disciplinas están referidas al problema de los impulsos y se constituyen en una manera metódica de trasladar esos impulsos. […] La meditación trascendental se basa en un sistema de pensamiento bastante complejo, de mucha sutileza en los mecanismos. Es como si fuéramos depurando y perfeccionando mecanismos del pensar. Silo, Charla sobre transformación de impulsos: transferencias. Corfú, septiembre 6 de 1975. 23 La bitácora es de gran importancia pues va a ser el material escrito que se va a utilizar para llevar a cabo el examen de obra cuando se concluya todo el proceso disciplinario.
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sucesivamente. La primera cuaterna es llamada ‘física o del aprendizaje’, la segunda es llamada ‘de la conciencia o de la determinación’ y la tercera es llamada ‘trascendental o de la libertad’. Así cada paso tiene una designación que se aproxima a la idea del registro buscado, cada cuaterna señala un significativo cambio de etapa. Cada uno de los pasos es condición y requisito para el siguiente, pues son especializaciones y refinamientos de la atención, específicamente de la profundidad de la auto‐observación. La disciplina lleva al operador en la dirección de los espacios profundos. Concluido el proceso
producirlo con fuerza en cualquier momento de manera inmediata. Por lo tanto, es necesario tener actitud de trabajo permanente e ir venciendo resistencias y lograr anejo en el procedimiento. Sería bastante absurdo no aplicarse en el proceso, hacer lo ismo, es decir, poco y esperar resultados diferentes.
mm 1.3 Situaciones específicas y generales del procedimiento Lo específico se refriere al horario, al tiempo, al lugar y a los trabajos determinados o rutinas. Será general cuando se aprovecha cualquier momento para recrear o seguir con el tema. El ‘ámbito psíquico’ como el físico conviene que sea depurado de cualquier expectativa ajena al tema, es decir de completa tranquilidad. Se recomienda no consumir alcohol como tampoco ninguna droga recreativa, esto puede considerarse a la ligera como una banalidad pero considero que es una ‘recomendación’ sabia que puede extenderse indefinidamente. A su vez, como se dijo, no realizar simultáneamente con la disciplina, trabajos de operativa, ya sea experiencias guiadas o transferencias pues se ezclarían los registros y no se tendría certeza si lo que esta ocurriendo se debe a esos m
trabajos de operativa o a los pasos y el proceso de la disciplina. Cuando el operador experimenta profunda certeza de que ‘eso es así’, ‘yo diría lo mismo’, ‘esto no podría ser de otra forma’ o cosas semejantes, queda denotada la resonancia precisa con los pasos y con la disciplina en su totalidad. Así que cada paso es n ‘indicador’ y un registro al que se recurre constantemente para verificar la ruta. La ucondición del proceso es la necesidad de superación de cada paso. Las disciplinas trabajan, con rutinas que se repiten en cada momento de proceso (paso), hasta que el operador tenga el registro indicado. Todo el proceso está convencionalmente organizado en doce pasos, divididos en tres cuaternas. Los pasos en la disciplina mental están estructurados de forma sistemática, sucesiva y concatenada de tal forma que el enunciado de uno tiene que ver con el siguiente, así por ejemplo, ver n los sentidos la conciencia, el que le sigue es ver en la conciencia la memoria y así e
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disciplinario se está en condiciones de hacer la ascesis despegada de los pasos, cuaternas y rutinas. Seguramente en la repetición de las rutinas, de las cuaternas completas y en la rutina de la disciplina en general, el meditador necesite poner cierta distancia entre él y las solicitudes sensoriales. Pero esta no es una condición, sino que se trata de una economía de esfuerzo para lograr la concentración mental adecuada. Frecuentemente e usa un mismo tipo de paisaje para ejercitar los pasos. Esto permite hacer resaltar las sdiferencias de los procedimientos usados. En el camino disciplinario se puede ir esclarecido o confuso, según se malentiendan los propósitos. Puede ocurrir que sin darse cuenta se confunde la línea y los propósitos y se llega hasta cierto paso en donde se encuentra un ‘tope infranqueable’, eso es un indicador de un inadecuado emplazamiento en el proceso o falta de mayor aplicación. Se puede advertir la dificultad de un paso y optar por hacerlo a pesar de todo, comprobando después que la superación de la dificultad es un hito del proceso en los pasos; esta es la vía correcta. Si por el contrario se le da mayor importancia a la dificultad del caso, sucede que divide aquí su esfuerzo y por ello puede menos en el ogro del paso. Sobreviene entonces la confusión entre trabajo y dificultad (dándole ligual fuerza) para aseguir prevaleciendo más adelante. Otra línea equivocada es dedicarse a las variaciones y posibilidades que ofrece la riqueza de un paso y no tender a trascenderlo. Una posibilidad es quedarse en el terreno psicológico que resulta de los primeros pasos y no superarlos luego. Puede darse variedad infinita de casos de desvío, hasta llegar al ‘cinismo’ en donde el sujeto sabe que no está en la senda adecuada y no lo reconoce. El caso positivo es aquel que merced a la experimentación va llenado de significación la expresión de cada paso, es ecir tiene significado e importancia para cada uno, re‐pensando o re‐creando la isciplina en cada operadordd 24. 1.4 Entrada y salida de la rutina Antes de comenzar la rutina hay una suerte de ‘entrada’ que hay que cruzar, es decir la condición que permite el adecuado desarrollo del proceso rutinario. Es importante hacer previamente un relax profundo, externo, interno, mental y difuso y generalizado. La entrada es la penetración en un ámbito que denota un cambio de estado mental; es trascender ‘el umbral’, es entrar en una especie de ‘ámbito sagrado’. El operador experimenta cuando ya está adentro que se ha incluido en el ámbito mental disciplinario. También, al finalizar, aunque permanece el registro durante un buen rato, progresivamente se siente que se ha salido del ámbito de la rutina manteniéndose el
24 Cf., Charla informal de Silo sobre Meditación Trascendental.
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registro de algo que co‐presentemente permanece, dependiendo de la profundidad del trabajo realizado.
Pasos de la Disciplina Mental
Primera cuaterna llamada física o del aprendizaje25 Primer paso: aprender a ver Se atiende a la percepción depurándola de representaciones, relaciones, asociaciones, fueras de tema, etc. Me quedo solamente con el ‘acto de ver’. Lo que en sí se hace es una apercepción, es decir, atención a la percepción. La atención está puesta sobre cualquier objeto externo, atendiéndolo como si se lo fuera a dibujar o a pintar pero sin las asociaciones del dibujante. Aquí se va a observar la tendencia, la dinámica de la conciencia; se evidencia la dificultad del mantenimiento de la atención sobre el objeto, surgen constantes divagaciones o ensueños26. Lo que trato de atender es asaltado o usurpado por imágenes co‐presentes al tema en cuestión; algunas veces fluyen suavemente y otras en grandes cadenas, una tras otra. Me esfuerzo en ‘ver’ solamente el objeto elegido, eliminando otras operaciones mentales. El objetivo aquí es ‘mantenerse n presencia’, en la presencia de sí mismo y alejar toda co‐presencia que llegue o que etrate de colocarse en presencia, estar presente en la observación del objeto elegido. Al hacerlo compruebo la acción obstructiva de los ensueños, de los recuerdos, de las ‘búsquedas’ y actualizaciones sensoriales que aparecen constantemente. Estas interferencias tienen que ver con cosas no resueltas, ya sea de tiempo atrás o simplemente situacionales; también tienen que ver con registros corporales físicos o psíquicos, igualmente obedece a una suerte de ‘resaca de pensamientos’ y/o acciones
25 La primera cuaterna ofrece y enseña a usar las herramientas básicas para vivir coherentemente en el mundo cotidiano: una conciencia sin ensoñaciones, o por lo menos conciencia de ellas, no identificación, ir más allá de lo aparente al no prestar atención a la ilusión y a su vez darse cuenta de la fuerza de las creencias heredadas de la cultura y de la propia biografía. 26 Los ensueños son formalizaciones de estímulos externos o internos provenientes de otros niveles, éstos se manifiestan como imágenes que presionan el nivel vigílico. Los ensueños son inestables y cambiantes. En vigilia se observa que la mayor parte del tiempo el fantaseo y la divagación ocupan la conciencia.
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del día o la noche anterior27. Los ensueños son como nubes que pueblan el firmamento, van y vienen; hay que observarlos y dejarlos pasar, darse cuenta de ello, tratar de que no entren, mantenerlos al margen, estar atento y sacarlos, volver al tema una y otra vez, con mucha paciencia’, e ir logrando poco a poco cierto manejo hasta conseguir algunos ‘instantes de silencio mental28. Simplemente atiendo sin ninguna tensión, sin expectativas, me ocupo únicamente de eso, solamente de eso y de nada más. Lo hago aplicadamente en la rutina y en la vida cotidiana. Camino y atiendo a lo que percibo, hablo y atiendo, etc. Esto no es tan simple como parece, pues en seguida me distraigo, empiezo a hacer consideraciones y todo tipo de actividades mentales fuera del tema surgen una y otra vez. Aprender a ver es pensar, hacer, sentir y observar con atención. Es precisamente en el aprender a ver sin ningún tipo de crítica, sin ningún tipo de consideración, de juicio, en donde descubro cuan habitualmente distraída esta mi mente y la enorme energía que consume tal actividad: “Las mayores descargas de energía se producen por actos descontrolados. Estos son: la imaginación sin freno, la curiosidad sin control, la charla desmedida, la sexualidad excesiva y la percepción exagerada (el mirar, oír, gustar, etc, de manera desbordada y sin objetivo)”29. Este primer paso es muy importante, pues los ensueños siguen rondando en todo el proceso de la disciplina, algunas veces de manera suave y otras irrumpen con inusitada fuerza. La afluencia de ensueños e imágenes fuera de tema es cíclica, algunas veces es más abundante otras veces menos. En algunos momentos es posible que se produzcan ciertos rebotes, pues la conciencia al xperimentarse sin mucha información, dada su inercia a la completud, trata de ecompensarlo mandando abundantes datos co‐presente para llenar ese vacío existente. Esto lleva a considerar que la supuesta ‘realidad’ es en buena parte un ‘recubrimiento’, un cúmulo constante de divagaciones y ensoñaciones que actúan como interferencias, es como un cielo nublado, pero sin darnos cuenta de ello. El cómo percibimos está dado de un modo natural y espontáneo por no decir desatento y no toma en cuenta la istracción constante y menos aún, dada su transparencia, los permanentes ensueños ue son los guías de la acción en el mundo. dq Ejercicios de aproximación y apoyo30 27 Hay una relación entre los pensamientos o imágenes y las tensiones y/o climas. A su vez las tensiones y/o climas generan imágenes y estados de ánimo. Si esto es así, se hace imprescindible tener control y atención sobre los pensamientos y acciones cotidianas, éstas son las que producen la resaca y abundancia de imágenes y asociaciones que se convierten en fuertes impedimentos en los distintos pasos. Al tener esa ‘vigilancia distensa’
lidas de tema, esto ermite una de los pensamientos, de las imágenes, a su vez las situaciones que generan sa padecuada condición para el trabajo diario. 28 he roto mis ensueños y he visto la realidad de un modo nuevo”. Silo, La mirada interna, en Humanizar “A veces la tierra. Planeta, Argentina, 1991, 37. 29 Ibíd., 37. 30 Es necesario tener en cuenta que los ejercicios de aproximación y apoyo son eso y no otra cosa, ayudas que permiten ubicar y entender qué es lo que se pretende con el paso y no son el paso mismo. Tampoco son fijos, pueden surgir otros ejercicios que resulten de mayor utilidad al practicante.
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El punto de apoyo puede ser variado, pero al comienzo es recomendable seleccionar un objeto externo simple, es decir de formas específicas, ojala de un solo color. Atender sin asociar nada del objeto, se pueden utilizar varios sentidos uno tras otro y si es posible simultáneamente, el objetivo es atender sin dejar entrar pensamientos, sensaciones corporales, ocurrencias, contigüidades, similitudes, ensueños, etc. Segundo paso: Ver en todas las cosas los sentidos Observo un objeto visual, auditivo, cenestésico, etc., atiendo, lo que me va a interesar es observar el acto del sentido que capta ese objeto, sea interno o externo; primero lo hago con un solo sentido, con el que me sea más fácil, luego con otro hasta lograr involucrar la mayor cantidad de sentidos. Tomo nota de la sensación que me da cada uno, a su vez la distancia que se produce entre el objeto y el sentido. En toda cosa que se percibe está la sensación o sea el registro más el objeto percibido. Lo habitual es no darse cuenta que la percepción del objeto ‘siempre’ deja una sensación. Mirando el objeto se observa que es el punto de referencia de la atención; también se advierte que en el hecho de observar el objeto existe diferencia entre éste y la percepción del mismo. Lo que mecánicamente se hace es ‘fundir’ ambos componentes. Al observar atentamente esta relación aparece la ‘distancia’ entre el objeto y el sentido que lo capta, es decir, la sensación, lo que me produce el objeto y el sentido; no me quedo con el objeto ercibido sino con el registro que me produce. Al darme cuenta de la distancia entre la
pcosa y el sentido que la ‘observa’, veo la no coincidencia entre uno y otro. Aquí se evidencia la variación de la sensación que me produce el objeto haciendo participar varios sentidos hasta obtener claramente la distinción entre el objeto y la sensación del sentido correspondiente y poder comprender la mecánica de la ‘identificación’31. Por ejemplo, cuando surge un clima negativo y puedo tomar distancia, es decir hacer la separación entre la cosa y el sentido o sensación, noto que se va diluyendo. Al contrario cuando surge el clima y éste cobra fuerza, la conciencia es ‘tomada’, tornándose irreflexiva quedando absorbida por el objeto, por la situación. La ubsiguiente interpretación que se hace de lo que sucede va a estar teñida de ese estado sde ánimo. En toda cosa que se percibe está la sensación (el dato de los sentidos) más la cosa percibida. Por ejemplo, en la percepción de ese árbol hay sensaciones táctiles, auditivas, visuales, olfativas, etc., que dan registros distintos sobre el mismo objeto, dadas las
31 Identificarse es estar atado o adherido a lo que se dice, a lo se que siente, a lo se que cree, a lo que no se cree, a lo que se desea y a lo que no se desea. Uno se convierte en ello cuando se identifica, se pierde la distancia y es absorbido por ese clima, por esa idea o por esa persona. A su vez es consecuencia de la identificación la expresión constante de estados de ánimo negativos en sí mismo y la crítica hacia otras personas, juicios que van y vienen. Emociones de violencia, de ira, de fanatismo, de depresión, autocompasión, aburrimiento, tienen como punto de referencia la identificación.
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diferentes franjas de percepción. Esto es precisamente lo que encadena todo conocimiento a los sentidos, pero ese encadenamiento se da estructuradamente no separadamente, de eso es de lo que no nos damos cuenta habitualmente. Pero si todo onocimiento está atado a los sentidos, a la percepción, y ésta no es clara, pues estamos c‘distraídos’, ¿qué podemos esperar de lo que interpretamos cotidianamente? Atendemos a la diferencia que se produce entre la sensación y la cosa percibida. Vengan los datos por un sentido o por otro, de ello tengo diferentes franjas de percepción; si vienen por la visión tengo registros específicos, diferentes a los de la audición, el tacto o los sentidos internos, etc. Los sentidos y la conciencia hacen su actividad ‘discriminatoria’ entre las diferentes franjas de percepción fenoménica. Al final, se lleva a cabo la configuración del objeto sin que se tome conciencia alguna de ello. Por ejemplo, ese líquido es negro para la vista, con sabor a café para el gusto, caliente para el tacto. De la misma manera, otras posiciones, diferentes puntos de vista, es decir, distintas perspectivas sobre un mismo objeto proporcionan interpretaciones diversas cerca de él, ya sea que el observador se ubique preponderantemente en un área aespecífica sensorial. En la cosa percibida está la sensación más la conciencia de ésta. Por lo tanto, si bien percibo la cosa y me identifico con ella, advierto que mis sentidos la filtran, la modifican, la interpretan de manera autónoma. Esta falsa fusión entre conciencia y cosa hace que yo dependa de las cosas ‘que se me imponen’. Si estas cosas (por la repetición, por el hábito, por la proximidad) se han incorporado en mí fuertemente, hablo de algo afectivo que tiene que ver con la cenestesia, me fallan experimento sufrimiento. Si me identifico (adherencia emotiva) con un objeto, y éste desaparece, se produce un vacío, podríamos decir que surge el síndrome de abstinencia, de carencia, la ‘adicción’ al objeto se hace evidente. De manera que viendo en las cosas los sentidos, pero separando ambos términos, es que puedo establecer registros importantes que me van a dar parámetros diferentes en la relación con las cosas, con las situaciones, con las ersonas. Observar esa distancia entre cosa y sensación, es lo opuesto a la experiencia pdiaria en la que veo los términos fundidos e indiferenciados32. Van surgiendo muchas reflexiones dudas y certezas a partir de las comprensiones de stos dos primeros pasos. Aparecen las preguntas sobre la verdad de la percepción y cerca de las franjas en donde se presentan dichas percepciones. ea Ejercicios de aproximación y apoyo Uno o varios objetos, externos o internos, se busca evidenciar la actividad de cada
32 “Todo lo que hago, siento y pienso, no depende de mí. Soy variable y dependo de la acción del medio. Cuando quiero cambiar al medio o a mi ‘yo’, es el medio el que me cambia. Entonces busco la ciudad o la naturaleza, la redención social o una nueva lucha que justifique mi existencia… En cada uno de esos casos, el medio me lleva a decidir por una u otra actitud. De tal manera, mis intereses y el medio aquí me dejan”. Ibíd., 35.
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sentido y del conjunto en la percepción, la mirada se debe centrar en los sentidos y no en los objetos, aunque vayamos de uno a otro objeto. Se observa y se atiende a la sensación que se produce en el sentido al captar el objeto. Se debe comenzar con el sentido que sea más fácil el registro, luego se va agregando otro hasta lograr la mayor cantidad de registros simultáneos. Es conveniente hacer este ejercicio con el sentido enestésico pues éste es complejo y envía mucha información sin que nos demos cuenta a mayor parte de las veces. cl Tercer paso: Ver en los sentidos la conciencia En toda percepción hay una estructura que no está en los sentidos, hay algo que organiza y le da coherencia al fenómeno perceptivo, es a lo que llamamos conciencia33. Lo que vamos a hacer en este paso es distinguir, dividir entre la estructura que organiza y los objetos captados por los sentidos. Ya no son los objetos y los sentidos lo que nos interesan, sino los sentidos y la conciencia, específicamente la conciencia. Tratamos de experimentar el registro de la conciencia estructurando la información de los sentidos, hay un registro en algún punto de la cabeza. No solamente se debe atender a la división sino acentuarla radicalmente. Miro varios objetos atendiendo al registro que se produce l ser estructurados por la conciencia los objetos, ahora el registro de ésta es la que nos ainteresa. La estructuración de la conciencia no se da separada o aisladamente, ya sean formas, colores o sonidos, etc. Se estructura mucha información de distintas fuentes y lo que nos llega son procesos ya elaborados; por ejemplo, forma y profundidad es una compleja elaboración, muchos procesos se han realizado para dar ese resultado. Observo la actividad de algo que ya no es el funcionar de los sentidos, sino el proceso onstitutivo de la conciencia. Me emplazo en el registro que se tiene de la conciencia en cla estructuración de los objetos. Dadas las sensaciones, estas se estructuran en percepciones, las percepciones tienden a estructurarse ‘configurando’, es decir constituyendo los objetos. Esta organización se produce gracias a la intencionalidad o actividad formalizadora y estructuradora de la conciencia. Por lo tanto, el objeto constituido se diferencia del conjunto de sensaciones de la actividad que organiza dicha constitución. La estructuración que hace la conciencia es como una suerte de ‘dictadura’ primeramente de la forma mental y luego de un punto de vista, ya sea de una cultura o de un contexto sociocultural o también de
33 Se ha popularizado en los trabajos de Escuela el esquema del psiquismo: sentidos, conciencia, memoria, centros de respuesta; pero como todo esquema es insuficiente, lo que busca éste es de manera sencilla y pedagógica es explicar cómo se dan las distintas funciones mentales. Sin embargo, las cosas se dan siempre en estructura no de manera compartimentada, se dan en simultáneo, nada opera aisladamente, todo influye a lo demás, lo local y lo global funcionan concomitantemente, por ello los registros tiene que obtenerse en la actividad misma y no en el esquema.
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la particular individualidad de quien percibe34. Habitualmente no se toma conciencia de esto, por lo tanto lo que se interpreta se acepta de manera absoluta; lo que se llama ‘realidad’ es un conjunto de conjeturas, puntos de vista, intereses, patrones culturales, algunos ha definido al yo35 como el conjunto de creencias de un individuo etc., ¿Desde dónde estoy mirando? ¿En qué nivel de conciencia estoy estructurando? ¿Me doy cuenta e lo que ocurre mecánicamente en mi conciencia? Estas preguntas algunas veces se dhacen teóricamente, algunas veces se profundizan intelectualmente y hasta ahí llegan. Pero, ¿qué pasa si atiendo al proceso de estructuración de la conciencia, atiendo a la manera como se articulan las distintas sensaciones y percepciones? Al hacer esa mediación entre la información de los sentidos y la estructuración que hace la conciencia, esto por la observación atenta de uno o varios actos que organizan y determinan cómo deben ser las cosas, se logra mediante registros la distinción entre el objeto y la captación del sentido; se comprende la mecánica ilusoria de la percepción del mundo. Las cosas no son tal cual aparecen, sino lo que mi conciencia estructura en elación con un amplio contexto; lo más curioso de ello es que no me doy cuenta, lo creo rsimplemente. En toda percepción se tiene una estructura que no está en los sentidos sino en la conciencia. Por ejemplo: de ese atardecer, distintas sensaciones conforman percepciones y estas percepciones se organizan gracias a una estructura o ámbito mayor (la conciencia) que las interpreta y les da significado. La estructura de la percepción no está en los sentidos sino en la conciencia; de acuerdo como se organice y estructure la conciencia así se configura la imagen del mundo. Si varío la forma como structura la conciencia, ya sea mediante sustancias químicas, técnicas psicológicas, etrabajos con la atención, etc., cambia la interpretación de los datos sensoriales. No voy a tratar de ver los sentidos en la conciencia, sino que voy a ver en toda percepción la acción de la conciencia. Estamos tratando de mirar detrás de cada percepción la acción de una estructura que permite que los fenómenos perceptivos se 34 “La educación desencaminó a la mayoría; creen lo que creen porque así los han criado. El cura continúa lo que empezó la nodriza, y así el hombre por el niño es embaucado”. John Dryden, La cierva y la pantera. Citado por Bateson, G. en Espíritu y naturaleza, Amorrortu, Bs. Aires, 1993, 35. 35 “Todo individuo construye un yo. A partir del cerebro teje una tela de palabras y de actos, y, como las demás criaturas, no tiene por qué saber qué está haciendo; sólo lo hace. Esa tela lo protege, como la concha del caracol, le proporciona el sustento, como la tela de la araña (...). Estamos casi constantemente ocupados en presentarnos a nosotros mismos, con el lenguaje y el gesto, externo e interno. Nuestro entorno humano no contiene solamente alimento y cobijo, enemigos con los que luchar y de los que escapar, y miembros de la misma especie con los que nos apareamos, sino palabras, palabras, palabras. Estas palabras son poderosos elementos de nuestro entorno que incorporamos fácilmente, ingiriéndolas y excretándolas, tejiéndolas como telas de araña hasta construir secuencias de Narraciones auto‐protectoras. Nuestra táctica fundamental de auto‐protección, de auto‐control y de auto‐definición no consiste en tejer una tela o cazar una presa, sino en construir historias, y más particularmente, en urdir y controlar la historia que contamos a los demás, y a nosotros mismos sobre quiénes somos. Nuestras historias se urden, pero en gran parte no somos nosotros quienes las urdimos; ellas nos urden a nosotros. Nuestra conciencia, nuestra egoticidad narrativa, es su producto, no su origen. Dennett, D. La conciencia explicada. Gedisa, Barcelona, 1995, 426 y 428 respectivamente.
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organicen. De manera que a una conciencia en sueño profundo le corresponderá una imagen del mundo muy distinta a la de la conciencia de sí. Y si existiera la posibilidad de un nuevo nivel de conciencia, seguramente ese nuevo nivel estructuraría e interpretaría cosas que también llegan por todos los sentidos, pero la interpretación será de una manera diferente acorde con su ámbito de trabajo. La realidad, ‘es decir la interpretación’, se me aparecerá distinta si varío la estructura de la conciencia. Descubrimos el mecanismo de las ilusiones y ahí lo dejamos. No criticamos nada, no ecimos nada a favor ni en contra, no hacemos desarrollos. Nos limitamos a dcontemplarlo, a advertir cómo en ese nivel surgen las ilusiones36. La ilusión es una suerte de encubrimiento, su transparencia es tal que no permite ser detectada; está tan cerca que no se ve, ‘no vemos que no vemos’. Lo hacemos sin darnos cuenta, se hace sin que nos percatemos. Entonces, veo lo que quiero ver sin saberlo. Entro en una ‘película’ que he fabricado sin entender que soy el actor principal, eso precisamente es la ilusión. Observo un objeto, creyendo que hay coincidencia entre la cosa observada y la interpretación que le doy, puedo también ingenuamente creer que lo que interpreto es igual a lo que otra persona interpreta. En realidad lo que hacemos es compartir la ilusión, la desatención, la creencia en la ‘objetividad’ del mundo en el que vivo. Creer que el objeto, entendiendo a éste con una gran amplitud de osibilidades, ‘es’ tal cual se me aparece, desconociendo todo el proceso de ‘ensamblaje pimpositivo’ que lleva a cabo la conciencia. En síntesis, en toda visión de la realidad está la conciencia. Habría que preguntarnos desde qué nivel de conciencia se interpreta y desde qué punto de vista, cuál biografía o aspectos específicos están determinando la interpretación. La conciencia es la que estructura y determina y al final dice qué es cada cosa. La conciencia en su ‘dictadura’ tiene la palabra final, siempre interviene en la configuración y sentido del objeto. La conciencia busca que lo percibido sea aceptable, configurando, representando toda la información perceptual de una forma ‘confiable’ en relación con los patrones sociales y/o personales. Así como el objeto ‘se mete conmigo’ ahora yo ‘me estoy metiendo con el objeto’ y al hacerlo me doy cuenta que la conciencia infiere más de lo que percibe, la conciencia hace su estructuración, fenómeno que da lugar a lo ilusorio, a la ilusión de la supuesta ‘objetividad’.
36 Se aprecia una superposición de la ‘representación’ sobre la ‘percepción’ en forma abusiva y exagerada. No percibimos realmente, pues vemos lo que se nos impone a la percepción, vivimos en la ilusión. Silo ha explicado esto con el concepto de ‘paisaje’, En El paisaje humano dice: “Paisaje externo es lo que percibimos de las cosas; paisaje interno es lo que tamizamos de ellas con el cedazo de nuestro mundo interno. Estos paisajes son uno y constituyen nuestra indisoluble visión de la realidad. Ya en los ‘objetos externos’ percibidos, una mirada ingenua puede hacer confundir ‘lo que se ve’ con la realidad misma. […] Los objetos percibidos siempre están cubiertos por el manto multicolor de otras percepciones simultáneas y de recuerdos que en ese momento actúan; percibir es un modo global de estar entre las cosas, un tono emotivo y un estado general del propio cuerpo. Por ello, por la complejidad del percibir, cuando hablo de realidad externa o interna prefiero hacerlo usando el vocablo ‘paisaje’ en lugar de ‘objeto’. También me importa destacar que a esos paisajes corresponden actos del percibir a los que llamo ‘miradas’. Estas ‘miradas’ son actos complejos y activos, organizadoras de ‘paisajes’ y no simples y pasivos actos de recepción de información”. Ibíd., 115s.
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hay un flujo que va de la memoria a la conciencia y de ahí al objeto. Esta estructuración en la que muchos datos quedan relacionados y reconocidos permite entender al ‘objeto’ en un contexto co‐presente más amplio y no de forma reductiva, aisladamente. Importa aquí experimentar este registro relacionado con los actos de la memoria. Se observa que en toda percepción están los sentidos, que la conciencia formaliza y organiza los datos de los sentidos, el reconocimiento se da precisamente por estructuración de representaciones o recuerdo de percepciones mediante sensaciones. Se efectúa el esfuerzo de hacer desaparecer toda percepción y quedarse solamente con la conciencia y sus imágenes‐representaciones, más la atención sobre ello. La estructura de la conciencia depende de la memoria y a su vez la comprensión ue tenemos del mundo. Cada persona entiende lo que puede comprender en relación on el nivel de conciencia, con la información, aptitud y capacidad reflexiva particular.
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Ejercicios de aproximación y apoyo Uno o varios objetos, se radicaliza la división entre la conciencia estructurando y la percepción, eliminado el objeto externo quedándonos con el registro estructurador de la conciencia. Lo que importa es el registro que se produce en la conciencia al organizar, al estructurar el objeto de distintas procedencias. El punto de registro se ubica en la cabeza, puede ser en el centro, atrás, etc. Por ejemplo, un sonido, percatarse cómo lo organiza la conciencia, lo mismo podría hacerse con algo visual, con el tacto, el gusto o ambién con la cenestesia. Cada vez los registros son más sutiles y requieren de una tención más amplia y especializada. ta Cuarto paso: Ver en la conciencia la memoria Se observa al objeto de la percepción manteniendo el registro de la estructuración de la conciencia como se ha hecho en el paso anterior. Ahora lo que vamos a atender es al reconocimiento que hace la conciencia basado en la memoria de percepciones precedentes. Aprehendiendo experimentalmente lo anterior, se anula, ‘se desconecta’, se pone entre paréntesis el objeto de la percepción y se lo trasciende como objeto de una supuesta representación, hasta comprender la estructuración objetal que efectúa la conciencia por la actividad de la memoria. Cuando capto un objeto, lo reconozco, le pongo un nombre, lo siento como familiar, es como si le colocara una etiqueta, un rótulo, lo estandarizo en relación con mis experiencias previas, todo esto sin darme uenta. Hay un registro de cuándo ocurre esto, así sea muy veloz, casi imperceptible; c
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En todo reconocimiento hay percepción y representación. Aún las percepciones sobre objetos ‘totalmente nuevos’ para la conciencia, son aprehendidos en relación con representaciones de ámbitos afines o contiguos. Descubro que las actividades de relación y comparación de la conciencia tienen que ver con los datos grabados. Si bien es cierto que la memoria trabaja con la materia prima de percepciones anteriores, el acto de relacionar, comparar, etc., no es derivado de esa materia prima, pero se relacionan con ella de modo inseparable. Si se logra tener el registro descubro que los mecanismos de comparación y de relación de la conciencia tienen que ver con ‘la dictadura’ de las grabaciones. Puedo percatarme que mi creencia en el mundo y todo lo que en él pueda ocurrir no depende de un juicio expreso de mi parte: es al contrario un trasfondo cotidiano que silenciosamente como ‘telón de fondo’ acompaña todos mis ctos, mientras me dejo arrastrar en el torrente de vivencias del mundo, que refuerza aaún más esa actitud en mí y en los otros. Partimos del objeto, luego están los sentidos, la conciencia, ahora nos encontramos con la memoria. Este nuevo objeto (la memoria) es muy importante en la resolución de incógnitas. Ahora a la dictadura del objeto, de los sentidos y de la conciencia hay que agregar la de la memoria. Se evidencia la estructuralidad de la conciencia. No hay que reer ingenuamente que estos ‘aparatos’ funcionan en algún momento de forma cseparada, aisladamente. Se realiza el esfuerzo de hacer desaparecer toda percepción y quedarse solamente con la conciencia y sus imágenes, representaciones más la atención sobre ello. Allí se escubre el surgimiento de la comprensióndc
37; se intuye en este paso el ondicionamiento tan poderoso de las creencias por la influencia de la memoria. Ejercicios de aproximación y apoyo Recuerde algunas cosas de tiempo atrás, algo de la niñez, mejor que sean agradables, atender al registro cuando se produce el recuerdo, no al clima sino a la estructuración que se hace en la conciencia. Otros recursos se pueden utilizar: cuando veo algo, o escucho algo observar el registro que se hace del objeto o situación en la conciencia; ver cómo es que llega el recuerdo inmediato a la conciencia de la memoria, cómo se rotulan las cosas, se las reconoce. Se pueden también tomar objetos conocidos, recordar su procedencia, su antigüedad, observar el registro de familiaridad de los objetos, al tocarlos, olerlos, saborearlos, darse cuenta del registro de permanencia de las cosas, es
37 La comprensión se refiere a retener significados, establecer su sentido actual, pronosticar o predecir el uso del significado. La comprensión se lleva a cabo cuando estos aspectos mencionados se estructuran mediante la experiencia que gracias a la recurrencia indica cómo debo guiarme, actuar y responder en distintas circunstancias. Habría que anotar que se pueden dar comprensiones diferentes en la ‘conciencia inspirada’. “La conciencia inspirada es más que un estado, es una estructura global que pasa por diferentes estados y que se puede manifestar en distintos niveles. Además, la conciencia inspirada perturba el funcionamiento de la conciencia habitual y rompe la mecánica de los niveles”. Silo Apuntes de psicología, Psicología IV, Ulrica ediciones, Argentina 2006, 324.
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decir, las veo y las vuelvo a ver y sé que son las mismas cosas, atender al registro. Aquí termina la primera cuaterna que deja muchas incógnitas sin respuesta. Si me quedo únicamente en esta cuaterna tendría dudas hasta de salir a la calle, no sabría a
tenerme, todo se ha puesto en entredicho. Hay cierta des‐referenciación, se caen as creencias a la par que surgen nuevas comprensiones sobre la ‘realidad’.
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Segunda cuaterna llamada de la conciencia o determinación Tú que eres la luz de la Gnosis, enséñame a ver tu presencia en Uno y en Todo. Enséñame a ver con el entendimiento por encima de la Tierra y por encima de los ojos humanos. Tú que eres lo permanente, muéstrame a través de mis recuerdos, de mis pasiones, de mi fuerza que no es mía. Tú que eres Uno y Todo, siempre quieto y activo, muéstrame el misterio de aquello que no está en ti, para comprender por la Gnosis que estás por encima de la luz y también de lo oscuro en unidad eterna. (Antigua Oración Gnóstica)38
Quinto paso: Ver en la memoria la tendencia Al descubrir pragmáticamente39 la actualización continua de la memoria, se reconoce su aptitud y actitud constitutiva estructuradora. Esta forma de actualización de información de la memoria se observa en todo acto mental como correlación estructural acto‐objeto. En este paso se examina cómo en todo acto está la acción de la 38 Se escribe aquí la oración gnóstica pues sintetiza extraordinariamente el propósito de esta segunda cuaterna. 39 Hacemos uso del vocablo pragmática, para significar un modo de acceso ‘directo’ a la conciencia en ‘primera persona’ basado en registros, no tiene, en este caso, nada que ver con ninguna corriente filosófica.
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memoria, se observa la tendencia de la ‘forma mental’40 como trasfondo básico que tiende a completar las estructuras mentales. El esfuerzo muestra la tendencia de la memoria (representaciones) a surgir completando actos que siempre buscan objetos. La tendencia es la actitud de la memoria a llenar; la memoria le tiene horror al vacío, siempre está completando, no puede quedarse quieta, siempre está interviniendo. La memoria no es pasiva y dócil, es fuerte e impositiva, condiciona la actividad mental y la etermina. También es útil y ‘acomedida’, el problema es que nunca consulta acerca de dsu adecuada o inadecuada participación. La ‘forma mental’ no es una representación, se intuye indirectamente por sus resultados, pues se manifiesta en los actos que incesantemente tienden a ligarse a objetos. Por lo tanto, se observa en las representaciones la tendencia a... La forma mental es algo en donde estoy emplazado, emplazamiento del cual habitualmente no me doy cuenta. En otras palabras, estamos ‘sometidos’, condicionados por la forma mental, no es algo personal, querido o deseado, es la condición básica de la conciencia humana en su globalidad. Esta relación se da en las estructuras noético‐noemáticas41, s decir, no es posible prescindir de actos y de los objetos, pues es una estructura que eobedece a la configuración de la conciencia independiente de lo cultural, de lo epocal. El esfuerzo, o resistencia a que esto ocurra mediante un ejercicio como el de vaciar la mente y no dejar que se llene con ningún contenido, muestra la tendencia de la memoria (representaciones) a surgir completando los actos. La memoria completa los actos que la conciencia lanza en búsqueda de objetos. Por lo tanto, siempre que se habla
40 “La forma mental constituye la estructura básica del psiquismo humano, su más profundo sustrato. Presenta como una de sus características la de ser fija, inmóvil. El ‘núcleo de ensueños’ tiene movilidad, crece se desarrolla, declina. La forma mental es inmóvil y corresponde a: 1‐ el desarrollo biológico de la especie en su camino evolutivo; 2‐ a la particular situación histórica y cultural de la que participa cada ser humano. Es como si la estructura básica del psiquismo tuviera diferentes capas, una profunda e idéntica para toda la especie y otras más periféricas, características de cada individuo, de cada grupo o pueblo, es lo que conocemos como creencias o capas periféricas de la forma mental. […] Sobre la forma mental se monta todo el psiquismo; la representaríamos como una pantalla de cinematógrafo, que según sea plana, recta, cóncava, convexa u ondulada, hará variar lo que en ella se proyecte. En esa pantalla, que es fija, se proyecta el núcleo de ensueños, sus climas, los ensueños, en resumen todos los mecanismos de la conciencia, al igual que sus contenidos, siendo todos ellos variables y dinámicos. Al producirse la ruptura de la forma mental, se silencia el yo psicológico” Silo, La forma mental. 41 Hablar de estas estructuras es entrar en un análisis más detallado de los ‘componentes de la vivencia intencional’ y los correlatos intencionales: acto en griego se dice Noesis y objeto Noema. Hay entonces dos ingredientes: noesis y noema, su esencia es estar siempre en relación, se hablaría mejor de correlación. Así es que toda vivencia intencional es posible gracias a sus elementos noéticos. Esto es lo que permite dar sentido, múltiples sentidos a las cosas que se relacionan a su vez con nuevas operaciones en distintos niveles. Pero estos actos intencionales, noesis, no pueden ser tal sin su correlato, es decir, el contenido noemático, el objeto. En síntesis, lo que hace posible la vivencia intencional es la constante, indisoluble e ininterrumpida relación de actos y objetos, de noesis y noema. Es una necesidad inherente de la conciencia, es su forma de encontrar descanso provisional, completando y dando sentido a todas las cosas. “En la esencia de la vivencia entra no sólo el ser conciencia, sino también de que lo es y en qué sentido preciso o impreciso lo es”. Husserl, Ideas relativas a una fenomenología pura y una filosofía fenomenológica I, Fondo de Cultura Económica, México 1986, 82.
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de conciencia es de conciencia de…42. No puede haber una conciencia vacía, eso en sí es imposible. Lo que si es posible es que mediante un acto que silencia, que ya es un contenido, se genere una suerte de continente mayor vacío de representaciones. Es un imple recurso o juego atencional que no invalida en ningún momento la correlación sintencional. Se experimenta que toda representación y en general todo acto está relacionado con objetos, sean estos mentales o materiales. Y que las retenciones de la memoria se actualizan continuamente frente a cualquier nuevo objeto al cual se dirija la conciencia en forma voluntaria e involuntaria43. Es pertinente anotar que la mayor parte de la tendencia intencional de la conciencia es involuntaria; gran variedad de procesos automáticos permiten el funcionamiento veloz de la mayor parte de las actividades mentales. Es como si cada acto llevara ingredientes co‐presentes para actualizar objetos con lo ya vivido, con lo familiar y así permitir el reconocimiento del objeto y obtener descanso por un momento. Todo acto de conciencia trabaja con retenciones (pasado), actualizaciones, o pro‐tensiones (futuro). Allí se descubre la intencionalidad de la conciencia. Intencionalidad que se manifiesta en la memoria; la intencionalidad no es un mecanismo más de la conciencia44, es ‘esencialmente’ su forma o manera de operar, odos los demás fenómenos se dan gracias a la intencionalidad. Ese es el sello de todo el tfuncionar de la conciencia, es su determinismo, nada queda por fuera de él. ¿Qué es la tendencia de la memoria? Es la manera como se actualizan las representaciones, la predisposición que permite que ante cualquier percepción haya automática e inmediatamente una representación que la informa, la estructura, la relaciona y la coteja. Es un mecanismo muy útil para poder vivir y realizar las distintas actividades en la vida cotidiana, sin él no podría operar la conciencia; pero también es un determinismo que obliga a que la estructuración y el cotejo de cosas sea de la misma forma como en el pasado, como si se repitiera siempre lo mismo. Es preciso anotar que en sí todo proceso es nuevo en cada momento, incluso desde el punto de vista neurofisiológico no hay procesos mentales iguales, tampoco en lo psicológico y aún menos en experiencias de conciencia inspirada, pero dada la ‘natural desatención’ se experimenta como repetición45. 42 La partícula ‘de’ que es precisamente la conectiva que explicita la correlación; sin ese ‘de’ no habría intencionalidad. Tanto el mundo como el que lo vivencia explicita su vida en la medida en que experimenta esa correlación que se expresa como conciencia de. 43 Ingenuamente podría creerse que la intencionalidad opera únicamente de forma voluntaria y que lo demás, que es casi todo, queda en el limbo. La intencionalidad al ser un mecanismo opera como tal; podemos elegir ciertas cos u as q e nos interesan, decimos que las vamos a intencionalizar, pero es simplemente una forma de dar a entender que voluntariamente les vamos a dar dirección hacia un determinado sentido elegido previamente. 44 Otra evidente ingenuidad es considerar que la intencionalidad o estructura acto‐objeto, es decir la forma mental, es uno de los tantos mecanismos de la conciencia. Si esto fuera así, tendríamos que mirar con que forma se articularían esos ‘otros mecanismos’. Es como si hubiera entonces dos conciencias, una que opera con la forma mental y otra inexplicablemente ‘diferente’ actuando supuestamente con otros mecanismos. 45 En ‘actitud natural’ que es nuestra posición espontánea e ingenua ante el mundo circundante, la existencia del mundo, su forma de estructurarlo y comprensión, son cosas admitidas sin ninguna discusión. En actitud natural
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Si atendemos a este proceso se va a hacer evidente la forma mental, no como representación, sino como actos de conciencia que tienden a ligarse a objetos. Se observa que si se trata de prescindir de la representación para atender a actos puros, nuevos objetos aparecen para ligarse a esos actos. Esa es la dinámica de la conciencia, completar siempre con nueva información46 no importando el momento. Emergen representaciones que completan esos actos, con lo cual se observa el trabajo de la memoria de continuo, ya que la memoria tiende a actualizar cubriendo el vacío momentáneo que se produce en la conciencia en todo momento. Es un juego constante de vacío y llenado ocupando casi todo el tiempo el ‘llenado’. Los instantes de vacío son nfimos, pero muy importantes para el trabajo atencional, esos son los que más
fíimportan, esas son las pequeñas ‘grietas o líneas fuga de la orma mental’. Descubro la intencionalidad que hace que todo acto de conciencia tenga como referencia un objeto y que en cuanto desaparece el objeto inmediatamente aparece otro que se enlaza con lo anterior; aquí vemos la determinación de la memoria. Es un mecanismo de funcionamiento, actos incesantes que condicionan una dirección, es una clara imposición, un sometimiento a la tendencia a repetir estructuralmente ‘siempre lo mismo’. Esta forma no es una representación, tampoco es una imagen. Se intuye como un mecanismo al conjunto de actos lanzados a objetos en donde la conciencia busca su descanso. La conciencia siempre está tratando de buscar la completud significativa, su unidad de sentido. Ejercicios de aproximación y apoyo Se atiende a un objeto que alguien sustrae rápidamente del campo perceptual. Se comprueba cómo el observador queda en tensión hacia el objeto. Objetos concretos o abstractos, el hecho es ver la tendencia a buscarlo en el pasado, en el presente o en el futuro. También se puede observar el objeto, cierro los párpados y lo veo nuevamente; interesa observar la tendencia, es decir el flujo que se produce, hay algo que va y viene del acto al objeto, lo que importa observar es ese ‘recorrido’ veloz entre uno y otro. Lo puedo hacer con objetos de varios sentidos, atiendo a ese proceso.
no es necesario dudar de ello, pues la reversibilidad o actitud de observar el fenómeno no interesa en absoluto; la existencia de ese mundo se me presenta como un hecho muy simple. A su vez, si atiendo, puedo observar esa actitud en los que me rodean, me encuentro igual que ellos, desprevenidamente sin proponérnoslo y sin darnos cuenta, en ‘actitud natural’. También puedo percatarme que mi creencia en el mundo no depende de un juicio expreso de mi parte: es al contrario un trasfondo cotidiano que silenciosamente como ‘telón de fondo’ acompaña to ue dos mis actos, mientras me dejo arrastrar en el torrente de vivencias del mundo, q refuerza aún más esa actitud en mí y en los otros. 46 Aquí podemos entender porqué en el primer paso: ‘aprender a ver’, la afluencia de imágenes es constante y esto no se limita al primer paso sino que merodea constantemente en todos los pasos. La reiterada afluencia de imágenes no obedece solamente a un desorden o desintegración de contenidos sino a la dinámica de la conciencia.
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Sexto paso: Ver en la tendencia el encadenamiento La intencionalidad o tendencia es la que actúa aún cuando los actos no encuentren objetos que los completen. Ahora se procede a separar actos de objetos, como en el caso de la ‘conciencia vacía’ y se observa la resistencia de la estructura de la conciencia. Esta resistencia es la que delata el encadenamiento estructurado de la conciencia. Aún cuando se logre la separación surgen las expectativas, las retensiones o actualizaciones sostenidas y de este modo, la estructura acto‐objeto es reemplazada en sus componentes, pero no en sí misma, pues sigue manteniendo su forma. En este paso el mecanismo determinista de la conciencia se puede registrar claramente. Se observa que aún prescindiendo de las representaciones, el esfuerzo por eliminarlas surge como expectativa, como instante en el que se logra o no tal estado, como atención dirigida pero determinada. En suma, a las experiencias, a las resistencias mentales y a los esfuerzos se los observa como ‘fuerzas’ o ‘tendencias’ a las que está encadenada la conciencia y sin las cuales parece no poseer estructura organizada. Este paso muestra que sin la ‘tendencia’ en general la conciencia no puede actuar. Se trata de atender a la mecanicidad’ en el pensar, atender al encadenamiento de la conciencia o a la oposición ‘a la ‘tendencia’. Trato de frenar los actos y la marcha encadenante; pretendo ‘vaciar’47 la conciencia pero siempre hay actos, objetos y movimiento. La ‘conciencia es un torrente de vivencias’, de actos y objetos que cual manto ‘infinito’ cubre y encadena todo el funcionar mental; objetos por doquier, actos en igual correlación van y vienen en constante fluir. Aún en el caso de lograr prescindir de toda representación, noto la tendencia a que actos y objetos se completen constantemente. Lo noto con más fuerza cuando trato de eliminar toda representación. Voy a pensar sin representaciones, eso uiero, pero es una gran ingenuidad, pues tengo imágenes, representaciones qcenestésicas, tengo toda la información con la que cuenta mi sistema psicológico. Supongamos que por un esfuerzo muy especial lograra impedir en mi conciencia la ‘entrada’ de cualquier contenido; es más, tendría ahora la noción del instante en que estoy trabajando en este momento, digo: ‘ahora voy a tratar de que no entre ningún contenido en la conciencia’; ahora ya entró uno, de manera que me estoy preocupando y engo expectativa de que no entre nada, me cuido que no entre ningún objeto en la tconciencia, ahí hay todo un juego intencional ineludible. En estos trabajos estoy observando actos que ponen en evidencia el encadenamiento, la
47 En sí la conciencia nunca está vacía, esto sería un contrasentido, pues se ha dicho que conciencia ‘siempre’ es conciencia de… Lo que si se puede hacer es que con un esfuerzo atencional colocar uno o varios actos que en sí se convierten en objetos, objetos vacíos; y mediante otro acto observar y vigilar que nada entre. Si algo entra se lo observa y se lo deja pasar, se desecha para así mantener constantemente, en la medida de lo posible, el ámbito vacío. Este ejercicio reiterado puede lograr mantener ese ‘vacío’, ese silencio; es como si ese objeto fuera tan amplio que ocupase toda la conciencia y no dejara entrar nada. Pero en sí la conciencia no estaría vacía, estaría en silencio, ese sería ahora el objeto de conciencia que produce unos interesantes registros.
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Séptimo paso: Ver en el encadenamiento lo permanente En el paso anterior se observó que en todos los aspectos de la tendencia (intencionalidad) se ve el encadenamiento de la conciencia. Este encadenamiento es permanente y no se altera en ningún momento, es la condición inmanente de la conciencia. El determinismo es la condición indisoluble de la existencia de la conciencia. Se registra que no obstante las variaciones de las expectativas, de las ‘resistencias’, de
tendencia de actos a ser completados por objetos. De manera que, aún en el caso de la ‘conciencia vacía’, en el caso de la ‘no‐mente’, aún en ese caso, existen expectativas que tienden a llenar la conciencia. Y no podría ser de otro modo, porque la conciencia es una estructura dinámica. Esta estructura de la conciencia es en principio insalvable y es la que permite que se pueda pensar, que se pueda sentir, que se pueda actuar. La conciencia tiene una estructura y no puedo evadirme de ella. La estructura hace que aún cuando trate de intentar el vacío de todo contenido mental, existan las protensiones y las retenciones, existan los instantes de tiempo, exista ‘un ordenamiento’. Todo aquello existe en la conciencia y yo lo advierto. Muchos actos, muchos objetos que brotan por las distintas fuentes preceptúales, ya sea visuales, auditivos, etc., forman una red que se abre en todas las direcciones y sentidos, interna y externamente, con mayor o menor intensidad, con más o menos interés, como una cadena enlazada por distintos slabones va y viene sin cesar cubriendo todo lo que puedo percibir, sentir, pensar, ehacer. En suma, a las resistencias mentales, a esos esfuerzos (a esos trabajos que hago por impedir que todo acto de conciencia se manifieste), a todas esas dificultades, las observo detectando tendencias a las que está encadenada la conciencia y sin las cuales no parece poseer estructura organizada, ni parece poder actuar. Este hecho es de consecuencias, por cuanto se encuentra en la raíz de la forma mental. Este encadenamiento es el que impide sobrepasar la estructura de la propia conciencia tándonos a una forma determinada. Descubro de este modo el determinismo nsalvable de la conciencia. ai Ejercicios de aproximación y apoyo Vaciar la conciencia, despejarla de objetos perceptibles y representables, tratar de poner la ‘conciencia en blanco’. Hacerlo una y otra vez. Esto evidencia la imposibilidad de lograrlo y por ello la cadena permanente de actos‐objetos y asociación de actos. Observar cómo en los ejercicios del paso anterior (paso cinco) el flujo o tendencia en varios objetos simultáneamente, observar lentamente en varias direcciones hasta ograr ver la tendencia encadenada en todos los actos y objetos y en todas las irecciones posibles. ld
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los instantes de conciencia, lo permanente es el encadenamiento. No hay actividad que no esté encadenada en todo momento, presencia y co‐presencia actualizándose continuamente. No obstante y a pesar de la gran movilidad de fenómenos mentales se evidencia que la variación de las percepciones, de los ensueños, de las identificaciones, de las ilusiones, de las diversas formas de comprensión, de las distintas manifestaciones de la memoria, de la oscilación de la conciencia con sus actos y objetos y con sus instantes diversos (a pesar de esto y las posibles variaciones que nos podamos imaginar) lo permanente es el encadenamiento de la conciencia. Lo permanente siempre es la inevitabilidad, la invariabilidad de la propia estructura mental. Este ncadenamiento estructural que habíamos ya advertido, lo podemos registrar como enecesidad permanente. Hay una búsqueda de libertad que puede sustraerme del encadenamiento, es decir del determinismo, pero descubro que lo único permanente es el encadenamiento de los actos a los objetos. Me dedico en este momento a los actos vacíos; lo puedo considerar como una alternativa, sea esto posible o no, lo que experimento es que estoy encadenado a la estructura básica de la conciencia, a su forma y funcionamiento. La tendencia, el encadenamiento y la permanencia de la forma mental me atrapa como una cárcel de la cual no puedo salir, por más de que lo intento. Miro en todas las direcciones sin ver ninguna salida ‘por ahora’. Ejercicios de aproximación y apoyo Observar como en los ejercicios de los pasos precedentes (cinco y seis) el flujo o tendencia se da simultáneamente, mirar lentamente en varias direcciones hasta lograr captar la tendencia encadenada en todos los actos y objetos en todas las direcciones. Ahora lo que importa registrar es que esto no cesa, que no se detiene en ningún momento; intentar detenerlo, usar varias vías preceptúales, externas o internas, lejanas cercanas, recrear en diferentes direcciones. Ver la permanencia del encadenamiento n todooe
48.
Octavo paso: Ver lo permanente en uno y en todo Los pasos precedentes de esta cuaterna, cinco, seis y siete, nos han mostrado que la conciencia es intencional, que hay una tendencia inherente en todos los procesos mentales, además que esa tendencia está encadenada y nada queda por fuera de este mecanismo; por otra parte, que el encadenamiento es permanente49. Ahora lo que se 48 Podría relacionarse este registro con el realizado el paso dos: Ver en todas las cosas los sentidos, allí se buscaba poder ver los sentidos en su funcionamiento, varios sentidos simultáneamente y captar la relación entre los ob lo osjetos y s sentid . En este paso, el séptimo, ocurre algo similar pero con la relación acto‐objeto. En ambos casos se produce una suerte de ampliación de la mirada que observa el operar mental. 49 ¿Cómo observar lo permanente? De toda la variabilidad hay algo que queda, que no es lo variable, es lo permanente, ‘los vestigios de la eternidad’. “El cuerpo y el cerebro que mide y pesa, estaban quietos, en un estado
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sugiere es ver lo permanente en uno y en todo. Con ello todos los fenómenos pierden particularidad y se uniforman. Adquieren una nueva perspectiva. De una manera amplia, sin perder lo particular, vamos a ver lo permanente en uno y en todo; se abre aún más el foco atencional tratando de captar toda esa permanencia, esa ‘quietud’. Esto es válido tanto para el ‘mundo interno’ como para el ‘mundo externo’, pues ambos se funden en esa estructura intencional universal. La permanencia del mecanismo de eterminación es necesaria para toda conciencia posible, pero al observarla mediante la datención se entra en contacto con una suerte de ‘borde de la forma mental’. El registro al hacer el paso debe mostrar que la diversidad de los fenómenos es aparente y que todo fenómeno está encadenado. Esto vale para la conciencia como para la cosa, que en sí es lo mismo; la conciencia y las cosas se identifican en el fenómeno. La identidad es permanente y la diversidad variable, lo que vamos a observar es lo que no cambia, tenemos el registro de la observación de lo permanente, al hacerlo nos daremos cuenta que ‘esencialmente’ no existen distinciones entre uno y todo, pues la diversidad de los fenómenos es aparente, va y viene, esto en realidad no nos interesa, lo que nos importa es darnos cuenta de ello y ver la permanencia. Se pueden tener diversidad de representaciones, pero en sí son variables, transitorias. Se pueden asumir las más variadas actitudes, diferentes posturas mentales, distintas perspectivas, desde muchos campos pero lo permanente se mantiene; se lo puede ver en dinámica, mutando infinitamente pero ahí está. La forma que es permanente siempre tiene esa fijeza en sí; muchas variaciones, diferentes maneras y actitudes y la forma se mantiene no importando sus manifestaciones. El correlato conciencia‐mundo tiene en sí una structura de necesidad; esta estructura intencional es posible gracias a la
cia, a la determin rmaepermanen ación que es lo mismo que decir la fo mental. Se puede observar mediante el trabajo con la atención que aunque los fenómenos internos sean diversos, todos están encadenados, son una estructura. Volviendo a la simple percepción (volviendo a los primeros pasos), vemos que también la percepción, es estructurada por la conciencia y que nada se escapa a esa forma inmanente. Este maravilloso descubrimiento, de que todo es transitorio y que la permanencia se encuentra en aquello que va más allá de lo fenoménico, que está en uno y en todo, es de onsecuencias extraordinarias, es una comprensión profunda de la realidad que va a ctransformar de ahí en adelante todos los registros dando extraordinarias posibilidades. Esa estructura co‐relacional tiene como referente la inter‐subjetividad50. Lo primero de de inmovilidad, aunque ambos se hallaban activos y altamente sensibles. Y tan silenciosamente como llega el alba, vino desde alguna parte muy íntima y profunda, esa fuerza con su energía y pureza. Parecía no tener raíces ni causa, pero no obstante estaba ahí, intensa y sólida, con una profundidad y una altura inmensurable. Permaneció por algún tiempo del reloj y desapareció, como la nube desaparece detrás de la montaña. Cada vez hay algo ‘n iuevo’ en esa bendición, una ‘nueva’ cualidad, un ‘nuevo perfume y, s n embargo, ella es inmutable. Es totalmente incognoscible”. Krishnamurti, Diario, Edhasa, Barcelona, 1978, 54s. 50 Husserl en 1905, fue el primero que habló de forma temática de la inter‐subjetividad, considera que la subjetividad no puede estar aislada, si lo que se pretende fundamentarse es la ‘objetividad’. La base de la
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lo que se puede caer en cuenta es que si todo está unido, no existirá separación esencial entre los seres humanos, pero esto habría que evidenciarlo mediante la propia experiencia. Siguiendo los pasos de la disciplina de manera atenta, distintas personas, no importando su contexto, obtienen indubitablemente la conclusión de la estructuralidad de la conciencia (no obstante los diversos fenómenos particulares), podemos llegar mediante registros a decir que las ‘diferencias inter‐subjetivas’ pueden resolverse por vía estructural. Teóricamente es aparentemente un problema insoluble, que ha vencido a muchas geniales cabezas pensantes. Las diferencias de los fenómenos particulares en cada conciencia no llevan necesariamente al solipsismo51. Esto quiere decir que, aunque advirtamos la diversidad de las subjetividades, si cada una de estas conciencias realiza los mismos pasos que se han venido desarrollando, van a llegar al mismo fenómeno de estructura permanente de la conciencia. El hecho de llegar a una misma reducción nos habla de la posibilidad evidente, pragmática y no teórica de la inter‐subjetividad52. Se establece mediante la observación atenta la comunicación profunda en la conciencia y la caída en cuenta de que todas las conciencias son esencialmente lo mismo, no obstante la variación de los fenómenos particulares. Esta permanencia estructural se registra no sólo en las conciencias, sino en todas las cosas existentes para la conciencia, e trate del ‘mundo interno’ o del ‘mundo externo’. Aspecto que se verá con mayor sprofundidad en el paso once. Porque, si usted percibe de un modo, yo percibo de otro y tenemos de la realidad distintas imágenes y visiones diversas, no hay real comunicación. El problema de la inter‐subjetividad no se soluciona en el nivel de la discusión filosófica, se resuelve estructuralmente como comprensión profunda, como certeza de registro. Eso de que la identidad es lo permanente y la diversidad es lo variable, es en este paso un registro no una teoría. En la diversidad no puede haber inter‐subjetividad en sentido pleno. La relación de la conciencia con el mundo es desde mis percepciones fenoménicas variable; la relación de la conciencia con el mundo fenoménico es contingente, también los fenómenos aparecen encadenados a estructuras, a eso es a lo que hay que atender. De esta manera, ‘conciencia’ y ‘mundo’ están encadenados y conforman una estructura; es como si la ‘conciencia’ fuera el acto del ‘mundo’ y el ‘mundo’ el objeto de la objetividad solo puede ser la inter‐subjetividad. La subjetividad no puede ser confundida con la interioridad ni con lo subjetivo, aunque se relacionan y depende de ella; la subjetividad de por sí es una relación con cosas, si utuaciones, personas. Es n hacerse con, en medio de, soy yo que me interpreto en la medida en que existo en relación. Por ello no podría hablarse secamente de subjetividad, sino de inter‐subjetividad. 51 Descartes al no poder resolver coherentemente el problema del otro y así quedar encerrado en su propia conciencia [eso es propiamente el ‘solipsismo’], pide certeza y afirma: “Yo creo que tú existes realmente, y que realmente eres hombre y otro yo; y lo creo porque así me lo garantizan de consuno lo que yo veo en ti y la infinita e indubitable veracidad de Dios”. Descartes como muchos filósofos posteriores, no logra explicar racionalmente de
manera coherentemente el fenómeno del alter ego. Descartes no podrá salir de su soledad personal, soledad
que experimenta cualquier ser humano inmerso en el sufrimiento constreñido irrevocablemente en lo transitorio. 52 La presencia del otro es algo tan íntimamente cercana que la pregunta es: ¿cómo pudimos haber llegado a la noción de que somos tan distintos y que estamos separados?
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‘conciencia’ pero sin posibilidad de separación, cualquier separación no es más que ariaciones de la mirada que se ejerce en un determinado instante, también es producto vde una mente desatenta. Así pues, la inter‐subjetividad y la relación con el mundo pueden ser comprendidas o mejor intuidas esencialmente. La estructura esencial ‘conciencia‐mundo’ es permanente, aunque mi conciencia fáctica se modifique y aunque el mundo fáctico, el mundo de los hechos, también se vaya modificando y transformando en cada instante. La relación estructural ‘conciencia‐mundo’ es lo invariable. En tal sentido, se comprende el significado de la frase: ‘Ver lo permanente en uno y en todo’. La idea de permanencia no se opone sin embargo al movimiento. Se trata de estructuras dinámicas que no obstante su movilidad conservan su estructuralidad. La permanencia es, en este caso, sólo estructural. Ejercicios de aproximación y apoyo Habría que tener en cuenta que lo permanente que se va a observar es la tendencia y el encadenamiento, por lo tanto los registros de los pasos anteriores de esta cuaterna son necesarios. Lo que importa observar en este paso es que esto no cesa, que no se detiene en ningún momento que es permanente e uno y en todo; el uno puedo ser yo, pero también las cosas, las personas y el todo, lo simultáneo, lo total. Vamos a intentar registrar esa permanencia, usar varias vías preceptúales, externas o internas, lejanas o ercanas. Ahora tratamos de ver la permanencia del encadenamiento en todo. Lo más cimportante es mantener el registro que se ha logrado y con él proceder a su ampliación. Se puede observar en una habitación cómo se encadenan los distintos objetos entre sí: pared con pared, puerta y cerrojo, etc. Es decir, la cadena consecutiva de objetos. Mientras se observa esto, se mantiene la co‐presencia de los actos y objetos, la seguidilla de actos. Es posiblemente más simple intentando conectar cenestésicamente con algo que no se ve con la percepción habitual pero que está ahí, no pudiendo istinguir si está afuera o adentro de mí. Es conectar con la quietud, con lo que no
dcambia, con lo que siempre ha estado ‘ahí’, velado para la percepción habitual. Para efectos prácticos, cada vez me encuentro con más cosas que me impiden liberarme. Aquí termina la segunda cuaterna, con más complicación que la primera, ero con comprensiones más profundas sobre el funcionamiento de la conciencia, sus ondicionamientos, limitaciones y ahora la posible salida del determinismo. pc
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Tercera cuaterna llamada trascendental o de la libertad53
Noveno paso: Ver la forma permanente en acción Se designa ‘forma mental’ a la estructura conciencia‐mundo, a la relación intencional acto‐objeto. Se advierte que es la forma la que da la posibilidad de la existencia de los fenómenos particulares, organizándolos según su estructura. Esta forma estructuradora es dinámica, pues los fenómenos aparecen como variación dentro de la estructura. Se bserva que la forma permanente aparece aún en la diversidad de los fenómenos, actúa opor su propia necesidad. La forma aparece aún en la diversidad, sea primariamente objetiva o subjetiva. Ésta no depende de los fenómenos, sino que estos dependen de ella. Aún antes de la existencia de los fenómenos debe existir la posibilidad de estructura para que éstos se constituyan. La forma estructural aparece tras todo fenómeno, actúa por propia necesidad, no por contingencia del fenómeno mismo. Es claro que una cosa es decirlo y ratarlo de entender intelectualmente y otra diferente experimentarlo, tener el registro tde ello, observar desde un acto mental que lo incluye todo. Se pueden tener distintas representaciones, pero son efímeras, variables; se pasa de una a la otra, pero se observa que el transfondo de esa ‘realidad diversa’ es el mismo en distintos campos. La forma siempre tiene fijeza. Se presentan las cosas con variaciones de esa permanencia de la forma. Actos y objetos se requieren mutuamente y no se pueden dar el uno sin el otro. Hablar de conciencia es ya hablar del mundo y hablar del mundo se lo hace necesariamente desde la conciencia. Es la conciencia la que le da sentido y significación al mundo que en sí no es más que la otra cara del fenómeno. Al descubrir que la estructura conciencia‐mundo (intencionalidad) es válida para toda conciencia y actúa por su propia necesidad, se produce la ruptura del solipsismo, niciada con la pregunta acerca de la inter‐subjetividad enunciada en el paso iprecedente. Manteniendo el registro del paso anterior, lo ampliamos completamente; incluimos en la conciencia todo lo posible, tanto interna como externamente; con la mente completamente expandida, como si se convirtiera en el continente mayor que incluye todo, sin dejar nada por fuera. Ahí está la variabilidad constituida por la forma, ésta se experimenta como ‘quietud amplia y abarcadora’. Es como si la mirada estuviera puesta desde los bordes de la totalidad, desde el registro de la expansión que lo abarca todo; la inclusión de todo, de lo variable y a su vez de lo que no cambia, todo está ahí dentro de ese gran continente.
53 Así como la oración gnóstica sintetiza extraordinariamente la segunda cuaterna, El sermón sobre la vacuidad del Budha es una poderosa herramienta para ‘comprender’ los últimos dos pasos de la tercera cuaterna, sobra decir que no es una comprensión intelectual. En su debido momento haremos acotaciones sobre dicho sermón.
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Esa sensación de separación, de aislamiento, de soledad54, de angustia, es decir, el temor a la muerte, desparece. La sensación constante de miedo abandona la escena en ese momento y emerge la sorprendente impresión de estar unido a todo y en todo, sin comienzo ni fin. El espacio total con características ‘diferentes’, es un espacio sin spacio y un tiempo sin tiempo. Soy uno con el otro en la totalidad, somos expresiones ede lo mismo en hermoso complemento. Aquí se da el salto en la secuencia, se evidencia una notable ampliación de la conciencia. Se produce experimentalmente la ruptura del solipsismo. No hay separación, hay conexión con todo y en todo, cosas, colores, texturas, sensaciones, sonidos, todo está incluido. Las personas co‐participamos, estamos en relación con todo, hay comunicación profunda, no existiendo el afuera y el adentro, un sólo espacio sin divisiones, sin claros y oscuros. Ejercicios de aproximación y apoyo Experimentar ambas perspectivas o miradas de la conciencia, la interna y la externa, verlas en unidad. Incluir dentro de la conciencia lo posible, como si ésta fuera un ámbito mayor en donde todo es está incluido. Es una ‘conciencia completamente expandida’ que no deja nada por fuera, no solamente lo que puedo percibir, sino lo factible en la experiencia. Se trata de experimentar el movimiento‐forma, la estructura conciencia‐mundo en su magnitud. Es una experiencia de inclusión en donde nada está separado, e la unidad: cosas animadas como inanimadas, animales, personas, el mundo y el niverso en su integridad. du Décimo paso: Ver lo que no es movimientoforma El paso anterior nos ha permitido recrear un registro de totalidad de la forma, éste nos ha sacado de la creencia en el encerramiento y en la separación. Podría considerarse que no hay nada más, pero el paso nueve de por sí ya casi nos está lanzando hacia afuera del movimiento forma. ¿Es acaso posible que exista una experiencia, un registro que esté fuera del movimiento‐forma? La forma es lo concebible, el espacio y lo que está incluido en él está dentro de la forma; lo que tiene que ver con los opuestos, similitudes y contigüidades está dentro de la forma, por lo tanto no hay que buscar en las variedades de la forma lo que no es movimiento‐forma, pues ahí no se va a encontrar. Es un ámbito ajeno a la forma y al movimiento‐forma, diferente a la actividad organizadora de la conciencia habitual. La forma podría decirse es la experiencia
54 “No imagines que estás solo en tu pueblo, en tu ciudad, en la Tierra y en los infinitos mundos. No imagines que estás encadenado a este tiempo y a este espacio. No imagines que en tu muerte se eterniza la soledad”. Silo, El mensaje de Silo.
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multifacética de lo ente, de las cosas, es precisamente lo que es‐en‐el‐mundo. La forma debe estar emplazada sobre o en relación con ‘algo’ que no es ella misma, con lo que no es, algo que vaya más allá de lo ente. Ese ‘nuevo ámbito’ no es forma, es su complemento, pero no dentro de la forma, sino que la trasciende, no es lo mundano, stá fuera del mundo. El no‐movimiento‐forma se acerca más al Ser, al fundamento, a lo eque no estando ahí permite y fundamenta lo que está ahí55. La no‐forma es aquello que se intuye como existente en relación de complemento con el movimiento‐forma, aunque sus características sean diversas a las del objeto tomado como referencia. Son ámbitos que se escapan al intelecto, que no son pensables, ámbitos que se intuyen y se registran, se experimentan, que se descubren como complemento del movimiento‐forma y que no pueden identificarse con la ‘nada’. La idea de ‘complemento’ se refiere a aquel ámbito que no es abarcado por el movimiento‐forma, pero que su existencia es necesaria para que el movimiento‐forma pueda existir. De hecho, la estructura movimiento‐forma puede ampliarse, extender su horizonte merced a la existencia de aquello que no está incluido en ella. Ésta ‘no es movimiento‐orma’, no depende del encadenamiento. Se trata de la no‐forma como manifestación de flo otro. ¿Qué es eso que no es movimiento‐forma que se escapa a cualquier conceptualización, que no depende del encadenamiento? Preguntar esto desde la racionalidad es algo absurdo y además inoficioso, por ese camino no se avanza absolutamente nada, no es el camino adecuado si se quiere que algo ocurra en el habitual funcionar mental. El intelecto es un esclavo que la cultura occidental ha erigido rey sin serlo, es un falso rey cuya función es vender la ilusión que al entender ya se posee el ser del hecho56. Este buso ha tenido que pagarse con la insensibilidad, la jerarquización, la discriminación y ala dominación social. En este paso se encuentra el practicante ante el dilema de seguir con los interesantes registros logrados hasta aquí o darse la posibilidad de ‘romper’ la dinámica de la forma, permitiendo el acceso de un ‘nuevo registro’ que se reconoce como diferente a lo
55 Goethe escribe en un hermoso verso lo siguiente: “El violín calla, el bailarín se detiene. Permanecer, durar, perdurar, es el antiguo sentido de la palabra Ser. El porque, se opone a toda fundamentación en razones y a todo porque; nombra lo que está pura y simplemente sin porque, del que todo depende y sobre el que todo reposa. El porque nombra el fundamento pero, al mismo tiempo, como mientras que, nombra el permanecer: el Ser. El por e a p r m t pqu nombr es ecialmente al Se y al funda en o; nombra al ermanecer, al Ser como fundamento” Citado por Heidegger, M, en ¿Qué es filosofía? Madrid, Narcea, Ediciones, 1980, 89s. 56 La verdad en el pensamiento conceptual es: “Una hueste en movimiento de metáforas, metonimias, antropomorfismos, en resumidas cuentas, una suma de relaciones humanas que han sido realzadas, extrapoladas y adornadas poética y retóricamente y que, después de un prolongado uso, un pueblo considera firmes, canónicas y vinculantes; las verdades son ilusiones de las que se han olvidado que son; metáforas que se han vuelto gastadas y sin fuerza sensible, monedas que han perdido su troquelado y no son ahora ya consideradas como monedas, sino como metal”. Nietzsche, Sobre verdad y mentira en sentido extramoral, Madrid, Tecnos, 1990, 25.
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experimentado. Éste tiene que ver con la suspensión del yo57, con la conciencia lúcida y la compresión de las propias limitaciones mentales. Es el terreno de la conciencia inspirada58. O se queda uno con el encadenamiento o se sale de él. Y cuando se logra trascender el movimiento‐forma aparece algo que se escapa a la conciencia del encadenamiento de los objetos, de los paisajes y miradas habituales. Algo que ya no depende de esas determinaciones que se han venido encontrando. Al darse esa ntuición‐comprensión se produce una ruptura evidente de nivel, cambia la iestructuración y relación con todo. La experiencia que provoca el registro del paso diez puede ocurrir súbitamente, algo diferente se manifiesta, algo que no puede ser comparado con lo vivido. Puede ser una sensación, una comprensión diferente, una experiencia no ordinaria, una gran expansión, un sonido no habitual en el interior de la cabeza o en el pecho o en ambos. ambién, dependiendo de cada persona un sonido de silencio en el interior, sin poder Tdefinir en que parte se genera, de dónde viene o a dónde va. Este paso es muy importante, pues es la llave para los dos siguientes. Se puede tener la sensación de no poder seguir adelante, de encontrar una fuerte resistencia. Sin embargo, es a su vez la posibilidad a la que ‘llega todo aquel que medita en humilde búsqueda’. Es disponerse y dejarse ir, pedir y esperar pacientemente y llegará sin duda ese registro de lo otro59. Puede ser de forma leve, muy sutil o irruptivamente cambiando la tonalidad de lo percibido, de lo sentido, de lo pensado; puede ser por un instante o por un tiempo más largo, aunque el tiempo pareciera no existir en ese estado, anto que no se quiere salir de allí, puede ser durante el sueño. Hay un evidente registro uando surge lo otro, hay una sensación de entrada y de permanecer allí sin esfuerzo. tc 57 “Mi yo se basa en la memoria y en el reconocimiento de ciertos impulsos internos. Tengo noción de mí mismo porque reconozco algunos de mis impulsos internos que están siempre ligados a un tono afectivo característico. No sólo me reconozco como yo mismo por mi biografía y los datos de mi memoria; me reconozco por mi particular forma de sentir, por mi particular forma de comprender. El yo no es una unidad indivisible sino que es el resultado de la suma y estructuración de los datos de los sentidos y de los datos de la memoria”. Silo. Apuntes de psicología. ULRICA Ediciones, Rosario, 2006, 284. 58 “La conciencia inspirada es una estructura global, capaz de lograr intuiciones inmediatas de la realidad. Por otra parte, es apta para organizar conjuntos de experiencias y para priorizar expresiones que se suelen transmitir a través de la filosofía, la ciencia, el arte y la mística (…). Sin duda que la conciencia inspirada es más que un estado, es una estructura global que pasa por diferentes estados y que se puede manifestar en distintos niveles. Además la conciencia inspirada perturba el funcionamiento de la conciencia habitual y rompe la mecánica de los niveles”. Ibíd., 323s. 59 La resistencia al registro de este paso puede deberse a muchas cosas, a contenidos no integrados, a cosas pendientes o a fuertes compulsiones que pesan en la economía energética del psiquismo. El paso está exigiendo dejar atrás conductas, o costumbres improcedentes; invita a orientarse hacia actitudes que produzcan un claro registro de unidad interna, de coherencia en la acción, sin maquinaciones de por medio, con transparencia absoluta. “Agradezco el haber conocido lo único importante: obrar con unidad. Agradezco haber comprendido que la vida tiene un sentido lejano, que no se agota en el absurdo de sí misma. Y agradezco haber ajustado mis acciones con la mirada siempre puesta en esa dirección”. Libro de la comunidad, Experiencia Guiada ‘La muerte’, 166, La Commaute pour l’ equilibre et le dévelopment de l’ etre humanin, París, (El libro consultado está impreso sin anotar el año de edición).
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Ejercicios de aproximación y apoyo Se hace ‘vacío dinámico’, no sólo realizando el vacío de objetos, sino también de los actos. Por cierto, se desatiende a lo que se ve, oye, etc. Es decir, se desatiende a la percepción. En este esfuerzo se experimenta ‘eso‐que‐no‐es‐la‐nada’, lo que podría llamarse el complemento del movimiento‐forma. Habría que contar con el registro del paso anterior, e ir más allá de él, es un dejarse ir sin dirigir nada, se está en el terreno de la conciencia inspirada, experimentar ‘algo’ que no está ahí, sin ansiedad, esperar pacientemente. Éste se puede manifestar de muchas formas y variedades dependiendo de cada caso particular. Onceavo paso: Ver lo que es y lo que no es como lo mismo Los ámbitos no determinados por el movimiento‐forma aparecen como su ‘necesario complemento’. Si se puede experimentar uno y otro, eso implica que hay una estructura mayor que los abarca. Se registra la forma y el ámbito no dependiente de ella (paso nueve y diez), como necesariamente estructurados de una manera ‘completamente diferente’. Se experimenta el movimiento‐forma y lo que no es movimiento‐forma como lo que Es. Se descubre que el movimiento‐forma y el no movimiento‐forma son, tienen na identidad esencialu 60. Se trabaja esa meditación hasta registrar el cambio súbito en la mecánica mental61. Este paso pide que se integre el paso nueve y el diez en un solo registro, que uno y otro se experimente como lo mismo. Al comienzo es una suerte de ‘división atencional’ entre el registro de un paso y el otro, va y viene la sensación, hasta lograr experimentar la unidad; ahí ya no hay oscilación, se está en la estructura total, sintiéndose uno con todo62. Se experimenta alivio al haber logrado sobrepasar la ‘ilusoria’ resistencia que se 60 “Otra vez lo otro, esa dicha estuvo la mayor parte de la noche, estuvo incluso durante el sueño; uno sintió esa bendición al despertar, intensa, persistente, apremiante; estaba ahí como si hubiera continuado toda la noche. Siempre se halla acompañada de una gran belleza, no de imágenes, sentimientos o pensamientos. […] Mientras caminaba lo otro advino como una ola que purificaba y fortalecía; estaba ahí como un perfume, como un hálito de inmensidad; estaba ahí distinto y claro, sin confusión posible, sin vacilación, definido, preciso. Estaba ahí, algo sagrado y nada podía alcanzarlo, nada podía quebrar su infinitud”. Krishnamurti, Diario, Edhasa, Barcelona, 1978, 111 y 157s, respectivamente. 61 “A veces me he adelantado a hechos que luego sucedieron. A veces he captado un pensamiento lejano. A veces he descrito lugares que nunca visité. A veces he contado con exactitud lo sucedido en mi ausencia. A veces una alegría inmensa me ha sobrecogido. A veces una comprensión total me ha invadido. A veces una comunión perfecta con todo me ha extasiado y un amor total me ha sobrepasado. A veces he roto mis ensueños y he visto la realidad de un modo nuevo. A veces he reconocido como visto nuevamente algo que veía por primera vez. Y todo ello me ha dado que pensar. Buena cuenta me doy que sin estas experiencias, no podría haber salido del sin‐sentido”. Silo, La mirada interna, en Humanizar la tierra. Bs. Aires, Planeta, 1991, 37. 62 Experimentarse conectado con todo implica la suspensión o disminución al máximo del yo. “Es posible llegar a la situación mental de supresión del yo, no en la vida cotidiana, pero sí en determinadas condiciones que parten de la suspensión del yo. Para ello se requiere de una conciencia despejada de fatiga y una mínima educación de la reducción del foco atencional sobre un solo objeto. Continuar en la profundización de la suspensión hasta lograr el registro de ‘vacío’, eso significa que nada debe aparecer como representación ni como registro de sensaciones
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nos ha presentado en los pasos de cada cuaterna, se experimenta como estar ya al otro lado del proceso realizado. A continuación anotamos fragmentos del sermón de la vacuidad del Budha, pues complementa maravillosamente lo que se busca en este paso. El Budha dice: Ananda, el practicante no presta atención a la percepción del pueblo, no presta atención a la percepción de la gente, sino que presta atención a unidad dependiente de la percepción del bosque. El practicante sabe: sean cuales sean las inquietudes dependientes de la percepción del pueblo, aquí no existen. Sean cuales sean las inquietudes dependientes de la percepción de la percepción de la gente, aquí no existen. Existe sólo el grado de inquietud procedente de la unidad dependiente de la percepción del bosque. Él sabe: esta esfera de percepción está vacía de la percepción del pueblo, esta esfera de percepción está vacía de la percepción de la gente. Sólo existe esta vacuidad, a saber, la que precede de la unidad dependiente de la percepción del bosque. De este modo bserva la vacuidad, lo que allí no existe, y en cuanto a lo que allí queda sabe: eso existe, oeso es. Así Ananda se cultiva lo que se llama la verdadera, incorruptible y completamente pura penetración de la vacuidad. Siguiendo sin prestar atención a la percepción de la gente, deja también de prestar atención a la percepción del bosque y presta atención a la unidad dependiente de la percepción de la tierra. No presta atención a los detalles de la tierra, presta atención a la unidad dependiente de la percepción de la tierra; pues esta percepción está vacía. Sólo existe la vacuidad, a saber, la que procede de la unidad dependiente de la percepción de la esfera del espacio ilimitado. Sean cuales sean las inquietudes dependientes de la percepción de la esfera de la conciencia ilimitada, aquí no existen. Existe sólo el grado de inquietud procedente de la unidad dependiente de la percepción de la esfera de la nada. El practicante siguiendo sin prestar atención a la percepción de la esfera de la conciencia ilimitada, deja también de prestar atención a la ercepción de la esfera de la nada y presta atención a la unidad dependiente de la ppercepción ni de la no percepción. Siguiendo sin prestar atención a la percepción de la esfera de la nada, deja también de prestar atención a la percepción de la esfera de ni percepción ni de no percepción y sigue prestando atención a la unidad dependiente de la percepción de la concentración mental sin señal que es la impermanencia e insubstancialidad de todo lo que existe, incluyendo el propio organismo psicofísico. Al percibir la concentración sin señal alguna sensorial la mente consigue clarificarse, equilibrarse y liberarse. Esta concentración mental sin señal es producida voluntariamente y todo lo que es
internas. La entrada a los ‘estados profundos de la conciencia’ ocurre desde la suspensión del yo. Ya desde esa suspensión se producen registros significativos de ‘conciencia lúcida’ y comprensión de las propias limitaciones mentales, lo que constituye un gran avance. Nada se puede decir de ese ‘vacío’. El rescate de los significados inspiradores, de los sentidos profundos que están más allá de los mecanismos y las configuraciones de conciencia se hace desde mi yo cuando éste retoma su trabajo vigílico normal”. Silo. Apuntes de psicología. Rosario, ULRICA Ediciones, 2006, 331.
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producido voluntariamente es impermanente y transitorio. Conociendo y viendo de este modo, la mente se libera de la corrupción del deseo de los sentidos, la mente se ibera de la corrupción del devenir, la mente se libera de la corrupción de la gnoranciali 63. Ejercicios de aproximación y apoyo Se retoman los registros del paso nueve y diez y se los integra en uno solo, tratar de experimentar la inclusión en la estructura total. También se puede observar el acto dirigido a un objeto externo mientras se evita otro acto a objetos presentes, es una atención centrada en ese objeto y nada más. Al dirigir la atención ‘concentrada’ en un objeto teniendo co‐presentes los registros precedentes se experimenta la inclusión en algo más amplio que los abarca. Doceavo paso: Ver en uno y en todo lo mismo En el paso once, la forma y su complemento son abarcados en el sistema mayor64. Este paso doce invita a recrear el paso anterior dirigiendo la mirada a la parte y al todo, el uno puede ser un árbol, o también puedo ver lo que esté a mi alrededor y el todo la estructura total. Hay una suerte de descanso en la amplitud total; como si el abanico que ha ido abriéndose paulatinamente ha logrado ya su apertura, en donde el inicio se encuentra con el final fundiéndose indiferenciadamente. La mirada puede ir a cualquier parte pero el transfondo que la incluye ‘está siempre ahí’, acompañando como presencia y como co‐presencia, dando una textura, un tono, algo imposible de nombrar, de describir, de atrapar pues la profundidad es insondable.
Y ¿qué es lo que veo en uno y en todo? pues lo que es y lo que no es, con el registro de la estructura en lo micro y en lo macro, en un átomo como en el universo, un ejemplo de ello es la teoría del holograma65 que considera que la totalidad está presente en la 63 Cf., Pequeño Sermón sobre la vacuidad en Majjhima Nikaya, ‘Los sermones medios del Budha’. 64 Edgar Michell, Biólogo conocedor de la teoría cuántica, tripulante del Apolo 14, lanzado en 1971, mirando desde la ventanilla de su nave espacial a 200 metros de la superficie lunar nos narra la siguiente experiencia: “era como un sentimiento de conexión, como si todos los planetas y todas las personas de todos los tiempos estuvieran vinculados por una trama invisible. La majestuosidad del momento casi me impedía respirar. Parecía haber un enorme campo de fuerza que conectaba a todas las personas, sus intenciones y pensamientos, y a todas las formas de materia inanimada que hubieran existido. El tiempo era una construcción artificial. Todo lo que me habían enseñado sobre el universo parecía estar equivocado. No había accidentes ni intenciones individuales. No era algo que estuviera comprendiendo con la mente, sino un sentimiento contundente, visceral, como si se extendiera virtualmente por la ventanilla hasta los más lejanos confines del cosmos” Mactaggart, L., El campo, Sirio, Barcelona, 2006, 34s. 65 En 1947, Dennis Gabor describió el principio del Holograma usando el cálculo diferencial y el cálculo integral de Leibniz. Lo denominó ‘holograma’ combinando los vocablos griegos holo total y grama imagen o mensaje. En 1965, gracias a la invención del rayo láser, Emmeth Keith y Juris Upatnicks pudieron realizar lo que Gabor dejó en teoría. El holograma tiene de particular que, a partir de un fragmento de la placa, es posible reproducir la imagen total del objeto. Lo más sorprendente de la holografía es que si se rompiera o arrancara un fragmento, la imagen que contiene esa pequeña parte es la de toda la foto. Esto lleva a preguntarnos: ¿Qué sucede en la placa que
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parte. Se comprende que esa estructura organizadora última está presente en todo y en cada caso particular se refiere al Ser como a los entes. Todo y cada cosa pueden ser reducidas a esa ‘substancialidad esencial’. En lo mínimo y en lo máximo, en lo particular y en lo general, en lo externo y en lo interno existe la misma substancialidad que es la estructura total. En el ámbito mayor está la estructura, en la más pequeña o particular entidad está la estructura total manifiesta. Se experimenta que el ‘mundo’ y por consiguiente uno mismo y cada cosa son en su raíz, más allá de la variabilidad de los fenómenos que se perciben, lo mismo.
Es ‘registrar’ que la manifestación de todo el universo, de la mente, del átomo y de las galaxias es en esencia la misma substancia. O que todo estuviera constituido esencialmente por la misma substancia, no obstante la diversidad de los fenómenos, las características accidentales que los fenómenos van teniendo en su evolución. Es como si esencialmente y en última reducción se tratara de lo mismo. Así entonces, desaparece la eparación o diferenciación entre el yo y las cosas, lo que se manifiesta es la unidad, se s Uno con Todo. se Ejercicios de aproximación y apoyo El trabajo consiste en registrar lo que se ha logrado en el paso anterior, es decir, ver lo que es y lo que no es como lo mismo como totalidad expandiéndola o contrayéndola en la dirección que se quiera pero sin punto de localización del observador. El observador ya ha perdido su punto de localización, es uno con todo. En el esfuerzo por expandir esa structura total que contiene lo que es y lo que no es se experimenta la ampliación o oncentración de la conciencia. ec Nota Aquí terminan estas extraordinarias experiencias. Es un modo de meditar sobre el funcionar mental, sobre encadenamiento de las representaciones y las alternativas que se presentan en cada caso; sobre aquello que aparece ante mí, provenga de lo externo o de lo interno. Es una reflexión sobre los fenómenos de la conciencia que sin sospecharlo siempre están actuando y que para observarlo hay que atender de una manera especial. Esta reflexión nos lleva a la abstracción máxima, a la vivencia de lo profundo en donde
produce este efecto donde todas las ‘partes’ contienen el todo? David Bohm considera que la placa es simplemente una versión momentánea y congelada de lo que ocurre en una escala infinitamente más vasta en cada región del espacio en todo el universo. Un universo holográfico e infinito en donde cada región es una perspectiva diferente, pero cada cual lo contiene todo.
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lo que es y lo que no es se registra como lo mismo66. Aquí se está experimentando, registrando, no se está hablando de una sofisticada reducción teórica, sino de la onciencia que ha trascendido los condicionamientos de origen, los condicionamientos
do máscde la especie, que ha i allá de la forma mental. Aquella situación de ‘asfixia’ de la segunda cuaterna puede encontrar la salida en la ercera cuaterna si al trabajar con perfección en estos pasos se llega a la experiencia de tlas estructuras universales. Al lograrlo aparece otra realidad. Cabe anotar que la disciplina mental es la única de las cuatro disciplinas que no requiere de ‘artificios’ o ‘procedimientos externos’ del operador para su realización. En lo mental lo que se observa son los mecanismos que ya están en la conciencia. En las demás disciplinas hay que recurrir a procedimientos externos al habitual funcionar de la conciencia, ya sea mediante sustancias, como en el caso de la disciplina material, que gracias a una fuerte alegorización generada por el trabajo con elementos químicos, hace que resuene el operador con un argumento de transformación que va dando los indicadores en el proceso. O en la disciplina energética que trabaja en la generación, desplazamiento y transformación de la energía psicofísica, pero esta forma de proceder no es la habitual en un ser humano, o si lo es, se da de forma muy leve, por ello se equiere de técnicas de expansión concentración, subidas y bajadas de la energía para rproducir cambios importantes. A su vez, en la disciplina morfológica se trabaja con representaciones en las que se está incluido, se trabaja con la especialidad de la conciencia, con continente y contenidos, pero en sí es algo no corriente sino generado por el operador, no es el funcionamiento habitual de la conciencia. En la disciplina mental se observan los mecanismos mentales, no se hacen cosas diferentes a su funcionar, lo que se varía es la profundidad de los actos y los giros atencionales a medida que se avanza. Por ello también es la única que puede operar con los pasos del modo que se quiera, aleatoriamente, de ida y vuelta, precisamente porque se observa lo que ya está ahí, no es algo externo a la conciencia. Los pasos en forma secuencial Éste es un método de recreación de los registros de todos los pasos. Los procesos de ‘ida’ y ‘vuelta’ permiten desestructurar la secuencia, independizar cada paso de los antecedentes o los consecuentes. Es muy interesante ese descondicionamiento, podría también ser un buen entrenamiento para entrar en la disciplina. Con estos pasos de ida y vuelta y algunas consideraciones, se está en condiciones mínimas de preguntar (desde
66 “Plotino el platónico demuestra por medio de los capullos en flor y de las hojas de los árboles que del Dios Supremo, cuya belleza es invisible e inefable, la Providencia llega hasta las cosas de esta tierra. Señala que éstos frágiles y mortales objetos no podrían estar dotados de una belleza tan inmaculada y tan exquisitamente forjada si no emanaran de la Divinidad, que impregna infinitamente todas las cosas con su invisible hermosura”. San Agustín, La ciudad de Dios. Citado por Bateson, G., Espíritu y naturaleza, Amorrortu, Bs. Aires 13.
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2º‐ os datos son previamente llevados a los sentidos y entregados a la conciencia como percepción. 1º‐ Fuera de la conciencia, de su estructura, de su memoria y de la percepción‐
la experiencia directa) por el mundo. Sec encia de 1º a 12º, visión de ida y vuelta. u Ida: 1º‐ Se atiende a los objetos externos por distintos sentidos (ensueño). 2º‐ Se deja el objeto y se evidenció una sensación‐percepción (identificación).
e3º‐ Se divide entre percepción y organización de la conciencia, apoyándose o no n la representación (diversas organizaciones dan distintas ilusiones). 4º‐ En la memoria se descubren grabaciones y actualizaciones continuas para reconocer objetos (comprensión).
emoria, es experimentada 5º‐ La intencionalidad, tanto de la conciencia como de la mcomo ‘una tendencia’ (forma mental).
). )
6º‐ Mediante la tendencia se estructuran actos con objetos (determinismo7º‐ Este encadenamiento es permanente (determinismo de la conciencia .
mundo, actos con jetos, 8º‐ Este encadenamiento es común a la conciencia y al ob
tural). objetos entre sí (concienciamundo, intersubjetividad).
ito estruc9º‐ Acto‐objeto, conciencia‐mundo, es ‘movimiento‐forma’ (ámb10º‐ Lo que no es acto‐objeto es completamente co‐relativo al acto‐objeto. 11º‐ Acto‐objeto y su complemento, son una misma estructura. 2º‐ Esta misma estructura es válida para todo, común a todo, macroscópico o icroscópico.
1m Vuelta:
e del paso 12 al 11, de ahí al 10 y así siguiendo hasta el 1. También puede intentars 12º‐ La estructura total. 11º‐ En esta aparecen los ámbitos de lo que es y de lo que no es. 10º‐ Lo que no es aparece como un vacío o complemento de lo que es.
an. 9º‐ Lo que es aparece como el movimiento‐forma, conciencia‐mundo.
relacion.
8º‐ El mundo se ve percibido continuamente por la conciencia. Se7º‐ Tal relación se hace posible por la permanencia del encadenamiento6º‐ La relación acto‐objeto es una cadena continua e indisoluble. 5º‐ La Tendencia de la conciencia hacia objetos es constante actividad. 4º‐ La conciencia tiene tres tiempos: pasado, presente y futuro. Esto gracias a la memoria. De otro modo sería un presente plano sin recuerdo ni futuro. 3º‐ La conciencia es en sí una estructura, pero además tiene capacidad de estructurar, capacidad de organizar los datos que le llegan.
L
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sensación está la exterioridad, llena de objetos y fenómenos, interesantes para ser atendidos. También si se quisiera podrían hacerse los pasos de forma secuencial, de ida y vuelta o de forma aleatoria y veloz, puede hacerse cada uno durante dos minutos, un minuto, treinta segundos, uno tras otro, recreando registros, o si es el caso producir el registro de un paso de forma inmediata sin la secuencia de los anteriores. En realidad lo que mporta es lograr la habilidad de producir el registro del paso doce, que los incluye a odos, de forma inmediata y cada vez más profunda. it
E
l Examen de Obra
1 Puesta en el contexto histórico grecorromano del examen de obra y la ascesis
Los arquitectos cuando terminan una obra, si el contratante no se ha enterado previamente de los detalles de la misma, hacen una presentación formal en donde explican los tiempos, los costos, los materiales utilizados, su funcionalidad y demás aspectos que consideren adecuados. Comentan acerca de los ajustes, la coincidencia entre el proyecto y el resultado final. En el caso de la disciplina se hace algo similar. A esto se lo ha llamado el examen de obra, el objetivo de
as dicho examen es cerrar adecuadamente un largo y dispendioso proceso. Las experiencidescritas en la bitácora van a ser de gran utilidad. Antes de avanzar en el tema, vamos a poner en contexto el tema del examen de obra y la ascesis en la tradición griega y romana de donde se derivan estas expresiones, aunque la tradición como tal sea mucho más antigua. Para ello vamos a tomar como punto de referencia La hermenéutica del sujeto de Michel Foucault en donde él investiga las prácticas de transformación en el mundo grecorromano. El conjunto de técnicas o prácticas se podrían denominar epimeleia heautou o inquietud de sí, que designa precisamente el conjunto de las condiciones de espiritualidad, el conjunto de transformaciones de sí mismo que son la condición necesaria para que se pueda tener acceso a la verdad67. Algunas de las diferentes significaciones de la noción de epimeleia heautou en los griegos son expuestas así: en primer lugar, es un estilo general, una manera determinada de considerar las cosas, de estar en el mundo, realizar acciones, tener relaciones con el prójimo; la epimeleia heautou es una actitud con respecto a sí mismo, con respecto a los otros, con respecto al mundo; en segundo lugar, la epimeleia heautou es también una manera de atención de la mirada. Preocuparse por sí mismo implica convertir la mirada. Trasladar la mirada, desde el interior a los otros, al mundo, hacia ‘uno mismo’. La inquietud de sí mismo implica cierta manera de prestar atención a lo que se iente, se piensa y lo que sucede con los pensamientos. s En tercer lugar, la noción de epimeleia no designa simplemente esa actitud general o forma de atención volcada hacia uno mismo. La epimeleia también designa una serie de acciones que
67 La noción de verdad en la terminología de este texto sería equivalente al contacto con los ‘espacios profundos’.
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uno ejerce sobre uno, por las cuales se hace cargo de sí mismo, se modifica, se purifica, se transforma y transfigura. Por ejemplo, las técnicas de meditación, de memorización, de examen de conciencia, de verificación o ser consciente de las representaciones a medida que se presentan a la mente68.
Hay que preocuparse por sí mismo, pero… Ésa es la razón por la cual Sócrates dice eso, pero lo embargó un poco la duda. Se detiene un instante y prosigue: esta muy bien ocuparse de sí mismo, pero se corre el riesgo de engañarse. Se corre el gran riesgo de no saber muy bien qué hacer cuando uno quiere ocuparse de sí mismo y, en vez de obedecer a ciegas ese principio es preciso preguntar ¿qué es ocuparse de sí mismo? Es ocuparse del alma; pues que soy yo sino mi alma. Ocuparse de sí mismo en realidad quiere designar no una relación instrumental determinada con el resto del mundo o el cuerpo sino, sobre todo, la posición de algún modo singular, trascendente del sujeto con respecto a lo que lo rodea, a los objetos que tiene a su disposición, pero también a los otros con los cuales está en relación con su propio cuerpo, y por último y lo más importante a sí mismo.
Para conocerse hay que replegarse sobre sí mismo, hay que apartarse de las sensaciones que nos engañan, hay que fijar el alma en una inmovilidad que no permita la influencia de los acontecimientos exteriores pues el alma sólo se verá a sí misma al dirigir la mirada hacia un elemento que sea de su misma naturaleza y más precisamente al aplicar el principio mismo que constituye su naturaleza. [Ver siempre desde los registros y sólo desde ahí y no desde otro
ar]. lug La epimeleia heautou es una forma general de ‘espiritualidad’, es el camino para conocerse a sí mismo y así también para conocer la verdad sobre sí. Podríamos llamar ‘espiritualidad’ a la búsqueda, la práctica y las experiencias por las cuales el sujeto efectúa en sí mismo las transformaciones necesarias para tener acceso a la verdad. La espiritualidad postula que la verdad nunca se da al sujeto con pleno derecho. La espiritualidad postula que, en tanto tal, el sujeto no tiene derecho, no goza de la capacidad de tener acceso ‘directo’ a la verdad. Postula que la verdad no se da al sujeto por un mero acto de conocimiento que esté fundado y sea legitimado por él antes de ser transformado. Postula que es preciso que el sujeto se modifique, se transforme, se desplace, se convierta, en cierta medida y hasta cierto punto, en distinto de sí mismo para tener acceso a la verdad. La verdad solo es dada al sujeto a un precio que pone en juego el ser mismo de éste. No puede haber verdad sin una conversión o una transformación del sujeto69. Es
a conversión puede hacerse con un movimiento mental que arranca al sujeto de su estatus y su condición actual, movimiento de ascensión del sujeto mismo; movimiento por el cual, al contrario, la verdad llega a él y lo ilumina. Hay además otra gran forma por la cual el sujeto puede y debe transformarse para poder tener acceso a la verdad: es un trabajo de sí sobre sí mismo, una elaboración de sí sobre sí, una transformación progresiva de sí mismo de la que uno es responsable, es una prolongada labor que es la de la ascesis o askesis como se escribía en griego.
. La Hermenéutica del Sujeto, 28s. 68 Cf., Foucault, M69 Cf., Ibíd., 33s.
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La ascesis es un ejercicio sobre sí mismo, en sí es una practica de la verdad. Para los griegos y los romanos las relaciones entre sujeto y práctica consisten en saber en qué medida el hecho de conocer la verdad, decir la verdad, practicar y ejercer la verdad, puede permitir al sujeto no solo actuar como debe hacerlo sino ser como debe y quiere ser. El objetivo de la ascesis en la antigüedad es sin duda la constitución de una relación plena, consumada y completa de sí consigo mismo70. La espiritualidad también postula que el acceso a la verdad produce, cuando está concretamente abierta, efectos que son por supuesto, la consecuencia del rumbo espiritual tomado por alcanzarla, pero al mismo tiempo algo muy distinto y mucho más, efectos de ‘contragolpe’ de la verdad sobre el sujeto. La verdad es lo que ilumina al sujeto, la verdad es la que da la bienaventuranza, la verdad es lo que ‘da la tranquilidad del alma’. Para la espiritualidad, un acto de conocimiento jamás podría, en sí mismo y por sí mismo, lograr dar cceso a la verdad si no fuera preparado, acompañado, duplicado, consumado por cierta ransformación del sujeto, no del individuo sino del sujeto mismo en su ser de sujetoat 71. 2 La Nivelación Lo primero que se solicita es hacer una síntesis de los registros y experiencias tenidos en la nivelación. Es decir, el paisaje de formación, la biografía, el núcleo de ensueño, las experiencias guiadas, las comprensiones más significativas sobre la propia existencia72. No es necesario rescatar todo el material trabajado, sino ahora desde la ‘nueva mirada’, luego de hacer la disciplina, anotar en qué situación se encuentra uno. Si ya se han resuelto las interferencias básicas o fugas energéticas, que se han llamado genéricamente contradicciones. En este momento habría que preguntarse honestamente si se está en condiciones de seguir adelante o si hay todavía algunas cosas de la nivelación que deban ser tratadas nuevamente durante algún tiempo. Aquí no hay problemas de tiempo, lo importante es ir seguro en el camino haciendo las cosas como deben hacerse para poder avanzar y no quedar dando vueltas en algunos pasos o específicamente en la ascesis.
3 La Disciplina
Conforme con las anotaciones hechas durante las rutinas del proceso disciplinario, anotadas en la bitácora se puede hacer una descripción sencilla y ordenada de la experiencia paso por paso, cuaterna por cuaterna y del proceso completo. No es que en este momento se vaya a hacer algo distinto a lo experimentado y anotado, no es hacer una tarea de la cual no se tienen antecedentes previos, eso no sería adecuado, sería como escribir una historia fantástica de alguien parecido a mí; no, es un trabajo individual que va requerir aplicación. Luego de la disciplina el sujeto describe la rutina, el tiempo, la manera como la realizaba, el contexto en el cual se hizo, los registros y demás experiencias realmente significativas. Para ello se va a tener en cuenta lo siguiente: 3.1 Registros, es decir, la vivencia que permite alcanzar la certeza definitiva y unívoca del paso en cuestión para pasar al siguiente. Se había mencionado que en la disciplina mental los
70 Cf., Ibíd., 305ss. 71 Cf., Ibíd., 34s. 72 Para personas que no tengan el contexto de estas expresiones ver Autoliberación de Luis Amman.
3.5 Al final, se hace un resumen y una síntesis de cada paso, destacando sus características, la importancia que tuvo para mí. Las observaciones que consideré importantes. Algunos pasos posiblemente fueron más sencillos de hacer, otros más complicados, algunos o alguno me producía un significativo registro, otros no tanto; incluso puede haber un paso que se haya convertido en favorito para darme una ‘fuerte conexión’. Posteriormente se procede a hacer lo propio con cada cuaterna y después con el proceso disciplinario completo.
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pasos estaban diseñados de tal manera que al lograr hacer un paso de forma adecuada se pasaba al siguiente, esto es evidente en el proceso si se ha tenido pulcritud, permanencia y tono. Lo más importante es hacer la descripción de forma precisa, teniendo en cuenta solamente lo fundamental, dejando de lado lo accesorio de tal forma que quien, escuche o lea el examen tenga la experiencia, entre en contacto con lo que se está describiendo y no con anécdotas aisladas que solamente interesan al que las vivió. 3.2 Impedimentos, en el desarrollo del proceso fueron apareciendo distintas dificultades, la más evidente al comienzo es el darse cuenta que no se tiene un ámbito interno de trabajo; esto es comprensible pues no se estaba habituado a sentarse, disponerse y durar una determinada cantidad de tiempo en una actitud pasiva, contemplativa, día a día, mes a mes. A su vez, cada paso debió generar problemas específicos del cuerpo, de tiempo, de la disposición atencional, o del paso en cuestión, también se debió producir la sensación de haber superado los contratiempos, an to ar cómo se logró ir más allá de los impedimentos y las formas descubiertas para resolverlos. 3.3 Indicadores, rescatar observaciones significativas sobre sueños, ocurrencias, estados internos y conductas. Es claro que al realizar el trabajo con la disciplina se van a producir variaciones, alteraciones en la interpretación de muchas cosas. Los sueños van a tomar otras características, se va a hacer más abundantes, o se van a producir de una forma ‘nueva’, diferente a la habitual. Nuevas perspectivas se dan en relación con el cuerpo, la propia vida, las demás personas cercanas o lejanas, de la sociedad, es un discurrir que se puede notar como diferente al habitual, es como si una experiencia francamente ‘nueva’ se estuviera manifestando. Lo mismo puede mencionarse de los estados internos, el tono interno va a cambiar positivamente, tendiendo a ser permanente. También puede darse en algunas personas, el caso del incremento o agudización de un estado de malestar o de enfermedad o la mejoría de algo que se había arrastrado desde tiempo atrás. La conducta es un gran indicador de los ‘avances’ en el proceso, actitudes y respuestas tanto interna como externamente que se daban anteriormente ahora no ocurren, hay algo diferente en el comportamiento. Todas esas cosas y muchas más es la que hay que describirlas aquí. 3.4 Comprensiones, aquello que en general se devela como verdad profunda, como significado esencial dador de sentido. Durante el proceso seguramente afloraron muchas comprensiones de distinto tipo, unas acerca de temas cotidianos, laborales, familiares, otras más profundas que llevaron a sentir, a interpretar, a pensar de forma diferente, algo que definitivamente nos puso en una situación diferente previa al proceso disciplinar. Expresiones como ya no soy el mismo de antes, mi vida ha cambiado notablemente, me siento diferente en todo, ya tengo un ‘propósito’ en la vida; algo algunas veces no muy notable para otros pero para mí es tremendamente significativo. Eso precisamente hay que describirlo, cada uno lo hará de la forma que considere adecuada, es algo extremadamente individual, algo muy personal.
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Cada paso y cada cuaterna nos llevó a centrar la mente en un determinado aspecto, desde lo más específico hasta la estructura total, en cada uno de ellos se nos han dado ‘descubrimientos’, certezas. Al final del proceso, cuando se ha logrado tener registro del paso doce habrá muchas cosas que comentar. Así como al final de la nivelación se experimentó un gran alivio, como una suerte de renacimiento, al final de la disciplina se experimenta algo muy notable, pues ha tenido que ver con el contacto con los espacios profundos, esto debe ser descrito en el examen de obra. Es esencialmente una auto evaluación de los resultados de la obra realizada, aunque es muy enriquecedor compartir con otras personas esta gran experiencia. No tiene un número de páginas determinadas, un estilo específico, hay unos parámetros que se han descrito, cada uno verá como llevar a cabo esto. El cierre adecuado del proceso facilitará una etapa posterior en donde ya no se va a hacer la disciplina, hay una suerte de liberación de las rutinas y los pasos recedentes, es lo que se ha llamado la ascesis. p
Breve comentario sobre la ascesis en relación con el proceso disciplinario Terminada la disciplina y presentado el examen de obra se realiza el trabajo de ascesis. El material básico para el inicio de ésta son los registros más significativos de los tres pasos finales del proceso. Es un trabajo muy personal que ya no opera con rutinas ni tiempos. Es importante perfeccionar, profundizar al máximo los registros de los últimos tres pasos de la tercera cuaterna. Sin estos elementos, que se van a convertir en parte del transfondo de la xperiencia, no se tiene el apoyo para realizar la ascesis. En ella lo que se busca es la etransformación de la ‘forma’ de la experiencia interna. La disciplina, con sus registros e indicadores, lo que ha ido formando es una nueva estructura mental que tiene como punto de referencia aquellas experiencias extraordinarias que se uvieron en los últimos pasos. Si eso no apareció habría que replantear el asunto y mirar que tha estado errado en el proceso que se llevó a cabo. La ascesis no es una prolongación de la disciplina, es un trabajo profundo que opera como transfondo mental. Es un camino para toda la vida, es algo que siempre está presente y que nos liga con un Propósito permanente u ocasional que hayamos fijado. La ascesis es dinámica, los límites de ésta deben ser superados constantemente. Tienen que ir cambiando a medida que resulten insuficientes. Cuando se implementa la ascesis se pone adelante lo que se quiere lograr. Sin duda el propósito tiene que ver con el acercamiento, la profundización e inmersión en los espacios profundos. Por ello los registros de la disciplina son tan importantes, pues ellos han creado un transfondo y nos han puesto en contacto con esos espacios. Ahora el propósito stá puesto en la búsqueda de los espacios profundos y eso se va a convertir en una intención ofunda que va a servir de dirección menta en la vida.
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73 Algunos textos en la bibliografía, especialmente las charlas de Silo, aparecen sin referencia, no se encontraron los datos del año y del lugar. 74 Cabe anotar que los textos de H. Van Doren, que es el pseudónimo de un chileno que desde hace bastante tiempo no está en la Escuela, son en su totalidad de Silo, seguramente en ese momento [década del 60 y 70], dadas las condiciones políticas en Argentina, resultaba más conveniente editar el Chile con otro nombre. Lo mismo podría decirse de otros textos, que a su vez son de Silo, publicados en la década del 80: El informe Tokarev de Salvatore Puledda y Autoliberación de Luis Amman.
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