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¿Qué hay en el calendario? ALGUNAS
ACTIVIDADES...
……………………………………………………………………
¿Qué pasó en estos días?
Navidad en el mundo
iberoamericano
Día: 17 de
diciembre
Lugar:
MULC,
Universidad
de Estudios
Internacionales
de Kanda
El mundo cristiano celebra de
diversas formas la Navidad. Para
conocer un poco la tradición de los
países hispanohablantes en estas
fechas, el espacio de español de
MULC celebró su fiesta especial, con
la presencia de profesores y
estudiantes. Hubo villancicos, que
son cantos especiales alusivos a estas
fechas, intercambio de regalos y los
asistentes probaron una importante
variedad de turrones españoles.
En este espacio también se puede
apreciar el tradicional nacimiento,
pesebre o Belén, que es una
recreación del nacimiento de Jesús,
con figuras especiales para estas
celebraciones.
Bom natal Día: 18 de diciembre
Lugar: MULC, Universidad de
Estudios Internacionales de Kanda
Brasil, en el hemisferio sur del
continente americano, vive unas
fiestas decembrinas cálidas con un
gran toque festivo. En esta ocasión
hubo cantos especiales, regalos y
platillos brasileños. ……………………………
¿Qué esperamos?
Día de Reyes Día: 6 de enero
Hora: 14:00...
Lugar: MULC, Universidad de
Estudios Internacionales de Kanda
Tras las fiestas de diciembre en los
países del mundo iberoamericano, se
suma una interesante tradición en
enero: el Día de los Reyes Magos.
Para recordar un episodio de la historia
cristiana que cuenta de la llegada de
tres reyes del mundo oriental hasta el
lugar donde nació Jesús, el espacio de
español ofrece esta actividad abierta a
estudiantes, profesores y todos
aquellos interesados en nuestra cultura.
En esta celebración hay una
oportunidad importante para acercarse
a la tradición también a través de la
gastronomía, probando la tradicional
rosca o roscón de reyes, que siempre
encierra una sorpresa...si quieres
conocerla, te invitamos a participar.
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Espacio de comunicación de los alumnos del curso “Comunicación Masiva en el Mundo Hispano”. Universidad de Estudios Internacionales de Kanda (KUIS), Japón
神田外語大学・スペイン語圏マスコミュニケーション論
Una FAMILIA con
DIFERENTES CULTURAS
Aunque en Japón no ha sido muy
frecuente recibir inmigrantes,
en años recientes
se ha incrementado el número
de extranjeros en este país.
Igualmente, cada vez más japoneses
van a otros países por motivos de
trabajo, negocios,
estudios y…amor.
Algunas familias japonesas
empiezan a cambiar las tradiciones
milenarias, con una interesante
fusión de idiomas, culturas,
identidades y nacionalidades.
¿Cómo se viven esas mezclas de
familias japonesas con
sangre iberoamericana?
H oy en día, el estilo de las
familias en un país
p u e d e s e r t a n
internacional como las
tecnologías o culturas que encierran.
Según datos de la Oficina de Estadísticas
de Japón, el número de familias con
extranjeros es 304 637 en todo el país.
Aunque la identidad japonesa es
muy fuerte y tradicional, parece que
dentro de las familias de este país
empiezan a mezclarse sabores, idiomas y
costumbres que generan estilos de vida
diferentes.
¿Cómo se combinan las milenarias
costumbres japonesas con los estilos de
vida de los países latinoamericanos?
Takeshi Horita es alumno del
departamento de chino de la Universidad
de Estudios Internacionales de Kanda. Él
nació en México. Su madre es mexicana y
su padre también, pero proviene de una
familia japonesa. Ahora ellos viven en
Japón, combinando sus nacionalidades.
Su bisabuelo japonés era un médico
y lo llamaron para ir a México a ayudar a
los migrantes japoneses que estaban
sufriendo por enfermedades y epidemias.
Desde el siglo XIX algunos
japoneses habían llegado a México con
diferentes proyectos de agricultura. Las
cosas no fueron fáciles. Nuevamente
hubo varios intentos, y en el siglo XX
muchas personas de Japón migraron para
trabajar en plantaciones de café, en el
estado de Chiapas, con el proyecto de
aprovechar las buenas condiciones de la
tierra y el clima.
Este fue el origen de la familia
Horita, que ha mantenido las tradiciones
japonesas en el sur de México durante
varias generaciones.
El bisabuelo de Takeshi heredó las
costumbres y formas de la cultura japonesa
a sus descendientes, que se mantienen
tanto en México como en Japón.
Buscando Buscando
una una
identidadidentidad
En Japón, donde un mínimo porcentaje
de la población es católica, no es fácil seguir
todas las tradiciones de los países
hispanohablantes, relacionadas con la
religión. Sin embargo intentan festejar en
fechas especiales: “En Navidad nos reunimos
con los amigos de mi mamá. También
ponemos el nacimiento, eso sí, todo en estilo
mexicano”.
Percibe el contraste entre esa fecha tan
familiar para otras culturas, que para los
japoneses no tiene el mismo significado y es
apenas una oportunidad de acercarse a los
novios y los amigos.
Por otra parte, Takeshi también disfruta
su lado japonés, en diversas manifestaciones
culturales. “A mí me gustan los bailes de
yosakoi, que son tradicionales de Japón”,
comenta con entusiasmo, pues se trata de un
una danza que él mismo practica en la
universidad.
El yosakoi es un tipo de baile que se
originó en Kochi, al sur de Japón y se empezó
a extender desde 1953, como una alternativa
diferente al famoso baile llamado awa odori,
de la cercana población de Tokushima.
Combina ritmos tradicionales
y modernos. La característica
notable del yosakoi es el
acompañamiento del baile
con un naruko (鳴子), es
decir un trozo de madera
con un sonido especial, que
se usa para espantar pájaros.
Este baile se ha vuelto
popular, y presenta algunas
adaptaciones, en el territorio nipón.
Acostumbrado a las danzas del folklore
de México que se practican en su propia casa,
en Japón, él también aporta su toque de
ritmos japoneses.
De esta manera Takeshi demuestra,
como él mismo dice, que se pude mover entre
dos mundos: “Yo me siento de las dos
nacionalidades. Digo que soy mexicano y
también digo que soy japonés”.
Takeshi vive con sus padres y su
hermano. Ellos vinieron a Japón cuando él
tenía 7 años. Aunque entonces él no podía
hablar japonés, ahora en su casa se pueden
escuchar varios idiomas. Takeshi estudia
chino, lengua en la que puede hablar con
sus compañeros, mientras que entre su
familia se combinan el español y el
japonés.
Cuenta que cuando era niño rechazó
tomar clases especiales para extranjeros, y
sus padres lo cambiaron a una escuela
regular para que estudiara con niños
japoneses. Jugando y estudiando con ellos
aprendió el idioma japonés. Desde
entonces, esa ha sido su lengua natural
para los estudios.
Su experiencia de niño no fue fácil.
Antes de aprender japonés sentía
vergüenza de hablar español en público
porque pocos entendían su lengua y su
cultura mexicana.
Ahora, el manejo de las dos lenguas
es precisamente la fuerza que lo inspira y
lo ayuda a enfrentar nuevos retos. Es una
gran ventaja, según comenta: “puedo
hablar varios idiomas, por
eso me puedo mover.
Tengo oportunidades para
convivir con bastante
gente...”.
Esta venta ja le
permite participar en
eventos internacionales
como intérprete, al mismo
tiempo que amplía su visión del mundo.
Su propia experiencia ha animado a
otras familias que también combinan
varias culturas en Japón.
“He participado en conferencias para
los padres que también son de países
latinoamericanos y quieren saber cómo
orientar a sus hijos en los estudios”,
comenta Takeshi, quien como estudiante
universitario se siente contento de poder
ayudar a otras familias.
Sangre
mexicana
y ritmo
japonés Por: Miki Amemiya / KUIS
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Las tradiciones se combinan
en su familia
Él practica yosakoi japonés,
su madre y hermano bailan
danza folklórica de México.
Perú y
Japón
El sabor que El sabor que El sabor que
les falta a los les falta a los les falta a los
japonesesjaponesesjaponeses Reporte especial Reporte especial
Una FAMILIA con
DIFERENTES
CULTURAS ( Parte I )( Parte I )
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Familias japonesas
con algo de:
“Soy peruana,
pero también soy japonesa.
Estoy orgullosa de eso”.
¡Síguenos! es un periódico que hacemos como
ejercicio, dentro del curso Comunicación Masiva en el Mundo Hispano.
Si quieres colaborar, enviar alguna información o comentario, puedes
escribir a: [email protected] Editora: Prof. Silvia Lidia González. Colaboran en este número:
Estudiantes de diversos cursos de Español.
KUIS Departamento de
Lenguas Iberoamericanas 1-4-1 Wakaba, Mihama-ku
Chiba-shi.Chiba-ken, Japón 261-0014
Contacto:
Blog:
http://www.comunickanda.wordpress.com
Twitter: @comunickanda
Correo electrónico:
Videos de presentación:
http://comunickanda.wordpress.com/video/
Perú y Japón
En el siglo XIX, Perú fue uno de los primeros
países con los que Japón firmó un tratado de
relaciones y con ello iniciaría también un
importante grupo de migrantes a viajar a
Sudamérica, desde 1899. Para 1923 ya
habían llegado a aquel país más de 100
expediciones de migrantes.
A casi un siglo, en los años 80, muchos
peruanos descendientes de japoneses
llegaron para trabajar en los tiempos de gran
productividad en Japón.
En las últimas décadas se han registrado
casi 60 mil peruanos viviendo en Japón,
aunque el número ha variado por factores
económicos y de seguridad, especialmente
tras el tsunami y el accidente nuclear de
Fukushima, en 2011.
Por: Silvia Lidia González / KUIS
M idori Torres lleva un nombre que destaca su
sangre japonesa. Su vida ha transcurrido
casi enteramente en este lado del mundo.
Sin embargo, nació en Perú, la misma tierra
de sus padres y esto despierta siempre su otra forma de ser.
“Nací en Perú y mi familia también es peruana pero
vinimos a Japón cuando yo tenía dos años. He vivido
siempre en esta cultura pero en mi casa yo trato de hablar
siempre español, para no olvidar nuestra lengua, para
comunicarme con mis padres y porque en este idioma puedo
seguir aprendiendo algo nuevo, más allá de los libros”,
comenta satisfecha la joven estudiante de comunicación
internacional.
Además de la lengua, en su casa también se combina la
gastronomía. Ahora existen más opciones de tiendas con
productos importados de Perú. “Mi mamá sabe cocinar más
comida peruana, pero a veces yo cocino algo japonés,
entonces aprendemos y combinamos”, comenta mientras
enumera algunos de sus platillos favoritos de la cocina
peruana: la causa, las sopas, las papas a la huancaína.
En fechas especiales como la Navidad y el Año Nuevo se
refuerza el menú y las costumbres peruanas: “comemos
pavo, panetón, ensalada chocolate...y nos reunimos todos en
la familia. Celebramos con tradiciones como regalar
calzones amarillos para la buena suerte...esas cosas son
interesantes y para mí han sido normales pero me he dado
cuenta que no existen en Japón, sino en las creencias
populares de nuestros países”.
Midori está feliz de haber regresado recientemente a
visitar Perú para reencontrarse y revalorar esa parte de su
identidad, aunque su vida se ha desarrollado en la tierra de
su bisabuelo materno.
“Muchas personas me dicen que tengo una gran ventaja
porque conozco dos lenguas y culturas, pero para mí
también ha sido difícil entender quién soy, con nacionalidad
peruana y cultura japonesa.. a veces también es un poco
confusa esta situación”, confiesa Midori.
Sin embargo, para ella son claras las ventajas de ser
peruana en la parte afectiva: “Nosotros nos abrazamos, nos
besamos, siento que nuestros padres nos enseñan mucho al
darnos cariño y amor...y lo importante es que nos
comunicamos bastante. Creo que eso es muy diferente a la
cultura japonesa”.
En el fondo, su búsqueda de identidad concluye con la
certeza de que es peruana, pero también japonesa. Y dice
sentirse orgullosa de esa combinación. “Lo que más me
gustaría que los japoneses conocieran de Perú es eso, el
cariño, el abrazo, el beso, la comunicación. Pero también
quisiera que los peruanos conocieran el gran valor del
respeto en la sociedad japonesa”.
C uando en Japón se habla sobre comida peruana,
parece que no mucha gente puede imaginar los
ingredientes, los sabores o la variedad. Miki
Miyashiro también es japonesa, pero su familia
peruana le ha ayudado a valorar esa gastronomía que aún
muchos nipones no alcanzan a conocer.
Toda su familia nació en Perú, pero es de origen japonés.
Viven en Kawasaki, pero sus antecesores habían ido a tierras
peruanas desde Okinawa. Miki apenas conoce el país
sudamericano por algunas visitas, y por la intensa forma de
convivir en la familia.
Lejos en la geografía pero muy cerca en las tradiciones, la
vida peruana en Japón le ha permitido ocasiones especiales
como la celebración de su fiesta de 15 años. A la usanza de
las quinceañeras de muchos países latinoamericanos, en
pleno Japón Miki valió el vals y después siguió la diversión
con más de cien amigos, bailando casi 8 horas, según
recuerda.
A esa edad, sin embargo, también vivió los
conflictos de una adolescencia entre dos culturas.
“Yo quería salir con mis amigas y mami siempre
preguntaba ¿con quién vas, a dónde, a qué hora
regresas?... A mis amigas no les
preguntaban eso sus padres y a mí me
estresaba porque en eso soy más japonesa.
Pero entiendo que así es la comunicación
muy cercana de los padres y los hijos en
Perú. También sé que por eso allá la gente
se besa y se abraza. Eso no lo ha visto mi
hermano, que nunca ha ido allá, pero sé
que un día si va, lo va a entender”.
En casa, Miki habla en japonés y su madre le responde
en español. Es habitual la comunicación en ambas lenguas.
Uno de sus vínculos más fuertes con la
cultura peruana es la gastronomía. “Cuando mi mamá
prepara comida japonesa el sabor es un poco...diferente.
pero cuando cocina comida peruana le sale muy rica”,
comenta entusiasmada ante el recuerdo de los sabores. Le
encantan los platillos como el seco y el lomo saltado.
“En Navidad comemos pavo, papa rellena, ensalada,
bastante chocolate y alfajores”, dice satisfecha con la
tradición peruana que une a su familia en las fiestas
navideñas.
Sin embargo, comenta que el Año Nuevo para ellos es
normal celebrar al estilo japonés: “Vamos al templo y
seguimos las costumbres de Okinawa, como comer un tipo
de mochi rosado”.
Su familia provenía originalmente de Okinawa.
Algunos miembros fueron a Perú. Ahora ella, que nació en
Japón, enfrenta las ventajas y los retos de esa diversidad
cultural. “A dónde vaya, siempre voy a ser gaijin
(extranjera). En Perú, o aquí en Japón...”,
comenta al recordar algunas experiencias difíciles
en su niñez, simplemente porque iba a la escuela
usando aretes o zarcillos, como es costumbre en
el mundo iberoamericano. Para sus compañeras
ese pequeño detalle marcaba una gran diferencia
y se burlaban. “Pero mi mamá me decía que no
pensara que todos tienen que ser iguales...que yo
soy diferente, pero no soy la única...todo el
mundo es diferente”.
Precisamente reiterando la diversidad, a Miki le
gustaría que los japoneses, que no se imaginan
cómo es la vida, la cultura o la comida de Perú, la
pudieran conocer. “Yo quiero que prueben, es muy rica y
estoy segura de que les va a gustar”.
BUSCANDO
UNA IDENTIDAD
El sabor que
le falta a Japón
¿Qué podrían conocer
mejor los japoneses de
la vida peruana?
“Su comida y la forma
de vida de sus familias,
con muchas muestras
de cariño y
comunicación”
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es
En Japón viven
alrededor de 2 millones
de extranjeros.
La mayoría proviene de
China (29%); Corea
(26%); Brasil (14.1%);
Filipinas (9.5%) y Perú
(2.7%).
En 1980 de todos los
matrimonios en el país,
apenas 1% era de
japoneses con
extranjeros.
Para el 2009 esta cifra
era 5 veces mayor.
Según esta tendencia,
para el 2040 habría
10% de los llamados
“matrimonios o familias
internacionales”.
Datos del Gobierno Japonés, en el artículo
“Matrimonios Internacionales”,
Blog Cavilaciones desde Obihiro, del profesor Isami Romero,
26 de enero de 2011
En nuestros próximos
números de
Comunickanda...
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Lazos entre naciones