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  • Alteridades

    ISSN: 0188-7017

    [email protected]

    Universidad Autnoma Metropolitana Unidad

    Iztapalapa

    Mxico

    GUBLER, RUTH

    El papel del curandero y la medicina tradicional en Yucatn

    Alteridades, vol. 6, nm. 12, 1996, pp. 11-18

    Universidad Autnoma Metropolitana Unidad Iztapalapa

    Distrito Federal, Mxico

    Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=74711374003

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  • ALTERIDADES, 19966 (12): Pgs. 11-18

    El papel del curanderoy la medicina tradicional en Yucatn

    RUTH GUBLER*

    Como ya lo indicara Barrera Vzquez (1963), nuestro

    conocimiento de la medicina tradicional indgena

    procede de una gran variedad de fuentes. De la poca

    colonial tenemos l) remedios empricos indgenas, es-

    critos en maya, en varios de los Libros de Chilam Ba-

    lam1 y otros escritos en espaol, por ejemplo El Libro

    del Judo, El Libro de medicinas muy seguro... etc-

    tera; 2) relaciones escritas por espaoles, en su mayora

    frailes, que nos hablan de especialistas en el arte de

    curar (Landa, Relaciones de Yucatn, Herrera y Tor-

    desillas; y 3) vocabularios mayas como el Diccionario

    de Motul (Martnez, 1929) y los de Po Prez y Beltrn

    de Santa Rosa. De pocas ms recientes estn los es-

    tudios cientficos sobre la flora yucateca de Millspaugh

    (1895-98), Gaumer (MS, s.f.), Dond y Dond (1907),

    Cuevas (1913), Standley (1930), Roys (1976 1a. ed.:

    1931) y otros, como tambin los libros de no-

    menclatura etnobotnica de Barrera Marn (1976),

    Barrera Vzquez (1963); Mendieta y del Amo (1981);

    Martnez (1987 1a. ed.: 1979); Sosa, Flores, Rico-

    Gray, Lira y Ortiz (1985). A esto debe aadirse la

    transmisin oral de conocimientos medicinales y el

    uso popular domstico de hierbas y otros remedios

    empricos.

    Sabemos que la medicina tradicional tiene una

    larga historia, pero salvo en el ritual de los Bacabes

    (Roys, 1965; Arzpalo, 1987), ninguna de las fuentes

    indgenas ni las de mano espaola nos dice nada res-

    pecto a los rituales que formaban parte de la curacin.

    Sin embargo, s nos hablan de especialistas quienes

    reunan en una sola persona los variados roles de sa-

    cerdote, adivino y mdico.2 Es en esta tradicin que se

    basa la profesin de los curanderos y h-menes quienes

    hoy en da siguen desempeando un papel muy im-

    portante y necesario dentro de las comunidades tra-

    dicionales, curando por medio de plantas medicinales

    indgenas y ocupndose del bien fsico y espiritual de

    sus pacientes. Sin embargo, la creciente moderniza-

    cin est ejerciendo un fuerte impacto sobre esta pro-

    fesin y poco a poco se est debilitando la prctica de

    la medicina tradicional.

    Tanto hombres como mujeres ejercen este oficio,

    aunque por regla general hay ms hombres que se de-

    dican a ello. Generalmente ambos gozan de gran res-

    peto en la comunidad, aunque tambin se entremez-

    cla un elemento de miedo, ya que se supone que b-

    sicamente quien hace el bien, tambin tiene la capaci-

    dad de causar el mal. Esto en cuanto a la actitud de la

    propia comunidad. En lo que atae a la actitud de los

    que no forman parte de esta cultura, hay falta de com-

    prensin acompaada de cierto resquemor y sospecha,

    que puede llegar hasta la ridiculizacin y la denigra-

    cin. Hubo tiempos en que se persegua a los curan-

    deros, que llegaron hasta casi mediados de nuestro

    siglo, y stos se encontraban expuestos a acusaciones

    y hasta encarcelamiento.3 Sin embargo, en los ltimos

    aos, en gran parte debido al inters de antroplogos,

    botnicos, farmaclogos, etctera, hay un creciente

    inters en lo que es la etnobotnica y la utilizacin de

    plantas medicinales, tanto en Asia y frica como en las

    Amricas. Tambin se estn fomentando en Mxico

    encuentros de medicina tradicional en que se renen

    curanderos, con mesas redondas en las que se lleva a

    cabo un intercambio de informacin y muestra de

    plantas medicinales.* Universidad de California, Los Angeles.

  • El papel del curandero y la medicina tradicional en Yucatn

    12

    Hay varios aspectos o especialidades de la profe-

    sin: el curandero o yerbatero tambin puede adivinar,

    sobar y fungir como h-men en varios rituales, entre

    ellos el chachaak, para llamar a la lluvia, el waji kol, en

    accin de gracias y para asegurar la continuada pro-

    teccin de viviendas, tierras y parcialidades por los

    espritus de la tierra, entre otros. La curandera puede

    ser partera y sobadora, pero muy raramente oficia

    como equivalente del h-men.4 Bartolom (1988) describe

    una especializacin bastante estricta entre los curan-

    deros del rea oriental de la pennsula; sin embargo,

    aparte de los ya mencionados hueseros y parteras,

    ste no es el caso entre mis informantes en el Puuc

    (rea donde hago mis trabajos de investigacin) sino

    que se combinan varias especialidades.

    Los curanderos establecen una diferencia ntida

    entre aquellos problemas que consideran de naturaleza

    puramente fsica y aquellos que pertenecen a un rea

    que, de acuerdo con nuestros conceptos, pero no con

    los suyos, denominaramos psicosomtica, es decir,

    males de origen incierto que causan extrema ansiedad.

    Aunque en estos ltimos tambin hay manifestacio-

    nes de sntomas fsicos, por medio de una serie de in-

    dicios y por adivinacin y comunicacin con entes

    espirituales el curandero llega a la conclusin de que

    son causados por hechicera.

    Es el primer tipo de enfermedades, el de origen

    fsico, el que ms fuertemente resiente el impacto de

    la vida moderna. En primer lugar est la influencia

    de la medicina moderna, ya que aun en pueblos

    pequeos ha aumentado la presencia de centros de

    salud, consultas mdicas y farmacias, y ya los miem-

    bros de la comunidad no acuden exclusivamente al

    curandero. Por su parte, muchos curanderos estn

    muy conscientes de las enfermedades que son de gra-

    vedad y con frecuencia mandan a sus pacientes a con-

    sultar a especialistas (aunque hay otros que no quie-

    ren trato con los mdicos). Tambin frecuentemente

    incorporan medicinas de patente, vitaminas o antibi-

    ticos en sus recetas. Por ejemplo, en una maana de

    consulta Don Carlos5 tuvo a varios pacientes que, a su

    entender, requeran la atencin de un mdico: una

    mujer con un problema cardiaco, otra con reumatis-

    mo crnico; y no tard en mandarlas al mdico de la

    especialidad.6 Por otro lado, para problemas de salud

    ms comunes, por ejemplo, problemas ginecolgicos,

    males estomacales, diarrea infantil y tos, prepar pa-

    quetitos de yerbas con indicaciones estrictas para su

    uso. Como me dijera ms tarde, era problemtico el

    que a veces sus pacientes no siguiesen sus indicacio-

    nes, creyendo que, si una toma o una pldora iba a ser

    eficiente, multiplicando la dosis iba a ser ms rpida

    la curacin.

    En casos de enfermedad en la propia familia, cu-

    randeros y curanderas tienden a consultar al mdico

    alpata, aunque a veces sin mucha conviccin, y a

    veces por comodidad prefieren tomar alguna pres-

    cripcin mdica a preparar laboriosamente remedios

    con hierbas medicinales.7 En parte esto obedece a que

    estn conscientes de los adelantos mdicos modernos

    y de la efectividad de medicinas como la penicilina,

    sulfa, etctera. Por otro lado, dada la poca confianza y

    la sospecha que se tienen mutuamente, un curandero

    no se arriesgara a consultar a otro. Tambin hay que

    considerar la ansiedad de tratar de curar a un ser que-

    rido, y el sentido de culpabilidad si la cura tuviese un

    desenlace fatal.8

    Aunque cada curandero tiene su forma particular

    de curar, comparten en cierto modo los elementos b-

    sicos que forman parte ntegra de la curacin. El ritual

    generalmente se lleva a cabo delante de la mesa de

    trabajo: un lugar de fuerza y poder. Es donde se viene

    a consultar al curandero y averiguar de dnde proce-

    de el mal9 y es donde se hacen las limpias y se ofrecen

    las oraciones. Las mesas vienen siendo altares con su

    profusin de imgenes o lminas de santos, cruces,

    velas, vasos con flores: en efecto, son lugares sacros.

    Mientras que algunas mesas son bien sencillas, hay

    otras que ofrecen un espectculo de profusin casi ba-

    rroca. Estos centros de trabajo frecuentemente estn

    total o parcialmente separados, bien aislados en una

    casita dedicada exclusivamente a estos fines, o en un

    cuarto de la misma casa, pero separado, por ejemplo,

    con cortinas a ambos lados.10 Tambin aqu he notado

    la intrusin del gusto moderno. Aunque los infor-

    mantes con los que llevo ms aos trabajando siguen

    adhirindose al modelo tradicional, de dos curande-

    ras que conoc ms recientemente una ha convertido

    su lugar de trabajo en un ap