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Parker, I. (1999) "La deconstrucción y Psicoterapia", en I. Parker (ed) DeconstruyendoPsicoterapia [ISBN: 0-7619-5713-8 (pbk) y 0-7619-5712-X (hbk)], London: Sage,1999.

1Deconstrucción y Psicoterapia

YounParker

Este libro toma el giro narrativo en la psicoterapia un importante paso adelante. Incluye unareflexión sostenida sobre el papel de la psicoterapia en la cultura contemporánea, a partir delos escritos de Jacques Derrida y Michel Foucault, y el desarrollo de las críticas de la lenguaen la psicoterapia que asisten a la imbricación de significado y poder, y que junto adesentrañar los intentos de revelar verdad personal oculta. Estas perspectivas críticas tambiénmuestran cómo es posible encontrar un lugar para la reflexión, la resistencia y la agencia paracrear una práctica terapéutica transformadora. Estas tareas se entrelazan, y nos encontramoscon los aspectos de cada uno de ellos bromeó a través de diferentes formas desde diferentespuntos de vista en los capítulos.

Nuestra narrativa se encuentra en el contexto de los enfoques discursivos yposmoderna (por ejemplo, MacDonnell, 1986; Weedon, 1987;. Doherty et al, 1992). Aunque`narrativos`, `` discursivas y`posmoderna `suelen funcionar juntos, como si fueran equivalentes, o como si ellos llevaron ala misma clase de práctica, que los utilizan para desviar nuestra atención de la narrativa en elencuentro terapéutico, como tal, para incluir la reflexión sobre la forma en que el encuentroterapéutico sí es legendaria en ser. Queremos preguntar cómo la psicoterapia se construyemomento a momento como personas hablan de cierta manera y cómo se construye la prácticade la psicoterapia como un tipo de práctica en la que las personas creen que deben hablar así(por ejemplo, Siegfried, 1995; Pilgrim, 1997). Una creciente atención a la variedad deenfoques narrativos en psicoterapia y la construcción social de la psicoterapia entre losprofesionales y académicos ha proporcionado las condiciones de posibilidad `` para estaspreguntas que se le pregunte (por ejemplo, McNamee y Gergen, 1992; McLeod, 1997; Monket al.,1997). Para abordar estas cuestiones se pasa de la construcción del discurso terapéutico a sudeconstrucción.

La deconstrucción es un modo sumamente crítico de los sistemas de significado ydesentrañar la manera en que estos sistemas funcionan como `` textos de lectura. Textos atraeral lector a ciertas nociones tomadas por sentado y privilegiar ciertas formas de estar sobre losdemás. Las formas de psicoterapia, que siguen a los sistemas psiquiátricos o psicológicos, yasean conductista, cognitiva o psicoanalítica, también toman las descripciones otorgadas depatología que a menudo oprimen a las personas que pretenden ayudarlos. DesentrañarDeconstructive trabaja a través de una especie de anti-método que se resiste a una definición ode la prescripción, ya que está buscando la manera de un 'problema' es se produjo como es enlugar de querer fijarlo y decir tsu yos lo que realmente es (Derrida, 1983). Al leer el texto,incluyendo textos sobre 'deconstrucción', buscamos la manera en que nuestra comprensión yespacio para el movimiento está limitado por las `líneas de fuerza 'que operan en el discurso yla invitación para asistir a la función de la energía en definición de los problemas lleva a

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muchos lectores críticos que conectan (1980) comenta Derrida `s de estos límites conFoucault` s (1980) obra histórica. Esto también nos lleva a explorar la forma en que nuestracomprensión de los problemas es localizado yon el discurso, y entonces debemos reflexionarsobre cómo hacemos y puede rehacer nuestras vidas a través de proyectos político-morales,que están implícitos en un sentido de la justicia (Derrida, 1994) en lugar de los diagnósticospsiquiátricos dados.

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El aparato conceptual de la deconstrucción en la teoría y la práctica de la psicoterapiaes cada vez más popular entre los terapeutas que trabajan con 'problemas' entendidos comoconstrucciones narrativas y no como propiedades de personalidades patológicas y, comoincrustado en las prácticas discursivas y no fluye de déficits de desarrollo (por ejemplo,Blanco, 1991; Lax,1992; Parker, 1998a). También es influyente entre un creciente número de asesores yayudantes que trabajan en los servicios de apoyo de salud mental en general que quierantrabajar con los clientes en formas que faciliten desafíos a la opresión y los procesos deemancipación (por ejemplo, White, 1991; McKenzie y Monk, 1997) . La mayor parte de estetrabajo se aparta de la deconstrucción del proyecto de la psicoterapia (por ejemplo, White,1991), pero este paso es uno que creemos vale la pena hacer. En este libro, la deconstrucciónes ejercida sobre los aspectos conceptuales y pragmáticos clave que enfrentan los terapeutas,y el proyecto de la terapia se abre a la investigación crítica y la reflexión.

Voy a comenzar con una breve revisión de las conexiones entre la deconstrucción y lapsicoterapia. Esto no es con vistas a suprimir la psicoterapia de manera que puede entoncesser simplemente`Rec`onstructed, pero con el objetivo de desarrollar una cuenta de algo diferente, una`la deconstrucción de la psicoterapia `como una práctica que siempre yon proceso rataella quealgo fijo, un movimiento de crítica reflexiva en lugar de un conjunto estable de técnicas. Aveces se utiliza el término `re-construyendo`, pero esto es como una táctica provisional paraayudar a avanzar en lugar de una gran estrategia para resolver todos los problemas y cerrarcuestionamiento hacia abajo. Este tipo de práctica está ya presente en el mundo, y loscapítulos de este hilo libro su camino a través de las formas en que trabaja.

Suentes y ContextosLos colaboradores de la rosca libro juntos una imagen de la terapia como una práctica que esa la vez respetuosa y crítica. Este proceso de doble cara es compleja y contradictoria.

Por un lado, la deconstrucción de la psicoterapia es profundamente respetuoso. Lasprácticas terapéuticas que se tejen juntos aquí tratan de hacer justicia a las historias que lagente cuenta sobre su sufrimiento, la experiencia que tienen de los problemas de la vida y lasluchas que ya se han embarcado en la primera vez que se encuentran con un consejero opsicoterapeuta. La tarea consiste en comprometerse con una narrativa que parece todos losefectos `problema` saturadas y trabajar ingeniohin yot (White, 1989a). Los que trabajan eneste enfoque reconoce la complejidad de la narrativa precisamente para que lascontradicciones se pueden abrir hacia fuera y se utilizan para dar a luz algo diferente, algunas`resultado único` que se oculta siempre como una posibilidad, pero necesitaba un tipoparticular de reflexión sostenida para encontrar es brillante en la maleza (White, 1991,1995a).

Imimportante aquí es la atención a los contradiction, Para que las personas luchan cony reelaborar sus problemas y rastrear a través de los patrones que hacen en sus cuentas, seencuentran la elaboración de diferentes perspectivas opuestas. Estas perspectivas narrativas aveces se alinean de manera que parece que se encuentran lado a lado y encajar, pero hay unatensión en su intento y nos hacen ver el mundo de manera diferente a un mismo tiempo.Siempre hay, por lo menos, una especie de relato en el trabajo que ocupa un tipo deperspectiva que trabaja desde el punto de vista del problema y cuál es la intención de lapersona que sostiene en sus garras. Y frente a esto, siempre es posible encontrar otro relatoque retoma una perspectiva que fluye desde el punto de vista de la persona que siempre está

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tratando de encontrar la manera de sacudir el problema y tal vez escapar de él por completo.Para ser `respetuosas, entonces, no significa abandonar un punto de vista, pero sí significareconocer que nos encontramos (Riikonen y Smith, 1997;. Winslade et al, 1997).

Por otro lado, la deconstrucción de la psicoterapia es intensamente critical. Prácticasterapéuticas están incrustados en las imágenes del yo y otros que sistemáticamente nosengañan en cuanto a la naturaleza de los problemas. La deconstrucción en la terapia nopresupone un auto debajo de la superficie, y un

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la deconstrucción de la terapia nos alerta sobre la forma como una noción del yo sin saberlo,puede ser de contrabando ya que algunas personas `ayuda` otros. Relatos de angustia mentalnos pueden bloquear todos demasiado rápidamente de nuevo en el problema en el momentoen que creemos haber encontrado una salida. Por lo tanto, la tarea del terapeuta deconstruir, ytan es así que el cliente deconstrucción, es localizar el problema en ciertas prácticasculturales, y comprender el papel de los patrones de poder en la fijación de las posiciones delas personas que sirven para reforzar la idea de que no puede hacer nada acerca de ellosmismos (Madigan, 1992, Allen, 1993). En este sentido, por supuesto, hay una estrecharelación con el tipo de trabajo que ha sido desarrollado por los terapeutas feministas (Seu yHeenan, 1998).

Hay también una atención a la contradicción aquí, y es sólo por trabajo a través de losespacios de resistencia abrió a cabo por las cuentas en competencia y prácticas alternativasque es posible encontrar una palanca de cambio. Siempre estamos ya inmersos en un conjuntoparticular de puntos de vista, que opera desde dentro de ciertas posiciones cuando tratamos deundertand nosotros mismos ya los demás. Para ser`Crítica`, Entonces, no significa que la búsqueda de un punto de vista correcto, sino quesignifica la comprensión de cómo llegamos a estar donde estamos (por ejemplo, Grifith yGriffith, 1992). Aquí es donde la preocupación por la justicia en la terapia se entremezcla conuna preocupación por la justicia social en el mundo que ha hecho de la terapia necesaria.Movimientos críticos en la deconstrucción del poder en la terapia también participan en laapertura de su trabajo al ámbito socio-político más amplio (por ejemplo, Chasin y Herzig,1994).

La dialéctica y la deconstrucción, el personal y lo políticoWe podría decir que las tensiones que hacen `trabajo` respetuosa en la deconstrucción de lapsicoterapia sea posible y que nos permiten crear algo mejor en un relato que no es problemade saturación, y las tensiones que hacen posible `` trabajo crítico y permiten entender cómohemos sido capaces de pasar de un relato a otro, son `dialécticos. Y la relación entre el serrespetuoso y ser crítico también es dialéctica. Estas son relaciones dialécticas porque soncontradictorias y necesariamente interrelacionados. Los hilos se anudan juntos en la imagenque se tiene del problema y nuestra práctica de manera que solamente toman la formaenmarañada que hacen porque existen tunto, Uno alrededor del otro. Ellos existen como`unidad de los contrarios ', y se juegan en las vidas individuales a través de ciertos temasidiosincrásicas en una' estrategia dinámica de` tensión. Al igual que la interacciónperturbadora del diálogo y de la violencia que prevalece en la política mucho máscontemporáneos, esta estrategia de la tensión es a la vez la condición de que seamos capacesde moverse en una dirección u otra en nuestras relaciones con los demás en tiempos de paz y,en los momentos en los nuestras vidas, es el escenario de un campo de aterrorizar a losconflictos interpersonales dolorosa aparentemente interminable.

La ventaja de esta metáfora dialéctica es que se conecta lo personal y lo político. Eldesarrollo de esta corriente de trabajo plantea una vez más la posibilidad, tantas veces soñadoen los movimientos feministas y socialistas, de un enfoque de la yondividual unnd socialangustia que une los dos, y una vista de las relaciones que entiende el personal como políticosin reducir la una a la otra (Rowbotham et al., 1979). La búsqueda de una conexión entre estosdos ámbitos ha llevado a muchos psicoterapeutas de trabajo con los clientes individuales a uncompromiso con los problemas sociales estructurales, y también ha llevado a muchosactivistas políticos en el ámbito de la terapia para rastrear la opresión maneras se reconfigura

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y reproducido en una nivel personal.Sin embargo, el problema con la metáfora `` dialéctica es doble. Se puede poner en

peligro a dejarnos con una descripción detallada de una interrelación compleja con ningunasugerencia práctica para una salida. Esta ha sido la limitación de los enfoques de dentro delmarxismo que han intentado comprometido con la psicoterapia (por ejemplo, Cohen, 1986), ylos practicantes en esta tradición teórica tener a menudo, como resultado, ha sido muysospechoso de toda la empresa de profesionalismo terapéutico (por ejemplo, , Pilgrim, 1992).La metáfora de la dialéctica también nos puede llevar a la reconfortante

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unnd paralizante piensa que no hay nada que podamos hacer ahora, pero que un día será capazde trazar nuestro camino a través de la síntesis de las oposiciones y resolver lascontradicciones. En esta cuenta, tendríamos que esperar hasta que un cambio profundo en elorden social, una revolución, antes de que sería capaz de pasar de una descripción de laestructura del problema hasta su resolución.

But no podemos esperar, y quienes trabajan en la intersección de la deconstrucción yla psicoterapia (y por supuesto esta intersección en sí podría entenderse dialécticamente) nosllevan a través de una forma de trabajar con el personal y lo político, que lleva algo de lafuerza del feminismo socialista visiones de la actividad política personal que siempre es yaprefigurativo ``, sino que se anticipa a las formas de vida empancipated que esperamosexperimentar en el futuro, incluso después de`TLa revolución 'tal vez, en la forma de llevar a cabo nuestra lucha para llegar allí, la formaen que vivimos ahora (Rowbotham et al., 1989). Un supuesto que sustenta esta políticaprefigurativas `` es que nunca vamos a ser capaces de todos modos para llegar a algo mejor amenos que los medios que empleamos están en consonancia con los fines que deseamos.

Porhaps la metáfora de 'deconstrucción' es más apropiado aquí, entonces. Esa es laapuesta de este libro, y para la mayoría de los contribuyentes que invita a una relación entre lopolítico y lo personal que es más radical y práctico que los enfoques derivados tan lejos de ladialéctica (cf., Dreier, 1997; Newman y Holzman, 1997). Hay afinidades entre la dialéctica yla deconstrucción (Ryan, 1982), y puede que sea posible colcha juntos en `un marxistadeconstrucción práctica feminista ', que respete al mismo tiempo y lleva adelante la serie decríticas que han surgido de la escritura postcolonial (Spivak , 1990). Pero la deconstruccióntambién nos promete algo más liberador, algo lo suficientemente abierto para respetar nuestraexperiencia personal de los conflictos y las contradicciones que vivimos, ya que o bien doblara la opresión o tratar de romperlo.

So, ¿cómo nos movemos entre el respeto y la crítica, y cómo es la deconstrucciónútiles para describir y desentrañar esto, y lo que debemos deconstruir la psicoterapia parece?Bueno, hay diferentes maneras de contar la historia de cómo podemos responder a estaspreguntas. Esto no quiere decir que debemos trenzar los hilos juntos para llegar a un lugar.Podemos encontrar diferentes historias sobre la deconstrucción y la psicoterapia en diferenteslugares, y las diferentes historias nos llevan en direcciones diferentes. Los caminos cruzadosde la deconstrucción y la psicoterapia en dos ámbitos institucionales diferentes, terapiafamiliar crítica y la psicología crítica, servirán para poner de relieve algunas preocupacionescomunes.

CTerapia FamiliarriticalEl primer camino a la deconstrucción de la psicoterapia es en el amplio campo de la terapiafamiliar. Una sensibilidad al abuso intencional y no intencional de poder en la terapia familiaren la década de 1970, y la reflexión crítica sobre la falta de voluntad o incapacidad de losmédicos para hacer frente a este problema ha dado lugar a una corriente influyente de trabajoque promete algo nuevo y verdaderamente transformador.

Aquí el definitorio problemática fue uno de communication. Hubo un impulsofundamental en este trabajo hacia preguntas de cultura que encontramos marcado en una fasebastante temprana en el trabajo de Bateson (1972) y Laing (1964), por ejemplo. Los patronesde comunicación y la falta de comunicación en función de las familias de tal manera comopara producir sistemas complejos de `doble se une` y `nudos` insoportables que conducen a

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ciertos miembros de ser identificados como los que tienen la patología. Un sistema patológicopuede sobrevivir de manera muy eficiente si se puede convencer a uno de sus miembros queson responsables y que ellos mismos contienen el problema. Tradiciones``terapia familiar estructural, que alienta a los expertos para operar como los salvadores quepuedan analizar y cambiar de alianzas dentro de la familia (Minuchin, 1974), y luego` familiarsistémica `

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therapy, que emplea formas de interrogatorio para revelar y volver a configurar la patologíaen la familia (por ejemplo, Selvini et al, 1978;.. Cecchin et al, 1993), todavía tendía a operaren el nivel de la familia. Este fue el caso incluso para los sectores anti-psiquiátricos másradicales de esta tradición, y la propia familia se pathologised por el terapeuta tan a fondocomo la familia había pathologised su paciente índice (Jacoby, 1975). No había una salida,pero significaba un paso y un paso atrás.

Meaning y Poder. Abetost, el salto. El terapeuta tiene que ser capaz de subir un nivel en lacomprensión de los patrones de comunicación de la familia como parte de una red designificados. Familias absorben y se reproducen las imágenes de la patología que estánpresentes en la cultura, y estas imágenes se mantienen en su lugar por los patrones designificado que se entrelazan con los patrones de alimentación. El privilegio que se da aciertos términos en determinadas oposiciones en los patrones de significado es algo que ya sehabía preocupado de distancia en la teoría literaria y la filosofía, sobre todo en la obra deDerrida (por ejemplo, 1978, 1981). Y lo que el modelo de 'texto', de la familia como un textoque se puede leer y reescribir en el contexto de la cultura en general, fue un recursoimportante. Es de Derrida, para bien o para mal, a quien debemos el término 'deconstrucción'.La de-construcción es un proceso de lectura crítica y desentrañar los términos, condiciones ytensiones cargadas entre términos que construimos cómo leemos nuestro lugar en la cultura yen nuestras familias y en nuestras relaciones y la forma en que pensamos acerca de lo quesomos y lo que podría ser posible para nosotros ser. Y así, la provincia de la teoría literaria, enla reflexión crítica sobre la lectura y la escritura, y la filosofía, en la reflexión crítica de pensary de ser, puede ser mezclada juntos de una manera profundamente práctico (Epston y White,1989; Blanco y Epston, 1990).

But no hay más que esto, porque estos terapeutas familiares no estabancomprometidos en un mero ejercicio literario o filosófico. Para convertirse en unadeconstrucción práctica en el proceso de la psicoterapia en el servicio de desafiar a lapatología y el cambio de vida propio Derrida tuvo que ser leído junto con escritores que seocupan de los sistemas de comunicación como está integrado en los sistemas de poder.Podemos encontrar en Foucault `s (1971, 1977, 1981) de trabajo, en este punto, una forma dereflexionar sobre la extraña similitud entre los análisis de` doble une `y` nudos `en las familiasy la paralización de los mensajes contradictorios que atraviesan una cultura y posición de losindividuos dentro de diferentes discursos y prácticas discursivas (Parker, 1989). A nivel de lafamilia ya teníamos las descripciones de la forma en que una madre `` esquizofrenógenapodrá exigir al mismo tiempo que su hijo muestras de afecto y de retroceso en cada abrazopara que el niño se siente atraído y repelido por lo que se puede hacer loco (Bateson, 1972).Del mismo modo, cuando leemos Foucault (1977, 1981) encontramos una descripción de laforma en que la cultura occidental contiene aparatos que inciten a nosotros para hablar sobrenuestras profundidades sucios e inmediatamente nos avergüenza de hablar así. Confesamos ysomos disciplinados, y así, algunos de nosotros estamos sujetos a prácticas divisorias `` yformas de encarcelamiento que confirman que todos siempre tenemos que tener miedo de caeren los reinos de los locos (Foucault, 1971). Foucault también alienta un giro reflexivo críticoen esta cuenta para que podamos entender mejor cómo `locura` sí `y` malas madres que hacenla locura son construcciones que nos hechizan a culpar a las víctimas (Parker et al., 1995).Este marco teórico es muy valiosa para ayudarnos a entender el aparato de la psiquiatría y elpoder de la 'mirada espía psiquiátrica `(Madigan y Epston, 1995).

Enfoques narrativos a dificultades surgidas de la terapia familiar sistémica en el

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1980 se han vinculado en una serie de textos recientes con amplios debates `` posmoderna através de las ciencias humanas (por ejemplo, McNamee y Gergen, 1992). Esta evolución hapermitido a los profesionales en el campo de la psicoterapia y la consejería de recurrir a lasteorías del discurso y el poder con el fin de construir nuevas formas de ayudar (Monk et al.,1997). El `` deconstrucción del problema que presenta el cliente tiene, en algunas de lasvariantes de este enfoque, ha sido el

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Focus de trabajo terapéutico (por ejemplo, White, 1991). Algunos acontecimientos recientesen la terapia narrativa se han movido hacia un enfoque `centrada en soluciones` anticiparse alencuadre y la cosificación de la cuestión de la preocupación como un 'problema' (de Shazer,1985). Aquí cualquier charla sobre 'problemas' se abstuvo, y el terapeuta deconstruye lascategorías que el cliente puede emplear para hacer que parezca como si hay un problema (deShazer, 1991). Otros capítulos más radicales de trabajo han preferido tomar en serio elproblema y para tratar el problema como el problema. En lugar de tratar de deconstruir labasura al negarse a hablar de ello, estas líneas de trabajo se centran en cómo el 'problema' seconstituye en redes de discurso y poder que la posición del cliente como impotente y comocreer que el problema está dentro de ellos (Chang y Phillips, 1993; Blanco, 1995a).

Reflexividad y responsabilidad. So, en segundo lugar, el paso atrás. En este punto, muchosterapeutas familiares vinieron a ver que ellos mismos formaban parte de los `sistema`. Uncompromiso con una familia en apuros, un análisis de su patología, un intento de cambiar lospatrones de comunicación, son todos y cada uno implicado en un tipo de relación que serviríatanto para reproducir y transformar lo que estaba pasando (Cecchin, 1992). Los sistemas deespejos de un solo sentido a través del cual se pudo observar la familia y refleja a la misma enla brújula de la mirada profesional apenas sirven para resolver este problema. La posición delterapeuta como un actor participante crítico reflexiva tenía que ser incluido en el análisis, yasí nuevas prácticas de rendición de cuentas se empezó a desarrollar (Blanco, 1995b).

Estas prácticas han incluido innovaciones como las que reflejan `equipo`, en el que elterapeuta se convierte en el objeto de estudio (White, 1995c). Han alentado una apertura de lapráctica psiquiátrica profesional para que sea visible (por ejemplo, Pilkington y Fraser, 1992;Simblett,1997). Estas prácticas han llevado también a la reflexión sobre las cuestiones manera de podery los límites entre el cliente y el terapeuta sirve para justificar las formas de abuso profesionaly mistificación de`Ex`expertos (por ejemplo, Lobovits y Freeman, 1993). Esto se conecta con los debates sobrela`instituciones profesionalización 'y la forma en que gobiernan la terapia proteger losprofesionales al amparo de una retórica de la protección de los pacientes (Mowbray, 1995;House y Totton, 1997). Este paso atrás ha también, necesariamente, requiere una reflexiónsobre los supuestos culturales que sustentan la propia tarea de `` psicoterapia, y las formas enque el terapeuta siempre estará reconstruyendo formas de patología si se dejan imaginar queson neutrales profesionales desinteresados, y si no se involucran en un proceso dedeconstrucción de las comunidades que forman parte de (por ejemplo, Tamasese yWaldegrave, 1996).

Readichos y escritos siempre se encuentran en las instituciones, y la ubicación de laterapia familiar como una institución que era marginal a la psiquiatría permitido elflorecimiento de trabajo crítico. El tipo de preguntas que han surgido dentro de estainstitución han sido enmarcada por un contexto particular. El impulso fundamental ha sidoimpulsado por un intento de ser más respetuoso. En lugar de que el paciente índice o elsistema familiar patológico que se está tratando como un objeto de la mirada de los expertos,estas tendencias progresistas dentro de la terapia familiar se encuentra la familia en la culturay se encuentra en la misma cultura con el fin de construir un emancipador feminista socialistahumanista práctica. Estas son las apuestas del `` iniciativas de justicia social en este trabajo, yel intento de relacionar lo que sucede en la terapia con lo que pasa en el mundo (por ejemplo,

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Waldegrave, 1990; Grieves, 1997). Una postura crítica ha sido crucial aquí, y ha estado alservicio del respeto a las realidades vividas por los clientes.

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CPsicología riticalLa disciplina de la psicología también ha sido testigo de un giro progresista a la narrativa enlos últimos veinte años. Esto se ha manifestado en una vuelta a la lengua y luego una vez aldiscurso que se ha desplazado la atención de lo que sucede dentro de los pueblos se dirige a laforma en que las posiciones narrativas adopten las constituye como `tiene` ciertos estadospsicológicos (Gergen, 1985; Harré , 1986, Davies y Harré, 1990; Parker, 1997). Lospsicólogos son capaces de reconocer estos estados como las cosas que se pueden predecir ycontrolar, y esto se constituye a los individuos como sujetos de los aparatos más amplia devigilancia y regulación en la cultura occidental, que se alimenta de la psicología y operadentro. Todas y todos los fenómenos que la psicología da por sentado y utiliza paranormalizar y patologizar a las personas se puede demostrar que socialmente construida (Burr,1995), y los debates sobre lo que es `verdad 'ahora en psicología crítica giran en torno a lacomprensión del contexto social para la producción de estados mentales más que en si sonuniversales y esenciales (Parker, 1998b).

CCONTEXTO. Foucault `s (1977, 1981) el trabajo ha sido valioso aquí en mostrar cómo lastendencias gemelas de la disciplina y la confesión personas se unen entre sí de tal manera quela disciplina de la psicología se ve como una necesidad, y es capaz de pasar por una solución .Se alienta a los psicólogos a pensar que ellos son capaces de cambiar las cosas, pero son partede una red densa, la`'psy-complejos. Esta red está compuesta por las teorías y prácticas que sitúan pensar y desentir las personas dentro (Ingleby, 1985; Rose, 1985). Psicólogos engañan sistemáticamentea sí mismos acerca de su poder en el aparato, y esto hace que sea aún más difícil para ellospara desarrollar una reflexión crítica sobre el papel que juega el poder en los pueblos laexperiencia de la angustia y de sus relaciones tensas con los profesionales que están tratandode ayudar.

La esperanza de muchos estudiantes al comienzo de su carrera en la psicología es queva a ser capaz de

`ayudar a la gente '. Esto es bien intencionado, pero tenemos que tener cuidado acerca dedónde podría conducir. ¿Por qué? En primer lugar, porque existe la esperanza de que `help` esalgo que se puede prescindir, y tanto más eficazmente si un conocimiento experto puede serempleado. El lenguaje que se utiliza para enmarcar las posiciones de aquellos que `ayuda` ylos que `ayudó` es engañosa (Gronemeyer, 1992). Incluso la palabra 'empoderamiento' revelaalgo de la posición del experto que cree que han sido capaces de mover un paso iluminadoallá `ayuda` personas pero no pueden renunciar a la idea de que es posible que agacharse paralevantar a alguien menor que ellos mismos un paso, para darles un poco de autonomía (cf.Bhavnani, 1990).

Segundogundo, la idea de que la psicología puede ser utilizado para ayudar a la gentees ingenua porque se basa en la creencia de que la disciplina es una colección de herramientasneutrales que se pueden tomar para ayudar a las personas si se usan sabiamente, o, quizás, encasos raros, hacer daño a las personas si se usa con mala intención. Sí psicología juega unpapel hipócrita paradójica, ya que tanto fomenta la idea de que está en mejores condicionespara ayudar a las personas que sufren de trastornos mentales, y nos encontramos con esta ideapregonada con más entusiasmo en los intentos de la disciplina para colonizar el trabajoterapéutico a través de ` consejería psicológica `(Woolfe, 1985). A continuación, se aplastasistemáticamente las aspiraciones de los estudiantes con buenas intenciones, ya que losposiciona en varias ocasiones como el 'experimentador' o 'investigador' que hace las cosas a

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otras personas (Burman et al., 1996a). La única manera de psicólogos críticos pueden hacerfrente a este problema es, como un primer paso, al menos, para leer themselves yonPara elproblema.

Subjetividad. El papel de la subjetividad en psicología crítica ha pasado a primer plano en eldesarrollo de enfoques cualitativos (por ejemplo, Banister et al, 1994;. Henwood y Parker,1994). Esto ha hecho posible que algunos psicólogos que dan la vuelta y reflexionar sobre laforma en que cuentan historias sobre la gente en lugar de pretender que son `descubrimiento'hechos sobre el comportamiento. La

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reproceso de búsqueda se abre entonces a la actividad de la interpretación, y un númerocreciente de psicólogos son entonces capaces de darse cuenta de que una interpretación pide asu propio lugar en el fenómeno. Están ya no distanciaron observadores neutrales, sino queforma parte de lo que están estudiando, asumiendo la responsabilidad por el sentido que estánhaciendo.

La vuelta al lenguaje y el discurso en la investigación cualitativa se ha vistoprofundamente influida por el feminismo, las feministas atienden a cuestiones de poder, yaque el flujo de los grandes espacios políticos a través de nuestra experiencia de nuestra propiaposición como sujetos de género y viceversa. Ha habido un crecimiento de la reflexión críticasobre la práctica de la psicología como género y como estructurado por las imágenes de lacultura y la clase (por ejemplo, Burman et al., 1996b), y 'la psicología feminista `sí entoncesha sido objeto de reflexión crítica, a la deconstrucción ( Burman, 1998). La psicología críticaes capaz de trabajar con nociones complejas de poder y subjetividad, y el vínculo entre elcambio estructural social y el trabajo terapéutico se pone entonces en la agenda. Este giroreflexivo Así, se ha relacionado con la vuelta al discurso de la disciplina, y juntos han abiertoun espacio para un nuevo examen de la práctica de la psicoterapia (por ejemplo, Hare-Mustiny Maracek,1997).

El desarrollo de estas tendencias críticas de la psicología ha estado condicionada porsu ubicación institucional. Así como terapeutas críticos de la familia fueron obligados a hacerciertas preguntas sobre su práctica, debido al contexto en el que estaban trabajando en lospsicólogos críticos lo han visto profundamente afectados por la forma en que su disciplina lesanima a pensar, y sus arenas especiales para la resistencia a las prácticas dominantes . Elintento de encontrar una manera de volver a ayudar a las personas y al respeto de ellos ha sidoa través del desarrollo de un trabajo crítico.

La aparición de la deconstrucción en diferentes lugares institucionales también haservido para recordarnos que 'deconstrucción' no es una sola cosa, y no se puede resumir enuna definición pura o se pone a trabajar como una técnica discreta. La deconstrucción es unaforma de cuestionamiento, una actividad procesal que desafía la definición, y se caracterizapor las formas mismas de diferencia tsombrero que teoriza (Derrida, 1983). Derrida (1994)nos ha recordado recientemente que la deconstrucción no debe reducirse simplemente a hablarde la diferencia, y si queremos evitar empantanarse en el lodazal del relativismo en`psicología radical académica` (por ejemplo, Parker, 1998b) también necesitamos poner ladeconstrucción de trabajar prácticamente para realmente hacer una diferencia.

Lateoría, la práctica y la reflexióncríticaEste libro se extiende a través de las diversas formas en que (i) la deconstrucción se puedeutilizar yonpsicoterapia como parte del proceso de los problemas que exploran y `re-construir`cómo funcionan en las historias que la gente cuenta, (ii) la deconstrucción se puede utilizarcomo la psicoterapia en la reformulación de la relación entre el terapeuta y el cliente parahacer frente a cuestiones de poder, y (iii) la deconstrucción se pueden desarrollar depsicoterapia para reflexionar críticamente sobre el papel de la empresa moderna de ayudar yconocimientos aplicados a la angustia en las personas `s vidas. Veamos cada uno de estos a suvez con el fin de presentar una versión de la narrativa del libro.

La deconstrucción en Psicoterapia: Marcos

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conceptualesYodeas del amplio campo de la deconstrucción se han utilizado para apoyar y ampliar la gamade técnicas de terapia narrativa. Aquí `deconstrucción 'aparece en la psicoterapia como unsistema de conceptos que pueden ser de utilidad directa en la conceptualización de lo que estápasando y mover las cosas hacia adelante (Madigan, 1992). Incluso podríamos estar tentadosa pensar en estas ideas, que operan como tácticas discretas, y de hecho a veces se usan de esamanera. Pueden aparecer como tipo de cuestionamiento y replanteamiento, ya que laexternalización de problemas (White, 1989b; Roth y Epston,1996, Stacey, 1997) y la internalización de los amigos invisibles (Epston, 1993). Aquídeconstrucción

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loyo es un amigo invisible que se ha tenido en el proceso de la psicoterapia y asistido unaadaptación progresiva del encuentro y de la institución. En lugar de limitarse a lareconstrucción de la psicoterapia, sin embargo, y pasar de la utilización de las ideasfundamentales para la mejora de la práctica terapéutica, por importante que sea, nos estamosmoviendo en la dirección opuesta, y mantener nuestro `re-construcción 'en el trabajo comoactividad táctica provisional. Nuestro `reconstrucción` está al servicio de la deconstrucción delos recursos que ya están empezando a ser sedimentada en las terapias narrativas,externalizando los recursos para hacerlos visibles.

Part I del libro - Fuentes y contextos para la vuelta Deconstructive - revisa los marcosinstitucionales y los recursos teóricos para el desarrollo de la deconstrucción en la terapia. Loscinco capítulos se centran, a su vez, sobre la Terapia Narrativa, Foucault, Derrida,postmodernismo y el feminismo. John Kaye se exponen algunos de los fundamentos de lavuelta a la narrativa en la terapia familiar, y traza el desarrollo de lo que podría llamarse`discursivas` terapia. Entonces somos capaces de apreciar las conexiones entre las diferentesversiones de la terapia narrativa que han abrazado las ideas deconstructiva. Glenn Larnerexplora la relevancia de Derrida a la psicoterapia, y su preocupación es inmediata y cuestionesde poder, y la psicoterapia deconstrucción de la forma `opera como una forma de intervencióny la creación de un` espacio ético-políticos `. Vincent Fish se centra en la obra de Foucault, yargumenta que el uso de trabajo del `s Foucault en la psicoterapia como parte del enfoquedeconstructivo progresiva también debe emplear` un realista, historicista, anti-ideológico`lentes. Examen Roger Lowe `s del postmodernismo como` un contexto de transición `para eltrabajo crítico en la psicoterapia deja claro que cualquier lectura de la deconstrucción tieneque ser reflexiva, y tenemos que estar preparados para alterarlo cuando parece estaracomodándose con demasiada facilidad en un estructura institucional existente. Por último,Nollaig Byrne y Imelda McCarthy sitúan la vuelta al discurso y la deconstrucción en elcontexto de la terapia feminista y la insistencia en que la conciencia de poder debe impregnarcualquier perspectiva que pretende ser crítica. En este capítulo nos lleva a la reflexión sobrelas formas en recursos teóricos y contextos institucionales abren o cierran las posibilidadespara el desarrollo de la práctica deconstructiva de la terapia, y la forma en que ladeconstrucción puede ayudarnos a `desestabilizamos sitios de opresión '.

Los motivos de la energía y la crítica se repiten en la primera parte del libro sobrefundamentos conceptuales de la deconstrucción en la psicoterapia, y vuelve a aparecer, porsupuesto, en nuestras cuentas de la práctica en la segunda parte.

La deconstrucción como Psicoterapia: MovespragmáticasEstas ideas también pueden ser sedimentadas en conjuntos de técnicas, pero nuestracomprensión del poder dentro del propio encuentro terapéutico serían despojados. Por lotanto, siempre tenemos la obra de 'deconstrucción' psicoterapia como un proceso, y la Parte II- `deconstrucción en la práctica` - ofrece ejemplos prácticos de la forma en que lastransformaciones radicales de discurso y poder pueden tratar, el respeto y las formas deinterrogación de la identidad, de género, de la fe y la identidad. Esta parte del libro elaborareflexiones críticas sobre la forma en que los diferentes contextos culturales y las diferentesnociones del yo y la felicidad proporcionan una variedad de recursos para el desarrollo deayudar a los discursos y prácticas en terapia.

Vanessa Cisne revisa la forma de trabajo de Foucault `s ha sido útil en su propiotrabajo con una mujer que lucha con una historia de inutilidad que dominó su concepción de

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sí mismo, y la forma en que las contradicciones se puede abrir hasta sacar a la luz las ideaspreviamente oscurecidos` `. A continuación, sostiene, en contra de algunas recientes críticasfeministas de la terapia, que este método es capaz de trabajar en la intersección de lo personaly lo político, sin reducir una a la otra. Ley Ian ocupa el otro lado de la tarea, `para abordar ydesafiar a los efectos y las prácticas de privilegios` masculinos, y muestra cómo ladeconstrucción de la psicoterapia puede centrarse en las formas de opresión que son

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relayed través de las esferas políticas y personales, y cómo pueden hacerse visibles. Lacompleja relación entre el respeto y la crítica es también un tema importante en el capítulo `sWendy Drewery, escrito con Wally McKenzie, que se centra en la terapia con clientescristianos para explorar cómo es posible tanto a 'deconstruir' las formas de la narrativa y lapráctica que definen una identidad `s persona y trabajar con gente como 'agentes de suspropias vidas`. Stephen Madigan también traza un relato de la agencia en su relato de latransición de un cliente en un entorno médico difícil y patologización de ser un 'paciente sinconocimiento' a ser un`Porhijo con`Conocimiento.

We hacerse cargo a través de los debates y reflexiones críticas que conforman el librode respetar la deconstrucción como una estrategia de lectura que tiene como objetivo nodevaluar la agencia del sujeto individual, sino lOcate lo. Sin embargo, también tenemos queencontrar nuestra propia práctica, y nos dirigimos a esta tarea en la tercera parte del libro.

La deconstrucción de la psicoterapia: la reflexióncríticaWe puede utilizar las ideas exploradas hasta ahora reflexivamente dar un paso atrás y explorarlas posibilidades de vinculación de la deconstrucción con la transformación política, ycuestionar el papel que juega el encuentro terapéutico en ese proceso. Parte III -`deconstrucción del discurso psicoterapéutico` - explora la forma en que la deconstrucciónpuede operar a cuestionar las categorías de problemas tradicionales, y el grado en que ladeconstrucción puede ser utilizado para cuestionar la empresa de la terapia en sí. John Morssy María Nichterlein advierten contra 'la tentación de la emancipación' que siempre atrae a unterapeuta con los viejos trucos y que todavía se encuentra en espera para los terapeutasdecontructive entusiastas que creen haber encontrado el verdadero camino. Eero Riikonen ySara Vataja entonces problematizan todo el proyecto de la psicoterapia, incluyendo versionesdeconstructiva, y pasar de los estudios de resultados, que no logran demostrar que lapsicoterapia es bueno para la gente, a las cuentas de la lengua, que parecen sugerir que nosequivocamos al pensar que cualquier técnica, la deconstrucción incluida, nos puede conducira `diálogo feliz`.

Los colaboradores del libro proceden de Australia, Canadá, Finlandia, Irlanda, NuevaZelanda y Estados Unidos. Diferentes contextos institucionales plantean diferentes preguntas,y la deconstrucción en la psicoterapia ciertamente toma forma diferente en diferentes partesdel mundo. Se podría, tal vez, para dibujar una estricta línea divisoria entre las formaspluralistas pragmáticos de lectura `` problemas (por ejemplo, de Shazer, 1985, 1991) y lasintervenciones más radicales en el discurso y el poder que están representados aquí.Podríamos entonces ver a estos conforme a lo previsto, respectivamente, en North versionesamericanas y europeas de la deconstrucción de la teoría literaria (Eagleton, 1983; Cohen,1996). Estas diferencias son importantes, y el libro tiene que ver con la externalización de losrecursos conceptuales que han sido importantes para todos los que trabajan con las ideasnarrativas para que podamos poner de manifiesto su carácter radical. También hay críticasseveras de las formas más radicales `` de trabajo deconstructivo en la psicoterapia dentro delos Estados Unidos (por ejemplo, Luepnitz,1992; Fish, 1993). Nosotros tomamos en serio el impulso humanista pragmático del Nortedeconstrucción terapéutica americana, y este libro debe ser leído como un diálogodeconstructivo creativo y crítico con los amigos que han allanado el camino para una atención

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a la construcción del `problemas` y el poder.Usted encontrará algunos de los lectores críticos que escriben en este libro, y

esperamos que usted se una a nosotros y leer sus aportes críticos también. Hay, por supuesto,las tensiones entre los diferentes relatos entrelazados en los siguientes capítulos, y van aaparecer a veces como un entramado lo que parecen entrelazar perfectamente como semueven de uno a otro. También se dará cuenta de las contradicciones directas, sin embargo, yser capaz de imaginar que una serie de desacuerdos sobre la interpretación de ladeconstrucción. Mi cuenta en este primer capítulo también pretende sintetizar

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algunos de los temas, y usted puede imaginar los contribuyentes leer críticamente, endesacuerdo con la razón de su trabajo, y la deconstrucción de la narrativa de sus relatos. Y loque sea la ruta que tome el libro, nos imaginamos que va a construir su propia imagen delproceso de deconstrucción de la psicoterapia.

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NotaMuchas gracias a Dan Goodley y Dave Harper para su deconstrucción práctica de una versiónanterior de este capítulo.

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