Parodia y Sátira en La Celestina

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La Parodia y la Sátira como ejes fundamentales en la estructura de La Celestina, de Fernando de Rojas

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  • PARODIA Y STIRA EN LA CELESTINADOROTHY SEVERIN

    El lector u oyente cotidiano del siglo xv saba poco o nadade la comedia humanstica, y por eso pudiera haber sentidocierta aprehensin cuando Calisto dirige su inicial discursoexagerado a Melibea en el primer auto de La Celestina.Sera esta obra, aunque dialogada, otra novela senti-mental? Pero el lector descubre cuanto antes que Calistoes una parodia del amante corts. Aunque el lector igno-rase el mal uso de Andreas Capellanus en las palabras deCalisto, no puede ignorar la reaccin sarcstica de Melibea:"Pues an ms igual galardn te dar yo, si perseveras"(p. 46).1 Calisto no entiende bien esas palabras, peroMelibea le hunde con una clarificacin calorosa del tipo degalardn que l va a recibir: "la paga ser tan fiera, cualla merece tu loco atrevimiento" (pp. 46-57).

    Desde la primera pgina de La Celestina, Calisto es elpersonaje ms cmico de la Comedia primitiva. Esto no sele poda escapar al pblico del siglo xv despus del xitode la novela sentimental impresa durante la ltima dcadadel siglo. Aun el serio autor annimo de la Celestinacomentada llama "bobo" a Calisto.2 Pero la crtica moder-na pasaba por alto este hecho fundamental hasta hace pocosaos; para ellos Calisto era un hroe problemtico, indignodel amor de Melibea. En la crtica ms reciente se ha nota-do que ambos, el autor primitivo del primer auto y Rojas,subrayan la parodia repetidamente durante la obra.3

    Calisto se comporta con la locura amorosa caractersticadel amante corts. Sus criados le insultan y se burlan del sin cesar en apartes y aun en su cara. Habla como herejey se conduce como loco y bobo. Finalmente, aun Celes-tina pierde la paciencia con sus caricias un tanto obscenasdel cordn de Melibea en el auto sexto: "Cesa ya, seor,ese devanear, que me tienes cansada de escucharte y alcordn, roto de tratarlo" (pg. 115).

    El autor primitivo no tiene miramiento en su presen-tacin de Calisto; su hroe es un mentecato empapado deamor, un tonto que se deja engaar por criados deshones-tos, y un amante indigno para una chica buena, aunquede lengua mordaz, como Melibea. Rojas desarrolla elcarcter de Melibea de una manera ms simptica y aunconcede a Calisto un papel ms simptico en los ltimosautos, quizs para hacerle ms creble. Pero no hay empa-tia en la presentacin del hroe al lector. Es el blanco demuchos chistes, y en este papel no merece la comprehen-sin ni aun el desarrollo personal ms all de su naturalezapardica y unidimensional. Calisto es un personaje cmi-co, no trgico, aunque su muerte abre paso a una tragediaverdadera, la muerte de Melibea. Cuando empez a escri-bir Rojas en el segundo auto, era ya demasiado tarde parala redencin de Calisto, para transformarle en hroe tr-gico. Rojas cambi la intencin del autor primitivo, la deescribir una comedia, pero no poda cambiar a Calisto,cuyo carcter pardico ya estaba demasiado formado para

    una metamorfosis. Esta naturaleza pardica tambinserva los fines de Rojas, para continuar la obra bajo undisfraz cmico. Calisto era una broma excelente que nodeba perderse; ofrece el mpetu cmico para los autos seisy once. Si el carcter de Calisto nos parece un poco mejordespus del auto onceno, esto es quizs para hacer msplausible y trgica la muerte de Melibea.

    June Hall Martin, en su estudio excelente de Love'sFools, ya ha analizado el papel de Calisto como parodia delamante corts, y por eso voy a examinar a Calisto comoel tonto, el blanco de las bromas de sus criados. El autorprimitivo nos muestra un Calisto que es el centro de losapartes y de los chistes de sus criados en el primer auto.La reaccin de Sempronio a la msica de Calisto es: "Des-templado est ese lad" (p. 48). Adems comenta sobrela locura de Calisto: "No me engao yo, que loco esteste mi amo" (p. 49), y sobre su hereja: "no basta loco,sino hereje" (p. 49). Celestina comienza con apartesdespectivos cuando encuentra a Calisto por primera vez:"Sempronio, de aqullas vivo yo! . . . Dile que cierre laboca y comience abrir la bolsa" (p. 64). Rojas sigue lasideas del autor primitivo pero las presenta de una manerams sutil. En el auto cuarto las descripciones que haceCelestina de Calisto son a la vez pardicas e irnicas:tenemos pica burlesca en la descripcin: "en franqueza,Alejandre; en esfuerzo, Hctor; gesto, de un rey; . . . Denoble sangre, como sabes; gran justador, pues verle arma-do, un San Jorge. Fuerza y esfuerzo, no tuvo Hrculestanta" (p. 99). Pasamos de lo ridculo a lo sublime con sudescripcin de sus dotes musicales que como ya hemosvisto son muy deficientes: "Siendo ste nacido no ala-baran a Orfeo" (p. 99). Las descripciones son aun mscmicas puesto que Melibea no se da cuenta de la irona.El desarrollo pardico de Calisto llega a la cumbre en el autosexto cuando Sempronio, Prmeno y Celestina expresan ala vez el aburrimiento y el disgusto con los extravos deCalisto con el cordn, y el lector se divierte con las burlasque siguen. Aqu se olvidan los apartes y un Sempronioexasperado exclama finalmente: "Seor, por holgar conel cordn, no querrs gozar de Melibea" (p. 115). Larespuesta colrica de Calisto da lugar a una justificacinpor parte de Sempronio: "que mucho hablando matas ati y a los que te oyen. Y as que perders la vida o el seso"(p. 115). Esta prefiguracin irnica todava no hace callara Calisto; ahora dedica sus atenciones hiperblicas aCelestina.

    Son semejantes al retrato pardico de Calisto comoamante corts los papeles de Prmeno y Sempronio en unaparodia corts doble que desvaloriza aun ms a Calisto.La reaccin de Prmeno a su noche de amor con Aresaprovoca un comentario irnico de Sempronio: "que seeche otra sardina para el mozo de caballos, pues t tienes

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  • amiga" (p. 136). Sempronio participa en el mismo juegocon sus preguntas entusiastas acerca de Melibea: "Puesdime lo que pas con aquella gentil doncella. Dime algunapalabra de su boca. Que, por Dios, as peno por sabella,como a mi amo penara." La reaccin de Celestina es a lavez violenta y sarcstica: "Calla, loco! Altrasete lacomplexin. Yo lo veo en ti, que querras ms estar alsabor, que al olor de este negocio" (p. 105). En la escenadel banquete la comparacin de Sempronio con Calistees aun ms obvia, la causa alegada es Elida: "aqu estquien me caus algn tiempo andar hecho otro Calisto,perdido el sentido, cansado el cuerpo, la cabeza vana, losdas mal durmiendo, las noches todas velando," etc(p. 147).

    Sin embargo, Sempronio y Prmeno tambin tienenotro papel pardico, puesto que frecuentemente hablancomo estudiantes jvenes con su mezcolanza de escolasti-cismo mal entendido, por ejemplo cuando Prmeno nospresenta con un muy seudo-Aristteles en el primer auto:"No curo de lo que dices, porque en los bienes mejor esel acto que la potencia y en los males mejor la potenciaque el acto" (p. 66). El autor primitivo muestra una pre-dileccin por las bromas acadmicas. De hecho, Semproniosobresale con tonteras acadmicas mal entendidas; cuandole pregunta Celestina por qu se santiguaba al verla, res-ponde: "La raleza de las cosas es madre de la admiracin;la admiracin concebida en los ojos desciende al nimopor ellos; el nimo es forzado descubrillo por estas exte-riores seales" (p. 103).

    En cuanto a Celestina, hallamos varios casos de picaburlesca en su caracterizacin; Celestina misma nos pre-senta con una versin heroica de sus acciones, y la parodiaes consciente por parte del autor y, suponemos, subcons-ciente por parte de Celestina. Al principio, ella se definepara Sempronio: "En esta ciudad nascida, en ella criada,manteniendo honra como todo el mundo sabe, conocidapues, no soy? Quien no supiere mi nombre y mi casa,tenle por estranjero" (p. 81). Cuando va a la casa de Ple-berio por primera vez, describe sus temores con un estilopico-burlesco, usando imgenes relacionadas con losjuegos: "Que por me mostrar solcita y esforzada pongomi persona al tablero" (p. 86). Su enumeracin de losageros en el camino tambin nos hace pensar en el Cid.En el auto quinto, Celestina vuelve triunfante de la entre-vista con Melibea y se alaba con un estilo pomposo: "Ohbuena fortuna, cmo ayudas a los osados, y a los tmidoseres contraria! Nunca huyendo huye la muerte al cobarde.Oh cuntas erraran en lo que yo he acertado!" (p. 102).Reanuda el mismo tema cuando visita a Calisto en el autosexto: "Con qu pagars a la vieja, que hoy ha puestosu vida al tablero por tu servicio?" (p. 106). Singular-mente, las mismas imgenes heroico-burlescas aparecenen el auto doceno poco antes de su muerte: "Que si meha dado algo, dos veces he puesto por l mi vida al tablero"(p. 181). Voy a volver ms tarde al tpico de la incon-gruencia de la comedia y la tragedia en La Celestina.

    Incluso Melibea no puede escapar de la parodia. Entrevarios retratos que pintan de ella, encontramos uno que

    es la parodia del tpico de los "signos de amor." En elauto sexto, Celestina describe la reaccin a su visita conuna interpolacin muy exagerada:

    Y en pos de esto mil amortecimientos y desmayos, milmilagros y espantos, turbado el sentido, bullendo fuerte-mente los miembros todos a una parte y a otra . . . retor-ciendo el cuerpo, las manos enclavijadas, como quien sedespereza, que pareca que las despedazaba, mirandocon los ojos a todas partes, acoceando con los pies elsuelo duro. (p. 111)La parodia en La Celestina puede ser sutil -y a veces

    solamente obvia para los colegas de universidad de Rojas,como en el caso del seudo-Aristreles de Prmeno, perocon frecuencia hubiera sido clara aun para un lector medio.Exiga solamente una familiaridad con los gneros medie-vales populares, y una apreciacin del recreo literario msfavorecido en la Edad Media, la parodia.

    Existen una variedad de opiniones crticas sobre la cues-tin de la stira eclesistica en La Celestina. Sin embargo,desde el punto de vista de los lectores y oyentes contem-porneos de Rojas, varios trozos caben en esta categora.El autor primitivo empieza este tipo de stira de un mododivertido con la invencin celestinesca de la moza y el frailegordo para distraer a Sempronio y sus sospechas sobreElicia. Sempronio traga el anzuelo con una preguntaescandalizada: "Por mi vida, madre, qu fraile? Cel:Porfas? El ministro, el gordo" (p. 57). La stira eclesis-tica se combina con la stira de estados en el primer autocon la descripcin de Celestina hecha por Prmeno:

    Asaz era amiga de estudiantes y despenseros y mozosde abades . . . Subi su hecho amas: que por medio deaquellas comunicaba con las ms encerradas, hastatraer a ejecucin su propsito, y aquestas en tiempohonesto, como estaciones, procesiones de noche, misasdel gallo, misas del alba y otras secretas devociones.Muchas encubiertas vi entrar en su casa; tras ellas hom-bres descalzos, contritos y rebozados, desatacados,que entraban all a llorar sus pecados. |pp. 60-1)

    La transformacin de la choza de Celestina en conventoest realizada ingeniosamente.

    Rojas entra en el terreno de la stira eclesistica conla alusin casual de Elicia a una "virgen" que la rezagadaCelestina debe rehacer: "Que has sido hoy buscada delpadre de la desposada que llevaste el da de pascua al racio-nero" (p. 132). Sigue el retrato de una Celestina alcahuetade la clereca al principio del auto noveno:

    Lo que en sus cuentas reza es los virgos que tiene acargo y cuntos enamorados hay en la ciudad y cuntasmozas tiene encomendadas y qu despenseros le danracin y cul mejor y cmo les llaman por nombre,porque cuando los encontrare no hable como estraa,y qu cannigo es ms mozo y franco, (p. 142)

    La cumbre de este retrato llega con los recuerdos de Celes-tina de los das de antao en el banquete. Amrico Castroha notado que la descripcin por Celestina de su bienvenidaen la iglesia se puede interpretar como una parodia de la"misa de amor."4 A otro nivel es stira eclesistica: "Enentrando por la iglesia, vea derrocar bonetes en mi honor,como si yo fuera una duquesa." Despus de la reaccinescandalizada de Sempronio, ella suaviza algo este retrato

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  • de sus seguidores religiosos con: "Como la clereca eragrande, haba de todos; unos muy castos; otros que tenancargo de mantener a las de mi oficio" (p. 151). Pero otravez exacerba la situacin con: "Pues otros curas sin renta,no era ofrecido el bodigo, cuando, en besando el feligrsla estola, era del primero voleo en mi casa" (p. 152).

    Los discursos satricos de la obra suelen tener una fuenteliteraria conocida. Una fuente importante es, claro, elCorbacho del Arcipreste de Talavera,5 y hay un contrasteinteresante entre el uso de esta fuente por el autor primi-tivo y el uso por Rojas. En el primer auto podemos hallarrasgos de su influjo posible en la denuncia antifeministaque hace Sempronio y en su catlogo de hombres burladospor la mujer. Hay otra influencia posible del Arcipresteen el cuadro imaginario de una intriga amorosa que pintaCelestina para Prmeno. Rojas dispone de los pasajes sat-ricos y misginos del Corbacho personalizndolos. Poruna parte son satricos, por otra parte iluminan el carcterde los personajes que hablan, frecuentemente de unamanera desfavorable. Se concentran estos trozos en elbanquete y en las reacciones de Melibea enamorada. Elbanquete en el auto noveno es al mismo tiempo la escenams satrica y ms pattica, puesto que la mayora de lastira repercute sobre los hablantes. El uso de trozos cono-cidos del Corbacho sin duda deleitaba al auditorio acad-mico de Rojas; sin embargo, el pblico en general tambinhubiera reconocido los trozos como lugares comunes de lastira medieval. El ataque verbal sobre Melibea por partede Aresa y Elicia, y la denuncia hecha por Aresa delpapel de una criada entran en la categora de tpicos muyconocidos; es decir, la envidia femenina, el ataque sobrelos cosmticos, el maltrato de las criadas por sus amas.Cuando Sempronio alaba a "aquella graciosa y gentilMelibea" (p. 144), Elicia replica en el estilo sugerido porla mujer envidiosa del Arcipreste de Talavera y entoncesAresa aplica el tpico de los cosmticos a Melibea, aca-bando con el proverbio: "el gusto daado muchas vecesjuzga por dulce lo amargo" (p. 145). Con la observacin

    sarcstica de Sempronio: "Hermana, parceme aqu quecada bohonero alaba sus agujas," Aresa, siempre listacon un dicho sabio, emplea las palabras de Petrarca: "Nin-guna cosa es ms lejos de la verdad que la vulgar opinin"(p. 145). Rojas demuestra su maestra de la sentenciairnica combinada con el retrato satrico.

    Otros crticos han analizado estos pasajes desde el puntode vista de su papel en la presentacin y desarrollo de lospersonajes, pero su naturaleza esencialmente cmicaapenas se ha notado. No es muy difcil apreciar una dia-triba cmica en boca de Elicia o Aresa, pero con Melibeala situacin es algo distinta. Un ejemplo es el llanto deMelibea sobre la prdida de la virginidad, tambin formadosobre un trozo del Corbacho, como ha notado StephenGilman.6 Sus lamentaciones aun causan una reaccinsarcstica en los criados de Calisto. Sosia, en un aparte,dice: "Ante quisiera yo orte esos miraglos! Todas sabisesa oracin despus que no puede dejar de ser hecho. Y elbobo de Calisto, que se lo escucha!" (p. 192). Esto noslleva a la pregunta, qu tiene de gracioso la prdida devirginidad, particularmente cuando el autor est prepa-rando a Melibea para una muerte trgica?

    Ya hemos notado otra combinacin incongrua de come-dia y tragedia cuando Celestina emplea imgenes heroico-burlescas en el momento de la muerte, Adems, podemosnotar que la manera de muerte de Celestina es tambinheroico-burlesca; la asesinan como si fuera un Csar. Lamuerte de Calisto, por otra parte, no es muy apropiadapara un amante corts recientemente rescatado de un papelpuramente pardico. Esta combinacin de comedia y tra-gedia en la obra es, en efecto, inseparable. La encontramostanto en la accin como en la caracterizacin de los perso-najes. Hace mucho tiempo que hemos olvidado el aspectocmico de La Celestina para concentrar sobre la tragedia.Pero Rojas se dio cuenta de la naturaleza hbrida y tragi-cmica del hombre cuando acab y dio un nuevo nombrea la Tragicomedia de Calisto y Melibea,

    Westfield College, University of hondn

    1 Vase A. D. Deyermond, "The Text-Book Mishandled. Andreas

    Capellanus and tlie Opening Scene of La Celestina," Neophilologus,45 (I%I), 218-21, Para citas del texto de La Celestina uso mi edicin(Madrid: Alianza Editorial, 1969).

    3 Vase P. E. Rifssell, "The Celestina comentada" en Medieval

    Hispanic Studies Presented ta Rita Hainilton, ed. A.D. Deyermond(London: Tamesis, 1976), pp. 175-93.

    3 Marcelino Menndez y Pelayo en su largo captulo sobre La Celes-

    tina en Orgenes de la novela (impreso bajo el ttulo de La Celestina[Madrid: Austral, 19471) vio a Calisto corno el hroe problemtico,nez MacDonald en "Some Observations on the Celestina," HR, 22'(1954), 264-81, identific a Calisto como vctima de una locura amorosa.I- M. Aguirre desarroll este argumento en su libro Cti/iso y Melibea,amantes cortesanos (Zaragoza: Almenara, 1962). El libro de June Hall

    Martin, Love's Fools: Aucassin, Troilus, Calisto and the Parody o theCourtly Lover (London: Tamesis, 1972), pp. 71-134, es el primer anlisisprofundo de la naturaleza pardica de Caiisto. Han hecho otras contribu-ciones menores John Devlin "La Celestina," a Parody o Courtly Love:Toward a Realistic Interpretation of the "Tragicomedia de Calisto yMelibea" (New York: Anaya-Las Amricas, 1971), y Cay Abbate,"The Celestina as a Parody of Courtly Love," Ariel III, 1 (19741, 29-32.

    4 "La Celestina" como contienda literaria (Madrid: Revista de

    Occidente, T365), pp. 96-8.5 Alfonso Martnez de Toledo, Arcipreste de Talavera o Corbacho,

    edicin de ]. Gonzlez Muela y Mario Penna (Madrid: Castalia, 1970).b The Art ot "La Celestina" (Madison: Univ. of Wisconsin Press,

    1956), trati. espaola de Margit Frenk Alatorre, La Celestina: Arte yEstructura (Madrid: Taurus, 1974), pp. 50-6.

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