Fig. 1

Fig. 3Fig. 2 – Vista frontal

Fig. 1 – Vista superior

AFILADO DE UNA NAVAJA

El filo de una navaja debe estar preparado para raspar en una única dirección (Fig. 1). Estos pasos están pensados para una persona diestra. Para afilar una navaja para una persona zurda bastará con cambiar de dirección el filo. Se considera que el lado derecho es el lado de la dirección en la que se raspa.

Dependiendo de la marca de la navaja el acero de la misma puede ser de mayor o menor dureza. Una navaja de acero más blando (Ej.: Rigotti) resulta más fácil de afilar pero necesita ser afilada con mayor frecuencia. Con navajas de acero más duro (Ej.: Graff) sucede lo contrario. Son más difíciles de afilar pero el filo dura más tiempo.

La piedra a utilizar debe ser una piedra de grano muy fino. Las piedras de grano más grueso pueden utilizarse cuando la navaja tiene muy desgastado el filo o cuando el acero es muy duro para poder darle forma en menos tiempo, aunque siempre hay que finalizar con una piedra fina. También es importante saber con qué piedra se trabaja, ya que algunas son más efectivas mojadas con agua o aceite.

La forma del filo de la navaja debe ser similar a la de la Fig. 2. Esta forma favorece el raspado en una dirección y que la navaja no raspe al llevarla hacia atrás.

Paso 1.-

Nunca apoyar la piedra sobre una mesa o una superficie dura. La única forma de afilar sobre una superficie dura es apoyando los dedos encima del filo y es prácticamente imposible no apoyarse en ningún momento sobre el borde de la piedra provocando un desgaste incorrecto de ésta y un filo con forma curvada (Fig. 3). Lo más práctico es apoyar la piedra sobre una superficie con cierto margen de movimiento como puede ser la parte superior del muslo justo detrás de la rodilla. La razón es que si inclinamos un poco la navaja en cualquier dirección, la piedra está sobre una superficie algo blanda y también se moverá, consiguiendo que el filo siempre permanezca paralelo a la superficie de esta.

Fig. 4 Fig. 5

Paso 2.-

Debe colocarse la navaja sobre la piedra inclinando el filo hasta formar un ángulo de unos 20º (No hace falta medirlo, tan sólo es una referencia). El movimiento a realizar para afilar no es tan relevante como que el ángulo sea constante y que se pase por todo el filo de la navaja. Lo mejor es probar con varios movimientos (circulares, hacia atrás, a contrafilo…) y ver cuál funciona mejor con cada piedra.

Paso 3.-

Hacer lo mismo con el lado derecho pero con un ángulo menor y durante menos tiempo. La razón de pasar por un lado con intensidad y ángulo distintos es la de conseguir un filo con la forma correcta.

Paso 4.-

Es recomendable pasar la navaja a continuación por un suavizador de cuero. En el caso de ser un suavizador con el cuero sujeto por los extremos hay que pasar el filo sobre el lado izquierdo con bastante presión (Fig. 4) y por el derecho con poca presión (Fig. 5). En el caso de ser un suavizador con el cuero sobre una tabla, por el lado izquierdo debe pasarse el filo cambiando ligeramente el ángulo de ataque durante las pasadas. Esto acabará de favorecer la forma de la Fig. 2.

Durante el afilado debe prestarse especial atención a la punta de la navaja, ya que es la parte más utilizada y la que mayor desgaste sufre.Cuando se afila una navaja se puede distinguir cómo la navaja va teniendo menos resistencia al roce con la piedra. Un “truco” bastante útil es intentar que la resistencia al roce sea mayor por el lado derecho que por el izquierdo. Esto indica que el lado derecho está menos “redondo” y raspará mejor en esa dirección.

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