número 113 / ESPECIAL Los pensamientos tienen verdad y … - Febrero 2007... · No es nada fácil...
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Año XI / número 113 / ESPECIAL Enero y Febrero de 2007
Empezamos el año y todos tenemos metas, objetivos, planes y propósitos que
realizar. Como muestra un botón: esta mañana, cuando llegué a la oficina, prendí la
computadora y comencé a trazarme todo lo que debería lograr. Interrumpí después
de un rato y leí una cita de Arthur Shopenhauer: "Los pensamientos propios tienen
verdad y vida". Esto inmediatamente me hizo detener mi planificación anual y me
acordé de sucesos del mes de Diciembre cuando surgieron distintos pensamientos
después que mi marido se enteró que su mejor amigo tenía cáncer.
Esta noticia a la edad de 32 años siempre mueve el piso, pero sirvió a amigos y
familiares para reforzar la solidaridad. Si alguien me preguntara cómo ha sido el
desarrollo de la enfermedad tendría que decir que no lo sé. Pero sí puedo contar
cómo se ha desenvuelto su entorno y las reacciones de mucha gente. El día antes de
las elecciones hicimos una reunión, una fiesta podría decir, y fueron todos sus amigos.
La alegría que se vivía en ese momento
era indescriptible y eso me hizo pensar
¿cómo es posible? Y pude llegar a la con-
clusión que todo se hacía en función de
hacer feliz al otro.
Según Aristóteles "La amistad se basa
en buscar el bien del amigo, porque esta
disposición es esencial, no accidental". Un
amigo es una persona que está siempre
con uno, en las buenas, en las regulares y
en las malas. Los amigos comparten el
alma, se conocen, se aprecian y se
quieren. También se disculpan, se ayudan
y se unen frente a la adversidad. Si
tuviéramos esto presente siempre, creo que
sin duda alguna haríamos un mundo
mejor.
No es fácil tomar decisiones en la vida
donde uno renuncie a su propio querer, y
estos amigos de mi esposo acompañaron al
"otro" a rasparse el pelo "coco pelón", acto
que se puede ver con ligereza pero que
exige renuncia.
Muchas veces he cuestionado y le he buscado significados a la palabra "amor" pero
sin duda, sin darle muchas vueltas o acudir a la primera Encíclica del papa Benedicto
XVI (que por cierto la recomiendo a todos) amor es sinónimo de entrega, de donación,
de olvido de uno mismo. Cuando decidimos entregarnos sin condiciones a lo amado,
somos felices. Si nos preguntamos sinceramente ¿qué nos hace más feliz? ¿Que nos
regalen algo o regalar algo? Creo que todos llegamos a la misma conclusión. Nuestra
esencia humana busca hacer feliz a la persona que amamos. Verdad grabada en
nuestro corazón desde que nacimos. Prueba de esto se encuentra en la ley natural que
no es más que la verdad grabada en el corazón de todo ser humano. Santo Tomás
de Aquino decía que todo ser humano posee "la ley natural, que es una ley previa al
hombre mismo, universal e inmutable que todos poseemos".
Si reflexionamos sobre estos temas tan cercanos y lejanos a la vez, estoy segura
que sacaremos conclusiones maravillosas
para este año 2007 y convertiremos los
pensamientos en algo vivo que se trans-
mitirá con nuestra vida. Sin duda, es
importante que nos propongamos
metas y objetivos dentro de nuestras
profesiones. Lo escribo en plural porque
al menos los casados tenemos de
ordinario profesiones dobles: la académi-
ca y la familiar. Pero por un momento
dejemos aparte estas consideraciones y
pensemos en cuatro de los pensamientos
esenciales del artículo: solidaridad,
amistad, amor y ley natural.
Trasladémonos a la Grecia de los
grandes filósofos y hagamos una escuela
de valores y virtudes, en nuestro entorno,
con la finalidad de ser mejores y poder
preparar la Venezuela que tantos
soñamos.
TOMADO DE EL UNIVERSAL.COM 17-01-2007
ANABELLA GUZMÁN DE [email protected]
Los pensamientos tienen verdad y vida
EENNEERROO / FFEEBBRREERROO DDEE 20072
En los últimos años está presente en la sociedad civil norteamericana un fuerte
movimiento a favor de revitalizar el matrimonio. Un debate que vaya más allá de los
adjetivos tópicos de conservador o progresista, exige tener en cuenta lo que las ciencias
sociales han revelado sobre los efectos y costos sociales de distintas formas familiares.
Esto es lo que se han propuesto un nutrido grupo de profesores universitarios norte-
americanos de primera fila, en un documento (1) que destaca por su análisis y sus
propuestas.
No es nada fácil sintetizar en poco más de cuarenta páginas las ventajas que supone
el matrimonio para la pareja y para la sociedad, así como identificar las tendencias
que hoy lo amenazan y formular unas propuestas de reforma asequibles. Y citando en
cada caso las investigaciones que avalan lo que se afirma. Los más de 70 profesores
universitarios firmantes del documento Marriage and the Public Good: Ten Principles lo
consiguen de modo brillante y sereno.
Se nota que entre los autores hay intelectuales relevantes, de universidades
prestigiosas. Juristas como Mary Ann Glendon, de Harvard, o Roger P. George, de
Princeton; filósofos como Ralph McInerny, de la Universidad de Notre Dame, o Daniel N.
Robinson, de Georgetown; psicólogos como Paul C. Vitz o Roger Scruton; bioéticos como
Leon R. Kass, de la Universidad de Chicago; expertos en política pública como James Q.
Wilson o Jean Bethke Elshtain... Historiadores, economistas, biólogos, expertos
familiares... Católicos, judíos, protestantes o no creyentes. Lo que les une es que tienen
a sus espaldas años de docencia y abundantes publicaciones. Y su determinación de
defender el matrimonio.
ARGUMENTOS RACIONALESNo lo hacen por su apego a una tradición o por motivos estrictamente religiosos.
Defienden una comprensión del matrimonio que "es el fruto transcultural de una amplia
reflexión y experiencia humanas, y está apoyada en un considerable número de pruebas
proporcionadas por las ciencias sociales". Pero también advierten que "una cultura
matrimonial no puede florecer en una sociedad cuyas instituciones básicas -universi-
dades, tribunales, legislaturas, religiones- no solo no defienden el matrimonio, sino que
lo debilitan tanto conceptualmente como en la práctica".
Su contribución sigue varios pasos. Primero, establecen "Diez principios" que
sintetizan su modo de entender el papel del matrimonio y la familia en la sociedad.
En segundo lugar, aportan los resultados de investigaciones en ciencias sociales y
biológicas que avalan su análisis, citando siempre la bibliografía para quien quiera
comprobarla; ahí predominan los datos empíricos, referidos sobre todo a EE.UU.
Pero la defensa racional del matrimonio no puede basarse solo en la utilidad; por eso
sigue el análisis desde el punto de vista de la filosofía política y moral. Finalmente, hacen
sus propuestas sobre políticas que fortalezcan el matrimonio como institución social.
CUATRO AMENAZAS
Estos expertos señalan cuatro tendencias que están minando los beneficiosos
efectos sociales que tiene el matrimonio.
EL PRIMERO ES EL AUMENTO DE LAS RUPTURAS MATRIMONIALES:"Desde 1960 a 2000, la tasa de divorcio en los Estados Unidos creció más del doble,
pasando del 20% al 45% de todos los primeros matrimonios, aunque se aprecia un
ligero descenso desde 1980. Los datos muestran que aproximadamente dos tercios de
los divorcios de matrimonios con hijos tuvieron lugar en parejas con bajo nivel de
conflicto, en las que la causa del divorcio no fue la violencia doméstica o el maltrato
psicológico. Por desgracia, la mayor carga del divorcio de los padres recaerá sobre esos
niños".
Y aquí los autores citan los abundantes estudios que han comprobado la mayor
probabilidad de repercusiones sociales negativas en los hijos de divorciados (fracaso
escolar, escasa relación con uno de los padres, problemas mentales, consumo de
drogas, más riesgo de divorcio al llegar a adultos...).
HIJOS NACIDOS FUERA DEL MATRIMONIO
"Desde 1960 a 2003, el porcentaje de hijos nacidos fuera del matrimonio creció
del 5% al 35%. Aunque un creciente número de estos niños nació en parejas que
cohabitaban -el 42% según una reciente estimación- la mayoría pasarán gran parte de
su infancia en un hogar monoparental, entre otras cosas porque la gran mayoría de las
parejas no casadas acaban separándose, también las que tienen hijos".
El mayor problema de esta situación es que niega a los hijos la oportunidad de tener
dos padres comprometidos diariamente con su bienestar material y psicológico. Y los
niños de familias monoparentales sufren también las desventajas asociadas con los
hijos del divorcio.
COHABITACIÓN, RELACIÓN DÉBIL
Los autores consideran que el crecimiento de la cohabitación es una tendencia
negativa, pues las parejas que cohabitan son por regla general más débiles que los
matrimonios y dan lugar a un tipo de relación más pobre. "La cohabitación no implica
el mismo nivel de compromiso moral y legal que el matrimonio; estas parejas a menudo
no están de acuerdo sobre el estatus de su relación; y no reciben de sus amigos y
familiares el apoyo social que reciben las parejas casadas".
Citan estudios según los cuales las parejas que cohabitan presentan mayores
tasas de violencia doméstica, infidelidad sexual e inestabilidad, en comparación con las
parejas casadas. La mayoría de los estudios muestran que las parejas que cohabitan
antes de casarse tienen mayor riesgo de divorcio, en comparación con las parejas que
Debate iintelectual ssobre llas vventajas ddel mmatrimonioUn nutrido grupo de investigadores americanos lanza un debate intelectual sobre las ventajas delmatrimonio y ofrecen propuestas para revitalizar el matrimonio
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se casan directamente sin cohabitación previa (aunque el riesgo de divorcio no parece
ser superior en las parejas que solo cohabitan después de comprometerse).
La cohabitación no es el mejor ambiente tampoco para la crianza de los hijos. Según
un reciente estudio, el 50% de los hijos nacidos en parejas de hecho verán que sus
padres se han separado antes de cumplir los cinco años, mientras que en las parejas
casadas eso lo experimentarán el 15% de los hijos".
HIJOS EN PAREJAS HOMOSEXUALES
Los académicos advierten que "la actual investigación sobre los niños criados
en parejas del mismo sexo es todavía inconcluyente y poco desarrollada: no tenemos
estudios longitudinales, de amplia base y a largo plazo". "Sin embargo, amplia literatu-
ra científica sobre la crianza de los hijos indica que los dos sexos aportan diferentes
talentos a la educación de los hijos, y que es beneficioso para los niños crecer estando
a cargo de sus dos padres biológicos".
Más claro les parece que el matrimonio entre personas del mismo
sexo solo puede perjudicar al concepto de matrimonio.
"El matrimonio homosexual debilita más la idea de que
procreación y matrimonio están conectados. Socava la idea
de que los hijos necesitan un padre y una madre, debilitan-
do aún más la norma social de que los hombres deben
responsabilizarse de los hijos que engendran.
Finalmente, el matrimonio homosexual corroerá
probablemente las normas de la fidelidad sexual,
desde el momento que los partidarios del matrimonio
gay y las parejas de este tipo tienden a minus-
valorar la importancia de la fidelidad sexual en
su definición de matrimonio. Estudios sobre
hombres que se han unido civilmente en
Vermont indican que el 50% de ellos no
valoran la fidelidad sexual, y que los
índices de promiscuidad sexual son altos
entre los varones gays".
CAMBIAR ES POSIBLE
Los autores proponen prestar especial atención a
cinco áreas.
1. Proteger la concepción pública del matrimonio como la
unión de un hombre con una mujer como esposo y esposa.
"La definición legal del matrimonio es influyente. Los jue-
ces no deberían tratar de redefinir el matrimonio imponiendo
una concepción jurídica del matrimonio, o declarando
falsamente que nuestra idea histórica del matrimonio como
la unión de un hombre y una mujer se deriva del prejuicio o la
sinrazón. La ley no debería trasladar a la próxima generación
el falso mensaje de que el matrimonio es irrelevante o secundario, extendiendo los
beneficios del matrimonio a las parejas o individuos no casados".
Para proteger la institución del matrimonio los firmantes proponen dirigirse a los
representantes electos para pedirles que voten contra cualquier ley que altere el
significado del matrimonio.
2. Ensayar reformas en las leyes de divorcio.
"Bajo la actual legislación americana de divorcio, los tribunales ofrecen menos
protección al contrato matrimonial que a un contrato mercantil ordinario. Algunos de
nosotros apoyamos volver a un sistema de divorcio basado en la culpa, otros no. Pero
todos reconocemos que el sistema actual ha fracasado, tanto en términos éticos como
prácticos, y necesita una reforma profunda".
Frente a los que propugnan un divorcio fácil como medio para defender a la mujer y
a los niños en caso de violencia doméstica, los autores responden que este es
un falso remedio para un asunto importante: "Ya que tanto los niños
como los adultos sufren un riesgo mucho mayor de violencia
doméstica y malos tratos en las uniones de hecho, fomentar
altas tasas de fragmentación familiar no es una buena
estrategia" para protegerlos.
3. No penalizar a los matrimonios de baja renta.
Los autores mantienen que el sistema fiscal y de
asistencia social de EE.UU. trata sustancialmente mejor
desde el punto de vista económico a las parejas de hecho
que a las casadas. Citan los casos de las deducciones del
impuesto sobre los rendimientos del trabajo y Medicaid.
4. Mejorar en el sistema fiscal las disposiciones a favor de
la familia y de los hijos.
5. Proteger los intereses de los niños frente a la industria de la
procreación artificial. "Los padres que buscan descendencia
merecen nuestra comprensión y apoyo. Pero no hasta el punto de
crear deliberadamente toda una clase de niños privados de su
derecho natural a saber sus orígenes y su profunda necesidad de
un padre y una madre unidos".
"En definitiva, concluyen, las familias, las comunidades
religiosas, las organizaciones comunitarias y los políticos deberían
trabajar juntos para conseguir reforzar el matrimonio de modo que
más niños sean criados por su madre y su padre en uniones
duraderas y llenas de amor".
Aceprensa, Servicio 109/06
(1) El documento, titulado Marriage and the Public Good: Ten Principles, es el resultado de
debates académicos patrocinados por el Witherspoon Institute (Princeton, New Jersey). Hasta
julio de 2006 había sido firmado por 71 profesores. Puede encontrarse en: http://winst.org/.
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Entre los problemas morales que plantea la medicina hay uno que última-
mente ha subido al primer plano de la atención pública: y es el transplante de
órganos. La televisión y otros medios informativos han conseguido en los últimos
meses crear una preocupación en la conciencia nacional por este problema: el
de tantas y tantas personas que podrían vivir o vivir mejor si se hubiera creado
una conciencia clara en este camino. Pero entre nosotros, asombrosamente, aún
siguen siendo muy escasas las donaciones.
Y en este campo me parece que yo puedo aportar algo por mi experiencia
propia. Espero que me permitan hablar con la
más sencilla normalidad. Yo soy uno de los
catorce mil enfermos de riñón en diálisis que
esperan ilusionados la posibilidad de un
trasplante.
La diálisis, (salvo excepciones de personas
que lo llevan muy mal) no es el tormento chino
que muchos se imaginan. La verdad es que
con ella se puede vivir y vivir aceptablemente.
Yo tengo que dar gracias a Dios que me está
permitiendo seguir con todo mi trabajo normal-
mente.
Pero aunque resulta llevadero, la verdad es
que la esclavitud de cinco horas atado a la
máquina un día sí y otro no, tampoco es
precisamente una maravilla. Son muchos los
enfermos de riñón que tienen que dejar sus
trabajos, cuyas familias están destruidas o
condicionadas por la atadura del enfermo.
Hoy la medicina ha realizado en este campo
enormes progresos. El porcentaje de éxitos
en los trasplantes, sobre todo en el campo del
riñón, es altísimo. Y la mayor parte de esos
dializados podría conseguir regresar a una vida
completa si hubiera una mayor conciencia
nacional en este campo, sobre todo en un
tiempo en el que, desgraciadamente, tanto
abundan los accidentes de tránsito.
Pero lo asombroso es comprobar que todavía
son muchos los que tienen un obstáculo
religioso en este tema. Yo recibo con frecuencia
cartas de personas que me preguntan si eso es
moralmente lícito. Gentes que dicen que, si los
católicos creemos en la resurrección de la
carne, ¿cómo podríamos donar una parte de
nuestro cuerpo llamada a resucitar?
Naturalmente el dogma de la resurrección de la carne no hay que
interpretarlo con ese literalismo. Y la Iglesia hace ya mucho tiempo ha
expresado con claridad que no sólo no se opone a ese tipo de donaciones, sino
que, al contrario, las bendice y promueve siempre que se cumplan algunas
condiciones elementales; que las donaciones se hagan libremente; que no se
comercialice con ellas; que en el trasplante del órgano de una persona muerta,
se compruebe que está realmente muerta.
Cumplidas estas condiciones, la
Iglesia no tiene nada que oponer.
Los obispos españoles lo dijeron
bien tajantemente en un documento
colectivo: "Cumplidas esas condi-
ciones, dicen, la fe no sólo tiene
nada contra tal donación, sino que
la Iglesia ve en ella una preciosa
forma de imitar a Jesús, que dio la
vida por los demás. Tal vez en
ninguna otra acción se alcancen tales
niveles de ejercicio de fraternidad.
En ella nos acercamos al amor
gratuito y eficaz que Dios siente hacia
nosotros. Es un ejemplo vivo de
solidaridad. Es la prueba de que el
cuerpo de los hombres puede morir,
pero que el amor que lo sostiene no
muere jamás."
Y frases muy parecidas dijo hace
ya décadas Pío XII y ha repetido
recientemente Juan Pablo II: "Miren
ustedes por dónde la ciencia moderna
ha permitido conquistar una nueva
forma de caridad y de amor entre los
hombres. Y los cristianos debemos
ser los primeros en esa batalla de
generosidad."
José Luis Martín Descalzo
Tomado de http://www.ireneweb.net/sp/articles
Los transplantes de órganos
Es la prueba de que el cuerpo delos hombres puede morir, peroque el amor que lo sostiene nomuere jamás
EENNEERROO / FFEEBBRREERROO DDEE 2007 5
Muchos padres y educadores están preocu-
pados por la educación moral de sus hijos,
alumnos, etc. Ven que bastantes de sus
actuales problemas tienen la raíz en una defi-
ciente o insuficiente formación básica en las
convicciones morales, criterios de conducta,
ideales de vida, valores, etc. Pero lo que más me llama la atención es que bastantes de
esos padres y educadores, aún considerándose buenos creyentes, apenas cuentan con
la fe a la hora de educar, y eso me parece un error de graves consecuencias.
Es cierto que se puede tener una moral muy exigente sin creer en Dios. Y también es
cierto que existen personas de gran rectitud moral que no son creyentes. Y es verdad
se pueden encontrar doctrinas éticas respetables que excluyen la fe. Pero no veo que
ninguna de esas razones haga aconsejable que una persona creyente eduque a sus hijos
como si no tuviera fe, o que ignore la importancia que tiene la religión en la educación
moral de cualquier persona.
De entrada, no veo cómo puede existir una ética que prescinda totalmente de Dios y
pueda considerarse racionalmente bien fundada, pues la ética se remite a la naturaleza,
y ésta a su autor, que no puede ser otro que Dios. Además, una ética sin Dios, sin un ser
superior, basada sólo en el consenso social, o en unas tradiciones culturales, ofrece
pocas garantías ante la patente debilidad del hombre o ante su capacidad de ser
manipulado. Una referencia a Dios sirve -y la historia parece empeñada en demos-
trarlo- no sólo para justificar la existencia de normas de conducta que hay que observar,
sino también para mover a las personas a observarlas. El creyente se dirige a Dios no
sólo como legislador sino también como juez. Porque conocer la ley moral y observarla
son cosas bien distintas, y por eso, si Dios está presente -y presente sin pretender
acomodarlo al propio capricho, se entiende- será más fácil que se observen esas
leyes morales.
En cambio, cuando se prescinde voluntariamente de Dios, es fácil
que el hombre se desvíe hasta convertirse en la única instancia
que decide lo que es bueno o malo, en función de sus propios
intereses. ¿Por qué ayudar a una persona que difícilmente me podrá
corresponder? ¿Por qué perdonar? ¿Por qué ser fiel a mi marido o mi
mujer cuando es tan fácil no serlo? ¿Por qué no aceptar esa pequeña
ganancia fácil? ¿Por qué arriesgarse a decir la verdad y no dejar que
sea otro quien pague las consecuencias de mi error?
Quien no tiene conciencia de pecado y no admite que haya nadie
superior a él que juzgue sus acciones, se encuentra mucho más
indefenso ante la tentación de erigirse como juez y determinador
supremo de lo bueno y lo malo.
Eso no significa que el creyente obre siempre rectamente, ni que
no se engañe nunca; pero al menos no está solo. Está menos
expuesto a engañarse a sí mismo diciéndose que es bueno lo que
le gusta y malo lo que no le gusta. Sabe que tiene dentro una voz
moral que en determinado momento le advertirá: basta, no sigas por ahí.
Sin religión es más fácil dudar si vale la pena ser fiel a la ética. Sin religión es más
fácil no ver claro por qué se han de mantener conductas que suponen sacrificios.
Esto sucede más aún cuando la moral laica se transmite de una generación a otra sin
apenas reflexión. Como ha señalado Julián Marías, los que al principio sostuvieron
esos principios laicos como elemento de un debate ideológico, tenían al menos el ardor
y el idealismo de una causa que defendían con pasión. Pero si esa moral se transmite a
los más jóvenes, a los hijos, y después a los hijos de estos, sin ninguna vinculación a
creencias religiosas, es fácil que ese idealismo quede en unas simples ideas sin un
fundamento claro, y por tanto pierden vigor.
Cuando se niega que hay un juicio y una vida después de la muerte, es bastante fácil
que las perspectivas de una persona se reduzcan a lo que en esta vida pueda suceder.
Si no se cuenta con nada más, porque no se cree en el más allá, el sentido de última
responsabilidad tiende a diluirse, y la rectitud moral se deteriora más fácilmente.
¿Y qué decir al que, a pesar de buscar a Dios, no tiene fe? Le diría que buscar a
Dios es un paso importante, y que casi siempre supone tener ya algo de fe. Si la
búsqueda es sincera, tarde o temprano lo encontrará. Yo recomendaría a esa persona
que pensara en su propia conducta y en la verdad, que reflexionara sobre qué está
bien y qué está mal, y que procurara actuar conforme a ello, pues tal vez es Dios
precisamente quien se lo está pidiendo, y al obrar bien se dispone a descubrir a quien
es la fuente del bien.
Hay ocasiones en que los motivos de conveniencia natural para obrar bien nos
impulsan con gran fuerza. Pero hay otras ocasiones -y no son pocas-, en que esos
motivos de conveniencia natural pierden peso en nuestra mente, por la razón que sea,
y entonces son los motivos sobrenaturales los que toman un mayor protagonismo y
nos ayudan a actuar como debemos. Prescindir de unos o de otros es un error moral
y un error educativo de gran alcance. Por eso, los padres creyentes que dan poca
importancia a la formación religiosa de sus hijos suelen acabar por darse cuenta de su
error, pero casi siempre tarde y con amargura.
Alfonso Aguilówww.interrogantes.net
MORAL LAICA
EENNEERROO / FFEEBBRREERROO DDEE 20076
Evangélicos yy ccatólicos,jjuunnttooss eenn llaa ddeeffeennssaa ddee llaa vviiddaa
Desde 1994 católicos y evangélicos de Estados Unidos han firmado declara-ciones conjuntas sobre aspectos esenciales para sus respectivas confesiones.Estos acuerdos se pusieron en marcha con el fin de profundizar en el ecumenis-mo y colaborar en la defensa pública de las convicciones compartidas. Ademásquieren ser un ejemplo para otros lugares del mundo.
La última de sus declaraciones comunes, titulada "Para que tengan vida",resalta las implicaciones políticas y culturales de la fe cristiana. "Con estadeclaración -explican- tratamos de hacer causa común para defender lo quesuele llamarse 'cultura de la vida' y hacerlo de un modo que sea al mismotiempo una deliberación pública y un compromiso".
Son conscientes de que lo hacen en un momento de "conflicto cultural".La respuesta fácil a la guerra de culturas habría sido abandonar. Pero "nodesesperamos -continúan- porque compartimos con quienes se nos enfrentanuna humanidad común. Compartimos el mismo interés por la experienciaamericana y sus aspiraciones por la libertad y la justicia". Evangélicos ycatólicos, a pesar de sus diferencias , creen que la razón humana tienecapacidad de "argumentar, deliberar, persuadir, así como de descubrir lasverdades morales" necesarias para la ordenación de la convivencia.
Precisamente la capacidad de la razón humana muestra la inconsistencia dela oposición entre razón y fe: "Rechazamos firmemente la idea de que losdesacuerdos en torno a la cultura de la vida son fruto de la divergenciaentre razón y fe. Para nosotros, tanto razón como fe son dones del único Dios",por lo que no hay discordancia entre ellas.
En lo que se refiere específicamente a la cultura de la vida, el compromisode católicos y evangélicos "incluye la protección y cuidado del no nacido, deldiscapacitado, de la persona dependiente, del moribundo. Pero también englobaa los pobres, los marginados y los explotados (…) Pero no constituye solo unaresponsabilidad exclusiva de los cristianos", sino de todos.
No se trata de eludir el desacuerdo y saben que muchos, cristianos y nocristianos, no comparten sus convicciones: "No deseamos imponerlas y muchomenos, como algunos suponen, instalar una 'teocracia'. Nuestra intención esproponer más que imponer, educar, convencer, con la esperanza de que, a travésdel juicio libre y la decisión, nuestra sociedad vuelva a ser respetuosa con elinestimable regalo de la vida".
Para ello es necesario que resurja de nuevo el debate. Por eso creen que laspropuestas de la Declaración son de naturaleza eminentemente pública, como loes, afirman, el propio cristianismo: "las Escrituras, la doctrina, su tradiciónintelectual y sus instituciones". Además, "ser cristiano es, ciertamente, unadecisión personal, pero no privada. Ser cristiano es asociarse a un movimientohistórico, dando testimonio público de las verdades morales universales".
Estas razones explican que el discurso público no pueda prescindir de lasargumentaciones derivadas de las creencias. "La separación de Iglesia yEstado no puede significar separar la vida pública de las convicciones másprofundas de la gran mayoría de la nación".
Defender la vida con razones En este sentido, el falso enfrentamiento entre vida pública y privada queda
sin sentido cuando afecta al propio ser humano que, "cualquiera que sea suestado, tiene derechos que tenemos que respetar". La defensa de lo humano"constituye, de este modo, un imperativo moral que puede ser defendido conrazones accesibles a todos".
Las discrepancias sobre la pena de muerte, por ejemplo, o sobre laguerra justa pueden ser comprensibles, pero de lo que se trata es de defender aaquellos seres humanos desprotegidos. El hombre, responsable del cuidado yde la protección de la vida, no puede eludir sus propias obligaciones.
"En muchas ocasiones la eliminación directa e intencionada de una vidahumana inocente puede ser considerada una muestra de compasión,especialmente en los casos de los discapacitados o los moribundos".Pero no hay que falsear la realidad. "Hay que llamar al aborto, a la eutanasia, ala cooperación al suicidio o a la investigación con embriones por su nombre:homicidio".
Esta declaración conjunta vuelve a afirmar el papel activo que evangélicosy católicos están dispuestos a desempeñar en defensa de la vida. Para elloconfían en el propio sistema jurídico americano, en el que, en repetidasocasiones, se advierte de los derechos que corresponden inalienablemente alser humano. Ya ha demostrado su capacidad al extender los derechos a losesclavos o a las mujeres; podría hacer lo mismo ahora con los no nacidos odesprotegidos.
Al mismo tiempo hacen un llamamiento a todos los cristianos para quedefiendan públicamente sus principios y se enfrenten con valor a la "cultura dela muerte" que está extendiéndose. Y que lo hagan primero con el ejemplo, sobretodo a través del matrimonio fiel y abierto a la vida.
ACEPRENSA 22-11-2006
W86/06
La revista norteamericana "First Things" (octubre 2006) ha publicado la
última declaración conjunta de católicos y evangélicos, en la que proponen
un debate público sobre cuestiones como el aborto o la eutanasia.
EENNEERROO / FFEEBBRREERROO DDEE 2007 7
El viernes en la noche estábamos en lasobremesa con unos amigos en una casa en losalrededores de El Junko, cuando un escorpiónclavó su aguijón en el dedo medio de la manoderecha de un familiar cercano. El dolor le hizosacudir la mano de inmediato y el escorpióncayó al suelo y, como suelen ser de movimien-tos lentos, uno de los amigos lo tapó con unvaso, pasándolo luego a un frasco. Hasta aquí,sin saberlo, se hizo lo correcto: apresar alarácnido vivo. De las 30 personas que estabanen el sitio comenzaron a surgir todo tipo deanécdotas y opiniones.
A la mayoría los habían picado alacranes endistinta oportunidades y no les había ocurridonada que lamentar, de modo que recomendabanque se quedara tranquila y que, si acaso sesentía mal, que nos fuésemos a un hospital. Sinembargo, nos pareció más sensato el consejode la minoría, que decía que nos fuéramos deinmediato.
Salimos rápidamente hacia Caracas, mientras los que se quedaron buscabanpor celular al médico indicado. Tuvimos la suerte de que un amigo dio con eldoctor Arellano, quien nos indicó que nos fuésemos a la emergencia de la clíni-ca El Ávila, donde con seguridad se disponía del antídoto elaborado en laUniversidad Central de Venezuela, a base de la inoculación del veneno enequinos que, por suerte, es de los más eficaces que se producen en el mundo.
Llegamos a la clínica El Ávila, y al momento llegó el doctor Arellano: unvenezolano de los buenos, con 73 años a cuestas, que ha dedicado parte de suvida a la toxicología, y se cuenta entre los fundadores del Centro Toxicológico deCoche.
Apenas llegó nos pidió ver el escorpión, y cuando lo tuvo enfrente se llevó lasmanos a la cabeza: se trataba de un Isabel Ceciliae, una especie advertidarecientemente, a raíz de que pocos años atrás se llevó la vida de Isabel Cecilia,la nieta de cuatro años de un extraordinario escritor y amigo mío. De inmediatoel doctor indicó una dosis de antídoto mayor y comenzó el suero intravenoso abatallar con la sustancia mortal del escorpión. De no actuar de inmediato, elefecto del veneno ataca al corazón de la víctima. Mi familiar pasó la noche en laclínica y al día siguiente le dieron de alta, no sin antes hacerle los exámenes
necesarios. Ese día fui con el doctor Arellano acasa del profesor González Sponga, un hombresilencioso y juicioso que ha dedicado casi toda suvida a estudiar las especies de escorpiones yofidios, y quien podía certificar con certeza si setrataba de la especie temida. No cabía la menorduda, lo era.
En conversación con estos hombres deciencia supe que en Venezuela hay alrededor de115 especies de escorpiones, de las cualesvarias son venenosas, pero hasta la fechaninguna de veneno más tóxico que la IsabelCeciliae. Allí también supe que los escorpionesdel llano venezolano no suelen ser venenosos,pero que de las 11 especies que pululan enCaracas, tres lo son, y altamente.
También caí en cuenta de mi ignorancia alrespecto, y de la ignorancia generalizada sobreeste tema. ¿Cómo es posible que si se sabe queen la zona de El Junko habita esta especie letalno se tomen previsiones mínimas?
¿Qué hubiera pasado si esto no ocurre a la 10:00 p.m. sino de día, cuandoel tránsito es severo? ¿Habríamos llegado a tiempo al hospital? Peor aún:¿Qué habría pasado si el escorpión inocula a un niño y no a ella, y no se hubiesedispuesto cerca del antídoto y el médico indispensable?
La ciencia venezolana ha hecho lo suyo, la doctora Jeannette Poggiolide Scannone y su equipo elaboran el antídoto en la UCV. Desde allí se librala batalla contra estos arácnidos que se encuentran en toda la geografíanacional. El único sitio dónde no se han hallado es en las nieves perpetuas delpico Bolívar. Venezuela es un país de escorpiones, y hay que hacerlo saber. Nadaganamos con la política del avestruz. En todo el territorio nacional se deberíacontar con el antídoto a la mano, y el entrenamiento médico para administrarloa quien ha sufrido una picadura de escorpión.
¿Por qué no se adelanta una campaña de medicina preventiva sobre el tema,de manera de reducir el riesgo de mortalidad? Esa campaña debe comenzarpor dirigirse a aquella mayoría de buena fe que ignora que se debe actuar deinmediato, que cada segundo que pase puede ser mortal.
Giovannina Orsini VelásquezBióloga Herbario
ALERTA CCOONN LLOOSS EESSCCOORRPPIIOONNEESS
EENNEERROO / FFEEBBRREERROO DDEE 20078
Con frecuencia, en este período, los padres, que han olvidado por completo
lo que a ellos mismos les pasó, se sienten desorientados, porque no reconocen
ya a sus hijos. Lo primero que ha de hacerse es no asustarse. Se trata de una
crisis normal, que pasará con tanta mayor rapidez y facilidad cuanto más los
padres se esfuercen en comprenderla.
El adolescente, que deja de ser un niño, comienza por tener una crisis de
emancipación. No quiere formar parte del mundo de los pequeños; no quiere ya
ser tratado como un niño; no les gusta que le hagan decir sus lecciones; no
quiere que se le mande por la noche a acostar; se molesta por la menor
observación, sobre todo si se la hacen delante de
hermanos y hermanas más pequeños.
Este deseo de emancipación es la manifestación
de un progreso natural en vías de evolución. Sería en
vano y peligroso intentar dominarlo por la fuerza.
Lo que caracteriza la adolescencia es una
transformación fisiológica. Importa, pues, que los
padres hayan prevenido a tiempo a sus hijos. Pero en
cualquier caso resultará de ello una fragilidad física,
una inestabilidad de carácter que es necesario tener
en cuenta.
No hay por qué extrañarse en este período de cam-
bios de humor, arranques no razonados, desigualdad
en el trabajo, sucesión imposible de prever de alegría ruidosa y gesto sombrío.
El adolescente siente la impresión de no ser él mismo. No comprende lo que
pasa en él. Siente más o menos confusamente algo en sí más fuerte que él
mismo... Pero difícilmente lo afirmará. No aceptará con gusto reproches o
reconvenciones, y éstos le producirán, en general, la sensación de ser un
incomprendido.
Los adolescentes intentan, con frecuencia torpemente, afirmar su naciente
personalidad oponiéndose a la tradición, al conformismo, al criterio de los
adultos. Pocas veces tienen pensamiento propio y reflexivo. La prueba es que
varía con mucha facilidad sobre el mismo asunto en algunos días de intervalo.
Pero se colocan instintivamente en la oposición de lo que los padres afirman.
No saben siempre lo que quieren con precisión. Por lo menos, quieren algo
distinto de lo que los padres quieren y con frecuencia lo contrario de lo que
estos desean.
En esta edad, que se llama impropiamente "la edad ingrata", no les es
suficiente que los quieran, y -hecho que desconcierta mucho a las madres-
hasta los abrazos, los mimos, las manifestaciones de cariño familiar, los
encuentran indiferentes, si no son hostiles. Lo que ellos quieren es no sólo ser
amados; es amar por sí mismos y elegir sus amistades, naturalmente, fuera de
su casa.
Son capaces, a la vez, de un egoísmo casi cínico para todo lo que concierne
al cuadro familiar y de una abnegación espléndida fuera; por los pobres, por un
ideal, por un movimiento político o religioso.
Es la época en que principalmente
conviene orientarlos, sin imponérselo nunca,
hacia una organización de juventudes.
La abnegación con que se entregarán a ella
será tal vez lo que mejor podrá ayudarlos
a salvar ese período de crisis y a volver a
encontrar el equilibrio en las mejores condi-
ciones: dándose es como se equilibrarán.
Para los jóvenes es la edad de la pasión
amorosa; por un profesor, por una profesora.
Si el objeto de la pasión es algo bueno y
equilibrado, no hay que inquietarse; pasará
por sí solo.
Si la evasión del medio familiar no se orienta hacia una organización juvenil,
el adolescente puede desviarse en otros sentidos, no sin peligro: el de los
sueños, la imaginación; es la edad por excelencia del romanticismo y de lo
novelesco.
Los padres no deben extrañarse si en esta época su hijo no quiere salir con
ellos. Lo importante es que el medio en que busque sus diversiones y descanso
sea moralmente sano. Aquí también interviene la elección de la organización
juvenil que mejor responda a sus aspiraciones.
Estos niños grandes son capaces de entusiasmarse por las cosas grandes
y bellas, como también por cualquier pequeñez. No debemos burlarnos; son
muy susceptibles. No intentemos adivinarlos; son muy suspicaces: se repliegan
en sí mismos y se cierran más; son muy celosos de su autonomía, de su
independencia: su personalidad se yergue. ¡Son muchachos mayores, no niños!
Sobre todo, que no les parezca que se los vigila. Un padre o una madre no
Adolescencia, edad difícilLlega a una edad en la que el niño deja de serlo y no es todavía un adulto. Edad en que se produce una especiede ruptura de equilibrio en vista de un equilibrio nuevo y de la conquista de la personalidad. Resulta de esto unperíodo de crisis que comienza, en general, hacia los trece años y que puede durar dos o tres.
Dale la oportunidad a tushijos adolescentes de contribuir activamente
en las decisiones comunes relativas
a la casa.
vigilará a su hijo ya mayor, tendrá confianza en él; pero velará por él para
hacerle aprovechar las ocasiones de demostrar su talento o sus cualidades.
Dále la oportunidad a tus hijos adolescentes de contribuir activamente
en las decisiones comunes relativas a la casa. Será un medio de dominar
razonablemente la exagerada tentación de evadirse del hogar familiar.
La experiencia demuestra que los muchachos cuya opinión se tiene en
cuenta en los asuntos del gobierno de la casa, alimenticio, de diversiones, etc.,
en el seno de la familia, buscan menos que otros ejercitar la libertad fuera.
Sobre todo, ante las manifestaciones de independencia, de evasión, de
oposición, de los hijos e hijas adolescentes, no se debe dramatizar. Nada
de escenas, lágrimas o reproches...; menos aún violencias.
En esta edad más que nunca hay que saber persuadirlos y procurar de no
obligarlos.
Cuando se desee conseguir alguna cosa de ellos, se puede apelar a los
móviles más elevados y no apoyarse en motivos exclusivamente utilitarios.
A pesar de las apariencias, están en la época de los idealismos desinteresados.
Es también la edad de la poesía, en la que gusta hacer versos sobre todo y a
propósito de todo.
En términos generales los padres deben mostrarse compasivos y hacerles
sentir que los comprenden. De esta manera se podrá conservar ante ellos
la autoridad moral, de que tanta necesidad tienen, sin que lo sepan, para
ayudarlos a canalizar en buen sentido las fuerzas
nuevas y magníficas que los encaminan hacia la
edad adulta.
Hay que estar tranquilos. Estos años difíciles pasarán. Si tus hijos
comprenden que los amas por sí mismos, que no solamente no quieres
impedir que crezcan, sino que deseas ayudarlos a conseguir una personalidad
de hombres o mujeres dignos de tal nombre, tus hijos o hijas conservarán
su confianza en ti o, pasada la crisis, sentirán y te demostrarán un afecto
redoblado.
Gaston Courtoiswww.interrogantes.net
EENNEERROO / FFEEBBRREERROO DDEE 2007 9
EENNEERROO / FFEEBBRREERROO DDEE 200710
La primera razón, sostiene, es que "tener otro hijo, permite unirse
a Dios en la creación de un alma inmortal". "Los padres tienen la
oportunidad increíble de asistir a Dios en la creación de un alma
inmortal y como lo dijera el Cardenal Mindszenty, ni los ángeles
recibieron tal gracia", explica Mosher.
La segunda razón es que "un nuevo hijo trae alegría a la vida". "No hay
gozo similar al de recibir a un hijo. Uno se maravilla ante la perfección
de ese pequeño ser y de la facilidad con la que uno lo ama. Uno queda
encantado con cada pequeño aspecto de su apariencia. El color del
cabello, la forma de la nariz, su sonrisa".
Como tercera razón, indica que "un nuevo hijo permite crecer en
santidad y virtud". "Para los que están casados y tienen familias, los
niños son los medios primarios que Dios usa para ayudarlos a crecer
en santidad y virtud. Los niños enseñan a sus padres la paciencia,
perseverancia, la caridad y la humildad. Dan la oportunidad de
practicar la misericordia corporal y espiritual. Llegan al mundo
desnudos y los vestimos, hambrientos y los alimentamos, sedientos
y les damos de beber".
La cuarta razón es que "tener un hijo ayuda a terminar el aborto".
"Los niños son cada vez menos, debido a la contracepción, la
esterilización y el aborto, por eso segmentos completos de la sociedad
se vuelven menos familiares al sentido del gozo y la esperanza que
sólo los bebés y los niños pueden brindar. En este clima, la anticon-
cepción y el aborto se alimenta a sí mismo, aumentando el egoísmo".
La quinta razón de Mosher es que tener otro hijo da un hermano a los
hijos que ya tiene la pareja, y así pueden aprender a compartir.
"Los demás hijos aprenden a poner las necesidades de los demás por
encima de las propias. La unión entre los hermanos es para toda la
vida y más fuerte que la establecida entre los mejores amigos".
La sexta razón es que los hijos permiten que cuando uno llega a la
ancianidad no esté solo. "La gente que tiene hijos no tiene que buscar
a extraños para que cuiden de ella cuando es anciana. Los hijos
también se convierten en padres de los nietos y los nietos traen gozo,
alegría y risas", sostiene Mosher.
Mosher señala como séptima razon que "los hijos son el recurso más
grande". "Los humanos son bendecidos con los regalos del intelecto y
la libertad. La ingenuidad humana descubre soluciones creativas a los
problemas que enfrentamos. Las personas sin hijos deben recordar
que el hijo de otros es el médico que les salva la vida, el bombero que
ayuda, o el ingeniero del tren".
La octava razón es que "un hijo ayuda a la economía". "Las familias
con hijos inyectan la economía, comprando casas y autos y pagando
por su educación. Sin jóvenes que ingresen a la fuerza laboral, el
sistema de seguridad social falla. Sin niños que asistan al colegio, los
maestros no tienen empleo. Muchas industrias, desde restaurantes
hasta tiendas de juguetes, descansan en negocios de y para niños.
Ultimadamente, toda la economía lo hace".
La novena razón es que tener un hijo más ayuda a enfrentar la
despoblación global. "Los que han viajado de costa a costa en Estados
Unidos y han visto los vastos espacios vacíos, saben que América no
está superpoblada. De hecho, toda la población del mundo puede vivir
en Texas, en casas adecuadas a cada familia con patios traseros".
"Nuestro problema a largo plazo no es que tendremos muchos niños,
sino pocos. Tener un hijo ayuda a contrarrestar la implosión
poblacional adveniente", sostiene Mosher.
Finalmente, indica como décima razón que "tener un hijo ayuda a
poblar el cielo". "El niño que se tiene con generosidad, se acepta
de Dios y regresará a Él, después de una vida de amor, servicio y
obediencia en la tierra para pasar la eternidad con Dios en el cielo".
RAZONES PARA TENER OTRO HIJOEl experto en demografía y Presidente del Population Research Institute, Steve Mosher, publicó
un artículo en el que da a los creyentes cristianos diez razones para tener otro hijo.
A partir de citas bíblicas, su experiencia personal y hechos fácticos, Mosher propone a los
creyentes la posibilidad de tener más hijos que el promedio actual.
EENNEERROO / FFEEBBRREERROO DDEE 2007 11
Educar en positivo se produce cuando a los esfuerzos normales para
conseguir un objetivo se le suma una fuerza, generada en el propio sistema, la
persona en este caso, que potencia por sí sola el resultado final obtenido.
Se puede expresar sencillamente que el objetivo es que logremos conseguir
mejores resultados educativos con menor esfuerzo.
Procuraré explicarme. Una misma información puede ser bien oída o no
escuchada. Esto quiere decir que son necesarias cinco condiciones que ayudan
para una mejor asimilación de la información, ya que predisponen al oyente a
prestar más atención. Éstas son: Alegría, Tranquilidad, Confianza, Delicadeza
y Cariño.
Con estas condiciones los Filtros de Atención favorecen la llegada de la infor-
mación al cerebro para ser procesada. Desde que la información entra en el oído
hasta que llega al cerebro, pasa por una serie de filtros que pueden admitirla o
rechazarla. Es aconsejable que las cinco condiciones actúen en positivo; una
sola en contra dificulta la llegada correcta de la información. O inclu-
so, puede bloquearla por completo.
La persona debe estar correctamente motivada. Debe saber el porqué tiene
que hacer ese acto bien hecho y las consecuencias de hacerlo bien.
Esta situación le mueve a querer hacerlo y además a hacerlo realmente.
Lo mejor para educar es un "ATRACÓN DE CARIÑO". Al momento de dar
un mensaje es importante evitar el enfado, gritarle o avergonzarle delante
de los demás. Al igual que no se debe poner al niño sobrenombres de mentiroso,
vago, desordenado, irresponsable, etc. El mensaje llega: "Lo dice mi mamá,
soy un mentiroso" . Lo que esto quiere decir es que al dar un mensaje
despectivo estamos asegurando, confirmando y convenciendo a nuestro hijo que
realmente es desordenado, irresponsable, etc. Es así como se le refuerza una
conducta.
Al contrario, los pequeños éxitos se deben resaltar para motivar el esfuerzo.
Debemos demostrarle a nuestros hijos que tenemos fe y confianza en ellos,
debemos recordarles que son capaces por sí mismos y monitorearlos desde
lejos. Asimismo es importante recordar que la educación es una imagen,
imitación y guía de nuestro ejemplo.
Ejemplo y esfuerzo por mejorar que le sirve de aliento y motivación. Todo lo
que vale cuesta esfuerzo. Mejorando tú mejoran tus hijos.
Para terminar quisiera recomendarles:
1. Es mejor alabar lo que hacen bien que criticar lo que hacen mal.
2. Cuando actúan mal debes hacérselo saber con comprensión y cariño.
3. Trátalos como buenas personas…y serán mejores.
4. Los hijos deben pensar: "Yo soy capaz..., me lo dicen mis padres".
5. Potencia su autoestima y te maravillarás de los resultados.
Finalmente en una frase podemos resumir una gran herramienta educativa:
"AHOGAR EL MAL EN ABUNDANCIA DE BIEN".
Anabella de Alizo. / [email protected]
EEdduuccaarr EENN PPOOSSIITTIIVVOOLa efectividad de los resultados en la
educación de nuestros hijos se generaa través de nuestros mensajes.
Por ende es de suma importancia elproceso educativo y su aplicación.
EENNEERROO / FFEEBBRREERROO DDEE 200712
LA PERSONA HUMANA, CORAZÓN DE LA PAZ
1. AL COMIENZO DEL NUEVO AÑO, quiero hacer
llegar a los gobernantes y a los responsables de las
naciones, así como a todos los hombres y mujeres
de buena voluntad, mis deseos de paz. Los dirijo
en particular a todos los que están probados por
el dolor y el sufrimiento, a los que viven bajo la
amenaza de la violencia y la fuerza de las armas o
que, agraviados en su dignidad, esperan en su
rescate humano y social. Los dirijo a los niños, que
con su inocencia enriquecen de bondad y esperan-
za a la humanidad y, con su dolor, nos impulsan a
todos trabajar por la justicia y la paz. Pensando
precisamente en los niños, especialmente en los
que tienen su futuro comprometido por la
explotación y la maldad de adultos sin escrúpulos,
he querido que, con ocasión del Día Mundial de la
Paz, la atención de todos se centre en el tema: La
persona humana, corazón de la paz. En efecto,
estoy convencido de que respetando a la per-
sona se promueve la paz, y que construyendo la
paz se ponen las bases para un auténtico
humanismo integral. Así es como se prepara un
futuro sereno para las nuevas generaciones.
LA PERSONA HUMANA Y LA PAZ: DON Y TAREA
2. La Sagrada Escritura dice: "Dios creó el
hombre a su imagen; a imagen de Dios lo creó;
hombre y mujer los creó" (Gn 1,27). Por haber sido
hecho a imagen de Dios, el ser humano tiene la
dignidad de persona; no es solamente algo, sino
alguien, capaz de conocerse, de poseerse, de
entregarse libremente y de entrar en comunión
con otras personas. Al mismo tiempo, por la gracia,
está llamado a una alianza con su Creador, a
ofrecerle una respuesta de fe y amor que nadie más
puede dar en su lugar. En esta perspectiva
admirable, se comprende la tarea que se ha
confiado al ser humano de madurar en su
capacidad de amor y de hacer progresar el
mundo, renovándolo en la justicia y en la paz.
San Agustín enseña con una elocuente síntesis:
"Dios, que nos ha creado sin nosotros, no ha queri-
do salvarnos sin nosotros". Por tanto, es preciso
que todos los seres humanos cultiven la conciencia
de los dos aspectos, del don y de la tarea.
3. También la paz es al mismo tiempo un don y
una tarea. Si bien es verdad que la paz entre los
individuos y los pueblos, la capacidad de vivir unos
con otros, estableciendo relaciones de justicia y
solidaridad, supone un compromiso permanente,
también es verdad, y lo es más aún, que la paz
es un don de Dios. En efecto, la paz es una
característica del obrar divino, que se manifies-
ta tanto en la creación de un universo ordenado
y armonioso como en la redención de la
humanidad, que necesita ser rescatada del
desorden del pecado. Creación y Redención mues-
tran, pues, la clave de lectura que introduce a la
comprensión del sentido de nuestra existencia
sobre la tierra. Mi venerado predecesor Juan Pablo
II, dirigiéndose a la Asamblea General de las
Naciones Unidas el 5 de octubre de 1995, dijo que
nosotros "no vivimos en un mundo irracional o sin
sentido [...], hay una lógica moral que ilumina la
existencia humana y hace posible el diálogo entre
los hombres y entre los pueblos". La "gramática"
trascendente, es decir, el conjunto de reglas de
Mensaje ddel SSanto PPadre
Benedicto XXVIpara lla JJornada MMundial de lla PPaz 22007 (Primera EEntrega)
EENNEERROO / FFEEBBRREERROO DDEE 2007 13
actuación individual y de relación entre las per-
sonas en justicia y solidaridad, está inscrita en las
conciencias, en las que se refleja el sabio proyecto
de Dios. Como he querido reafirmar recientemente,
"creemos que en el origen está el Verbo eterno, la
Razón y no la Irracionalidad". Por tanto, la paz es
también una tarea que a cada uno exige una
respuesta personal coherente con el plan divino.
El criterio en el que debe inspirarse dicha
respuesta no puede ser otro que el respeto de la
"gramática" escrita en el corazón del hombre
por su divino Creador.
En esta perspectiva, las normas del derecho
natural no han de considerarse como directrices
que se imponen desde fuera, como si coartaran
la libertad del hombre. Por el contrario, deben
ser acogidas como una llamada a llevar a cabo
fielmente el proyecto divino universal inscrito en
la naturaleza del ser humano. Guiados por estas
normas, los pueblos -en sus respectivas
culturas- pueden acercarse así al misterio más
grande, que es el misterio de Dios. Por tanto, el
reconocimiento y el respeto de la ley natural son
también hoy la gran base para el diálogo entre
los creyentes de las diversas religiones, así
como entre los creyentes e incluso los no
creyentes. Éste es un gran punto de encuentro y,
por tanto, un presupuesto fundamental para una
paz auténtica.
EL DERECHO A LA VIDA Y A LA LIBERTAD RELIGIOSA
4. El deber de respetar la dignidad de cada ser
humano, en el cual se refleja la imagen del Creador,
comporta como consecuencia que no se puede
disponer libremente de la persona. Quien tiene
mayor poder político, tecnológico o económico,
no puede aprovecharlo para violar los derechos
de los otros menos afortunados. En efecto, la paz
se basa en el respeto de todos. Consciente de ello,
la Iglesia se hace pregonera de los derechos funda-
mentales de cada persona. En particular, reivindica
el respeto de la vida y la libertad religiosa de todos.
El respeto del derecho a la vida en todas sus
fases establece un punto firme de importancia
decisiva: la vida es un don que el sujeto no
tiene a su entera disposición. Igualmente, la
afirmación del derecho a la libertad religiosa
pone de manifiesto la relación del ser humano
con un Principio trascendente, que lo sustrae a
la arbitrariedad del hombre mismo. El derecho
a la vida y a la libre expresión de la propia fe
en Dios no están sometidos al poder del hombre.
La paz necesita que se establezca un límite
claro entre lo que es y no es disponible: así se
evitarán intromisiones inaceptables en ese
patrimonio de valores que es propio del
hombre como tal.
5. Por lo que se refiere al derecho a la vida, es
preciso denunciar el estrago que se hace de ella en
nuestra sociedad: además de las víctimas de los
conflictos armados, del terrorismo y de diversas
formas de violencia, hay muertes silenciosas
provocadas por el hambre, el aborto, la experi-
mentación sobre los embriones y la eutanasia.
¿Cómo no ver en todo esto un atentado a la paz?
El aborto y la experimentación sobre los
embriones son una negación directa de la
actitud de acogida del otro, indispensable para
establecer relaciones de paz duraderas.
Respecto a la libre expresión de la propia fe, hay
un síntoma preocupante de falta de paz en el
mundo, que se manifiesta en las dificultades que
tanto los cristianos como los seguidores de otras
religiones encuentran a menudo para profesar
pública y libremente sus propias convicciones
religiosas. Hablando en particular de los cristianos,
debo notar con dolor que a veces no sólo se
ven impedidos, sino que en algunos Estados son
incluso perseguidos, y recientemente se han debido
constatar también trágicos episodios de feroz
violencia. Hay regímenes que imponen a todos
una única religión, mientras que otros regímenes
indiferentes alimentan no tanto una persecución
violenta, sino un escarnio cultural sistemático
respecto a las creencias religiosas. En todo caso, no
se respeta un derecho humano fundamental, con
graves repercusiones para la convivencia pacífica.
Esto promueve necesariamente una mentalidad y
una cultura negativa para la paz.
LA IGUALDAD DE NATURALEZA DE TODAS LAS PERSONAS
6. En el origen de frecuentes tensiones que
amenazan la paz se encuentran seguramente
muchas desigualdades injustas que, trágicamente,
hay todavía en el mundo. Entre ellas son particular-
mente insidiosas, por un lado, las desigualdades
en el acceso a bienes esenciales como la comida,
el agua, la casa o la salud; por otro, las persistentes
desigualdades entre hombre y mujer en el ejercicio
de los derechos humanos fundamentales.
Un elemento de importancia primordial para
la construcción de la paz es el reconocimiento
de la igualdad esencial entre las personas
humanas, que nace de su misma dignidad
trascendente. En este sentido, la igualdad es,
pues, un bien de todos, inscrito en esa "gramática"
natural que se desprende del proyecto divino de la
creación; un bien que no se puede desatender ni
despreciar sin provocar graves consecuencias que
ponen en peligro la paz. Las gravísimas carencias
que sufren muchas poblaciones, especialmente del
Continente africano, están en el origen de reivindi-
caciones violentas y son por tanto una tremenda
herida infligida a la paz.
7. La insuficiente consideración de la condición
femenina provoca también factores de inestabilidad
en el orden social. Pienso en la explotación de
mujeres tratadas como objetos y en tantas
formas de falta de respeto a su dignidad; pienso
igualmente -en un contexto diverso- en las concep-
ciones antropológicas persistentes en algunas cul-
turas, que todavía asignan a la mujer un papel de
gran sumisión al arbitrio del hombre, con conse-
cuencias ofensivas a su dignidad de persona y al
ejercicio de las libertades fundamentales mismas.
No se puede caer en la ilusión de que la paz está
asegurada mientras no se superen también
estas formas de discriminación, que laceran la
dignidad personal inscrita por el Creador en
cada ser humano.
Continúa en la próxima edición de Leer Entre Líneas
EENNEERROO / FFEEBBRREERROO DDEE 200714
COMPENDIO CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA (Parte IX)
CAPÍTULO SEGUNDOJESUCRISTO FUE CONCEBIDO POR OBRA DEL
ESPÍRITU SANTO Y NACIÓ DE SANTA MARÍA VIRGEN85. ¿¿Por qqué eel HHijo dde DDios sse hhizo hhombre?
El Hijo de Dios se encarnó en el seno de la Virgen María, por obra del Espíritu Santo, pornosotros los hombres y por nuestra salvación: es decir, para reconciliarnos a nosotrospecadores con Dios, darnos a conocer su amor infinito, ser nuestro modelo de santidad yhacernos "partícipes de la naturaleza divina" (2 P 1, 4).
86. ¿¿Qué ssignifica lla ppalabra ""Encarnación"?
La Iglesia llama "Encarnación" al misterio de la unión admirable de la naturaleza divinay la naturaleza humana de Jesús en la única Persona divina del Verbo. Para llevar a cabonuestra salvación, el Hijo de Dios se ha hecho "carne" (Jn 1, 14), haciéndose verdaderamentehombre. La fe en la Encarnación es signo distintivo de la fe cristiana.
87. ¿¿De qqué mmodo JJesucristo ees vverdadero DDios yy vverdadero hhombre?
En la unidad de su Persona divina, Jesucristo es verdadero Dios y verdadero hombre, demanera indivisible. Él, Hijo de Dios, "engendrado, no creado, de la misma naturaleza delPadre", se ha hecho verdaderamente hombre, hermano nuestro, sin dejar con ello de ser Dios,nuestro Señor.
88. ¿¿Qué eenseña aa eeste ppropósito eel CConcilio dde CCalcedonia ((año 4451)?
El Concilio de Calcedonia enseña que "hay que confesar a un solo y mismo Hijo, NuestroSeñor Jesucristo: perfecto en la divinidad y perfecto en la humanidad; verdaderamente Diosy verdaderamente hombre, compuesto de alma racional y de cuerpo; consubstancial con elPadre según la divinidad, y consubstancial con nosotros según la humanidad; "en todosemejante a nosotros, menos en el pecado" (Hb 4, 15); nacido del Padre antes de todos lossiglos según la divinidad y, por nosotros y nuestra salvación, nacido en estos últimos tiemposde la Virgen María, la Madre de Dios, según la humanidad".
89. ¿¿Cómo eexpresa lla IIglesia eel mmisterio dde lla EEncarnación?
La Iglesia expresa el misterio de la Encarnación afirmando que Jesucristo es verdaderoDios y verdadero hombre; con dos naturalezas, la divina y la humana, no confundidas,sino unidas en la Persona del Verbo. Por tanto, todo en la humanidad de Jesús -milagros,sufrimientos y la misma muerte- debe ser atribuido a su Persona divina, que obra a través dela naturaleza humana que ha asumido.
"¡Oh Hijo Unigénito y Verbo de Dios! Tú que eres inmortal, te dignaste, para salvarnos,tomar carne de la santa Madre de Dios y siempre Virgen María (...) Tú, Uno de la SantísimaTrinidad, glorificado con el Padre y el Espíritu Santo, ¡sálvanos!" (Liturgia bizantina de sanJuan Crisóstomo).
90. ¿¿Tenía eel HHijo dde DDios hhecho hhombre uun aalma ccon iinteligencia hhumana?
El Hijo de Dios asumió un cuerpo dotado de un alma racional humana. Con su inteligen-cia humana Jesús aprendió muchas cosas mediante la experiencia. Pero, también comohombre, el Hijo de Dios tenía un conocimiento íntimo e inmediato de Dios su Padre.Penetraba asimismo los pensamientos secretos de los hombres y conocía plenamente losdesignios eternos que Él había venido a revelar.
91. ¿¿Cómo cconcordaban llas ddos vvoluntades ddel VVerbo eencarnado?
Jesús tenía una voluntad divina y una voluntad humana. En su vida terrena, el Hijo deDios ha querido humanamente lo que Él ha decidido divinamente junto con el Padre y elEspíritu Santo para nuestra salvación. La voluntad humana de Cristo sigue, sin oposición oresistencia, su voluntad divina, y está subordinada a ella.
92. ¿¿Tenía CCristo uun vverdadero ccuerpo hhumano?
Cristo asumió un verdadero cuerpo humano, mediante el cual Dios invisible se hizo
visible. Por esta razón, Cristo puede ser representado y venerado en las sagradas imágenes.
93. ¿¿Qué rrepresenta eel CCorazón dde JJesús?
Cristo nos ha conocido y amado con un corazón humano. Su Corazón traspasado pornuestra salvación es el símbolo del amor infinito que Él tiene al Padre y a cada uno de loshombres.
94. ¿¿Qué ssignifica lla eexpresión ""concebido ppor oobra yy ggracia ddel EEspíritu SSanto"?
Que Jesús fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo significa que la Virgen Maríaconcibió al Hijo eterno en su seno por obra del Espíritu Santo y sin la colaboración de varón:"El Espíritu Santo vendrá sobre ti" (Lc 1, 35), le dijo el ángel en la Anunciación.
95. ""...Nacido dde lla VVirgen MMaría...": ¿¿por qqué MMaría ees vverdaderamente MMadre dde DDios?
María es verdaderamente Madre de Dios porque es la madre de Jesús (Jn 2, 1; 19, 25).En efecto, aquél que fue concebido por obra del Espíritu Santo y fue verdaderamente Hijosuyo, es el Hijo eterno de Dios Padre. Es Dios mismo.
96. ¿¿Qué ssignifica ""Inmaculada CConcepción"?
Dios eligió gratuitamente a María desde toda la eternidad para que fuese la Madre de suHijo; para cumplir esta misión fue concebida inmaculada. Esto significa que, por la gracia deDios y en previsión de los méritos de Jesucristo, María fue preservada del pecado originaldesde el primer instante de su concepción.
97. ¿¿Cómo ccolabora MMaría aal pplan ddivino dde lla ssalvación?
Por la gracia de Dios, María permaneció inmune de todo pecado personal durante todasu existencia. Ella es la "llena de gracia" (Lc 1, 28), la "toda Santa". Y cuando el ángel leanuncia que va a dar a luz "al Hijo del Altísimo" (Lc 1, 32), ella da libremente suconsentimiento "por obediencia de la fe" (Rm 1, 5). María se ofrece totalmente a la Personay a la obra de Jesús, su Hijo, abrazando con toda su alma la voluntad divina de salvación.
98. ¿¿Qué ssignifica lla cconcepción vvirginal dde JJesús?
La concepción virginal de Jesús significa que éste fue concebido en el seno de la VirgenMaría sólo por el poder del Espíritu Santo, sin concurso de varón. Él es Hijo del Padre celes-tial según la naturaleza divina, e Hijo de María según la naturaleza humana, pero es pro-piamente Hijo de Dios según las dos naturalezas, al haber en Él una sola Persona, la divina.
99. ¿¿En qqué ssentido MMaría ees ""siempre VVirgen"?
María es siempre virgen en el sentido de que ella "fue Virgen al concebir a su Hijo, Virgenal parir, Virgen durante el embarazo, Virgen después del parto, Virgen siempre" (SanAgustín). Por tanto, cuando los Evangelios hablan de "hermanos y hermanas de Jesús", serefieren a parientes próximos de Jesús, según una expresión empleada en la SagradaEscritura.
100. ¿¿De qqué mmodo lla mmaternidad eespiritual dde MMaría ees uuniversal?
María tuvo un único Hijo, Jesús, pero en Él su maternidad espiritual se extiende a todoslos hombres, que Jesús vino a salvar. Obediente junto a Jesucristo, el nuevo Adán, la Virgenes la nueva Eva, la verdadera madre de los vivientes, que coopera con amor de madre alnacimiento y a la formación de todos en el orden de la gracia. Virgen y Madre, María es lafigura de la Iglesia, su más perfecta realización.
El CCompendio dde CCatecismo dde lla IIglesia CCatólica sse cconsigue een lla rred dde llibrerías SSan PPablo yy PPaulinas een ttodo eel ppaís.
EENNEERROO / FFEEBBRREERROO DDEE 2007 15
Un marinero y un pirata se encuentran en un bar, y empiezan a
contarse sus aventuras en los mares. El marinero nota que el pirata
tiene una pierna de palo, un gancho en la mano y un parche en el ojo.
El marinero le pregunta "¿Y cómo terminaste con esa pierna de palo?".
El pirata le responde "Estábamos en una tormenta y una ola me tiró al mar, caí
entre un montón de tiburones. Mientras mis amigos me agarraban para subirme
un tiburón me arrancó la pierna de un mordisco". "!Guau! -replicó el marinero-
¿Y qué te pasó en la mano, por qué tienes ese gancho?". "Bien... -respondió el
pirata-; estábamos abordando un barco enemigo, y mientras luchábamos
con los otros marineros y las espadas, un enemigo me cortó la mano".
"¡Increíble! -dijo el marinero- ¿Y qué te paso en el ojo?". "Una paloma que iba
pasando y me cayó excremento en el ojo". "¿Perdiste el ojo por un excremento
de paloma?", replicó el marinero incrédulamente. "Bueno... -dijo el pirata- ... era
mi primer día con el gancho".
Un día una niña estaba sentada observando a su mamá lavar los platos
en la cocina. De repente notó que su mamá tenía varios cabellos blancos
que sobresalían entre su cabellera oscura. Miró a su madre y le preguntó
inquisitivamente, “¿Por qué tienes algunos cabellos blancos, mamá?". Ella le
contestó: "Bueno, cada vez que haces algo malo y me haces llorar o me pones
triste, uno de mis cabellos se pone blanco." La niña se quedó pensativa unos
instantes, y luego dijo: "Mamá, entonces…, ¿Por qué TODOS los cabellos de la
abuelita están blancos?”
Emilio Ferreres, presidente de la Asociación Valenciana de Esclerosis Lateral
Amiotrófica, escribe una carta al director de El País (19-01-2007), en la que
comenta la noticia de Madeleine, una persona con la misma enfermedad que
él pero que solicitó la eutanasia y puso fin a su vida:
"Estoy harto de que los héroes siempre sean los que ponen fin a su vida y
no los que cada mañana nos levantamos y nos enfrentamos a la adversidad
de la enfermedad. Yo padezco la misma dolencia que Madeleine, esclerosis
lateral amiotrófica, soy joven, tengo hijos pequeños, mi afectación la tengo en
ambos brazos y cada día me doy cuenta de que voy perdiendo la capacidad de
hacer cosas tan básicas como abrocharme un botón o coger una cuchara.
Si por un momento sumara estas pequeñas renuncias, mi vida sería un
infierno. Después del período de adaptación a mi nueva vida, he cambiado la
concepción que tenía de ella. Ya que no existe cura para mi enfermedad, he
buscado mi medicación en las pequeñas cosas que cada día todavía puedo
hacer, como recibir un beso de mis hijos al irse a acostar por la noche, el olor
de mi esposa y tantas cosas que sé que la enfermedad nunca podrá quitarme.
Me duele que se magnifique y se relacione una discapacidad grave con la
pérdida de la dignidad por vivir. ¿Y entonces para qué me vale mi lucha día a
día? ¿Soy indigno? ¿Lo son aquellos que deciden vivir? Creo que el deber de los
medios de comunicación, además de informar de hechos tan lamentables
como el de Madeleine, también sería mostrar la tenacidad y la esperanza de
miles de personas con una dependencia grave".
Aprender a usar las manos
Respuestas sin sentido
Caso Madeleine: ¿Por qué los héroes no somos los
que nos enfrentamos a la enfermedad?
Si pregunto por qué debo comportarme
moralmente, ya estoy formulando una
pregunta inmoral.
Robert Spaemann
Los revolucionarios quieren cambiar el mundo
sin cambiarse así mismos. Los cristianos
quieren cambiar el mundo empezando por
cambiarse ellos mismos.
Cesar Messori
16
Un joven universitario se sentó en el tren frente a un señor de edad,
que devotamente pasaba las cuentas del rosario. El muchacho, con la
arrogancia de los pocos años y la pedantería de la ignorancia, le dice:
"Parece mentira que todavía cree usted en esas antiguedades...". "Así es.
¿Tú no?", le respondió el anciano. "¡Yo! -dice el estudiante lanzando
una estrepitos a carcajada-. Créame: tire ese rosario por la ventanilla
y aprenda lo que dice la ciencia". "¿La ciencia? -pregunta el anciano
con sorpresa- No lo entiendo así. ¿Tal vez tú podrías explicármelo?". "Deme
su dirección -replica el muchacho, haciéndose el importante y en tono
protector-, que le puedo mandar algunos libros que le podrán ilustrar".
El anciano saca de su cartera una tarjeta de visita y se la alarga al
estudiante, que lee asombrado: "Louis Pasteur. Instituto de Investigaciones
Científicas de París". El pobre estudiante se sonrojó y no sabía dónde
meterse. Se había ofrecido a instruir en la ciencia al que, descubriendo la
vacuna antirrábica, había prestado, precisamente con su ciencia, uno de
los mayores servicios a la humanidad. Pasteur, el gran sabio que tanto bien
hizo a los hombres, no ocultó nunca su fe ni su devoción a la Virgen. Y es
que tenía, como sabio, una gran personalidad y se consideraba consciente
y responsable de sus convicciones religiosas.
Verdi, aquel famoso compositor italiano, creó su obra "Falestaff"
con ochenta años, después de ímprobos esfuerzos, siendo ya una
celebridad. Ante la pregunta de un curioso de por qué estando ya
en el cénit de su carrera y ya tan anciano se había sometido a esa
exigencia tan grande, el maestro contestó: "Toda mi vida he sido
músico. He buscado la perfección y siempre me ha esquivado.
Pero siempre he pensado que debía hacer un nuevo intento."
Es preciso no dejar nunca de esforzarse, no jubilar nuestra mente
ni nuestro espíritu, mantener la inteligencia atenta y abierta a
nuevos saberes, y pensando siempre en lo que supone de aportación
a la vida de los demás.
Recibí una llamada telefónica de un muy buen amigo. Me alegró mucho su
llamada. Lo primero que me preguntó fue: ¿Cómo estás? Y sin saber por qué, le
contesté: "Muy solo". "-¿Quieres que hablemos?", me dijo. Le respondí que sí
y me dijo: "¿Quieres que vaya a tu casa?". Y respondí que sí. Colgó el teléfono y
en menos de quince minutos él ya estaba llamando a mi puerta. Yo hablé
durante horas de todo, de mi trabajo, de mi familia, de mi novia, de mis deudas,
y él, atento siempre, me escuchó. Se nos hizo de día, yo estaba totalmente
cansado mentalmente, me había hecho mucho bien su compañía y sobre todo
que me escuchara, que me apoyara y me hiciera ver mis errores. Me sentía muy
a gusto y cuando él notó que yo ya me encontraba mejor, me dijo: "Bueno, me
voy, tengo que ir a trabajar". Yo me sorprendí y le dije: "¿Por qué no me habías
dicho que tenías que ir a trabajar?. Mira la hora que es, no has dormido nada,
te quité tu tiempo toda la noche". Él sonrió y me dijo: "No hay problema, para
eso estamos los amigos". Yo me sentía cada vez más feliz y orgulloso de tener
un amigo así. Le acompañé a la puerta de mi casa... y cuando él iba hacia su
coche le pregunté: "Y a todo esto, ¿por qué llamaste anoche tan tarde?". Él se
volvió y me dijo en voz baja: "Es que te quería dar una noticia...". Y le pregunté:
"¿Cuál es?" Y me dijo: "Fui al médico ayer y me dijo que estoy muy enfermo.
Tengo cáncer." Yo me quedé mudo...; él me sonrió y me dijo: "Ya hablaremos de
eso. Que tengas un buen día." Se dio la vuelta y se fue. Pasó un buen rato hasta
que asimilé la situación y me pregunté una y otra vez por qué cuando él me
preguntó cómo estaba me olvidé de él y sólo hablé de mí. ¿Cómo tuvo fuerza
para sonreírme, darme ánimos, decirme todo lo que me dijo, estando él en esa
situación...? Esto es increíble. Desde entonces mi vida ha cambiado. Suelo
ser menos dramático con mis problemas. Ahora aprovecho más el tiempo con la
gente que quiero. Les deseo que tengan un buen día, y les digo: "El que no
vive para servir..., no sirve para vivir...". La vida es como una escalera, si miras
hacia arriba siempre serás el último de la fila, pero si miras hacia abajo verás
que hay mucha gente que quisiera estar en tu lugar. Detente a escuchar y a
ayudar a tus amigos que te necesitan.
CONSEJO EDITORIAL:Ma. Denisse Fanianos de CaprilesAlfredo Gorrochotegui MartellLuisana Graterón de Bethencourt
IMPRIME:Organización Gráficas Capriles C.A.
DISEÑO E ILUSTRACIONES:Gerónimo GuevaraCONTACTOS:www.venezuelaentrelineas.comentrelineas@venezuelaentrelineas.comTelf.: (0212) 238.12.17 / 238.41.95
PUBLICACIÓN MENSUAL PRODUCIDA POR:
EENNEERROO - FFEEBBRREERROO DDEE 2007
Un sabiondo en el tren
Mantener la mente abierta
Pensar en los demás
PREMIO MONSEÑOR PELLÍN 2005