Ocio en Los Mayores...

20
OCIO EN LOS MAYORES: CALIDAD DE VIDA Inés Alcalde Merino Psicóloga Milagros Laspeñas García Socióloga “El ocio no es sólo un componente de la calidad de vida, sino la esencia de ella” (John Neulinger) LA DIMENSIÓN SOCIOCULTURAL DEL ENVEJECIMIENTO A lo largo de este libro se tratan diferentes aspectos de un mismo proceso, el del “envejecimiento”. Este capítulo girará sobre una de sus dimensiones: el envejecimiento tratado desde una perspectiva sociocultural, para relacionarlo con el aumento del tiempo libre que, en general, infravaloramos y del que desconocemos su manera de empleo; y, a partir de esta constatación, incitar a la utilización voluntaria, satisfactoria y positiva del mismo en “tiempo de ocio”, un espacio que, para las personas mayores más significativamente, conlleva -repercute o incrementa- el bienestar y calidad de vida. Entendemos por “buen envejecimiento”, por un envejecimiento satisfactorio, aquel que refiere la salud” entendida, no únicamente como ausencia de enfermedad, sino desde la triple perspectiva biológica -envejecimiento sano y pleno-, psicológica -envejecimiento positivo y adaptado- y social -envejecimiento integrado, activo y participativo. Esta declaración de intenciones requiere de alguna puntualización. En primer lugar, hablaremos de “proceso de envejecimiento”, por contraposición al término “vejez” entendida como un estado. Y es que el envejecimiento del hombre es un proceso natural y paulatino, que le afecta desde su nacimiento hasta su muerte, y que lleva aparejados cambios y transformaciones de tipo biológico, psicológico y social, que van unidos igualmente al desarrollo y al deterioro en estos ámbitos. Hablamos de cambios progresivos, graduales, en los que intervienen un número considerable de variables con diferentes efectos, o que darán como resultado una serie de características diferenciales entre las personas de una 43

description

geriatria

Transcript of Ocio en Los Mayores...

OCIO EN LOS MAYORES: CALIDAD DE VIDAIns Alcalde MerinoPsiclogaMilagros Laspeas GarcaSocilogaEl ocio no es sloun componente de la calidad de vida, sino la esencia de ella(John N eulinger)LA DIMENSIN SOCIOCULTURAL DEL ENVEJECIMIENTOA lo largo de este libro se tratan diferentes aspectos de un m ism o proceso,el del envejecim iento. Este captulo girar sobre una de sus dim ensiones: elenvejecim iento tratado desde una perspectiva sociocultural, para relacionarlocon el aum ento del tiem po libre que, en general, infravaloram os y del quedesconocem os su m anera de em pleo; y, a partir de esta constatacin, incitar ala utilizacin voluntaria, satisfactoria y positiva del m ism o en tiem po de ocio,un espacio que, para las personas m ayores m s significativam ente, conlleva -repercute o increm enta- el bienestar y calidad de vida. Entendem os por buenenvejecim iento, por un envejecim iento satisfactorio, aquel que refiere lasaludentendida, no nicam ente com o ausencia de enferm edad, sino desdela triple perspectiva biolgica -envejecim iento sano y pleno-, psicolgica -envejecim iento positivo y adaptado- y social -envejecim iento integrado, activoy participativo.Esta declaracin de intenciones requiere de alguna puntualizacin. Enprim er lugar, hablarem os de proceso de envejecimiento, por contraposicinal trm ino vejezentendida com o un estado. Yes que el envejecim iento delhom bre es un proceso natural y paulatino, que le afecta desde su nacim ientohasta su m uerte, y que lleva aparejados cam bios y transform aciones de tipobiolgico, psicolgico y social, que van unidos igualm ente al desarrollo y aldeterioro en estos m bitos.H ablam os de cam bios progresivos, graduales, en los que intervienen unnm ero considerable de variables con diferentes efectos, o que darn com oresultado una serie de caractersticas diferenciales entre las personas de una43m ism a edad cronolgica. Por tanto, la vejez ha de contem plarse com o unproceso variable y diferencial, y no uniform e y hom ogneo. N o podrem oshablar de un nico patrn de envejecim iento, sino que cada individuo tieneun m odelo, un m odo de envejecim iento propio.La segunda puntualizacin consiste en especificar que entendem os pordimensin socioculturaldel envejecim iento. En una prim era aproxim acin,estaram os de acuerdo en sostener con Pedro Snchez Vera (1997) que elconcepto de envejecim iento tiene dos vertientes. U na personal, de la que nosvam os a ocupar de m anera preferente, dentro de la que se conjugan variablesbiolgicas, psicolgicas y culturales. O tra vertiente colectiva o social, hacereferencia a cierto envejecim iento vinculado al proceso natural, consecuenciadel paso del tiem po, que involucra a la totalidad de los m iem bros de unasociedad.Aesterespecto,m encionarem osdoscuestionesque,bajoelparaguas del anlisis sociolgico del envejecim iento, tratan de los efectoscohorte y generacin, y que consideram os de relevancia a fin de hacerm ayorm ente com prensible parte de nuestra exposicin futura. La prim era deellas es la afirm acin1de que el envejecimiento de cada generacin se realizaconformeaunaposicingeneracionalquedeunaparteescronolgicaobiolgica y de otra social. Cada generacin va a percibir la vejez y su propioenvejecim iento de una form a determ inada, percepcin que va a depender dela edad cronolgica del sujeto y de las vivencias com partidas generacio-nalm ente. La segunda cuestin hace referencia a la socializacin de losjvenes en un determ inado m odelo de vejez predom inante en el m om ento.Las personas en su juventud aceptan la definicin dom inante de viejo en esem om ento, con la que van a ser socializados. Cuando se llega a viejo se tiendea vivir con arreglo a esa definicin de vejez que se aprendi; pero sin em bargoesta definicin habr cam biado con el paso del tiem po (Anderson, 1972).Volviendo al envejecim iento personal, al considerar que el envejecim ientoes un proceso ante todo individual, creem os conveniente, asum iendo quepueda resultar obvio, com enzar efectuando un exam en, una deconstruccin,del trm ino edad, diferenciando entre edad cronolgica, edad biolgica,edadpsicolgica,edadsocialyedadfuncional,paraconcluirconunadefinicin com prensiva de los distintos factores biolgicos, psicolgicos yculturales que se conjugan en el envejecim iento individual.La edad cronolgica se refiere a la edad en aos. Es la que va desde elnacim iento hasta la edad actual de la persona.La edad biolgica se refiere a la situacin actual del sujeto en relacin consu ciclo vital potencial. Podra definirse com o el desgaste real de las energasproducto del paso de los aos (Izquierdo M oreno, 1994). Tiene en cuenta loscam bios fsicos y biolgicos que se van produciendo en las estructurascelulares, de tejidos, rganos y sistem as.IN S ALCALD E M ERIN Oy M ILAG RO S LASPE AS G ARCA441. Snchez Vera, P. (1997): Dimensiones del envejecimiento, pg. 232.La edad psicolgica se refiere a la situacin de los individuos en relacincon la capacidad de adaptacin observada o deducida de sus actividadesbsicas vitales, que inducen un com portam iento propio de una etapa en elproceso de envejecim iento (Izquierdo M oreno, 1994); a la capacidad pararesponder a las presiones societales y a las tareas que se le piden al individuo.D efinelavejezenfuncindeloscam bioscognitivos,afectivosydepersonalidad a lo largo del ciclo vital.La edad social se refiere a las costum bres y funciones de un individuo enrelacin con su grupo o sociedad; al papel asignado y/o asum ido en la escenade las relaciones sociales y generacionales. (Izquierdo M oreno, 1994). Suelem edirse por la capacidad de contribuir al trabajo, la proteccin del grupo ogrupos a que se pertenece y la utilidad social. La m edida en que el individuoparticipa en los roles determ inados por la sociedad.La edad funcional se refiere a la com petencia o la habilidad para realizarlas dem andas ligadas a la edad, que pueden depender de consideracionesbiolgicas, sociales, o personales.Estas cinco dim ensiones dibujan la realidad global del envejecim iento,que en nuestras sociedades occidentales, al m argen de tener una relacindirecta con las edades cronolgica y biolgica del individuo, com o es bienevidente, est determ inado por los procesos de produccin y reproduccin, ypor una serie de ritos vitales im puestos, y tam izado por la subjetividad en laform a de afrontar, de m anera individual y diferente, el propio proceso deenvejecim iento. Ser el significado de la edad social, construido socialm ente, y que serefiere a las actitudes y conductas adecuadas conform e a unos m odelos -al papelasignado y/o asum ido en la escena de las relaciones sociales y generacionales,la perspectiva sobre la que pivote nuestro desarrollo sobre el envejecim iento.ENVEJECIMIENTOSATISFACTORIO.ADAPTACINEINTEGRACINSOCIAL DE LOS MAYORESSi nos referim os a papeles asignados y/o asum idos, a roles ligados anorm as societarias, com o sealbam os, nuestras sociedades occidentales seasientan sobre los valores de produccin y de reproduccin. D iram os, en estesentido, que se es til y valorado m ientras se produce, o se es futuroproductor, y m ientras se tiene la capacidad para reproducir vida. N o obstante,el proceso de envejecim iento presupone una serie de cam bios sociales y deroles -laboral, fam iliar y en la com unidad, fundam entalm ente.En la esfera productiva, el gran cam bio es la jubilacin del individuo. Lasm odificacionesenlascostum breslaboralesquestaacarreatienenconsecuencias, y la adaptacin es difcil, puesto que la vida del individuo ysus valores estn orientados en torno al trabajo y a la actividad productiva. Enm uchos casos, y sobre todo para los hom bres, la jubilacin supone unaruptura con un proyecto de vida forjado alrededor del trabajo, que ha ocupadosu tiem po, ha m arcado su ritm o y ha definido sus relaciones personales. PeroO CIOENLO S M AY O RES: CALID ADD E VID A45la actividad laboral proporciona tam bin la situacin social al individuo. Lasociedad valora al hom bre activo, capaz de trabajar y generar riquezas, y eljubilado no lo es productivam ente. Pasar a form ar parte de la clase pasivarepresenta ser apartado del ncleo que tom a decisiones, y de intervenir en lascuestionesim portantesqueinfluyenenlacolectividad.Enlaesferareproductiva, las m ujeres viven el cam bio en el m om ento del clim aterio y losaos posteriores, sobre todo si han centrado su vida en la fam ilia y van viendocom o sus hijos cada vez reclam an m enor atencin y proteccin de su partenido vaco. La jubilacin y el nido vaco, com o los sucesos evolutivos quem s se destacan en este periodo de la vida, conllevan nuevas condiciones,com o la m ayor disponibilidad de tiem po y la dism inucin de las responsabi-lidades, que requieren de hom bres y m ujeres un esfuerzo de adaptacin. D e entre las reflexiones tericas sobre el fenm eno del envejecim iento,algunas, centradas en las relaciones de las personas m ayores con la sociedad,han pretendido explicar la adaptacin de la persona al proceso de envejeci-m iento. Las m s representativas: la teora del retraimiento o de la desvincu-lacinform ulada por E. Cum m ing y W .E. H enry (1961), la teoradelaactividaddesarrollada por R. H avighurst (1961, 1967, 1968a, 1968b) y lateora de la continuidad o del desarrollodesarrolla por B.L. N eugarten (1961,1968) y por R.C. Atchley (1969, 1971, 1993) en un intento de superar lascrticas que reciben las dos teoras precedentes.D e form a resum ida, el argum ento central de la teora del retraimiento o deladesvinculacin, es que la desvinculacin o desconexin es un procesoinevitable que acom paa al envejecim iento, en el que gran parte de los lazosentre el individuo y la sociedad se alteran o llegan a rom perse. La desvincu-lacin tendra un carcter bidireccional, m utuo de la sociedad respecto delindividuo (pensem os en la jubilacin, la independencia de los hijos, la m uertede la pareja, de am igos) y, de otra parte, del individuo respecto a la sociedad(palpable en la reduccin de las actividades sociales y una vida m s solitaria).steseraunprocesonatural-inherentealprocesodeenvejecim iento-,universal -presente en todas las culturas- y beneficioso, tanto para la sociedad,com o para el individuo al liberarle de com prom isos y obligaciones socialesadscritas a su anterior rol. Para esta teora, los m ayores deben desvincularse dela sociedad en la que viven, porque de lo contrario no consiguen adaptarse.La teora de la actividad m antiene la tesis contraria a la defendida por lateora anterior. Parte de la idea de que la desvinculacin entre individuo ysociedad opera nicam ente en el sentido de la sociedad hacia los m ayores.Predice que la satisfaccin de los m ayores, al m argen de cual sea su edad, estpositivam ente relacionada con el nm ero de las actividades en las queparticipa. Las personas m ayores, al igual que el resto de los adultos, tienen lasm ism as necesidades psicolgicas y sociales de m antenerse activos. Para estateora, slo cuando el individuo realiza alguna actividad se siente satisfecho yadaptado. El envejecim iento ptim o im plicara m antenerse activo. Am bas teoras recibieron fuertes crticas. Por separado, a la teora de ladesvinculacin se le acus de generalizar sus postulados a todos los m ayo-res, cuando esta vinculacin pudiera ser especfica de las personas m uyIN S ALCALD E M ERIN Oy M ILAG RO S LASPE AS G ARCA46m ayores. Aunque, probablem ente, lo m s sorprendente de esta teora es laidea de que los individuos se desvinculan de todos los roles en la m ism am edida. Por su parte, a la teora de la actividad se le critica que no considereque existan personas m ayores satisfechas con su desconexin de la sociedad.Conjuntam ente a am bas teoras se les critica: que sean prescriptivas y noinform ativas; que consideren el envejecim iento com o un proceso uniform e,que no consideren suficientem ente los factores fsicos, econm icos y laeleccin del individuo sobre cm o envejecer, puesto que cada persona elegirel tipo de actitud que le ofrezca el m ayor desarrollo personal y que est m sen consonancia con sus valores y patrones de autoconcepto; y que subestim enel nivel de control que la persona ejerce sobre su entorno. Segn la teora de la continuidad o del desarrollo, las personas realizanuna serie de elecciones adaptativas a lo largo de la etapa adulta y del enveje-cim iento que suponen una continuacin de los patrones de com portam ientom antenidos a lo largo de su vida, de m anera m s o m enos estable. Lashabilidades y patrones adaptativos que una persona ha ido forjando durante suvida van a persistir en el tiem po, y van a estar presentes tam bin en este tram o.Siendo esta una teora del desarrollo aplicable a todo el ciclo vital, sin em bargo,va a tener una especial relevancia en el proceso de envejecim iento y en laexplicacin de los patrones de actividad que presentar la persona durante estaetapa. Esta teora no trata de prescribir lo que sera un m odelo estndar decom portam iento exitoso durante la vejez, ya que ste va a depender de lapropia historia del sujeto. Lo que s establece es, que los m ayores preferirn lospatrones de com portam iento que supongan una continuidad con esquem asanteriores frente a aquellos que supongan un cam bio substancial. El nivel deactividad de los m ayores estar en funcin de sus trayectorias vitales y de lospatrones de actividades que hayan m ostrado durante su m adurez. Para estateora, la continuidad va a representar un m odo de afrontar los cam bios fsicos,m entales y sociales que acom paan al proceso de envejecim iento.En lnea con esta ltim a propuesta terica, creem os que, en su adaptacina una nueva etapa de su vida, la bsqueda de nuevos roles y actividades adesem pear por los m ayores, debera estar en observancia con el significadoque cada uno ha dado a su propia vida -continuidad en las actitudes generalesy en los basam entos de su estilo de vida-, y con una puesta en valor del ocio,que les perm ita y facilite satisfacer sus necesidades de actividad y, al tiem po,les proporcione canales de integracin social y de realizacin personal. Com overem os, el ocio y las relaciones sociales, que en gran m edida se ven posibi-litadas por la propia naturaleza de m uchas de las actividades de ocio quetienenunim portantecom ponentedeinteraccinsocial,soncausafundam ental del bienestar en los m ayores.Es m anifiesto, com o hem os sealado, que la jubilacin, sobre todo paralos hom bres, supone una ruptura con su estilo de vida, construido alrededordel trabajo que ha ocupado su tiem po y m arcado sus ritm os; pero no hay queobviarsuinfluenciasobresusrelacionespersonalesysociales.Traslajubilacin, se van a encontrar sin su, hasta entonces, actividad, sin sus,hasta entonces, contactos sociales, y con una gran cantidad de tiem po libre.O CIOENLO S M AY O RES: CALID ADD E VID A47La falta de alternativas, de otros intereses, les provocar un vaco personal yuna sensacin de inutilidad social. Para las m ujeres esta situacin presentaparticularidades, fundam entalm ente debido a que, al m argen del m bitoocupacional -rol laboral-, no tiene lugar el retiro de su rol dom stico, en lasesferas fam iliar y educacional. Incluso despus de la jubilacin, las m ujeresm antienen su papel de am a de casa, y a tiem po com pleto. Se enfrentan alcuidado del esposo, ocasionalm ente a la atencin de sus ancianos y, lam ayora de las veces, sustituyen el cuidado de los hijos -papel de m adres- porel de los nietos -abuelas-, con lo que, con bastante probabilidad, no slocontinuarn realizando, en lo posible, actividades sim ilares a las que venandesarrollando, sino que conservarn parte im portante de sus ritm os y de sum undo relacional, incluso en el espacio pblico.El individuo, a lo largo de su etapa de trabajador activo, ha m antenidouna condicin social determ inada en los diferentes m bitos de relacin social,portadora no slo de estatus -cm o la sociedad lo percibe-, sino tam bin deidentidad personal -cm o el individuo se presenta- sobre todo en aquellosniveles de m ayor grado de cualificacin y/o prestigio social; una situacin queha conform ado una form a de convivencia, de entendim iento, con los dem s.La prdida del rol laboral, com o venim os m encionado, afectar directam entea las relaciones personales y sociales del individuo, a su m undo relacional m sprxim o -el m bito fam iliar- y extenso -las relaciones con el m undo exterior-,as com o al sentido de la com petencia social, en tanto que influye en laim plicacin en las tareas com unitarias.D entro de la fam ilia sufrirn m odificaciones tanto las relaciones conyuga-les, com o las relaciones con los hijos, stas quizs en m enor m edida debido aun, m s que probable, alejam iento -la independencia de los hijos- anterior enel tiem po, que van a requerir de una adaptacin que atae a la fam iliacom pleta, y en especial a la pareja. Tras la jubilacin, a la prdida del referentede relaciones sociales abiertas que le proporcionaba el m bito laboral, seproducir un repliegue del jubilado hacia m bitos relacionales m s prxim os,en concreto hacia sum undo m atrim onial y fam iliar; por otra parte, con elaum ento de la disponibilidad de tiem po libre, las relaciones entre la pareja seintensificarn, lo cual puede dar lugar a conflictos en la m ism a. La incidenciade la calidad de las relaciones m atrim oniales y fam iliares en el bienestar delindividuo, se va a intensificar en estos m om entos. Indudablem ente el tipo derelacin entre los cnyuges condiciona la calidad de las relaciones fam iliares.El hecho de que la pareja trabaje fuera del hogar o no, el que am bos se jubilensim ultneam ente, su lugar de residencia -un hbitat rural o urbano- o la form ade ocupar su tiem po libre son, entre otros, algunos de los factores que influirnen el ajuste de la pareja, y la readaptacin a esta nueva situacin. Igualm enteser precisa una reform ulacin de las relaciones con los hijos. U na vez perdidoel rol de proveedor principal de la fam ilia, que pasa a ser com partido, lasrelaciones entre padres e hijos se plantearn a otro nivel de jerarqua.Conviene, antes de seguir con la argum entacin, hacer hincapi en algoque apuntbam os al definir el envejecim iento com o un proceso que llevaem parejados cam bios y transform aciones unidos al desarrollo y al deterioro.IN S ALCALD E M ERIN Oy M ILAG RO S LASPE AS G ARCA48En este sentido, se estn m odificando algunos de los estereotipos sociales entorno a la vejez, com o sealan Juan M uoz Tortosa y Celia Alix M . M otte(2002), en un intento de cam biar la nocin peyorativa que conlleva elconcepto de envejecim iento, para asociarlo a un periodo de crecimientoydesarrollo, en el que la experiencia del individuo juega un papel fundam ental.As m ism o, en el terreno de los estudios, en la actualidad se habla de la vejezen trm inos de potencialidad, com o recoge M aria Teresa Bazo (1992). Se haabandonado el m odelo basado en los dficits para tom ar el m odelo basado enla competencia, entendida com o la capacidad o habilidades que perm itenhacer frente a los acontecim ientos de la vida cotidiana (Lehr, 1991). D e estaform a, y segn este argum entario, las m odificaciones aludidas en cuanto a losroles fam iliares no deben valorarse com o lim itaciones, sino com o posibi-lidades, si el sujeto es capaz de enfrentarse positivam ente a las nuevassituaciones.N osreferam osanteriorm enteaque,traslajubilacin,laconvivencia conyugal se intensifica, lo que puede dar com o resultado unrefuerzo en la relacin o una crisis im portante, cuyo m anejo depender de losactores de la relacin. D el m ism o m odo, la variacin en el papel de padre quedecide, por otro m enos jerrquico, no tiene porque significar una prdida, sinotan slo una m odificacin, con las posibilidades que el hecho de disfrutar dehijos adultos y autnom os, potenciales apoyos, pudieran significar para lapersona m ayor. A su vez, el rol de abuelo surgir con una significacin eim plicacin m ayor em ocionalm ente; un papel hasta ahora m enos disfrutado,debido fundam entalm ente a los ritm os laborales.En cuanto a las relaciones del individuo circunscritas al m bito laboral, lasm antenidas con los com paeros, a partir del m om ento de la jubilacin tiendena desaparecer, bien de form a paulatina o repentinam ente. Estas relacionessociales se reducen de form a im portante al abandonar el individuo el m bitoque las sustentaba. Adem s, con la prdida del rol laboral, a nivel social, sepierde el estatus, el reconocim iento o prestigio, que ese papel pudieraconllevar; y a nivel individual, el hecho de la jubilacin, afectar al grado deim plicacin en el trabajo de la com unidad, al sentido de la com petencia socialdel individuo.Conseguir una adecuada integracin social de los m ayores, o una reinte-gracin, es el objetivo con la potenciacin de otros m bitos de interaccinsocial, com o pueden ser la fam ilia, las relaciones sociales fuera del m bitolaboral, la vivencia positiva del ocio y el com prom iso social. Porque, unadeficiente integracin social tendra consecuencias, ciertos efectos negativos,entre los que sealarem os, com o fundam entales, la sensacin deexclusinsocial y una m ayor exposicin a los peligros sociales. Yes que si, com ovenim os apuntado, nuestra sociedad sita el trabajo com o valor suprem o, estarfuera del m ercado laboral supondr estar al m argen, no slo del prim erelem ento de valoracin social del individuo, sino tam bin exponerse a losriesgos de la m arginacin, la precarizacin y la exclusin social. Exclusin quese cebar, principalm ente, en los segm entos sociales cuya capacidad deafrontar su insercin social es m ucho m enor, pensem os en los m ayores de bajoestatus, y/o con poco nivel form ativo, y/o con alguna discapacidad, porejem plo. Por otra parte, a m s tiem po libre m ayor exposicin, potencial, aO CIOENLO S M AY O RES: CALID ADD E VID A49ciertos peligros sociales, y nos referim os con ello a hbitos y estilos de vidanegativos, y/o com portam ientos destructivos, etc.Por una parte la bsqueda de nuevos roles y la realizacin de actividades,y por otra el apoyo en la fam ilia y los am igos, as com o en algn tipo deorganizacin, asociacin o club, pueden propiciar, en estas personas, lareconstruccin de su identidad y su tom a de posicin social en esta etapa desu vida. Respecto de las actividades de ocio y altruistas en concreto, M araTeresa Bazo (2002) seala com o stas, en cuanto a actividades que conllevancom prom iso, com parten con la actividad laboral y profesional la cualidad deestructuracin del tiem po, y de proporcionar un sentim iento de utilidad social.U nareconquista,recuperacin,delosritm osydelsentim ientodelacom petencia social.En resum en, el desarrollo de una adecuada adaptacin e integracinsocial perm itir un adecuado ajuste personal y social al m ayor, que le aportebienestar y calidad de vida en esta nueva etapa. N o obstante, no podem osdejar de considerar que la diferente actitud con la que los sujetos viven estapoca de su vida, cm o se adaptan, cm o se integran, va a depender defactoresbiolgicosculturales[edad,sexo,salud],defactoressocialesyculturales [gnero, nivel de estudios, situacin econm ica, situacin fam iliar,relaciones sociales], y se va a ver afectada por el factor psicolgico. H em osdado a entender a lo largo de este escrito que sera un error considerar a laspersonasm ayorescom oungrupodecom portam ientohom ogneo.Tendrem osqueobservar,entreotras,lasdiferenciasderivadasdelapertenencia a distintos subgrupos de edad, las que tiene origen en el gneroo las que existen por clase social, com o entre cualquier otro colectivo o grupo.Existen form as distintas de envejecer socialm ente.TIEMPO LIBRE Y OCIO EN LOS MAYORESCom o hem os m anifestado, el envejecim iento sociocultural conlleva, entreotros aspectos, una m ayor disponibilidad de tiem po. Los m ayores disponen degran cantidad de tiempolibre, definido com o aquel del que el individuodispone una vez que se ha liberadodelaobligacindetrabajar. Pero elindividuo en su cotidianidad, adem s de su ocupacin laboral, tiene queprestar atencin a toda una serie de obligaciones en el desenvolvim iento desu vida -pensam os en la satisfaccin de sus necesidades bsicas, cuidados desalud, la atencin a fam iliares, etc.-, que si bien no pueden ser calificadascom o trabajo, tam poco lo son de ocio. Por lo tanto, disponer de tiem po libreno significa necesariam ente disfrutar de ocio. Estaram os m s de acuerdo enreparar en el ocio com o actitud con la que se ocupa el tiem po libre. En estesentido, ya Aristteles (tica a N icm aco) establece una prim era distincinentre tiem po librey ocio[skhol], estableciendo que el prim ero no im plicanecesariam ente el segundo, y slo cuando el tiempo libre se usa de una formacorrecta y sabia puede llegar a ser ocio. Rechazada por sim plista la identificacin de tiem po libre con ocio, y conel propsito de delim itar ste ltim o concepto, acudim os a uno de los autoresIN S ALCALD E M ERIN Oy M ILAG RO S LASPE AS G ARCA50m s reconocidos en este cam po: John N eulinger (1974), quien considera com oocio la actividad que es librem ente elegida por la persona, y se lleva a cabosin tener otro propsito adicional distinto a la propia satisfaccin que suponerealizarla.Q utienedeespecialestadefinicindeocio?.Sueleccinresponde a que se trata de una definicin que contiene las dim ensionesfundam entales que delim itan el concepto: libertad en la eleccin -la actividades voluntariam ente elegida-, motivacin intrnseca -la actividad proporciona alindividuo recom pensas personales y subjetivas- y orientacinfinalista-laactividadcontieneensm ism alafinalidaddesurealizacin.Estasdim ensionesrubricanelcarctersubjetivodelocio,ydanideadelaim portante influencia de los factores culturales en la clasificacin de unaactividad com o tal. A propsito de esto ltim o, habrem os de sealar otrasim plificacin bastante com n consistente en identificar la actividad en s[pasear, ver televisin, practicar deporte, jugar a las cartas, hacer teatro,voluntariado...] com o ocio. En el ocio se van a poner de m anifiesto m uchosaspectos im portantes del individuo, com o la etapa de la vida, la edad, losestilos de socializacin y las preferencias en las actividades.H ay una gran cantidad de actividades que pueden incluirse dentro de lacategora de ocio. Incluso, ciertas habilidades y actividades, pueden conteneraspectos de las categoras de trabajo o sostn econm ico y de ocio a la vez.D entro de los intentos de clasificacin de estas actividades, y con m iras ennuestro desarrollo argum ental futuro, recogem os el de Richie (1975) queagrupa las actividades consideradas com o ocio en cuatro ejes, y las clasificaen: actividades activas frente a actividades pasivas, actividades individualesfrenteaactividadesgrupales,actividadessim plesfrenteaactividadescom plejas, y actividades que son para pasar el rato frente a actividades querequieren una m ayor im plicacin.Peroalrededordelociosehanconstruidootrasclasificacionesquefocalizan sobre el tipo de necesidades que satisfacen las actividades de ocio.ParaK abanoff(1982)oncesonlosgrandesgruposdenecesidadesquesubyacen a las diferentes form as de ocio: autonom a -relacionada con la organi-zacin de proyectos y actividades significativas personalm ente-, relajacin -descanso de cuerpo y/o m ente-, actividades fam iliares -persiguen el refuerzode este tipo de vnculos-, huir de la rutina -evasin-, interaccin -com paa ynuevas am istades-, estim ulacin -nuevas experiencias-, uso de habilidades,bsqueda de salud, estim a -ganar el respeto y adm iracin de los dem s-,desafo o com petencia -ponerse a prueba- y liderazgo o poder social. En unsentido sim ilar, Tinsley (1984), identific, y agrup en torno a ocho grandesgrupos, los tipos de necesidades satisfechas por distintas actividades de ocio;necesidad de: expresin del yo-m anifestarse a travs del uso creativo de suscapacidades-, com paerism o -relaciones de apoyo en las que sentirse aceptadoy valorado por los dem s, con el consiguiente increm ento de la autoestim a-,poder -percibir control sobre situaciones sociales, y ser objeto de la atencinde los otros-, com pensacin -experim entar algo novedoso o inusual, de rom percon la rutina diaria-, seguridad -com prom eterse en una actividad que leasegurelaausenciadecam biosnodeseados,yquegaranticequesusesfuerzos sern reconocidos y valorados-, servicio -ayudar a los dem s-,O CIOENLO S M AY O RES: CALID ADD E VID A51intelectualyesttica-estim ulacinintelectual,participarenactividadesartsticas- y autonom a -hacer las cosas por s m ism o.Envejecimiento y ocioLa etapa de la vida resulta determ inante en la concepcin del ocio.Pensem os a este respecto en los cam bios personales o en las m odificacionesen las oportunidades posibilitadoras del ocio, a nivel personal y social, que se van produciendo durante la vida. El segm ento de las personas m ayores seconstituyecom oungrupodiferenciado,concaractersticas,interesesydem andas socioculturales propios, frente a un tiem po de ocio, que al m ism otiem po ha de ser interpretado en trm inos individuales, y en la relacin conlos dem s m iem bros del grupo, lo que im plicara la consideracin de lasesferas personal y com unitaria. O tro de los aspectos individuales que se van a poner de m anifiesto en elocio, son los estilos de socializacin, que van a jugar un papel prim ordial alrespecto. Ya en su m om ento, aludam os a la im pronta, en la form a de entendery vivir la vejez, de una socializacin en un determ inado m odelo de vejez, quepor m or del paso de los aos perder vigencia contextual. La im plicacinsocial que ello supone, que se refleja en la expresin y canalizacin del ocio,va a resultar palpable, sobre todo, en la dem arcacin de las oportunidades,desde la sociedad y en concreto desde sus coetneos, y en la autorestriccinen la ejecucin de las m ism as. N o habrem os de olvidar que las oportunidadesparaparticiparenactividadestam bindeocio,reflejanexpectativasnorm ativas.En su m om ento, nos hem os referido al ocio y las relaciones sociales com ocausa fundam ental del bienestar de los m ayores, en un engranaje en el quelos m ayores van a poder satisfacer sus necesidades de actividad a travs de lasdistintas experiencias de ocio, que al tiem po les van a proporcionar canalesde interaccin social y de realizacin personal. La teora nos inform a de losbeneficios del ocio en los m ayores, por su influencia en la salud y el bienestarsubjetivo, m ediante su capacidad para facilitar conductas de afrontam iento enrespuesta a los sucesos y estresores vitales (Colem an e Iso-Ahola, 1993). Poruna parte, siendo las principales caractersticas del ocio la percepcin delibertad y la m otivacin interna, ello perm ite el desarrollo y m antenim iento desentimientos de control sobre la propia vida; y cuando las personas sienten quedisponen de capacidad para controlar lo que les ocurre en sus vidas, suelenexperim entar una m ayor salud m ental y fsica (M annell y K leiber, 1997). Altiem po que la participacin en actividades de ocio que, por su propianaturaleza, tienen un im portante com ponente de interaccin social, facilitan lapercepcin de apoyo a travs del com paerism o y de la am istad (M cCorm icky M cG uire, 1996).TIEMPO DE OCIO Y CALIDAD DE VIDA EN LAS PERSONAS MAYORESEn este punto, antes de adentrarnos en el diseo de una propuesta tipode ocio para las personas m ayores, quizs sea m om ento de recopilar losIN S ALCALD E M ERIN Oy M ILAG RO S LASPE AS G ARCA52pilares tericos que nos sirven de referencia, y que hem os expuesto a lo largode estas pginas.La perspectiva del envejecimiento con la que trabajam os, observa elm ism o com o un proceso natural y paulatino y, lo que para nuestro anlisisrequiere gran im portancia, variable y diferencial, lo cual nos indica que debeser considerado com o un proceso sobre todo individual. U n anlisis que, porotra parte, se efecta en trm inos de potencialidad, rehuyendo del m odelobasado en los dficits, para aplicar el m odelo basado en la com petencia.(M ara Teresa Bazo, 1992), (Lehr, 1991).En consonancia con la teora de la continuidad, entenderem os, conH avighurst (1961), que diferentes personas con diferentes valores, diferirn dem anera igualm ente distinta sobre lo que para ellos es una buena vejez. Estateora establece que las personas m ayores preferirn, com o en otras etapas desus vidas, los patrones de com portam iento que supongan una continuidad alos que supongan un cam bio substancial en sus vidas, aunque ello no quieradecir que se de una ausencia total de cam bio, sino que hay un predom inio enla continuacin de esquem as anteriores. D e igual m odo, establece que no sepuede generalizar la idea de la desvinculacin social del sujeto durante elenvejecim iento, ni tam poco que un aum ento de su actividad o participacincollevar un increm ento, de igual volum en, en su nivel de bienestar subjetivo;s, que el nivel de actividad que una persona va a m ostrar en esta etapa, estaren funcin de su trayectoria vital y del patrn de actividades que haya venidopresentando.Basam os nuestro desarrollo en la delim itacin del concepto de ocio, enbase a la definicin de John N eulinger (1974), en la que se resaltan suselem entos constituyentes: libertadenlaeleccin,motivacinintrnseca yorientacin finalista, que sobre todo ponen de m anifiesto el carcter subjetivodel ocio. Ydestacar, adem s, que observam os el ocio com o actitud, enreferencia al em pleo del tiem po libre, y no com o desarrollo de una actividadconcreta.Com partim os la idea de que las actividades de ocio tendrn im portanciatanto por su efecto altam ente significativo en el proceso de adaptacin a laprdida de los roles productivos (H erzog, Franks, M arkus y H olm berg, 1998),en las que jugarn un papel asim ilable a las actividades productivas; com o, yde m odo m s general, por su influencia en la calidad de vida, en el bienestarpersonal de los m ayores en esta etapa, a travs del fortalecim iento de lapercepcin del control sobre la propia vida, de autocontrol, y de apoyo social.Al hilo de ello, estam os de acuerdo en seguir el esquem a dibujado por Tinsleyy Tinsley (1986), que pone de m anifiesto la relacin entre la satisfaccin deuna serie de necesidades y los beneficios psicolgicos derivados del ocio, enuna secuencia de experiencias de ocio, que conlleva la satisfaccin de lasnecesidades psicolgicas, lo que contribuye a la salud fsica y la salud psquicay, por ende, coadyuva a la satisfaccin vital y al crecim iento personal. Pero retom ando nuestro discurso, centrado ahora en sustentar las basespara el esbozo de un m odelo de ocio para los m ayores, debem os recalcar queO CIOENLO S M AY O RES: CALID ADD E VID A53puesto de m anifiesto el carcter subjetivo del ocio, al destacar com o aspectosbsicos del m ism o la libertad en la eleccin y la satisfaccin personal queim plica su ejercicio, ello nos da idea del nm ero de factores individuales queinfluyen en la percepcin de ciertas actividades com o ocio y en las posibi-lidades de su ejecucin -en la interpretacin que del ocio hagan los m ayores.Por otra parte, estn el tipo de necesidades que subyacen a las diferentesform asdeocio:necesidadesbsicasdevidadelosm ayores,referidasfundam entalm ente al m antenim iento o recuperacin de la salud; necesidadespersonalesydedesarrollopersonal;necesidadesdeinteraccinentrecoetneos y con la sociedad. m bos -factores intervinientes en la interpre-tacin del ocio y necesidades subyacentes a las diferentes form as de ocio- vana ser los ngulos sobre los que construir una propuesta de un m odelo de ociopara las personas m ayores.Com enzando por estos factores, los hay que tienen una base biolgica,son elem entos constitutivos del individuo -parte esencial o fundam ental delm ism o, y que lo distinguen de los dem s- [edad, sexo]. O tros van a form anparte de la situacin sociocultural del individuo, y han sido adquiridos lo largode su desarrollo [estado civil, cargas fam iliares, estudios, profesin, ingresos].A m edio cam ino entre los prim eros y los segundos habrem os de observar lavariable salud, por lo que tiene de com ponente biolgico y de relacin conlos estilos de vida, saludables o potenciadores de riesgos para la m ism a. O trosfactores constituyen elem entos del entram ado de su personalidad [creencias yactitudes] o vienen derivados de sus propias vivencias sociales [integracinsocial, valoracin de las relaciones]. Por ltim o, estn los factores am bientaleso contextuales com o coadyuvantes en la interpretacin de un tiem po de ocio[hbitat, lugar de residencia y recursos y m edios externos]. Pero, de qu form aintervienen estos factores en la percepcin y la ejecucin de ocio?.A m odo de ejem plo, y centrndonos en la percepcin que los m ayorestienen del ocio, observam os que la edad influir desde varios ngulos. D esdeuna perspectiva generacional, teniendo en cuenta que cada vez es m ayor latrascendencia y significacin que se da al ocio en cualquier etapa de la vida,es precisam ente a partir de la jubilacin cuando este adquiere m ayor pesoespecfico. En cuanto a la edad cronolgica, el ocio adquiere una m ayorim portancia en las edades m s jvenes; y su configuracin, con frecuencia, iracom paada de una relativizacin del valor del trabajo, com o referente nicoen la satisfaccin o identificacin personal del sujeto. Relacionados con laedad,losdiferentesestilosdesocializacinquevanajugarunpapelprim ordial en la form a de entender y vivir la vejez, y consecuentem ente en laconceptualizacin que del ocio hagan los m ayores. En cuanto al sexo, lapercepcin del ocio com o un valor, siem pre con carcter general, y princi-palm ente en las generaciones m s m ayores, aparecer valorada m s positi-vam ente por los hom bres. En cuanto al estado civil reparam os en que sern las personas solteras oviudas las que m uestren una percepcin m s positiva hacia el ocio. M uyrelacionado con el anterior, el factor presencia o ausencia de hijos en lafam ilia, que bien puede hacerse extensible a cargas fam iliares de otro tipo; losindividuos sin hijos y sin personas dependientes a su cargo, es probable queIN S ALCALD E M ERIN Oy M ILAG RO S LASPE AS G ARCA54tam bin tengan una visin m s positiva del ocio. Los factores nivel deestudios, profesin y nivel social y econm ico -estatus-, estarn estrecham enteim bricados en la percepcin del ocio. As, se espera, en general, de losm ayores con un m ayor nivel de estudios o form ativo que valoren en m ayorm edida el ocio, y m uestren un m ayor inters por sus actividades. En cuanto ala profesin y el estatus social, observam os que a m ayor nivel de cualificacinprofesional y estatus social, se dar con frecuencia una valoracin m s positivadel ocio; por contra, el segm ento de poblacin m s ligado a la produccinm aterial y cuyas experiencias de aprendizaje estn vinculadas casi exclusi-vam ente al trabajo, m ostrar una m enor valoracin de la creatividad o de lautilizacin no productiva del tiem po. Por ltim o, en cuanto al lugarderesidencia, un hbitat urbano creem os favorece, frente a uno rural, un m odelode vida donde la utilizacin no productiva del tiem po es valorada m s positi-vam ente.Con referencia a las oportunidades, las posibilidades de ejecucin orealizacin del ocio, estas se vern influidas por la presencia o ausencia derecursos tanto personales, com o instrum entales. En prim er lugar, habrem os dedetenernos en los factores de tipo biolgico, y en concreto asociados a lafuncionalidad o la com petencia, que van a m arcar una prim era disquisicin enla posibilidad de participacin en actividades de ocio. A lo largo del procesode envejecim iento, se producen variaciones en la autonom a personal de losindividuos. A este respecto, los estudiosos del tem a estaran de acuerdo endelim itar dos etapas diferenciadas: la prim era, que abarcara aproxim adam entehasta los setenta y cinco aos, m arcada por la independencia funcional ycaracterizada por el envejecim iento activo; y una segunda, a partir de lossetenta y cinco aos, m arcada por una m ayor dependencia funcional, es unaetapa en la que las oportunidades de ocio se van a ver cuando m enoscondicionadas o restringidas, si no im posibilitadas. D e esta m anera, estam osaludiendo a la im pronta de la edad y la salud real en las posibilidades para elocio.O tros predictores de la participacin con base en los recursos personalesde los m ayores van a ser, por ejem plo, un buen estado de salud, y que as seapercibido o valorado por la persona, lo que determ inar tanto las actividadesque elige, com o la m edida -frecuencia, ritm o e intensidad- con que las realiza.La salud real, va a ser determ inante en la ejecucin de actividades especficas;a este respecto salud y autonom a seran cuasi equivalentes. O tro predictorser el sexo, ya que se observa que los hom bres participan en m ayor m edidaen actividades de ocio; y aunque se dan toda una serie de actividadescom unes a hom bres y m ujeres, los estereotipos sociales sin em bargo jueganun papel im portante en la eleccin, por tanto el sexo orientar el tipo deactividad, el lugar y los otroscon los que se llevar a cabo.Respecto al estado civil, ser soltero/a, separado/a o viudo/a, al igual queno tener cargasfamiliares -hijos o personas dependientes-, favorece unam ayor ejecucin de actividades de ocio. En cuanto a los estudios, a laform acin, podem os suponer que ste ser un factor predictivo sobre todo deltipo de actividades elegidas. Igualm ente creem os que el tipo de actividadprofesional desarrollada hasta el m om ento, y lo que de ella se derive en laO CIOENLO S M AY O RES: CALID ADD E VID A55form a de organizacin del tiem po, indicar u orientar el tipo de actividadesa realizar, su frecuencia y ritm o. As com o entenderem os que un poderadquisitivo acom odado, unos ingresos suficientes, ser un propiciador deprim er orden del ocio.En el apartado reservado a los factores derivados de la personalidad y delas propias vivencias de los m ayores, habrem os de sealar com o predictoresde la participacin en actividades de ocio, una positiva autopercepcin delsujeto; y es que la autoestim a, observarem os, determ ina una m ayor predispo-sicin hacia diversos ocios. Tam bin, debem os apuntar a la prcticadeactividades de ocio en su historia personal, com o un excelente predictor. Pero,adem s de estos factores personales, propios del individuo - intrapersonales,en term inologa de Craw ford, Jackson y G odbey (1991), existe otro grupo defactores interpersonales, que am para las circunstancias personales derivadasdel contacto con fam iliares, am igos o com paeros, que van a condicionar lasactividades de ocio. Entre estos ltim os, sern un buen predictor los modelosprximos de fam iliares y am igos con una participacin positiva en actividadesde ocio, ya que adem s de perm itir observar las consecuencias positivas questos obtienen en su prctica de ocio, facilitan el contar con otrosen larealizacin de actividades. U na integracin social y una valoracin positiva delas relaciones interpresonales van a favorecer por lo pronto el m antenim ientode sus redes sociales, y la apertura a relaciones con grupos extraos a sucrculo relacional m s prxim o.Porloquerespectaalainfluenciadelosrecursosinstrum entales,m ateriales o de infraestructura en las oportunidades de participacin de losm ayores en actividades de ocio, sern facilitadores de la m ism a, por ejem plo,vivir en un hbitat urbano, puesto que a sus residentes les suponem os unam ayor disponibilidad de acceso a instalaciones, grupos, incentivos y posibi-lidades relacionados con el ocio, frente a los residentes en el m edio rural. U ncaso algo distinto lo plantea el hecho de residir bien en el domicilio o bienen una institucin, ya que deberem os considerar la variable autonom a. En elcaso de que la salud perm ita la autonom a, la perm anencia en el dom iciliofavorece la utilizacin de recursos com unitarios; sin em bargo, ante lim itacionesde salud restrictivas de la autonom a, los recursos para el ocio sern m ayoresdentro de una institucin.Al ocuparnos de las necesidades que subyacen a las diferentes form as deocio de los m ayores, quizs sea el m om ento de retom ar la idea de reparar enel ocio com o actitud con la que se ocupa el tiem po liberado de la obligacinde producir, que ha de ser correcta y sabiaen palabras de Aristteles; quepotencie un envejecim iento sanoypleno,positivoyadaptado,eintegrado,activo y participativo, a nuestro entender.U n envejecim iento sano y pleno, im plica un tiem po de ocio que abordelas necesidades bsicas de vida de los m ayores. Q ue les perm ita m antener orecuperar aquello que parece negrseles por el hecho de ser m ayores, com oson la salud m ediante el autocuidado, la actividad, la energa. U n m bito dediversinyentretenim iento,diferentedelocotidiano,novedoso,quefavorezca prcticas con fines ldicos y teraputicos.IN S ALCALD E M ERIN Oy M ILAG RO S LASPE AS G ARCA56U n envejecim iento positivo y adaptado, supone un tiem po de ocio quetenga en cuenta las necesidades personales y de desarrollo de los m ayores.Q ue les perm ita sentirse personas activas y tiles, con un proyecto de vida,con seguridad y confianza en s m ism as y en la etapa que estn viviendo. U nm bito de posibilidad para aquellas capacidades que, por la edad, se cree yano se pueden desarrollar.U n envejecim iento integrado, activo y participativo, presum e un tiem pode ocio que facilite y potencie la interaccin entre coetneos y con lasociedad. Q ue favorezca la am istad, las relaciones sociales y la im plicacin enlos asuntos de la com unidad. Al tiem po que un espacio en el que se fom entela realizacin de actividades diferentes a las dom sticas, lo que perm itir abrir,o en su caso crear, otros m bitos de identificacin con los coetneos. U nespacio de participacin social y com unitaria, en el que las organizacionessociales de personas m ayores, a travs de lo que significa la idea de asociacincom o m edio de interaccin e integracin social de los participantes, tienenclara relevancia.Una propuesta tipo de ocio para las personas mayoresCom oprim eraprem isa,nuestrapropuestahuirdegeneralizacionesabsolutas. Al igual que no contem plam os el proceso de envejecim iento com ouniform e, sino com o variable y diferencial, com o un proceso sobre todoindividual, del m ism o m odo, deberem os observar la utilizacindel tiem podeocio.Aesterespecto,tendrem osquetenerencuentalosfactorespersonales -fsicos, de situacin, de personalidad o vivenciales- y la eleccinindividual -en consonancia con sus valores y m odelo de autoconcepto- en labsqueda del m ayor desarrollo personal.En el m ism o sentido de rechazo de propuestas absolutas y prescriptivas,nos decantarem os por referir uno u otro tipo de ocio sobre la base de losbeneficiospotenciales,tantoobjetivoscom osubjetivos,quesuejercicioconlleva para los m ayores que lo practiquen. N uestra propuesta contem pla elhecho de que cuanto m ayor sea el abanico de actividades -activas o pasivas,individuales o colectivas, sim ples o com plejas, para pasar el rato o con m ayorim plicacin- que la persona practica y disfruta, m ayores sern sus posibi-lidades de ejecucin, y m enores las de tiem po vacoo desocupado. D e estaform a, y a m odo de ejem plo, si una persona es capaz de disfrutar de un ociode tipo individual o de tipo grupal, colectivo, en aquellas ocasiones en queesta persona no cuente, circunstancial o coyunturalm ente, con com paapodr desarrollarse de m odo individual. N o obstante, nuestra propuesta tipo,basada en la cobertura de necesidades y los beneficios derivados, sugiere untipo de ocio activo y productivo, que se ocupe del bienestar cotidiano, que lesperm ita a los m ayores sentirse personas activas y tiles, con un proyecto devida y con seguridad y confianza en s m ism as, y potencie o reconstruya lasredes de relacin social y que favorezca la participacin del m ayor.La configuracin del ocio que proponem os, defiende la efectividad dedesarrollar un ocio que, al tiem po que debe ir en consonancia con laO CIOENLO S M AY O RES: CALID ADD E VID A57evolucinyvaloracinpersonaldelindividuo,favorezcaalm xim olapercepcin de control de su propia vida y la interaccin social; lo cualim plicar autoestim a, elevar el estado de nim o, dism inuir los efectosnegativos de los sucesos vitales estresantes -viudedad, soledad, jubilacin-,conllevar apoyo em ocional y una adecuada integracin social, perm itindole,todo ello, percibir un m ayor nivel de satisfaccin vital.Sobre estas bases, cualquier propuesta de ocio para los m ayores ha de irencam inada a satisfacer una o varias de sus necesidades individuales, con loque el ejercicio de las actividades de ocio, de uno u otro tipo, ha de reportarpotenciales beneficios al sujeto que las realiza. En un intento de relacionartipos de actividades [tipologa de Richie (1975)] y satisfaccin de necesidadesindividuales [tipologas de K abanoff (1982) y de Tinsley (1984)] podrem osentrever que:Las actividades activas [nadar, jugar al tenis, m ontar en bicicleta, pescar,escribir cartas, relatos o poesa, tocar un instrum ento m usical...] fundam en-talm ente, favorecern la utilizacindelashabilidades y destrezas de losm ayores; al tiem po que potenciarn la bsquedadelasalud, a travs delm antenim iento de una buena form a fsica y un estado vital saludable.A las actividades pasivas [ver teatro, cine y otros espectculos...], a prim eravista, se las relacionar con la necesidad de relajacin, que perm itieran dar undescanso al cuerpo y/o a la m ente; pero tam bin se las vincula a otro tipo denecesidades com o son las intelectuales y estticas, eso s, desde el ngulo dem ero espectador.Las actividades individuales [leer libros, escribir relatos o poesa, pasear,escucharlaradio...],potenciarnlavivenciadelasoledaddeseada,lanecesidad de la persona m ayor de hacer cosas por s sola, sin por ello experi-m entar sentim ientos negativos; y favorece la autonoma, la organizacin deproyectos y actividades que resulten significativas desde un punto de vistapersonal.Lasactividadesgrupales [practicarjuegosdem esas,visitarm useos,exposiciones, jugar al tenis, jugar ftbol sala] abarcan la cobertura de unnm ero im portante de necesidades personales, las principales quizs sean lade interaccin social -que perm itir a los m ayores disfrutar de com paa de losdem s- y la de hacer nuevos am igos -que satisfar la necesidad de estim a, atravs de acciones que le perm itan ganarse el respeto o adm iracin de losdem s. En concreto, el tipo de acciones grupales incidirn positivam ente enlas relaciones de apoyo; a travs del compaerismo, en el reconocim iento eintegracin, de un m odo ldico, la persona se sentir aceptada y valorada porparte de los dem s, increm entando as su autoestim a. D e m ism o m odo, estetipo de actividades perm itir satisfacer la necesidad de servicio o de asistenciay ayuda a los dem s, con lo que ello conllevar de autosatisfaccin ovaloracin personal. Tam bin, ser en la ejecucin de actividades grupalesdonde la capacidad de liderazgo pueda ser satisfecha, a partir del desarrollode actuaciones en las que poder desem pear un papel destacado de liderazgo;de igual m odo, es en este m bito de actuaciones en las que los m ayorespueden satisfacer el deseo de poder social, en la percepcin de que controlanIN S ALCALD E M ERIN Oy M ILAG RO S LASPE AS G ARCA58situaciones sociales y de que, por ende, son objeto de la atencin de losdem s. Por ltim o, ser a travs de este tipo de actividades, esta vez reducidasal m bito grupal m s prxim o, en actividadesfamiliares, que se vernreforzados los vnculos entre sus integrantes. Las actividades simples [ojear revistas, ver televisin, escuchar la radio, irde com pras], se van a relacionar con la necesidad de los m ayores de sentircontrol, que m anejan las situaciones.Las actividades complejas [practicar fotografa, m anejar un ordenador,pintar] cubrirn principalm ente las exigencias intelectuales y estticas de losm ayores, con un com prom iso m ayor que el de sim ple espectador; pensem osen las necesidades de estim ulacin intelectual o de participar en actividades decarcter artstico. En un sentido sim ilar, este tipo de actividades satisfar lanecesidad de los m ayores de m anifestarse a travs del uso creativo de suscapacidades -necesidad de expresindelyo-; e, igualm ente, la de estimu-lacin, a travs de actuaciones que les aporten nuevas experiencias. Por otraparte, las actividades com plejas enfrentan al individuo al desafo, al ponerle aprueba en situaciones difciles, con el consiguiente nivel de autosatisfaccinque le proporcionar el superarlas exitosam ente, un reto de superacin yestim ulacin.Las actividades para pasar el rato [ir de com pras, pasear]. Relacionadascon la necesidad de seguridad, aludirn a la satisfaccin que experim enta lapersona cuando se com prom ete con una actividad que le asegura la ausenciade cam bios no deseados, y que a la vez le garantizan que sus esfuerzos sereconocern y sern valorados por los dem s.Por ltim o, las actividades querequierendeuna mayorimplicacin[voluntariado,hacerteatro],perm itirnquelosm ayoressatisfaganlanecesidad personal de experim entar algo novedoso o inusual, de rom per, dehuir de la rutina diaria, de poder olvidarse de las responsabilidades a travsde actividades que exijan un esfuerzo y dedicacin.Ahora bien, la actividad concreta, especfica, a travs de la que esasnecesidades individuales se van a ver satisfechas, depender de factorespersonales. Las preferencias en la eleccin y ejecucin de una actividad u otra,en cualquier etapa de la vida, van a estar influidas por la satisfaccin que larealizacin de estas actividades reporta al individuo, y por las norm as sociales.Si bien, en el proceso de envejecim iento, aum entar de form a progresiva elpeso que, a la hora de elegir las actividades para ocupar su ocio, van a tenerlas experiencias previas y el placer que se experim enta al realizarlas (Atchley,1993).Para finalizar, y a m odo de recapitulacin y conclusiones, sobre queaspectos deben tenerse en cuenta en el diseo de un m odelo de ocio para losm ayores, direm os que:El objetivo que se persigue es que los m ayores en esta etapa de la vida,com o en las anteriores, potencien una vivencia positiva y el desarrollenal m xim o sus potencialidades.O CIOENLO S M AY O RES: CALID ADD E VID A59Las actividades de ocio facilitarn la adaptacin personal del m ayor aesta nueva etapa de la vida, le dotarn de una sensacin de control ode autodeterm inacin sobre su propia vida, y potenciarn una adecuadaintegracin social.La percepcin de libertad y la satisfaccin personal, rasgos definitoriosdel ocio, facilitan, en la ejecucin del m ism o, el desarrollo y m anteni-m ientodesentim ientosdecontrolsobresuvida,queconllevarbeneficios fsicos y psicolgicos para el m ayor [increm ento de suautoconcepto, dism inucin del sentim iento de soledad, aum ento delestado de nim o, adquisicin y m antenim iento de hbitos saludables]y actuar com o protectorante los riesgos provocados o favorecidospor la ausencia o dficit en su adaptacin y/o integracin [aislam iento,m ayor exposicin a hbitos no saludables o conductas de riesgo,ausencia o dficit de conductas de autocuidado].A travs de la utilizacin positiva del ocio los m ayores debern podersatisfacervariasdesusnecesidades:lasrelacionadasconlasnecesidades bsicas [bsqueda de salud, relajacin y descanso, estim u-lacin intelectual y esttica, huida de la rutina], las vinculadas a lanecesidadesindividualesydedesarrollopersonal[autonom a,seguridad, estim a, com petencia, expresin del yo] y las necesidadesdeinteraccinentrecoetneosyconlasociedad[com paerism o,estim a, liderazgo, poder social].Son varias las parcelas personales que cubren las actividades de ocio: larecreativa, la de identidad, la de sociabilidad, m bitos que tieneninfluencia directa en el bienestar subjetivo del m ayor, en su calidad devida; cuestin, sta, im portante en cualquier etapa de la vida y m ssignificativam enteenstaenlaqueseestnproduciendovariassituaciones de estrs vital a un tiem po.Laeleccindeactividadesdeocioadesarrollarsernopcionesseleccionadasindividualm ente,consignificacinenfuncindelatrayectoria vital previa del sujeto, m ediada por su proceso de sociali-zacin, y con referente en la satisfaccin derivada de su ejecucin. Lapercepcin que el m ayor tenga del ocio influir, de form a significativa,en su aproxim acin a la ejecucin, as com o en su m antenim iento en laprctica de las m ism as.Igualm ente, ser de gran im portancia la facilitacin social de oportu-nidades de ocio para las personas m ayores, as com o una intervencinque fom ente el uso de servicios de recreacin, donde las actividades deocio puedan ser desarrolladas.Por ltim o, nuestra propuesta tipo sugiere un tipo de ocio activo yproductivo, que se ocupe del bienestar cotidiano, que perm ita a losm ayores sentirse personas activas y tiles, con un proyecto de vida ycon seguridad y confianza en s m ism as, que potencie y reconstruya lasredes de relaciones sociales y favorezca la participacin social delm ayor.IN S ALCALD E M ERIN Oy M ILAG RO S LASPE AS G ARCA60REFERENCIAS BIBLIOGRFICASAN D ERSO N , B.G . (1972): The process of deculturation: its dynam ics am ongU nited States aged. Antropological Quaterly, 45 (4), pp. 209-216.ATCH LEY, R.C. (1993): Continuity Theory and the Evolution of Activity in LaterAdulthood, en K ELLY, J.R. (ed.): Activity and Aging: Staying involved in laterlife. N ew bury Park: Sage.ATCH LEY, R.C. (1971): Retirem ent and Leisure participation: Continuity or crisis?.The Gerontologist, 11, pp.13-17ATCH LEY, R.C. (1969): A Continuity Theory of norm al aging. The Gerontologist,2, pp.183-190BAZO , M . T. (2002): Revista del M inisterio de Trabajo y Asuntos Sociales, n extr.1,pp.241-258.BAZO , M . T. (1992): La vejez com o construccin cultural. Revista de gerontologa,4, pp. 57-73CO LEM AN , D . e ISO -AH O LA, S. E. (1993): Leisure and health: The role of socialsupport and self-determ ination. Journal of Leisure Research, 25, pp.111-128.CRAW FO RD , D . W ., JACK SO N , E. L. y G O D BEY, G . C. (1991): A hierarchicalm odel of leisure constraints. Leisure Sciences, 13, pp.309-322.CU M M IN G , E. y H EN RY, W . E. (1961): Growing old: The process of disengagement.N ueva York: Basic Books.H AVIG H U RST, R. J. y H AVEN , S. (1968a): D isengagem ent, personality and lifesatisfaction in the later years, en H AN SEN , P. (dir.): Agewithafuture.Philadelphia: D avis Co.H AV IG H U RST,R.J.(1968b):D isengagem entandpatternsofaging,enN EU G ARTEN , B.L. y TO BIN , S.S. (ed.): Middle age and aging. Chicago: TheU niversity of Chicago Press.H AVIG H U RST, R. J. (1967): Across national study of life styles and patterns ofaging.Annual M eeting of the G erontological Society.H AVIG H U RST, R. J. (1961): The nature and value of m eningful free tim e activity,en K LEEM EIR, R. (ed.): Agin and Leisure. O xford: O xford U niversity Press.H ERZO G , A. R., FRAN K S, M . M ., M ARK U S, H . R. y H O LM BERG , N . (1998): ActivesandW ell-beinginolderage:effectsofself-conceptandeducationalattainm ent. Psychology and Aging, 132, pp.179-185.IZQ U IERD OM O REN O , C. (1994): La ancianidad: jubilacin y convivencia social.Bilbao: M ensajero.K ABAN O FF, B. (1982): O ccupational and sex differences in leisure needs andleisure satisfaction. Journal of Occupational Behavior, 3, pp.233-245.LEH R, U . (1991): Aging in Europe: N ewdirections. Ponencia II Congreso deG erontologa (M adrid).O CIOENLO S M AY O RES: CALID ADD E VID A61M AN N ELL, R. C. y K LEIBER, D . A. (1997): AsocialpsychologyofLeisure. StateCollege, PA: Venture Publishing.M cCO RM ICK , B.P. y M cG U IRE, F. (1996): Leisure in com m unity life of older ruralresidents. Leisure Sciences, 18 (1), pp.77-93.M U O Z TO RTO SA, J. y M O TTE, C. A. M . (2002): Envejecim iento social, enM U O Z TO RTO SA, J.: Psicologa del envejecimiento. M adrid: Pirm ide.N EU G ARTEN , B. L. (1968): Adult personality. Tow ard a psychology of the lifecycle, en N EU G ARTEN , B.L. y TO BIN , S.S. (ed.): Middleageandaging.Chicago: The U niversity of Chicago Press.N EU G ARTEN , B. L., H AVIG H U RST, R. J., y TO BIN , S. (1961): The m easurem ent oflife satisfaction. Journal of Gerontology, 16, pp.134-143.N EU LIN G ER, J. (1974): The psychology of leisure. Illinois: Charles C. Thom as Edit.RICH IE, J. R. (1975): O n the derivation of leisure activity types: A perceptualm apping approach. Journal of Leisure Research, 7, pp.128-140.SN CH EZ VERA, P. (1997): D im ensiones del envejecim iento. Cuadernosderealidades sociales, 49-50, pp.231-244.TIN SLEY, H . E. (1984): The psychological benefits of leisure counseling. Societyand Leisure, 7, pp.125-140.TIN SLEY, H . E. y TIN SLEY, D . J. (1986): A theory of the atributes, benefits causesof leisure experience. Leisure Sciences, 8, pp.1-45.IN S ALCALD E M ERIN Oy M ILAG RO S LASPE AS G ARCA62