Otro de los temas destacados fue… -...

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REVISTA ISLAM

Nº 12. febrero de 2013 Dirección: C/ Anastasio Herrero, nº 5, 2º Madrid - 28020. Tel: 915714040 Fax: 915708889 Decano de la prensa musulmana en España fundada en Madrid 1971

Edita: UCIDE

Las opiniones y juicios expresados

por los autores de los artículos y

trabajos publicados en la revista

ISLAM no reflejan necesariamente

los puntos de vista de los editores.

SUMARIO

Presentación

LA VIDA DEL PROFETA

MUHAMMAD

Capítulo segundo: Su juventud

LA MEDICINA DE LAS ALMAS

de Ibn Hazm

Capítulo cuarto: SOBRE LOS CARACTERES Y LA

CONDUCTA (II)

LA MUJER Y LAS

APORTACIONES DE LA

RELIGIÓN ISLÁMICA EN LOS

CENTROS DOCENTES EN

ESPAÑA.

Por: Dalila Taíeb Gazoini

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Presentación

En este número de la revista que os

ofrecemos, en primer lugar podréis leer

el segundo capítulo de la biografía del

último profeta, el nabí Muhammad, en

el periodo de su juventud, comenzando

por el relato del inicio de la

reconstrucción del templo de la Kaaba.

De forma novelada y amena nos

describe aquellos momentos que

podemos revivir en los que el Nabí

practicaba ya sus retiros, hasta el

comienzo de la Revelación en el año

611 de la era común, en el mes de

Ramadán, cuando el ángel Gabriel se le

apareció y dijo al profeta iletrado:

“¡lee!”.

Continuamos la narración con la

primera persona que abrazó el Islam, su

esposa Jadiya, siendo el pequeño Ali,

hijo de Abu-Táleb el siguiente en creer

y aceptar el Islam de todo corazón.

A continuación os ofrecemos el cuarto

capítulo del libro “La medicina de las

almas” del cordobés Alí Abenhazam o

Ibn Hazm, dedicado a los caracteres y la

conducta, en el que nos muestra

trascendentes reflexiones, con

experiencias y conclusiones personales,

sobre los caracteres y sus defectos

humanos y las conductas para

detectarlos y corregirlos.

Todo ello va siendo desgranado de

forma didáctica ofreciendo consejos

para ser mejor persona, luchando contra

los impulsos que constituyen defectos

en la conducta personal humana, con la

intención de evitarlos.

Podemos apreciar sus sabias palabras

que son aplicables en todo momento,

incluida la actualidad porque abarcan la

naturaleza humana sobre defectos como

el orgullo, la mentira, la traición, el

rencor o sospechar mal de los demás y

la difamación del otro, con reflexiones

como: “…la mayoría de los hombres

gustan de molestar al prójimo

refiriéndole las cosas desagradables

para él que en boca de otros han oído, y

no hay cosa que más les contraríe que

esta actitud impasible, pues con ella se

ven ya privados de ejercer su oficio:

llevar y traer noticias mortificantes a

unos y otros, oficio que sólo sirve para

perturbar los espíritus y propagar la

calumnia.”

Con esta lectura y obligada reflexión

personal actual del lector, reconociendo

los casos mencionados en nuestra vida

cotidiana, nos sirve para mejorar en

nuestro caminar en esta vida mundana.

Finalmente nos ofrece la Prof.ª Dalila

Taíeb un prolijo estudio sobre la

enseñanza de religión islámica en

nuestro país, abarcando diversos

aspectos, desde los sencillamente

estadísticos, hasta los humanos del

alumnado y del resto del profesorado de

otras materias.

La autora así nos menciona las

características y las fases de evolución

de la enseñanza religiosa, abordando la

cuestión del proyecto de la enseñanza

religiosa en la escuela en España y la

importancia de sus objetivos en el

contexto educativo y sociocultural.

Encontramos su estudio de importancia

e interés, con preparación y erudición

relatando las aportaciones de la religión

islámica en los centros docentes y el

papel del profesorado de religión

islámica. Los métodos educativos de

esta asignatura se adaptan a las

exigencias de calidad, modernidad y

adecuación al contexto en el que

vivimos, valorando la comunicación y

los métodos deductivos e inductivos, en

lugar de la pasividad y la repetición

memorística.

Esperamos que estas lecturas que os

presentamos sean de provecho.

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LA VIDA DEL PROFETA MUHAMMAD

Capítulo segundo: Su

juventud

El azar no pudo elegir mejor;

todos, en común acuerdo, lo

aceptaron por árbitro dejando en

sus manos las causas del conflicto.

Cuando hubieron terminado sus

explicaciones, Muhammad, en

lugar de discutir sus respectivas

pretensiones, les dijo

simplemente:

'Traed una manta y extendedla en

la tierra" .Después de ser

obedecido, cogió la Piedra Negra

con sus manos, la puso en el

centro de la manta extendida y

dijo: "Que la persona más

influyente de cada clan coja del

extremo de esta manta". Una vez

hecho, se dirigió a los que tenían

cogida la manta diciendo: "Ahora,

continuó, elevad la manta, todos a

la vez, hasta la altura del muro en

construcción". Obedecieron y,

cuando la manta se encontraba

elevada a la altura del lugar donde

debía quedar sellada la Piedra

Negra, Muhammad tomó la

reliquia y la depositó en su lugar

con sus propias manos. Gracias a

su aplomo, todo tema de discusión

desapareció: había dado

satisfacción a cada uno de los

partidos rivales sin elevar a

ninguno de ellos por encima del

otro; había puesto de acuerdo a los

orgullosos árabes sin efusión de

sangre, por primera vez en la

historia; finalmente, se había

preservado un puesto de honor

que nadie pensó en negárselo.

Las paredes de la parte alta de la

Piedra Negra se acabaron

rápidamente por los trabajadores

reconciliados. Las vigas de un

navío hundido en la costa de

Yeddah sirvieron para la

realización de un tejadillo en

terraza, y, una vez terminado el

monumento, se recubrió con un

velo de lino finísimo tejido por los

coptos. Más tarde, fue este velo

maravillosamente servido por la

más encantadora de las lenguas.

Las ferias -la de Ocádh

particularmente- eran la ocasión

de verdaderos torneos de poesía; y

el vencedor veía su poema

aclamado por la muchedumbre en

delirio, caligrafiado en letras de

oro y colgado en el Templo de la

Ka'ba. Siete de éstas grandes

poesías, llamadas las "Mu'al-

laqát" (es decir las "Expuestas")

han llegado a nuestros días

testimoniándonos la altura a la que

llegaba el genio poético de los

beduinos. Pero, frente a estas

brillantes cualidades innatas en los

árabes, ¡cuántos errores

deplorables! La religión

monoteísta de su ancestro,

Ibrahim (Abraham) había caído en

un completo olvido para ellos, a

pesar de la veneración con que

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continuaban rodeando el Templo,

edificado con sus manos. Se

habían convertido en "musrikún"

es decir "asociadores"; junto a

Alláh, el Único, habían colocado

ídolos por los que sentían

preferencia generalmente. Cada

tribu, cada familia, tenía su ídolo

favorito, llegando a ser en esa

época trescientos sesenta falsos

dioses, de madera o de piedra, los

que deshonraban la Santa Ka'ba.

Al culto a los ídolos, se añadía la

deleznable superstición, los juegos

de azar, la consulta de la suerte

por medio de las flechas, la

embriaguez, la brujería, rebajaban

igualmente la valía de éstos

hombres tan extraordinariamente

dotados. Imposibles de todo

autocontrol y autodominio,

desposaban a tantas mujeres como

podían alimentar y, como las

viudas eran parte de la herencia

dejada por sus maridos, resultaban

de esto unas uniones escandalosas.

Más abominable aún, era la

costumbre del "Wa'd el Banát", o

"Enterramiento de las hijas vivas".

Por una exageración del

sentimiento del honor y por el

temor del oprobio que podía

recaer un día sobre sus familias

por la conducta desordenada de

sus hijas o por el rapto de éstas

por un enemigo, algunos padres

desnaturalizados preferían

suprimirlas enterrándolas vivas

inmediatamente después de su

nacimiento. Finalmente, la

inclinación de los árabes hacía la

ostentación, sus prejuicios

nobiliarios, su desmesurado

orgullo los hacían contrarios a

toda disciplina, a toda autoridad; y

como consecuencia, toda unión,

todo progreso, toda organización

social se hacía irrealizable. Las

guerras constantes, las venganzas

despiadadas de tribu a tribu, de

familia a familia, ensangrentaban

a Arabia entera. Estos eran los

errores que Muhammad, apenado,

no podía soportar el ver; y, como

no alcanzaba a ver remedio para

un mal tan profundo y tan general

destinado, pensaba, a atraer sobre

su pueblo el espantoso castigo del

Cielo que aniquiló a los pueblos

de Tamúd y de 'Ád, se retiraba a

los lugares más desiertos donde,

lejos del contacto humano, podía

expulsar de su recuerdo la odiosa

memoria de sus iniquidades.

Entonces, se dejaba invadir

completamente por un imperioso

deseo de recogimiento y de

adoración que dominaba toda su

alma. Vagaba por los barrancos de

arena, seguía los derroteros

caprichosos de los wádis o trepaba

por la pendiente de las montañas

pedregosas para sentarse en sus

cimas y perder su mirada y su

imaginación en las profundidades

de las áridas extensiones que se

desplegaban desde sus pies hasta

los más lejanos horizontes.

Durante largas horas, inmóvil, en

medio de éste vacío

impresionante, de éste silencio de

muerte, de éste océano de luz, se

extasiaba en una muda y estática

contemplación del espectáculo

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incomparablemente variado y

grandioso que le ofrecían los

elementos del Cielo y de la Tierra

obedeciendo a un Poder

misterioso, irresistible,

incognoscible, inconcebible,

universal, único... Eran las dunas

y los peñascos, revistiéndose al

principio con las gasas rosáceas de

la aurora, totalmente salpicados

por las piedras preciosas en que se

convertían los más humildes

guijarros a los primeros rayos del

sol. Luego... el sudario,

chorreando claridad, que el astro

en su cénit extendía sobre la tierra

abatida e inmóvil como un

cadáver. Más tarde, el mar de oro

que en el momento de su puesta

lanzaba el sol con profusión sobre

el Mundo, como para inspirarle a

su vez más pesar. Finalmente, el

manto irisado como el cuello de

una paloma de la luna que

salpicaba el cielo con sus destellos

mudados en millares de estrellas.

Eran las altivas columnas, hasta

los más mínimos detalles su obra

futura. ¡Algunos de ellos llegaron

incluso hasta a insinuar que

compuso en él el Corán entero!

¿No se han dado cuenta de que en

este Libro Divino no existe plan

alguno preconcebido según los

métodos humanos; que cada una

de las Suras, desligada de la

vecina, atañe a sucesos que se

produjeron en un futuro

desarrollado durante más de

veinte años y que era imposible

que Muhammad los previera? No

obstante, en su ignorancia de la

mentalidad árabe, no hallan otra

explicación a éste largo retiro.

Si hubieran vivido entre los

Beduinos del desierto lo justo,

habrían comprendido que la

contemplación en la que se les ve

aniquilados frecuentemente-

acurrucados en la cima de una

colina y con la mirada perdida en

el vacío-no es ese estado de

embrutecimiento que describen

ciertos viajeros más humoristas

que observadores. Si, sobre todo,

hubieran tenido la ocasión de

saborear por ellos mismos el

indecible encanto de este éxtasis

que solamente puede provocar el

espectáculo del Inmenso Desierto

y de constatar las sorprendentes

ventajas que de ello sacan las

facultades intuitivas de espíritu,

no hubiesen cometido nunca un

error tan grave. Esta

contemplación es el crisol en que

se funden las emociones y los

pensamientos nacientes para

resurgir extraordinariamente

purificados; es el acumulador

donde se almacenan las fuerzas

sobrenaturales ocultas e

inconscientes. Tal como la

potencia latente del fuego se

disimula en el corazón de los

árboles del bosque, estas fuerzas

acumuladas por la contemplación

permanecen ignoradas por todos -

incluso por aquellos en quienes

residen- a menos que una chispa

estalle e inmediatamente una

llama fulgurante brotará hasta el

Cielo deslumbrando al Universo.

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Verdaderamente, por aquel tiempo

Muhammad no tenía ninguna de

las intenciones que le achacan los

orientalistas ni planeaba ningún

proyecto. En su "Jalwa" meditaba,

no premeditaba. Finalmente,

cuando se aproximó el momento

determinado por la Providencia

para manifestar su Bondad por

mediación de Aquél que había

elegido para Profeta, Muhammad

tuvo visiones luminosas y oyó

llamadas misteriosas, El Profeta

dijo "Durante los diez meses que

precedieron a la primera

revelación, mi sueño se vio

atravesado por deslumbrantes

resplandores comparables a los

rayos del alba, y cuando me

alejaba de la ciudad oía voces que

me llamaban ¡Muhammad

Muhammad! "Me volvía y miraba

tras de mí, a mi derecha y a mi

izquierda, sin ver otra cosa que

arbustos y piedras. Entonces me

sentaba, preso de una horrorosa

ansiedad, execrando a brujos y

adivinos, temía convertirme en

uno de ellos sin saberlo y contra

mi voluntad. Estas voces que

parecían salir de los seres

inanimados, ¿no provendrían de

los yiñs que se camuflaban en

ellos; de esos yiñs que informan a

brujos y adivinos de los asuntos

del Cielo y les ayudan a practicar

su culpable oficio?"

La Revelación (Año 611 de la Era

Común) En una pared de granito

rojo del yabal Nur (Montaña de la

Luz), situada a unas tres millas en

los alrededores de Mekka, a la

izquierda del camino a 'Arafa, está

la gruta de Hirá. Muhammad la

había elegido para retirarse allí

todos los años durante un mes,

observando día y noche el más

absoluto de los retiros. Llevaba

consigo algunas provisiones,

compuestas principalmente por

"Ka'k" (especie de gal1eta de

aceite que posee la ventaja de

conservarse indefinidamente),

para no verse obligado a volver a

la ciudad. Si por casualidad se

agotaban sus provisiones y se veía

en la necesidad de ir a la ciudad

para reponerlas regresaba

inmediatamente, pues toda

interrupción en el curso de sus

extáticas meditaciones le hacía

sufrir. Había cumplido cuarenta

años, y desde hacía quince años,

en ansiosa Adoración, se

esforzaba en limpiar la religión es

decir La religión monoteísta de su

antecesor Abraham, de las

groseras alteraciones que le

habían añadido sus

conciudadanos; cuando una noche

la veinticinco, veintisiete o

veintinueve del mes de Ramadán

(el quince, diecisiete o diecinueve

de Enero del 611 de la era

común), se produjo el suceso

inolvidable por el cual el

Misericordioso testimonió Su

Generosidad a Sus criaturas,

haciendo descender Su Revelación

sobre la tierra con los primeros

versículos del Corán por boca de

Su Enviado. El Profeta dijo: "Me

había dormido en la gruta de Hirá,

cuando el Ángel Gabriel se me

apareció y, desplegando ante mis

ojos una larga tela de seda con

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letras doradas, me dijo: "Oh lee".

'No sé leer', respondí.

Inmediatamente me cogió y

estrujó mis miembros, mi boca y

mi nariz contra los pliegues de esa

tela con tal violencia que mi

respiración quedó suspendida y

creí llegar el instante de mi

muerte. Luego, después de

relajarme, me repitió: "¡Oh Lee!"

"No sé leer’, volví a repetir. Me

estrujó de nuevo y sentí mi último

aliento listo para escapar de mi

pecho. A continuación, aflojó su

atadura y, por tercera vez, me

repitió: "¡Lee!" "y, ¿qué debo

leer?", le pregunté por temor a un

tercer apretón al cual mi aliento

no habría resistido. Entonces me

dijo: "¡Lee! ¡En el nombre de Tu

Señor que lo creó todo! Que creó

al hombre de un coágulo.

Proclama: Que Tu Señor es el más

generoso, Que enseñó el uso del

Cálamo, Que enseñó al hombre lo

que no sabía". (Corán: 96, 1-5.)

Repetí estas palabras tras él.

Luego desapareció y,

despertándome sobresaltado, tuve

la sensación de que un Libro

entero acababa de quedar grabado

en mi corazón. Salí de la gruta

para volver en sí, cuando al

hallarme en mitad de la pendiente

de la montaña oí una voz

proveniente del Cielo que gritaba:

"¡Muhammad, eres el Profeta de

Alláh y yo soy Yibríl!". Elevé la

vista hacia el Cielo: Yibríl

(Gabriel) lo llenaba, Tuve que

apartar mi vista, que se había

cegado, a otras partes del

horizonte, en todas partes

encontraba su imagen

deslumbradora. Así, permanecí

petrificado en el mismo lugar sin

poder avanzar ni retroceder. Por

segunda vez, Gabriel me repitió:

"¡Muhammad, eres el Profeta de

Alláh y yo soy Yibríl!"; y luego,

desapareció como la visión de un

sueño. Entonces, apresuradamente

y con el corazón atenazado por la

más terrible angustia, corrí hasta

mi casa. Cuando el Profeta entró

en el solar de su casa, se abrazó a

Jadiya, en cuyo regazo ocultó su

cabeza; y, presa de un temblor

parecido al de una fiebre fría,

exclamó: "¡Arropadme!

¡arropadme!". Los criados se

apresuraron a acudir, y lo

mantuvieron arropado hasta que

su emoción se calmó. Jadíya,

trastornada, le preguntó: "Padre de

Kásem, ¡por Alláh!, ¿dónde

estabas y qué te ha pasado? Envié

a mis sirvientes en tu búsqueda y

volvieron sin haberte encontrado

ni en Hirá', ni en los alrededores

de la ciudad". El Profeta le contó

lo que le había sucedido,

añadiendo: "¡Ah! ¡creí que moría!

-Eso no puede ser- contestó Jadíya

ya serena. "Seguro que Alláh no

quería dañarte, pues eres excelente

con tu familia, clemente con los

débiles, generoso con los pobres,

caritativo con los que son víctimas

de la injusticia. Es una buena

noticia la que me traes, hijo de mi

tío, te lo aseguro. Por Aquél que

tiene entre Sus manos el alma de

Jadiya te juro que la aguardaba.

Sin duda alguna, serás el Profeta

de nuestro pueblo". Desde los

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maravillosos relatos de su esclavo

Maisara, que venían a corroborar

sus propias observaciones, Jadíya

estaba convencida de que un gran

destino le era reservado a su

esposo, y no se sorprendió en

forma alguna de tal Revelación.

Recompuso su vestido y corrió a

casa de su primo Waraka ben

Nófal para informarle de lo que

acababa de escuchar. Waraka,

convertido al Cristianismo, era el

hombre de Mekka más versado en

el conocimiento de los textos

sagrados y, al igual que los

monjes de Siria, vivía en la espera

de un Profeta que debería nacer en

el país árabe. Por eso, cuando oyó

el relato de su prima, exclamó

mientras lágrimas de alegría

llenaban sus ojos: "¡Alláh

Santísimo! ¡Alláh Santísimo! Si tu

relato es exacto, Jadíya, El que ha

venido a visitar a tu esposo es el

Namús altísimo, el Confidente de

Alláh, el Ángel que visitó a

Nuestro Señor Moisés!

Muhammad será el Profeta de

nuestro pueblo, que no lo dude.

Cuéntale lo que te ha dicho para

que él mismo se convenza".

Mientras que el Profeta, siguiendo

su costumbre después de cada

retiro, efectuaba las vueltas

rituales alrededor de la Ka'ba,

Waraka, a pesar de la debilidad

debida a su avanzada edad y de

una ceguera provocada por el

exceso de lectura, se hizo

conducir inmediatamente junto a

Muhammad para escuchar de su

boca el relato de su aventura.

Luego, cuando se convenció de su

veracidad y le hubo repetido las

mismas predicciones, exclamó:

"¡Ah, cómo me gustaría estar

todavía en éste mundo cuando tus

compatriotas te exilen! -¿Como?

¿Me van a exilar?, dijo el Profeta.

"Con toda seguridad te van a

exilar," volvió a decir Waraka,

pues nunca hubo hombre que

trajera lo que vas a traer sin que

estuviese expuesto a las peores

persecuciones. "¡Ah!, si Allah

prolongase mis días hasta esa

fecha, con toda mi energía te

ayudaría a triunfar." pero la

muerte impediría a Waraka el ver

cumplido su deseo. Todas las

dudas de Muhammad se

despejaron. La fulgurante

Revelación había iluminado todas

las aspiraciones inconscientes y

sobreexcitado todas las fuerzas

latentes acumuladas en su alma

durante quince años de

contemplación. Esta le había

abierto los ojos y enseñado el

formidable papel profético que le

había sido impuesto, y el cual, en

realidad, esperaban tan poco; a

pesar de las predicciones de los

monjes que desde hacía tanto

tiempo ya habían olvidado, si es

que alguna vez les había prestado

la menor atención. Su angustia, su

temor de ser presa de

alucinaciones diabólicas nos dan

la indiscutible prueba de ello, y él,

que huía de los hombres, que

nunca había solicitado la más

mínima de las funciones públicas

que sus conciudadanos le

ofrecieron con complacencia, se

encontró dispuesto, con una fe y

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un valor inquebrantables, a llevar

a cabo la Misión más abrumadora

que pueda ser confiada a un ser

humano, sin la menor

preocupación por las terribles

pruebas que sabía serían

inevitables. En esta noche por

siempre memorable. conocida por

el nombre de "Laylatu Al-Kadr" o

"Noche del Decreto", el Corán

descendió íntegramente desde el

Cielo superior donde estaba

conservado hasta el Cielo inferior,

situado inmediatamente sobre

nuestra Tierra, siendo depositado

en la "Bait al'Ezza" (o "Mansión

de la Gloria"), bajo la cual se

edificó la "Bait Alláh", ( o

"Mansión de Alláh"), es decir: la

Santa Ka'ba "En verdad, que

revelamos (el Corán) en la noche

del decreto. ¿Y, qué te hará

entender lo que es la noche del

decreto? ¡La noche del decreto es

mejor que mil meses! En ella

descienden los Ángeles con el

Espíritu, con el permiso de su

Señor, para ejecutar todas sus

órdenes. ¡Paz es ella hasta el

despuntar de la aurora!" (Corán:

97, 1-5). Más tarde, de éste Cielo

inferior, después de los primeros

versículos revelados a Muhammad

al mismo tiempo que la

comprensión general de Su

Misión, las palabras de Alláh que

componen el Corán descendieron

por su boca, sura tras sura, a lo

largo de un periodo de veintitrés

años, con la finalidad de guiar

todos sus actos, fijar las leyes de

la Religión y organizar el triunfo

del Islam. A éste relato de la

Revelación, según los

historiadores árabes, creemos útil

añadir para nuestros lectores

europeos el siguiente comentario:

El Ángel Gabriel que se le

apareció al Profeta en Hirá' no es

otro que el Ángel Gabriel que se

apareció a Daniel y a María,

madre de Jesús; Pero que no tiene

para los Musulmanes puros

similitud alguna con ese joven de

mejillas coloreadas, cabellos

rubios y alas multicolores que nos

presentan las figuras de .los

santorales europeos. El Ángel

Gabriel es "Ar-rúh Al Qúdus", es

decir: "Espírito santo" (Corán:

97,4). También es "En Námús" 'o

el "Consejero Invisible". Se

manifestaba a veces a Muhammad

con sonidos extraños que

recordaban el tintineo de las

campanas o el zumbido de las

abejas. Este era el modo en que

hacía sufrir más cruelmente al

Enviado de Alláh: su frente

chorreaba de sudor, incluso

durante los fríos del invierno,

luego el ruido cesaba y sólo

entonces comprendía lo que el

Ángel había revelado. Otras

veces, cuando Gabriel tenía que

aleccionar a Muhammad mediante

el ejemplo como los actos del

culto se le manifestaba en forma

humana, asemejándose a la de

Dihya ben Jalifa, uno de los

compañeros del Profeta. En

cuanto a la Reve1ación de la que

éste Ángel es el simbólico

intermediario, es una Irradiación

divina, y debe ser considerada

como el grado más sublime de esa

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Fuerza misteriosa -evidentemente

exterior al individuo ya que es

totalmente independiente de su

voluntad- que llamamos

Inspiración.

Los Primeros Musulmanes. La

oración precedida por las

abluciones fue el primer deber

enseñado al Profeta por el

Mensajero celeste. Muhammad

regresó al lugar de la Revelación y

Yibríl (Gabriel) se le apareció de

nuevo bajo aspecto humano:

"Profeta" le dijo, "deberás invitar

a los hombres a proclamar que no

hay otro Dios salvo Alláh".

Luego, lo llevó a un Wádi y

golpeó el suelo con su pié;

inmediatamente brotó una fuente

y mediante su ejemplo el Ángel

enseñó los ritos de la Purificación

mediante las abluciones que deben

preceder a toda oración. Realizó a

continuación la oración, con las

inclinaciones, prosternaciones, y

las frases que deben componerla.

El Profeta rezó con él, guiándose

por los gestos y palabras del

Ángel. Sintiendo su cuerpo

aligerado de una pesada carga por

esta purificación y su alma

dilatada por el beneficio de esta

oración, Muhammad regresaba

repleto de fé con su compañero,

cuando Yibríl, todavía allí, le dijo:

"Enseña a Jadíya la salvación por

el Islam" (es decir, por la

resignación absoluta a la Voluntad

del Creador). Obedeció diciendo:

"Jadíya, Yibríl me manda

enseñarte la salvación por el

Islam". A lo que Jadíya respondió:

"Alláh es la Salvación, de Él viene

la Salvación, y la Salvación sea

con Yibríl". Ella fue, de entre

todos los humanos, la primera en

abrazar la fe del Islam.

Inmediatamente, el Profeta la

condujo hacia la fuente milagrosa

donde le enseñó lo que él mismo

aprendió. A imitación suya, se

purificó por las abluciones y

realizó la oración; desde ese día,

Alláh se sirvió de la admirable

mujer para aliviar los dolores de

Su Profeta en todas las pruebas

que iba a sufrir. La devoción de

Jadiya inspiró a Muhammad un

inmenso desprecio hacia las

maldades humanas; y su fe

inquebrantable lo reconfortó en

todas las ocasiones en las que fue

tratado de impostor. El primero de

los compañeros del Profeta que

creyó en Su Misión fue Ali, hijo

de Abú Táleb, de diez años de

edad, al que había adoptado en

una época de penuria y hambre,

para aliviar a su tío que soportaba

la carga de gran familia. 'Ali, al

ver a Muhammad y a Jadiya

apartados y dedicados a la oración

y sorprendido de no ver ante ellos

objeto alguno de adoración.

preguntó al Profeta: " ¿Qué ritos

acabas de hacer ahora?" -

"Rezabamos en la religión pura

que Alláh ha elegido y para la cual

me ha designado como Profeta,"

respondió, "Ali, te invito a ella; te

invito a la adoración de Alláh el

Único y sin Asociados, y al

rechazo de los ídolos Lat y Ozza,

que no pueden ni castigar ni

premiar a sus adoradores. "Dí:

Dios es Único. Dios es Eterno.

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Jamás engendró ni fue

engendrado. Y es incomparable.-

El es Dios, no hay más dios que

Él, conocedor de lo invisible y lo

visible. Él es graciabilísimo,

misericordiosísimo. - Cuando ha

decidido una cosa, dice: sea, y es.-

Él es el Eternamente vivo, el

Inmutable. No Le acometen ni el

sueño ni el cansancio. - Las

miradas no pueden percibirle, si

bien Él percibe todas las miradas,

porque es imperceptible,

omnisapiente. - Y que Él hace reír

y llorar. -Él da la muerte y la

vida.- Él extrae lo vivo de lo

muerto y lo muerto de lo vivo, y

vivifica la tierra después de haber

sido árida. ¡Y así seréis

resucitados! - Tanto el Levante

como el Poniente pertenecen a

Dios, y dondequiera os dirijáis,

allí hallaréis el rostro de Dios;

porque es omnipresente,

sapientísimo. - En Él todo tiene su

fin. Tal es Alláh para vosotros,

vuestro Señor, del Cual es el

reino. En cuanto a los que

invocáis en vez de Él, no poseen

el más mínimo poder, ni tan

siquiera como la película del

carozo del dátil". (Corán: 112; 1-

4. 59;22. 2;111,256. 6;103.

53;44,45. 30;18. 2;109. 35;14.) Le

respondió: "Nunca, hasta ahora,

había oído semejantes palabras.

Me gustaría consultar a Abú

Táleb, mi padre". "¡No hagas

nada!". Se apresuró a recomen-

darle el Profeta, temeroso de que

la noticia de su Misión se

divulgara antes que llegase el

momento de su proclamación. "Si

entras en el Islam, Ali, deberás

guardar el secreto". Ali pasó la

noche inquieto por lo que acababa

de oír; pero Alláh (¡glorificado

sea!) le guió al Camino de la

Salvación. A la mañana siguiente,

corrió hacia Muhammad y profesó

el Islam de todo corazón. A partir

de entonces, cuando llegaba la

hora de la oración, seguía al

Profeta a los barrancos para rezar

con él a escondidas de su padre y

de sus tíos. Pero un día, mientras

rezaban ambos en un lugar

llamado "Nailat el Mohal", Abú

Táleb les sorprendió de improviso

y preguntó al Profeta: " ¿Hijo de

mi hermano, a qué religión

pertenecen los ritos que sigues en

tus oraciones?" -"Es la religión de

Alláh, de Sus Ángeles y de Sus

Profetas. Es la religión de nuestro

ancestro Ibrahim. Alláh me ha

enviado para predicarla a los

hombres; y a ti, que eres el más

digno y mi pariente más cercano,

te invito a entrar en el Camino de

la Salvación". - "No puedo

abandonar la religión y las

tradiciones de mis padres, declaró

Abú Táleb; no obstante, te tengo

por tan sincero que creo en la

verdad que proclamas. Prosigue tu

Misión sin inquietud, ningún daño

te sucederá mientras esté en éste

mundo", y volviéndose hacia su

hijo: "Puedes escuchar a

Muhammad, (le dijo) y tenerle

total obediencia, pues no te

conducirá más que por el camino

del Bien". Un esclavo al que

Muhammad había liberado y

adoptado, Zeid ben Háriza, y que

13

sentía por él un afecto tal que

había rechazado el ir con su padre

dándole en su lugar su rescate

imitó pronto el ejemplo de 'Ali y

abrazó la fe del Islam.

CAPÍTULO IV

SOBRE LOS CARACTERES Y

LA CONDUCTA.

2ª parte

100. Otro defecto era el hábito

de ciertos movimientos

extravagantes, contraído desde la

infancia por descuido y por la

debilidad de los miembros (1);

pero me empeñé en evitarlos y lo

conseguí.

101. Otro defecto era el amor

de la fama y del prestigio

científico; en la curación de esta

enfermedad he llegado sólo a

evitar cuanto la religión considera

ilícito; y en Dios espero que me

ayudará a corregir el resto, si bien

es verdad que el movimiento

irascible del alma sensitiva es

virtud y hábito laudable, siempre

que está sometido al alma racional

(2).

1 La vaguedad y concisión de la frase

no permite precisar a qué movimientos

se refiere. 2 Para comprender el sentido de este

último inciso del párrafo, hay que tener

en cuenta que Abenhazam se refiere sin

duda al fervor y empeño que él ponía en

todas sus discusiones teológicas y en

sus libros polémicos.

102. Otro defecto era un

exceso tal de pudor, que llegué a

sentir repugnancia absoluta y

dificultad instintiva para el

matrimonio y hasta imposibilidad

de vencer este exagerado pudor,

cuya imperfección yo reconocía.

Causa de este defecto fueron

algunos sucesos adversos que me

acaecieron, contra los cuales sólo

la ayuda de Dios sirve (3).

103. Dos defectos tuve también

que Dios permitió que siempre

permaneciesen ocultos,

ayudándome además con su

gracia a combatirlos. Uno de ellos

desapareció ya para siempre, a

Dios gracias. Desde entonces me

parece como si la felicidad se me

hubiese adherido de una manera

inseparable [pág. 34]. Alguna vez

vuelve a aparecer, como el brillo

de un relámpago; pero lo reprimo.

El segundo me ha durado largo

tiempo. Siempre que el ímpetu de

sus avenidas me asalta,

conmuévanse los cauces por

donde circula y parece inminente

su aparición; pero Dios hace

siempre con su gracia que me sea

3 Refiérase quizá a sus primeros amores

con la joven que vivía en el mismo

palacio de su padre. La descripción de

estos amores contrariados, hecha por

Abenhazam en su Libro del amor, ha

sido aprovechada por Dozy, Hist. des

musulmans d'Espagne, III, 344, y Pons.

Ensayo biobibliográfico sobre los

Historiadores y geógrafos arábigo-

españoles (Madrid, 1898), pág. 132-5.

14

fácil reprimirlo y que persevere en

el bien (4).

104. Otro de mis defectos fue un

rencor excesivo que con la ayuda

de Dios he conseguido guardar

oculto y bien escondido y hasta

reprimir la manifestación de

algunos de sus efectos; pero

desarraigarlo en absoluto, jamás,

no me ha sido posible. Él, además,

me ha impedido siempre trabar

amistad con aquellos que alguna

vez fueron mis enemigos.

105. En cuanto a la costumbre de

sospechar mal del prójimo,

algunos la creen defecto en abso-

luto, pero no es tal, sino cuando

nos induce a cometer algún acto

que la religión o las leyes sociales

consideran ilícito; en los demás

casos, se confunde con la

prudencia y discreción, que es una

virtud.

106. En cuanto la acusación que

contra mí lanzan mis necios

enemigos, diciendo que cuando yo

tengo una cosa por verdadera no

me importa el ponerme enfrente

de cualesquiera, aunque estos

cualesquiera sean todos los

hombres que ocupan la superficie

de la tierra, y que tampoco me

cuido de acomodarme a muchos

de los usos y costumbres

4 No me es posible conjeturar siquiera

los vicios ocultos a que se refiere

Abenhazam en este párrafo, cuya

estudiada vaguedad e imprecisión hace

pensar en hábitos vergonzosos e

inconfesables.

adoptados sin causa razonable por

mis compatriotas, esta cualidad de

que me acusan es para mí una de

mis mayores virtudes, que no

sufre comparación con ninguna

otra de mis cualidades. Y por mi

vida aseguro que si yo no la

poseyese (lo que Dios no

permita), ella sería una de las

gracias que yo más apeteciera y

pidiera a mi Creador.

Y esto mismo aconsejo a todo

aquel a quien lleguen estas

palabras mías: ningún provecho

sacará de seguir a los demás en las

cosas vanas y superfluas, cuando

con ello provoque la ira de Dios o

defraude los fueros de su propia

razón o se perjudique en el alma o

en el cuerpo o se imponga un

trabajo penoso, completamente

inútil.

107. Algunos, para quienes el

fondo esencial de las cosas

permanece oculto, me han

acusado también de dejar pasar

con absoluta impasibilidad las

calumnias de que he sido víctima,

e igualmente de haber permitido

eso mismo, cuando ya no se

trataba sólo de mí, sino de mis

amigos, que eran difamados en mi

presencia, sin que yo me tomase la

molestia de irritarme por

defenderlos.

108. A esto digo que el que así

me acusa, establece afirmaciones

generales sin precisar en concreto

su alcance; y claro es que toda

afirmación general, por la

ambigüedad que encierra, puede

15

implicar, según se entienda, el

elogio de un crimen o el vituperio

de una virtud. ¿No te parece que si

alguien afirmara que fulano ha

cohabitado con su hermana,

habríale acusado de una atrocidad,

abominable para todos los que la

hayan oído? Y, sin embargo, tan

pronto como él hubiera aclarado

su acusación, diciendo que se

trataba de una hermana suya en el

Islam, aparecería claro que lo

atroz y abominable estaba en lo

general y vago de la afirmación.

.109. Así, pues, por lo que a mí se

refiere, si yo dijese que he

permanecido impasible ante las

calumnias de que he sido víctima,

no diría verdad, porque el disgusto

en tales casos es una cosa ins-

tintiva e inevitable para todos los

hombres; sin embargo, yo he

procurado siempre reprimir ese

disgusto, a fin de no dar señales

de ira, cólera o enojo; si merced a

esta preparación me era fácil

abstenerme en absoluto de

responder al que me injuriaba, eso

era lo que, con la ayuda de Dios,

me había propuesto; y si el ataque

era imprevisto, entonces respondía

a él con palabras mortificantes, sí,

pero no indecentes ni inspiradas

por la cólera o la estulticia, sino

llenas de franca sinceridad [página

36]. Y hasta eso solo me

repugnaba; si lo hacía era, porque

una necesidad me obligaba a ello,

a saber, la necesidad de domar un

poco el ímpetu del que me

difamaba o de poner un freno a la

lengua del que me transmitía la

calumnia, pues la mayoría de los

hombres gustan de molestar al

prójimo refiriéndole las cosas

desagradables para él que en boca

de otros han oído, y no hay cosa

que más les contraríe que esta

actitud impasible, pues con ella se

ven ya privados de ejercer su

oficio: llevar y traer noticias

mortificantes a unos y otros,

oficio que sólo sirve para

perturbar los espíritus y propagar

la calumnia.

110. Pero, además, una de dos: el

que habla mal de mí, o dice

mentira o dice verdad. Si dice

mentira, Dios se apresurará a

vengarme, empleando como

instrumento la misma calumnia de

mi enemigo, el cual, además de

quedar ya, en virtud de ella,

incluido dentro de la categoría de

los embusteros, llama la atención

de todos acerca de mis buenas

cualidades, desde el momento en

que me acusa de cosas de que mi

reputación está bien libre, y cuya

falsedad, la mayoría de los que se

las oyeron decir, o la conocen ya

en aquel mismo momento o la

averiguan pronto, tras un ligero

examen.

Si, por el contrario, dice verdad,

tres casos solamente pueden

darse: o que yo mismo le haya co-

municado en secreto la falta de

que me censura, poniendo en él la

confianza que se acostumbra a

poner en un hombre a quien se

supone fiel y leal, y en este caso,

la misma indignidad de su acción

es suficiente prueba de la vileza y

16

bajeza de su carácter; o que me

censure por una cosa que él cree

mala sin serlo, y entonces su

propia estupidez me venga, pues

él es el que queda en mal lugar y

no aquel a quien censura; o que,

finalmente, me acuse de una falta

de que realmente yo sea reo y que

él por sí solo haya descubierto; en

este caso, puesto que él dice

verdad, contra mí mismo, mejor

que contra él, debo enojarme, pues

más justo es que yo me irrite

contra mi propia alma, que no

contra el que me censura con

razón.

111. Ahora, por lo que se refiere

a mis amigos, nunca he dejado de

tomarme la molestia de salir en su

defensa, pero una defensa

delicada, sin hacer más que

excitar el arrepentimiento en el

corazón del que contra ellos

hablaba delante de mí, y hacer que

se avergonzase de su acción, se

cubriese de rubor y me presentase

sus excusas. Y esto lo conseguía

sencillamente afeando ante sus

ojos la conducta del que se dedica

a difamar a los demás, haciéndola

ver que le conviene más al

hombre pensar en los negocios de

su propia persona y preocupase de

corregir sus propios defectos, que

no ir siguiendo la pista a los

demás para enterarse de sus malos

pasos; después, ponderándole las

buenas cualidades de mis amigos,

le echaba en cara su .mezquindad

de alma que sólo tenía en cuenta

los defectos del prójimo

olvidándose de sus virtudes, y le

decía que mis amigos no se darían

por satisfechos, si le juzgasen a él

con esa misma mezquindad, y

que, por tanto, eran más generoso

que él, y él también a su vez no

debía contentarse con aquel juicio

tan mezquino.

Estas o parecidas razones

empleaba; porque armar disputas

y reunirse con el maldiciente, sólo

hubiese servido para enardecerle,

excitar su irascibilidad y provocar

el estallido de su cólera,

haciéndole prorrumpir en nuevas

invectivas doblemente graves

contra mis amigos, de las cuales

entonces yo solo sería el

responsable, además de serlo de la

repetición de las invectivas

anteriores y de que unas y otras

llegasen a oídos de quienes antes

no las oyeron y, oyéndolas, se

sintiesen excitados a odiar a mis

amigos; hasta quizá me hiciese

entonces reo también, de un daño

contra mí mismo: el daño de

perder el cariño de mi amigo, a

quien sería natural que no

agradasen los modales violentos y

repugnantes que yo emplease para

defenderlo.

Yo, por mi parte, no quisiera que

un amigo mío emplease para

defenderme más medios que

[página 38] estos que acabo de

citar, pues si se excediera en mi

defensa hasta el extremo de

injuriar a mi calumniador,

provocaría seguramente, no sólo

dobladas invectivas de parte de

éste contra mí, sino ofensivas

réplicas contra él mismo y quizá

17

hasta contra mis padres y los

suyos, según fuese de insolente,

desvergonzado y procaz el

calumniador; es más: podría ser

que la disputa acabase a golpes. Y

este modo de obrar irracional,

lejos de merecer mi

agradecimiento, merecería mi

desaprobación y mis más sentidos

reproches.

112. También me han acusado

algunos, de esos que hablan sin

discernimiento ni discreción, de

haber dilapidado mi fortuna; pero

la explicación de esta censura está

en decir que de mi capital no he

gastado sino aquellas cantidades

cuya conservación representaba, o

un vicio que la religión condena, o

un daño en mi reputación, o una

preocupación penosa para mi

espíritu. Y esto, porque para mí

era más precioso el tesoro,

siquiera pequeño, de estas tres

cosas (mi religión, mi reputación,

mi tranquilidad), que la parte de

mi fortuna dilapidada, aunque

hubiese valido tanto como todo lo

que el sol alumbra.

113. En suma; yo creo que la

mayor gracia que puede Dios

hacer al hombre, es otorgarle una

conciencia naturalmente recta y

amiga de la justicia, un espíritu

equitativo y amante de que el de-

recho triunfe. Y yo creo que para

resistir a todos los embates

corruptores de la pasión, como

para realizar todo acto bueno con

bondad religiosa o natural, no he

ido nunca a buscar ayuda más que

en estos dones naturales que puso

en mi conciencia el Creador, en

quien toda energía y fuerza tiene

su principio. Porque todo el que

nace con natural inclinación a

juzgar con parcialidad y a obrar

injustamente sin experimentar

remordimiento alguno, ese puede

desesperar de que su alma se

enmiende o de que sus tendencias

instintivas se rectifiquen jamás, y

puede estar cierto de que no

alcanzará la perfección moral ni

en la práctica de los deberes

religiosos ni en la adquisición de

los hábitos naturalmente buenos.

114. Finalmente, el orgullo, la

envidia, la mentira y la traición,

jamás los he notado en mi carác-

ter, sino al revés, una instintiva

repugnancia hacia tales vicios; de

modo que no creo merecer alaban-

za al evitarlos. ¡Y gracias sean

dadas a Dios!

115. Uno de los males que implica

el amor de la fama es que

esteriliza el fruto de las buenas

obras, supuesto que quien las

realiza lo hace sólo porque desea

que las gentes hablen bien de él.

De modo que el amor de la fama

viene a ser casi como una especie

de politeísmo, ya que el hombre

obra el bien entonces por un fin

distinto de Dios. Además, afea la

hermosura de la virtud, puesto que

el hombre entonces casi no obra el

bien por amor del bien mismo,

sino para que por el bien lo

alaben.

116. Tu más elocuente censor es

el que te alaba de virtudes que no

18

posees, puesto que llama la

atención de todos acerca de lo que

te falta.

117. Tu más elocuente apologista

es el que te censura de vicios que

no posees, puesto que llama la

atención de todos acerca de tus

virtudes; él mismo se constituye

en defensor tuyo con su propia

conducta, ya que con ella se

expone a las protestas y reproches

de los demás.

118. Si el imperfecto se diese

cuenta de su imperfección, sería

perfecto.

119. No hay criatura exenta de

defectos. Es feliz el que tiene

pocos y leves. Los más de los de-

fectos son los que uno mismo no

sospecha tener. ¡Y se llama virtud

el estar preparado sólo contra los

defectos que uno de sí propio

sospecha! ¡Glorificado sea el que

así ordenó las cosas para que el

hombre reconozca su impotencia

y la necesidad que tiene de su

Creador!

LA MUJER Y LAS

APORTACIONES DE LA

RELIGIÓN ISLÁMICA EN LOS

CENTROS DOCENTES EN

ESPAÑA.

Dalila Taíeb Gazoini

INTRODUCCIÓN

En este artículo pretendo abordar

especialmente la cuestión de la mujer

musulmana y la enseñanza de la

Religión Islámica en los centros

docentes en España por tres razones

importantes:

- Razones espirituales: donde se

muestra que el Islam es una religión

racional y una civilización que se basa

en la simplicidad de la revelación, la

perfección humana con valores

universales que se integran en cualquier

tiempo y espacio de la tierra.

-Razones sociales: los prejuicios

reflejados en el imaginario social y su

desconocimiento de la educación en

valores de la religión.

- Razones particulares: desde mi

experiencia profesional como profesora

de Religión Islámica en los centros

educativos en España.

Antes, de hacer mención a las

características y las fases de evolución

de la enseñanza religiosa, abordamos la

cuestión del proyecto de la enseñanza

religiosa en la escuela en España y la

importancia de sus objetivos en el

contexto educativo y sociocultural.

A continuación planteamos las

siguientes cuestiones: ¿Cuáles son las

aportaciones de la religión Islámica en

los centros docentes? ¿Cuál es el papel

del profesor/a de religión islámica?

Desde la década de los años

ochenta, el cultivo intensivo en los

invernaderos es el principal motor de la

riqueza en Andalucía. Con el desarrollo

económico se ha aumentado la mano de

obra llegada de diferentes países. De

esta forma fue llegando

progresivamente un alumnado

procedente en su mayoría de Marruecos,

Senegal, etc. A partir de los años 90 y

con la inmigración femenina se produjo

19

un crecimiento de natalidad. Una vez

criados los hijos e hijas, los padres

deciden darles la oportunidad que

algunos de ellos no consiguieron y los

matricularon en el colegio para que

tengan una educación y futuro mejor.

Además todos los padres quieren que

sus hijos tengan la formación religiosa

para que no pierdan lazos con sus raíces

y su cultura. Actualmente ha aumentado

de una forma considerable el alumnado

en los centros docentes públicos.

Uno de los logros más

significativos del sistema educativo ha

sido garantizar ampliamente el derecho

a la igualdad de oportunidades dentro

del ámbito intercultural para reivindicar

el derecho a la diferencia cultural y

religiosa. Respecto al reconocimiento

del pluralismo religioso de 1980 y

especialmente a los ciudadanos de

confesión musulmana, se firmó un

convenio en 1992 entre el Estado y la

Comisión Islámica para impartir clases

de Religión Islámica en los centros

docentes públicos.

Según los datos, en España hay

un total de 128.881 alumnos

destinatarios de la asignatura de

Religión Islámica, de los que 42.729

son españoles y 86.152 son inmigrantes.

La educación religiosa no es

únicamente un derecho de igualdad ante

la ley (1), sino un derecho de la libertad

real de las personas. La escuela ha de

desempeñar un papel fundamental no

solamente en adquirir el conocimiento,

sino también el contenido cultural para

que el alumno pueda tener en cuenta las

cuestiones de valoración de las

diferentes características culturales. En

este sentido se puede garantizar el

diálogo entre culturas, cumplir el

objetivo de romper los estereotipos y de

solucionar gravísimos problemas como

la violencia, la discriminación, el

racismo y la falta de respeto a otras

culturas. El derecho a la educación con

valores, es sin duda el espíritu de

democracia y modernidad y más en

concreto de la declaración de los

derechos humanos.

La Comisión Islámica de España

pone en marcha un Programa Educativo

para la incorporación de profesores de

Religión Islámica en los centros

docentes. El Presidente de la Comisión

Islámica de España, Sheyj (2) Riaÿ

Tatary que es una de las personalidades

más destacadas en la Comunidad

Islámica en España, participó en la

elaboración de las leyes que proclaman

la libertada religiosa. Conocedor y

experto en el Fiqh (3) y el Corán.

Defensor de la igualdad y de la

incorporación de la mujer en la

educación. Su pensamiento místico ha

estado marcado por las preocupaciones

y sufrimientos por los problemas de la

nueva generación musulmana en

España. El médico Mansur Escudero

que Al-lah tenga misericordia de él,

luchó por la emancipación de la mujer

musulmana y su libertad de expresión.

Esta igualdad es una cuestión heredada

del Islam y de la Sunna.

Antes de hablar sobre la aportación

de la religión en la educación, hacemos

un breve recorrido histórico de la

participación de la mujer en la

enseñanza Islámica en la historia del

Islam.

1 La Constitución española (art. 27.3) reconoce la

protección de los derechos de las minorías religiosas y el

derecho de los padres sobre la formación religiosa de sus

hijos.

2 Este nombre significa que es un maestro que se ocupa

incesantemente de todos sus alumnos y hermanos de día, de

noche, cuando trabaja, cuando duerme, piensa en su alma y

en su espíritu.

20

3 El concepto fiqh en árabe del verbo faqaha, significa

comprensión y conocimiento y profundización. Su objetivo

es responder a las interrogantes relacionadas con las

prácticas espirituales, las relaciones familiares, sociales, la

economía, el comercio… Las fuentes del fiqh son: fuentes

jurídicas (Usul adin), y las ramas del fiqh ( Furu´addin ).

Desde el final VII se fundaron escuelas Madahib: Escuelas

jurídicas Suníes, Malikíes, Hanbalíes y Shafi´iyyíes.

LAS MUJERES MÁS

PRESENTATIVAS EN LA

ENSEÑANZA DEL ISLAM Y EN

LA CONSTRUCCIÓN DE UNA

CIVILIZACIÓN UNIVERSAL

La presencia de la mujer

musulmana en la enseñanza fue

marcada por su capacidad, su libertad y

su vitalidad como lo demostraron las

esposas del Profeta (s.a.s.): Unas de las

mujeres que figura en la Historia del

Islam es Aicha, (4) que Al-lah esté

complacido con ella, fue sin duda la

madre de una nación, una mujer

religiosa, con una sensibilidad moderna,

una sabiduría, un conocimiento bajo una

apariencia modesta. Conocida por su

inteligencia y su generosidad. Fue

discípula de su maestro y marido, el

Profeta. Fue muftí, maestra de sabios y

otros muftíes compañeros del Profeta en

la época del califa Abu Bakr. (5)

Experta en la lengua árabe y la historia

de la civilización. Citaba de memoria

poesía y enseñaba a generaciones con

sabiduría el Hadiz (6) y el Corán. Su

casa se convirtió en lugar de la

enseñanza islámica donde recibía

hombres y mujeres de todas las partes

del mundo Islámico. Relató 2.210

hadices con una gran profesionalidad.

Tenía una eficacia en la memorización

del Hadiz, lo que la convirtió en la más

preciada cronista de los relatos de la

vida del Profeta y sus enseñanzas.

Khadiya fue la primera esposa del

Profeta. Era una de las mujeres más

ricas de la Meca, con un alto grado de

autonomía, tanto en la vida pública

como en la privada. Se distinguió por su

belleza, su independencia, su vitalidad,

su educación, su nobleza y su

experiencia en campo comercial. Todas

estas cualidades dejaron sus huellas

escritas en el fondo de aquella arena

dorada del desierto de la Meca.

Muhammad (S.A.S.) trabajó con ella a

la edad de 20 años. Fue una buena

gestora de su capital, le impresionó su

honestidad, su dignidad de confianza y

su virtud. Le propuso matrimonio a la

edad de 45 años, con una plena libertad

y extraordinaria espontaneidad. La

diferencia de edad entre Khadiya y

Muhammad y la de diferencia de sus

clases sociales, demuestra que el Islam

se adelantó a las naciones de Occidente

dos aspectos:

1. La igualdad entre la clase social

entre el rico y el pobre.

2. El derecho de la mujer en

casarse con el hombre que elija.

Estas mujeres más relevantes del

Islam, a pesar que vivieron en pleno

desierto, con distintas tribus árabes,

judías y cristianas, se destacaron por su

vitalidad en el cuerpo y alma, su

inteligencia, su responsabilidad, su

independencia y profesionalidad en el

comercio, el saber, la estabilidad

familiar y conyugal. Las firmes y

mágicas montañas de la Meca eran

testigos de la participación de estas

mujeres en la enseñanza del Islam y en

la búsqueda de la valoración femenina.

Por eso, a juzgar por el análisis del

papel de la religión islámica que

expondremos a continuación,

planteamos las siguientes cuestiones:

¿Cuáles son los aspectos universales

mencionados en el Corán? ¿Cómo

define el Islam la relación entre el

maestro/a y alumno/a en la escuela?

21

¿Cuáles son las aportaciones de la

religión en la educación?

5. Aicha, la segunda esposa del Profeta

(s.a.s.) e hija de Abu Bakr el compañero de Profeta

Muhammad (s.a.s.). Se casaron en la Meca en l 2 de

la Hégira. Tuvo con el Profeta (s.a.s) seis hijos, el

Profeta encontró junto a ella ayuda y comprensión, al mismo tiempo creyó en su profecía.

6. ´Abdu Al-llah, Abu Bakr Assadiq. Uno de los

compañeros del Profeta Muhammad (s.a.s.). Había

acompañado al profeta en su Emigración, el padre de

Aicha, la esposa del Profeta y el primer califa tras el

congreso de Saqifa. Su califato duro dos años. Falleció en Medina.

La importancia de la enseñanza

de la religión se refleja en una

educación de altos valores humanistas

que orienten el modo de vida personal y

social. Esta especialidad se considera

una asignatura complementaria a las

siguientes asignaturas educativas en los

centros de primarias y secundarias: la

ciencia humana, el conocimiento del

medio, la historia de las civilizaciones,

la teología, la filosofía, etc. Por esta

razón, el Islam es un conjunto de

enseñanzas universales que se basan en

diferentes aspectos de carácter humano,

cultural, psicológico, biológico, etc.

La universalidad de esta religión

viene a ser una serie de respuestas a las

siguientes interrogantes: ¿Qué es la

vida? ¿El hombre es responsabilidad de

su comportamiento? ¿Cuál es el origen

del hombre? ¿Cómo resolver las

dificultades de la vida? ¿Cuál es la meta

del hombre en su existencia?

LA ENSEÑANZA DE LA

RELIGIÓN ISLAMICA, FUENTE

DEL SABER Y EL

CONOCIMIENTO, LA CIENCIA

DE LA PRODUCIÓN HUMANA Y

LA COMPASIÓN

El contenido de la enseñanza de

la religión se basa en la reflexión del ser

humano sobre como Al-lah lo ha

convertido en una criatura magnífica

con una capacidad y facultad de

aprender, leer, escribir y saber. Esta

reflexión le lleva a la conclusión de que

Al-lah es absoluto y que la lectura es la

luz, que lo conduce a su destino y a su

felicidad. Así lo describe Al-lah en el

libro más hermoso en la historia de la

humanidad, el Corán.

Es el mensaje revelado a

Muhammad, al hombre humilde, noble,

e iletrado, en el fondo de una caverna,

en un inmenso desierto, oyó la voz del

ángel Gabriel que le dijo ¡Lee!

Muhammad le dijo tres veces que no

sabía leer, hasta que le agarró

apretándole (7) y le dijo:

¡En el nombre de Allah, el

Compasivo, el Misericordioso!

1. Lee, en el nombre de

tu Señor, que lo ha creado todo,

2. Que ha creado al ser

humano de sangre coagulada!

3. Lee, pues tu Señor es el

Más generoso,

4. Él es el que ha

enseñado (al hombre) a servirse de la

pluma (el cálamo)

5. Ha enseñado al ser

humano lo que el hombre no sabía. (8)

-------------------

7. Para más información con detalles sobre esta

revelación: Sahih Al-Bujari, trad. Abdu Allah Al

Colombi, Alvaro Hamendez.

8. Sura Al-`Alaq: la sangre coagulada 96. Dado en la

Meca- 19 versículos. El capítulo 96, fueron,

cronológicamente, los primeros en ser revelados a

Muhammad (s.a.s.), aunque se encuentran a

principios del capítulo noventa y seis, en realidad son

los primeros que Gabriel recitó al Profeta. El sagrado Corán, pág.513. ed. Dar al-Mshaf. Beirut.

22

Este sura comienza con una orden

dirigida al ser humano, en la cual le

invita a la lectura, con el verbo leer

Iqra´ que define una acción, una

actividad que el ser humano debe

ejercer en el aprendizaje. Al-lah le ha

enseñado trasmitir el saber mediante el

cálamo. Así el Corán menciona no

solamente la importancia del

aprendizaje de la lectura, sino que le

anima a descubrir los instrumentos de

escritura y a utilizarlos, liberarse de la

ignorancia, el odio y el mal (Scharr).

Al-lah ha guiado al hombre y sin esa

guía el hombre no sabría nada, ni sería

útil en la sociedad. A partir de un

coágulo, Al-lah ha creado una forma

del ser humano a partir de una

minúscula conjunción de óvulo y un

espermatozoide que se transformaron en

una gota de sangre suspendida en medio

de la matriz.

Al-lah ha creado todo con

medida y tiene los más bellos nombres

y perfectos atributos que pueden ser

compartidos entre Él y la creación, pero

no hay nada como Él. Entre ellos la

compasión “Arrahma”, Abu Huraira

dijo que ha oído al mensajero de Al-lah

decir que Al-lah ha creado la compasión

(Rahma) en cien partes y mantuvo

noventa y nueve partes con Él y envió

una parte a la tierra. El ser humano

debe saber que la razón de su existencia

es su actitud como prueba de su

proyecto. Su determinada actitud le

conduce a su destino y determina su

situación en la vida. Su meta es la

felicidad que se consigue a través del

conocimiento y la actividad. Al-lah ha

hecho al hombre inteligente y le ha

guiado hacia las luces con las que

distinguir lo que le conviene: el bien:

(al- jayr); En su existencia es libre de

escoger lo que le beneficie y lo que le

perjudique y así llegaría su destino. El

ser humano no se ha hecho a sí mismo,

es el Señor quien lo ha creado con los

bellos y perfectos atributos: el querer

(al-irada), la voluntad (tamaha

attomuh), la compasión (Arrahma), el

amor y la paz. El Creador ha puesto al

ser humano los ojos, una lengua y los

labios y guiándolo por dos caminos

elevados los cuales convierten en

virtudes. Los ojos con los que ve,

serían los testigos de su actitud y la

boca con lo que se comunica, sería el

espejo de sus palabras, la vista y el oído

sus herramientas para luchar en los

momentos más difíciles. Así Al-lah le

recuerda: “Hemos creado al hombre

de esperma que contiene la mezcla de

ambos sexos: era para probarlo; le

hemos dotado de vista y de oído” “Le

hemos dirigido por la senda recta,

aunque hubiese de ser agradecido o

ingrato” (9)

El hombre conseguiría su meta

mediante su amor, su armonía, su

voluntad y su decisión. Por desgracia

en los tiempos que corren el hombre ha

perdido estas cualidades y se ha

convertido en objeto del sistema de

corrupción, de poder, el egoísmo y la

globalización. El Islam es una religión

de Arrahma, el bienestar. El Profeta

transmite este mensaje a todos los

mundos. Al-lah describe el humanismo

a través Muhammad (s.a.s.): “Hemos

enviado sólo misericordia para los

mundos”. ¿Dónde está el hombre para

defender el humanismo y no a la

globalización y el sistema capitalista

que crearon una crisis económica y no

hicieron del mundo un lugar mejor para

vivir?

---------

9. Sura El ser humano “Al-Insan” de treinta y un versículos,

fue revelada en Medina después la inmigración (la hégira) del profeta Muhammad (s.a.s.) a Medina.

ESCUELA CORÁNICA DE LA

ENSEÑANZA DEL ISLAM

“KUTTAB”

23

Para comprender el sistema de la

escuela coránica y la educación en

valores, haremos a continuación una

visión sobre la historia de la escuela

coránica y su aportación a la educación

y a la comunidad musulmana. La

escuela coránica es un centro con un

sistema tradicional, recibe la

denominación de kuttab o masyid

(mezquita), es decir que la enseñanza

elemental era impartida en la primera

etapa en la mezquita. Así es la relación

entre el kuttab y la mezquita, es directa.

La escuela coránica es la más antigua

como institución de enseñanza

tradicional en la historia del Islam.

El Profeta (s.a.s.) se había preocupado

por los niños y ordenó a sus

compañeros que les enseñarán a escribir

y leer. Era, ante todo el maestro

(Mu`alim) de una comunidad que

necesitaba liberarse del analfabetismo,

el esclavismo y la idolatría. Por esta

razón construyó en Medina la primera

mezquita llamada Quba´ donde se

enseñaba a los niños el Islam, el

aprendizaje del Corán y su

memorización e inculcarles el amor al

Islam y el respeto de sus valores.

Muchos sabios y eruditos musulmanes

estudiaron en infancia en los kuttab. Los

padres tenían mucho empeño en que sus

hijos fueran a aprender con los mejores

maestros que tenían mucha experiencia

en la enseñanza del Islam y de la lengua

árabe. Los Padres y los califas

respetaban y aceptaban sus opiniones y

les respetaban por su labor educativa.

El kuttab jugaba un papel

extraordinario desde el inicio del Islam,

dejó una huella positiva en la

educación de muchas generaciones. En

la época de los Omeyas, la mezquita de

Córdoba fue la cuna de la enseñanza del

Islam y el refugio de muchos maestros

andalusíes, como alfaquí Wahaba Ibn

Mohammad Ibn Ismá`il Abu Hazm

Achaddudí, denominado el Muftí que

impartía clases del Corán y Hadiz a

través de una valiosa obra “Gara´b

Hadiz Málik” (10); alfaquí Abu Zayd

Abderrahman Ibn Yahyá enseñaba en

Yámi´ Ibn Wahb en Córdoba (11). Con la

dinastía Nazarí se fundaron muchas

escuelas como la madrasa yusufiyya; el

ilustre alfaquí Abu Zakariyya

Muhammad de origen Andalusí,

especialmente de Granada. Fue

conocido por su gran riqueza y su

bondad y su afección por la ciencia y el

saber. En Marruecos se fundaron

madrazas como la Bu´inaniyya, de Fes;

Más tarde, se crearon centros

independientes llamados universidades

para estudios superiores como

universidades. Eran unos edificios con

aulas de enseñanza y cuartos para la

residencia de los estudiantes. Se

garantizaban a los estudiantes becas y a

los enseñantes un salario. Entre ellas la

Universidad Al-Azhar en Egipto,

Zaytuna en Túnez, al-Qarawiyyin en

Fez, y Yami´ Omayya en Siria, se

dedicaban a la enseñanza especializada

en el estudio de la ciencia del Corán y

del Hadiz, la gramática, la lógica y las

matemáticas, la gastronomía etc. Los

alumnos y maestros viajaban a otros

países, no especialmente en busca del

saber, sino en descubrir y conocer otras

culturas diferentes. Así siguieron el

legado heredero de la tradición del

Profeta, cuando dijo: “Buscar el saber,

aunque tengáis que llegar hasta China” (12)

……….

10. Al-Humaydí, Yadwatu al-Muqtabis Fí Táríji

`Ulamaa´al-Andalus, pág.546, Tomo II. Ed.Dár al-Kitáb al-

Misrí, El-Cairo.1989-1410

11. Su autor era Qásim Ibn Tabit, uno de los alfaquíes más

destacados de Zaragoza. Para más información véase a Al-

Humaydí, Yadwatu al-Muqtabis Fí Táríji `Ulamaa´al-

Andalus; Ibn al-Jatib , Al-Ihata Fí Ajbar Garnata Ibn

Bassam ´Ali,. B. Ahmad, Yamharatu Ansabu Al-´Arab;

Seco De Lucena, la escuela de juristas granadinas en el siglo

XI, Miscelánea de Estudios Árabes y Hebraicos, VIII,

1959.pp. 7-28.

24

12. Al- Qádí ´Ayyad, Aschifa´, Ibn Kathir, Assira

annabawiyya, p. 237, ed. Beirut. Es Abu AlFida

Isma´il Ibn ´Amr Ibn Kathir, de origen sirio, de Damasco, nació en 700/774 de la hégira (1300/1372).

El contenido de la enseñanza Islámica

en las escuelas coránicas, universidades,

nos muestra un abanico de cualidades

entre ellas:

1. La paciencia y la conformidad: La

actitud del alma de ser humano se

refleja entre dos límites, la paciencia y

la conformidad, lo que es la pasividad,

la resignación y la aceptación gustosa

como un camino de perfección.

Considerando que las adversidades y las

tribulaciones son enviadas por Al-Lah.

La recompensa de Él hacia sus siervos

cuando les someten en unas pruebas. Es

decir cuando practican el bien. De estas

pruebas surgen las debilidades del alma

del ser humano y sirven para cubrir los

errores y renovar la penitencia. Por esta

razón sus consecuencias le hacen volver

a recordar a Al-lah y unirse con Él.

2. La línea de conducta “Adab” es una

forma que sirve para cultivarse de la

mejor manera posible en el

comportamiento, el pensamiento y el

discurso. Así lo define Ibn ´Arabi: “El

comportamiento adecuado al Real es

saber lo que es tuyo y lo que es Suyo. El

poseedor de adab forma parte de la

Gente de la vitalidad es decir: los

trabajadores muy activos” (13)

Tras este rápido análisis, hay que hacer

mención especialmente de la relación

entre el maestro y el alumno en la

escuela tradicional del Corán.

El término “saber” está

relacionado con la responsabilidad

humana y social. Es decir, el ser

humano tiene que saber lo que se debe a

Al-lah y lo que la vida le exige en cada

momento de la vida y en cada época. En

este sentido, esta cuestión nos muestra

la importancia de la relación de la fe y

el saber. La fe es un sentimiento de

creencia que nos enseña lo que es cierto

y lo que es falso.

El Islam nos habla cómo debe

ser la relación del maestro con su

alumno. En esta enseñanza se ha

considerado que el alumno tiene que

depositar su confianza en el maestro,

teniendo cualidades como el saludo, la

humildad, el respeto y el servicio hacia

el maestro. La búsqueda del saber se

consigue con la paciencia, el saber

escuchar y el silencio que simboliza la

sabiduría. El Islam define las cortesías

del maestro hacia el alumno como la de

enseñarle sin esperar a cambio ni

recompensa ni gratitud. Por último, el

maestro debe tener presente la

capacidad del alumno y no darle ni más

ni menos de lo que exige.

La responsabilidad del maestro es no

dejar de corregir a su alumno, tomando

en consideración las opiniones de sus

alumnos, apoyando un argumento con

un razonamiento y haciendo un gran

esfuerzo para que el alumno progrese y

mejore en sus estudios y en su

comportamiento. El maestro debe

aconsejar al alumno en los momentos

adecuados sin que sus palabras hagan

que el alumno le falte el respeto y el

amor. El maestro gana el respeto de su

alumno por comportarse tal como le

enseña.

13. Ibn ´Arabí, Plegarias de la salvación, pág. 82.

El maestro era un experto en la ley y

tenía un colaborador (na´ib), el maestro

sustituto. Su curso se iniciaba con una

introducción, una explicación del texto

a través de su documentación y su

experiencia. Al final de curso los

estudiantes preguntaban y comentaban

sobre la asignatura. La relación

maestro-alumno se caracterizaba por la

virtud del respeto y el saber escuchar,

simbolizan la calidad educativa. La

25

originalidad del Islam se limita a la

búsqueda interrumpida de todos los

conocimientos. Además el termino

saber (`Ilm) tiene un proceso ilimitado

de aprendizaje, una posibilidad de

mejoramiento y de perfeccionamiento.

El saber libera al hombre y a la vez le

hace comprender las cosas, conocerse a

sí mismo y reconocer al otro. Todo eso

le tranquiliza y libera de los decretos,

como la envidia, la falsedad, el odio, la

cobardía. Todos estos son enemigos del

saber. Así el sabio debe transmitir los

valores y tener una responsabilidad en

el plan educativo.

A este análisis, quiero señalar que

en España hay dos mezquitas muy

importantes: la mezquita Mayor de

Madrid y la mezquita Mayor de

Granada, son unos de los templos

religiosos más bellos y humildes, sirven

fielmente a una educación Islámica

basada en un Islam Suní que es el

Corán, la tradición del Profeta

Muhammad (S.A.S.) y el fiqh Málikí.

Efectivamente, los esfuerzos

ejemplares realizados por el presidente

de la comunidad musulmana en España,

emir Málik Abderrahman Ruiz, que se

considera uno de los más influentes en

la comunidad musulmana, con su

espíritu activo, ha hecho una excelente

labor en el proyecto de la futura escuela

musulmana en Granada y la

recuperación de la fuente del

conocimiento. Su majestad el rey

Muhammad VI del Reino de Marruecos

ha colaborado en la realización de este

magnífico proyecto.

MI EXPERIENCIA PROFESIONAL

EN EL CENTRO EDUCATIVO.

El currículum de la Religión

Islámica respeta la complementariedad

entre la fe y la razón, entre el aspecto

afectivo y el conocimiento. El saber y el

conocimiento convierten a los niños

libres, críticos y responsables. Es un

currículum flexible, comporta la

adaptación de la respuesta educativa a

las necesidades de los alumnos, para

proporcionar y facilitar su aprendizaje.

Los métodos educativos de esta

asignatura se adaptan a las exigencias

de calidad, modernidad y adecuación al

contexto en el que vivimos, valorando

la comunicación y los métodos

deductivos e inductivos, en lugar de la

pasividad y la repetición memorística.

En este sentido, Muhammad al-Yabiri

(14) nos presenta una interpretación de la

obra de Averroes (15), donde nos explica

que el filósofo musulmán planteó la

relación entre la religión y la filosofía

en su época. El pensador musulmán

presentó un pensamiento nuevo, basado

en la racionalidad, en la filosofía y la

religión. La racionalidad en filosofía

consiste en la observación del orden y la

armonía del mundo, mientras que la

racionalidad en la religión es compuesta

por la toma de consideración. Es decir

renovar la religión y la filosofía para

concebir una relación adecuada entre la

tradición y el pensamiento.

Cuando me incorporé a mi

puesto de trabajo como profesora de

religión, el primer recuerdo que

aromaba mi existencia y me ha

acompañado en mi mente, en los paseos

del colegio, fue la imagen de mi primera

escuela coránica Kuttab. Era una aula,

situada dentro de la mezquita llamada

Yami´ al-Abyad en la Cazaba. Allí

donde estaba sentada en el suelo, con

las piernas cruzadas, recitando uno de

los suras del Corán: “Arrahmán” ”el

Misericordioso”, la escribí con una

pluma de caña en tabla de madera. Era

un kuttab muy amplio, donde aprendí a

memorizar algunas aleyas de mi

maestro alfaquí Si Attahir , con su barba

plateada, y un turbante blanco.

26

Conocido por su generosidad y su

sabiduría. Su único instrumento era un

bastón para marcar el ritmo de la

recitación del Corán. La primera vez

que leí sura “Al-´Alaq” “la sangre

coagulada” ¡lee! en nombre de tu

Señor… Esos versículos me despertaron

con fuerza, se quedaron conmigo para

siempre, y me guiaban hacia el

horizonte de mi destino.

Mi destino empezó con el viaje del

conocimiento a España para terminar

mis estudios de Doctorado en la

universidad de Sevilla, y terminó con el

inicio de otro viaje, y cambio con un

proyecto, una pasión, y una vocación: la

enseñanza. Mi participación en los

claustros, mi vigilancia en el recreo, mi

colaboración en jornadas culturales, me

ha aportado, por un lado, nuevas formas

para enriquecer la integración efectiva

sustentada en lo solidaridad, la

tolerancia, la amistad, y el respeto.

----------------

14. Es uno de los pensadores más importantes en Marruecos.

15. Su nombre completo Abu–l-walid Mohammad

Ibn Mohammad Ibn Mohammad Ibn Ruschd, filósofo

y médico andalusí. Maestro en la filosofía, leyes

Islámicas, astronomía y medicina. Nació en Córdoba 1126 y murió en Marrakech en 1198.

Esta especialidad ha despertado el

interés de los alumnos musulmanes y se

sentían identificados con sus raíces.

Cuando me acercaba a la clase para

sacar a mis alumnos/as, encentraban a

los niños musulmanes, escribían

nombres de sus compañeros españoles

en árabe. De esta forma se intercambian

entre ellos palabras como el saludo en

árabe como “Assalamu Alaykum” y

bienvenido “Marhaba” Gracias

“Schukran “o les escribían en árabe).

Los niveles de escolarización de las

niñas musulmanas en los centros

públicos en España han aumentado más

que el de los niños. Las niñas son más

sociables que los niños y crean nuevas

relaciones con sus compañeras y

compañeros en el aula y el recreo.

Desde esa experiencia profesional,

he descubierto que las diferencias han

dejado de ser un obstáculo a través

de muchas anécdotas que he

presenciado y que me han

impresionado mucho. Entre ellas, la

historia de una niña española que se

dirigió hacia mí en el recreo y me

avisaba que una niña nueva estaba

llorando. Me acerqué a ella y le

pregunté porqué lloraba. La niña

española me respondió que no traía su

desayuno. Mientras que estaba

calmándola, la niña española le dio su

bocadillo y su zumo y le dijo si quería

ser su nueva amiga. En este instante he

constatado que los niños comparten los

sentimientos y se comunican de una

manera afectiva. Así se inicia entre ellas

una nueva amistad y un nuevo país. He

descubierto que a pesar de las

diferencias culturales, existen culturas

que pueden trabajar juntas en la

educación de valores compartidos, en la

construcción de una educación de

calidad, y en el fortalecimiento de la

educación de igualdad y ciudadanía en

un país democrático.

Por otra parte, me ha hecho

entender que la vida es la mirada hacia

27

el futuro, es la esperanza, el futuro es la

vida misma y el presente de las

experiencias pasadas, es la memoria.

Actualmente, con la crisis económica, el

cambio del modo de vida social, y

recorte brutal en educación, con un

ritmo tan alarmante, los rostros de los

profesores transmiten el sentimiento del

miedo, y de preocupación por la

situación profesional y por la

educación de sus alumnos que saben

que la educación no les garantiza la

llave de la caja de sus sueños. Ante esta

situación, todo el mundo está en su

perfecto derecho de sentirse la

indignación contra el sistema, sin

embargo a lo largo de la Historia de las

religiones, los Profetas han trasmitido el

mensaje del humanismo, que es la

virtud con la cual se alcanza al bienestar

humano, para vivir en un Universo tan

maravilloso. También, han existido

Profetas indignados, como El mensajero

de Dios Jesús de Nazaret, indignado

contra el templo y contra el pueblo que

lo había convertido en un mercado y no

en un lugar de oración. El profeta

Muhammad (P.B.) indignado contra los

idólatras que habían tomado la Kaaba

como lugar de ofrendas, mercado,

donde habían convertido el ser humano

en esclavo y donde se compraba y se

vendía mujeres y hombres y no como

una casa de Al-lah, en la cual se

postraría el creyente ante su Señor en

señal de su amor y su obediencia. Todas

las religiones son fuentes del

humanismo como una virtud por el

bienestar social. El profeta Salomón

indignado contra la riqueza prohibida,

de los que se habían quedado con los

intereses de los préstamos del pueblo.

Por último, nacimos para

entendernos, comprendernos; Tu

esencia, hermano, hermana, y la mía,

caminarán hacia la unidad perfecta, la

compasión iluminada y la paz eterna.

La vida no tiene sentido sin palabras, mi

palabra es mi conocimiento; mi libertad

es ser diferente y mi refugio es mi

religión. El Islam es el secreto de mi

fuerza y es la fuente de mi felicidad.

APORTACIÓN DE LA

PROFESORA DE LA RELIGIÓN

ISLÁMICA, SEGÚN

El PROFESORADO Y EL EQUIPO

DE LOS CENTROS DOCENTES.

El Director del Centro Educativo

El Cuervo, José Antonio Medina,

destacó en su intervención algunas de

las principales ventajas de participación

de la profesora de religión en la escuela:

1. Facilitar el encuentro entre

familias especialmente las

madres de los alumnos y los

profesores del centro mediante

la profesora de religión que

traduce la conversación.

2. Crecimiento de asistencia de los

alumnos.

3. Mayor fluidez del profesorado

relacionado con los alumnos:

colaboración en la

comunicación.

4. Su participación y colaboración

en el “Proyecto Educar en la

diversidad cultural". Aporta

nuevas formas y nuevas

perspectivas y eso enriquece la

integración efectiva sustentada

en los pilares de la cooperación,

la tolerancia y la solidaridad.

El profesor Javier Ros Pardo

comentó que sería bueno puntualizarla a

diversos niveles:

Ha contribuido muy

positivamente a la aceptación de la

28

diversidad y la pluralidad ideológica y

religiosa en una comunidad escolar que,

tradicionalmente ha sido abierta y

tolerante.

Ha contribuido a la formación

de una conciencia humanística más

amplia en los procesos educativos y a

aportar puntos de convergencia

comunes entre la cultura y la religión

islámica y la nuestra, consiguiendo en

consecuencia un mejor conocimiento

mutuo, un acercamiento mayor y una

convivencia más grata.

Su trabajo, como mujer

musulmana y profesora, ha sido

valorado por todos como muy

profesional, puntual y responsable,

y también ha contribuido al

acercamiento entre las familias

musulmanas y el centro.

Curiosamente, la persona

encargada, su presencia como

profesora de Religión Islámica en

el centro nos ha facilitado conocer

y descubrir tras unas

conversaciones, en los momentos

de descanso los objetivos de

celebrar algunas fiestas religiosas

como el Ramadán, la fiesta del

cordero que antes desconocíamos.

Así hemos aprendido mucho de su

persona.

ESTADÍSTICA DEL ALUMNADO

DESTINADO A LA ASIGNATURA

DE RELIGIÓN.

Cataluña es la que tiene más

alumnos destinatarios de Religión

musulmana, con 31.165, seguida por

Madrid (23.993), Andalucía (18.801) y

la Comunidad Valenciana (11.565).

Entre las que menos alumnos tienen son

Cantabria (105), Asturias (171), Galicia

(756) y Navarra (1.077).

ESTADÍSTICA DE PROFESORES

DE RELIGIÓN.

Hay 41 profesores que enseñan esta

materia y repartidos por comunidades

autónomas:

Andalucía: 16

Melilla: 11

Ceuta: 13

Canarias: 1

Aragón : 3

País Vasco 2

BIBLIOGRAFÍA

Al-Humaydí, Yadwatu al-Muqtabis Fí

Táríji `Ulamaa´al-Andalus. Ed. Dár al-

Kitáb al-Misrí, El-Cairo.1989-1410.

AL IMÁM ASOUYOUTI, Les secrets

dans la disposition des sources du

Coran, éd. Sabil.

ALFONSO CARLOS BOLADO,

Visiones del Islam, ed. Bellatera. 2008.

Al-Qadí ´Ayyad, “Aschifá”.

EL CORÁN, AL-KARIM, ed. Dar

Beirut.

IBN KATHIR, “Assira annabawiyya”

ed. Beirut, 1960.

IBN ´ARABI,

29

IBN TAYMIA, L´authentiques parmi

les paroles magnifiques, trad. Ahmed

Hadha, ed. al bouraq, 2002.

JUAN VERNET, Los orígenes del

Islam, ed. Acantillado, nov. 2001.

PRADO. A. (2006) El Islam en la

escuela. El Islam en democracia.

Almodóvar del Rio: Centro de

Documentación y Publicación Islámica,

17-20.

ROGER LE TOURNEAU, Fez antes

del protectorado, ed. Dar al-Arab al-

Islami. ed.

SAHIH Al-Bujari, trad, Abdu Allah Al

Colombi, Alvaro Hamendez.

MEMORIA FINAL DE LA ESPECIALIDAD DE RELIGIÓN

ISLÁMICA 2011- 20012.

INTRODUCCIÓN: En primer lugar, hemos realizado un análisis en rasgos generales de los 31 alumnos de diferentes colegios y en distintos niveles, con el fin de presentar los resultados obtenidos y la labor realizada durante este curso 2011/2012.

1. OBJETIVOS GENERALES

En este año, hemos conseguido lograr todos los objetivos propuestos al principio del curso, como una educación básica, que establece un aprendizaje, y ofreciendo a los alumnos diferentes

oportunidades, a partir del cual, hemos podido enseñarlos a seguir aprendiendo procedimientos para alcanzar un conocimiento precioso con valores y su funcionalidad a lo largo de toda la vida, arraigar la fe en Dios, apreciar la importancia de la creación divina, y amar a Dios, al mensajero y el libro sagrado. ..

2. PROGRAMACIONES ESTABLECIDAS

En este plan, hemos cumplido con unas programaciones, ordenadas, divididas en diferentes unidades, distribuidas en tres apartados y, con un planteamiento inicial, desarrollados y completos. En esta línea, hemos trabajado con los alumnos un contenido religioso y sociocultural basado en una educación de valores, desde distintos ejes temáticos: Educación religiosa fuente de la unidad, generosidad y amor hacia Al-lah. Educación para salud del cuerpo y de la mente: La higiene se centra en la limpieza del cuerpo y la mente, llamada la ablución que se realiza cinco veces al día. Con esta pureza “Attahara” espiritualmente significa limpieza del cuerpo y del alma y del corazón de los sentimientos innobles, como la mentira, la envidia, la avaricia. Educación ambiental: El cuidado y la protección a la naturaleza: los animales, plantas.

Educación de igualdad, tolerancia, la paz y respeto a otras culturas y religiones, basándonos en las aleyas del Corán.

30

Educación de actitudes, siguiendo el modelo ejemplar del Profeta Muhammad (s.a.s.). Además educación para amar a la cultura una de las grandes fuerzas del pensamiento del Corán. Hemos desarrollado estas cuestiones de la educación y hemos planteado las experiencias de los alumnos y alumnas con el tema elegido, con cada unidad, la imagen, la observación, las preguntas sobre ellas, los ejercicios de aplicación a la experiencia personal y al final se realizó un trabajo en grupos para desarrollar el tema elegido. Para que este contenido conecte con el interés de los alumnos, hemos realizado un proyecto de interpretar el contenido a través de la imagen, como audiovisuales “Tic” que impactó a los alumnos en el momento que hemos organizado algunas horas para escuchar la recitación del Corán y algunas películas del Islam.

Otro material principal que hemos utilizado “Descubrir el Islam” de los cincos niveles, Editorial Akal, Madrid. 2006 y otros libros como fuentes referencia, Shih al Bujari, Aschifa del Qadí ´Ayyad, Assira de Ibn Kathir y Cuentos sufíes de jalal Din Rumí, ed. Paidós orientalia, 1991 ,Buenos Aires, el sagrado Corán, en árabe, ed. Dar al-mushaf, Beirut, El libro sagrado en español, ed. Obelisco, S.l, 1997.

EVALUACIÓN

Desde el principio del curso,

hemos propuesto una evaluación

continua, formativa y global, en

función de nuestra seguridad y

posibilidad de realización, teniendo

en cuenta el nivel del alumno y su

motivación. En esta evaluación

final, hemos basado en distintos

aspectos y según los niveles del

alumno.

Infantil: Los alumnos de

infantil han mejorado mucho,

tienen una facilidad de recitar y

memorizar algunas aleyas del

Corán y participan en clase. En

general han aprobado el 95%,

excepto algunos alumnos que no

han tenido buen resultado. El

fracaso es debido a la falta de

asistencia. Los padres los llevan

con ellos a Marruecos, sin ninguna

justificación.

El primer ciclo: algunos

alumnos han tenido un resultado

positivo en comprender la fe,

memorización de las aleyas

referidas a la familia, a la

diversidad y la tolerancia pero dos

alumnos no han aprobado, por dos

razones: Este último curso fueron

de viaje a Marruecos durante tres

meses por razones administrativas,

y no prestaban atención en clase.

Otros han conseguido un buen

resultado, bastante mejor en

realizar trabajos individuales y

comprender el contenido de esta

especialidad.

El segundo ciclo: Los alumnos

de este ciclo. Llevan poco tiempo

en España, y no llegan a tener el

nivel de este ciclo porque se

incorporaron al centro al final de

noviembre y no saben el español, lo

que ha causado un aprendizaje

lento y un nivel insuficiente y un

resultado negativo.

Tercer ciclo: Con un gran

esfuerzo por parte de los alumnos

en la comprensión, la

memorización y conocimiento del

31

contenido han logrado llegar a

tener un buen resultado, bastante

mejor que al principio del curso.

Han aprobado el 100%.

3. NORMAS DE AULA

Hemos realizado actividades en

grupos a lo largo de unas sesiones

de clase. El objetivo es que se han

realizado trabajos con el respeto y

la colaboración mutuamente para

fomentar la responsabilidad y la

convivencia y el diálogo, poniendo

todos los valores islámicos

aprendidos.

Grado de cumplimiento:

- Con las familias:

Al principio del curso, se

notaba la ausencia de los padres

musulmanes en el centro. Algunos

alumnos traían sus cuadernos un

poco tarde y se incorporan al

centro a partir de octubre. Otros se

matricularon en otro centro, en el

mes de marzo. Por esta razón

hemos intentado comunicarnos con

ellos para resolver el problema.

-Con alumnos:

Durante el último curso, hemos

trabajado para apoyar la labor del

seguimiento de las normas, problemas,

y dificultades dentro del aula. Hemos

solucionado un pequeño conflicto

entre un alumno y su compañero

español con la colaboración de los

padres. La mayoría de los alumnos

musulmanes reflejan en el aula y en el

recreo una imagen ejemplar en sus

comportamientos y sus relaciones con

sus compañeros. Reflejan un gran

respeto a los maestros y al personal del

centro.

-Normas de uso de los libros de

texto.

Hemos utilizado los libros de

texto, como el libro Sagrado, el

Corán, en español y en árabe. Los

alumnos tienen un gran interés y

una enorme curiosidad para tener

los libros de Religión islámica. Al

terminar de los libros, los

guardamos en el aula. También

hemos usado libros digitales desde

la pizarra Tic como referencia a

algunos temas concretos

relacionado con la especialidad.